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Lee AYN iter cubana Fidel Castro, de la guerrilla al poder Eduardo Haro T EI 25 de noviembre de 1956, un grupo de revolucionarios eneabezado por Fidel Castro, y entre cuyos miembros se encontraba Ernesto «Che» Guevara, se embareo en Mé desvencijado yate rumbo de Fulgencio Batista. Descubiertos soomete = Ferme desembarco tuvieron que refu; periodista flaestra. Lentameyte, la guerrilla de Castro fue Una colonia expoliada La historia de Cuba es la de una perpetua esperanza y una perpetua frustracién, Tierra suave, simbolizada por el café, la cafia de aziicar, el tabaco y fa hamaca entre dos palmeras para la larga siesta en el Caribe, ha sufrido la misma opresin y las mismas amargu- 12s que las otras naciones de América Latina, A lo largo de mas de cuatro siplos, el colonialismo espaitalextermi- no pricticamente al indigena, introdu- jo a esclavitud negra y dio origen a una burguesia eriolla que fue tomando identidad propia pero no consigui6 afirmarse. Las riquezas de Cuba fueron expoliadas por las leyes coloniales, Es- pasta monopoliz6 el comercio de Ia isla € impuso el precio de algunos de sus principales productos, como el tabaco; el mismo sistema que Gran Bretaha aplicé en Norteamérica 0 Portugal Brasil El ejemplo de la independencia de Estados Unidos yla legada de las ideas de la Revolucidn francesa, estimulé el proceso de emancipacién. La lucha an- ticolonial se resolvié en una serie de conflictos bélicos, conocidos como s«guerras de Cuba», que los nacionalis- tus cubanos mantuvieron contra Es- pafia durante la segunda mitad del si glo xix. En estas guerras, la metropoli se desangré —y se hundié morsimen- te~. Cuba fue la tltima colonia ameri- cana en conquistar la independencia Pero no la g026: pas6 de las manos de Espaia a las de Estados Unidos. 62 Delaintervencién de Estados Unidos... Interesado en cl dominio politico y econémico de [a iste, Estados Unidos un incidente —el de la voladura de su acorazado Maine en la rada de La Habana (15 de febrero de — yuna minuciosa campaiia de propaganda para intervenir en Ia gue~ rra. Muchos eubanos consideraron en~ tonces que la intervencién de la joven nacidn de Norteamérica tenia por ob- jeto extender su propia independencia 2 otfos pafses: pronto comprendieron que no abrigaba mas que propésitos imperialistas. El cuerpo expediciona- tio de Estados Unidos terminé en unos meses con deeenios de guerra devasta- dora, pero inicié una ocupacién que duré’ hasta 1902 Por indicacton de Estados Unidos se eligié una conven- ida que elabors un texto constitucio- nal, pero el Congreso de aquel pa solicité la adiciOn de la enmienda Platt: Estados Unidos qued6 autorizado ain- tervenir militarmente para defender sus intereses en la isla cuando fo consi erase necesario y a establecer una base militar en Guanténamo. Durante los afios siguientes, la poli- tica y)la economfa cubanas estuvieron siempre intervenidas, directa o indirec- tameite, por Estados Unidos +a la tirania de Batista ‘Los gobiernos titeres se sucedieron bajo le injerencia extranjera, hasta le- gar a la larga y ominosa dictadura Grau Sen wert (1945). aba so regia etonces por na Consvein Carter cmacraen vigerte desde 140-, Enamtas pégines, Eugenio Bate. Presdante etc ana) period 1640-48 en 1952 ‘Se convo an atader de Cuba $u ragmen 9 crated gare focal amupcen de ‘adiiniracin pbc esa pain, Foavt Cast (ovis) conduc arte o ‘nbuna ce Santiago (21 ge septomere ge 1859) que to condans a 18 ahs da cirel ras el fustade asato al cartel de Moncad del general Gerardo