You are on page 1of 144
“<> | } 243 WZ REVISTA TECNICA DE YACIMIENTOS PETROLIFEROS FISCALES BOLIVIANOS REVISTA TECNICA DE YACIMIENTOS PETROLIFEROS FISCALES BOLIVIANOS VOLUMEN 12 MARZO 1991 NUMERO 1 SANTA CRUZ - BOLIVIA CONTENIDO ~ Sistema propuesto para la denominacién de niveles productores en campos descubiertos Jaime Dunn Castetlanos .... - YPFB Ingresa a Ia Tecnologia de la Perforacién Horizontal Mario Carazas Miranda ... il - Apoyo a los trabajos Geodésico-topograficos con las técnicas de la Geodesia Satelitaria Rolando Sierra Aliaga .... a7 - Eventos tectomagmaticos y orogénicos de Bolivia en el lapso: Proterozoic Inferior a Reciente Waldo A. Avila Salinas at - TRABAJOS PRESENTADOS A LA REUNION PROYECTO 193 "SILURO-DEVONIAN OF LATIN AMERICAN" ‘TACUAREMBO-URUGUAY, 1986 ~ Fauna Eodevénica del Uruguay Alfredo Figueiras ...... see 37 - Algunas consideraciozes sobre el ciclo deposicional Devénico en ef Uruguay Bector Goso y Hector de Santa Ana ...... 69 - Mineralogia de las rocas pelitican devonicas del Departamento Durazno, Republica Oriental del Uruguay Patricia E.Zalba, Miriam Rodriguez y Adrian M.Ifiguez a - El sistema de fallas del borde lanero de Colombia: Una pateosutura desde el Silirico Superior. Alberto Forero Sudrez 87 - Distribucién de las rocas del Devénico en los Andes Colombianos Alberto Forero Sudrez .. 101 + 31 Siixioo-Devénieo en el Sur dol Por Oscar Palacios 13 ~ Ienofacies del Grupo Tucunuco (Silérico) en el Perfil de Talacasto, Precordillera de San Juan, Argentina. F.G.Acefiolaza y S.H. Peralta lig - Trazas fésiles de la Formacién Tambolar, Silirico de ta Precordillera Central Sanjuanina, Argentina. F.G.Acenolaza y S.H.Peralta . ~ El género Reedops Richter y Richter (Trilobita) en el Sihirico-Devénico de la Precordillera de San Juan, Argentina. B.Baldis y S.H.Peralta .... - Una secuencia sildrica (?) - Devénica Inferior en la vertiente oriental de ia Sierra Tontal, Procordillera de San Juan, Republica Argentina R.Varela, C.Cingolani, A.J.Cuerda 0.C.Schauer ~ La comunidad de Pleurothyrella en la Formacién Talacasto (Dev6nico-Inferior), Precordillera Central Sanjuanina. Argentina Silvio H. Peralta . = Ienologia de Formagao Furnas (Paleozoice Medio) Bacia Do Parana. J.H.G. Ciguel - Tentaculites Itacurubionsis n. sp. Do Paraguai Oriental (Siluriano Inferior) De Bacia do Parana ......, J.H.G. Ciguel - Nota sobre a ocorréncia de Skolithos verticalis e Skolithos aff.eifliensis, na Formagéo Eusebio Ayala (Grupo Itacurubi) Siluriano do Paregual Oriental J.H.G. Ciguel, 0-Résler y A.M.C.Clerici - Facies y Palescorrientes de la Formacién Cerrezuelo en su estratotipo: Nuevos datos para la evolucién de la Cuenca Devénica en Uruguay. Renato R.Andreis y Lorenzo A.Ferrando + Noticias Petroleras . 125 129 133 139 145 146 waz 149 153 REVISIA TECMICA DE YD, 12 (2) 5-9, maNO 1991 SISTEMA PROPUESTO PARA LA DENOMINACION DE NIVELES PRODUCTORES EN CAMPOS DESCUBIERTOS Jaime Dunn caseelianoa (GERERCIA DE PLAREMIEITO RESUMEN INTRODUCCION Si bien existen normas establecidas segin cédigos de nomenclatura, para designar una formacién, un nivel, etc. hasta la fecha en YPFB.se ha procedido con un sistema que no satisface plenamente en lo que respecta a la nominacién de los yacimientos descubiertos. Generalmente al hivel descubierto con mejor produccién le asigna el nombre de Ia estructura, d la serrania o de la poblacién correspondiente a la regi6n geolégicay tal es el caso por ejemplo: A los demis niveles, sean de la miema formacién o de otra y que producen caudales menores, se los designa con los nombres correspondientes a las quebradas del lugar, lagunas, etc. y en Gltimo caso se ha procedido a capricho tal come en: Tatarenda : Areniaca Limén, Ita{, Ipita, Yumao, ete. Camixi : Arenisca 1, 2, 3, 4, etc. Santa Anita, Grupo Areniscas Basales, Parapeti, etc. Cambeiti : Arenisca Cambeiti Dig-1, Dig-2, etc. Monteagudo + Areniscas Piraymiri Huacareta, La Dormida Resentida, Chuquisaca Yahua, ete. Guairuy + Areniacas Salvadora, ler. Grupo, Parapeti camiri, etc. Camatindi + Areniscas Dx, D2, Dy, etc. En general, este tipo de “Bautizo" no cumple con ciertos objetivos, que segin nuestro parecer deberfan estar incluidos en tal denominacién; de esta manera, como una tentativa inicial presentamos este trabajo, que podria ser modificado, hi encontrar 1a manera definitiva de asignar un nombre a los nivelea productores descubiertos. OBJETO DEL TRABAIO Ha sido preocupacién desde hace ya bastante tiempo atraés, el encontrar un sistema de nominacién para los niveles productores de un campo, debido a que el usado hasta la fecha adolece de una serie de defectos tales como - No indica la ubicacién estratigrAfica - No sefiala la posicién en secuencia de niveles - No identifica, en la mayoria de los casos, al campo productor. = Son nombres que se olvidan con facilidad y tienen escritura particular. NO INDICA LA UBICACION ESTRATIGRAFICA £1 nombre aigiado de un yacimiento como el usado actualmente no cumple este acépite, ejemplo: ~ Arenisca Tatarend: Es del Devénico?, del Carbonifero? - Arenisca Lisén.— Ee del Iquiri?, del Tupamb: Ee Devonica?, Carbonifera? - Arenisca Piraymiri,— Es Cretacica?, Tridsica? NO INDICA SU POSICION EN SECUENCIA Ei total de nombres asignados a los niveles que se usa actualmente no dan idea de posicién en secuencia, es decir no indica a primera instancia si est& encima o debajo de otro nivel, ejemplo: = Rrenisca Limén. Est4 encima o debajo de la Arenisca Tatarenda?, de la Itai?, de la Yumao?. - Arenisca Yahu: Esta encima o debajo de la Arenisca Piraymiri?, de la Huacareta?, de los del Baiiado?. NO TDERTIFICA BL CAMPO PRODUCTOR En la mayoria de los casos el nombre usado no identifica al campo productor, Prestandése en muchos casos a duda ¥ revisiones del perfil de los pozos, ejemplo: ~ Areniaca Anit: Pertence a Camiri?, a Tucan?. - Arenieca Yumao. Pertenece a Ta wrenda?, a Monteagude?. ~ Arenioca La Dormida.~ Pertenece a Monteagudo?, a Tatarenda?, al Toro?, a Camiri?. - Arenieca Basales.- Pertenece a Camiri?, a Cambeiti?. a Tatarenda?, SON NOMBRES CON ESCRITURA PARTICULAR Los nombres adoptados muchas veces provienen de aigin dialecto, por lo tanto, su escritura es particular, ejemplo: ~ Arenieca Yahua = Arenieca Marigii = Arenisca Piraymiri NOMENCLATORA PROPUESTA Para satisfacer todas las anormalidades anteriormente anotadaa se buscé un sistema donde se incluye en la denominacién del Yacimiento 10 siguiente: a) El nombre del campo descubierto modiante su sigla. Ejemplo: Vuelta Grande = vGR = EPN = TCB b) EL nombre mediante sigha de 1a formacién a la cual pertenece el nivel productor Yormacién Sigia Chaco Inferior CHE Yecua xe wacura = vitiacua = ow Cangapi oe Becarpoent = 5S Taiguati = Chorro = cH Tarija = ‘Tapambi = 3 = 23 Tquiri = 19 ‘Los Monos = Huamampampa = EU Iela = I Santa Rosa = SR La conjuncién de las siglas de a) y b) darén al Yacimiento el nombre: Ejemplo: VGR-CH = Indica un yacimiento del Campo Vuelta Grande perteneciente a la Formaci6n Chorro. PH-I9 Indica un yacimiento del campo E1 Espino perteneciente a la Formaci6n Iquiri. [REVISTA TECHICA DE YPFB, 12 (1) 5-8, MARZO 1991 PERFIL IDEALIZADO POZO VGR-X FORMACION CANGAPI EL YACIMIENTO 0} Se denominard : VGR~CG-1 Fig. descubiertos. a) VGR-Cg.; b) EPR-Iq. ©) Posicién del racimiento en secusncia Normal Una vez determinado el nombre yacimiento, 1a posicién del miamo en Secuencia se tendeé que determinar por orden numérico de arriba hacia abajo dentro de la Formacién, ejemplo: 1 - VGR-CG~1 = Nivel Superior de la Formacién Cangapi en vuelta Grande. - VGR-cG-2 = Nivel infrayacente al 1 de la Formacién Cangapi, en Vuelta Grande. ~ EPN-IQ-1 = Nivel superior de 1a Formacion Tquiri en el spino. + KPN-IQ-8 = Nivel infrayacente al 7 de la Pormacién Iquiri en el Espino. - RPN-cH-1 = Nivel Superior de 1a Formaci6n Chorro en El Espino. PERFIL IDEALIZADO POZO ESP-X z 3 : leas alt) | oes] 8 E 3 i z g EL YACIMIENTO. 1b) Se denominord : EPN~ 10-1 1 Nomenclatura propuesta para identificar nivelea productores en campos pene. weALiZAno POLO EPN=X 1 eru-ig-? —e Ce Fonwacion TaUiat Fig. 2 Denominacién propuesta de Niveles Productores de la Foruacién Iquiri en Secuencia Normal 4) Posicién de un Yacimiento con desarrollo posterior a la denominacién en secuencia normal #1 caso 9e presentaré con la perforacién de nuevos pozos en la estructura, debido a factores como problemas de discordancia, desarrollos laterales © cambios de facie. Para este caso, la secuencia se tendr4 que determinar conservando el orden numérico y agregando una letra en orden alfab&tico de abajo hacia arciba a partir del nivel numerado solamente. Rjemplo: = EPN-IQ-1B.- Nivel del Iguiri por encima del 1A en BL Espino = BPN-IQ-1A.- Nivel del rguiri por encima del 1 en EL Espino P0Z0-x1 Numeracién Yacimientos para su nominacién definitiva Fig. 3 correlativa de - EPH-IQ.1.- Nivel del_Iquiri por encima del 2 en El Espino. ~ EPN-19-2.- Nivel del_Iquiri por encima del 3 en E Espino. — EPN-TP-3A.-Nivel del Tupambi por encima del 3 en El Espino. = RPN-TP-3.- Nivel del Tupambi por encima del 4 en B1 Espino. Las denominaciones ccurridas en eatos casos pueden simplificarce considerablemente, si se las hace cuando coneluy6 1a exploracién de la estructura, e8 decir cuando ya se porforaron por 10 menos trea pozos exploratorios. CONCLUSIONRS Y RECOMENDACIONES La denominacion de niveles productores usado actualmente en YPPB; si Dien est ybasada en reglas relacionadas con el cédigo de nonenclatura estratigréfica, no cumple con los requisites necesarics de orientacién que permita deducir a que campo y a que formacién pertenece. Por otra parte, tampoco permite ubicar al nivel productor dentro de la formacién en secuencia por orden correlativo. La nomenclatura propuesta es un intento, que podré ser rodificada en el futuro, sin embargo, ea el inicio de un idioma general que facilmente permite 1a identificaci6a de los nive productores. Es recomendable dar el nombre al nivel productor, después de establecer una excelente correlacién por lo menoa entre ‘trea pozos exploratorios. og. eine Dunn Castel Lance Cenii2e 40% NAVISTA TECHICA DE TPB, 12 (1) 3-8, MARZO 1981 Pozo EPN=K1 POZO McD ~ 20 [UVISTA TECNIGA DE YPEB, 12 (1)3 11-15, MARZO 1991 Y¥.P-.F-B- INGRESA A LA TECNOLOGIA DE LA PERFORACION HORIZONTAL wario Cararan Miranda DERECCLoR OB INGENIERIA. PETROLERA RESUMEN con la aplicacién de 1a nueva tecnologia de Perforacién Horizontal, ¥.P.P.B. ha Perforado el pozo VGR-29 SH, con los objetivos de obtener una mayor investigacién y lograr una mayor producciéa de uno de los mis importantes yacimientos de gas- condensado del pais, como es Vuelta Grande, situado al sur del pais. £1 andlisis geolégico, e1 estudio de yacimientos y la programacién de la perforacién, han sido cuidadosamente establecidas para que al ser complementada la terminacién, conetitaya el primer éxito de Bolivia en la perforacién Horizontal. ABSTRACT With the application of the new Horizontal Drilling Technology, ¥.P-P.B. has drilled the well VGR-29 SH, to obtain a major investigation and attain a greater production from one of the most important gas-condensate reservoir in the country, as it is the Vuelta Grande field, located in the southern part of the country. The geological analysis, the study of the reservoir and the drilling program, had been carefully established so when it is finished, it would constitute the first successfull horizontal well drilled in Bolivia. Y.P.F.B. INGRESA A LA TECNOLOGIA DE LA PERFORACION HORIZONTAL una técnica que se ha constituido como 1a mis avanzada y aceptada de los dltinos aiios en 1a industria petrolera mundial; como es la perforacién de pozos horizontales, ha comenzado a ser aplicada con €xito en’ el presente afio en Bolivia, merced al esfuerzo de técnicos y expertos de ¥.P.F.B. con la asistencia de prestigiosas compafiias internacionales de servicios. EL PROYECTO En Agosto de 1990 la Direccién de Ingenieria Petrolera de ia Empresa Estatal, presenté el Proyecto de Perforacién de un pozo Semi-horizontal en el campo Vuelta Grande con los objetivos der Inveatigar laa condiciones de flujo y litologia de los yacimientos de gas~ condengado de las formaciones Tapecua (Sistema cretécico) y Cangapl. (Sistema Triasico). b) Obtener un incremento en la producci6n y eficiencia en el drenaje de la zona Norte de los citados reservorios B1 proyecto se basaba en un exhaustivo andlisis de las condiciones de reservorio @ informacién geolégica de la estructura de Vuelta Grande, establecidas en base a loa 28 pozos varticales ya perforados (26 de loa cuales eran productorea). El resultado y evaluaciones de los pozos, evidenciaban caracteriaticas astrat igrafic aingulares de las. formaciones productoras con pronunciadas variaciones lateralea de aus condiciones a petrofisicas; distribucién muy variada de espesores permeables; postbles lentes o zonas de transmisibilidad con escasa comunicacién unos con otros: es decir, condiciones que hacian recomendable ei planteamiento de perforar un pozo semi-~ horizontal u horizontal. LA ESTRUCTURA Bl yacimiento de Vuelta Grande situado en el Departanento de Chuguisaca - Provincia Luse Calvo, se encuentra a 120 kilémetros en linea recta al Norte de la ciudad fronteriza de Yacuiba, colindante con la Repiblica Argentina y a 300 km al sudeste de la ciudad de Sucre - capital de Bolivia (Fig. 1) Los principales niveles productores de hidrocarburos (gas y condensado) se ubican en la base de la Formacién Yecua (Sistema Terciario), en 1a Formacién Tapecua del Grupo Tacurd (Sistema Cretacico) y en la parte superior de la Formacién Cangapi (Siatena Triésico). Eatos dos dltimos r un contacto comin g 1750 m.ben.m. E1 descubrimiento de las formaciones productoras de TAPECUA y CANGAPI del Campo Vuelta Grande data de 1978, con el poz VGR-Xl, cuyas reservas de gas- condensado 1o convierten en uno de los mis importantes yacimientos de hidrocarbures del pais, La Formacién Tapecua presenta un espesor medio de 170 my la Formacién Cangapi un espesor de 165 m, teniéndose por consiguiente un espesor total de arenas de 335 m con un 35 $ de promedio vertical de zonas permeables. ‘Todos los pozos perforados en este campo fueron de tipo vertical; en algunos casce con la desviacién dentro de los limites de tolerancia, como para ser considerados como tal. La Formacién Tapecua del Grupo Tacuré constituye unc de los reservorics ms importantes del campo Vuelta Grande. Para su estudio se realiz6 una correlacién stratigréfica; llegandose a determinar seis unidades genéticas que posteriormente fueron evaluadas en base a datos obtenidos de los _registros eléctricos radioactives y acisticos. Loa parametros calculados fueron porosidad efectiva, saturacién de hidrocarburos y observéndose como nidad, siguientes voldmenes variaciones, horizontal particularmente caracterieticas: de arciliay tanto vertica’ en cada con Li =~ Distribucién de espesores concentrados en Sreas. = determinadas, no siguen Lineamientos que demuestren continuidad en gran parte del campo. - Existencia de 4reas donde no existe epesor permeable. CONDICIONES DE EXPLOTACION Vuelta Grande ya tiene una vida de 18 meses de plena explotacién con 16 pozos, que producen 2600 barriles diarios de condensado y 90 millones de pies cubic: de gas. Asimismo, cuenta con una moderna planta de procesamiento y sistema de reinyeccién de gas producido, que elabora casi 900 barriles diarios de gasolina natural y hace posible la reinyeccién de casi 80 millones de pies cébicos diarior por medio de 10 pozos inyectores a las formaciones Tapecua y Cangapi. Sin embargo, estas condiciones r ae Produccién son menores a las eatableciaas en los estudios —_ originales Conportaniento de reservorios ya las Predicciones basadas en Modelos de Simulaci6n, preparados tanto por expertos de Y.P.P.B., como de especialistas de compafiias consultoras internacionales. En tal sentido, se definié la aplicaci6n de medidas tendientes por una parte, 8 incrementar la produccién y drenaje de los yacimientos, y por otra, optimizar la xeinyeccién de gag. El primer objetivo lograrfa con 1a perforacién adicional pozos horizontales y 1: ie jagunda meta, con la incorporacién de volimenes adicionales de gas de MAKE UP para incrementar la inyecci6n en las zonas de mayor agotamiento de energia. EL POZO Luego de haberse establecido y definido el programa en detalle, por parte de la Gerencia de Perforacién; el pozo VGR-29 SH inicié su perforacién el dia 6 de Bnero de 1991. La operacién se asignd al Equipo NS 8 BMSCO GC-500 de Y.P.F.B., conténdose con el servicio de 1a CIA SMITH INTERNATIONAL en el tramo dirigiao del pozo y de la CIA. BAROID en el control de lodos: 2 Fig. HARI CARAZAS MIRANDA ‘campo VUELTA GRANOC 14 REVISTA TECNICA DE YEP, 12 (1)5 14-25, MARZD 1992 Lae secuencias de 1a operaci6n se fueron cumpliendo de acuerdo al programa establecido, habiéndose cementade cafieria de 13 3/8" en 600 m y caftersa de 9 5/2" en 2413 m, luego de haber logrado desviar el pozo y establecer 1a orientacién final. El arranque de) tramo semi-horizontal se inicié el 11 de Abril de 1991 con trépano de 8 1/2" y arreglo especiai, incluyendo el equipo map y luego de’ 7 dias de operacién se alcanz6 1a profundidad final de 2907 m, con un Angulo de inclinacién 87 grados que ‘correspodié a un desplazamiento horizontal de 510 men la formacién productora, con una proyeccién vertical de 86 m (Fig. 2). La profundidad final de 2907 m da una cota de - 1719 m.b.n.m, que ubica el fondo