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i PROLETARIOS$ DE TODOS LOS PAISES UNIOS ! comunismo ~ BL ASCENSO REVOLUCIONARIO EN EL MUNDO: LA APART- CION DE NUEVAS VANGUARDIAS, - im CRISIS DEL REFORMISMO Y EL OPORTUNISMO EN ES~ PARA. - DE LAS ORGANIZACIONES FRENTE HACIA EL GRUPO COMU NISTA. ~ - BASES TEORICAS COMUNISTAS. ~ LA CONSTRUCCION DEL PARTIDO COMUNISTA EN ESPANA, - NUESTRAS TAREAS INMEDIATAS, aprit 1970 0 1 In. Ill. wv INTRODUCCION EL _ASCENSO_REVOLUCIONARIO EN EL VAS VANGUARDIAS ba nueva fase de la Revolucién Socialista mundial DO: LA APARICION D3 LAS La crisis de la direccién revolucionaria Las nuevas vanguardias LA CRISIS DEL REFORMISMO Y EL OPO DE LAS ORGANIZACIONNS FRENTE HACIA EL GRUPO COMUNISTA El proceso de maduracién de los oportunistas de izquierda en el FOC Nuestra experiencia fraccional Carfeter y conformacién del grupo De la ruptura organizativa a la ruptura politica Hacia el grupo politics comunista BASES TEORICAS COMUNISTAS 1, SIN TEORIA REVOLUCIONARIA NO HAY MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO Ideologia y conciencia de clase La teorla marxista: materialismo dialéctico y materialismo - histérico La unidad de teorla y prictica, La prictica tebrica 2, PRINCIPIOS MARXISTAS LENINIS?TAS SOBRE EL PARTIDO El Partido Comunista, condicién de la fusién de la teoria re volucionaria con el movimiento obrero El Partido Comunista, partido mundial de la Revolucién El carhicter independiente de clase del Partido del proleta-- riado El Partido Comunista, destacamento de vanquardie ‘del proleta riado Los principios de organizacién del Partido Comunista 3. 2QUE ES HOY EL MARXISMO LENINISMO? Eelecticismo y delimitacién Principios del marxismo leninisno ?Qué es el trotskismo? VI. LA CONSTRUQCLON DEL PARTIDO COMUNISTA EN ESPANA 1. LA ESTRATEGIA REVOLUCIONARIA Y EL PARTIDO COMUNISTA Los objetivos centrales del proletariado El Partido Comunista, estadio superior de la vanguardia mar xista leninista El Partido revolucionario del proletariado espanol, seccién nacional de la Internacional Cominista de masas 2, LA CONCEPCION DIALECTICA DE LA CONSTRUCCION DEL PARTIDO CO- MUNISTA EN ESPANA Cuestiones bisicas Las posiciones metafisicas en relacién con e] problema de - la construccién del Partido revolucionario 3, LAS CONDICIONES DE UNA LUCHA PROLETARLA DE MASLS 4. EL GRUPO COMUNISTA Los objetivos y tareas de un grupo comunista El Texto de Referencia Tareas del grupo politico La intervencién en sectores no proletarios Organizacién interna VII, NUESTRAS TARBAS IN MARXISMIO LENINISMO Y OPORTUNISMS ‘aproximacion al croble ma dela consfruccion del partido comunista en espandg) INPRODUCCION 1 lL. INTRODUCCION B1 documento que publicamos a continuacién no es, ni pretende sey, una declaracién de principios, Tal declaracién corresponderia a un - grupo politico y es absolutamente necesaria como base de su actua~ — ¢ifén revolucionaria, Pero nosotros no formamos todavia un grupo poli tioo, en sentido estricto, Antes bien, estamos en vias de organizar- nos como tal. La constitucién de un grupo politica.nos exigir& la eleboracién - previa de un “Texto de Referencia", que contenga unos principios +eb. ricos y politicos arraigados on el.marxismo leninismo y unos ejes eg tratégicos minimos para la revolucién en Bspafia, elaborados a la luz. de aquellos principios, a través del an&lisis concreto de la reali-- dad del pats. Estos ojes estratégicos contituirén.el marco general de nuestra actuacién como grupo politico. Bl Texto de Referencia de- be asentarse en.el marxismo leninismo, fnica teoria cientifica y, -~ por tanto, consecuentemente revolucionaria,. oe + El documento que presentamos agui, en cambio, no tiene otro carhc ter qué el. de una aproximaci6n tebrica al problema de le constr cién del Partido, problema, fw tal_que deben plantearse todos’ les comunistas, hoy en Espana. Tiene,” en su conjunto, un valor de pi pbtesis, . Este documento, cumple con dos funcionest una interna y otra extor, na, La primera se refiere « la nécesidatl de situar nuestro trabajo - actual, nuestras tareas inmediatas, dentro és una perspectiva histo- rica.y politica de construccién dol Partido Cominista, pare eliminer los peligros del oportunisme y el subjetivismo en nuestra actuacién. ~ La segunda, cs la necesidad de contribuir al esclarccimiento del pro plemd del Partido entre la vanguardia revolugionsria surgide de la - filtima fase de la lucha de clases on Espafa,: de invitar a estos com- pafleros 2 participar on la discusién en torno a este problema, Asi-~ mismo, vemos la necesidad de hacer una voloracién oritica de los an= teriores intentos de contrucvién del Partido, intentos fallidos que: algunos obstinados tratan de poner de nuevo’ on practica, de form g perficialmente modifioada, cuandd ya so ha mostredo palpablementg ‘sr fracaso, Analizar las oxporienéias pasadas y criticar’sus errores,, = contribuiré « abrir uma via rodl hacia la tonstruccitn dél Partiacy El marco de este docutiento -.insistimos ent su carticter hipotétids y aproximativo - lo contituye’ el prébberma de le, construecién del Part tido, problema’ que vieno onfocado dosda distintos 4ngulos, cuyo oje central es'la duestién da los "Bhsos Tebricas Opmunistas", como pie~ Za clave de esta construccién. Preocie a esta exposicién un punto -= que intenta trazar, en lineas muy generales, ol cuadro que ofrece el momento hist6rico de 1a lucha de.claags en que nos situamos y on el cual plentcamos nuostra alternativa. Finelmente, incluémos un breve- punto "autobiogrSfico", que sefiala el proceso, que hemos: seguido des- de nuestra escisién de 1a Organisdciones FRUNTE,a “fin de mostrar el camino que nos ha conducido-a los resultados que -exponemos en este - dooumento, a nuestras actualés posicionss, contribuyendo asi a su me jor clarificacién, COMUNISMC | | EL ASCBNSO REVOLUCIONARLO EN BL MUNDO: LA APARICION DE Las - © MOEVaS TACUADIS le nueva fase de la Revolucién Socialista mundial El aiio 1968 seMala el final de casi diez afios de contraofensiva -~ victorioss imperialista, el principio de 1a ruptura de la costra buro orftica en los Estados obreros degenerados, el retorno de la revolu-~ eién al corazén miomo del mundo imperialista, Movilizaciones de masas de amplitud insospechada harin tambalearse a todos los escenticismos- pequefio-burgueses, todes las profecias acerca de la cstabilidad indo~ finida del capitalismo y sobre la omnipotencia imperialista, todas ~~ las "vias pacificas hacia el socialismo". Le presencia, como protago~ nista de todas las luchas, de la clase obrera, no sdlo pondrA en. pri~ mer plano su carhcter objetivo de (mica clase dirigente de la lucha ~ revolucionaria mundial, no s6lo echara por tierra las aspeculaciones- sobre su definitiva integracifn por el capitalismo, dc Marcuse, Sweo~ zy y otros "marxistas universitarios", Dambién, especialmente y~ eonstituirs une donuncia imliciis yon ocasiones oxpiicita, de quic- nes durante mis de ouaronta afios la han privado dc dircooién rovolu-- cjoneria, dejéndola indofonsa politica e ideolbgicamente ante la bur gucsta: lag direeciones tradicionales sogialdenboratas y stalinistas. Ash; una nuova fase comienza on los ¢res frentes de 1a Rovoluciém So~ gialista mundial, En enero de 1968, la viotoria de los revolucionarios vietnamitas - on Ja ofensiva del Tet iniciaba este proceso, El imperialicmo yanki - sufria su primera derrota en machod anos y un puoblo cn éituacdén co- onia] mostraba al mundo el Gnico camino revolucionario posible: la - EL FRENTE DE LA diTecedbn prolotaria’on 1e lucha, Ios falsas "povo- FRVOLUCION co. © M@lones nacionsles", ‘dirigidas por la burguosia, — LONTAL que hablon gosechado dorrota tras dorrota cn los tL finoe afios (indonosia, Ghana, otc.), que habfan do- ngstrado hasta la sacicdad su inoapaoidad para solucionar los mis ni- nimos problemas del atraso de sus pucblos, volan asi orceér bajo sus pics la (mica alternative real: la lucha armade revolucionaria. Los - nites del “torcer mundg", del noutraliamo, 1a farca do las rcuniones— de paises "no alinoados" (tan alentadas por le URRS), la "vie no capi taljate" de desarrollo, én lag que nadie orela ya (sobre todo los ‘pue bios que las soportaban), se derrumbaron definitivamente. En Laos, jn dja, Palestina, Latinoambrica, » se ompiozan a notar los efcctos ~ de Ja nueva fase revolucionaria, Unos meses después de le ofonsiva del Tot, on mayo, Francia conoeg r4a una de las mis grandes luchas de masas de su historia y do la hi; toria del proletariado curopeo, Ante le estupefaccién de todes los -- economicistas, la situacién prerrevolucionaria fron EL FRENTE REVO~ cosa no sorka la eonseouencia de une trove emiots ~ TUGTONARIO EX oconbnjeat ol imperialismo sufria uns, recesién do = Teerereetae relotiva importanede, de la que, ademis, parcel om TaS — pozar a recuperarse, Los dioz millones de cbroros ~ en huelga, los miles de estudiantes en lucha, no eran una legién do ~ hambricatos, La crisis en Fyancia,.come on godo el mundo imperiali stay BL ASCENSO REVOLUCTONARTO EN ED MUNDO. 5 era micho mis grave y mcho mis profunde. Bra una crisis de las rela ciones capitalistas de produccifn: de 1a organizacibn eapitaliste -— Gel trabejo, de la propiedad capitalista, del Estado capitalista. S6 lo a partir de 1a naturaloza hist6rica de la crisis, es posible ox-- plicar el papel fundamental que han jugedo en las luches le juventud obrera y estudiantil: seri una fraccién de ella le que enlazari con le tradicién bolchevique y emprenderf la construccién de las nucvas Vonguardias marxistas leninistas on Burdpa, Simulténeamente a las luchas de mayo on Frencia, las movilizacio- nes esponthneas de los trabajadores checos agudizaban, a nivel de lu . che de mages, 1a crisis del stalinismo, apun= eet oe tency tando al misno tiompo hacia la suporcelin dos BUROCRATICAMENTE DE. Teformismo neostalinista (Dubcek, Ota Sik,..) CERERADOS ye la necesidad de la construcoifn de la ven - quardia marxipyaleninista qnedirija a les me~ sks de ostos paises en su lucha contra las burcoracias, sustrayéndo- laa la influencia de la burguesia internacional. Entre estos tres frontes on que se libre hoy 1a lucha mundial por el socialismo, existe une relacién cada dia m&s profunda, Las revoly cdones coloniales debilitan a las burguceias de las metropolis en ge neral, agudizando los conflictos (luchas por la conquista de nucvos~ mercadost Oriente Medio, ...) ontre las distintas fracciones monopo~ listas internecionales, En particular, le resistoncia victnamita ogu diza les contradicciones on el interior de los EE,UU., donde so radi a calizan dia a dia las luchas de los negros y La THTERRELACTON DS og movimiontos estudiantilos. 41 mismo tien po, el avance revolucionario on los paises ca pitalistas adelantados, constituye le mis valiosa fuente de reservas para él proletariado numbricamente débil de las colonias, Por otra = parte, las luchas antiburocriticas en los Estados obreros de transi-~ oién han encontrado ya un estimulo en las luchas antiimperialistas - de los paises coloniales y semicolonieles, y en las movilizaciones - de la juventud obrera y estudiantil dé los paises capitalistas, con tribuyendo, a su vez, © descnmascarar, ante el proletariado de estos paises, a la burooracie stalinista. Pera los comunistas, se trata de transformar esta interrelacién objetiva on interrelacién conoiente,= eato es, organizada: no os exagerado afirmar que el porvenir de le - Revolucién Socialista, en cualquiora de los tres frontes, dopende de ello. Plantear y empezar a resolver ol problema de la Internacional- Comuniste es hoy m&s urgente que nunca. La crisis de 1a direcoitn revolucionaria Pero esta urgoncia no debe hacernos pensar que la crisis de la di reccién internacional del proletariado es un hecho reciente. Por el contrario, su historia se remonta e ouarenta anos atris y ha determi nado la aparicién de tres grandes corricntes internacionales que se xeclaman herederas de la tradicién leninista, Es necesaric precisar- unos minimos datos sobre 1a historia de cada una de ellas, para apro ximarnos a le compronsién del problema de 1a Internacional, tal como- se presenta en la actualidad. P ‘ bas dificultades-dc la construccién socialista en la URSS y ol fra easo de la revolucibn en Buropa, onmarcaron la degeneracitn burocr&ti ca-del primer Estado socialista y la descomposicién oportuniste dé le IIL Internacional. La direecién stelinista capitalizaria‘el movimion~ t6obrero en la mayorfa de los paises, encanzindolo por la via refor- mista y liquidadora 6 "1m ab Leboreod én! de clases {rerungia ala lucha por la dictadure proletaria en los paises golonia-- a ee les en 1925, politica de Frentes Populares ‘en 1935, LINISMO acuerdos de Yalta y Potsdam en 1945, desarme mili-~ tar y politico de la resistencia antinazi...), una vez derrotadas en el seno de la Internacional Comunista las. posicio-~ neé ‘revolucionarias de los, Bolcheviques-Leninistas. La teorfa del, "socialismo.en wn s6lo pais" fue la cobertura ideolb gica del abandong"del internacionalismc proletario en favor de los in tereses dé la burocracia "soviética''. Pn particular, los PC europeos, que habian salido fértalecidos y préestigiados por su actuacién en la Resistencia (Francia e Italia), encuadraron burocr&ticamente a la cla 86 obrera y pasaron a ocupar el espacio politico dela socialdemocra- Sie clhsica, convertida definitivamente en gestora de los intereses - dél capital monopolista (Guy Mollet, Wilson, Bréndt .,.}," Asi, el- XX Congreso del PCUS no supuso ninguna modificacién fundamental en le po litica de la. URSS: lo que se teoriz entonces, se prdcticaba desde mu chos afios antes, Pero la.gravedad de la crisis de fondo del -talinis~ ic, sin la que restlta incomprensible 1a proclaumacién abierta y escan dalosa de.los intereses do la burocracia soviética, tracrian como eon socuencia diversas criticas en el seno’del-comunismo “ortodoxo" que, en general, podemos agrupar en dos apartados: la critica "de izquier- da" maoista y la orltica "de derecha"” formulada por Togliatti. Esta’ enlaza con las que, en su dia, roalizare Tito ‘a Btalin y continke,;por ejemplo, en la politica actual de Rumania: el "policentrismo” y las.~ "yfas nacionales al socialismo" que, llevando al limite la teoria del Socialismo en yn sblo pais, afixman 1a necesidad de "un so¢ialismo - para cada pais” y niegan la direccién revolucionaria internacional. Poco después del XX Congreso, 1a fundacién del Mercado. Comin Euro— peo en 1957, qué para los reformistas de todas las especies fue la -- cbnsagracién de la estabilidad indefinida del capitalismo, lanz6 ali Stalinismo on general, y 2 log PC francés e italiano en paxtioular,de forma definitive por una pondiente refornista cuyo final no’acaba. de verse, Prosiguicndo hasta sus filtimas consecuencias ol, desarme politi oo dé la élase obrera, abandonando toda lucha ideol6gica contra la purguesia, o mis precisamente, defendicndo e infiltrando en el prole- tariado la ideologia pequefio-~burguesa-(la patria, -la-neuttalidad de ~ clase del Bstado y del ejrcito, el pacifismo,...), las burocracias - stalinistas contribuyeron y siguen contribuyendo de forma decisive a la prosperidad del sistema capitalista, a.la atenuacién de sus crisis y @ la newtvalizacién de su encmigo de clase, Unicamente el que algu- nas de ollas mantengan todavic una actitud oscilante entre lo fideli- dad a la URSS y su puesto en los Estados "nacionales". dc 1a burguesia (el PCF termina apoyando 1a invasién de Checoslovaquia, a costa de -- perder muchos miles de votos en las elecciones siguientes) impide ca lificarlos globelmente como partidos a imagen y semejanza de los so— oialdembcratas. clfsicos, A pesar de que la estrategia que condujo a la viotoria de la Revo luoitn China, en 1949, era radicalmente distinta de la propugnada -— por Stalin (que mantenfa la necesidad de la etapa burguesa en las re voluciones coloniales), la direccién china se mostré como una décil= aliada de la URSS hasta algtm tiempo después del XX Congreso (los primeros incidentes serios sucederfan on 1959 y 1a o, Maorsta “ —@dsifn no se consumarla hasta 1963). #1 maoi aio serke ante todo, la teorigacién de las sucesivas necesida-— des pr&cticas de la Repfiblica Popular China: cuando la URSS le reti- ra sus técnicos, se lanza la consigna de "basarse en las propias fuerzas", haciendo de la necesidad virtuds a partir de los graves problemas que el cerco imperialista y el abandono criminal de la URSS le est&n provocando, se teorizar& el "internacionalismo" de la "gona de las tempestades", la supremacia del "viento del este" sobre el "viento del oeste", etc. Sorf también una oritica a la politicos = de la URSS hecha desde 1a izquierda, pero desde dentro; una critica al stalinismo que utiliza sus mismas armas tebricas y politioas ("Re volucién ininterrumpida" + "por ctapas"; direccién proletaria del Eg tado + "dictadura democr&tico-popular", eto.). A pesar del indisouti ble valor que hay que otorgar a la actualizacién maoista de algunos- tomas fundamentales’ d61 leninismo (critica a las concepciones paci-~ fistas y parlamentarias de la toma del poder, criticas al Partido y al Estado "del pueblo entero", ctc.), este carfcter interno de le -- critica maciste se halla on la base de las constantes escisiones de los grupos prochinos, de su lamentable papel on las luchas obreras y estudiantiles europeas, de su completo dosprostigio en Latinoamérica Por otra parte, su internacionalismo oportunista combina el apoyp si, multfneo a luchas guerrilleras (Laos, Tailandia) y a regimenes fan ~ reaccionarios como el de Pakistfn, a organizaciones nacionalistas pe queflo-burguesas como Al Fatah, a reuniones de un antiimperialismo -- tan dudoso como 1a de Argel en 1969, cto., en funcién de las fronte- ras de la "nuevo patria socialista”. Tras la merte de Lenin, los leninistas, aquellos que pretendian- continuar la politica que llevé al prolctariado 2 la victoria on la Revolucién de Octubre, se agruparon en torno a Trotsky. La lucha, =~ primero de tendencia, luego de fraccién, que desarrollarian en el sg - no del partido bolchevique y de 1a Internacional Co-~ PORARROLLO 