ESTUDIOS SOBRE
EPICA MEDIEVAL CASTELLANA
Seleccidn, edicidn e introduccion de
Leonardo Funes
Traduccion de
Constanza Cordoni
Carina Zubillaga
Maria Gimena del RioINTRODUCCION
El géneto épico espaol ha sido objeto de potémica desde los inicios del siglo XIX. El punto
central de esta discusién ha sido siempre la escasez de testimonios conservados. Apenas
tenemos dos poemas incompletos (PMC, MR), el breve fragmento de un tercero (Roncesvalles)
y Ia version en metro culto de an cuarto poema perdido (PRG); en total, unos 8.000 versos. Un
‘ndmero sorprendentemente exiguo si lo comparamos con el centenar de chansons de geste
francesas conservadas, que suman alrededor de un millén de versos, La contundencia de estos
datos permite explicar la puesta en duda por parte de la critica francesa del s. XIX de le
cexistencia misma de una pica espafiola, Pero diversos estudiosos espatoles, entre los que
destaca Manuel Mila y Fontanals, argumentaron convincentemente a favor de una épica
vernacula en Espaita (0, con més precisién, en Castilla).
Tales argumentos fueron desarrollados y convertidos en una teoria por Ramon
Menéndez Pidal. En efecto, el Neo-tradicionalismo es una teoria de pleno derecho, conformeda
por un corpus de conceptos y de hipdtesis solidarios entre si, més una perspectiva critiea y tna
orientacién metodolégica precisas. En el tema que nos concieme ahora, Menéndez Pidal planted
‘que la escasez documental podia paliarse sustancialmente mediante la consideracién de un vasto
‘corpus de testimonios secundarios, constituido por erénicas y romances. De este modo, pudo
ampliar la magra lista de poemas épicos espafioles y, ademés, pudo offecer, en los inicios de su
carrera, la reconstruccion de uno de tales poemas perdidos: et Cantar de los Infames de Lara
(1896)
Pero mientras Menéndez Pidal oftecia en piblico una primera formulacién global de la
teoria nco-tradicionalista -en un ciclo de conferencias dictado en EE.UU., en la Johns Hopkins
University en 1909 (publicado en Menéndez Pidal 1910 y 1945), Joseph Bédier estaba
publicando su extenso estudio en cuatro volimenes sobre Les Légends épiques (1908-13) que
contradecia casi punto por punto Ia teoria pidalina, Lo que siguié fue un enfrentamiento entre
dos teorias opuestas cuyos avatares llegan hasta nuestros dias.
La primera fase de esta pokémica involucré, fundamentalmente, a franceses (seguidores
de Bédier) y espaftoles (con Menéndez Pidal a la cabeza) y se extendid hasta finales de los °60.
Una segunda fase se ha cumplido en el mundo anglosajén: estadounidenses neo-tradicionalistas,
versus ingleses neo-individualistas (denominacién que ofende a los ingleses porque les fue
‘endilgada con intencién ironica por los neo-tradicionalistas). Simultincamente, el desarrollo del
Oralismo =a partir de los hallazgos de Millman Parry y Albert Lord en sus trabajos de campo
‘con cantores serbios y croatas- permitié enriquecer el debate al plantear la posibilidad de unSOHOCHOOCHLOSHOSHOHOSOHHOHHOOOOHHOOHOHOHOOSOHOOOHOOOEOS
andlisis concreto de la inasible oralidad de la épica, El Oralismo vino a terciar en la contienda y
ha sido afirmado e impugnado por unos y otros.
Hemos querido en este librito ofrecer una muestra de la segunda fase de la polémica
‘entre neo-tradicionalistas y neo-individualistas (cuyas publicaciones estén, légicamemte, casi
todas en inglés) en torno a los problemas concomitantes de Ia alegada oralidad de la épica
roménica y de la valide2 de los testimonios secundarios como evidencia de una pica perdida,
EL primer trabajo incluido en esta seleccién es, quizds, el intento mas inteligente y
atrevido de considerar la condicién concreta del PIMC como obra del arte verbal, Su autor esti,
por cierto, mas cerca de Menéndez Pidal que de los ingleses, pero revela una apertura hacia
ciertas areas de la historia cultural y de la antropologia cultural que estaban en plena eclosién a
principios de los °70 (Lévi-Strauss, Ong, McLuhan). Este plus otorga a su dominio de la materia
especifica una mayor riqueza_y un mérito poco comin, Thomas Montgomery, profesor en la
Tulane University de Alabama, es, sin dudas, ef hispano-medievalista estadounidense mis
sensible ¢ incisivo de las ulkimas décadas,
El segundo trabajo que se incluye da una muestra de la seriedad, inteligencia y
determinacién con que la Escuela inglesa ~y pese a las protestas de Alan Deyermond, no me
caben dudas de que los colegas ingleses constituyen una Escuela, Precisamente Brian Powell y
David Pattison han tenido 2 su cargo revisar el complejo problema del valor de las crénicas,
como evidencia de una épica perdida y el problema subsidiario de la relacion entre la épica
conservada (fundamentaimente el PMC) y las derivaciones alfonsies y post-alfonsies de la
Estoria de Espaita. David Pattison es profesor en Oxford y se ha especializado en el tema “épica
y erénicas”, de modo que en Le actualidad es una de las mayores autoridades en le materia fuera
del grupo formado por Diego Catalin en el Seminario Menéndez Pidal de Madrid.
E] dltimo trabajo es la réplica neo-tradicionalista escrita por Samuel Armistead al libro
de Pattison. Es répidamente reconocible el tono polémico del seguidor mas fiel de Menéndez
Pidal en EE,UU,, autor de una serie impresionante de articulos teéricos que configuran et
desarrollo mas consistente de la teoria pidalists en la segunda mitad del siglo XX. En este caso
se offece una seleccién del largo articulo, donde es notable el despliegue de una amplia
crudicién y de un conocimiento de primera mano det corpus romancistico contemporaneo,
Samuel Armistead es profesor en la Universidad de California, ha realizado innumerables
campafias de recoleccién de romances tradicionales en toda Espatia, en el Sur de Estados
Unidos, en Marruecos y én Asia Menor. Fruto de tan inmenso trabajo de campo es el corpus
mis grande de romances sefardies de la actualidad, Su versacién en temas épicos, cronisticos y
romancisticos le otorga la méxima autoridad para abordar la problematica de Ia épica perdida
Finalmente, debo deciries que el presente librito fue tomando forma en las sesiones det
Seminario interno de la cétedra de Literatura Espaftola 1 cumplido en el 2° cuatrimestre del2000. Agradezco a todos los participamtes y en especial, por cierto, a los que colaboraron
directamente con las traducciones y la compilacién bibliografi
Leonardo Funes
(OTA BIBLIOGRAFICA
‘Thomas Monigomery, E! Poema de Mio Cid: arte oral en transicién,
Traducido de: Thomas Montgomery, "The Pocma de Mio Cid: oral ert in transition”, en A. D.
Deyermond, ed, “Mio Cid" Studies, London, Tamesis. 197. pp. 91-112.
2. D.G, Pattison, De la leyenda a la erénica
‘Tradueido de: DG. Pattison,
Epic Material in Alphonsine Historiography, Oxford, The Soviety for the Study of Medieval
Languages and Literature, 1983, pp. 143-49,
“Conclusion” de su From Legend 10 Chronicle: The Treatment of
3. Samuel Armistead, De la épica a la crénica: una apreciacién individualist
Traducido de: Samuel Armistead, “From Epic to Chronicle: An Individualist Appraisal”
Romance Philology. 40 (1987), 338-59.
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THOMAS MONTGOMERY
El Poema de Mio Cid: arte oral en transicion
Sic hate singen sollen, diese “neue Seete” und nicht reden!
NIETZSCHE
“La misma cancién, palabra por palabra, linea por linea. No agregué una sola linea y no cometi
un solo error” (Lord, 1960: 27). El que habla es Demo Zogic, un guslar - cantor de poesia
harrativa- yugeslavo analfabeto. Hizo esta declaracién a Albert Lord, expresando su profundo
orgullo por su habilidad para recitar un poema heroico Tuego de oirlo una sola vez, a condicién
de tener unas horas entre la audicién y la recitacién, Pero gqué quiso decir? {Cual es su nocién
de “verbatim”? jEstaban esas horas intermedias dedicadas a la memorizacién? En la misma
entrevista, poco después de alegar una precisién perfecta de repeticién, agregé lo siguiente:
“Dos cantores no cantarin la misma cancién de igual forma... agregan, cometen crores y
olvidan, No cantan cada palabra, o agregan otras palabras.” Bowra (1952: 217-18) ha reportado
contradicciones similares de otros cantores. Y es sabido que el poeta oral no memorizaba todas
las palabras que ofa, La cancién suftia una transformacién y una personalizacién durante esas
horas, en un notable proceso creative, un proceso que podemos observar pero que apenas
podemos comprender
Debemos al cantor mucho respeto por su habilidad para hacer algo mds allé de nuestros
poderes. También estamos obligados a considerar cuidadosamente las implicancias de las
afirmaciones contradictorias que hace acerca de su repeticién de la cancién de otro, Nuestro
impulso de descartar una de ellas por naif, descuidada 0 carente de sentido puede impedirnos
Iegar a importantes conclusiones sobre su manera de pensar. Sus declaraciones no resistirén el
analisis, pero para él tienen significado
Es obvio que considera verdadero lo que dice porque se dedica a su arte. Las entrevistas
grabadas por Lord (especialmente pp. 22-9) no revelan displicencia, Son céndidos y francos.