del pozo 27 m sobre el comin contacto-agua hidrocarbure del yacimiento Tapecua-Cangapi. La Cia. Schlumberger procedi6 a correr los _perfiles Correspondientes para la evaluacion y definicién de tas zon: més permeables. Gon un arreglo de filtros_preempacados disefiado por la CIA. OTIS ENGINEERING y colocados segin 1a evaluacién de los perfiles, loa especialistas de la Gerencia'de Produccién procedieron a las operaciones de terminacién de pozo. EL arreglo final fue instalado y se iniciaron las operaciones de pruebas de produccién a fines del mes de Abril del presente aflo. De esta manera y. B. ha dado un gran paso en su avance tecnolégico y la vasta experiencia de au personal = de Perforacién, Produccién e Ingenieria, ha sido incrementada con las valiosas ensefianzas obtenidas con el pozo VGR-29 "primer pozo perforado en Bolivia”. Ing, Marto Carazs Miranda DMNGCCION De TNC. PEDROIA Banta Crux - Bolivia 15, REVISTA "RENZEA Dy YoFR, 32 (2) 17-26, maze 1982 APOYO A LOS TRABAIJOS GEODES ICO-TOPOGRAFICOS CON LAS TECNICAS DE LA GEODESICA SATELITARIA Rolando Sierra Altaga RESUMEN Se describe el concepto general de 1a Geodesia por wedio de 1a observacién de satélites artificiales para el posicionamiento de puntos sobre la tierra. Para ello, se hace un estudio previo de 1a teorfa elemental, ain entrar on eu complejovdesarrollo matemitico, de la influencia que ejerce el ‘campo gravifico terrestre sobre el movimiento'de los satélites, y se presenta el proceso esquematizado de las diferentes transformaciones de las coordenadas originales del satélite hasta un sistema convencional, asi cono la transformacién de las coordenadas satelitales de los puntos calculados en el sistema aundial WGS-84 al sistema local adoptado en Bolivia. También se presenta un detalle comparativo de las principales caracterfeticas para establecer las ventajas que ofrece 1a Geodesia Satelitaria (G8) sobre la Geodesia Convencionai (Gc), y se muestran algunos de sus principales campos de aplicacién. ABSTRACT It is described a generat concept about satellite geodesy for point positioning. For this purpose, is presented the basic theory of the terrestrial gravity influence in ellite displacement along its orbit; the schematic coordinate transformation from the ‘satellite system to a conventional one, and a method for transformation of geodetic position given in WGS-84 ellipsoid to the local ellipsoid used in Bolivia. Also is presented a comparison in some characteristics and advantages related to ellital and conventional geodesy. INTRODUCCION Bl estado actual de desarrollo alcanzado Con tales antecedentes, as unidades por la tecnologia de los, satélites responsables del planeamiento y ejecucién ieiek ha generado. una nueva d@ Los trabajos geodésico-topograticos de alcances y métodos de 1a Gerencia de Exploracién, han concluido trabajo convencionales de 1a cienc: para la adquisicicn de dos gecdésica, dando paso a una moderna osicionamiento por satélite, perapectiva de ésta a travéa de las que ya han sido asignados a la Brigada técnicas de la Geodesia Satelitaria (cs), Geodésica 42 (BC-42) para su empleo a cuyos —_ principios fundamentales ge partir de la campafia de 1991. funcionamiento como sistema de posicionamiento nos moatrar4n Bete primer trabajo sobre la materia, Sbjetivamente la facilidad y conveniencia presenta una orientacién técnica de de su empleo, no solamente como apoyo de Conjunto para quienes tengan que ver, campo a la prospeccién petrolera, sino directa 0 indirectamente, con las también como inatrusento en los diferentes fases de aplicacién de 1a Gs levantamientos para proyectos de Como apoyo a los trabajos geodésico- Ingenieria. topograficos en la Empresa. Fre OUND AIERAA ALIAGA CONCEPTOS PRELIMINARES La comprensién de la Geodésica Satelitaria requiere el estudio previo de los conceptos bésicos que hacen al conocimiento de 1a Geodesia, Ceodesia Convencional (¢C) Ciencia de las mediciones y cbservaciones de alta precisién sobre grandes extensiones de la superficie terrestre para alcanzar los siguientes fine: Ubicaci6n de puntos sobre 2a Tierra en un sistema especifico (local) de coordenada: de referenciz, para conformar redes basicae, horizontal y vertical, como marco de apoyo a los levantamientos de detalle (topografices). Pefinicién de la forma y dimensiones reales de 1a Tierra sobre 1a de las mediciones geodésicas hechas en los sistemas local (GC) y mundial (cs). Estudio del campo gravitacional con 1a determinacién del potencial de fuerza de la Tierra en términos del eistema mundial (es). Geodesia Satelitaria (G8) Se enmarca en la definicién general de (GC), pero realiza sus medicicnes en un Sistema de coordenadas maa bien mundiales que locales, ampliandc asi, su radio de accién para alcanzar los fines de la geodesia general desde una perspectiva diferente. Elementos ascciados con 1a Geodesia Tanto para las mediciones como para los calculos derivados, la geodesia utiliza las siguientes superficies: a, gegnariée, # Fig. 1 Las tres superficies relacionadas con La geodesia Superficie Topografica Superficie fisica exterior de 1a Tierra, fe ubican los puntos y se llevan a cabo les Geoide Superficie de nivel (equipotencial) determinada por el nivel medio del mar y sy prolongaci6n por debajo de los continentes de modo que la linea vertical en cualquier punto sea perpendicular a ella Blipsoide Superficie matemtica que mejor se acomada al geoide, y sirve de referencia a los cAlculos geodésicos, figuras 1 y 2 se muestra la relacién entre estas superficie: Loa parametros del elipsoide se definen con su senieje mayor (a) y su semieje menor (b), segin la figura 3. Semieje mayor: a Semieje menor: Aplanamiento + Ira.excentricidad: e = a? - Qda.excentricidad: e'= ~- Radio de curvatura meridiano: a(1-e) a (- ewer! 4) Radio de curvatura ler, vertical 18 REVISTA TECNICA DE PFE, 12 (2) 17-26, MARZO 1991 Fig. 2 B1 elipsoide de referencia (local) y mundial ESTUDIO DE LA TEORIA BASICA El campo gravifico de la Tierra Al ger colocado en su érbita alrededor de Ja Tierra, el satélite geodésico describe una trayectoria eliptica dentro del radio de influencia del campo gravitacional terrestre. Entonces, los cAlculos para determinar la trayectoria orbital, velocidad y posicién del satélite en 1a rbita, y otros datos necesarios para el posicionamiento de puntos geodésicos en la Tierra, se procesarén con arraglo a la Jey de gravitacion universal. En la figura 4, @ representa el geocentro, origen de las coordensdas (X, ¥, 2), y S 1a posicién del satélite en au Srpita. Segin la ley de 1a gravitacién, la atraccién de T sobre S se verifica como una proporcién directa a la masa de Se inversa al cuadrado de ou distancia (18), es @ © cte. de gravitacién = 6.67 x 10 (cga) 2 d= (xe? + ve? + ae) Como F tiene las componentes (Fx, Fz), implica el cdlculo de 3 funcion Sin’ embargo, para reducir éstos a una sola, se emplea la funcién del potencial (2) de atraccién de la tierra, que es aguella en la que sus derivadas parciales con respecto a cada coordenada (X,Y/Z) sean, reapectivamente, iguales a Fx, Fy, Pe. Jia Gnica funcién ‘que satisface eota Pee Fig. 3 Los parémetros del elipsoide a9 POLACD SEERA ALIAGA Fig.4 Influencia del campo de atraccién dela tierra sobre el movimiento del satélite. Para calcular la trayectoria y posicién del satélite segin el tiempo, esta: funciones se someten a un complejo tratamiento analitico que introduce correcciones por la compresiés de la tierra, distribucién irregular de su masa, ‘resistencia de la atmésfera, y atraccién de otros planetas. general del sistema geosatelitario (¥ig. 5) La configuracién general de un sistema de posicionamiento por gatélites consiste de tres componentes. bisico: BL satélite, que se mueve ot el espacio en una érbita eliptica de acuerdo » las leyes de Kepler (en eepacios cortos de tiempo). Smite sefiales de radio junto con los pardmetros de su posicién, correccién de la hora, y otros necesarios a los cAlculos. Las estaciones de control, instaladas en Tierra sobre puntos de posicién conocida, (Bosicién) correccién do la nora, esta informacién al fransmision a1 estaciones georeceptoras en el morento de También controlan permanentenents funcionamiento. atc., satélite para ou e inyectar Las estaciones georeceptoras, operadas en los puntos a posicionar. Captan y miden la frecuencia de las sefiales de radio del. gatélite, cuya diferencia con la frecuencia patrén transmitida permitiré la rminacién de parfmetros adicionales como 1a distancia al satélite. Beta informacion representa la base para los cAlculos de posicién: estacién de control central estaciones de control estaci6n a posicionar Fig. 5 Rsquena general de operacién para el poaicionamiento por satélite. Proceso del posicionamiento (Fig. §) En la combinacién de los tres elementos analizados anteriormente se apoya el proceso general para la determinacién de la posicién geodésica de un punto en tierra, resumido en a siguiente secuencia: Se observa el movimiento del satélite desde estaciones terrestres de posicién (X, ¥, Z) conocida. Con estos datos se determinan los elementos orbitales (centro de control). — Con los elementos orbitales se calcula la posicién del satélite en funci6n del tiempo. == Se observa el satélite desde los puntos desconocidos. Con los datos trangmitidos por satélite, y los obtenidos de ‘observaci6n, se determina 1a posicién deaconocida (Fig. 6). 20 [UVISEA TECNICA DE YPFB, 12 (1) 17-26, waRZO 1992 T geocentro av ; anomalia verdadera Ro : radio orbital satelite Pe: radio vector de la posicién de § (conocido) > estacién a posicionar radio vector de la posicién de A (desconocido) De : Vector de la distancia aS (funcién de la distancia y loa cosenos directores) Pig. 7 Sistema rectangular de coordenadas orbitales (xo, Yo, 50). Coordenadas orbitales del satélite: Xo = Ro cos pc Yo= Rosen $c cz latitud corregida wo =0 Coordenadas terrestres instantaneas (Pig. 8) + geocentro S i gatélite Ro 1 radio orbital i 3 inelinacién del plano orbital A 4 Tongitua del plano orbital (Xo, ¥o, 20) + coordenadas crbitales (XL, ¥i, Zi) 1 coordenadas terrestres instanténeas Fig. 6 Relacién vectorial entre el. sistema de coordenadas, el satélite, y el punto a posicionar. Sistemas de coordenadas y su transformacién Inicialmente, el satélite es posicionado en su plano orbital. Luego, esta posici6n es sucesivamente transformada hasta un sistema convencional a través del siguiente proceso: Coordenadas orbitales (Fig. 7) geocentro (origen) satélite centro de 1a elipse orbital semieje mayor nodo ascendente perigeo ¥ig. 8 transforaacién (x0, Yo, 20) + argumento del perigeo (xi, va, ai) 2 LAND SIERRA ALIAGA Férmilas de transformacién: XL = Xo coed - Yo cosi penal Ki Hr ew cot sal (Hl ti = Yo seni cos - cosi senk 1] = | send + cosi cosh 3! Yo} 0 seni 1 tol Coordenadas convancionales (Fig- 9) + geocentro Origen convencional (posicién media del polo N entre 1900'y 1905). Yi, Zi)? coordenadas terrestres instant éneas Ye, 2c): coordenadas coavencionales ze tclof 42 Ye Yi ho xe Xi 9 Transformaciéa (xi, Yi, th) > Ye, Zc) | fa le [ #] £,): rotaciones en (xe, Yc) tae} yi ~ vier’) zie + Wn, + 2 ° x, turk «, la posicién del satézite queda expresada en términos del sistema Convencional, y los calculos para determinar la posicién del punto se apoyaran en este sistema (Fig. 6). coordenadas geodésicas (Pig. 10) El sistema geodésico define 1a posicién de un punto por medio do au latitud (6), De esta forma, longitud (3), ¥ altura sobre e) elipscide (B}; esta Gitima debe referirae al nivel del mar (geoide) con la relacién: h ", ja altura. pobre el la separacién geoide- je calcular o extraer donde B es rig. Eehiacormacton, 10 _Coordenadas geodésicas y au Coordenadas geodésicas (4, 2, H) Altura geodésica (H), elevacién (nh) separacién geoide-elipsoide (N) 22 REVISTA THCNICR Ou YEPE, 12 (1) 17-26, MAABD 1961 ‘Tranaformacién de las coordenadas geodésicas mundiales en geodésicas locales (Fig. 11) Las coordenadas finales calculadas para an punto con la téenik elitaria son referidas a un elipsoide mundial, el wos 84 (a = 6376137 m, £ = 1/298.257). Para eu empleo, en el caso de Bolivia, deben expresarse en funcién del elipsoide internacional (a = 6278388 m, £ = 1/297) por medio de una transformacién de datum (mondial a local). Este proceso determinaré un juego de pardmetros resultantes de la traglacién de origen ial al local, rotacién de aquel ecbre y reduccién o ampliacién de su escala. Fig. 11 Transformacién de las coordenadas geodésicas mundialea 4 locales. Os: origen de coord. satelitales (xs, Ys, 28): coord. Jitales oO: (XK) Yur B)# coord, locales oxigen de coord. locales to: traslacion de ortgen (ey ty) 2,)2 retaciones sreansformaciént fo = te tet toy ty my | yas rely eater hte [ie] iM laine ye ee Ln me jon - [Refi E a [8 Te rt nr, ft 2 vos 4 El procedimiento de transformacién se explica a 1) Seleccién de las estaciones base para el c&lculo de los pardmetros de transformacién, Estas estaciones deben ubicarse en la periferie de la zona con una separacién media tal que puedan emplearse no menos de unos seis puntos, todos con posicién geodésica local (¢,, A, H,) conocida. 2) Posicionamiento de estas estacion con la GS para determinar sue coordenadas geodésicas en el wos 84 (,, i,, H,)- 3) Célculo de 1as coordenadas cartesianas geocéntricas (x, Y, 2) a partir de (>, By BOY (ar dar Hy) con tas siguientds rélaciones: x, = (i, + V,). cond, .cosk, = (8 + V,)-com $,-cosi, ¥, = (H, + ¥,)+ cosd,.een, — , = UH, + V,).c08 4, end, z, 2 IR, + (ire?) .v,]-send, 2, = [B, + (1 ~ e?).v,)-seng, 4) Determinacién de la traslacién de origen (To en la fig. 11) 2 » nz NP total de estaciones 5) Cémputo de los parfmetroa de transformacién (A $", Ak", A Nut} (ver figura 3) 23 [ROLANDO SIFRRA ALIAGA ° = Bb Y= == [-Ax.sen @,.cos i ++AY.gon @,.5en A, + Az.cos A, + st (a AE + £. ha). sen 264) ° aan = ~*-- (ax.senk, + AY. cost) ¥.c08d, ANmt = Ax.cos $, + cosp, + +--+ +-BY.cos ,.sen X, + AZ. gen $+ ++ + (asdf + ha).sen® 6, - da A a= a(Local) - a(wes-64) Af = f(Local) - £(WGS-84) Los parémetros asi calculados ce aplicarén para transformar cualquier otro Punto desconocido observado con GS. (emiconaane 1H), 6) zara Ber li Bango estas Bieta § Sieect: 6, =O, + ab a, + Ad HL = B+ UN, + ON) VENTAJAS DE LA GS Geodesia Convencional La operacién de los instrunentos zequiere Ge una experiencia de varios afc ta ubicaci6n de las estaciones esta supeditada a su intervisibilidad. Las observaciones se deben hacer con buenas condiciones atmoféricas. La precieién disminuye al aumentar la distancia entre estaciones de cierre. B1 tiempo de observacién por estacién esta afectado por las actividades de reconocimiente, desmonte, y factores atmoféricos. Requiere un equipo minime de tr personas para una observacién en condiciones normales. Las operaciones logisticas se dificultan por lag actividades previas a las observaciones. Los trea Gltimos puntos implican un costo mayor por estacién. Goodesia Satelitaria La operacién del equipo en el campo es simple, pero requiere un adiestramiento especial para el manejo del software. No es necesaria la intervisibitidad entre estaciones, del tiempo no impiden de necesario efectuar operaciones de deanonte ni reconocimiento. Una_sola persona puede operar el georeceptor. La logistica contempla solamente e} traslado a lap eataciones. 1 costo por estacién es relativamente bajo. APLICACIONES MAS IMPORTANTES Control _suplementario para la teiangulaci6n a6rea (Fig. 12) La fotogrametria es el medio mis econémico para densificar el control de campo con la técnica de la aerotriangulacién, necesario para transformar fotografias aéreas en cartas a diferentes escalas como base para el planeamiento de proyectos, trazado de lineas sicmicas, repr: cién de la geologia, etc. Para esto, se requieren puntos ‘de control _ convenientemente Ubicades en el terreno, que pueden posicionarse con micha ventaja por medio de la técnica satelitaria. 24 REVIGUA TACRICA DE PER, 12 (1) 17-26, MARZO 1991 Jie ry la 0 0 2 ooo : aa Pig. 12 DistribuciGn deseable dal control suplenentario. Control para aerotriangulacién de faja. Control para aerotriangulacién de bloque (también puede utilizarse para rectificar fotografias aéreas e imégenes de satélite. Densificacién de estaciones en la red geodésica Eate trabajo puede aplicarse en éreas con eacaso 0 ningun control geodésico, o para verificar ia posicién de aquellal estaciones de precisién deficiente o ubicacién dudosa (por ejemplo puntos calocados en afios anteriores). Confeccién de un mapa geoidal para transformar las alturas de los puntos (posicionados por satélite) en elevaciones sobre el nivel del mar, se confecciona un mapa geoidal a través de un esquema de curvas que representan la ‘se realizan mediciones con Gs en diferentes puntos del pais con elevacién sobre el nivel del mar conocida (h). La comparacién entre tas alturas obtenidas por satélite y las elevaciones nos dar& los valores de N (ver Fig. 10) sobre los facto, cuales ee trazan las curvas geoidaler 33) control de lineas sismicas (Fig. Este contxol conformaré un marco en todo e] contorno del area con los puntos monumentados cerca a loa extremos de las L{neas siomicas sin piear éstas para evitar au destruccién. El levantamiento 0 replanteo de las lineas se apoyard en estos puntos, amarrandy su direccion aobservaciones solares efectuadas en cada uno de ellos, de modo que los poligonos ge corran enna sola direccién. Estudios de vias y ductos En este caso, se colocaran estaciones de control de poligonos y de nivelaciones para perfiles longitudinalesy. franaversales a intervaios regulares de Al igual que en los ismicos, el control 20} solares en estos puntos. [uty amens A Pig. 13 Dispoici6n de las estaciones de contre} de lineas sismicas CONCLUSIONES En funcién a las necesidades, la precisién de Is coordenadas ‘puede mejorarse con la observacién de varias posiciones de log satélites y la aplicacién de otras opciones dentro de la 1a técnica basica, También se podrén hacer observaciones para enlazar nuestro sistema geodésico con los paises vecinos, sobre todo con la Argentina para verificar y definir la posicién de los pozos que se encuentran a To largo de 1a front La aplicacién del sitema supone la adopcién, en el futuro cercans, de una referencia geodésica local mejor al geoide convencional, lo cual incluiré 1a necesidad de llevar a cabo las transformacicnes del caso. 25 ROLANDO SIR ALIAGA REFERENCIAS CITADAS BLACHUT, T.J., 1979, Cartografia y Levantamientos Urbanos, otawa-Canada. BOMFORD, G., 1971. Geodesia. 