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Escuela de Psicología
Presentan
DEDICATORIA
RECONOCIMIENTOS
CONTENIDO ............................................................................................................... i
LISTA DE TABLAS ...................................................................................................... iii
RESUMEN ..................................................................................................................... iv
CAPÍTULO I.
Introducción ............................................................................................................... 1
Antecedentes ...................................................................................................... 1
Planteamiento del problema ................................................................................. 2
Justificación ................................................................................. 4
Delimitaciones ............................................................................................. 5
Limitaciones ......................................................................................................... 5
Definición de términos ....................................................................................... 5
Organización del estudio .................................................................................... 7
CAPÍTULO II.
Revisión de la literatura ................................................................................................ 8
CAPÍTULO III.
Método ............................................................................................................... 55
CAPÍTULO IV.
Resultados ............................................................................................................ 64
CAPÍTULO V.
Discusión de resultados, conclusiones y recomendaciones .......................................... 92
por
A cada una de las personas que contribuyeron para que llegara al término de esta
Al Ser que me cubre con su manto y que con Su luz guía mi existir.
A mi madre, por ser uno de mis mayores ejemplos, por su amor a Dios, su fortaleza y su
entrega a los demás, por amarme mucho antes de nacer… A mi papá Carlos, quien ha
sido el más grande apoyo de mi madre y por lo tanto el mío, porque me hizo parte de su
A mi padre, por sus enseñanzas, sus consejos, por la gran confianza y la mutua
complicidad que existe entre nosotros, por creer en mí y por facilitarme los elementos
A René, por ser la primera que vio la psicóloga que había en mí. Por tomarme de la mano
y acompañarme durante todo este proceso con su amor y paciencia. Porque es mi acicate
cuando me he sentido caer y porque ha puesto su hombro para que yo pudiera apoyarme
cuando lo he necesitado. Por ser la gran persona que es y por alentarme a crecer.
A mis hermanas, hermano, abuelos y tíos por ser una gran bendición en mi vida.
atención, su confianza y sobre todo por compartir sus experiencias y sus sentimientos
conmigo. A ellos, por abrirme un espacio en el que, más allá de la investigación, vivimos
formas de entender la realidad desde el particular punto de vista de cada persona, desde el
respeto y aprecio por cada palabra y cada sentimiento y que finalmente nos ayudó a
A todas las personas, hombres y mujeres de cualquier edad, que han vivido de una
u otra manera la violencia intrafamiliar. Comprendo que es una experiencia que así como
puede ser fuerte, compleja y difícil de explicar e incluso de entender, también creo que
puede llegar a servir de base para el crecimiento personal; que puede ser un insumo que
nos enriquezca como personas y que a partir de la misma se pueden generar cambios en
Por último, no sólo agradezco, sino dedico este trabajo, a cada persona que a lo
comprensión, su sabiduría, su serenidad y valor, su ser. A todas esas personas que de una
u otra forma contribuyeron a que eligiera este tema, a que lo desarrollara y a que
aprendiera de él y de mi mismo.
que la educación es un acto de Fe a través del cual podremos cambiar el rumbo de nuestra
sociedad. A María Luisa, Vero y Cecy por contagiarme su amor por el trabajo con la
A Sergio, por permitirme vivir esta experiencia de vida a su lado, haciéndola más
vida. Por ser un ejemplo de valor, amor, sensibilidad, fortaleza y pasión en todo lo que
hace. Por enseñarme que para ser un agente de cambio social hay que soñar y trabajar sin
cesar para lograr lo que anhelamos. A su familia, por hacerme sentir parte de ella.
A Roxana Quiroz, por ser la primera persona que creyó en este proyecto y lo ayudo a
nacer. Por compartirnos su gran experiencia y sus conocimientos. Y más que nada, por
A Lety Murúa, por todo el apoyo que nos brindo y por sus cuestionamientos que nos
A Sayda Quintal, por sus conocimientos, su preparación y por las observaciones que
A Karla, Emily, Caro, Cecy y René B., por ayudarme a crecer como persona, por su
A Claudia, por ser mi compañera en este proyecto, por ser una gran amiga que
descubrí en el proceso. Por cada risa, por cada lágrima, por cada preocupación, por cada
A las asesoras Psic. Leticia Murúa, L. C. C. Roxana Quiroz y Psic. Sayda Quintal
proyecto. Por enriquecer nuestro entendimiento del tema y darnos recursos para poder
apoyo infinito, por su confianza y por contagiarme la pasión y amor por la psicología y
A la Universidad Marista de Mérida, de quien me llevo algo más que el título, una
A mi familia, a cada miembro de ella que estuvo presente en este proceso y que
que estuvo conmigo en cada momento y por que en cada uno de ellos siempre me dijo
que hiciera y eligiera lo que quisiera, pero que mi elección siempre fuese: “ser yo
mismo”. A mi padre quien creyó y cree en mí como hijo y como psicólogo. Por que me
comparte su visión de las cosas y del mundo que son valiosísimos aprendizajes en mi
vida. Por su tiempo, por su amor, por su constante preocupación. A mis hermanos Jorge,
Manolo y Juan Pablo, por que en mi ser y hacer como persona y como psicólogo, están
impresas las múltiples vivencias y aprendizajes que he pasado con ellos y que espero
seguir disfrutando.
Por último quiero agradecer a esas personas a quienes llamo amigos y amigas, por
que sin ellos este proyecto, mi carrera y mi vida estarían incompletos: A Azeneth, a Maria
José y a Juan, por estar siempre ahí, en el tiempo, en los recuerdos y en grandes
momentos. A Pilar, por el año en el que compartimos un ideal, un sueño, una misión; por
que confió en mí, me aceptó y me dio su apoyo, cariño y amistad. A José y a Laura,
quienes revivieron en mí la música presente en la vida, por sus risas, sus vivencias y su
cariño. A Juan Carlos, a Manuel y a Lupita, pues con ellos no sólo aprendí, sino comencé
a vivirme con mayor alegría. A todos y todas mis compañeros de la carrera por el gran
A Ana Ceci y a Javier, quienes son parte de mi vida y mi ser, como una familia
que enriquece con el paso del tiempo y que me colma de amistad y de cariño. Por lo que
han sido, por lo que son y por lo que serán: unos inigualables amigos seres humanos.
ser sin miedo, a través de la confianza y del amor; que me ha acompañado e inspirado en
compartido lo grande que es su ser, su inteligencia y su fe. Quien ha estado, quien está y
¡GRACIAS!
Introducción
contemporánea es la violencia familiar, fenómeno que afecta no sólo a las familias y a sus
miembros, sino que limita el desarrollo humano y social en general (Ruiz, 2002).
golpeadas” o “abuso sexual” tal vez habrían sido comprendidas, pero no consideradas
“desigualdad”, misma que viene impregnada por el dominio de un sexo sobre el otro,
pareja y poco más de 40 por ciento de ellas la sufrieron durante la infancia (Informe de
Salud México, 2003, en red). Basándose en la Encuesta Nacional sobre Violencia contra
las Mujeres 2003, se indica que el 60 por ciento de las usuarias han sido víctima de algún
tipo de violencia en su vida, ya sea por parte de su pareja sentimental, por algún miembro
de la familia u otra persona. De acuerdo con el informe, el 10 por ciento presenta signos
de violencia física sufrida dentro de sus hogares. (Instituto Nacional de Salud Pública
[INSP], 2003).
realizada en 57 mil viviendas de todo el país, el 46.55% por ciento de las mujeres que
viven con su pareja reporta algún incidente de violencia emocional, física, económica o
estudio en México 750, 000 niños son golpeados seriamente por sus padres cada año;
según las estadísticas, cada minuto un niño es vejado de su integridad física y moral por
El abuso sexual es una modalidad del maltrato y ocupa el 6% de los casos que se
Por otro lado, existen estudios que muestran que existe una relación entre género y
violencia, al respecto Ramírez (2000) menciona que “la mayoría de los actos violentos
son ejecutados por hombres. Existe una clara conexión entre el género y el ejercicio de la
Instituto Nacional de Salud Pública (INSP, 2003), Yucatán ocupa el décimo octavo lugar
a nivel nacional por número de mujeres que han sufrido algún tipo de violencia alguna
vez en su vida representando éste el 59.7%. Del mismo modo se señala que en Yucatán el
26.0% de las mujeres han sufrido algún tipo de violencia con su pareja actual (que incluye
a todas aquellas que hayan tenido violencia psicológica, física, sexual o económica por
parte de su novio, esposo o compañero actual); de éste, el 23.7% refiere haber recibido
violencia económica.
2004 a enero de 2005 se han reportaron 202 casos de violencia en la familia, de los cuáles
los más comunes son por violencia física, emocional y verbal. Por su parte, el área
investigación exploratoria de corte cualitativo que permitiera conocer cómo los hombres
sobre la misma, de tal forma que se pueda tener una visión más amplia de la
Justificación
efectos en los miembros de la familia; sin embargo se ha tomado como principal foco de
involucradas en la problemática, es decir, los niños y las mujeres que son receptores. Se
considera que para acercarse a una perspectiva integral del fenómeno es necesario
familia, ya que de esta forma se tendría una visión más amplia del fenómeno al identificar
con algunos mitos y paradigmas que pudieran existir en torno a la violencia, como señala
Corsi (1999) al referir que los hombres que ejercen la violencia no son los “pobres,
De esta forma, los resultados podrían servir como referencia teórica para sustentar
sobre las estrategias con las que trabajan estos grupos, a fin de aumentar su efectividad e
impacto.
Delimitaciones
violencia intrafamiliar.
Limitaciones
Una limitante fueron las creencias que tanto los investigadores como los
entrevistados poseían acerca del tema, puesto que al verlo como un tema difícil o
complejo de abordar se genero resistencia para explorar sobre algunas temáticas como lo
Definición de términos
Violencia: ejercicio del poder mediante el empleo de la fuerza (ya sea física,
1994).
Violencia intrafamiliar: acto u omisión recurrente, intencional y cíclico dirigido a
cualquier miembro de la familia fuera o dentro del domicilio familiar (Corsi, 1994).
Violencia de género: son todos los actos mediante los cuales se discrimine, ignore,
someta y subordine a las mujeres en los diferentes aspectos de su vida, siendo todo acto
jurídico-políticas, y psicológicas, que crean lo que en cada época, sociedad y cultura son
los contenidos específicos de ser mujer o ser hombre, o ser cualquier otra categoría
masculino sobre la inferiorización previa de las mujeres y de lo femenino. Es, así mismo,
un orden de dominio de unos hombres sobre otros y de enajenación entre las mujeres
1976).
investigación.
población, los instrumentos que se utilizarán para recabar la información, así como el
análisis de la misma.
se llegará después de finalizar el trabajo de tesis, a partir de la teoría analizada, así como
Revisión de la literatura
Este capítulo inicia haciendo una diferenciación entre los términos de agresión y
violencia debido a que son usados como sinónimos al momento de explicar la violencia.
creencias relacionados con su práctica y las formas en cómo esta violencia se ejerce hacia
por los varones. Por último se exponen algunos elementos socioculturales y psicológicos
la masculinidad.
el de violencia dada la amplitud de posturas al respecto. Algunos autores los usan como
sinónimos, otros los diferencían entre sí y de otros conceptos, mientras que otras
Berkowitz (1996) define la agresión como toda conducta, sea física o simbólica,
que se ejecuta con la intención de herir a alguien. Continúa diciendo que esta definición
enfoque con el cual se defina la agresión, el mismo autor señala que se debe hacer
referencia al propósito o meta del acto, ya que para él, las personas agresivas actúan
persigue una meta en particular; mientras que la hostilidad se refiere a una actitud
negativa hacia las demás personas que se refleja en un juicio desfavorable de ellas. Por lo
tanto, para Berkowitz (1996) la agresión es todo acto que busque herir a otro, ya sea
forma extrema de agresión, un intento premeditado de causar daño físico grave” (p. 33).
Baron (en Corsi, 2003; Berkowitz, 1996) dice que la agresión es cualquier tipo de
conducta dirigida hacia la meta de lesionar, perjudicar o dañar a otro ser viviente,
enfatizando que la persona que agrede sabe que al blanco de su agresión no le gusta lo
que le está haciendo, es decir, hay una sensación de desagrado por parte de quien recibe la
Por su parte, Moser (1992) puntualiza que la agresión, no consiste sólo en herir a
acto agresivo dentro del contexto en que se presenta. De este modo, indica que una
conducta se puede considerar agresiva si cumple con tres criterios: a) que se compruebe
que haya daño posible o real por parte de la víctima, es decir, que la persona se sienta o se
identifique como agredida; b) que esté presente la intención de causar ese daño y c) que el
hecho se considere por parte de la víctima o de un observador, como inapropiado para una
situación determinada, es decir, que se identifique como una violación a la norma. Moser
agresión pasiva y otra activa; en ambas puede ser física o verbal. También hace la
logro no agresivo de un objetivo, mientras que la segunda implica infligir un daño. Aquí
se presenta una imprecisión conceptual al definir la agresión instrumental, como una
carencia de la misma (Moser, 1992). Afín a esta propuesta, Coie y Dodge (en Duskin,
conseguir un objetivo.
