che unosale medioalasesconddes, con
vergienza, pero luego es un trabejo, 7
\desputs, la cooperative”. Cooperatives
rosiloparavenderloqueseextreedela
basura sino para hacer carn recclado,
‘apsde curdernos, ARTESANIAS(®).Ea
‘ste "galpn del sur’enelcualeconvir-
‘6 a Argentina despues de los $0, los
cartoneros so un espejofenomenal de
Ja sociedad argentine que, en un deseo
de relorno veloz a la anulacién de las
‘encruijacas feroces que a aeeshen pre-
\ende, con su inference diserivsina-
Gn, fornaros invisible,
Fuentes GotiernAgeiteeetal for
smo disgndstioeobe trai infant en le
_euperaién devesidoot Buenos, o04-
‘cer 2005-8. Bichmar Noctua
‘odes crtanre", Dolor pai, Busan ies,
ira: dt rel, 2008,
SIMA BLEICEAR
‘CATOLICISWO POSCONCILIAR, India Ie
apertura sl mundo modemno, la deseen-
‘ralizacinyiadisposiciénaldiloge ast
como tendencias predominentes entre
Jos catlicos en los aioe posteriones al
Coneilo Vaticanoll, on subisqueda de
‘enovacia y libertad, Influyeron en e)
Conclio Vaticano Ila peroonalidad del
apa juan XOltylosestudios proving de
‘e6logos como Karl Rahner, Ives Congar,
Hien de Labac, Hans King, 9 algunos
otros protestants. Iniieroa también
4s movimientos ecuménicos en marcha
Ye recnper la imagen de una Igiesia
‘omocomunidad decrayentes,respetuo-
‘a dela colegialdad horizontal de los
sbiapos Las igiesaseristianas la vide
‘bles fueron parte setiva dentro del
Concilio. En América Latina, sdlo en
pputlado de obispos -en Chile, Brasil 7
‘Maxico-estaban dispuestos a cambio.
‘Para entender la alternativa represen-
tada pr el Vatieana i, hay que tener en
‘uentactclimaprevioalVaticano|(1869-
1870) A partir de ls Reforma Gregoria-
taiorervio Gb \e ements aU, nell op
Bcon Bian, 8 a ~
Zoo Calitme peseinciae
na se identifica ala Iglesia Romana eon
ln igesiaCatdlica Universal y se consa-
«gra unaeciesiologia no propiadela lele-
sia y las Iglesias sino de Ja menarquia
papal. E1Shilabus del papa Pio (1864)
tombete os"errores"modernoe, descon-
fia del valordo la cienciayrenioga dela
‘lustracidn. Bl Vaticano Tt, en cambio,
‘igifica la recaperacién del délogo con
lmundo moderno, la altura ylacien-
via,y lourgirde una Igiesiacomprome-
fide con los oprimides. Ronaldo Mufoz
fostiene que an ia Conatitucin Lumen
Geniium dei Coneli Vaticano, se yx.
‘taponen, en tensién noresuelta, dos mo-
deloso paradigmas de Iglesia: uno, en
primer plano, que reeupora In traiién
larg, bblca patrstca, dela Tslsia
‘cum puebiode Dios y comida rater
‘ar ota, en segundo plano, ques man-
tiene, con fuerza vinculante,enlatradi-
cineonirarrelormadayantinoderna,de
la Iglesia como “sociedad perfeta y je-
ringuiea’.Elmismo autor ve en Amér-
saLatinaunasociedad yuna iglesiatam:
bign dual: un setor minortaro, oficial
bianco, colonial yoligéequien-,y nsec
‘or mayortario papular ~indigena, ne-
100 mestizo-, colanizad y aubalterno,
Sibien esa dualidad tan asimeétrica em-
piesa a ser superada desde el segundo
tarcio del siglo, gracias a las lachas
populares, a sectores medios democrti-
ns, ala concieneia que ha surgido de
‘pein por los pobresyalaaecién de las
comunidades debase, tambidnee verdad
que con las dictaduras militares, Ja he-
emonia delgranempresariadoylanue-
‘Ya geopolitica del gobierno central de la
Iglesia Catdlica se reduce una invol-
‘sn social, politica, cultural y religios,
‘Sin embargo, hacia 2000 ee observa en
‘muchos ovenesy mayores an despertar
dela conienca eritica yo suefin de un
‘mundo ms just (. JUVENILISMO). EL
prestigio de le Iglesia, més alld de las
‘munifestactones masivas,raprdamente
vadeeayendo.Son frecuentes lascriticas
Ghadadanse
cn lee medins de comunicscién, ol éxodo
ssumenta, sobre todo entre las jévenes,
‘otrotdela préetica sacramental, smi
