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LOS LIBROS DE CHILAN BALAM MEMORIALES PROFETICOS | HISTORICOS DE LOS MAYAS DE YUCATAN POR DANIEL G. BRINTON, Docron ex Mentersa, (Praduoido del ingiés para tos “Anales de por. P. ADVERTENCIA” Lo eset Numismética y Arqueoldgica de Filadelfia on su sesion de Enero do 1882, y so imprimié en ol Pent Monthly de Marzo de 1882. Como el asanto es enteramente nuevo en el ial de este Opusculo fué dado 4 conocer, en forma de diseurso, a la Sociedad campo de la Arqueologia y de la Lingitistica de América, so ha creido que una reimpre- sion en la presente forma seria bion acogida por los que se dedican al estudio de aquellos ramos. (4) © Las notas del autor, en série numérica, van al ealee ule las piginas del texto: tas del traductor, on série alfsbética, pueden verse al fin del Opuscuto. LOS LIBROS DE CHILAN BALAM.? LEGO Ja civilizacion en Ja antigua América & su més alto nivel, entre los Mayas de Yucatan. Sin hablar delos monumentos arquitecténicos que aun quedan como testimonio de esto, sabemos de un modo evidente, por los pri- meros misionoros, que, de todos los naturales del Nuevo Mundo, solo los Mayas tenian una literatura escrita con «letras y caractéres,» conservada en voliimenes cuidadosamente encuadernados, euyo papel, fabricado de la corteza de un drbol, estaba cubierto de un barniz blanco duradero.* Todavia quedan algunos libros de estos, que se han conservado hasta, nuestros tiempos, accidentalmente, en las grandes bibliotecas de Europa, pero la mayor parte de ellos fueron destruidos por los frailes. Eneontraron que el contenido de esos Tibros se relacionaba, principalmente, con los ritos idolitricos, con las tradiciones de los tiempos gentilicos, con suporsticiones astrolégicas, y con otras ideas semejantes. A causa do esto se les considers perjudiciales, y fueron quemados por donde quiera que se les encontrd. je Enoro de 1882 en [a 24° sesion anual de la Sociedad Numismitica y Arqueol6- 4 Lectara hecki el ica de Pilati. 2 Entre los nuimerosos smtores que porian citarse en esta eneston, sito copian’ las palabras de uno, el Fr. Alonso Ponce, Comissrio General del Papa (#), que viajaba por Yucatan en el sfio 4886, cuando toda~ via vivian machos indios que hobian nacido antes deka Conquista (HS44). £2 P. Ponce babia recorrido toda Ja comarca de México, y, por consiguiente, habia tenido conocimiento de la escritura pictOrica de los Azte~ as, que claramonts compara con la escritara de los Mayas. De los dltimos dice: «Son alabados de tres cosas centre todos los demas de la Nueva Espo, Ia una de que en su antigiiodad tenian earacteres y letras, com aque escribian sus historias y las ceremonins y érdden de los sacrifiios de sus idolos y su ealendario, en ti- «bros hechos de cortezas de cierto arbol, tos cuales eran unas tiras muy langas de cuarta 6 tercia enancho, que se doblabon y recogian, y venian § quedar 4 manera de un libro encuadernado en euartilla, poco mis «dménos, Estas letras y caracleres no las entendian sino Ins sacerdotes de les idolos (que en aquella lengua «50 Haman Ahkines), ¥ algun indio principal; despues las entendieron y supieron leer algunos frailes nues- ‘ros, y aun las escribian.»—(Relacion breve y verdadera do algunas costs de las muchas que sucedieron ak Paire Fray Alonso Ponce ea las provincias de ta Nueva Expaia, siendo Comisario General de agusias partes, —lomo Il, pagina 392). Ningun otro autor eonozen quo dé la interesante noticia de estar usindose enténees esos caracteres por los misioneros ara difandir la instraceion entre los naturales; pero, par Mr. Gatschet, de la Oficina de Binologia en Washington, sé que recientemente se ha descubierto un Gbtice escrito, de est ‘manera, por tno de los primeros Padres, ‘Toxo 12 4 ANALES DEL MUSHO NACIONAL La pérdida de sus libros sagrados produjo on Jos naturales honda impresion, como explicitamente nos Jo dieo cl Ohispo Landa, que fad, en este sentido, uno de los des- tructores mis erueles.'