'HIS- unista, terminaria con la expulsién de Trotsky do - TRoMsKtsuo 16 URSS y las matanzas de trotskistas dontro y fuera de ella, afm on el exilio, Trotsky seguiria creyendo durante algunos aiios on la necesidad de mantener a la III Internacig nal como vanguardia mundial del proletariado, luchando por el cambio de su linea politica, La capitulacién ante Hitler le convencié do -= que todo estaba perdido y le lanz6 a 1a tarea de construfr la IV In- ternacional, El movimiento trotskista, surgido on un periodo do ro-- flujo do 1a revolucién mundial 'y aislado de las masos por 1a bircerg cia stalinista, la policla "soviética" y la tergiversaci6n sistemhti, VY COMUNTSHO ca de sus posiciones politicas, no fue ms que un grupisculo incapaz de dirigir luchas de masas en parte alguna, escindido adem&s en va- vias romas (entre ellas esa secta de alucinados que contituyen el po sadismo), S6to a partir de finales de la década del 60, con la entra da de los paises de capitalismo avanzado.en un periodo de auge revo— lucionario y la agudizacién de la crisis del stalinismo, se han ro- to los diques que impedian a las ideas del trotskismo entrar en con+ tacto con las masas. Pero es nocesario tratar afin de una “ouarta corriente": la que —- pretende saltar por encima de estas delimitaciones histéricas, unifi, chindolas a todas sobre la base de Jas "tareas prhcticas": el centris mo; Si los primeros brotes centristas los hallamos en los grips so= cialistas que pretendicron amalgamar a le II y a la III Internacio~+ nal en tiempos de Lenin, y aunquo ya.on estos grupos potenoe enobn= ; trar las caracteristicas centristas tipicas (despre- Bh CENTRISMO io por 1a teorla xevolucionaria, politica vacilante, progmatismo,...), el "centrismo moderno" tiene unas caracteristicas- especificas que provienen de las condiciones en las que surgib y por las que surgié: la crisis de la socialdemocracia clfsica y de los -- partidos stalinistas y la ausencia de uno direccién revolucionaria - internacional. Esta orisis no dejaria mis caminos e los intentos revolucionarios en los paises coloniales y semicoloniales que los frentes. ecléeticos dco tendencias, unificados sobre la base de la cavecterizacién super- ficial del cnemigo comin (1a dictadura de’ Batista en el caso cubano; 1a dominacién colonial francesa on:el argelino, étc.), protagonize-- dos por dircceioncs pequefico-burguesas, Cuba ejemplificari, on el mar 00 del fracoso general de tales direcciones para romper realmente ~~ con el imperialismo; una salida excepcional: la superacién de las ta reas democrhtioas iniciales hacia la realizacién de medidas, radical- mente antiimperialistas, es decir, socialistas, y le congtruccién de las palancas necesarias para tales tareas, el Estado obrero y el Par tido Comunista. Pero ejemplificar& también las graves contradiccio—— nes de una solucién de este tipo, que el centrismo intentar& resol-- ver sobre la marcha, mediante bienintencionados remiendos. La orea-~ oién de la OLAS y de la OSPAAL expresarfn las exigencias internacio- nalistas de la direccién cubanas pero también su limitade visién de la problem&tica de le revolucién internacional (incomprensién total- del valor de la lucha proletaria.en las ‘metrépolis imporialistas,po? ejemplo), Por otra parte, la teorizacién de la Tinea revolucionaria- en Latinoamérica, a cargo de las elucubraciones de un Regis Debray =. ese estratega del matorral y teérico del engrase del fusil -, inten~ tando elevar al nivel de principios revolucionérios las condiciones- irrepetibles y desgraciadas on que debié hacérse la Revolucifn Cuba- na, ha mareado gravemente el desarrollo de 1a guerrilla revolucions- ria, La metafisica del "foco guerrillero" aislado, el desprecio por el valor de ‘la teorfa marxista leninista y por Ia lucha proletaria * urbana, han tenido ya sus penosas consecuencias, que la experionci~ del Che en Bolivia encarna plenamente, Algunes oxporiencias do luche contra la burocracia contituyen’ una aportacién valiosa de la Revolu= cién Cubana, En contrapartida, esth 1a toma de posicién oportuniste- EL ASCENSO REVOLUCIONARIO EN BL MUNDO / de la direccién cubana en relacién con los acontecimientos de Checog lovaquie, en el cuadro de una ereciente subordinacién a la linea ge- neral de la URSS. En Europa, una cierta "izquierda" interpret 1a Revolucién Cubana como la apertura de una tercera via revolucionaria a nivel mundial,- tan separada del bolchevismo como del stalinismo. Asi comerizé el au- ge en Europe del fendmeno centriste en sus dos variantes: el centris mo de derechas, la mala conciencia de la socialdemocracia, represen- tado fundanentalmente por el PSU en Francia y el PSIUP en Italia, y el centrismo de izquierdas, producto fundamentalmente de la crisis - de los PC y de 1a radicalizacién de los movimientos estudiantiles,re presentado por el SDS alemin. (Las Organizacionés FRENTE espafolas - participarén de ambas variantes segin las 6pocas, las federaciones,~ ete.: ésta ha sido, gin lugar a dudas, la organizacién centrista mas oportunista de Buropa). Fue el auge econbmico europeo el que impulsé el surgimiento de -~ partidos centristas de derechas, cuyo mas clase exponente es el PSU francés, con una clientela formada fundamentalmpmse por asalariados- no-proletarios (que en lenguage, contrista viene a querer decir lo -- mismo que "socialista-no-comunista"), un programa neorreformista --- construido con restos del mis caduco sindicalismo poldtico (1a "teo- ria! de la toma de poderes parciales por el proletariado on la socie dad burguesa) y un lenguage moderadamente marxista. Estos partidos - nunea fueron mucho m&s all& de la fundacién de revistas intelectua-~ les y la organizaci6n de nficleos estudiantiles mas o menos izquier-- distas, que compensaran el derechismo de su politica en otros terre- nos, en los que jamis han llegado a inquictar seriamente a los PC. - Guando la crisis de estos se acenttia (mayo 1968), los partidos cen-— tristas muestran una total incapacidad para ofrecer une alternativa. Por el contrario, las Organizaciones FRENTE realizaron un "oportuno” giro a la izquierda tras la crists ‘del PCB, lo que les pormitid expe rimontar un auge momontfneo, pero que termin6 provocando el estalli- do de sus contradicciones internas. Finalmente, el centrismo de izquierdas en general, ha durado lo - que ol movimiénto estudiantil espontaneo: desde cl momento en que és te entré en un periodo de reflujo y los problemas politicos y organi zativos reales del momento se hicieron ovidentes, el SDS se doscom-~ pondria en varias fracciones, igual quo el FALCEMARTELLO italiano,’ - ete. otc. Los grupos centristas alin existentes, so vuelcan hacia los verda- deros polos de divisién del movimiento obrero: la diroccién del --- PSIUP se acerca cada dia mis al Partido Comunista de Italia y el PSU, presionado por la base de “izquicrdistas" reclutads en mayo, manio-~ bra para aproximarse a la LIGA COMUNISTA, En cualquior caso, tras la aparicién de les nuevas vanguardias marxistas loninistas, la suerte- del oportunismo centrista esti echada. OTL SO servas venguardies :) estas nuevas vanguardias comunistas no tionen nada que vez sun ua Ldemados "movimientos juveniles", eunque sus componontes - . tandamentalmente jévenes obreros y estudiantes, y auagus su ay “i$, baya sido simltinea a la de los grupos ospontaneistns, con ttavios, eto., que integran ese cabtico movimiento, Tus nucvas - saamaréias comunistas esthn contituidas por agucllos grupos cue no +: nam limitado a reflejar de una manere o de otra la idcologia do \aéio estudiantil, sino que se han enfrentado con ol probioma’ dé) ia aia de la direcoién revolucionaria y han comenzado uw resojvor.o it anion manera posible: construyendo unas bases tebricas comnis, a iuplanténdose en elproletariado, en 1a porspectiva do la crea .. de une direccién comunista intcrmacional. Las graves di ev9 ya en este momento tienen estas organizaciones pata consol: 23, fn consecuencia do 1a magnitud de las taroas = qu. se vex on itacas, los obstheulos que las burocracias poncn a su actuacién,~ resién m&s o menos directa de la burguesia, los prodlenas aus ‘ssn para enlazar con una historia de lo lucha comuniste zevo noha sistemAticamente deformada por el stalinismo, Ja propia in- ervia y los vioios politicos derivedos del origon de clase pe~ burgués do la mayorfa do sus componentes iniciales, etc. etc. ius dificultades de la tarea no impiden que la presencia do las w:mordias comunistas on las luchas de clase, comience 2 pescr en ~ “niscion de fuergzas de un nimero oreciente de paiscs. La CRISIS DRL REFORMISMO, i | | 2 LA CRISIS DEL REYORMISMO Y EL OPORTUNISMO EN ESPANA Con 1a derrota del proletariado en la guerra civil y le definiti- va fusién de todos los sectores de 1a oligarquia bajo la direccién ~ del capital monopolista, se abre para la burguesia espanola el perio do.de su reconstrucgién edonémica, Lg politica au. Ed RSYOWCION © ievuuiea de setos shoe no era ablo use wecesidad — LA GUERRA CIVIL ° ° impuesta por las cireunstancias exteriores (guerra mundial), sino también la (mica posibilidad de superar las contrad: ciones internas entre las distintas capas burguesas. La combinaci: de 1a autarquia con la sobreexplotacién de la clase obrera, permitid la obtencién de beneficios sustanciosos por todas estas capas, en es pecial el capital nonopolista y, por consiguiente, la neutralizacién de estas contradicciones, S610 el pequeio campesinado quedé, en ge- neral, fuera del reparto, malviviendo en una economia de autoconsumo @ intercambio, El proletariado acababa de perder una guerra, pero hacia ye dos - afios que habe perdido su revolucién. El primer periodo de la guerra civil (hasta finales del 36), habla constituido una de las m&s gran- des y creadoras explosiones espont&neas proletarias que conoce la — “historia, Entre el anargquismo pequefio-burgués de lo FAI, el caos ted vice y la debilidad politica del partido de Largo Caballero, el opor ‘tunismo centrista del POUM y my especialmente, la labor sistemiti mente liquidadora, reformista haste sus &iltimas consecuencias, del = PCE, inspirada en la politica stalinista de los "Frentes Populares", consiguieron hacerla abortar. A partir de 1937, con la burocracia -- stalinista convertida en gendarme de la burguesia "ropublicana", cl proletariado haria de carne de canén en la defensa de una legalidad- burguesa que la misma burguesia se mostraba incapaz de defender. Las consecuencias fueron, por una parte, la aniquilacién organiza a de la clase obrera y la liquidacién fisica de sus cuadros; por otra parte, su esterilizacién ideolégica, agravada, si cabe, ‘porque- el PCE, cl fmico partido "republicano" que se ha negado a la_rendi-- eién y sigue trabajando politicamente on el interior de Espana, ofre cser& como alternativa a 1a derrota la Restauracién republicana. ‘A principios de la dfeada de los 50, la etapa authrquica dmpezbia mostrar su agotamiento. El relanzamiento econdmico europeo, que se - produce alrededor del afio 1951, agudizé 1a contradiccién que en un - LA CRISIS DE nereado mundial tiene que soportar una economia ba TA ANrangurs sada en criterios de autosuficiencia. ba vuelta de los embajadores, la minima apertura del comercio - exterior, los primeros préstemos imperialisbas, permitirén realizar- un ensayo de gestién fascista de le rupture con la autarqufa: cl r. sultado serh un completo desastre. Aprovechando la_débil ampliacifn- dol mercado intorior, proliferarf afin mis 1a pequefia empresa, dis- - puesta a especular con las "mevas necosidades de consumo". El pro teocionismo estatal a ultranza agravarf la situacién hasta que se dispara un proceso de inflacién galopante que coloea, en 1957, a 1a burguesia ante la alternativa de volver a las cartillas de raciona-~ miento de la ‘etapa authrquica, o romper definitivamente oon ella, EL 1 [UO cenneene COMUNISMO capital monopolista impuso su opcién, no fmicamente por sus intere-. ses de capa, sino por su capacidad de representar los intereses de - la burguesia en su totalidad: para toda la burguesia, el Plan de Es- tabilizacién, es decir, la ruptura definitiva con le autarquia, era la (nica solucién posible, especialmente tras la fundacién del Mereg do Comin Europeo en 1957. La entreda en el gobierno de hombres depen dientes directamente de los monopolios, los tecndcratas del Opus De: fue la consecuencia naturel de las modificaciones sufridas por la -. economia espafiola desde el afio 39. Le cligarquia monopolista habia ~ alcanzado ya una base suficientemente firme como para plantearse la reorganizaci6n econémica del pais; esto exigia la intervencién deci~ siva del Estado en el proceso econémico y, por consiguiente, el con~ trol directo monopolista govre él. Pero hay que sehalar que este con trol no supondr& Ja desaparicién de la burocracia falangista del go~ bierno: sin las andaderas fascistas, en especial la ONS, el capita-- lismo monopolista de Estado espayiol no podia, ni todavia puede, se-- guir andando, El movimiento obrero, durante este periodo, cubriria diversas fa- ses, desde los espasmos de protesta de la inmediata posguerra (res—- tos de resistencia antifascista), a las huelgas del 51 (que suponen- ya una ruptura con la problemftica de la guerra civil) y, sobre todg las luchas del 58, de extensién y radicalismo superior, iniciadas en Asturias como respuesta a las medidas de pre-estabilizacién que ha-- pian afectadio my duramente a la mineria del carbon. Bl PCE, cuye actuacién politica vena marcada por la contumag fi- delidad de su dircecién a la politica frentepopulista y por los ejem plos de valor personal de sus militantes en el interior, aprovechar& le fuerte recesién econdmica y 1a experiencia de las luchas del 58,- para realizar uno de los montajes mas espontaneistas, mis subjetivis tas y ajenos 2 la lucha de clases que jam&s haya intentado partido - alguno: la huelga general politica de 1959, que transcu'rtié entre la indiferencia general, a pesar de la gigantesca agitacién que el PCE organizé en torny a ella, El Plan de Estabilizacién, financiado fundamentalmente con capi- tal exterior (50% de USA), supondr4 una primera etapa de autoselec-. citn capitalista, que hundiré las empresas mis iaprodustive® de en- tre las surgidas en la autarquia, acentuarf el pa-- ee reer yaugn pol do la Banca on ol conjunto de 1a economa nacig - nal, pond& las bases para una posible transforma—- cién capitalista dei campo (mediante la emigracién masiva de brace- ros y pequefos campesinos arruinados, bien a la ciudad, bien a dis- tintos paises europeos), erear& los actuales sectores industriales ~ punta y, fundamentalmente, iniciar& 1a incorporaci6n de Espana como eslabén retardado de la cadena imperialists, Espana, ni entonces ni mucho menos ahora, est en una situacién colonial: la burguesia espa fiola forma parte de la burguesia internacional, ha propiciado una pi lhtica de interponetracién internacional de capitales o nivel do a presa (HUNOSA, ENSIDESA,...), reservéndose al mismo tiempo una cie. ta capacidad de maniobra (comercio con Cuba y paises Grabes, ciert: exporteci6n de capitales a Eispanoamtrica y Africa,...). En el afio 1961, se iniciar& el relanzamiento de la economia espa» fiola, que taer& consigo la mayor movilizacién obrera de la posguerre: las huelgas del 62. Iniciadas en Asturias, en el marco’de una crisis de supervivencia ” acs aH del sector minero, dan vida espontdneamente a di aera aS ERD ferentes tipos de comités de tmelga y solidari-- VIMILEN dad y constituyen la primera gran experiencia es pafiola de lucha y organizacién proletarias al margen de la legalidad A reformistas y oportunistas corresponde la responsabilidad, no s6lo @e su agotamiento, sino también de su no generalizacién al resto del proletariado espaol. $1 PCE, escarmentado por la experiencia del 59, acudira tarde y - mal a Asturias, e intentar& posteriormente subirse al carro del movi tidento espont&neo que se habla gencralizado al pais vasco, Cataluia, etc, No sélo no lo consiguib, sino que tampoco parecié sacar ninguna ensefianza de la experiencia. Siempre por detrés de la espontaneidad- proleteria, mientras la clase obrora boicoteaba las clecciones_ sin- dicales posteriores a las huelgas en distintos lugares de Espana, el PCE lanza le consigna de presentarse a clecciones y presenta 61 mis- mo a sus mejores militantes, En los nucvos sectores punta do Madrid y Sevilla, las siglas de - Comisiones Obroras (CC.00,.) servirfn para caracterizar una lucha com pletamente difcrenté a la de Asturias: la lucha sindicalista de los anos 64 y 65, Estas CC.00, fueron: estructuradas por el PCE y otros + xeformistas (AST, falangistas de "izquierda"), apoy&ndose en un movi wiento de masas ostrictamente veivindicativo y paralegal. Ser& sta a experiencia que cl PCE pretenderh_generalizar posteriormente, a - través de su sparato y reuniendo en "mesas redondas" y "coordinado yas" a los reformistas m&s notorios de cada localidad (Barcelona, Bilbao, Zaragoza, etc.). Asi, se desprecié 1a experiencia del comité de huclga asturiano,y las 00,00, se uonteron como un medio para la lucha reformista, como- la alternativa que el PCE ofrecia a los "sectores mis dinfmicos de ~ ln cconomla espafiola", como recanbio a los viejos sindicatos vertica les, El margen de tolerancia burguesa que permitin el auge econbmicg iment una gran extensién de las CC,00. y el PCE, que pugnarf desde ellas por su reconccimicnto legal, intentando convertirlas cn el oje de une fusién de fuerzas democrfticas, intento cuyo fracaso cs debi- fo a que tales "fuerzas" solo existen en le imaginacién de Santiago- lo, En oambic, especialmente on Madrid, prosperarf una alianza @ nivel de CC.00, entro el PCH y distintos grupos cristianos, en es- Pecial lo AST. Ni que decir tione que esta alianza se fundamentaba - @ la absoluta subordinacifn a las decisiones del PCE, por parte de los demis grupos (sindicatos amarillos en miniature, pero con dinero gpouibilidadas “Legales" de diverse indole: multicopistas, locales, Oe) El tinglado carrillista se complomonté con la utilizacién del mo- ento Universitario como punto de apoyo y portavoz de su