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Cea Ue Conor aces ue Macey teers OAKLAND VS. HOUSTON | En busca de una nueva arquitectura religiosa. Modelos y planteamiento POR ESTEBAN FERNANDEZ COBIAN La arquitectura religiosa contempordnea es hija de dos re- voluciones: la arquitecténica y la litargica. Ambas tienen en comin ser peticiones de principio que quisieron superar la influencia de sus respectivas tradiciones. El desconcierto que produjo su accién combinada, tan- to en los arquitectos como en los comitentes eclesiasticos, dejé a la arquitectura para el culto en una especie de limbo, en el cual sigue flotando en la actualidad. ras cuarenta aiios de deriva conceptual y tal vez im- pulsado por la revisidn litirgica emprendida por Benedicto XVI con el motu proprio. "“Summorum Ponuificum” (2007), se ha reabierto el debate sobre la formalizacion de las iglesias contemporineas, un debate que gira alrededor de dos factores basicos: el con- cepto y la identidad. Quisiera relatar una experiencia personal. El aio pasado, durante una visita a Italia, adquiri la “Guida all architettu- ra sacra, Roma 1945-2005", de Stefano Mavilio (Electa, 56 2006). Tras una rapida ojeada, me interesaron varias obras, casi todas de los afios cincuenta, Pero he de confesar que al cabo de un rato estaba agotado, Tantas iglesias, tantas for- mas, tantos planteamientos diferentes. Casi al final del libro, un edificio reciente proyectado por un arquitecto espaiiol desconoeido para mi capté mi aten- cién: la iglesia de San Josemaria Escriva en el Ardeatino. ‘Oh, al fin una iglesia que parece una iglesia: jqué des- canso!, me dije a mi mismo, Recordé este episodio cuando vi la nueva concatedral del Sagrado Corazin en Houston (Estados Unidos). Alli, como en Roma, el arquitecto pone en primer plano la identidad tipoldgica del edificio eclesial, una identidad que en nuestros dias aparece revestida de nuevas implicaciones sociales derivadas de los fenémenos de emigracién masiva En “El simbolismo del templo cristiano” (1962), el te6- logo francés Jean Hani explica de una manera clara y eru- a izacién esencial del templo cristiano, no sélo en funcién de la ciencia teoldgica, sino también del simbo- lismo universal que trasciende tiempos y fronteras. Cualquier persona que vuelva a leer éste texto —Ia iilti- ma edicién en espatiol es de 2008— comprendera que la at quitectura religiosa contempordnea se ha empobrecido de tun modo notable, al haber renunciado a reflejar plastic: mente todo un universo de conceptos que estin intimamen- te relacionados con la experiencia humana de la naturaleza Palabra 557, i-10 (92) y de Dios, su Creador, Se puede legar a pensar que en Houston —-y en el Ardeatino— se persiguen exactamente estos mismos valores, pero es evidente que se trata de un espejismo. A pesar del exquisito cuidado puesto en su eje- cucién material, al edificio le falta espesor, densidad arqui- teetonica. Se apunta un camino, pero lo que se recorre es sdlo un atajo. Arquitecto como demiurgo. .Y qué ocurre en Oakland? Ocurre que, desde el Romanticismo, el arquitecto ha mido el papel de un demiurgo que, con su sensibitidad ci mo tinica herramienta, lee las necesidades del tiempo y del lugar, y mediante su arte (y en ocasiones, también sui ofi- cio) las traduce en formas. Por tanto, es él quien decide los Tenguajes, crea las metaforas y fija los significados. El pro. blema se manifiesta al intentar descodificar todo ello. El arte aparece entonces como una realidad desvinculada de la experiencia comunitaria para hacerse reflejo del alma de un solo hombre, de un genio. Y surge la ineomunicacién. ‘A mediados del siglo XX, la arquitectura religiosa cayé en Ja trampa, pese a la buena voluntad del padre dominico Ma- Alain Couturier. Con toda su brillantez formal, la nueva eatedral de Cristo de la Luz, en Oakland (EEUU), se ins- cribe en esta tradicién, digamos, “iconoclasta’. Durante el VI Congreso Internacional “Architettura e li turgia nel Novecento”, celebrado en Venecia en otofo de 2008, cl padre Michael John Zielinski OSB Oliv., Janz6 una critica durisima a las iglesias construidas en Ttalia durante los diez tltimos aos por Richard Meier, Massimiliano Fuksas, Renzo Piano 0 Glauco Gresleri: “EY arquitecto no es el dueito del significado del edificio sacro, ni puede ser- Jo”, afirmé. Pero también desaprobé —y aqui la simple provocacién se volvié incomodidad manifiesta entre los asistentes— Ia gestion de aquellos que habian encargado los espacios de culto: “La Iglesia como comitente no sabe Jo que ha de pedir. Zielinski reivindicaba el sentido ic6nico de las iglesias Palabra 557, 10 (93) reac aces Oakland (California). Fachada principal Edificios que reflejaran la riqueza del Cuerpo Mistico de Cristo, frente al nihilismo de la abstraccién formal contem- porinea, Porque el simbolismo de una iglesia nunca es gra- tuito, sino que es casi sacramental. Asi como los sacramen- tos son signos sensibles y eficaces de la gracia porque rea- lizan lo que simbolizan, asi también la arquitectura es simbolo de la unidad y de la variedad de la Iglesia univer- sal Laclave de renovacion. No voy a hablar aqui de la tradi- cién derivada de las investigaciones de Rudolf Schwarz, En cualquier caso, el camino de la arquitectura religiosa no pa- sa por la nostaigia, pues la nostalgia paraliza Acometer una renovacién de este tipo desde un punto ex- clusivamente lingiistico seria volver a caer en el mismo error que Couturier, s6lo que al revés. Los lenguajes histo- ricistas no tienen las claves. La clave esta en Tos valores a los que todo lenguaje remite. Los valores —como los con- ceptos— pueden manifestarse a través de distintos cédigos, antiguos 0 moderos, eruditos o banales. Es cierto que la sociedad de consumo pide novedades y polémicas, pero la arquitectura religiosa ha de seguir otro camino. Debe responder a muchas cuestiones a un tiempo, y entre ellas, a la construccion fisica del espacio y a la ver dad del momento hist6rico. La arquitectura reli quit ser escenogrifica, sino verdadera. Lo cual no quiere decir que siempre tenga que aparecer descarnada y brutal. Sabe- ‘mos que la buena educacién adectia las formas simbélicas de nuestro actuar a las distintas situaciones de la vida, y por eso, al decir de Luis Moya, necesitamos una cont La arquitectura religiosa esta destinada a permanecer en el tiempo y, aunque inicialmente pueda parecer lo contra- — 9 Rae ‘5 congresos intemacionales de arqutecturareligiosa contem- poranea se comenzaron a gestar en abril de 2006, a raiz de la pre- sentacion en Ourense (Orense) del libro del arqutecto y profesor de la Escuela de Arquitectura de La Coruna, Esteban Fernandez Cobian, El espacio ssagrado en la arquitectura religiosa con- temporénea. Exitado por el Colegio Of ial de Arquitectos de Galicia, este libro era el fruto de mas de sels afios de tra- bajo, en los cuales el autor habia rastre- 0 la evolucidn del espacio de culto Catolico durante los titimos cien aiios, ara despues centrarse en su material zacin en la Esparta de los afios cin- cuenta y sesenta Para el obispo de Ourense, Mons. Luis Quintero Fiuza, el descubrimiento de este libro y de su autor fue una magnifica oportunidad para poner en marcha un ambicioso proyecto de estu- dio y dfusion cultural en tomo a la nue~ va arquitectura sacra. Un proyecto que, ademas de servir de cauce para esta- blever lazos estables de colaboracion ‘con el Grgano representativo de los ar- gutectos galogs, puder ser el marco fe encuentro para estudiosos de todo el mundo alrededor del edificio sacr. Asi, en septiembre 2007 y con motivo del 1100 aniversario de San Rosendo, patron de la didcesis orensana y gran evangelizador de las tierras