‘auyenlos alumnosenlosseminariosdio-
oxsanos yreligieos erecen Iss sechas
Iinilueaciadelas eligiones orietales
‘Asimimo, es alta el mimero de tslogos
investigaos,silenciadosoremovidosde
‘nofiio, Hl abismo entre lideres admi=
aistrativos intaletuales parece agra
arse, destacselteéloge Carlos Shilen-
dant. Con ado, el eontextn social actual
Ia Iglesia porconclies, en su personal
onsagradoy enlos organismos ms cer
canos a la bases, viene profundizando
‘un movimiento de solidaridad con los
pobresy de enearnacién en el mundo;
‘dems, los mismas pobres van oeupan-
‘ocrticamente los espacios de esa ele
sia y apropindose de su lenguaje. Si-
‘Guiendolaslineas elas eaferenciss de
‘Medellin de Puebla, los pobres estan
‘en al centro del Documenta de Santo
Domingo (1992), constituyen su gran
tema, su horizonte permanente, ha es-
crito Muon, POBREZA),
Fuentes: Morish(org), in Traum von
Ero Mencia nak dear, Pear
Basel, 1998, -R Nai, “2a reepian de
amen Gentiur an Amica Latina evista
axnsamerisanade Tot, 37, carve
‘ingnia arg, 208.~C. Shikendantz,Cam-
iowsructuraeniaigiiacomotare oper
tunidad, Cordoba, Universidad Caidies,
m5
Cantos Pier Zavata
(CUDADANIALacindadoniaes goneralmen-
te definida como la pertenencia @ una
comunidad polities donde ese status ga-
rantizaalesindividuoc iguales derechos
y deberes,ibertadesyrestriesiones,po-
dleres y responsebildades. La iudade
nia como status comprende el eonjunto
de os derechos cviles, politicos ysocis-
Tes segin Ins ha tipifieado Thomas B.
Marshal en sueslebraCiizenstup ana
socal lass (1960), obien un hex de nue
vos derecos que, ala deloscambies
ceurvides on las iltimas décadas del s
slo XX, son prerrequistodelaconsagra:
cig de un individuo autsnomo. Como
khan mectrado sltimamente Anthony
Giddens oDavid Held, enelmareode las
lransformaciones sociales y eulturales
deleistemamundializadolos derechos se
catienden anuevosportadares-minorfas
micas, seruales~ y abarcan otras di
amensiones ~ambientale, culturales—
(que desbordan la clésica definicn del2
‘Gudadania moderoe, Segin esta prime
1a definiién, la capecidad para tomar
parte en la vida politica resulta de eso
‘status, Ya desde la Antiguedad la cuda
danta sevinculaha ala posesiin de dere
hos cies, especialmente, de derechos
politicos, entendidos como eapacidad
ara intervenir en les decisiones sobre
ida pilin, asf como de elegi y ser
slegido. Arstételes earacteriza en
‘bro L-6 de la Politics “al cindadano en
sentido estrcto ningin carter I def
‘ne mejor que la partiipacién en los po-
erase juery magistrado’ Ahora bien,
sila ciudadanta clisicaestableca una
participaeén poltien empli,sinembar
gorecullabsesirechs ensudistribuciia,
Sélo eran consderados ciudadancs los
“hombres libres, los tnicos eapacita-
doe para oeuparce de le conduesion de
Jos asunias comunes. Cone inicio dela
rmodernidad, al status de ciudadania ce
sade a condicn auténoma del indivi-
duo, conoeido ée como un sujto por-
‘aor de derechos anteriores asu perte-
‘neneia ala comunidad poltieay antelos
cuales el poder estataldebia detenerse.
En contrast con Ia cancopcén clésice,
la etribucién de ciudadanta se expande
en la MODERNIDAD (7), tal como queda
smanifestado en el proceso de universal
zacién de sufragio Al mismo tiempo, ls
asignacién de cindadania depende de
Ja pertanencia al Estado-naeién, por lo
‘ualatlolosealzanjerosquodan faerade
ou extensin, La contrapartia de esta#
sampliaciin dela portonencia la comu-
nidad palities|aconstituyeelsistemare-
resentativo de gobierno, novedad pli
tica moderna que tendré efectos exelu-
yentes en laconformacidndela ciudada-
‘ia, restanda ofctvided a la participa
cin ciudadana en las decisiones pabli-
cas queloinvalueran.