3a, Ed., Londres. I.G.M. 1966. Apuntes de Geodesia, 1a.Bd. La Paz. JOAR, G-H., 1982. Transformaciones de Datums. Rev.Cart.IAGS. BOAR, G-H., 1983. Satélite Surveying. chile. SCHERRER, R. The WM GPS Primer, WM Satélite Survey Company. SERVICIO GROGRAFICO DEI. EJERCITO, 1971. oletin de Informacién. we 15, Madrid. ZAKATOV, P.S., 1981, Curso de Geodesia Superior, URSS. Rolando Sterze Altags DIVISION DE SERVICIOS “mERICOS COERENCIA DE EXPLORACTON- PPB. 26 EVISTA TROWICA 9E PFD, 12 (104 27-36, nanzD 1982 EVENTOS TECTOMAGMATICOS yY OROGENICOS DE BOLIVIA EN EL. LAPSO: PROTEROZOICO INFERIOR A RECIENTE Waldo Arturo Avila-Salinas RESUMEN Se describen suscintanente las principales caracteristicas tect6nicas y distribuci6n Gronoestratigrafica de los eventos icos y tectomagnéticos acontecidos en Bolivia desde el Proterozoico Inferior al Reciente, los cuales involucran a los ciclos arogénicos de la Parte Boliviana del Zacudo Central del Brasil y el dominio Andino, respectivamente. El ciclo orogénico Transamaz6nico (circa 2000 Ma.) fué sequido en el Proteroroico Medio por los ciclos orogénicos de San Ignacio (c.1400-1280 Ma) y Sunsas (c.1280-950 Ma.). Mientras que los sedimentos epicontinentales del ciclo orogénico Brasiliano {c.900-500 Ma) representan la prolongacién occidental de la cuenca de Paraguay- Araguaia en el extrono sudoriental de Bolivia. Las fases diastréficas faneroroicas pertenecientes al ciclo Famatiniano, del Noroeste Argentino se prolongan hacia los Andes Orientales de Bolivia. Asi la fave Tilcérica, que marca el limite superior del ciclo Fampeano, fué observada en 61 extremo Sur de Tarija (plutén de Cafiani), y 1a fase GuandacOlica al Sur de Potosi (Mina Candelaria, provincia Sur Chichas). Taabién se comprobé la extensién septentrional de la fase Ocléyica, a lo largo de loa Andes Orientales y los plegamientos de la secuencia paleoroica considerada, durante la fase Ch&nic: La fase Atacama esté pobremente representada en los valles de Cochabamba y Chuquisaca Por eventos de volcanismo m&fico de afinidad alcalina, en tanto que la fase Aymar: Propuesta en este trabajo, se destaca por plegamientos de los sedimentos paleozoicos, jados de magmatisno’ alcalino a peralcalino, que se desarrollaron en el Pérmico Medio, desde la Cordillera de Carabaya, en el Ferd, hasta el Sur de Potosi, donde aflora una intrusién de foyaita de nefelina y acmit: Posteriormente, en el Tridsico Medio y Superior {c. 225-200 Ma) acontecié 1a fase magnatogénica Kolla, desarrcllada principaimente en la parte Norte de la Cordillera Real, 1a cual se extiende hacia la costa chilena central. La fase Araucana (c. 142-120 Ma) exiguamente manifestada en el sur de Tarija (plutén de Mecoya-Rejar4), se extiende hacia el NE de Santa Cruz, donde conforma los plutones anulares de la Provincia alcalina de Velasco, La fase Peruana, del CretScico Superior, afecta a las cuencas tafrogénicas altiplnicas y andinas orientales, donde se registraron breves episodios de volcanismo bavaltoide y andesitico (c. 80 Ma). Mientras que la fase Incaica sdlo posee un episodio termotecténico de 39 Ma.cicca, en algunos plutones deformados de la parte septentrional de la Cordillera Real (La Paz). La Fase Pehuenche (c. 26-20 Ma.) caus6 1a intrusiGn de 1os plutones meridionales de Ja Cordillera Real y antecedi6 a la fase Quechua del Mioceno Medio y Superior, durante la cual se produjo el principal solevantamiento de loa Andes; fenémeno que estuvo acompaiado de un extenso periodo de volcaniaso calcoalcalino, cuya actividad eruptiva ge prolong hasta ias fases Diaguita y Parinacotense, del Plioceno y Pleistoceno Superior, reepectivamente, en los dominios del Altiplano y les Andes Occidentales. 27 WALDO A.AVILA~EAL INNS ABSTRACT ‘The main tectonic features and chronostcatigraphic distribution of the orogenic and tectonomagmat ic events occurred in Bolivia, from the Lower-Proterozoic to the Recent, have been briefly summarized here, including the orogenic cycles of the Bolivian Part of the Contral Brazilian shield and the Andean realm, respectively. Thus, tho ‘Transamaronian cycle (cicca 2000 Ma.) has boon followed in the Middle~Proteroroic by the San Tgnacio cycle (c/ 1400-1260 Ma.), and lately by the Sundae orogenic cycle (c- 1280-550 Ma.). Whereas, the epicontinental sediments, belonging to the Brasilian cycle {c. 900-S00 Ma.) represented tha westernvard prolongation of the Paraquay-Araguaia Belt into the southeastern comer of Bolivia. The diantrophic phases of the Phanerozoic, corresponding to the Famatinian cycle were observed through the eastern Andes of Boliva. Thus, the Tilcarica phase from the upper limit of the Pampean cycle, occurs at the southern end of Tarija (Cafiani pluton), and the Guandacélica phase is represented at Candelaria mine (south of Potosi). Moreover, the northernward spreading of the Ocléyica phase displays an angular unconformity along the eastern Andes. Despite of that, the Chénica phase originated the main folding of the paleozoic sequence considered, since the Upper-Devonian time. ‘The Atacama phase, preliminarly investigated in the central valleys of Cochabamba and Chuguisaca, shows’ scattered events of mafic sub-alkalic type. It was followed in the Middle-Permian span by the Aymara phase-proposed here-that is characterized by gentle foldings of the Upper-Paleozoic sediments of the eastern Andes, that were accompanied by alkaline or per-alkaline pagnatiom, developed fro cordillera de Carabaya, in southeastern Peru, towards the south of Potosi department; where lies a small intrusion of acmite-bearing foyaite. Furthermore, during the Middle to Upper-Triassic times (c. 225-200 Ma.) the magmatogenic Koll# phase has been recognized in the northern part of Cordillera Real, and in certain areas of the central coast of Chile. ‘The Araucana phase (c, 142-120 Ma.) poorly developed at the southern end of Tarija department. (Mecoya-Rejara-pluton), is also extended northeasternwards to santa Cruz department, where it conforms the ring-plutons of the Velasco Alkaline Province. ‘The Peruvian phase of the Upper-Cretaceous is related to certain taphrogenic basins of the eastern Andes and the Altiplano region, in which sporadic episodes of basaltoia and andesite volcanism were noted. (c.80 ma). Whilst the tectonic role of the Incaica phase is only inferred by means of a thermo-tectonic event, circa 3$ Ma-, observed through some overthrusted granitoid plutons of the northern part of Cordillera Real (La Paz) The Pehuenche phase (c. 26-20 Ma.) caused the intrusion of the southern plutons of Cordillera Real and predated tha Quochua phase of tha Middle to Upper Miocene epoch, during which the main uplift of the Andean edifice has been produced, a9 well as, tha associated calc-alkaline volcaniam, extended to the Diaguita and Parinacotense phasea, of the Pliocene and Upper Pleistocene, respectively, in the realms of the Altiplano basin and the western Andes. de esta regién central del continente INTRODUCCION sudamericano. Tarea minuciosa, iniciada en el pasado por el esérito profesor El propésito del presente estudio es dar Steinmann (1929), y continuada en afios a conocer. la diatribucion ‘recientes por algunos investigadores Gronoestratigrética de los principales franceses (Martinez y Tomasi, 1978). eventos diastréficoa y tectomagnaticos . observados en terrritorio boliviano, en Con este propésito, especial atenci6n ha el transcurgo de los pericdos geclégicos sido puesta en la correlacién de eventos que median en el prolongado intervalo: diastr6ficos similares, reconocidos en el Proterozoico Inferise-Reciente, que en 0Minio craténico del Escudo Central del alguna. forma. compendian sustanciales Brasil y también se pudo constatar la Taggos eetructurales © historia geolégica prolongacién septentricnal de varias 28 [REVISTA TECNICA DE YPFD, 12 (11 27°56, MARZO 1991 fasesorogénicas y —_ magmatogénicat establecidas anteriormente en el territorio Noroeste argentino, nomenclatura se mantiene vigente en trabajo. De esta manera, las fases: Tilcérica, Guandacélica, Ocl6yica y Chanica del Paleozoico Argentino extienden al territorio meridional — boliviano, siguiendo la trayectoria de los andes Orientales. Igualmente se han reconocide las fases mesozoicas Atacama y Araucana y los eventos diastréficos Pehuenche y Diaguita, descritos para la efueividad terciaria de la Puna Argentina. Bn este estudio se propone la denominacién de: Fase orogénica Aymara en honor de los primitivos habitantes del Altiplano septentrional y el ago Titicaca, para designar los movimientos erogénicos y diastrofismo “tardihercinico", acontecidoe en al. ambiente cordillerano oriental del Per y Bolivi Por otra parte, se enfatiza el rol crogénico del magmatiemo granitoide del Triasico Medio y' Superior en el dominio de la Cordillera Real, bajo la nueva denominacién de: Fase crogénica Kolla - en honor del pueblo autéctono del Ande Boliviano, la cual comprende un periodo de distensiéa cortical, fallamiento de blogues, intrusién, | anatexis —y plegamiento sincinemitico del entorno sedimentario correspondiente a los plutones septentrionales de dicha cadena montafiosa, cuya naturaleza y composicién motivaron’un reciente trabajo del autor (avila-salinag, 1984); en el cual se demuestra su afiliacién a la categoria de granitos del tipo “s", de la clasificacién de white y Chappel (1977). Adicionalmente, 1a fase Kolla no tiene continuidad al sur de la Ciudad de La Paz, aunque probablementa se prolonga hacia la costa pacifica de Chile, donde conforma algunos granitoides triésicos. También difiere notablemente de las fases: Huarpe, La Rioja, Los Patos y Atuel, sefialadas para el Trifsico del Noroeste Argentino 1984). (salfity y otros, Bn la vastedad de la entidad Proterozoica, perteneciente a la parte Boliviana del Escudo Central del Brasil, han eido reconocidos modernamente cuatro ciclos orogénicos sucesivos (Litherland y Bloomfield, 1981; Litherland y otros, 1986), a aber: a) el ciclo orogénico Trangamaz6nico, constituyente del nGcleo craténico del Escudo Central; b) el ciclo orogénico de San Ignacio, que en parte es anflogo al ciclo Paraguazense; c) el ciclo orogénico de Sunsas, que equivale aproximadamente al evento Rondonienge del eratén de Guaporé, y d) el ciclo orogénico Brasiliano, con que concluye el diastrofiomo Proterozoico Superior en el Ambito occidental del cinturén orogénico del Paraguay-Araguaia, que penetra a Bolivia por la regién chiguitana. CICLO OROGENICO TRANSAMAZORICO: Los eventos diastréficos més antiguos ccurrides en territorio _ boliviano pertenecen al asi designado: Ciclo orogénico Transamaz6nico del Escudo Central del Brasil (de Almeida y otros 1976), que habria producido diversoa efectoa magmaticoa y metanrficos de edad proterozoica inferior, de 2000 Ma. circa (Cordani y otros, 1973). Bn la vegién chiquitana (Provincia Velasco, Santa Cruz) las roc: metamorfizadas en el ciclo Tranaamazénico se disponen en amplias fajas de granulitas y gneises extendidas en la proximidad del paralelo 16° 8, que han sido designadas respectivamente como: el Geupo de granulitas Lomas Maneches y Complejo de paragneiaes de 1a chiquitania (Litherland y Bloomfield, 1981). Estas rocas cristalofilianas, cuya procedencia variada se infiere de au Raturaleza petrolégica y elevado grado metanGrfico, conforman’ un protolito antiguo, que estuvo anteriormente relacionado con una fase de magnatismo ealcoalealino sintecténico, previanente gbeervado en ei Brasil; el mismo que fuera datado por el método Rb-Sr en el orden de 2000 ma., ,con gna relacién isotépica inicial de “sr/ “sr, variable desde:0.705-0.710(Cordani y otros, 1973) Se supone que rocas generadas durante ei ciclo. Transanazénico constituyen el asanento litosférico de los Andes Centrales. De manera andloga, una serie de granulitas y gneises pertenecientes al Macizo de Arequipa, en la costa meridional del Peré, conforman un metamérfico "aislado, datado como parte del Proterozoico (Cobbing y otros, 1977). zata microplaca Inferior entidad concebida como una 29 ‘WRaDO A. AVIEA-BALTIAS acrecionada a Sudamérica en el ido la aléctona, Paleozoico (Coira y otros, 1962), ha Fecientemente conceptuada como continuacién occidental de Escudo Central del Bragil, por debajo dei Cinturén Andino (Litherland y otros, 1985). Bn lo que concierne al Grupo de granulitas Lomas Maneches, se comprueba que esta secuencia consiste en su base de y charnockitas hipereaténicas. que en sus niveles cuperiores, se compone de paragneises y oranulitas enderbiticas, granulitas hiperesténicas, granulitas de cordierita y sillimanita. También se destacan algunas leptita plagioclésicas y de silicato cdicico (Berrangé y Litherland, 1583. Segin Litherland y Bloomfield (1961) 1a mayorfa. de las granulitas de Lomas Maneches y las rocas del Complejo de la Chiquitania tienen origen metasedimentario. Las excepciones estén @adas por las unidades de gramulitas cau de hiperesteno y las granulitas enderbiticas, que ostentan un origen metaigneo, a partir de rocas gabroides pre-existentes, de edad oupuestanente arcaica. La edad proterozcica inferior del Grupo Lomas Maneches fue establecida por el método Rb-Sr, mediante una isécrona de 1961 (Darbyshire, 1979). Por tanto esta entidad litolégica pertenece plenamente al ciclo Transamazénico de la plataforma brasilefia, en opinién de Litherland y Bloomfield (1981). Sin embargo, subsiste hasta la actualidad una cierta incertidumbre en lo que concierne a la posicién eatratigratica del Supergrupo de Eaquistos y el Complejo de gneises de la Chiquitania, que tal vez podrian pertenecer. a 1a secuencia afectada por el ciclo Transamazénico, o alternativamente, corresponder a una etapa temprana del ciclo orogénico de San Ignacio, como pensaban inicialmente Litherland y Bloomfield (1981). Sobre este delicado problema da interpretacién geolégica, Litherland y otros (1986) advierten 1a existencia de por Io menos dos modelos interpretativos. En el primero de ellos, correspondiente a un ciclo Gnico, las rocas del basamento metamérfico del cratén crucefo serian anteriores al episodio de metamorfiszo Ginamotérmico propio del comienzo del ciclo oregénico de San Ignacio, datado por Rb-Sr, en el orden de 1400 Ma. circa, Sobre rocas del rea de Asencién do Guarayos. De esta manera, tanto el grupo de Eequistos, como el Complejo de Gneises de la Chiquitania formarian parte del ciclo Transamazénico, como una 6la paleocuenca metamorfizada aincrénicamente en el Proterozcico Inferior; siento, en consecuencia equivalentes del grupo Conmenoragao y 1a Formacién Roosevelt, aflorantes en el vecino territorio de Rondonia (Leal y otros, 1978). El segundo modelo, de dos ciclos, formulado originalmente por Litherland y Bloomfield (1981) adnite 1a existencia de una discordancia, qu aria el nacleo eratonizado durante el ciclo Transamaz6nico, conformado por las granulitas del Grupo Lomas Maneche! cual reposaria por debajo de gecuencia supracortical del supergrupo de Zequistos, cuya presencia denctaria el hallazgo de un nuevo ciclo sedimentario. Tal aspecto acreditaria la inclusién del supergrupo de esquistes y el Complejo de gneises de la Chiquitania en el ciclo orogénico de San Ignacio, que se extenderia hasta 1900 Ma, circa. En conaideracién de 1a falta de nuevas investigaciones geocronolégicas, petrolégicas y geolégicas sobre este interesante tema, se prefiere dejar cuestién pendiente de — resoluci6n; conforme al criterio de Litherland y colaboradores (1986), | quienes solidariamente se abstienen también por el momento de definir el problema. CICLO OROGENICO DE SAN IGNACIO: Bajo esta original denominacién, —1o8 investigadores de la misién gaolégica briténica del "proyecto Precambrico" (Litherland y Bloomfield, 19817 Litherland y otros, 1986) describes un amplio periodo diastréfico, examinado inicialnente en la regién occidental del departamento de Santa Cruz, en torno a la poblacién de San Ignacio de Velasco, otrora destacada mision _jeauitica (Bloomfieid y Litherland, 1979). Tal evento crogénico fué posteriormente concebide como un cintur6n orogénico névil, paralelo al rumbo de los Andes, que se extenderia desde la cordillera de Mérida en Venezuela y por el Norte, hasta el cratén del Rio Apa, alcanzando asi el territorio paraguayo por el Sur, segin la reconstruccién paleogeogréfica palectecténica de Litherland y Solaboradores (1985); quienes determinaron también