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¿Que significa la Inspiracion divina de las escrituras?

Desarrolle teorias
plenaria,parcial y mecanica. Ejemplos en el A.T y en el N.T donde se
explique que la Biblia es inspirada Dios y explicarlos.
Introduccion:
El martes 23 septiembre del 2008, el cardenal Albert Vanhoye, jesuita, ex rector del
Instituto Bíblico Pontificio y ex secretario de la Comisión Bíblica Pontificia, uno de los
biblistas contemporáneos más reconocidos en el mundo, faltando pocos días para el Sínodo
de los Obispos del año 2008, se expresó en una entrevista que le realizaron diciendo así:
“Ciertamente la convicción de que la Sagrada Escritura es esencial para conocer a Cristo,
para seguirle, para investigar todas las dimensiones del misterio de Cristo. La estrecha
relación entre investigación exegética y profundización de la fe y de la vida espiritual. Esto
ha hecho que no haya dudado nunca en estudiar, investigar y emplear todas mis fuerzas y
mis capacidades en este estudio de importancia fundamental para la vida de la Iglesia.”[0]
Aca podemos ver en las palabras de este teólogo la gran relación que hay entre la biblia y la
vida espiritual del creyente. Tan grande es su relación con Cristo y con el texto biblico, que
ha entregado su vida al estudio de las escrituras.Creo que es muy buen ejemplo a
considerar.

¿Que es la inspiración?
Definición:
«Los autores de la Biblia declaran que escribieron guiados por Dios. El apóstol Pablo dice
enfáticamente que toda Escritura es inspirada divinamente. (II Tim. 3:16) A esa influencia
divina que cobijó a los autores mientras que escribieron la Biblia se le llama inspiración. No
debe confundirse la inspiración así descrita con la inspiración de los poetas, pintores o los
músicos; eso es un don natural que Dios da a ciertas personas; la inspiración de los autores
sagrados no fue natural sino sobrenatural, milagrosa. Nunca hubo hombres igualmente
inspirados antes, ni los habrá en el futuro.
… diremos que la inspiración bíblica es aquella influencia inexplicable del Espíritu Santo sobre
ciertos hombres escogidos, por Dios, para escribir la revelación del carácter y Su voluntad,
que los guardaba de error en la comunicación de todo lo que debía constituir una parte de
esa revelación.»[1]
Algunas opiniones al respecto
1. G.C.Ryrie la definió de esta manera:“Dios supervisó a los autores humanos de la Biblia,
para que ellos compusieran y grabaran sin error Su mensaje a la humanidad en las palabras
de los escritos originales” [2]
2. Lewis Sperry Chafer dice así:« La Biblia es el único libro escrito por inspiración de Dios, en
el sentido de que Dios ha guiado personalmente a sus escritores. La inspiración de la Biblia
se define como una enseñanza que Dios ha impartido directamente a sus autores y que, sin
destruir ni anular su propia individualidad, su estilo literario o intereses personales, Dios ha
transmitido en la misma Su completo e íntimo pensamiento, y así ha quedado registrado por
sus autores humanos. Al formar las Escrituras, es cierto que Dios empleó a escritores
humanos; pero esos hombres, aunque no pudieran haber comprendido todo lo que estaban
escribiendo, sin embargo, bajo la guía de Dios y su mano directriz, produjeron los 66 libros
que forman la Biblia, en la cual se halla una fascinante continuidad y una constante evidencia
de la obra del Espíritu Santo dirigiendo sus plumas.
Los autores de la Biblia declaran que escribieron guiados por Dios. El apóstol Pablo dice
enfáticamente que toda Escritura es inspirada divinamente. (II Tim. 3:16) A esa influencia
divina que cobijó a los autores mientras que escribieron la Biblia se le llama inspiración. No
debe confundirse la inspiración así descrita con la inspiración de los poetas, pintores o los
músicos; eso es un don natural que Dios da a ciertas personas; la inspiración de los autores
sagrados no fue natural sino sobrenatural, milagrosa. Nunca hubo hombres igualmente
inspirados antes, ni los habrá en el futuro»[3]
3. «Inspiración es aquella actividad propia del Espíritu Santo, ejercida “sobre”, “dentro”, y “a
través” de la mente y personalidad de los escritores sagrados, en virtud de la cual fueron
éstos capacitados para declarar o registrar, sin incurrir en error ni contradicción alguna, la
revelación de Dios según Su mente y voluntad. Trátase de un influjo sobrenatural, de Dios
“al” hombre, “en” el hombre y “por medio” del hombre.
Tal actividad e influjo, fueron ejercidos por el Espíritu Santo:
(a) “sobre” o “al” escritor sagrado, como un impulso divino que le inducía y predisponía a
escribir;
(b) “dentro” o “en” el escritor revelándole las materias o asuntos que debía registrar,
dándole, como escogiendo del lenguaje propio del mismo, las palabras adecuadas a esa
revelación;
(c) “a través” o “por medio” del escritor, guiándole y utilizándole de tal manera que éste
registraba exactamente lo que el Espíritu de Dios quería que fuese registrado, sin anular por
ello el estilo personal del hagiógrafo, sino dentro de su propia modalidad.
En cuanto a los propósitos de la inspiración, pueden sintetizarse diciendo que fueron los de
dar a conocer a los hombres maravillas de Dios, especialmente en relación con: (a) el mismo
Dios, Su personalidad, atributos y gloria; (b) obras de Dios, tanto en términos generales
como muy particularmente las relacionadas con la redención de nuestras almas a fin de que
conociéramos el camino de nuestra salvación eterna, y (c) todos los demás asuntos que
integran los registros de las Santas Escrituras, los cuales nos atañen en una u otra manera,
tanto respecto del pasado, del presente, como del futuro.»[4]
4. Carlos Mraida,pastor bautista argentino, dijo«No seríamos equilibrados si
pensáramos que un proceso que Dios ha dirigido por siglos y que ha llevado a su
culminación en Cristo, quedara sin ningún testimonio escrito para los tiempos futuros.