‘Lapreguntasnbre quiénes son ciudada-
‘os nos remite a la histori de a forma-
iéndelaciudadanfay alacomplejasig-
nacién dese status, Los contoraos eon
ceptuales son entonces dinémieas, se
sbren ose cerran para inluir excuir
éortas atagoras sociales dentrodeleon-
‘opto. De ah quel ciudadania sea eon-
siderada una categoria deinclusin yde
exclusda, y que sean precisamente las
‘Sguras de los no ciudadanos las que re-
vyelan as tensiones que encirra sudefi-
ncn: Js eselavos, ls extranjeros, as
‘mujeres en el mundo elisa; los domés-
tiers los proletariosy otros en el mundo
‘movlero; las figuras delas“sin derecho"
~refogiados,inmigraatesilegales, mar-
‘inadeseconémicos-enlaactualided.Si
‘examinamos la historia pliticalatinos-
mericana lfiguradelciudadanohasido
siempre controvertida. Figura requer-
‘daporlaselitespolticaseomocontrapar-
‘ida del régimenrepublicanoqueseque-
+a instanrar, la eiudadanfa era, sobre
‘ndo, una dentided aconstruiren ein
‘terregno entre el in del mundo colonial
‘yoladvenimientodelarepéblica Elideal
4el ciudadano se enfrentaré repetida-
‘menieasu*otro’,aquel que por su raza,
sueulturaosuideologiarepresentakaun
sbstéeulo al orden politico buscado. Es
+eiterada en la hibligrafia politica del
siglo EK la perplofidad y a deseonian-
za manifestada por lo sectors dirigen-
‘tesantla resistencia delaspsblaciones
nativas alas formas de organizacién o-
Iitiea moderna. Ast, la idea de eudada-
fa serdintroducida “desde arriba", a
través de poiteas que dan cuenta del
intento de realizacién de un proyectode
Ciudadanig
naciin concebido 9 jusifisdo en la ra.
sionalidad de una clase letrada, De este
esto nical, se sigue una historia de ex.
elusionesy deambighedades quejalonan
Ja incorporacién de la herencia politica
‘moderna en esta parte del continente,
‘La ciudadania en esta perspectiva se
halla igada ale aecén que funda dere-
chosy abreomantieneelespaciopublig
politico. Bl signifieado de la ciudadania
ho esté, entonces, en los ebdigos que
asientan su figura juridiea sino en las
acsiones yen les discursos que van con
‘ormandoeusentide.De al forma lacix-
dadanto expresa en sus bordes concep
tues las tensiones y ls equlibrios de
Jasrelaciones sociales exstentes. Eis
tema de inclusén/eselusin propio del
status de ciudadania no es de cardcter
logic sino histric la frontera que se-
paraeladentroy elafuera deesta perte-
nencia politic resulta objeto de hucha y
std sujeta a transformariones. La def-
niciin de ciudadania que produce una
determineda épocahistrica,deimitan-
do juridicamente o eunsijuridieamente
tm cierto tipo de hombre, un cierto mo-
elo de decochos y deberes,crstaliza a
nivel del individuo las relacones soeia-
Jesconstitutivasdeuna sociedad. Eleon-
tendo del concept de ciudadania ven-
Aria de une aecién que rompe con los u-
sgaresy las funeionesestableidas,gene-
+ando un auevo reparto de a dado, Las
Juchas por lainelusiony por el recanoc-
riento de as mujeres por sus derechos
palitca, de os trabsadores por los de-
rechos sovales,o aquellas que se mult:
plican en el mundo actual por los dere-
‘hosdelas comunidades su propiaiden-
tidad eultural~ definen fo plftico como
acciinquerompe os equilibriosestable-
Enesemismosentdo, Jacques Ranciére
interpreta a Aristteles eugiriendo que
Taciudadanig noes tantola condiciin de
perticipacin en el gobierno sino més
civilian
bien que“ suetociudadano aquel que
realinetarelacién ospectficsde-tomar
parte» en elhecho de gobernar y ser go-
bernado". As elserciudadanonoestan-
