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Historiografia literaria hispanoamericana: de 1980 a la actualidad Pablo A. J. Brescia 0. Introduecién panoamericana efectia, desde el principio, un corte sincrénico: el corpus que se examina toma como punto inicial la década de los ochenta y se extiende hasta la actualidad. Dicho criterio obedece a dos razones principales: 1) evitar un enfoque general (i.e., una compilacién de todas las historias de la literatura hispanoamericana) que adquiriria una proporcién inmangjable para el alcance de esta investigacién; 2) confor- mar una bibliografia comentada que refiera a textos publicados en los ltimos catorce afios y, de esta manera, asomarse al presente de la histo- riografia literaria hispanoamericana A partir de estos parrafos preliminares, la primera seccin indaga cier- tas cuestiones en torno a la historia, historiografia y literatura en gene- ral y a la historiografia de la literatura hispanoamericana en particular, la segunda parte presenta la bibliografia propiamente dicha, con breves comentarios sobre las historias incluidas; los apuntes finales ofrecen algunas reflexiones con respecto al estado actual de la historiografia li- teraria hispanoamericana, En su mayorfa, los trabajos que se citan co- rresponden al periodo sefialado.! BEB ste intento de aproximaci6n a las historias de la literatura his- 1. Historia, historiografia y literatura: temas y problemas 1.1. Historiografia e historia El término “historiografia”, en su sentido més amplio, tiene dos acep- ciones: el conjunto de textos sobre una historia determinada y el proceso 1 La seccién 1.3. hace uso de historias publicadas antes de 1980. Se intenta allf reflejar la variedad de enfoques que ha regido y sigue rigiendo, de algin modo, a la historiografia literaria hispanoamoricana y ademés dostacar historias clave en su desarrollo. 5 de escribir historias. Es necesario agregar que, al hablar de histo- riografia, no s6lo se toma en cuenta el corpus de obras sino también se refiere al estudio eritico de los procesos de formacién del conocimiento histérico. Historia e historiografia se hacen inseparables. Claus Uhlig en “Historiografia literaria y cambio de épocas: esbozo de una teoria del dis- curso” se hace eco de esta interrelacién y visualiza a la historiografia “como atada al tiempo al igual que ésta fla historia]’ (158). La relacién entre historia e historiografia se establece en forma dindmica, sin postu- lar cénones definitivos. Philippe Carrard, en “History as a Kind of Writing: On the Poetics of Historiography”, afirma: literary critics, and even philosophers, tend to look at history as a monolithic, homoge- neous whole|...] Yet there is no history, only histories: the status of the discipline is changing onel...] (449). Este devenir histérico impide que la historiografia se transforme en un esquema totalizante. La historia no puede ser vista s6lo como pasado 0 sucesién de hechos; implica también un presente histérico y un contexto sociocultural que altera la manera de ver aquel pasado. Una postica de la historiografia, siguiendo la terminologia de Carrard, debe reunir entonces estos tres factores (pasado, presente y contexto) en la investi- gacién del discurso de la historia, Segtin Walter Mignolo en “El metatex- to historiogréfico y la historiografia indiana”, la construccién del discurso historiografico, es decir, el modo de escribir sobre la historia, produce una cirta imagen de la realidad hist6rica, claro que no necesariamente la Gnica o la més fiel. Hay una relacién directa entre “cémo” se escribe la historia y la historia misma; esta cuestién aparece ligada a la idea de la historia como proceso de cambio continuo (402). 1.2. Historiografia de la literatura hispanoamericana La presencia de la historia en la literatura hispanoamericana, no s6lo como conjunto de hechos sino también como desarrollo socio-cultural, es incuestionable. En “Historiography and the Contemporary Narrative: Dialogue and Methodology”, David Bost sostiene que the contemporary Spanish-American novel with an affinity for historyl...] establishes « dialogue with historiography in which fiction and history intersect with graceful artistry (34), Este protagonismo de la historia en la fiecién hispanoamericana se da en textos de escritores como Gabriel Garcia Marquez, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, por nombrar tres de las figuras clave de la literatura hispanoamericana actual.? Hay una relacién indisoluble —explicita 0 no— entre la historia y la literatura, fundamental en la labor creativa del escritor. Para el investigador de la historia literaria, la tarea es otra: ademas de la historia presente en los textos literarios, debe considerar dichos textos como historia misma, al situarlos en un contexto de histo- riografia literaria éCémo definir entonces una historia de la literatura? En “Historiografia e historias de la literatura hispanoamericanas’, Marta Gallo explica: Una historia de Ia literatura esté formada por una serie de enunciaciones sobre textos literarios presentados en una sucesién y ordenamiento cronolégicos; su objetivo consiste en... J) detectar las transformaciones ocurridas de un texto a otrol...] 2) establecer la correspondencia entre esos cambios y los de la ideologia de la época respectival...] (55) Este esbozo de definicién plantea nuevas interrogantes en cuanto a la elaboracién de una historia literaria: cudntos y cudles textos serdn inclui- dos, qué ordenamiento cronolégico se va a utilizar, qué géneros y movimientos se tomaran en cuenta, etc. Dos de estas cuestiones han sido recurrentes en el desarrollo de la historiografia literaria hispanoameri- cana y conservan una vigencia reveladora en la actualidad: el criterio geografico para designar los pafses que se incluyen en una historia de la literatura y el problema de la periodizacién en la historiografia. Los criterios de division geografica en la elaboracién de historias de la literatura hispanoamericana o latinoamericana han sido motivo de inter- minables debates. Beatriz Gonzalez Stephan en “Cuestiones de método: ‘sistema’ y ‘proceso’ en la literatura de nuestra América” postula la necesidad de replantear lo que se entiende por América Latina: Vale puntualizar que més que una cuestién terminolégica es una cuostién de principios metodolégicos. La redefinicién del referente|...] esté determinada por las nuevas condi+ ciones hist6ricas. Recordemos que nomenclaturas como “Nuevo Mundo”, “América Espanola”, “Iberoamérica”, “Indoamérica” 0 simplemente “América” encierran ademas de una perspoctiva ideolégica un proyecto politico-cultural (24). 