gallegas, se celebré el primer congreso, bajo el titulo “Arquitecturas de fo sagrado. Memoria y proyecto’. Este primer encuentro tenia ‘Como objetivo debatirla incidencia de la liturgia como programa en el espacio de culto —estaba muy reciente la promul- jacién del motu proprio Summorum ntficum de Benedicto XVI— y refle- xionar sobre el espacio sagrado, a través de algunas de las obras mas sig- nificativas de la arquitectura religiosa contemporanea El mero elenco de los participantes ya da una idea de la trascendencia de este encuentro: Alvaro Siza, Maria Anto- nietta Crippa, Walter Zahner, Giorgio de- lla Longa, \gnacio Vicens, José Oubre- rie, Eduardo Delgado, Mercé Gambus, etc. Pero segin a opinion unénime de todos los participantes, lo verdadera- mente significatvo fue la presencia inin- terrumpida del obispo desde el primer al Ourense, 2007 y 2009 titimo minuto del congreso. Las entu- siastas palabras de don Luis Quinleiro el dia de la clausura —recogidas en las aclas, publicadas por la editorial Netbi- blo, y que se pueden encontrar ala ven- ta en ibrerias especializadas— augura- ban la continuidad de estos encuentros. En efecto, dos afios después el obis- ado de Ourense convocaba una nueva edicién, que se celebraria entre los dias 12 14 de noviembre de 2009, sobre el tema Arquitectura reigiosa contemoo nnea: entre el concepto y la identidad. Los ponentes eran de procedencias muy diversas, y también lo fueron sus tematicas. Steven J. Schloeder, arqui- tecto estadounidense, traté sobre como Construir iglesias tras el Conclio Vatica- no Il, Glauco Gres- ler record su ex- riencia, en ia jolonia del Carde- nal Lercaro duran- te los arfos cin- cuenta y sesenta Los arquitectos Ta- buenca y Leache expusievon su pre- imiada iglesia de San Jorge, en el barrio pamplonés del mismo nombre. La comple y fas- cinante obra del ‘monje benedictino holandés Dom Hans van der Laan fue explicada por Victoria- no Sainz; mientras que Lig) Leoni, ci- reclor de la Fondazione Frate Sole, re- cordé al padre Costantino Ruger, ar- quitecto y artista mutidiscipinar con el que colaboré durante mas de treinta affios. Una de las ponencias mas celebra- das la protagonizé la profesora Soledad Garcia Morales, al exponer el contenido de la asignatura experimental que dirige en la Escuela de Arquitectura de Madrid tiulada La construccién del espacio rel gioso; en ella intenta explicar a sus jé- Venes alumnos el simbolismo del espa- cio de culto cristiano desde una éptica ~antropoiégica facmente asequible para ellos. Finalmente, el escultor madrileno Javier Viver iustr6 sus itimas realiza- Cones, entre las que se encuentra una imagen sedente de la Santisima Virgen para las Hermanas clarisas de Lerma En esta ocasién, se quiso ampliar el abanico de partcipantes mediante la in- troduecion del formato de las comunica- ciones breves, algo habitual en congre- 508 cientifioos de este tipo. La respues- ta superd todas las expectativas de la “organizacion, ya que se recibieron mas de sesenta abstracts de trece paises distintos, desde Israel a Argentina, pa- sando por Serbia, Hungria o Estados Unidos. ‘Ademés de las sesiones tebricas y los debates, los dos congresos han con- tado con actividades parelelas. Se han realizado dos exposiciones: una de pro- uccién propia, tueda Argutetura rel giosa contemporénea en Galicia: 15 ‘obras (2007), y a correspondiente al IV Premio Intemazionale di Architettura Sa- cra, cadida por la Fondazione Frate So- te (2009) fambién se han celebrado dos con- ciertos de mtsica religiosa contemporé- ‘nea’ el primero en el monasterio de San Rosendo en Celanova, donde actuaron la organista Soledad Mendive y el coro Camerata ‘ad libitum’ y el segundo en la catedral de Ourense, con el ensamble formado por el coro Camerata Vivace, la Carinetsta Alba Otero y la pianista Rasa Jakutyte; todos, dirigidos