El documento describe la Batalla de Tumusla, el último enfrentamiento armado entre las fuerzas realistas y patriotas en América del Sur. Tuvo lugar el 1 de abril de 1825 en Tumusla, cerca de Potosí, Bolivia. El general realista Pedro Antonio de Olañeta se retiró de Potosí con su ejército hacia la provincia de los Chichas. Sin embargo, sus tropas acantonadas en Tumusla, lideradas por el coronel Carlos Medinaceli, se pronunciaron a favor de la independencia, desencadenando un motín
El documento describe la Batalla de Tumusla, el último enfrentamiento armado entre las fuerzas realistas y patriotas en América del Sur. Tuvo lugar el 1 de abril de 1825 en Tumusla, cerca de Potosí, Bolivia. El general realista Pedro Antonio de Olañeta se retiró de Potosí con su ejército hacia la provincia de los Chichas. Sin embargo, sus tropas acantonadas en Tumusla, lideradas por el coronel Carlos Medinaceli, se pronunciaron a favor de la independencia, desencadenando un motín
El documento describe la Batalla de Tumusla, el último enfrentamiento armado entre las fuerzas realistas y patriotas en América del Sur. Tuvo lugar el 1 de abril de 1825 en Tumusla, cerca de Potosí, Bolivia. El general realista Pedro Antonio de Olañeta se retiró de Potosí con su ejército hacia la provincia de los Chichas. Sin embargo, sus tropas acantonadas en Tumusla, lideradas por el coronel Carlos Medinaceli, se pronunciaron a favor de la independencia, desencadenando un motín
Machicado (1987) el General Jos Antonio de Sucre, una vez terminadas las batallas de Junn (6 de agosto de 1824) y Ayacucho (9 de diciembre de 1824), se dirige hacia el sur en pos del General Pedro Antonio de Olaeta, quien mantena en el Alto Per la caduca bandera del absolutismo espaol, a pesar de no ser el dueo sino del terreno que pisaba. Pedro Antonio de Olaeta, cabe aclarar, naci en Elgueta, provincia de Vizcaya. Se avecind en Salta, donde lleg a ser un prspero comerciante. Sirvi al ejrcito realista durante toda la guerra de la independencia (1810 a 1825). Fue ascendido a general en la Batalla de Viloma y se hizo famoso por sus tres entradas a la ciudad de Salta (1817, 1820 y 1821); ultimando, en su postrero ataque, a Martn Gemes, gaucho y hroe sin par de la frontera norte de la Argentina. En 1824, ya fallecido, fue designado Virrey de Buenos Aires. Asimismo, su adhesin a ultranza al rgimen desptico de Fernando VII, le enfrent al Virrey del Per Jos de La Serna y a los generales de la talla de Jos Canterac y Jernimo Valds, que se consideraban liberales, ya que
eran partidarios de la Constitucin
Espaola de 1812. El Gran Mariscal de Ayacucho, siguiendo las instrucciones de su superior y entraable amigo, Simn Bolvar, inici su periplo en pos del general espaol, sin intuir quizs- la trascendencia de todos y cada uno de sus actos, ya que a la distancia, en el tiempo y en el espacio, le esperaba una nueva nacin, que se ubicaba entre los sueos de Jos de San Martn y de Simn Bolvar, libertadores de Amrica. Lleg a Cusco en los primeros das del mes de diciembre de 1824. Lugar desde el cual, solicit a Bolvar instrucciones y normas a las que deba sujetarse en relacin al Alto Per. As, el 8 de Enero de 1825, le recordaba que tenan que trabajar en un pas que no es del Per ni parece que quiere ser sino de si mismo. Palabras premonitorias, que segn los hermanos Vsquez Machicado (1987), se adelantan a las gestiones que se le adjudican a Casimiro Olaeta en Puno, sobre la fundacin de Bolivia. Por ello afirman: Esta frase de Sucre es definitiva. ... ya estaba en la conciencia del Gran Mariscal, la realidad precisa y exacta
de la voluntad altoperuana por la
independencia. El 3 de febrero de 1825, cruza el ro Desaguadero y se dirige a La Paz. En el trayecto realizara dos importantes actos administrativos, ambos de gran trascendencia para nuestro pas.
El segundo, en la ciudad de La Paz,
el 9 de febrero de 1825, convoca, a una Asamblea General, a realizarse el 29 de abril en Oruro, para que los representantes de Charcas, Potos, La Paz, Cochabamba y Santa Cruz deliberen sobre su destino y su futuro gobierno. Comprometindose, adems, respetar los acuerdos a que se arriben, siempre y cuando se conserve el orden, la unin y la concentracin del poder para evitar la anarqua. A pesar de que dicho congreso fuera objetado por Bolvar, ya que contradeca sus planes sobre la Gran Colombia, ste tuvo que ratificarlo y, como es conocido, en Sucre el 6 de agosto de ese ao, la Repblica de Bolvar surga plena y soberana.
