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Capítulo 3:

La dependencia económica de América Latina


3.1. La dependencia económica durante la colonia

Durante los siglos que duró el Estado colonial, la economía se basó en la explotación de materias primas
americanas, preferentemente metales preciosos que se exportaban a España. La exportación fue hasta 1530,
preferentemente de oro y a partir de 1530-60 de plata en un 80%. Los puertos exportadores principales fueron:
Portobelo, Veracruz y Cartagena de Indias. Según Hamilton, entre 1521 y 1550, Sevilla recibió 44.312 Kgs. de
oro y 263.914 Kgs. de plata. Durante el siglo XVIII, debido a la revolución demográfica e industrial en algunos
países europeos, cobra gran importancia la exportación de materias primas agrícolas (cacao, algodón, etc.) y las
industriales mineras como por ejemplo el cobre. Materias primas perecederas como la carne (enfriada o
congelada) o las frutas, no pudieron exportarse hasta la segunda mitad del siglo XIX, en que el desarrollo del
transporte (ferrocarrril, barcos a vapor, barcos frigoríficos) permitió su exportación.

Durante la colonia el desarrollo agropecuario tuvo efectos negativos sobre las tierras de cultivo propiedad de los
indígenas. (Sánchez Albornoz equipara sus efectos a los de las pestes). Importancia del ganado vacuno, caballar,
ovino, porcino, caprino y mular. Organización de la Mesta (asociación de ganaderos). También se explotaron con
éxito las materias tintóreas como el palo brasil (color rojo) o el añil (azul). Los cultivos importados fueron el trigo,
el olivo y la vid. Desde 1493 la caña de azúcar en las Antillas de allí a Veracruz y Acapulco y en el Perú en la
costa Arequipa y en Ayacucho.

Había tierras de labranza y tierras de estancia. La propiedad de la tierra fue una regalía de la Corona. La tierra
podía concederse como una merced (regalo del rey) a una persona o institución. A partir del siglo XVII se podía
adquirir en propiedad y fue el núcleo originario de las haciendas y de un capital agrario.

Los españoles establecieron un monopolio del comercio con las colonias. El tráfico trasatlántico tuvo como centro
principal en España la ciudad de Sevilla que tenía privilegio de puerto único. Los convoyes eran codiciados por
los piratas, por lo que tuvieron que ser protegidos con Reales Armadas (a partir de 1537) y el Sistema de
Convoyes (a partir de 1543).

Dada la enorme extensión de los territorios americanos, el comercio interior fue importante, si bien sujeto a las
difcultades que ofrecían los caminos. La mano de obra para la construcción y mantenimiento de las vías de
comunicación terrestre fue importante y frecuentemente esclava.

{
Monopolios licencias y asientos de negros
de la Corona sal, azogue
naipes, papel sellado
pólvora

En el tránsito del siglo XVIII al XIX Hispanoamérica se convirtió en una zona exportadora de materias primas
para los países que habían realizado su revolución industrial. Se trata de una economía agropecuaria y minera a
la vez que era también zona receptora de productos manufacturados de dichos países. España seguía
formalmente manteniendo un monopolio cada vez más difícil debido a las continuas guerras con Inglaterra que
llevaron a autorizaciones de comercio de países neutrales con las colonias hispanoamericanas en la década de
1790 y ante la escasa posibilidad de España de suministrar manufacturas.

Materias primas exportadas Cultivos industriales: azúcar,


algodón, tabaco, cacao y café.
Minería: plata, platino, cobre.

3.1.1. ¿Existió una absoluta dependencia durante la colonia?

Jon Lynch en su obra América Latina entre colonia y nación 1 dice que la dependencia no fue absoluta y que lo
que hubo fue un consenso colonial entre la monarquía, las instituciones, la burocracia y las élites criollas. Este
consenso duró desde el siglo XVII hasta 1750 en que el Estado absolutista inicia un reformismo tendente a
rescatar el poder económico y social en América. Los Borbones tratarían, según Lynch, de devolver a los
americanos a una dependencia primitiva que no había existido apenas más de un siglo.