(1997) clasifican la violencia en dos tipos: a) violencia agresión, que se da dentro de una
relación de iguales, es decir, ambas partes son receptoras y emisoras de violencia, dentro
marco de una relación desigual. Dentro de la violencia castigo, tal como la definen sus
autores, uno de los actores en la relación, reivindica una condición superior a la del otro y
define como existencialmente superior al otro y éste, por lo general acepta este control
afecto o de cuidados; ya sea de un adulto hacia otro adulto o de un adulto hacia un infante
agresión, la violencia implica siempre el uso de la fuerza para producir un daño, el cual
debe ser entendido como cualquier tipo y grado de menoscabo para la integridad del otro.
Se puede hablar de violencia familiar, económica, social y política, en todos los casos la
(Corsi, 1994).
Ruiz indica (2002) que “la acción violenta viene determinada por una oposición
asimétrica, jerárquica, basada en el dominio de uno sobre otro mediante la fuerza física o
acto orientado a lastimar o herir a otra persona, siendo que esta última reconoce como
desagradable el trato o acto recibido. Se entenderá la violencia como todo daño físico,
relación desigual asimétrica, en donde una de las partes ocupa un lugar jerárquicamente
superior al otro, siendo que esta jerarquía es simbólica y que la persona lastimada no
pública y ya no sólo como una problemática exclusiva de las familias (Informe de Salud
México, 2003, en red). El impacto que este fenómeno llega a tener es a nivel individual,
Ramírez (2000) como “la agresión o daño sistemático que se comete en el hogar contra
intrafamiliar:
1. Violencia física: ocurre cuando una persona le inflige daño no accidental a otra,
usando la fuerza física o algún tipo de arma que puede provocar o no lesiones, ya sean
violencia física.
3. Violencia sexual: todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, las
económicas tales como manejo y control del salario, exclusión en las cuentas
violencia patrimonial. Algunas la definen como toda acción u omisión que implica
violencia; puede abarcar los daños causados a los bienes comunes o de la víctima.
transmitidas a través de la enseñanza del ser humano durante su desarrollo, en las que
se reconoce que el ser humano no nace violento, que en los genes no existe
4. Es un ejercicio de poder, dado que la violencia se ejerce del más fuerte al más
barrera que limita al ser humano, dado que le impide que pueda desenvolver sus
Para fines de esta investigación, coincidimos con algunas de las ideas de Ruiz
(2002) como que la violencia es una construcción social, cuya intención u objetivo es el
orden social que permite y legitima esa desigualdad por lo que también es un ejercicio de
poder. Sin embargo, y aun cuando la violencia en la familia pueda limitar el desarrollo
personal, creemos que puede no detenerlo, ni paralizarlo, ya que cada persona es capaz
de ir más allá de estos aprendizajes sociales y de crear nuevas formas de relación, más
del Menor y la Familia (DIF, 2004): que la persona que la ejerce abusa de su poder ya sea
por el sexo, edad, o condición física, que se da en todos los niveles económicos, que
puede suceder en todo tipo de relaciones (conyugal, parental, fraternal o de otro tipo),
común su posición de inferioridad sea real o simbólica (Corsi, 1994), que quien ejerce la
débil”, por lo que los grupos que se han considerado como más vulnerables son las
mujeres, los niños y las niñas y las personas mayores. Corsi (2003) menciona que “la
violencia familiar tiene dos vertientes: una de ellas basada en el género y la otra basada en
violencia:
Tabla 1.1 Formas de violencia familiar basadas en el género y en la generación.
Violencia basada en la
Violencia basada en el género (Mujeres)
generación(Niños/as y Ancianos/as)
• Violencia física
• Aislamiento y abuso social
• Abuso ambiental • Maltrato físico
• Abuso económico • Abandono físico
• Conducta de control y dominio • Maltrato emocional
• Control por medio amenazas • Abandono emocional
• Abuso verbal y psicológico • Abuso sexual
• Violencia sexual • Abuso económico
• Abuso ambiental • Explotación
• Chantaje emocional
Fuente: Corsi, J. (2003). Maltrato y abuso en el ámbito doméstico. Argentina. Editorial Paidós. p. 19.
Es común que se sigua pensando en la violencia como una realidad externa y ajena,
que es vista como algo natural, aceptando ese modo de actuar a través de las pautas
culturales vigentes que atraviesa todos los grupos socioeconómicos, edades y razas. Sin
embargo, el que sea cotidiano no significa que se deba considerar como normal o natural
(DIF, 2004).
que:
prolongar una cultura de violencia con la que se aprende a vivir como algo
cotidiano, llegando en ocasiones hasta el homicidio o al suicidio a manera
De acuerdo con las investigaciones citadas, es posible señalar que las mujeres
están expuestas a vivir violencia de género. En diferentes partes del mundo siguen
viviendo situaciones de violencia de diversa índole, tanto dentro como fuera del hogar,
todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a las
mujeres en los diferentes aspectos de su vida, siendo todo acto material y simbólico que
(Velázquez, 2003), teniendo como base el género, es decir, esta diferencia y desigualdad
social que se construyen y significa a partir de la diferencia sexual entre los hombres y las
mujeres.
Por otra parte, las Convenciones Internacionales Aprobadas por los Estados han
establecido definiciones sobre la violencia contra la mujer y las esferas en que la misma
comprende, entre otros, violación, maltrato y abuso sexual; que tenga lugar
y que sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, donde quiera
Por otra parte, Torres (2001) explica que el maltrato a las mujeres en el hogar
víctima a hacer lo que el agresor quiere; su fin último no es producir un daño, sino ejercer
Debido a las diferentes medidas tanto sociales como legales que se han tomado
para erradicar la violencia contra las mujeres, se ha observado que la sociedad comienza a
desaprobar la violencia física, sin embargo tal y como señala Castañeda (2002) al parecer
los hombres están pasando de una actitud dominante que golpea, castiga y daña a las
Esta misma autora puntualiza que entre algunas de las formas de intimidación
descalificación a la otra persona, misma que se basa en un doble discurso, es decir que el
persona de la mujer.
Otra forma en la que el hombre ejerce control y dominio sobre la mujer es la
invasión de espacios, ya que mientras más de éstos invade, deja a su pareja sin recursos,
débil y desprotegida; así ella carece de los medios suficientes para oponer resistencia.
Felipe Ramírez (2000) menciona que existen cinco espacios en los que el varón puede
desarrolla sus actividades. Para el hombre violento este espacio resulta importante
debido a que a través de golpes, jalones, encierros, lesiones y ataques de tipo sexual,
3. Espacio emocional: son los sentimientos o emociones de una persona. En este espacio
el varón busca desequilibrar las emociones de su pareja para que ésta no tenga forma
de entender sus razones de querer evitar la violencia en que vive. De este modo, si no
entiende las razones para estar en una relación violenta, se quedará y no se preguntará
si le duele o no.
intercambios ente dos o más personas. De esta forma, el hombre restringe las
afectado ya que la mujer limita sus contactos sociales por la vergüenza producida por
creencias pues es él quien obtiene los beneficios. Al unirse a él, la mujer tiene que
cambiar muchos de sus patrones culturales para adaptarse a los de su pareja, siendo
violencia que reciben las mujeres al interior de su hogar, la mayoría de las veces por su
pareja (varón). Sin embargo también es necesario hablar de las situaciones en las que son
ellas quienes ejecutan el acto violento y las condiciones en las que éste se da.
Al respecto, las madres de familia no parecen ser menos golpeadoras que los
padres, aunque en algunas ocasiones actúan como intermediarias para que el castigo hacia
sus hijos, por parte del padre sea menor, pero nunca impidiéndolo y mucho menos
poniéndose a sí mismas en riesgo para proteger a sus hijos. Sin embargo, el poder de la
madre parece estar más justificado, más legitimado que el del padre, lo que sugiere un
mayor poder en relación con los hijos. La violencia que ejerce la madre sobre los hijos se
utiliza como ejercicio de una norma incuestionable: ellas “enderezan”, ellas “enseñan”
(Torres Falcón, en Luján et al., 2005). De igual modo se inculca a los hijos e hijas la idea
que deben querer a las madres por sobre todas las cosas; este amor no se halla expuesto al
solamente hay malas mujeres (Friday, en Luján et al., 2005). Frente a esto encontramos
que los hijos e hijas muchas veces se encontrarán en un dilema frente a la valoración o el
afecto que puedan tener ante su madre, si ésta los violenta (Luján et al., 2005).
Al respecto, Martha Ramírez (2002) como parte de su trabajo con hombres que
ejercían violencia, plantea que los padres de éstos los violentaban a través de la fuerza
física y el abandono material y afectivo, mientras que las madres, aunque también
golpeaban, recurrían más a la violencia psicológica para ejercer dominio sobre los niños a
emocional.
infantil. Para fines de esta investigación consideramos el maltrato infantil como una
forma de violencia que daña o lastima a un menor de dieciocho años que puede ser de
manera física, psicológica, emocional, económica y sexual, y que llega a adoptar la forma
violencia, y que generalmente es provocada por sus padres, sean biológicos o adoptivos, o
por un adulto (cuidador o tutor), ya sea al interior de la familia o incluso fuera de esta a
través de otras instituciones sociales (Cantón y Cortés, 1997; Corsi, 1994; DIF, 2004).
En relación a los tipos de maltrato infantil, Corsi (1994) identifica tres: a) las
formas activas de maltrato, en las que incluye el abuso físico, el emocional y el sexual; b)
Por otra parte, Cantón y Cortés (1997) consideran que el maltrato infantil adopta
infantil, al ser más general y cubrir de alguna manera las otras propuestas: formas pasivas,
En ralacion al abuso sexual, se sabe que las víctimas son tanto hombres como
mujeres. Sin embargo, debido a que la incidencia de abuso hacia los hombres es menor en
A principios de los años setenta se comenzó a hablar sobre el “síndrome del niño
maltratado” dado que antes no se había reconocido la violencia que viven los menores
dentro del hogar. Se consideraba que el padre y la madre, al tener la función de educar,
hacían bien en utilizar los golpes como un método educativo y legítimo. Como dice Ruiz
(2002):
que los adultos tenemos de ese mal llamado derecho a la corrección; como
ejemplo de ello podemos señalar las veces que hemos dicho o escuchado
con los padres, quienes reproducen prácticas tradicionales de educación, y que aunque
lleguen a ser violentas, son aceptadas por la sociedad respaldándose en la idea de que
En la actualidad son pocos los menores que se atreven a expresar el maltrato que
viven, tal y como lo menciona Lammoglia (2002) al plantear que estos menores llegan a
creer que se merecen ese tipo de trato particularmente porque el acto violento proviene de
una persona con autoridad; otros piensan que si se callan evitarán más maltratos.
Los niños que son víctimas de maltrato llegan a ocupar un lugar inferior en la
jerarquía de la familia, sin embargo desde ese lugar están observando e incorporando
estas pautas recurrentes que utilizan los adultos en relación con las personas que tienen
menos “poder” o que son más “débiles” y como una forma de relación interpersonal y de
solución de conflictos.
familia, las características y roles de los padres y de los hijos, la relación entre los padres
y la relación entre padres e hijos, las relaciones sociales, las situaciones de estrés, la falta
social.
Entre los mitos y creencias que sostienen la violencia, Corsi (1994) señala los
siguientes:
1. Hay una falsa creencia con respecto a que los casos de violencia intrafamiliar son
que al menos 10% de los casos son ocasionados por algún tipo de trastorno
psicopatológico.
2. Otra creencia es que la violencia familiar es un fenómeno que sólo ocurre en las
clases sociales más carentes, cuando en realidad la pobreza y las carencias educativas
3. Un mito muy grave es creer que las mujeres que son maltratadas por sus compañeros
disfrutan de esa situación, cuando en realidad la mayoría de los casos reflejan que las
mujeres que sufren situaciones crónicas de abuso no pueden salir de ellas por una
ejerce.
como la violencia física, cuando en realidad el abuso emocional continuo, aun sin
persona.
6. Por último existe la creencia de que la conducta violenta es algo innato, que pertenece
a la esencia del ser humano, lo que es falso, ya que la violencia es una conducta
tratado de explicar la violencia, especialmente la ejercida por los varones, abarcando una
amplia gama de factores considerados como desencadenantes de la misma. Para esto, nos
apoyamos en la investigación realizada por Daniel Ramírez (2005) quien hace una
revisión de distintos modelos de atención para hombres que ejercen violencia en el hogar,
mismos que tomamos como referencia para proponer los que se explican a continuación:
1. Modelo médico-psiquiátrico.
2. Modelo psicológico-individual.
4. Modelo psicosocial.
quien ejerce violencia, sin considerar la interacción entre individuo y sociedad. Desde
mujeres a fin de descubrir condicionantes genéticos únicos en los hombres, como la que
(en Ramírez, 2005); sin embargo los aspectos biológicos no representan la única
desmentido por autores como Montagu (en Ramírez, 2005) quien señala que la herencia
sólo proporciona la potencialidad y que en realidad el resultado queda fijado por las
predictores de violencia entre los enfermos mentales tales como un historial previo de
agresiones, trastornos del pensamiento, daños cerebrales, etc., de igual modo se han
Ramírez, 2005). Sin embargo, Ramírez señala que estas explicaciones poseen tres
limitantes: a) si bien algunos hombres que ejercen violencia padecen algún tipo de
trastorno, sólo entre un 10 y 15 por ciento de los casos de violencia está relacionado con
psicopatológico único; y c) no explica por qué se presenta con mayor frecuencia hacia las
aunque esto se debe a que estos casos (de alcoholismo y drogadicción) eran los más
Actualmente y en oposición a esta idea, autores como Adams y Corsi (en Ramírez,
2005) plantean que estos factores son sólo una parte del problema y que no cubren la
circunstancialidad del mismo, por lo que muchas personas los usan como justificantes; el
no las ocasiona, ya que muchas personas alcohólicas no usan la violencia dentro del hogar
o por el contrario mantienen relaciones abusivas sin consumir alcohol u otras drogas.