—Pero algunos inutios de los tis inteligentes habian aprendide yael alfabeto espafiol, enriquecido por los misioneros con un néimero de signos que astaba para expresar, con metiana exaetitad, los sonidos de Ia lengua maya. Con- fiando en sus recuerdos, y auxiliados, dno dudarlo, por algunos manuscritos que se habrian conservado sceretamente, muchos naturales empvendicron Ia tarea de escribir, valiéndose de este nuevo alfabeto, el contenido de sus antiguos memoriales. Se aumenté miueho, que habia sido imporiado por los Europeos, y se omilié bastante, de lo que ha- bia Hegado 4 ser incompronsible 6 habia enido en desuso desde el tiempo de Ja Conquis- ta; miéntras que, como era natural, no tenienlo todos los eseritores nila misma des- treza, ni una suma igual de conocimiontos, produjeron obras de mérilo muy diverso. Sin embargo, cada libro de estos tomé el mismo nombre. Sin atender al pueblo donde habia sido escrito, ni ai la mano que lo habia formado, se Ie llnmé, y todavia hoy se le Mama «HI Libro de Chilan Balam.» Para distinguivlos entre si, se agrega el nombre del puoblo en que se hn escrito 6 encontrado alguna eopia, Bn ol siglo pasado ensi to- dos los puchlos, probablemente, tenian uno, que era conservado con supersticiosa ve- neracion. Pero, con la oposicion de los Padres a esta clase de literatura, con la falta deantiguss simpatias, y, sobre todo, con Ia dilatala guerra do castas que, desde 1847, haasolado la mayor parte de Ja Peninsula, casi tolos estos libros han quedado destrai- dos. Hay todavia, sin embargo, fragmontos 6 descripeiones de diez y seis de estos cu- riosos memoriales, cuando ménos. Se les eonoee, segun los respoctivos pucblos, con las siguientes donominaciones: Fl Libro de Chilan Balain do Nabuld, el de Chumayel, eb de Kawa, el de Mani, el de Oxkutzenb, cf de Ixil, cl de 'Tihosuco, cl de Tixcocob, cte., siendo estos los nombres de diversas poblaciones indigenas de Ja Peninsula. () Si agrogo que ninguno de ellos ha sido impreso, ui siquiora. tradueido por completo 4 una Tengua cualquiera de Huropa, todo arquedlogo y lingiiista comprenderii que estos libros se presentan como una mina riea ¢ inexplorada, de donde pueden tomarse noti- cins sobre aquel pueblo interesante. Rescevando para el futuro editor que los dé & eo nocer al mundo cientitieo, In tarea de discatir, con mss porfeccion, el origen y conteni do de estos momoriales, me propungo tocar en cl presenic articulo, simplemente, algu- nos’ puntos culminantes, para ilustrar Ia enestion. ® Fijindomo, ante todo, en cl siguiftendo del nombre Chilean Balam, no ereo dificil en- conirar sa derivacion. El Ilmo. Landa, segundo Obispo de Yucatan, cuya deseripeion de las costambres indigenas es una fuente que, para nosotros, no tiene precio, dice (Re~ lacion de las cosas de Yucatan, pig. 160), que Chilan era el nombre de sus sacerdotes, couyo oficio «era tratar y ensofiar sus sciencias y declarar las necessidades y sus re~ «modios, predioar y echar los fiestas, hazer snotificios y administrar sus sacramentos. «El officio de los chilanes era dar respuestas de los demonios al pueblo y eran tenidos (" Rigurosamente hablando, chilan significa en Maya intérprete, Boquilla, (® de «chij, la boca,» y con esta significacion usual se presenta frecuentemente en otros escritos. La palabra badam, literalmente, ti- gre, so dedicaba tambien 4 una clase de sacerdotes, y todavia Ia emplean los indios de 3 «Se les quemamos todos Yucatan, pigina 316. (0) ), lo cual & maravilia sentian y les daya pena, »—Relacion de las cosas de ANALES DEL MUSEO NACIONAL 95 ‘Yoeatan para designar zi los espivilus protectores de los campos y de las eiudades, eo- mo lo he demostrado extensamente en un estudio reciente del vocablo, tal como se. pre senta en los milos indigenas de Cuatemala.'