Este testimonio son las Escrituras, y forman parte de la revelación especial.Por
inspiración de la Escritura, entendemos a la influencia sobrenatural del Espíritu Santo
sobre los escritores de la Escritura, …que dio como resultado que lo que ellos
escribieron fura realmente la Palabra de Dios”»[5]
5. El diccionario de Webster define a la inspiración de la siguiente manera:«“Es la
influencia sobrenatural del Espíritu de Dios ejercida sobre la mente del hombre,
influencia que capacitó a los profetas, apóstoles y escritores sagrados para exponer la
verdad divina sin mezcla de error.” Por su parte, el diccionario Espasa-Calpe dice:
“Intimación que Dios hace al escritor sagrado para que este escriba acerca de una
determinada materia, junto con una asistencia especial para que no yerre en su
exposición.”
6. De acuerdo con lo expuesto por el doctor Gaussen, inspiración es “el poder inexplicable
que el Espíritu Divino ejerce en los autores de las Escrituras, para guiarlos aun en el empleo
de los vocablos que deben usar, y preservarlos de todo error u omisión”.»[6]

7.Nos dice el doctor William Evans., que la inspiración, según la definición formulada por el
apóstol Pablo en este pasaje (2 Timoteo 3:16) es «un soplo recio, consciente, de Dios en el
hombre, capacitando a éste para expresar la verdad”… “Es Dios que habla por medio del
hombre, y por lo tanto el Antiguo Testamento es la Palabra de Dios tanto como si Dios
mismo hubiera pronunciado cada una de las palabras. Las Escrituras son el resultado del
influjo o hálito divino, así como la respiración acompaña en el hombre la pronunciación de
palabras. La declaración de Pedro se puede decir que indica que el Espíritu Santo se
encontraba presente en forma especial y milagrosa con los escritores de las Sagradas
Escrituras y en ellos, recalcándoles las verdades que no habían conocido antes, y guiándolos
igualmente en el registro de estas verdades, y en todo acontecimiento que habían visto y
oído, de manera que eran testigos capacitados para presentarlos con suficiente exactitud a
otros.”» [7]
Pasajes en el Nuevo Testamento que tratan específicamente con el tema de la
inspiración
«A. II Timoteo, 3:16:—Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia.- La frase -inspirada por Dios- es una sola
palabra en el griego, teopneustos, y significa literalmente, respirado por Dios. Esto quiere
decir que la Sagrada Escritura fue exhalada por Dios e inhalada por las mentes de los
hombres por obra del Espíritu Santo. Clemente de Alejandría en el siglo segundo y Orígenes,
en el siglo tercero, emplearon esta palabra con referencia a las Escrituras».[8]
1) Lo que abarca: “toda la Escritura”. Se puede traducir también “cada Escritura”, pero en
ambos casos diría lo mismo: que todas y cada parte de la Escritura es inspirada.
El término “Sagradas Escrituras” del versículo 15, abarca por lo menos todo el AT. Era un
término muy usado por los judíos de su tiempo (se da con frecuencia en los escritos de Filón
y Josefo) refiriéndose a la totalidad del AT. El NT usa el término “escrituras” 51 veces y
siempre en referencia a alguna parte de la Biblia, tanto del AT como del NT (Lc.4:21; 24:45;
Jn.10:35; 1Ti.5:18; 2P.3:16). Las dos últimas son importantísimas. En el pasaje de Timoteo,
Pablo atribuye el término “Escrituras” al texto del AT en unión con un pasaje del NT
(Dt.25:4; Lc.10:7), y Pedro a todos ios escritos de Pablo. De esto podemos concluir, con
toda seguridad, que la inspiración divina se extiende a todos los textos canónicos, tanto del
AT como del NT.
2) El origen o procedencia: “es inspirada por Dios” (gr.theopneustos) = “Dios + soplado,
respirado”. Todo radica en el “soplo” o “aliento” de Dios. El mismo aliento que hizo del
hombre un ser viviente inspiró a los autores de Su Palabra. Esto significa que los autores
humanos escribieron el texto, pero la Biblia se originó como una acción de Dios, que la
espiró.
3) El efecto y propósito: toda la Biblia es útil. En el versículo 15 vemos que es útil para
alcanzar la salvación, y en el 16 para diferentes aspectos necesarios para la edificación o
santificación. Nos enseña cómo vivir. [9]
«B. II Pedro 1:21:—Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.” La segunda mitad
del versículo quiere decir literalmente,—sino que impulsados por el Espíritu Santo hablaron
los hombres de parte de Dios.- Es decir que los autores humanos de la Biblia fueron elevados
por el Espíritu Santo a un nivel más alto de entendimiento espiritual, a fin de impartirles la
verdad divina que para que puedan comunicarla a sus prójimos. »[10]
«1) La comparación: en los versículos anteriores (16-18) se presentan los mismos apóstoles
como testigos presenciales de la verdad de Cristo.
En los versículos 19 al 21 se indica que “la palabra profétíca” es todavía “más segura”,
porque recoge el testimonio no sólo de una generación sino de muchos siglos. Demuestra la
superioridad del texto escrito sobre ia propia experiencia personal y, sobre todo, porque es
“palabra profétíca”, es decir, se trata de la palabra de hombres inspirados por Dios.
2) La “profecía” o la “palabra profétíca” no debe ser necesariamente limitada a las porciones
proféticas. En la división judía de las Escrituras (Ley, Profetas y Salmos) como hemos visto,
no sólo entra lo que nosotros entendemos por profetas (Josué, Jueces, Samuel, Reyes, etc.).
Pero si vamos a la definición de profeta veremos algo más. El profeta en el concepto bíblico
no es, primeramente, el que predice el futuro sino el que transmite el mensaje de parte de
Dios. En esta definición entrarían todas las Escrituras.
3) El origen de la profecía:
a) Negativamente hablando “ninguna profecía de ¡a Escritura… fue traída por voluntad
humana”. No vino por propia iniciativa del hombre.
b) Positivamente, “…sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo”. Este “inspirar” en realidad debería decir “llevados”, “movidos” o
“impulsados”. La ilustración es el barco a vela llevado por el viento de popa, como lo fue el
barco de Pablo antes de naufragar en las costas de Malta. Los hombres seguían activos pero
no podían hacer nada para cambiar el rumbo o destino del barco, O sea, los escritores de la
Biblia escribieron de parte de Dios, fueron tomados por el Espíritu Santo de manera total y
absoluta, y conducidos a la meta elegida por Dios.
