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    PRI: de la hegemonia revolucionaria ala dominacién democratica ‘Joo6 Antonio Crespo ohn dicho en numeroeas ocasiones que la posbilidad de que Mérico franste hacia le democraca de manera paciGca y ordenada 610 ‘podrd concretars ala lite gubernarnentalacepta dar eae paso. Ani ‘Yer, ua decisidn seguramentetendria lugar s el gobierno peribiese ‘que, aun dentro de un marco democrético, con cleeioneslimplas yen ‘medio de un sistema competitive de parties, ol Pu! tuviera peabili- ‘dades de triunfar sobre sus opeitores."De modo que quzds la mejor oportunidad para una transicin paciia a la democraca en México radigue en que el partido hogemnico se transforme en an partido dominant al ectile do paises como Indi, Japin oSuocia, en donde el partido mayeritario lo ha sido durento varia décadan pero no por irtad do oa rolacidn simbisica con el Estado, ln parcialidad de date fn ou favor ola manipulacién deliberada de ls process elactoralen, ‘ine porque en verdad logra cbtoner la mayor parte dal muragio ‘indadano, en un entexta electoral claramente competitive? POT icon tar tran ln por Woes Crain Ane ecrige amt shtml dma SEA eeZeee maps eine quan econ Pepe rte y Oem 1 ri « at nid rape Aunque ol sstoma de partidos mexicano no puede catogorizarse ‘manera limiteda y més bien superficial. Los comicioslogislativos, 01001, en lon que ol partido oficial obtuvo 61.4 % dal voto, ain extar ‘czonts de irrogulridadesy de impugnacion por parte dela oposicién, ‘menos no provocaron una reaciéncadadana en contra del veredito (atvoen doa de las entidades en que simulténeamente ae dispataba ln ‘mubernatura, Guanajuato San Luis Potst, pero no a rats oe com 7 de ern odin [Lapertinencia dl estudio comparado entre Méricoy otros pats ‘em un partido dominante radiea en que el partido hegetndnico mexi- ‘an, el Partido Revolucionario Taltucional (PR) podria, bajo ceria ‘rematancia, valucionar hacia uno de tipo dominante, es deel, en ‘donde ol ahora partido ficial dejaradoserloy fue capaz de conservar ‘gobierno nacional, la mayoria do la gubernatoras la mayora del ‘Congreso (aunque éia no fusso“calificada’, ce doc dels dos ercaras ‘porles eceantia para modifiar la Constituciém), mediante comicies ‘findamentalmente legitimos y transparentes. sta posbilidad eatd fen el conto del debate sobro Ia transicin politin en Mérica. Una ‘orrionte de andlisissostione que la democracia ha de pasar por la ‘Gesuparicdn dal partido oficial, wu remocién del poder por medio do le movillzacén cladadana. Por ejemplo, Adolfo Gil, importants ie loge del Partido dela Revolucién Democratica, firma: 1 iden de refrma supone que el régimen, minortari en el voto ‘Popular, pod asumir nu propia superaion yenreear el poder en ‘roses de rnc gradual Pore contrero la dea de ropa ‘ne quvel rien, wamido on sus atadurascrpoativesy eentelree Yen on compromios dea corrupeisa |e organieamonts incapes do ‘mblar por un acuerdo o pac plitico y debra ver acrralado y| ‘emvido or lan novileaconse coerce uted 10608 {oe partln de Rata en varios pains de Bopa ‘Otracorronteopina que existan condiciones sficionts para he- ‘or Viable el triunfo logttimo del partido ofical, y quo esa linea de ‘transicia hace ms probable una pauta pacfica hacia la democracia ‘que otra en que sea neceario remover del poder —~por medio de unt focrte movtinacia cudadana—al partido oficial Elo, a partir de las caractrtticas pocaliare del sutortarsmo mexicano, quo lo dstan- ‘lan en alo grado de tres autaritarmos menos institucional, coma Jag ditedaras militares 0 personalisas,e incluso de los sistemas de partido nen. Jaime Sdnches Susarrey, por ejemplo, ha sefialado: ‘nel totalitarian no habia diferentes empealdade soil porque 1atotalidad social entabe oped no centro cde pode el part ‘muni, Hn don palabran ln wna rovelucon potca no se pola ‘pera tr cambio; in una rovalucsn pola now pda cambiar la ‘ide ato expin In itenidady la rapes con qe ne operaren lo 7rd Mn i 2 pt de 80 ‘Dominacién democritiea frente a dominaciéa hegeméalca videntements aceptarsleciones limpiasimplicara una mayor co- sim de poder por parte del Put que Ia hasta ahora verificada.Difci- ‘ment uns autéatica democraca ea compatible con resultados do "caro ‘completo. a oe regimenee de partida dominanis cal nunca so Teg. ‘an triunfo cloctoalancontundentos yabrumadares; de