politica ‘Bee primeros brotes de lucha en la Universidad, desde la posguerra,- 2 lugar en el curso 56-57, en forma de lucha contra el SEU, = agus Gondensaba todas las taras de le propia Universidad espafola. Es aw ons GOUT SO te primer movimiento de carfcter democr&tioo, fue impulsado enorme-~ mente por las huelgas del 62 e inmediatamente capitalizado y poten- . ciado por el PCH, que lo utilizar& en dos sentidos + Re OTEMEAT por una parte, para deearrollar una lucha denooréti~ ca, ahora planificade, contra el SEU, en nombre de ~ un sindicato "unitario, representativo, ctc.cte."; por otra parte,ng ra apoyar y propagar las acciones de CC,00, La instrumentalizacién - del movimiento universitario duraria lo mismo que los €xitos de las- Comisiones. Unos meses después de que se fundaran el SDEUB y el ~-- SDEUM, culminacién de la politica universitaria del carrillismo, co~ menzaba la crisis de la economia espahola, y el 27 de Octubre de -- 1967, las 0C.00, tenian su filtimo espasmo de vida en Madrid, Le coin cidenoia de esta crisis con la presencia del oportunismo de izquier. das,‘ que englobeba a los estudiantes izquierdistas formados en la ly cha de estos alos, on especial del FLP en Madrid, eliminar& el con-- trol del PCE sobre la Universidad. La propia inercia del movimiento, otenciada por los grupos de igquierda que trabajaban en su scno --- FLP, FOC, FSF, UNIDAD, o mis recicntemente, PCB(i) o BANDERA ROJA), precipitaria al movimiento estudiantil on un activismo desénfrenado, yalioso en lo que tuvo de ensayo de nuevas formas de lucha, de faow. tor de discordia pare la burguesia espafiola, Agravé la crisis del - PCE y o la larga oontribuyé a que se produjera el propio estallido- do los grupos oportunistes, en el momento cn que se estrellaba con- tra su techo natural: su imposibilidad de unirse a un movimiento -- obrero desorganizado (cuyas "venguardias" cofan en picado, en aquel mismo momento) y de constituirse en movimicnto revolucionario autb- nomos so Durante los afios 63-66, la politica carrillista fue refornista,- pero al menos era una politica posible, cuya culminacién "tebrica'- estaria constitulde por el "Nuevos enfoques 2 problemas de hoy", to do un ejemplo de "programa~hrbol-de-navidad", donde cade capa o ola so supuestamente antifascista tiene preparado su re TA GRISTS B00, galo. La crisis eoonbnica rodujo esta pol{ties al - absurdo, 2 pesar de lo cual el PCE intent cont: nuar mantenifndola, precipitando asi su propio hundimiento, Ante una crisis inflacionista, agravada por las repercusiones del comien! zo de la recesién en Europa (crisis del mercado de trabajo en Aloma nia, recosién en Italia, crisis de la libra esterlina, ), 1a bur- guesia espahola cerrar4 filas. Indureccer4 su politica y pondrf en - marcha su segundo plan de estabilizaci6n cn menos de dicz aos; el proletariado pagarh nuevamente los platos rotos. Los salarios se -- congelarfn una vez que la inflacién ha reducido su poder adquisiti- yo, y los precios se "bloquearén" une vez que la inflacién los he - colocedo a un nivel suficientemente elevado. Durante un par de snes la burgucc4a so dedicarf a recuperar oon_creces los que el proleta- xiado habla podido arrancarle en cinoo afios de lucha. As{, a partir de 1967, en un periodo de agudizacién de 1a lucha- de clases a escala internacional, la entrada de la economla espano- la en un periodo recesivo y el auge de la represién dirigide al deg mantelamiento de los organismos do lucha refornista y paralegal (02 Lk CRESTS DED 1 ORMISMO Y BL OPORTUNTSMO Vg misiones Obreras, Sindicato Democrhtico de Estudiantes, ete.), forja dos en el anterior periodo (1963-66), en un clima de auge econdmico- y "liberalizacitn", situarén al movimiento obrero y estudiantil ante una clara alternativa, 0 bien se emprendia la transformacitn total - de las bases politicas, organizativas e idedlégicas de la lucha, pre parando las condiciones de un movimiento de masa dirigido desde posi ciones de clase proletarias, con un posible relanzamiento en otra fa ge; 0 bien se abandonaban las organizaciones obreras y estudiantiles existentes - basadas on presupucstos demoorktido-burgueses, reformigs tas-y sindicalistas, y en formas de acoibn legalistas y petioiona- vias - a un proceso de descomposicion politica y, liquidecién orghni- oa, dejéndolas expuestas a los golpes represivos y desermadas ideolb gicamente ento las maniobras mixtificadoras de le burguesia, La politica del PCE, a partir de la crisis, pasar& a combinar un subjetivismo agudo en la t&ctica y la orgenizacién (continua convoca toria de asambleas y manifestaciones, "las Comisiones son legalos",- ete.) con una linea general ultra-oportunista (propuesta de apoyo a grandes burgueses evolucionistas para "arrojer a los ultras del po-- der"), Asi, las CC.00, ni pudieron plantearse ninguna accién minima-~ mente adecuada a las nuevas circunstancias (como en toda crisis, na~ da ffciles para -los reformistas), ni pudicron defenderse de la repre sién que se.les vino encima, Por si esto fuera poco, y como mucstra- del "giro a la derceha" con el que Carrillo reacciona ante cada gol- pe répresivo, los restos de CC,00, se disolverfn en montajes de tipo “Comisién Civice",... En realidad, el que no se haya producido ain ~ la convergencia entre los intereses de los monofolios y los del par- ido de Santiago Carrillo, se debe fundamentalmente e que a la bur-~ guesia espafiola no le interesa por ahora esta "fraternizacién", en - gusencia de un verdadero movimiento revolucionario que poridria sobre el tapete la necesidad capitalista de contar con los burécratas para reducirlo y moderarlo, : La crisis del control del PCE abre caimino a 1e politics oportunig ta de derechas, que se coneretar& en la "tendencia anticapitalista - en CC.00,", protagonizada por el FOC, Una alianza centrista englob6- a socialoristianos, toda la ralea de sindicalismo y al FOC, organiza dor y teorizedor del conjunto, en torno a un plan de accién que das- plazar& al PCE de los 6rganos burocr&ticos de direcoién de CC.00, Pa ra ello se utilizaron "llemamientos" ala representatividad, obrerig mo y, sobre todo, una cierta capacidad para la maniobra parlamenta-- ria, La creaci6n superestructural de CC.00, en Barcelona, facilité ~ el &xito del plan, La nueva direcci6n revelaria enseguida que su fag tor de aglutinacién no era tanto cl anticapitalismo (que se entendia en su sentido mis socialdembcrata, sin plantcarse jamis la cuestién- de 1a destruccién del Estado...), como el anticomunismo, animado fun damentalmente por los militantes cristianos (cantera de la que se nu trirla posteriormente el grupo ?QUE HACER?), La reanimacién de las ~ €C.00, de Barcelona mo 90 deberis m&s que a las mejoras técnicas in- troducidas en su aparato: nada fundamental habla cambiado y esta rea nimacifén seria riecosariamente temporal. La inestable alianza que sos tenia e estas CC.00, de nuevo tipo, no resistirh las primeras eriti- cas de izquierdas de una minima consecuencia, fundamentaimente las - del PCE(i). ElL-Estado de Excepcién consumaré la ruptura, Las Comisiones Obreras de Barrio de Madrid, fundadas por grupos - pro-chinos, serian otro intento, este infinitamente mis torpe, de transformacién de CC.00,, en este caso desde fuera, Los chinos lucha ron desesperadamente desde ellas para buacarse un sitio, el que fuc- ra y como fuera, en algunas de las "ooordinadoras" de Carrillo, pro= cisamente cuando se habia iniciado ya la bancarrota de les Comisiom nes. Y no sélo esto, también se "teorizé".el caracter revolucionario de la pequena. burguesia, se intenté agitarla en torno 9 temas tan, atractivos como la guerra de la Independencia de 1808, se "proletari 26" a estudiantes como dependientes. de las tiendas del berrio, se L- cambié de linea de la derecha a la izquierda (muy moderada), cuatro o oinco veces,.sin conseguir jamis nada. La "base obrera" de C.0,B." se gompuso, en sus mejores momentos, de oficinistas, peluqueros, limpia botas, etc. etc, Las C.0,3.. acabaron disolviéndose por inutilidad y por cansancio, E En enero de 1969 se promulgaba.el Estado de Exrepcién. Hubo inter pretaciones para todos los gustos: desde la del PCE(i), que afirmh ~ que la medida habla sido tomada conjuntamente por Carrero Blanco’ y Santicgo Carrillo, para acabar con "nuestro partido", hesta la del’+ BL ESTADO DE BX. POH, afirmando que se ovidonciaba ol carfcter' an- CEPCION ¥ sus teaOnico de las contradicciones entre. "ultras y ~ CONSEOUBNOLAS evolucionistas" y la victoria de. los’ primeros.” Pe ro el Estado de Excepcién, ahora of que ya no que dan dudas, no fue m&s que. un periods’ en el que la burgucsi= se garan tiz6 unas condiciones 6ptimas para el relanzamiento de la oconomia = nacional. Hl-Estado ‘de Excepci6n pone al desnudo la correlacién de - fuergas en el sono de la burguesta, acelerando el proceso, iniciado~ hace ya muchos afos, que culmina con un hecho fundamental: la direo+ cién del Estado es asumida ‘total y dircctamente por cl capital mono- polista, que concentra en sus manos toda la iniciativa on la lucha » de clases, La oligarquia monopolista levanta'a su gusto su hegemonia sobre las demis capas burguesas, arrincona a los auxiliares fascis-- tas yo embarazosos y molestos (pero de los cuales no puede todavia - desprenderse por completo), conticne los: impetus liberales de sus fracciones mis “esclarecidas" y mantiene la politica de explotacid: yopresién sobre la clase obrera, ‘jugando al mismo tiempo y "selecti, vemente" sus cartes integradoras (todavia my débiles) y las cartas de la represi6n. ~ t Pero la lucha proletaria no Ha cesado, ni.durente el Bstado de Bx cepeién ni después, incluso se incremonta posteriormente. Es una f: sé en que se agudiza la lucha de clases;. la falta de una direccién - revolucionaria y, por consiguicnte, cl caracter espontineo del mov: micnto obrero, desarman al proletariado frente a la poldtica burgue~ 8a, der ne og Sin embargo, la clase obrera:ha.podido apuritarse una importante victoria: su fucrza ospont&nea ha desbordado a sus aletargadas "van- guardias", Todas las organizaciones reformistas, sindicalistas y. oportunistas, van cayendo, una detris de otra, como los frutos podri I LA_CRISIS DEL REFORMISMO Y dos de un frbol que el proletariado empieza a agitar. Al evidenciar- go la enorne distancia existente entre las tareas que todos estos -- grupos se autootorgaban y que debian realizar, y eu real y manifies- ta incapacidad para llevarlas a cabo, al salir 2 la luz del dia la - ineorreecién esencial de sus lineas politicas, un estallido general- @e contradicciones recorre el pais, contradicciones agudizadas por ~ el endurecimiento de la lucha de clases y llevadas hasta sus fltimes consecuencias por el propio movimiento obrero. ‘Ast, UNIDAD de Medrid (vulgarmente llamado "los tenderos", esci-~ sign pro-china ortodoxa del PCE(i)), BL COMUNISTA, el mismo PCE(i),- las Organizaciones FRENTZ, etc,, estallaran sucesivamente en distin- tas fracciones 0 desaparecerfn sin que, en la moyoria de los casos,~ la represifn los hubiera ni rozado, BTA se embarcar& on una dialécti ca de accién-represitn-accién, protendiendo inktilmente arrastrar i tras ella a la masa de 1a pequene burguesta vasea, partiendo de un - a&bil apoyo popular, El PCE, finalmente, sufriria un quebranto muy - serio en ou influencia sobre la clase obrera, a la que una ves mas ~ habla desarmado ideolbgicamente on un momento crucial. SE CIERRA, POR TANTO, EL PERIODO BNCABEZADO POR LAS COMISIONES - OBRERAS REFORMISTAS, Y SE CONSUMA LA CRISIS DE LAS ALTERNATIVAS IZ—~ QUIERDISTAS AL MISMO, INCAPACES DE OFRECER UNA SALIDA REVOLUCIONARIA, Ia izquierda espafiola queda diseminade en un conjunto de néufra-— gos politicos entre los que proliferan, on el caso de los obreros, - ode tipo de espontanecismos, antipartidismos y recaidas en el sindi- calismo (alimentadas por grupos como AST, y especialmente "QUE Hi- - CER"); entre los estudiantes e intelectuales, se propagan las postu- ras contestatarias, "antiburocriticas" on_su sentido mis anti-leni-- nista, ol teoricismo althusserista, etc. El PCE se replegs cada voz mis a su medio natural, "las fuerzas de la cultura", ale espera de tiompos mejores. Le burguesia afronta directamente los problemas de la integracién en ol Mercado Comin Turopeo. Mientras, los "restos organizodos" inician una feroz carrera ha-~ cia los nfufragos; algunos, haciendo rfpidas autocritices y cambios- relampago en los "nétodos de trabajo", vuelven a salir pronto c la = calle, a fin de sacar tajada de la situacién, Otros, revisen concep~ tos anteriores para aligerar su peso.y correr mis. Finalmente, le -- Qlionza poco duradera de "QUE HACER" con BANDERA ROJA, versi6n corre gida del FOC, presontar& tambign su candidatura. B1 oportunismo de - ¢ todo tipo yvuélve a la carga, bajo muovog djsfraces, pero ahora ye po puede opultar su escnoia, y ou vida serf mis corta’que en el pasado, En medio de este marasmo, las importantes luchas obreras espont& neas, asfixiadas por la falta de 1a mis minime direccién, enfrentan una vez m&s a los revolucionarios de Espafia a su tarea crucial: la construcci6n de le direccién comunista del proletariado espaol. SMO [Voz LAS ORGNIZACIONES FRENTE HACTA BL GRUPO COMUNISTA Estudiar el fendmeno. producido en 1969 en el FRONT OBRER DE CATA LUNYA, es decir, 1a conformacién de una escisién de izquierdas, el - estallido del FOC y la extensién vertiginosa de le crisis al resto - de las Organizaciones FRENTE, significa estudiar las caracteristicas peculiares del centrismo en Espana y la coyuntura.de la lucha de.cla ses en invierno de 1969. En proximos nimeros de esta revista nos pro ponemos publicar una serie de trabajos correspondientes a la revim= sién oritica de aquel periodo, trabajos que, adem§s de servir al es- clarecimiento de los fenbmenos que dieron lugar al nacimiento de 1a "Fracci6én de las 0.F.", reflejan una problemAtica mfs general. El proceso de maduracién de los oportunistas de izquierda en el FOC Ala crisis del PCE y de CC,00,, al entrar el afo 1969, logicamen te debia seguir la bancarrote del FOC y de todos los oportunistas -- que, comandados por este grupo, habian presentado or. alternativa al PCE dentro del terreno de juego del mismo. Concretanente, nos referi mos a la "tendencie anticapitalista" de CC,00, y a las 0,0.J. El FOO intents salvar la cara mediante un desmarcamiento organizativo total frente al PCE (las C,0, por Zonas) y mediante un viraje izquierdista que colocaba, de hecho, las riendas de la organizecién en manos de ~ su sector oportunista de izquierdas, El FOC, como organizacién centrista hasta la nédula, tenia una -- tradicién esenoialmente reformista (enrojecida lo suficiente para guerder distancias frente al PCE), en cuanto a la linea politica, acorde con las posiciones de su direccién y clientela (la pequeha - burguesia tecnocratica, los téenioos inferipres y una aristocracia - obrera conformada a su imagen y somejanza), En cl momento de crisis del reformismo, el centrismo sd1lo podia salvarse desmarcfindoso de -- sus posiciones mis derechistas y orientando su linea en funcién de - los presupuestos. politicos mas "rodicales". Este es cl papel que des empefian los oportunistas de izquierda del FOC, Sin embargo, este brusco viraje de la linea politica tenia que -- treer consecuencias mis‘ profundas: ol choque de la izquierda con la direceién tradicional, y el combio de clientela politica (que se des. plaza a jévenes obréros de pequena empresa y estudiantes universite- rios). Asi, las posidiones se polarizaron con gran rapidez, en cl in terior de la organizacién, haciéndose incompatibles a medio plazo,La ruptura del FOC con su pasado se hacia presente, en cada momento, -- desde marzo de 1969, acelerada sobre todo por el intonto de los opor tunistas de izquierda de encuadrar en la organizacién a la nueva -- clientela politica, mediante la creacion de unas Juventudes, como ba se fle operaciones para la toma del poder en la organizacibn. Hay algo que caracteriza 2 la fraccién de mayo del 69 respecto de las anteriores escisiones de izquierda (coneretamente, del grupo -- "PROLETARLO", escindido en verano del 68): a) un proceso mis prolongado de incubacién por parte del sector opor tunista de izquierdas (afincado en la Universidad y en COJ, sobre todo), que le hizo asumir desde dentro del FOC una serie de plantea~ i, Bb GRUPO COMUNISTA | / HACL. mientos criticos respecto de la politica frentista. Mientras que las anteriores escisiones habian cristalizado con cierta rapidez on tor- no 2 posiciones concretas y paroiales, qued&ndose recluidas en uno- o dos sectores de la organizacién, nuestra fraccién, por unas deter- minadas condiciones historicas, estaba mucho m&s extendida, aunque ~ su cohesién politica era mis reducida, >) Bl carfcter coyuntural del momento fraccional también es caracte- ristico de las condiciones de 1a fraccién. Bl que las posiciones- fraccionales afectasen a clomentos de la direccién, procisamente a - los que desempenaban en aquellos dias un papel preponderante, el que las estructuras organizativas estuvieran en franca descomposicién y Jos militantes en general hubieran perdido en aquel momento se tradi, cional chauvinismo do organizaci6n, sentb las bases para que la pol mica se extendicse a todos los puntos del FOC, permitiondo a los ~ = oportunistas de izquierda no s6lo abrir los temas de fondo, sino ade m&s claborar una minima thctica interna de actuacién durante la cri- sis. Buostra experiencia fraccion: Ya desde el final del verano de 1968, cl ala oportunista de iz- - quierdas venia manteniendo una serie de posiciones do hecho. Pero an tes de que estas tomas de postura pudicran desembocar on unas alter- nativas positivas, se precipité la reaccién derechista, que pudo apo yarse cn el descontento antiburoerStico que reinaba en parte de la - base (sobre todo, del sector obrero). Estas reacciones suelen produ- cirse a menudo en las organizaciones de corte stalinista y se mani-- fiesten siempre después de un periodo de gran esfuerzo militante (co mo lo fue el Estado de Excepcién, cl montaje de Zonas, como lo fue-- ron el 1 de mayo del 68 y 69), y