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recursos energéticos
Pero, no son los derrames por accidentes en los tanqueros o barcos que transportan el petróleo, en
alta mar o cercanía de las costas, los únicos causantes de la contaminación oceánica con
hidrocarburos. La mayor proporción de la contaminación proviene del petróleo industrial y motriz,
el aceite quemado que llega hasta los océanos a través de los ríos y quebradas. Se estima que en
escala mundial, 957 millones de galones de petróleo usado entran en ríos y océanos y 1500 millones
de galones de petróleo crudo o de sus derivados son derramados.
Las causas que originan éstas pérdidas están asociadas a las fases de explotación y transporte de
los hidrocarburos. No obstante, el patrón de ocurrencia es conocido por la industria y las
autoridades. Escapes por corrosión de las tuberías sublacustres y por desperfectos en las
estructuras de extracción y en las instalaciones de bombeo y estaciones de flujo, derrames en las
operaciones de deslastre o descarga de los tanqueros y otros, constituyen los elementos
característicos de dicho patrón.
El problema de los derrames es complejo y ha dado lugar a frecuentes controversias entre las
compañías que operan en la región, el gobierno nacional y los particulares afectados. Estos últimos,
han exigido indemnización a las empresas. Algunas veces, estos reclamos trascienden a la opinión
pública y reflejan la situación de las pequeñas pesquerías del lago, ya que allí existen peces de gran
valor comercial, camarones y otros recursos importantes dentro de la economía pesquera regional
y nacional, que constituyen la única fuente de ingresos de los pequeños pescadores lacustre.
La combustión de gases hidrocarburos, como los quemadores de gas natural del Zulia, en presencia
de la luz solar reacciona formando sustancias más complejas como el nitrato de peroxiacilo, el cual
es un irritante de la vista.
Otro contaminante gaseoso de la atmósfera es monóxido de carbono, gas expelido por los
automóviles. El monóxido de carbono disminuye la capacidad de la sangre para transportar oxígeno
generando una sobrecarga en la función bombeadora del corazón.
El uso y extracción irracional de estas
importantes fuente energéticas, conduce a su
agotamiento en unas cuantas décadas, obligando
al desarrollo de nuevos combustibles o fuentes
de energía alternativas. Una de estas
alternativas es el carbón. Existen grandes
yacimientos en muchas regiones del planeta,
pero la extracción y la quema del carbón
también acarrean problemas en el ambiente,
pues al igual que el petróleo, su combustión
produce dióxido de azufre que al combinarse
con el agua de las nubes forma ácido sulfúrico,
que cae con la lluvia, produciendo el fenómeno
llamado lluvia ácida.
Otras de las fuentes alternativas de energía desarrollada es la radioactiva que genera muchos
desechos o contaminantes radioactivos, provenientes de las reacciones nucleares, o de yacimientos
de minerales radioactivos, de las plantas donde se refinan o transforman estos minerales, y de las
generadoras de electricidad que funcionan con materia radiactiva. Todavía no se conoce un método
para eliminar estos desechos sin riesgo para el hombre.