MI SISTEMA
NUEVO METODO DE ENSEN/ANZA
por el Gran Maestro
AARON NIMZOWITCH
Titulo original:
“Mein System"
Versién espaiola
y
Revisin Técnica
por
JULIO GANZO
RICARDO AGUILERA
Editor
Apartado 9.138
MADRIDPROLOGO
necesario, porque siendo Ja cuestién nueva, resultard un buen
introductor.
Mi nuevo sistema no ha surgido repentinamente, sino en forma pau-
latina y, podria decirse, organica. La idea de analizar cada uno de los
elementos estratégicos del ajedrez nacen de la intuicidn, pero realmente
no seria suficiente, si sdlo dijera, por ejemplo, que las columnas abier-
tas hay que ocuparlas y aprovecharlas y que al pedn libre hay que fre-
narlo. EI tema exige los detalles. Puede legar a parecer comico, pero
les aseguro, estimados lectores, que para mi el peén libre tiene alma y,
lo mismo que el hombre, posee aspiraciones que duermen dentro de él,
en forma desconocida, y temores cuya existencia apenas sospecha. Es-
to es extensible a la cadena de peones o a cualquier otro elemento estra-
tégico. Sobre cada uno de ellos daré una serie de leyes y reglas que van
al detaile, y contribuyen a aclarar hasta los encadenamientos misteriosos
de las acciones mds comunes que se realizan sobre las 64 casillas del
tablero.
En la segunda parte del libro se trata el juego de posiciones, con
- especial atencién al aspecto neorromantico. Como muchas veces se ha
dicho que soyel padre de la citada escuela, resultard interesante saber
lo que pienso de ella.
Los libros de ajedrez suelen escribirse en forma doctrinal creyéndose
que la obra pierde valor cuando se ponen algunos tonos humoristicos,
en la conviccién de que el humorismo no cabe en un libro de ensefanza.
N: soy amigo de escribir un prélogo, pero en este caso lo creo
—5No comparto esta opinién a la que considero completamente fa'sa. El
verdadero humorismo contiene muchas veces mds verdades internas que
la seriedad més sobria. Personalmente soy ferviente partidario de los
paralelos cémicos y me gusta utilizar los hechos de la vida cot:diana
para, comparativamente, aclarar algunas facetas complicadas del ajedrez.
A veces he confeccionado esquemas para resaltar la estructura de los
pensamientos. Esto lo hice por razones pedagdégicas y por seguridad per-
sonal, porque en otro caso cualquier critico mediocre —que también Ios
hay— sdlo encontraria detalles aislados y no el conjunto ramificado que
constituye el auténtico contenido de este libro. Los diferentes temas tra-
tados en el primer volumen, aparentan ser sencillos y ese es justamente
el mérito. E} haber reducido el caos a una serie de reglas que guardan
entre sf una relacién de causas es precisamente fo que me enorgullece.
Muy simples parecen los casos especiales de la séptima y octava lineas,
pero fue muy dificil buscarlos y reducirlos a cinco. Lo mismo puede de-.
cirse de las columnas abiertas y con mayor razén la cadena de peones.
Naturalmente, a medida que se avanza, aumenta la dificultad dado
que el libro esta estructurado en forma progresiva. De todas maneras
no utilizaré estas dificultades como escudo para defenderme de criticos
superficiales. Supongo también que se me atacard porque cito partidas
jugadas personalmente, pero tampoco eso me importa. {No tengo’ dere-
cho, acaso, a ilustrar mi sistema con mis propias partidas? Traigo ade-
més a colacién algunas partidas de aficionados —bien jugadas—, pero
no teman, porque no son lo que aparentan.
Al dar a !a publicidad este volumen lo hago con Ia conciencia tran-
quila. Mi obra tiene sus defectos, porque es imposible otear todos los
rincones de la estrategia, pero estoy convencido de haber escrito 2! pri-
mer libro d> verdadera ensefianza de} ajedrez.
A. NIMZowITcH.DESARROLLO - LOS ELEMENTOS
CAPITULO 1.
