ESCRITURA Y LITERALIDAD®
EN MESOAMERICA Y EN
LA REGION ANDINA: UNA
COMPARACION “”
Nikolai Grube y
Carmen Arellano Hoffmannay se ha opto por intents
fen espanol: Respecto al ko del remino
(Queda ai ls ares
faformactines. Muchos de estos sistemas no se pue
partir de nuestros conceptos modernos,
tura; al contrario, se trata de una mezcla de ambos, Actualmente
entendemos por escritura la fijacidn en caracteres de una lengua
hablada, y por arte, un medio para expresar
riencias estéticas que no pretenden, en primer lugar, ser una for
de comunicaci6n, Esta dicotomia moderna entre escrituca y arte no
existia en el continente ameticano. Escritura y arte eran formas de
comunicacién visual iguales e idénticas entre muchos pueblos.
ido curopeo, tener una escritura era un signo de
in. Pero su concepto de escritura estaba ligado al tipo de
escritura que ellos tenfan, De este modo plantean muchos teéricos
de la culmuza que el desarrollo del pensamiento racional y cieptifico
no hubiese sido posible sin el desarrollo de una escritura que pre-
serve la lengua, tal como sucede en Europa, Para muchos teéricos
se trara tun tequisito para la génesis de una “ci
muy desarrollada” (véase Goody, Watt y Gough, 1986). Ademés, la
azqueologia ha comprobado que Ja formacién de Estados con una
compleja diferenciacign social y una jerarquia de poder va acompa-
finda de la aparicién de sistemas de escrituras (Damerow, Englund y
Nissen, 1994).
Historiadores de la cultura y lingiistas opinaron durante
mucho tiempo que en el continente americano nunca se desarroll6
tuna “escritura plena”, Segiin ellos, los pueblos indigenas de Amé-Ignace Gelb, se observa que
jenza con la “pictogratia”
-va el significativo titulo de “The Alphaber's
+ que los sistemas de escritura, como pot
nay Japén, joel grado de
lgdin dia también pasarén a
Conquest of
«jemplo los de Ci
desarrollo
En resumen podemos decir que la mayorfa de los trabajos te6-
ricos sobre este tema parten de la premisa de que una escritara
le una lengua regi
sta de la escritura ¢ idioma chinos, afirma
mente desarrollados
que todos los sistemas de eseritu
scrituras patciales” 0 “seudoese
(DeFrancis, 1989:7 y 42), Para él, Ja referencia a un cédigo
ién de escritura, porque |
ja més completo y mas eficiente para reproduc
el pensamiento humano (DeFrancis, 1989:7). Finalmente; el autor
cacida visual no sujetas a una
a son limitadas ¢ incapaces de expresar argumentaciones com=
extremo de afirmar que los que usan esos sistemas “viven
des (DeFrancis, 1989:45),
Antes de pregantarnos si esta definicién ev
cierto modo, eurocentrista de la escritura
iucionista y,
su funcién también puede
ide
ad lo que conduc «
ack Goody, cuando dice que lo tayas
(Goody, 1977-82-53).
bacnrenay
AY ENLA REDS ASD, uM
ser aplicada a los pueblos del con , debemos pre-
guntarnos si
y sefala
de otras conceptos ct
y determinadas por
imettas europeos, ignorindose completamente conceptos no
eucopeos. De este modo, pademos decir que Ix usual ecuncién que
bética, escciturasidioma=pensamiento, es
sta y hasta en nuestta propia civiizacién no repre
in concepto cien por ciento aplicable, coma veremos mi
lante.
No cabe duda que la escritura ligada a una lengua es un ins-
trumento de comunicacién muy efectivo. Sin embargo, en muchos
campos de nuestea propia cul izamos otros sistemas de no-
taciGn que no se basan en la lengua, Por ejemplo, en el campo de la
iiisica se usa una notacién no idiomstica, que cualquier nifio puede
aprender en la escuela. Otro sistema de notacion, cuya existencia es
imprescindible para nuestea sociedad tecnificada, es el de los sim-
bolos y nimeros matematicos. Este sistema se ubica fuera de Ia len:
gua hablada normal y los signos y simbolos empleados representan
palabras enteras cuando tienen un valor lingiistico concreto. En el
discurso cientifico se usan, ademds, diagramas y cuadros estadisti-
cos; es decir, formas de notacién que ligan elementos pict6ricos
con elementos lingiisticos. Teniendo en cuer
presentar que deseribir una estructura, los cientificos u
gramas y hasta modelos bidimensionales y sidimensionales para
‘ransmitir informacién. Sin el uso de mapas —es decit, modelos
pictoricos que reproducen un espacio geogrético a escala—~ es im-
posible llevar a cabo planteamientos e investigaciones geograficas.
