You are on page 1of 56
Marcelo Birmajer RT Kc tes NA) une MYM ce as pL TONEL OE LO pAJAROS MUMITE “ae St Agar, es, Tauus Aguas ‘temo Am 720(C101880) Glad deBoens ses A ssmy.ores87. 0416084 He gn mea 11729 Treen Urged Urey ‘ihr elton epee de 2010 ovis de eau nies ete Pan Pragan ers Pore Pore is epics Domina Urine Se mse: A stig Tap et Toss pmo prsopreie cia, Marcelo Birmajer El tinel de los pajaros muertos 1 EL CUMPLEANOS tio Denoicumpla doce aos yor pimera Az festjaria conus compatre ocl bia lead al clo lane un ae depts le lec de sus compateros ensue grade El facie de Adio asteorabs a empress de dss pr {del mundo en asunts de negocios Ai, aunque tacido en Btnos Aims, habla pasado los peimeor tos den infin en Pry micas u pode ab dein punta adel planta Rages a Buenos Ares ‘los se fon, con su nde ago de que su adres ts dvorsiran, Paro my pronto la madi pare ganar Iida comens6a caer como inurpes,yrecoriacl one contrac, Ao queda eutlado de un a Imad, apartment prima de su made © coneida (ral ver simplemente ra unasefom muda al gue le ‘madi lea pagado para quel cular No et ln sitacin del par ena aun nuevo colegiosen segundo grad, cme en ning caso ho pronuncaba my mal n realidad, no er a situa el castellano, con un dejo francés, que causaba la soma de los compaiieros menos agradables. El acento fran és, para los chicos malos del aula -dos, para ser més precisos: Tenia y Bacone-, representaba debilidad y co bardia. Vlaconvivencia con una tia muda no acelers el cambio de acento. La madre pasaba a visiarlo dos o tes veces por aio. Fl padre, con suerte, una vez cada dos aos Auilio y su ia muda “la tfa Nera- vivian en un de- partamento de dos ambiente en el cuarto piso, en ple- no barrio de Once. Especificamenee sobre la calle Tw cumin, a tres cuadras del colegio, sobre la calle Tucumdn también. A la vuelta del colegio, sobre la calle Uriburu, habla una casa abandonadsa, in esa ca sa habia vivido una mujer que confeccionaba ropa con su marido camionero. No habian tenido hijos, pero compartian la casa con una docena de man gules, que la costurera u bar sus vestidos, El camionero solia abandonar la ciudad rumbo a la costa atléntica para abastecer de comestibles a dis- tintos colegios e instcutos de esa zona del sur dela pro- vincia de Buenos Aires. Un dia no regres6, Primero la gente del barrio pensé en un accidente, Pero pasaban los dias y no habia noticias. Algtin camién habia cho: cado por algin lado, pero no era el del marido de la costurers, como todos lamaban a Rail va para presentar y pro- ‘los quince dias encontraron el camién abando- nado, intacto, con las puercasabiertas, en un baldio del ‘Once. Como un caballo que, habiendo perdido a su dduefio, hubiera egresado solo al hogar, Gladis, a costurera, parecié ser la primera en adi- vynar que Rail ya no volveria, yno porque hubiera st- Fiido un accidente ni porque se lo hubieran levado los ‘estraterrestres -como solian hacer con los camioneros portefios, de noche, por las rutas desoladas- ni porque lo hubieran asesinado por una deuda de juego o para robarle sino porque a habia abandonado. ‘Al mes, Gladisconfeséa algunos clientes que Radi, algunas veces, la habia amenazado con marcharse y no solver nunca més, Con el tiempo, lentamente, el ca mionero fue olvidado. La cara de Gladis no volviéa ser la misma; sus clientes decian que, de pasar canto tiem ro con maniquies, ya sin nadie con quien hablar por las noches, su boca habia terminado por imitar la ex- tamatio natural. Pero traf expresién de sus mut seguia confeccionando una ropa estupenda y ofrecien €o el mejor precio, Inclso comenzé a confeccionar y ‘mparar ropa para hombres, lo que nunca habia hecho antes de ser abandonada. [2s vecinas lo tomaron por ‘un buen signo: el deseo de conocer a un nuevo gal, Pero dos afios més tarde, en una investigacin svuzada por la hermana de Ratl, Carola, se descubris {que Gladis