—Chilan Badan, en consecuencin, no es tun nombre propio, sino un dictado, y en los tiempos antiguos so aplicaba al sacerdoto que anuneiaba Ia volutad de Jos doses y explicaba Jos oriculos sagrados, Asi nos da ‘mos cuenta de Ja genoralizacion del voeablo y do la santidad do sus conesiones. Los libros que han legado hasta nuestros tiempos ticuen fechas diversas. Uno de ellos, «HI Libro de Chilan Balam de Mani,» faé formado, con seguridad, on 1595 cuando mis tarde, como lo prucha, evidentemente, el manuserito mistno. Varios pasajes que hay en las obras de Landa, Lizana, Sanchez Aguilar y Cogollado, historiadores primiti- vos de Yucatan todos, pracban quo muchos de estos manuscritos indigenas existian en el siglo XVI. Algunos escritos datan del siglo XVI; la mayor parte, dela segunda mitad dol XVUL. Por Jo comun no aparocen los nombres de los autores, probablemente porque todos los libros, tal como los tenemos, son copias de manuseritos mis antiguos, con simples adicio- nes accidentales, hechas por el copista, de acontecimicntos notables de su época; asi, por ejemplo, en «EI Libro de Chilan Balam de Nabuli» nee mencion el eopista, como suceso de actnalidad, de una cpidemia maligna que reiné en Ia Peninsula durante el aiio 1673. ‘Me ocuparé ahora del contenido de esas euriosas obras. Lo quo ollas abrazan puede ola- sifiearse, convonientomente, en cuatro seccionest Cuestiones astroligicas y proféticas. Cronologia é Historia antiguas. Recetas 6 instrueciones médicas. Historia moderna y Doctrina Cristiana, La iiltima seccion se eompone de traducsiones de la Dacirina, de narraciones biblieas, dal relato de acontecimientos posteriores 4 la Conquista, ete., que pondré 4 un lado por set do poco interés. La Astrologia parece que es, en parte, una reminiscencia de Ia de su antiguo paganis- mo; en parte Ja que, durante el siglo trascurrido de 1550.4 1650, se tom6 de los almana- ques europeos. Estos iltimos, como es bien sabido, estaban Ilenos de pronésticos y adivi- naciones. Una andilisis cuidadosa que tuviera por base la eomparacion con Jos altmanaques espafioles de aquel tiempo, revelatia, indudablomente, todo lo que habia sido tomado de cllos, y podria inforirse con claridad que el resto era lo que sobrevivia de las antiguas teo- ras indigenas. Pero no falian alli profeeias genuinas, de carfoter mucho més sorprendente. Estas fue~ ton atribuidas 4 los antiguos sxceniotes, y a una fecha may anterior & Ja de la introduc- cion del Cristianismo. Algunas se han impreso, traducidas, en las «Historias» de Lizana 4& eThe names of the Gods in the Kiche Myths of Central-America.» Anales do la Sociodad Filosbtca Americana, vol. XIX, 4881. La letra final en ambss palabras echilun,balam,» pu ser 5m, dependiendo ‘elcambio, del dialeto y de la pronunciacion local, Me he sujetado & las autoridades primiuvas eseibiendo «Chaitan Balam,» aunque los moternos profieren decir «Chilam Balan.» El Sr. D, Eligio Ancona, en. su y 4 otros testimonios andlogoss pero, como justamente lo deplora el Abate Brasseur de Bourbonrg, rara vez cita sus palabras, y, ni explica qué manuscritos eran es0s, ni como pudo proporcionsirselos.'