‘Naturalmente, entonces, podemos tratar de conciliar estas afirmaciones en términos de causa y
efecto, Como causas, consideremos las condiciones en las que se hicieron, Son respuestas &
preguntas guias. El cantor habla primero de si mismo, probablemente magnificando sus propias
hhabilidades, y Iuego de otros cantores con quienes compite, Pero este enfoque implica que
cuestionamos su honestidad, 0 su habilidad para juzgarse y juzgar a otros en los mismos
terminos: cuestionamos su objetividadSOCHHHHSHSSSSHSSHSHSHSSSSHHSHSHSSSHSHSSHSHHHSHOHCHHHHHHHEHOOCOE
Sabemos que no entendemos su talento. Sin embargo, no podemos evitar aplicar
‘nuestros propios criterios a sus declaraciones: anilisis, relacién de causa y efecto, objetividad
Sugiero que, para enfocar y comprender su mundo y e! mundo de la poesia heroiea popular,
necesitamos suspender nuestra creencia exclusiva en esos criterios. Pertenecen al hombre
letrado y distorsionan su visién del iletrado, En las humildes contradicciones del guslar nos
cenfrentamos a una verdad sintética y subjetiva que puede ensertamos mucho.
La experiencia ha demostrado que la poesia épica popular, basicamente oral, se resiste a
las formas tradicionales de andlisis académico. Nuestros esfuerzos con las inconsistencies.
{extuales en una obra que no siempre fue un texto pueden levamios @ posiciones “o... 0” que son
irrelevantes para su verdadera trascendencia, que es emocional, no informacional, Las
definiciones y pruebas racionales simplemente no encajan con el género. Por esta razén, no
propongo offecer pruebas, en mi ereencia de que enfrentar a la poesia en sus propios términos
subjetivos nos permitiré llegar a una comprensién no menos convincente que les pruebas.
Deberia seilalar ue no igualo los procesos involuerados en la composicién del Poema
de Mio Cid con aquellos observados por Lord. Si considero axiomatico que la tra
espaiiola es fuertemente oral en su cardeter, y que la naturaleza oral del poema da cuenta
en gran medida de su peculiar grandera. Ha sido, de manera demostrable, alterado por
hombres que sabian escribir. En lugar de retomar los argumentos sobre cuénto del poema es
oral y cuinto es escrito’, propongo abservar algunos de sus aspectos no literarios, Asumiré que
el poema evolucioné a través de los aftos y que mas de una persona (probablemente muchas) fo
conocieron, cantaron y modificaron, Asi, al hablar del “poeta”, por conveniencia, quiero decir
“Ia tradicion poética” o “el artista perteneciente a esa tradicién, que dicté o escribié la versién
que, con modificaciones, nos ha Hegado”. Doy estas definiciones no tanto con el propésito de
adoptar una posicién sino para evitar una impresién de confusién.
Estaremos observando un enigma, Para enfocarlo, tenemos obras como las de Bowra y
Lond; para damos cuenta de cusles son nuestras dificultades al comprenderlo, podemos tener en
cuenta las mentalidades letradas e iletradas con la ayuda de las observaciones de Marshall
McLuhan, y para apreciar la extraordinaria fuerza de la expresién oral podemos comparar al
poema con su parafrasis en prosa en la Primera Cronica General
‘Nuestra _dependencia, como letrados, de la palabra eserita modifica nuestras
percepciones radicalmente, “Hasta la escritura, la mayorfa de los tipos de pensamientos que hoy
estamos acostumbrados a pensar simplemente no podian ser pensados” (Ong 1971: 2). Al
trabajar sobre esas observaciones me apoyaré en McLuhan, pero las concluisiones que se ofrecen
aqui no pretenden reflejar sus ideas completa 0 precisamente; deben sostenerse por sus propios
éritos, especialmente en relacién con la poesia
' Tales argumentes son aptamente resumidos por J. M. Aguirre (1968), esp. pp. 27-8E] ojo es nuestro drgano de percepcién més sensible y fiel, y dependemos de él mucho
mas que del oido para nuestro conocimiento del mundo cireundante. Por eso cuando
aprendemos a leer, el cambio de lenguaje desde una experiencia predominantemente oral hacia
un fenémeno visual es uno de largo alcance, de modo que lo visual pasa a tener mayor peso que
Jo oral. Confiamos mas en el ojo que en el oido porque parece decimos mis, y cada palabra pasa
a tener una forma que visualizamos; nos acostumbramos a verla en términos de sus partes
fonéticas. Todos hemos observado a nifos y adultos que necesitan saber cémo se deletrea una
palabra antes de sentirse seguros sobre ella, y muestras vidas estén llenas de experiencias
andlogas, como cuando, al empezar a aprender griego, podemos no reconocer a los cognados
‘mas obvios porque su forma es extrafa, Esta visualizacién ocurre en gente diferente y en niveles
muy diferentes. El académico, que utiliza las palabras como instrumentos, tiene una aguda
orientacién visual y su discurso refleja marcadamente Su uso de la palabra eserita, Cuando se
4queja del analfabelismo entre los menos educados, se refiere en realidad a un alfabetismo
parcial, porque la habilidad para leer y escribir es la fuente primordial de valores en su cultura,
aceptada tacitamente atin por la gente sin educacién que expresa desdén hacia el aprendizaje
libresco, Sus criterias son también objetivos, 0 pseudo-objetivos; son conscientes del carécter
visual y concrelo que las palabras pueden poscer porque pueden ser eseritas, Nosotros no
tenemos acceso real al mundo del dgrafo, esto es, del hombre cuya cultura no tiene consciencia,
de la escritura. El cantor eslavo, por ejemplo, vive en una civilizacién que esté organizada en
foro a lineas letradas, Si el verdadero analfabetismo tiene ciertas ventajas, colocando a un
hombre en contacto mas directo con la palabra y lo que representa de Jo que cs posible en
nuestra experiencia, entonces el hombre iletrado en Ja cultura europea disfruta de pocas
Ventajas. Aunque es probable que se exprese en forma més espontinea que nosotros, su
Jgnorancia es fundamentalmente una desventaja que le impide pertenecer completamente 2 su
sociedad. El juglar medieval estaba en una mejor posicién, aunque su sociedad estaba
onganizada en una forma dictada por la existencia de la escritura, porque pertenecfa 2 una
tradicién espléndida que se habia dk
rollado en una cultura mayoritariamente iletrada, que ét
compartia con sus compaiteros.
‘MeLuhan equipara a la sociedad iletrada con la organizacién tribal. Bl hombre tribal
recibe su conocimiento sobre Ia sociedad a través de su
lo, y es muy sensible a las
sutilezas del mundo oral. La palabra es una experiencia dinamica para él, no reconocida
como distinta del acto w objeto que designa, ni disting,
a claramente del ser humano que
{a interpreta, “El oido no favorece ningin punto de vista particular. Estamos envueltos por el
sonido, Forma una red perfecta alrededor de nosotros... Mientras que el espacio visual es un
conti
tum organizado de tipo uniforme, el mundo del oido es un mundo de relacién
simulténea” (McLuhan y Fiore, 1967: 111). Las implicancias “de esto se hacen més
comprensibles por contraste con los procesos de la mentalidad letrada, El alfabeio fonético, “enel que letras seménticamente sin significado se usan para corresponder con sonidos
seménticamente sin. significado” (McLuhan 1964: 86), separa significado y forma, y este es el
primero de muchos procesos analiticos que pueden aplicarse al lenguaje, y pueden luego
cextenderse @ todas las percepciones. Una vez que la palabra se convierte en objeto, las ideas
también pueden convertirse en objetos, para ser manipuladas y reorganizadas en una pagina o en
nuestra mente, En cierta medida podemos hacer objetos de nosotros mismos. Los grandes logros
de la civilizacién dependen de esto, pero nos ha convertido en una nueva y extratia especie:
animal, para le que las experiencias pasan a ser relativamente indirectas. “Actuar sin reaccionar,
sin participar, es Ia peculiar ventaja del hombre letrado occidental” (McLuhan, 1964: 88).