LO QUE BEBE SABERSE SOBRE EL CENTRO Y EL DESARROLLO
£n la estrategia ajedrecistica hay
que considerar Ios siguientes cle-
mentos:
1¢ El ‘centro, 2° Las columnas
abiertas/ 3.° El juego en la séptima
y octava Ifneas. 4.° El pedn libre. 5.°
El bloqueo o clavada. 6.° El jaque a
la descubierta. 7.° El cambio; y 8°
La cadena de peones.
Seguidamente se hablaré con deta-
We de cada elemento. Comenzaremos
por el centro, tratandolo por ahora
para el principiante y dejando para la
segunda parte {dedicada al juego de
posiciones) el enfoque desde el punto
de vista de ciencia “superior™.
Como sabran, en Ios afios 1911-13
comenzé la revolucién ajedrecistica so-
bre los conceptos de centro, en.la cual
pueden complicarse mis articulos. En
Entsprich Dr. Tarrasch’s Moderne
Schachpartie wirklich moderner Auf-
fassung? ataqué violentamente el con-
cepto antiguo de centro, siendo esto
justamente el clarin de alarma que ori-
gind e] nacimiento de la escuela neo-
romantica. Por eso resulta justificada
la divisién en el concepto del centro,
que aquf hacemos por razones peda-
gogicas,
Veamos algunas definiciones:
ee
2 a “at :
we
a
wa
Ma
Cs
a
saa
a
aa
Ef fimite
En el] diagrama 1, llamamos linea H-
mite (o limite} a la nea que esta di-
—7bujede, pero reteniendo el concepto
de linea en matematicas, no et aje-
drecistico, » centro del tablero al mer-
cado en el disgroma 2, siempre en sen-
tido materdtico. al cual se Jlega fa-
cilmente por 1a interseccion de tas dia-
gonales.
Diagrama 2
: wy
Minka! a
€l pequefico cuadro centro.
1.—Desarrotio es el evance estra
de les piexas hasta el limite.
El procedimiento es parecido 21 del
comienzo de una guerra. Ambos eiérci-
tos tratan de ulcanzar el limite cuan-
to antes con el propdsito de penetrar,
si es posible, en territorio enemigo.
0s movimientes de peones no son
desarrollo, pero son jugadus euxi-
ligres del mismo.
El principiante debe tener presente
el postulado importante de que si fue-
ra posible el desarrollo sin jugzr peo.
nes, ideal esivatégico de marcha seria
sin movimientos de peones. El peén no
es uns unid:d ogresiva, en el sentido
—
que el enemigo deba temerlo cuando
consign cruzir et mite. Sin embargo,
un: disposicién de marcha sin peones
€3 irrealizable, porque el centro de peo-
nes enemigos. debido « su fuerza de
exp: nsién interne, rechazarfa a nues-
tras piezcs desarrollodas. Por este mo-
tivo hay que organizar un centro de
peones pura la seguridad de las piezas.
Entendemos por centro al cuadrado
més pequefio que se agrupa alrededor
del punto central, 0 sea las casillas 4.*
¥ 5. de rey y de dama (ver diagra-
ma 2).
Et frecaso de una marcha sin el apo-
yo de los peones queda ilustrado con
el siguiente comienzo: 1. C3AR,
C3AD: 2. PIR (como el pedn no ha
realizado su maximo avance, considera-
mos dentro de nuestro concepto que la
marcha se hace sin la intervencién de
peones), 2. .... PAR: 3. C3A, C3A: 4
A4A?, PAD (en esta posicién pueden
observarse las fallas en la disposicién
de marcha de las blancas y que los
Peones estén desmovilizados), ’5. A3C
(obligadamente malo, pues se ha tenido
que jugar dos veces la misma pieza),
5. .... PSD, y las blancas se encuen-
tran en una posicién incémoda.
Otro ejemplo es ta partida que 2 con-
tinuzcién expongo brevemente.
Blznees (sin TD, P3TD):
witch: Negras: Aficionade.