2 A manera de ejemplo so pueden citar los libros més recientes de Garcia Marquez (EL general en su laberinto, 1989), de Fuentes (La campaiia, 1991) y de Vargas Llosa (Lituma en log Andes, 1993) Aparoceria como caduca entonces la construccién de una historia de la literatura a partir de rigidos limites geograficos o de una prete: ida unidad lingijistica, dada la heterogeneidad y el cardcter multilingiie del continente americano. Segan Gonzalez Stephan, un sistema literario lati- noamericano que se proponga dar cuenta de la multidimensionalidad de sus manifestaciones debe, necesariamente, considerar América Latina como un complejo fenémeno histérico-cultural (29-30). En el contexto de la historiografia literaria, el uso de los términos “periodizacin” y “periodos” se presta a numerosas confusiones. La pe- riodizacién de una historia literaria implica, en su sentido més amplio, dividir dicha historia (con cierta conciencia del desarrollo cronol6gico) segiin géneros literarios, movimientos literarios, generaciones u otros cri- terios, La idea de perfodos se asociaba especfficamente con una pe- riodizaci6n a partir de acontecimientos hist6ricos. En el Ambito his- panoamericano, este criterio periodizador es particularmente notorio en la historiografia literaria del siglo XIX, lapso en el que se forman las lite- raturas nacionales. Los periodos explicaban y clasificaban la literatura a través de la historia. Ya en el siglo Xx las historias de la literatura, par- tiendo de la literatura misma, reconocen esta nocién de “perfodo”, pero la visualizan como un criterio mas. El tema de la periodizacién y los perfodos en la historiografia literaria hispanoamericana se encuentra ligado al enfoque generacional del que se valen numerosas historias de la literatura de nuestro continente, este enfoque es posterior al de los periodos histéricos. La teorfa generacional, que invoca a menudo el nombre de José Ortega y Gasset. como iniciador de la misma en el mundo hispanico,4 tiene sus partidarios y detractores dentro de la investigacién historiografica hispanoamericana.’ Como 3 Las numerosas referencias a “perfodos” que aparecen en el resto del presente estudio lo hacen en este mismo sentido; adoptan una acopeién mucho més general del término: “porfodo” so utiliza como sinénimo de época histérico-literaria. 4 Su escrito “La idea de las generaciones” forma parte do El tema de nuestro tiempo. publicado en 1923. AIl{ Ortega y Gasset estructura su teoria, que parte de su concepeién de Ja filosofin de 1a historia. Segin el filésofo espanol, las dos etapas histéricas en la vida del hombre son Ia fase de gestacién (de los treinta a los cuarenta y cinco anos) y la fase de estién (de los cuarenta y cinco a los sesonta anos). Estas dos etapas conforman dos genera- tintas; lo caracterfstico de las generaciones es que duran quince afios y sus miem- 1 coetneos —nacidos en una zona de fechas especificas y relacionados por una ideo- logia comin. La tooria de Ortega y Gasset —debatida ja desde hace aftos— influyé en los primeros trabajos que consideraron a las generaciones come criterio importante de orgunizacién histérica-literaria 5 En América Latina el debate comenzé con el trabajo de José Antonio Portuondo “Perfodos’ y ‘generaciones’ en la historiografia literaria hispanoamericana”, aparecido en Cuadernos americanos on 1948. Alli, Portuondo habla del estancamiento de la historio- 8 ejemplos recientes, Ignacio Soldevila-Durante, quien se inclina por la Perspectiva generacional, afirma en “Para la renovacién de la histo- riografia de la literatura: la generacién de 1936 en sus comienzos” que el término generacién ha sido desnaturalizado. Y prosigue, el epifenémeno Iamado literatura no es unidimensional, y los intentos de reducirlo con 1a teorfa generacional a una sola dimensién, en este caso Ia temporal, resultan empobro- cedores de la realidad (453). Y en “La periodizacién y el estudio de la literatura hispanoamericana: un nuevo planteamiento”, Héctor H. Orjuela rescata el concepto de ge- neracién. Primero, elogia su coherencia y luego indica su utilidad siempre que el enfoque no pierda la perspectiva literaria y relacione el proceso sélo con los hechos y elementos extraliterarios basicos|...] (85). Como en el caso de los criterios geograficos, una répida mirada a la pro- blematica de las generaciones en la historiografia hispanoamericana indica que los parametros utilizados en la conformacién de historias lite- rarias no son uniformes y se cuestionan constantemente. 1.8, Aproximaciones a las historias de la literatura hispanoamericana Es importante sefialar que, ademAs de los criterios cronolégicos, geografi- cos y generacionales presentes en cada una de las historias literarias, hay un factor insoslayable en el devenir de la historiografia literaria his- panoamericana: la historia de las historias. Desde la historia considerada como pionera en este campo, Literary History of Spanish America publi- cada por Alfred Coester en 1916,7 hasta las actuales se aleanzan a obser- grafia debido a un criterio de divisién periodol6gica caduco, basado en fechas de In historia polftica. Contintia diciendo que, para lograr una perspective més adecuada del fenémeno literario, “en constante accién reciproca con los otros 6rdenes de 1a vida hist6rica, pero no subordinado a ellos", es necesario recurrir # la teoria generacional, que da una unidad de sentido a una literatura como la hispanoamericana, en bisqueda de su expresién (242-245). 