Por supuesto, también seria posible describir con palabras la infor-
‘macién contenida en un mapa, pero una sola mirada a un mapa
permite obtener la informacion deseada en forma mucho més pre-
cisa que una descripcidn escrita detallada y complicada
Hoy en dfa ocurre que en muchos campos de Ia comunica-
ci6n, las imagenes estin desplazando nuevamente a la glotografia3
a de las razones del enor.
‘1 sociedacles, También en el exmpo
¢ Exito de la televisidn en estas i
MP alieteabe as gee eee eo eon oe formacién,
fos p ventajas sobre
casi todas las computadoras, los meniis co
simbolos que simplemente
ico de un programa de comp
es posible que
rios de computadoras, que en
de DeFrancis?
ne la escritura es un medio que
jalmente acertado porque una lengua
eserita jamés es la transcripcién exacea de una lengua hablada
(Derrida, 1976). El discurso escrito se diferencia notablemente del
discurso hablado, tanto en forma como en eontenido. Sélo super i
cialmente reproduce la escritura el discurs0 hablado, Flemeatos
Prosédicos del discarso, como acentuacién, extension, volumen y
Pauisis, que en muchos campos de la titeranirajuegan ua papel im.
Portance, son reproducidos en forma muy limitadas asimismo, tame
Poco se registra lo que se denomina la comnicacién no vetbal, como
expresiones facales, esticulaciones o mimica. Es por ello que imu
chos antropélogos que se dedican a wadiciones orales, prefieven
registrar discursos verbales con Ia cémara, ya que la mera trae,
sripcion de una manifestacién verbal forzosamente tiene que igno.
ar muchos aspectos del discurso (Finnegan, 1992:202-209)
A diferencia del discurso hablado,
independiza de su contexto y su escenificacté:
forma desligada de su autor y su pablico, El texto hablade extd ew
Pre ligado a situaciones y a su tiempo, y a menudo sélo puede ser
eerpretado dentro de este contexto de situacién (Tedlock, 1982)
Comprender que la glotogratia de ningin modo es siempre el site,
ina de notaciGn Oprimo y que las escrituras que denotan una leng
sélo regiseran un aspecto limitado del discutso hablado, debe des
embocar en una nueva y més amplia definicion de est
abarque también otros cédigos. En los iltimos aos, muchos reac
oe de Ia escrivura han llegado a esta conclusién. Por esta razon, e
lingiista Geoffrey Sampson (1985) propone una clasificacion de ine
Igualmente, el concepto de
denota una lengua es sdlo par
el texto escrito se
8 decir, existe en
ritura que
escrituras 0
semasiograficos
co pl
steactos, ele-
reglas q aprender.
a de iconos; es decir, estar basados
a lo que se quiere decir. Al sis
ticos,
ten en los aeropuertos y est
mo es el signo del ciga
que
jemplo de
lo cruzado por una linea ro}
Sin embargo, tampoce hay que entender a priori que los siste-
mas semasiografics se
de que no es
cionen sin cédigo alguno, Ni
prescindir de convenciones que coordinen significantes con sig
cados y que fijen la sintaxis de los signos (Eco, 1972:
tanto, todos los sistemas de ¢o:
semasiografica,existen en un contexto cultural especifico que debe
ser aprendido. Bjemplos actuales nos demuestran eémo personas
no failtanda co as sefaes internacionales e tine
rerpretan de otra manera porque no les fue ensefiad la ectura “co
rrecta” (Zanineli, 1995:6-8).
SISTEMAS DE ESCRITURA EN LA AMERICA PREHISPANICA.