—De hecho, el conjunto de las noticias del Seftor Perez se derivaba de estos « Libros do Chilan Balam,» y, sin pretender el menos- cabo de su repatacion como anticuario y como afleionado a los estulios mayas, me veo 8 Por ojemplo, en el «Ztegstro Yueateo,» Tomo Ill; en et «Diveionario Universal de Historia y Geografia,» Tomo Vill (Bfexieo, 1858); en el «Diccionario hictérico de Yucatan,» "Tomo | (Mérida, 1868); en el Apindice Alas «Goeas de Yueatan, co Landa (Paris, 1864), etc. Las épocas, 6 Katunes, de la historia Maya han sido ‘analizades tambien, recientemente, por el Dr. Folipe Valentini, en un ensayo en aleman y en inglés, et ile ‘imo en los cAnales de la Sociedad Arquedlégiea Americana, 1880,» 6.Laatitia dol Abate aparoce en Ia nota de a pigina 406 de sa edicion de las «Cosas de Yucatan» por Landa. owo 11—25 98 ANALBS DEL MUSEO NACIONAL en el caso de decir que ha hecho eon estos libros Jo que los sabios hacen freeuentemente con sus autoridades; es decir, habiendo creado sus toorias, cité Io que las favorecia, y no $e caidé de referir lo que noté quo les era contrario. Por ejemplo; hay en la Arqueologia yucateea una cucstion capital, la de saber si la 6poca 6 edad por medio de la cual se computaba el Gran Ciclo (el Ahau-Katun), 80 x= tendia 4 veinte 6 4 yeinte y cuatro aiios. Al contrario de todos los autores espaiioles com- potentes, so declars Perez por los veinte y cuatro afios, apoydndose en «los manuscri- tos.» Es cierto que hay ires de los «Libros do Chilan Balam,» los de Mani, Kéua y Oxkutzeab, que maniiestamento ostin en favor de los veinte y cuatro aiios; pero, por otra parte, hay otros cuatro 6 cinco que claramente signen el periodo de veinte afios, Y de estos Gltimos nada dijo ol Sefior Perez, aun cuando tenin en su biblioteca copias de mas de uno de ellos. Lo misino pasa con las Hpocas, 6 Katunes, de la Iistoria ma~ ‘yas hay tres 6 més copias en estos libros, que no parece haya él comparado con la que proporcioné 4 Stephens. El trabajo del Sefior Perea deberd repetirse conforme los mé- todos de la moderna critica, y con los materiales accesorios que se han recogido desde quo él eseribis. Las referencias al sistema jeroglifico de los Mayas, que pucden verse en estos memo~ rales, constituyen otro de sus caractéres valiosos. Casi nuestra iinica autoridad, en tiem- pos anteriores, ha sido el ensayo de Landa. Hil crédito de ste ha suftido, hasta cierto punto, porque nos faltaban los medios de comprobar sus aserciones, y de comparar Ios signos que él trae. El Dr. Valentini so ha aventurado tanto respecto de algunas de sus afirmaciones, que las ha atacado como «invenciones.> is este un lujo de eseepticismo que dista macho de Ja justicia y de la probabilidad. Las secciones cronolégicas de los «Libros de Chilan Balam» estén eseritas en parte con los antiguos signos de Jos dias, mesos y épocas, y alli se encuentran tambien dibu- jos de las < «cust have had in mind one of twenty four years’ duration, ‘The solution of these contradictions is not yet “athand,” ANALES DEL MUSEO NACIONAL 105, (L) Vorias de Tas rnedas cromolosieas de las mays estin eopiadas on el “Calico Perez.” Las ir eitando ssegun i colocaion que ali teen 1.5 La ea det ran Kat, se 290 6 do 312 sis, esti en tn &* Pare del Codie, y parece corres dor i uno de los memoriales de Mani. Del centro de la rueda parten 43 radios que ladividn on otras tantas secciones, cada uma de las cnales enicierra el simbolo Aa al que acompaiia un mimero, y dishos nimeros 50 suceden en el Sri de la progresion del Ahan Kelua. Povo esta racda sbraza otras dos ideas: fa do la sueesion de fos aos, y fade tos dias, porque all. igwram tambien fos nombres de unos y do ottos, aunque estos titimos