6 Como bien lo indica el titulo, el artfculo de Orjuela plantea, dentro del enfoque genera- cional, una periodizacién nueva para la historia de la literatura hispanoamericana, Su ‘esquema de periodizacién ofece cinco categorfas: “(a) Una peculiar concepcién del mundo a la cual corresponde (b) un ‘estilo literario’ epocal con (¢) una etapa de predominio de 40 ‘anos, en la cual se ubican los escritores que imponen dicho ‘estilo’ y que pertenecen « (d): una generacién literaria nacida en (@): una zona de fechas también de 40 anos” (35-36). 7 Portuondo, en el articulo citado, afirma que esta historia es “primera historia general de nuestras letras...” (239). var lineamientos generales que permiten hablar de un proceso, de un desarrollo en el contexto historiografico de la literatura hispanoameri- cana. Dicho desarrollo est4 marcado indudablemente por la diversidad de enfoques: segan la propia valoracién de la historia y la literatura, los investigadores han adoptado metodologias de trabajo heterogéneas en la confeccién de las historias literarias. Para ejemplificar esta diversidad y, al mismo tiempo, registrar algu- nas historias que son antecedentes significativos de las publicadas a par- tir de 1980, se ofrece a continuacién una sucinta muestra de historias de Ja literatura hispanoamericana. 1.3.1, Historias fundamentales en el desarrollo de la historiografia lite- raria hispanoamericana: (1949): Pedro Henriquez Urena. Las corrientes literarias en la América Hispanica. (1954): Enrique Anderson Imbert. Historia de la literatura hispanoameri- cana, Estas obras se consideran importantes por dos motives principales: 1) aparecen como fuentes de informaci6n valiosa para la mayoria de las hi torias literarias subsecuentes 2) sin olvidar el componente didactico, van més allé del mero sumario dle datos e intentan dilucidar las caracteristi- cas de la expresién americana a través de su literatura. 1.3.2. Historias basadas en la teoria generacional: (1963): José Juan Arrom, Esquema generacional de las letras his- panoamericanas: ensayo de un. método. Exponente paradigmatico de este enfoque, el libro de Arrom periodiza en una sucesién de treinta aiios, desde la generacién de 1474 hasta la de 1954, en un intento, segtin su autor, de ordenar la masa literaria de las letras hispanoamericanas. 1.3.3. Historias basadas en revistas literarias: (1968): Boyd G. Carter. Historia de la literatura hispanoamericana a través de sus revistas, Como bien lo sefiala su autor en el prélogo, esta historia provee una perspecti- va innovadora en el campo de las historias literarias de Hispanoamérica. Las revistas, usualmente obviadas por otras historias, aparecen aqui como protagonistas en el desarrollo de la literatura hispanoamericana.® 8 Es interesante anotar los trabajos que estudian una época o una generacién a través de rovistas literarias. Tal es el caso de Los Contempordneos ayer que Guillermo Sheridan publica on 1985 y la segunda conferencia binacional de mexicanistas, Tiventieth Century Mexican Literature Through lis Magazines, celobrada en la Universidad de Texas, Austin, del 28 al 30 de marzo de 1990. 10 1.3.4, Historias comparadas: (1973-76): Luis Alberto Sanchez. Historia comparada de las literaturas americanas. A pesar de no seguir un ordenamiento por paises (excepcién hecha de la literatura del siglo Xx), esta historia analiza los movimientos literarios y compara sus efectos en distintas regiones, Un detalle para destacar es la inclusién de la literatura estadounidense. 1.3.5. Historias que se ocupan de un género en particular: (1973): Peter G. Earle y Robert G. Mead, Jr. Historia del ensayo his- panoamericano. Parte del mismo proyecto que hizo posible la Historia de la literatura his- panoamericana a través de sus revistas. La intencién de los autores es contribuir al reconocimiento del ensayo hispanoamericano mediante una reflexién sobre el género y el estudio de sus exponentes mas destacados 1.3.6, Historias que abarcan algunos periodos en particular: (1987): Joaquin Marco. Literatura hispanoamericana: del Modernismo a nuestros dias.\° Esta obra intenta analizar desde la perspectiva de un espanol —su autor—, el fenémeno de la literatura hispanoamericana. Marco habla de tres “calas histéricas” (el Modernismo, las vanguardias y, segtin él, “el mal Hamado boom") que marcarén los perfodos cronolégicos en su estudio de la literatura hispanoamericana. 2, Bibliografia de historias de la literatura hispanoamericana (de 1980 a la actualidad) 2.1, Criterios de seleccién Se ofrece aqui un indice erftico, relativamente completo, de historias de la literatura hispanoamericana publicadas a partir de 1980, Este indice ha sido conformado de acuerdo con los siguientes criterios; 1) Se consideran las historias tanto de investigadores hispanoameri- canos como de otros pafses, siempre que las obras hayan sido publicadas en espafol. ® También cabe citar aqui un trabajo importante come la Breve historia del ewento mexi- cano de Luis Leal, publicada en 1956 y reeditada en 1990. 10 Marco, en su “Justificacién”, sostiene que sus péginas “no pretenden ser un ‘curso’ ni una historia literaria...” (13). Sin embargo, el cardcter unitario del trabajo y sus reflexiones sobre los procesos histérico-literarios en Hispanoamérica convalidan su inclusién en este contexte 11 2) Se priorizan los términos “introduccién”, “historia” y “manual” en la tarea clasificatoria. Es decir, esta investigacién ha recurrido a encabeza- mientos que aseguran, en principio, que estos libros traten el tema que nos ocupa. 3) Se incluyen historias que hablan del proceso literario hispanoameri- cano en su conjunto y no de un género en particular.!! 4) Se toman en cuenta historias literarias que abarean desde los ini- cios de la literatura hispanoamericana hasta los movimientos literarios mAs recientes; por ello se excluyen historias que se concentran s6lo en algunos perfodos.!