Esto también tiene un segundo e importantísimo significado: a pesar de ser hombres
pecadores y con falencias, esta palabra es completamente segura, inerrante (sin error),
porque es dada por inspiración divina. Por lo tanto, Dios nos dio una Biblia completamente
veraz en su texto original.»[11]

Notemos tres puntos en este texto:


1) Define a las Escrituras como Sagradas, con capacidad para impartir una sabiduría que
puede hacer sabio para la salvación o salud por la fe que es en Cristo Jesús (v. 15). No se
trata, pues, de escritos comunes y de sabiduría común; es una cuestión Sagrada y vital, que
imparte sabiduría sobrenatural y salvadora.
2) Define a “toda Escritura”, lo que incluye en su significado tanto a las del Antiguo como a
las del Nuevo Testamento, es decir, a la Biblia considerada como un todo. Y aunque el Nuevo
Testamento aún no estaba concluido, ni compilado como los tenemos ahora, debe no
obstante quedar incluido en la sentencia, pues ya hemos sabido por el apóstol Pedro que los
escritos apostólicos eran considerados en pie de igualdad con las otras Escrituras. Así es que
TODAS estas, quedan definidas como “INSPIRADAS DIVINAMENTE”, (“Theopneustos”, en el
original griego), expresión fuerte, significando dadas por el aliento divino, como la misma
“respiración” de Dios. Esto es concluyente y tiene la fuerza de una palabra final y autoritativa
por completo (v. 16).
3) Define los santos propósitos de los santos escritos, al discernirles su utilidad para:
“enseñar, redarguir, corregir, instituir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente instruido para toda buena obra” (v. 17). Es decir, que los propósitos son
eminentemente prácticos y santificantes. Las Escrituras fueron inspiradas divinamente y
enseñan para santificar, pasando entre uno y otro extremo de la línea, por las fases básicas
imprescindibles: manifestar lo oculto de los corazones, “redarguir”; lavar los pecados y la
mala conciencia de obras de muerte, “corregir”; transformar al individuo por la obra de
regeneración y nuevo nacimiento, “instituir en justicia”; edificar y establecer un nuevo ser,
“el hombre de Dios”; hecho capaz intelectual, moral y espiritualmente para obrar la voluntad
de Dios, “perfecto, enteramente instruido para toda buena obra”.
2ª. PEDRO 1: 19 a 21:
“Tenemos también la palabra profética más permanente, a la cual hacéis bien de estar
atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y el
lucero de la mañana salga en vuestros corazones. Entendiendo primero esto, que ninguna
profecía de la Escritura es de particular interpretación, porque la profecía no fue en los
tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron
siendo inspirados del Espíritu Santo.”
En este texto se revelan aquellas partes que hemos establecido en nuestra definición de la
inspiración, tanto “sobre” los profetas, pues nos dice: “la profecía no fue traída por voluntad
humana”, dándonos con ello a entender que la iniciativa, guía y acción son exclusivamente
obra de Dios; como “en” y “a través” de los profetas: “hablaron siendo inspirados del Espíritu
Santo”. Y es interesante observar que en los versículos precedentes, v. 16 a 18, el apóstol
Pedro registra la gran experiencia que tuvo junto con Jacobo y Juan en el monte de la
transfiguración, donde pudieron oír en forma externa y perfectamente audible la misma voz
del Santo Padre Celestial, y recalca el hecho de que ellos no siguieron fábulas como por arte
compuestas, sino hechos reales y verdaderos.Además, se nos informa con toda claridad que
los varones portavoces de la palabra de Dios eran vasos escogidos y santificados,
completamente rendidos a la voluntad del Señor: “los santos hombres de Dios”.
b) Respecto a los escritos apostólicos:
«2ª. PEDRO 3: 1, 2 y v. 15 a 16.
“Carísimos, yo os escribo ahora esta segunda carta, por las cuales ambas despierto con
exhortación vuestro limpio entendimiento; para que tengáis memoria de las palabras que
antes han sido dichas por los santos profetas, y de nuestro mandamiento, que somos
apóstoles del Señor y Salvador. Y tened por salud la paciencia de nuestro Señor; como
también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito
también; casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay
algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también
las otras Escrituras, para perdición de sí mismos.”
En este texto se nos muestra que los escritos apostólicos son también producto, no de
humana sabiduría, sino de la “sabiduría que les fue dada”, es decir, de Dios. Tales escritos
son puestos aquí en pie de igualdad con los del Antiguo Testamento, lo que da así énfasis al
hecho de que tanto el Antiguo como el nuevo Testamento eran —y son— las Escrituras
producidas en virtud de tal Sabiduría.»[12]
C. 1 Corintios 2:13
«En este pasaje Pablo señala que la revelación de Dios llegó a nosotros en palabras. Esto
contrarresta la suposición de algunos que la inspiración solamente tiene que ver con los
pensamientos que Dios quería que supiéramos, y no con las palabras que expresaron estos
pensamientos.
Esto nos lleva otra vez a la inerrancia de las Escrituras. Las palabras mismas son Inspiradas.
A esto se le llama la inspiración verbal (Otros pasajes en donde se puede comprobar esto
son: Mt.5:18; 22:31,32; Jn.8:58; 1Co.2:13; Gá.3:16; 1Ts.2:13; He. 12.27).
D. Juan 10:34,35
“La Escritura no puede ser quebrantada”. Nótese el contexto del versículo: Cristo se está
defendiendo del cargo de blasfemia. En defensa acude a la cláusula del Salmo 82:6.
Aunque Cristo cita de los Salmos, lo llama “vuestra fe”. Lo hace en el sentido de que todo el
AT tiene autoridad legal valedera.
El término “quebrantada” es el mismo que se usa con respecto a los 10 mandamientos
(Mt.5:19) y la ley en general (Jn.7:23) que no puede ser anulada. Debe ser aceptada tal cual
está.
Es interesante notar que Cristo se refiere solamente a una cláusula del AT. Concluímos que
la autoridad de las Escrituras comprende hasta las mismas formas de expresión de sus
cláusulas más casuales. »[13]
Algunas referencias en el Antiguo Testamento
«Del pasaje en Números 11: 16 a 30, veamos solamente algunos textos:
“Entonces Jehová dijo a Moisés: Júntame setenta varones de los ancianos de Israel…” (v.
