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HTB TTC OWL) POT Lee MET ety CORE Caen tne] y del Estado Plurinacional Vincent Nicolas ees te (010g OPIS [AP edNFJOd U!MNSUOS Baan El ap UODLAosde P| pysey QIAOUI as ou [CUODEU eoJOQuUIS ‘o1DETed [9 Ua SajeIOPY Ong od uny ‘a1ong < 1easfog ap SojeuoL>IPEN SONS04 So] ap ope| [e eLsed eyes, sedny, 9p sojeA}a4 SO] ap eD a op sazped own esig euyourg 4 109) 10JOD14) PIPE | ap OPr| njel Ope ys Jo. 90A0ad onb oHO}OU SeUE ep ap eRussaid e| sa [euo}Dett orquue> [2 ‘oypey aC] ‘ovIGUIY asa UD O|J95 Ns oud anb esuAI ‘sfed [AP uppepunyar bun oUloD osrejUasaud |e ‘JeUOINeULM|Y OPEIss I "S(O ius So] A s90x94{ $0 siejMONed Ua Sop Ue>WISAP ‘SOUIS!TEUODL SO uvfoueur onb eriouiau ap samen] soy ap exeusayezed ej ap one. ‘SOsOUUEY oy opt oyejat un ua aseq LOD 2AnsysuO> as WOU 38 pe} ua uaonpen as anb sopeseysop safeuosiad & sa1qai29 Se199} ou op openqund [eat & “(spttiap O| Opo}) Jupaorea SOUP vpiayo somagap anb of (epesyiqo eyo) sepso.a4 sowagap anb of soasn { anb oj & (eptpaduit euowow) 107 >uluuajap anb euoWoL e] ap eany[od euN v Uapuodsas ‘Saje} OLED o19s uuajap reasasuo £ 1e20A0ad & SepeuNsap sau jap 0 & sopionoas sope aja ‘SODIAD SOLepUD|e9 ‘SeUua|qUua ‘seIpueg ‘SOULIIY ope: opep ey a] anb eaqeyed ey ap ond fey o An2a[0> “so asi ‘SOWSUENUOU) BION D9] -lue Sput OpHUAs [9 Ud ‘eLOUIAUL ap saeSn] $07 *[eEUODeU pLIOWOU P| ap oYqUUP [9 Ud OAND9|AS aded ase ajOUIESDead Uo|duuMD ug}! teroutat e] ap seansjod Sey & wArnD9 98 sa ‘SOWOgeS O] 'eHOLOU | ap u euna ey ae: ela sojoquuls A S8013H not AONLdvD por més novedosa que parezca, la adopcidn de este simbolo y de este héroe tiene raices profundas en la historia del pais que examinamo: > capitulo, La fabrica de héroes 1.1. El panteén de los héroes nacionales EI Alto Peri nacis a la Independencia bajo la sombra de dos héroes continentales: Bolivar y Sucre. En honor a ellos, adopts el capital aba nombre de “Reptiblica de Bolivar” y el de “Sucre” para En los primeros aitos de la reptiblica, el 6 de agosto, se cel la batalla de Junin antes que el Acta de Independencia.Ungidc ‘omo presidente vitalicio de la Reptiblica, el Mariscal Sucre cre6 los primeros establecimientos educativos, cuyos nombres hacfan todos tador y a los de Simén Bolivar: el colegio Junin, en Sucre; el colegio Ayacucho, en La Paz; el colegio referencia a sus méritos como lib Sucre, en Cochabamba y el colegio Pichincha, en Potost (Lofstrom, 2010: 235-263). Se encumbraba asf a dos héroes tinicamente y una 6pica (la de Junin, Pichincha y Ayacucho) que no se lev a cabo dentro del territorio nacional, encubriendo la lucha de los guerti eros altoperuano: El panteén de los héroes nacionales tardé en abrirse en Bolivia. A mediados del siglo XIX, la pugna entre La Paz y Sucre contribuyé jentos de 1809, pero la misma rivalidad entre a realzar los levanta ambas ciudades impidié que Pedro Domingo Murillo alcanzase el estatus de héroe nacional. Se tuvo que esperar la historiografia liberal de principios del siglo XX para que se empezase a rememorar a los guerrilleros de la Independencia 64 “La fiesta del 6 de agos Ia del 9 de diciembre fueron las primeras fest patrias que conmemoraban las victorias obtenicas en las batallas de Junin y Ayacucho, Solo aos después, la primera serd utilizada para la conmemoracion del Acta de la Independencia del pais. Aestas celebraciones se afiadieron otros res dias festives nacionales el 25 de mayo, of 16 de juli y el 14 de septiembr respectivamente, convertidas en feriados eiviee Apartirde la leg al poder de Andrés de Santa Cruz, la fiesta d posto fue pr Padilla del “he A patti Tras cididame propio: héroes por el terrar (li Hevarsel restos er de “hérc