Historia e Cultura da Idade Moderna Encendiése tanto en toda Barcelona la peste que no hubo.calle por corta y pe- quefia que fuese en Ia cual aquélla no penetrase. ¥ apenas hubo casa secular hab Yada en la que no enfermase alguien. Pocas veces se ha visto pestilencia de com tagio, que hiciese tanto dafio a una ciudad como ésta hizo a Barcelona. La poblacién enfermaba de pestilencia de manera diferente. Algunos tenfan grano y vértula y poca 0 finguna fiebre, y éstos todos vivian. Otros tenjan vértula fin grano, con Aebre pestilencial: de éstos muchos morian. Oros tenfan grano ¥ Jértela con febre pestilencial, y de éstos los que tenfan el grano en los brazos © les piernes muchos la campaban, pero los que tenfan el grano en los costades, en los pechos o en la cabeza casi todos morian. Otros no tenian mi grano ni vér fala, sino tan solamente la fiebre pestilencial, y éstos (como 1a naturaleza no tenia por donde evacuar el veneno) todos infaliblemente morfan. Los que tenian los gra hos en los pies, plernas, muslos o cintura, casi todos tenfan las vértulas corres. pondientes en la ingle. Los que tenian los granos en los brazos y en el cuerpo, casi Todos tenfan las vértulas correspondientes bajo las axilas. Los que tenjan los grav nos en la cabeza, tenjan las vértulas correspondientes detrés de las orejas. Porque estas tres partes —la ingle, la axila y detras de Ja, oreja— ha dado al hombre el Autor de la naturaleza para descubrir y evacudr €] venenoso humor. [AI principio los médicos no acertaban en Je curacién porque sangraban y ha cian guardar dieta, ¥ no remediaban ni el grano ni la vértula, Después a costa, de Shuches que murieron, comenzaron a acertar el tratamiento no sangrando y dan Geles ealdo de gallina 0 polla cada dos o tres horas, alternando con cordial 0 triace Gon agua escorzonera. Los cirujenos aplicaban a Jos granos medicamentos para matarlos y a las vértulas les aplicaban ventosas para hacerlas salir al exterior y Juego las maduraban con emplastes y si no se abrian por sf mismas las abrian cor janceta © cauterio de fuego. Aplicaban también aceites 2 la cabeza de los pa. Cientes para evitar que éstos se volviesen frenéticos, y pitimas al corazin, y otros seeticamentos. Asi, con buen concierto y orden curaron a muchos. Y era tan fécil curar que muchos hombres y mujeres que habfan servido 2 los apestados sabian muy. bien curar. Duré Ja peste en Barcelona casi por espacio de ocho meses, esto es desde junio hasta principios de marzo. En cuyo tiempo murieron de pestilencia las st duientes personas principales: vicarios generales del sefior obispo, 2; candnigos de {a Iglesia Mayor, 3, clérigos de diferentes iglesias, 80 poco mas 0 menos; Teligiosos J religiosas de distintas casas, 90, poco més o menos; médicos, 7; cirnjanos, 10; Ecticarios, 6; entre caballeros, juristas, y mercaderes, 30 poco mas 0 menos. El perfodo ms fuerte de la pestilencia fue a finales de julio, y todo agosto, septiem: gre y parle de octubre: después siempre fue aminorando. EI Gia _en que my tieron mas personas fue el ultimo dia del mes de agosto, en que murieron 202. El mimero de muertos de peste en Barcelona, conforme al catélogo que yo vi que fue remitido al rey don Felipe que estaba en Madrid de parte del senor obispo ¥ de los conselleres de Barcelona, ascendié a 10723. Pero hay que tener en cvenia Que en tal catdlogo no figuraba el niimero de zeligiosos y religiosas que murieroa, Si tampoco la cifra de los que, secretamente, fueron enterrados por sus-amigos 9 padres 0 parientes, los cuales Se cree que fueron muchos. Hay que observar tar Pien que a finales de junio y durante todo el mes de julio hasta el 17 de egoste no se Tegistraban las defunciones con rigor, como se hizo después. Y ast aungne Be los meses de junio, julio y agosto se envid relacién a Su Majestad, no fue tan Segura ni rigurosa como la de los meses siguientes. Por Jo cual se puede calcula gue el aimero total de muertos de pestilencia en Barcelona seria de 12000 2 15.000 personas poco més 0 menos. Esta es la verdadera y fiel relacién de 12 predicha pestilencia de Barcelona, Ja cual yo he podido escribir como testimonio de vista, por estar presente y baber visto todo su discurso. J, Igsws: Pere Gil, SJ, (1551-1622) i ta seva Geografia de Catalunya (Barcelona 1949), pags. 300306.