Machado (desde 1925 a 1933). Con el grado de sargen- to-taquigrafo, Fulgencio Batista tuvo tun papel imporzante en el derroca. Imiento de Machado, y fue ascendido a coronel y nombrada jefe del ejércite (1933-39), pero traicioné a Ia tevolu sin y se convirtio en el hombre de confianza del gobierno estadouniden se, Desde entonces propicié a eleceion y la'sustitucién de los hombres que ecuparon la presidencia de Ia Repabli- ca ~él mismo fue presidente en 1940-44 y desde 1952 hasta la revolu- cion~, aplicando el método del golpe de Estado cuando la situacion no se Ajustaba a su conveniencia Por su parte, la oposicién demoeriti- €@ era heredera de un heterogenco bagaje cultural, en ef que convivian ideoiogias muy’ distintas. Si hubicra Que hacer una antologia del pense- imiento politico cubano, habria que re- montarse @ Carlos Manuel de Céspe- des (1819-74), que combatié por la abolicion de la esclavitud, o al militar ¥ patriota Antonio Maceo (1845-96), ino de los héroes de la independencia, ero sobre todo al escritor ¥ politics José Marti (1853-95), creador del Par ldo Revelucionario Cubano, para Guien el principio esencial det nacionas lismo consistia en la supresin de las clases sociales. Para Mart a indepen dencia politica no podia destigarse de ta econémica; previé la amenaza del imperialismo de Estados Unidos y pro- Pugné una doctrina democraticay ant Fracista. Su ideario inspiré la lameda Segunda Declaracién de La Habana, de Fidel Castro, el hombre que, final mente, harfa realidad el suefo de la plena independencia de Cuba La forja de unrevolucionario Fidel Castro nacié en ei seno mismo de la burguesia cubana, fue educado como correspondia’a su nacimiento ~colegio de jesuitas, carrera de Dero cho= ¥ sintié desde el prineipio de su Vida 16 que durante siglos habia sido el motor de la lucha anticolonial cubana 4a revolucién burguesa, dentro de un orden liberal muy ampli. Las eircuns, tancias le irfan transtormando, Cuen. tan que leia yadmiraba textos y biogra. fias de politicos muy contradictoses, Y que sabia de: memoria pérrafos de Lenin, pero también de José Antonio Primo de Rivera y de Hitler: buscabe un camino. Parece que muchas de sue lecturas se las inspiraban los propios padres jesuitas, de cuyos colegios ha, bian salido los miembros de la clase dirigente, y que veian en 1a un lider mato. Uno deloseducadores de Castro, em una nota que comentaba su perso. nalidad al terminar el bachillerato, afirmaba: «Esta hecho de la pasta de los héroes y encontrard fatilmente quien modeié esa pasta. La historia de Su patria hablaré de él.» Pero esos Prondsticos estaban hechos, sin duda, en un sentido muy distinto al que co” brarian luego. Los jesuitas esperaban de él un ditigente de la derecha 63 EI sueiio eee eared «El desembarco del Granma y los combates de la sierra me sacudieron de mi apatte. Habla una maldicién ‘que parecla pesar sobre los pueblos dz nuestra lengua, siempre dormidos, siempre inmdvites y'como aplastados por el peso de las oligarquias y las castas. La odisea de Fidel y sus hom- bres era la negaci6n de esta fatalidad, la prueba inequivoca de que el sueiio largamente acariciado era empresa posible. Todo el otofio de mil nove- ‘ientos cincuenta-y ocho habia vivido pendiente de los periddicos y, confor- ‘me se precisaba el resultado de ta lucha, mis ttimas dudas desaparecie- ron. Recuerdo como si fuera hoy la ‘mafiana fria y brumosa en que let ta noticia de la huida del dictador. Sentia que nuestra hora haba sonado a fi. Estaba rodeado de franceses que ca- minaban deprisa hacia las Bocas del ‘metro y tenia ganas de aproximarme a ellos'y abrazarlos. »Gracias a la revolucién, Ciba ha- bia irrumpido una ver mésen laesfera de mis preocupaciones més urgentes y, a medida que colmaba mi anterior vacio con su estimulo, y susttuia mi deséinimo con su esperanza, su pre sencia me resulté indispensable, Cuando aterricé en el aeropuerto de La Habana, las imagenes sucesivas de imi infancia, adolescencia y Juventud ‘se esfumaron ante el espectculo del pueblo que la revolucién habia puiesto en marcha, Acababa de divulgarse la nueva del asesinato del brigadista Manuel Ascunce y, desde la ventana de mi habitacién, contemplé el inmen- 50 gentio que inundaba la amplia cal- zada de la 23. Aquellos rosiros de rmilicianos y soldados, viejos y chiqui- os que reclamaban justicia, los cono cia bien, Eran los mismos que, veinti- cinco afios atrds, habian irrumpido en imi universo de nito satisfecho y que, entonces, me hablan sobrecogido de temor. La antorcha revolucionaria es- taba ahora en manos de Cuba y, por una hermosa leccién de ta historia, ya no era Espafia quien indicaba el cami- no a su ex-colonia, sino ta ex-colonia la que daba el ejemplo y alumbraba los corazones, nos ilusiraba y nos precedia, Defender a Cuba erd defen- der a Espafia, como un cuarto de siglo ‘antes morir-en Espaiia fue morir por Cuba.» (Fornte:Pueblo en marcha, Juan Goytisolo, Paris, 1963.) 64 Es dificil seguir la verdadera tra- yectoria politica de Fidel Castro: acer- a de €l'se han escrito y se escriben desde aduladoras gsiogeutins hasta terriblesdiatribas. Casi nunca esté au Sente la pasidn. Se ocultan unos datos, se exageran oir0s, se convierten en Significativos lganos hechos que en st momento parecian nsigniicantes, y se les resta valor a otros. Parece claro que Castro experiments lo que todos los estadiantes de su época ¥ su pais: una serie de idead encontradas, una suce- sidn de atracciones y rechazos por diti gentes y por facciones politcas; tam- bien parece claro que odiaba @ las ictaduras y alos tiranos,y se conside- Taba un revotucionario, Formé un grt po radical uie intents invadirla Repi- blica Dominicana y derrocar a’ Rafael Leénidas Trujillo, y se le vio en las calles de Bogota, en abril de 1948, Gisparando en cl curso de una breve revolucion, el llamado bogotaze. De esos} hechos,, notablemente oscuros, nacid Ia leyenda —fomentads después por las fuerzas interesadas— de que Fidel Castro era un agente secreto dela Unién Soviética, No parece, en reali dad, que Castro tuviera mas que un leve contacto con companeros marxis- tas de la universidad. Por aquellas fe chas parecfa creer firmemente en Eduardo Chibis (1907-51), y militaba cen su Partido Ortodoxo (reformista), que era anticomunista. Chibés tuvo una muerte increible: aspirante a la presidencia de la Repablica, perdid las elecciones en las que habia creidoy,en el euiso de una transmisi6n radioféni- a, tras pronunciar un discurso politico de despedida, se suicid6 ante los micro- fonos. Durante mucho tiempo Castro guard6 Iz grabacidn de ese suicidio Piblico, Estaba entonces decididoase- {ur Jacarrera politica, y probablemen- te hubiese sido diputado de no haber sucedido algo que le conmovis profun. damente: el golpe de Estado de Batista en 1952 Asalto al cuartel de Moncada Un aio después, Fidel Castro estaba al frente de una operacién revolucio- naria suicida, el salto al cuartel de Moncada (26 de julio de 1953). En esta accién, en la que también tomo Parte su hermano Ratil, murié la mitad de los asaltantes; los demas consiguie- ron buiro bien fueron apresados, como el