de grandes virajes politicos. Si -- bien tales reacciones antiburocrhticas por parte de la base obrera ~ oontienen elementos de conciencia de clase, éstos fueron tan rudimen tarios en el caso del FOC, que la derecha consiguié capitelizarlos y volverlos contra los oportunistas de izquicrda, "principales culpa~- Dles de los métodos burcerkticos de trabajo", etc, Escudéndose en esta reaccién, los elementos de derechas de la di+ reecién y del nacleo fundacional montan el proceso al "dogmatismo",~ al "teoricismo", a los "pequefo-burgueses izquierdistas", etc., en - nombre de un obrerismo exacorbado y de la reduccién del marxismo a ~ un puro "mbtodo correcto de trabajo y de anflisis", La lucha fraccio nal de mayo del 69 fue una lucha constante por conseguir que omergie xan los planteamientos politicos de fondo por encima de toda la pala breria de dercchas, Si de algo tonomos fundementalmente gue autocri- +icarnos de nuestra actuacién entonces, es precisemente de no habor~ provisto con suficiente antclaci6n los hochos, de no haber preparado le oscisién. Tan s6lo una vez abierta la crisis, el nficleo fraccional, en un - principio my reducido, elaboré una thctica que, por una parte, tu-- Viera en cuenta la riguisima experiencia en luchas fraccionales que Mos habia aportado nuestra militancia on el FOC y, por otra, consi-~ @uiera sustraer al influjo de la maniobra derechista a militantes -~ Que se consideraban valiosos. Las anteriores crisis, determinadas —~ 4 So COMUNISMO por la aparicién de reducidas minorias fraccionales que se situaban- fuera de la organizacién, esperando convencer al resto de la base mg diante llamamientos, hablan sido facilmente combatidas por la dire cién. Asi es como se decidié una tactica que combinase la accién de~ un polo abiertamente fraccional, con un pie fuera de la organizacién, oon el estimulo de posiciones centristas que pudieran ser radicaliza das progresivamente hacia la izquierda, conforme la derecha se iba ~ emperiando en una politica represiva que se vela inevitable. Ello sig corgonizarse, sino permanecer el miximo de tiempo posi ble, "hcerse expulsar", En efecto, el primer punto del orden del aia (punto que ocupo tres sesiones) de la IV Conferencia del FOC, se - ~ anunci6 ya explicitamente como el "punto de las expulsiones", El estaliido de las contradicciones en el FOC pone al desnudo lag contradicoiones de toda la Zederaci6én, y m&s tarde las de cada orga~ nizacién frontista local, Bl impacto de la crisis fraccional serf -- plenamente asumido por el FLP de Madrid, le m&s radical de las tres organizaciones, que entya en un proceso de autodisolucitn. A partir, de ah‘, y ce una forma escelonada, 2 veces "espont&nea" y a veces -~ “provoceda", el octallido se irk propagando al resto de organizacio- nes regionales y locales, dependientes del FLP y del FOC, Comparti-- mentada en su rogionalicno de via estrecha y oxtraordinarianente coy trolada por 1a diroccién de singular burocratismo, ESBA (la organi- zaci6n de Dazk xo de inmediato oon las 0.¥., manteniondo st agoniz do fc hasta octubre, en que se autodisuelve. Ta organ én centrista m&s radical de Europa, en una coyuntura excepcional (enulecién efectiva del papel del PCE) ha sufrido la ori sis mis fuerte que hayn soportado el centrismo desde los afos 50, Las 0.F. hen Gescpareciao. 63 exiebicas de composicién de clase y nivel politico de = os we 1a fraceién vienon determinadss por las mismas cog etivas en que se vealiza la esdisibn, Bn una organiza- - ta, estructurada segin uaa trilogid de castas (pensanteg Ss y ejecutantes), en la que le direccién est& compuesta mg yoritariamente por viejos cuedros frentistas., y en la que la base -- obrera tiene un bajisimo nivel (cl necesario para asimilar y ropetib consignas), la composicién politiea y de clase de una fraccibn de ig quierdas viene dade coro resultante de todos estos factores: funda mentalmente, universitarios o ex-universitarios (y algunos obreros + Jévenes), es dee: composicién de clase pequeno-burguesa, y cuadrod intermedios. Hay que toner en cuenta, por otra parte, le herencia politica (mg todos empiristas y pragm&ticos de trabajo, liberalismo, ete.) y teb= rica (divisién on categorias, atenuada pero existente dentro de la ~ fraccién, confu: ‘onismo por una falta de visién de conjunto, ote.) herencia debida al mismo factor de minima maduracién do unos presu-~ puestos politicos nuevos. En estas condiciones, habla que hablar, mi¥ que de una ruptura politica, de una ruptura organizativa para 1a - 7 ereacién de un grupo politico on la porspectiva de construccién 4 Partido Comunista. A OF HACLA EL GRUPO coMuMnsm, _ I9 DE_LAS zativa o le ruptura politica le ruptura orga Las actividades del nucleo fraccional durante le primera mitad -- @el verano deben verse centradas principalmente en unas tareas de so lidificar y extender, tanto en la teorfia como en la pr&ctica, todo — lo extraido de la crisis de las 0.F. (concretamente, esta actividad- se orienté a consolidar, a nivel nacional, nficleos fraccionales con posiciones politicas similares), Bl fruto de esta actividad es la -- consclidacién del n&cloo de Madrid, surgido del estallido del PLP, y gu incorporacitn politica y organizativa al nicleo fraceional ini- - oial, En la segunda mitad del verano y cl otoig, nuestra actividad - sblo pucde analizarse, hoy, como una pugna interna constante por li- berarnos de nuestra herencia empirista y espontaneista, tanto en la prhotioa tedrica como en le pr&ctica politica en el seno de la lucha de class. las heterogéneas caracteristicas de los nicleos fracciona les altornaron fases de acentuado pragmatismo (predominio de los nfi- @leos presionados por un considerable nfmero de orlas, con tendencia @ lenzarse enseguida a la pr&ctica externa), con fases de estanca- iiiento on polémicas teoricistas (predominio de los nficleos que, prac ticamente sin orlas, o s6lo con orlas universitarias, tendian a cen- trarlo todo en la discusién teérica interna). Bsquem&ticamente, pue- @en sefalarse tres ctapas en nuestro desarrollo politico hasta hoy: Sentada como tarea principal, al contituirse 1a fraceién, 1a ne~- @esidad dc buscar unas bases tedricas commistas para la practica po Utica, se plantean dos modos diferentes de cubrir oste objetivo: - PRTIGRA RO, pretendicndo delimiter estas bases tebricas a partir Sprap, de la “experiencia entre las nasas", y de una rudimontaria "teorla previa", heredada del oportunismo de izquierdas en el FOC y depurada después mediante la "Autocritica"; otro, pamtiendo del "método marxista" como método cientifico de la elaboracién de la teorfa, Para cl primero, so tratarfa de "suscitar movilizaciones an- sticapitalistas de masa", enseyando nuevos tipos organizativos, nue- vas formas de lucha on la ompresa, refloxionar lucgo sobre las expe- ricncias acumladas y construir o partir de aqui cl Partido y su pro groma. Para el otro, todo se centraria on estudiar el materialismo — dialéctico, abordar entonecs cl marxismo lcninismo, demostrando su = eorreccién, y claborar scguidamente las "bases tebricas comunistas". En el fondo de estas dos concepeiones se escondia nuestro logado ntista, El empirismo y ol teoricismo, los dos polos de esta hercn oportunista, se manificstan aqui, capitalizados por nicleos frag lonales de diferentes localidades, como una divisién de la teoria y practica a nivel nacional: ora una verdadera relacién "federal" ~ tre la teoria y la prfctics, La etapa siguicnte significa un avance en la comprensién’ de las as a cumplir: se llega a comprender que nucstra tarca de olabora. Eo eién de la teorie pasa por una delimitacién previa a todo PAPA planteamicnto ostratégico y thctico revolucionario: la ne- : cesidad de unas bases tebricas comunistas arraigadas en cl Ee: leninismo, Pero la superscién y zuptura con ol empirismo so @ cabo on nombre de un marxismo leninismo "puro", es decir, Z ) COMUNISIO olvidando que éste sc encuentre actualmente dividide en un abanico - de corrientes distintes y contradictorias entre si, Esto plantearh ~ el viejo problema del oportunismo teérico: el eclecticismo, La superacién del eclecticisno, la delimitacién tebrica correcta- dentro del marxismo leninismo, dentro de une de sus corrientes, todo ello ligado a la bisqueda de un enfoque de las tareas actuales de la construccién del Partido, determinan cl cardcter de esta fase: csen~ cialmente "intcrna" y ompantanada en polémicas cientifistas (1a di-- soceién de la teorfa"; los principios del marxismo leninismo busea-- dos en lenin y tomados como juez del desarrollo posterior del marxis mo leninismo, etc,), Detorminan también el desprecio y la lentitud - de elaboracién de la revisién critica del movimiento obrero espanol- en los filtimos afios, A partir de una ruptura total con la anterior problemitica empi-- vista, ecléctica y a fin de cuentas oportunista, nuestro trabajo se~ centra en el desarrollo de los presupuestos politices b&sicos para - curcera 2 Construccién de un grupo politico, vinculado y delimita Bap, 40 em el seno de una corriente politica internacional del marxismo leninismo, a partir de la cual, sobre la base de la revisién critica, puedan desarrollarse unas tesis estratégicas y theticas minimas para la actuaci6n revolucionarias; todo ello, enmar= cado en una determinada via hacia 1a construccién del Partido Comu-- nista en nuestro pats. Hacia el grupo politico comunisia El punto de partida en cl camino que conduce al Partido Comnista consiste en el asentamiento de unas bases teéricas, arraigadas on cl marxismo leninismo. Esta tarea constituye actualmente el eje central de nuestra actividad, una vez situada dentro de una perspectiva his- térica y politica de construccioén del Partido. Tal perspeetiva se -- concreta hoy en nuestra constitucién como grupo politico, primera fa se organizativa que permite una practica politica, une puesta e prug ba de las bases tebricas de partida, que permite, en suma, iniciar - ol _avance hacia estadios organizativos superiores, Este es, on sus rasgos generales, ol pedestal desde el cual podg-- mos hacer una valoracién critica del proceso que hemos soguido desde la escisién hasta hoy. En nuestro camino, cuyos avances y estanca~ - mientos, cuyos virajes y enderezamientos ya hemos caracterizado bre~ vemente, hay algunas cuestiones que merecen atonci6én especial, por - nuestra parte, acsde el punto ae vista de las posiciones actuales, - porque pucden aportar algunas onsofianzas, a) En primer lugar, la revisién critica del periodo anterior dcl mo- vimiento obrero espafiol y de nucstras exporiencias on 61. Esta Au toeritica de toda una fase de prictica frentista se nos aparecib co- mo una necesidad abscluta, desde los primeros dias; lo que ha voria- do profundamente 2 lo largo de estos meses, han sido las concepoio-~ nes sobre su carfcter y su funcién. Inicialmente, su papel habia que dado reducido, de forma mechnica, a un puro documento histbrico de - explicitacién y liberacién de vicios hercdados. Después, pasamos a - situar la imporbancia politica de la valoracién critica acl periodo- GRUPO DE Jas OF HACTA BD anterior, la reaccién ante el peligro de edificar nuestra opeién pom Utica sobre la base de los resultados de la Autocritica, nos ha lle vado frecuentemente @ menospreciar su riquisimo valor en’ el plano ~ eoncreto de lag cuestiones estratégicas, thcticas y organizativas. - Hoy, somos muy conscientes del lugar secundario que ocupan los crite rios politicos deducidos de una revisitn critica, mientras no se ha- yen sentado unas "piedras angulares" del marxismo leninismo, en tor- no a las cuales articular los datos concretos de la lucha dé clases, Pero a la vez, somos muy conscientes de 1a vital importancia que tig nen para nosotros tales datos, desde el momento que nos capacitar&n- pare desarrollar un tipo y volumen de tareas que de otra forma nos — estarian vedadas. En suma, las conclusiones de la Autocritica contri, buirén enormenente a configurar nuestros primeros pasos como grupo — politico, facilit&ndonos el problema de claborar alternativas conerg, tas a situaciones concretas, alternativas basadas en mumerosas oxpe- ricncias de la lucha de clases en Espafia y en el momento hist6rico — actual. b) Ya sefialamos antes el problema del método en la construccién de - las bases tebricas coministas. Deciamos que hab4a una postura "me todologicista", que partia del "método marxista", el materialismo -- dialéctico, como método cientifico de la elaboracién de la teorfa, - Parc tal postura, se trataria de buscar y delimitar este método "co- rrocto", para emprender con 61 el camino a través de la historia del marxismo leninismo, a través de las elaboraciones tebricas desde Le~ nin hasta nuestros dias, demostrando la validez de unas y rechazando otras por herejes y revisionistas, por anti-dielécticas o anti-nate- ficlistas. A partir de ahi, y siompre con elmbtodo" en la mano, so Procederia a elaborar las bases tebricas commistas, la estrategia — ‘pera la revolucién en nuestro pais, in el fondo, la postura "motodologicista" csconde una postura - - esencinlmente ecléctica, porqie incluso el"mbtodo" no es neutro, no es puro. Si el método fucra un comin denominador de todas las co- +- lontes, un stalinista y un maofsta podrian demostrar la validez de le tcoria del "socialismo en un s6lo pais"; un trotskista, lade la tooxl1 do la "revolucién permanente"; y un ecléctico, la validez Ren ciel de ambas, No podemos valernos de los recursos puramente tebricos para deli- mitarnos on el seno de una corriente internacional, porque cada una Ge las claboraciones centralos de éstas ha jugado y jucga un papel - Politico, se ha contigurado on un contexto histérico y politico de-- terminado, del cual no podemos aislarlo, Si 1a delimitacién conporta, Por tanto. a discusién tebrica, ésta es una discusién entre posi-- Siones politicas, 8s pucs nuestro trabajo principal, on la fase actual de construc- @i6n del grupo politico, le delimitacién on torno a los presupuestos ‘icos de una corriente marxista leninista, y su conerecién al ni-- Yel mAximo, cn la realidad de nuestro pats, dentro de nuestras posi- Bilidades reales: 1a elaboracién de nuestras bases tebricas comunis- Ahora bien, como militantes surgido de un determinado proceso J- 2 c Z COMUNISMO politico, en una determinada coyuntura, nuestra opcién por una co-- rriente marxista leninista no se plantea en blanco, No optamos desde un punto de vista "neutro", por encima de las corrientes. Precisamen te, el hecho de haber ido asumiendo progresivamente, no ya tan sblo- unas posiciones que nos desmarcasen del oportunismo frentista, sino- una idea concreta de nuestra situacién particular en relacién con el contexto mundial de la lucha de clases; las concepciones sobre nues— tras tareas y los peligros que nos amenazaban; la misma posibilidad~ de llevar a cabo un trabajo de Autocritice (irrealizable si no es -- partiendo de unos criterio determinados, desde los cuales se juzga ~ el proceso anterior); todos estos fenbmenos no son sino efectos de - una situacién objetiva: nuestra actual opcibn condicionada, "ideolb- gica", por una corriente marxista leninista y por las concepciones ~ fundamentales que presonta en la actualidad. Todo avance a nuevas po siciones desde el terreno de la lucha fraccional hasta el de nuestra prhctica actual, ha ido ligado a un avance paralelo de la utiliza- - eién de los elementos tebricos y las concepciones que aporta on la ~ actualidad el movimiento trotskista, las posiciones trotskistas ya - presidian, de hecho, los criterios de fondo de la lucha fraccional,- pero su papel no termind alli, sino que han estado cada voz ms pre~ sentes en nuestro proceso de maduracién de la ruptura politica con - el oportunismo. Es por ello que no podemos definir 1a fase actual simplomonte co-~ mo si la tarea principal que nos ocupa fucra la de situarnos en una determinada perspectiva del marxismo leninismo, como si partitramos~ de cero, a este respecto. El aspecto de esta tarca, que no deja de - ser central, es m&s concretamente, el de dar una fundamentacién cicn ¢ifice a nuestra opcién condicionada por el trotskismo. Es por esto~ que todas las posiciones expuestas cn este documento, tienen el ca-- rheter de hipotesis, de eproximacién. nr COMUNISTAS Zz 4 BASES TEOR V, BASES TEORICAS COMUNISTAS ° L,-SIN TEORIA REVOLUCIONARTA NO HAY MOVIMIENTO REVOLUGIONARIO. Ideologfa y conciencia de clase TYA que no puede hablarse de una ideologfa independiente,- elaborada por las masas obreras on el curso de su movimier to, el problema se plantea solamente asf: ideologfa burgue sa 0 ideologfia socialista, No hay t&rmino medio (pues la = humanidad no ha elaborado ninguna "tercera ideologia"; ade m&s, en general, en la sociedad desgarrada por las contra= dicciones de clase, nunca puede existir una ideologfa al - margen de las clases ni por encima de las clases). Por eso todo lo que sea rebajar la ideologfa socialista, todo lo - que sea alejarse de ella, equivale a fortalecer la ideolo- gia burguesa". Lenin, "éQué hacer?", Lo que distingue esencialmente a la revolucién proletaria de - todas las anteriores, para Marx y Lenimes que, mientras aguéllas enfrentaron entre sf a distintas clases privilegi 1} 2 unos ex= plotadores contra otros, 12 revolucién so ta opone, frente a la @ltima clase explotadora y opresora, la burguesfa, 2 todos los oprimidos dirigidos por la fica clase capaz de derribarla: el -- proletariado, En todd Epoca, las ideas dominantes son las ideas de la clases dominante, Estas ideas impregnan toda actividad social, sustitu-- yen la visién real del mundo y la sociedad por un conjunto de fal sas representaciones que aseguran la aceptacién cotidiana del or- den econ6mico y polf{tico, manteniendo asf 1a cohesién del todo so cial por encima de los antagonismos entre las -= REVOLUCION BUR- clases. Pero 1n burguesfa, a diferencia del pro- GUESA Y REVOLU- letariado, en su lucha contra el sistema feudal, CION PROLETARIA ha podido ir desarrollando gradualmente en el in terior del mismo, sus propins organizaciones eco nénicas (sus ffbricas, sus cooperativas, ctc.), 1a fuente materi- al de su poder, de su capacidad para dotarse a si misma "osponti= neaménte" de sus propias fuerzas polfticas, y de sus propias i -- deas., Asi, incluso los actos decisivos de 1n revolucién burguesa= no tuvieron nada de la trascendencia de la toma del poder polfti-~ co por la clase obrera, y no pasaron de ser acontecimientos bre-~ ves y simples de ruptura de las filtimas trabas pol{ticas que se - oponfan al modo de producciéx burgués, el cual habfa llegado a -= ser dominante en el cuadro mismo del orden feudal anterior. A par tir de este momento, el capitalismo tampoco se ha tenido que en-= frentar con nada parecido a las gigantescas tareas que la constr ein socialista plantea al proletariado, sino que, libre de tra-— bas se desarrollarf por si mismo, Todo el proceso de 1a revoluci- $n burguesa, desde 1a aparicién de la manufactura hasta la crea-- eién del mercado imperialista mundial, es, en realidad, un proce- BO automfitico y ciego, expresi6n de las leyes coercitivas de la - Z 4 COMUNISHO produccién capitalista, La Revolucién Socialista, por cl contrario, ser& obra de una”- clase, el proletariado, absolutamente dominada por la burgues{a,- en todos los terrenos: econmica, politica e ideolégicamente. La- Revoluci8n Socialista no comenzarf sino a partir do la toma del ~ poder politico, desde ol cual la clase obrera podr4 crear ya la - base econ6mica de su total emancipacién, Toda la concepcién leni-~ nista del papel de la teoria en el movimiento - LA CONTRADICCION revolucionario parte de esta verdad esencial, - ESPECIFICA DE LA de esta caracteristica especifica de la revolu~ REVOLUCION PROLE cién proletaria que 1a convierte en el primer - TARTA. acto consciente de 1a humanidad, realizadc por- = una clase que vive diarianente bajo la mis ex-- trema doninacién ideolégica, incapaz espontineamente de tonar con ciencia de su misién tbrica: la de "sepulturero del orden bur gués", . Esta tesis fundamental del marxismo hecha por tierra todas las concepciones "maoespontaneistas", segfin las cuales ha bastado la- influencia sobre el proletariado occidental de las recientes lu - chas revolucionarias en algfin punto del globd. (Vietnam), y sobre- todo "la gran ofensiva de las masas chinas contra la ideologia -~ burguesa" en 1a Revolucién Cultural Proletaria, para conseguir la emancipaci6n ideolégica de'las masas obreras, o para permitir a - a vanguardia en forma de grupfisculo, eliminar de un plumazo 1a~= niebla ideol6gica burguesa a golpes de pensamiento mao-tse~tung.