# 5) Se consideran historias de cardécter geograficamente amplio en su enfoque; se excluyen las historias nacionales 0 aquellas que combinan lo nacional y lo continental.8 6) No se incluyen reediciones de historias publicadas originalmente antes de 1980.14 7) Se excluyen historias que combinan el estudio de la literatura espafiola e hispanoamericana.!5 2.2. Historias de la literatura hispanoamericana (1980-1994) Los textos que forthan parte del registro estan ordenados cronolégica- mente, comenzando por el menos reciente. Los comentarios breves que se dedican a cada historia incluyen la siguiente informacién: estructura general, Area geografica y lapso abareado y criterio de organizacién (i.c., géneros literarios, movimientos literarios, autores y obras, etc.). 1, (1982: ): Historia de la literatura hispanoamericana, Coord. Luis {itigo Madrigal.16 1 Véase 1.3.5. 12 Véase 1.3.6. 18 Como ejemplo de estas Gltimas se pueden citar: Literatura mexicana ¢ hispanoameri- cana de Maria Edmeé Alvarez, publicada en 1957 ¢ Historia de la literatura argentina y ‘americana. Con antologia de Arturo Berenguer Carisomo, publicada en 1960. 14 De gran valor en el desarrollo de Ia historiografia literaria hispanoamericana es la Historia de 1a literatura hispanoamericana a partir de la independencia de Jean Franco, pu- blicada on espanol en 1975 y roeditada en 1987. La primera edicién, en inglés, aparece en 1978. 18 A manera de ejemplo dle este tipo de historias, puedo citarse la Historia de la literatu ra espaiiola e hispanoamericana, de Angel Valbuena Prat y Agustin del Saz, que cuenta con seis ediciones, la ditima aparecida en 1986. 16 Sogn los datos recabados en esta investigacién, sélo dos de los tres voltimenes pro- gramados han aparecido on forma impresa hasta el momento: Epoca colonial (1982), reedi- tado en 1992 y Del Neoclasiciamo al Modernismo (1987). 12 Consta de tres volimenes: Epoca colonial, Del Neoclasicismo al Modernismo y Siglo xx. Abarca desde la Colonia hasta el siglo Xx y con- sidera los paises hispanoparlantes, eligiendo los autores y perfodos més sobresalientes. Pequefias ilustraciones complementan los articulos sobre diversos escritores. Se incluye un {ndice de autores y uno de obras, ademds de una bibliografia para cada capitulo. Los voliimenes vistos siguen una organizacién que se basa en los géneros literarios. El volumen uno parte de una introduccién al periodo con un panorama de la economfa, sociedad y cultura coloniales. A partir de allf, aparecen capitulos sobre cartas, crénicas y relaciones, épica colo- nial, lirica, teatro y novela. En el volumen dos se ofrece una introducci6n general a la cultura y situaci6n sociopolitica de la América del siglo XIX para luego presentar secciones sobre novela, cuento, poesia, teatro y ensayo, Atencién especial recibe el Modernismo, que cuenta con un largo capitulo. Cada género esta trabajado por un conjunto de especialistas que proce- den con diversos principios metodolégicos (entre ellos, Jean Franco, Walter Mignolo, Georgina Sabat de Rivers, Carmen de Mora, Emilio Carilla, Julio Ortega). Se encuentran ordenamientos por siglos, por movimientos literarios (e.g., en el volumen uno, en el caso de la lirica: renacentista, manierista, barroca, rococé y clésica) y por temas (@.g., en el mismo volumen vemos el caso de la épica: infierno épico, mundo mitolégico, horas mitoldgicas, etc.). Como en todo trabajo colectivo hay diferentes perspectivas y problemas de balance; en consecuencia, es difi- cil encontrar en este texto un hilo unitario. A pesar de ello, una cierta unidad de propésito y las bases sentadas desde el inicio impiden catalo- gar esta historia como una coleccién de monografias.!7 2. (1985): Giuseppe Bellini. Historia de la literatura hispanoamericana, Este libro dividido en 19 capitulos comienza con las literaturas precolombi- nas y se extiende mas alla del Hamado “boom” de la literatura his- panoamericana. Al final del libro se presenta una bibliografia por capitulos dividida en “textos” y “estudios”, ademas de un indice onomastico y de obras. La introduccién remarca la importancia de las culturas aborigenes en la formaci6n de la identidad americana; Bellini habla de una sintesis entre la cultura indigena y la de los conquistadores. Otro aspecto rele- vante es el lugar que se reserva a las mujeres escritoras (véase capitulo 17 John Beverley hace una resefa del primer volumen de la historia coordinada por Luis {nigo Madrigal en el tomo 51 de Ia Revista iberoamericana (359-62). 13 Xi y la seccién “poesia de la mujer”). El criterio de organizacién parece combinar movimientos y géneros literarios dentro de un marco socio- histérico que contextda el andlisis. ‘Asf, el periodo colonial se estructura segan géneros (crénica, poesia épica y lirica, teatro, narrativa) para luego, en el siglo XIX, recurrir a los ismos” (Neoclasicismo, Romanticismo, Modernismo, Realismo, Naturalismo). El siglo xx recibe una cobertura més bien geografica, amplia de por sf ya que se incluye la poesia de las Antillas y la narrativa de la Repablica Dominicana y de Puerto Rico. Se citan los escritores mas importantes de cada pats, segan la valoracién de Bellini. Los tltimos dos capitulos analizan la importancia del teatro y del ensayo en la literatura hispanoamericana de este siglo. 