Una muy diferente interpretación es la de los defensores de la teoría de la dependencia donde se trata de explicar
las dificultades que encuentran algunos países para el despegue y el desarrollo económico. Uno de sus más
brillantes expositores es Andre Gunder-Frank 2. Para este autor América Latina desde 1492 ocupa una posición
dependiente en el sistema mundial, esta marginación continúa hasta el siglo XX. El principal representante de la
escuela de la dependencia fue el argentino Prebisch, quien desarrolló la tesis de que el colonialismo generó unas
estructuras socioeconómicas que impidieron el desarrollo económico. Tras el colonialismo el tercer mundo pasa a
una dependencia del primer mundo, pasando los nuevos países a ser exportadores de materias primas para el
primer mundo.

Aquí puedes leer más sobre este tema de la dependencia.

3.2. Del colonialismo al neocolonialismo

Por neocolonialismo entendemos la nueva fase del colonialismo en América Latina durante la segunda mitad
siglo XIX. Gran Bretaña, Francia, España y EE.UU extendieron sus intereses económicos y muchas veces
políticos en América Latina. Los intereses europeos chocarían pronto con los norteamericanos, quienes bajo el
lema de América para los americanos debido al presidente Monroe, intentarían salvaguardar el continente de la
influencia económica europea, como se vería pronto, en su propio provecho.

Con el triunfo liberal en los años 1850-1880 llega también el triunfo del librecambismo. El ideario liberal
promoverá una libre circulación del capital. Este estaba amortizado en lo que se refiere a la tierra y en posesión
de las llamadas "manos muertas" 3. En México, por ejemplo, la iglesia católica era la mayor propietaria de tierras,
pero en otros países eran familias, algunas de ascendencia colonial, las que poseían las mejores y mayor cantidad
de tierras, este era el caso de Centroamérica. (Aquí puedes leer sobre la desamortización liberal en México.)

A partir de 1880 la búsqueda de nuevos mercados y materias primas convertirá a América Latina en un foco de
atracción del neocolonialismo europeo y del imperialismo norteamericano. Las élites latinoamericanas veían bien
el desarrollo de las relaciones comerciales con el exterior, algo que les permitiría obtener grandes beneficios
económicos, pero que llevaría a sus países a la dependencia económica del exterior. Las economías de muchos
países latinoamericanos en el último tercio del siglo XIX se orientaron a la exportación de estos productos
agrícolas recibiendo el nombre de economías agroexportadoras.

Comos hemos visto más arriba durante la colonia, según J. Lynch existió un consenso entre España y las élites
criollas que permitió el desenvolvimiento del Estado colonial y el enriquecimiento de ambas partes. En el siglo
XVIII, al operarse un cambio de dinastía en España con la llegada de los Borbones, se centralizó el poder político
y económico de la metrópoli, algo que llevó al descontento de las élites criollas y fue una de las causas de la
independencia de los países hispanoamericanos. En la segunda mitad del siglo XIX, y con el triunfo político de
los liberales, las élites establecen relaciones comerciales con potencias europeas. En este sentido el colonialismo
(ahora llamado neocolonialismo) rebrota con nuevos actores; Gran Bretaña y Francia.

A finales del siglo XIX las élites criollas detentaban ya el poder político de dos maneras: a) actuando en la vida
política (Chile/Argentina) y b) actuando indirectamente a través de dictadores (México, Venezuela y Perú). La
estratificación social combinada con la importación de ideologías de clase ocasionó la formación de federaciones
y sindicatos de trabajadores especialmente en los países del Cono Sur como Argentina, Uruguay y Chile o en
México. Paralelamente al desarrollo de movimientos sindicales y campesinos, los poderes locales o regionales
tradicionales, van a reforzar el centralismo y crear Estados-nación, controlando la sociedad bajo los lemas del
orden, o como en el caso del Porfiriato de orden y progreso. Estas élites estaban influidas por las ideas del
darwinismo social y del progreso en la historia, llegando incluso al racismo.