- La raiz @iltima de esta posiciéh reside en le ~ CRITICA AL ereencia antimarxista de que el proletariado -- MAOESPONTANEISMO. puede llegar 2 ser una clase ideolégicamente do minante a nivel mundial antes de apropiarse del poder en los principales centros imperialistas; es decir, ontes - de su emancipacién pol{tica, Esta incompresi6n del papel de la to ma del poder polftico en la revolucién proletaria desemboca nece- sariamente en la liquidacién de la lucha polftica, en su custitu- cién por la actividad ideolégica de reducidas "varguardiac", por~ un lado, y 1a lucha defensiva, sindical, etc. del proletariado,. = por otro (la finica’ lucha que éste, esponttineamente, puede desarrd lier), En efecto,1a clase obrera, en su resistencia espontfnea contra los: capitalistas, sigue movindose, dentro de los esquemas ideol§ gicos de la burgues{a, considerAndose a si mism2 como una "mercon efa" negociable con los patronos, limitando su lucha a la mejora= de las condiciones de venta y reproduccién de esta mercancfa; la- fuerza de trabajo. Una y otra vez, se ver& obligada a roeintegrar~ se al marco econ6mico y politico capitalista.tras cada una de sus rebeliones espontfneas (aquellos momentos en los que su misi6n -- hist6rica se deja traslucir en auténticos "destellos de concien-- eda", en expresi6n de Lenin, pero quo el proletariado, abandonado a sus propias fuerzas,es incapaz de desarrollar hasta convertir - en verdadera conciencia de clase revolucionaria). BASES TEORICAS COMUNISTAS 2? 5 Por tanto, las relaciones entre la conciencia espontanea del pro letariado y la conciencia revolucionarias no solo son relacionés de. simple distincién sino de contradiccion; y esta contradiccién es in superable dentro del marco exclusivo del movimiento espontAneo. Por tanto, el paso desde la conciencia espont&nea a la conciencia revo- lucionaria no es un proceso lineal, gradual: implica un salto cuali- tativo fundamental. La simple acumilacién de experiencias por la -- — lucha esponténea del proletariado no puede, como CONCIENCIA ESPON- afirman los espontaneistas, producir ese salto- TANEA Y CONCIEN-- cualitativo. El dato nuevo que permite superar - CIA DE CLASE. esa contradiccién, que puede fecundar este salto cualitativo entre la concienc:. puramente reviim dicativa, sindical, tradeunionista y la conciencia de clase de su = papel histérico, es la incorporacién al movimiento obrero espont& - neo de un clemento exterior, por su misma naturaleza, al marco de - dominacién ideolégica én que se mucve cl proletariado en su expe--- riencia diaria. Este elemento es la teorfa revolucionaria: el mar-- xismoleninismo. Quienes prescinden de la teorfa, quienes desprecian cl marxismo- leninismo como una teorfa dogmftica ¢ innecesarin, no estan favore- eiendo el desarrollo de la politica revolucionaria de los obreros - sino el desarrollo de 1a politica reformista; a pesar de sus actitu des radicales, incluso violentas, hacen el juego a 1a burgucsia. To das las posiciones politicas que pretenden dirigir la lucha del pro letariado al margen del marxismolcninismo ticnen su origen on las concepciones erroneas sobre 1a validez de la idcologfa espontdnea - del prolotariado, considerando como postura de clase la posicién de la posicién de los obreros en tal o cual OBRERISMO Y ESPONTANEIS- momento, por el finico hecho de su origen MO, LOS CAMINOS MiS COR- de clase proletario. Los marxistas, des- TOS HACIA EL REFORMISMO. de Marx mismo, no se han cansado de in sistir en que la postura de clase y el - origen de clase no son términos que se correspondan mecfnicamente . Incluso suele ocurrir que 1a postura de clase no la mentiene en un momento aislado de la lucha la mayorfa del proletariado y de sus - Partidos. Por ello podemos afirmar que el cspontaneismo y el obreb= rismo son los caminos mas cortos hacia el reformismo. Miteoria marxista. Materialismo Hist6rico y Materialismo Dialéctico. “Cicrtamente no se deduce de &sto que los obreros no par= ticipen en esta elaboracién’ (de la tcoorfa socialista). "Pero no participan on calided de obrcros, participan co= mo teéricos del socialismo, como los Proudhon y los Weit- ling, o en otros términos, no participan mas que on la me dida en que llegan a adquirir los conocimicntos mas o mo= nos completos de su Spoca, y los haccn progresar." Lenin, éQué hacer?, BEprincipio fundamental de la actuacién politica de los comunis ZU coMUNIsHo tas, enunciada por Lenin y que es la base de su teor{a del partido- ("Qué hacer?") es el principio de la importaci6n en el movimiento - obrero de una doctrina producida fuera de la clase obrera por un in telectual burgués ganado a la causa obrera, Carlos Marx. 1 marxismo no es, ni puede, ser) una teorfa emanada del movimiento obrero espon tAmeo, sino el producto del trabajo teérico, prolongado y dificil - de intelectuales revolucionarios que han roto con loc intereses ob- jetivos de su clase, Atentos al desarrollo de las luchas obreras, - Marx y Engels han elaborado su teorfa en intima relacién con ellas- para ser luego importada al movimiento obrero a lo largo de una en- carnizada lucha ideoldgica contra todas las for. LA'IMPORMCION" mas de ideologfa burguesa infiltradas o surgidas- DE Li TEORTA EN en su seno; esta lucha continfia y recomienza una- EL MOVINIENTO - y otra vez, en distintos lugares y momentos his--~ OBRERO. t6ricos, como condicién del surgimiento de la lu~ cha revolucionaria. De la misma manera que la teorfa no ha sido elaborada por el mo- vimiento espéntaneo, el material bruto de partida utilizado por Marx al poner los fundamentos de la teorfa revolucionaria no ha sido la- “experiencia diaria del trabajo en la ffbrica"; tampoco ha sido esa la idea hueca en 1a que los empiristas convierten el concepto cien- tifico en "pr&ctica", al asignarle un valor metaf{sico, todopodero= 80, encubridor de la miseria de su propia prfctica. Los: fundamentos del marxismo han sido construidos a partir de los recursos del pen- samiento mas desarrollados por la burgues{a, mediante la aplicaci-- 6nde lo mas valioso de la ciencia y de la filo~ LA CIENCIA DE soffa burguesas al anflisis goncral de la forma HISTORIA: EL MA eifn social capitalistas, de su nacimiento y de TERIALISMO HISTQ su muerte. De esta manera, Marx trascendié cl - RICO. marco concreto del capitalismo para fundar una- nueva ciencia, cl Materialismo Hist6rico. Esta- nueva ciencia podria ser definida como 1a ciencia de la historia, o mas precisamente como 1a ciencia de los modes histéricos de produc- eién, de sus estructuras propias y de su funcionamiento, de su apa- ricion y las formas de transici6én que toma el paso de un modo de - produccién a otro, : : Pero al fundar esta ciencia de la historia, que sac6 a la luz el caracter transitorio del orden burgués, su inevitable desaparici6n- y los rasgos generales de la sociedad que lo sucederA histéricamente erancipando a la humanidad de su esclavitud por las leyes ciegas de la produccién, puso al desnudo el nficleo irracional de todo el pen- samiento ideolégico anterior, su esencial inconsecuencia, que lo ha cfa detenerse all{ donde 1a historia no = LA FILOSOFIA MARXISTA : se detiene: en los limites del sistema ca MATERIALISMO DIALECTICO pitalista. Mientras todas las filosofias- anteriores se habfan limitado a "interpre tar de distintas maneras" un mundo que conceb{an inmutable porque = lo vefan a través de unas formas sociales que consideraban inmuta-- bles, por el contrario, el MATERIALISNO DIALECTICO, 1a filosoffa -- marxista llamada a superar a todas las filosofias jdeolégicas, ser! la teorfa de su transformaci6n pr&ctica. wASus LLUKLEAS Guido LS a Fc in a ee La_unidad de la teorfa y la pr&ctica. La pr&ctica tedrica, 'Mosotros no consideramos en absoluto 1a teorin de Marx co mo algo acabado e intangible: estamos convencidos por el - contrario de que esta teoria no ha hecho sino colocar las- iedras angulares que los socialistas deben impulsar en to dos los sentidos, siempre que no quieran quedar rezagados= en la orilla. Creemos que para los socialistas rusos‘es - particularmente necesario impulsar independientemente la - teorfa de Marx, porque esta teor{a da solamente los prin pios directivos generales que se aplican en particular a - Inglaterra de un modo distinto que a Francia, a Francia de un modo distinto que ‘\lemania, 2 Alemania de un modo dis tinto que a Rusia’ Lenin. M!Nuestro programa" Marx no dejé en herencia a los revolucionarios una teoria acaba- da, un dogma establecido de una vez por todas. La verdad universal- del marxismo no consiste en que ofrezca de una manera accesible y - directa una coleccién de verdades definitivas, sin mas trabajo que- el de buscarlas en sus textos clfsicos. La verdad universal del mar xismo consiste, en palabras de Lenin, en que "yendo por la senda de la teorfa de Marx, nos aproximaremos cada vez mas a la verdad obje- tiva (sin aleanzarla nunca en su totalidad); yendo en cambio por -- cualquier otra senda, no podemos llegor mas. que a la confusién y a- Ta mentira’. En este sentido la taren de Marx consistié en 1a aper- tura de esta via, el establecimiento de su punto de DOGMATISMO Y - partida, radicalmente distinto de todo punto de par VERDiD UNIVER tida de la ideologfa burguesa, impulsando un proce- SAL DEL H.ARXIS so permanente de construccién de la teoria revoluci HO. onaria. En este proceso, los revolucionarios actua- les no pueden eludir sus propias tareas, sino desa~ rrollarles en dos sentidos; a) en la realizacién del andlisis concre to de cada situacién concreta, en el cual ‘vive’ y se enriquece la- teor{a marxista; b) desarrollando lo mas general de la teorfa mar-- xista, reestructurando y revalorizando los elementos te6ricos a par tir de los nuevos datos de la situacién y los nuevos conocimientos4 extraidos de ella. La actitud de los revolucionsrios'no puede que-- dar reducida al estudio de los textos clfsicos del marxismoleninis- Mo para su inmediata aplicacién. Esto cs una concepcién dogm&tica - de la teorfa que, en el plano de la lucha politica, lleya inevita-- blemente a la deformaci6n y esquematizacién de 1a realidad, con el- fin de adaptarla al dogma abstracto. Frente al dogmatismo, a menudo ligado al oportunismo de izquierdas, los comunistas tenemos el deber de desarrollar las adquisiciones teéricas revolucionarias, hacien-- doles vivir en la lucha obrera, en 1a forma especifica de andlisis- concreto de 1a realidad concreta. La raz6n de que Narx ni Lenin no hayan dejado una teorfa al gus- to de los dogm&ticos es que esta teor{a por sus mismos principios,- 8 una ciencia de la transformacién de la realidad, La demostracién @e sus conceptos corresponde en filtima instancia a la prdctica, su- — COMUNISMO DS desarrollo, por tanto, camin~ sicysariamente unido al desarrollo de la pr&cticd, que constiturs cl tinico terreno en el que puede hacer- valer de una manera def‘ itiva su calidad transformadora del ,mundo- y las relaciones sociales, Pero hay que apartarse mucho del signifi cado marxista de este principio para llegar a afirmar como criterio de la pr&ctica que "de las teorfas, orintaciones, planes y resoluci, ones", "hablando en general, los que resultan bien, son adecuados,— y los que resultan mal, son errroneos", Esta tésis se combina, en - la teorfa del conocimienti claborada por Mao Tse Tung (‘cerca de - la pr&ctica", "De dénde vienen las ideas correctas"?) con la consi- deraci6n de que la produccién de conceptos cientificos, el paso de la ignorancia al conocimiento en una cuestién- EL CRITERIO DE Li —conereta, se produce mecdnicamente por la acu- PRACTICA ¥Y LA TEO mulacién cuantitativa de conocimientos sensiti RIA EMPIRISTA DEL © vos, de golpes de la experiencia sobre los sen “REFLEJO". tidos. El conjunto de estas dos tesis, que const tuye un arma te6rica ampliamente utilizada a escala nacional e in-- ternacional, recoge la esencia del empirismo: se parte de que el co nocimiento es un puro reflejo de la practica inmediata, y se pasa a concluir que la verdad de este conocimiento lo demuestra la misma - pr&ctica que lo ha producido (i!). La actuacién de los revoluciona- rios, cualquiera que sea, queda siempre justificada, o afin santifi- cada, como producto de la todopoderosa "prfctica"', De hecho, se pre tende enmascarar en expresiones abstractas, tales como “la practice! "1a experiencia", etc., el caracter politico, econémico 0 ideolégico el caracter organizado 0 desorganizado, revolucionario o reformista de esta pr&ctica y la incapacidad para dominarla y transformarla. - Los comunistas no descuidan estos"matices" de su pr&ctica concreta- y se plantean la necesidad de un trabajo cxpecificanente'téérico de produccién de conocimientos vAlidos, los que definen y orientan el- sentido general de la pr&ctica revolucionaria, Bajo el principio de “dr a las masas para volver a las masas", los empiristas ajustan la marcha de la vanguardia al paso de la retaguardia, condendndola a - ir a remolque de las condiciones hist6ricas, sin preveerlas, sin -- condicionarlas; desdeiian las experiencias revolucionarias génerales @ internacionales, olvidan que el Partide es la “memoria histérica- del proletariado" (Trotsky).Lo que distingue en su actitud ante la- teorfa al internacionalismo del localismo, como variante del empi-- rismo pequefio=burgués, es precisamente ésto: los internacionalistas saben poner a favor de su pr&ctica el desarrollo desigual do la teg rfa revolucionaria; cuanto mas atrasado esta el movimiento obrero - de un pais, tanto mas asimilan criticamente la experiencia revolu-- cionaria internacional. Los internacionalistas ensanchan asi su -- prActica, la desarrollan; los empiristas 1a estrechan, y a 1a larga la liquidan. La elaboracién de 1a teorfa sobre la base de la prictica, quiere decir para los comunistas: 1) Que los hechos y los fenémenos de la- lucha de clases, existen realmente, objetivamente, con independencia de que tengamos o no una teoria adecuada sobre ellos. 2) Que tales- © cuales hechos, tales o cuales aspectos de 1a lucha de clases, en- su movimiento siguen unas leyes objetivas generales, afin cuando no- conozcamoststas leyes. 3) Que el conocimiemto cientifico no es un — puro "rcilejo" de 1a realidad, sino un trabajo especifico, o mejor, un momento especifico de nuestro trabajo politico, en el que repro~ ducinos en forma de conceptos te6ricos cada aspecto - LA PRACTI- real del movimiento de la lucha de clases y la manera CA TEORICA, en que lo determinan las leycs generales objetivas -- del_capitalismo y 1a revolucién( 1o que equivale a de cir que es imprescindible una teor{a previa sobre estas leyes gene- rales y que esta teoria solo puede estar fundamentada en el marxis- mo o en la ideologia burguesa). 4) Que, en <ima instancia, el pro blema de la justeza de nuestras concepciones es un problema précti- oj para los comunistas, un problema de la transformaci6n de ta prac tica reforvista, sindicalista, etc. del movimiento obrero en prdcti ca revolucionaria. Ia pr&ctica politica comunista exige este momento especffico que es la prictica to6rica. La pr&ctica teérica utiliza por principio - todos Ics recursos de la teorfa marxista, no solo los mas préximos- a la luchs de clases ( Materialismo Histérico), sino también los - mas gencral-s (Materialismo dialéctico); a su vez, esta practica te 6rica enriquece al conjunto de la teorfa. La vangurdia politica del proletariado no de LOS INTELSCT GES Y be renunciar a este enriquecimiento, a este= BL PARTTDO ANTE LA- desarrollo en todos los sentidos, y en toda- TEORTA NARXISTA. su profundidad, dejandolo en manos de los -- “marxistas legales" o los Althusser del movi miento revolucioz-rio: los que convierten 1a autonomfa relativa de- la préctica teSrica en autonomfa absoluta, sosteniendo que la teo- ria pisde ser elaborada solamente a partir de la teorfa, acaban jus tificando por pasividad la estructura social vigente. El intelectual que no perticipa en 1a lucha politica, no se ha liberado de la in-- fluencia cc la ideclog{a doninante, y no esta en condiciones de ela borar una tecrfa revolucionaria, pero el partido que no se concibe- ami mismo, -n este terreno, como un intelectual colectivo esta en= eauzando ai iovimiento obrero en 1a via de su liquidacién. 