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Las tres cribas de Scrates

El joven discpulo de un maestro de la sabidura lleg a casa con honda


preocupacin. Ante las repetidas preguntas del maestro, el discpulo musit
en voz baja: "Maestro, un amigo tuyo est lanzando duras crticas sobre tu
persona por toda la ciudad".
Se dispona el discpulo a detallar las murmuraciones, cuando el maestro de
sabidura le dijo: "Antes de contarme nada, espera: Hiciste pasar a travs
de las tres cribas lo que vas a contarme?." El discpulo abri sus ojos sin
entender nada y respondi: "Maestro, no atino a comprender qu dices.
Puedes explicar a tu discpulo el contenido de tus palabras? A qu tres
cribas te refieres?"
El maestro de la sabidura, sin dejar de sonrer y sin inmutarse prosigui:
"La primera criba por la que debemos hacer pasar todas las opiniones es la
criba de la verdad. Ests seguro que lo que vas a decirme es
absolutamente cierto?" El discpulo respondi: "No. Lo o comentar a unos
vecinos".
Continu hablando el maestro: "Al menos lo habrs hecho pasar por la
segunda criba, que es la de la bondad. Eso que deseas decirme, es
bueno para alguien?" Dijo el discpulo: "No, en realidad, no. Me temo que lo
que te voy a manifestar no es bueno para nadie".
Sin dejar de sonrer dijo el maestro: "La ltima criba es la de la necesidad.
Crees que es necesario hacerme saber esas crticas que has odo de m y
que tanto te inquietan?" El joven discpulo no respondi con palabras, tan
slo neg haciendo un gesto con la cabeza.
Al llegar a este punto el maestro de sabidura concluy, sin abandonar la
serenidad de su sonrisa: "Entonces, si lo que ibas a contarme no es verdad,
ni bueno, ni necesario, es mejor que nos olvidemos de ello".
El maestro de la sabidura ensea: Antes de hacer alguna afirmacin
reflexiona. Detente a comprobar que lo que vas a decir es verdad, es
bueno y es necesario que lo afirmes. Tan slo entonces, atrvete a
hablar.

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