h héroes; | buen rel extraccit eo cual el Estad diga cv naciona ese simbolo y de este pais que examinamo: hijo la sombra de do: jnor a ellos, adopts el Tras el triunfo de la Revolucién Nacional, el cabrid de Sucre u capita ididamente el pantedn de los héroes para inscribi asi 0, se celebraba opios protomartires (Busch y Villarroel), pero también a otros Gependenci, olvidades” de la historia nacional ‘on encubiert Mariscal Suet por cl régimen anterior, El gobierno de did a desen: nombres hacfan todos ferrar (literalmente) a algunos cadave menterios para Jos de Simén Boliva I aI pantedn nacional, colo SUIS FeSLOS 0 SU pen La Paz; el colegio restos en unas urhas fiinebres que condecian con su nueva calidad 1,en Potosi (Lofstrom, je “héroe nacional oes Ginicamente y una lue no se levi a cabo Las historiografias han contribuide mucho a la fabricacién d a lucha de los guerr ¥es; pero, para hacer un héroe, se requiere mucho mas que ur suen relato. Un héroe tiene que tener un rostro identifiable (lo cu iempre ha sido un problema en el caso de los héroes de humile 2az y Sucre contribuy6 te 0 cualqui¢ fecha que se le pueda atribuir) y lugar o lugan misma rivalidad entre de conmemoracidn. La consagracién maxima del héroe es cuando 0 Murillo aleanzase ¢ el Estado lo reconoce como tal a través de una ley 0 un decreto que historiografia liberal diga cudndo y cémo se lo tiene que recordar. La siguiente tabla es un se prar a los ‘egistro preliminar de las personas que hai declaradas “heros nacionale mediante leyes 0, en su defecto, decr pre mos en el periodo comprendido entre 1952 y 2013. Cuadro 12 Declaratorias de héroes nacionales 1952-2013 1952-2013 Prosidente | Norma Destinatanos Como puede in primer gran conjunto de héroes nacional corresponde a los héroes de las tres guerras internacionales que en: frenté Bolivia: la Guerra del Pacifico (Eduardo Abaroa, Miguel Grau idefonso Murguia), la Guerra del Acre (Bruno Racua) y, sobre todo, turante el gobie la Guerra del Chaco, cuyo primer reconocimie Revolucién Nacional, estuve dirigido a los protagonistas de = ina de las principales gestas de esta contienda bélica, la defensa de jortin Boquerén, prosiguiendo leg: de Kilémetro 7 y Canada Stronge t residente Evo Morales, en 2009, decidio > declarar héroes nacionales a todos los excombatic obrevivientes d del Chaco, en un momento en el que el numero ficha contienda habia disminuido notablement b mismo, puede verse que muchas de las de é en determinados momentos as la declaratoy eS fa algunos de los participantes d rerra del Chaco, mas alld de reconocimiento, esté también peso que tuvieron « 1 fee = politica de Bolivia los excombatientes de la guerra en el periodo qu va entre 1936 y 1970. El peso politico y su relacién con determinade: analiza mas adelante, Curiosamente, 2 i essar de la gran relevancia politica que tuvieron los mineros duran: te mas de medio siglo en la historia del pais,‘el pantedn oficial d héroes nacionales no incluye a ningtin héroe minero, ni siquiera ala Nacional y cuya muerte en la masacre de Catavi, el 21 de diciem! 942, junto con decenas de mineros, es uno de los hitos que lle- Gn de las minas en 1952. de varon a la nacional Hay, asimismo, héroes que estan fuertemente vinculados con politicos de nacién, como es el caso de la determinados proyect consagré como “héroes y martires de la Revolucién de 1952, qui Gualberto Villarroel y a los Revolucién Nacional” al presiden ue fueron asesinados junto con él, el 21 de julio de 1946. Hay, también, héroes que responden a determinada circunstancia, como el caso del Dr. Mendizaibal, muerto en accidente mientras participaba de la ambiciosa campana de erradicaciGn