22= LOS PRINCIPIOS MARXISTALENINISTAS SOBRE EL PARTIDO. BL Partido Conuaista, condicién de la fusién de la teoria revolucio Baia con cl movimiento obrero. ie vanguardia proletaria esta conquistade ideolégicamen Esto es lo principaz. Sin ello es imposible dar ni si quiera el primer paso hacia cl triunfo.’ fenin, " £1 snfantilismo, enfermedad ... Be concentracién de capital, industrial y financiero, tondencia- able de la existencia del capitalismo, alcanza su m4ximo gra ja fase imperialista, £1 fin del reparto colonial del globo A Y 0 COMUNISM por las potencias imperialistas coloca los resortes decisivos de la economia mundial en un nfimero cada vez m&s reducido de monopo + ios, truts y grandes bancos. El modo de produccién capitalista invade todos los rincones de~ la economia, La implantaci6n del capitalismo en el campo y en los- paises atrasados aumenta progresivamente las filas del proletaria~ do a expensas de las capas inferiores de la pequefia burguesia, La~ "democracia", el "pacifismo" y todas las utopias burguesas ligadas al capitalismo anterior de libre cambio y al peso importante de la pequefia burguesia, pierden toda base social. Al paso de 1a concen- tracién del dominio econémico se concentra también el dominio polf tico, se acentfian los rasgos mfs dictatoriales del Estado capita: lista. La opresién politica e ideol6gica se extiende progresivamen te a las capas inferiores y marginales de 1a misma burguesia, cong tituyendo ast los sectores oprimidos,---ya sea econémicamente, ya- politica e ideol6gicamente --- la amplia mayorfa de la poblaci6n, La produccién capitalista en la fase del imperialismo, no solo- aumenta las filas proletarias sino que concentra a la clase obrera en grandes empresas y zonas industriales. El caracter de la pro-= duccién es cada vez m&s social, menos individual, agrupando en un- finico proceso productivo a cientos y miles de obreros;la forma de- apropiacién del producto, por el contrario, sigue siendo 1a confis cacién privada del trabajo colectivo por un pufiado de monopolios,- cada dia nis reducido. Esta contradiccién mina los cimientos del ~ imperialismo: su colapso total serf inevitable. El papel decisivo del proletariado en 1a produccién lo sittia co mo la clase, de entre todos los oprimidos, llamada a destruir al = capitalismo y a edificar sobre sus ruinas una nueva sociedad en la que habr&n desaparecido todas las formas de explotacién y opresién. La implantacién capitalista en todos los terrenos aumenta conside- rablemente el peso del proletariado en el conjunto de la sociedad; su creciente concentracién aumenta la consisten- LA CONTRADICCION cia social de la clase obrera misma. Las dos ten ENTRE EL PAPFL = dencias bfsicas del capitalismo, preparan objeti OBJETIVO DEL PRO vamente al proletariado para las tareas Lee LETARIADO Y SU = Cas de la Revolucién Socialista, En la fase impe SITUACION sUBJE- rialista, la clase revolucionaria dirigente de = TIVA, todas las masas oprimidas es 1a clase obrera. La concepeién leninista del Partido tiene, co mo uno de sus tres pilares fundamentales, la combinaci6n de esta = tesis con la siguiente: en las condiciones del imperialismo, al pa pel decisivo del proletariado no corresponde su emancipacién ideo- 1égica, sino su dominaci6n mis extrema en este terreno, apoyada en la concentraci6n del poder econ6mico y polftico en manos de 1a bur guesia y su Estado. Una vez mis, afirmaremos que sélo la importa cién de la teorfa revolucionaria al movimiento obrero puede supe-= rar esta contradiccién. Pero 1a importacién de 1a que han hablado Marx, Engels y Lenin« no es una imposicién. Si el movimiento obrero adopt6 1a doctrina + cientifica de Marx contra sus tendencias espont4neas a caer una Y° 5 otra vez "bajo el ala de la burguesfa", y si la ha adoptado por su propia voluntad, es debido a que reconoci6é en eMa 1a teoria obje- tiva de su existencia y de su accién, y debido a que reconoci6, a través de su experiencia de lucha, que el marxismo podfa dar un -- un fundamento a esta lucha: ha sido al conocerse mediante el marxs mo, como el proletariado reconocié en el marxisme su arma de clase Ja posibilidad misma de esta aceptacién voluntaria de la teorfa -- por la clase obrera no podr{a ‘comprenderse sin lo que Lenin llama- ba el "instinto de clase": se trata de un concepto fundamental que hoy en Espafia deben recuperar los comunistas de entre toda la pala prerfa mistico-obrerista, empefiada en encauzar lo m&s valioso de = la espontanefdad proletaria por 1a via del oportunismo, frecuente- mente de derechas, Lenin concebfa el "instinto de clase" como algo distinto de la- conciencia de clase, como algo que todavia no constituye una verda dera conciencia, pero como una tendencia profunda en el seno del = proletariado, manifiesta en cada una de sus actitudes, a tomar en- sus manos su destino hist6rico, El reconocimiento de este instinto de clase, de su valor y de - sus limites, es el apoyo imprescindible de los revolucionarios en- Ja tarea de conseguir la fusién de 1a teorfa con el movimiento o-- brero. En 1a teorfa de Lenin, el Partido Comunista es 1a condicién de esta fusién en su forma mis elevada: la elaboraci6n por el Par- tido Gel programa del proletariado y la realizaci6n prf&ctica por - el proletariado de su propio programa, Pero, a su vez, la posibili dad_misma de existencia del Partido Comunista es la realizacién - inicial, al nivel m&s elemental, de esta fusié: PRIMEROS PASOS HA ‘area que en Eepafia est& todavia por hacer, por CIA LA FUSION DE dar en ella los primeros pasos. Inevitablemente, LA TEORIA CON LA 1a forma que toman estos primeros pasos, sepa-- LUCHA PROLETARIA, rando por el momento las caracterfsticas concre tas, ligadas a unas condiciones u otras, es la- GASES TBORTCAS COMUNISTAS conquista ideol6gica de la vanguardia proletaria por un grupo de = Propagandistas que, sino desciende sobre el movimiento espont&neo- armado definitivamente de la teorfa revolucionaria, cuenta al me - nos con las bases teéricas imprescindibles para estas primeras ta- reas: agrupar,preparandd formas superiores de intervencién, a la - parte m&s consciente del proletariado a partir de una constante - i poeolbgica contra todas las formas de introducci6n de la i-- deologfa burguesa en el seno de la clase obrera, una activa propa~ ganda en favor de las ideas comunistas y la formacién marxistaleni nista en todos los terrenos. Si estas tarcas est4n presentes en to dos Tos momentos que atraviesa 1a construccién del Partido, cuando se trata de ganar al comunismo a la vanguardia proletaria, ocupa - el primer termino, El proletariado no s6lo est& imposibilitado para segregar por ~ s{ solo la teorfa revolucionaria, para dotarse a sf mismo de su -- Vanguardia marxistaleninista, sino afin para conservar de modo esta ble y sin retrocesos el nivel alcanzado en momentos anteriores de~ gy Z ComMUNISMO EL PARTIDO COMUNISTA 1a lucha. La progresi6n revolucionaria no -- ES EL UNIDO LUGAR DE queda pues garantizada por un primer y finico LA ELABORAGION DE LA impulso propagand{stico de los comunistas, a ESTRATEGIA REVOLUCIO partir del cual el movimiento obrero rodaria NARITA. espont&neamente por 1d pendiente de la revo- lucién, Tampoco. basta’ la intervencién de los comunistas en la crisis revolucionaria 0, en general, en los momen tos de auge de 1a espontaneidad proletaria, contando con que la -= clase obrera llega a ellos con toda la experiencia acumulada de -= las luchas anteriores y el nivel de conciencia alcanzado en ellas. El aprendizaje por el proletariado de su papel histérico en ‘su pro pia_pr&ctica de lucha es tan insustituible para derruir el orden - burgués, como imposible si nose realiza bajo la direccién constan te de su vanguardia comunista. Sélo en esta filtima pude tener lu gar la acumulaci6n de tod= la experiencia del movimiento obrero, su elaboracién a partir de la teorfa marxistaleninista y el desa-- rrollo de esta teorfa en estrategia y tActica, en una guia concre- ta que oriente el sentido general de cada una de las luchas parcia les. El tercer fundamento de la concepcién, leni= nista del Partido se apoya en que el objeti EL PARTIDO COMUNISTA 4 estratégico central de la Revolucién So= ES LA CONDICION DE ; 8 extaa “ti LA APLICACION DE LA C#8lista es la-destruccién del Estado bur- EUR ATRATA gués y 1a implantaci6n de la Dictadura del- . Proletariado, La dominaci6n politica de la- clase obrera es el punto de partida de su emancipaci6én econémica e ideolégica. Si bien el Partido Conunista debe. desarrollar su lucha en todos los terrenos en que se desarrolla 1a lucha de clases (eco némico, polf{tico e ideolégico), lo hace para canalizar todas las — fuerzas del proletariado hacia la lucha politica contra el aparato estatal burgués. Esta es, para Lenin, 1a esencia del Partido revo- lucionario: 1a transformacién de la lucha espontinea (sindicalista reformista, etc.) en verdadera lucha de_ politica por la conquista d der estate. El Partido Cominista es el instrumento organizado de 1a estrate gia proletaria, capaz de dirigir la aplicaci6n de esta estrategia-' hacia la destruccién del filtimo reducto del Estado capitalista. 86 lo una organizacién de este tipo pucde impedir que una crisis revo lucionaria sc transforme en su contrarioy en una situacién contra- rrevolucionaria y de reflujo de 1a lucha de clases, por falta de - preparacién y direccién de Ja insurreccién armada del proletariado contra un Estado potente y centralizado, que. cuenta con abundantes medios de represién, a los que se sumarfn los dispositivos contra- rrevolucionarios de 1a intervenci6n imperialista. Pero ni las ta-- eas que comporta esta perspectiva pueden ser improvisadas, ni el Partido puede adaptarse a ellas en el breve espacio de tiempo que- consiente la historia para prepararlas. A lo largo de su. desarro: llo, el Partido se est& preparando conscientemente para estas ta reas Gltimas; su organizacién, desde sus comienzos, es en sus prin pios generales la organizacién del Partido de la insurrecci6n. ass MBOPLCAS Cunt sus [Bi 2ertido Comnista, Partido Mundial de la Revolugién. ““TET Obrero no tiene patria, quiere decir? a) au situacién econém.ca (asalariado) no es nacional sino internacional; b) su enemigo de clase es - internacional; c) las condiciones de su emanci- pe>i6n lo son también; d)la unidad internacio-- nal de los trabajadores es mfs importante que - la unidad nacional." Lenin, Carta a I, Armand. Las fronteras nacionales, que son una creacin del sistema bur~. yess, han sido traspasadas por la tendencia de las mismas fuerzac procuctivas burguesas a su internacionalizaci6n, En la fase imper: lista del capitalismo, la economfa mundial no = EL OBRURO NO TIENE es wna simple suma de economfas nacional:s, PATRIA no una unidad superior basada en la div: ternacional del trabajo. La clase obrera es i ternacional, tanto por su situacién en las relaciones de producci$n de la econom{a wundial capitalista, como por su objetivo histéricy Frente 2 la explotacién imperialista de todos los recursos materia les y Wmanos del globo, la Revolucién Socialista tendr& que reba- sar uecesariamente los limites nacionales: es una revoluci6én mun - | dial que se enfrenta en todas partes al mismo enemigo, @ la mismé =~ explotadora, Estas son las bases objetivas del Internacione - Lismo Prev tasio. La vargaarcia del proletariado debe realizar o1 3. LA INTERN 3.9NA, aizativamente la existencia internacional de li - CONTNISTA,T'ALTIDO clase er la cnternacional Com.nista de Masas, «3 MUNDIAL DZ LA RE+ no es una suma o una federacién de distintos prc- VOLUCION tidos nacionales sino un finico partido dirigen:.2 de la revolucién mundial. Pero el imperialisno no elimina las particularidades nacionales La tendencia del capitalismo a conbinar entre s{ las economfas dc los distirtos poises cr una unidad superior, el mercado mundial, no elimina la tcadencia a desarrollar, dentro de esta unidad, unos se7, tores produ:tivos a expensas de los otros, unas naciones a expens: de ns otras: el imperialismo unifica, dentro de las leyes anfrqui- gas del mercado. Por ello, el caracter mundial de la Revolucién Brestpone la idea rvom&ntica de una "toma del poder a escala plaice taria", que pasarfa por alto las combinaciones - QUE E3 LA REVO- particulares de circunstangias que permiten rev- LUCIGN MUNDTAL? © nir en uno o en varios paises el conjunto de cur diciones objetiva y subjetivas para llevar al - prcletariado a la victoria, F1 caractor mundial de 1a Revolucién 1 niega esta evidente posibilidad , muchas veces confirmada por la historia, sino que afirma la absoluta imposibilidad de que baste dominio del Estado nacional por la clase obrera para emancipar a pafs aislado ds las leyes de la economfa mundial. Niega la posib‘ dad de construir "el socialismo en un solo pais", Al cismo tiempo, la estrategia internacional revolucionaria n> - Consiste en repetir a escala internacional una misma estrategia - « L SZ “ot COMUNISMO POR UNA ESTRATEGIA cional estereotipada. Los rasgos particulares MUNDIAL de la situacién social y polftica de un pais~ no desaparecen con el imperialismo, ni consti DE LA REVOLUCION tuyen un dato marginal para los comunigtas: = pueden condicionar fuertemente la estrategia~ del proletariado. Pero esto no quiere decir que los rasgos particu lares de los distintos paises representen fases histéricas genera- les de desarrollo de la sociedad en absoluta independencia nacio-- nal desde el feudalismo al socialismo. La estrategia revoluciona-~ ria no consiste en dividir el mundo en "paises maduros y paises in maduros para el socialismo", pretendiendo obligar al proletariado- de este o aquel pafs a recorrer a escala nacional las etapas histé ricas de la humanidad. Los rasgos y particularidades nacionales re sultan por el contrario de la intromisién de las leyes del mercado capitalista en el desarrollo, hasta entonces independiente, de - - cualquier regién o zona del globo, incorporAndolas a un finico sis- tema econémico mundial. Para los comunistas, se trata de combinar- las distintas tareas, que pueden variar mucho, de unas condiciones a otras, en una finica estrategia internacional dentro de la cual - plantear cada una de las batallas parciales y locales y la batalla definitive contra el imperialismo, La internacionalizacién del capital y 1a concentraci6én monopo--- lista no eliminan las contradicciones entre unas y otras fraccio-- nes de estos monopolios. Sin embargo, los comunistas tenemos que - afrontar un hecho nuevo en la realidad del imperialismo: el mante- nimiento de la competencia entre estas frac-- NUEVAS CONDICIONES ciones monopolistas en cl cuadro de una alian EN LA za, establecida sobre las consecuencias econ$ REVOLUCION MUNDIAL micas y politicas de la @ltima Guerra, y el - destacamento de una fuerza de choque especia- lizada en 1a represién mundial del movimiento revolucionario: el - aparato estatal del imperialismo yanqui. No se puede ya mantener - en estas condiciones que la estrategia internacional es un "comple mento inevitable" a la estrategia nacional, en justo reconocimic to a las "repercusiones internacionales" de la lucha en el plano- nacional, La falta de una estrategia y una organizaci6n para la re volucién mundial, se traduce en cl enfrentamiento a una fuerza cen tralizada de represién, un movimiento disperso y desorganizado, El abandono de los deberes objetivos de los revolucionarios en este - terreno equivalc, pese a todas las protestas verbales de interna-- cionalismo, a dejar el punto de vista del comunismo por el m&s es- trecho punto de vista del pequefio-burgués nacionalista. El_caracter independiente de clase'del Partido del proletariado. “Ciertos camaradas temen que nuestra resolucién nos aisle. iNo, camaradas{ Nos aisla de los que vacilan. No existe m&s que un medio de ayudar a los que vacilan: dejar de vacilar'! Lenin. A través del Partido Comunista, el proletariado ejerce su papel a Bh et TBORTCAS COMUNISTAS JO Wirigente de las masas oprimidas, organizado como Partido de clase-- findependiente de las otras clases y capas, tan "progresistas" o - — freaccionarias" como sean sus actitudes politicas en un momento da- do de la lucha EL papel dirigente del proletariado no, puede interpretarse en el sentido de que el Partido une en su organizaci6n a todas ns clases y capas oprimidas, juntando en su programa los intereses heterogé-- necs y difusos de sus aliados. El Partido se harf incapaz de cubrir las taneas revolucionarias, de arrastrar por la senda de la revolv~ eign 1 las capas que titubean entre la burguesfa y el proletariado, si susiese a la vanguardia proletaria en 1a confusién de estas ca-~ pas , cuando, en los momentos decisivos de la lucha, se vuciven ha- cia ella en busca de una direcci6n firme. Quienes entienden que la- clese obrera se prepara para dirigir a las masas no proletarias di- solviendo % su vanguardiz entre ellas, disolviendo los objetivos -+ cel peoletariado en un leberinto de alianzas, solamente se preparan paru sacrificar 1a revolucién en aras de la "apertura de espfritu", Por 21 coutravio, se trata de clarificar al m&ximo los intcreses Propios del proletariado, de separar sus objetivos de los objetivos de las clases y capas oprimidas, de librar una cont{nua lucha con. tra 1n infiltraci6n de la ideologfa burguesa y pequefio-burguesa en: tre su vanguardia. S6lo asi podr& hacer experimentar a las masas -- que el "proletsriado es la finica clase consecuentemente revoluciona ria" y que los intereses histéricos de todos los oprimidos forman = parte dol programa revolucionario de la clase obrera. Sélo asi, fi- nalmente,estas clases y capas oprimidas se transformardn en una - = fuerza revolucionaria, sacrificando sus intereses inmediatos, los - que les atan a 1a burguesfa,en aras de sus intereses futuros, idén- ticos a los de la clase obrera. : Bl Partido Comunista destacamento de vanguardia del proletaris El Partido no es la clase, sino una fracci6n de la clase, in mis consciente, la mis avanzada, su fraceién de vanguardia. Su lator no es confundirse con 1a clase, sino desarrollar su actividad entre la clase; "no adaptarse a los clementos mis atrasados de la clasc, si~ no elevar a toda la clase obrera al nivel de su vanguardia comunis- ta"(Lenin."2Qué hacer?), El Partido Comunista s6lo organizaré en - sus filas a una minorfa obrera, incluso en los momentos decisivos,- en los que su fusién con las masas y 1a amplitud de sus tareas cre- cen vertigirosamente. La agrupaci6n de la minorfa mfs consciente de la clase es lo que permite la mayor profundidad y firmeza ea su mi- sién de atraer tras de sf a todo cl proletariado y a las masas. Es- ta ee ia diferencia entre el partido de tipo bolchevique y el parti dovsccialdenScrata de masas. Pero el’Partido Comunista no es una -- secva aislada de las masas, Al contrario, tiene raices en lo mis -~ profundo de cllas: su influencia sc extiende, desde los grupos mis- avarizados hasta los sectcres mfis atrasados del proletariado y hasta lag.capas oprimidas, recorriendo una serie de franjas intermedias, verdaderas correas de transmisién entre la polftica comunista y las nasas. 