16). “Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del espíritu que está en ti y pondré en
ellos… ” (v. 17). “Y salió Moisés y dijo al pueblo las palabras de Jehová; y juntó los setenta
varones de los ancianos del pueblo, e hízoles estar alrededor del tabernáculo” (v. 24).
“Entonces Jehová descendió en la nube, y hablóle; y tomó del espíritu que estaba en él y
púsolo en los setenta varones ancianos; y fue que, cuando posó sobre ellos el espíritu,
profetizaron y no cesaron” (v. 25).
Aunque estos textos no tratan específicamente de escritores —excepción hecha de Moisés—,
lo que deseamos hacer notar aquí es que el Espíritu de Dios debía ser puesto “sobre” y “en”
los instrumentos humanos escogidos y recién entonces manifestábanse, “por medio” o “a
través” de ellos, los justos juicios de las Palabras de Dios. Se trata exclusivamente de un
influjo sobrenatural que les capacitaba realmente para funciones proféticas. Puede
consultarse a este mismo respecto el texto de 1ª. Samuel 19: 19 a 24, que trata del tan
conocido caso de Saúl y sus mensajeros, que al llegar donde se hallaba refugiado David,
profetizaron porque vino sobre ellos el Espíritu de Jehová.
JEREMIAS 1: 1 a 9: “Las palabras de Jeremías hijo de Hilcías…” (v. 1). “La palabra de Jehová
que fue a él…” (v. 2). “Fue pues palabra de Jehová a mí, diciendo: Antes que te formase en
el vientre te conocí, y antes que salieses de la matriz te santifiqué, te di por profeta a las
gentes” (v. 5). “Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah! ¡Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño”
(v. 6). “Y díjome Jehová: No digas, soy niño; porque a todo lo que te enviaré irás tú, y dirás
todo lo que te mandaré. Y extendió Jehová su mano, y tocó sobre mi boca; y díjome Jehová:
He aquí he puesto mis palabras en tu boca” (v. 9). Notemos en este texto tres hechos:
1) Las palabras de Jeremías son identificadas con las palabras de Jehová (v. 1 y 2). Con ello
se establece que los mensajes eran divinos, dados por Dios al hombre y por medio del
hombre a los demás hombres.
2) El tal hombre era un vaso escogido por Dios; y en este caso, el Señor declara que tal
escogimiento lo realizó antes que el tal hombre fuera concebido. Además, antes de ser
nacido ya lo había santificado, apartado y dado por profeta a las gentes (v. 5).
3) Que tal aptitud no era fruto natural del siervo escogido, como proviniendo de su capacidad
humana, sino, por el contrario, se trataba de una obra sobrenatural, divina, en y a través de
aquél, y sólo en virtud de tal obra, podía el siervo de Dios hablar las palabras de Dios (v. 6 a
9).
JEREMIAS 36: 1 – 2: “Y aconteció en el cuarto año de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, que
fue esta palabra a Jeremías, de Jehová, diciendo: Tómate un rollo de libro, y escribe en él
todas las palabras que te he hablado contra Israel y contra Judá, y contra todas las gentes,
desde el día que comencé a hablarte, desde los días de Josías hasta hoy.”
Ahora vemos claramente que fue la voluntad de Dios que Sus mensajes dados “a” y “por” los
profetas escogidos fueran escritos y registrados íntegramente. Todas las palabras, sin faltar
una, debían ser escritas. Tal era el mandamiento y a él debían sujetarse los escritores. No
podían ni debían quitar ni agregar nada. “…todas las palabras que te he hablado… desde el
día que comencé a hablarte, escríbelas; tómate un rollo de libro y escríbelas.” Sí, las
escrituras han sido escritas no por voluntad humana, sino por voluntad de Dios, no con
palabras de humana sabiduría, sino con palabras de Dios. Las palabras que Dios había
hablado, eran las palabras que Jeremías debía escribir. (Ver, también, v. 3, 4 y 14 a 18.)
EXODO 17: 14: “Y Jehová dijo a Moisés: Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué
que del todo tengo de raer la memoria de Amalec de debajo del cielo.”
En esta cita vemos que Dios mandó registrar, además de sus revelaciones extraordinarias,
ciertos hechos históricos ordinarios en la vida de los pueblos, que contenían lecciones
histórico-espirituales provechosas para la posteridad y que eran del dominio del
conocimiento propio de sus siervos Es un caso típico de inspiración a escribir lo que había ya
sucedido, que Moisés conocía de por sí, y que el Señor deseaba quedara registrado tal como
había acontecido. Es interesante, además, observar que el Señor agrega una palabra
profética al registro histórico, cuando revela a Moisés que diga a Josué “que del todo tengo
de raer la memoria de Amalec debajo del cielo”. (Ver, en esta misma línea de pensamiento,
lo que dice: Deuteronomio 31: 19, 22, 24 a 26.)» [14]
A. TEORIAS DE LA INSPIRACION
«La doctrina de la inspiración, según se enuncia en la Palabra, es muy sencilla, pero la
presentación de puntos de vista erróneos y defectuosos hizo necesario “proteger” la doctrina
mediante definiciones amplias y detalladas.
Los modernistas comparan la inspiración de los escritores sagrados con esa clarividencia
espiritual y sabiduría que desplegaron hombres como Platón, Sócrates, Browning,
Shakespeare, Cervantes y otros genios de la literatura, la filosofía y la religión. Se considera
así a la inspiración algo puramente natural. K»ta teoría despoja al vocablo inspiración de
todo su significado; no es consecuente con el carácter único y sobrenatural de la
Biblia.» [15]
I. Erróneas
1.Naturalista
2. De la Intuición
3. De la iluminación o teoria de la Gracia
4. Teoria Parcial
5. Teoria del Concepto o del Pensamiento
6. Teoría Mecánica o del dictado
II. correcta
7. Teoría de la inspiración verbal o plenaria
OBSERVACIÓN:Solo vamos a desarrollar la 7, la 4 y la 6
1. Teoría de la Inspiración verbal y plenaria.
«En la historia de la iglesia, la visión ortodoxa de la inspiración ha sido descrita como verbal
y plenaria. Por inspiración verbal se quiere significar que el Espíritu de Dios fue quien guió la
elección de las palabras usadas en los escritos originales. Sin embargo, la Escritura indica la
factura humana. Varios libros de la Biblia reflejan las características personales del escritor,
en estilo y vocabulario, y con frecuencia sus personalidades están expresadas en sus
pensamientos, opiniones, plegarias o temores. No obstante, aunque son evidentes los
elementos humanos en la Biblia, la doctrina de la inspiración plenaria sostiene y afirma que
Dios lo dirigió, de tal forma que todas las palabras que fueron usadas, lo fueron igualmente
por Dios, e inspiradas por El. Esto se pone de relieve por el uso de la palabra «plenaria», que
significa «completa inspiración», como término opuesto a los puntos de vista que afirman
que sólo hay una parcial inspiración en la Biblia.