Los pueblos de la América precolombina conocieron tanto sistemas
Ue escritura glotogréficas como semasiogréficos. Hasta hace poco
tiempo, los investigadores que se dedican a la historia de sistemas
de escritura desconocian la gran cantidad de sistemas de noraciéngenas
ro de comparat
pere na puedo
8, 9 mds bien, mis percepciones
Los pueblos de a Améric
de metals
iguo Oriente las que, des
‘oundancia
even my
imo (I. Auge se fenga un
sto superb de hs nese Tou stees
myas, es salient para convene de queests rapes nm
ibieran podide d Hap
rollar uua real escritur
1963:57-$8),
in la ayuda
ios sistemas de escritura indigenas se remon-
1. Desde el momento en que los europeos vie-
ron por primera vez cédices nahuas, no reconocieron Ia pictografia
comio una escritura, como opina el conocido cronista y médico Fran-
cisco Hernsindez (1986 (1574]:106) en su obra sobre las antigieda-
les de México o Nueva Espana; cuando habla de este pueblo dice:
Carecfan [..] de escritura, excepto de las figuras di
3a
cc los griegos llaman jeroglificos; con éstas significaban los
sentimientos del
si6n del pensar
dente describe una pe
jos mexicanos y
a europea. La
tografica, era y
menudo es hasta hoy 0 ‘Toda
a hoy se puede observ
jos al estudio de los sistemas de notac
a oralidad jug6 y juega todavi
my importante en esas sociedades (f. Schaslau y Mit
Dentro del desarr
ame-
un papel
I, 1986),
jo de In eseritura alfabética, la oralidad perdié
importancia y fue desplazada con el tiempo por la literalidad. Aun
dose que los sistemas de notaci6n americanos pueden ser un
tipo de escritura, la presencia de Ia oralidad tanto en Mesoamérica
como en los Andes llevé a varios investigadores a afirmar que sus
cscrituras no eran mis que sistemas auxiliares 0 mnemotéenicas
1, 1986). Aparte de que la mnemotecnia es un sistema in
dual de memorizacién que contradice la estandarizaciéa y codifi
ida de los sistemas americanos, ya el hecho mismo de que hoy se
pueda descifrar gan parte de los escritos, por lo menos, de Mesoa~
mérica, va en contra del argumento mnemotécnico. La presencia de
la oralidad no puede ser entonces un indice de que 1a escrinura y
literalidad no se hallan alcanzado en los pueblos americanos
prehispinicos. Mas bien la caracterizacién radica aqui en la defini-
cién curopea de escritura, que se puede reducit a In ecuacién ya
dada anteriormente: concepto=lengua=escritura, Esta eeuacién nos
demuestra que la lengua, en el momento en que sc halla ligada a la
escritura, deja de desarrollarse por si misma; es decir, la oralidad
piecde importancia. En cambio, las escrituras semasiograticas ame-
ricanas se pueden definir por la siguiente ectacién: concepto=¢s-
critura/concepto=lengua. Por estas ecuaciones nus damos cuenta
de que la variable “lengua” no se halla ligada a Ia escritura; por loFigura 1. Inseripciones zaporecas procedentes de Monte Alon, Osxaca, Ecritors gl
(Gibajo de Perer Mathewla que conocen
jos en los siglos anteriores
a. La escritura epi-olmece parece ser un
co plenamente desar
ca
iD
GTEC NATE
RIEL)
ORME:
EFRON YRS MANET
jason mice sannmrmast
22008)
0
FG RET
meextrechamente relacionada con la iconogeafia, pero en el primer s
glo de la era cri 8 escttura glocogratica (
gura 1; y Whittaker, 1992). Sin embargo, stem:
de escritura mesoame
lo.uno ni lo otro,
cién de elementos
semasiograticos (Grube, 1994) cuyos grados de combi
ren, Los sistemas de escri
ighan, 1990; Troike, 199
inacién difie-
1a de los mixtecas (Jansen, 1988; ML
y Ki
tico. En los cédices de los mixteces y los nahuas
ntte texto e imagen, en oposicién a los doce
mentos de los mayas y zapotecos. Las imagenes de los cddices 9 o
»espacial-sintiticarepresentan Ia informacign texts Qo
por lo general puede ser comprendida independientemente dc 1
lengua hablada por el lector. Otros textos se han encontrado og bl
Bilin (estado de Veracru), en Xochicalo (estado de Morelos)
finalmente, también fueron hallados recientemente textos jevoglify,
cos en el complejo de edifcios La Ventilla, en Teotihuacér
Todas las escrituras mesoamericanas, ya sean sistemas
slotogréticos 0 semasiograticos, hacen uso de logogramas,o sea dc
Signos que corresponden a una sola palabra; en easos excercioneles
también a varias palabras. Lo que se queria expresar se representa
tba mediante el icono de un objeto asceiade
—cjemplo la cabeza del dios del viento pase
ignos totalmente abstracts y atbitratios, que
lacién con sui denotative. Todas las escritwras
vestgadas hasta ahora uiizan las lamadas “yy
labras idénticas o casi idénticas (homénina:
tepresentadas mediante el mismo signo, a pesar de
Slo se referiaa uno de los concepton Ashes I
usaba la imagen de la coraza de una tortuga (éyot) para exctine Ie
Palabra ydot! “enemigo” (Matricula de Huexotcinco, Prom
1992:61). Los sistemas de escritura semasiograficos que utiheng
arafias tebus son sistemas que utilizan tambien un sean
Blotogrélico; es decis, un sistema que se basa en un e6dig ling
60. La mayoria de los sistemas de escrtura mesoamericares no cons
1 sistemas netamente semasiogréficos ni plenamenteglotogrficer
rebus”: dos
8) po
one
veces asi 4
sino que oscilaban entre estos extremos, De ninguna
lucionaba este proceso invar
fonetizacién; debemas toi
critura semasiogréfica del altiplano de México podia prescindir de
la fonetizacién de signos, sobre todo para reproducir los nombres
de personas y 4
tindose de aquellos extranjerus, no podtan simplemente ser tr
idos o abstrafdos. En estos casos era necesario reproducir el tenor
literal. Cuando se daba la posibilidad de cradueir nombres, éstos
ya que este idioma era considerado lingua
franca al momento de la llegada de los espafoles.
