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admitir. En nuestro pas, la mayor parte de la gente sigue declarndose religiosa, creyente en Alguien o Algo (alto tiene que
haber), y no es cierto que esa creencia no tenga ninguna
repercusin en su visin de la vida y en sus costumbres observables,
es decir, que no forme parte de la cultura a esa nivel. (La
secularizacin ha afectado mucho ms a las instituciones que a las
experiencias religiosas. La tesis de la irreversible irrelevancia del
hecho religioso en Espaa es totalmente precipitada, y la postura de
los partidos polticos que se debate entre el silencio y la
manipulacin torpe. Sociolgicamente, la religin sigue siendo en
Espaa un potente capital simblico. Vase a este respecto el
interesante libro de Rafael DIAZ SALAZAR que citamos en la nota
18 del presente captulo). Es ms, mientras la religin se mueva a
ese nivel personal y privado, un cierto pensamiento laicista, muy
consciente de las libertades personales, no tendra nada que objetar
en su contra. Se tratara nicamente de mbitos de la propia
intimidad que a nadie molestan. Lo que se pide a la religin y a la fe
es que no jueguen papeles pblicos, que se privaticen totalmente. En
otro artculo de este mismo nmero se aborda en directo l tema del
catolicismo popular en nuestro pas. Su gran reto para la Iglesia
consiste en que no se aparte de l ni lo desprecie, sino que,
situndose con cercana y paciencia en sus valencias positivas que
las tiene y anunciando en ellas el Evangelio de Jess, tire de l
hacia la fe personal y comunitaria en el Dios anunciado por
Jesucristo, que ciertamente parece bastante distinto de ese AlguienAlgo de un arraigado instinto religioso.
Aparece ya suficientemente, creo yo, esta segunda fuente de
dificultad para el acto de fe y para la evangelizacin en la cultura
moderna. Es cierto que una fe cristiana ilustrada y adulta sabe
conjugar perfectamente la fe en el Dios de Jess con la afirmacin
de la autonoma de los procesos fsico-histricos y de la libertad
personal Dios no es rival de la Ciencia ni de la libertad, pero
una visin creyente as de elaborada no ha pasado a formar parte de
la cultura. Se mantiene en unas pocas cabezas y en unos libros de
teologa que slo los iniciados leen. Tambin por este captulo se ha
hecho verdad que en estos tiempos es ms difcil adquirir la fe, y
ms difcil tambin conservarla.
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