Otras palabras descriptivas adicionales se añaden con frecuencia para aclarar lo que es
la doctrina ortodoxa. Se declara que la Escritura es infalible en el sentido de ser precisa
e inmune a todo error. También se declara que la Escritura es inerrable, significando
con ello que la Biblia no contiene ningún error, como declaración de hecho. Aunque la
Biblia puede registrar en ocasiones declaraciones de los hombres que no son ciertas, o
incluso palabras de Satanás, como en Génesis 3:4, en todos esos casos, aunque la
declaración atribuida a Satanás o a los hombres está fielmente registrada, está claro que
Dios no afirma la verdad de tales declaraciones. Al afirmar que la Biblia está verbal y
totalmente inspirada, además de ser inerrable e infalible en sus declaraciones de la
verdad, se sostiene que la guía perfecta y sobrenatural de Dios es suministrada a toda
palabra de la Escritura, de tal forma que la Biblia pueda ser considerada como una
precisa y exacta declaración de la verdad divina.
La seguridad de la inspiración se aplica, por supuesto, a los escritos originales
solamente y no a las copias, traducciones o anotaciones. Como no existe ningún
manuscrito original, los eruditos se han extendido en gran medida para determinar la
precisión del texto de la Biblia de que ahora disponemos. Para el propósito de enseñar la
verdad, puede presumirse y tenerse por cierto de que nuestras presentes copias de la
Biblia son exactas reproducciones de los escritos originales. Si bien existen pequeñas
variantes en el texto, tales variaciones apenas afectan cualquier enseñanza de la Biblia y
los hallazgos posteriores de manuscritos tienden a confirmar esta conclusión.
Para todos los propósitos prácticos, el Antiguo Testamento, escrito en hebreo, y el
Nuevo, redactado en griego, pueden ser aceptados como la verdadera Palabra de Dios y
una auténtica declaración de lo que Dios intentó comunicar al hombre.»[16]
De acuerdo, pues, con lo anteriormente expresado, mientras que la inspiración se
extiende a toda palabra de la Escritura, no se desestima la personalidad humana, el estilo
literario o el interés personal. La Biblia afirma la realización humana, al igual que lo
hace con la autoridad divina del Libro. Dios cumplió con exactitud lo que El quiso al
dirigir a los autores humanos que la escribieron, pero sin el proceso mecánico del
dictado. Algunas porciones de la Biblia fueron dictadas por Dios y así está indicado en
el mismo texto sagrado, pero la mayor parte de la Biblia fue escrita por autores
humanos sin evidencia de un dictado directo.»[17]
2. Verbal
«Definición: Por Inspiración Verbal significa que el Espíritu Santo inspiraba tanto los temas o
ideas como las mismas palabras en que eran declarados, desarrollados y escritos.
Ello no implica que los escritores fuesen meros autómatas. Ya hemos visto en la lección
anterior que los mismos eran “santos hombres de Dios” que “hablaron siendo inspirados del
Espíritu Santo” (2 P. 1: 21), de modo que cumplieron su cometido como voceros o
instrumentos escogidos, hablando y escribiendo como conductos santificados por la obra y
bajo la inspiración espiritual de Dios. Tratábase, pues, de siervos del Señor hechos aptos
para la tarea por la obra especial del Espíritu Santo, que mantenían íntima comunión
espiritual con Dios y estaban plenamente identificados con Su obra en y por medio de ellos,
de la cual eran plenamente conscientes. No se trataba de mera actitud pasiva o estática sino
dinámica, rica en comunión espiritual activa y plena, de la cual tenían pleno discernimiento y
en la cual se gozaban.
2 Samuel 23: 1 – 3: ” Estas son las postreras palabras de David… el ungido del Dios de
Jacob, el suave en cánticos de Israel: EL ESPIRITU DE JEHOVA HA HABLADO POR MI Y SU
PALABRA HA SIDO EN MI LENGUA.” (v.1, 2). Vemos claramente allí que David fue ungido de
Dios y que era plenamente consciente de que el Espíritu de Jehová hablaba por su
instrumentalidad y que la misma Palabra de Jehová era dada en su hablar.
Exodo 4: 12, 15: “Ahora pues, ve, que YO SERE EN TU BOCA Y TE ENSEÑARE LO QUE
HAYAS DE HABLAR. Tú hablarás a él (a Aarón, v. 13, 14) y pondrás en su boca las palabras,
Y YO SERE EN TU BOCA Y EN LA SUYA Y OS ENSEÑARE LO QUE HAYAIS DE HACER.”
Léanse, en esta misma conexión, las siguientes escrituras: Jos. 1: 1; Is. 6: 8 – 10; Jer. 16:
1, 2 y cp. 18: 1 – 6; Hch. 1: 16 y cp. 28: 25 – 27; 1 Tim. 4: 1.
Veinte veces Isaías dice que sus escritos son las palabras de Jehová; casi cien veces repite
Jeremías “Así dice Jehová” o usa palabras que equivalen a esa afirmación; Ezequiel declara
unas setenta veces que lo que escribe lo registra por revelación de Jehová. El testimonio
pues, es de carácter masivo.
3.Plenaria
Que el Espíritu Santo inspiraba las materias y verdades, dando libertad, en ciertos casos, a
los escritores, para expresarlos en su propia manera, lenguaje y estilo humanos, aunque
guiándolos y supervisándolos sobrenaturalmente en forma tal que los escritores jamás
incurrieron en error ni contradicción alguna.