propio Fidel Castro, Sometido a jui- cio, éste asumié su propia defensa ante cltribunal y pronuncio un oélebre ale gato contra la dictadura de Batista (La historia me absolverd), que resamia sa ideario politico En 1953, la doctrina de Fidel Castro era liberal, reformista, partidaria del constitucionalismo deméerata y de la reforma agraria. No habia en su creda formulaciones marxistas; todo lo mas, une ligera influencia de lenguaje, to mada de lecturas y de conversaciones Los comunisias cubanos habian conde. nado el asalto al euartel de Moncada, ues sostenfan que la solucion de los problemas de Cuba no podia radicar en Ja violencia y buscaban la forma de influir directamente sobre Batista. AL {unas criticas contemporéneas y poste- ores al asaito insistieron en que sirvié En ambas pds, Aba. areas ani astoy se campateas Guia tarspotacas fniaSoraliactea Pietona coe ine para reforzar a la dictaduta y prolon- ala = Condenado a 15 afios de prisin, Castro se benetci apenas salido de la edrcel en la Isla de Pinos, march al exlio, No habia lugar para él en los movimientos politicos de {a oposicin: e1 mismo indulto que le habia liberado se consideraba ya como uuna concesién del régimen para pactar con Ta oposicién, Castro se fue aMéxi- £0 en mayo de 1955 con a intencién de formar alli un grupo puerrillero eapaz de invadir Cuba. Algunos aseguran Que simplemente fuyé porque tuvo conoeimiento de que la policta politica planeaba su asesinato, organizado de forma que pareciera un «arreglo de cuentas» entre los revolucionarios, Laaventura del Granma Fue en México donde se recuperé ara la historia la fecha det asalto al cuartel de Moneada: con su hermano Ratil y con un joven argentino cuya vida iba a tener una enorme influencia América Latina, Ernesto Guevara lugar ol desembarc de habla asus ropes ae ‘os Rombres dei Grarma et asato a Paco (9855) Abia, Sate Presence 131957) (el Che»), Castro funds el Movimien- 0 26 de julio, Alli prepararon conjun- tamente una operacién pata derrocar el régimen de Batista. E125 de noviem. bre de 1956, una expedicién de 82 jévenes, con Fidel Castro al frente, se embared en et yate Granma con desti- no allaisla de Cuba, a donde llegaron el 2 de diciembre. Aparentemente, los resultados de esta accién fueron tan desastrosos como los del asalto al cuar- tel de Moncada, La embarcacién enca- US cerca de las playasde la provincia de Oriente, y al legar a tierra los revolus sionarios fueron. loeslizados por los soldados y los policias de Batista. Nose ha sabido nunca siel plan fue descus bierto como consecuencia de una con- fidencia o de un servicio de vigilancia regular. S6lo doce personas escaparon @ la matanza y pudicron refugiarse en 4a Sicrra Maestra, Castrohabia comen- tado: elo importante es desembarcars A pesar del duro golpe recibido, Castro ‘no cedié ni un momento; nunca ereys que hubiese fracasado, Quiza sea este un rasgo definitorio de su caricter, 65 Bey de un aspirante werd «Alto y bien afeitedo, y con un cabello castaio muy rizado, vestido sobria y correctamente... destacando del resto por su aspecto y su porte. Daba la impresidn de ser noble, segu- 70, pausado, como un gran perro de Terranova... eminentemente Sereno. Me saludé con emocién contenida, J con un apretén de manos que era Cordial sin ser exagerado. Tenia una voz tranquila, una expresion grave, un aire calmado, afable... Tenia la cos- tumbre de sacudir la cabeza como un caballo de pura sangre... Su punto baisico, la cestrella» fija, era «el pue- blo»... Fidel mostraba que habia leido mucho a José Marti, quien, desde ‘luego, parecia ser el espirinu que guia~ ba su’vida... Las planes que revelaba parectan estar fuera de su alcance, y yo Senti una especie de lastima por este aspirante a libertador, tan leno de confianza y de firme conviccién, y me conmovié su inocencia... (Sin embar- 0) no pude sustraerme a la intensa ‘admiracién que inspiraba a su grupo de j6venes.,. Fidel y su banda de jove- nes me parecieron una causa per- dida.» (FoENTE: Impresiones de una iliada cubana recogidas en Historia contempordnea de Cuba, Hugh Thomas, Grijalbo, 1982.) uted do guareroe odie deroear, gras tgabe oradery 8 sostén popuay, un fumador de coaras "régime dea hataros, _apoyade par mayor ‘otonca dl mondo. BOT | Fidel Casiro nacié #l 13 deagosto de 1926 en Mayari, provincia de Oriente. Su padre, nacido en Galicia, emigré a Cuba, donde legs a ser duerio de una plantacion de caha de aztécar:y s¢ cas6 con la hija de unos ricos propietarios. Fidel estudid el baz ‘hillerajo con los jesuitas, primero en Santiago y despuds en La Habana, En 1945 ingresé en la Facultad de Dere- cho de la Universidad de La Habana, donde obtuvo el Doctorado en 1950, Como abogado ejercié muy. poco tiempo, y siempre encalidad de defen. $0r graiuito de clientes de la clase trabajadora. Casiro tlegs a ser candidato at Con ‘gres0 en las elecciones de 1952, anal. das por el golpe de Estado de Batista que derribs al presidente Prio Soca. rds. Enconces decidié pasar ila lucha ‘armada contra el diciador. E126 de julio de 1953 formé parte del grupo que asalté el cuartel de Moncada, ¥ fue apresado y condenadoal3 ano, de cércel. Dos afios después fue indul- ‘ado, se exilid a México y all preparé lcinvasién de laisla. E133 de noviem- bre de 1956 se embarcé en el yate Granma junto a 82 compateros, dis. puesto a desembarcar en Cuba y de. vrocar a Batista. Al Wegar a terra fusron deseubiertos y s6lo 12 de ellos Pudieron escapar. Los supervivientes Se refuugiaron en tas montanas de Sie. ra Macs @ iniciaron una guerra de Cerri auerillas @ la que sesumaron campe- Sinos, obreros y pequeiios burguehes, Este ejército conquisté el poder en dos aiios, y el T de enero de'1959 quedd constituido el nuevo régimen. En los Primeros quince dias, el gobierno re- Yolucionario condend a muerte yeje- utd. a 150 agentes de Batista, y 0: menzd a eliminar Ia fuerte infliencia de Estados Unidos en la economia de isla. Para impedir la reforma agra. ria y las nacionalizaciones, Washing. ton bloqued la compra de azticar de Cuba y decidié otras sanciones, fo cual aproximd a Castro a la URSS J condujo a la grave crisis mundial de ‘ectubre de 1962, Castro ha: hecho numerosos intentos: de acereamiento 4 Estados Unidos sin éxito. Washing. ton le acusa de fomentar a revolucion en. Latinoamérica y de partcipar en ‘movimientos guerrilleros africa. nos en nombre de la Unién Soviética En un principio, Castro se granjed tar simpattas de los demécratas de todo el ‘mundo y el entusiasmo de'los intelec- tuales, simpattas que:ha perdido en ran parte por su represion contra los isidentes. La siuacién soclal y eco. némica de Cuba, a pesar de los enor. ‘mes cambios operados en favor dela clases trabajadoras, sigue siendo dif cil, lo que provoca un flujo constante de emigrados politicés que, con la ayuda de Estados Unidos, conspiran ara derrocar el régimen, Cuando los doce supervivientes det Granma, @ los que se persiguié sin cuartel, aleanzaron la sierra, Castro consideraba que ya se habjan sentado las bases para la vietoria, Sierra Maestra Empezaba una epopeya que iba a durar dos afios; una guerra de guerti- llas, una