habia envenenado al marido. ‘Todos los mares, cuando Rati se marchaba, Gladis to despedia con tn beso y una vianda:algin sindwich, ‘gsi reftesco. Aquel martes, el beso y la vianda lo acom- parian al otro mundo. La propia Gladis habia segui- do, de incégnito, a su marido. Nadie sabia siquiera que supieta manejar, Habfa aprendido, can en secreto como habia preparado todo, simplemente para llevar a cabo 1 plan, Habia observado como su marido se detenia a comer y cOmo luego se echaba en el asiento trasero del camién a hacer la siesta, de la que nunca despertaria, Sino hubiera habido una hermana inceresada en saber la verdad, lo mis probable es que nunca habrian des- ccubierto a la costurera asesina, Aningtin camionero le lamé la arencién que una _mujer se subieraal camién de Rail. Nique un rato mis tarde el camion arrancara. Tampoco habtian encontra ddo nunca el cuerpo, de no see por Ia porfia de Carola, En eso Gladis habia sido especialmente habil: Rail re cibia a los clientes embalsamado, su cabeza cubierta por una mascara de papel maché, con un simpatico sombrero de tango ladeado sobre la frente, tan elegan- ce como cualquiera de los otros maniquies, Pero era el Sinico varén. A veces lucia un traje de alpaca; otras, un saquito para el orofo. Cuando la policia descubrié el ‘cuerpo, Gladis solo atiné a deci: Era la tnica manera de que se quedara en casa Sela llevaron esposada. La casa permanecié vacia: no se alquilé ni se ven 46, Tampoco la descruyeron, De Gladis nunca més nadie volvié a saber. Alguna ver escucharon que suftié un ataque de otra reclusa en la cércel, que le habian arrancado un diente a mano. Otros dudaban de que hubiese sobrevivido a la eriful- «a, Salvo para marar al marido, era una mujer bastante agi ara cuando Avilio leg6 al segunda grado del cole gio Piane, la casa de la calle Usbucu levaba diez aiios abandonada. Una tarde de jlio de aquel segunda grado, ‘cuando ya habia llegado el fifo a Buenos Aires yoscurecia temprano, Tenia y Bacone desafiaron a Atilio, que era “el nuevo", a vistar la casa abandonada, ala salida del colegio. Atilio tenia orden de su tia de regresar directa- mente del colegio a su casa, sin desviarse ni una de las tres cuadras. Tenia y Bacone lo acusaron de cobarde. Pero Atilio era en realidad el nico que regresaba cam nando solo del colegio acasa alos siete ais. Independientemente de si Tenia y Bacone efectiva- mente visitaron la casa abandonada aquella card, des- dentonces se burlaron de Atilio, Lo llamaban cobarde. Remedaban su acento fran- ‘ts. Los demas compafieros nose sumnaban alas burlas, pero tampaco lo defendian. En su primer cumpleaios, Atilio se sentia tan alejado de todos que decidi6 no ha- cer ninguna festa, Su tia se la ofrecid, pero bast6 con {que Atilio no respondiera para cerrar el didlogo. Atlio pocia ser mis muda que st tfa cuando se lo proponia. Se hizo costumbre que Atilio no celebrata su cum plesios,y tampoco era invtado a los de sus compaie 10s. sexto grado, Tenia y Bacone se olvdaron inclu so de burlarse de Pero en séptimo grado fue la gran sorpresa: Atilio ibaa feseejar su cumpleafos, jl primer cumpleatios de Axio! Repartié las tarjetas: unas tarjeras infantles, con tun payasito multicolor, que decian: “Te neo 4 at ‘A algunos de los chicos les caus6 gracia y otros lo tomaron como una itonia cal. Solo Tenia y Bacone corsideraron, sin decirlo en piblico, que se trataba de las tarjetas de un tarado que nunca habia crecido. Pero cllos no recibieron las suyas. Era Idgico, Atilio, no los invitaba. Nia ellos les interesaba. Sin embargo, un de- alle vino a modificar este desinterés. En realidad, era algo mis que un detalle., en toda caso, era un detalle ‘muy significative, ‘Ningtin chico del aula habfa vsicado nunca el de partamento de Atilio, pero, por supuesto, después de pasar seis alos con él, sabian perfeceamente que vivia en un edifci, a eres