Esta declaración ha sido objetada, tanto por los “modernistas” como por algunos creyentes,
como pasamos a ver.
Los “modernistas-racionalistas” se toman de la primera parte de la citada definición, para
argüir que al quedar en libertad los escritores para verter en su propia manera, lenguaje y
estilos humanos, los temas y verdades inspirados por Dios, incurrieron en los errores que
caben esperarse en toda obra hecha por los hombres. Por lo tanto, dicen, la Biblia contiene
muchos pasajes viciados con tales errores. Observe el lector que tal contención de los
modernistas racionalistas desglosa la definición o la divide en dos partes, tomando sólo
algunos conceptos de la primera parte, pero omitiendo totalmente la segunda parte, que dice
que Dios guió y supervisó sobrenaturalmente a los escritores, con lo cual toda posibilidad de
errar quedó totalmente neutralizada o anulada y, por lo tanto, en la Biblia no hay error
alguno.
La segunda objeción proviene de algunos creyentes poco avisados, que, no comprendiendo
bien o no aceptando tal guía ni control sobrenatural por parte del Espíritu Santo sobre los
escritores, a quienes dio en ciertos casos libertad de expresión, han rechazado totalmente
esta definición y hasta han llegado a considerarla como una teoría falsa. Algunos, arguyen
que “no existe libertad donde hay control”, palabras que parecen impresivas, sin duda, pero
que no se aplican cabalmente al caso en foco. Tanto unos como otros se equivocan, por las
siguientes razones:
a) Interpretan mal el concepto mismo de la definición, que no trata de una libertad que
conduce a “ocasión a la carne”, sino que se trata únicamente de LIBERTAD DE EXPRESION
DE LA VERDAD, DENTRO DE LA VERDAD. No es libertad para que puedan tergiversar con
propias interpretaciones el material o asunto revelado. No se trata de una acción de
“inspiración natural” del escritor para expresar la inspiración dada por Dios, con las
consiguientes posibilidades de equivocación. Se trata, repetimos, de libertad de expresión,
dentro y de, la verdad, estando allí presente el Espíritu para evitar toda desviación.
b) Limitan las grandes posibilidades divinas, o sea, la acción sobrenatural del Espíritu Santo
que puede inspirar y al mismo tiempo guiar y supervisar sobrenaturalmente al instrumento
humano, escogido para la realización de la necesaria parte humana de la tarea: escribir en
manera inteligible, en el lenguaje humano, los misterios revelados. Por eso leemos: “Y díjole
Jehová: tómate un gran volumen y escribe en él EN ESTILO DE HOMBRE (o a la manera y
forma o caracteres propios del hombre) …” (Is. 8: 1).
En Isaías 30: 8, también se dice: “Ve pues ahora y escribe esta visión en una tabla delante
de ellos y asiéntala en un libro, para que quede hasta el postrero día, para siempre por
todos los siglos”. Nótese el imperativo divino y la intención de permanencia con que Dios
ordenó escribir los libros del canon bíblico. Ver además: Jer. 30: 1, 2 y 36: 1 – 4, 14 – 18;
Lc. 1: 1 – 4; Hch. 1: 1, 2.
Por último citamos un versículo que puede considerarse clásico sobre el asunto en discusión,
pues contiene muy rica luz sobre el tópico: En 1ª. Cor. 7: 25, leemos:“Empero de las
vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado
misericordia del Señor para ser fiel”. Obsérvese que, aunque el apóstol confiesa no haber
recibido un mandamiento específico, con todo, en virtud de que ha alcanzado misericordia
para ser fiel (declaración que salvaguarda así los derechos divinos), puede hablar con
propiedad y con libertad de expresión dentro de la verdad, sobre asuntos prácticos de
importancia.
Concluimos diciendo que: aceptamos plenamente la Inspiración Verbal y Plenaria de las
Escrituras, pues emana de las mismas páginas de la Biblia; tanto la que refiere a las
Escrituras como la Palabra de Dios en su totalidad, cuanto la que refiere a la inspiración que
contempló, en ciertos casos, dar las palabras mismas y, en otros, guiar a elegirlas o
controlar las elegidas por los escritores, a fin de que ningún caso incurrieran en error, ni
contradicción de ninguna especie, en ningún sentido o dirección.»[18]
«Mientras que hay diferentes opiniones acerca de hasta que punto la Biblia es inspirada, no
cabe duda que la Biblia por sí misma clama que cada palabra, en cada parte de la Biblia, fue
inspirada por Dios ( 1 Corintios 2:12.13; 2 Timoteo 3:16.17) Esta visión de las Escrituras es
frecuentemente conocida como inspiración “verbal plenaria”. Lo que significa que la
inspiración se extiende a cada una de las palabras (inspiración verbal), no solo a los
conceptos o ideas; y de que la inspiración se extiende a todas las partes de la Escritura y a
todos los temas tratados en la Escritura (inspiración plenaria). Hay algunas personas que
creen que solo partes de la Biblia son inspiradas, o solo los pensamientos o conceptos que
tratan sobre religión son inspirados; pero estas opiniones sobre la inspiración se quedan
anuladas ante lo que la Biblia demuestra por sí misma. Toda la inspiración verbal plenaria es
una característica esencial de la Palabra de Dios.»[19]
2.Teoría mecánica o del dictado.
«En contraste con la verdadera doctrina de la inspiración, que permitió a los autores
humanos, con su personalidad, redactar los escritos bajo la dirección de Dios, algunos
han sostenido que Dios realmente dictó la Escritura y que los escritores de la Biblia
actuaron sólo como taquígrafos. Pero si Dios hubiese dictado la Biblia, el estilo de la
redacción y el vocabulario de la Biblia sería el mismo en toda su extensión. En muchos
casos los autores de la Escritura expresaron sus propios temores y sentimientos, o sus
plegarias para la salvación divina, y de diversas maneras dejaron la impronta de su
personalidad en el registro divino. La oración surgida del corazón de Pablo por Israel,
en Romanos 9:1-3, por ejemplo, habría perdido su significado de haber sido dictada por
Dios.»[20]
«La inspiración no significa dictado, ni que los escritores adoptaban una actitud pasiva
y su mente no tomaba parte alguna en la escritura del material, aunque es cierto que
algunas porciones de las Escrituras fueron dictadas, como por ejemplo los Diez
Mandamientos y el Padrenuestro. La misma palabra inspiración excluye mera acción
mecánica, y la acción mecánica excluye la inspiración. Por ejemplo, un comerciante no
inspira a su secretaria cuando le dicta una carta. Dios no habló por medio del hombre
como hablaría por medio de un megáfono. Su Espíritu Divinó usó las facultades del
hombre, produciendo así un mensaje perfectamente divino que no obstante ostenta las
características de la personalidad del escritor. Es la Palabra del Señor, pero en cierto
sentido, la de Moisés, de Isaías o de Pablo. Dios no ha hecho nada sin el hombre; el
hombre no ha hecho nada sin Dios. Es Dios quien habla en el hombre, Dios que habla
por medio del hombre, Dios que habla como hombre, Dios que habla a favor del
hombre.