conguista lenta y penosa de tetritorio y de adhesiones. Todo lo contrario de lo que se habia catculado, Afios después, «Che» Guevara comen- taba que cuando iniciaron Ta expedi- cin estaban seguros de que la isla centera se iba a sublevar contra Batista «Nos bastaris con algunas gritos, algu- nas acciones espectaculares, algunos muertos y algunas arengas por radio para tomar el poder y expulsar a Batis- ta, La historia nos enseBé que destruir un gobicrno apoyado en la fuerza de su ejército y sostenido por la mayor po- tencia colonial del mundo era algo mucho més dificil.» Algo, también, que debia modificar el rostro, la psicologia y el desenlace de Ix revolucién, Se Puede suponer que si, efectivamente 68 Snore Ja aventura del Granima hubiera ten nnago como la habian previsto sus pro- tagonistas, Cuba se hubiese convertido en una demotracia caracterizada por una reforma dmplia y apoyada por la burguesa urbbna y por ls peguetion propietarios rurales. La guerrilla dio lugar a un prdceso mucho mas hosco y cerrado. El puiado de estudiant ideslogos que Se habian refugiado en la sierra se convirticron en guerrilleros continuamentd hostigados, que debian caminar por lis noches, oeultarse du- zante el dia, ee hambre y enferm dades. Si bien ja burguesia contcibuys con alguna ajuda —una emisora de radio, viveres, armas—, el grupo inicial de guerrilerosferecis basicamente gra- cias a las udhgsiones de campesinos, No obstante, ef Movimiento 26 de julio se propagé también a las areas urba- nas. Castro seguia contando con esa extensiGn para el triunfo definitivo:era lo suficientemente realista como para saber que su grupo de guerilleros no podria por si solo tomar La Habana, Aun asi, sobreestimaba esa fverza Desde la sierta lanzé una tlamada a la Hao: 3 drecha, Casto saludando dase un atti hhuelga general, que debia paralizar ef pais ¢19 de abril de 1958, Fue un nuevo fracasa. Los sindicatos no le siguieron: al Partido Comunista tampoco. Solo ‘hubo algunas acciones aisladas, facil y bruralmente reprimidas. Pero es pro- bable que la represién llegase a ser, en aquellos momentos, un factor que con tribuia a engrosar las filas de la guerri- Jia, En su implacable acoso a los guerti- Heros, el Ejército y la policia maltrata- ban de tal forma a Ios campesinos que les convertian en potenciales aliados de la revolucién Comunistas en a guerrilla Después del fracaso de la huelga general se produjo un acontecimiento todavia mal valorado: el Partido Co- ‘munista envié un representante a la guerrilla. Se trataba de un intelectual, lun te6rico, que parecie especialmente dotado para dialogar con Castro: Car- Jos Rafael Rodriguez. El Partido Co- ‘munista seguia manifesténdose cont rio a la lucha armada, Su jefe visible Juan Marinello, insistia en la tesis de ‘que las acciones populares debian ma Ls hone conta Bata ‘esufd ratvamsnte Inawentaa poser do ‘su enorme supenonag en ames y fects, as traps dol Gobiemo sonlianpocas genase ‘move pore ciace, nifestarse en forma de presién no sa grienta, de que era neceserio forzar elecciones e incitar al pueblo cubano 4 que eligiera legalmente un gobierno. constitucional. Era una posicion man- tenida no solamente por el Partido Comunista cubano, sino también por [a mayoria de los partides comunistas la- tincamericanos, y obedecia a la doctri- na de la coexistencia pacifiea precon’ zada por la URSS. Una cuestion ideo lgica y también de compromiso entre las grandes potencias, Sin embargo, el Partido Comunista envid a Carlos Ra- fael Rodriguez a Sierra Maestra. En principio, con la intencién de