A un año de PALM VALLEY

Estas líneas no tienen mayor intención que ser mi pequeño breviario de

ideas y pensamientos… inconclusos la mayoría de las veces, para mis
futuras reflexiones.

Lo mío… lo mío… es el sinsentido son palabras mencionadas para definir el intercambio

existente entre la realidad y una persona que vive como indiferente. Monica Quezada retomó
estas líneas para transitar por los espacios libres en donde se dan el intercambio humano y
donde se refugian los que escapan a los espacios específicos y preestablecidos.

Me gusta lo nuevo, me gustan los nuevos caminos, es común verme

manejando por las carreteras libres que rodean mi ciudad. Mi mejor ruta: “la
ruta del vino”, era común verme a las siete de la mañana vaciando la botella
de Blanc de Zinfandel (L. A. Cetto) a un bote de aluminio vacio de Té helado
Arizona (cabe perfecto) y tomar la carretera libre a Tecate, recorrí tantas veces
esa carretera, me imagine tantas historias en estos caminos. Me gustan estas
rutas, me gustan las carreteras libres casi deshabitadas y recorrerlas sin prisa
ni destino. Es grato saber que en una ciudad como Tijuana todavía existen
espacios para echar a volar mi imaginación. Que tranquilidad ver tanto espacio
para imaginar.

Mi casa se encuentra a casi una hora de esta carretera, si me pregunto

el porqué fue que escogí este recorrido, lo escogí porque me recuerda los
pastos verdes que rodeaban a la casa de mis padres en los que crecí y
aprendía a caminar, correr, patinar, andar en bicicleta con toda tranquilidad sin
carros ni ruidos más que el del tren al pasar. Espero que con los años este
lugar no sufra lo mismo que paso con la casa de mis padres que ahora se
encuentra bardeada y rodeada de ruidos por las carreteras que se han
construido y nuevos vecinos que no comprenden que en ese espacio se
convivía en armonía.

Ahora bien a casi veinte años de mis recuerdos de la casa de mis padres
y a un año de tener un “Trabajo nuevo, un nuevo trabajo”, puedo decir que ir
tres días a la semana a Valle de las Palmas recorriendo un hora de ida y una
de vuelta, aprendiendo a sacarle el paso a los topes y baches de la ciudad
soportando las desviaciones a causa de las nuevas construcciones de
carreteras y al choque que le dieron a mi carro la primer semana de trabajo a
cincuenta pesos menos de salario por hora como maestra de secundaria, estoy
aquí escribiendo estas líneas.

Una llamada a mi celular, es mi amigo Edgar, me dice que le llamaron

de UABC para saber si está interesado en impartir clases de diseño, que no
sabe qué hacer.

Yo, tengo diez años como docente a nivel secundaria, estudie una
Licenciatura en Diseño Gráfico en la Universidad Iberoamericana – Tijuana,
trabaje durante cuatro años en el departamento de Informática en dicha
institución diseñando su Sitio Web a la par de este trabaje haciendo Web en X-
plora y en E-solutions, justo en el momento en que Internet se volvió un
campo más comercial y los templates invadieron el mercado advertí que ya no
tenía mucho que aportar en el campo del diseño Web, cobardía, flojera,
enfado, no lo sé.

Durante dos años combine mi trabajo como diseñadora Web y maestra

de Artes Plásticas en una escuela secundaria de nueva creación. Tres años
después estaba trabajando de tiempo completo como Maestra frente a grupo
en tres escuelas secundarias diferentes, seguí como freelance un año, para
después dejar el diseño solo para ocasiones especiales, principalmente diseño
editorial y diseño de Logotipos.

¿Qué le podía decir a mi amigo? Si para mí la docencia me ha regalado

diez años increíbles. Edgar, tómalo… vive esta oportunidad y si no te gusta
retírate.

El 16 de Octubre de 1999 firme mi contrato con la Secretaria de

Educación Pública, me di de alta en Hacienda y me dispuse a formar parte del
Sindicato de trabajadores más grande de América Latina, esto en número es
como decir que deje de ganar los 30 dlls aproximados por hora para ganar
unos 12 dlls por hora, permitir que cada quincena me retiren de mi pago
quincenal los impuestos, cuota de pensiones y otras prestaciones, seguro de
salud, fondo de retiro FORTE y mis cuotas sindicales. ¿Quién dijo que trabajar
es fácil?
 Después de mucho platicar entre los pros y los contras la llamada se
termino. Media hora después mi celular suena… Edgar: Monica te gustaría dar
clases en la UABC, ese semestre se suponía que seguiría impartiendo las
materias de Diseño Gráfico Contemporáneo y Arte Popular en la UIA – Tijuana,
pero una confusión en los horarios y días lo hizo imposible.

No tenía muy clara la idea de qué y el cómo pero las materia por
impartir eran Teoría del Diseño I y Diseño I, las materias teóricas siempre han
sido de mi interés y esta sería la primera vez que impartiría Diseño I… la
llamada se corto, unos cinco minutos después suena el celular, es el Arquitecto
Alberto Osuna, quien me pregunta si estoy interesada, unos días más tarde
estaba firmando mi contrato con la UABC.

Trabajar en dependencias gubernamentales no es fácil, y dudo mucho

que la UABC se la excepción. La hipótesis era: Todas las dependencias de
gobierno se encuentran politizadas. No se pueden hacer equipos de trabajo
pues en estos ambientes nadie soporta que otro que no sea él o ella tenga una
idea. Si no cumples con los gustos, modos de vida, situación económica y
moral de la mayoría, no eres bien visto. Entre muchas otras.

A un año de distancia, mi amigo Edgar sigue trabajando en la UABC y

actualmente se encuentra a cargo de la Carrera de Diseño Industrial, yo
seguiré trabajando como docente en secundaria y en la UABC, ha pasado un
año y aun no tengo claro cómo fue que deje mi bote de Arizona por estar
frente a futuros diseñadores. No sé si hago bien mi trabajo, tal vez deba
consultar los resultados que obtuve durante este semestre.

Si mis alumnos hablaran…