de la malaria en 1962. En otros casos, la declaratoria de héroe tiene la caracteristica de atoria de cumplir con distintos objetivos; ése es el caso de la decla heroina nacional de dofia Juana Azurduy de Padilla, quien ostentaba clestatus de herasna regional y, sobre todo, nacional ya desde fines del siglo XIX; su elevacién oficial alos altares civicos en 1962, al cum plirse el centenario de su muerte, implicé no sélo un homenaje a | apel politico gesta de la Independencia, sino también al creciente de las mujeres bolivianas, con el reconocimiento de su derecho al sufragio por efecto del establecimiento del voto universal, en 1955. Otro elemento interesante de analisis es que no se ha encontrado ninguna norma por la cual un héroe na de la categoria de tal. Ello mostraria que la clevacién legal a los a civicos de un héroe es la culminacién de un largo proceso de legiti y biisqueda de consenso, Asimismo, la impresién que se tiene hacionales tiende a ampliarse més mide es quefel panteén oficial de que a restringirse, y que tanto la sociedad como el Estado parecen siempre mas predispuestos a incluir mas héroes, antes que a quitar ninguno)lo que explicarfa en gran parte los resultados nega tivos que han tenido en los tiltimos aos iniciativas surg is para colocar unos ue se han hecho héroes en el lugar de otros, como las propuesta para reemplazar el monumento a Pedro Domingo Murillo por el de Tupac Katari en la Plaza Murillo de La Paz inalmente, un dato que resulta sumamente interesante es que, en- tre 1989 y 2000, los aitos de hegemonia de | Un otro niv surgiclos al ca autonomias nueva Constit guiente tablar que declararo Deel Deparas |g, ficiemby Uno tono puiente ra impuesto sobre la idea de nae Declaratorias de rtamentales Cuadro 13 héroes departamentales 2008-2013 tenfan cl estatut Je German Busch Tupac Katari, Miguel Betanzos, Paulo [sic] Zarate figura a sradas en la historiografia y el imaginario nacional y que on reapropiadas localmente cn tna suerte de inversion del proceso lado a partir del siglo XIX, cuando los héroes local sionale or elevados al nivel de figuras nacionales, come squeda de la unidad nacional. Comentario apar m ia iniciativa de la Asamblea L va Departamental di Potosi que decidié reconocer un héroe ¢ » en la persona de I luchadores por la democracia. Un tercer nivel de anilisis lo ofrecen los héroes nacionales indi jenas; desglosando las normas que atafen solamente a estos hérox went conjunto gen¢ ve se ha presentado, tenemos el siguiente a Una pr conocimie Cuadro 14 boliviano Declaratorias de héroes nacionales indigenas 2000-2011 Sudrez yq do indiget indigenas; tre ellosa} entre 2008 como ses el queelm declaratort por un lad ie German Busch, te Willea, figuras. ersidn del proceso cales y regionale nacionales, como, as 2000-2011 l wcnte: Elaboracidn p Una primer de esta tabla muestra que el p nocimiento de acionales ind por parte de boliviano se inicia el aio 2000 con una ley firmada por Hu; Suarez y que se producia en el contexto de la emergencia do indigena como actor de primera linea en el escenar ch nomento en gue mayor numero indigenas alcanzan el rango de “héroes nacionales’, inclu tre ellos a Tupac Katari y Bartolina Sisa, es el periodo comprend re 2003-2005, cuando hay hasta cinco declarat mn no se sabe, con bastantes convulsiones en el c 1 que el mundo indigena se constituy6 en actor de prime declaratoria de distintos héroes indigenas en este por un lado, la capacidad de int deseo de yinario ¢ también, desde el lado del Estado, mostraria una soracién de estos héroes, hasta ese entonces rel en simt nderas de lucha, al marco institucior 1 institucionalizacidn genere un efecto de “de