pactar; naturalmente no se ignoraba la fuerza Que iba adquitiendo en Cuba el Movi. miento 26 de julio. Por una parte, se trataba de canalizarla, o de orientarla en la misma linea politica del partido, or otra, los comunistas no’ podian Permitirse el Iujo de estar ausentes en ct movimiento revolucionario, Gueva- #4 les reprochaba que su propio valor, ‘acreditado, no estuviese en consonan- cla con ta obligacion de luchar: «Sois eapaces de crear militantes y células Ernesto «Che» Guevara, TTT Reem Age T La fotografia dio la'yuelta al mun: do; y los revoluctonarios de los cinco. ontinentes la convirtieron en un sim: bbola:la imagen yacente de un hombre de casi'cuarenia afios, con el torso desnudo, con barba y bien parecido, al que la muerte inprimia una expret 1o Nacional dela RéformavAgrariay el. Banca Nacional, y en febrero dé 196. ‘Pas6 a octipar la carterade ministrode “Andustria; ES ee H En su. condiciin de. el Che» viai6 a distintos pateessueialis- , sion de serenidad. Sus ejecutores, mi*itas'y manuvo buenas relactones tanto. litares bolivianos entrenadas en Est dos! Unidos, no tuvieron ningiin pro- blema para identificarlo: era Ernesto’ Guevara, universalmente conocido como +Che» Guevara. A este apodo, | © referido a su origen argentino (habla jnacido en la ciudad de: Rosario, en. 11928) iba unido su largo historia de -‘tarevol revolucionario, ‘oni Moscit como con Pekin, euardan- 40 una estricta neutralidad en el'con- ito: chino-soviéico: En al pénsa- ‘miento de Ernesto Guevara, formule o'er sus discursos'y esertoe de los ios: 63) ‘64 se: fue perflando wig a central acetea' de laterite. cidn soctalita a lbs paises del ‘Tercer Mundo: La guerrilla rural; ba- ‘Con su muerte, tras una emboscada’. sada en los lamados focosde lucha: Ci |erla sierra de Bolivia, el 8 de octubre |de 1967, culminaban veinterés aos” dedicados a ta lucha anciimperialista len Latinoamérica e incluso en Africa, Yo gue le convirti6, gracias a su expe. Fienia, en uno de tos principales ted- Vices. de la guerrilla. La srayectoria. politica de este joven médico se inicid 1954, colaborando en el movi: Imiento izquierdista de Jacobo A Benz, en Guatemala, De alle paso: 4 México, donde trabé conocimiento:~ Gon Fidel Castro. Juntos se embarce: ton en ei Granma para liberara Cuba e la dictadura de Batista: Con Fidel, el «Che», fue uno de los doce supervic entes. que se refugiaron en Sierra* Maestra | Fidel Castro lo ascendié a comari: dante, y su columna toms Las Villas, Santa Clara y entrd tiunfalmente en Lia Habana el } de enero de 1959-Al- consolidarse la revolucién, ef ¢Ches” aso a desemperiar puestos dé alta responsabilidad en la organizacién jue habla tritinfado;e estaba resultando eficaz para desafiara Fsta- “dos Unidos én ef Sudesie de Asia, dia llevarse a otros paises: Lacon: Signa «Crear. dos, tres, muchos “hams encendid el espititu de-resisien- ia al imperialismo. Las querellas ideolbgicas de: Gue- ‘Yara’ con el gobleimo de Cuba'y su inguietud revolucionaria.le‘hicieron renunclar a sus cargos: y Conyertise.. ‘de nuevo. en-un-hiombre de accion Para predicar.con él ejemplo, en 1965. ‘te marché a combatir con las guerrz Nas del Congo. Dé alll satis a Bolivia, donde en:1966 inieiS ina avers ‘revoliicionaria “er: l'que: la’ falia' de ‘apoyo y la dureza de una geogeatia ostil pusieron al «Che» y sus compa. eros en conditones de manifios -imposibilidad operativa, :El “militar bolbvians asesora ertos iorteamericanos. é contra'la guerrilla, eapturd a Ernesto Guevara y lo. ejecuts Bahia de Cole TT EI 3 de enero de 1961, dos aitos ¥ dos