5 © COMUNISMO LA DIRECCION REVOLUCIO Les principios de la direcci6n comunista - NARIA Y SUS PRINCIPIOS plantean en general el tipo de relacién -- que se establece entre las tareas que se - impone espont&neamente cl movimiento obrero y las tareas que deben cubrir los revolucionarios, Esta relacién deke distanciarse clara- mente de toda actitud de extasiamicnto ante ¢1 movimiento esponté neo (las tareas del partido son un "reflejo" de 1a actitud de las- masas, “el partido sirve a las masas", ete.) y de toda pretensién- de negar, desde ol exterior, atrincher&ndose en el dogmatismo, el- justo instinto de clase, 1a espontaneidad proletaria (las tareas - del proletariado se "imponen" desde 1a teorfa del partido). La lucha espont&nea del proletariado encierra en si dos tenden~ cias opuestas: la primera lo dirige directamente al ladb de la bur guesf{a, en la medida en que queda abandonado a sus propias fuerzas y ala influencia de los reformistas u oportunistas de todo tipo;- sin embargo, cada explosién espont&nea de 1a lucha obrera, por 1i- mitada que sea, despierta en el proletariado una segunda tendencia a llegar a ser clase conscicnte, tanto mayor cuanto mis amplia, ge meralizada, sea la lucha, cuanto mis incapaz EL DOBLE CARACTER DE se encuentre el capitalismo para encauzarla- LA LUCHA OBRERA en su marco pol{tico, a través de 1a legali- dad, cuanto mis débil sca la influencia ideo légica y polf{tica de los agentes burgueses en el seno del proleta- riado: los reformistas. El papel de los comunistas consiste on desarrollar hasta sus G1 timas.Consecuencias esta segunda tendencia, d&ndole forma organiza tiva y pol{tica, luchando infatigablemente contra la tendencia es pontfnea pro-burguesa por medio de la propaganda y 1a lucha ideol6 gica. Pero la dircccién comunista es una tarca de vanguardia, y sO lo puede plantearse desde otro supucsto: "ir un paso adelante de = las masas, pero s6lo un paso". Existen dos tipos de oportunismo escondidos bajo el precepto de "ra las masas, para volver a las masas" que desprecian o ignoran aquel principio clemental. Los de drechas se colocan directamente- en la retaguardia, disolviendo las aporta-- LOS METODOS DE DIREC ciones’ m&s valiosas de cada experiencia de CION DEL OPORTUNISMO 1a lucha proletaria en el culto al "obrero- DE DERECHAS Y DE IZ- medio y gris", al nivel medio de la.clase,- QUIERDAS ote. Los oportunistas de izquicrdas, por cl con= trario, se proponen a si mismos dirigir cl movimiento "desde sus - sectores mis avanzados a los m&s atrasados", pero ignoran desde -- qué posicién puede hacerse. Una experiencia parcial de la Tucha -- puede aportar un sinfin de ensefinnzas para 1a vanguardia y clemen- tos valiosos en cl terreno de las formas do lucha, de los objeti-- vos, de las formas de orgenizaci6én, generalizables progresivamen- te al resto de la clase. Pero la posicién de avanzada de los comu- nistas, su paso adelante, consiste en que no tienen en cuenta sola mente esta experiencia aislada, sino que dominan cl resto de los = datos de la situacién general, saben situar en cllos esta experien ze BASES TRORICAS DENUNIS?..s >) cia concreta, precisar la evoluci6n de la situacién general y apar tar datos suficientes de otras experiencias; en suma, est4n en con diciones tebricas y pol{ticas de intervenir en cl desarrollo y jeralizacién de lo ats v&lido de esta experiencia, Sin este "paso- adelante", que los oportunistas de izquierda no se plantean, no - es posible discernir cntre lo universal y lo especifico de una ex- periencia cjemplar de la lucha obrera: s61o puede plantearse la ge neralizaci6n subjetivista de toda la coyuntura, Los Principios de organizacién del Partido Comunista. ““El problema de los principios organizativos parte de que 1a di- receién revolucionaria pasa por la forma como est& organizada la - yanguardia comunista, y la forma como &sta organiza al proletaria- do en su conjunto y a todas las masas oprimidas. Al poder organizado del Estado burgués, a sus fuerzas represi-- vas ,solo puete oponerse una fuerza organizada. La clandestinidad- es una exigencia organizativa bisica. No se trata solamente de res guardar al Partido frente a la represién burguesa, en condiciones- de ilegalidad. Cualesquiera que sean las circunstancias, si la le~ galidad de las organizaciones revolucionarias- LA CLANDESTINIDAD no es un principio de la democracia capitalista la necesidad de la organizaci6n clandestina de- be serlo para los conmunistas, El deber do estos no cs hacer con -- fiar al proletariado en la legalidad burgucea, en la neutralidad - del Estado y de su justicia, sino desenmascarar cl carfcter de cla se de este Estado y de su justicia, ~ Los comunistas deben garantizar la presencia en el primer plano de cualquier actividad conercta, de los intereses del conjunto del movimiento y los intereses del conjunto de 1a cla EL CENTRALISMO se obrera. Ecto solo es posible a partir de la su DENOCRATICO bordinacién organizativa de cada parte al total = del Partido (Centralismo Democrftico) y de la sen lecci6én rigurosa de _militantes. . a El centralismo demccr&tico es la combinaci6n de dos principios: a)La disciplina en la actuaci6n, como condicién de 1a mayor - unidad del trabajo politico en todos los lugares de inciden-4 cia del Partido. La cohcrencia absoluta de todas sus partes - en su intervencién politica en la lucha de clases, cuyo mismo desarrollo crea perianentemente una tendencia a desorganixar- al Partido ante los cambios de situaci6n, ante los flujos y - reflujos de la luchr.. b)la democracia obrora, que garantiza y fomenta la participa- cién libre y responsable en todas las decisiones bfsicas, den tro de los principios del Partido. Los rasgos fundamentales del Centralismo Democrftico son: a)la ramificaci6n de cspecializaci6n de las funciones prfcti- cas a partir de un contro, que representa 1a disciplina cn la accién, al cual se subordinan cada una de las partes en la lu cha diaria, responsable solamente ante el Congreso del Parti- do, b)1a desaparici6a de toda especializaci6n y de toda jorarqui- 58 COMUNISNO zacién en la discusi6n de la politica general a seguir, y en la cri tica y la autocr{tica, de mancra que solo sea aplicable la subordi> nacién de la minorfa a la mayorfa. La clegibilidad y revocabilidad do todos los érganos del Partido. La periodicidad y 1a mayor fre-~ cuencia posible en la convocatoria de los Congresos.£1 libre deba~ te-en el interior del Partido: la libertad de tendencia (derecho a formar bloque para la defensa y propaganda de distintos puntos de- vista dentro de la organizaci6n y los principios del Partido), el- deber de tendencia (deber de desarrollar de modo consecuente los - propios puntos de vista en la discusién de 1a politica a seguir),- son la vida polftica interna, sin la cual toda unidad es mec&nica, y desemboca on fraccionalismo (tendencia a llevar los desacuerdos- fuera de los principios y de la organizaci6n del Partido). El Centralismo Democrftico no s6lo es un mecaniemo de funciona- miento correcto por su cficacia. Las cuestiones polfticas son inse parables de las cuestiones organizativas, ya que no hay organiza-— ci6én comunista sin teorfa y polftica comunistas. El Centralismo DE mocrftico es también inseparable de la seleccién rigurosa de mili- tantes, para garantizar tanto la postura de clase proletaria, como la dedicacién de los militantes. La puesta a prueba- SELECCION DE en la prfctica de la lucha de clases, cl nivel te6ri MILITANTES. co necesario para comprender, aplicar, y desarrollar la teorfa del Partido, y 1a adhesién a sus princi -- pios teéricos y politicos, son condiciones previas para militar en él. Pero la militancia comunista exige algo mis que la afiliacién- a un Partido socialdemécrata (un voto, una euota,..) s6lo milita - en el Partido Comunista quien est& absolutamente disponible para - la lucha revolucionaria, militando "en una de las organizaciones - del Partido", En el Partido no hay distincién de clase, cualquiera que sea el origen de clase del militante. En el Partido Comunista solo hay mi litantes comunistas, profesionales de la Revolucién. Sin embargo,- el Partido debe velar siempre por una composicién de clase proleta ria. Bl obrero que ha roto con la ideologia pequefio-burguesa, adop ta el punto de vista de su propia clase con mucha mayor constan cia y firmeza; en la gran ffbrica capitalista ha aprendido el va-~ lor de la organizacién en el trabajo colectivo. Por el contrario,- el militante comunista de origen burgués 0 peque- FORMACION,HOMO- fio-burgués rompe con la ideologia de su clase a- GENEIZACION,LU- lo largo de un proceso prolongado, sujeto con fa~ CHA IDEOLOGICA. cilidad a flujos y reflujos; sus raices filtimas - en la pequefia propiedad, caracterizan a su ideolo gia como individualista, insolidaria, etc. como un obst&culo a la= compresién del problema de 1a organizacién. La constancia revolu-~ cionaria solo queda garantizada organizativamente por una composi-~ cién social de mayorfa proletaria, y esta solo es posible si el -- Partido se plantea la formacién de cuadros comunistas de origen o- brero, como una tarea pi nente. La lucha ideol6gica interna (la- finica forma de lucha de clases en cl interior del Partido Comunis- ta), la formacién intelectual de los militantes de origen proleta- é Sask TEORICAS COMUNTSTAS 5 g pio y 1a homogeneizacién de niveles. de formacién, son imprescindi- pies para poder hablar de domocracia obrera, y de Centralismo De- mocrftico, y constituyen una de las armas fundamentales contra la- deformacién burocrAtica del Partido, contra el - BUROCRATIZACION cnquistamiento on los érganos de dircccién del - nficleo fundamentalmente intelectual que fnimo -- Jos inicios de su construccién, y contra 1a ocupacién permanente — ge 1a direccién por camarillas monopolizadoras de 1a teorfa, que - conservan como garant{a de su "puesto". Pero no podemos reducir a- cucstiones idcolégicas los problemas de la burocratizacién:: +1 Par tido debe velar igualmonte por la homogeneizacién de las condicio= nes materiales de vida de sus militantes, luchando a base de medi-= das concretas contra el mantenimiento en cl interior del partido - de las desigualdades cconémicas de clase. Sin organizacién comunis ta, tampoco hay polftica comunista: el oportunismo politico se in- cuba desde las posiciones pequefio-burguesas ante ¢1 problema de la organizacién en sus dos variantes: cl monolitismo de corte estali- nista y el federalismo propio de intelectuales. Los temas de la organizacién, en sus cuestiones fundamentales,- no son temas funcionales, sino cuestiones de principios. Por ello- los que aqui hemos caracterizado no pueden entendersw como 1a mech nica de funcionamiento de un partido acabado, pero como un obstfcu. lo al desarrollo de las primeras taroas de La- PRINCIPIOS ¥ SISTE vanguardia comunista. Los principios sobr2 or- MA DE ORGANIZACION ganizaci6n, en general, no se refieren ni a és tas ni a cualesquicra otras tarcas que deba -— cumplir la vanguardia en una fase de su desarrollo; tampoco s de-- terminadas condiciones nacionales de la actuacién revolucionarix,- Los principios de 1a organizacién leninista son, por cl contrario, la misma condicién, en cualesquiera momentos y circunstancias, de- una correcta relaci6n entre la teorfa y la pr&ctica politica conu- nista, que cs por csencia una pr&ctica organizada, Lo que ticne unos {mites precisos de aplicaci6n, es decir, lo- que no cs universal, es el sistema completo con sus normas y deta~ Mes que adopta 1a vanguardia comunista aquf o all&, para estas o- aquellas tareas: la necesidad para la accién de una disciplina der tipo militar en momentos clave de la revoluci6n, o en otros casos, el traslado de los debates sobre temas generales al exterior dei- Partido, son ejemplos concretos dentro de los principios del cen tralismo democr&tico que solo pueden ser rechazados por esas dos= variantes pequefio-burguesas que sén el individualismo y 1a m{sti- ca del monolitismo. La problem&tica de los sistemas organizativos Plantea, pues, la necesidad de concretar los principios universal Rentc vAlidos de la organizacién marxistaleninista ante distiatas tareas (determinadas vias de implantaci6n en la clasc, doternina- das combinaciones t&cticas de la lucha legal con la ilogal,etc.)- ¥ distintos niveles de intervencién y maduracién interna de 12 -- Vanguardia, Pero no para reflejar simplemente estas tareas y 2s-- tos niveles, sin avanzar m&s allf de lo inmediatamonte posible: - ja organizacién, la uejora constante del sistema organizativo, es 4 O COMUNISMO un esfuerzo consciente de preparacién de las condiciones que hardn posibles nuevas tareas y formas m&s elevadas de intervenci6n y pre paraci6n teérica y politica de la vanguardia, hasta alcanzar el ti po érganizativo superior: el Partido hegeménico del proletariado. 3.5 2 QUE ES HOY EL MARXISMOLENINISMO ? Eclecticismo y delimitacién ",.,e1 bolchevismo surgié en 1903 sobre la mis s6lida base de la teorfa del Marxismo. Y la justeza de esta- teorfa revolucionaria - y s6lo de ésta - ha sido de-- mostrada tanto por la experiencia internacional de to do el siglo XIX como, en particular, por la experien- cia de las desviaciones, los titubeos, los errores y- los desengafios del pensamiento revolucionario en Ru-- sia. En el transcurso de casi medio siglo, aproximada mente de 1840 a 1890, cl pensamiento avanzado en Ru-- sia, bajo el yugo del despotismo inaudito del zarismo salvaje y reaccionario, buscaba fvidamente una teorfa revolucionaria justa, siguiendo con celo y atencién - admirables cada "Gltima palabra de Europa y América- en este terreno". Lenin. "El izquierdismo. (una de las condiciones- fundamentales del éxito de los bolcheviques). El motor principal del desarrollo de la teoria marxistale ninista no es otro que el desarrollo de la vanguardia comu- nista del proletariado, puesto que en ella se funden la teo- rfa revolucionaria y la prfctica del proletariado. Pero in-- cluso los primcros pasos hacia la construccién del Partido - Comunista -- los primeros pasos de esta vanguardia -- no puc den realizarse sin una perspectiva internacionalista en to-- dos los planos, y en primer lugar en - ADOPTAR EL MARXISMOLE e1 plano de su teorfa: es decir, una - NINISMO AL NIVEL DE = alternativa revolucionaria, por muy ru DESARROLLO INTERNACIO dimentaria que sea, debe recoger sus = NAL MAS AVANZADO. conceptos teéricos centrales al nivel- fis elevado de desarrollo a donde han- sido llevados por el movimiento comunista internacional. So- To haciendo nuestra esta tarea, lograremos incorporar al -- punto de partida de las luchas revolucionarias cn Espafia, to dos los recursos te6ricos que -en algunos casos de forma bas tante completa y en otros de forma insuficiente - resumen la experiencia de afios y ajios de duras batallas del proletaria- do internacional. En la actualidad, sto significa que debe- mos situarnos de lleno ante el hecho de las corrientes, ante las distintas concepciones del marxismoleninismo existentes- en nuestros dias, para claborar las bases teéricas y los e-- jes estratégicos de nuestra actuacién como grupo politico co munista, en torno a una posicién de tendencia internacional, BASES TEORICAS CuNUNISTAS 41 De Abandonar esta tarea cquivale de hecho a negar 1a necesidad de- una direccién internacional, o afin mis, a celebrar su inexistencia para mayor gloria del localismo estrecho de niras. Equivale tam -- pién a degradar al Partido marxistaleninista que se pretende crear a la consideraci6n de producto pasivo de cuarenta ajios de crisis - de la direcciéa rovolucionaria internacional, salt&ndose cuarenta- afios de lucha de clascs como p&gina en blanco de 1a historia, como si cl marxismoleninismo se hubiese estancado en 1923, con la muer- te de Lenin, De este modo, lo que se est& proponicndo es prolongar la desproporcién existente entre las condiciones objetivas, ere -- cientemente maduras para la Revoluci6n Socialista mundial, y la -- falta del clemonte consciente: la direccién comunista internacio- nale Nosotros planteamos nucstras tareas desde otro punto de vista,- desdc un punto de vista internacional en terreno de las bases teé- ricas: asentar on ol marxismoleninismo las bases teéricas comunis- Gas de un grupo de vanguardia, consiste en asumir de forma riguro- samente cientifica los conceptos te6ricos centrales, elaborados a- lo largo de 1a prfctica politica de los comunistas, desde Lenin -- hasta nuestros dias, que se nos ofrecen en forma tres grandes co-- rrientes' (neoestalinista, maocista y trotskista), sobre la base de- las cuales