Nuestra habilidad para organizar el pensamiento segin un modelo visual es tan til que
legamos a depender de él, Las cosas se siguen de otras cosas; causa y efecto se ven ocurriendo
en un orden fijo. “*Racional’... ha significado para Oceidente durante mucho tiempo ‘uniforme
y continuo y secuencial’.. hemos confundido a la razén con lo literario” (p. 30). Visualizamos
secuencias cronolégicas (McLuhan, 1969: 72). Nuestras ideas de tiempo y espacio, aunque
anbitrarias, parecen ser instintivas en nosotros (Stearn, 1967: 175). El pre-letrado debe depender
de su memoria, que nunca es exacta, mientras que nosotros podemos escribir las cosas y esperar
{que sean permanentes para nosotros y para otros. Podemos acumular palabras y pensamientos,
referimos a ellos en tanto “materiales”, y combinarlos infinitamente en nuevas ecuaciones y
estructuras, sea en el papel o en nuestras mentes, Estamos separados de las palabras y los
pensamientos y libres del “trauma tribal de la magia de la palabra resonante y le red de
similitudes” (MeLuhan, 1964: 86) que involucra totalmente al pre-letrado, Nosotros no nos
involucramos con los fenémenos naturales que observamos y rechazamos las interpretaciones
animistas de ellos.
Para ef hombre tribal, to que separamos en causa y efecto, en después y ahora, es todo
muy presente y personal. No se reserva juicios, no imagina las cosas fuera de si misme.
Aprehende su mundo miticamente, Para McLuhan, el mito es causalidad no-lineal, “el modo de
consciencia simultinea de un complejo grupo de eausas y efectos” (1969: 315). Para Nietszche,
en forma no muy diferente, era “la pintura concentrada del mundo que... no puede
1a”? Esa maravilla no puede sobrevivir a ta racionalidad. En un
prescindir de la mara
mundo racional, el “mito” es sinénimo de “falsedad”.
El abismo entre el hombre letrado y el tribal se ve una y otra vez. Bl trabajador social en
India explica el control de la natalidad a mujeres de pueblo, con la ayuda de tablas, y se
impresionan tinicamente con su sari -niada més allé de Ia experiencia inmediata tiene demasiado
impacto en su consciencia, y la tasa de natalidad es apenas afectada. El investigador quiere
saber qué emtiende ef guslar por repeticién “palabra por palabra”. {Significa literalmente?
The Conplete Works of Friedrich Nietzsche, ed, Oscar Levy (Now York, 1968), |: The Birth of Tragedy,
p74poe
00S OOOOHOHHHHHHHHHHHHHOHHHHHHHHHHHHHHHHOHHHOHHOSE
Obviamente, el sentido de la palabra
iteral” es ajeno a él, ,Cémo puede uno preguntarle si
distingue entre Jo histérico y lo ficeional? El investigador y el cantor simplemente no pueden
encontrarse directamente en tal discusidn. El gustar en general no necesita conocer Ia diferencia
objetiva entre lo verdadero y lo fabuloso. En Ia Espana medieval palabra y declaracién
(palabra, raz6n, ete) no se distinguian demasiado. Para el juglar, forma y contenido deben
haber constituido un todo indivisible -con raras excepciones, cada linea, y frecuentemente cada
hemistiquio, representa un concepto, Una disciplina extraordinaria, posible porque era apenas
consciente. El guslar de hoy puede cantar en tun metro regular sin saber cuantas silabas tiene una
linea, Por lo tanto no debe sorprender que nuestra forma de andlisis Heve a conclusiones
conflictivas.
La cultura tribal no produce poesia épica. Su literatura es chamanistica; sus
héroes son exitosos por la ayuda de poderes superiores (Bowra, 1952: 5-8). El concepto de
héroe auto-suficiente, exitoso por sus propios esfuerzos aunque pueda recibir asistencia
sobrenatural, pertenece a una cultura en transicién, en la que el individuo es reconocido.
Y el Pocma de Mio Cid aparece hacia el final de ese periodo de transicién, En su contenido
cs una articulacién coherente y de amplio alcance de las preocupaciones y convieciones de una
sociedad bastante civilizada, como era La Iliada, Pero existe en varios niveles, y su cardcter oral
tradicional es evidente en algunos de sus temas y particularmente en su forma de expresién, Su
propésito, como el del drama griego, no era tanto brindar informacién sino re-crear
experiencia, y la cualidad de esta experiencia es su principal interés. Menéndez.y Pelayo se
refiere a su inmediatez, como también al abismo entre culturas, al observar que el Poema es
“poesia vivida y no cantada, producto de una misteriosa fuerza que se confunde con la
naturaleza misma y cuyo secreto hemos perdido los hombres cultos... El poeta... ve la
realidad como quien esta dentro de ella”.* Viniendo de uno de los hombres mas letrados, las
palabras tienen un dejo nostigico.
La otra cara de la moneda, la tendencia del critico culto a extinguir la vida de ta obra
con la que trabaja, ha sido lamentada por los mas logrados estudiosos, Ernst Curtius y Damaso
Alonso entre otros. Este ultimo reacciona con respecto al Poema atacando “la pesada pedanteria
razonadora de las tristes jergas cientifieas” (1944: 72), que, como veremos, comienza a aparecer
con la primera prosa erudita en Espafta
La palabra hablada puede sobrevivir empobrecida en la pigina escrita. Los hombres del Cid
reciben a Minaya Alvar Féez con alegria cuando welve de su primera mision con el rey,
“diziendo les saludes de primos e de hermanos / de sus compafias, aquelas que avienSCHHOHSHOHSHHOHSHSHSHSHHHSHHHHSHHHHOHHSHHSHHHHHHHHHHHHHSOHOOE
dexadas” (928-9).* Estas palabras, que, en su simplicidad, nos dicen tanto sobre la situacién y
los sentimientos de los guerreros exiliados, pueden ser pasadas por alto por un lector moderna
‘que busca fundamentalmente informacién, y como de hecho sucedi6 con los compiladores de la
Primera Crénica General’ Los ejemplos de omisiones pueden multiplicarse; aqui el caso es
bastante diferente: “ante roido de atamores a tierra querie quebrar” (696) se convierte en la
crénica en “Et tanto eran los roidos de los atamores et de los muchos otros estrumentos que y
trayen et los ferien, que los omnes non se podieron oyt” (528240-4), La maravilla de ta
experiencia se pierde; atin la necesidad practica de los hombres de escucharse entre ellos es
‘oscurecida por fa inclusién de detalles no informativos. Lo que hay que notar aqui es que la
afirmacién de la crénica esta mas cerca de lo que podriamos hacer en el siglo veinte que de la
vversién poética, El narrador de hoy, mas aislado quizés, podria decir con menos originalidad
“No te podias escuchar: pensar”, pero vamos més alld de eso si realmente nos incumbe la
intensidad de los sonidos: leemos un niimero de decibeles en un indicador 0 grafico y quitamos
cl sonido completamente del mundo dinémico del oir.
Es injusto ¢ irrelevante menospreciar la erénica por no ser poética, pero si en verdad
representa una mentalidad y una forma de expresin relativamente cercana a las nuestras, nos
ayudard a orientaros para observar el poema, En contraste con él, atin los pasajes poéticos
simples que he citado demuestran tener una cualidad de aprehensién simulténea y de franqueza
{que es en esencia mitica ~las inconsistencias del guslar yugoslavo tienen esa cualidad también.
\Nos dice que los opuestos pueden ser partes necesarias de un todo. Observemos més de cerca
dos textos medievales, comenzando con una escena familiar
Et pues que fe de noche et se adormecio, ueno a ell en uisién como en figura de angel, et
dixol assi: “Cid, ue aosadas do uas et non temas nada, ca siempre te yra bien mientre que
tuiuas, et seras rico et abondado et onrrad,”(524b 206s.)
Las caracteristicas formales de este pasaje son suficientemente lamativas y han sido sefialadas,
en ottos extractos de la Crénica: conexién sintactica y subordinacién correspondientes a un hilo
de pensamiento (“Et pues que... dixol assi”; ca”), proliferacion de et (siete casos aqui, contra
ninguno en el pasaje correspondiente en el poema), “afin de precisiOn” (*..do vas"),
amplificaeién ("rico et abondado et onrrado”); inclusién de verbum dicendi (Badia Margarit
1960); en una palabra: prosaismo. Antes de seguir con el comentario, observemos la poesia; sus
caracteristicas son mucho mas que la ausencia de fos resgos recién enumerados.
* Antotogia de poctas liricoseasellanos, XI(Madid, 1944), . 315.
“ Las eta son dela edieén de Cain Smith, Perna de Mio Cid (Oxford, 1972)
+ primera Cronica General de Expai, ed, Rariba Menéndez Pidal (Madrid, 1955), Hl, $32822, Los
compiladores,en la pate dela crdnica correspondiente al prime cantar, saron una version del emaSOCHHHHSSHSHOHHSHSHHSHHHHSHSHHSHHHSHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHOHOOS
Ise echava mio Cid despues que fue cenado.
Un sueto! priso dulce, tan bien se adurmio,
i acl vino en vision:
El angel Gat
““Cabalgad, Gid, el buen Campeador,
‘ca nunqua en tan buen punto cavalge varon,
mientras que visquieredes bien se fara lo to.”