cuadras del colegio, sobre la calle ‘Tacumén, No obstante, la tarjeta indicaba como ditec- i6n la calle Uriburu En la primera impresin, los alumnos no le dieron ‘mayor importancia a este daro, pensando que tal vez se trarara de un nuevo salén de festa, Pero al salir del colegio, aquel mismo dia y en dias sucesivos, compro- baron que no habia ningtin nuevo salén de fiestas so- bre la calle Uribura. Curiosament, tardaron dos dias en comprobar que el salén de fiestas o, para dec toda la verdad, el lugar donde se celebraria el cumpleaios, ‘no era sino lacasa abandonada. “Hubiera bastado con chequear la numeracién de la calle Uriburu impresa en la tarjeta con la numeracion de 4a casa para comprobaro, Pero ningsin compafero po- dlria haber imaginadl que se celebrara un curpleafos en 4acaseabandonada. Por otra pare, a chapa con la nume- racién de la casa estaba completamente corroida por el rid. Las vencanas estaban rota. Las paredes, pear que deseascaradas: como si estuvieran enfermas de una enfer. ‘mead que,en un hombre, seria sarnao lepra Se suponia que la casa solo estaba habitada pot raras y murciélagos. En cualquier caso, nadie habia 0 ena all desde que Glas la sbandonar,csposads, msde quince ao as a tees pregiaseen Asie inoacsiads Taetetehers La cas exh en orden. La prepartepecialmente Teese a ‘Geigy Senteigreg pete iepeetta ‘irene ie eels ego selene ties tear ithaca Ulketaats tar ralie scsueaer ey aco pee TeneD fas pes ace PP hele al pa ‘Ere Eau detain Ge Alo yl omalgeene sett are epee Verges aettace SSEateR orate bre tere clean te ola eis DY ear a SHOU pc sia Engi ge les si abl ae Ghapeerenerera pasa ete guste Ts soperg ec lipreheesi sete acess es Leconte Suns anid boa dl le 7s A i al pes a ad tpatiosta el YS es ages ea nd apdee a ab vse ua aa ee pepe. “Tenia yBacone nolo puiron sufi Peo como ya entoa cencon pa bre “AG por ad Fehas, ince hablba sn acco fancy cambiaron dency somare el ein lnvesa por qce ma lenoprarlosbravicones cuando se enten perdido u silica Primer buscron aalgin compatero gules hi cia de "corey suger aA gure iar Pere Ainguno acces. Tenia le propuso a Bacone qc ee padres hablran con lala muda “que suponta nook sorda- para pedi clemencl: no pda sr que ivan {todo aula menot alls do fl pede de Bacon a tegen, cee, pero ail aces por la ade diane elves pd encontrar aaa News, Cada fam aap aa en aves ota ceria. Pero aguclos dowdy, n nos, Parca uc Adem de ma, hubirs vel ine No ean Clemo de Ai aunque ouvir, no pan Perarquela tated leone, Demodo qu lead esate los dos bavcones se spesonron alors epee ome ‘sto de lon alumnes, engominadsy perfumes tablarpesonamenteconcleumpletergs ~Queremos pdite pedo ~aijo Bacone, =En segundo grado fuimos muy tontescxiguis Tenia, i : =¥ en ereronoaprendimos nada se dsculps Bacone, i oe En cua, no sablamor cémo paar explicé ‘Tenia. ban = =Y en quine no s6 qué nos pas6 murmurs Bacone. " tae [Pero en sexton te moesamos mis! —r Tenia, ~ a =¥ hoy venimos a supicarte que nos perones y os permits er por primera vex es amigos oe 16 la calma Bacone. th me a —Perdn ~corearon ambos al unisono, Alli, por toda respuesta, les abrié la puerta y sonria. Bacone mi Tena por un moment caso Hegaron a creerse sus pedidos de disculpa. Todos los demas alumnos yaestaban dentro de a casa. Asilio con tun gesto de la mano, invit6 a pasara Tenia y a Bacone; cerré la puerta tras ellos. ‘Desaparecida 0 no, la tia Nera se habia esmerado. La cas, por fuera era tan Kigubre como siempre. Pero por dentro parecia un salén especialmente disefiado para un cumpleaiios.Atilio habia mantenido el cono ‘Se cumpleatios infancil,y ya todos, incluyendo Tenia y Bacore, lo consideraban un gesto “retro” moderno ‘mas que una desubicacin [a gigantesca mesa preparada en el medio del salon principal lucia plaros con papas feta, chizits, conitos salados,yvas0s de gaseosa con dibujos de perros y 050s de las peliculas