You are on page 1of 8
v4 15) nyo 2006 Splge Hans 1997. Lae the ator, sulgs, Roden A 1995 Promting Rk Costctg th thunk Tet New Ye Ande Gray ‘Thang Sem. {9% npovdiiant Ri Aye Mao Tet Fetunttpnoe tantenceinehgs coors Uinedng Decne roe, One Brio ‘Books. aa Thangan Sam. {998 Adding ingovehnant ik Some eae fom We Bsknste jc In HO Mauro harden (cs) Deoprant heen ipseroen Rats Rene Profiled Pepi i Sen Ontand ‘Tamer RJ 2, Woxon and. A Lye 195. "Te denieoy coca Sess” Arian Soil Rome toiers aad ‘Van Wik I, Wen 199% Sing Dent fr improving Reeten’ Libod In: chal BC Cerne (ed) The Enos of Iau ‘ecient Queenan Changs, ahngion Bes Te ‘Weta Micha and radon wth Hannah eda 1992 Pople and Pata, Liskin Prouced Art Masagenent th Lal Canmnd, wastingtn, De The Woe Bask ‘ond ea Coat Wi, at and Steven, Brenchln es 199. Resides Peoples nN Paks, So Daa Steg nite Corer Tun Uo of Woden Abst 2000, "Eoergncy Rett! i Bhopl: he Ble Ya {chema eM: Cerneh and © MeDoval (eh) Rade Fenelon, Nesta, BT Wor ar Wistesoh, James. 1995, Addr othe Ano! Mtg of he Wo ark nd 1G Wshingson DC The Wed ask Oster cat coma ottesson Jame. 109. The Cteng of non Amal Medes Ade, ‘Washington, DC: The Woeld Bank Group. “* 1990 tvclnary Resetlemes. Opens! Dicv 438, ‘gtr Be Fe oP Wel Bask 1994/1996. Reetenent an Deslopmnt: The Beside Review of Pres ivatng Lanny Rsetlemen SS '998 hashing, DC: Tne Wo bask Wed bank 1998 Kenya—Prject Completion Report Kenya Export Berlomen is apr Nese ang 20 he in Bank 19 dare Cope apt ncn Duda Co ‘Pret apart No 158, Wahi De The Word ask Wierd Ban, ed re tn gn Spon Serene Wd Bad 19 Che hau Reset Retest Poet Cempleten eps Weaigion DO The Vs Bor Wor Bank, 1998 Recent Bapecence wth lvsluiny Reveteme, Sveriw pers Baton Deprun Mangan ‘The Wea an, ™ sn Wd Camu on ame 2008, Dams tnd Development ANEW Emeyoth fr Deine Making~the Roper the Worla Commis en Dao “ExthotnPublenows Le Landon rd Seng cman ce mRo%6.00. Emasaso DEL ANTROPOLOGO:MIRAR, ESCUCHAR, Haat ESCRIBIR™ Roberto Cardoso de Oliveira” Resumen Al reflexionar sobre las caractertstics dl trabajo antropolégico, el Autor destaca el mirar, elo yet ‘scribir como etapas de un proceso de conocimiento, Al llamar la atenc sobre estas etapas, busca mostrar cuénto el trabajo de investigacion puede ganar si las mismas fuesen cuestionadasa partir de las obsereaciones en el trabajo de campo el mxner~ coma primera etapa - jams es ingenuo, sino que es Adebidamentesfisticado por el dominio dela toriaen el propio acto etnogrfico de obseroacin; loi, ‘igualmente condicionado por la teoria permite al investigador comprender las representaciones del Puebo junto al que raza la investigacion, penetra en los ms variados géners del discursoproferi- os en el cotidiano de la vide de la sociedad oen stuacionesrtualizadas;el escribir, como etapa final en a produccin de ls resultados por medio del cul el aneropdlog inscribe sus interpretacones en el texto monografco. Patanras Caves: Etwegrafa, Encuentro Elnogrifico, Obseroacién Participants, CComprensi6n, Representacion Coletiva, Inersubjetividad. ‘Ansteact Reflecting upon characteristics ofthe Anthropologists work, the author highlights the activities of looking, listening and writing as stags in the knowledge process that are not slanys exemtined by students, or even by proissonais within the discipline. Calling attention (0 these stages, the author shows just hora much can be gained if they come into question from the stance of the researcher's ‘observations in the field, where looking —as the fis slage — is never nave, bt duly sophisticated by the conamand of theory in the very ethnograpkicect of obsercation;or when listening equally conditioned by theory, allows the fieldworker to penetrate in the representations of the people or subjects under inbestigation, s much as inthe mast diverse genres of discourse that come into play in everyday lifeor ‘in ritual situations; and, filly, writing as the fal act inthe production of results, by which means the anthropologist insorbes his her interpretations in the monographic text Key Wonps: Etnograpiy, Etnographic Encounter, Participant Obsereation, Understanding, Colectve Representations, Intesubjectivity “intimin dea y ena tema asin tn Rev de Antolin do Agar topos Fine Pata ens ana, Uae ei la [ep ore rug us ms aren ltehsadoeven er patna ‘Snel dentineo swage ntopogy saad Secs we p38 Nac Fan Coy Ravin ober arid Onn Seo Vana. Acres Hogs ate “Profs edit de a Universidade Etaual de Campinas Beasl(UNICAMP) vhs avo aece Intropvcci6N Me parecié, en ocasién de esta conferencia, ue un antropélogo que te drige ‘una audiencia de cientifcos sociales podria hablar un poco sobresu méter particularmente cuando, al realizar su trabajo, articula la ‘nvestigacién empiica con la interpretacién de sus resultados'. En ese sentido, el subtitulo cescogido-es necesario aclarar-nada tiene que ver con el reciente libro de Claude Lévi- Strauss, Regarder, Ecouter, Lire (1998), asin éuando el mismo pudiera habermeinspirado, al subatitur apenas el Lire porel Ecrireoe Ler porel Escrever.Sin embargo, aqui al contrario de os ensayos de antropologta estética de Lévi- Strauss, intento cuestionar algunas de las principales “facultades del entendimiento” sociocultural que, creo, son inherentes al modo de conocer de las ciencias sociales Naturalmente queal hablar en ese contexto de facultades del entendimiento, es preciso decir que no estoy mds que parafraseando, y con mucha lbertad, el significado floséfico de la expresién "Facultades del Alma”, como Letbnitz también entendi Ia percepcién y el pensamiento. Ya que sin percepcién ni ensamiento, zcémo podemos, entonces, conocer? Pormilado,odesde el punto de vista de mi disciplna, la Antropologia, slo quiero enfatizar el eardcterconstitutvo del Mira, del Escuchar y del Escribiren la elaboracién del conocimiento propio delas disciplinas sociales, » de aquellas que convergen para la elaboracién de lo que un sociélogo como ‘Anthony Giddens lama, muy apropladamente, *teoria social”, parasintetizar cone asocacién de esos dos términos el amplio expectro cognitivo que involucra a las disciplinas que denominamos Ciencias Sociales (Giddens, 1884). Rapidamente, ya que en el espacio de ‘una conferencia no pretendo més que hacer sonra catooso oe ouvuRA aflorer alguns problemas que comunmente ppasan desaperebidos no so para los évenes investigadores en Ciencias Sociales, sino algunas veces también para el profestonal rmaduro, cuando éste no se inlina hacia las cuestlones eplstemolégeas que condicionan tanto # la investigacién empirice como a la construcclén del texto, resultado de investigacin. Deseo, at, lamar la atenciéa sobre tres formas -mejor diva tres etapas- de aprehensién de los fendmends sociales, tematizéndolas (lo que quiere decir: cuestionéndolas) como merécedoras de nuestra reflexin en el ejercicio de la Investigacién y de la produccién del conocimiento. Intentaré mostrar cémo “el Mirar, el Escuchar y el Esribie” pueden ser tratados en sf mismos, aunque en un primer ‘momento puedan parecernos tan familiares y, Por eso, tan triviales, al punto de sentimos ‘eximides de problematizatlos; todavia, en un segundo momento -marcado por nuestre Insercién en las Clenclas Sociales- es “facultades” 0, mejot dicho, esos “actos cognitivos” que provienen de ellas asumen un sentido particulas denaturaleza eplstemolégics, ‘puesto que con tales actos hemos logrado construir nuestro saber. De este modo, {ntentaré indicar que, sies por medio del Mirar y el Escuchar “disciplinados” -a saber, ‘iaciplinades por la dscplinai que se reali nuestra "percepcion’, gerd en sl Eseribir que nuestro “pensamiento” se eereitard de forma sms cabal, como productor de un dscurso que serd tan creativo como