dias después del triunfo de la Revolucién cubana, Washington rompié las relaciones diplomaticas con La Habana e inicié una targa camparia destinada a derribar a Fidel Castro por cualquier medio. John F. Kennedy, que habia sido elegido pre- sidente sélo dos meses antes, estaba decidido a frenar ta expansién del socialismo en todo el mundo, incluso con el uso de la fuerza, y Cuba era el tinico aliado de Moscti y Pekin en et Continente americano, a menos de 90 millas de las costas de Florida. Alentrar Kennedy en la Casa Blan- a, la CIA le comunicé que ya estaba en marcha Ia preparacion de un de- sembarco en Cuba por una fuerza combinada de exiliados partidarios de Batista y comandes especiales nortea- ‘mericanos. Los futuros invasores eran entrenados, desde 1960, por ex-ofi- ales del ejército de Estados Unidos en Guatemala, Nicaragua y Florida Multinacionales norteamericanas, ¢o- mo la Cornwall-Thompson, compa- filas estadounidenses de alimenios Producidos en el Caribe y grandes terratenientes centroamericanos ha bian ayudado a acaudalados exiliadas. cubanos y ala CIA a financiar la costosa empresa, El cuerpo mercena~ rio contaba con barcos,cafiones de 50 mim, bazookas y hasta con bombarde- 703 B26. Tan firme era la decision de la CIA de Wevar adelante la invasién y tan segura estaba de que incitaria a un alzamiento general contra Fidel, en base a datos falsos sobre su presunta impopularidad y su «tiranian, que Kennedy s6lo 036 poner una condi- Gdn: que el efército de Estados Uni- dos no participase directamente, Sin embargo, los primeros hombres-rana que pusieron pie en las playas de ta Bahfa de Cochinos eran norteameri- canos. ELIS de abril de 1961, aviones de Estados Unidos bombardearon los acropuertos militares de La Habana, Santiago de Cuba, San Antonio de los Baiios-y-otras localidades de ta isla Fidel Castro, perfectamente inform do del proyecto de invasion —la-exis- Arba, mikéanos de Bahia de Coctiros toe ‘caststs lesa inmedala. ya operane ‘en Playa Gite (17 2 Flutin acabe en racaso abide 1951) La al verse piace ae na respuesta ala invasiso lear cana aeoa 70 tencia de:la llamada soperacién Pli- ‘6n» habfa sido anunciada por sendos informes'del New York Times y del Times, y era de dominio piibliéo en Guatemala, consideré aquellos raids aéreos como el preludio de la invasién, Cuando" unos 1.500 mercenarios anticastristas legaron ante Playa Lar~ ga y Playa Girén, a las dos de la madrugada del 17 de abril, toda la milicia bana estaba en pie de guerra Todavia no habia desembarcado el primer peloién de exiliados cuando un jeep gubernamental tomaba una posi- ‘idn elevada sobre la cabeza de playa Yabriifuego sobre los hombres-rana. Los reactores norteamericanos que debian apoyar a los B-26 de tos inva- sores faliaron a ta cita por un fallo de sincronitzacién horaria, y los paracai= distas ule saltaron en el interior de Cuba fugron répidamente rodeados ¥ newiralizados. Después de ires dias de lucha, Cas- tro proclumaba: «La revolucién ha vencido> | Entre tos 1.214 prisioneros ‘se enconthaba el cruel jefe de lapolicia Politica'de Batista, Ramén Calvifio. ‘América Latina se convulsions con ‘maniféstationes a favor de la Revolu- cidn cubaja y el prestigio de Estados Unidos sufrié el més duro golpede los primeros| quince aos de eguera Per Kennedy novse rindié, y deci- dié asfisigr econémicamente a Cuba con la ayuda a los regimenes dictato- rales latinoamericanos, aterrados por el triusfo|de la revolucién de Fidel, ‘que se proclamaba marxista-leninista. La

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