el limite oriental 30 [REVIGDA TECNICA DE YPEB, 32 (1)+ 27-56, MARZO 1992 de este evento orogénico en el arco magmatico de Ciriquigui, edificade por lintrusivos m&ficos y ultram&ficos del occidente brasilefio (Leal y otros, 1978). Andlogamente, Litherland y otros (1985; 1986) incorporan a la orogenia de san Ignacio Iaa rocan del Grupo Beneficiente y la Formacién Roosevelt, los cuales auprayacen discordantemente al basamento constituido por el Complejo Xinga en el Territorio de Rondonia (de Almeida y otros, 1981). Anteriormente Litherland y Bloomfield (1981) correlacionaron la orogenia de San Ignacio con el ciclo Espinhazo de la regién amaz6nica brasilefa, y con la Formacién Roraima de Venezuela. Por otra parte, la prolongacién occidental del Ginturén orogénico de San ignacio por debajo de las rocas fanerozoicas de los Andes Centrales ha sido recientenente, en base al W.Zeil (1983), conaistente en de pequefios ‘afloramientos aisiados de rocas del Proterozoico Medic. Asi en la cordillera de Mérida de los Andes de Venezuela se dispone de una edad de 1374 Ma.circa, para la Fornacién Bl Alambique, y también en Colombia se han obtenido edades hasta de 1273 Ma., en 1a socuencia proterozoica de la Sierra de Santa Marta. En el PerG, Vela (1979) describié la presencia dé un complejo esquistoso, que se extiende desde Ocefia hasta ei Atico, suprayaciendo al basamento gne{sico de 1a costa, de edad transamazénica. Este complejo metanértico tendria una edad proterozcica media, de 1340 Ma. circa, proporcionada por Cobbing y otros (1977). En el Norte de Chile, zeil (1983) encontr6 rocas cristalofilianas (gneises, anfibolitas, metabasitas), localizadas en la peninsula de Mejiliones, ligeramente al Norte del puerto de Antofagasta, cuya edad U-Pb, por andlisis de la fraccién de eircones,/ seria de 1700 Ma.circa. Igualmente Zeil observ6 la presencia de migmatitas precémbricas én la Quabrada de choja, aituada en 2a Sierra Moreno, al Geste’ de Quillagua, cuya edad U-Pb corresponde @ 1279 Ma-circe Las anteriores investigaciones permiten demostrar la validez del modelo de acreci6n marginal en el Proterozoico Medio, para las rocas formadas durante el cicls’ de San Ignacio, cuya extensién continental fué Postulada recientemente por Litherland y otros (1985). La secuenci: tipica de las rocas proteroroicas afectadas por ol ciclo de San Tgnacio posee una edad Rb-sr de 1345 Ma.cizoa (Herrangé y Litherland, 1983) y se ubica'en la provincia Velasco del departanento de Santa Cruz. Esencialnonte esta conformada por el grupo de Eequistos de San Ignacio, el cual ee halla constituide por’ esquistes peliticos, ascciadca a bandas de eaquiatos grafiticos silcatos cAlcicos, metataconitas y rocas metavoleénicas relacionadas a un evento mafic ultramifico, que produjo algunos sills pasicos: Una formacién metavolcanica singular ocurre en la regién de Concepcién, en la provincia Auflo de Chavez. Ella consiete en tobas mificas —-metamorfizada metariolitas y basaltos amigdaloides intercalados con esquistos y filitas que Gonforman el Grupo Naranjal (Fletcher, 1979). Los horizontes de ailicatos cflcicos del grupo Bsquistos se asocian generalmente a paré-anfibolitas, mientras que las meta~ faconitas contienen localmente andradita Y grunerita (Litherland y Bloomfield, 1981). Las rocas mificas y uleramfficas aludidas se disponen en sills interestratificados entre los esquistos. Ellas pueden contener horizontes de serpentinita en las secuencias de El Puente y Concepcién. En tanto que en Chaquipoc el grupo esquistoso encaja a una intrusion compleja de _metapiroxenita, — gabro olivinico, meladiorita y | diorita cuarcifera micécea. La formacién metabésica de Ssuponema (Avila-Salinas, 1980) yace al Este de San Ignacio de Velasco, como un elongado sill localmente diferenciado en 2 lopolitoe compuestos por serpentinita, metagabro olivinico de @structura cerenitica, metapiroxenita, metatroctolita, leucetroctolita y esquisto ultraméfico (Avila-Salinas y Litherland, 1987). La intrusién de Suponema posee un carfcter sintectonico, puesto —_ en evidencia por la concordancia de las metabasitas con los eaquistos mic&ceos y metacherts del complejo metamorfizado, cuya edad Proterozoica Media ha sido legrada por Darbyshire (1979). Uno de los lopolitos de esta formacién yace en Pachorri, al Sud de 1a estanc: an WALDO A,AVILA-BALIIAS CLavES GeoLocicas “as. EN EL PROTEROZOICO MEDIC“, (Seain Gerrengé y Litheriand 1983) oT Jow cone se sc Fig. 1 ata caracterizado por 1a pret cémulo de — Leucotroctolita estratificacion crusada, agociado a un metagabro, que indica ei sentido de las corrientes magm4ticas dentro del complejo metaigneo, intruido en medio del supergrups esquistoso — ignaciano (Litherland y Bloontield, 1981). Las 6 de deformacién durante la orogenia de San Ignacio se sitaan entre 1400-1260 Na., segiin Litherland y otros (1986) y se destacan por estructuras igoclinales orientadas hacia el Norte; las cuales se amoldan al relieve del grupo Lomas Maneches, formado en el ciclo Transamazénico. Una segunda fase deformante produjo la f4brica subvertic de los paragneiaes, en loa cuales esta definida por ' el alineamiento del feldespato potésico, que integra también los gneises oftalmiticos asociados (Litherland y Bloomfield, 1981). También se comprobé que las granulitas superiores del grupo Lomas Maneches recristalizaron Zane sesanans (ne tne) semide mmol Non durante 1a orogenia de San Ignacio. Mientras gue el Complejo de Paragneiat fué migmatizado en facies de anfibolita. En contraste, con el rea de Concepcién, donde el cinturén eequistoso s6lo alcanz6 la facies de esquistos verdes. Los eventos de granitizacién relacionados con la crogénesis de San Ignacio muestran considerables variaciones de la época de su emplazamiento, pero en términos generales se vinculan con la fase de granitizacién del Complejo Xing, el evento Madeira y posiblemente con el magmatismo propio del cinturén orogénico de Rio Negro-Juruena del (Litherland y otros, 1985). La formaci6n metagranitica de San Rafaél fue consolidada a partir de la fusion de una fraccién pelitica del grupo de esquistos de San Ignacio. 32 EVISTA TECNICA UE YPRB, 32, (3}: 27-86, MARED 1901 Este complejo fue considerado como un ‘evento pre-tecténico (circa 1400 Ma.) lo misno que los granitoides de San Ramén (Litherland y otros, 1986). Mientras que los Andrés, _ compuestos: Dlastopertiticos, s en una zona cratonizada. Elles fuezon Clasificados como ranitoides sintectonicos por Litherland y Bloomfield (9a). granitoides de san por ortogneis localizan al Norte Los plutones de la regién de San Javier {Provincia fluflo de Cb4vez) son cuerpos graniticos relacionados a gabros y dioritas hornbléndicas minoritarias, que atraviesan la secuencia basal esquistosa. También han sido conceptuadoa como granitoides sintecténicos y — post- tecténicos, con edades Rb-Sr que interceptan la isécrona de 1291 + 49 Ma. (Litherland y otros, 1986). Finalmente se tienen los granitoides post-tecténicos de Refugio, que cortan a los plutones de San Javier.’ Uno de ellos, @1 granito de Orobayaya posee una edad Rb-Sr de 1283 Ma.circa (Darbyshixe, 1979). Mientras que el granito Diamantina tiene 1391 Ma.ca. (Litherland y otros, 1986). Adicionalmente se ha _registrado un episodio de plutonismo alcalino durante el diastrofieno de san Ignacio, que se manifiesta por el. afioramiento | de nordnarkitas ‘portenecientes al Complejo alcalino de z1 Tigre, en la zona de Honte Verde; el cual se relaciona con el granito de Fuerto Alegre, ubicado en el complejo granitico de Pensamiento, conformado “por granites plut6nicos ¥ subvolcénicas, sienitas, granodiorit tonalitas, trondjemitae y dioritaa subordinariag (Litherland y Klinck, 1982). La edad Proterozoica Media de! Complejo de El Tigre fue lograda por Darbyshire (1979), mediante una iséerona Rb-Sr de 1286 +'46 Ma. CICLO OROGENICO DE SUNSAS: El ciclo orogénico de Sunsas (entre 1280-950 Ma.) es ‘una magna fase diastréfica, que comprende, en opinién de Litherland y Bloomfield (1981), un periodo de erosisn de las rocas pre-existentes, deformadas anteriormente por 1a orogenia de San Ignacio en la plataforma chiquitana, que posteriormente eatuvo acompahado por la deposicién de ios sedimentos pertenecientes a los grupos Sunsas y Vibosi, con ia subsecuente deformacién y metamorfisno dinamotérmico, de grado medio a bajo, acaecidos en los cinturones oregénicos de Sunsas y Aguapei (Fig. 1). La orogenia de Sunoas también estuvo acompafiada de eventos de plutonianc Qranitoide y mfico-ultraméfico. En la localidad tipica-La Serrania de Sunsas, el afloramiento esporadico de roca correspondientes a los grupos Vibomi y forma cuchillas prominentes, que gin la sinuosa trayectoria de plegamientos internos, en sinclinale: metamorfizados y también en secuencias horizontales no perturbadas, del tipo "mesa" (Litherland y Bloomfield, 1981); Berrangé y Litherland, 1983); las cuales se asemejan algo a los "tepuis" de la Guayana Venezolana- La orogenia de Sunsas ha debido comenzar aproximadamente hacia 1300 Ma.ca. pero 6u culminacién debe situarse alrededor de 950 Ma. circa, en virtud de las dataci K-Ar| de numerosos cuerpos Qranitoidee y pegmatitas asociadas, obtenidas por F.Darbyshire (1979). Una reconstruccién paleogeografica de la Secuencia de Sunsas fue recientemente ideada por Litherland y otros (1985); la cual permite vislumbrar 1a vasta difusién areal de este ciclo tecto-orogénico, en @l contexte del continente Sudaméricano. Asi, la deposicién de los grupos Suneas y Vibosi de Bolivia corresponderia a ciclos sedimentarios con ambiente 4cueo de escasa profundidad (cuencas intracraténicas) y predominancia de materiales clésticos, derivados de la denudacion de rocas ignacianas y transamaz6nicas, las cuales tendrian su prolengacién oriental en el Grupo Aguapei (Souza y Hildred, 1980) y 1a Formacién Pacaas Neves de? Brasil Occidental, donde Jocalmente se aprecian intercalaciones de lavas basditicas (Litherland y otros, 1985). Las rocay deformadas por el ciclo orogénico de Suneas constituyen, por asi decirlo, el cinturén crogénico honénimo, orientado hacia el NW., en el que predomina un je de mesas vinculadas al cratén de Paragué (Fig. 2). Mientras que en el sector marginal del cinturén mévil de Sunsas_— Litherland = y colaboradores (1985) destacan el desarrollo curvilineo de zonas de cizallamiente siniestro, donde tuvo lugar un intenso metamorfiemo (isograda del 33 WALDO A-AVILA-BALIHAS deformacién granate) = y _también, fi granitizacién Benetrativa, acc a sin y post-tecténica, Finalmente a observé un perfodo de pegmatizacién intensa, en el Grea de Concepcién-san Javier,’ donde ocurren ricas pegnatitas estafiferas y tantaliferas (Berrangé y Litherland, 1983). essen tesuee ) eoTENEZOIEO SUPERIOR we eee ED nee eee Fig. 2 Contrastando con lo anterior, el cinturén de Aguapei se distingue por plegamientos, fallamiente, e intrusién de complejos wAficos y ultram&ficos, tales como el complejo Igneo bandeado det Rincén del Tigre, descrito por Annells (1979); Annells y otros (1981-1986). Segin el esquema de Litherland y otros (1985) el magmatism m4fico-ultramafico de Aquapei sigue una trayectoria curvilinea, hasta alcanzar el dominio de los granitos anorogénicos de Rondonia, y en alguna manera, es paralelo al arco magmatico de Ciriquigui (Brasil occidental). De otra parte, 1a prolongacién occidental de la orogania de sunsas alcanzaria loa Andes Ecuatorianoa y Peruanos (Dalmayrac y otros, 1980; en Litherland y otros, i985). También’se infiere su localizacién en el basanento dei Altiplano Central de Rolivia, de acuerdo al hallazgo de Lehnann’ (1978); quién establecié una edad Rb-Sr de 1050 Ma.ca., para un eepécimen de metagranito, tomado de una perforacién petrolifera préxima a San Andrés de Machaca (Dpto. la paz), y a las consideraciones preliminares de Kozlowski (en: Smulikowski y Kozlowski, 1935), referentes a la existencia de una doreal precimbrica en Dagamento del Altiplano. el En 1a concepcién de Litherland Bloonfield (1981) @1 ciclo de suneas » correlaciona con el ciclo Urucuano, de la regi6n AnazOnica brasilefia y también con 1 evento Rondoniense del eratén de Guaporé (de Almeida y otros, 1976). y La Litologia del Grupo sunsas (de 3000- $000 metros de espesor) comprende un conglomezado basal oligomictico, de aspecto semejante al ¥itwatererand de Sud Africa, que est seguido yor una potente formacién arenécea de 2600 metros, una formaci6n arcillosa y finalmente, una unidad arcésica ene} tope de la secuencia, cuya granulometria es similar a la Unidad Aguapei del Occidente del Brasil (Figueiredo y Olivatti, 1974). E1 Grupo Vibosi, de 2600 m. de potencia, se compone de arcosas y areniscas que yacen en discordancia ‘sobre el grupo Suneas. La serie de Vibosi se halla Parciaimente afectada por metamorfisro térmico de contacto, en la proximidad del Complejo Igneo del Rincén del Tigre; habiendo causado eu asimilacién al magna la formacién anat6xica de la Unidad Féleica Superior de una intrusién méfica- ultramifica, consistente en un granéfido (Annells y otros, 1986). Los periodoa de magnatismo granitoide de la" orogenia de Sunsas son fundamentalmente dos, en opinién de Litherland y Boomfield (1981), @ incluyen: un episodio sintecténico 0 tecténico tardio y otros francamente post-tecténico. Los granitoides sintecténicos se dispenen en la faja mévil de Sunaas. Estén representados por los granitoides de Limonal y la Cruz, @ igualmente por los metaplutones de san Miguel y Espiritu. También se observaron algunos granitos anatécticos, como aquel de Santa Catalina, del cual se obtuvo una isécrona Rb-Sr de'1012 ma. (Berrangé y Litherland, 1983). 34 REVISTA TECHICA DE YPFD, 12 (1) 27-86, MARIO 2991 En lo que concierne a los granitoides post-tecténicos, se aprecian en ellos e@dades K-Ar del orden de 1000-950 Ma. (Berrangé y Litherland op.cit p 47). se Citan entre ellos a: les granitos de casa de Piedra, Talcoso, Taperas, Salinas, Tesseoro, san Pablo y Lacuma, la regién de Concepcién. También se deben mencionar 1 titas ein y post— tectonicas de la misma rea, que eventualmente contienen _casiterita, micas, berilo y columbita~tantalita, Finalmente, las efusiones de metariolitas de Concepcién, Monte Verde y ascencién se incluyen en ‘este periodo (Litherland, 1979). Los granitoides post-cinemAticos de Sunsas son comparables a los granitos ancrogénicos de Rondonia, portadores de valiosas mineralizaciones estafiferas, las cuales afloran en medio del cratén de cuaporé, con edades de 950 Ma.circa, determinadae anteriormente por Priem ¥ otros (1966; en Cordani y otros, 1973). Bl magmatismo mAfico y ultram&fico vinewlado al ciclo crogénico de Sunsas tiene su mejor ejemplo en el Complejo Igneo Bandeado del Rincén del Tigre (Annells, 1979}; Annelis y otros, 1981; Annelle y otros, i986), Se trata de un gigantesco sill éstratiforne, debido a la diferenciacién magmética gravitatoria del magma primario, que se congclidd a lo Jargo de la discordancia existente las secuencias de los grupos Sunsa Vibosi, cuya edad preterozoica media, de 992 ma-circa fue calculada por Darbyshire (1979). 