horizonte de nacién imperante cd Deldes y convertido: de Asi, pues, la consagracin de un héroe mediante una ley 0 ur Jecroto es s6lo la culminacién del largo camino que supone la con ruccién de una imagen de heroicidad y, de hecho, este proceso de ‘onstrucci6n no es por lo general lineal, sino que la busqueda de legitimidad y consenso para la consagracién de un héroe puede incluir muchas idas y vueltas. Como el anilisis de los distintos roes presentes en el pantedn nacional excede los abjetivos ¢ trabajo, nos eoncentraremos en cl estudio de caso de uno sélo de Hos, singular porque el personaje en cuestidn también es un punt Je comin encuentro entre el proyecto de nacién encarnado p Revolucién Nacional de 1952 y el proyecto que representa el Es -lurinacional de Bolivia; meis importante atin para éste, inch para el primero, pues se constituye en el héroe indigena por ex nncia; nos referimos a la figura de Julién Apaza, mejor cone a historia y el imaginario como Tupac Katari 1.2. La construccién de la imagen de Tupac Katari ay figuras que, junto con hula, identifican claramente Estado Plurinacional son las de Tupae Katari y Bartolina Sisa. Su clevacién a los altares civicos y su inclusidn en la iconografia oficial han sido interpretadas por parte de ciertas voces como la superacion del olvide al cual habri condenados ambos personajes por parte de la “historia oficial” republicai tras corrientes, empero, consideran que, a pesar de la presencia Tupac Katari en la historiografia boliviana —ello es innegabl como lo vemos mas adelante—, su figura no ha podido encajar en lo: distintos relatos de nacién que la historiograffa ha construido desde el siglo XIX. Este es el planteamiento de Sinclair Thomson, quien, uu estudio de la insurgencia aymara durante el sighe XVII afirma ss notable (..) que Tupaj Katari nunca haya poctido encajar cabal idado 0 hérve incsmodo, ésa parece 1 dicotomia en la que estuvo inmersa la historiografia en torno al personaje de Tupac Katari. Sin embargo, y contra lo que pudiera creerse, la image tesdeTip contienda dela rama 1981: 568 En cuaal cioné suve de guerrajt manera, Ci hora de hal Apaza hat aclarado q Ayo fue Al (Thomson En cua lato de concubina o mujer de Catari”, que sitié ala ciudad de La Paz (Corte 98 bargo, es necesario recalcar que Cortés vio a Tup; Katari como uno de los tenientes de Tupac Amaru, parte de un solo movimiento insurreccional indigena, sin intuir la posibilidad de que rabria podido ser el lider de una opeisn politica distinta a la soste- La misma idea de una, guerra de razas|—incluso hablaba de ina “guerra de exterminid a los espanoles”— fue sostenida por Fernandez di lova, en su ¢ niio de Historia de Bolivia, pw: plicado en 1890, quien repitid, ¢ nse que copié literalmente muchos de los argumentos expuestos por Cortés, aunque se nota qu Fernandez de Cordova, al hablar de Chareas, otorg6 M protag Macha, en nismo a la gesta de Tomas Katari, el cacique de Ahora bien, no deja de Hamar la atenci6n que estos primeros hist riadores bolivianos, a pesar de recor 1 importancia historiea d Ia sublevacién general de 1780, no lograron hallar el modo de enca Je una mi esto: bolivi al menos, un, nsolidaci6r 0, a pesar de esta mirada, la historiografia del siglo ‘6 el camino para las siguientes etapas, pues, en la segun ste siglo, se publicaron algunos de los corpus documer amentales en la revalorizacién de la gesta de junto de las rebeliones indgenas, como el diario 1 de Segurola, que incluia varias de las cartas enviadas por fac Katari al comandante de La Paz asi como el informe del fraile en 189788 de juventit Vicente Bal del dean En tém Apaza hal que no es la obralte rebelién, distintaa