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Francis Novum BACON Organum ‘Traduecién directa del latin: (CUnMENTE FERNANDO AEMORE Bstudio preliminar y notas: Risten! FRONDZL Biblioteca de Obras Maestras del Pensamiento LOSADA 4 EDITORIAL LOSADA BUENOS AIRES Titulo original en latin: ‘Novum Organon sientiarem IF edicién en Biblioteca de Obras “Maestras del Pensamiento: septiembre de 2003 Advertencia © Editorial Losada, $. A. Moreno 3362, La presente versin en espaol del Novum Organirn es, sein Bucnos Aires, 1949 esas noticias, la primers traducctn diet del latin ues ofce ce castelano, Ha sido hecha de acuerdo al texto de la excelent di iim ertica de Thomas Fowler! cua Introducciin 9 valiosas notes Distrbucién: ‘han sido de gr wtlided para laredectbn de macros comentarios Capital Feder: Vaccaro Sinchez, Moreno 794 - 9° piso epic de pigina. Seba tenido también a la vista laedieiinelasca de (1091) Buenos Aires, Argentina J. Spedding, RL. Elis y D. D. Heath Jeon: Distribuidora Bertrin, Av. Vélez Sicsfield 1950 ‘Las noas de pie de pina marcadas con un se refieren a aspec (1285) Buenos Aires, Argentina tos lngitcs y fueron redactadas por el raductor, todas las dems, gue aparccen con nammeraciin corida, se debon a Rise Frondii, ‘pen too a su cargo el cnidado del edicibn a le interiores . (Camere Femuxoo ALOR Teller del Ser Tse FRonz Marzo, 1949 ISBN: 950-03-9219-4 Queda hecho el depésito que marca la ey 11.723 ‘Marea y caractrisicas gréficasregistradas en la Oficina de Patentes y Marcas de la Nacién Impreso en Argentina Printed in Argentina Ban’ Newson Orgerane (ed. Thomas Fowl), 2 ed, Oafoed A he (Claendon Pes, 1888 2 The Works of Francs Bacon (el. y ed, James Spedding, Rober Leslie lis, Douglas Denon Heat), Vol, Londos, Longman & Co, 1858 (7) Significado y contenido del Nooum Organum 1. Francis Bacon y la formacién del pensamiento moderno Producido cl derumbe de la escolstica, hay gue aguardar hasta el siglo wvmt para encontrar una aueva concepcién que reemplace ala que dominé durante tantossgles. Sin duda, tal concepcin se basa en el esfuerzo de los dos sigs anteriores glos de forejeo en busea de una nueva rate~y principale mente en ls doctinas de ipo naturalista que emergen en Is fia, Peto es el silo xv el que offece una ruta bien defini so- bye la que ha de tansitar el pensamiento modemo ulterior. Resulta diffe disriminar con clavidad las diversas conti- buciones ala formacin del pensamiento modemo. Toda nue- +a época cultural surge como un complejo que se tsiste a los «squematismos simplistas. Pero si reducimos nuesto interés a Jos aspectos filoséficoy cientifico ~intimamenteligados en cxa época-acuden de inmediato a nuestra mente tres nombres que no pueden dejase de mencionar en cualquier consideracién sobre este tema: Descartes, Galileo y Bacon Mucho se ha disputado acerea de la mayor © menor in- fluencia que han tenido estos tes pensadores en la formaciSn dela concienciafiloséfica y cientifca moderns. Con frecuen- cia se ha exagerado [a importancia de uno en menoscabo de (9) los dems y el orgullo nacional no es totalmente ajeno a tales evageraciones. El vicio principal de esas disputas, que las ha tomado estériles en tanto contribucién historia, consiste en. ‘querer ordenar jerérquicamente a dichos pensadores. Lo que correspond, es indagar la natualezay sentido dela contribu- cidn de cada uno de ellos, pues es innegable que los tres han contibuido en buena medida ala formacin de la conciencia moderna. ¥ tl indagacién no debe tomar en cuenta tan s6l0 1a originalidad o profundidad de ls ideas sino la repercusién due tuvieron en el desarrollo ulteriar del pensamiento filosé- fico-cienifico, : La contrbucidn de cada uno de ellos ¢, a nuestro juico, de indole muy distints, Descartes es, ante todo, un filésofo, Con él se inicia un modo nuevo de flosofar que caracterizaré al pensamiento modemo y que podemos denominar ideal ‘mo, en un sentido ampli. Vio en la