‘Quando desperto el Gid Ia cara se santigo;
Sinava la cara, a Dios se scomendo,
Mucho cra pugado del suefio que ha sofado, (404-12)
Una lectura pausada, en vor alta, de los dos pasajes logra que le gran diferencia entre ellos se
manifieste -una diferencia de humor, de énfasis, de propésito- aunque podriamos decir en
principio que su contenido es e) mismo, Los eronistas ban omitido todas las expresiones
afectivas que componen al pasaje poético. Su objetivo es proporcionar informacién. Las
lineas poéticas hacen hincapié en la experiencia emocional, no para lograr alguna clase de
efecto artistico, sino porque precisamente de eso trata el pasaje (y el poema): una
experiencia esta siendo re-creada y re-vivida en la recitacién, La construccién paratéctiea
refleja el pensamiento: las tres unidades, el suefio, el mensaje, la reaccién del héroe, son
también una unidad, no por estar ligadas en una secuencia, sino por estar concebidas como un
todo ~o mejor, sentidas como un todo, porque es el sentimiento lo que importa: el suefio del Cid
es dulce y placentero; el elogio y el aliento del dngel no tienen reserva o equivocacién; el
asombro del Cid, su alegria, y ercencia son completos. Este pasaje tranquilo y reftescante ocurre
en medio de la confusion y agitacién de los complejos preparativos para una partida apresurada
de Casilla. Proporciona importante informacién, Pero la audiencia del juglar sabia que el Cid
triunfaria, y que Dios estaria con él. La necesidad de informar es secundaria, Lo que interesa es
la cualidad de la experiencia, y de eso se ocupa el cantor. Por eso se repite; el pasaje, como
todo el poema, esté leno de redundancias conceptuales, que los cronistes corregian
rapidamente, Y sin embargo, al leer el poema, no encontramos una repeticién objetable en “un
sueitol prise dulce, mas tan bien se adurmio.” Formulaico, desde lego ~pero no por razones de
conveniencia, como si la forma fuese un problema aparte del contenido. Si es importante, dilo
dos veces. $i no, hay otras formulas disponibles,
Se tienta uno de pensar en un juglar esforzindose en la busqueda de intensidad por
medio de la repeticién de palabras emotivas. No es ast: gran parte del poema es igualmente
intensa, y tal esfuerzo, si fuera sostenible, habria sido muy cansador para el poeta y para la
audiencia. Lo intenso es su visién, directa, sin el intermediario de la palabra escrita. Los
‘muy similar a fa existente, segin Diego Catalan (1963), en pp. 294 y301; y Smith y Morris (1967: 182);clementos afectives que podriamos llamar omamentales eran la sustancia principal para ellos; lo
que nosottos y los cronistas creemos importante -la informacién- se daba por sentado por la
audiencia iletrada. Que esto es asi es ilustrado por la necesidad de los cronistas y los
comentadores modernos de elucidar pasaje tras pasaje,
El suefio cra significativo para los compiladores de la crénica como hecho historico
porque era evidencia de la ayuda divina que recibia e] héroc. Los historiadores hablan en
términos de causa y efecto, y tomada en sus propios términos, su versién esté también libre de
redundancias. Han escrito lo que parecia esencial para hacer a una linea narrativa completa,
dejando a un lado el resto. El resultado es un relato objetive. {Dénde obtuvieron su idea de
objetividad? De la prolongada experiencia en la lectura de lenguas extranjeras, del estudio de
cada palabra como objeto, como item léxico. Su clase de exactitud habria sido incomprensible y
anodina a un receptor iletrado. No pueden nombrar al angel o conceder que se trataba realmente
de un angel: “como en figura de angel.” Con Ia alfabetizacién viene et escepticismo: podrian
haber dicho que tenian que entender para creer. Puesto en forma un tanto diferente, ereian
‘menos en la visién podtica que en su propia razin. Y no estaban satisfechos con la verdad;
necesitaban la verdad completa, “rico et abondado et onrrado”, atin si la tenian que proporcionar
ellos mismos. Cada cosa en su lugar. El pasaje es la suma de sus partes, ni més ni menos; y una
suma es el resultado de una adicién, de la acumulacién de cosas aparentemente concretas ¥
tangibles: las palabras.
Para el juglar, no habia necesidad de explicar, de distinguir entre causa y efecto, de
evitar malos entendidos porque entender no era el punto principal. Tampoco lo ere la
objetividad; zquién duda que el ange! Gabriel aparecié ante el Cid, 0 que le dijo aquellas,
palabras? No es menos real que el héroe, el juglar o la audiencia. El poema presenta
(praesento “colocar ante”) lo que la erénica relata (refero “recuerda”).
Es esperable que la erénica omita en ocasiones partes del poema, como en el ejemplo
dado. También amplifica el texto en formas que son importantes para la comprensién de su
visién, como cuando Pedro Bermudez rompe las fas
Mores le reciben por la seia ganar,
Dan le grandes colpes, mas nol pueden falssar.
i Valedle, por caridad!” (712-14)
Dino e Campeador:
Los moros recibieronte, &t comengaron de ferirle muy de rezio dandol muy grandes colpes
ora abaterle si pudiessen et Ieuar del la senna, mas traye el tan buenas armas que gelas
non podien falssar, et demas muy fuerte caragon, assi que non pudieron guisar con el lo que
ieran. EI Cid quando aquello uio, mando 2 todos los suyos que pues la batalla buctta
también Smith, ed. Poza, pp. 172ss.SOHHSHHSHSHSSHSHSHSSHHSHSSSHHSHSSHOHHSSHSSHHSHSHOHSSSHHHOHOSOCO
‘era, que la firiessen muy de rezio et fuessen todauia adelante, de guisa que acorviesen a
ero Uermudde et a la senna, (S38b24ss
En el poema, una serie de acciones no explicitamente ligadas. No se dan razones para ellas, no
tanto porque las razones son perfectamente claras sino porque, en la experiencia de una batalla,
las razones y la accién no estén separadas mentalmente; uno funciona dentro de un modelo total
Dar razones implice situerse fuera de los eventos, observindolos desde un punto de vista que se
adopte. Con el alfabetismo, dice McLuhan, sobreviene el juicio suspendido. Los cronistas estén
tan preocupades por las razones que subordinan los eventos mismos a ellas; “pora abaterle si
pudiessen”, un propésito y una duda, seguidos por las causas del fracaso. En la orden del Cid, la
razon, “pues la batalla buelta era”, el método, “que la firiessen muy de rezio et fuessen todavia
adelante”, el propésito, “de guisa que...”, expresado, tan cumplidamente como sea posible:
“acorriessen a Pero Uermudez et a la senna”, Saltamos de la mente de Pedro Bermtidez a la de
los motos, y luego a lz del Cid. Nada de esto esta implicado en el poema; los historiadores se
sienten obligados a suministrarlo, a importunar con explicaciones a cada paso, Es
Estamos en las mentes de los moros,
particularmente reveladora Ta expresién ‘si pudiesser
dudando, y al mismo tiempo, en las mentes de los cronistas, que conocen el desenlace. También
estan imaginando el efecto de sus palabras en nuestras mentes mientras leemos. Todos estos
puntos de vista imaginarios pertenecen a gente que quiere ante todo tener creencias y
predicciones correctas. Los compiladores, siendo letrados, son conscientes tdcitamente de que
tienen un punto de vista individual, y de acuerdo con ello imputan uno 2 todos los otros. Su
incumbencia es la correccién objetiva, por lo que evalian los actos que reportan y asumen que
sus lectores evaluardn sus propios actos de escribir y juzgar. Nosotros hacemos consideraciones
similares, aungue en forma un tanto més sofisticada. Supone un esfuerzo no ver Jas mismas
actitudes en el juglar. Desde luego él atribuye diferentes opiniones a personas diferentes, pero
sin esos saltos mentales que representan una rigidez de ctiterio s6lo disponible para aquel
apartado de los eventos por medio de la palabra escrita, Para el juglar, la lengua equivale 2 la
experiencia social. No puede haber soliloquios en el poema. Es posible expresar de otra manera
To que hemos dicho acerea de los historiadores notando que en cierto sentido se hablan @ si
rmismos; fo que dicen es siempre un comentario en si mismo. El pocta sélo puede comprender el
discurso como algo observado inmediatamente, no puede entrar en la mente de otra persona
para imputar motivaciones para sus palabras que no sean aguellas expresadas. Pensamiento y
expresién hablada son una sola cosa
El juglar sabe acerca de opiniones y motivaciones varias, pero no puede compartirlas en
su imaginacién, No puede decir que “suponia” 0 “geree usted?” No puede decir que “mintio” ~
s6lo “mientes", confrontando dos juicios cuando aparecen en accién. Los verbos cuidar y
penssar son raramente usados sin implicar itencién ~esto es, de accién latente, y creer siempreSOCHHHSHOSHSSHSSSHSHSSEHSESTHOHSHSTSHSSSSHHSHHSHHHHHSHHHHOOHOO
denota un acto de fe o ereencia* Las reflexiones intemas ho son reportadas; observamos sélo las
manifestaciones sociales de las preocupaciones de los personajes, como en las conversaciones
centre Raquel y Vidas, El poeta no nos dice que los prestamistas eran avaros, peto los presenta
“en cuenta de sus averes", En las raras ocasiones en que expresa un juicio, lo conecta con una
acci6n, identificando ser y acto: “El conde es muy folon € dixo una vanidat” (960; también
2283-4), EI Cid recibe malas noticias al considerar “una grand ora”. No tenemos nocién de lo
{que considera: sélo podemos conocer el resultado de la meditacién.