1 complejo Igneo del Rincén del Tig: posee una unidad basal ultrandfica de mas de 3000 metros de potencia, que se compone de capas cumulares de dunita serpentinizada, alternadas por otras de broncitita de olivina y picrita— melanorita. A su vez, la Unidad Mafica Intermdia, de 700-1500 metros, consiste de capas de norita y gabro olivinico, acompafiados de un horizonte de harzburgita poiquilitica semejante al que Ccurre en Stillwater, Montana. La unidad Félsica Superior se compone de un granéfido rosado, rico en feldespato potésico, de 300-750 m. que Annelle supone generado por la asimilacién anatéxica de las arcosas provenientes del. Grupo Vibos: suprayacente, las cuales contaminaron el magma primario derivado del Manto Superior, que dié origen a toda la intrusién. CICLO OROGRRICO BRASTLIARO: Los eventos orogénicos correspondientes al ciclo Bragiliano (de Almeida y otros, 1976) tienen una apreciable representacién en Bolivia, en la regién chiquitana de Santa Cruz, donde yace la serie sedimentaria del grupo Boqui, que fuera sefialada como Ja continuacién occidental del cinturén orogénico de Paraguay-Araguaia del Brasil Occidental (Litherland y Bloomfield, 1982). Las rocas del Grupo Boqui (Mitchell — y otros, 1981)_—sson. conglomerados, —_ arcos: lutitas y calizas, de aproximadamente 3500 metros de potencia, que yacen en discordancia sobre la i orogenia entidad pasa conglomerados, est constituir series diamictitaa, taconitas bandeada limolitas, calizas calcilutitas en las formaciones: San Francisco, colmena y Cahama (Litherland y otros, 1986). BI Grupo Murciélago de 500 m. de espesor, que suprayace al Grupo Boqui, cota compuesto por calizas algales de tipo arrecifal, micritas y calizas dolomiticas de edad Vendiana (Proterozoica Superior), que han sido correlacionadas con las ¢alizas del Grupo Corumba. Representan una transgresién marina de escasa intensidad, dentro de la __cuenca proterozoica superior intracrat6nica (Matthews y Cowie, 1979). Recientemente se determiné en el Brasil la edad Proterozoica superior de la caliza de Corumbi, en base al hallazgo de un nuevo género de Cnidaria, denominado: Corumbela werneri gen.nov.aspc-nova Han et alli (Schobbenhaus y otros, 1984). Repecto que obligé a una revision de la posici6n estratigréfica de las calizas Murciélago, al Cambrico inferior que han resultado tener @dadvendiana. Sobre este asunto, Schobbenhaus y colaboradores (1984) postulan una edad Precémbrica superior Para la totalidad del grupo Corumba, cuya Secuencia se correlaciona con aquelia del grupo Bambui, del Brasil occidental. En la parte Sur de la regién chiquitana aflora’ el Grupo Tucavaca (0'Connor, 1979), que suprayace a las rocas dei ciclo’ orogénico de Sunsas y también al Grupe Boqui. Bl Grupo Tucavata se compone de calizas dolomiticas, areniscas y lutitas, con un espesor mayor a 2000 metrot 38 waLDo A orca EALTUAS La ‘edad Proterozoica Superior de Tucavaca se obtuvo en el area del “inlier" de san José de Chiquitos, en base a dataciones Kear retrabajadas de 520 Ma.circa (Litherland y otros, 1985). Por otra parte, Schobbenhaus y otros (2984) estiman que el Grupo Boqui es equivalente al Grupo Jacadigo, de la regién brasilefa aledafa, cuya edad Proterozoica Superior sm postula en base a evidencias —paleontolégicas = y geocronolégicas reciente: £1 ciclo Brasiliano solamente produjo en Santa Cruz plegamientos locales en 1 sedimentitas pertenecientes a los grupos Bogut y Tucavaca, pero no se distingu ningan epieodio’ metamérfico en es: entidades Litcestratigraficas. (Fig. 2). Los Gnicos eventos magnéticos registrados en la llanura chiquitana de Santa Cruz durante el ciclo Brasiliano sen diques ae doleritas, andesit. y. porfidos rioliticos de edad proterosoica superior (circa 600 Ma.) anteriormente Cordani y otros (1973) y también Acefiolaza y Toselli (1981) demostraron 1a contemporaneidad de los ciclos orogénicos Brasiliano y Pampeano, este Gltino del Noroeste argentino. Ast, Cingolani y Varela (1975) determinaron gdades radingtricas de 650-900 Na., para roces netan6rficas de laa Sierras de Zérdoba. Un aspecto andioge fue tomado en cuenta en la reconstruccién paleogeografica del Proterozoico superior en Sudanérica (Litherland y otzos, 1985, Fig. 4), donde se ensefa la ‘amplia distribucion de las rocas afectadas por el ciclo Brasilianc en el dominio andino, Gow un cinturén oregénico acrecionado ¥ paralelo al runbo de lo3 Andes, el cual Se extendia desde 1a Cordillera oriental del Pera, con dataciones del érden de 650 Ma-ca (Vela-Velasquez, 1979), e1 Norte argentino (zeil, 1963; Acefolaza y Toselli, 1981) y ‘finalmente fue inferido igualmente para el basamento del. Altiplano Boliviano (Evernden y otro: 1977; Lehmann, 1978). Respecto al magmatismo _granitoide jociado al ciclo Brasiliano (0 "Pampeano" en la Argentina), el dnico ejemplo reconocido en territorio boliviano, resulta ser el extreno septentrional del plutén de Cafani, que en Tarija recibe la denominacién local de “Cerro Condado" (Fig- 4); el mismo que fuera clagificado anteriormente por Aceficlaza y Toselli (1981) como uno de los tipices plutones del Pampeano, en el Smbito del Cratégeno Central Argentino (Bracaccini, 1960). El intrusive granodioritico de cafiani tiene una edad K-Ar de 530 Ma. (Turner, 1978) y también posee dataciones Rb-Sr en el orden de 586"601 Ma., calculadas por Halpern y La Torre (1373; en Turner, 1978). Por consiguiente en ¢l presente trabajo se infiere para tal cuezpo igneo una edad Proterozoica Superior (0 sea anterior al episodio térmico de 530 Ma.circa, detectado por el metodo K-Ar), sugerida anteriormente por Turner (1964) en relacién al metamorfiamo de contacto que produjo el plutén de Caflani sobre los Sedimentos de 1a Formacién Puncoviscana, en el frea de los cerros chincana y Negro dela Serrania de Santa Victoria, provincia de Salta, Otras interpretaciones _parecen Anconsietentes con este rasgo geolégico, fundamental para evaluar ia edad de la intrusién, e inferir también la posicién estratigréfica de ia polémica Formacién “Puncoviecana", del Noreste argentino, ha motivado tantos estudio multidisciplinarios. Ea interesante anoctar que el periodo de granitizacién del ciclo Brasiliano, en la Fegién perteneciente al cinturén crogénico Ribeiro de la costa atlantica del Brasil, est& involucrado en una oorona "Rb-Sr de 608-48 correspondiente a tos granitoides dei grupo Acungui (Cordani y Kawashita, i973), cuyas edades_ serian casi. contenpordneas de aquellas logradas para los plutones de Cafani y Tastil por stipanicic y Linares (1975; en Acefolaza y Toselli, 1981). Por otra parte, el ciclo orogénico Brasiliano engendré también una fase de volcaniemo vendiano, débilmente representado por tobas, diques y lavas andesiticas y | bas<icas interestratificadas en la formacién ferrifera del Cerro MutGn, que forma parte de la secuencia del grupo Boqui (Berrangé y Litherland, 1983). una datacién K-Ar de 623 Ma, ca. de un porfido relacionado al volcaniamo del Mutin ha sido indicada en ese informe. Bdades parecidas, hasta de 711 Ma. fueron atribuidas al’ cemplejo—_voleano- sedimentario de Bom Jardim de Goids por Schobbenhaus y otros (1984). 36 REVISTA TECWICA DE YPEB, 12 (1): 27-56, WARIO 1991 Por otra parte, Jones (1995) postula la existencia. de una juntura triple centralizada en el complejo igneo del Ricén del Tigre, desde donde partician tres ramales convergente correspondientes a cuencas tafrogénicas desarroiladas en el Vendiano. El ramal ptenbrional estaria ocupado por la cuenca del Alto Paraguay en unin con la cuenca de Bauxi, en el Brasil occidental, mientras que el rama! occidental, orientado ‘segin 1a megafractura de Chiquitos, habria dado origen a la cuenca de Tucavaca _y el brazo meridional a la cuenca de Corumbé, que se prolongaria hasta el cratén dei Rio Apa (Paraguay). FASE TILCARICA: Bajo €1 denominativo de Fase Tilcarica (Turner y Méndez, 1975) oe conoce en el Norte argentino al episodio diastréfico con el que culminé el ciclo Pampeano de Acefiolaza y Toselli (1981); el mismo que seria equivalente al ciclo Panamericano de Harrington (1975; en: Moya y Salfity, 1982). La fase Tilcérica esta patentizada en el Noroeste argentino por 1a discordancia angular que separa 10s sedimentos de 1a Formacién Puncoviscana de las rocas cambricas suprayacentes, pertenecientes al Grupo Mesén de Turner (1964). A la fase Tilcdrica le atribuyen Moya y Salfity (1982) el evento de cratonizacion de la Cordillera Oriental Argentina, cuyo Limite esta sefialado por el lineamiento del Toro, en 1a provincia de salta. Tanbién se incluye én esta fase un vasto periode de granitizacién, de edad Proterozoica Superior-Eocémbrica lato sensu, que se manifiesta por la intrusién de Santa Rosa de Tastil y granitoides andlogos de la regién Calchaqui. Consecuentemente, el magmatisno tilesrico a también parte integral dei Ciclo Pampeano, en la concepci6n de Acefiolaza y Touelli (1981), destacdndose entre otros, los. plutones de Cefani, Tipayoc, Pundicién, Santa Rosa de Testil (0 "La Quesera”)y cachi. La presencia de rocas afectadas por la fase Tilcarica ha sido f&cilmente constatada en el presente estudio, merced al afloramiento del intrusive de Cafiani (Fig. 3) en el extremo Sur del departamento de Tarija, donde recibe el apelativo de "Cerro ‘condado" (Avila: Salinas, 1985 b). En esta &rea Ayaviri (1969, inédito; ent Rodrigo y Castafos, 1978)’ describ! 1a Formaci6n “Condad compuesta por un conglomerade basal de naturaleza oligomictica, el cual reposa discordantemente sobre los metasedimentos dela Formacién Puncoviscana, que conforman el basamento de la secuencia considerar cna se2.0000 0 LA RANDDOTA 9 CASA (no THER mA Fig. 3 La Formacién Condado posee igualmente algunos bancos de ortocuarcitas ronadas y violeta, idénticas a la litologia basal de la Fornaci6n Lizoite, correspondiente al Grupo Meedn (Turner, 1964). No se pudo comprobar 1a equivalencia de Ja Formacién San Cristobal (nomenclatura Provisional de Geobol), en el sur de Tarija con los estratos de Puncoviscana de 1a serrania de Santa Victoria. Por tal motive no se sabe todavia la probable extensién septentrional de la fase Tilc&cica en Bolivia a excepcién de la zona indicada precedentemente. sin enbargo, no seria sorprendente que la discordancia inferior de la Formacién Limbo, en la regién del Chapare (Cochabamba), perteneciese tal vez al distrofieme tilcarico, pero tal aspecto no pasa de ser una hipétesis preiiminar. 37 AGO A-AVELA-EALIIAS FASE GUANDACOLICA! Por fase Guandacélica (0 Guandacol) se concibe la dicordancia de erosién existente entre la sedimentacién ordovicica (arenighiana- caradociana) de la Cordillera orienta: Argentina (Furque, 1972; Salfity y otros, 1984). Anteriormente esta fase fue interpretada como un evento tectomagmitico anterior a la fase Ocléyica, que hubo provocado no solo los plegamientos del Grupo Santa Victoria, sind que estuvo asociada a episodios pluténicoa y volcanicos conexos (Moya y Salfity, 1982). Sobre este aspecto, Salfity y otros (1984) estudiaron 1a presencia de varios cuerpos intrusivos, cuyas edades Rb-Sr oscilarian circa 471 Ma. También en territorio chileno, Davideon y otros (1981; en: otros, _ 1984) encontraron quandacélicas para numerosos granitoide: localizados al Sud de Santiago. Acerca de la fase voleanica intra~ ordovicica vinculada al diastrofisno guandacélico, que fuera determinada inicialmente’ en la Puna de Argentina (Coiza, 1973; Koukareky y Mirré, 1974) ge destaca en ella una deposici6n marina de tipo flyshoide, caracterizada por facie locales de turbiditas y ofiolitas, lai cuales indicarian condiciones de inestabilidad de la cuenca, en opinién de Acefiolaza y Toselli (1984). En tanto qu la presencia de riolitas y querat6fidos significaria condiciones de plataforma continental. Para Acefolaza y Toselli (1984) la: aecuenciaa de eapilitas y queratéfidos del cordén montafhioso de Cochinoca-Escaya alcanzan el extremo Sur del territorio Boliviano. Aspecto también comprobado por ei autor de este catudio. De esta manera, en el anticlinal de la Mina Candelaria (Latitud 21°56's), los sedimentoa erdovicicos de la serrania de Cochinoca pasan a conformar hacia el Norte la meseta de Villazén (Avila-Salinas, 1965 b) y contienen una interesante serie voleano-sedimentaria interestratificada entre las lutitas de la Formaci6én Acoite (Fig. 4). La secuencia de la Mina Candelaria, que excede de 200 metros de potencia contiene en su base un horizonte de grauvaca micicea, __modificada por anquimetamorfismo, ' luego suprayacen pelitas bituminosas de tipo ritmico, alternadas por limolitas y delgadoa horizontes de chert, que contienen espiculas de — esponjas iliceas indeterminadas y diseminaciones de pirita framboidal. También ge suelen observar netacristales de pirita aurifera asociada @ la antimonita y cuarzo hidrotermales en filo: generados por una fase de aineralizacién posiblemente terciaria, resultante de la renovilizacién geoquimica de la protomena ordovicica que presenta raegos de mineralizacién estratoligada. Tal serie puede ser reputada cono 1a prolongacion septentrional del volcanismo guandacélico en el Sur de Bolivis Fig. 4 En la secuencia superior de candélaria— Rosa de Oro se nota el predominio de metapelitas negruzcas, ascciadas a varios niveles tobéceos intercaladas. Algunos depésitos de lapilli mafico y queratéfido de composicién dacitica con alteracién sericitica penetrativa, estan también presentes en la serie mencionada. El exiguo horizonte de lapilli mAfico alterado contiene cristales aislados de prehnita, agregados de clorita y actinolita, pirita framboidal, sericita, aiderita | y granulos de cuarzo calcedénico. 38 EVISTA TRCMIGN DE TPF, 12 [1)5 27-56, MARZO 1991 Posiblemente el lapilli mafico de Mina Candelaria forma parte de las manifestaciones de espiliras de la serrania de Cochinoca, descritas por Coira (1979; en: Acefclaza y Toselli, 1984) en el dominio de 2a Puna Argentina. Adicionalmente la secuencia _volcano- sedimentaria examinada en Candelarii posiblemente se prolonga hacia el Norte de Bolivia. Asi Rivas (1971) menciond sotieramente 1a presencia de basaltos en la Formacién Independencia en Cochabamba. Igualmente Suérez~Soruce (1976) considera el hallazgo de mantos de "diabasa verdosa” en Chaupicocha, mantos de basalto de color "verde ‘oliva" en la regién de Arampampa-Anzaldo, en el Norte potosino, rocas volcdnicas en la Formacién aAmutara (lavas de Quebrada Auca) y mantos de "basalto" de capinota~ Irpairpa (Cochabamba}. Sensiblemente las anteriores referencias carecen de andlisia petrograficos y petroquimicos que puedan certificar su composicién basaltica o “diabasica”. Aspecto que requiere de investigaciones mas esmeradas para saber por lo menos de que tipo de rocas se trata exactamente. A pesar de ello una inveatigadora argentina ya aventuré a imaginar “un arco magmatico” que se extendia hasta Cochabamba. En forma tentativa se vincula a la fase Guandacélica el "gabro" de Lojo-lojo, cezca de Apillapampa, Cochabanba, mencionado por Suérez-soruco (1976) en la miena manera que Acenolaza y Toselli asocian a la orogenia guandacélica los cuerpos de serpentinitas y rocas gabroides de la Puna Argentina, tales como las que yacen en el Salar de Pocitos, Vega del cajero, Tamberias, Antofalla y Sierra de Calalaste, libro publicado en 1981. FASE OCLOYICA: La fase orogénica Ocléyica esta generalmente documentada en la Argentina por 1a discordancia angular que aisla la secuencia —_orodovicica infrayaciente de los sedimentos siléricos correspondientes 2 1a Formacién cancafiri © Zapla, también designada como Formacién Mecoyita por Turner (1964). Algunas discrepancias sobre 1a posicién estratigréfica de la Formacién cancaniri y el vol bicestratigrafico de los fésiles pertenecientes a ella han sido planteadas por Branisa (1969) en un polémico articulo en el cual disiente de la edad wenleckiana y mas bien propone una edad llandoveriana para esta unidad Litcestratigrafica. Muy al margen de esas polémicas paleontolégicae que mantienen su vigor en Bolivia, merece ser indicada la posicién discordante 9 seudo-concordante de la Formacién Cancafiiri o Zapla, respecto a los yacimientos ferriferos que se asocian a esta unidad, como también son discordantes los estratos ordovicicos infrayacentes. Este rasgo tecténico se vincula a la fase diaetréfica Ocléyica, siguiendo el criterio de salfity y otros (1984). Un rasgo distintivo de 1a secuencia de la Formacién Cancafiiri es au estratificacién grosera, a veces irreconocible, que contiene estructuras de plegamiento poréneo y tonalidades rojizas dimentos, debidas a oxidacion metesrica. Bn los afloramiontos de la formacién aludida en el sur de Bolivia y Norte de la Argentina se distinguen clastos estriados de cuarzo blanco y qranito, que hiciecon presumir a Schlegintweit (1943) 1a exietencia de un horizonte glacial marino con tillitas. Modernamente se estableci6 una composicién predominantemente diamictitica. En posicién concordante sobre la Formacién Cancafliri se destaca la Formacién Llallagua, denominada ast Por Turneaure (1960), en la localidad Minera homénima del Norte potosino. Los estratos Llallagua, expuestos en el domino cordillerano’ oriental, consisten de series de 60 a 80 metros de lutitas negras bituminosas y bancos intercalados de aceniscas y limolitas suborainadas. En lo que concierne al _magmatiamo ecléyico del Noroeste argentino, se evidencia un periodo de plutonismo granitoide, extendido en fajas eruptivas de 1a Puna’ Oriental y Nuherco-Norvaez, a consecuencia de 1a cratonizacién pampeana (Moya y Saifity, 1982). Sin embargo en Bollvia gon.’ muy | escasas las manifestaciones de cuerpos graniticos relacionados a esta fase tectomagnatica. Posiblemente 1a Gnica excepcién conocida sea el plutén granodior{tico de El Veladero, situado ‘en el departamento de Tarija, que probablemente corresponda al magmatiemo ocléyico; aunque cabe seflalar la inexistencia de estudios petrolégicos Y¥ geocronolégicos para demostrar tal hipétesis. 39 nao A-AVILA-BALIRAS Dé igual manera, resulta interesante apreciar 1a presencia de aureolas de matamorfosis de contacto, conformadas por hornfelses turmalinicos en los yacimientos de Ubina y Tazna, en la regién meridional de Potosi, aunque no se haya podido ubicar los probables cuerpos pluténicos que originaron estos hetasedimentos, vinculados ales, yacimientos “'eriptobatolitice Spinion de Ahiteid y Schneider-scverbing (2964), Bn consideracién del hallazgo de aureolas térmicas similares en el Norte argentino, que hubiesen sido causadas por granitos’ apotecténicos — ocléyicos (Acefiolaza y Tosetli, 1981), no seria muy Sorprendente que los ejemplos bolivianos mencionados, sean también contemporéneos y procedan de plutones ocultos debaje de la secuencia ordovicica | que metarmorfizaron durante su emplazamiento. vor otra parte, la _extensién septentrional de la fase ocléyica en Bolivia, determinada al menos por la discordancia que separa la Yormacién Cancafiri de los sedimentos ordovicicos infrayacentes, puede ser verificada desde la frontera argentina, en el cordén montafioso de Santa Victoria (Turner, 1964) hasta la regién septentrional dei altiplane pacefio (Lehmann, 1979). En ©) ambito cordillerano de Argentina y Chile, Ramos y otros (1984) relacionaron los movimientos ccléyicos con una etapa de compresion titosférica vinculada a un proceso de subduccién eopaleczoica, segan un arco magnético locaiizado en i actuales slerras panpeanas occidentales de la Argentina. tal obduccién segmerto fenémeno _hubis chéinica occidental precedido 1a un importante la litésfera de de sudamericana en ei Devénico, época en la cual las rocas de afiliacién oceanica confermaron un terreno aléctoro designado como "Chilenia” por estos investigadores. 