Modelo psicológico-individual.
partiendo desde la propia persona que ejerce el acto violento. Mucho del trabajo realizado
violencia.
Lammoglia (2002) plantea que la inseguridad y la baja autoestima entre otras, son
llegando incluso a dominar a su esposa. El mismo autor, dice que estos hombres buscan
mujeres con ciertas características de docilidad para ejercer un mal trato hacia ellas, a
Por otra parte, Corsi (1994) menciona que, en general, los hombres que ejercen
igual forma habla de un sentimiento de omnipotencia que se llega a generar tras maltratar
a los miembros de su familia. Considera que estos hombres constantemente tienen miedo
que existen dos tipos principales de hombres que ejercen violencia: aquellos que se
conductas más violentas, tanto dentro como fuera del hogar; y aquellos quienes se
muestran más dependientes y que son más depresivos y celosos, y ejercen la violencia
Ruiz, 2002) consideramos que éstos sí pueden llegar a ser parte importante de lo que un
hombre siente al momento de ejercer un acto de violencia, sin embargo, no creemos que
expliquen por completo las causas de la misma al dejar a un lado la relación con el medio
Por otra parte existen dos corrientes y propuestas psicológicas que han intentado
explicar la violencia: una desde la teoría del aprendizaje y la otra desde el psicoanálisis.
personas que fueron expuestas a algún tipo de maltrato dentro de su familia de origen,
investigación que el mismo autor realiza sobre este supuesto, se considera que ser
observador de una situación de violencia en la infancia, tiene una importante relación con
Siguiendo con estas ideas, Bandura (en Ramírez, 2005) señala, en su teoría del
aprendizaje, que los niños a través de las experiencias directas y vicarias van
ambiente inmediato; los niños llegan a aprender que la violencia es una forma eficaz y
aceptable para hacer frente a las frustraciones del hogar. Así mismo Barker y Nascimento
(en Ramírez, 2005) plantean que además de la familia existen otros espacios como la
Por otra parte, Del Castillo Falcón (2002) explica que existe un ciclo de la
violencia donde aquellos niños que han crecido en un ambiente de violencia, ya sea que la
generación este estilo de interacción como parte de su forma de relación con otras
(1994) menciona que en su trabajo con hombres que han ejercido violencia, ha
encontrado que los primeros contactos que tuvieron éstos con la violencia se presentaron
miedo a la castración para incluir cuestiones relacionadas con el papel social. Es a partir
todo aquello que tenga que ver con lo femenino, imagen de la que se va diferenciando,
para así comenzar a identificarse con el papel e imagen masculina. Esto implica no sólo
evitar lo femenino, sino también adoptar aquellas actitudes y conductas que son propias
de su identidad social como varón, mismas que poseen un fuerte prestigio social al ser
más activas y públicas, y entre las que se puede encontrar el ejercicio de la violencia
Al respecto, coincidimos con Burin (Burin y Meler, 2000) cuando señala que:
Esto nos permite presentar al psicoanálisis como una importante propuesta que
posibilidades de cambio.
personalidad, el estado mental, el abuso de sustancias, etc., por parte de la persona, son
una mayor frustración y estrés, que hacen más probable la aparición de conductas
determinado; incluso se sabe que a medida que ascendemos en la escala social, existen
El mismo autor plantea que aun cuando las condiciones ambientales como la
pobreza, la descomposición del tejido social, crisis económicas, etc., pueden llegar a
favorecer la aparición de actitudes y conductas violentas, esto no explica por que entonces
la violencia es más frecuente en los varones que en las mujeres si ambos se desarrollan en
violencia que ejercen los varones es propiciada por la violencia estructural al interior de
una cultura como la nuestra, en donde se desarrolla como un medio lícito y legítimo para
la solución de conflictos. Tal y como lo explica Corsi (1995) cuado dice que la conducta
perspectiva de género.
Modelo psicosocial.
Por un lado existe una propuesta que considera diversos factores de tipo
psicosocial que postula que la violencia ejercida por los varones es resultado de un estado
emocional intenso definido como ira que interactúa con diversas variables como actitudes
roles sexuales y la inferioridad de la mujer, así como con ideas distorsionadas sobre la
en Ramírez, 2005).
Otra propuesta es el Enfoque Ecológico, que toma en cuenta factores como las
características intrapsíquicas de las personas, del grupo familiar, del contexto próximo en
que se halla inserto ese grupo familiar y del contexto general al que pertenece.
dentro de la siguiente. Corsi (1994) explica cada una de estas estructuras vinculandolas
violencia familiar; se ha definido al entorno más amplio como una sociedad patriarcal,
dentro de la cual el poder es conferido al hombre sobre la mujer, siendo este el eje que
estructura los valores históricos de la sociedad occidental. Las formas más rígidas de
hijos al jefe de familia. También en esta esfera se establecen las normas sociales,
entorno social más visible, como lo son las instituciones educativas, recreativas,
laborales, religiosas, judiciales, entre otros que mediatizan los valores culturales; la
la generación de actitudes.
como resultado que los varones se identifican con el agresor interiorizando lo que
indefensión ubicándose así en el lugar de la victima del maltrato. Así mismo en esta
esfera, se incluye el nivel individual, el cual incluye las formas que tiene la persona de
agresivo, ya que éstas son adquiridas en la familia de origen desde la más temprana
infancia. Volveremos sobre este tema al explicar la violencia que se ejerce contra los
niños y niñas.
El término género es entendido hoy como una categoría de análisis, sin embargo,
no siempre ha sido así. El término comienza a utilizarse en los años setenta, impulsado
culturales de la biología (Lamas, 1996). Stoller en 1968 (en Lamas, 1996) introdujo a las
masculino.
Para Scott (en Lamas, 1996) el género posee cuatro elementos: a) los mitos y
implica en la concepción y construcción del poder, mismo que se desarrollará con mayor
Martha Ramírez (2002) explica que la idea central de una perspectiva de género,
los significados que cada cultura atribuye a este hecho. Al igual que Lamas, entiende esta
categoría como una construcción sociocultural a partir de la cual las diferencias entre
hombres y mujeres ya no se basan sólo en atributos dados por la naturaleza sino que se le
otorga un papel relevante a la vida social dentro de este proceso de construcción. De esta
lugar que cada uno ocupe en la sociedad varían en cada cultura y siempre
acción simbólica colectiva, ya que a través del proceso de constitución del orden
simbólico en una sociedad, se construyen las ideas de lo que deben ser los hombres y las
mujeres. Puntualiza que la categoría género permite delimitar con más claridad y
A partir de esta categoría es posible pasar del terreno biológico (que determina la
diferencia entre los sexos, como en el caso del psicoanálisis) al terreno de lo simbólico,
donde aparece esta desigualdad (Lamas, 1996). Es a partir de esta perspectiva que es
posible explicar las jerarquías y las relaciones desiguales de poder. Más adelante, en el
y roles de género que surgen como consecuencia de ese orden simbólico colectivo sobre
roles de género, se produce una crónica situación de violencia en la estructura social que
doméstico (Ruiz, 2002). De igual modo, Ramírez (2005) considera que como sociedad
todas las personas en un estatus social particular, incluyendo los papeles asignados a
hombres y mujeres. Estas normas socioculturales pueden llegar a favorecer y crear ideas
por parte del hombre. Esta situación predispone la tolerancia a las conductas violentas de
Para finalizar, recordemos que la violencia está dirigida hacia grupo de personas
considerados como más débiles, siendo estos las mujeres, los niños y las niñas y las
personas mayores Corsi (2003). A continuación se exponen las definiciones, los tipos y
algunas características de la violencia dirigida hacia las mujeres y hacía los niños y niñas.
partir de la perspectiva de género, desde la cual se pasa del terreno biológico al terreno de
situación de violencia en la estructura social. Es así que la violencia afirma esta estructura
interacción y de ejercicio del poder por parte de los varones (Torres, 2001).
Lamas (1996) refiere que la cultura marca a las personas con el género y el género
marca la percepción de todo lo demás; la lógica del género es una lógica que poder y
agente social con su complicidad o consentimiento, es decir, que existe una aparente
aceptación social de este ejercicio de poder y de subordinación que tiene como sustento la
por lo tanto, el orden social masculino está tan profundamente arraigado en lo simbólico
Paralelo a estas ideas, Calveiro (en Luján et al., 2004) define el poder como el
Patriarcado.
23).
relaciones que usa a los individuos para imponer el control sobre sí mismos y sobre otros
(hombres y mujeres) para usar sus recursos y reforzar el dominio del modelo que es
Iturralde (en Corsi, 2003) explican que lo femenino ha sido desvalorizado y oprimido
tanto en los hombres como en las mujeres, al mismo tiempo que se han sobrevalorado las
Por lo tanto, las mujeres, los niños y las niñas han sido los más desfavorecidos de
la sociedad patriarcal, aunque también los hombres han sufrido las consecuencias al
impuesto desde que son niños y que los conduce a perder gran parte de su potencial
humano relacionado con la sensibilidad, el afecto o el compromiso familiar, más allá del
aspecto económica.
Bourdieu (1998) considera que así como las mujeres ejercen actitudes como la
controlar. Más adelante se explica con mayor detenimiento estas actitudes en los varones.
Montoya (1998) plantea que los varones recurren a diversos métodos de control y
regulación para mantener este orden social. Explica que para comprender entonces las
relaciones desiguales de poder, como consecuencia del sistema patriarcal que posiciona a
los varones en lugares privilegiados y de dominación sobre los demás, con mayor
individuo, Castañeda (2002) habla del patriarcado haciendo referencia a una de sus
manifestaciones: el machismo, y plantea que: “no es necesario ser hombre para ser
machista: muchas mujeres también lo son, en una amplia variedad de contextos y roles”
(p. 22). Esto no implica aspectos de carácter únicamente, sino que se trata de una forma
desigualdad de poder entre las personas, en el que uno de los dos ocupa un lugar superior
y por encima del otro, ejerciendo actitudes de control, sujeción y dominación sobre la otra
persona. Y dado que el patriarcado es un orden social que implica una serie de valores,
por los hombres contra mujeres, niños, niñas y contra otros hombres en un
esfuerzo por afirmar poder y dominio sobre los demás. La violencia de los
El mismo autor expone una serie de expectativas que los hombres tienen de su
pareja-mujer, como parte del patriarcado, por lo que buscan tener el control en su
relación:
atenciones y servicios de sus parejas (sobre todo domésticas). Esperan que ella haga
cosas que lo agraden. Una forma de lograr sus expectativas es si ella se convierte en
una mujer de hogar. El centro de esta expectativa masculina es el deseo de que la vida
de su esposa o compañera gire en torno a él, que primero este él, luego sus hijos y
pareja. Estos hombres no se oponen a que su pareja trabaje, siempre que no descuide
que entienda que ellos tienen actividades e intereses en la vida pública, necesidades de
libertad y mayor necesidad sexual; si ella entendiera eso no tendría por que reclamar
tanto. Los hombres participantes interpretan los reclamos de su pareja como una
pareja continúan es necesario que ella cambie pues la problemática la tiene ella al no
ser comprensiva.
dominar a las mujeres obliga a todos los hombres a “llevar las riendas de su relación
de pareja”; ella debe casi pedir autorización para decidir cosas. Los hombres quieren
sentir que sus esposas los necesitan. La característica que garantiza esa situación es
e) Que ella sea “fiel” (control de la sexualidad femenina). Los hombres esperan
con otras mujeres por ser del género masculino. Si la pareja se atreve a violar estas
normas desiguales puede ser motivo para terminar la relación o para vengarse de ella,
f) Que “le tenga hijos” (fecundar como prueba de virilidad). Muchos hombres valoran a
sus parejas por su capacidad reproductora. Ser padre es una necesidad importante de
muchos hombres que esperan realizar al establecer relaciones de pareja. El ser padre
Por otra parte también menciona una serie de temores, presentes en los hombres
poder:
a) Miedo a ser dominado. Este es el temor más frecuente expresado por los hombres,
los que quieren “dominar”. Estos hombres viven su relación de pareja como una lucha
y celos de poder, piensan que en la relación o se está por encima de ellas o se está por
vergüenza no poder dominar a su pareja por que significa que son dominados y por
desatiende el hogar y tiene intereses propios ajenos a su relación de pareja; esto hace
que los hombres se sientan marginados, no valorados y lo interpreten como falta de
c) Miedo a que la esposa tenga relaciones con otro. Este temor impulsa a muchos
hombres a controlar a sus parejas: que ella no se pinte, que no se arregle, que no tenga
un trabajo donde esté con muchos hombres. El temor a que la pareja tenga relaciones
con otros lleva a algunos hombres a la agresión sexual. El miedo a que la esposa se
acueste con otro en el fondo es el miedo a perder el control sobre ella y perder el
el acto sexual. A otros no les importa si la mujer goza o no la relación sexual, ellos
están centrados en satisfacer sus propias necesidades y utilizan a la mujer sólo como
un objeto sexual.