toun status que me permite a me hace
sactuar como eiudadano, sino que es le
cei poltea que define el ser mismo
el ciudedano.Beainversin dels mir
tt propone, oe die Raneiére, una rup-
tura cna una ides establecida de gobier
‘no que delimitaba las eapacidades para
‘gobernar o ser gobernado, fondénolas
‘enel naciniento,en la sabiduria ena
fuerza. Ba el “hecho” de gobernary ser
gobernado ce produce un proceso de sub-
jetivacién politica que incloye toda una
‘serie de operaciones quedeterminan un
ruevo campo de experiencia y rompen
on cierto reparts establecidoen la pol-
fica existent Como sefala el autor, las
‘formas politicas yadadasseparan loque
‘esvisibleyloquenoloes,loqueeseseu-
hadoloquenoloes, ynodejaespacios
‘vacios, A esa politica establecida que
Raneiéze baciendounjuogdepalabras,
denomina police, opone una concepeidn
4e 0 politico como la continua acion de
‘nels delos que no estan enelrepar-
to,"lapartadelossin parte’ Elciudada-
no no tiene, entonces, un status fio ai
est ligado a un grupo identtario pre-
‘xistenteen le sociedad; por el contre
rip, son sus aciones las quele dan senti-
sdoyloresignifiancadavvez.Bnestapers-
-. peetiva se recupera el principio emanci-
petarioeiguaitariodelaciudadanta,y2
presente en Ia Declaracin de los Dere-
«hosel ombrey del Ciudadanode 1789
‘Losciudadanossonsujetospoiticoscuya
cansistenei noes otra cosa que sueapa-
cidad de manifestarse y de manifestar
por es mimo otra configuraciondeles-
paciocomén, Lahistoriapolitiesdenues-
{ros paises latinoamericanos pode ser
repentada considerando las irrupeiones
deesteciudadanoy aredefniién de os
‘eampos de experiencia que acarres. Asi,
la figura del cudadano que retor ala
9
politica argentina conelrestableimien-
todela democracis, encarnado en de
fensa de los dereeos humanos, resign
ficatantoel iudadano portadordedere-
hos civiles defini por la constitucién
eral, como el trabajador portador de
derechos sociales definio por la expe:
rencia peronista
Fuentes: B,Ballbr, es ronttes dle de
‘mocrati, Pari, La Deouverto, 1892. —.
(Giddens, Modernity ond Sl dent, Cam
ridge, Polto Press, 191. —D. Hel, Za de
rocracaylordengiobel, Barcelona, Paid,
1997. —ThHL, Marshal, Cludodani y clase
cecil, Madi, Alianza 1808, Quiroga,
8 Willavienco yP,Vermeren comps) Fo.
sofas deta eiudadanta, exes pllta 9 de
‘mocracia, Rossi, Hoo Sapiens, 199. ~J.
‘Rance, “Cityennet,caltare e soca
tie’ en M. Elbaz yD. Nelly, Monaliston,
citoyenneté et malticulturaliome, Pais,
Ularmattan-Univeritéde Laval, 200.~D.
Schnapper, Qu'extequelz ctojennetd, Pas
‘is, Gallimard, 200.8, Vllaviencio Cor
fovnas dela ciudadanta:exranerasy nai
‘alesen la Argentina del Cencenario, Buenos
dies, Eade, 2008.
Susana VILAVIEENCIO
CiMLIZACI6H. Es posibleuicarlorigen de
‘este sustantivo en el siglo XVI francés
Como sefala el historiador Fernand
Braudel, hubo queinventaro'o"fabri-
carlo" por completo partir de un verbo
{yun adjetivo-cvilizary civiizado, res
pectivamente- cuyos ubce se remontan
alos silos XV1y XVIL Su primera apari-
cién en una obra impresa babria sidoen
el Tratado de la poblacisn de Vitor Ri-
(queti, marqués de Mirabeau(1756).La
filiaeln del vocabo,sin embargo, noe
suelvelosaleancesdesu significado que
serevela como un produetahistiricn, es
decir dindmico,cambiante.Esimposible
aqui revisaru trayectoriaalolarg del
tiempo y de los autores que se oeuparon
de 6, pero de ella pueden extraerse, en
‘érminos generales, por un lado el con:
‘ceplode un procesoque en elconjuntode