5n Bolivia, la inexistencia de tales procesos de acrecién marginal y cbduccién se debe a wn desarrollo paleogeogratico distinto, caracterizado mas bien por potentes sedimentaciones nerificas y abisales enriquecidas por una fauna f6si1 de trilobites, braquiépodes, etc. FASE CHANICA: La fase Chénica (Turser y Méndez, 1975) es un importante evento orogénico que ocasioné 1a interrupcién de 1a sedimentacién devénica superior, para dar paso a la emeraién y consecuente generacién de nuevas cuencas en el Carbonifero, las cuales estan separadas de los estratos devénicos por notorias discordancias angulares. como consecuencia de la fase Chénica se verificé6 el plegamiento subvertical intenso de ecuencia Paleozoica Inferior en el ambito de la actual Cordillera Andina Oriental y el Altiplano Occidental de Bolivia, orogenia que fuera anteriormente conceptuada como fase Echercinica" (Martinez y Tomasi, (1978). Similarmente, Moya y Salfity (1982) constataron en el Noroeste argentino 1a presencia de plegawientos de las series paleozoicas inferiores, pertenecientea a las xegicnes: PGnica, Precordillerana, Subandina y= ‘Transpampeana, que ocasionaron la anexién de éstaa al Cratégeno Central Argentino. Respecto del magmatismo chanico en la Argentina, Moya y Salfity (1982) distinguen un extenso episodio pluténico, degarrollade en el dominio de las sierras pampeanas (Zapata, Vinguis, Fiambala, Velasco), el cual habria provocado 1a Antrusién de plutones granitoides de 330 Ma.circa. Como seria el caso de los intrusivos de la Sierra de ancasti, datados por Ne Bride y otros (1976). En toda la region andina de Bolivia las manifestaciones eruptivas engendradas por la fase Chanica son muy exiguas, debido a un desarrollo paleogeografico’ distinto del observado en el Noroeste de la Argentina. asi, la —_ sedimentacion carbonifera subandina se destaca por la aparici6n 6e —_cuenc. inclinales estrechas y de orientacién eubmeridiana, estructuralmente al arco de que dieron lugar a la formacién’ y" yacinientos petroliferos (Suarez-Soruco y Lobo, 1983), que indicarian por au buena preservacién, la inexistencia de eventos _magmaticos contempéraneos en esta vasta regién. Por otra parte, la fase chénica de Bolivia esta dccumentada —lito- estratigréficamente por 1a discordancia los sedimentos devénicos de las series gondwanicas {mayormente del Carbonifero y Wolfcampianc), examinadas superiores Superior desde 1a peninsula de Copacabana en el Lago Titicaca (Oviedo, 1965), hasta el valle dei rio Pilcomayo (Rodrigo, 1973). 40 REVISTA TECWICA DE YEP, 12 (2): 27-56, MAREO 190 Posiblemente el nico ejemplo de la impronta del magmatiamo chanico en el. dominio andino de Bolivia sea el hallazgo de una diatrema kiberlitica, estudiada por el autor (Avila~Salinas, 1967 en prensa), localizada en la ‘regién de Ayopaya, en Cochabamba; 1a cual ge supone contemporanea de los diques kimberliticos (0 alnciticos 7) situados en la zona de Orén, provincia de Salta, atribuidos a la fase chanica por Néndez y Villar (1977). Empero 1a proximidad de la kimberlita de Ayopaya a la foyaita del Cerro Sapo {Ahlfeld y Mosebach, 1935), podria Significar tal vez la afiliacién de la mencionada roca ultraméfica alcalina al magmatismo pérmico o tal vez cretfcico. En apoyo de esta posibilidad, conviene indicar que la kimberlita de Ayopaya conforma una microbrecha, con cristalea y autoclastos de olivina forsteritica, elinopiroxenc, broncita, ilmenita, granate piropo y xenoclastos de una rica Sienitica rica en fenccristales de ortosa, que seflalan a las foyaitas vecinas. su nexo FASE ATACAMA: La fase Atacama (Moya y Salfity, 1962) esta reconccida en la Argentina por la discordancia de erosién que separa las calizas pérmicas de la Formaci6n Arizaro, de las areniscas rojas infrayacentes del Carbonifero Superior, pertenecientes a la Formacién Cerro Oscuro , que afloran en la regién occidental de la puna saltefa. La fase Atacama (o Atacémica) oe distingue por Presentar eventoa de volcanism m&fico alcalino, en dos pulsos diferenciados dentro del Grupo Paganzo I (Formacién La Colina), con edades _radimétricas fluctuantes entre 295-292 Ma. y 266 Ma. circa (Stipanicic y Linares, 1975; en Acefiolaza y Teselli, 1981). En Bolivia el volcaniamo carbonifero- pérmico de naturaleza mafica-ultramafica tA eeporédicamente distribuide en la regién de los valles centrales de Chuquisaca, Cochabamba y al Norte de Potosi. De esta manera, Smulikowski y Kozlowski (1935) mencionan hallazgos de ankaratrita limburgitica en los cerros de Condeaqui, en el limite departanental de Oruro y Cochabamba, picrita en el rio Turga, entre Colquechaca y Senajo (Norte de Potosi), y doleritas en Mollecasa y Capinota, también estudiada preliminarmente por Aldag (1913). Aunque no ae diepone todavia de dataciones: radimétricas para esas rocas, se infiere au erupcién durante la fase Atacama, por analogia con los ejemplos hallados on la Puna Argentina y el Norte de Chile {Davidson y otros, 1981; en Ramos y. otros, 1984). FASE AYMARA: Se sugiere 1a denominacién de Fase Aymara al periodo diastr6fico del Pérmico Medio que afecté de plegamiento comprensivo intenso, 1a —_secuencia paleozoica del Altiplano y Cordillera Oriental de los andes de Solivia. Esta orogenia, cuyo nombre homenajea al pueblo altiplénico autéctono, fue descrit: anteriormente como: “Fase Tardihercinica’ (Martinez y Tomasi, 1978). También recibe gentina el apelativo de fase "Sanzafaélica” (Salfity y otros, 1984). #1 magmatiamo vinculado a la fase ‘tiene limitada expresién en en el territorio cordillerano del Perd est mejor representada por la intrusién “de " plutones _—pérmicos, pertenecientes a la cordillera de Carabaya, cuyo orfgen se atribuye a la existencia de profundas fracturas de distension ("rifting"), orientadas en sentido NW-SE, hasta alcanzar el extremo Norte de la Cordillera Real de Bolivia (Bontak y otros, 1985). Segén estos distinguidos estudiosos de la Queen's University, el magmatismo pérmico del Sudeste peruano conforms un arco interno, independiente de la zona de subduccién coste: mie moderna y perteneciente a la placa de Nazca; que origin6 més bien rocas calcoalcalin: Mientras que el rift peruano-boliviano significa una dicontinuidad litosférica, que separa el nucleo —_craténico Basamental, del margen continental plegado. Por tanto, el plutonismo Aymara @3 esencialmente un evento de tipo ensidlico, ocasionado por la distensicn cortical, imperante en el dominio cordillerano oriental, y no una fase compresiva asociada a bloques subducid: como se pensaba anteriormente. De esta manera, un extenso periodo de volcaniemo alcalino pérmico, relacionado a la fase Aymara, est4 indicado por el Grupo Mitu, ‘cordillera de Carabaya (Kontak y 1984; 1985), cuya composici6n es peralcalina| en los alrededores de Macusani, alcalina al Norte de Crucero y shoshonitica en las inmediaciones de Antauta. at Waibo A.AVIEA-SALAIMAS La edad pérmica media de 1a serie shoshonitica del Cerro Moromoroni (Pera) que reposa concordantemente sobre lai rocas del grupo Copacabana, ha sido establecida por el método Rb-Sr en el rango de 250-270 Ma. (Kontak y otros, 1984). Valores semejantes de K-Ar, en el orden de 245-280 Ma., correspon: flujos bas4lticos almohadillados al Sud del Titicaca en Bolivia otros, 1983). Entre ellos se destaca un filén’ de dolerita olivinica no datada, del estrecho de Tiquina, que se encuentr: interestratificado en el Grupo Copacabana. Debido a la analogia exietente en las rocas magn&ticas peruanas vinculadas a la fase Aymara, se puede establecer provisionalmente en Bolivia, 1s afiliacién a este evento diastrofico de los macizos sieniticos det Cerro Sapo, San Cristobal y Quenamari, situados en la provincia Ayopaya de Cochabamba, cuyos rasgos geolégicos y petrolégicos fueron anteriormente delimitados por Ahlfeld y Mogebach (1935) y Ahlfeld (1966-1975). Reociadas al pequefo plutén foyaitico del Cerro Sapo, ocurren esporadicamente volcanitae carbonatiticas de composicion ankerstica, lo mismo que traquitas y doleritas de la regién de Palca: Independencia, cuya orientacién NH-SE., sigue la trayectoria del rift peruano. fn @1 pasado Smulikowaky y Kozlowsky (1935) Indicaron la presencia de una colada de fonolita en carpacaina (chuquisaca) se cual ‘suprayace los sedimentos carbonifercs. A pesar de la falta de @ataciones radimétricas de tales rocas, se presure que ellas pueden ser contenporaneas de las plutonitas y lava alcalinas pérmicas de 1a Cordillera de Garabaya y el Grupo Mitu. Otro ejemplo meridional se tiene en el pequefio plutén de foyaita de nefelina y acmita de Vichacla (departamento de Potosi), que intruye a loa sedimentor paleozoicos afectados por la enanic: FASE KOLLA: Se propone la denominacién de fase orogénica Kolla para referirae al evento magmatogénico causante del emplazamiento de los batolitos trifsicos de la Cordillera Real, en el depactamento de La Paz, cuyas edades triésicas media a superiores, en el rango de 225-202 Ma. fueron logradas anteriormente (Bvernden y otros, 1977; Mc Bride, 1977; Mc Bride y otros, 1983). (Mc Bride y- Recientemente el autor (Avila-Salinaa, 1984) ha compendiado las caracteriet ic: petrolégicas| y geotecténicas de los plutones de la Cordillera Real, enfatizando eu naturaleza anatéxica peraluminica (granitos del tipo s). el origen de los plutones se relaciona a un arco magm&tico ensiflico, producide por distensién cortical (rifting), que carece de vinculacién directa con la zona de subduccién de Nazca. Criterio compartiao por Kontk y otros (i985). De acuerdo a las dataciones K-Ar disponibles para los plutones de la Cordillera Real (Nc Bride y otros, 1983), los batolitos del sector septentrional de esta cadena montafcsa tienen rango variable, desde 218 a 225 Ma. para el intrusive de Ayancuma; 219-202 ma. para el batolito de Sorata; 205-218 Ma. par el plutén del Huayna Potosi; 202 Ma. para el stock de Unduavi; 203-211 Ma. para el batolito de Taquesi-Mururata y 210-213 Ma. para el stock de Chacaltaya. Aungue no se dispone de edades K-Ar confiables para los plutones de Yani y Zongo, Cordani y otros (1980) han Propercionado edades Rb-Sr de 220 Ma. ca Para esos cuerpos igneos sintecténicos. Bl magmatiemo granitoide asociado a la fase kolla se distingue por contener valiosas mineralizaciones de Sn-it, estrechamente ligadas a los cuerpos {gneos mencicnades precedentemente. (Fig. 5). Otros granitoides trigsicos del Norte de Chile (Berg y otros, 1983; Aguirre 1983) y el sud del Pera (Clark 'y otros, 1984) ‘significan 1a prolongacién de loa eventos magmatogénicos de la fase kolla en los paises vecinos. De esta manera, el rift de la Cordiliera Oriental del Perd, formado en el Pérmico Medio (Kontak ¥ otros, 1985) sufrié reactivaciones en el Trifsico durante la fase kolla, y en el Oligoceno-Micceno Inferior, durante la fase Pshuenche, segin se colige de loa estudios de Mc Bride y otros (1983); Clark y otros (1984) y Avila-Salinas (1984; 1985 b). En la Cordillera Real de Bolivia los plegamientos de la fase Aymara o “tardihercinica" son de tipo compresivo, los cuales han dado lugar a un episodio de metarorfiemo dinamotérmico de bajo grado (facies de esquistos verdes) y edad Pérnica, determinada por Cordani y otro: (1980).' Mientras que 1a orogenia Kolla 42 [REVISTA TECHICA BE ¥PRB, 12 (1): 27-56, MARZO 199% xia responsable para le una etapa de. anatexia (Avila también para la que les sucedié generacién de ultrametamorfiemo y Salinas, 1984) y formacién de aureolas de metamorfismo térmico de contacto, —_ampliamente desarroliadas en los plutones mesozonal de Yani y fongo, cuyo_caracter Bintect6nico fue anunciado por Bard y otros (1574). Por otra parte se constata el origen sintecténico de 1a intrusién de Sorata, en su extremo meridional, dominado por los | sills pegnatiticos de la mina Fabulosa (Avila-salinas, 1985 c). Los anteriores argumentos demuestcan que el emplazamiento de los. batolitos Septentrionales de la Cordillera Real, lejos de tener relacién con of Alatrofismo paleozoico, como imaginaron Bard. y otros (1974), corresponden propiangnte a una nueva’ fase orogénica triasica, definida en el presente estudio con 1a denoninacién de Kolla, en honor de fos pobladores autéctonos de la region. De manera andloga, Mc Bride y otros (1983) y Clark’ y otros (1984) determinaron 1a edad triasica de las mineralizaciones hidrotermales del segmento Norte de 1a Cordillera Real, que conforman un amplio metalotecto (avila~ Salinas 1985 a). Asi, la edad de la mineralizacién tungetifera da la mina santa Rita, en el batolito del Huayna Potosi, fue inferida por una datacién K- Ar de 213 Ma., correspondiente a un concentrado de muscovita hidrotermal también lograron una edad de 207 Ma., para una ealbanda muscovitica de 1a mina Lourdes y 210 Ma. para un espécimen del atock greisenizado de Chacaltaya, qua e1 portador de una valiosa mineralizacién de estafio y sulfuros de metales-base (Lehmann, 1979). La fase orogénica Kolla, asentada en un ambiente geotecténico’ de un arco magmatico interno delineado por Kontak y otros (1985), posee raagos tecténicos, magmatogénicos y metalogenéticos propics, que de ninguna manera se asenejan a la fases diastréficas de La Rioja y Los Patos, localizados en la sierras pampeanas de la Argentina (Moya y Salfity, 1982), de las cuales se distingue fundamentalmente por la ausencia de eventos volcdnicos coetanecs, cono también por la naturaleza anatéxica de los cuerpos intrusivos y la falta completa de una sedimentacién triésica encajonante, que se __—smanifiesta conspicuamente en el Noroeste Argentino. FASE ARAUCANA: La fase Araucana en la Argentina (Moya y Salfity, 1962) Contempla episcdios —pluténicos —_y voleanicos controlados por geofracturas NE-SW, en el limite de la Puna y la Cordillera oriental. tos _plutonea araucanos tienen edad jurésico-cretécica, como el granito de Sierra de Cobres (Toselli y Rossi de Toselli, 1977), del Grden de 147-129 Ma., y el batolito de Aguilar, cuya edad de 118 Ma.ca. fue lograda’ por tinares (1979; en Moya y Salfity, 1982). En lo que respecta al volcanisno de esta fase, en el Ambito del Noroeste Argentino, ests controlado por los Lineamientos de Teonza y Aconquija, y se relaciona con 108 sedimentos continentales cretécicos en 1a regién Calchaqui y las sierras transpanpeanas. Las volcanitas gon mayornente basaltos alcalinos y traquitas, de 128-90 Ma. (Moya y Salfity, 1982). En relacién.| a la prolongaci6n septentrional de la fase Araucana en Bolivia, e@ considera la intrusién del plutén " alcalino de _‘Mecoya-Rejara (Provincia Arce, Tarija) cuya edad K-Ar de 141 Ma. circa, “fué obtenida por Linares (en: Rodrigo y castafios, 1978). La intrusién de Mecoya-Rejaré tiene 18 kms de longitud y 4 km de ancho. se compone principalmente de — granito alcalino de hornblenda y biotita, pero marginalmente pasa sienita cuarzosa. También posee diques menores de dolerita y lampeéfidos alcalinos carbonitizados. Como consecuencia de 1a fenitizacién del plutén de Rejar4 se han formado anfiboles alcalinos como la egirina y hastingsita, en reemplazo de 1a oxihornblenda. Igualmente se destaca 1a existencia de riebeckita magnesiana ("crocidolita") como relleno de vetill Por otra parte, se atribuye a la fase Araucana, 1a intruaién de los plutones anulares de la asi denominada: "Provincia alcalina de Velasco", en la parte oriental del departamento de Santa Cruz (Fletcher y Litherland, 1961) que se orientan segin una geofractura de diraccion SW-NE, hasta 1a proximidad de la ‘frontera brasilefia. Los plutones anulares, en nimero de quince, atraviesan Ja secuencia proterozoica del cratén de Guaporé, y se intersectan entre si en una complicada trama engeadrada por fenémenos de colapso de caldera. 