que las relaciones entre los hombres y las mujeres son definidas como relaciones
violencia como medio para mantener el control. Interpretar la historia de la relación entre
los sexos a través de la autoridad masculina versus la sumisión femenina refuerza el mito
del dominio de un género sobre otro, ante lo cual considera que no es unidireccional (del
hombre hacia la mujer) sino que varía conforme a la posición que ocupe el sujeto en
relación con los demás. Continúa diciendo que el poder está en las relaciones inter e
específicas en que se dan la relaciones entre las personas y por la situación específica que
Creemos que es necesario señalar que, como plantean Epston y White (1993), esta
la diferencia entre los sexos, por lo que “es importante también considerar el espectro más
general del poder, no sólo sus aspectos represivos sino al mismo tiempo sus aspectos
constitutivos” (p. 35). Foucault (en Epston y White, 1993) sostiene que las personas
también experimentamos los efectos positivos y no sólo los negativos que descalifican o
limitan. Plantea que estamos sujetos al poder por medio de “verdades normalizadoras”
que configuran o “construyen” nuestras vidas y nuestras relaciones. El mismo autor (en
Ramírez, 2002) entiende al poder bajo una óptica relacional como un conjunto de
acciones sobre otras acciones; siempre es una manera de actuar sobre un sujeto a su vez
actuante, en tanto que actúan o son susceptibles de actuar. Retomando a Martha Ramírez
(2005), se trata de un poder que no es unidireccional pero que depende de la posición que
ocupen las personas en la jerarquía social, del momento específico de sus vidas y de las
reconocer que las mujeres no son víctimas de un sistema masculino opresor, sino que son
seres actuantes igual que los varones, capaces de constituir y construir sus relaciones y
sus vidas.
En el caso de los varones, el tradicionalismo nos lleva a pensar el poder masculino
como ese sistema que limita, somete y controla. Sin embargo, Martha Ramírez (2002) a
partir de su investigación con hombres que ejercían violencia, afirma que los hombres, al
igual que las mujeres, son producto de un proceso social y han mantenido posiciones
primarias:
En relación a estas relaciones primarias la misma autora señala que bajo estas
consideraciones, cabe introducir el término “padecer” como una instancia que permite
conocer hasta que punto estuvo presente la violencia en la vida de los sujetos, dirigida a
para el hombre (en el caso particular) que la ejerce, por sentir o creer que se tienen el
no significa que se de un cambio en ellos ya que como Corsi (1994) explica, existe un
durante la cual se produce una sucesion de pequenos episodios que llevan a roces
explosion de violencia que puede variar en gravedad; y por ultimo c) la luna de miel, en la
disculpas y la promesa de que nunca mas volvera a suceder. Al cierto tiempo vuelven a
poder se manifiesta al interior de las relaciones como una forma de sujeción, dominación
y control, pero no es la única. Creemos que también implica que como personas somos
por lo tanto capaces de transformar esa relación mediada por la violencia. Ver y pensar al
poder sólo desde su negatividad, como una forma de dominio, limita a la mujer al verse
satisfactorias.
Masculinidad.
incluyendo con mayor frecuencia en diversos discursos que han buscado incluir una
en todos sus ámbitos, principalmente en lo económico. De alguna forma les resulta difícil
a los hombres encontrar algo que reivindique sus cualidades tradicionales: fuerza física,
iniciativa e incluso imaginación. También se han presentado cambios dentro del ámbito
mujeres han ido ocupando espacios de mayor competencia laboral y son capaces de
2002).
diferencia entre los géneros queda establecida por estructuras de poder que reproducen la
imagen patriarcal como la máxima autoridad social, esto último como parte de lo que la
Para apoyar estas ideas, Lagarde (1997) menciona que ser mujer o ser hombre es
un hecho sociocultural e histórico. Más allá de las características biológicas del sexo,
existe el género. Los géneros son históricos, y en ese sentido son producto de la relación
entre biología, sociedad y cultura, y por ser históricos devienen y presentan una enorme
ocupan en relación con el poder, y todo lo que se atribuye al sexo, es presentado por el
fenómeno del etnocentrismo, como universal. De tal manera que cada cultura, y en ella
únicas formas de ser hombres y mujeres; como si siempre hubiera sido así, y como si
siempre fuera a ser así. En nuestra cultura, las formas de ser hombres y mujeres son
De la misma forma, Gilmore (1994) explica que “las ideologías respecto a las
que deben ser y hacer cada uno de los sexos, es decir, en los estereotipos y roles de
viene dada en función de las características y diferencias sexuales. Los roles de género
de proveedor, ya que como señalan Luján et al. (2004) en su investigación con mujeres,
éstas creen que “las tareas de los hombres con respecto a su familia consisten en dar la
manutención de los hijos, proteger a los miembros del hogar, proporcionarles vestido,
calzado, formación académica y ser los responsables de poner los límites en la casa” (p.
cuenca mediterránea, que para ser un hombre uno debe preñar a la mujer, proteger a los
(p. 217). El mismo autor postula que en la mayoría de las sociedades las mujeres se
autorrealización personal.
de ser varón que implicaría ser un hombre casado y con hijos, con varias parejas, rural o
En relación a las mujeres, Ander-Egg (en Fajardo y Ricalde, 2004) menciona que
tradicionalmente en nuestra cultura ser femenina significa ser suave, dulce, afectiva,
lo masculino, ya que como explica Suárez (en Corsi, 1994) los hombres son designados
como la máxima autoridad de la casa, además de tienen que ser independientes, libres,
que para los hombres el trabajo es su única preocupación vertebral, ya que en la sociedad
occidental, la masculinidad deriva fundamentalmente del trabajo y del éxito laboral que
puedan llegar a tener, mientras que para las mujeres el éxito surge de cuidar el hogar.
Siguiendo con estas ideas, Kimmel (en Barrios, 2003) plantea que existe una
que un hombre: a) no sea maricón, es decir nada femenino; b) que sea importante, en base
a su posición económica, política o social; c) que sea fuerte, resistiendo los embates de la
vida sin quejarse y d) que sea violento, ya que esto significa valentía y decisión. Vemos
de esta forma que las mujeres son confinadas a desenvolverse en los espacios privados,
Al respecto Gutman (1997, en red) ha hecho una breve reseña de diversos estudios
masculinidad puede entenderse hasta de cuatro formas distintas, y en todas ellas está
cultura. Estas generalidades de entender la masculinidad son: a) cualquier cosa que los
hombres piensen y hagan, noción relativa a la identidad masculina; b) todo lo que los
hombres piensen y hagan para ser hombres, noción relativa a la hombría; c) lo que
inherentemente o por adscripción implicaría “ser más hombres” que otros hombres,
noción de que se entendería por virilidad y d) cualquier cosa que no sean las mujeres,
Al hablar de los estereotipos que existen sobre los varones, es importante hablar
del machismo, como una forma y postura extrema del ser varón, como lo mencionaba
líneas antes Gutman, al referirse a lo que los hombres hacen para “ser más hombres”.
Al respecto, Kimmel (en Barrios, 2003) menciona que en algunas culturas cuando
perpetúan el poder de los hombres sobre otros, y de los hombres sobre las mujeres. Se
trata de la búsqueda del hombre individual por acumular aquellos símbolos culturales que
denotan virilidad, señales de que él lo ha logrado (ser hombre). Se trata de esas normas
que son usadas contra las mujeres para impedir su inclusión en la vida pública y su
distintos tipos de hombres tienen a esos recursos culturales que confieren la virilidad y de
cómo cada uno de estos grupos desarrolla sus propias modificaciones para preservar y
reclamar su virilidad.
supuesto de que no es suficiente pertenecer al género masculino, se trata de “ese extra que
características tales como la dominación sobre las mujeres, competencia entre los mismos
violencia.
Ramírez (en Montesinos, 2002) indica que el machismo “es una categoría que nos
(p. 95). Sin embargo, Bourdieu (1998), Gomensoro y cols. (1998) y Kaufman (1997) han
reconocido que este ideal de virilidad o de hombre auténtico implica no sólo los
hombres en espacios laborales y públicos. Estos autores plantean que esta condición
machista no sólo es un privilegio, sino también una carga para los hombres, ya que
agresividad; como consecuencia existe un miedo al estigma que los produciría no cumplir
con estos parámetros. A la par, Gilmore (1994) plantea que los cultos a la virilidad están
desempeñar el papel del varón, lo cual demuestra que la vida es dura y agotadora en casi
todas partes y a los varones les suelen tocar los trabajos “peligrosos” en razón de su
anatomía y que hay que presionarlos para que actúen. Las ideologías de la virilidad
obligan a los hombres a prepararse para la lucha bajo pena de verse despojados de su
identidad.
concuerdan al identificar que los varones no sólo son los victimarios insensibles, o los
despiadados destructores, sino que a pesar de que ser el sexo dominante, en el sentido
tan supravaloradas. Por un lado se enfrentan a los sentimientos de dolor y tristeza, así
como de frustración y miedo, pero al ser los representantes de esta figura de hombres
masculina: “el verdadero hombre oculta su miedo, su dolor y resiste estoicamente las
duras pruebas de la virilidad” (p. 35). Lo anterior se relaciona con la dimensión del
padecer masculino del que hablaba Martha Ramírez en el que los hombres han vivido el
Estas formas de ser hombre y de ser más hombre, son dictadas por el orden social
denominado como patriarcado que permite relaciones de poder desiguales, teniendo como
los ámbitos de la cultura (Montesinos, 2002), “así, la identidad genérica será producto de
nuevas formas de entender y comprender lo que (en este caso) implica ser hombre y lo
Para Montesinos (2002) “la masculinidad tiene como referente constante las
relaciones entre los géneros que se reproducen, primero, en el espacio privado, y luego,
en el público” (p. 133). Según Agnes Heller (en Montesinos, 2002) la reproducción del
género, tanto la identidad de lo que es ser hombre como la identidad de lo que es ser
que enseñar las relaciones sociales a los niños y así perpetuar la cultura.
Así, puede verse a la familia como una síntesis del sistema social además que cada
familia reproduce culturalmente a la sociedad y toma de ésta, lo que considera mejor para
sí, a partir de la experiencia de cada uno de sus miembros; por lo anterior es posible
circunscribe a una única definición de la identidad del varón. De hecho se debiera hablar
todas las posibles y variadas formas que existen de ser hombre, razón por la que el
esferas.
la violencia.
CAPITULO III
Método
estudio se realizará, así como la descripción del escenario y de los participantes de esta
investigación, con el fin de conocer desde que perspectiva se llevará a cabo la obtención y
Los investigadores
hacia la dignidad humana, teniendo como lema y estilo de vida el “ser para servir”.
género, etnia, condición socioeconómica y cultura. Creemos también que como personas,
ambos sexos somos capaces de generar formas sanas y satisfactorias de relación, así como
de transformar aquellas que nos impidan nuestro desarrollo integral. Por lo mismo,
pensamos que dentro del fenómeno de la violencia intrafamiliar, ambos géneros llegan a
que se espera que sean y hagan tanto hombres como mujeres, condicionando su desarrollo
el cafés públicos, con el propósito que los entrevistados se sintieran cómodos para hablar
Sujetos de Investigación
buscaron con base a los siguientes criterios: a) que sean hombres entre 30-50 años; b) que
tengan una pareja mujer; c) que no asistan a ninguna institución que atienda casos u
que no hayan sido partícipes en ningún tipo de servicio psicológico, ya sea terapia, grupos
de apoyo o talleres. Este último criterio, merece una especial atención, debido a que
Procedimiento
técnica de la entrevista a profundidad, así como la guía temática para realizarla. Por
último se explican los pasos que se llevarán a cabo para realizar la investigación y obtener
los datos.
como objeto la búsqueda de los sujetos y su mundo social de representaciones. Por otro
lado Merleau-Ponty y Paul Ricoeur (en Sierra, 1995) plantean tres principios generales
permiten involucrarse para interpretarlo de la forma más integral posible” (p. 83), de esta
sería la metodología más adecuada para allegarse a los significados que le dan los
hombres a la violencia, así como a los factores culturales e ideológicos que se encuentran
en su discurso, puesto que como menciona Sierra (1995) a través de ella, se pueden
conocer los significados sociales, debido a que las personas interactúan con otros sujetos
y las cosas sobre la base de sus propios significados, lo cual determina el rumbo de sus
acciones.