boche, tale partidos so mantionsn en el goblerno con ua rango que va do 35 0% de in votacén global. Jams podrianlograr el 100% que obtuve, por pa hii ejemplo, Alvaro Obrogén on 1928; ni squiera el 61% recahado por el ‘PBten 1501, Aa, el Partido Liberal-Demecrtioe de Japs, que gaberas ‘mntinuamenta de 1956 a 1983, ogrérebesar 50% del sufragioen 1958, $961 y 1964, y a partir do entonoee wa votacin oni entre 38 49%. ‘Eat, pee al enorme éxito quo ba tanido para levar a su pate al pei ‘legion us orp oa como uncial ‘mode, en los sistemas de partido dominante existe Ia ‘panied ral Go'lernnci de pte Go coal yu ora n den ‘Seasiones en Tndia, doe en Suecia, una en Iarel y una on Japa}, también, los gobarnantes von responsablespolticaments (ia cafda de ‘numerocos gobioraoe japaneses dan teetimorio, asicomola temporada tn Ia coe! de Indira Gandhi a fines de lo nos sctentay el proctaa- ‘mionto legal priain de Tanaka Kakuei en Japén);en los sistoman de Dertido dominante, los parties de oposcisn pueden gjercer una in- ‘uencin sgalficativa en las decsiones gubernementeles, aunque no ‘omtrolen direetamente el gobierna'® Difllmente un partido dom. ‘ante puede goberaar ain coneerta al menos en oto partido plftico (on ln excopeién del Partido del Congreso en India, que en numeroaas ‘ceasionee bre todo en aus primero ace, pudo haceria). En México, ‘LPR ha lagrado gobernar por a ol sin necesidad de negociar con ‘tree partidos, salvo an el breve periods de 1968 a 1991, en el cual perdi, por primera vex en su historia, la mayoria caliicada en Ia (Camara do Diputados, para reeuperaria vietualmento en la comilon de 1991. “Hay algo més: on los siatomas de partido dominante la impieza loctaralexté fuera de dudaa,ylos rsultacesuclen ser aoptados por {dos los scores interesades. Eso ubica alos sistemas de partido do ‘minante en ol eampo do las rogimencscompettivos y, por tanto, onl we dcp i i or 8 8 lr ne ‘Bees been og rms. "Eee nee ute mini Cm tae al Ser, en wt dem ee a att de Tra, r= os set te atari ei pn, pa de 2 goon einai Evidentementa, no 6# sole larga dominacién do un partido lo ‘quecanviertea Gate cn dominanta de manera automitica sino el hecho ‘do que pueda sero on condiciones auténticamente competitivas y de- ‘moerétlcas Yes ah en donde falla ol sil del sistema mexicano con cevordaderosslatomas de partide daminanta. Los proceeosoloctarales ‘on México padecen de Ia flta de equidade imparcinlidad de las auto- ‘idades, lo que oo traduce en una frocuenteimpugnacién dela reoul- {das por pare de la perddore, pertenczean al Pa oa otros partidos, looque nucle prover, cada ver con més recuencia,disturbios, mov ‘acionea y a veces hechos violenton, después de unas eleciones oon- (rovertidaa. "De esta manera y suponiendo que la élite oficial xe convenza de 1a necoidad ~o nevitbiided— do transtar hacia una plena damo- craci, ol roto mayor sera el de transformar al PR on partido doml- ‘ante y democrétice, capax de conseguir triunfo logtimas en un tmbienta de clara compelitvided partdariay através de elecciones ‘Umplaa yereblen La politica dl gobierno actualen materia electoral {y partidaria an no permite cmncluir que exist Ia disposicign oficial ‘para dar ements pen, Denpotn dla experiencia de 1988, tl parece ‘goo la Sto pista tome crecientamento enfretarse on condiciones do {gunldad «ln oposicia, poniendo en rcogo su hegemony, poor an, [ie posbilidad de seguir gobernando ™ Eas temor se refeja rome tea ora Prin re aaa nk te competitivos por primera vex desde Ia indapendencia del pais, el ‘artid oficial desconoi el verdict defavorabl, al cota de recur Saorrciimatueheii neat, Ee 7m ee mn doin ‘una intense represién en contra del oporitor Frente Ialémico de Sal- vaciéa. ‘En Thiwén, on donde ol Partido Nacionalista Chin, el Kuomin- tang, gobernabe deade 1949 como partido nico, se celebraron por pri ‘mera ver elociones lgilativas generales en diciembre de 1991, on ‘an gran trun ofsialat, peo en medio do grandes suspicacis opo- ‘sloras repecto In aquldad de condiciones para la competencia de- ‘ocrftica entre loa partides contendioates. Se puede decir entonces ‘Guo ene pais rnnaiiéd un sistema de partido nico otrohegeménico, ‘ero no ent claro que pueda avanzar extosamonto hacia la siguientes fae, In de convertins on partido dominante en condiciones claramente

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