En conclusión el desarrollo económico, incentivado por el neocolonialismo, se realizó a expensas e incluso en


contra de los intereses de gran parte de los habitantes de estos países considerados como ciudadanos de segunda
por las oligarquías. Analfabetos, sin derecho al voto, empobrecidos cada vez más por las nuevas reformas, crean
el caldo de cultivo para la revolución. En México, en el estado de Sonora los intereses de la Compañía de
Irrigación Sonora-Sinaloa chocaron con la independencia y resistencia de los indios yaquis en la década de 1880,
entonces el terrorismo del estado porfirista pintó a los yaquis como salvajes contrarios al progreso y la
civilización, los indios fueron masacrados y deportados a otras zonas como Yucatán. En Argentina se emprendió
en 1879 la campaña del desierto para exterminar a los indios y abrir el paso por tierra hacia Patagonia.

La modernización de las economías latinoamericanas en el último tercio del siglo XIX se hizo en función de la
exportación y no repercutió en grandes cambios estructurales de las economías nacionales; sin embargo, la
modernización afectó de diversa manera a algunos de los países e impulsó el crecimiento económico y la
formación de nuevos grupos socioeconómicos. No obstante, la falta de capital continuó y la inversión de capital
extranjero se incrementó. En el Cono Sur fue importante la presencia del capital inglés. El neocolonialismo se
limitó, generalmente, a intervenir en la economía de los países latinoamericanos y algunas veces en la política, la
mayoría de las veces de una forma indirecta (por presiones diplomáticas o económicas). El neocolonialismo inglés
alentó la guerra de la Triple Alianza, en la que se aliaron Brasil, Argentina y Uruguay contra Paraguay y que fue
una de las guerras más sangrientas de la historia y en la que Paraguay quedó prácticamente aniquilado como país.

3.3. Del Imperialismo a la globalización

Entendemos por imperialismo la fase más agresiva de la política colonial. A finales del siglo XIX comenzó a ser
notoria la presencia del capital estadounidense. A partir de 1898 - guerra hispano-norteamericana - la intervención
económica y política de EEUU iría en aumento. Las inversiones norteamericanas a partir de 1898 se centraron en
el sector agrario, seguido del sector minero - por ej., el cobre en Chile-, el petróleo y los tendidos ferroviarios.
Después de la Primera Guerra Mundial las inversiones de Alemania y Francia fueron desbancadas por EEUU.
Especialmente en Centroamérica el capital norteamericano llegó a ser muy activo con el desarrollo de las
compañías bananeras. Europa pierde su protagonismo y EEUU ocupa el papel de actor dominante. El
intervencionismo político se intensificó a partir de la década de 1960 debido al temor de EEUU a que la
revolución socialista se extendiera por América Latina, ya que era un terreno abonado para la misma debido a la
pobreza y la injusticia social. Las élites latinoamericanas actuaron con un gran egoismo aliándose con el poder.

La economía latinoamericana experimentó momentos de expansión de 1880 a 1929, pero la recesión debida a la
crisis de 1929 afectó al empleo, las exportaciones y por último a la vida social y política de esos países.
Posteriormente, durante los años de la Segunda Guerra Mundial, algunas economías regionales experimentaron un
cierto auge, esto combinado con políticas populistas, como fue el caso en Argentina del peronismo, produjo un
relativa calma y mejoras sociales. Tras la recuperación económica de Europa y la emergencia de las economías
asiáticas, posteriormente, América Latina quedó marginada económicamente, el desempleo cundió y la pobreza se
extendió, al mismo tiempo el imperialismo extendía sus actuaciones cada vez a mayor número de países
latinoamericanos.

El triunfo de la revolución cubana en 1959 y su posterior evolución al marxismo-leninismo supuso un peligro para
el imperialismo y un ejemplo a seguir para los desheredados de aquellas tierras. Los intereses económicos
imperiales se veían amenazados cada vez más. En la década de 1970 una serie de dictaduras asolaran a países
como Chile, donde el presidente electo, Salvador Allende, fue eliminado cuando una sublevación militar toma el
poder mediante una Junta integrada entre otros por el general Pinochet; o en Argentina, donde un golpe militar
derroca en 1976 a la presidenta del país, Isabel Martinez de Perón, o en Uruguay donde los militares en ese mismo
año, deponen al presidente Bordaberry.