estin dispuestos le ut mado irregular. EI Dr. Brinton (Op. cit. pig. 87) dieo que este eicto smiximo se llemaba tambien Aku Kao, lo mismo que e do 20 0% afios. Soguivé Imindolo Gran Ka- tun, para evitor confusions, 2° La moda del Kin Ketun, lileratmente el cielo de tos dias 6 del Sol, nombre que se daba, segun el Dr, Brinton (Op. cit p. 52), al ciclo de 43 sins, 6 pitti de los nahoas. Esti en el memorial de Tsi, al hn del “Cadice Perez,” Tiene en ef centro un cirealo, ontintndo con eolor rosado, y Hevando rayos at rodedor: cen la periferia hay otrus 12 cirewlos idémtieas, pero sin rayos; cada uno de estos tiene dos nombres: sttiba 1 del dia inicial del afio, abajo et dol namorat que Ye corvesponde. Los dias son Kaan, Mulue, Hie Gauae: Jos miimeros se suceden de uno 4 treee, Como solo hay 42 clrvutos, et primero, que lleva el niiuero 4, eva tambien ef £3, como pata dar & entender que cl allo iniciat dct Kin Karun, y el terminal, correspon diendo at mismo situbolo, esata tos dos niimeras extrentos de Ia série trocenal. El Dr. Brinton lama tarabien Kin Kalu al ciclo de 82 ais: en el “Cidive Perez” hay esta nota: “Una época, Kao, constaba de B2 sos,” annque el copista hace notar que “esto esti puesto con Kipiz, y de consiguiente es de mano agena.”” Seria de descar, sin embargo, que se adoplase una denominacion diferente para los cilos do43 y de £2 afios, un cuando fuese convencional 3. La rueda del Tsuc, que equirale al ciclo de & afos, llamado lust por Cogolludo, y que es el Teozi- nei 6 Pilaanalist de tos nahias. Esti tembien en el memorial de Isl: tiene en el centro una crus pare cida é fo de Matta; cada uno de los brazos corresponde mo de Tos nornbres de los afis. Esta rueda abraza os ideas: a de la orientavion y ta de a sacesion de los afios. Ka corresponde & Lakin, el Bstes Muue & Xanan, of Norte; Hike (escrito equivecadamente Kan en mi copia) 4 Chikin, of Oeste; Grwac i Nokot, el Sur. Continuando ta rotacion poiia servir esta misma figura para el cielo de 43, y aun para el do 82 afios, ase- rmejindose, en el primer caso, Ia que viene en las “Tares Americana” del imo. Granados. (01) Trae el opiscalo del Dr. Brinion des grabades. BI 4.* compara los signos de los meses tomadas del “Libro de Chiton Balam,” de Clinmayel, con os mistnas signos tal como agarecen en ta obra del Kimo, Lan 4a (pig. 204). statin obra es bastante comon en México, y ls simbolos del “Cdice Chumayet” han sido publicados ya en el “Boletin de ls Soviedad de Geografin y Estadistca” (2* épora, tomo IL, pig. 237), asi es quela reprotccion del primer grabado se ha eeido innecesaria El 2» grabado compara ios simbolos do los dios, en las diversas variantes que presenta of “Libro do Chitam Balam” do Kiva (colomnas L & 4 desde la igquierda), con tos mismios simbales en et “Cédice Troan” (columna 8) y en la obra del Imo, Landa, (eolumna 6), y se ha hecho figarar en esta elicion, por ereerlo de mayor interés que el otro.—Los simbolos de Ios dias quo fguran en fs 4 colurmnas de la iajuierda representan una série corrida de 80, 6 sea de & meses indianos, y son idénticos 4 los que se ven en la segunda parte del ‘Cédive Perer” de donde han sido tomados. Gomo et Dr. Brinton los refiere al “Libro de Chilan Balam de Kiua”, debo creer que ‘este memorial estaria comprendido on aquella comnpilacion, lo méuos en parte, 6 bien que el Cédice y el memorial de Kéua serian idénticos en esta seccion.