El poeta si conoce sus propios sentimientos, y los identifica con los de! héroe y con los
iencia: “que alegre fo", "que ventura serie”;
de laa mos salieron apart ~vera mientre son
hhermanos- / desto que.ellos fablaron nos parte non ayamos” (2538-9). Y dado que los
pensamientos no verbalizados no se conocen, un villano debe tener un confidente Si se supone
‘que debemos conocer sus intenciones. En la Crénica los Infantes confian en Asur Gonzaler,
pero el poema enfoca este problema de un modo mas interesante: los dos Infantes hablan entre
ellos, dando una idea mucho mas clara de sus motivos siniestros que la que seria posible de otra
forma, Ahora bien: hay otras buenas razones para usar dos villanos, pero vale la pena notar que
los hermanos realmente sélo tienen una personalidad, y que cuando se representa duplicidad en
cl poema, dos personajes estn involucrados: Raquel y Vidas, el Cid y Martin Antolinez. Y el
uso del poeta de cuydar estd limitado a demostraciones piiblicas de ereencia ¢ intencién excepto
en referencia a los Infantes, en las Hineas 2470 y 3011. En su caso los pensamientos privados son
compartides.
Estamos tan acostumbrados a considerar varios puntos de viste que no podemos
visualizar, 0 aprehender, la carencia de punto de vista det hombre oral, y no tenemos nombre
para ello, McLuhan usa una extra negacién, “falta de perspectiva”. A medida que los puntos
de vista se desarrollaron, cambiaron, y descubrimos que cada autor medieval modifica lo que
ahora puede verse como,un curioso instrumento, aunque su uso no pudo haber sido totalmente
consciente, Chrétien de Troyes, en un extraordinario florecimiento de sofisticacion, hace un uso
picaro del punto de vista yendo més alld de “me semble”, alin Iejano en el futuro de Espaita,
hacia el curioso “li semble”, “le parece a él”, para tratar la vida interior de un personaje, y
distingue claramente entre personajes vistos internamente y vistos extemamente,
La objetividad es una invencién literaria, y en el temprano desarrollo de la cultura
letrada debe haber descubrimientos sobre su uso y cambio de base a medida que los escritores
comienzan a emplearla con mas destreza. También debe entrar en conflicto con la autoridad
tradicional, dado que offece nuevas formas de considerar a la autoridad y desarrolla una propia,
también. Los cronistas la usan naifmente , por ejemplo, al no distinguir entre material
mitologico ¢ histérico. Pero ya en la época de) Arcipreste de Hita esa aparente simplicidad
* Para mi informacién acerea de palabras especificas, dependo del indispensable index verborum en
Victor R. B, Oclschliger, ed, Poema del Cid in Verse and Prose (New Orleans, 1948),SHHSSHSSSHSSESEHHHSSSSOHSSHSHSHSOSHHESHLSSHHHOHSHHOSEOEOCS
objetiva ya no es posible, y en su trabajo se prueban huevos estindares de objetividad, a
‘menudo con picardia. De este modo, él acepta la muerte del modo cristiano convencional en un
punto, y expresa temor y odio a Ja muerte en otras ocasiones;’ invoca a la autoridad de
Aristételes en un pasaje burlesco, y reiteradamente construye demostraciones aparentemente
objetivas de tesis sdlo para cambiar de argumento inesperadamente. Ni fe ni creencia son
constantes para él. La clase de rigidez vista en 1a erénica es reconocida como una ilusién, La
pedanteria y la nocién de una sola verdad son particularmente satirizadas en la disputa entre
griegos y romanos, El arcipreste conocia tanto la cultura oral como la visual: estaba
familizrizado con las disputas académicas, adoptaba una postura irénica sobre ellas, aunque s6io
a través de la escritura pudiera tener una mente tan independiente
E] examen y el analisis de la escritura y discurso propios, que son de naturaleza
secundaria para nosotros, como lo eran para los cronistas, simplemente no son posibles para el
iletrado, El guslar no puede discutir sobre metro y rma; son de naturaleza secundaria para él. En
cl juglar encontramos una espontaneidad y franqueza, una aprehensién del mundo y una
receptividad a las implicancias de una situacién social negadas « nosotros —“poesia vivida y no
cantada’”
Si observamos a los analfabetos -nifos o adultos- podemos damos cuenta de como nos
forzamos para expresarnos coherentemente, Buscamos a tientas a palabra precisa cuando
hablamos, y atin cuando pensamos. Hacemos un esfuerzo por canalizar nuestro pensamiento; lo
despersonalizamos. Los autores de la Crénica habian perdido su receptividad a las sutilezas del
momento, se habian preparado para perderla, y habian pagado el precio de las abrumadoras,
ventajas del alfabetismo. Habian aprendido a tratar con conceptos como objetos separados de la
experiencia, como constantes. Como nosotros, identificaban la verdad con la objetividad y la
permanencia,
En eierta medida los compitadores de la cr6nica estaban repit
endo procesos que habian
acompaitado a le primera generacién de alfabetizacién en Grecia, como demuestra Eric A.
Havelock (1963). Platon se convirtio en el primer gran vocero para Ia primera abstraccién y, por
lo tanto, en el adversario del modo de pensamiento poético ejemplificado por Homero, Formulé
nociones de bondad y verdad que han estado con nosotros desde entonces y que damos por
sentadas. Havelock ve a'la poesia de Ja cultura griega pre-literaria como una forma de control
del pensamiento, y aunque ¢s muy convincente, su propia orientacién literaria parece llevarlo
‘casionales malas interpretaciones. Concibe asi el control del pensamiento como
deliberadamente impuesto y adoptando a. propésito el medio épico para explotar su efectividad,
y observa que una participacién total de Ia audiencia en la recitacién de Ia Iliada “podria ser
comprada sélo al precio de una pérdida total de objetividad” (p. 45). Sugiero que la objetividad
Rafael Lapesa, “El tema de le muerte en ef Libro de Buen Amor”, en De la Edad Media a nuestros dias
(Madrid, 1967), pp.53-75PSCOOCHOHOHSOSHHHSHOHSHHSHHSHOHHHHOHOHSHHHHSHOHOHHOHHHOHHOOHHOSOOOOS
no habia sido experimentada ain en la época de Homero, y que, més que un intento de imponer
ua visién de mundo, la épica fue una expresion de tal vision que surgié de ella y con ella, y
sélo necesité ser laboriosamente enseftada y estudiada cuando 1a cultura que representada
comenzé a decaer. El Poema, menos conscientemente literario que los poems homéricos,
menos consciente del pasado heroico, puede proporcionar importantes claves para la
de Homero.
intenpretaci
A diferencia de los griegos letrados, los compiladores de la Primera crénica conocian
una extensa tradicién lteraria, Ne eran pionero en una nueva forma de pensamsiento, Daban por
sentada a la objetividad, No luchaban contra el mundo subjetivo de la poesia; lo ignoraban ef
ran medida, porque sus herramientas ideas abstractasfijas-estabam preparadas.
Hemos hablado de objtividad en la erdnica, pero paradéjicamente un punto de vista se
convierteen pant pris, y eva a malos entendides. El Cid debe comesponder con la idea de bun
hombre de los autores; tambin el abad, especialmente sies amigo del héroe. Por fo tanto, no
son conscientes del motivo detrés del repicar de las campanas ardenado por el Abad Don
Sancho. No entienden la malicia del Cid al invitar al Conde de Barcelona para celebrar su
propia detrota. En la CVR tampoco entienden la renuencia del Cia vera sus hijes casadas®
Los cronistas interpretan erréneamente algunos motivos porque hacen que todos tos
puntos de vista se parezean a ls suyos, yuniformizan todss las reflexiones de los personajes de
acuerdo con sus propias preocupaciones morales ¢ intelectuales. Alvar Fiiiee completa su
primera misién con el rey con estas palabras espléndidas: “jGrado e gracias, rey, como a setior
natural! / Esto feches agora, al ferédes adelant” (895-6). En la Crénica: “Seftor, deuos Dios
uuida por muchos annos et buenos! Et muchas gracias, sefior, por lo que uos dezides; ca pues que
esta merved nos agora fazedes, si Dios quisiere, mas et meior nos la faredes adelante, et con la
merced de Dios nos guisaremos como nos la fagades” (S31b14ss). Un embajador moralista,
prolijo, que deberia ser disereto, pero que, en efecto, no se atreve a decir 1o que dice en el
poema con tan admirable mezcla de audacia y tacto, Es a los compiladores a quienes vemos,
cuidadosos de nunca decir 1o incorrect
que anestesian Ia belleza del material. Hasta Pedro
Bermiidez en su momento impulsivo en Alcocer es verboso (706-11; $28b12-22). El Cid no es
diferente del Minaya “mejorado”. Después de la debacle de tos Infantes con el leén, los
reprende largamente, Notemos el uso insistente del verbo deuer:
‘Que fue ess0 mis yernos? E por que mostrastes tan grant miedo de una bestia muda? Non
nos paresgic bien, et deuicrames membrar las espadas que uos yo di con mis fijas: Colada
* Las palabras del Cid en la CR, correspondientes a las lineas 2082ss, “Non abriafijas de casar..", son
"Seftor, vos criastes mis fijas et ellas et yo somos ala vuestra merged, et vos fazed como por bien
touierdes, ca yo pagado so de quanto vas fezierdes" (MS Escorial X--6, fel. 97b), Cito de Jane Ritter,
“The Legend of the Cid in the Créniea de veinte reyes” (tesis de Master in Ants inédita, Tulane
University, 1967), p. 49. iSOCHHOHSHOHOHOHHSHHSHOHHHHHHSHHSHSHHSHHSHSHHHHHHOHHHSHHHOHSHOOOOS
ct Tizon. El dia que vos, Diego Gongatez, case con mi ja Elvira Rosrigues, wos di
Colas; quando case a uos, Fermant Gongalez, con Sol Rodriguez mi fija, uos di Tizon. Por
nde écuierasevos membrar el lugar donde uos venides, et ommo sodes grandes et ricos, et
de commo uos ease con mis fas, po fa qual cosa uos fiz mis yernos et mis fies, et uos di
las mis espadas Colada et Tizon, ct por esto deuierades olvida una pieya del miedo.