propio de las clendias Tal ver la primera experiencia del investigador de campo (o en el campo) sea la domesticacién te6rica de su mirada, Porquea "La primer vers deta conden oe devia a a Cas Inaugural del ato acadco de 19 elt slo cos dal rst de Fosofia y Chencas Hmanas (RCH) dein Universidad Exatal de Campinas (Unica) ta pes ‘versie que ahora se pubic, fue elaborada para un onferenci fei na plate mull Fanacn Jour Nabuco,en Renee 24 de maj del mismo afa ene rtat de Tepe partir del momento en que nos sentimos preparados para la investigacién empirica,e! ‘objeto sobre el cual dirigimos nuestra mirada ya fue previamente alterado por el propio ‘modo de visualizarlo.Sea cual fuese ese cbjeto, ‘no escapa a ser aprehendido por el esquemna ‘conceptual dado por Ia disciplina que forma nuestra manera de ver la realidad. Ese esquema conceptual, disciplinadamente aprehendido durante nuestro itinerario ‘académico (de abi el termino disciplina para las materias que estudiamos), funciona como ‘una especie de prisma por medio del cual la realidad observada sufre un proceso de refraccin-sise me permite a imagen. Escierto queesto no es exclusivo del Mirar, puesto que sti presenteen todo procesode conocimiento, Implicando, por lo tanto, todos los actos cognitivos que mencioné en su conjunto, Pero escierto que en el Mirar esa refraccién puede ser mejor comprendida. La misma imagen (ptica-refracci6n-llama la atencién sobre esto. Imaginemos a un antropélogo iniciando una investigacién junto @ un eterminaco grupo indigena, e ingresando a tuna maloca, una vivienda habitada por una ‘decena-o més- de individuos, sin conocer asin tuna palabra del idioma native, Esa vivienda detanamplias proporciones y de un estilo tan peculiar -como lo son, por ejemplo, las tradicionales casas colectivas delos Tiina del Alto Solimées, en el Amazonas-, tendria su interior inmediatamente escudritiado por el "Mirar etnogréfico", por medio del cual toda la teorfa que la disciplina dispone acerca de las residencias indigenas pasarfa a ser instrumentada por el investigador, esto es, | teferida por él En ese sentido, el interior dela vivienda no seria visto con ingenuidad, como tuna mera cutiosidad ante lo exstco, sino con una mirada débidamente sensibilizada por la sxmave pe avon, teorfa disponible. Teniendo como base esa teorfa, el observador bien preparado, como etnélogo, la miraria como un objeto de Investigacion, ya construido previamente por 41, al menos en una primera prefiguracion pasarfa entonces a contar los fogones (pequetias cocinas primitivas),cuyos residuos de cenizas y carb6n indicar‘an que alrededor de cada uno de ellos estuvieron reunidos no sélo individuos, sino “personas”, por lo tanto “seres sociales”, miembros de un tnico "grupo doméstico"; lo que le darfa la informacién subsidiaria que, por lo menos en esa maloce y de acuerdo con el mimero de fuegos, estarfan resguardados parte de los grupos domésticos, formades por una o més familias elementales y,eventualmente, porindividuos "incorparados” (eriginarios de otro grupo tribal). ALigual que ‘podria estimar la totalidad de los habitantes (casi tados) contando las redes que penden de las vigas transversales que sostienen el techado dela malzex’ delos miembros decada ‘grupo doméstico, Observaria también las ccaracteristicas arquitecténicas de la maloce, clasificdndola siguiendo una tipologia de aleance planetario sabre estilos de residencias, como lo ensefia la literatura etnolégica existente, ‘Tomando, atin, alos nismos Taking, pero en su forma moderna, el etnblogo que visitase sus maloess observaria de pronto que cllas se diferencian radicalmente de aquellas escriptas por cronistae o viajeros que, en el pasado, navegaban por los gavapés? por ellos habitados. Verificaria quelas amplias mzlocas, por entonces dotadas de una cobertura en forma de semiarco que bajaba