El primero, se manifestara, al pasar
por Tiwanaku. Jos Mara Rey de Castro, secretario de Sucre recuerda que el general recomend encarecidamente su preservacin. Encargando, adems, que se diera a una piedra grande y cuadrada [la Puerta del Sol], en cuya faz principal se vea esculpidos jeroglficos a semejanza de las egipcias una posicin adecuada para preservarla de todo dao para que no Francisco Burdett OConnor Este significativo dificultase la entreacto poltico, fue indagacin de aquellos grabados. interrumpido por noticias del General Acto singular, en el que el Libertador, Francisco Bourdett OConnor (1869), reconoce su admiracin por el quien le inform, que cerca de Oruro significado y el aporte de las se le aproxim un hombre de alta civilizaciones precolombinas de estatura y puso en sus manos unos Amrica del Sur. papeles y un bulto del tamao de
un huevo de perdiz. Una vez
revisado ste, se constat que era veneno y que el portador de las cartas, suscritas por el general Olaeta, se apellidaba Ecles y que era de origen alemn. Su comisin era de introducirse en la casa en el que el general Sucre pasara la noche, ganar la cocina y echar el veneno en la chocolatera en que se hacia chocolate para el general. Este atentado que no llego realizarse, record una vez ms a Sucre la importancia de la tarea militar que le fuera encomendada. Razn por la cual, reinici su viaje haca Potos. OConnor, en sus memorias, seala que la presencia de los vencedores de Ayacucho, increment la defeccin de numerosos jefes realistas. Este fue el caso del regimiento Dragones Americanos, acantonado en Oruro, compuesto por seiscientos hombres bien montados y con sables hechos en Potos; quienes influidos por el coronel chileno Saturnino Snchez, se pronunciaron, en Cochabamba, en favor de la patria. As, tambin, el ex Jefe de Estado Mayor Realista, Francisco del Valle, en una carta enviada el 25 de febrero de 1825, comunica a Sucre, acerca de las fuerzas y el plan de campaa del General Olaeta, en el que aconsejaba hacer una guerra de recursos y no hacer ms que ataques
de sorpresa, tener mucha actividad y
llamar la atencin por repetidas y violentas marchas. Numricamente estaba constituido por 1.360, infantes; 30 artilleros y 360 de caballera todos ellos, al parecer, eran chicheos. Entre sus jefes estaba el coronel Carlos Medinaceli. El 29 de marzo de 1825, Sucre y su ejercito entran a la ciudad de Potos, obligando a Olaeta, a desocupar la plaza y dirigirse a la Provincia de los Chichas. Dada la proximidad de las fuerzas enemigas, Francisco Bourdett OConnor (1869), quien estaba a la cabeza de la vanguardia del Ejercito Libertador, decidi salir en su bsqueda. Llevaba bajo su brazo el acta de capitulacin de Ayacucho, para demandarle su rendicin. No haba caminado ni siquiera 3 leguas, relata, cuando recib un parte del teniente coronel Medinaceli, en el que me comunicaba que el 1 de abril, da Jueves Santo, dos das antes de recibir yo aquel parte, haba muerto el general Olaeta en Tumusla, en un motn ocurrido en su tropa. Hice alto all mismo con mi divisin y me regrese a la ciudad de Potos... El parte recibido deca lacnicamente: Fuimos 26 Jefes y Oficiales con 1.300 clases y soldados, los vencedores en la Batalla de Tumusla, efectuada frente 3
al ro Tumusla y sobre el camino real
y adyacencias del cerro, la tarde del Jueves Santo [el] 1 de abril de 1825, de las 3 de la tarde a las 7 de la noche. Al revisar las fuentes histricas disponibles y las diferentes opiniones de historiadores -bolivianos y argentinos especialmente- acerca de la Batalla de Tumusla, se constata la presencia de datos ambiguos y poco consistentes. As para Alcides Arguedas (1959), siguiendo a OConnor, relata que parte de las tropas del General Pedro Antonio Olaeta habran defeccionado a la cabeza del Teniente Coronel Carlos Medinaceli y que estos, posteriormente, lo habran victimado; opinin compartida por los investigadores Jos, Teresa y Carlos de Mesa (2003). Es ms, ellos indican taxativamente Este hecho facilit la penetracin de las tropas colombianas a todo el Alto Per, sin que se disparase un solo tiro En tanto que el coronel Juan Carlos Jones T. (2003) de nacionalidad argentina escribe: Horas antes haba abandonado la ciudad [de Potos] el Comandante realista [Olaeta], para
unirse al resto de sus fuerzas
acantonadas en Tumusla. All comprob que sus soldados se haban pronunciado por la causa americana, encabezados por su segundo, el Coronel Carlos Medinaceli. Por el deseo de restablecer su autoridad y continuar las acciones blicas contra los americanos, el 1 de abril de 1825, Olaeta orden a la tropa que lo acompaaba, que atacaran a los rebeldes y en esa accin se produjo el Combate de Tumusla, donde el General Olaeta perdi la vida. En resumen, la Batalla de Tumusla se habra efectuado frente al ro Tumusla, cerca de un cerro adyacente y sobre el camino real que una a Buenos Aires con Potos. El pronunciamiento de Medinaceli en favor de la patria, desencadenara un motn o un encuentro armado al interior del ltimo ejercito realista en Amrica, ocasionando la muerte -o quizs el asesinato- del General Pedro Antonio de Olaeta. Siguiendo, a Jones T. (2003), es plausible pensar que el ejercito realista estara acantonado tanto en Potos como en Tumusla. Al momento de retirarse Olaeta hacia la provincia
4 Ro Tumusla en Nor Chichas. Potos
de los Chichas, sus soldados
acampados en Tumusla y liderizados por Medinaceli, se habran levantado contra el Rey, la tarde del 1 de abril de 1825 (Jueves Santo). La batalla habra durado cuatro horas, cegando la vida de Olaeta. Si se quiere, por ltimo, aclarar este ltimo hecho de armas, se debe revisar acuciosamente la documentacin histrica existente; como a estudios arqueolgicos, para reunir evidencias fehacientes en el campo de batalla, que aclaren de una vez por todas uno de los postreros momentos del Imperio Espaol en Bolivia y en Amrica del Sur. Carlos Ostermann Stumpf, antroplogo. 2005