infantiles. También habia goritos en punt, silbatos con serpentina y matracas. Las paredes, din despintadas, rancias y hmedas, estaban adornadas fen loalto con guiemaldas de papel crepé. Habia una in- ‘cohetencia un poco tétrica entre los elementos del cur- pleafos yla casa gris y achacosa, Pero los alunos esta- ban demasiado emocionados por festjartn cumpleanios all'adentro como para reparar en esa combinacién. Mu: ‘chos habian tenido que discutir con sus padtes para que fos dbjaran concur, Incluso’a una de las chicas se lo habien prohibido. Pero de rodos modos al estaba: [ue- ‘g0 de mentir alos padres que el cumpleafios finalmente ‘se haria en una pista de patinaje sobre hielo B Los presentes se consideraban_incteiblemente afortunados. De aquel cumpleaios se hablaria duran- re alos, aun cuando dejaran de verse, Se lo contarian a sus nietos. Después de todo, eta el ltimo ato que pa- sarian juntos, Arilio se comportaba como el perfecto anficrién. Saludaba a uno, e servia gaseosa a otto, le indicaba a tun eerero dénde estaba el bafto, No habia adultos. Ni siquiera la tia Nera. El propio Atlio se apareci6 con la torta de chocolate y la dejé en el meio de la mesa. To- ddos aplaudieron, Silencio, por favor ~pidié Acilio.Yse paréartiba de una silla. Pueden comenzar a comer la rorta ~anuncié Habia cuchillos, cucharitas y servilletas, de modo ‘que cada cual se eligid su porcién, Los cuchillos tenian 1 logo del osito Winnie Pook; las serviletas estaban, ‘stampadas con Bambi, y las cucharcas eran la silueta de Cruclla De Vil. Solo una cosa més ~agreg6 Acilio, cuando todos ‘estuvieron con las bocas Ilenas— como estamos en la «asa de a envenenadora es l6gico que al menos un &ro- 20 de pastel esté envenenado, La suerte es loca: al que le toca le roca. Un silencio desconocido inundé la vieja casa abandonada. De pronto, del primero al timo de los alumnos repararon en el contraste entre las chuche- sas infantile del cumpleaiiosy a casa donde vivia la ‘costurera que habia asesinado a su marido, Los peda 20s de torta quedaron sibitamente detenios en sts bo. «as, que dejaron de segregar saliva, como si alguien los tt aid eel empocon bon ep os ° ended pore pagan a the teranyala toa decendndo po enon a escpiron dct servlet, od ago until que djaron cer lamest ‘aloe rv una caejada, La sorprestper6 inca la provocua pore comentario, puesto gue tunes nai antes lo habla xchat Sera una bromal —prts Alo, como un cont decd chistes quese oaconataa st mismo yao cable dudade qu aquslla cra amcor es cade ls se aos que hablan compari, con 8 froma macabre copter, qus lox habla dja po Tory tembloroso, Alors raban mas la ed porsterabacxia. ‘ee igus en ningncumpeafios puede lars sis con is presentaionesAo~ es un mag eel medio del sn como corporza por ls pal del umpleanery apart un extrac ago, vad cleoso de negro con una alr capa leita shew wes present Baia comple Aso os ctmpleos aban jo conta cn dee cue gyal elo parecer una gs incl sacud lo cerazone de lo invitados. Era Sco ge arhatan cnlnalencs pon no Eisai jan dee nis, antes dene Cen aia nce gue ne deed de Innere coda rg om un ago una ota, pep ta Con un cumple deed El mayo soniéampllamene Los dienes euce ramen clveswo ciao de negro, peo no eran lances 1s sino amailentos,relucan al modo de un tubo ua: resend noche en asala deeper deun hapa Yenel meio dela dentaduravavosaments Fabia uncundeado vaca, =Che ~rité Tenia, emalentonado por I roma Imcieague sabia pero lio~ Exe mag a eb de ser muy poderoo: no log hace sparta diente que le falea! a és : Nadi ei dl cise, Tenia haba perdido todos ss punts Peo Aaliolecontst conan tonsvlepay te ycontenidr Lo lament, Ten. Hl mag es resentem fica, Pero sol lo contraté pare qu haga despa Cosas no para que as haga sparse Schizo una resin asa yel mismo Ao gic: “iQue comiencelafuncon! Noy anecesar un voluntario~dij el mage Ye quits la capa. sable Lavor del mage