Dentro de la investigación cualitativa existen diversas técnicas para abordar la
de referencia constante, por lo tanto, las entrevistas constituyen una relación diádica
y abierta, requiere de una guía flexible que aborde los temas que fundamentan la
investigación. Por lo tanto, la guía temática, las preguntas generadoras y el orden de las
padre y/o madre, quien mantiene el hogar, trabajo de los hijos, nivel de estudios,
B. Significado de la violencia
2. ¿Me podría dar un ejemplo de esto? ó ¿para ud. qué sería hacer algo violento?
(explorar algunas de las cosas que para él significan hacer algo violento)
3. Siempre ha creído o pensado esto acerca de la violencia? (si responde que no,
preguntar qué es lo que pensaba antes que era la violencia, preguntar cuándo o a qué
4. ¿Con qué cosas que la gente dice que es violencia ud. no está de acuerdo, es decir, no
cree que así es? ¿por qué? (explorar con qué definiciones o significados de la
5. ¿Con cuáles cosas que la gente dice que es violencia sí está de acuerdo, que sí cree
que es así?
anteriores
circunstancias, etc.)
4. ¿Alguna vez a lastimado a alguien con quien tenga una relación cercana? (amig@,
pareja)
5. ¿Qué siente cuando esto pasa? (cuando lastima a una de estas personas).
6. ¿Hay algo que pase por su mente (antes, durante y después) de que esto sucede?
7. ¿Hay algo que sus hijos / esposa / otr@s en su familia hacen, para que ud. pierda el
control, para que haga algo violento? (algo que pase de manera externa para que
8. ¿Siempre que sus hijos / esposa / otr@s hacen eso, ud. reacciona de forma violenta?
9. ¿Cree que hay ocasiones en las que ell@s no hacen cosas para que ud. se moleste, y
D. Relaciones de poder.
1. ¿En alguna ocasión ha sentido que su pareja / hijos o alguien de su familia, hacen
2. ¿En alguna ocasión ha sentido que su pareja / hijos o alguien de su familia, hace cosas
3. ¿Alguna vez ha tenido la sensación de que su pareja / hijos o alguien de su familia “se
4. ¿Alguna vez le han dicho que alguien de su familia se le está saliendo de las manos?,
o ¿que no debe permitir que su familia haga lo que quiera por que se le va a salir de
1. ¿Para Ud. cómo cree que debe ser una mujer? ¿una mujer ideal?
2. ¿Hay algo de lo anterior que le haga falta a su pareja? (identificar algunas posibles
piensa en un hombre?
4. ¿Para ud. qué es lo que hace o debe hacer un hombre? ¿es decir, lo que un hombre o
5. ¿Qué es lo que hace un verdadero hombre, un hombre muy masculino? (un auténtico
hombre)
9. ¿Para ud. cómo cree que debe ser una relación entre un hombre y una mujer? (quién
debe de tomar las decisiones, quien debe llevar las riendas de la relación y de la casa).
10. ¿Qué cosas debe hacer cada uno dentro de la relación (el hombre y la mujer) para que
consiguieron a los hombres participantes, para lo cual se acudió a lugares públicos como
plazas comerciales, iglesias y parques. Una vez que se llegaba a ellos dentro de los
mostraba una carta de autorización emitida por la Universidad Marista de Mérida y se les
comentaba la forma en como se requería su ayuda; b) una vez que la persona aceptaba
comunicarían con ellos en los próximos días para concretar una cita, para llevar a cabo la
entrevista; y c) una vez hecha la cita, se decidió el lugar, mismo que podía ser el
domicilio del participante, uno de los domicilios de los investigadores o cualquier otro
Análisis de datos
abreviaturas o códigos para indicar el tema al que pertenecen. Una vez agrupada la
entrevistados.
Resumen de la metodología
misma que brinda información sobre las experiencias pasadas y presentes de la persona
del entrevistador.
torno a ésta.
Por último, una vez hechas las entrevistas, se analizó la información con base a la
Resultados
categorías temáticas.
investigación, argumentando que les parecía un tema muy delicado e íntimo. Por lo que
Una vez hecho los contactos hubo personas que tras aceptar participar en la
por que su esposa le pidió que no “ventilara los problemas familiares”; otras personas
muestra se redujo de ocho personas a siete. También hubo participantes que una vez
establecida la fecha de la entrevista, reprogramaron el encuentro en varias ocasiones, pero
nosotros también nos pusimos nerviosos. Esto sugeriría que a pesar de la información y
difusión que en la actualidad existe sobre el tema, aun sigue manteniéndose o pensándose
como algo de lo que no se habla abiertamente ni de manera personal con otras personas.
De las siete entrevistas, los investigadores realizamos tres en conjunto y cuatro por
separado: dos realizadas por Claudia y dos por Sergio. Esta decisión la tomamos en
mismos.
En cuanto a las entrevistas realizadas por separado, (Claudia) observé que durante
la primera entrevista que realicé, me fue difícil hacer de la entrevista una conversación,
puesto que la persona se limitaba a contestar únicamente lo que le preguntaba, sin mostrar
mayor interés más que el de dar información, como una “plática informativa”. Durante la
segunda, al inicio me mostré más directiva a fin de generar la conversación; conforme fue
avanzando la entrevista la persona fue más participativa hasta el grado en que comenzó a
proporcionar más información relacionada con el tema sin que yo tuviera que hacerle las
preguntas directamente.
Por mi parte, (Sergio) observé que durante la primera entrevista que realicé, el
entrevistado se portó muy atento y participativo. Sin embargo pude identificar, después de
participante, el cual se mostró enaltecido y por ende tomó el tema a modo de crítica
social pero poco personal, como posicionándose de manera externa al tema y no como
parte de él. Durante la segunda entrevista el desarrollo fue diferente. El participante
resultó de mucho provecho para que las personas se sintieran con la confianza para hablar
sentirse a gusto con el tipo de entrevista o “plática” (como lo mencionó uno de ellos) que
Rodrigo: El tema estuvo bien, me gusta por que lo van retomando bien…
mucho…
ayudó a hablar del tema, dándose cuenta de ciertos aspectos que antes no había
considerado. Esto también fue observado con otros entrevistados que mostraban sentirse
más cómodos y en confianza cuando se les mencionaba que más que una entrevista o
Nivel
Edad Estado Civil Escolaridad Hijos
Socioeconómico
PEPE 32 Casado – 6 Medio alto 3° Preparatoria -
años
MAX 35 Casado – 12 Medio Secundaria 1
años
RODRIGO 33 Soltero Medio Profesional -
REINALDO 31 Casado 12 Bajo Primaria 3
años-Separado
JAIME 47 Casado – 25 Medio Profesional 3
años
GREGORIO 31 Casado – 6 Medio Alto Profesional 2
años
LUCAS 35 Casado – 10 Medio Profesional 3
años
Es importante señalar que el nombre de los participantes, así como algunos datos
de los participantes tomando desde una hora hasta poco más de tres horas, en la entrevista
de mayor duración.
Resultados
temáticas elaboradas con base a los contenidos encontrados en los discursos de los
las causas o explicaciones que dieron los sujetos; b) familia de origen, entendiendo por
esto la dinámica y las relaciones que reportaron haber vivido en este ámbito; c)
experiencias con la violencia, entendiendo por ello las diversas vivencias en las que
reconocieron haber recibido violencia y también en las que ejercieron algún tipo de
ante las experiencias con la violencia, refiriéndose a las emociones que experimentaron
identificaron como factores que para ellos han contribuido a que disminuyan sus
a los estereotipos y roles de género que los participantes mencionaron, así como factores
Significados de la violencia.
de daño hacia otra u otras personas. Tres creen que se trata de una forma de dominio y
control sobre otras personas y dos mencionaron que la violencia no es sólo una forma de
dominio y control hacia otras personas, sino que también creen que puede usarse como un
Más de la mitad de los entrevistados cree que la violencia es una reacción que no
relación a lo último, dos de ellos, incluyen en su narración que se trata de algo innato,
también sobre los tipos de violencia que para ellos existen. En general encontramos que
que la mayoría denominó también como violencia emocional. Todos los entrevistados
señalaron que la violencia psicológica o emocional es la más dura y difícil, ya sea como
Gregorio: No tiene que ser sólo física, siento que hay varios tipos de
Reinaldo: Tal vez no hay daños físicos, pero hay daños con palabras,
La violencia económica sólo es mencionada por uno de los sujetos, mas no dice
explícitamente que se tratara de una forma de violencia, sino que la menciona como parte
Por otro lado, en cuanto a la violencia sexual dos personas la mencionan como
parte de su experiencia de vida, uno de ellos fue objeto de abuso y otro supo que sus
identifica como tales, aunque en su discurso pueden detectarse algunas actitudes que nos
sugieren que aunque no las reconocen, están presentes en sus relaciones de pareja:
decir todo lo que tienes por que sino tu esposa puede disponer
por los participantes fue el maltrato infantil, ya que aunque los entrevistados mencionaron
que algunos métodos para educar en ocasiones lastiman, algunos de ellos creen que más
Gregorio: Ahora bien, sí considero violento que le pega a sus hijos por
correctivo…
Entre las causas o explicaciones que los entrevistados asocian con la violencia, en
general mencionan distintos factores como las agresiones de otras personas, los celos, el
medio.
temperamento, aunque no desarrollan más esta creencia. Uno de ellos lo explica así:
personas en el mundo que yo, más que nada son temores, son
aprendizaje por observación al ver cómo sus padres se relacionaban entre sí y el trato que
violento con los instintos animales, como algo que es parte de la naturaleza humana:
negativo…
Rodrigo: Es un instinto de tener violencia, de golpear a alguien,
salir la violencia…
Reinaldo: Por que esto pasa de una generación a otra y cuando creces
Familia de origen.
de violencia dentro de ella, misma que se retomará con mayor profundidad en el apartado
siguiente.
Con respecto a la relación con el padre, seis mencionaron que la relación era
parte del tiempo recuerdan que sus padres estaban trabajando y al margen de su
educación, con excepción de los momentos en los que se requería reprender y enseñar a
veíamos…
Reinaldo: …mi papá era muy violento, una persona muy irresponsable,
Con respecto a la madre, todos refieren que la relación era cercana debido a que
etc., al mismo tiempo que llegaba a ser conflictiva puesto que sentían que la madre
permitía o justificaba hasta cierto punto el comportamiento violento del padre, o porque a
decir de cuatro de los entrevistados, ella también los agredía de manera física o
a chantajes).
Los entrevistados identificaron diversas vivencias en las que reconocieron que han
ellos, hablaron sobre las diversas situaciones en las que el padre los agredió o lastimó
física y emocionalmente. Como se señaló antes, uno de ellos recuerda haber vivido
violencia económica, que la explica como el control que su padre tenía del dinero. Los
maltrato físico. En estos casos se refieren al padre como alguien que estaba ausente o que
era mínima. De los siete uno de ellos reportó que su padre había fallecido cuando tenía
Sobre las formas activas de maltrato, tres de los participantes mencionan distintas
formas de abuso físico por parte del padre, como los golpes y que los obligaba a trabajar,
así como algunas expresiones y actitudes de su parte que hacían ver que era él quien tenía
el control de las cosas e incluso de sus vidas. De igual modo, algunos mencionan el
alcoholismo del padre como parte de los episodios de violencia al interior de su familia:
quedar mal, de una forma que se hiciera notar que él era el que
estaba a cargo…
manera directa, mientras que el segundo la reporta como una situación que vivieron sus
hermanas, aunque se refiere a ésta como algo que lo lastimó por el vínculo y relación que
Por otro lado, además de los abusos y maltratos ejercidos por el padre, cuatro
a chantajes).
Max: Toda mi vida fueron golpes, o sea, mis golpes más sencillos
agredo también…
De las experiencias de maltratos pasivos, la mayoría habla de abandono
siento… que tu papá no confía en ti, que te diga, que estás más
sea, se siente…
que sus padres ejercían sobre sus madres. En estos casos, aun cuando la acción no era
dirigida a ellos, lo recuerdan como un daño por haber sido observadores de estas
situaciones y por que finalmente la violencia tuvo efectos negativos al interior de sus
momentos de la entrevista, el impacto y papel que ha tenido en sus vidas, haber vivido
una situación de violencia intrafamiliar. Por un lado consideran que parte de sus
conductas violentas se relacionan con los aprendizajes que tuvieron de sus padres en
relación a la violencia, por otro, hablan de lo difícil que fue para ellos vivir estas
experiencias.