matemaica el paradigma del conocimientoy seal la estructura racional y mecinica de la naturaleza, principio que srvid de sostén a todo el desatro- Ho ulterior de la ciencia modema. Su preocupacién metodolé- gica es fondamentaly esti basada en la ereencia del poder de Ia rzén, Galileo, por el contri, es un hombre de cencia, Sus des- cubrimientos son fundamentales; la concepcién de Newton re- sulta incomprensible sin la mecénica de Galileo. Su aporte 2 encierraen una serie de descubrimientos cientfcos concretos yen el principio central que inspiré sus investigaciones perso- nales y que se convité en un postulado fundamental de la ciencia modema: el mundo fisico es una interaccién de faer2as calculable y de cuerpos medibles. Se ha exagerado Ia impor tancia de su metodologla. Por otra parte, unos han queridore- dlucir su método a la experimentacin y otros a la deduccién pura. La verdad es que el método de Galileo evo gran efiacia en sus propias manos ~sininfluir mayormente en sus cont- ruadores~ y e5 una mezcla de experiencia y deduecién. Pred cb el valor de la experimentacion para combatir los excesos de la especulaci6n metafisica qu, bao la autcridad de Arist6teles, habia invadido el estudio del mundo fsico; pero usé la deduc- [10] ibn que ataca al problema sin prejucios metafsicos. En rigos, Galileo alcanza la mayor parte de sus descubrimientos por de Gatcion y usa la expetiencia como medio para comprobar la edad de sus hallazgos. El procedimiento que us6 para redes- Whur el telescopio es un ejemplo tipico de su metodologia, ‘Descartes fue un flésofo; Galileo, un hombre de ciencia Bacon no es, et rigos, ni una cosa ni la otra. Sua talento meta fisico era escaso y ninguno de sus escrtos puede comparars, fen honcdurafilos6fica, con los de Descartes A su vez, no ha Contribuido al ensiquecimiento de la ciencia con ningtin des “Ebsimiento cientitico. 2A qué se debe, entonces, que se le Considere como uno de los fandadores del pensamiento mo demo? Lo que mis cuenta de su contsibucién debe buscarse en ‘si metodologia, Bacon es el primero que expone en forma sis- tematica el método inductivo, que tanto ha contsibuido al de Servolo de ls ciencias de la naturaleza. ¥ expone proijamen- te 5a fundamento, sus ventajas, sus posibles desviaciones, sus chnones Para comprender la importancia que tuvo el descubs: riento de una via de investigacién hay que recordar en qué momentos expone Bacon sus ideas metodolbgicas. El de- trumbe dela escoléstica no slo eché por tierra las concepcio- nes fisica y metafsica imperantes sino también la légicaaris- totélica basada en el silogismo. Cuando existe un saber Sistemitico elaborado, el silogismo desempefa un papel fan damental. Pero al perder validez los principios generales de tal sistema, cae la premisa mayor del silogismo y con ella toda posibilidad de razonamiento silogistico. En un mundo que {quiere echar a andar por nuevos eaminos para nada seve el s- Togismo; resulta infecundo por ser incapaz de descubrie nue- vas verdades. junto con la concepcién aristotélico-tomista 1 No puede nega, sn embargo, su infuenia en a formacén del em Fimo inl, El fom I del News Oger conten, en perme, Ltrs earl de Lacks, qien ain que nuts es tenn su age ea Sens {in ya elem. A Bacon le ils o que se avin claamente en Locke: ‘nitnca dele naturleay sigufccin del problema del conocimiento. ry que imperaba cayé su principal instrumento metodol6gico. LL reconstruecién ha de comenzar por el descubrimiento de tun nuevo método, de un ars inveniend, que sea capaz de con dlucimos a una nueva ciencia con fundamentos sblidos y fir mes. BI problema del método es, por consiguiente, la cues- tion inicial y bisica de la filosofia moderna. Descartes y Bacon son sus méximos expositores Descartes dedia a tales problemas buena parte desu famo- 0 Discurso del Método, publicado en 1637, y la toalidad de una cobra redactada afios antes ~probablemente alrededor de 1628— y publicada