qued fotando en laird aca & abandonada. Nadie se ceva coneestay a usa vou marchita yal ea fime. Como un plant st ue sn embargo permanecr de ple cuande rode ae emis, mucho ms slidable, han caida Uns plana aes hubieraaostumbrado a viirsinagua tables que la zona més permeable para huir del insti> tuto ert limite con el parque, pero todos sabian que nadie aunca habia logrado caspasarlo, excepto un alumno, que habia muerto. Dentolini,en cambio, sabia que muchas veces las fonceras eran simbolieas, Traspasar un muro que na die vig puede ser mucho més sencillo que atravesar ss lun mecro de tierra vigilado, Una frontera relacionada con la muerte y el misterio se elevaba, aunque no hu biera alambrados, en los dos metros y medio que sepa- raban el parque del institut: el director, los profesores ylos alunos tenian sus miradas y expectativas en esa franja de tierra. Todos descartaban la Isla de las Cartas Rechazadas como punto de escape: las golondrinas fu riosas, los pajaros muertos y los papeles estancados fran suficiente seguridad. Pero para Dentolini las go- londrinas no eran més que pijaros: por mucho que _graznaran y revolotearan como ventiladores saidas de “ej nunca habian picoreado a ninguna persona. Los peéjaros muertos no eran més que eso, Las pesaillas del resto de los alumnos no estaban pobladas por leones hambrientos ni perros rabiosos, sino por esos péjaras enfermos que cafan todos juntos, ‘muertos, en el cementerio de cartas. Dentolini no pa- decia de pesaillas de ningin tipo. ¥ las cartas recha- zadas.. él nunca le habia enviado ningunaa sus padres. Las que leenviaba «su ta sordomuda cumplian proli- jamence con su fancién. De hecho, hasca el responsa- bile de Relaciones Pablicas del Manicomio de Mar Se rena le habia respondido. As fue que Dentolinivisies ‘4 Macciole una noche y le sugirié acompafarlo para dar el gilimo apret6n al nudo alrededor del cuello de Matias Baden. =2Para qué necesitamos al profesor loco? —pre- guneé Macciole ~Casi todos los alurnnos de instcuto lo laman Lu «cas —respondié Dentolini— Pero mientras los precepto- 1s, los profesores y el director continden llamandolo 54 ‘Matias, no caeré, Ahora que ya lo tenemos vestido y con dl pelo como el gemelo, necesitamos el lkimo gol- ‘pe: que un profesor lo llame Lucas. “2¥ por qué Fineo leva a decir Lucas? Dice que su deda esté en la otra mitad de la Tera —respondié aparentemente sin lgica Deneoli= 1ni~. Que lo esperan all para ser director. Macciole lo esperé en silencio, Todavia no en: tenia Dentolin cerré su discurso sin demasiadas acla- taciones, pero con frmeza: Una vez que lo traigemos aqui, yo le puedo ha cer decir cualquier cosa. Macciole ya habia avanzado demasiado como para cecharse aris, Pero no podia dejar de pensar en el easti- {go por intento de fuga. La huida al parque era otra cosa: ro se consideraba una fuga integra, y pot lo canto no ppesaba el mismo eastigo, aunque el nico alumno que le habia conseguido yacfaenterrado en su frontera. Para los sucesivos direccore, Fugarse al parque habia sido wna transgresién menos grave, porque se supenia que el alumno regeesaba esa misma noche. ‘Ademés, la enorme tentacién de algin modo hacia ‘més comprensible a fala En cambio, si algtin alumno faleaba a dormir 0 se aljaba mas alld de la ciecunferencia del parque, el castigo era la expulsion. ¥ la partida del Baldesarre, paraun alumno del que los padres no se quisieran ha cer eago, significaba el craslado al Reformatorio Sin Nombre. El reformatorio, como es natural, cenia un ‘nombre, pero los alumnos lo ignoraban. Sélo habia ss sido trasladado un tal Nodia, Después de dos aftos,re- agres6 al Baldesarre, Se erataba de un verdadero brava On: molestaba a otros alumnos, y también a los profesores. Se habia erenzado a trompada limpia con tun preceptor, y le habia faleado el respeto al director Pero por nada de eso lo habian expulsado. Lo