En cuanto a las experiencias en las que reconocieron haber ejercido algún tipo de
violencia, siendo adultos, todos los entrevistados refieren que la mayoría de las veces que
se ha dado dentro del hogar ha sido hacia sus esposas o parejas principalmente a modo de
insultos, humillaciones y malas palabras; dos refirieron situaciones en las que quisieron
controlar las decisiones de sus parejas, sin embargo tocaron este tema de manera muy
La violencia cruzada con su pareja, fue reportada por tres de ellos, tanto verbal
como física en dos de los casos, y uno de ellos mencionó haberlo hecho como medida
correctiva:
el problema radica en ¿qué iba a traer ella con esa actitud? otro
hijos. Las formas de maltrato que reportaron tienen que ver con: a) maltrato físico y
emocional, por estar fuera de casa mucho tiempo debido al trabajo; y c) maltrato por el
formas de control por querer tomar decisiones en lugar de sus parejas (dos). Lo que
predomina desde su forma de entender y definir sus conductas violentas, son acciones
menos fuertes e intensas en comparación a muchas de las experiencias que ellos vivieron
define a sí mismo como una persona violenta o que ejerza violencia de manera
Entre los sentimientos que los entrevistados reportaron como más significativos al
lastimados o heridos de una forma que a la fecha les es difícil olvidar. Esto expresaron
sé como olvidar.
En cuanto a los malos tratos de la madre, aun cuando cuatro de los participantes
haber lastimado a otra persona, especialmente si se trata de sus parejas o hijos. Algunos
comenta y me lo dice…
Podemos encontrar que los factores a los que los participantes le atribuyen sus
cambios se deben, por un lado, a su relación de pareja, porque su esposa o novia les
marcaron un alto y les hacen ver que están siendo violentos con ellas:
maltrato?’
Por otra parte, se mencionó la relación con los hijos, ya sea porque ellos les dicen
que están ejerciendo violencia para con ellos o con su madre, o por temor a que sus hijos
¿no?, pues realmente está mal por que ellos lo vieron y que
explicación le buscas…
que se dieron cuenta de las consecuencias negativas que les traía el ejercer violencia:
Pepe: … creo que en el fondo uno sabe lo que esta bien, no hay nada
algo mal.
Max: Uno tiene que elegir lo que uno quiere ser, te presionen, te
Masculinidad – Feminidad.
Por último se presenta las creencias e ideas que los entrevistados externaron en
torno a lo que son y hacen los hombres y las mujeres, es decir, sobre los estereotipos y
Antes de empezar a hablar sobre los estereotipos y los roles de género, nos parece
importante señalar que los entrevistados confunden los términos sexo y género, ya que
para ellos significan lo mismo, por lo cual ser femenina o masculino implicar el verse
como mujer u hombre y poseer ciertas características que ellos le atribuyen a la naturaza
de sus sexos, precisamente a partir de estas ideas es que surgen los estereotipos y los roles
de género.
principios; y las malas, con hábitos o estilos de vida inadecuados al ser seductoras,
libertinas y con una vida complicada. En relación a esto, las siguientes expresiones son un
en una familia.
Rodrigo: Para mí una mujer que va a un bar que no sólo va, como un
los papeles, otra que su hijo no la puede ver, otra que se salió
aspecto…
Con respecto al hombre señalaron características que tienen que ver con el aspecto
racional del ser humano, la toma de decisiones, responsabilidad, así como ser
competitivos y sobresalir:
Pepe: Que este dispuesto a luchar, tiene que ser una persona
ver ya sea por tu esposa, tus hijos, tus hermanos o lo que sea, tu
familia, tienes que ver que si salen mal las cosas hay que
como características necesarias en un varón, para que pueda ser definido como tal.
momentos y diversos ámbitos de sus vidas, por no cumplir con este modelo y con las
Pepe: … no es que el hombre tenga que ser así, que sea un ideal, si no
atrás y te pisan…
Gregorio: entonces ese tipo de cosas fueron determinantes, tal vez para
que yo pueda ser una persona súper tolerante, y por eso dicen
me hubiera gustado ser, sin embargo las acepto, las tengo como
agallas, temple…
Jaime: A veces dices: tienes que ser más hombre, hombrecito y todas
Los entrevistados reconocen este ideal del ser varón como algo que así debiera de
ser, pero que no siempre es posible o fácil de cumplir y que cuando no lo hacen, tienen
en lo que dices mira yo soy hombre porque hago esto o por que
hago todo lo que quiero por que soy hombre, eso es una
Continuando con los roles femeninos, con excepción de uno, los entrevistados
mantienen la creencia de que las mujeres deben ser hogareñas, es decir, ver por el cuidado
de la casa y hacerse cargo de las labores domésticas, cuidar de los hijos y del esposo y
Rodrigo: Hay ciertas cosas que yo sigo pensando que no deben cambiar
nunca, eso de: ‘es que la mujer debe ser tan libre como un
Sobre los hombres, los roles de género giran en torno a realizar trabajos pesados, y
el ser proveedores y autoridad de la familia, piensan que son los responsables del sustento
del hogar, les toca vigilar la educación que los hijos reciben, especialmente cuando hay
faltas y se debe poner disciplina, así como también es quien toma las decisiones
importantes dentro del hogar, es el rector de la familia; cuando se necesita debe también
corregir a la esposa:
Gregorio: El hombre tiene que cargar cosas pesadas por que una mujer no
decisiones al respecto…
familia, tienes que ver que si salen mal las cosas hay que
Uno de los entrevistados da un claro ejemplo de la importancia que tiene para él,
como varón, poseer el poder económico que se menciona líneas antes, para poder cumplir
Rodrigo: primordial para mí, que debe hacer es: trabajar lo suficiente
comodidad…
nada, no le dice nada o no responde de manera agresiva (usando las palabras del
circunstancias…
Por tanto refuerza la idea de que como hombre, es el rector, proveedor y protector
ello, los conceptos y enfoques relativos al tema eje de la investigación y que fueron
las experiencias y significados que hombres yucatecos le atribuyen a este fenómeno Para
el análisis de los datos se procedió a utilizar las mismas categorías temáticas en las que se
organizaron los resultados. Cabe señalar que debido al carácter cualitativo de esta
presentan en esta investigación. Por último se presentan las recomendaciones para futuras
Nos parece importante iniciar señalando que los sujetos que participaron en la
investigación , expresaron además de sus ideas, los sentimientos que estas experiencias
han generado en ellos y los cambios que encuentran en sí mismos en relación a sus
conductas violentas. Esto nos muestra que hablar de la violencia familiar, cuando se ha
pasado por esta experiencia, implica no sólo hablar de las definiciones que se tienen de
ella, sino también remontarse a aquellas situaciones en las que se vivieron y revivir las
emociones que estas vivencias han dejado en las personas. Asimismo pudimos constatar
que no hubo grandes diferencias en los discursos de los participantes de acuerdo a la edad
Significado de violencia
torno a una de las preguntas que guiaron la investigación: ¿Qué significado tienen los
ante un estímulo que perciben como amenazante, para lo cual utilizan la agresión como el
medio para dominar una situación o a una o varias personas. Reacción sobre la que
tienen poco control o conciencia de ésta. En tanto que la violencia es vista como un acto
Podemos ver que para la mayoría de los entrevistados no existe una clara
diferencia entre lo que es la agresión y la violencia ya que para ellos son sinónimos. Sin
embargo creemos que la agresión es una pulsión o característica natural en las personas
que tiene como fin el herir o lastimar a otros, cuando se percibe una situación de peligro,
a modo de defensa, mientras que la violencia es una construcción social que va orientada
de investigadores como Berkowitz (1996), Corsi (1994), Dutton (1997), que distinguen la
violencia y la agresión, tal y como fue observado en las respuestas de los entrevistados.
cualquier cosa, situación o persona que es percibida como amenazante y por lo tanto para
la misma a factores que son transmitidos a través de la genética o que son producto de la
herencia familiar, como parte de la naturaleza humana. Sin embargo, la causa principal a
forma en como se relacionaban sus padres y la manera como los trataban en su infancia;
relación que aprendieron en el seno familiar y que son aprobados culturalmente y que
posiblemente les sirvió como marco de referencia para sus futuras relaciones (Bandura,
en Ramírez, 2005; Del Castillo Falcón, 2002 ). Por lo anterior encontramos una
discrepancia entre la definicion y las causas de la violencia, ya que por un lado la definen
en términos de algo natural o innato en el ser humano, pero por el otro la explican a partir
de un proceso de aprendizaje.
humana, pues aunque reconocemos que los factores genéticos pueden contribuir a la
o principal. El contexto cultural y la persona misma son los determinantes para que este
potencial se ejerza o no. En este sentido, los factores biológicos no son determinantes
Sin embargo, vemos que, ya sea que expliquen la violencia a través del
aprendizaje o por factores biológicos, pensamos que desde su punto de vista ambas
responsabilidad sobre las conductas violentas y sobre la posibilidad de cambio. Como una
muestra de la posibilidad de cambio y de hacerse responsable de la propia conducta,
tenemos el ejemplo de Max, quien a pesar de reconocer que parte del maltrato que ejercía
en contra de su hija era resultado del maltrato que su madre ejercía hacia él, decide
acto conciente ni voluntario, lo cual nos sugiere que existe una importante incongruencia
entre las definiciones que presentan. Creemos que un acto que se reconoce con un fin
una falta de conciencia sobre sus actos y de las consecuencias de estos, sino que creen
que es el medio mas adecuado para lograr su objetivo, siendo asi mas facil decir que es
algo de lo que no se dan cuenta o inconciente y por lo tanto que no pueden controlar o
cambiar.
Es posible que el reconocimiento de estos dos tipos de violencia se deba a que los
daños físicos y emocionales son más evidentes que en los otros tipos de violencia.
entrevistados como formas de violencia por tres razones: la primera, por que no se
observa el daño que genera; la segunda, por que son formas de violencia con mayor
aceptación social, que se refuerzan en estereotipos y roles de género entre los que
destacan las ideas de que el hombre tiene el papel de proveedor y jefe de la familia por lo
que puede disponer y controlar tanto el dinero como la vida e incluso el cuerpo de los
suyos, y aun con más razón el de su pareja, viéndose como el dueño de su sexualidad,
mismos que son mencionados por los entrevistados y que se analizan más adelante y la
tercera porque existe un marco legal que sustenta estas formas de relación.
reconocidas por las mujeres por lo que se considera a estas actitudes como parte de la
significados que poseen las mujeres sobre violencia familiar, mencionan en sus resultados
que las mujeres no consideran la violencia sexual como una forma de abuso o como algo
que no debería de ser, si no más bien lo ven como una problemática en la relación de
pareja, al parecer porque prevalece en ellas la creencia de que su pareja tiene derecho
sobre su sexualidad. Es decir tanto en hombres como en mujeres prevalece la idea de que
la mujer debe cumplir con su rol de esposa, el cual incluye la disponibilidad de tener
violencia psicológica como un tipo de violencia que a su juicio, resulta más dañina que la
física. Esto nos lleva a pensar que hoy por hoy existe un mayor reconocimiento de esta
origen.
Otro tipo de violencia que fue encontrado, pero no reconocido del todo, fue el
maltrato infantil, puesto que aunque los entrevistados mencionaron que algunos métodos
para educar en ocasiones lastiman, creen que es necesario usarla como medidas
correctivas.
.
Creemos que la violencia dirigida a los niños es producto de una serie de variables
relacionadas con la familia y particularmente con los padres, quienes reproducen prácticas
tradicionales de educación, las cuales aunque son reconocidas como violentas por
nuestros entrevistados son en cierta forma aceptadas por la sociedad, ya que se hace con
el propósito de corregir las conductas inadecuadas de los niños (Villagómez, 2005). Por
otra parte, el origen del maltrato sigue siendo la mala interpretación que los adultos tienen
del derecho a la corrección (Ruiz, 2002), el cual es justificado con frases como la que
menciona Jaime al respecto: “el padre o la madre tienen que ser a veces enérgicos y es
parte también de una violencia, eso se acepta en la sociedad yucateca para la obediencia
Nos parece importante resaltar que aun cuando los participantes no identificaron
este tipo de medidas como maltrato hacia sus hijos, sí hablan de este maltrato y de sus
maltrato infantil (Informe mundial sobre la violencia y la salud, 2003, en red) recordamos
que éste implica siempre un daño real o potencial para el niño. Esto sugiere que los
entrevistados sí identifican ese daño en sus personas cuando hablan de las experiencias en
las que reconocen que recibieron algún tipo de violencia de sus padres, sin embargo es
posible que consideren que sus conductas o formas de corrección no ocasionan ninguna
especie de daño hacia sus hijos, sino más bien se trata de la formación y educación de los
mismos.
violencia o maltrato infantil hacia sus hijos se debe a que al comparar los
comportamientos y tratos que sus padres les dieron en su infancia y la manera en la que
ellos tratan a sus hijos, difieren en que las medidas correctivas que ellos utilizan no son
conductas violentas porque son menos intensas. Si bien es cierto que existe una diferencia
entre estas medidas que sus padres aplicaron en ellos y que identifican como experiencias
ciertas medidas correctivas aunque lastimen a los hijos, siempre y cuando se “canalicen”
Familia de origen
donde la madre se hace cargo de su cuidado y educación, en tanto que el padre se ocupa
Sobre la dinámica familiar, se reporta un padre ausente la mayor parte del tiempo
y relaciones marcadas por la violencia. Es posible que esto se deba, por un lado, al tema
estas experiencias. Por otro lado, los mismos entrevistados señalaron que la violencia
familiar fue parte de sus vidas y subrayaron el impacto que ésta tuvo y ha tenido en las
mismas
Algunos mencionaron que esta ausencia del padre debido a su trabajo, se traducía
trabajando y se mantenía alejado tanto de los hijos como de la esposa, lo que ocasionaba
la poca convivencia y relación con los mismos. Por su parte la madre era quien pasaba
mayor tiempo con los hijos cumpliendo con el papel de educarlos, cuidarlos y
alimentarlos, lo que ocasionaba que quien debía de aplicar, con mayor frecuencia,
medidas correctivas o sanciones (fueran físicas o emocionales) era ella. Las experiencias
de malos tratos que algunos de los entrevistados reportan de parte del padre tienen que
ver, además del alejamiento, con el dinero, pues era él quien lo administraba (en su papel
únicamente en los niveles sociales más carentes y con menor educación, si no que se
apartado de Masculinidad-Feminidad.