por sus laterales hasta el suelo, cerrando la case a toda entrada de aire (y de la mirada extern), salvo por las puertas méviles, se encuentran hoy completamente remodeladas. La maloon se srs original at des rac) Sopp arr extaasdasal e ‘Aoyenen ip ota dels edt). avd nes /uavonsee presenta ampliamenteabierta,conformada por lun techo a dos aguas, sin paredes (0 con unas muy precarias);¢,internamente, imponiéndose a la mirada externa, se ven redes colgadas de los muros, con sus respectivos mosquiteros — tun elemento de la cultura material indigena desconocido antes del contacto interétnico € innecesario para las antiguas casas, puesto que clcerramiento impedta la entrada de cualquier insecto. En ese sentido, para ese etnélogo ‘moderna, teniendo a sualcance a documentacién, hhistrica, su primera conclusin serd que existio ‘un cambio eultural de grado tal que, si por un lado facilité la construccién de las casas indigenas-ya que la antigua residencia exigfa un esfuerzo de trabajo més grande debido a su complejidad arquitecténica-, por otro lado afecté las relaciones de trabajo (por ya no ser necesaria la movilizacin de todo el clan para Iaconstruccién dela maloca), a mismo tiempo que los grupos residenciales se volvian mas vulnerables a los insectos, puesto que los mosquiteros podrian ser tiles solamente en las redes, dejando a las familias a merced de ellos durante todo el dia. Se observa asi, iteralmente, lo que el fallecido antropologo Herbert Baldus llamaba una especie de “paturaleza muert” dea aculturacién ,Cémo revivirla sino por la penetracién en la ‘naturaleza de las relaciones sociales? Retomando nuestro ejemplo, -verfamos que para dar cuenta dela naturaleza, elas relaciones sociales mantenidas entre las personas de la unidad residencial (y de ellas entre sf, tratindose de una pluralidad de ‘malocas de una aldea o “grupo local”), no bastarfacon séloel Mirar ;Cémoaleanzar $610 con la Mirada el significado de esas relaciones sociales, sin conocer la nomenclatura del pparentesco por medio de la cual tendremos ‘acceso a uno de los sistemas simbélicos més importantes de las sociedades dgrafas,y sin el cual no nos seré posible seguir con nuestra marcha? El dominio de las teorfas de [parentesco por partedel investigadorse vuelve Indispensable. Para llegar, sin embargo, a la ‘estructura de esas relaciones sociales, el ‘etnélogo debers valerse, en forma preliminas, de otro recurso para ls obtencién de los datos. [Nos vamos detener un poco en el Escuchar ELEscucuar No creo que sea en vano mencionar que el ejemplo indigena, tomado como ilustracién del Mirar etnogrético, no puede ser considerado como incapaz de generar analogias conotrassituaciones de investigaci6n, con otros objetos concretos de investigacién. Porcierto, lL socidlogo oel poitslogo tendrfan gemplos tanto o més ilustrativos para mostrar cuinto la teorfa social pre-estructura nuestra mirada ¥ Sofistica nuestra capacidad de observacién. Juzgué, sin embargo, que los ejemplos més simples son los mds inteligibles. Y como la Antropologia es mi disciplina, continuaré valiéndome de sus ensefanzas y de mi experiencia profesional, con la esperanza de poder proporcionar una buena idea de esas etapas, aparentemente triviales, de la Snvestigacin cientifica, Porlo tanto, siel Mizar posee una significacién especifica para un cientfico social, el Escuchar también lo tiene. Evidentemente, tanto el Mirar como el Escuchar no pueden ser tomados como facultades totalmente independientes en el ejercicio de la investigacién. Ambos se complementan y sirven al investigador como dos muletas (no nos perdamos en esta metéfora tan negativa...) que le permiten caminar, ain torpemente, en el camino del conocimiento, La metéfora,intencionalmente utilizada, permite recordar que el camino de Ia investigacién es siempre dificil, sujeto a muchas cafdas. Es