Gestión del Conocimiento – Lo aprendido …

Aunque el concepto de gestión del conocimiento es algo relativamente novedoso, se

podría decir que es una práctica que nació desde los inicios del hombre. A través de la
historia, por naturaleza e inconscientemente el hombre ha transmitido su conocimiento a
las generaciones que lo siguen, lo que ha permitido la raza humana evolucione,
desarrolle nuevas cosas llegando a lo que es actualmente. Sin embargo, por las
circunstancias que hoy se viven es necesario que esta transferencia de conocimiento
deje de ser inconsciente y se convierta en un proceso totalmente administrado, por las
personas, las organizaciones y cualquiera que quiera usar el conocimiento para lograr
algún objetivo.

Con el auge que ha tenido la administración del conocimiento, se han encontrado

nuevos capitales que se han convertido en parte de los capitales intangibles de las
organizaciones, aunque es difícil darles un valor financiero, las empresas están siendo
conscientes de la importancia que tienen estos capitales. Así como se deben administrar
los capitales tangibles surge la necesidad de administrar/gestionar los intangibles. Es así
como en la administración del conocimiento se pueden identificar diferentes capitales –
humano, intelectual, identidad, relacional, instrumental - que están aportando a las
organizaciones una forma de ser competitivas y tener factores diferenciadores que las
hacen mejores.

Dado que estos capitales intangibles dan valor a las empresas para hacerlas más
competitivas, la administración de estos debería estar incluida en su planeación
estratégica, dentro de esta planeación sería importante lograr conexión entre los
capitales y alinearlos con base en los objetivos de la empresa. Al estar incluida en la
planeación estratégica la manera que se define para gestionar el conocimiento debería
ser conocida por todas las personas en la organización, finalmente hacen parte de este
capital y van a ser administrados de acuerdo a lo definido.

Aunque la administración del conocimiento es algo que se define al interior de las

organizaciones, es interesante conocer las tendencias y la dirección que están tomando
las compañías exitosas en la administración de su conocimiento. Buenas prácticas como
saber priorizar y determinar qué es lo importante para la compañía, identificar cuáles
son las competencias de los empleados, que documentación es la que la compañía
necesita administrar, etc. hace parte de la buena gestión del conocimiento. A veces se
desea saber de tanto de tantas cosas que no es posible definir una buena estrategia para
administrar el conocimiento. Es fundamental asegurar que el flujo de información está
diseñado correctamente y la información llegue a las personas correctas en el momento
correcto. También asegurar que la información estará disponible cuando se requiera.
Con la gestión del conocimiento, las organizaciones logran que toda la experiencia y el
aprendizaje de los empleados esté al alcance de todos y el retiro de un empleado con no
se convierta en algo traumático.

Otra de las buenas prácticas de la gestión del conocimiento, es alimentar las relaciones
que pueden aportar valor a la compañía. Hay forma de generar buenas relaciones con
otras empresas, incluso las de la competencia. En lugar de crear distancia, es posible
que hacer alianzas y acercamientos con la competencia, genere valor y permita que el
capital relacional sirva para mejorar las condiciones de la empresa.

Dentro de la administración del conocimiento una de las mejores prácticas es la gestión

por competencias. Con esta práctica se logra que las personas aprendan de acuerdo a
los intereses de la compañía y se logra aprovechar lo mejor de cada persona para
cumplir con los objetivos. Aunque por la experiencia, la gestión por competencias
requiere mucha intervención de los gerentes, que implica diseñar los planes de
desarrollo, evaluar el desempeño de los empleados, etc, seguramente si invierten el
tiempo en cumplir con estas actividades, los resultados van a ser muy buenos para la
organización.

Es posible que para hacer buena gestión del conocimiento se requiera hacer inversión en
herramientas e instrumentos. Esta puede ser la parte más difícil, pero si se hace un buen
análisis de la relación costo – beneficio seguramente se encontrará que vale la pena.
Aunque la iniciativa de gestión del conocimiento debe venir de la alta gerencia de la
organización, no es difícil que alguien de un rango no tan alto venda la idea y muestre la
importancia que tiene y los beneficios que traerá para la compañía.

Aunque la gestión del conocimiento es una tendencia a nivel organizacional, es una

práctica que puede aplicarse exitosamente a la vida personal. Dentro de esta
administración al reconocer y gestionar las competencias propias, cada persona estaría
en capacidad de venderse como profesional, y enfocarse correctamente. Al manejar su
capital relacional tendría más oportunidad de surgir profesionalmente y en general
tendría una ventaja al usar su conocimiento para cumplir los objetivos.

Es hora que la administración del conocimiento se vuelva en una práctica cotidiana y

que todos los entes de la organización estén alineados con esta. Administrar
correctamente todos los capitales relacionados con la gestión del conocimiento, y saber
enfocar esta administración de acuerdo a los objetivos de la empresa pueden hacer la
diferencia, cada vez es más difícil ser competitivos en un mundo tan globalizado, así
que si se adopta bien, la gestión del conocimiento puede ser la clave del éxito de las
organizaciones.