del lider que "Tup onstruceidn Pp Matias de la Borda, que tanto: nte Ballivisir Katari, publicade pc resistencia de la ciudad de La Paz; se cumplian por entonce presente ba mu: 309, formaban parte de un procesc niento la preemin politica de la ciudad Asimism 0s ofrecia sobre la personal Castaneda, publicados por José publi 1.4. Reminiscencia y profecia: la obra de Rigoberto Paredes El final del siglo XIX trajo la primera biografia dedicada caudillo aymara; se traté del texto denominado hiogndficos, escrito por rto Paredes y publi 111897". Fue uno de los primeros trabajos d Je juventud, en el que us6 los documentos publicados Vicente Ballividn como por Rosendo Gutiérrez jel dein Funes En términos biograficos, Paredes consagr aza habia sido sacristén y sostuvo, aden tendia a resaltar los valores distinta a la que lan ia pacenta del del lider indigena; de ah que, en cierta part © por prime! a ide mpc Tupac Katari elidn. Asimismo, Paredes queria ofrecer una ima de que 2 leer tant justi de Ka omo Jictadur En cuanto a i6n politica que estuvo detras de la publ cacién de su libro, la misma tenia que ver con el proceso de ataquea fa comunidad indigena y a las tierras de comunidad llevado a cabo in Tos bolivianos desde la década ce 1870 y que u punto culminante con la Ley de Ex vinculacién de 1874 rras de la década de 1880, que despojaron de sus He comunidades y condenaron a miles de indigenas re en las haciendas que surgieron como efecto de La reaceién de la Jades ante estos atropellos por la lucha le través de los litigios que entablaror iques apoderade evitar el despojo de las tierras, per n por la vi asi, entre 1870 y 1898, se intamientos indigenas, de los cua Estas sublevaciones no on ninguna mella en las autoridades Por eso, la obra de Rigc Paredes constituyé un recordatorio las élites de la inminencia de una reaccién violenta de los indiosa r a, insistiendo, al mismo tiempo, en que los abusos y atra pellos cometidos con los indios tenian un limite Ahora bien, Rigoberto Paredes era mim la Glite pacena », despuntaba ya como intelectual; sin embargo, tenia ru ‘undos con el mundo indigena, pues era nad; scendiente directo de los caciques Sinani, de Carabuco, Najes cacicales mas importantes durante el periodo cv teriormente, a inicios del siglo XX, Pared is dur s del proceso de avasallamiento le tierras comunales, denunciando los multiples abusos cometides en el mismo (Condarco, 2011: 41); de ahi surgié la sospecha de os largos intentando ras de comunidad. En para cjemplay tel indlioa fines del siglo XIX y parece hal apoderados en uicios que entablaron para proteger la: dela intuido lo que etras de la publi aceso de ataque a ad llevado fa de 1870 espojaron de sus iles de indigen. estos atropelle ido lo qu del siglo XVIII y de aquello que habia quedado grabado en el ima inario pacenio —el cerco de la ciudad de La Paz por las huestes de Tupac Katari— para lamar la atencién de las autoridades y de las nismas élites sobre la urgente solucién del problema de la tierra y la poracién del indio como sujeto del de sentido, la siguiente cita explicita de manera clara las motivacior de Paredes a la hora de escribir su obra: una transformacidn pacitica [del indio] cambiaria esa amenaza 5 ten una esperanza feliz para el porvenir de la patria, Case contrario: persistir en la injusticia con el tiempo sera de terr consecuencias para las minorias blancas del pais (Paredes, 19 fia de la rebeli6n adquiria, pues, un tono profético y la razén a Paredes, ya que, ape u libro, estallé 1 gran rebeliGn indigena, capitaneada por Pablo Zérate Willka, con la publicacis [0s afios despuc lo que sus advertencias cobraron plena actualidad 