en ese impetu por conocer que el Escuchat, complementando al Mira, participa de las mistnas precondiciones de este ‘timo, en la medida en que esté preparado ‘para climinar todos los ruidos quele parezcan, insignificantes i.e. que no hagan ningin sentido en el corpus tebrico de su disciplina o para el paradigma en el cual el investigador fue entrenado. No quiero discutir aqut la ‘uestion de os paradigmas;lohiceen milibro Sobre o pensamento antropoligico (1988), y no tenemos tiempo aqui para abordarlo. Bastaria que entendamos que las disciplinas y sus paradigmas son condicionantes tanto de nuestro Mirar como de nuestro Escuchar. Imaginemos una entrevista por medio dela cualel investigadorsiemprepuede obtener informacion inaccesible por la estricta observaci6n, Sabemos que investigadores ‘como Radcliffe-Brown siempre recomiendan la observacién de rituales para el estudio de loa sistemas religiosos. Para 61, “en el empefio, cdecomprender una religiGn, debemos primero ‘concentrar la atencién més en los ritos que en. las ereencias” (Radcliffe-Brown, 1973). Esto significa que ls religi6n podrd ser observada ‘ms rigurosamente en la conducta ritual por serella “el elemento mésestable y duradero”, sila comparamos con las creencias. Sin embargo, 0 no quiere decir que incluso esa conducta nunca podria ser completamente comprendida sin las ideas que la sustentan, Descrito el ritual por medio del Mirar y el acuchat (sus musicas y sus cantos) le faltaba suna plena comprensin de su “sentido” para cl pueblo que lo realiza y la “significacion” ‘pata el antropélogo que lo observaba en toda su exterioridad®. Por ego, la obtencién de explicaciones, dadas por os propios miembros ela comunidad investigada, permitira llegar a aquello que los antropélogos llaman el “modelo nativo", la materia prima para el entendimientoantropol6gico Tales expicaciones sativa sélo podrian ser obtenidas por medio de manny oe wurnorsioo. la “entrevista”, por lo tanto, de un Escuchar ‘completamente especial. Pro para eso hay que saber Escuchar ‘i aparentemente la entrevista tiende a ser encarada como algo sin mayores dificultades salvo, naturalmente, la imitacién lingiistica -ie. el débil dominio del idioma native poreletnélogo-ellose torna mucho més complejo cuando consideramos que la mayor dificultad estéen las diferencias entre “idiomas culturales”, a saber, entre el mundo del investigador yel del nativo, ese mundo extraho fen el cual deseamos penetra. Por otra parte, hay que entender nuestro mundo, el del investigador, como occidental, construido ‘minimamente por la superposicién de dos subculturas: Ia braslea, en nuestro caso en. particular, una antropologica, aquellaen la cual fuimos entrenados como antrop6logos y/o cientificos sociales. Yes el enfrentamiento entre e308 dos mundos lo que constituye el contexto nel cual transcurre la entrevista, un contexto problemtico en el que tiene lugar nuestro Escuchar. Como podramos, entonces,tratar las posibilidades de la entrevista en esas condiciones tan delicadas? Penso queese tratamiento comienza con la pregunta sobre cudl es la naturaleza de la relacién entre el entrevistador y el entrevistado, Sabemos que existe una larga y arraigada tradicin en la literatura etnol6gica sobre la relacién. $i tomamos la clisica obra de Malinowski como referencia, vemos cémo esa tradicion se consolida y, précticamente, se trivializa en la realizacién de la entrevista. En elactode escuchar al "informante’,eletndlogo ejerce un “poder” extraordinario sobre el mismo, aunque él pretenda posicionarse como el observador més neutral posible, como lo postula el objetivismo més radical. Ese poder, + Agut rain una distnlin ene “sentido” y “signifi el peer temino a cuenta del horzont semnco de atv? (Como en el empl del qu me ety vada) en cunt al segundo eno, re para dsignar al orizoate

You might also like