43 Wane A.AeTIA-SAL TEAS Fletcher y Litherland (1981) establecieron que los anillos exterior de ciertes plutones de Velasco se componen de rocas saturadas, tales como @1 granito calcoalcalino de biotita y el Qeanito alcalino de arfvedsonita y rigbeckita, mientras que los anillos internos suelen estar conformados por rocza cieniticas, come las pul nordnarkitas, y el nicleo es foyaitico en los plutones infrasaturados de Zuaialito, Urucd, Bamb4 y Todos Santos. Un episodio de voleanismo inicial, representado por aglomerados, lavas porfiriticas, tobas traquiticas y Carbonatitas, esté exiguamente expresado en torno al plutén de San Miguelito, empero tiene et mejor manifestacién en ei Complejo carbonatitico siticificado del Cerro Manoné, investigado por Fletcher y otros (1981): La edad circa) JurSsico-cretécica (142 Ma. le los plutones anulares de Velasco fué lograda por Darbyshire y Fletcher (1979; 1985), en base de dataciones coincidentes ‘de K-Ar y Rb-Sr de estas rocas. A pesar de 1a contemporaneidad de las edades del plutén de Rejard y 1 intrusivos anulares de Velasco es obvia, el ambiente geotecténico de su formacién es muy diferente, De esta manera, el cuerpo intrusive post-orogénico’ de Mecoya-Rejaré se asocia al diastrofiemo prevalecente en el Noroeste Argentino, en medio de la entidad ordovicica plegada durante la fase Chdnica, correspondiente a la Cordillera Oriental Argentina y su prolongacién septentrional en Tarija ~ la serrania de Tacsara - con ejemplos de plutonismo granitoide dadoa por los intrusivos de Sierra de Cobres, Hornillos y Aguilar. En contraste con los anteriores, los plutones anulares de Velasco constituyen un episodio _magmatico — anorogénico, originado por subsidescia de caldera, & Jo largo de una geofractura de distensién (xift), que posiblemente forma parte de una juntura triple de la Lit6sfera (Fletcher y Litherland, 1981), que fue causada por el proceso de deriva continental de Sudamérica (teil, 1996). FASE PERUANA: La fase orogénica Peruana (Steinmann, 1929) se amplaza en el. dominio Andino de Bolivia y el Peri, en el limite Turoniano-Coniaciano (martinez y Tomasi, 1978), como un evento diastrético causante del solevantamiento y distensién cortical, mediante falles verticales localizadas en las cuencas tafrogénicas del Cretacico Altiplanico y cordillerano; que ineluyen en su registro cortas transgresiones marinas cenomanianas, representadas por 1 formaciones ' Miraflores — (votoai) Ayavacas (Area del Lago Titicaca). Bl volcanismo intrasencniano, perteneciente a la fase Peruana, se manifiesta bajo la forma de efusiones basilticas, achoshoniticas y andesiticas, interestratificadas en las series de capas rojas del Grupo Puca. asi, en la cubeta de Maragua hay una | colada pasaltica pre-Miraflores y otros flujos coniacianos, con una edad K-Ar de 82.5 Ma. (Martinez y Tomasi, 1978). ‘También Evernden y otros (1977) asignaron una edad de 83 Ma., para una lava basdltica contenida en la Formacién Miraflores, en el Srea de Betanzos Adicionalmente Martiner y Tomasi (1978) indica edades de 104 y 108 Ma., para especimenes de Basalto de xntre Rios (Tarija), con caracteriaticas petrolégicas comparables a las coladas basditicas alcalinas de 1a fase Mirano, en el Norceste Argentino (Gallisky Viramonte, 1985). An&logamente, Mc Bride y otros (1983) dataron algunos diques y coladae de andesitas encontradas en lca distritos de Amarete y Sorata, en el dominio de la Cordillera Real, con edades K-Ar de 79 y 83 Ma. ca., respectivamente. Tint (4985) que oxamin6 1a petrologia de coladas de la Gruta de San Pedro en Borate; Monconteé “una “secuereia’. ae andesitas sensu stricto, con estructuras almohadiiladas ‘testimonian que ou consolidaci6n subécuea. Bn 10 que concierne ai “basalto" de Tupiza, Gallisky y Viramonte (2985) determinaron 9u naturaleza aicalina, constituida por basanites y tefrifonolitas interestratificadas en medio de las capas rojas de la Formacién Torotoro, que formarian parte del rama Septentrional de la cuenca tafrogénica saltefa. A pesar que no se dispone de dataciones radinétrici de las baeanitas y tetrifonolitas de Tupiza, su posicion estratigréfica dentro de ‘las areniscas 44 [EVISTA ECHICA DE YF, 12 (1)+ 27-56, MARZO A591 Yorotoro las hace equivalentes del basalto de Lae Conchas (Avila-Salina 1986) cuya edad K-Ar ¢ (Moya y Salfity, 1982). En términos generales se puede concluir, que el volcanismo de la fase Peruana en Bolivia se circunecribe al hallazgo esporédico de flujos de composicién variable, desde volcanitas propiamente de Tupiza, en el Norte, como las andesitae Sorata, que yacen interestratificadas secuencias de capas rojas, en pequei cuencas tafrogénicas orientadas segin rumbe de los Andes Orientales. FASE _ INCATCA: La fase Incaica (Steinmann, 1929) se caracteriza por el solevantamiento de las __regiones cordilleranas del Pera y Bolivia, lo mismo que por plegamientos compresivos y consecuente acortamiento Litosférico, que han debido empezar en el Eoceno y culminar en el limite: Zoceno Superior~ Oligoceno Inferior. En ia regiGn andina de Bolivia Martinez y Tomasi (1978) comprobaron que 1a fa Incaica ccasioné pliegues y fallas genecadas por ¢sfuerzos dieron origen a dominio de 1a Cordillera oriental de 10s Andes. No obstante que la fase Incaica tuvo exiguas manifestaciones magmaticas en tramo de los Andes Cent notoriamente inexistentes en la Argentina (Moya y Salfity, 1982), en Rolivia se comprobé la existencia de un evento tectotermal verificado hacen 39 Ma.circa (Nc Bride y otros, 1985) en la region circundante a los’ batolitos de zongo, Yani e Illampu; donde se percibe un periodo de deformacién — tacténica (foliacién gneisoide y cataclasis) de los plutones de Yani y Zongo (Bard y otros, 1974), que estuvo acompafado del volcamiento del flanco oriental del batelito de Zongo, a lo largo de una falla inversa, orientada hacia el sw. En sentido geocronolégico el evento tecto-termal aludido como: “Efecto criptico de gongo" por Mc Bride y colaboraderes (1985), se expresa mediante jas discordancias existentes entre las edades K-Ar aparentes de los minerales potésicos del granite de Zongo, que divergen desde 175 Ma, para la muscovita, 63 Ma. pare la biotita y 39 Ma., para la microclina. sin embargo, apjicango el mézodo de irradiacién de ar'/ar', por 1a técnica del escalamiento de tenperaturas, se pudo eatablecer un episodio térmico de 39Ma., que ha debido Producirse a una temperatura inferior a 300° C, profundidad aproximada de 6-7 kt ¥ ain mantenerse por espacio de un millén de afios. Aspecto que ocasicnd 1a exfoliacién de la f&brica rocosa, aunque no la recristalizacién total ‘de loa minerales petrogéneticos del granite en cuestion. Bl "Bfecto criptico de Bongo” de les investigadores de 1a Queen‘ generalizado para los pluton Sorata (o Tllampu) seria uno de los pocos ejemplares del rol orogénico atribuido a la fase Incaica en el dominio cordillerano de Bolivia. FASE PRHUENCHE: La fase orogénica Pehuenche de Trigoyen (1979; en: salfity y otros, 1984) aa un importante evento magmatogénico," emplazado en el limite Oligeceno tardio-Miocene Inferior, que jas @ierras subandinas de 1a Argentin: distingue por la discordancia existente entre los subgrupos Metén y Jujuy. El voleanismo correspondiente a esta fat posee manifestaciones en la Puna y las sierras subandinas argentinas, tales como las tobas del subgrupo Metén, de 32 Ma. (Gebhard y otros, 1974; en Moya ¥ Salfity, 1982). También se registré un periodo de plutonismo granitoide, representado por @l granito de Acay de la regi6n Calchaqui, cuya edad op de 26 Ma.ca. En Bolivia el volcanismo Pehuenche, de naturaieza calcoalcalina, tuvo diversas expresiones a 1o largo dei Altiplano y 1a Cordillera Oriental. Asi, Kuosnaul y ‘otros (1977) proporcionaron una edad K-Ar de 23 Ma., para las lavas Rondal en Sud Lipez. Similacmente, Evernden y otros (1877) lograron una’ edad de 22. Ma.ca. para la lava basltica de Tambillo; 26 Ma., para una lava del miembro 4 de la Formacién Mauri de 34 Ma.ca., para una toba féleica de 1a Formacién Xollukollu, en el sector Norte del Altiplano. Adicionainente, Mc. Bride y otros (1983) asignan edades K-Ar de 26 Ma.ca., para las lavas daciticas de Cohoni, relacionadas con la caldera resurgente el Illimani, cuyo nécieo intrusive de Geanodiorita es précticamente €ontempordneo, con una edad de 28 Ma., circa 45 WALDO A-AVIZA-SALTINS Otros ejemplos del plutonismo granitoide, vinculados a la fase Pehuenche se tienen en el batolito de Quimsa Cruz, en el rango de 23-26 Ma., (Bvernden y otros, 1977; Mc Bride y otros, 1983), el stock granodioritico de santa Vera’ Cruz (24 Ma.ca.) y la ap6figis riolitica de la Mina Paragui, cerca de colguiri, que marca el extremo maridional de la Cordillera Real. tramo central de loa andes de Bolivia se integran a la fase Pehuenche: el stock de Coriviri de 23 Ma.ca. (Evernden y otros, 1977), la caldera resurgente del Karikari y rocaa volednicas ancciadas, perteneciontes las formaciones Canteria y Agua Dulce, datadas en el rango de 21 Ma.ca., por Grant y otros (1979). similarmente, zn el Orientales algunos stocks daciticos del tipo osasp wo Fig. 5 “tinporphyry", como el “atock" de La Salvadera de Liallagua, el stock de san Pablo de Japo y el complejo volcanico de edades K-Ar del érden fueron obtenidas por Grant y otros (1977-1979). Pig. 5. Adicionalmente se debe incluir en esta fase tectomagnética, a ciertas roc: calcoalcalinas de 1a regién potosina, las cuales fueron datadas por fvernden y otros (1977), a saber: las volcanitas do la Formacién Mondragén (20 Ma.ca.), la “piodacita" del cerro Huanaquifio ' (19 Ma.ca.) y el intrusive de Huarmivicuta (20 Ma.ca.). FASE QUECHUA: La fase Quechua (Steinmann, 1929) tuvo un importante rol eatructural, motivands el plegamiento gezmanotipico y solevantamiento principal de la Cordillera oriental de los Andes de Bolivia, extansivo al dominio altiplénico y de la'cordiliera Occidental. Siguiendo la opinién de salfity y otros (2984) se debe admitir 1a existencia de dos pulsos principales en esta fase varifics y el otro en el Superior, ‘que reciben los de: Fase Quechua 1 o Principal Quechua 2 0 ‘Terminal, respectivamente. Mientras que los autores peruanos involucran a la faae Pehueche como fase Quechua Inicial. Aspecto que no sera discutido aqui. orogénica, uno de los cuales a en el Micceno Media, Mioceno Segin Martinez y Tomasi (1978) el plegamiento Quechua se caracteriza per estructuras "amplias, germanot{picas, fallas inversas profundas, que resultaron de reactivacién de’ fracturas del basamento, y por una inusitada actividad magnitica de naturaleza prodominantemente calcoalcalina, observada en el Altiplano y las cordilleras Oriental y Occidental de los andes. Bn la fase Quechua Inicial o Principal (tioceno Medio) se relacionan los event voleénicos vinculados a la Provincia Bstafifera Boliviana. Asi, varios yacimientos subvolcénicos de estafio han Bido datados por Grant y otros (1977 1979), entre ellos: Tstasi (15 Ma.ca. Ja caldera de Chocaya-Animas (12-13 ta. Chorolque (15-16 Ma.j; Tasna (16 Ma.ca-}} Cerro Rico de Potosi (13 Ma.ca.) y Oruro (26 Ma.cay datado por Mc Bride, 1977) (Fig. 6). 46 REVISTA TECNICA DB YPEB, 12 (1): 27-36, MARIO 1991 ‘BRECHA JONEA VEL CHOROLOUE CUERPOS SUBVOLCANICOS MIOCENOS DE LA PROVINCIA ESTARIFERA (Fase Quechua Inicial) Segdn Grant y otros 1977 Fig. 6 Entre los _complejos _eruptivos altiplénices asociados a la fase quechua Principal se tienen: el stock de Quimsa Chataen la serrania meridional de Tiahuanacy (12.3 Ma.}, el intrusivo monzodioritico de Comanche (14.6 Ma.), shoshoniticas de la Formacién 4.6 Ma.) y el stock de Tinguipaya (Potosi) con 18 Ma.ca. Todos estos centros eruptivos fueron datadoe por Evernden y otros (1977). Similarmente, Kussmavl y otros (1977) establecieron edades K-Ar de 14.6 - 17 Ma. para las ignimbritas de la formacién Quechua Superior, aflorante en sud Lipez. En lo que concierne a la fase Quechua Yerminal del Miccenc superior, se enfatiza el predominio del yolcaniemo ignimbritico, asociadc al solevantamiento del Altiplano y el colapeo de grandes calderas volcAnicas. Sin embargo, en ese periodo se alzan también numerosos estratovolcanes de tipo centralizado, en diverso grado de erosién” y desmantezamiento actuales. Se adscriben a esta fase los flujos de la Formacién Ignimbritica de Sud Lipez (Fernandez y otros, 1973), cuya geocronologia por K-Ar consiga edades de 7.1 a 9.7 Ma. (Russmaul y otros, 1977). Igualmente corresponde 4 1a fase Quechua Terminal 1a meseta ignimbritica de Los Frailes, con edades de 6.7 - 8.9 Ma. (Sveenden y otros, 1977: Baker y Francis, 1978). También las coladas andesiticas o ignimbritas de Nor Lipez y la serrania interealar, gegin lay dataciones de Baker y Francis (1978). varios horizontes de tobas félsicaa, interceladas entre las secuencias molasicas terciarias del Altiplano Norte, camo la toba de Ulloma, corresponden ai volcaninmo de la fase Quechua ‘Terminal, segin los datos" geocronolégicos Proporcionsdos por Evernden y otros (1977). Por otra parte, algunos estratovolcanes mineralizados que se diseminan en la regién altipl&nica pueden r integrados a esta fase. Entre ellos, el complejo de Laurani, con una edad K-Ar de 7 Ma. (Mc Bride, 1977}; el cerro Silala de oruro, con 7.8 wa.ca. (Baker y Francia, 1978), la ignimbrita riolitica de Huackachi, relacionada al Cerro Rico de Potosi, con 11 Ma.ca. (Grant y otros, 1979), y 1a riolita de lal mina Azurita con 6,4 Ma. (Everden y otzca, 1977). Las anteriores dataciones sefalan también la existencia de una 6poca metalogénica en el Mioceno superior. En goneral, el solevantamiento producido por la ‘tase Quechua Terminal se manifiesta en una tecténica de bloques fallades, que forn6 pilares tectonicos y fosas en la regiéa Altiplanica, como también se produjo el colapso de caldera de varios centros volcanicos, y se engendraron extensos derranes ignimbriticos, mencionados Precedentemente. Algunas de estas relaciones fueron indicadas anteriormente (Avila-salinas, 1978), mostrando su anglogia con aqueilas que imperan en el Norte de Chile (Vergara y Gonzales- Ferran, 1970; Pichler y zeil, 1972) y en el Noroeste de 1a Argentina, donde 47 ‘WALDO RLAVELA-SALINAS Salfity y otros (1984) postularon el control estructural ejercido por loo Lineamientos WNK-ESE y NW-SE. FASE DIAGUITA: La fase Diaguita (Irigoyen, 1979; en: Salfity y otroa, 1984) se ‘expresa como una discordancia angular existente entre 1a secuencia volcano-sedinentaria terciaria superior y los depésitos cuaternarios auprayacente: Su rol orogénico tuvo lugar en el intervalo Plicceno Tardio Pleiatoceno Inferior en la regién de 1a Puna Argentina, hasta la Cordillera Oriental del mismo pais, caracterizindose por estar acompafiada de un intenso volcanismo calcoaleatino. En el dominio Andino de Bolivia los eventos diaguitices se dan a conocer por @1 solevantamiento del bloque paleozoico de la Cordillera oriental de los andes, ascciado al fallamiente de bloques y erupciones volcénicas de tipo pliniano 0 vuleaniano en la region Altiplénica y la generacién de flujos ignimbriticos y tobas soldadas en la vasta extensién de la Cordillera occidental, donde ccurre: las mesetas ignimbriticas de las formaciones Pérez y Quémez. Las _evidencias _geocronolégicas disponibles sefalan edades K-Ar de 2.2 y 3Ma., para la igninbrita Pérez (Evernden y otros, 1977). Similarmente, Baker y Francie’ (1978) dataron "_numeos: ignimbritas diaguiticas en la regién de los Lipez, el tramo meridional de la Cordillera Occidental y el Altiplano Sur. Entre ellas: una ignimbrita de 3.2 Ma., en 1a vecindad de Eetancia Serapunku; 3.2 Ma., para un flujo en la laguna Cachi; 1.7’ Ma., para la ignimbrita de Cerro pabellén; 1.9 Ma. para la ignimbrita de Quebrada Agua del Milagro y 3.8 Ma., para otra ignimbrita nsituada al Norte’ de Uyuni. De igual manera Baker y Francis (Op.cit) dataron las andesitas de la Serrania Intersalar, que también corresponden a esta fase orogénica. ASi, una lava préxima a la Zetancia coota tiene 1-8 Ma., otra colada al sw. del Cerro Tomasamil dié 4.6 Ma., y un f1u39 andesitico al NE de la estancia Pisalague tiene 4.5 Ma.cal En relaci6n al volcanismo pleistoceno post-diaguitico, ampliamente difundido en los Andes Occidentales, bajo el denominativo de ‘formacién Retratovolcénica ("Andesitica"), solamente se dispone de un reducido niimero de dataciones radimétricas, que permiten fijar 1a posicién estratigrética de les aparatos volcénicos, cuya edad generalmente se ha inferido por otros Eactores, tales como el grado de erosién de los créteres y el efecto ablasivo de la giaciacién del Pleistoceno Superior. Entre las excepclones econtradas para 108 estratovolcanes andesiticos, se tiene al Ollague, con una datacién de 0.6 Ma. y el Tonupa, ‘con 2 Ha.circa (Baker y Francie, 1978). YASK PARINACOTENSE: En el presente estudio se propone 1a denominacién de Fase Parinacotense para indicar el evento tecténico y volcanogénico responsable para la generacién de efusiones post- glaciales en el dominio de los Andes Occidentales, que se distinguen por la composicién predominantemente intermedia a m&fica de los productos lavicos. Se debe a Kataui y Gonzales-Ferrén (1968) un estudio geolégico y potrolégico en la region volcénica de los Nevados de Payachata, en el Norte de Chile, en el cual se establece una cronologia de las erupciones del volcén Parinacota, en cinco fi sucesivas de desarrollo, entre las cuales 1a altima, posterior 4 la formacién del cono_— principal designada cono Fase Vo de los "Volcanes Ajata", 8 compone de efusiones modernas, ‘probablemente holocenas, de lava andesitica de olivina y piroxeno, ‘Sada de bombas y otros productos piroclasticos de igual composicién, que yacen en las proximidades de 1a laguna de Ghungaré. De manera andloga, en territorio boliviano aledafio, Avila Salinas y otros (1985) estudiaron las caracteristicas petrol6gicas de las roca: volcénicas de 1a regién de Sajama, donde se localizan algunas plataformas iavicai de mugearita piroxénica, de probable edad holocena, en la zona de Cosapa, y también una colada ‘de mugearita ‘olivinica, situada en la cima del Cerro Pucara de Curahuara de Carangas, donde se asocia a bombas de tipo estromboliano, que @uprayacen con discordancia angular a la ignimbrita de la Formacién Pérez del Plioceno superior. Beta fase de volcanismo se destaca por la composicién mAfica de sus productos, como las mugearitas y andesitas olivinicas, que ne estén afectadas por 1a glaciacion Pleistocena. Similarmente volcanes andesiticos como el Ollague, con 0.6 Ma.ca., y el Guallatiri ~ on fase fumarélica - pueden corresponder al voleanismo parinacotense 48 REVISTA TECNICA DE YRPR, 12 (1): 27-06, WARIO 1991 Andlogamente, Hérmana y otros (1973) describen flujos de "latiandesita" olivinica en la Puna Argentina (i.e7 el volcan Socompa), que por su aapecto negruzco y deneo, ast coo por aa consolidacion moderna, se pueden integrar a esta fase. DISCUSION Y CONCLUSIONES: De las opiniones vertidas anteriormente en el transcurso del presente estudio, ae puede establecer una cronologia de los eventos diastréficos ocurridos en el territorio boliviano, a partir del Proterozoico Inferior,” que esta representado por entidades involucradas en el ciclo erogénico Transamazénico, eu: prolongacién occidental alcanza a la costa