En esta sección analizaremos las experiencias que tienen que ver con la violencia
intrafamiliar que vivieron los entrevistados. Las primeras experiencias de las que nos
inferioridad en relación a la madre y al padre, por la idea de que éstos tenian la autoridad
sobre ellos y por lo tanto el derecho a utilizar cualquier medio, incluyendo la violencia
dinámica y estructura familiar, hasta algunas experiencias con la violencia. Sin embargo
contextuales de cada uno de los participantes. Como menciona Lucas al hablar sobre su
experiencia:
Lucas: … es como una película vamos a decir, esta violencia que digo
los participantes con base a la propuesta de Corsi (1994) quien identifica tres tipos de
maltrato infantil: las formas activas de maltrato, las formas pasivas y el ser testigos de la
violencia. Como parte de las formas activas incluiremos los abusos o malos tratos; y
dentro de las formas pasivas estarán las experiencias de abandono fisico o emocional
distintas formas de abuso físico y emocional, como los golpes y que el padre los obligaba
a trabajar, así como algunas expresiones y actitudes de su parte que hacían ver que era él
quien tenía el control de las cosas e incluso de sus vidas como cuando los humillaban con
Por otro lado, también reconocieron que su madre llegó a maltratarlos. Es estos
resultados coinciden con los de Martha Ramírez (2002) en su trabajo con hombres que
ejercían violencia. Esta autora plantea que los padres de éstos los violentaban a través de
la fuerza física y el abandono material y afectivo, mientras que las madres, aunque
también golpeaban, recurrían más a la violencia psicológica para ejercer dominio sobre
padre, los participantes reconocen y recuerdan formas de maltrato y que son definidas
como violencia, pero en el caso de la madre, aun cuando también se identifican los
Por último, al recordar las experiencias de abuso sexual de las que hablaron Max y
Reinaldo, Corsi (1994) plantea que en más del noventa por ciento de los casos quien
ejecuta el abuso es varón, además de que ocho de cada diez casos de abuso, son
ejecutados por una persona conocida por el niño. Por lo que creemos que es un mito el
que se crea que el abuso y las violaciones suceden en lugares peligrosos y oscuros, y son
ejecutados por un desconocido, ya que en las experiencias que nos relataron estos
entrevistados, eran personas cercanas y con quienes mantenian un vinculo afectivo. Nos
parece importante resaltar que de siete sujetos de investigacion, dos de ellos hayan
hablado y recordado el abuso como parte de su experiencia en la infancia, sobre todo por
el hecho de que existe la creencia de que un porcentaje minimo de los hombres son
victimas de abuso sexual (COVAC y UNICEF, 1994/1995). Es muy posible, que este
bajo porcentaje se debe más que la ausencia del abuso a que los hombres que viven una
situacion de abuso sexual tienden a ocultarlo, tal vez por miedo al estigma social, ya que
físico de ambos padres especialmente cuando no estaban con ellos por motivos de trabajo,
aunque esta es mencionada en menor frecuencia. Sin embargo observamos que en el caso
de la figura paterna, a excepción de Rodrigo que reportó que su padre murió cuando él
tenía dos años de edad, el resto de los entrevistados reportan abandono emocional al
sentirlo como lejano y un tanto ajeno a lo que les sucedía como hijos en sus emociones,
violencia, al recordar haber visto distintas formas de violencia que sus padres ejercían
sobre sus madres. En estos casos, aun cuando el acto violento no era dirigido a ellos, lo
recuerdan como un daño por haber sido observadores de estas situaciones y por que
finalmente la violencia tuvo efectos negativos al interior de sus familias, ya sea generando
Nos parece importante señalar que Salmerón e Hidalgo (en Fortes y Trujillo,
2002) identifican algunos factores o variables que facilitan una situación de maltrato
laboral de los miembros de la familia y las relaciones entre los padres y los hijos,
alcoholismo de uno de los padres, ausencia de uno de los progenitores, entre otras,
vivieron los hijos y las esposas ya que las familias de origen de los entrevistados (como
también sus propias familias) son de distintos niveles socioeconómicos, así como de
diferentes niveles educativos. Sin embargo, sin encontramos algunos factores que se
escuela, el gobierno, la sociedad, etc.; sin embargo, creemos que son las experiencias de
violencia al interior de la familia las que pudieran recordarse de manera más significativa,
tal y como lo compartieron los entrevistados, ya que al pedirles que nos hablaran de las
situaciones en las que han sido receptores de algún tipo de violencia, la totalidad de sus
Por lo anterior, coincidimos con Martha Ramírez (2002) al hablar del “padecer
masculino” en términos de que los hombres, además de ejercer violencia desde una
inferioridad en su niñez. Por lo anterior podemos ver el impacto y papel que ha tenido en
particularmente cuando intentan explicar sus propias conductas violentas. De aqui que en
los casos en los que se ha sufrido violencia intrafamiliar en la familia de origen, podemos
observar un efecto cruzado al considerar su relación con el género dando como resultado
que los varones se identifiquen con el agresor interiorizando lo que alguna vez sufrieron
Por otra parte y en relación a las situaciones en las que los participantes
clasificar las experiencias en base a quien iba dirigido el acto violento, siendo hacia su
pareja y hacia sus hijos (maltrato infantil). En general nos llama la atención que si bien la
momento a sus parejas, la mayoría de ellos se refiere a estas situaciones como eventos de
muy poca frecuencia, además de resaltar que únicamente lo han hecho de manera
hombres están pasando de una actitud dominante que golpea, castiga y daña a las mujeres
Esto nos lleva a pensar que el reconocimiento de la violencia aun es parcial por
sus experiencias pasadas, por la relación actual con sus parejas y por el acceso a la
informacion a este tipo de temas. En sus discursos se pudieron detectar diversas creencias
que sugieren que los entrevistados ejercen diversas formas de violencia económica y
Sobre el maltrato infantil reportado hacia sus hijos, las formas de maltrato tienen
que ver con: a) maltrato físico y emocional a modo de golpes y por no creerles a sus hijos;
b) abandono físico y emocional, debido a que uno de ellos pasó mucho tiempo fuera de
casa por su trabajo, lo que en consecuencia los distanció; y c) maltrato por el hecho de
violencia, ciertos comportamientos o actitudes que tienen con sus hijos. Al respecto
podemos decir que por sus respuestas y por la poca mención de este tipo de violencia
intrafamiliar, sugieren que aun piensan que como padres tienen la autoridad para recurrir
a ciertas medidas correctivas con sus hijos, sin llegar a medidas “extremas” que a su
como más significativos al recordar las situaciones en las que recibieron violencia son la
Por otro lado, también hablaron del enojo, la ira y la frustración antes de ejercer
Sobre esto, nos parece importante retomar las ideas de Martha Ramírez (2002) en
relación a los sentimientos que tienen los hombres cuando ejercen violencia.
Compartimos la idea de que existe una serie de sentimientos de ambivalencia: por un lado
ira, enojo y frustración antes diversas situaciones al interior de la familia, que los lleva a
hacer uso de la violencia; por otra parte, sentimientos de arrepentimiento y tristeza por
haber lastimado a un miembro de su familia. Como se señala líneas antes, esto nos
violencia en su infancia. Por otra parte, permite reconocer el abanico de sentimientos que
un hombre presenta cuando ejerce un acto violento. Es decir, reconocemos que los
hombres realmente sienten el dolor, la tristeza y el arrepentimiento por haber lastimado a
una persona, especialmente si es de su familia; sin embargo, podemos constatar que estos
estos varones como parte de los resultados de esta investigación, por que inicialmente, no
misma surgieron como una necesidad sentida de los propios entrevistados al insistir en
Estos resultados nos permite cuestionarnos algunas creencias con las que nos
bibliográfico, nos topamos en su mayoría, con una idea de hombre violento que
comúnmente sólo es capaz de sentir ira, enojo, coraje, etc. Pocos autores, nos hablan de
los sentimientos que experimenta un hombre después de ejecutar un acto violento, como
de que los hombres que ejercen algún tipo de violencia tienen un deseo incontrolable de
poder y dominio, que en consecuencia los lleva incluso a lastimar en repetidas ocasiones
a su pareja e hijos, o que son “pobres, borrachos y enfermos” (Corsi, 1999). Por otra
formas actuales de relación y de solución de conflictos, pero también creemos que junto
con éstas, la violencia, entendida desde el género, posee una carácter relacional y que por
lo mismo, los sentimientos que los entrevistados compartieron no sólo nos hablan de su
fenómeno de la violencia: ¿El hecho de que algunos de ellos definan la violencia como
una enfermedad, refleja su malestar sobre ella, más allá de algo que disfruten? ¿Si
conciben la violencia como una forma de defensa, qué es lo que perciben que los está
Los factores principales a los cuales los participantes les atribuyen su cambio son:
que la pareja les hiciera notar que sus conductas le estaban produciendo un daño y les
marcaran un alto, y por sus hijos, ya sea porque se sentían avergonzados de su actitud,
porque no les gustaría que viviesen lo mismo que ellos o porque consideraban que no
eran un buen ejemplo (Ramirez, 2000). Sin embargo, aunque en algunos casos el cambio
es motivado por factores externos, podemos ver que quien decide finalmente son ellos.
Por otra parte, vemos que aunque algunos de nuestros entrevistados reportan cambios en
sus actitudes, no lo hacen en sus creencias, lo cual los lleva a utilizar un tipo de violencia
simbolica, recordando que con esto nos referimos a las formas de violencia que se ejercen
existir una aceptación social de este ejercicio de poder y de subordinación, por lo que lo
simbólico no requiere justificación y es tomado como natural (Bourdieu, en Lamas,
1996).
únicamente las que se refieren a la violencia física y a la emocional, puesto que dentro de
ser precisamente formas de violencia simbolica que poseen una aparente aceptacion
social, por lo que es posible que se sigan manteniendo estos tipos relación.
En relación a los cambios que reportaron es importante subrayar que dos de los
como de decidir continuar o no ejerciendo algún tipo de violencia. Esto nos confirma que
que en ocasiones les ha sido difícil controlar sus conductas, también señalan que son
capaces de darse cuenta del daño que producen y de decidir ejercer o no un acto violento.
terapéutica tanto individual como grupal, que a pesar del trabajo que se realiza los
avances son escasos? ¿Será que en la práctica se le está dando más peso al cambio de
Masculinidad- Feminidad
sobre cómo creen que debe ser un hombre y una mujer, así como los roles que consideran
debe de desempeñar cada uno y su relación con la violencia familiar, tratando de dar
respuesta a la segunda pregunta que guió esta investigación: ¿cuáles son los factores
culturales e ideológicos, tanto explícitos como implícitos, que intervienen en el ejercicio
de la violencia
Es importante hacer notar que sus respuestas dan énfasis en “lo que cada uno debe
hacer según su sexo” a través de sus respuestas es posible considerar que para ellos, sexo
y género tienen el mismo significado y por lo tanto los atributos psicológicos y las
actividades tanto del hombre como de la mujer son determinados por la naturaleza, es
decir por haber nacido hombre o mujer. Es decir que los aspectos relacionados con la
comportamiento, las actitudes, las relaciones, las actividades, así como el lugar que
ocupan en relación con el poder, se atribuyen al sexo, es decir, las formas de ser hombre y
mujer son calificadas como características sexuales y por lo tanto como parte de una
naturaleza humana (Lagarde, 1997). Por lo que es posible suponer que la legitimación del
ejercicio de la violencia de parte de los varones hacia las mujeres y sus hijos e hijas, esté
anclada en la naturalización de los sexos. Sin embargo, creemos que aunque existan
diferencias que son originadas por aspectos biológicos, no hay que ya que perder de vista
identidad genérica a partir de los criterios establecidos por su propia sociedad. Siguiendo
con el transcurso de estas ideas, Gergen (1996) postula que las formas mediante las cuales
intercambios sociales y culturales, por lo cual podemos afirmar que los atributos
decir, atribuyen a la biología las características que ven en las personas como masculinas
o femeninas, y a los cuerpos los clasifican como hombres o mujeres, por lo que se
terminan diciendo que una mujer y un hombre son y actúan como lo hacen porque son
hombres o mujeres, es decir dicen que son “propias de su sexo”. Así mismo, clasifican
estas diferencias en dos grupos: lo que un hombre y una mujer deben de hacer (roles de
género) y cómo idealmente debe de ser cada uno (estereotipos de género). Para entender
con claridad cada una de estas clasificaciones las dividiremos para su mejor comprensión.