15. Elindio feroz de los liberales Conocida es la posicién que los liberales sostuvieron respecto a ndio como elemento perjudicial y, hasta a veces, contrario al desa- rollo nacional, De ahi que resuita particularmente interesante la liberal dedicé a las f aras de Tupac Katari y Bartolina Sisa, Huelga decir que en la mirada historiograt ca de los liberales influy6, y mucho, lo sucedido durante la Guerra ‘ederal y la rebelin de Pablo Zarate Willka entre 18 8 y 1899, Un Nicanor Aranzaes, sacerdote y liberal, quien, si bien no escribié un libro autor fundamental para entender ¢ miento que acaudillaron varias péginas de sv Historica de! Departamento de L sublicadio en 1915, Desde ya, la imager yue Aranzaes transmite de Katari es de un marcado tono negativo, nntentando resaltar los vicios y arbitrariedades que se le atribuian upac Kalari, pues alot de agecocte Tt pl ha dee Atanas ms pa de a be Pompe. Ia ciudad duran a sociedad boliviana de principios del siglo XX ee los indios subh Menos dura, aunque exhibiendo también ciertos prejuicios, es la que transmiti6 otro intelectual liberal, Luis Severo Crespo refirié a Tupac Katari de maner Apoderindo ecurrente en cada una que realizé a re la historia de la ciudad de La F 1 prolifica obra, merecen citar publicada en 1906; Bosquejo recido en 1912", y, finalmente, Episoxtios de Be publi ado en 1934 y que era una compila, ao la muerte de los atia de los rebeldes n forjando Ta la de Katari y Sisa anjunto de atributos vindio y mestizo de »bra, merecen citar Episodio: te era una compila- —conel titulo de E (6rico— publics por varios aftos en la prensa de La Paz. Aunque po tiende a justiticar el alzamien| indios, ado en I Les abusos cometidos por los espaioles, retoma el t6pico de de razas tan utilizado en el siglo XIX, con lo que, en el balar movimiento indigena pierde todo nivel de legitimidad. Indios, conociendo su lamentable empezaron por di pe representaciones.a las Audiencias y a la Corte de Madrid; as, desechadas sus suiplicas, que may debilmente eran oidas en la: esferas de la istracie jeron lanzarse a una guerra . an el exclusivo objeto de exterminar a la lanca rosy sdofiez, 1912; 11) » Aran: criben dentro de lo que Sit minado la Spica pacefiista del cerco (Thomson, po se explaya en describir las t \ciones de | ciudad durante el cerco, al mismo tiempo que resalta la obstinada 1 de los pacentos frente al ataque de los rebeldes. Asimismo, Crespo, al igual que otros auto: rales, muestra una verdacl fascinacién” por la brutalidad como por el coraje demostrado los indios sublevade Apoder barrios apartay fueron teatro de comb i r hecatombes na orosas, los indi posefdos de w inconeebik wtieron cata nen puede Jarse en gentes dominad x cid dc enganva, alimentada por siglos (Crespo, 1954 308), no de los aspectos mas interesantes de la ebra de Cr que menciona la existencia en el altiplano de una verdadera memori la rebelién de Tupac Katari, memoria que, a tenor d 1e velad mente deja entender, habria jugado un papel esencial en la rebelid te, un vleme altar en la obra de Crespo es el u ilustraciones como recurso co, ya que concibid mo dirigidos a un gran publico principalmente escola de ahi que Luis S. Crespo parece ser uno de los primeros autores qu preocu| una iconogratia de los lideres indigenas de las rebeliones del siglo XVII. Asi, en una versién en borrador de su i P Ayncucio”, se halla el recorte de tn dibujo de Bartolina Sisa, originalmente publicado en un periédico paceiio”. En 40 caso, esta Bartoling, representada en el texto de Crespo, parece aportados por los iajeros del siglo X » Alcides D‘Orbigny 0 Charles iguiente titulo: “El caudillo indigena Toms Catari (6leo