Muy buenos dias Sres. Senadores. Antes de partir quisiera agradecer la invitacion a
exponer un punto de vista, y defender este proyecto de despenalizacién del aborto en tres,
causales. Mi nombre es Anamarfa Arriagada Urata, y vengo acé como madre de cuatro
hijas, catélica, médico del servicio publico hace 20 afios, parte del comité de ética de mi
hospital y profesora de la Universidad de Chile.
He preparado una presentacién ajustada a los 15 minutos que se me han dado, y en ella
abordaré tres temas centrales.
En el primer punto, abordaré el tema del propésito 0 “razén de ser “ de este
proyecto de ley.
En el segundo punto, expondré sobre la responsabilidad sanitaria que recae en los
médicos, frente a estas tres situaciones.
Y finalmente, me referiré-brevemente-al conjunto de valores y principios
implicados en el proyecto en discusién.
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Primer punto: Sobre el objetivo de este proyecto, équiénes estén demandando una
respuesta hoy?
La bioética es una ética aplicada y normativa que busca dar respuestas a
problemas morales que tienen que ver con la vida y la humanidad. Busca dialogar en un
espacio civico, racional, laico y pluralista. Sus fundamentos radican en diferentes miradas
filosoficas, enriquecidas por otra disciplinas afines. En el campo de este proyecto de ley
en discusién, e! Ambito es el clinico, donde el eje es la relacién médico paciente, entre
tuna mujer embarazada y su equipo sanitario, cuyo jefe es un médico tratante.
Es importante hacer esta distincién, porque el primero de los tres puntos que quiero,
destacar, es que acé no estamos en un plano teérico, meramentte filoséfico, sino buscando
dar respuesta, luego de muchos afios, a mujeres que estan en tres condiciones de extrema
vulnerabilidad.
No se nos esté pidiendo, en este espacio civico, que acordemos sobre el inicio de la vida
humana, ola entre ser humano y persona; tampoco que consensuemos en una
visién Gnica y definitiva del estatuto del embridn; esas respuestas no han sido
encontradas en ningin pais del mundo, y sin embargo, en muchos de ellos se ha llegado a
un acuerdo tal, que permita regular el aborto.
Por lo tanto, al debatir este proyecto de ley, debiésemos imaginar que estamos mirando
de frente, el rostro de mujeres y nifias, que nos piden una respuesta ahora.
Pensar, por ejemplo, en dos casos: uno, una mujer que es profesional, madre de dos hijos
pequefios, casada y enfrentando un embarazo con feto inviable. Sabe que cudndo muera
dentro del iitero, podra acceder con prontitud a un centro de salud, para asi evitar
complicaciones que podrian ponerla en severo riesgo. Para afrontarlo cuenta con el apoyo
de su pareja y su red. Imaginemos el mismo caso clinico, pero esta vez en una mujer queno completé a ensefianza media, madre de hijos pequefios, en un hogar uniparental. Ella,
contrariamente al primer ejemplo, sabe que tardaré varias horas en poder acceder a una
atencién de urgencia, y estar segura. Ademas enfrenta con mas angustia este embarazo,
pues tiene dos hijos que dependen sélo de su madre para salir adelante.
Dos realidades para un mismo problema. El estado chileno debe asegurar que las dos
recibiran los cuidados y el apoyo, en la decisién que tomen, considerando un contexto que
s6lo ellas pueden conocer, porque lo viven a diario. El apoyo, en cualquiera de sus
formas, debe ser ofrecido, pero no puede confundirse con una sola puerta de s
Apoyo desde el respeto, yno desde la imposicién.
‘Segundo punto: sobre la responsabilidad médica frente a estas situaciones.
Se ha esgrimido que no se necesita de un cambio en la ley para abordar el aborto en Chile.
Que nuestra tasa de mortalidad materna es tan baja; que por el principio de doble efecto,
la medicina sabe como resolver los casos; que los casos que abordaria este proyecto, son
sélo alrededor de 2500 por afio.
No avanzar en esta materia es seguir desconociendo situaciones dramaticas, que cada
cierto tiempo nos recuerdan que este tema no ha sido resuelto. Hoy los médicos
diagnostican embarazos de alto riesgo, enfrentan mujeres en quienes coincide el
diagnéstico de embarazo con el de céncer: en algunos lugares tratan el cdncer, ya que sise
produce un aborto seria un efecto no buscado del tratamiento. Pero también es cierto
que en otros lugares, se presenta el caso a comités y reuniones, se cita a comité de ética,
en fin, una serie de instancias para recomendar a los médicos lo que deben hacer, y la
mujer: équé piensa al respecto? étiene algun margen de decisién? équién de los presentes
en esta sala, estaria dispuesto a acatar una recomendacién de experts, y esperar meses
para iniciar un tratamiento contra el cdncer, mientras un embrién de 9 semanas se acerca
ala viabilidad dentro de su utero?
Otros médicos deben elegir entre respetar la confidencialidad y responder a la confianza
de una paciente, o denunciarla por un acto punible.