El hecho de la cooperación divina y humana en la producción de un mensaje inspirado,
es de sí evidente; pero el “cómo” del asunto escapa a nuestra observación. La
interacción o influencia recíproca aun entre la mente y el cuerpo es un misterio para el
sabio más egregio. ¡Cuánto más cuando se trata de la interacción del Espíritu de Dios y
del espíritu del hombre!»[21]
3.Inspiración parcial.
«Se han aventurado también otras teorías en el sentido de que sólo parte de la Biblia es
inspirada. Por ejemplo, algunos han afirmado que las porciones reveladas de la Biblia que se
refieren a la verdad divina son precisas y ciertas, pero que no pueden aceptarse las
declaraciones de tipo histórico, geográfico o científico. Emparejada con la inspiración parcial
está la idea de que algunos fragmentos de la Escritura están más inspirados que otros, y así
la verdad y el error se convierten en cuestión de grado. Esto se aplica, a veces, a lo que es
conocido como la «inspiración mística» o la idea de que Dios ayudó en diversos grados a los
autores en lo que ellos escribieron, pero no dándoles por completo la capacidad de escribir la
Escritura sin error. Todas las formas de inspiración parcial dejan la inspiración a juicio del
lector y, en consecuencia, la autoridad de la Escritura se convierte en la autoridad de la
persona que lee la Escritura, no existiendo de tal forma dos lectores que estén de acuerdo
con exactitud respecto a lo que hay de verdad y lo que no lo es.»[22]
De acuerdo con esta teoría, Pearlman nos la explica y comenta la impresión de
incertidumbre que deja, si uno considera como válida esta premisa: «los escritores fueron
preservados del error en asuntos necesarios para la salvación, pero no en asuntos como
historia, ciencia, cronología y otros. Por lo tanto, de acuerdo con esa teoría, sería más
correcto decir que la Biblia contiene la Palabra de Dios, más bien que afirmar que es la
Palabra de Dios.
Esa teoría nos sume en la ciénaga de la incertidumbre, pues ¿quién puede juzgar de manera
infalible lo que es esencial para la salvación y lo que no es? ¿Dónde se encuentra la
autoridad infalible para decidir con respecto a qué parte es la Palabra de Dios, y qué parte no
es? Y si la historia de la Biblia es falsa, luego la doctrina no puede ser verdadera, pues la
doctrina bíblica se fundamenta en la historia bíblica. Finalmente, las Sagradas Escrituras
mismas reclaman para sí inspiración completa, plena. Cristo y sus apóstoles aplican el
término “palabra de Dios” a todo el Antiguo Testamento»[23]
Si la aceptamos como posible a esta hipótesis, ya que ni siquiera podemos darle el merito de
llamarla teoría,¿Como separamos la parte inspirada de la no inspirada, como la
determinamos,con que criterio? Luego, es imposible hacerlo, sin destruir la biblia como lo
hizo Bultman que despedazó las escritras para desmitoligizarla (¡exorcismo intelectual!).
Es lo mismo que si envasáramos un gas en una tanque, y luego quisieramos separar lo que
es gas de lo que no es gas. obviamente, ¡es ridiculo! La biblia es una sola, inspirada por el
Señor, pero con muchos autores humanos.
Diferencias específicas entre la iluminación y la inspiración
Myer Pearlman, comenta que algunos confunden la inspiración con la iluminación y
explica las diferencias entre uno y otro:
«La iluminación es la influencia ejercida por el Espíritu Santo, la cual es común a todos
los creyentes, y les facilita comprender las verdades divinas (1 Corintios 2:4; Mateo
16:17). Afirman que tal iluminación es una explicación adecuada del origen de la
Biblia. Hay una facultad en el hombre, según se enseña, por la cual el hombre puede
conocer a Dios, algo así como un ojo del alma. En circunstancias que los hombres
piadosos de antaño meditaban en Dios, el Espíritu divino vivificaba sus facultades,
permitiéndoles el acceso a los misterios divinos.
Tal iluminación ha sido prometida a los creyentes y ha sido experimentada por ele*.
Pero no es lo mismo que la inspiración. Se nos dice que a veces los profetas metieron
verdades por inspiración, y al mismo tiempo les fue denegada la iluminación para
comprender esas verdades (1 Pedro 1:10 -12). El Espíritu Santo inspiró sus palabras,
pero no creyó oportuno proporcionar el significado de esas palabras. Se nos dice que
Caifás fue el instrumento de un mensaje inspirado (aunque no tuvo conciencia de ello)
cuando aun no pensaba de Dios. En ese momento era inspirado, pero no iluminado (Jn.
11:49-52)
(1) Con respecto a duración, la iluminación es permanente, o puede serlo “Más la senda
de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es
perfecto.” La unción que el creyente ha recibido del Santo permanece en él, nos dice
Juan (1 Juan 2:20-27). Por otra parte, la inspiración era intermitente, pues en efecto el
profeta no podía profetizar a voluntad, sino que estaba sujeto a la voluntad del Espíritu.
“Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana”, dijo el apóstol Pedro, “sino
que los santo» hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. Lo
repentino de la inspiración profética está insinuado en la expresión común que dice:
“Vino palabra de Jehová.” Se establece una distinción clara entre los profetas
verdaderos que hablaron sólo cuando vino la palabra de Jehová, y los falsos que
hablaron según propia invención. (Cf. Jeremías 14:14; 23:11, 16; Ezequiel 13:2,3).