3. (1987): Isafas Pena Gutiérrez. Manual de la literatura latino-americana, La literatura aborigen marea el inicio de los 21 capitulos que componen este manual. El dltimo capitulo esta dedicado especialmente a la literatu- ra brasilefia, desde la Colonia hasta el siglo xx. Se incluyen —ademas de las ilustraciones y fotografias que aparecen al comienzo de cada capitu- lo— tres apéndices, una serie de notas, una bibliografia general, una lista de antologias utilizadas y un indice onoméstico. En las “Advertencias del autor”, Peta Gutiérrez habla de tres historias (la social, la literaria y la individual) que, para él, constituyen el engranaje dindmico de una historia de la literatura. El libro se organiza con base en movimientos literarios, y dentro de ellos el historiador ubiea a las diferentes figuras de las letras latinoamericanas. Generalmente, cada capitulo presenta una introduccién a estos movimientos, para luego hablar de los escritores. El teatro y el ensayo (‘pensamiento” para Pefia Gutiérrez) aparecen al final; estos capitulos abarcan desde la Colonia hasta 1985. El enfoque de Pefia Gutiérrez combina informacién basica (datos biograficos del autor o autora, obras principales), fragmentos textuales: (sobre todo de poesfa) y reflexiones sobre la literatura y la historia de la literatura hispanoamericana. Por ejemplo, al hablar de Romanticismo y de Costumbrismo, el historiador advierte: Se ha visto en los manuales ¢ historias de nuestras literaturas|...] unidos el romanticis- mo y el costumbrismo. Se coloca a este uiltimof...] como una intensificacién del primero. Nosotros no lo vemos asi (69), 14 4, (1987): Juan Carlos Rodriguez y Alvaro Salvador. Introduccién al estu- dio de la literatura hispanoamericana: las literaturas criollas de Ta independencia a la revolucion, El propésito de esta obra no es ofrecer un panorama general de la histo- ria de la literatura hispanoamericana. Esto se debe al criterio de los investigadores, quienes han decidido ocuparse sélo de algunos perfodos, géneros y movimientos en la literatura hispanoamericana, desde la lite- ratura colonial hasta el principio del siglo xx. La estructura del libro forma, a partir de una introduccién, 12 capitulos y un epflogo que aparece como “conclusiones”. Se agregan tres bibliografias (general, rela- tiva a Hispanoamérica, relativa a los temas). Rodriguez y Salvador intentan sentar bases tedricas para su investi- gacion historiografica; por consiguiente parten de conceptos que, segtin ellos, unifican a esta literatura: la lengua, una realidad subdesarrollada, y lo “real maravilloso” (término acunado por Alejo Carpentier).'® La hipétesis de que “la literatura hispanoamericana es un proceso inscrito en la estructura general de una lucha ideolégica’ acaba de completar el marco teGrico-hist6rico (8). A partir de este supuesto, los historiadores se proponen analizar las primeras dos fases que hacen a la historicidad de la literatura hispanoamericana, marcadas por la construccién del ameri- canismo y el establecimiento de las ideologfas nacionales. En este contexto, se prioriza la interpretacién y la reflexién y no la recopilacién exhaustiva de informacién. De esta manera, en la Colonia se hace hincapié en la vision de los cronistas (también se repara en la épica y el teatro) para concluir que no hay una literatura propiamente “his- panoamericana” en este perfodo porque las motivaciones ideolégicas son transplantadas de Espafia a América. Los capitulos sobre literatura gauchesca y mestizaje resaltan la importancia de estos factores en la definicién de las ideologias nacionales. Se discute a fondo la repercusién, tanto en Espaiia como en nuestro continente, del Modernismo, primer producto literario originalmente hispanoamericano. La literatura cubana se trata como caso aparte y se le reserva un capitulo. Se reflexiona sobre Ja novela hispanoamericana de la independencia a la revolucién, para finalizar con un capitulo dedicado al teatro de principios de siglo Xx, “escena de las relaciones ideolégicas hispanoamericanas” (324), 5. (1988-91): Cedomil Goic. Historia y critica de la literatura hispanoa- mericana, En su resefia al libro de Goié, Ivan Carrasco sostiene que esta historia 18 Carpentier lo utiliza en su prélogo a El reino de este mundo, publicado en 1949. 15 Se proyecta como la més segura y actualizada fuente de conocimiento sobre el proceso literario de Hispanoamérica (111). Los tres voltimenes que conforman esta historia (Epoca colonial, Del Romanticismo al Modernismo y Epoca contempordnea) contienen de 10 a 12 capftulos cada uno. La introduccién aclara que se consideran autores y obras de primera magnitud. Los capitulos presentan una bibliografia muy completa, y el final de cada volumen ofrece un indice alfabético de autores y obras. Cedomil Goié indica que su historia pretende ser sui generis dentro de las historias de la literatura hispanoamericana: Una historia que no se conforme con restimenes y catélogos, sino que considere las con- tribuciones més importantes que la critica de més calidad y desde los més variados pun- tos de vista ha dedicado a diversos aspectos de las obras, autores, géneros y periodos y a los problemas fundamentales de las letras hispanoamericanas (1: 9). El mérito de estos volamenes reside en aunar la creacién literaria y la investigacién critica. Cada tomo comienza con una seccién de “temas y problemas” del perfodo en cuesti6n; los capitulos se estructuran con base en una introduccién general a cargo de Goié, una bibliografia del tema, autor o perfodo, para luego dar paso a las contribuciones de los criticos (a manera de ejemplo: Pedro Henriquez Urefia, Rosa Perelmuter Pérez, José Pascual Buxé en el Vol. 1; Raimundo Lida, Josefina Ludmer, Amado. Alonso, en el Vol. Il). No puede hablarse de criterio sino de criterios en cuanto a la organi- zacion de esta historia; Goié prefiere un enfoque que combine perfodos hist6ricos, géneros y movimientos literarios, grandes figuras de la lite- ratura hispanoamericana y algunas variantes tematicas. Como muestra de esta multidimensionalidad, el volumen dedicado a la Colonia tiene capitulos sobre el siglo XVIII en América, el teatro, el Neoclasicismo, Sor Juana Inés de la Cruz y la poesfa, y un capitulo titulado “Variedades na- rrativas ficticias y no fieticias”. La cuidada planificacién de esta historia literaria —estableciendo preliminarmente los temas y problemas del perfodo considerado, ofreciendo una introduccién general para cada capi- tulo y luego dando paso a las contribuciones monograficas de los criti- cos— evita que el libro pierda su sentido de unidad. Carrasco destaca ademas el caracter de “texto modular” de la Historia; es decir, Goié deja abierta la posibilidad de integrar nuevos datos e interpretaciones a su texto e invita al lector a participar en la renovacién (Carrasco 111-12). 