1. PAR, PaR: 2. C3AR, C3AD; 3.
Nimzo-
wAIA, AFA: 4. P3AD, C3A: 5. P&D,
PXP: 6 PXP, A3C megras han
perdido su centro y ademds, por no
haber jugado 4, .... P3D, han permi-
tido una excesiva movilidad al centro
blenca: por esto puede decirse que tx
pericion se transformé en uns
tcién sin pzones): 7. PSD, C2R:
dispe8. PSR, C5R: 9. P6D, PXP: 10. PxP,
CxPA; 11. D3C {por la ubicacién del
peén en 6D, las negras en pocas ju-
gadas sufrirdn las violencias del ata-
que ¥, a pesar de la nueva torre toma-
da, abandonardn); lL. ..., CXT; 12.
AXP+, RIA: 13. ASC.
En eoncordncia con la regla que en-
cabeza el parrafo, las jugadas de peo-
nes en el desarrollo sélo son permitidas
cuando tienden a ocupar el centro o
estén en relzcién légica con éste, como
seria, por ejemplo, una jugada de pedn
que cubra el centro propio u otra que
atzes el centro enemigo. En purtidas
abiertas, en la posicién I. P4R, P4R,
tanto 2. P3D como 2. P4D son juga-
das correctas, ya sea haciéndolas en
seguida o después. Si de acuerdo @
esto sdlo deben ser permitidas tas ju-
gadis de peones que se ajusten a la
regia, las tan vulgarizadas jugadas de
peones en los flancos significarfan sélo
pérdidas de tiempo, como efectivamen-
te resulta, (En las disposiciones de par-
tidas cerradas, la regla también es vd-
lida: pero en este caso es de influen-
cia mas reducida, porque el contacto
con el enemigo es menor y el desarro-
Ilo mas lento.)
Resumiendo, diremos, que en el jue-
go zbierto la velocidad del desarrollo
es primordial y por eso toda pieza debe
ser desurrollada en una sola jugada.
Cuaiquier jugada de pedn, que no tien-
dis iz formacién del centro, 0 le apo-
ye, 0 atuque el centro enemigo, debe
ser considersda como pérdida de tiem-
pe. por jo cual, como ya acertadamen-
hizo notcr Lasker, no debe ha-
r an fa apertura mds de una o dos
de peones.
El ideal de 1a ventajo en el des-
arrollo.
Si tengo que disputar con alguien
una carrer2, debo saber que no es opor-
tuno perder en ella parte del tiempo
sondndome las narices, sin que por ello
pretend criticar el acto en sf; pero
si yo. pudiera instigar a mi rival a ha-
cerlo, él perderfa tiempo y yo obten-
dria una ventaja en la carrera. Las jue
gadas repetidas con una misma pieza
pueden compararse con esa accién. La
posicién del diagrama 3 es un tpico
ejemplo y se ha producido tras las si-
guientes jugadas: 1. P4R, P4D: 2.
PXxP, DXP; 3. C3AD. eA
i’ via
a £
Aid @i
Diogrsma 3
Lo tipica gonancia de tiempo.
4.—-El cambio con le consiguients ga-
nancia de tiempo.
Et juego umerior, pese « su breve-
dad, contiane una meniobra que pode-perseguiria la jugada 2. PXP? (ver dia-
grama 4) Le respuesta es la siguien-
te: atraer a la dama a una casilla com-
premetedora. Esta es la primera parte
Diogroma 4
ea
JO
c
“ ate Us
i wan .
_ a a
eae AS
Les blonces juegon. Et cambio s¢ Impo-
ae y lo pieza que retom
en une cosilla comprometedora.
N
x
ae
ee
—
NY
ubicoda
de la maniobre; la segunda (3. C3AD)
consiste en el aprovechamiento de la
posicidn em que quedé ja dama. La ma-
niobra compleja asf caracterizada es de
enorme valor para el principiante. A
continuacién damos algunos ejemplos
més.
Después de 1. P4D, PAD; 2. P4AD,
C3AR; 3. PxP, se presentan dos va-
riantes. En caso de 3. .... DXP, en-
tances 4, C3AD, 0 si 3. ..., CXP, se-
guiria 4. PAR. En ambos casos las blan-
cas con la cuarta jtgada completan su
deszrrolo, mientras las negras han es-
10 —
tado obligadas a pérdidas de tiempo.
El principiante se puede preguntar: