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B Teta de Suelos en las Vias Terrestres PCr ne OIE Gn RR) ico Rociiguar. Afonso La hngenievia de suelos en kas vis fenesties : Careteras, ferrocaaies y Geropistos | Alfonso Rico Rootiguaz. - México : Lure, 2008, 4606. 21 cr, ISBN 968-18.0054.0 Restica 1. Mae6nica de sualos uC: Te20B.5 Dewey: 624:15136—dc2t Larresenaccny crroncd ex corn o€ LAINGENIERIA DE SUELOS EN LAS VIAS TERRESTRES Cameras, reemocARmUrs v ADROMSTAS Veuwses 1 aon morenio ce. coon Nana ME Oe STA SHA PARDEE RE>RGOULOA TRAE, MEDUITE HEN SSSTEUAOWETOOD, LEGTAD ECOG NEZANCD (MEMENTO £.porocenwa0, A GAMBLE 0 CUALOAER STADE FELPERASION V ALUAEEKAUEEUTS be KFESRLEEH), ON Covnraenro po eseir bx Eoo Dexoros reseneoes: (©2005, EDITORIAL LMUSA. SA oF CV. GRUPO NORIEGAEDITORES, Basnenas 96, Mbxco. DF. F-08040 3 8509 0050 (01(800) 706.9100 5512 2003 ienusa@rovega comm 2 me neigh co CANIM Nw. 125 Heowo en Mico SBN 06818-00540 20.1 @ Pon Francis N, Hyves * “Por le gracia de Dios, la cual me ka sido dada como hdbil construetor, eehé el cimiento; otro edifica sobre él.” (A Ios Corintios 1.3.10) La anterior cita bibliex parece particularmente apropiada para este libro de Mecinica de Suelos, puesto que los suelos y los materiales térreos constitu. yen el substracto bisico de la mayoria de las estructuras ingenieriles. La rele rencla parece especialmente apropiada cuando se.considera la esperanza expre- sada por Ios autores cle que los jévenes ingenieros “construyan sobre los cirmicn- tos" que les pueda proporcionar este libro, La Mecdnica de Suelos, especialmente la que se aplica a Ia construccién de Jas vias terrestres, tuvo que progrcsar a través de un camino erizado. de dificul tades. Los hombres rudos y prdeticos de antafio se inclinaban a cansiderar slo dos clases de excavacién para carreteras, las hechas en “polvo” o en “roca”, Y toda la amplia variedad de los materiales naturales que es posible encontrar sobre la superficie de la tierra Ja estudieron, analizaron, clasificaran y descri- bieron los agricultores, agrénomos, gedlogos, petrégratos y los ingenteros de mina, Come consecuencia, términos tan’sencillos como “buen sitlo” 0 “mal suelo” han Megado a tener significados distintos para eada especialista y lo que es “bueno” para un agricultor puede ser muy malo para un ingeniera y vi ceversa. Es muy cierto que muchas veces Ja terminologia y los métodos de dasifica- cién que establecieron los geblogos resultan demasiado vagos 0 confusos para Jos ingenieros que devean establecer cma se comportard un determinade ma- terial bajo condiciones de servicio. Debe reconocerse que Ia utilizacién exitosa de Jos suclos como materiales de construceién es una actividad que tiene tanto de ciencia como de arte. El hombre ha manejado tos suelos y Ios ha usado en sus construcciones desde el alba de los tiempos. Los suelos pueden ser o no el material de construccién mis viejo, pero no cabe duda que los antiguos aprendicron mucho sobre ellos, al practicar el arte de la alfateria y al construir monumentos y moradas. Uno de los grandes logros de la civilizacién moderna consiste en que los ingenicros puedan aplicar un enfoque cientifieo a ésta, la mds antigua de las aries de la construccion. En efecto, para Ilevar a cabo la planeacién y el proyecto de cualquier obra ingenieril de importancia, hoy dia cs imprescindible legar a un acuerdo entre distintos puntos de vista. Por ejemplo, el proyecto de una carretera importante se logra mediante Jos esfuerzos ccnbinados de muchos individuos que comtri- buyen con el conocimiento detallado de muchas especialidades. ‘Como la mayor parte de fas obras de la ingenieria descansan sobre Ia super ficie de la tierra, la capacidad de Jos suelos para soportar cargas se convierte en una cucstiGn fundamental. La expresién popular inglesa “simple como It tierra” indica que la mayoria de la gente ain sabe poco sobre el avance actual * Ingentero Gonsultor. Anterior Jefe del Laboratorio del Departamento de Carreteras del Esuado de Califorala, USA. 6 Profacia de Ja ciencia de los suelos. Sin embargo, los suélos Genen muchas propiedades peculiares que estimulaton a varias hombres de diversas épocas a dedticar soda fa vida a su estudio. En Ta actualidad es un requerimiento de todo ingeniero competente que 3 dotique a fas vias terrestres el estar fami fo con la obra de aquellos hom. bres que se han dedicado al estudio de 1a utilizacidn de Tos suclos desde varios puntos de vista, Lo conocimientos actuales sobre fos materiales. que component Ia cortera terrestee se han ido acumulando lenta y cclosamente gracias al aporte dle diversos grupos de técnicos, tales como los ingenieras agrémomos, Tos qui micos de suelos, Jos especialistas en ccrimica, los gedtogas, Ios ingenieros de minas y de las diversas. ramas de lay ingenierfas dvil y militar, que intervinie ron personalmente en la construccién de presas, canales, ferrocarriles, control de etosidn, aeropuertos, cimentaciones de etificios, etc. Considdrese de nucvo el destrrollo de un proyecto para una carretera im: portante. Es preciso coordinar las esfuerzos y conocimicntos de nuevos grupos de especialistas. Los que preparen las expecifieaciones y detalles del. proyecto deben asimilar y tomar en cuenta toda 12 informacién preliminar proveniente de reconacimientos agreos y terrestres, seguidos por investigaciones y resultados de trabajo de laboratorio, En Ia misma forma, deberd tenerse en cuenta una estimacidn del “sistema de cargas", es decir. del néimero y peso de Tos vehfeulos que, segiin se espera, constituirdn el trinsito que habra sobre la obra. Después de preparar Ios planos y lat especificaciones, intervienen los asesores legales que deben revisatios, puesto que el contrata para construir la totalidad 0 una parte de un proyecto determinado es un documento Iegal y, em siltima instan- Gia, las interpretaciones egales usualmente tienen precedencia sobre considera- clones u opiniones puramente Ingenieriles en el caso de que surglera una con- troversia entre ef contratista y el ingenicro. Fn un Departamento de Carreteras jen concchido, todes los planos y espeeificaciones de cualquier proyecto, los deben examinar y revisar conjuntamente los ingenicros de construecién y los en- cargados de su futura conseryacidn. Obviamente es exencial que existan Ia de- ‘cooperacidin y trabajo de equipo. Gualquier estudio de Meciniea de Suelos constituye un intento para esta- bilecer un conoeimiento ardenada de Tos factores que definen el comportamien- to de Jos suelos y su capacidad para resistir carges. Para apravechar plenamente Jos beneficios de semejante orclenacién teérica, ademds, se necesita establecer claramente los requerimientes die construccién, Es igualmente importante que el contratista y todos los elementos dé ta construiccién ejecuten debidamente lo dispuesto, En esta etapa, surge nucvamente Ta necesidad de un buen trabajo de conjunto, as{ como respeto y comprensidn, por parte de todos los que for- men el equipo, en cuanto a los objetivos, ideas y funciones de los denis miembros. Se han mencionado a numerosos especislistas que participan en Ia prepa- racién del proyecto y en la ejecucién de la obra, pero todavia hay otro impor tante “especiatista” 0 grupo de ellos. Me reficra al hombre que controla Ios fondos disponibles. Segiin un viejo y trillado refrdn, “con suficiente tempo y dinero cualquier imbécil puede hacer cualquier cosa", Independientememe de que Ia expresién sea debatible o no, en cualquier caso, la misién particular del ingeniero es construir una obra satisfactoria, considerando las limitaciones de tiempo y de dinero existertes Este libro viene de una tierrx que ofrece una imperececlera evidencia de la capacidad det hombre para superar Jos problemas planteaclos por los suelos, tanto en obras modernas como en otras muy antiguas. Las pirimides y temptos que + construyeron cn México hace mucho tiempo han resultado tan impre- sionantes y duraderas como cualquier otro monuments legado por Tos construc. ‘ores de Ia antigdedad, en cualquier parte del mundo, México posee una amplia variedad de tipos de suelos, grandes oscilaciones en el régimen de luvias y condiciones muy diversas de agua subterrdnea, Alfonso Rico y Hermilo del Cas- tillo, han tenido oportunidades tinicas para aplicar 1a Meednica de Suelos, pra- cias a sus cargos en la Secretarfa de Obras Pablicas de México, Han tenido que enfrentarse a problemas de suelos en carreteras, puentes, aeropuertos y otras Prefacio 7 ‘obras pblicas, Adcmas, al impartir citedras de Mecinica de Suelas en la U: versidad Nacional Auiénoma de México se han mamtenido al tanto de los pro- Brews técnicas en otras partes del mundo. .. y aun de los de California. Debe felicitarse a los autores por su amplio conotimiento de la Mecdnica Suclos, tanto en sus aspectos tedricns como practicos, pero quizt ain ms por el empefio y Ia devociin a su profesién que se refleja en este libro. SACRAMENTO, CALIFORNIA Prélogo Los autores de este libro han desarrollado durante los wiltimos 15 afios act vidades que bisicamente podrfan deseribirse como una aplicacién dé Ja Meci- nica de Suelos al proyecto y la construccién de vias terrestres en México. Su trabajo se efectud dentro de la Secretaria de Obras Publicas, que ¢s el organis- ‘mo del Gobierno Federal Mexicano que se dedica a programar, proyectar, construit y conservar tiles obras, entre otras funciones. En su trabajo diario, han visto que las vias terrestres constituyen tun campo muy completo, muy fascinante y muy complicado dentro de todos los dé la Ingenieria en que Ia Mecinica de Suelos es susceptible de arrojar alguna luz. Basta pensar que las vias terrestres son estructuras de tierra que s¢ construyen sobre el terreno, para darse cuenta de que la Mecinica de Suelos no puede ajena a ninguna de las etapas de su proyecto y construccién. A veces, las pro- piedades mecinicas de los terrenos serin tan criticas que sin Ins soluciones de la Mecdnica de Suclos resultara imposible 0, por lo menos, irrazonablemente ariewgado enfrentar los problemas que se presenten: en otras ocasiones, propic- dades mis favorables permitirfan (de hecho as! sucedié sistemdticamente en un pasado que afortunadamente comienza a verse lejano en México) aparentemen- te proceder al margen de Jas normas de la Mecinica de Suelot, pero una mf- nnima experiencia en 1a aplicacién de estas doctrinas hace ver que, aun en este caso, se estaria desperdiciando una oportunidad de optimtzar trabajos y abiatir costos que resultarfa totalmente absurela dentro de los niveles tecnolégicos ac- tuales. Las téenicas de construcdén de las vias terrestres son inconcebibles em el momento presente sin un uso extenso, continua y detallado de los principios de la Mecdnica de Suelos aplicada, como Jo son sin una utilizacién andloga de la Geologia y de 1a Mecinica de Rocas. Como campo de apticacién de 1a Mecdnica de Suelos, las vias terrestres son uno de los mis completot. Problemas tales como eitabilidad de laderas natu- rales y taludes, construccién de terraplenes sobre suclos blandos, empuje de tierras contra toda clase de elementos de retencién, cimentaciones para puentes Y obras viales, constituyen un catdlogo cuya sola enumeracién fundamenta lo dicho. Ademds, en Ins vias terrestres se tiene Ia més variada accién de las aguas que sea posible concebir en la Ingenieria Civil y ya se sabe cudnto complica este elemento a In Mecdniea de Suelos cuando se infilera, fluye y trata de bro- tar, En afiadidura, las aplicaciones a las vias terrestres incluyen dos aspectos importantisimos, diffeiles y muy poco conocidos, pese al relativamente grande volumen de estudio que ha tenido lugar en los tltimos afiox Son éstos 1a com- pactacién de suelos y el disefio de los pavimentos. En ambos casos, se siente que un enfoque a partir de la Mecdnica de Suclos puede contribuir mucho a dilu- cidar viejos problemas, heredados de una préctica mds empfrica y senos cien- tifica, Los ¢studios modernos sobre la compactaciGn son relativamente recientes y estin alin muy incompletes, pero ofrecen ya un fascinante horizonte para ‘cualquier espiritn observador, Cagn dentro de Ia categoria de los problemas 10 Pritego relatives a lox suclos no saturados, que es aquella en Ia que la Mecinica de Suclos alcanza mayores alturas cle complejidad, complicacién.... © inseguridad, La tecnologia de los pavimentos se ha desatrollade extraordinariamente, al grado de constituir una nueva especiatizacién, que en i isiones parece indepen: diente, dentro de la Ingenieria Civil: pero no debe olvidarse que un pavimento es, 2 su vez, una estructura en que los suelos y sus propiedades de conjunto han de decirlo todo el dia en que s¢ haya progresado lo suficiente en tan dificl campo, como para que un optimista piense que sabe algo con seguridad y firmera. La inversion de casi todos los pafses del mundo en el campo de las vias terrestres, lo variado de los problemas que s¢ preventan y lo complejo de los mismos, justifican ast 1a dedicacién de mumerosos especialistas de la Meciniea de Suclos a las earreteras, los ferrocarriles y las acropistas. Pero los autores de esta obra han obseevado también en su trabajo otro hecho curioso, cuya explicacién no alcanzan a formular. Hasta donde llega su limitado conocimiento del tema, no conocen wn solo libro de Mecainica de Suelos Aplicada a este cimpo fundamental. Proliferan Tos libros de Mecinica de Suclos en general y se escriben excelentes tratades que cubren slo algin aspecto de las teorias involucradas cn 1a disciplina. Inclusive, s¢ escriben me merosos libros de aplicacién de conacimicntos generales a otros campos de lx actividad prictica, como las presis de tierra o Tas cimentaciones, pero las vias terrestres permanecen afio tras ai iguien que salte al terreno a proclamar sus bellezis. Todos los afios se ewriben sobre diferentes aspectos del tema, toneladas de papel, pero siempre bajo la forma de articulos, monografias o de ese curioso y nuevo género, téenicoliterario, por cierto utilisimo, que ha dado en Hamarse, sin que nadie paresca siber por qué, “Resiimenes sobre ef estado del ate”. Sin negar que tales elementos de informacién son los tinicos apro- piados para captar convenicntemente Ios diferentes axpectos de una diseiplina eniea que cambia de dia en dia, por lo. menos em su punta de Lanza, Hos auto- tes piensan que un libro que recopile motestamente 10s conocimientos funda- mentales que van quedando aparentemente bien establecidos y en el que pue- dan transmitirse 1as experiencias muis sobresalientes, tiene también su utilidad. Representa un alto en el camino, casi se ditfa que 1a foto fija de wna escena en perpetuo movimicnta, que Compresibilidad wiaxial, 41 en compresién suelos. cohesivos, A Generalidades j teorta de falla, 62 B Naturaleza de la resistencia al e+ fuerzo cortante en suelos granula. res y cohesives, 64 G Pruebas para la determinacién de Ja resistencia al esfuerzo cortante de los suelos, 67 Resistencia al esfuerzo cortante de los suelos granulares, 71 Resistencia al esfuerzo cortante de los ‘suelos cobesivor, 77 " Suclos saturados, 77 Suelos no saturados, Bt ‘Aplicacién de los resultados de Tas pruebas tiaxiales a los proble- mas pricticos, 86 D_ Resistencia méxima y residual de das areillas, 89 ome Referencias, 91 Capitulo 2 Clasificactin de suelor desde el ms 14 Referencias, punto de vista de las vias terres tres . Generalidades, 93 Sistema de clasificacién de ‘suelos” utilizado cn a $.0.P, 94 ‘A. Sistema unificado de clasifieacion de suelos (versign SOP), 95 @ Suelos grucios, 95 B Suelos finos, 96 ¢ Tdentificacidn de los suelos, 98 B Clasificacién de los fragmentos de roca, 99 Clasificacion de las rocas, A Lineamientos B Textura, 103 © Estructura, 104 Rocas comunes, 105 A Rocas igneas comunes, 105 B_ Rocassedimentarias comunes, 107 C Rocasmetamécficas comuncs, 110 mn 1oL 101 Capttulo 3 EL terreno de cimentacién. Explor ML 2 raciéa de suelo ........ Introduccién, 113 Generalidades acerca del terreno de cimentacién, 113 Asentamientos en el terreno de cimien- tacién, 117 Mejoramiento del terreno de cimen- tacién, 122 El agua en el terreno de cimentacién, 136 Terreno de ciméntacién constituido ‘por arenas limpias, 127 us 14 Gontenide Volumen 1 m7 m3 Lg TLIO ‘Terrenos de cimentacién constituido por arcillas muy blandas y turbas, 138 ‘Terraplenesen laderas inclinadas, 137 Desmonte y despalme del terreno na- ural, 138 Exploracién de suelos en vias terres tres, 188 A Estulios geologicos yf pretacidn, | 188 B_ Exploracién directa en suclos y roms, 139 G Requerimientos de muestreo, 143 DB Méodos de exploracién indirec- rectos. Metodos geotisicas, 143 ter Referencias, 150 Capitulo 4 Compactacién de suelos ........ vs vs Wa v8 wo Inuoduecién, 158 Variables que afectan él proceso de la compactacidn de los suelos, 155 La curva de compactacién, 158 Procesos de compactacién de campo, 158 A Compactadores por amaiado. Ro- dillos pata de cabra, 160 B_ Compactadores por presién, Rodi- Mos lisos y neumaticos, 165 Bl Roditios lisos, 165 B2_ Rodillos neumaticos, 166 B3 Comparacién de resultados entre rodillos neumiticos y pata de cabra, 172 Compuctadores por impacto, 173 Compactadores por vibracién, 174 Compactadores por métodos mix- tos, 178 Algunas ideas dtiles en Ia ejecucién de fas trabajos de compactacién en el campo, Grado de compactacidn, 180 Algunos problemas especiales de com- pactacién en el campo, 189 Compactacién de pedraplencs, 190 Pruchas de compactacién en el Iabo- ratorio, 192 nva A Pruebas dinimicas, 198 B Pruchas estéticas, 197 Compactacién pot amasado, 201 D_ Compactacién por wibracién, | 202 E Pruebas especiales 0 en proceso de desarrollo, 203 Criterios para la seleecién de pruebas de laboratorio, Comparacién de resal- tados obtenidos en et Laboratorio y et campo, 20 133 A. Comparacién de resultados de prucbas de laboratorio con los ob- tenidos en los procesos de com: i pata de ca- B Comparacin de resultados de pruebas de laboratorio. con los ob- tenidas en los procesos de com- paetacién con rodillos neumdti- cos, 206 IV-10 Propiedades mecinicas de las arenas compactadas, 206, IV-IL Propiedades mecinicas de los suelos finos compactados, 208 A. Permeabilidad, 210 1 Compresibilidad y expansién, 2U1 G Resistencia al esfuetay cortante, an D Resistencia a la erosién interna, 217 E_ Valor relativo de soporte, 218 F Efectos de tiempo, 218. Aneso IV-a" Pruebas dindmicas tipo Proctor, 219 Anexo IV-b Pruebas dindmicas, Métode de Ga- lifornia, 222 Anexo IV-c Prucbas de compactacién estéti- cas, 2997 Aricxo IV-d Pruebas por amasado, 229 A. Prueba de compaetacién mi- niatura de Harvard, 220 B Prueba de Hveem, de compac. tacién por amasado, 231 Referencias, 232 Capito 5 Empuje de tierras se. esse cess va v2 vs Vet vs Introduccién, 285 “Teorlas clisicas de empuje de tierras, 237 A Teoria de Rankine, 287 B Método de Coulomb, 248 G Otros métoctos de: cilculo funda dos en teorias lisieas, 247 D Gomentarios sobre las tcorias cls sicas, 247 E Aplicabilidad, de tas tcorlas dla- sicas a Tos problemas pricticos de muros de retencidn, 248 El método empirico de Tereaghi para €1 calcule de ‘empujes contra muros de retencién, 249 Drenaje de muros de retenciém, 252 Consideraciones respecto al etlculo de muros de retencién, 254 Cileulo de muertos de anclaje, 257 V7 Mutos en célosfa 0 muros criba, 258 V8 Rellenos de muros de retencién, 259 V9 Ademes, 261 Vel La tierra armada, 265 Anexo V-A Ejercicios de aplicacién, 268 V-AL Ejemplo de aplicacién del metodo grafico de Cul mann a rellenos “fried nantes", 268 V-A2 Cilculo de un muro de re- tencién oon diversas varian- tes, 271 V-A3 Proporcionamiento de un ‘caso de tierra armada, 274 Referencias, 275 Capitulo G Estabilidad de ealudes ..... VEL VEZ vis Vi4 Introducci6n, 277 Tipos de fallas mis comunes en los taludes de las vias terrestres, 281 A. Fallas relacionadas a la_estabili- dad de las laderas naturales, 282 Ad Deslizamiento superficial (Creep), 282 Fallas asociadas a procesos de deformacién acumulati- va, 284 Flujos, 286 A-S.a Flujos en materiales relativamente secos, 287 Achb Flujos en materiales huimedos, 287 B Fallas relacionsdas a la estabili- dad de taludes artificiales, 289 WI Falla rotacional, 289 BE Falla traslaconal, 298 BS Fallas. com superficie, com puesta, 295 B4 Fallos oviltiples, 208 C Denumbes y raftos, 295 D Orror tipor dé filles, 0 dircetm mente isottidas a ta iesiitenely ab eatuctso cotante dé tor saeloay AQ AS 296 E Falls pot 29 F. Faiz scion en 168 hone bros de Aigiifias ideas acerca tis ia extabitided de taluitles de sitelos sesiduates, $00 os jaarametros de resistentia al esfuerzo cortamte a con- ar en el célculo numérico de la estabilidad de laderas naturales y ta. Judes, $06 27 VIS. VIG V7 VIS vio VIO Vill Anexo Vin Contenido Volumen I A. Taludes én arcillas saturadas nor- malmente consolidadas, 312 Taludes en suclos parcialmente saturados. Condicién al fin de Ia construccin, $13 Problemas que implican procesos de descarga, $18 Gondicién de flujo establecido, u3 Condicién de vaciadarépido, $13 Deslizamientos con superficies de fallapreexistentes, S18 Métados de efleulo de esta taludes, $15 rs) idad de A Taludes en arenas limpias, 315 B Falla rotacional. Método sueco, 516 © Anilisis de estabilidad en super- ficies de falla no circulates, 326 D Falla uaslaconal, $28 F Método de Ia cufla, 329 Terraplenes sobre suelos blaridos, 881 Algunas ideas para’ fijar ta inclina- Gdn de cortes no caleulados en las vias terrestres, 333, Factores que producen fallas de esta- id de Taderas ¥ taludes, 354 icacién de problemas de esta bilidad de taludes en el campo, 342 Prevenciin de fallas, $44 Métodos correctivos para fallas en la deras y taludes, $48 A. Métodos de elusién, B_ Métodos de excavacién, G Abatimiento de taludes, 353 D Empleo de bermas y escalona- : a 355 leo de materiales ligeros, 857 F La contolidacién previa de suelos G H 349 352 compresibles, 357 Empleo de materiales estabilizan- tes, 857 Empleo de estructuras de reten- cin, 358 1 Empleo de pilotes, 360 J Empleo de contrapesos al pie de te S61 K Andajes, "561 L_ Uso de explosivos, 362 ‘M_ Empleo de vegetacién, 362 N_ Correccién de fallas de otros ti pos, 364 0 Ouos métodos correctives, 364 A Ejercicios de aplicacién, 369 VEA.1 Cilaulo del factor de se: guridad para un talud “cohesivo” con terreno de 5 16 Contenido Volumen Gimentacién homogénca con él y limitado por un strato horizontal resis tente, 369 VIA Ejemplo de un anilisis con tanteos, $69 VIA Aniilisis con esfucrzos. to- EAA Andlisis con falla circular ¥ esfuerzos efectivos, $74 VEAS Estabilidad de una lade a natural para wna su- perficie de falla no cizcu- Tar, ‘con flujo, Andlisis con estuerzos efectivos, 578 VEAG Terraplén sobre suclo blando, 380 VEAT Método de Is cufta, 381 VEAS Falla trastacional, 382 Referencias, 383 APENDICE. Planteamiento teético del proble- ma de flujo de agua en suelos, Re- des de flujo, 387 Al Introdvecién, $87 ‘A2 Ecuaciones hidrodinimicas que rigen ef flujo de agua a través de flor suelos, 388 AS Solucién de Ia ecuaciéa de Laplace, 390 AA La teorla de Ia seccién wansformada, 892 AS Lared de fujo, $94 AG Trazo de Ia red de flujo. Caleulo del gasio, 394 AcT Superficies Hibres a la. pre- sign atmostérica, 396 AS Cuadrados singulares, 397 Ad Gileulo de las presiones hi- drodinimicas en una red de Tlujo, 399 A-10 Calculo' de velocidades. y gradienteshidrdulicos en os puntos de una red de flujo, 490 Ad Fuersas de ran. Gra: ién, Capitulo 7 EL subdrenaje en las vias terre VILL viz vILs. vil vis viI6 VIL7 VIS. vILg res... Introduccién, 408 Agua subterrinea, 405 Disefio de filtros, 410 A. Prevencién de ta erosién. interna y se Ta tubificacién, 411 B Prevencién de la obstruecién de perforaciones en tuberias ode fu- gas de particulas finas del filtro a través de ellas, 412 © Requerimientos de bilidad en cl material del filtro, 412 D Requerimientos de segregacién, as E Disposicidn de las_perforaciones en tuberias, 418 F Comentarios, 419 ‘Métodos de subdreniaje en vias terres- ey, 415 ‘A. Capas permeables en pavimentos, aus B_ Drenes longitudinales de zanja, 421 Subdrenes interceptores transver- sales, 424 Drenes de penetracién transver- sal 495 Poros de alivio, 429 apes permeables profundas con remocién de material, 430 ‘Trincheras estabilizadoras, 431 Galerias filtrantes, 437 4m oO mo Eteeon capilares en ef sulurenaje 41 Subdrenaje en carreteras, 448 Subdrenaje en acropistas, 452 Subdrenaje en vias férreas, 458 Problemas especiales de subdrena- js 454 Referencias, 455 Indice alfabético .....- 403 CAPITULO 1 Breves nociones de mecanica de suelos [1 INTRODUCCION Para tos fines de este libro se entiende por "Vlas terrestres” lay carrcteras, los ferrocartiles yas 2ero- piistas, que constituyen los elementos bisicos de fa in- fracstructura de una red nacional de transports, Det tro de Ja denominaciin deben eaber tanto ta mds moderna autopista como el mis moclesto camino ru- ral, y lo mismo la pista que dé servicio a aviones de retroimpulso en un gran actopuerto que la sencilla pista destinada al trdfico de pequetias avionetas. Las vias terrestres asf definidas se construyen fume damentalmente de tierra y sobre tierra. Desde hace ya bastante tiempo, la técnica moderna ha reconoci- do la influencia que sobre una estructura de esta na turaleza tiene el terreno que Je sirve de apoyo, en- tendiendo por tal no sélo al suelo 0 roca que exista en cl lugar, pasivamente considerado, sino a todo un conjunto de condiciones que comprencen desde Ja constitucién mincrolégica, la estructuracién del suelo, la cantidad y estado del agua contenida y su modo de fluir, hasta toda una agrupacién de factores aje- nos al coneepto- tradicional de suelo, pero que defi- nen en el tiempo su comportamiento, tales como los factores climiticos, los econdmicos, los que te refit. ren al “wo de la tierra” en actividades que poco 0 hada tienen que ver con Ia teenologia de las vias te rrestres, etc. Sin embargo, ha sido hasta ¢pocas mur hos recienies cuanto loo ingenienot han cout prendido que el uso de los materiates, que s¢ ofrecen en general en amplia variedad en la naturaleza, den- ro del cuerpo de la ¢structura, no es in atbitrario, sino selective, y que aun utilizando los mismos materiales para producir una seccién dada, pueden obtenerse secciones estructuralmente muy dis- fintas sqgdn el uso que se haga de los materiales dentro de la seceién, tanto en lo que se refiere 2 su posicidn en ella, como a las condiciones en que se coloquen y a Tos tratamientos mecinicos 0 aun quimicas que s les dé. La construcciGn de las vias terrestres implica en. tonces el uso de los suelos, pero un uso selectivo, jui- ” cosa y, en lo posible, “cientifico". Es sabido que la ingenieria moderna ha desarrollado ramas cuyos ob- jetivos son precisamente el aprender a manejar de 11 mejor manera posible, ingenicrilmente hablando, los suclos y las rocas con que se construyen Ins vias te rrestres, Estas ramas son la Meciinica de Suclos y la Gcotogia apticada. No cs, pucs, de extrafiar, dejando a um lado aspectos de planeaciém y trazo y algunos de indole econéimica y social, que ¢l proyecto y Ia construccién de las vias terrestres sean a fin de cen tas una cuestiém de aplicacién Mecdnica de Suelos y de Mec Hay, Ia Meciniea de Suelos y la de Rocas se han divensiffeado tanto, que constituven dos ramas inde pendientes, con metodologia y ohietivos propins, den- tio del conjunto de las especiatidades de la Ingenie- rfa; aunque sus fronteras estin estrechamente entre: lazadas, tanto como lo estdn los suelos y las rocas, cuya distincién a menudo ¢s muy dif de Suelos y la de Rocas forman eada vec mis dos ‘campos separados que exigen a sus respectivos espe- Gialistas toda su dedicacién. personal. El presente libro trata de lay aplicaciones que tie ne la Mecdnica de Suelos en el proyecto y en Ja cos truccién de las Vlas Terrestres; 1a Mecinica de Ro- cas sélo interviene, cuando se traslapan los métodos de ambas disciplinas y las soluciones sean _comunes © bien, ctiando Ia diferenciacién entre ellas sea prac. ticamente imposible, La aplicacién de la Mecdniea de Suelos a un cam po cualquiera exige un conocimiento previo de tal disciptina, que a propésita se ha considerado fuera de los alcances de este libro, Afortunadamente exis ten muchos, algunos muy buenos, con los que el lee tor podrd suplir esta deficiencia, Sin embargo, con fines de unifieacién de pensamiento.y aun de nomen. dlatura, este primer capitulo esta dedicado a ta pre sentacin de ideas basicas sobre Mecinica de Sue Jos, de fas que después se hard intenso uso. 18 Breves nociones de mecdnica de suelos 12 NATURALEZA Y ORIGEN DE LOS SUELOS Los suelos son conjuntos de particulas minerales, producto de la desintegracién mecinica 0 de la des composicién quimica de rocas preexistentes, El com junto de particulas preventa dos propiedades esencia. les que no pucten ser olvidadas por quienes preten- dan comprender su comportamiento ingenieril. a) El conjunto posce una organizacifn definida y propiedades jue varian “vectorialmente. En ge- neral, en los valores de las propicdades, verticalmen- te ocurten cambios mucho mis ripicos que horizon. talmente, 4) La organizacién de las particulas minerates es tal que ef agua, que como se sabe esta presente en todo suelo en mayor 0 menor cantidad, puede, si hay la suficientc, tener “continuidad”, en cl sentide de distribueién le presiones, El agua no ocupa hue os aisludos, sin intercomunieacién; puede enar t- dos los poros que dejan entre sf las partieulas mine. rales y que se intercomunican, sle manera que el agua forma una masa continua que contiene al mineral en su sen, Los suetos pueden ser residuales © transportados, sewtin se Ies encuentre en el mismo lugar en. que se han generado © en lugar diferente. El transporte pot aire y agua y Ja sedimentacién en sos elas medias constituyen el mecanismo usual que da lugar a un suelo transportado, Es evidlente que la estructuracién y la “distribucién interna” de las propiedades tienen que ser completamente diferentes en un suelo rest dual que en un suelo transportado, En el primero, ft ataque meciinico y la desintegracién quimica tien den a produeir un resultado final que on estructura y disposicién reeuerda, aunque sea Iejanamente, a 1a roca madre. Los suelos transportades y- depositados en aire agua generan estructuras que estan regidas Unicamente por los mecanismos propiox de la depo- sicién y en nada por la disposicién, caracteristicas y condiciones iniciales de I roca original, Gabe aqut un comentario de carieter general que pocas veces se valora por completo en las aplicacio- nes de la Mecinica de Suelos. En una medida sin duda mayor que Io desexble, la Meciniea de Suelos actual se reficre sobre todo a los suelos transporta- dos. Empess por el interés que plantearon diversos problemas de indole general ¢ importante, sobre toto del tipo de cimentaciones en ciudactes grandes y con subsuelos particularmente dificiles; se desarrolld. por Jay ideas que fueron surgienco de los laboratorios y de Ins experiencias de campo de quicnes adrontaban tales problemas. En general, tales ciudades cataliza- doras del interés por la Mecénica de Suclos existen en valles o planicies de costa, en los que, por razén natural, los suielos son transportados y no residuales, mis propios de zonas onduladas © montafiosas. Como consccuencia, se estudiaron sobre todo suclos trans portados ¥ s¢ fueron conociendo sus propiedades, que a menudo se confundicron con las propiedacles de Jos suelos en general, aun cuando logicamente las de los suelos residuales hayan de ser diferentes. En ef wanscurse del tiempo, toda Bajo de la Mecinica de’ Suelo, dos de prueba © investigacidn en el laboratorio, que han jugado tan importante papel en el desen jento de la disciplina, fue mostrando un cin hacia los suelos transportados que fue eejando a los residuales relativamente marginados del progre- so de ln especialidad. Y si es cierto que los suelos sransportaitos abundan en Ja naturaleza, sobre todo fen z0nas apropiatlas para la deposicidn, geolégica- mente hablanda, también es cierta que Ios suclos re siduales no lo son menos y que en estructuras como Jas carreteras o los ferrocarriles deben aparceer con particular frecuencia. En los iiltimes afios, esto lo entendicron claramente muchos investigadotes, cayo interés se refleja cada vex mis en las publicaciones dle obras especializadas que ya, con relativa frecuen- da, tratan de suelos restduales; pero los autores de ste Tibro se preguntan sien el momento presente ‘basta tener “interés” por lox siielos residues, inte: és que se refleje em su estudio con las ideas teéricas 4 que se ha llegado estudiando suelos transportados y con Ja metodologia de laboratorio que se ha dee arrollado para estos suelos. Parece [égico pensar que no scan esenciales las diferencias en comportamiento centre los suelos residuales y transportados, pero tam- ‘bien parece légico sentir que tales diferencias justifi- squen algunos cambios en las actitudles mentales ante Jos suclos residuales y en las metodologias experi- mentales, Incluyendo dlsefio de pruebas y equipos. EL ingeniero que aplica Mecinica de Suelos Vias Terrestres debe tener presentes las ideas ante: riores, por lo menos como un motivo para ejercer critica sobre las conclusiones a que la lleve la Me- cinica de Suelos actual, especialmente si trata con suelos residuales, Esta labor critica permitir’, por otra parte, ir descubriendo deficiencias, diferencias nuevos enfoques. Algunos paises son particularmen. te prédigos en suelos residuales ligados a problemas constructives en abras de ingenieria, La Unién Sud. africana, el Brasil y algunas xonas de los Estados Unidos ‘han expresado ya con frecuencia su preocu- pacidn por la escasez de conacimiento enfocada cificamente a suelos residuales. En México también abandan, Seguramente su existencia seré més comin en regiones de clima to; de Ia erosida y, wbre todo, el poder de las acciones quimicas de aguas cargadas de agentes en solucién, producto dle wna invensa vida vegetal, hacen que el efecto de descomporicién y ataque “in situ” pueda jendo mis rapido que Ia capacidad de transporte de los agentes naturales, metodologia de tra 13 RELACIONES GRAVIMETRICAS ¥ VOLUMETRI- CAS DE L0$ SUELOS En los suclos se tes: ta sélida (parti inerales), 1a Mquida (ge- neralmente agua) y la gascoca (generalmente aire) Entre estas fases es precisa definir un conjunto de relaciones que se reficren a sus pesos y voltimenes, Jas cuales sirven para establecer la necesaria nomen clatura y para contar con conceptos mensurables, a través de cuya variacién puedan seguirse los proce- s03 ingenieriles que afecten a los suclos En la Fig. 1 aparece un esquema de una mues- tra de sucto separaca en sus tres fases yen ella se acotan los pesos y voltimenes cuyo uso es de interés. vyouuwenes pesos Figura TA. Fsquema de ana mucitrs de wiclo cn la que +6 aoetan Ios prio yoldmenes usados, Las relaciones entre Ios pesos y los voliimenes se establecen a través del coneepto de peso volumétt 0, definido como Ia relacién entre ambas cantida- des, En la tecnologia de las vias terrestres se usan los siguientes: W, wet we ay amado el peso voluméttico de la masa; ©, “= a2) Hamado el peso volumétrico de los sélidos. También se usa, sobre todo en cuestiones de compactacién, el peo volumétrico. seco, definido como la relacién en- tre el peso de los sélidos y el volumen total del suelo, (3) Notese que la expresién (1-3) puede ponerse: Relaciones gravimétricas y volumétricas 19 2 as) La expresion (1-4) se usa en compactacién de suclos, Se emplea asimismo el peso especifico relativo de los sblidos del suclo, definide come: u_ Wy, te Pete (15) Las siguientes son también relaciones entre pesos ¥ voltimenes que se utilizan mucho en las aplicacio- rnes, por representar conceptos cuya variacién sirve para describir fenémenos importantes y, por lo tan- to, figuran muy frecuentemente en las férmulas, a) La relacion de vacios (¢) x el cociemte entre el volumen de vacios y el de sdlidos. (15) Teiwicamente ¢ puede variar de 0a infinite (va clo perfecto), pero-en ta prictica sus Ifmites estan com dos entre 0.25 para arenas muy compac- tas con finos, y 15 para arcillas altamente estructu- radas, muy compresible. 8) Se denomina grado de saturacion a la rela- cid entre el volumen de agua y el volumen de va- cios de un suelo; matemiéticamente: re G (%) = 100 co) El grado de saturacién varia de 0% en suelo seco a 100% en un suelo en el que todos Ios vacios estuvieran Ilenos de agua, al que s¢ llama suclo s3- turado. ¢) Se conoce come contenide de agua o humedad de un suelo a la relacién entre el peso del agua con- tenida en el mismo y el peso de su fase sélidla: 75) = 100 We. ! & (9) = 100 (18) EI contenido de agua varia tedricamente de 0 a infinito, pero en la prictica es dificil encontrar va- lores superiores a 1,000%, que se han med‘ilo- en ar- Cillas procedentes del Sureste de México; la conocicla arcilla del Valle de México suele tener contenidos dle agua comprendidas entre 400% y 600%. Los conceptos anteriores sirven para establecer algunas relacones dtiles, que evitan la mecesidad de medirlos todos en el laboratorio, Por ejemplo, en un 20 Breves nociones de mecinioa de suelos suelo totalmente saturado basta conocer dos concep tas independientes para, en funcidn de ellos, pacer establecer formulas para otros; en este caso, las formulas mas usadas son; c=ws, to) te) Ste) Tze O14 Soe % (119) La deduccidn de estas fdrmulas, asi como de las que se men iacién, referentes a rela. sciones volumécricas y graviménicas, pute vene en la Ref. 1. En el caso de suelos parcialmente saturados (cs decir, con parte de sus vacios ocupidla por aire) se precisan tres cantidasies independicntes para definir 3 otra dada. Las relaciones mis usuales a que puede Hegarse son: eG, = (en) tte mage (ta) Atencién especial debe darfe al calcula de tos pe- sos volumeétricos de Ios suelos situados bajo cl nivel fredtico, En tal caso, el empuje hidrostaties ejerce fluenicia em Tos pesos, de acuerca con Las leyes de la boyancia (Principio de Arquimedes). El peso es pecifico relativo de la materia s6tida sumergidta vale: (1-13) Y €l peso valumétrico sumergido de tos shlidos: wrod (bi) Es decir, un metro cilbico de suelo sétida desalo- ja un metro aatbico de agua; Iuego sufre un empuje ascendente de 1 ton, que es ¢l peso de dicho metro abies de agua. Para el peso volumétrico de la masa del suelo se obtienen las férmulas (Ref. 1) (1-18) 14 CARACTERISTICAS Y ESTRUCTURACION ‘DE LAS PARTIGULAS MINERALES La forma de las particulas minerales de um suelo es de importancia primordial en su comportamiento mecinico. En los suelos gruesos Ja forma caracteris: tica es la equidimensional, en 1a qué las tres i siones de la particula son comparables. Se origina por la accidn de Ios agentes mecinieos desintegrado- Tes y silo par excepcién corresponde a particu Is que hayan sufrido algdin ataque quimico: puesto ‘que Tox agentes mecinicos en general no actdan con preferencia por ninguna direccién en especial, € nie fural que su producto final tienda a la forma esté rica. Sin embargo, existen a veces efectos que repre: semtan alguna accién que se cjerce preferentemente fen una direccién determinada; ejemplo de lo ante- rior son las formas redondeadas caracteristicas de gravas y arenas que han sufride el ataque de ros ‘0 del mar. En los granos gruiesos cle los sticlos, las fuerzas de gravitacién predominan notablemente sobre et Jesquicra otras que pudieran ejercerse entre las par Uewlas; por ello todas las particulzs gruesas tienen un comportamiento- similar. En los suelos finos, producto en general del ata- que quimico de las aguas a Tas recas 0 a otras sue: Jos, 1a forma de los componentes tiende a ser aplas tada, por To que Ios mincrales cle arcilla adoptan en general la forma laminar, en que dos dimensi nes son incomparablemente mis grandes que la ter» cera; como excepcidn, algunos minerales de ardlla poseen forma acicular, en 1a que una dimensién ¢s mucho mds grande que las otras dos, Como consecuencia de la forma de sus minerales y de su tamafo, generatmente muy pequeno, en los suclos muy finos ejercen accién importantisima fuer- ras de tipo diferente a las gravitacianales; ello cs debido a que en_esior granox Ia relacién entre el dea de su superficie y su peso (superficie especit a) aleanza Valores de consideracién, cobrando mu- cha significacion las fucrzas_clectromagm arrolladas en la superficie de Jos compuestos minera- les, La estructura interna de las arcillas puede con- cebirse en forma elemental segin las ideas que s¢ exponen a continuacisn, Em las referencias 3 y 4 podrin encontrarse algunos estu al Tector ahonclar un poco mas en Ia cuestiém funda mental de la fisicoquimica de las areillas, tema al que se concede cada dia mayor importancia en la Meciniea de Suelos y que resulta de fundamental idad para cxplicar cl comportamienta macrosct qaientra en su a La superficie de cada particula de suelo posce carga eléctrica negativa, por Jo menos cn. sus partes planas (por el contrario, parece haber evidencia de concentraciones de carga positiva en las aristas) . La imiensidad de la carga depende de la estructuracén y composicién de la arcilla, Asi, Ia particula atrae a los iones positivos del agua que la rodea (H+) y a cationes de diferentes clementos quimicos cxisten- tes en la misma, tales como Nat, K+, Catt, Mgtt, AIH, Fett, ete. Lo anterior conduce, en pri. mer lugar, al hecho de que cada particula individual de arcilla se ve rodeada de una capa de particulas Caracteristicas y estructuracién de particulas minerales 21 de agua orientadas en forma definida y ligadas a su estructura (agua adsorbida); cuando la partie la atrae eationes de atros elementos quimicos, estos atraen a su ver a otras moléeulas de agua orienta. das, por Io que @ espesor de Ia pelicula de agua adsorhida por el cristal de arcilla es funcidn no silo de ta naturateza del mivno, sino también del tipo de Jos cationes. atra‘dos. Dada la superficie expecifica a voces enorme de fos cristales de arcilla, las fuerzas eldctricas de sar perficie juegan un papel mucho mis importante que la accién gravitacional, Lo anterior se refieja, en primer lugar, en las formas cstructurales que los suelos finos pueden adoptar cuando sc dcpositan en un media apropia: do. Las estructuras sumamente abiertas, com gran predominio de vacios de que después se hablard, sito son concebibles si se tornan én cuenta las ieleas ante riores. Aciemds, entre los eristales propiamente dichos del suclo fino, las capas de adsorcién proporcionan tun contacto sui generis que ayuda a entender y ex plicar propiedades macrofisicas familiares al ingenie- ro, tales como plasticidad o resistencia al esfuerso cortante, Las propiedades mecinicas de una arcilla podrén ‘cambiar, por Io tanto, si se hacen variar los eationes contenidos en sus complejos de adsorcidn, de mane ra que variando éstos puetlan tenerse propieclades mecinicas diferentes cn Ta arcilla original, Por cier- to, estas ideas abren_posibilidades para el trata. miento (isico-quimico de muchos suclos a la excala in- genieril: desgraciadamente estas métodos no han sido suficientemente desarrollados en la préctica, En ge- eral, los cationes pueden disponerse segin su efec- to benéfico decreciente en ta resistencia de las ar- cillas, de acuerdo con ta lista: (NH) +, Hi, K+, Febtt, AIH, MgHt, Batt, Catt, Naty Lit, En ‘resumen, puede concluirse que es Ta forma de Jas pareulas minerales que constituyen el suclo la que determina primordialmente Ta preponderancia de tas fuerzas gravitacionales 0 de las electromagné- ticas entre os cristales, de donde, a su ver, quedan determinadas 1a estructuracién en general del suelo y Ja naturalera del contacto entre Tas particulas in- dividuales. En los suelos gruesos (forma equidimen- sional) se tiene drea minima cubriendo peso méxie mo de la particula (recuérdese que se demuestra que la esfera ¢3 el dxea minima que cubre un volumen dado) ; 3, por tanto, natural que en estos suclos la actividad gravitacional sca claramente predominante. En suelos finos, Las formas especiales de sus minerales ‘causan que en las particulas haya un drea muy gran- de coexistiendo con un peso relativamente muy pe- quefio; es sabido que Ja carga cléctrica neta del cristal se concentra en su superficie y depende de lla, por Jo que 3 natural en estos cristales de tos suelos finos que Ia actividad eldctrica de su: superti- ie predomine por mucho sobre las fuerzas gr cionales. Cuando las particulas son suficientemente pequefias y los suelos se forman por dleposiciém en un medio continuo, existen, como se verd mis ade- ante, otros efectos, tales como el movimiento Brow: iano, que contribuyen a minimizar el efecto natu tal de a gravedad terrestre. Se denomina estructura de un suelo al arreglo 6 disposicién que adopten. sus partfculas minerales. Es obvio que Ia estructuracién que tenga un suelo dado jucga un papel fundamental en su comportamiento, especialmente en lo que se refiere a resistencia, com presibilidad y permeabitidad, El problema de la estructuracién de los suelos es netamente distinto en los suclos grucsos (ile forma eqiuidimensional) y en los finos (generalmente de forma laminar), En los primeros, ta aglomeracion de particulas se produce tinicamente por aecién gra- vitacional; los granos de arena 0 grava se disponen como las eanicas dentro de una caja. El mecanisino de estructuracién es ficil de concebir (no se olvide que al hombre vive en un mundo gravitacional, en que los mecanismos de tales fuereas Je resultan com pletamente familiares y, dado el tamaiio de los granos de que se habla, cualquier hipdtesis de ex tructuracion es inmediatamente verificable simple vista, Por el contrario, en Ios suelos finos, las fuer- zas que definen ta estructura son fundamentalmen- te de naturaleza electromagnética, mucho mis d les de concebir y, ademis, existe la dificultad adicio- nal de que cualquier hipdtesis de estructuracién que se haga no puede ser verificada a simple vista, dado el pequefio tamafio de tos cristales, por lo que no es de extraflar que el problema de Ia estructuracion de os suclos fines resulte dificil, controvertible y, em general, mucho mis complicado que el de los suclot grucsos; los métodos de investigacién de la estructu. Fa de los suelos finos, tales como eh uso de micros copios electrénicos, difraccién de ondas, ete., son to- dos de naturaleza indirecta y estin sujetos a la inter pretacién del cspecialista, por lo que no resulta raro que existan muy variadas corrientes de pensamicnto en toro a este problema. La estructura tipica de un suelo grueso _(andlo- ga ala de un agrupamiento de canicas en una caja) recibe el nombre de estructura simple, y su compor- tamiento mecinico queda fundamentatmente defini« do por Ta compacidad, ‘Terzaghi ha propuesto el con- cepto de compacidad relativa para metiir tal condi- ida. La compacidad relativa es determinable en La- oratorio (referencia 5) G, = 100 (vt) En donde: Egy: = Helacién de vactos correspondienies al ex. tado'miés suclto, obtenida vertiendo al material den- tro de un recipiente, sin ninguna compaciacién por terior. Ccig 7 Felacidn de vacios correspondiente all esta- do mis compacto del suelo, obtenida al someter la Breves nociones de mecdnica de suelos muestra del suelo grueso a un proceso de varillado por capis dentro de wun recipiente Goa = Felacidn de vacios del suclo en estado na- tural, se expresa usualmente como porcentaje, Va lores’ superiores al 50%, stielen considerarse de un suelo compacto y este valor se menciona frecuente- mente como Hmite de seguridad razonable en pro- blemas pricticos, tales como cimentaciones en suclos posibilidades de licuacién de mantos de are- imos no plisticns, etc. Aparte de la compacidad, se acepta que influye en el comportamiento mecinico de un suelo grueso la angulosidad de sus granos (a misma compact dad, la mayor angulosidad da mis trabardn y, por lo tanto, mayor resistencia al esfuerzo cortante) y la orientacién de sus particulas, lo que se admite que influye sobre todo en la permeabilidad. Existen. varias hipdtesis sobre estructuracién de los suelos finos, Terzaghi presentd originalmente las conocidas con los nombres de panaloide y floculenta (referencia 6) que se muestran en las figuras 1-2 y 13. La estructura panaloide se considera tpica de ranos de 0,02 mm o algo menores que se depositan en agua o alte; las {uerzas gravitacionales ejercen un rto efecto, pero las fuerzas eléetrieas son de mag nnitud comparable, La estructura floculenta se consideré tipiea de particulas de tamafia mucho menor, que por sf solas ya no se sedimentarfan por el efecto de impacto wusado por las vibracones moleculares del medio en que ocurra Ia sedimentacin; estas particulas por sf solas se moverian al azar con wn movimiento ca: racteristico Hamado Browniano. Se suponia que e+ tas particulas podian unirse formando un grumo, ‘con la estructura de un panalito, el cual adquiriria peso suficiente para depositarse, obteniendo asi una estructura de panales formades con. panales, Como quiera que la capacidad de unién de las particulas individuales para formar los grumos més pesados, se wie Figura #2, Estructura pinaloide, Figura 13, Eiquema de estructura floculenta. incrementa mucho si existe un clectrdlito en et me- dio de depésito, se -suponia que esta estructura se- ria muy pica de suelos muy finos depositados en ef mar o en lagos de agua cargada de sales susceptibles in cleetrolitica. ia 7. A. Casagrande presenté otra hipétesis de exructuracién de suelos. predominante- mente finos, que aparece en ta figura T-4, En esta hipétesis de Casagrande se considera 1a posibilidad de que no todas las particulas del suelo tengan el mismo tamafio, pero la idea més intere- sante de ella es la introduccién del concepio de es queleto estructural, constituido por las particulas ms gruesas (de limo en la figura) y por los panales y Miseulos que existen entre ellas. La idea es que bajo el peso del suclo sobreyaciente @ de alguna carga actuante en la superficie se establece en el interior del suelo un mecanismo de transmision, que funcio- na como un exqueleto del conjunto, dejando en los espacios entre las particulas gruesas y sus nexos gran cantidad de material fino poco 0 nada comprimido. Los nexos entre las particulas grucsas que forman parte del exqueleto habrin sufride, por el contrario, lun Tento proceso ce compresién y adaptacién a Ia carga, que ¢ lo que da al conjunto su resistencia, Si se acepta esta idea, es muy ficil comprender la diferencia de resistencia que existe entre una arcilla terada y una remoldeada, en que, por alguna ra- zn, s¢ ha roto el exqueleto y se transmite Ta carga a Tas masas de fléculos no precomprimidos. En épocas mis modernas se han intradueido como fundamentales los conceptos de floculacién y disper sion (referencia 8) 1 efecto neto de las fuerzas atractivas y repul- sivas entre dos cristales de arcilla es de atraccién, las dos particulas se unirin (posiblemente arista contra cara plana); se dice entonces que estin Hloculadas, Si la accién neta es repulsiva, se separarin, dando Tugat a una estructura dispersa, La alteracién de la capa adsorbida de los cristales puede producir ten- dencia a la floculacién o a la dispersion en un sis- Coracteristicas y estructuracién de particulas minerales 28 (a) En formacién (b) Yo tormada Figura 14, Unt estructura compucsia (epi A. Canagrande}. tema de cristales de arcilla; 1a tendencia a la flocu- heién aumenta principalmente cuando hay un elec trdlito en el agua que rorlea a Jos cristales de arcilla © cuando se eleva Ia temperatura, Las figuras 15 y 16 muestran disposiciones tipicas de estructuras flo- culadas y dispersas, respectivamente. Debe notarse que el conjunto de estructuras para {os suelos finos sormeramente descrito en To que ante- Figura 15. Estructura cn “cautilo de-malpes*. cede no constituye una serie de posibilidades reales en li naturaleza, sino simplemente algunas hipdte- sis de estructuracién de que hoy sc habla, Muchos investigadores aceptan alguna de las explicaciones anteriores, pero no otras, de manera que no existe pleno acuerdo al respecto. ‘También debe advertirse 1a posibilidad de que se conjuguen las formas anteriores, dando lugar aun variado nimero de combinaciones. =a Figura 14. Eaevctura. disper. 24 Breves nociones de mecdnica de suelos 15 GRANULOMETRIA DE LOS SUELOS Se denomina distribuciém granuloméurica de un suclo a la division del mismo en. diferentes fraccio nes, selereionadas por el tamafio. de sus particulas componentes; las particulas de cada fraccién se ce acterizan porque su tamafio se encuentra compren: dido entre un valor maximo y un valor minimo, en forma correlativa para las distintas fraeciones, de tal modo que el mdximo de una fraccién es el minimo de la que la sigue correlativamente, La separacién en fracciones se hace sencillamente por mallas, cua do €s posible el cribado; pero en suclos de grano muy pequeiio, que forman grumos, deben adaptarse pro- cedimientos bastante més complicados para separar las particulas individuales y ello da lugar a resulta. dos maucho mas confusos, en los que, como xe ver, para lograr las fracciones constituyentes ha de reca- reine a hipstesis no muy satisfactoriag, llegindose a resultados finales bastante dudosos, En suclos grucsos (gravas, arenas y limos no plis ‘tieos), de estructura simple, la earaceristica mds im- portante para definir su resistencia es la compa‘ dad; In angulosidad de los granos y Ia orientacién de las particulas juegan también un papel_impor- tante, aunque menor. Evidentemente, cualquier and- lisis por mallas no da ninguna informaciin sobre estos aspectos, La compresibilidael de estos suelos, por otra parte, aunque también depende fundamen- talmente de su estructuracién y compacidad, se ve uid en bastante mayor grado por Ja granulome- tria, segin ha puesto de manifiesto la investigaeién modera, como se verd mis adelante, Han resulta- do decepcionantes los esluerzos realizados hasta él presente para establecer alguna correladién entre la curva granulométrica y In permeabilidad de los sue los (referencia 2). Se ha dicho qué los suelos gruésos con amplia gama de tamaiios (bien graduados) se compactan mejor, para una misma energia de compactaciéa, que Jos suclos muy uniformes (mal graduados), Esto sin dluda es certo, pues, sobre todo eon vibrado, las par- ticulas més chicas pueden acomodarse en los huecos entre las particulas mis grandes, adquiriendo el con- jumto una mayor compacidae, ‘Sin embargo, la re Jacién entre granulometria y facilidad de compacta- én no ha podido pasar de una correlacién cualita tiva tan vaga como la que queda enunciada, por lo ral en estudios para compactacién de suelos poco © ningun provecho obtenerte de Ia curva gra nulométrica de los suelos grucsos. Mucho mas diff- ciles de establecer son las propiedades mecinicas de interés ingenieril de los suelos finos tradicionalmen- te Iamados cohesives {arcillas y limos plisticos) . Dependen de un mémero mucho mayor de concep tos que las de los suelos gruesos y, so pena de cacr en confusi6n, tal estudio no puede ser abordada en esta etapa de la presentacion de conceptos de la me- Ginica dle suclos, Baste decir (y el lector tendrd oca- sién de comprobarlo mis adelante) que ninguna de Jas circanstancias que definen las propicdades me cinicas de_un suelo fino est4 descrita por la distr ‘bucién granulométrica de dicho suelo, En mucho mayor medida de lo que sucede en suclos grucsos, el conocimiento de la distrtbucioa granulométrica ‘re- sulta estéril en el caso de los suelo Finas. Demostrindose una ver mis la fuerza de 1a tra. dicién y la costumbre, todavia es comin em la actua lidad que myuchas especificaciones referentes al uso © rechazo de los materiales para la construccida de ‘Vias Terrestres contengan preceptos granulométricos en mayor © menor grado, Esta situadén ha de verse camo indescable pues, debe insistire, no es casi nun- ea el tamafio de las particulas de tn suelo fino el que define su comportamiento mecinico, y una nor- ma de aceptacién © recharo basada en cal criterio come e! riesgo de aceptar 1o malo y rechazar lo que serla mejor, Por ejemplo, una arcilla caolinitica, 7e- lhtivamente inerte ante el agua y que para muchos 1usos resultaria perfectamente aprovechable, puede te net una distribucién granulométrica andloga a una ardila montmerilonitica, quizd con materia orgini- ca, sumamente activa, que constituye en casi todos Jos casos. un suelo que debe rechazarse para su uso en Ia construccién de vias terrestres. Una de las razones que han contribuide a la di fusi6n de las (écnicas granutométzieas es que, en cier- to sentido, 1a distribucién granulométrica proporcio- na un aiterio de dasificacién. Los conocidos térmi- ‘nos arcilla, limo, arena y grava tienen tal origen y un suelo se dasificaba como arcilla @ come arena segiin tuviera tal o cual tamaiio miximo, La nece- sidad de un sistema de Clasificacién de Suelos no es discutible, pero el ingeniero ha de buscar une en que el criterio de clasifieacién le sea vitl, es decir, en el que se clasifique a los suclos de acuerdo con sus De todos modos, como en muchas cuestiones de aplicacién de ss técnicas, el ingenicro actual en vias terrestres hace un uso todavia relativamente frecuen- te de las curvas granulométricas, s¢ exponen a con- tinuacién algunos detalles sobre tales métodos. Siempre que se cuente con suficiente mimero de plintos, la representacién grifica de la distribucién Branulométrica debe estimarse preferible a la name Fiea en. tablas. La grifica de Ia distribucién granulométrica sue- le dlibujarse con porcentajes como ordenadas y ti mafios de las particulas como abscisas. Las ordena- das se tefieren a porcentaje, em peso, de las particu- as menores que el tamaiio correspondiente, La re- presentacién en escala semilogaritmica (eje de abs- cisas en escala Iogarftmica) resulta preferible a la simple representacién natural, pues en 1a_primera se dispone de mayor amplitud en los tamaiios finos y muy finos, que en escala natural resultan muy Somprimidos, usando un médulo prictico de escala, La forma de la curva da idea inmediata de la dis- tribuciéa granulométrica del suelo; un suelo cons itwido por partfeulas de un solo tamafio staré re Bresentado por una linea vertical (pues ef 100% de 100 90 Granulometria de los suelos 25 otural) : H To 60. 50. 40 30 20 10 060 030 DIO 10 Lo % en peso,menor que un clerto tamafio. (es Figura 17. Garvas gramulométr de algunos suelo, Ap 4) Suelo bien graduado, Pucbla, México. C) An ou 0.01 Tamafo en mm. (Esc. logaritmica) o.001 muy uniforme de Giudad Guaubtémoc, México, ia del Valle de México (curva obtenida con hidro- metro). D) Arai del Valle de México (cutva obtenids con hidSmetio). sus particulas, en peso, es de menor tamafio que cual- Jwiera mayor que el suelo posea) ; una curva muy tEndidainica® gran varieded ch tamaon (suelo bien graduado) . En Ja Fig. 1-7 se muestran algunas curvas granu: Tométrieas reales Como una medida simple de la uniformidad de tun suelo, Allen Hazen propuso el coeficiente de uni- formidad Do Do (1-18) en donde: Dag: tamafio tal, que el 60%, en peso, del sue Jo, sea igual © menor. a 100 so > Za 22 20 g§ ° 35 3 10 llamado por Hazen didmetro efectivo; es el tamaiio tal que sea igual o mayor que el 10%, en peso, del suelo. En realidad, Ja relacién (1-18) es un coeficiente de no uniformidad, pues su valor numérico decrece cuando la uniformidad aumenta, Los suclos con C, < 3 se consideran muy uniformes; aun las are- nas naturales muy uniformes rara vez presentan GQce Como dato complementario, necesario para defi- nir la uniformidad, se define el coeficiente de cur- vatura del suelo con la expresién, = —(Pao)* Du (449) ' on Tamafio D en mm (Escala logarltmica) Figura 14, Histograma de un suelo. 26 Breves nociones de mecinica de suelos Day se define ansilogamente que las Dio ¥ Dey an- teriores. Esta relacién tiene un valor entre Ty 3, en suelos bien graduados, con amplio margen de ta- mafios de partictilas y eantidades apreciables de cada tamafio intermedio. ‘A partir de las curvas granulométrieas aumenta- tivas descritas, es posible encontrar 1a curva. corres- pondiente a fa funcién p 6s el porcentaje, en peso, de las particulas me- ores que un cierto tamaiio, y D el tamaiio corres pondiente; la curva anterior, que se dibuja en es cala semilogaritmica, sucle denominarse el histogra- ma del suelo y representa 1a frecuencia con que en ese suelo se presentan particulas entre ciertos tama- fox. EI drea bajo el histograma ex 100, por represen- tar Ia totalidad de las particulas del suelo, En la Fig. 18 aparece un histograma de un suelo en ct que predominan particulas de tamailo préximo a Imm. Las valores mas altos del bistograma carrespon- den a zonas muy verticales de la curva acumulativa primeramente vista, y los valores mds bajos a zonas con tendencia a la horizontalidad, Actualmente eb tus de histogramas no esti muy extendido en los Iaboratorios. ‘También se han representado las cureas granu- Jométrieas en escala doblemente logaritmiea, com la ventaja, para algunos usos, de que en este caso, en muchos Suelos naturales Ia forma de las curvas se acerea notablemente a una tinea recta. Bajo el titulo de Anilisis Meeinico quedan_ com prendides todos los métodos para Ia separacién de un suelo en diferentes fracciones, scgim sus tama- fios. De tales métodos existen dos que merecen aten- G6n especial: el cribado por mallas y el andlisis de una suspensién del suelo con hidrémetro (dens metro). El primero de usa para obtener tas fracciones correspondicntes a los tamafos mayores del suelo; generalmente se Hega asi hasta el tamaiio corres diente a la malla Nt 200 (0.074 mm). La muestra de suelo se hace pasar sucesivamente a través de un jucgo de tamices de aberturas dewenclentes, hasta Ja malla N° 200; Jos relenidos en cada malla se pesen y el porcentaje que repreventan respecto al peso de la muestra total se suma a los porcentajes retenidos en todas las mallas de mayor tamafio; el comple. mento a 100% de esa eantidad da el porcentaje de suelo que es menor que el tamafio representado por la malla en cuestidn. Asi puede tenerse un punto de la cittva acumulativa correspondiente a cada aber- tura. El método se dificulta cuando estas aberturas van pequefias y, por ejemplo, el cribado a través de las mallas N¢ 100 (0.149 mm) y Ne 200. (0.07 mm) sucle requerir agua para facilitar el paso de Ia muex tra (procedimiento de tavado) . Los tamaiios menores del suelo exigen una inves tigadén fundada en otros principios. El método del hidrémetro (densimetro) es hoy, quiza, el de uso mis extendido y el dinico que se ver con certo grado de detalle. Como todos lox de exte grupo, el metodo s¢ basa en el hecho de que la velocidad de sedimentacién de particulas en un liquido ex funcién de su tamaio. El método fue propuesto indepen- dientemente por Goldschmidt en Noruega (1920). y por Bouyoucos en los Estados Unidos de América (1s27). Debido a lo importante de fos errores que afecta- ban a las prucbas originales, cl método no satisfizo a- muchos especialistas, por Jo que, en épocas. paste- riores, el Public Road Administration de tos Estados Unidos encomendé al doctor A. Casagrande 1a vestigacién de tales errores, para su eliminaciin y necesaria correccién. Como resultado de sus estud Casagrande propuso el hidrémetro acroxindmico, ca- librado en pesos especificos relativos (en lugar de su ptimitiva culibracion en gramos de un suclo estan Eisizada, por litre) y algunos cambios radical el procedimiento de ia prueba, con el objeto de eli minar los errores principales; obtuve también (rr las para las correociones necesarias en cierios pasos, cuyos errorés no pudieron eli procedintiento. La ley fandamental de que se hace uso en el. pro- cedimiento del hidrémetro cs ecbida a Stokes, y pro- porciona una relacién entre la velocidad de scdimen- taci6n de as particulas del suelo enun fluido y el tamaio de esas particulas, Esta relacidm puede esta: blecerse empiricamente, haciendo. observaciones can microscopic, o bien con procedimientos tedricos. Si guienda estos ultimes, G. G. Stokes en 1850 obtuva tuna relacién aplicable a una esfera que caiga ef un fluido homagénca de extensi‘m infinita. Aun con esa Himitacién importante (pues Ins particulas reales de suclo se apartan muchisima de ta forma esférica) Ia ley de Stokes es preferible a las observaciones em- piticas, Apticando esa Iey sc obtiene el didimetro eq valente de la particula, que es el didmeto de una esfera, del misino $s que el suclo, que sedimenta con la misma velocidad que la particula realy en par. tfoulas equidimensionales, este didmetro es apraxi madamente igual al medio didmetro real, pero en particulas laminares el didmetro real pueste ser hasta al euddruple del equivalente; cabe notar que en par- iealas muy finas esta forma es la mis frecuente, Esta es una razin mis para que dos eurvas ganulo- métricas iguales, correspondientes a dos suclos di- ferentes, no indiquen necesariamente 1a similitud de ambos. Uno podria ser una arcifla muy franca con estructura floculenta y el otro una harina de roca, de comportamiento similar al de una arena. La ley de Stokes tiene la forma v=z nt (ey (4.20) en la que v = velocidad de sedimentacin de la esfera, en em /segs a. = pose epecico de bs elena, em gfe 1 = peso expecifico del fluido, en g/cm* (varia con la temperatura) ; 1 = visconidad del fluiddo, en g + segfemé (warfa con la. temperatura) D = didmetro de Ia esfera, on cm. De la formula anterior, si D se expresa en mm resulta p= ow Vern Aplicada a particulas de suelo real, que s¢ sedi« menien en agua, la ley de Stokes es vilida solamente en tamafos menores ‘de 0.2 mm, aproximadamente (en mayores tamaiios, las turbulencias provocadas por cl movimiento de Ia particula alteran apres bblemente Ia ley de sedimentacién), pero mayores que 0.2 micra, més o menos (abajo de este limite la particula se afecta por el movimiento Browniano Y No sc sedimenta). Notese que por el anailisis de tamices puede Uegarse a tamafios de 0.074 mm, que caen dentro del campo de aplicabilidad de la Icy de Stokes; este hecho afortunado permite obtener datos ininterrumpidamente. EI método del hidrémetro esti, en su origen, afec- tado por las siguientes hipstesis, 4) La ley de Stokes és aplicable a una suspensidn del suelo, b) Al comienzo de la prueba Ia suspension es uniforme y de concentraciGn suficientemente baja para que las particulas no se interfieran al arse, (En general ¢s apropiada una concentracién de unos 50 g/litro.) ©) El area de la seccién recta del bulbo del hi- drémetro es despreciable en comparacién a la de la probeta donde la sedimentacion tiene lugar, de ma- nera que dicho bulbo no interfiere en la secimenta- cién de las particulas en el instante de efectuarse una medicién. (eet) 16, PLASTICIDAD La plasticidad y el uso extenso que de ella hace el especialista en Mécinica de Suelos, constituyen wna de Jas cuestionts mis dificiles de comprender para el ingeniero ajeno a la especialidad. Y, sin em- bargo, el concepto que se halla debajo de la utili- zacién de las ideas de plasticidad es ampliamente familiar en nuestra vida cotidiana, Es comdn que en Ja naturaleza existan magnitudes imposibles de medir en st_mismas o magnitudes cuya medicién directa sea diffcl 0 costosa; en tal caso, el intentar una me- dicién indirecta constituye una técnica comin a muchos campos de Ia actividad cientifica. Se trata de buscar una magnitud, diferente de la que se de- Plasticidad = 97 sea medir, que sea ficilmente mesurable y cuya rrelacén con la magnitud problema sea conocida y confiable; asf, midiendo los cambios en a magnitud auxiliary usando la correlacién, podrin conocerse los cambios en Ja magnitud problema durante cl desarrollo de cualquier fenémeno que sea convenien- te estudiar. Por ejemplo, Ia temperatura es muy diff Gil de medir directamente, pero se mide muy ficilmen- te en un termémetro clinica, midiendo em realidad una longitud (la de la columna de mereurio); el hecho es posible porque existe una correlaciéa co nocida entre el aumento de Tongitud (dilatacibn Ii neal) del mercurio y el aumento de su temperatura. Se recurre as{ a una medicién indirecta Geil y barata de un concepto dificilmente mesurable en si mismo. Lo mismo sucede con la plasticidad en Mecini- ca de Suclos. EL ingenicro est realmente interesado en las propiedades Tundamentales de los suelos, ta Jes como resistencia, compresibiliclad, permeabilidad, etedtera. Hoy estas propiedades pueden medirse, den. tro de wna aproximacién que pudiera considerarse raronable, segun atestiguan muchas obras de inge- nicria, pero tal medicién resulta en Ia préctica larga ¥ costosa para algunos fines. Por otra parte, los trae bajos de Atterberg y A. Casagrande (Ref. $) han permitide manejar ana nueva magnitud en los sue- Jos finos, muy sencillamente mesurable en los labo- ratorios més clementales y trabajando con las mucs tras de sucla también més simples y baratas que se pueda imaginar. Esta magnitud es la Plasticidad; su Utilidad radica en que ha sida posible establecer co- rrelaciones entre sus valores y las propiedades fun- damentales del suelo; estas correlaciones son sufi : yenos, para trabajar en las ctapas iniciales de un proyecto, cuando la ideutificacién de los sticlos y su clasificacién som im- portantes. Al mismo correlaciones son demasiado poco precisas como para permitir fundar en ellas un trabajo cuantitativo de detalle, que co- rresponda a etapas avanzadas de un proyecto; es de- cir, generalmente el uso de las pruchas de plasticidad y el manejo de los valores correspondientes en los suclos que figuran en un proyecto dado no exime al ingeniero de la necesidad de realizar a fin de cuen- tas as indispensables prucbas de compresibilidad, resistencia al efuerzo cortante, etc, pero Je permite idemtificar y clasificar a Tos suclos yz en sus prime ros contactos con ellos, dejando de trabajar a ciegas y recibiendo valiosisima oriemtacién para. programas de exploracién y muestreos definitivos, de pruebas de laboratorio mat claborasas y costosas, cic. Em suma, la plasticidad proporciona una orientacién previa de informacion preliminar que ahorra ticmpo y esfucr- zo en todas las etapas subsecuentes del proyecto, y con frecuencia evita que se cometan graves errores, Dentro de lot mites del sentido que se da al tér- mino en la Mecinica de Suclos, Plasticidad puede definirse como la propiedad de un material por La que ¢s capaz de soportar deformaciones rapidas, sin rebote eldstico, sin variacién volumétrica apreciable y sim desmoronarse ni agristarse, La anterior defini- 28 — Brever nociones de mecinica de suelos Copa de Casagrande idm, sein se vera mis adelante, cireunseribe Ia pro- piedad a los suclos arcillows bajo determinadas cir- eunstancias, Atterberg hizo ver que, en primer lugar, Ta plas eidad no es una propiedad general de todos los suelos; los suelos gruesos no la exhiben en ninguna ircunstancia. En segundo lugar, hizo ver que en Tos Jos fines mo es una propiedad permanente, sino cireunstancial y dependiente de su contenido de agua. Una arciila o un limo susceptibles de ser_plisticos pueden tener In consistencia de un ladrillo, cuando estin muy secos; con wn gran contenida de agua, pueden presentar las propiedades de un lodo semili- quido 0, inclusive, las de una suspensién Tiquida, Entre ambos extremos existe un intervalo de conte: nido de agua en el que cos svelos se comportan plisticamente, Semin su contenido de agua decreciente, un sue Jo susceptible de ser plistico puede estar en cualquie- ra de los siguientes estados de consistencia, definidos por Atterberg: 1. Estado Hquido, con las propiedades y apa- iencia de una suspension, % Estado semiliquido, con Jas propicdades de un fluido viscoso, 3. Estado plistico, en que el suclo se comporta plasticamente, segun la definicién anterior. 4, Estado semisdlido, en que el suclo tiene la apariencia de un sdlido, pero ain disminuye de vo- lumen si se sigue secando, 5, Estado sdlido, en que el volumen del suelo ya no varla con secado, Figura 14, Dimemidn de la sanura en Ia copa de Casagrande, Lor anteriores estados son fases generales por las ‘que pasa el suelo al irse seeando, y no existen crite ios estrictos para definir sus fronteras. El) estableci- miento de éstas ha de hacerse en forma puramente ‘convencional, Atterberg lo hizo originalmente esta- bbleciendo las primeras convenciones; Casagrande fas refind posteriormente y les dio su forma actual (Ref. 10). La frontera entre el estado. semiliquido y el plistico se denomina Limite Liquido, que se define en términos de una cierta téenica de Laboratorio, consistente en eolocar al suelo en una Copa de Cas grande, formarle una ranura de dimensiones espe ficadas y ver si la ranura se cierta 0 no de determi nada manera al darle al suelo 25 golpes en la Copa, también de un modo estandarizado, El contenido de agua con el que se produce el cierre de la ranura precisamente en 25 golpes es el Limite Liquid contenido de agua mayor harfa que Ia ranura se cerrara con menos golpes y el suelo se consideraria en estado semiliquiclo; por ef contrario, un conteni do de agua menor haria que Ia ranura se cerrara con mas golpes y el suelo se consideraria, par Io menos, en estado plistico. En la mencionada referencia 10 se puede ver el detalle de esta prueba y de las demas que se menconan en este apartado. La frontera entie el estado plistico y el semisbtido se denomina limite plistico. Este es también un de- terminado contenido de agua, propio de cacla sue Jo, y referido a una prucha en que se hace rolar en. tre las palmas de las manos un cilindrito de suelo hasta que se agrieta y desmorona; el suclo est en cl Umite ‘plistico si el desmoronamiento ocurte preci- samente cuando el clindrito tiene $ mm, de didme- tro (Ref. 10). Actualmente se utiliza mucho como parimetro de plasticidad el llamado indice plistico (122) Ip= EL — LP El valor anterior mide de un modo muy imtervalo plistico; naturalmente que para situar a éste dentro de la excala general de humedades hace falta otro valor, sea el limite liquide o el limite plistico, Por eso sucle decirse que para definir la plasticidad de un suelo hacen falta dos parimetros. El tercer limite 0 frontera enize estados de con- sistencia de interés prictico es el limite de contrac cién, contenido de agua abajo del cual el volumen de suelo ya no disminuye cuando éste se seca. EL Mmite se manifiesta visualmente (y este hecho sirve para una determinacién aproximada) por un carace teristico cambio de color de tono obscure a mis aro, producido por uma retraccién de los meniscos del agua hacia el interior de la masa, En realidad, de todos los limites en uso este es el tinico que esti Tigado a un hecho fisico significative y no es pura- ‘mente convencional. El Limite de Contraccién repre- senta dentro del secado gradual el momento en que 4a tensién capilar alcanza el valor miximo (Jos me- niscod alcanzan su mixima curvatura en los extremos de los canaliculos del suelo), de manera que cual- quier evaporacién posterior produce la retraccién del El mecanismo de la contraccién de lor suelos finos por secado 29 agua hacia el interior del suelo, pero yaa tensin capilar constante (es decir, com curvatura constante en los meniseos). Segin se explicars mds adelante, el que esto ocurra pricticamente en forma instan- tinea en toda la superficie de la muestra indica que, stadisticamente hablando, todos los canaliculos de a masa de suelo son similares en dlismetro, Es natural que las atmdsferas de adsorcién de agua en torno a los cristales de mineral no se com porten como un liquido libre, sometido: 3610 a fuer vas gravitacionales, Por ejemplo, all comparar dos suelos, 1 y 2 (referencia 11), si el 1 tiene mayor tendencia a crear atmésferas de adsorcién, debe es- perarse que la humedadl a ta cual tos dos suclos co mienzan a comportarse como un Hquidlo sea mayor en I que en 2. Lo que es lo mismo, el suclo 1 tendra un Limite Mquide mayor que el 2 si sus cristales tienen mayores atmésferas dle adsorcién, Es légico pensar que un razonsmiento aniloga pueda estable- cere para el Limite Plistico y, por ello, para el Indi ce Plistico, Por otra parte, los limites se han fijado de in modo totalmente arbitraria, por lo que es ditici imaginar que la magnitud de uno de ellos, tomado aisladamente, pueda relacionarse de un moto cuan- titative con los expesores de agua adsorbi A causa del gran incremento de superficie «spe ifica que estd ligado en general al tamaflo decre. ciente de Tas particulas de un suelo, es de esperar que Ia intensidad del fenémeno de ackorcién esté muy influida por la cantidad de azcilla que conten- ga el suelo, Skempton (referencia 12) hx defi una cantidad denominada Actividad de una arcilla, Jp 4a (123) de pow de woclo mis to qh act mm La actividad puede valer 0.88 en arcillas caolini- ticas, 0.90 en arcillas ilfticas y alcanzar valores supe- riores a 7 en arcillas montmoriloniticas, lo cual da idea de las caracteristicas de plasticidad de las arci- as, segin su composicién mineraldgica. Los mites de plasticidad han resultado ser uti- les en cuestiones de clasificacién ¢ identificacién de suclos, tal como se werd en el capitulo 2 de esta obra. También se usan en especificaciones para controlar €l empleo de suelos. En cuestiones posteriores de este mismo capitulo se presentarin algunas correlaciones interesantes entre los Limites de Plasticidad y algunas propiedades fundamentales de los suelos. 17 EL MECANISMO DE LA CONTRACCION DE ‘LOS SUELOS FINOS POR SECADO Es un hecho generalmente aceptado en la actua lidad que cuando la superficie de um liquido esta en contacto con un material diferente se producen ex fueraos en esa superficie, a causa de la atraccién en- tre tas moléculas vecinas de los dos elementos dife- rentes. Al ingenicro de vias terrestres le preocupa Prucha del Mite plistico muy especialmente ¢l contacto entre el agua y las particulas minerales de los suelos y entre el agua y el aire; generalmente los esfucrcos que corresponden a estos casos son de tensién. La atraccién entre las moléculas vecinas de las substancias distintas en con facto pucde medirse por él coeficiente de tensién superficial, que resulta ser una propiedad caracte ristica de cada subsiancia, En la referencia 13 s¢ detallan un poco los concepts fisicos que permiten definir este coeficiente y entender Tos procesos del contacto entre el agua y los suclos, que tengan re én en Ia ingenieria de suelos aplicada a las vias terrestres, Probablemente la evidencia més con cida de los fenémenos de superficie es la eapilaridad, propiedad por la cual ef agua puede ascender y per maneeer por arriba de la linea que representa Ia presidn atmosférica, por el interior de un tubo capi- lar de vidrio © por un canalfeulo entre las particulas minerales de un suelo, En la referencia 1S se de- muestra que la mixima altura capilar a que puede ascender el agua cn tales condiciones resulta scr: _ Ts cosa Ney Yt. (ray donde 7, cs el cocficiente de tensién superficial del \ Etec meas ov aie aire Figura 110, Disiribucida de esfuerias en un tubo capllar vertical 30 Breves nociones de mecdnica de suelos Mursira de suelo fino seeado por evaporac agua (0074 -E— 4 20°C, pues también es funcién de Ja temperatura), a es el angulo de contacto entre el agua y la pared del canalicalo (Ref. 13), y res el radio de dicho conducto. En Mecinica de Suelos e razonable pensar que usualmente « =0, 0 sea que <1 menisco esférico que forma el agua es tangente a las paredes (menisco semiesférico); en tal caso, la ex resin (1-24) puede escribine simplemente 03 hg = (135) Figura G1, Relacion entre el radio del menisco y el radio del eonducto capil. a * Figura 112. Fxquema que twits La generacién de presiones ‘apilarcs em un tubo eapilar. donde D es el didmetro del canaliculo en em y ht esti en la misma dimensidn, Se estima evidente la obten- cién de Ia expresién (1-25) a partir de li (124), consideranda @ = 0, En Ia Fig. 1-10 se muestra Ja distribucién de es. fuerzos en un canalicula de suelo, el cual se ha idea lizado bajo la forma de un verdadero tubo capilar, tal como es comtin hacerlo en los andlisis tedricos de estos temas, Bajo el nivel libre, la distribucién sigue la cono- ida ley lineal, supuesto que el agua se encuentra en condicién hidrostética. Arriba del nivel libre, cl ex tado de esfuerzos est representado por la prolonga- cién del diagrama hidrostético, de manera que en toda Ia columna de ascensién capilar se tendrin ex fuereos de tensién, considerando ta presiém atmosté: rica como origen de esfuerzos. En cualquier punto de Ia columna, el esfuerzo de tension obtenerse multiplicando Ia distancia vertical del punto a la superficie libre por el peso esptcifico del agua. wei = (128) de donde (127) En Ia expresién anterior es el esfuerzo de ten sién en el agua en Sy Rd radio del menisco que forma el agua en el canalfculo. Nétese que el radio del menisco y el radio del conducto capilar estén relacionados segin se muestra en la Fig. cuya ayuda se podri comprender de inm origen de la expresién (1-27) La expresion (1-27) establece ef hecho impartan- te de que el esfuerzo de tensién a que esti sometida el agua dentro del suclo, cuando trabaja x tal ti de esfucrzo, es inversamente proporcional al radio del menisco que s¢ desarrolla en Jos canaliculos del propio suelo, Naturalmente éste depende, en’ primer lugar, del didmetra del propio canaliculo; ex eviden- te que el radio minimo de menisco (al que corres- ponder la tensién maxima) vale precisamente la mitad del didmetro del conducto capilar que quede entre las particulas minerales, lo que corresponde a tun menisco semiesérico (menisco totalmente des- arrollado}. Notese que de acuerdo con fo anterior <1 odd agua podri aleansar esfuerzos de tensiém muy im: portantes dentro del suelo, cuando Tas particulas mi- nerales estén muy priximas, lo que sucede sobre todo en Tos suelos muy finos, de acuerdo con Ia regla de que los huecos entre Las particulas gruesas son gran- des, en tanto que entre Jas particulas muy finas. (are las) son pequedisimos, De lo amterior resulta evidente que se puecle abte- ner un menisco totalmente desarrollado siempre que el conducto capilar sea lo suficientemente largo como para permitir que fa columma «le agua se eleve hasta altura maxima de ascension capilar. Si el tubo es mis corto, I ascensién capilar queda restringida y se formara un menisco de un radio tal que se resta Blecca ef equilibrio hidrdulico, con un esfuerzo de tenside en el agua menor que el miximo_ posible, corresponilieme a una columna de agua también me- nor que Ia méxima posible. el conducto eapilar se encuentra en posicién mntal, como es el caso del que aparece en la Fig. 1-12, Se formardn gradualmente en sus extremos Tos meniscos, debido a la evaporadén del agua, En cada extremo la curvatura del meniseo aumentard hasta Ia mixima, que corresponde a Ia forma semies- férica, como ya se dijo: al mismo tempo, el exfuerzo aumentaré hasta su_ valor imo correspondiente al didmetro del conducto capilar de que se trate. Si continta Ia evaporacién del agua, los meniscos se retraerin hacia el inte: rior del conducto, conservando su curvatura y man- teniéndose, por lo tanto, invariable la tensién en el agua. Se ve, pues, que en un conducto capilar hoti= zontal el esfuerzo de tensién en el agua es el mismo en toda 1a longitud, a diferencia del tubo vertical, en donde, como se inticd, los esfuerzos siguen una’ ley de vatiacién triangular. En el caso del conducto de a Fig. 12, a formar s¢ los meniscos aparecerim en toda su periferia fuer- zas de tensién (F;), causadas por las atraciones en. tre Jas moléculas del agua y las paredes, A estas fucrzas de tensién en el agua corresponderin, por Feacci6n, las fuerzas de compresién (Fe) que s muey tran: por efecto de estas fuerzas, el conducto capilar tenderd @ cerrarse y a acortar su longitud. En toda Ta masa de agua entre los meniscos exisien tensiones: por lo tamto, existirin sobre las parcdcs del conduc to, como reaccién, esfuerzos de compresién que tien- den a cerrarlo, Como resultado del efecto anterior, tuna masa comprésible, atravesada por tubos eapila es someticlos a cvaporacién, se contraeri volumé. tricamente, Gon las consideraciones expuestas en los pirrafos anteriores, siempre complementadas por la Ref. 18, es posible comprender €l mecanising de contraccién de los suelos finos, asf como las rarones para el mismo, Un suelo saturado exhibe primeramente una su- perficie brillante, debido a ta presencia del agua que Mena sus poros por completo. A medida que comien- za la evaporaciin, en los exiremos de los canaliculos se irin formanco’ meniscos eéneavos; al continuar el Permeabilidad 81 proceso de evaporacién, ird disminuyendo el radio de eurvatura de los meniscos y aumentando, por lo nto, el esfuerzo de tensién en el agua (expresién 27) y, comespondicntemente, los esfuerzos capila res de compresién actuantes sobre Ia estructura sblida del suelo que, por este efecto, se comprime, La evas poracién seguird disminuyendo el radio de curvatura de Jos meniscas y comprimiendo Ta estructura del suelo, hasta un punto en que la tensién capilar sea incapaz de producir mayor deformacidn; en tal mo- iseos hacia ameNte ese momento esta sefalaclo por el cambio de tono del suelo, de la apariencia hiimedia a seca, Este momen: to coresponde al Limite de Contraceidn, pues aun- que Ia evaporacién contintic ya na disiim Tumen del suelo, por haber Hegado el a a, a la que correspande Ia msxina com- sién capilar sobre la estructura det suelo, Néteve que en el limite de contraccién el suelo sigue satura. do si estaba saturado al comienzo del proceso de la evaporacion, pues aunque dicha evaporacion le ha he- cho perder agua, esta pérdida esté exactamente com: pensida por 12 pérdida de volumen de vacios causada por la compresién eapilar; un gramo de agua eva- porada corresponde a un cm? de contraccién volu- métrica, 18 PERMEABILIDAD Generalmente el agua fluye a través de los suetos por gravedad. El régimen del flujo se dice que es Taminar cuando as linea de flujo. permanecen sin juntane entre sl, excepdén hecha del efecto micros- Cépico de mera molecular: cuando las Incas de flue jo se entremezclan y dan lugar a turbulendas carac- feristicas se dice que el flujo es turbulento. Para velocidades bajas, el flujo de agua a través de Jos suclos es laminar, pero al aumentar la veloci+ dad més alla de un certo limite, se hace turbulento. Si de un régimen turbulento se desea regresar al ré Figora £18, Esquema del dispotivw experimental de Darcy, $2 Breves nociones de mecdnica de suelos gimen laminar por disminucidn de veloddad, se observa que Ii transicién ocurre a una velocidad mayor que aquélla en la que se paso de régimen la nar a turbulento; esto sugiere la existeneia de un wervalo de velocidad en el cual el flujo puede ser Gireunstancialmente Iaminar 0 turbulente. Reynolds (Ref. 11) encontsé que existe una cierta velocidad en el agua (j, de hecho, en cada liquide) abajo de Ia cual, para un certo diimetro de conduccién y a una temperatura dada, el flujo siempre ex laminar. Esta es Ia velocidad critica, Similarmente existe una velocidad arriba de la cual el flujo siempre es tur. bulento; en el caso del agua esta segunda velocidad del orden de 6.5 veces 1a velocidad critica El fundamento de casi toda Ia teoria de flujo a través de los suelos radica en el trabajo experimen: tal de Henri Darcy (Ref. 15), que se conece hoy como ley de su nombre. Trabajando con un dispo- itive de disefio personal, que se reproduce esencial- mente en la Fig. 1-13, Darcy encontro que para velo- didades suficientemente pequefias, el gasto a través de la conduecién queda expresado por Q= hia (1-28) donde A: es ef trea total de ta seccién transversal del filtro colocado en la es el gradiente presion: 6 una constante de proporcionalidad, a Ia que Darcy dio el nombre de cocficiente de per- meabilidad. Por otra parte, la ecuacién de continuidad del ‘gasto establece que Q= av (129) donde ves. la velocidad del flujo. Si la ecuacién 1-29 se compara con la 1-28, resalta de inmediato que puede esctibirse vk (1:30) ‘que ¢2 una manera comin de escribir la Iey de Darcy, aun cuando ella haya sido originalmente propuesta ‘en la forma de la ecuacién, 1-28, Analizando Ia ecuacién 1-30 puede establecerse uuna excelente definicién para ¢l cocficiente de per- meabilidad, , segin la cual éste resulta ser la velo- ‘cidad con que fluye el agua a través del suclo cuan- do esté sometida a un gradiente hidréulico unitario. Naturalmente que las unidades de & son tambien Jas correspondientes a una velocidad, lo que se ve de inmediato en la misma ecuacién 1-30, teniendo en ruenta que i carece de dimensiones. Es obvio Esquema que iustra a distinelén entre la velo. dad de descarga y la de Glimein. que en el valor numérico de A se reflejan propicda- des fisicas del suelo y del fluido circulante. En realidad, 1a velocidad v que se ha venido con- iderando en las ecuaciones 1-29 y 1-80 no representa guna velocidad real con que el agua fluya a tra. vés del filtro que lena Ia conduccidn mostrada en la Fig, 1-13. Esta velocidad, Mamada de descarga, est referida al drea 4, total de la conduccién, que no ¢s de Ja que realmente dispone el agua para fluir. Es posible tener una idea aproximada de lo que pudi Ta set la verdadera velocidad del agua a tavés del suelo si se acepta que el flujo sélo es posible a tra v6 de los vacios. Tomando en cuenta el esquema de la Fig. 114, se ve que si se define una velocidad Hamada de’ filuracién (v3) que coresponda a esta lima consideracién, debe tenerse, por continuidad del gasto, Aw = dv de donde new ty A Pero si se considera una dimensién unitaria nor- mal al plana del papel y se recurre a Ia definicién de la relacién de vactos ¢, puede ponerse de donde Con lo anterior, la relacién entre In yelocidad de filtracion y 1a velocidad de desearga resulta ser: (31) En rigor, la velocidad de filtracién tampooo es ‘una velocidad “real”, puesto que el suelo mo es como se muestra en el exquema de la Fig. [-14, sina que ¢l flujo acurre a través de una serie de canaliculos irre- gulares y simuosos entre fas particulas del suelo, ‘Tan- to la velocidad de descarga como la velocidad de filtracién son simplemente elementos de cilalo que permiten llegar a resultados correctos dentro de las sonsideraciones que han servido para Tas respecti definiciones. La Iey de Darcy cs, como se ha dicho, estricta- mente experimental, por fo que su valider no puede ir mis alld de las condiciones especificas que hayan presidido el conjunto de exper que Te dieron nacimiento; desde este punta de vista, e un hecho afortunado que Darey haya experimentado flujes de agua a través de filtros de suelo, utilizando una gran variedad de tipos de suelo y de gradientes hidriuli- cos, pues esto hace que sus resultados scan aplicables a los problemas pricticos de la Mecdnica de Suelos, En la referencia 16 s¢ presenta una justificacion mas adecuada que la simple intuicién para la utilizaeién de Ia ley de Darcy en Mecnica de Suelos y se discu- ten sus limites de validez con base en la relacién eomocida como el Niimero de Reynolds; en la refe- rencia 2 se da otto andlisis de los mites de valides de la ley de Darey, con base en un criterio diferente, Ta condlusién en ambos casos es que la ley de Darcy resulta aplicable al flujo de agua a través de suclos que son mas finos que las arenas medias o gruesas, pata casi cualquier gradiente hidréulico imaginable en un problema prictico, En la mencionada referencia 2 se discuten y deta- Ian Tos diferentes métodos para medir ¢l codiiciente de permeabilidad del suelo, La permeabilidad de tos suelos es uno de los va Jores que admiten mayores variaciones, segin ¢t tipo de material de que se trate, Varia entre limites tan amplios como 10 6 100 cn/seg en gravas Limpias, ‘hasta 10-" 6 10- cm/seg en arcillas homogénexs mont- moriloniticas o benteniticas, situadas abajo de la zona, de intemperismo, La permeabilidad tipica de las are- nas limpias puede ser del orden de 10-104 = Hogando a valores de 104 Sen arenas muy finas; = los limos y depésitos de morrena gladar pueden te- ner permeabilidades tan bajas como 104104 =. En general Jas arcillas tienen permeabilidades me- ores que 10-4 = Con permeabilidsdes menores que 103 > un suelo debe considerarse inapropia- Permeabilidad 38 do para oe como dion, y compere me nor que 107 wt pute sr cre pricticamente impermeable. ‘La permeabilidad de los suelos esta influida por Jas siguientes caracteristicas de los mismos: fa) La relacién de vacios 4) El tamafio de sus particulas. ¢) La composicén mineroligica y Usico-quimi: a del suelo, dp La estructura. @) El grado de saturacién, J} La existencia de agujeros, fisuras, ete ‘Tambign depende en forma importante de la tem peratura del agua En la referencia 2 se discute de un modo bastante completo la relacidn entre el coeficiente de permea- idad de un suclo fino y su relacién de vactos, y se Hega a la conclusién de que el primero es directa: mente proporcional al cuadraito de La segunda, No se ha podido establecer una relacién confiable entre el cocficiente de permeabilidad y 1a curva gra nulométries de un suelo, Para arenas finas, Allen Hazen obtuvo ya en 1892 su famosa relad A= D3, (1-82) donde A esti en 2 y D,, es el didmetco efectivo del suelo (cl 10% en peso, dell mismo, es de ese ta- mafio 0 menor), expresado en cm. A despecho de su popularidad, la expresiin (I-32) debe verse simple. mente como una burda manera de establecer slo ef orden de magnitud del coeficiente de permeabilidad en arenas de tamafio mediano a grueso (con ellas trabajé Hazen para obtener su relacién), y nunca como algo que substituya a las pruebas de Taborato- rio cuando se requiera una predsidn razonable. El valor de Ia constante C varié entre 41 y 145 en las pruebas de Hazen, y un valor de 120 sucle mencio- arse como un promedio accptable para cl mancjo de Ia formula, En Ia referencia 2 se menconan al- gunas otras expresiones mas complicadas, pero de efectividad atin mis dudosa, para relacionar el coe- ficiente de permeabilidad con el tamatio de las par- ticulas del sucto. La composicién mineroldgica. de las arcillas fluye mucho en Ia permeabilidad de los suelos, a causa de las aimésferas de adsorcion que se forman em torno a los eristales de mineral, adheridas muy fuertemente a éstor y que contribuyen a dificultar el flujo de agua. La estructuracidn de Jos suelos también afecta su ilidad, En suelos muy finos, con minerales de forma laminar, el hecho de que exista una estruc- tura floculada o dispersa ex importante, pues en el segundo caso se tienen permeabilidades mucho mayo- res en la direceidn paralela a las caras alineadas de S Breves nociones de mecinica de suclos Jas particulas, produci¢ndose asf una fuerte anisotro- ia en la distribucidn de permeabilidad «lentro de ja masa de suelo. Estos fendmenos se plamtean muy frecuentemente en suclos compactados, en fos que It estructura que se obtiene es Moculada @ se gun el procecimiento de compactacién qj plee. Es evidleme el efecto del grado de saturacidn » eb el suelo y de grictas y fisuras que puesta present se estima que no ex necesaria ulterior insist imaginarlo cualitativamente; natural les influencias son mucho mis dificiles de delinir en forma euantitativa, 19 LOS CONCEFTOS DE ESFUERZO EFECTIVO Y ESFUERZO NEUTRAL, El suelo es un compucsio de tes fase, sitida, I quida y alte, No es posible imaginar ties substatt ias dle compartamiento mecinice mis disimbolo 4 um cristal mineral, com alta resistencia al esfuers conante y muy rigido; cl agua, relativamente in compresible & presiones ingenieriles, pero con resis- tencia al esfuerzo conuante insignificante, y eb aire, itamente compresible. Sin embargo, al hablar de resistencia de los suclos a los esfucrzos @ de exfuer- ros.en suelos, hay que tener presente que Tos tres materiales actiian en Tigazn estrecha, de mancra que la respuesta del conjunto a cualquier carga o 1a trans- mision de los esfucrzos dle esa carga al interior del conjunto es una acumulacién del comportamiento de Jos tres componentes. Si se dedica un momento de atencion a esta situacién, el ingeniero estar pre- parado a aceptar que los fendmenos de transmisién de esfueros ¥ resistencia de Jos stielos siguen meea- nismos tan complicados y cambiantes camo Tos que efectivamente le revelari In prictiea profesional Un mismo suclo podré presentar caracteri de resistencia, compresibi Gién completamente distintas segdn las citcunstan: éias. en que las cargas actéen ¢ influyan de una u (a) Je los tres componentes tam inluenis que el nity conection lox canton se compote del agua y deel aie, seyiin que fas eargas api tiian muy Tentamente © muy ripidatnente, con toda lay gamas intermeslias. Si por clecto de cargi riores ¢l agua adquiere presiones elevaclas, aprove: do la permeabilidad det conjumte tenders a fla jonas de La mast en que prevalesca uni menor presidn. y este hecho se retlejari en la compresbill dad y en el estado de estuerzos de Lay sonas canada, En dlefinitiva, puede decitse que la interaccidn cons tate de las Ges faxes del suelo y su muy diferente respuesta a lus esfucrzos, producira en cada proceso de carga unt compleja situacion en La que los esfuer= vos se repartinin de un certo modo entre ses, siendo esta situaeién variable con el tiempo y. 2. distinta en casla proceso de carga ¥ « aus dentro del mismo proceso, si se ier cambio em eh balance entre las fas tres Fae produce cualy tres faves. Considétee una curga P uniformemente distri- buida sobre una plica de area A, Ia cual se apoya whee un conjunto de particulas minerales, de forma irragular y con wacios entre elas (Fig. 1-153) Es evidente que la distribucién uniforme de la carga, que vesulta admisible en Ia plaea de area A ya no reulta Kgica en las particulas de suelo, Le forma irregular y variable de las partfeulas hace im- posible celinir exactamente chmo x reparte la care ga entre ellas y cul pueda ser el esfuerzo en cada tno dle sus puntos, pero ¢s evidente que estos exfuer- zos seein niuy elevades en Lox puntos de contacto y Inucho menores en. puntos intermedies o aun en pur tos interiores de las particulas. Como quiera que re- sulta imposible trabajar con tos esfueraos "verdadle- ros” que sufien Tos granos, en Mecinica de Suelos se hha acostumbrado definir un esfuerzo ficticia come ¢l que representa al estado que sé tenga bajo Ja placa; cote exfuerso ficticio resulta de relacionar la carga. to- tal actuante con el drea total cubierta con la placa Pp (bd) Figura 115, Distribueign de Jos efectos de una carga exterior en una masa de suelo. « menor que el esfuerzo medio en los silidas bajo Ta plea y mucho menor que el “ventadero” esluerz aemante en los puntos de contacto entre las par tWeutlas Si Is carga P se aplica @ un suelo que tenga sus vacios Menos de agua, la distribucién de Ix carga en €l conjunta sera aim mis compleja (Fig, 115.2). Si 1 es la presién del agua dentro de los vacios y A, es 1 area We Jos vacios medida en un plano paralelo a la base de la placa, entonces u A, representaré Ia parte dle Ia carga? que soporta el agua de los vacios del suelo; el resto de la carga P Ia soportard la es tructura sélida del suelo y se transmitira a través de los granios de [a misma, En la Fig. F15.b se ha repre- sentaslo a Ta estructura sélida det sucla con un re fentemente, debe tenersé: P 7). Sele Hama el esfuerza total. Es, deste luego, P=Piud, donde P' representa a la parte de carga que toma 1a estructura solida del suelo 0 ef resorte ste la Fig, Si se dividen los dos miembros de la expresion anterior por 4, rea de la placa, se tend PLP de anata © cmpleanto la notacién de esfuerzos (E88) La ecuacién (1-88) juega un papel fundamental en la Mecénica de Suelos Moderna y se denomina ta ecuacién del esfuerzo efectivo. En ella figuran el es fuerzo total, #, ya definido, y los esfuerzas @ y u, de- nominados ‘esfuerzos efectivo y presién de poro, respectivamente. El primero representa 1a parte del es. fucrzo total que es tomada por la fase slid del suelo, transmitiéndose entre los granos de Ia misma. La segunda representa la presién a que std some tida el agua en Jos vacios del suel causa de la incapacidad del agua para tomar es{uerzos ) a=0 (n+l) z sen Qn t IntO, oa fer t 4, 50 Breves nociones de mecinica de suelos Donde: 1u: es Ia presidn que tiene el agua por arriba de Ja hidrostatica, en punto del estrato a Ia profundi dad zy en el instante ¢ del proceso de consolidaci = 65 In profundidad del punto dentro del estrato em que se calcula u i: es el espesor del estrato que se consoli tr €5 al instante del proceso de consolida que se mide 1 «es el mimero base de los logaritmos neperianos, Naturalmente, la ecuacién (I-13) mo es maneja- ble para a solucién de un problema prictico. Para transformarla en una expresién que sf se pueda ut licar en un cilculo sencillo, es preciso definir los si guientes dos conceptos importantes. a) Grado de consolidaeién de un estrato someti do a un proceso de comolidaciéa, en un instante termedio del proceso, f, es la relacidn entre la con- solidacién que ha tenido lugar en ese tiempo y la total que haya de producirse, Se representa por U, En la Ref. 17 se demuestra que el grado dle con- cin asi definido resulta ser ads us 7 wt] a) soli ey = vf 1-- donde u esti dado por la expresion (1-43). ©) Factor tiempo, T, c la magnitud adimensio- (145) Con estas definiciones, substituyendo Ia expresidn zs o ; H a gs fn S10 b 38 10 20 Factor tlempo, T (a) (eovale oritasites) Ui % 8 ° 4 =| Sredo de consolidecicn, ‘2.00! 2.08 ou 19 10.0 Foet tlempo, T ¢ (b) 12 tagerttatsa) (1-45) en Ja (149) y of resultado de tal operacién en la (1-H, se tiene: vi = Pasir vad ee | (146) La expresion (1-46) establece ta relaciin entre of grado de consolidacién del estrato y el factor tiem- Po. y cs la expresign concusiva de la Teoria de la Consolidacién Unidimensional de Terzaghi. A partir de la expresién (1-46), dando valores a T y caleulando la correspondiente de U, resulta la relacién anotada em la tabla 1-1 y representada

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