(2) La iluminación admite grados, la inspiración no. La gente disfruta de distintos
grados de iluminación, pues algunos poseen mayor penetración que otros. Pero en el
caso de la inspiración, en el sentido bíblico, una persona es inspirada o no lo es.» [24]
Diferencias específicas entre la inspiración con la iluminación, algo que muchos
confunden:
«La iluminación es la influencia ejercida por el Espíritu Santo, la cual es común a todos
los creyentes, y les facilita comprender las verdades divinas (1 Corintios 2:4; Mateo
16:17). Afirman que tal iluminación es una explicación adecuada del origen de la
Biblia. Hay una facultad en el hombre, según se enseña, por la cual el hombre puede
conocer a Dios, algo así como un ojo del alma. En circunstancias que los hombres
piadosos de antaño meditaban en Dios, el Espíritu divino vivificaba sus facultades,
permitiéndoles el acceso a los misterios divinos.
Tal iluminación ha sido prometida a los creyentes y ha sido experimentada por ele*.
Pero no es lo mismo que la inspiración. Se nos dice que a veces los profetas metieron
verdades por inspiración, y al mismo tiempo les fue denegada la iluminación para
comprender esas verdades (1 Pedro 1:10 -12). El Espíritu Santo inspiró sus palabras,
pero no creyó oportuno proporcionar el significado de esas palabras. Se nos dice que
Caifás fue el instrumento de un mensaje inspirado (aunque no tuvo conciencia de ello)
cuando aun no pensaba de Dios. En ese momento era inspirado, pero no iluminado (Jn.
11:49-52)»[25]
Esto si que es muy importante, ya que hoy hay muchos que confunden la iluminacion
que el Señor les da a través de la biblia o alguna impresion fuerte que Dios da cuando
desea procurar nuestra atencion hacia algo o desea que le obedezamos en algo
especifico. Creen que porque Dios impresiona de manera particular la vida de uno, o
autoriza el mensaje de algun orador de manera especial, ya estamos ante nueva
revbelacion. La revelacion ceso. La inspiración para escribir texto biblico inspirado,
ceso. Lo que continua es lo que comunmente se le llama inspiracion (para escribir
canciones, himnos, libros, predicar, etc), pero no tiene nada que ver con la inspiracion
divina de la biblia.
Lo que si continúa es la iluminación del texto bíblico.
Los pentecostales acuñaron un término que intenta explicar de manera gráfica esto,
pero lo que hacen es confundir las cosas.Logos y rhema, se utilzian para diferenciar la
palabra escrita (logos) y la palabra iluminada (“hablada”, dicen ellos y le llaman
rhema).Pero la biblia no hace distinción de un tipo de scriptura y otro. Lo que si todos
valoramos la vivencia con el Señor, ya que la ortodoxia fria,muerta,racional tampoco
alimenta el alma.Y de ahi vinieron las reacciones de hombrs como Karl Barth y tambien
en el fondo es la misma sonata la de mcuhos lideres pentecostales y carismáticos. Que
debemos valorar una vivencia con el Señor,eso esta claro. Pero salirnos de la revelacion
biblica, es sumamente peligroso y destructivo.Toda experiencia si realmente es de
origen divino, obviamente debe ser valorada a la luz de la escritura.Quizas inicialmente
uno no alcance a distinguir plenamnete la experiencia y poder clasificarla
correctamente. Pero con el tiempo, podremos darnos cuentas por el fruto que ha dejado
esa vivencia.No todos los seres humanos “sienten” o viven al Señor de igual manera.
Pero debemos ser caustos al pretender que nuestras vivencias sean acreditadas como
santas y piadosas.
Conclucion:
Junto con el cierre del canon, se cerro la revelación divina hasta que el Señor vuelva pr
segunda vez a buscarnos.
Dios si se da a conocer al mundo, claro que si, pero es a través del mensaje de Cristo
Jesús.
No hay otro mensaje de salvación al mundo. Dice el apostol Pablo a los Corintios:
″Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la
sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la
predicación. Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría;pero
nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero,
y para los gentiles locura;” I Cor. 1:21-23)
¡Soli deo Gloria!
Notas
0. http://www.zenit.org/article-28529?l=spanish
1. http://www.interbiblia.com/estudios/bibliologia.htm
2. Esteban Beitze, Bibliología, Instituto Teológico Muller
3. Lewis Sperry Schafer,Teología Sistemática 1- Punto 2.La Biblia: Inspirada por Dios,
www.seminarioabierto.com
4. http://www.philadelphos.org/inspiracion.htm
5. Millard Erickson, Christian Theology, vol. 1, p. 199. citado en Manual de Teología
Sistemática, op. cit,p. 38-39
6. Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática, ed. Vida,1992.,p. 14
7. Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática, ed. Vida,1992.,p.14
8. http://www.scribd.com/doc/7239498/cOmo-Nos-LlegO-La-Biblia
9.Esteban Beitze, Bibliologia, Instituto Teológico Muller
10.http://www.scribd.com/doc/7239498/cOmo-Nos-LlegO-La-Biblia
11. http://www.philadelphos.org/inspiracion.htm
12.Esteban Beitze, Bibliologia, Instituto Teológico Muller
13. http://www.philadelphos.org/inspiracion.htm
14 Teología Sistemática 1- Punto 2.La Biblia: Inspirada por Dios,op. cit.
15. Ibid
16 Lewis Sperry Schafer,Teología Sistemática 1- Punto 2.La Biblia: Inspirada por
Dios,www.seminarioabierto.com
17. Ibid
18. http://www.philadelphos.org/inspiracion.htm
19. https://www.gotquestions.org/Espanol/Biblia-inspirada.html
20. Lewis Sperry Schafer,Teología Sistemática 1- Punto 2.La Biblia: Inspirada por
Dios, www.seminarioabierto.com
21 Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática, ed. Vida,1992.,p.16
22 http://www.adorador.com/temasdoctrinales/02_biblia_inspirada_por_dios.htm
23. Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática, ed. Vida,1992.,p.17
24. Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática,ed. Vida,1992,p.15-16
25. Myer Pearlman, Teología Bíblica y Sistemática,ed. Vida,1992,p. 17

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