existente sonaje representado fuera Tomas Katari, el lider sureao, y no Tupac Katari, como cabria esperar; asimismo, la representacién grifica de ste Katari, cc én de mando y sombrero adorado con plun ‘ordaba con la descripcién textual que Crespo hizo del Tomas Katari’'. Muchos altos después, este dibujo fue ineluido en la egunda edicién de la obra de Boleslao Lewin sobre la rebelién de Tupac Amaru; en nota infrapaginal, Lewin agradecié a Crespo haberle proporcionado el mismo, aunque consice como apécril Pero, a pesar de todo esto, ni Crespo, Aranzaes ni otros autores ales, a diferencia de Rigoberto Paredes, parecieron sacar una lecciGn de la rebelién de Tupac Katari para el tiempo que les tocd vi " at it. AL parecer, como sujetos modernos y liberales, no se identificaban en ninguna medida con losespafioles del siglo XVIII, a quienes veian omo pre-moderos, y cuyos abusos y arbitrariedades justifi alquier intento de sublevacién. En tal sentido, la rebelidn de Katari ninguna leccién podia ofrecer para el presente liberal, sindnimo de progreso y libertad en su imaginario,s cerca de la naturaleza feroz y sanguinaria que s¢ los indios, y la necesidad ce hallar una solucién definit Yborracior a de su 2 somind por ent de un dibujo de a Crespo haberle 16. Del Katari indigenista al Kat 1, pues Mon} en 1942, titular Mundial ndencia 0 publicad hombredag tenida por; por los his de quesul una cariae contunder Mas aiin, los rebeld mostrar ¢ ode ant pues, lider atin antes del inicio de la sublevacién®, Finalmente, L >usca demostrar que el movimiento rebelde estaba unificado en torno ala figura ¢ ac Amaru, por lo que minimiza los roces y hasta le juechuas de los Amaru La obra de Lewin tuvo inmediata repercusién en los autore un afio después, en 1944”, salié a luz una obra histo. ‘o-literaria que dio renombre a Tupac Katari dentro del unive urbano y lo ins fentro de una narrativa nacionalista; se trata Fondo de Cultura Economica de México. El momento no podia s is propicio, pues la obra emergié casi al mismo tiempo que daba inicio el gobierno de Gualberto Villarroel, en el que se emprend una labor de valorizacién del pasado indigena en torno a un inc iente nacionali Guzman, ex-combatient Guerr haco y militante del \ menos, la pre configura, pues hab a de los “precursores Independencia, como Alonso de Iban \ntonio Gallardo, Alejo Calatayud y Vélez de Cordova, a quiene faban dedicadas las primeras paginas del texto, Guzman utiliz6 las fuentes publicadas en el sig pre la beliGn, los textos de los liberales, a la vez que el texto de Boleslao n. En todo easo, su uede considerarse como una histori 1 historia; sin embargo, Guzman pretende que fa, aduciendo que “...a Historia no s6lo ¢ bién reconstruccién imaginativa lecir que fe la inventiva y la imaginacién para cubrir aq en su integridad, Con todo, | juzman es wn destin Katarigh y estab vez, lon adaptal neces ya, laig pica katarista en términos de una ve a lucha de clases y ya terialisn no di as, como se habia hechi ta ese momento, siguiendo la rechaza radicién establecida por la historiografia del siglo XIX’*. Finalmente, guerra ¢ conlleva una advertencia a la reptiblica de antiguo régimen, Tupac K enearnad en la alianza de mineros y campesinos: in [La rebelidn] fue en realidad un movimient 108 am tamente, que ierumpid en la historia como u Yau de pasiones Iejanamente alumbradas por e ileal ista (..) Sin Quien sie avi a t ntos y quien funda sist te del t nsch in despiadada, funcla mal gobierno en peores cimient encara (Guzman, 1944: 91; subrayado nuestro). del pre Con n década de 1940 vio emerger la figura de un Katari indiger

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