después de su muerte en 1701: Reglas panel dirt ciin del exphritn, En los comienzos del Discurso dice Descartes que “No basta tener el ingenio bueno; lo principales aplicarlo bicn, Las almas més grandes son capaces de los mayores vicios, como de las mayores virtudes;y los que andan muy despacio pueden llegar mucho mis lejos, si van siempre por el camino recto, que los que corren pero se apartan de él", Conceptos que se repiten en el Prficio de los Principios de Fsofia (1644) y ue coinciden con lo que escribe Bacon en el aforismo 61 del libro 12 La regla IV, a su vez, esti dedicada 2 mostrar que “el método es necesario para la investigacién de la verdad” y la to- talidad de las Reglas para la direccion del epiritu no es sino una cexplicacion y prueba de tal tess, La bisqueda de un nuevo método, que es el punto inicial yyel motor de sus indagaciones, supone un repudio del silogs: ‘mo en uso en los sigs anteriores. Considera Descartes que el silogismo es imitl como instrumento para descubrie nuevas verdades y s6lo sirve para exponer verdades y@ logradas No sélo es init sino peligroso ~agrega Descartes~ puesto que la validez de su forma es independiente de su contenido; lo que permite deducir algo verdadero de premisas flsas. {Cbmo po- demos estar seguros de las verdades aleanzadas por medio del silogismo? La coreecién formal de la deduccién no nos asegu- sala verdad efectiva de sus conclusiones, En las critica a la Kb- 2 Che noms 2 Gir Reger par icin dl pit rela Xo ine 21 ie arstotlien, Descartes ha insitdo en el caricter formal del Slogismo. Ocupado en obedecer las reglas de la deduccién st fogaticn, el espritu pierde de vista Las ideas y se aparea de la in- ferciém directa de ls naturalezas simples. i bien por razones distintas alas de Descartes, no menos erlica es a actitud de Bacon frente al silogismo y a lbgicaaris- fotélica. El mismo titulo de su obra principal ~Noowm Orga nom, publicado en 1620 revela su oposicin al Organum de ‘Aasételes, Tal oposiciOn se convierte en franco ataque en el ‘Contenido de la obra. Escribe en el libro I que la légica aristo- tdea *no es utilizable para la invencién cientifica” (I, 11) y *igve mis para fijary consolidar ertores fundados en nociones vulgare, que para inguitc la verdad; de tal modo que es mis periudical que wil” (12). ‘Bacon da como prueba del fiacaso del método empleado inata entonces, la escasez de los conocimientos logrados. Ta- les conocimientos parecen abundantes a juzgar por los libros pero st Variedad se funda en hdbiles sutilezas y no en verda- des efectivas (I, 7) Los descubrimientos de que disponemos se eben, por otza parte, al azar (, 8), “Al que considere la cosa debidamente ~escribe en I, 82~ Ie lenard de estupor... ..que se haya abandonado todo @ la nicbla de la tradicién, 0 al tor bellino y vertigo de los argumentos,o alas fluctuaciones y ex- iravios del azar.” Resulta, por lo tanto, insensato y aun contrs- dictorio experar que lo que no se ha hecho antes pueda hacerse ahora, sino es por métodos ain no ensayados (1 6). La causa y la raiz de todos los males de las ciencias consiste en que mientras admiramos y ensalzamos sin raz6n las fuerzas de la ‘mente humana, no le procuramos los auxilios [métodos]apro- piados (9) aalternativa es clara: continuar en la niebla de un pseu: 4 Ba los comienzos del Now Orgenam eerbe que “La mano slay Clemeadiniento sbandonado sf mismo no pueden gran cota. del mie ‘mo modo come lor instrumentor de la mano fcilitan guia fos mow Iaentor de sta, ai los de la ment estima el espn yo preseran dl sor (2) (3) doconocimiento acumulado por tadicién o encontrado por azar, 0 buscar el camino que nos asegure el descubrimiento progresivo de los secretos de la naturaleza. De este plantea- riento surge la fe ciega que tiene Bacon en la importancia del método. Fe que lo lleva, lo mismo que a Descartes, a menos- ccabar la importancia del talento y del esfuerzo personal y ha- cer girar