expulsa- ron por escapar del Baldesarte por el muro del fondo. ra una pared de siete metros de alto, y nunca nadie ‘supo cémo habia logrado raspasarla. Algunos sospe- cchaban, por un charco de barto, que lo habla hecho ‘con una escalera de hielo. Orros, que utiliz6 sopapas, ‘como una mosca. Yun grupo minoritario deducia que habia encontrado el secreto para destejr la materia co- smo se desteia un suéter. Como sea, lo atraparon a su. regreso, al da siguiente. Yal otro dia lo enviaron al Re- formatorio Sin Nombre. No se supo cual era el trata ‘miento ni las condiciones de vida en el reformatorio, pero lo que arerrorizé a los alumnos del Baldesarre fue {que Nodia, como se lamaba el erinsfuga, fue readmit do en el institueo como un alumno ejemplar. Tenia dliezen todas las materias, simpatizaba con los precep- totes, yun detalle:ofrecia permanentemente lustrarles los zapatos a sus compafieros. Al principio varios aceptaron, pero Dentolini, con una extraia piedad, {que era desconocida en cualquier otra caso, prokibis ‘usar a Nadia como lustrabotas, La transformacién de Nodia asust6 a los alumnos mucho mis que cualquier desventura que hubiera podi- do contar, Algo tenian claro: cualquiera Fuera el placer {ue deparara una fuga, nunca seria mayor que el ceo a padlecer ese castigo, De modo que sencillamente no lo 56 intentaban, Excepto Dentolini, Todos le enemas mie- do a algo, seguramente Dencolini ambién, pero nun- ca habia descubierto a qué. Macciole no tenia opcién, Ya se habia comprometido con Dentolin y le esultaba impositl dectle que no. ePara qué necesitaba Dencolini a Macciole en st aventura? Por la apariencia, Dentolinicontinuaba pa- reciendo un chico de trece aos. Si se presentaba solo ante la: autoridades del manicomio, incluso ance el profesce, probablemente ni siquiera le llevaran el punte, Macciole, en cambio, estaba en cuarto afio y tenia batba, bigotes, hombros anchos e incluso algu- nas caras, Podia pasar por un adulto. Encre fos dos, ‘on la energia de Dentolini y la apariencia de Maccio- le, sumaban la eriatura necesaria. Dentolini no deseaba gastar esfuerzos en trepar ‘un muro de siete metros ni en construir un tGnel, ya fuera por debajo del muro o de las cartas rechazadas. Fn cambio, imaginaba que, silas aves muertas no eran. {quemadas en algin lado, debian de estar entertadas. Debia haber un einel, ua gigantesco depdsico, bajo tierra, de aves muertas, Si no veian pasar al camion {que se levaba aesas aves muertas,niveian circular los ‘adveres de aqui para alls, entonces debian de estar enterradas justo debajo de la cancera de cartas recha zadas, Eran tantas, y desde hacia tanto tiempo, que esa giganeesca fosa debla de ser un cinel que salia del Elplan de fuga de Dencolini, en caso de encontrar cl cementerioavicola subterréneo, consiscia en llegar al Manicomio de Mar Serena, convencer 0 secuestrar a 7 oe memes eae eee aaa tere quecareatad da =2¥ entonces? —pregunté temblando Maciole, sin poder reer que taba contempland ea iden Una ver que lo eengamor ene intr, podés despreciparte dessin Denoln, Habiaprearado rigosament todo agelo que pur ser contol, a primers oman een dese Aves sca com cera yess constr un pee fe talsmin qu lesen exper, de enone wad. Tambien habia catoprafado y conorerd Figures mene as disancias los emp el Fenoptico Da St ‘ae hallbaacuarenta minds del Inset Dales te, por a ruta Dentlin habia iid tempo del Siguiente modo: sla las once de la noche, cuando cbligaroramen os alums debian estar en sus en tos leg del me vstazo dels prceptores Texan auince minaos para encontrar el ine de los par Sino lo enconerabanen quince minions suspendia Is operaciony se pasaba pars otra noche. Contaban con quince minutos para conseguir cami que ls ee eee ee ae eee tue as ea rodo 9 nada Silos attapaban, est ban prdidos Sino conseguian un cain de epre so exabanpedidon Ss opciones sexan elise Boplticn