Lo que quiero sefialar es que estas tres causales son parte de nuestros problemas hoy;
porque la legislacién actual, que penaliza toda forma de interrupcién voluntaria del
embarazo no contempla excepcién, no admite juicio de vulnerabilidad, no respeta y no da
cabida al debido cuidado.
Estamos frente a un proyecto que permite hacernos cargo de estos tres grupo de mujeres,
y darles una respuesta, dentro de un marco de atencién sanitaria segura; un proyecto que
da espacio para acompafiar a la madre, y ofrecerle alternativas; que admite la objecién de
conciencia del individuo; respeta la autonomia de la mujer , y la acoge, preservando laconfianza en el sistema de salud ; permite adentrarnos en la realidad de la violacién y el
incesto, para poder transitar hacia su erradicaci6n.
u
Tercer punto. Ya he expuesto sobre el primer punto de quiénes demandan nuestra
respuesta, y también sobre la responsabilidad sanitaria frente a estas causales. Ahora,
para finalizar, analizaré brevemente los valores y principios éticos involucrados.
Sin duda la proteccién de la vida, la integridad, intimidad y el respeto debiesen ser
medulares. Todos ellos forman parte de la obligacién médica de “no dafiar”. En este
aso, ninguna de las partes del binomio buscé intencionalmente estar en situacién de
cualquiera de las tres causales; ambos son vulnerables y ninguno culpable; nuestro
sistema de salud, desde su origen, y a lo largo del tiempo, en forma permanente y
progresiva, ha protegido la vida del que est por nacer. Todo el programa de atencién de
la mujer, Chile Crece Contigo, el post natal de 6 meses, y nuestra baja tasa de mortalidad
materna e infantil, son demostracién de esto.
Es discutible que el embrién humano tenga un derecho ala vida equiparable al de la
mujer, pero ello no nos permite igualarlo a una cosa, o un pufiado de células; el embrién
podrd no tener dignidad intrinseca: aquella sustancial a toda persona con vida consciente ,
pero si es portador de una dignidad conferida por el resto de su comunidad moral; es algo
entre cosa y persona, y en visién de Ricoeur, es un bien, y un bien precioso. Digno de todo
el cuidado y la proteccién que como sociedad podamos brindarle.
El segundo principio rector, debiese ser la justicia. Y bajo el principio aristotélico de “tratar
por igual a los iguales”, qué més injusto, que una ley que si se aplica, lo hace siempre con
las mujeres més pobres, o que a algunas mujeres da alternativas, que otras no tienen, e
intolerablemente injusto, que arriesgue la vida y salud, de las més vulnerables.
Debiesen preservarse la autonomfa y la beneficencia, vale decir, la decision de perseverar
en un embarazo dentro de las causales actualmente en discusién, o abortar le compete a
la mujer, libre de coaccién, informada y voluntariamente; y se debe respetar su “ideal de
vida buena”. En esto, que no es otra cosa que el bien, es donde cabe el concepto de
maternidad, que es sin duda un valor muy importante. Ser madre no es condicién facil de
definir, no es inmediata a un test de embarazo, es un estar de formas completamente
distintas, segin la cultura; cambia a lo largo del embarazo; y puede estar condicionada por
una serie de factores biopsicosociales.
Es obvio que uno de los fines de la medicina es salvar vidas. Sin embargo, no es el unico. A
diario en las unidades de criticos, se plantea limitar los esfuerzos en las terapias, frente a
pacientes que sufren sin mejorar. Entonces se decide suspender algunas terapias, retirarla ventilacién mecénica, no con el fin de matar, sino evitando prolongar la agonia de una
persona y permitiendo su muerte con dignidad. Hoy, frente a los avances tecnoldgicos, la
prolongacién dé la expectativa de vida y la complejidad de enfermedades, se han
incorporado nuevos valores, ademas de la vida: calidad de vida, vulnerabilidad, muerte
digna, y conceptos como la limitacién de esfuerzos, los cuidados paliativos. Esto porque
nuestra practica no resuelve toda la enfermedad, no salva a todo paciente, y muchas
veces lo que nos toca es acompafiar al buen morir.
En el caso de la violaci6n, si por una situacién social de violencia de la que la mujer fue y
serd siempre victima, ella no logra establecer un vinculo de maternidad que le permita el
acto heroico de perseverar en su embatazo, nos tocaré como médicos acompafiarla en esa
situacién, porque desde la humanidad, lo contrario no es justo ni ético, porque no es
exigible para ningin ser humano.
‘A modo de conclusién, quisiera sefialar que si bien se hace dificil respetar por un lado la
dignidad de la madre, y por otro proteger al embrién como un bien, en el caso que hoy
discutimos debemos recordar que la madre esté en riesgo importante, que el embrién
tiene un pronéstico ominoso, o que ambos fueron unidos en un acto de suma violencia,
que impide un vinculo amoroso. Creo, en suma, que en estas tres causales, serén
conceptos de vulnerabilidad, compasi6n, cuidado, por sobre uno de derechos, los que
podrédn hacer prevalecer la prudencia ala que, ustedes Senadores, estan llamados, para
dar la respuesta que las mujeres de este pais, merecen.
Muchas gracias.
Anamaria Arriagada U.
Médico- Profesora Universidad de Chile