Los pensamientos filoséficos y abstracts podian ser expre-
sados con la ayuda de la escritura semasiogratfica. Las ideas abstrac-
tas eran expresadas “grificamente” mediante metiforas, simbolos
visuales y convenciones grificas. Asi, simbolos totalmente conete-
tos podian tener significados diferentes. Segiin el contexto, la ima-
gen de una flor podia ser lefda como “alma”, como concepta abs-
teacto para “belleza”, para caracterizar personas u objetos como
“‘sagrado”. El sinntimero de significados evidencia la dificultad en la
lectura de textos, sobre todo en aquellos contextos en que se trata
de significados abstractos. La lectura resulta imposible en los casos
en que ya no se conoce el marco ideolégico-cultural de los autores
de los libros. Mediante la combinacién de distintos métodos de in-
vestigacién, que provienen de la emohistoria, la lingiisica, la etno-
logia de pueblos indigenes modernos, la arqueologia y la iconogra~
fa, se logra reconstruir la ideologfa, cosmologia y los contextos
culturales que dieron origen a los cédices, como Jansen (en esta
cobra) lo explica para la cultuca mixceca,
Como ya lo expresamos, la escritura zapoteca de Monte
Allbén, en su época de florecimiento, se habfa convertido en una
sscritura glotografica, pero en el Clésico temprano (250-450 d.C.)
volvié a ser una escritura semasiografica (Whittaker, 1992:6), un
desarrollo que se contradice con Ia mayoria de los esquemas
ESde que picto
po de escritura, justamente una esc
ra semastogréfica.
@A qué se debié que pocos pucblos
digenas usaran una es-
cho de que un
na menudo
simero de lenguas y familias Ting
‘un espacio geogréfico muy pequefio, es segura-
‘un punto de vista
nos silébicos se hayan formado a
$ de palabras que terminaban en consonantes débiles
P
(Grube, 1990
to glotograficos, parecidos est
Europa y Medio Oriente, como semasiograficos, donde el -
do era denotado di sat por la lengua. Parece ser
que en América, al igu iguo Oriente y en Asia, hubomente un factor que
Jotograficas. En todas aq}
lorogrsti
gue Istados hegeménicos
secu
el desarrollo de sistemas de escri
regiones de Mesoan
leron extenderse
ure ellas. Los sistemas de escri
lotogrificos s6lo fueron utiliendos en aquellas regiones en di
a sociedad organizada estatalmente se pudo extender en u
rbandonada
cuando alrededor de 250-450 .C. la esfera
8 zapotecas se volvid
los mayas. E]
en una amplia
de una escrituza glotogtatica
fa de los pueblos subyugados y a sus
es de la comunicacién escrita. La escrinura semasiogratice de los
menicas petmitié, en cambio, als digentes de aquellos pueblos que
ro hablaban nahuat, Ieee un manuscrito con fa lista de exigencas
teiburatias de los conquistadores. Los cédices hist6ricos ile los
mixtecos también debieron fijar las exigencias pol
08 avasallados. El uso de un sistema semasiografico
‘mar las reclamaciones hist6ricas y politcas frente a pueblos de eeray
Jenguas en las regiones de Oaxaca, Puebla y Guerrero,
Hay también otra hipstesis respecto a la poca difsiGn de sis-
temas glotogrificos en la Mesoamérica prehispénica. En el Medio
Oriente se explica el origen de la escritura con la necesidad econo.
mica en el marco de administraciones centralizadas (Damerow,
und y Nissen, 1994), El estudio de las tablillas de cerémica de
idad de Uruk en Mesopotamia arroja como resultado que el
control de Ia organizacién econémica cada vez més complicads s6lo
habria sido posible con In ayuda del registro escrito de las transac.
ciones. A raiz de las malas condiciones de conservacién y debido a
una investigaciGn atin insuficiente de las fases formativas, se conoce
solo en forma fragmentaria el origen de la escrinusa en Mesoamétien
Flasta donde se sabe, sus rafces no pareéen estar en Ia organizacion
de eransacciones econémicas sino més bien en el mazco de ns legh.
timacién pblica del poder soberano en forma de una comple ico.
permitia legit
ogra
genes en ma
508, que en
ante, representa a
dinast
vo temp)
yente convencional
(lusteson, 1985). E
ron sometidos a
procedencia ic a esta iconogra
Jos e imagenes a menudo estén ordenados de t.