el Reference Sin Newb La vispera de la buida, Macciole no pudo comer. Dentolin se limits asu vaso de agua y su pan con queso blanco de todas las noches. Por dinica vez, Dentoini le sa ofrecié as amigo uno de los chocolates, Pero Maccio: Teno fue capaz de llevirsolo ala boca, ‘Aunque Denton no lo forzaba, Macciolesiguié a ‘Dentolin: hasta la cantera como silo llevara ala rasta, ‘como tiraco por una cortea. Los papel relumbraban en la noche, con un brio encerado y burn. Nose velan las ‘estrellas, ri la luna, ni qué habia deers de la cancera: solo las certas rechazadas, una sobre otra, imposibles de distingair, formando un amasijo que se elevaba has- ta el cielo, y de una punta a otra de la Tierra. No era cexactamente papel nicemento, ni totalmente real ni de fotro mundo: era un muro hecho con las cartas no co- rrespondidas enviadas por los hij alos padres. ‘De noche, las golondrinas rabiosas esultaban mu cho més amenazantes. Pero. pata decir Ia verdad, cuando una se acercé demasiado a Dencolini este la durmié de un purieta zo y terminé de liquidarla pisindola contra el piso de tierra, Macciole se tranquil. Por una de esas caswali- dades, como las que permitieron el descubrimiento de ‘América odela pencilna, al pisar ala golondrina contra tl piso de tierra Dentolini descubris el sector blando de Inisla El pie se le hundié medio metro, Cuando lo sac, tuna ponzofia le rodeaba las zapaillas y la bocamanga del pantalén. No se sabia qué material era ese. Pero, cuando Dentolini se iluminé el pie con una pequefia linterna, Macciale lo vio primero: — [sun pico! ~grité con un chillido agudo, sea lando una salience amaillaverdosa en la masa informe ddedetritus Dentolini, enterado, asinti. 2 Pis6 mis fuerte, en un didmerro de algo mis de un ‘metro, y la tierra siguié cediendo, Sacé la pala quelle vaba a la espalda, cavé con facilidad, y muy pronto la tierra se abrié bajo ambos, =Vamos dij Dentolini Macciole lo siguié temblando, Bra un tGnel mezela de tierra y cuerpos de aves ‘muertas, En la argamasa no se distinguian los huesos de la carne los cadaveres que llevaban tal vez un siglo alli abajo, de los de aves que habian muerto reciente ‘mente. Cada tanto se veia un pequerio of, o una garra, adosado ala pared, como una acusacién, Parecia que la pared miraba o queria rasguiia alos intrusos, ‘La pequefia linterna de Deneolin iluminaba a un metro de distancia. El suelo era viscaso, y emitia uidos extrafios en algunas pisadas. A veces, ambién, otra pi sada hacia ascender a la superficie un chorro de vapor purulento, como un géiser hediondo, Dentolini mira: ba fascinado hacia todos lados; Macciole, s6lo hacia delante y al medio. Aparecié algo que venia en direccén contrat, y Macciole rerocedis y sincié nauseas. No vomit, pero no podia avanzar. Se trataba de una paloma, muy en. ferma, con cata de mujer anciana, con bultos grises en Ia cabeza y el cuerpo. La paloma se acercaba a ellos, co ‘mo,pidiéndoles algo. Detrés de la paloma aparecié un buiere, también con una cara semejancea la de un an iano, y buleos de color tojizo sangre —No puedo —dijo Macciole-. Tengo que salir de —Los puedo pisar, si querés ~propuso Dentolin ~iNo! ~gricé Maccile Dentolini, por una vez se apiadé de Es todo una cuestién de actitud dijo Dentoli- C05 pajaros no muerden, ni nos van a lastimar dle ningtin modo, Las cosas que mis miedo dan son las mas inofensivas: zqué puede hacerte una cucara: cha? Los murciélagos son completamente amigables, Y si domesticéramos alas ratas, te aseguro que habia mencs accidentes que con los pertos, que cada tanto se comen algiin chico. ¢ ¥ acé qué hay? Un buicre y tuna paloma enfermos... Pabrectos, Y¥ dicho esto, comé al buitre y a la paloma por el pescurzo, cada uno con una mano, caminé en die cién 2 Macciole,y los dej6 detris de ,invitindolo a seguir Macciole lo siguid y, aunque por el camino apace:

You might also like