toda la cuestién en la bondad del método. En I, 61 dice Bacon que “es claro y manifiesto que el que corre fuera del buen camino tanto mas se desvia cuanto mas hibil y ve- loz es. Nuestro método de investigacién de las ciencias es tal ‘que no deja mucho lugar a la agudeza y vigor de la inteligen- ‘ia sino més bien pone los talentos ¢ ingenios a un nivel igual, Pues asf como para trazar una linea recta o describie un circu lo perfecto importa mucho la fiemeza y entrenamiento del pul sise hace sélo por medio de la mano, pero poco o na da si se emplea una regla o un compis, la mismo sucede con nuestro método”s En qué consistré tal método capaz de elevar las inteligen- cias y aseguramos el descubrimiento seguro y progresivo de los secretos de la naturaleza? ido, el que aquéllas se mantengan pegadas e inméviles sobre sus huells,nitomen el incremento digno del género hie mano, hasta el punto de que muchas veces no sélo la afiema: I 1 i | I cin ha quedado afirmacién, sino que la cuestién queda cues tin, sin que se resuelva con esas descripciones, sino que se fle | ¥¥ mantenga, y que toda la tradicién y transmisin de las dsci> pilinas, represente y ostente la persona de maestro y oyente ¥ no la de inventor y la de quien afiada algo extraordinatio a lo inventado. En cambio, en las artes mecanicas, vemos acontece {o contrario; pues éstas, como si fueran participes de un aire vi- tal, cecen y se perfeccionan dia a dia, y aparecen la mayor pr te de las veces rudas y como pesadas ¢ informes en sus prime os autores, mas luego alcanzan nuevo vigor y cierta como adaptacin, hasta el punto de que antes desmayen y cambien [44] osdesos y anhelos de los hombres que legar ells a su cum- rey perfeccibn; por el contrario, la filosofa y las ciencas in if catales a modo de estatuas, son adoradas y celebradas, pe verno avanzan; atin mas, algunas veces es en su primer autor ‘Seando estan en su méximo vigo,y degeneran a continuacin; gues después que los hombres, se han hecho doblegadizos y se fin sumado al criterio de otro (como senadores pedarios) no amplifican las cencias sino que desempefian un oficio servl jaltando y escoltando a certs autores. ¥ nadie aduzca aque- fo de que las ciencas ereciendo poco a poco han llegado por fina un estado fjo y s6lo ahora hecho moradaestable en las, rs de unos pocos (ecoridos los trayectos que les corres pondia); yuna vez que nada mejor puede encontrrse, 3 de- fenen, por fin, para adomary cultivar lo encontrado, Seria de desea el que esto faera asi, Pero més conecto y verdadero es ue eas adquisiciones de las ciencias no son otra cosa que al- founiido dela confanza de unos pos hombres y del de fiiae inercia de los demds. Pues después de que las ciencias fueron quizds cultivadas y trabajadas por pares diligentemen- i, sls entonces 2caso alguien de ingenio auda, y celebrado yyaplaudido por sus compendios del método, quien en la apa- siencia compuso el arte, pero en la realidad destniyé el trabajo delos anteriores. Esto, sin embargo, suele ser grato a los poste- totes, por el uso fll de la obra y el tedio y Ia fala de pacien- cia para nueva investigacién, Pues si alguien, por el consenso ya inveteado, e rigiera por el juicio del tiempo, sepa que se poya en un razonamiento muy faz y débil. Pues no nos es conocido en gran parte qué es lo que se conocié y emané al piblco en arte yciencia en los diferentes siglosy lugares; mu ho menos, qué es lo que fue intentado por cada uno y discu- tidoseparadamente ¥as{ no constan en os fastos los patos ni losabortos del tiempo. Y no ha de estimareeen mucho, en mo- do alguno, ese consenso ni su duracién. Pues cuslesquiera que. sean_los diversas modos de administrar_las ciencias, el estado de cases. nico y siempre fue habré de quedar popular. Y para con el pusblo pueden muchisimo las doctinas cantencio- ‘ay. combativas 0 aparatosas yvacis, esto cs, tales que envnel- (451

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