(603b37-60485)
Nada de esto pertenece a la épica conservada. Las nuevas tendencias didacticas del héroe deben
hhaberse revelado ya en el texto decadente que sirvié como fuente para esta parte de la crénica.
Pero los compiladores Hevan el proceso a un extremo absurdamente légico, olvidando el
‘monumental desconocimiento del Cid de la debilidad. En el Poema siempre offece a los Infantes,
el respeto que se merecen hasta que cometen el crimen, y nunca usa deuer con un sentido de
superiorided moral -s6to los Beni-Gémez to hacen al defender el acto de Corpes. El poeta,
inmerso en la interaccién personal que estaba re-creando, tenia una profunda apreciacién del
significado del respeto propio y de su concomitante respeto al préjimo, Lo exhibe él mismo,
‘como lo hacen los personajes heroicos, excepto con adversarios indignos y con outsiders como
los prestamistas; y su burla de ellos es moderada y delicada, en contraste con la indiscrecién de
Jos Beni-Gomez. Los cronistas, alejados de los eventos, pierden el sentido de ta situacién
social y subordinan los eventos a sus criterios morales, Al juzgar, permiten que un
estindar simplista de comportamiento domine los valores humanos de su material, y les
dicen a los personajes-y al lector lo que deberian pensar, o Jes dan a los personajes
principios a seguir para corregir su. comportamiento. Ahora bien: la interpretacién del
material es ciertamente una actividad respetable y necesaria para el investigador y el historiador.
De hecho, como investigadores y come historiadores, podemos quejamos s6lo de gue realizan
su tarea un tanto crudamente, Su formalidad explicita toma atractivo su trabajo; lo podemos ver
parecido al nuestro. También conocemos la necesidad de conectar y combinar los elementos de
tuna narracién de modo que tengan sentido; sabemos que nuestros propésitos al escribir y
nuestro punto de vista (aunque pueda ser escrupulosamente objetivo y factual) dan forma y
cardicter a nuestra escritura, a veces de manera sutil. Es provechoso tratar de ver la ausencia de
esto en el Poema: no “hace” (i.e. crea) sentido, como no lo hace la experiencia, En cambio, tiene
tun sentido profundo que subyace 2 su nivel expresivo. Esto es mas verdadero en los pasajes que
he seleccionado que en algunos otros, De este modo, veremos un esfuerzo més deliberado de
formalizar la lengua en los magnificos paralelismos verbales de las lineas dedicadas a la batalla
de Aleacer, 0 en los razonados argumentos de las cortes, y apreciaremos el caractet més
literario, o letrado, de estos pasajes en contraste con otros,
Dos aspectos de la objetividad de la Primera crénica forman lineas de desarrollo que se
continian en el siglo XIV, donde culminan en la escritura de Don Juan Manuel. De laSOCHHHHOSHSHSHSHSHHHHHHHHSHSHSHHSHHSHSHHSHHHHHHHSHSHHOHHOOHOOOD
posibilidad de fijar material viene cl concepto de texto definitivo, explicitamente formulade por
el Infante, y del objetivo de reunie y organizar todo el material pertinente, surge el concepto de
reducir todo a esencias, como en la Crénica Abreviada, Evidentemente don Juan Manuel
consider que el futuro no tendria nada que atadir @ la obra que deposité en Pefafiel, Por un
lado estaba acertado, porque el camino que habia seguido se cerraba, y los historiadores
posteriores tuvieron que encontrar nuevos, revirtiendo cl proceso de deshumanizacién y
codificacién de Ia historia,
Pasamos ahora a selecciones un poco mas extensas det Poema, demasiado extensas para
cexaminarlas linea por linea, La batalla de Castején esté relatada con maravillosa economia, y sit
embargo no observames omisiones ni esfuerzo por lograr concisién. Los elementos son los
siguientes: el bello amanecer, la salida de 10s moros de 1a ciudad, nuevamente su salida de la
ciudad, el ataque y las victorias en el campo, el acercamiento del Cid y su entrada en la ciudad,
Ja matanza, las victorias, Cada elemento esta lleno de vigor y de intensidad, cada uno nos coloca
fen una nueva escena, cada eseena nos absorbe. La batalla entera es relatada en unos cuarenta
vversos, aunque, lejos de buscar concisién, el poeta puede repetirse, como en el siguiente
cextracto, Van en itilicas les expresiones no compartidas por las dos versiones:
En Castej6n_ todos se levantavan
‘Abron las puertas de fuera salto davan
Por ver sus lavores todas sus heredades
‘Todos son exidos, las puertasabiertas an dexadas
‘Con pocas de gentes que en Castején fincaran. (458-62)
Et los moras de Castreion non sabiendo nada del Cid, abrieron las puertas del castello, et
sallicron a sus fauores, assi como solien fazer.
Las palabras encontradas slo en el poema son todas afectivas, “Todos se levantavan” puede
resullarredundante pero agrega al sentido presencia: mis que reportar un detale doméstico de
la vida diaria de los moros, el pocia cbserva su despertar como preparacién para el momento
critico en que dejan la ciudad. Las otras palabras peculiares del poema son todas cuantitativas:
“todas”, “pocas"; y la stima linea es conceplualmente repetitiva. Todo contibuye a la tensién
del momento. Todo lo que agrega la crénica es explicativo; algunos elementos, come el iltimo,
pueden no necesitar explicacién, pero muchos si porque los cronistas escriben en una época
distante del evento. Deben relatar, en las expresiones en itélicas, quign actia dénde, y sobre
todo por qué. Le concieme la comprensién, Otra cosa sucede en el Poema: estamos alli, aquellos
que actiian estan ante nosotros, y las razones son parte de la experiencia, una experiencia deCOOH OOOROOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOEOOHOOOEOOOOO
significacién inmediata, Como sugirié Dunn (1970: 111), juglar y audiencia forman “parte de
un circulo de sentimiento que se completa con el poema.”
La versién en prosa de la batalla es directa, concisa y coherente, Es narracién
habilidosa. Ain con sus redundancias, el pasaje poético es més corto. Por el sentido de
presencia en le escena, se nombra a la ciudad sélo cuatro veces y no se menciona que sus
habitantes son moros. La crénica usa el nombre dos veces, y la palabra castiello, “ciudad”, siete
veces, y pucbla dos. Las omisiones del poema pueden producir problemas de interpretacién para
el lector moderno y requerir un esfuerzo especial para comprender; pero un oyente medieval no
seria consciente de las dificultades de comprensién, Si el cantar no le eta famitiar, escucharia
tanto como su preparacion le permitiese; si o involucraba, su atencién seria completa, y si no,
estaria preocupado en entender muchas cosas nuevas. A menudo, el cantar era conocide, y la
tolerancia del receptor a as modificaciones en él era limitada, Pero el analfabeto no tenia nocién
del “descreer suspendido”. Creer y no creer, para él, no son claramente distintos; si lo que se
escucha cs la tinica fuente de informacién no se demanda documentacién, y las nociones de
plausibilidad que se tienen son flexibles, dependientes de la autoridad y de la preferencia
‘Algunas cosas pueden saberse y algunas otras no, pero hay una gama de posibilidedes
intermedia, porque algunos errores son obvios y otros no. Entonces la toletancia a la
imprecisién es variable; fos topSnimos cambian raramente y pueden scr verificados, de ahi su
correccién en el Poema. Los nombres propios son importantes pero el tiempo y la tradicién
pueden cambiarlos: Elvira y Sol son Cristina y Marfa en Tos documentos de su époce, y Félez
Mufoz es “Ordono” en la Cronica, La credibilidad de las acciones y de los discursos varia
ampliamente, Las cosas dichas en el poema y en la erénica son mas divergentes que las cosas,
hechas. Las batallas se recordaban mucho porque las técticas eran importantes y el padre de
algin espectador puede haber tomado parte en una batalla. Pero las cuestiones de la familia del
Cid eran conocidas menos directamente y las audiencias no s6lo toleraban sino que deseaban el
tratamiento fabuloso de temas de naturaleza fabulosa, tales como el fracaso de los infantes en
pasar la prueba de corajé en Valencia, Una aprehensién mitica de los eventos debe existir en
varios niveles de credibilidad. Lo fabuloso no debe estar en conilicto con lo conocido, para que
se forme un todo aceptable, Considerando que la distincién entre los ficcional y lo histérico no
le importaba necesariamente al poeta, no es extrailo que tengamos problemas en la clasificacién.
Lo que importaba era la cualidad de la experiencia, a lo que los cronistas ya estaban inclinados
en su basqueda de hechos,
Si extraen el hecho de la parte del poema sobre las preparaciones del Cid! para dejar
Castilla, Partes de la tirada 18 expresan ta urgencia de esto muy vividamente, y se siente
‘nuevameente en Ia tirada 22, El tema es abordado con “Los vi, dias de plazo passados los an, /
tres an por trogir..” (306-7), y podemos comenzar a ver cémo se continia enumerando
expresiones temporales en las siguientes lineas: el plazo (309), el dia... la noch (311), a laSOCHHHHOOHHHHHHHOSHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHOOO
‘mafiana (316), non vos tardedes (317), y asi en adelante, pero esto no transmite la urgencia que
‘motiva a todo el pasaje y desarrolla un intenso sentimiento de tensién. En una primera lectura
podemos suponer que el poema describe detalles de la preparacion para parti: el encuentro del
Cid con los caballeros, la distribucién del dinero, la misa; que nos esti informando y que las
expresiones temporales estén alli para mantener los detalles en orden. Pero una lectura a viva
voce nos persuadira de que ests elementos no son items de informacién estatics, Son aeciones
necesarias que contribuyen al dinamismo del pasaje, subordinadas a un asunto mis importante,
la urgencia del momento, En la cronica se registra slo que el Cid “mando dar ceuada pora yrse
luego aquella noche, ca eran passados tos VI dias de los 1X del plazo” (524b6ss). Factualmente
preciso; pero s6lo tenemos que imaginar al poeta diciendo, “El Cid estaba apurado porque.
para damos cuenta de cuan diferente e inmediata es su presentacidn, El revivia esos momentos
de ansiedad, momentos que prefiguraban Ja interminable preocupacién del hombre moderno
sobre el tiempo.
La sutileza y la versatilidad de 1a palabra hablada se perciben en la abundancia de
expresiones ingenuamente aptas. Muchas lineas famosas en el poema deben su renombre a su
espontaneidad: “por muertas las dexaron”, “iqual ventura serie!" Hemos notado en encanto
evocativo de “primos e hermanos” y podemos sentir la imputsividad de “,Quien los dio estos?”
(874), Ia tensién de “miedo iva aviendo” (1079), la exultacién de “tan buen dia por la
christiandad” (770), fa franqueza céndida de “los moros yazen muertos, de vivos pocos veo”
(618), y la evasiva picaresca de Minaya que pospone la demanda de justicia de los judios,
cuando parte para reencontrarse con el Cid, con “Hyo lo vere con el Cid si Dios me lieva ala”
(1435), Los frecuentes restimenes y recapitulaciones del poema también evidencian su caracter
oral y su dinamismo; como en 1325-34, donde Minaya reporta al rey los éxitos del Cid, son
sucintos, organizados habilmente, y nos dicen exactamente dénde estamos.” El poema debe
siempre ir adelante, y estos sumarios son utiles para el escucha que ha estado ausente o poco
atento antes, 0 que puede estar confundido por las complejidades de ta narrativa, La Crénica,
por otro lado, va hacia atrés y hacia delante; en lugar de permitir que Martin Antolinez hable por
si mismo a Raquel y a Vidas, como lo hace tan competentemente en el poema, los compiladores,
sélo reportan: “et dixoles tod aquello, assi como el Cid le dixera” (524a12), y explican la
cuestién del precio. Si quisigramos saber qué dijo Martin Antolinez, podemos buscar atras, esta
depositado en la pagina. La crénica usa tales referencias a su propio contenido con cierta
frecuencia;"® son desconocidas, desde luego, para la épica
Para recapitular algunos puntos importantes que se han discutido hasta ahora, podemos
referimos a un notable estudio gue sirvié de fuente @ MeLuhan. El autor es J. C. Carothers, un
psiquiatra que pasé muchos aiios en Africa y realizé agudas observaciones sobre los hombres
* Oxros ejemplos: 41-9, 629-35, 846-50, 1845-54, 2494-8
"gj, En 528624, $2939, 530c28, 532626,e
e
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tribales con los que trabaj6."' Nota que dado que el hombre tr
adquiere su consciencia social por medio de 1a experiencia inmediata de oir, el mundo del
sonido esta “cargado de significacién personal directa” para él, En contraste, el europeo se
encuentra en un mundo visual que le es indiferente, Para manejarse en é| necesita “un sentido
muy desarrollado de relaciones espacio-temporales y de relacién causal en lineas mecanicistas
En el mundo primitivo de “el aqui y el ahora” la palabra no se distingue del objeto que designa.
Retiene poderes magicos y no se he convertido en parte del “mundo visual objetivo, continuo €
ielevante”. Cuando las palabras son eseritas, pierden mucho de su dinamismo, y pierden un
elemento personal; son mas fécitmente malentendidas. Aunque no estén privadas de caricter
auditivo, son vistas como “simbolos, separables de la accién.” Asi se lega a entender que el
pensamiento puede contenerse. El hombre pre-letrado no distingue entre pensamiento y accién,
mientras el letrado “viene a ser considerado, y a considerarse, como capaz de pensar por si
mismo”, y como responsable por sus pensamientos. De ahi fas caracteristicas racionalizaciones,
auto-denigracién, ete. -las implicancias para una comprensién del hombre occidental superan el
alcance de este estudio.
Enel Poema vemos un sistema de pensamiento que es primordialmente occidental, esto
¢, letrado; pero en su forma de expresién y su visién de la gente y los eventos es mas primitivo.
En su representacién de las emociones y los motivos no distingue entre lo que es sentido y lo
ifiea que experiments y
egros” si
que es evidenciado. El Cid muestra sus sentimientos:
expresé alegria. Los verbos de sentimiento pueden asi convertirse en verbos de accién, como
omillarse, cnvergongar, que en mi opinién denota una accién de la cabeza 0 el cuerpo en la
linea 2298," El héroe no expresa temor porque no lo siente, No hay verglenza que deba sentir,
porque es un hombre integro, Sus frecuentes auto-justificaciones surgen de un aspecto mas
civilizado de la visi6n del poeta, pero tienen lugar en términos de normas sociales y no reflejan
dcbilidades personales -el Cid histérico que se enfurecié al ser llamado “supersticioso y
agorero” no es reconocido por el poema, Sus auto-justficaciones son mis elaboradas en la
Cronica, como también sus juicios sobre otros. Cuando el Conde de Barcelona deja al Cid, el
poeta sefiala que esti asustado, “miedo iva avientdo”. No se refiere a los sentimientos interes,
sino a Ja forma en que se comporta el Conde. Los infantes revelan mas sobre si mismos
hablando entre ellos. Aunque Hlegan a arrepentirse de su crimen por las consecuencias, es sit
cextrafa falta de sentido de la verdadera culpa lo que demanda una explicacién, El trabajo de
Carothers proporciona la clave: nadie en el poema realiza una introspeccién o auto-examen.
Tampoco puede el poeta examinar el interior de los personajes, mientras la crénica puede
‘decimos que antes de la batalla de Valencia “los Infantes de Carrion et Suer Gongaies, su tio,
7 “Culture, Psychiatry, and the Weitten Word”, Payehiany, XX (1959), 307-20,
” Cf. “verguenza... ¢3 seital de temencia”, citado por Menéndcz Pidal, ed. Cantar de Mio Cid, II (3era
4, 1958), 5. ervergongar, de as Pariscomme quier que lo non mostrauan auyen muy grant miedo” (604b16ss). El poeta ve a cada
hombre como es, como se presesita a si mismo; de ahi Ia extraordinaria integridad de cada
individuo, Para el pre-tetrado cada hombre y cada experiencia son Unices. Es el alfabeto, una
serie de simbolos uniformes, repetibles y arbitrarios, lo que nivela y sistematiza la experienci
EI poema no es de ninguna manera un ejemplo adulterado de este cardcter directo. Varios
niveles de desarrollo cultural son representados en él, Pero sus aspectos mas primitivos son
basicos en él, y en gran medida dan cuenta de su vigor
Nadie buscard un intento de lograr efecto artistico en la verdadera poesia primitiva, La
franqueza y totalidad de aprehensién descripta por Carothers puede verse facilmente en el cantar
tribal, Como ejemplo eljo, por su brevedad, no una cancién africana sino una australiana, sobre
la partida del alma de un hombre muerto
Espiritu de arco itis, filoso como un euckillo
Vuela como una golondrina, un chorlito."®
La notable sintesis de estas palabras de ningin modo es artficiosa. La visidn es verdaderamente
poética. Simbolo y realidad son uno para el cantor. Estas no son sélo palabras, tempoco
abstracciones, ni un comentario sobre experiencia; son la experiencia en si El Poema, aunque es
un relato y tiene pocas imagenes, si participa de esta cualidad esencialmente poética, No
podems hablar de simbolos poéticos; la forma de expresién es més elemental que el contenido,
La participacion y le subjetividad del poeta se perciben en su frecuente uso del tiempo
presente o, mas precisamente, en el cardcter aspectual mas que temporal del sistema verbal del
oem El tiempo para nosotros es ciclico o Tinea; coloca las cosas en orden relativo al punto en
el que estamos." “Esta visualizacién de secuencias eronologicas es desconocida para las
sociedades oraies” (McLuhan, 1969: 72), en las que el tiempo es mis cualitative que
cuantitativo. Esta es una nocién sorprendente para nosotros, aunque tenemos indicios de ello
Por ejemplo, si hablo de “este verano” en diciembre, puedo estar haciendo referencia al verano
pasado 0 al préximo; ¢s un término subjetivo, Muchas lenguas, como el espanol, usan Ja misma
palabra o cognados para designar la mafiana y el dia de maiana, el atardecer y la vispera
(antiguo espatiol viespera). EI tiempo del poeta no es lineal, Es mas sensible a cémo un acto es
realizado que cuando; se siente presente en un acto que relata, y lo expresa en tiempo presente
Se separa del a veces unitario acto “heroico” usando tiempo pretérito, Es otra cara de la
consciencia simultines que McLuhan llama mitica. Algunos verbos en el poema, como los dos
°C, M, Bowra, Primitive Song (Londres, 1962), p. 209.
" Bero el tiempo no refeja esto, atin hoy, de manera estrictamente linear u objetiva: “Una teoca (del uso
de tiempo] tiene que poder incorporar en sus estructuras subyacentes conceptas como la interrelacion del
tiempo actual de ocurrencia de eventos con la participacién del hablante, estucha, u otros participantes enSOCHHOHSHSSSSSSHSHSSHSHSSHSHSHSHHSSHOSSHHSSHHSHHHHHSHHHHHHCOE
vverbos més objetivos de comunicacién, fablar y oir, ienén lugar en gran medida en tiempos
pasados, pero su forma presente ocurre en el sentido subjetivo de “darse cuenta,
comprender"". En su sistema verbal, el Poera realmente reestablece un estadio més auditivo,
primitive y experimental que lo quc existia en latin, al menos en el latin escrito. Sus notables
correspondencias con el marcado sistema aspectual eslavo, como puede verse en ruso, el
nte uso de las formas imperfectivas (aqui presentes) en las oraciones negativas, y el
, 1967-68: 259-61 y 264-65)
atestiguan su autenticidad y suileza, como lo hacen las claras distinciones entre el sistema
predomi
tratamiento especial de los verbos de movimiento (Montgome:
narrativo y aquel usado en los discursos de los personajes, que el juglar necesariamentc observa
a Ia distancia, Del mismo modo, “fablo mio Cid”, nunca “fabla”; fo que dice un hombre le
pertenece y uno no puede identificarse si uno esté cara a cata con él, Pero podemos compartir
sus alegrias ytristezas: “Grant a el gozo mio id" (803). Al reconocer al ritual como un escape
del tiempo,"* reconocemos su cualidad mitica. Sentimos la naturaleza ritual del Poema, cuyos
autores no estaban apresados en el tiempo. Veian su trabajo como experiencia real, no conto
refleja imperfecto de experiencia previa (Nichols, 1969; esp. pp. 65 y 77). Asi también Ja
formula de los cantores yugoslavos “sad da vidis", que Lord traduce como “deberian haber
visto” (1960: 22), usa el verbo vidjetien et tiempo presente
La Cronica esté acertadamente nombrada: chronos es tiempo cuantitativo, Su uso de los
tiempos se diferencia en poco del que conocemos hoy.
Hasta ahora nos hemos concentrado en la cualidad oral del Poema segiin se ve en la forma de
expresién. Pero he dicho que representa arte oral en transicién. Esto es mas fécil de ver en el
contenido que en la forma de la obra, porque algunos temas son evidentemente més arcaicos y
tradicionales que otros. Tales niveles diversos se han observado en Homero, y han sido mas
evidentes atin en el Nibelungenlied, con su limina caballeresca, y en Beowulf, en el que el
sermén cristiano esta injertado en una grandiosa pesadilla pagana de destruccién, El Poema es
mis armonioso; celebra el triunfo de la razén, la fe y la viriidad sobre fuerzas adversas. Si
‘contiene elementos no-cristianos, estin subordinados al esquema total de tal modo que no le
quitan valor. Concomitantemente, excepto por la Odisea, el Cid es el sinico poema épico
occidental que no es trigico. El héroe enfrenta el mundo conocido en sus propios términos y
tiene éxito. Ei poema es una celebracién espléndidamente coherente de los valores
contemporineos, de las virtudes cristianas vistas en el Cid, en sus hombres y en su esposa,
«estos eventos” (Robin Lakoff. “Time and its relation to participants”, Language, XLVI [1970], 838-49, en
p. 838),
'* Los datos se toman de Stephen Gilman (1961), esp. pp. 40-1, de Oeschliger, y Montgomery (1967-68),La presentacién de Dofia Ximena es un buen ejemplo de lo que Hamaria un elemento
tardio en el poema, Es tan perfecta, tal depésito de virtudes y de correccién, que su humanidad
nos llega a través del modo en que se expresa, més que en lo que dice y hace. Es un personaje
formalizado, Hay un elemento cortés en el tratamiento que recibe del héroe y del poeta:
representa un ideal. Ninguna descripcién que hagamos de ella 0 de sus acciones puede evitar ser
tun tedioso catilogo de virtudes. Adquiere vida en cierto grado, pero sélo a través de la
espontaneidad verbal que hemos estado examinando. No muestra intuicién femenina ~
conocemos la premonicién del Cid del desastre antes de las bodas, pero no la suya, En contraste
con figuras primitivas més primitivas de la épica espaiola, como la Condesa Traidora 0 Donia
Lambra, ella es un personaje palido, pasivo. Las otras mujeres, agresivas o hasta brutales,
representan fuerzas obscuras y malignas. No son extraidas de ta experiencia ordinaria; no
represcntan ningin ideal, Son personajes literarios aceptables, no rechazados por fantasticos e
itrelevantes, por su validez en tanto figuras miticas, encarnaciones de una cualidad profunda y
significativamente humana; como Brunilda y Krimilda en el Nibelungenlied o Ja diosa Ishtar en
Gilgamesh, son agentes de retribucién, irracional y destructiva, Ellas mismas deben ser
desteuidas. Doi Ximena es completamente civilizada, Las figuras heroicas masculinas en el
poema lo son ligeramente, menos, tal vez, pero son esencialmente buenas y razonables,
representativas del orden y la propiedad racional, en contraste con los Beni-Gémez. Los ultimos
carecen de mesura, que es una forma de pensamiento y de discurso.
Los infantes son esencialmente irracionales: su venganza esti erréneamente dirigida al
Cid, que no les ha hecho dao. El intento falla porque es Hevado 2 cabo ineptamente &
indignamente -impotencia combinada con crueldad. Su auto-justificacién luego del acto ~que
eran demasiado buenos para sus esposas- es irracional y ofensiva, No tienen conocimiento del
imal; simplemente son malos. No son verdaderamente masculinos. Esto es explicito en el poema
(834755) y en la forma de su crimen. Menciono estos atributos de los infantes solo para
establecer un paralelo, que debe ser superficial en este punto, entre ellos y las mujeres villanas
de épicas més tempranas. Es importante pregunter por qué la segunda ordalia del Cid tom esa
forma ~por qué sus adversarios incluyeron dos yemnos indignos. Sugiero que la historia de los
infantes, fundamentalmente aquella de un joven que no pasa la prueba de la hombria y es
subsecuentemente brutal’ con una mujer, existia en alguna forma en la tradicién antes de que
fuese incorporada en la épica del Cid tanto la prucba como ef esposo brutal som motives
folkléricos importantes- y que alguien realizé la extraordinariamente exitosa tarea de insertarla
cen la historia de la vida del héroe. Tiene muchos elementos auténticamente primitives, difiere
mucho del resto del pocma en cardcter, y €s una parte muy patentemente ficcional para ser parte
VI Laboratorio de Escritura Teatral (LET): en la Cabaña - Las ratas - Esquinas - Cocodrilo - Fulgor - El increíble caso de la inocente saboteadora Anna Millman