—Tenian los Mayas ott simbolo yara designar at dia, de un modo genérica, por medio de circules rosados representando una cara, sin duda la efigie del Sol, & idéaticos & os de larueda del Kin Katun deserita antes (Nota L.): Vienen tambien en ef “Libro de Chilan Ba- Jam de Init,” siendo de advertir que los diss iniciates Kav, Mute, Hix y Cauac tienen, come distintivo, una ‘eruz; y el dia Ali una corona de siete picos 6 forones, pora aludir, tal vez, A Jos siete Royes, Uwe Ahan, Chicomecochitl, que desempesiahan un papel tan misterioso en la Cosmogonia y en la Astronomia de estos pueblos, ‘towo I-27 106 ANALES DEL MUSEO NACIONAL (N) Aunque estos das manuseritos Hern easi el mismo nombre, los materiales de que estin formados son muy distinlos.—Ya vimos lo que era ol "Gadice Peres: una compilacion moderna de varios memori {es escritos por les indios despues de la Conquista,“ Gédice Pereziano," al contrario, es uno de los pocos ‘Manuseritos mayas, anteriores 4 ta introduecion del Cristinistao, que aun se conservan, Lo descubrid el Profesor Leon de Rosny, dicen, entre un monton de desechos, en la Biblioteca Nacional de Paris, y le im- uso el nombre que Hovs, sogn se dice tambien, porque la envoltura tenia escrito el apellido Perez com letra del siglo XVI, Si asi fo6, debo sefialar fa singular coincilencia de Hevar el mismo nombre uno delos primeros anticuatios que de é! se orupd, Don José Perez, quien lo dejo escrito en la “Revue Orientate et Americaine” (1° série, tome 1%, paxe 35). Primero se te Had “'Manuscrit guatéwatien de Paris"; luego “Manuscrit mexicain n.* 2 dela Bibliothique Impériale;" despues se le ha impuesto el nombre de ““Godear Peresianus,” con el que mis generalmente se le cita hoy. Supungo que el Profesor Do Rosny to encomtra- ria Antes de 4856, porque ya eu ese aio, sega nos dice él mismo en las “Keritures figuratives” (2 edi cion, pig. £9) lo tenia publicado, La mejor reproduccion de este Cédier, fad la que se hizo por fotografia, reduccion, en 1864, de dren del Ministro de Instruccion Pibliea Mr. Duray. Drasseur en la “Bibliotheque ‘Mexico-Gvatémalionne” (pig. 95) afirma quo Ia edcion fué de 80 ejemplares: Leclore en su “Bibliotheca Americana” la redujo 4 10 cjemplares, yor motives que El sabria.—La olra reproducsion, lilogrifiea y redu- cida, fai lade los “Archives paléographiques de FOrient et de Amérique” (Paris 1870-73).—De este Gd- dice dice Brassour (loc. cit.) comparandolo con el Troano y el de Dresde: « Hest te plus parfuit des toi «quant ta beanie ot a a finesse des caraetires; mais aussi il est eetui quia le plas souflert, Los oltos Monuseritos mayas eonocidos son: 1.° El a Céidiee de Dresde,» euya primera publieacion comple ta so hizo en cl tomo If de la grande obra de Kingsborough, y la 2." iltimamente en edicion de 60 ejom- plares cromo-litografiados (Leipvig, 4880), por el Dr. E, Forstemann, quien cree que et Gédice se compone de das fraginentas de dos libros diversos—2." El «Géidice Traanos que existe en Madrid, siendo de prom Piedad particular, y su actual duefio ol Sr, D. Lois Maria de Tru y Moxé. Fué publicado el aiio 1809 por et gobierno francés, juntamente con otras materiales, en dos tomos que Mevan el epigrafe de: «Manuscrit ‘roano. Kuucles sur le systime graphique et la longue des Mayas.» Bl Gélice esta en el 42" tomo.—3.° Bl «Codex Cortesianus,» nombre que se ha impuesto otro Manscrito que so supono ser In continuacion det ‘Troano, y que actualmente esti en via de publicacion en Patis. Se le hia amado asi, porque se cree que pertenccié 4 los descendientes de Hernan Cortés, de quienes to adquiris, dicen, el Sr. D. José Ignacio Ming ‘que lo posey6 hasta 1872, habiendo pasaio enlonces, por venta, al Museo Arqueolégico de Madrid, que 10 conserva hasla hoy. En México fo di6 & conocer D, José Naria Melgar y Serrano en sw opisculo titulado:

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