16 6. (1989): Pedro Shimose. Historia de la literatura latinoamericana. Consta de 12 capitulos que incluyen, al final de cada uno, cuestionarios y autoexdamenes. También se insertan ilustraciones varias. El primer capi- tulo esté dedicado a las culturas aborigenes de América y los tiltimos dos a la segunda mitad del siglo XX. La literatura del Brasil se haya integra- da en cada seccién. El autor ofrece una bibliografia basica y un indi onomastico al final del libro. En el prélogo Shimose aclara que su texto quiere ce instruir deleitando, raz6n por la cual carece de aparato critico, notas de pie de pagina, datos eruditos y enumeraciones farragosas (9). Es clara la primacfa de la informacién en detrimento del andlisis; abun- dan nombres y fechas. De acuerdo con su estructura y enfoque didéetico, este manual parece dirigido a estudiantes de ensefianza secundaria y no a investigadores 0 criticos de la literatura hispanoamericana. Cada capitulo presenta una introduceién esquematica, y hacia el final aparecen fragmentos de algunos de los textos mencionados. Shimose basa su historia en movimientos; hay capitulos sobre el Barroco y el Modernismo, por ejemplo. Pero hacia el siglo toriador parece ser desbordado por la cantidad del material los capitulos “Vanguardia”, “Realismo” y “Los Gltimos cincuenta afos” aparecen plagados de patses, géneros e “ismos”, sin un orden aparente. 7. (1991): Bella Jozef. Historia de la literatura Hispanoamericana, Diez son los capitulos que integran este libro. Cubre de la época prehis- panica (que Jozef agrupa con la visién de los colonizadores en el capitulo “Literatura de aculturaci6n”) a la literatura contempordnea que incluye, segtin la autora, hasta la generacién del 55. Se ofrece un indice bibliogra- fico que es casi un diccionario de autores y una bibliografia general, divi- dida en aspectos socioculturales, historias de conjunto y textos sobre los diversos géneros literarios En el prefacio a la edicién espaiola (e] texto se publicé originalmente en portugués), Jozef sostiene que su historia “quiere ser una obra de divulgaci6n, informacién, andlisis y critica” (11). De esta manera se pro- pone establecer relaciones entre autores, obras y movimientos literarios, Ya en la introduccién a su libro, la investigadora postula una visién de conjunto dado que la historia de la literatura hispanoamericana no puede reducirse a una suma de las historias nacionales. Y en cuanto a Ja fun- cién de una historia de la literatura, Jozef afirma: 17 ‘Toca a la historia de Ia literatura In tarea de unir los dos puntos aparentemente diver- gentes, la historia y Ia estética, buscando lo constante en lo variable y lo variable on lo constante. Una sintesis s6lo tendré sentido e interés en la modida que, como historia li- teraria, permita desembocar en nuevos puntos de vistal...] (19) El criterio de organizacién utilizado define los rasgos principales de los movimientos literarios hispanoamericanos a través de sus repercusiones en los diversos géneros. Asi es que, tomando el caso del capitulo dedicado a la vanguardia, la estructura presenta una breve introduccién seguida de los efectos de este movimiento en los diferentes géneros y subgéneros (poesia, prosa, critica y ensayo, teatro). Sin embargo, el criterio de autores y obras también deja su huella en esta historia; ya dentro de las cApsulas de los géneros, se observa una lista comentada de escritores y escritoras agrupados por patses. 8. (1991-): Manual de literatura hispanoamericana. Coord. Felipe B. Pedraza Jiménez. El manual esté compuesto de seis voltimenes, de los cuales sélo dos (Epoca Virreinal y Siglo xix) han aparecido en prensa hasta el momento. Los titulos de los otros tomos (Modernismo; La época de las vanguardias; La época contempordnea: introduccién, poesia, teatro; La época contem- pordnea: prosa ) indican que el lapso cubierto se extiende hasta la ac- tualidad, El énfasis en lo geografico se marca desde el inicio: 1a introduc- cién sefala las éreas de mayor actividad literaria durante los diversos periodos en Hispanoamérica. Los capitulos incluyen una bibliografia eita- da y una seccién de “otros estudios de interés’, un indice de autores y obras aparece al final de cada volumen. Esta historia es una obra colectiva, y los diferentes volmenes se a: nan a un grupo distinto de investigadores (por ejemplo, para el primer volumen, Gala Blaseo, Fernando Rayo, Consuelo Lépez, Pilar Pedraza Jiménez, Arturo Ramoneda y otros). Cada capitulo esta a cargo de un investigador o investigadora, quien comienza con una introducci6n al tema y luego procede a analizar autores y obras principales, ofreciendo sus caracterfsticas fundamentales. La parte introductoria de cada volumen es extensa y completa: se hace referencia a los movimientos literarios, los géneros, el contexto sociocul- tural, la lengua hispanoamericana y otros aspectos. A partir de allf los volimenes se organizan segiin un criterio que combina una clasificacion cronolégica con los diversos géneros y movimientos literarios. A manera de ejemplo, el capitulo cinco del Vol. 1, elaborado por Arturo Ramoneda, cubre la prosa barroca. Se comienza con una explicacién de este movimiento literario y la inclinacién a la mezela de géneros para luego 18 estudiar a los escritores mas representativos del perfodo, Como en el caso de la historia literaria coordinada por {nigo Madrigal, este trabajo colec- tivo puede cuestionarse en torno a la falta de una perspectiva unitaria; quiz4s ésta quede compensada gracias a la tarea armonizadora que rea- liza Pedraza Jiménez, sefalada por él mismo en la “Declaracién de inten- ciones” del manual 3. Apuntes finales: la historiografia literaria hispanoamericana en la actualidad A partir de los criterios sefialados se observa que, en los tiltimos 14 aiios (1980-94), la historiografia literaria hispanoamericana ha producido, segun los datos obtenidos en esta investigacién, ocho historias —un numero relativamente escaso. Podria argumentarse que los criterios uti- lizados en la confeccién de este indice bibliogréfico son arbitrarios y hasta engafosos, sobre todo en cuanto a la nomenclatura de las historias.’