La década de 1980 comienza con el estallido de nuevos focos revolucionarios en El Salvador y Guatemala. Esta
década también se caracteriza por las gestiones para la paz en Centroamérica y con el final de las dictaduras del
Cono Sur. Paralelamente en este último tercio del siglo XX la economía mundial sufre grandes cambios: ya no se
basa en la la compra de materias primas y en la venta de productos manufacturados sino en el capital financiero,
debido a esto, ya no es tan interesante apoderarse (caso del colonialismo) o controlar (neocolonialismo) de zonas
geográficas de producción de materias primas, sino más bien del capital financiero. El desarrollo de la tecnología
ha cooperado en este cambio al facilitar las comunicaciones de los mercados financieros. Gran parte de este
capital se utiliza no para la inversión sino para la especulación, el resultado según Noam Chomsky es que el
mundo está siendo movido a un modelo de Tercer Mundo por una política deliberada de Estado y las
corporaciones con sectores de gran riqueza, a la vez que una gran masa de misera y una gran población superflua,
desprovista de todo derecho porque no contribuye en nada a la generación de ganancias, el único valor humano" 4.

A finales del siglo XX principios del siglo XXI nos encontramos en una nueva fase conocida como globalización.

(Sobre el tema de imperialismo y globalización puedes leer este artículo .)

1 Lynch (2001).

2 Gunder-Frank (1963).

3 Es decir manos que no producen.

4 Chomsky/Dietrich (2002).

3.4. Vocabulario

Agropecuario: que tiene relación con la agricultura y la ganadería.

Azogue: mercurio.

Consenso: consentimiento, acuerdo que existe entre varias personas que forman una corporación.

Estancias: haciendas dedicadas al cultivo y especialmente a pasto para ganado en Argentina, Chile, Perú y
Uruguay.

Materias tintóreas: Substancias de origen mineral, vegetal o animal, utilizadas para teñir tejidos. Entre las más
importantes estaba la cochinilla (tinte obtenido al moler un insecto del mismo nombre, originario de México, daba
un tinte color grana a la lana y a la seda), el palo brasil (se obtenía del árbol del mismo nombre y daba un tinte
colorado) y el añil (tinte obtenido de un arbusto del mismo nombre). Las materias tintóreas tuvieron una gran
importancia como objetos de exportación.

Mesta: Agrupación de dueños de ganado que cuidaban de la crianza, pasto y venta del mismo. Tiene su origen en
Castilla.

Papel sellado: papel utilizado para formalizar documentos oficiales.

Puerto único: debido al monopolio comercial durante la colonia, se centralizaron todas las operaciones
comerciales y control de pasajeros en un puerto determinado por las autoridades.

Tierras de estancia: durante la colonia tierras dedicadas a pasto para ganado.

Tierras de labranza: tierras dedicadas al cultivo.

Vías de comunicación: caminos terrestres o rutas marítimas utilizadas para la comunicación comercial.

3.5. Ejercicios
1. ¿Qué tipo de dependencia económica hubo en América Latina durante la colonia?
2. ¿Qué es el neocolonialismo?
3. ¿Qué consecuencias tuvo para América Latina el triunfo liberal?
4. ¿Qué marcó la situación económica en Amércia Latina a finales del siglo XIX?
5. ¿Qué es el imperialismo y qué consecuencias tuvo para América Latina?
6. Describe las fases de desarrollo económico en América Latina durante el siglo XX.
7. Basándote en lo que sabes de la dependencia económica de América Latina, ¿qué supondrá la fase de la
globalización para este continente?

3.6. Referencias bibliográficas

Chomsky, Noam / Dietrich, Heinz (2002): La aldea global. Nafarroa: Ed. Txalaparta.

Gunder-Frank, André (1963): América Latina: subdesarrollo o revolución. México: Ed. ERA.

Lynch, John (2001): América Latina, entre colonia y nación. Barcelona: Ed. Crítica.

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