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Aristea Qu has hecho? dijo el joven barrendero del edificio.

El virus aguamarina es una dulce enfermedad dijo ella, la cientfica.


Ests t tambin enferma?
Mi enfermedad es distinta. Yo amo a todo el mundo. Hombres, mujeres,
transgneros. No me importa el color de piel, ni la cantidad de grasa. Ni el
color de sus ojos, ni de su cabello, ni el tamao de su pene, ni lo mojada que
est su vagina. No me importa si tienen alguna discapacidad. A todos los
amo con locura. Y ahora, t me pareces muy atractivo.
l qued muy sorprendido.

Ven. mame. Por favor.


El aroma dulce que emanaba de la mujer le impidi negarse. Se acariciaban,
besaban, la vampiresa mujer se abra como una flor, botaba cada prenda en sutiles
movimientos acompasados en la noche. l, ms torpe se desnudaba a ritmo de la
piel y las hormonas. Coito o sexo, hicieron el amor en la torre que como castillo
proyectaba una oscura sombra sobre la agitada ciudad. Los orgasmos tapaban el
ruido de los gritos de pnico, de los gritos de ira. Afuera, otros enfermos
deformados se coman a la gente. Las enfermaban, las deformaban. Ojos
aguamarina, brazos aguamarina, masas aguamarinas. Beben sangre, brotan miedos
como brotan infecciones. Un ltimo orgasmo. El joven y la mujer ya terminan. Yacen
en el suelo de la amplia sala en la torre alejada del mundo. Pero la enfermedad se
tom los miembros del joven. Desde su pene, las clulas aguamarina lo miran, se
toman su cuerpo, lo matan, lo destruyen y corrompen.
Por qu?! POR QU?!
Ella lo mira desde el suelo. Se levant. l, desnudo, se tuerce, grita, la masa
lo absorbe por dentro.
Yo no hice nada dijo inocente.
Rabioso se lanza contra ella, la golpea, la ahorca. Ella encuentra un bistur en
la mesa del laboratorio, entonces el filo atraviesa sus entraas. l se queda unos
segundos suspendido en el hilo de la muerte. Ella sostiene el arma, goteando
sangre aguamarina y escarlata.
t los enfermaste
S. Ellos me lo pidieron. Se encuentra ms all de todo. Detrs del mundo. En
una dimensin azul y verde.
l cae. La flor se haba abierto. La vampiresa mira por la ventana, el enfermo
caos de ojos, verdes, azules y negros; sus nuevos hermanos aguamarina.

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