? Pero si se aplican estos mismos criterios a décadas pasadas, los resulta- dos justifican el calificativo de “escaso”: en la década de los sesenta se publican 11 historias y en la de los setenta, nueve;° y hay que aclarar que son perfodos de 10 y no de 14 afos. Hasta aqui se han comentado, a grandes rasgos, las historias de la | teratura hispanoamericana o latinoamericana aparecidas de 1980 a la fecha. {Qué conclusiones pueden extraerse con respecto al estado actual de la historiografia hispanoamericana a través de una mirada a este cor- pus de historias? En primer lugar es importante destacar el simple hecho de que, més all4 de que son pocas, se siguen escribiendo historias literarias, pese a la 18 Como bien lo puntualiza Beatriz Gonzélez Stephan en Contribucién al estudio de la historiografia literaria hispanoamericana cuando introduce su {ndice critico de lax histo- ris: “Muchos trabajos de historia de la literatura latinoamericana llevan titulos que no describen ni apuntan a su contenido. Son los casos de rotulaciones como ‘Literatura Hispanoamericana’|...) ‘Curso’, ‘Leccién’, ‘Ensayo’ o Esquema’ de la Literatura Hispanoamericana, que en su gran mayorfa resultan sor historias literarias, a veces equivor cadamente clasificadas —y con razén— dentro de las bibliografias” (78). Cabe agrogar a esta lista de nombres ol de “antologfa”. Las antologias de la literatura hispanoamericana presentan una coleccién de textos que muy a menudo trazan un panorama del desarrollo hist6rico-literario. Un ejemplo de este tipo de trabajo es Voces de Hispanoamérica. Antologia literaria, preparado por Raquel Chang-Rodeiguez y Malva E. Filer y publicado en 1988. 20 Para Ia obtencién de estos datos, ha sido dtil la bibliograffa de historias de la literatu- ‘a hispanoamericana que presenta Beatriz Gonzélez Stephan, previa aplicacién de los crite- rios de seleccién de historias empleados en esta investigacién 19 abundancia de material en este campo desde el inicio del proceso histo- riografico de la literatura hispanoamericana. Podria recurrirse al facilis- mo y reeditar versiones de historias publicadas antes de los ochenta, realizando los ajustes necesarios; sin embargo, la existencia de proyectos nuevos de historias literarias indica que los eriticos e investigadores de la literatura que nos ocupa, sienten la necesidad de reevaluar constante- mente el desarrollo del proceso literario hispanoamericano, aprovechando lo existente, sf, pero buscando ademds nuevas perspectivas y angulos de interpretaci6n.2" Casi todas las historias resefiadas adoptan un enfoque mas bien amplio geogréfica, cronolgica y tematicamente, excepcién hecha de la historia de Juan Carlos Rodriguez y Alvaro Salvador quienes aclaran, desde el principio, sus intenciones de analizar tan s6lo algunos aspectos de la historia de la literatura hispanoamericana. A pesar de dicho enfoque, las historias tienen cuidado en remarcar que no se consideran exhaustivas. Si bien cada una privilegia tal o cual criterio de organ zacién, puede afirmarse que la mayoria hace uso de perfodos, movimien. tos y géneros literarios, muchas veces estableciendo una planificacién de la cbra que combine los tres.%2 Se reconocen tres grandes perfodos: la Colonia, el lapso que va del Neoclasicismo al Modernismo, y la época con- tempordnea, los cuales corresponden, aproximadamente, a una divisién por siglos. Entre los movimientos literarios citados con més frecuencia aparecen el Barroco, el Neoclasicismo, el Romant icismo, el Modernismo, la Vanguardia y la 6poca contempéranea, los cuales producen las grandes figuras (Sor Juana Inés de la Cruz, Andrés Bello, Rubén Dario) y obras (Martin Fierro, Ficciones, Pedro Péramo ) de la literatura his- panoamericana. En cuanto a los géneros se siguen favoreciendo la poesia, la novela y el cuento, aunque muchas de las historias intentan ya rescatar y poner en un plano de igualdad al teatro y al ensayo, géneros tratados con suma brevedad en historias de antafio. Un andlisis detenido de la confeccién de las historias resefiadas, con base en la perspectiva adoptada por cada una de ellas desde el inicio, per- mite dilucidar los siguientes elementos de similitud y disparidad: 1) el tema de la relevancia de la cultura y literatura aborigen en el proceso li- terario americano sigue vigente; algunos investigadores no le dedican capitulos enteros sino que prefieren comentarlo en las notas introducto- 21 La reciente creacién literaria obliga también a la produccién de nuevas historias de la atura hispanoamericana, 2 Quizd no en los criterios de periodizacién, pero sf en una combi crear nuevos parémetros, radique el principal elemento innovador de con respecto a las mas tradicionales. jon que apunta & actuales 20 rias (e.g., Goié) mientras que otros consideran indispensable contar con una seccién que estudie a fondo las manifestaciones literarias precolom- binas (@g., Bellini); 2) pocas historias dedican atencién especial a la pro- duccién femenina en la literatura hispanoamericana, mas alld del obliga- do estudio de Sor Juana Inés de la Cruz y las poetas de este siglo. Bellini representa la excepci6n; 3) la periodizacién de la historia de la literatura hispanomericana es un problema recurrente. En el manual coordinado por Pedraza Jiménez se alude a él, presentando toda una seccién de la parte introductoria dedicada a debatir el tépico; 4) de las ocho historias resefiadas, cuatro parten de una perspectiva de un solo autor o autora (las de Bellini, Pefia