sentan una secuencia Prem ha introducido el concepto de
“pictogratia naccativa” (Prem, 1971). Sin embargo, la pictogratia
narrativa ya es un sistema de escritura semasiogritico en el sentido
de la clasificacién de Sampson (19855 y fi
del poder soberano continus si
05 escritos en el continente ameri:
Un sistema de comunicacién glotogratfico na hubieea pod
plir con esta funcién propagan: ive} rmultilingiistico
Por esta circunstancia se utiliz6 un sistema fuercemente iconizado,
en el que se representan conceptos metafisicos centrales en
rforas pictoricas, en retratos de dioses y reproducciones de
res sagtados (véase atticulo de Jansen, en esta obra)
Si hoy se hace hincapié en el prestigio social y el poder politi-
coy religioso como importante funcidn dela escriuura (Goody, 1990;
Marcus, 1992; y Schuchard, 1989), no debemos desatender ei he-
cho de que Ia escritura, tanto en Mesoamérica como en of
dades en todo el mundo, fue usada también para fines adi
vos y econémicos, No obstante, es posible que estos aspectos del
uso de fueran secundarios y recién adquirieran impor-
tancia cuando la escritura ya se habia formado. En ¢l momento de fa
invasion espafiola existian listas de tributos y datos administrativosa6 ”
histéricos. La administracién colon obtuvo gean parce
ientos sobre Ia historia indigena, la estructura de los
y su gobierno, de documentos como el Cédice
Michoacs
por ejemplo, que en parte el mismo gobierno hisp:
jos de Noguee y S
3s, para €
regign rm
praname 0. Hay indicios de
que los registros econdmicos no sélo faeron plasmados en cédices
ahora desap: nbién sobre mo-
mumentos ty Wald, 1995).
muy
\$ estaban
tos sobre monumentos piiblicos fécilmente accesibles, sobre
a6 de piedra en lugares pablicos y sobre edificios, se plantea
aq}
s casos —como el de la cultura maya, pero también la de los
vapoiecos— cit que los textos escrites tent
ganda, es muy probable que la
ipo dentro de
funcidn de propa
ralidad no esovieralmitada
\s figuras con sim-
1975). También se usan glifos
toponimices nahuas en el Sistema de Transporte Colectivo (Metro)
de la ciudad de México para designar las paradas a los que descono-
cen la eseritura alfabética, Estos ejemplos nos pueden dat una refe-
rencia sobre el alcance de Ia literalidad en Ja antigiedad. Aunque
seguramente eta limitado el niimero de aquellos que podian proda-
cir textos esctitos; éstos eran especialistas insttuidos que pertene-
clan, en general, a la nobleza, como sabemos de los mayas y nahuas
(véase articulo de Arellano, en esta obra). No obstante, tambi
debi6 haber existido un gran némero de personas que quizis no
sabia escribir 0 a lo sumo en forma limitada, pero que posefan una
literalidad pasiva, Por el carécter fuertemente icénico de Ja mayorfa
de los signos logogréficos, hasta un campesino debia estat en condi-
sxtecos estab:
favenciones €
ibolos de los eddices. Mu
ferenciaban en cuanto a sus
alcance de toda persona que entendiera las
sobre las que se basaba el sistema de si
chas sociedades mesoamericanas se
idiomas, pera n,
aspecios de
ficos pei
icas. No obstante, hubo convenciones sociales que
imitaban el acceso a los textos de los cédlices. En el caso de los
ixtecos de Oaxaca, pero también entre los nahuas, los monumen-
tos pablicos con inscripciones eran mucho menos frecuentes que
‘entre los mayas. La escritura se plasmaba en los cédices, principe
mente, y éstos estaban bajo el control de los escribas, que segura.
aban en la Corte por encargo de los soberanos,
atrat y fjar los contenidos de los libros.
‘A pesar de que no disponemos de datos sobre la manera como
se lefan los libros nativos, podemos imaginarnos que las bazafias del
soberano y su dinastia, que se remontaba a sus antepasados divinos,
eran narradas en presencia de soberanos sometidos y de la nobleza
de otros estados que se encontraban de visita. Los expertos en es-
ctitura mesoamericana debian aprender las comp!
nes grificas que les permitian formaciones mediante
bolos visuales. Es probable que los escribas de los mayas hayan
aprendido en las escuelas palatiegas cOmo manejar unos 700 signos
de Ia escritura maya, pata redactar correctamente el idioma dulico,
gue contenia muchos arcaismos y sin duda se diferenciaba bastante
de la lengua vulgar hablada, La escritura maya permitia a los escr
bas fijar univocamente el idioma con toda su gramética y cada
0
de ellos estaba en condiciones, al igual que el autor, de leer las obras
de otto escriba
Pacece see ue4“
ixtecus usaba
de un eédigo
atibuir informacisn u
semasiogral
mucho més di
ss de manera qi
ng
ser posible fijar atributos de cosas, relaciones tempo:
nes causales 0 simpl
po, una comprensién gener:
mente, esco s6lo fue posible mediante la creacién de convenciones
grificas.que a menudo se basaban en metéforas, como Ia represen
facién de agua y un campo en ra en nébuatl atl-
“guerra”, Algunas conven-
ciones gréficas se basaban en relaciones simbélicas entre lo denotado
yeelsigno, coma por ejemplo el cordén umbilical, que en los cédices
tmixtecos indica personas empatentadas en linaje directo.