pretende desarrollarse, en la actualidad, el marxismole ninismo. La existencia de tales fraccionamientos en cl seno del ~~ jnarxismoleniuiemo internacional, no es mis que la evidencia pr&cti ca de las insuficiencins, de las lagunas, propias de las posicio-= nes tc6cicas comunistas actuales, para abordar los problemas de la Revolucién Sociclista mundial, Estas insuficiencias y lagunas --~ constituye 1a herencia que arrastramos los marxistasleninistas -~ tras la crisis de la direcci6n revolucionaria internacional. Supe- rar esta crisis, avanzar hacia la creaci6én de esta direccién in-- ternacional, oxige romper desde hoy con la herencia del estalinis- mo, en dos sentidos: 2) arrinconando ideol6gicamente, no s61lo -pe- ro si especialmente = a la corriente que recupera, en forma toda-- via m&s degradads, lo esencial de 61 (neoestalinisno), sino tam - vién a los intentos inconsecuentes de arrojarlo fuera del movi -« miento obrero (mao{smo).b) asentando nuestra prfctica politica so- bre bases te6ricas delimitas en la corriente marxistaleninista mfis avanzada y consecuente. Sofialamos este segundo aspecto esencial para cortar el paso a - posiciones bastante extendidas que se plantean cl problema de la - opcién por una corriente internacional como una necesidad de com-~ plementar com citas m-1, 0 con deficiones sobre internacionalismo, los anflisis y definiciones estratégicas para la revoluci6n espaiio la, realizados, segfin dicen, con independencia de su opcién macis- ta o trotskista, Lo que ocurre realmente es que, en los anflisis - necesarios, (por cjemplo,acerca del papel objetivo del PCE) y en - las perspectivas cstratégicas (vgr., en relacién con la Dictadura- dura del Proletariado), se utilizan conceptos te6ricos, cuya proce 4 2 CONUNTSHO LA DELIMITACION Y LA dencia y cuyo significado preciso se desco» DEFINICION POLITICA. noce, a la vez que se desconave su ligazén © su contradiccién con la definicién explf cita maoista o trotskista adoptada, Esto, por otra parte, pernite= a los oportunistas, tras cada viraje, reafirmarse en los princi -- pios de su corriente, sencillamente porque sus principios no les - comprometen a nada en el plano estratégico y thctico, Para los comunistas, los conceptos teéricos de una corriente -- marxistaleninista no descienden desde el plano internacional so-- bre los anflisis y los ejes estratégicos nacionales, realizados o- definidos con anterioridad o con independencia de la opcién por e- sa corriente. Por el contrario, hablamos de construir nuestras ba- ses te6ricas en torno a una posicién de tendencia internacional, - ante la imposibilidad de alcanzar ningfin tipo de definicién sobre- cualquier problema pol{tico importante, sino es a partir de concep tos precisos y coherentes de una corriente marxistaleninista, dis- tintos de los de cualquier otra o, afin mis, en abierta contradic-- ci6n con ellos. Hay quien interpreta el significado de la existen LA "SOLUCION" cia de corrientes en el marxismoleninismo, consi- ECLECTICA. derando que sus diferenciaa son secundarias, que sus puntos de vista generales son totalmente com- patibles y pueden unificarse dentro de un leninismo "puro", o sim- plemente, dentro de la"prfctica". Nos encontramos aqui, de hecho,- con la definicién de una "cuarta corriente", que sc extiende desde la Habana hasta Berlin, comprendiendo grupos ’tan heterogéneos como el SDS, el PSIUP, el PSU, Falcemartello, etc. La rafz de esta --- “ouarta corriento", la ecléctica, radica en 1a negativa o plantear se como problema fundamental lo que para ella es un fenémeno "ver- gonzoso", que hay que silenciar, que hay que pasar por alto: la de gradacién stalinista del marxismoleninismo y la incapacidad de la- vanguardia comunista para arrojar este lastre fucra del movimiento obrero. Este planteamiento idealista, junta y confunde, en un con- glomerado ecléctico, elementos te6ricos que son inseparables de la estructurq general de la corriente en la que fueron elaborados,fud ra de la cual son inutilizables y contradicen a la vez los presu-- puestos fundamentales de los dem&s, Las relaciones entre la teorfa y la pr&ctica, no pueden ser,en estas condiciones, ms que las del empirismo:separar, de un lado, la pr&ctica cotidiana de la lucha - de clases y, de otro, 1a teorfa marxistaleninista, o mejor, la "bi dlioteca del marxismoleninismo". Convertir la teoria en mero ador- no de la prdctica o, en todo caso, como auxiliar funcional de ésta (Regis Debray). El eclecticismo parasitario, que va picotenado ach y acull& conceptos teéricos concretos de la m&s diversa coloracién, los que en,cada momento convengan mejor a su pr&ctica, vive y se & limenta gracias, precisamente, a la existencia real y efectiva de~ estas corrientes. Es incapaz de ofrecer ni la mis m{nima aporta -- cién positiva al marxismoleninismo, de contribuir a la superacién- de las divisiones actuales, que tanto le inquietan, por que eu ba- se de sustentacién radica en esta misma divisién. pasds TsORTCAS COMUNISTAS 45 La fuerza que en un momento dado tnvo esta actitud ecléctica (re yitalizando monentfneamente a las organizaciones centristas cl&si-- cas de rafz socialdem6crata, o dando nacimiento a nuevas formacio-- nes de"izquierda"), radica en el auge revolucionario del "tercer mundo" y el estancamiento de la lucha de clases en los paises de ca pitalismo avanzado, 16 cual tras la bancarrota de los P.C. stalis-- tas, eitué a una vanguardia incipiente (generalmente estudiantil) - freate « Nmas urgentes tareas en el plano de la lucha de masas y an te un euténtico"vacfo" de la izquierda (el totskismo, reducido a un grvpfieculo interuacional sin vinculos con el movimiento de masas; ~ el naolsmo, que apenas empieza a teorizar sus desacuerdos précticos con sl stalinismo, salf{ndose de los supuestos bisicos de éste). A= si cuajan los primeros brotes de lucha revolucionaria en Europa y - Antrica, constituyendo una verdadera “era del localismo, del empi-~ rismo, del espontanefsmo, etc.".Un "eclecticismo ingénuo" (Rudi --- Dutceike) © “eelecticismo de necesidad" (Castro) conformar& los pri eros pasos de esta vanguardia, desprovista de capital teérico y po lftico suficiente para llenar el vacio dejado por la izquierda tra— dicicnti. Fero el movimiento que se ha puesto en marcha bajo el ro-= pejo ecléctico llegar& a ser la fuente de la propia debilidad de es ta "corriente", al poner de manifiesto 1a "capacidad" de las dire cionzs eclécticas para desaparecer al mismo tiempo que el auge de - las luches ,sin haber podido capitalizar nada que pudiesen presen-- ter como *lternativa estable a la vanguardia del movimiento, As{, - el SDS alemfn, tras estar a la cabeza de una potente movilizaci6n - estudiantil en 1.968, entra en crisis desde que se empieza a acusar te falta de una perspectiva global para este movimiento, los golpes de a represi6n, las exigencias,en suma, de una renovacién de los - cbjetivos, formas de organizacién y lucha, etc. El SDS se fracciona ra, reproduciendo todo cl muestrario de corrientes posible:en sts = prupias filas, incluyendo un ala anarquista y una neostaliniana. La incorporacién de nuevos sectores do 1a revoluci6n mundial y, en - - ellos, el peso creciente del proletariado, inicialmenté de la juven vac obrera,crearf las condiciones para un verdadero rearme tebrico, pol{tico y organizativo de las nuevas vanguardias. En la actualidad el “eclecticisno ing$nuo" se convierte, por necesidad, en una acti= tvd consziente y voluntaria, que se nos presenta como la forma supe rior y m4 refinada del oportunismo prtgmAtico de derechas. Aterra- do ante el "dognatismo", no se plantea su superacién, sino que cie- rra los ojos para eliminar 21 problema, pas&ndose, de hecho, al cam po de los revisionismos del marxismoleninismo. $610 cl proceso objetivo de la lucha de clases podr& borrar las- divisiones te6ricas actuales del marxismoleninismo internacional. - Dentro de este proceso objetivo, es la lucha ideolfgica sin conce-- Sicaes y no 1a “apertura de cepiritu de los eclécticos, la firme - garantfia de una incorporacién auténtica de todas las aportaciones - Tovolucionarias, vengan de donde vengan, a una teorfa coherente y - cada vez m&s acabada, que nada tenga en comfin con el multicolor e - ineficaz mosaico de temas m-1 que compone la"tcorfa"del eclecticis- Wo, Queda claro, entonces, que cuando planteamos la necesidad de -- 44 COMUNT SMO fundamentar nuestras bases te6ricas imiciales en torno a una co- rriente internacional, no pretendemos "alimentar viejas recillas', como nos dirén los empiristas. Lo que nosotros afirmamos simple--~ mente es que la finica via por la que un grupo puede elaborar unas bases teéricas imprescindibles arraigadas en el marxismoleninismo, y elaborarlas, al mismo tiempo, como una aportaci6n m&s al desa-~ rrollo de la teorfa revolucionaria y la construcci6n de la direc~ cién comunista internacional, es la via de 1a delimitacién riguro sa de eu referencia teérica fundamental, el encuadramiento absolu to de sus conceptos teéricos centrales en el se SIGNIFICADO DE no de una corriente internacional del marxismo- LA DELIMITACION, leniniemo. Toda otra via es la via del eclecti- cismo, la que nada podr& aportar al movimiento- revolucionario, excepto unas cuantas experiencias negativas que - la historia ha aportado ya sobradas veces. Se trata, por tanto, ~ de llevar a cabo esta delimitacién rigurosa y trabajar desde ella, a partir de ella, sin componendas ni compromisos doctrinales de - ninguna especie, y al mismo tiempo, sin sogna tions es decir, de- sarrollando hasta el final los conceptos vAlidos de una corriente y desechando otros, en {ntima unién con la pr&ctica revoluciona-- ria, y asimilando, desde los conceptos generales de una corriente las aportaciones positivas de las otras. La situaci6n de fraccionamiento y divisi6n en que se encuen--. tran actualmente el marxismoleninismo, no puede verse como una si tuaci6n est&tica, inmutable. Por el contrario es un fenémeno que- encierra una dialéctica interna de desarrollo, ligada a la apari- ci6én de nuevos fenSmenos en la realidad del imperialismo y de los paises en vias de transici6n al socialismo. Desde la polémica en- tre dos modelos de conjunto incomplatibles} “ socialismo en un sé lo pafs* y ‘revolucién permanente --- polémica que esta en base~ de la divisién actual y cuyos elementos siguen presentes en cada- uno de los puntos de divergencia actuales~--, hasta nuestros dias la lucha de clases internacional ha hecho variar las distintas po siciones contradictorias en el interior del marxismoleninismo. - las grandes corrientes han sufrido procesos de atrofia o estanca- miento, parciales y totales, se han reproducido bajo nuevas for- mas, han sufrido auges y recesiones, y se han ido concretando y - ramificando en un sinfin de posiciones particulares. De este modo, han ido surgiendo las distintas ramas del trotskismo, del maoismo y del neoestalinismo. Alguna de estas ramas han sido relegadas a- la cuneta a lo largo del proceso hist6rico, por la propia dinfmi- ca de la lucha de clases, Otras veces, a partir de posiciones apa rentemente eterodoxas, alguna o algunas de estas ramas han vuelto a situar en el punto de vanguardia las adquisiciones teéricas cen trales de la corriente en que estaf insertas. Creemos que todo lo dicho hasta aqui es suficiente para descar tar el ncoestalinismo como base de la delimitacién teérica de un grupo revolucionario. Zs mas, la delimitacién, para ser consecuen te, tiene que pasar por el desenmascaramiento del papel objetivo- que desempefia el neoestalinismo en la lucha de clases: el de una~ 5 MVATCAS CuiaUNTS AS 45 eee ees forme particular de dominacién del proletariado por la ideologfa bur guesa. De una forma general, creemos que los esquemas del trotskismo re- presentan la verdadera continuidad dela linea leninista, y un real - enriquecimiento del leninismo, que constituye, en conjunto, el arma~ te6rica mejor afilada de que disponemos hoy los comunistas en la com prensién de las tareas que plantea la era de transicién mundial al — gocialisno. Concretamente, su creciente papel politico en la confor- gecién de la nueva vanguardia comunista, que surge vinculada a la en trada de las luchas revolucionarias en un perfodo de nscenso, tiene= su explicacién en que las tareas que se alzan ante SSTRA PRIMER los comunistas- tras la decisiva incorporacién a - opolon POR GL - a lucha, del proletariado de los saises de capita TROPSKISHO. lismo avanzado y de los masas de los ustados obre- ros burocriticamente degenerados - son tareas que- ponen de actualidad inmediata los grandes temas del vrotskismo. Al - mic1o tiempo, la nueva perspectiva encierra a la ortodoxia macista - en un callején sin salida, en un mar de contradicciones agudizadas - por cada nuevo fenémcno entre las exigencias de la lucha prActica y- el trasfondo estalinista del ‘pensamiento mao~tse-tung'. Cada paso - pr&ctico que da el macismo hacic posturas mas radicales, abre una nue va brecha entre é1 y cl estalinismo; cada teorizacién de este paso préctico introduce nuevos elementos que atentan contra los viejos -- presupuestos de fondo, dia a dfa mas resquebrajados. Espafia no es diferente en este terreno: en la crisis del reformis mo y el oportunismo, la referencia al trotskismo ha jugado y juega - un importante papel. Esta deelaracién, que asumimos como punto de partida, ---ya que - no existen posicioncs asépticas o ncutras, sinc cclécticas o centris tas--- no ticne otro valor que cl de una opeién ideolégica condicio- pada, que inicialmente s61o podremos fundamenter en nucstra revision erftica del filtiuo perfodo de luchas obreras en Espafic, y su contex- to mundial y en los resultados de una serie de discusiones teéricas- parciales, luestro deber es, precisawente, reducir lo condicionado - de esta opcién, eliminar lo que incluye de iceolégica. %n suma, la - opcién por una corviente marxistaleninista se nos plantea como la ela boracién cient{fica de una referencia de partida en cl seno de una - corriente del warxismoleninismo: el trotskismo revolucionario. Hablamos de la claboracién cient{fica de una referencia teérica - trotskista ce partida, o de situarnos cient{ficamente en el seno de- esta corriente, a fin de descartar cualquier opcién avsolutamente ideolégica, infundada, en nuestro arranque hacia la construccién del Partido Comunie*a. iin este sentido, es imprescindible ux trabajo in- Qinentemente tedrico. La utilizacién por los comunistas de la teoria Marxista ( laterialismo listérico y Materialismo Dialfctico ), ha i- do articulando, desde Lenin hasta nuestros dfas, un conjunto de ele- Mentos, de muy distinto valor, que constituyen el total de adquisi-- Ciones teéricas de una corriente marxistaleninista. Tsta diferencia- @e valor se refiere, en primer lugar, al grado de generalidad de ca- da concepto: es decir, tesis que pueden ser aplicables wniversalmente ®in limites de tiempo y espacio, para toda una fase, el imperialismo; F «a a © COMUNISMO © por el contrario, tesis referidas a determinadas circunstancias,- inutilizables fuera de $stas, Zn segundo lugar, el valor actual de~ estos conceptos se refiere también a su grado de comprobacién en la praéctica: tesis ampliamente ratificadas y comprobadas por numerosas batallas de la lucha de clases, otras, en cambio, permaneciendo to- davia a un nivel de hipdtesis, cuya verificacién definitiva est4 en cuestién. La tarea de elaborar cientificamente nuestras bases te6éri cas equivale a pasar de la simple opcién condicionada a una valora- cién rigurosa de los elementos teéricos elabora~ FUNDANENTACION-- dos por los comunistas, a una estructuracién co~ CIENTIFICA DE--- herente del lugar que ocupan en el conjunto de - LA DELIMITACION. a teoria. Se trata, pues, en la delimitacién, - de determinar y precisar aquellos elementos esen ciales, desde hoy, a una pr4ctica politica comunista. En segundo lu gar, se trata de precisar otros elementos que son utilizables a par tir de un anélisis detallado de sus deficiencias en el momento ac tual de la lucha de clases y de nuestras posiblidades y limitacio-- nes. Por filtimo, quedarfan aquellos elementos cuya imcorporacién a- nuestra teoria y a nuestra pr&ctica, escapa completamente al marco- politico y organizativo en que tendré lugar nuestra primera fase de intervencién en la lucha de clases, Principios del marxismoleninismo Si "la esencia, el alma del marxismo es el an&lisis concreto de- la realidad concreta’' (Lenin), la esencia del oportunismo te6rico - de derechas en el movimiento revolucionario, es el desprecio del papel que desempefian en el anflisis concreto, las adquisiciones ted ricas universales del marxismo, reduciendo la teorfa revolucionaria a sus aspectos metodolégicos (“el marxismo es un método de an&lisis") y sustituyendo el anflisis concreto marxista por el anflisis empiris ta. Frente a esta actitud, hacemos nuestra la tésis marxista de que elmarxismoleninismo es la teorfa de la revolucién proletaria en la etapa imperialista’, sta afirmacién no pretende reducir la teorfa- comunista a la conservacién, letra por letra, y ni una letra mas, - de las adquisiones de Lenin. Plantea la existencia en la teorfa re- volucionaria de verdades generales, v4lidas para toda una fase his- térica, el imperialismo, adquiridas y elaboradas en largos afics de- experiencia politica de la vanguardia comunista del proletariado.-- Son los resultados de la fusién de la teorfa revolucionaria con el- movimiento obrero, en su grado mas alto, son los principios del mar xismoleninismo. Partimos de que en la base de las concepciones leninistas no ene contramos solamente una aplicacién del pensamiento de Narx y Engels a la situaci6n concreta de Rusia en el momento de la primera guerre imperialista, ni una “teorfa puramente rusa o “de principios de si glo" como afirman hoy tantos oportunistas “antidogmfticos" 2 coro = con los revisionistas. Las concepciones leninistas son una extensa- aportacién al marxismo, en el plano de sus conceptos mas generales, mas universalmente aplicables, realizados sobre el andlisis de una-

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