Professional Documents
Culture Documents
Finalmente:
F) Fulano est afianzado en su libertad cvico-poltica por un ncleo duro ms o menos gran
de de derechos constitutivos (no puramente instrumentales) que nadie puede arreba
tarle, ni puede l mismo alienar (vender o donar) a voluntad, sin perder su condic
in de ciudadano libre.
Para la tradicin republicana el conjunto de oportunidades de Fulano est clarament
e delimitado por aquellas propiedades que posibilitan que disponga de una existe
ncia social autnoma. No se trata de un conjunto de oportunidades cualquiera sino
de ste en concreto. La ciudadana plena no es posible sin independencia material o
sin un control sobre el propio conjunto de oportunidades as concretado. La tradicin
republicana considera que la libertad poltica y el ejercicio de la ciudadana son i
ncompatibles con las relaciones de dominacin mediante las cuales los propietarios
y ricos ejercen dominium sobre aquellos que, por no ser completamente libres, e
stn sujetos a todo tipo de interferencias; ya sea en el mbito de la vida domstica,
o en las relaciones jurdicas propias de la vida civil, tales como los contratos d
e trabajo o de compra y venta de bienes materiales. Pero aqu se separan los repub
licanos democrticos y los oligrquicos. Para los primeros se trata de disear mecanis
mos que hagan posible esta libertad, que hagan posible la existencia material de
toda la ciudadana, de toda la poblacin. Para los republicanos oligrquicos se ha tr
atado siempre de excluir de la vida poltica activa a los que no eran sui iuris. S
i la capacidad de votar es lo que cualifica al ciudadano, y si tal capacidad pre
supone la independencia de quien no quiere ser slo parte, sino tambin miembro de l
a comunidad, porque acta junto con los otros, pero por su propio arbitrio, entonc
es algunos republicanos no democrticos creyeron necesario trazar una distincin ent
re ciudadanos pasivos y activos. Kant, por ejemplo, era de la opinin de que los q
ue son puestos bajo la tutela de otros individuos, no poseen independencia civil
. No la poseen los menores de edad, las mujeres, y los sirvientes, porque no pue
den conservar por s mismos su existencia en cuanto a sustento y proteccin; tampoco
los jornaleros, ni todos aquellos que no pueden poner pblicamente en venta el pr
oducto de su trabajo y dependen de contratos o arreglos meramente privados de es
clavitud temporaria, que brotan de la voluntad unilateral del sui iuris.