Los textos redactados de esta manera atin dejaban mucho
margen para la interpretaci6n, Quizds hasta era deseada una cier
libertad en la lectura de un libro mixteco 0 nahua porque permit
dirigirla, acortarla o también exponeria en forma més extensa y at
Uisticamente, De esta manera, la recepcién del contenido de
bro podia ser adaptada al contexto correspondiente, una cualidad
que no ofrecen los textos glotograticos, cuya informacin s6lo se
obtiene si son lefdos integramente. Los escribas poliglotas también
podian exponer libros mixtecos o nabuas en el idioma de un pueblo
sometido. Asi era posible fundamentar pretensiones de poder y
exigencias de tributos. Vale decir que el hecho de que un texto
semasiogréfico no estuviera ligado a una determinada lengua no era
una desventaja, sino que habia sido adoptado por razones précticas
en nn entorno plurilingie.
Los cédices no eran textos contemplativos para ser estudia-
dos en tranquilidad y aislamiento, Es de suponer que en todos los
pueblos mesoamericanos eran la base para una exposicién verbal
Esto tienen en comin los manuscritos mesoameticanos con la lite.
ratura escrita europea, en la que recién a pattir de la invencién de la
‘tuvo lugar Ia separacién entre la lectura y la exposicin
verbal. La palabra inglesa lecture, que significa “exposicién”, se basa
en la idea de que las exposiciones verbales eran leidas. La lectura
privada de un libro cientifico 0 ameno no tiene nada que ver con el
Bewreay um
de diversas maneras con liscurso de
los oyentes no eran sélo hombres sino tam
ses, y eran muy exi
y estética. El cardcter fuertemente icénico de los sistemas de escr
tura mesoamericanos, ya sea los sistemas glotogrificos de los mna-
yas 0 los semasiograficos de los nahuas y mixtecos, también se ex-
plica con la necesidad de belleza y representacién grafica de sus
productores, Lo anterior se manifiesta en esta breve cita sobre I
profesién de los escribas en los Cantares Mexicanos:
Yo canto las pineuras de
Yo los despliego
yo soy el papagayo florido
{que hace cantar los libros
que estin en las casas de las pinturas,
Por silkimo queremos hacer hincapié en el hecho de que los tex- tos
semasiogrificos mesoamericanos, a diferencia de los textos
alfabéticos, en cierta forma no se independizan de su contexto cul:
tural y su tiempo, aunque por supuesto existan en forma desligada
de su autor y su piblico, como todo texto escrito. También propor-
cionan mucha més informacién que, por ejemplo, los libros histori
cos en escritura alfabética, Mientras el texto semasiografico expl
citamente puede estar refiriendo la biograffa y hazafias de un sehor
indigena, los iconos estan dando a Ja vez una serie de datos imp!
tos sobre la sociedad que produjo ese texto. La vestimenta de las
figuras nos informa sobre el status social de los pei
tos de las mismas nos indlican algo sobre la forma de comunicacién
no verbal que existia entre los miembros de ese nivel social. Los
dibujos en la vestimenta tienen wna serie de detalles que requeririan
tuna descripcién explicita en un texto glotogrifico. De este modo
podemos concluir que el texto semasiografico proporciona una se-
rie de datos en dos niveles: implicito y explicito, que permiten’per-Linnos
idaimente el contexto en el que se desarrolla-
doble lectura,
ciertos
a que no puede ser forzada a encajar en una escritura,
ya Sécrates argumentaba en su época contra la
eseritura porque privaba al lector de poder preguntar por el
sentido de lo ese fer, 1986:10),
que la estructura de la lengua quechua se basa en
-nsamiento que, a diferencia de las lenguas enro-
. ‘ada en forma lineal sino ciclica, cuyos significa
dos se expanden en todas las direcciones de forma radial
El quechua esta repleto de significados m
(Randall, 1987:290-291),
Randall (1987:291-292) continda diciendo que esa légica andina
tiene como base una cosmovisién en la que todos los elementos
estén relacionados entze sf. Las ideas de los pueblos andinos sobre
el cosmos se acumulan y se reafirman reclprocamente y se encuen-
tan en una corsiente energética ciclica, Toda interrupci6n levaria
-Escammuna v LiTesauag tw Mes
HOGA EN LA REGIGWN ANDINA. st
a un caos, a enfermedades y a profundos trastornos universales,
lidad de expandirse libremente en el tiempo y el espacio.