por Julio Dominguez. La didcesis de Ourense ha puesto a disposicin de los interesados el mate- rial producido en estos congresos. En el sitio web warwarquitecturareligiosa.es se pueden descargar tanto las conferen- cas y las comunicaciones de ambas ediciones como los diversos textos de referencia que se aportaron como mate- fial de trabajo para los partcipantes. m 38 Palabra 557, 1-10 (94) coral de un colectivo, que se despliega en el tiempo, que va tomando e de su identidad y que, por lo tanto, se mueve, cambia, evoluciona. En este sentido, existen para el espacio sacro unos lenguajes mas adecuados que otros, aunque conviene puntualizar que no todos los programas sacros son equivalentes. Por ejemplo, no es lo mismo un santuario de peregrinacién que se va a visitar una vez al aito que una iglesia parroquial a la que se asiste todas las sema- nas 0 incluso a diario. El lenguaje aqui es importante, Si el ascetismo formal puede ser muy iitil para una comunidad monéstica, tal vez para una comunidad parroquial que esté en contacto con el devenir acelerado de los tiempos resulte més adecuada una arquitectura expresionista, en cierto sentido, mestiza Un lenguaje adecuada. Necesitamos descubrir el lengua- je adecuado para nuestros espacios de culto, Necesitamos tun lenguaje inclusivo, permeable al simbolo, que permita la superposicidn de cédigos estilisticos, sobre todo en las apli- caciones artisticas, cuyos lenguajes y expresiones varian mucho con el tiempo. Pienso que el hecho de recuperar a ciertos arquitectos que se han mantenido en la periferia de la historiografia oficial —precursores, heterodoxos 0 incluso abiertamente here- siarcas de la modernidad canénica, como Wagner, Plecnik, Perret, Muzio, Moya, Lafuente 0 Makovecz, por citar s6lo algunos relativamente conocidos— nos puede dar muchas pistas acerca del camino a seguir En cualquier caso, conviene insistir una vez vis en que triunfante), y también un edificio que construye una comui- nnidad determinada, que la usard y en la cual se vera refleja- da, El arquitecto ha de saber conjugar el coneepto general y la identidad local. {Cémo hacer que un edificio refleje ambas valencias? Mas revoluciones? Es imposible y absurdo intentar in- ventar todo esto, Necesitamos apoyarnos en una tradicion. Necesitamos asumir criticamente los saberes acumulados durante veinte siglos de historia y también aportar, con hu- mildad, nuestra propia vision del mundo. {Seria pretencioso afirmar que debemos aprender del len- guaje divino de las parabolas evangélicas? No deja de ma- ravillar emo Cristo explica de manera sencilla realidades muy profundas para hacerlas asequibles a todos. Pienso que la tinica manera de acercarse a la sabiduria divina es a través del pensamiento compartido de la llesia. No se trata de renunciar completamente al genio personal del artista, pero si de darnos cuenta de que la dimension sa- cramental de la forma no la inventa una persona, sino que Ja configura toda una civilizacion. De que la sabiduria que destilan las pardbolas es imposible que un s6lo arquitecto la trasponga a la forma arquitecténica. Y que cada tedlogo, pastor, artista o arquitecto debe aportar un dpice, un nuevo brot ronco comin No necesitamos més revoluciones: necesitamos evolucio- nar en la tradicion. {Oakland 0 Houston? La Iglesia no decidird el lenguaje para los templos, ni ahora ni en otro tiempo. Lo records Pio XII en su enciclica Mediator Dei (1947), y lo ratificé el Concilio Vaticano I en la constitucién Sacrosanctum Con- Palabra 557, 0-10 (95) cilium (1963). Lo que si puede exigir la Iglesia son valores zgenéricos que incidan en la misma esencia del cristianismo: dignidad, autenticidad, decoro, Valores que garantizan la permanencia conceptual del lugar de culto y de su identi- dad. Cr eT eee Sut)

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