Entre los estereotipos que identificamos que los hombres le atribuyen a las mujeres,
se encuentra el hecho que para ellos ser femenina es sinónimo de verse físicamente como
mujer y estar en contacto con su lado sensible, lo cual hace que vean como parte de la
naturaleza de la mujer que sea comprensiva, suave, dulce, afectiva, frágil, dependiente,
tolerante, que pueda expresar sus emociones, que sea servicial, entre otras cualidades que
En cuanto a los roles que los hombres identifican en las mujeres, principalmente
prevalece la creencia de que las mujeres deben ser hogareñas, es decir, ver por el cuidado
de la casa y hacerse cargo de las labores domésticas, cuidar de los hijos y del esposo y
velar por la educación de sus hijos, al parecer los hombres tienen la expectativa que sus
parejas los atiendan, esto es, quieren recibir servicios domésticos y atenciones, esperan
que ellas hagan cosas que los agraden, una forma de lograr esta expectativa es si ellas se
la vida de su pareja gire en torno a él, luego a sus hijos y después su hogar, dejando a un
lado otros intereses personales ajenos a su relación de pareja; estos hombres no se oponen
a que su pareja trabaje, siempre y cuando no descuide sus responsabilidades como mujer
de la casa (Montoya, 1998). Para complementar nuestras ideas, Luján, Vadillo y Vera
(2004) reportaron que las mujeres que participaron en su estudio también mencionaron un
listado de responsabilidades que les corresponden con base a su género y que comprenden
Virginia: (La mujer) tiene que atender a sus hijos, arreglar la casa, hacer
dicho, que soy una buena mujer, que los he soportado mucho…
comer, voy por los niños, le vuelvo a dar de comer, cumplo con
Podemos observar que existen importantes semejanzas entre los discursos de los
Vera (2004) sobre los roles que esperan cumpla una mujer en función del género. Estas
semejanzas nos parecen muy importantes por la relación que guardan con la violencia de
género, pues tal parece que la mujer se ha visto atrapada en un determinismo histórico de
exclusiva por uno u otro género, independientemente de la posición o beneficios que cada
uno de los sexos tenga, sino que ambos comparten ideas y creencias sobre lo que es ser
mujer y hombre y lo que cada género debe hacer. Tal y como señalan Giberti y Fernández
(en Luján et al., 2004), la violencia, así como la desigualdad y la discriminación, forman
social, con diversas formas de aceptación social que finalmente las legitiman; la violencia
Por otra parte, los entrevistados también manifestaron sus creencias sobre lo que
es y hace un hombre. Nos parece oportuno resaltar que muchas de estas creencias (de
esta investigación no buscó conocer los significados de los hombres yucatecos sobre la
ejercicio de la violencia.
Entre los estereotipos de género se encuentran los que los la máxima autoridad de
en última instancia. Como vemos, en los discursos de los entrevistados resaltan las
cualidades racionales que suponen debe poseer siempre un hombre, así como las
relacionadas con ser el rector u juez de las cosas y del hogar. Subrayan que un hombre no
es una “nenita” (mujer) por que cumple con su palabra y por que es coherente con lo que
dice y hace como hombre. Afirman que el no tener alguna de estas características llega a
implicaría ser un hombre casado y con hijos, con varias parejas, rural o citadino, católico,
todas estas pero sí comparten algunas, como el hecho de estar casados y tener hijos, ser
heterosexuales y que se vean a sí mismos como personas que poseen el poder o control
sobre ciertas situaciones e incluso personas. Los entrevistados coinciden pues en cierto
modelo o ideal de lo que debe ser un hombre y que reconocen como algo necesario en un
varón para que pueda ser definido como tal; encontrándose en sus discursos ciertas
vidas, por no cumplir con este modelo y con las expectativas de ser hombre.
Los entrevistados reconocen este ideal del ser varón como algo que así debiera de
ser, pero que no siempre es posible o fácil de cumplir y que cuando no lo hacen, tienen
En relación a lo que piensan que los hombres deben de hacer, dijeron que son los
responsables del sustento del hogar, les toca vigilar la educación que los hijos reciben,
especialmente cuando hay faltas y se debe poner disciplina, así como también creen que
son quienes toman las decisiones importantes dentro del hogar y cuando se necesita,
deben también corregir a la esposa, por lo tanto, el hecho de que se use la violencia como
medio para lograr este objetivo es válido para ellos, ya que lo justifican en el
cumplimiento de su deber.
del hombre al interior del hogar, así como el principal responsable de que las cosas se
hagan de manera correcta en su familia. También se menciona que al hombre le toca lo
más difícil al tener que trabajar para mantener un hogar. Uno de los entrevistados da un
claro ejemplo de la importancia que tiene para él, como varón, poseer el poder económico
que se menciona líneas antes, para poder cumplir con sus responsabilidades de hombre y
proveedor de la familia. Así, la masculinidad se ve como algo deseable pero que al mismo
tiempo los hombres perciben como una carga que hay que cumplir.
El género en tanto categoría relacional, nos señala que es posible decir que las
importantes coincidencias entre lo que las mujeres y los hombres creen que les
corresponde hacer a cada uno. Las autoras señalan que las mujeres entrevistadas
consideran que “las tareas de los hombres con respecto a su familia consisten en dar la
manutención de los hijos, proteger a los miembros del hogar, proporcionarles vestido,
calzado, formación académica y ser los responsables de poner los límites en la casa” (p.
Conclusiones
clasificamos en dos tipos: las primeras se relacionan con los aspectos teóricos y los
experiencias sobre la misma, podemos observar que los hombres de esta investigación
explican la violencia como una respuesta instintiva, consideramos desde nuestra
resolución de conflictos al interior de relaciones desiguales. Creemos que los factores que
sexual ni el maltrato infantil, al ser formas de violencia simbolica. Consideramos que esta
Siguiendo con esto, nos parece importante retomar de manera particular el maltrato
infantil por el impacto que tiene en la persona misma y en las futuras generaciones, ya
justificándose desde la idea de que más que una forma de violencia es una forma de
diferencia entre las experiencias de violencia intrafamiliar y maltrato infantil que los
entrevistados reportaron sobre sus familias de origen, y las formas de violencia que ellos
reconocieron que han ejercido. Denotando cambios de una generación y otra, en cuanto a
Sin embargo podemos ver que aun cuando a nivel comportamental hay una disminución
en el discurso de los entrevistados. Esto nos lleva a preguntarnos ¿hasta dónde es válido
usar este tipo de medidas correctivas?, ¿quién decide la intensidad y la forma más
adecuada de educar?, ¿qué criterios hay que utilizar para poner un castigo?, ¿según
quien?, ¿qué otras alternativas existen o podemos usar para educar?, ¿se podría educar a
través del diálogo? Consideramos que una de las razones que pueden dificultar que exista
una educación sin violencia, es pensar y mantener la creencia de que los niños y niñas son
seres que no piensan o que no tienen el criterio y la capacidad de darse cuenta de lo que
sucede a su alrededor ni de tomar decisiones sobre sus propias vidas. Por lo tanto,
En relación a las familias de origen de los entrevistados, podemos ver que reportan
experiencias de violencia tanto del padre como de la madre, distinto a lo que se podría
pensar en cuanto a que los hombres son los únicos o quienes con mayor frecuencia
ejercen la violencia. Sobre esto, Luján et al. (2004) y Ramirez reportan en las
con la idea de que ella lo hace como parte de la educación y disciplina de los hijos, ya que
valora como violencia. Es importante hacer notar que en nuestros resultados, los
entrevistados coinciden con este punto de vista ya que ellos sí consideraban como
violencia la forma en la que eran tratados por sus padres, mientras que justificaban el trato
de sus madres, posiblemente por la relación cercana que tenían con ellas.
Otro punto importante de resaltar, tiene que ver con los sentimientos que se
generan en los hombres después de un episodio de violencia, puesto que ninguno habla de
sentirse bien después del acto violento, reconocen que muchas veces se sienten culpables
y arrepentidos por haberlo hecho. Esto nos arroja que realmente las personas que ejecutan
algún acto violento, en este caso los hombres, no lo hacen por placer, sino porque han
aprendido que la violencia puede ser un medio para solucionar problemas. Sin embargo,
al darse cuenta que con su comportamiento lastiman a otras personas, algunos buscan
que siempre que una persona se siente arrepentida por ejecutar un acto violento, tenga
necesariamente que dejar de hacerlo o tenga que cambiar, pero no implica que sus
enfoque, es importante trabajar con las conductas, con los sentimientos y con las
creencias que están inmersas en una situación de violencia. Creemos que cuando se
trabaja con lo que una persona siente (tanto del pasado, como del presente) y con lo que
cree, específicamente en lo referente a lo que son y hacen los hombres y las mujeres, es
posible que los cambios sean más profundos y por lo tanto permanentes.
Existe un aspecto que nos parece fundamental subrayar y hacer notar, que se trata
de la capacidad de decisión sobre la propia vida que cada persona tiene. Algunos de los
entrevistados dijeron que se daban cuenta de las consecuencias que sus conductas estaban
teniendo en sus vidas situación que los motivó al cambio como se menciona
anteriormente; de igual forma, uno de ellos cree que como personas somos capaces de
decidir lo que queremos y no queremos ser y hacer en nuestras vidas. Por lo tanto,
creemos que el ser humano no es un ser determinado ni por su naturaleza biológica, social
o histórica-cultural, sino que es capaz de decidir quien es y lo que hará en su vida. Por lo
tanto es posible que encuentre nuevas formas de relacionarse sin violencia y de manera
satisfactoria y plena, ya sea utilizando sus propios recursos o con el apoyo de otros.
naturaleza biológica de cada sexo. Creemos que muchos de los estereotipos y roles que se
esperan que hombres y mujeres cumplan forman parte de un orden social genérico de
poder que puede ser definido como patriarcado y que se funda en un modo de dominación
reproducido única y exclusivamente por los hombres, sino que ambos géneros comparten
familias y lo transmiten a sus miembros de diferentes formas; y son estas diferencias entre
violencia intrafamiliar. Agnes Heller (en Montesinos, 2002) habla de la autonomía que
poseen las familias al momento de transmitir valores y tradiciones culturales, y que los
progenitores son los principales miembros que determinan qué aspectos mantienen y
cuales no. Podemos ver pues que al interior de las familias de los entrevistados, así como
dentro de sus familias de origen, se han mantenido, tanto por el padre como por la madre,
estereotipos, roles y estilos de relación que se basan en las desigualdades de género y que
perpetúan y legitiman el uso de la violencia no sólo con la pareja, sino también con los
hijos.
Para terminar, queremos compartir las conclusiones a las que llegamos de manera
personal como investigadores, a lo largo de este proyecto. Podemos decir que aunque
experiencia de cambio acerca del tema de la violencia y de clasificar a los hombres como
dominio y control de las mujeres y de otras personas. Sin embargo, tras compartir las
culpabilizar a los hombres y victimizar a las mujeres, pues es necesario entenderlo como
una responsabilidad compartida, en donde tanto el hombre como la mujer son parte activa
al ejercicio de la violencia.
De igual manera nos dimos cuenta de lo necesario que es explorar estos temas con
una actitud abierta, sin prejuicios y sin etiquetar a las personas involucradas en el
fenómeno. En nuestro caso, fue importante el mirar de esta manera a los participantes de
comúnmente se dice sobre los hombres que ejercen algún tipo de violencia.
participantes, vemos que una conversación puede tener beneficios terapéuticos cuando
existe una escucha activa, interés en la otra persona y se le entiende desde su propio
mismo.
Recomendaciones
siguientes:
a) Realizar una investigación exploratoria que permita conocer las ideas que
contexto, y su relación con la violencia, ya que los datos sugieren que para “ser
Infancia (1994/1995). Manual sobre maltrato y abuso sexual en los niños: aspectos
Brouwer.
Paidós.
Cantón, J. y Cortés, R. (1997). Malos tratos y abuso sexual infantil. Madrid: Siglo XXI
de España Editores.
pp. 10.
Corsi, J., (comp) (2003). Maltrato y abuso en el ámbito doméstico. Fundamentos teóricos
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Dahlberg, L., Drug, E., Lozano, R., Mercy, J. y Zwi, A. (Eds.) (2003). Informe Mundial
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http://perso.wanadoo.es/aniorte_nic/apunt_antropolog_salud_6.htm.
Del Castillo Falcón Caro, M. (2002). Malos tratos habituales a la mujer. Colombia:
Duskin, R., Papalia, D. y Wendkos, S. (8ª ed.) (2001). Desarrollo Humano. Colombia:
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España: Paidós
Guadarrama, R. (1999). Tendencias recientes en el campo de las metodologías sociales.
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Informe Anual de actividades del área de Psicología del Centro Integral de Atención a la
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Lagarde, M. (1997). Los cautiverios de las mujeres: madresposas, monjas, putas, presas
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Ramírez, D. (2005). Revisión de modelos de atención para hombres que ejercen violencia
de 2005, en
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