En el siglo xvu, el religioso espaol Fernando Montesinos es
cxibi6 sus Memorias antiguas, histories y poltticas del Peric En esta
obra se cuenta que en otros tiempos, cuando la escritura fue creada
en la region andina, la civilizadién fue afecteda por calamidades y
plagas. A la pregunta por el oxigen de este caos, el dios Wiragocha
contest a través del ordculo que la eseritura habia sido fa causante
y que nadie la usara so pena de mis calamidades (Montesinos, 1967
[1644}, cap. xv:63-64), No sabemos si se trata de un mito antiguo
que fue transmitido y registeado en el siglo xvito si el mito surgié on
ese siglo y su referencia a tiempos inmemorables debfa explicat la
situacién de los indios avasalladas de aquellos tiempos.’ Lo que ela-
ramente se ds a entender aqui es que la cosmovisién andina culpa a
un elemento ajeno 2 su cultura, la escrituca europea fonética, de
haber pervurbado el equilibria del mundo andino.* Aqui queremos
scfialar las consecuencias que esta cosmovisiOn puede tener para el
desarrollo de un sistema propio de notacién o escritura, que a dife-
rencia de la evropea, no estaba —y no podia estar— basada ent un
cédigo lingiistico,
En tiempos prehispénicos hubo en la regiéa andina dos cono-
cidos sistemas de notacién, que no tenfan nada en comin con la
‘escritura alfabética europea. Se trata de los llamados tocapu y los
khipu, usados ampliamente por la cultura inca. Un tetcer sistema,
la pintura de escenas, es poco mencionado porque en este case solo
existen referencias en las crOnicas (Parssinen, 1992:26-31). Los
tocapu y los khipu eran textiles: los primeros s¢ hallaban sobre pa.
fos y vestimentas, y los segundos eran cuerdas de lana y/o algodén.
dotados de nudos. Los tocaps: también se encuentran en cerdmica y
in ingles de la cence 4e Montesinos afiema Maukham
to agin! de a genesloga ines sino que ee
Vee Peat 1988, csp. Eo eae capital, el ator explica convincememente la
porraela que a exrituce tenia pats ls espa porque la usaban para
Uni la palabes de Dios con el derecho ala verdad, pode pro
4: Montesinos, Prada (1994104) afiema quel elcritra ee rl
fos ineas haban preferido Tos kbipu. A nuesco
emuesran gue
Vaca agstanapiesado Tos foespir32 nosy smn vers
vasos de madera (keru). En el diccionario quechua del
Gonzélez Holguin (1989 [1608]:344) se mencio
relacién cou textiles: “vestimentas con hetmosos boi
con bordados entretejidos 4
rocapu cuadrados provistos de figuras geomé
por medio de colores contrastantes (véase Lim. en color 1). En k
los primecas pasos para des-
cifrar la escrivura focapu (véanse De la Jata, 1964 y 1975; v B,
1970 y 1971). En 1981 salié a la
iam Burns en el que se puede encontrar wn acercamiento orig
unto de vista de la eriptologia, E] mundo ¢
tifico prest6 poca atencidn a estos estudios. En los iltimos aos,
norteamericane Stone-Miller (1997) estd llevando a exbo nuevas
investigaciones
Los comienzos de los tocaps parecen hallatse en la cultura
que se formé alrededor del 900 d.C., en una regign
gue hoy pertenece Peri, Bolivia y Chile. No se sabe hasta dénde
los tocapu de la época incaica se pucden remontar a tocapu de cul-
turas més antiguas como la WarifTiwanaku, ya que en este sentido
no se han realizado investigaciones. El ansrop6logo de Tubingen,
‘Thomas Barthel (1970:82), ha identificado alrededor de 300 grafemas
de 70 tocap que aparecen sobre keris; es
decir que calcula el niimero de signos en unos 350, Esta, por ejem-
plo, ubicados en el centro de los sakus 0 camisas largas inca en
forma de bandas de dos o tres hileras, pero también hay vestimens
‘as cubicrtas casi enteramente por tocapu (Barthel, 1971:64-65; véase
n. en coler 1). Segin Barthel, se tein en sentido vertical en
época inca, pero bajo la influencia espafola se comenz6 a leet en
forma horizontal. Barthel (1970:92) aficina que con los toca
era posible escribir niimeros; s6lo con los Khipu., Posteriormente, &
mismo modificé esta afirmacién en un articulo publicado en 1971,
al descubrir un simbolismo de nimeros en un vestido de gala,
Los khips son descritos en mi opinién erréneamente, como
explicaremos mas adelante— como un recurso mnemotécni¢o que
consta de cuerdas anudadas (véase figura 2 en el articulo de
Cummins, en esta obra), En una cuerda horizontal se fijaban varias
cuerdas verticales, de las que podian colgar mas cuerdas auniliares,
Asimismo, haba cuerdas superiores, que podian estar provistas de
en los col
erpreraci6n de Ia
Ja escrituza,
directa a través d
ie, cont
se va prodnc
sin tener que usar w)
dad, EI almacenamiento de informacién se basa en wn princi:
pio binatio y en la Idgica, que codificaba los datos en niveles
diferentes, Este proceso fue un logro matemético de los incas. En
comparacién, en Enropa se escribié el primer atticulo sobre los trees
fo niveles de :
El uso de los khipu en el imperio incaico se difundié extense
mente, después de la reforma administrativa del soberano Thupa
Yupanki en la segunda mitad del siglo xv. Un nuevo sistema interno
de demareacién de las provincins y de los tetitotios étnicos avasa-
lados permitié el registvo y bucién decimal de la poblacién
y su subdivisién segin edades. Después de este orden por catego-
registrada numéricamente en khips.
Ademés, los Ahipu contenian informacion sobre produccién, canti-
dades y tipo de productos almacenados, pago de tributos y otros
datos econémicos importantes. Para Prada (1995:26), el kbipr re-
presenta incluso un “libro” o registro de tierras, sus limites y distri-
bucién de aguas, basando su afirmacién en documentacién admi-
nistrativa colonial. Los colores y la combinacién de éstos, la forma
de los nudos y la forma como estaban torcidas las hebras, represen
taban categorias de conceptos (ef. Urton, 1994),
Los khipis eran entonces una especie de libros de contabilidad.
a lengua quechua tiene una palabra para “eélculo-caleulaz” y “censa,
registco”: yupay (Gonzélez Holguin, 1989-[1608}:371; y Santo To
més, 1951 {1560]:304). Esta palabra fornia parte del nombre del incaa
oe cuerdas verticals
J verticals decolor y provistas
cueedaslaterales 0 —
(edaptado de Ascher y Ascher, 2981 p
embargo, el uso intensivo de las cuerdas con nudes para la conta
dad, hizo que Ia palabra quechua khipu se convirtiera en sindni
jeulos y conta
i
lista en khipw se llama khipukarsayog (Gonzélez Holguin,
1989 [1608]:309, y Gracilaso, 1991 [16039], t. 1, ib. 6
989 ; , |, t- 1, ib. 6, caps. 7-9).
No sélo se registraban cantidades y determinadas clases de objetos
n categorias de concepts como tiempo, nombres de
lc lugares (cf. Murra, 1990),
Li
aa reproduccién de informaciones parece haber sido confiable,
Por lo tanto, es incomprensible que hoy dia los kh
Escxruna vin
dos como “tees
tema de reglas es
acién matemitica, los cilculos,
ica se basan en wna estruct
cia de datos provenientes d
un territorio de
aque los khipw eran utilizados como “carta” o para transmitir mens
cos. Por lo tanto, el concepto de la maemoréenica
1 andinos.
La lectura, y por lo tanto la literalidad, del kb
blemente estaba limitada a los especialistas que se desemp:
en cada localidad. El cronista indigena Guaman Poma (1936
ico que dice que el cargo de Khipikamayog
1s hombres vigjos en el pueblo. Parece ser que
para el niv le la poblacién hubo una técnica simplificada,
muy probablemente de tipo mnemotécnico, que era ucilizada por
muchas personas, inclaso por mujeres, con la que registraban, por
ejemplo, sus pecados. Acosta (1987 [1590], Lib. 6, cap. viti:402)
refiere que una vez fre una mujer con un kbipst a confesarse con él,
El khipu no s6lo se siguié usando en !a época colonial (Pease, 1990),
sino que ha sobrevivido hasta nuestros dias en determinadas regi
nes de los Andes (Radicati, 19795 y Mackey ef al., 1990). Por este
motivo, Gary Urton (1997) habla de dos tipos distintos de Rhipu,
uuno de los cuales funcionaba sobre una base mnemotécnica y «
ba difundido entre el pueblo. Ei segundo tipo de khipu operaba al
servicio de la administracién estatal y funcionaba con base en un
cédigo estandarizado.
Es probable que el khipu representara una nueva tecnologia
refinada de almacenamiento de informacién de los incas, que aun-
que se remonta a tipos més antiguos —conocemos al
época Wari/Tiwanakn (Conklin, 1982}—, esencialmente recién fue‘Ouras consutrabas
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