Gutiérrez, Shimose y Jozef), una esta escrita por dos investigadores (Rodriguez y Salvador), una es obra de un autor que recurre a numerosos criticos (Goi), y las otras dos son proyectos colec- tivos (liigo Madrigal, Pedraza Jiménez). En estas tltimas se observa una tendencia al trabajo en conjunto, utilizando los aportes de la eritica para reevaluar la literatura hispanoamericana desde una diversidad de enfo- ques; 5) la mayoria de las historias recientes parecen querer sentar las bases para un estudio renovado de la historia de la literatura his- panoamericana: pretenden ir mas alld de una “historia nueva” y transfor- marse en una “nueva historia”. Goié, como se recordara, habla de una historia sui generis en este campo. Dicho énfasis vuelve a marcar la necesidad de reinterpretacién y reevaluacién de la historia literaria his- panoamericana Junto a la merma en la produccién de historias en esta dltima década, ha surgido un mareado interés en la discusién del rol que la histo- riografia literaria hispanoamericana cumple en el contexto general de la literatura del continente. Ademés de los diversos articulos publicados en revistas literarias sobre el tema —algunos citados en este trabajo—, se nota un esfuerzo por contribuir al estudio de las historias literarias en América Latina por medio de proyectos colectivos o que conllevan una cierta unidad y que proponen una reflexién, Como ejemplo de esto altimo pueden citarse tres colecciones de ensayos eriticos: Aproximaciones de Rafael Gutiérrrez Girardot (1986), Contribucién al estudio de la histo- riografia literaria hispanoamericana de Beatriz Gonzélez Stephan (1985) y Hacia una historia de la literatura latinoamericana, editado por Ana Pizarro (1987). El primer libro ofrece, en su parte inicial, algunos articu- los (‘Revisién de la historiografia literaria latinoamericana”, “El proble- ma de una periodizacién de la historia literaria latinoamericana’, 23 Las criticos de torias de un solo autor también recurren con frecuencia a los trabajos de los literatura hispanoamericana, 21 “Problemas y temas de una historia social de la literatura latinoameri- cana” y “La historiografia literaria de Pedro Henrfquez, Urea: promesa y desafio’). Partiendo del camino trazado por Henriquez Urea, Gutiérrez Girardot —especialista en este campo— desacredita la historiografia nacionalista y propugna una historia social de la literatura latinoameri- cana. El segundo libro es parte de un proyecto de investigacién que rea- liz el Centro de Estudios Latinoamericanos Rémulo Gallegos e incluye una serie de articulos (‘Situacién actual de la historia de la literatura hispanoamericana’,, “Para una historiografia literaria: un esquema del proceso de la historia de la literatura hispanoamericana’, “Problemas y tareas de la historia de la literatura de la América Latina {las historias literarias nacionales y continentales})” y una muy completa y til biblio- gratia de las historias de la literatura hispanoamericana. Gonzélez Stephan reflexiona sobre la interaccién entre historia y literatura, el desarrollo del proceso literario en Hispanoamérica y la necesidad de un nuevo proyecto que adopte un enfoque cont ental en la historiografia li- teraria latinoamericana. El tercer libro es producto de una reunién de expertos celebrada en Caracas en noviembre de 1982 y presenta, ademas de las ponencias cle los asistentes (Mario Valdés con “Hacia una historia de la literatura hispanoamericana: la perspectiva compara’ ista", Antonio Cornejo Polar con “La literatura latinoamericana y sus literaturas regionales y nacionales como totalidades contradictorias”, entre otros), un valioso aporte (“discusién”), donde los criticos opinan sobre el texto lefdo, Este congreso toma como punto de partida la historiografia com- parativa para el andlisis de la literatura Jatinoamericana. Los trabajos mencionados puntualizan los temas urgentes en la histo- riografia literaria hispanoamericana (e.g., criterios de periodizacién, li- teraturas nacionales vs. literatura latinoamericana). En todos los casos se onfatiza la importancia de la reflexién sobre la historiografia para un mejor entendimiento del proceso hist6 ico-literario hispanoamericano. Bxiste una tendencia a encarar esta reflexién por medio de proyectos colectivos, con la participacién de especialistas en la materia, Hay tam- bién una apertura hacia un enfoque que incorpore otras diseiplinas (so- ciologia, filosofia,) y una disposicin por recoger los aportes fundamen: tales de criticos como Pedro Henriquez Urefia. Esta situacion habla de una perspectiva que rechaza lo separatista y aleatorio y favorece, en cam- bio, una visién que prioriza la idea de la historia de la literatura his- panoamericana como proceso auténomo y multidimensional. El cuestionamiento actual de la disciplina, que se refleja en la abun- dancia de “estudios” y la relativa escasez de “historias”, puede interpre tarse como crisis. Pero, en todo caso, es una crisis beneficiosa: las nuevas historias han reparado en las contribuciones de la eritica y de las historias 22 anteriores y han comenzado a incorporarlas, proponiendo no una sepa- raci6n, sino mds bien un puente entre creacién, critica e historia literaria. Bibliografia Anderson Imbert, Enrique. Historia de la literatura hispanoamericana, 2 vols., Brevarios Nros. 89, 156, FCE, México, 1954. Arrom, José Juan. Esquema generacional de las letras hispanoamericanas: ensayo de un método, Instituto Caro y Cuervo, Bogoté, 1963, Bellini, Giuseppe. Historia de la literatura hispanoamericana, Literatura y Sociedad No. 35, Castalia, Madrid, 1985. Beverley, John. Resefia de Epoca colonial, Vol. 1, Historia de la literatura hispanoamericana, Madrigal, Luis fnigo (Coord), Revista iberoamericana No. 51, 1985, pp. 359-362. Bost, David. “Historiography and the Contemporary Narrative: Dialogue and Methodology’ Latin American Literary Review 16.31, 1988, pp. 34-44. 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