peruana, en el macizo de Arequipa, el cual dudosamente puede ser reputado como una microplaca acrecionada al continente sudamericano en el Paleozoico (Coira y otros, 1982), sind que tiene mayor validéz ‘el modelo de acrecicn Propuesto por Litherland y otros (1985), para explicar no s6lo la configuracién de jas entidades —_Litoestratigraficas afectadas por el ciclo Transamazénico, ainé también de los restantes period erogénicos del Proterozoico —(ciclos orogénicos de San Ignacio, Suneas y Brasiliano), que posiblemente est&n representados igualmente en el basamento del edificio andino y el Altiplano. En tal sentido, los estudios de Lehmann (1978) corroboran una antigua hipotesis de Smulikowski y Kozlowski (1935), quienes imaginaron una dorsal de roc: Precémbricas debajo del Altiplanc. En 10 que concierne a la analogia existente entre los ciclos Pampeano y Brasiliano, los ejemplos observados en Bolivia, permiten al menos provisionalnente, establecer dos dominios Separados en el Proterozoico Superior. Asi, a prolongacién occidental del cinturén orogénico de Paraguay~Araguai (grupos: Vibosi, Tucavaca, Murciélago) distingue por una gedimentaci6n epicontinental e _intracraténica ausencia de metamorfiemo, como también Por un exiguo magmatismo bésico, expreaado en diques de doleritas y bagaltos olivinicos, en la zona de Puerto Suérez-MutGn. Contrariamente, la entidad Litolégica relacionada a la prolongacién septentrional del ciclo Pampeano (Fig. 2), se vincula al plutonismo granitoide, testificado solitariamente por el extremo Norte del intrusive de Caflani (Cerro Condado, en Tarija). En relacién a la orogenia de Suneas, el autor (Avila-Salinas, 1975 a) postuld preliminarmente el importante rol matalogénico de los granitos rondoniensea ricos en estafic, como probable fuente de 1 mineralizacione hidrotermales sociadas a los batolitos trifsicos de la fase Kolla y Pehvenche de la Cordillera Real, que pudieron haber sufrido una remobilizacién anatéxica durante au emplazamiento. Respecto las fases distr6ficas fanerozoicas, desarrolladas en el dominio Andino de Bolivia, se pudo constatar la presencia de manifestaciones magmSticas vinculadas a las fases Tilcdrica y Guandacélica del Noroeste Argentino. Falta por resolver en el futuro, la afiliacion de varias rocas igneas a 1a: fases: Ocléyica, Chanica y Atacama, cuyos ejemplos bolivianos — deberfn ser comprobacos por dataciones radimétricas, para 1a localizacién segura de las rocas alcalinas y calcoalcalinas atribuidas tentativamente aqui. Similarmente no dispone todavia de dataciones geccrenolégicas para 1a ubicacién de las yocas alcalinas de Ayopaya en la fase Aymara, aunque su relacién al magmatismo pérmico fuera sugerida anteriormente por Ahlfeld (1966). Por otra parte, 1a actividad volcinica de la fase peruana, expresada en la efusion de pasaltos, lavas alcalinan y andesitas Giseminados en las cuencas tafrogéneticaa andinas, se concentra en un Glo periodo eruptive, del rango de 80 Ma.circa. Sin embargo, este aspecto no excluye la posibiliaad de hallar otras manifestaciones magnaticas en el Cretacico Boliviano. De esta manera, algunas dataciones del Basalto de Entre Rios (Tarija), en el orden de 104-108 Ma., (Martinez y Tomasi, 1978) podrian ser’ posiblenente integradas a la fase Catan Lil, que representa el volcanisno cenomaniano en el Noroeste argentino (Salfity y otros, 1984), o alternativanente, corresponder a 1a fase Mirano como han sugerido Galliski y Viramonte (1985), para las volcanitas alealinas de Tupiza. El plutoniemo vinculado a la fase Pehuenche, investigado en la parte meridional de la Cordillera Real y la regign ‘potosina (grancdicrita de Karikari) tiene una probable relacién con el rol magmatogénico de la zona de 49 subduccién de la placa de Nazca, que se Genuestra por 148. relaciones isotépic. Gel plomo asociado 2 esas rocas ign (Tilton y otzos, 1961). Andlogamente, el volcanismo Pehuenche, muy extendido en 1a regién aitiplanica, desde laa toba: oligocenas de 1a Formaci6n Kollukellu por el Norte, hasta las lavas Rondal por el Sur, se reputa como el perfodo inicial dei’ voicanismo cenozoico de los Andes Occidentales de Bolivia (Kusomaul y otros, 1977; Avila-Salinas, 1978). La fase Quechua, causante del principal eolevantamiente del edificio Andino, fué acompafiada. de una intensa actividad magmatica, desarrollada en dos pulsos principales, en el Mioceno Medio y Superior, respect ivamente. En la fase Quechua Principal se destaca el emplazamiento de centros eruptivos del tipo estratovolcanico, con ocasionales intrusiones subvolcénicas mineralizadas, que se ubican en el sector central y meridional de 1a provincia estafifera boliviana (Avila-Salinas, 1975 b). Mientras que en la fase Quechua terminal prevalece el volcanismo ignimbritico, muy difundido en el Altiplano y la Cordillera Occidental. La anterior disposicién bimodal de la actividad efusiva Quechua significa probablemente una alternacién de periodos de compresién y distensién certicales, vinculados con _tasas variables ‘de la expansién ocednica, registradas durante el Mioceno en 1a placa de Nazca. Respecto a la f: Diaguita, no se ha establecido el rol tecténico de las fracturas basamentales come controles del volcanieme plieceno, a manera de lo que ocurre en 1a Argentina (Salfity y otros, 1984), pero es clara la discordancia angular" que separa los mantos ignimbriticos pliocenos “ (i-e: 1. ignimbrita de 1a Formacién Pérez) de las lavas fehondesiticas suprayacentes de la formaci6n stratovolcanica 0 equivalentes, Finalmente, se debe sefialar que los conceptos ‘sobre la fase Parinacotense, que representa el volcanism holoceno en los Andes Occidentales, merecen una revisién futura, condicionada al adelanto de las investigaciones geocronolégicas de los Andes Centrales en general, para demostrar su difusi6n e importancia, AGRADECIMIENTOS: De las muchas personas e instituciones cuya valiosa cooperacién hizo posible este estudio, merecen el sincero agradecimiento | del autor ialmente: log profesor Dr. Alejandro Toselli y Florencio G.Acefolaza Ge 1a Facultad de Ciencias Naturales de la Univeraidad Nacional de Tucum4n, los profesores Dr. José antonio salfity y Ricardo Sureda de la Universidad Nacional de Salta; el Dr. Martin Litherland del British Geological Survey; el Prof. Dr. Umberto G. Cordani de la Universidad de $40 Paulo; el Prof. Dr. Alan H. Clark de la Queen's University; el Prof. pr. Werner zeil de 1a Universidad Técnica de Berlin; el Prof. Dr. Manfred Wolf, de la Academia de Minas de Freiberg y el Dr. Carlos Schobbenhaus, del DPRM, Brasil. REFERENCIAS CITADAS ACKROLAZA,F.G. y J.A-TOSBILI, 1981. 1287. Facultad de Ciensi: 212, Tucuman. AceHOLAZA, F.C. Argentina, Y J-A.TOSELLI, 1984. Bruton D.L. edi: Geologia del Norceste Argentino. ~ Naturales. Universidad Nacional de Tucumén, Argentina: 1- Publicacign Lower Ordovician volcanism in North West ef the Ordovician System"; 203-209 Oslo University Paleontological Contribution 2957 Oslo, Norway: AGUIRRE, L. 293-316; Ann Arbor, Mich. ‘AHLFRLD, F. 1966, Geologische Untersuchungen in der Proving Ayopaya (Bolivien).- 1983. Granitoids in Chile.- Geological society of America, Memoir 159; Neues Jahrbuch fiir Mineralogie, Monatshefte; 104: 147-171; Stuttgart, RFA. ANLFELD, F., 1975. Rocas alcalinas y sodalita de Ayopaya.— 631-836, La’ Paz. Revista Técnica YPFB 4(3 50 REVIGER HCHICA DE YEPB, 42 (1}4 27-56, MAREO 1991 AWLYELD, ¥. y R.MOSEBACH, 1935. Uber Alkaligesteing in der bolivianiachen Ostkordiiier.- Neues Jahrbuch flir Mineralogie, Abbhand. 69: 386-417, stuttgart, RFA. AHLFELD, F. y L-BRANISA, 1960. Geologia de Bolivia; Instituto Boliviano del Petréleo ed., 1-245; La Paz. AHLFELD, F- y A-SCHNEXDER-SCEERBINA, 1964. Los yacimientos minerales y de hidrocarburos de golivia.- Departamento Nacional de Géologia, Boletin Especial N 1-388; La Paz. und AWDAG, H-A-A., 2913. Petrographisches Untersuchungen: Bolivanisches and diabagegesteine - Disertacién doctoral Universidad de Bonn: 1-89; Bonn, RF.A. ‘ALMEIDA F.F.M.de, Y-HASUI, y B-B-BRITO NEVES, 1976. The Upper Precambrian of South America,~ Instituto de Goociencias, Universidade de sao Paulo ?:45-80, Sao Paulo. ALMEIDA, P.M. dt Provinces: an introduction: Y.HASUI, B.B-BRITO NEVES y R.A.PUCK, 1981. Brazilian structural Barth Sciences Review; 17: 1-29, Amsterdam. ANNELLS, R.M., 1979. The geology and mineral potential of the Rincon del Tigre Igneous Complex’ - Report N@ 7; phase 1; open file Proyecto Prec&mbrico (BGS-GEOHOL), Santa Cruz, inédito. ANWELLS, R.N7 C.J.N-FLETCHER, y J.D.APPLETON, 1981. A major ultramafic mafic layered intrusion of Proterozoic age: the Rincon del Tigre Igneous Complex, eastern Bolivia, Proccedings 4th. Latinoamerican Geological Congress of Trinidad and Tobago-abstract s+ Port of spain. ANNELLS, R.N., C.J-N.FLETCHER, M.T.STYLES, C.C.J.BURTON, R-B-EVANS, y R.R-HARDING, 1986, The Rincon del Tigre Igneous Complex: a major layered ultramafic-mafic intrusion of Proterozoic age in the Precambrian shield of eastern Bolivia.- Overseas Geology and Mineral Resources-Sritish Geological Survey, N%63; Keyworth, Nottingham, U.K. AVILA-SALINAS, W., 1975a. Un modelo de tect6nica de placas para el origen del cinturén estafifero boliviano-Parte Septentrional.- sociedad Geolégica Boliviana, Boletin N? 21: 31-50; La Paz. AVILA-SALINAS, W., 1975p. Un modelo de tect6nica de placas para el origen del cinturén estafifero boliviano — Parte central y meridional.~ Sociedad Geclégica Boliviana, Boletin N2 22: 2-23, La Paz. AVILA-SALINAS, W., 1978. Consideraciones sobre el volcanismo cewozcico en la Cordillera Occidental de Bolivia.- Servicio Geolégico de Bolivia, Serie A; II (i): 3: 56; La Paz. AVILA-SALINAS, W., 1979. Investigaciones petrogréficas y geoquimicas sobre basalto de Tarabuco.~ Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, Revista 1: 139-152; La Paz. AVILA~SALINAS, W-, 1980. Rocas metagabroicas de la formacién suponena (Provincia Velasco, Santa Cruz).- Ministerio de Mineria y Metalurgia, Revista Cedeomin, 2: 29-54;'La Paz. AVILA-SALINAS, W., 1984. S-type granites and associated tin-tungsten mineralization at Cordillera Real, eastern Andes of Bolivia Abstract Section 12; 27th ‘Ynternational Geological Congress-Synposium Intersectorial $.1.2.1.1 "Geochemical and petrological aspects of the metallogeny"; Mosciy DRSS. AVILA-SALINAS, W., 1985a. Zpocas metalogenéticas de 1a provincia estafiifera boliviana.- Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, Revista, 4 (61) 57-77, La Paz. AVILA-SALINAS, W,, 198Sb. Evolucién tectomagmética de low Andes de Bolivia Departamento de Geologia de la Universidad de Chile, Revista Commicaciones 35: 9-12; Santiago. 51 YRC R-AVETA-SALTAAS AVILA-SALINAS, W., 1985¢. Consideraciones petrolégicas sobre las pegmatitas litioniferas ‘de la mina Pabulosa, en el batolito de sorata, La Paz-Bolivia. Departamento de Geologia de 1a Universidad de Chile, Revista Comnicaciones, 35: 13- 14, Santiago. AVILA-SALINAS, W., 1987. Fracturas del basamento que controlan la distribucién de kimberlitas en Bolivia.— Academia Wacional de Ciencias de Bolivia. Revista N®5 en preparacion, La Paz. AVILA-SALINAS, W., 5-KUSSMAUL, P-K-HORMANN, y R.CARRASCO, 1985. Estudio petrolégico de 1a regién de Sajama, Bolivia.- Servicio Geoldgico de Bolivia, Serie A III (1): 9- 32, La Paz. AVILA-SALINAS, W., y M.Litherland, 1987. La formacién metabisica de Suponema (Provincia Velasco, Santa Cruz) del Proterozoico Boliviano. Ministerio de Mineria y Metalurgia, Revista Cedomin 8: 4-13; La Paz. BAKER, M.5.W; y P-W-FRANCIS, 1978. Upper cenozoic volcaniem in the central Andes: ages and volumes.- Barth and Planetary Science Letters, 41:175-187, amsterdam. BARD, J.P., R.BOTELLO, C.MARTINEZ, y T-SUBIRTA, 1974. Rélations entre tectonique, métamorphisme et mise en place d'un granite Gchercynion 4 deux micas, dans la Cordillére Réal de Bolivie (Massif de Zongo-Yani).- Cahiers ORSTOM, Série Géologie, VI (1):3-187 Pari BRRG, K., C-BREITKREUZ, X.W.DAMM, S.PICHOWIAR, y W-ZBIL, 1983. The north-chilean Coast range -an example for ‘the development of an active continental margin.- Geologische Rundschau, Band 72:715-731; Stuttgart. BERRANCE, J., y M-LITHERLAND, 1983, Geology and mineral potential of the Project area.- Report 21, phase I1-Proyecto Precémbrico; open file unpublished rep., Santa cruz. BLOOMPIELD, Ky y M.LITHERLAND, 1979. Summary of the Geology and mineral potential of the Project area-Southern zone.- Report 1; phase I-Proyecto Precémbrico (BGS~GEOBOL); open file report un published, Santa Cruz. BRACACCINI,O., 1960. Lineamientos principales de la evolucién estructural de Argentina. Petrotecnia, 10 (6): 57-69, Buenos Aires BRANISA, L., 1969. #1 Sistema Silérico en Bolivia: Retratigrafia, Sociedad Geol6gica Boliviana, Boletin 12: 22-70; La Paz. unas y Limites.— CINGOLANI, C-A; y R.VARELA, 1975. Geocronologia Rb-Sr de las rocas igneas y metamérficas de las sierras chica y Grande de C6rdoba-Rep-Argentina.- Actas IT Congreso Tberofmericano de Geologia Bconémica 1: 9-33, Bahia Blanca. CLARK, A.H., D.J.RONTAK, y E.FARRAR, 1984. A comparative study of the metallogenetic and geochronological relationships in the northern part of the central Andean tin belt, SE. Peru and NW.Bolivia.- Proceedings 6th IAGOD Symposium; 269-279; Stuttgart, RFA. CORBING, H.J., J-M.QUARD, y N.J.SNHLLING, 1977. The reconnaissance geochronology of the crystalliine basement’ rocks of the coastal cordillera of Southern Peru.- Geological Society of America Bulletin 88:241-246. COIRA, B., 1973. Resultados preliminares sobre la petrologia del ciclo eruptivo ordovicico, concomitante con 1a depositacién de 1a Formacién Acoite en la zona de Abra Pampa, Jujuy.- Asociacién Geolégica Argentina, Revista XXVIII: 85-87, Buenos Aires. COIRA, B., J.DAVIDSON, C.MPODOZIS, y V.RAMOS, 1982. Tectonic and magmatic evolution of the Andes of northern Argentina and Chile.- Barth Science Review, 18: 303-332. Amsterdam. . 52 FIEPISDA TECWECA DE YEPB, 12 (1 CORDANI, U.G., G-AMARAL, y K-RAWASHITA, 1973. The Precambrian evolution of South America:- Geologiache Rundschau, 62:309-317; Stuttgart. CORDANI, U.G., y K-RAWASHITA, 1973. Estudio geocronolégico pelo métade Rb-Sr de rochi graniticas intrusivas no grupo Acungui.- Anais XXV Congreso Brasileiro de Geologia; 105-110. CORDANI, U.C; K-KAWASHITA y G.CORTRS, 1980. Chronology of the Cordillera Real of Bolivia,- 26th International Geological Congress, Paris. Abstracts Séction 1:32. DALMAYRAC, B., G.LAUBACHER, y R-MAROCOD, 1980. Caracteres géneraux de l'evolution géologique des Andes peruviénnes ORSTOM, ‘Paris. DARBYSHIRE, D.P.P., 1979. Results of the age determination programe-Report 9 Phase I - Proyecto Precambrico 9 (BGS-GEOBOL); unpublishe open file rep. Santa Cruz de la Sierra. DARBYSHIRR, D.P.P. y C.J-N-FLETCHER, 1979. A Mesozoic alkaline province in eastern Bolivia.- Geology, 7: 545-548. DARBYSHIRE, D.P.F. y C.J-N.FLETCHER, 1995. Una provincia alcalina mesozcica en el Oriente Boliviano. Academia Nacional de Ciencias de Bolivia, Revista 4 (61): 39-48- Traduccién casteliana por W.Avila;La Paz. EVERNDBN, J; S.J. KRIZ; y C.CHERRONI, 1977. Potassium ~argon ages of some bolivian rocks.- Economic Geology, 72: 1042-1061; Lancaster, Penn. VERNANDEZ, J.A., P-K-HERMANN, S.KUSSMAUL, J.MEAVE, H.PICHLER y T.SUBIBTA,1973. First petrological data on young volcanic rocks of Sw.BOlivia.— Tachermacks Mineraloginche und Petrographisches Mitt. 19: 145-172. FLETCHER, C.J.N., y M.LITHERLAND, 1981. The Geology and tectonic setting of the Velasco alkaline’ province, eastern Bolivia.- Journal of the Geological Society of London, 138:541-458; printed in Belfast,North Ireland. ,U.K. FLRTCHER, C.J.N., J.D-APPLRTON, B.C.WEBB, y I.R-BASHAM, 1981. Mineralization in the Cerro Manomé carbonatite complex, eastern Bolivia.- Institution of Mining and Metallurgy, Transactions 8) 90: B 37-50; Londres. FURQUE, G., 1972. Los movimientos caledénicos en Argentina.~ Revista del Museo de La Plata, nueva serie VIII (65): 129-136; La Plata GALLISKZ, M., y J.G.VIRAMONTE, 1985, Cretaceous Paleorift in Northwestern Argentin Petrological approach.- Departamento de Geologia de la Universidad de Chile, Revista Comunicaciones 35: 89-92, Santiago. GRANT, J.N., C-HALLS, W.AVILA-SALINAS, y N.J-SNELLING, 1977. Edades potasio-argén do lag rocas igneas y la mineralizacién de una parte de la Cordillera oriental de Bolivia.- Servicio Geolégico de Bolivia, serie A,I (1): 33-60, La Paz. GRANT, J.N., C.HALLS, W-AVILA-SALINAS y N.J.SNELLING, 1979. K-Ar ages of igneous rocks and the mineralization, in part of the Bolivian tin belt.~ Economic Geology, 74-838~ 851: Lancaster Penn. ‘HRRMANN, P.K., H-PICHLER, y W.2BIL, 1973, New data on the young volcaniem in the Puna of NW. Argentina. Geologische Rundschau, 62: 397-418; stuttgart, RFA. JONES, J.P., 1985. The southern border of the Guaporé shield in western Brazil and Bolivia: ‘an interpretation of its geologic evolution.- Precambrian Research, 28: 111- 135; Amsterdam. 5a KATSUI, ¥., y O.GONZALES-FERRAN, 1968. Geologia del 4rea neovolcdnica de los Nevados de Payachata.- Instituto de Investigaciones Geolégicas de Chile, Publicacién 29: 1-61; Santiago de Chile. ONTAK, D.J., A.H.CLARK, y B-PARRAR, 1984, The magmatic evolution of the Cordillera Oriental, SOuthereastern Peru,- (En: Andean magmatiam, chemical and it constraints. R.s Harmon y B.A. Barreiro (eds)., Shiva publications, serie Geol. ; 203- 219; Londres. KONTAK, D.J., A-H.CLARK, 8.PARRAR, y D-F-STRONC, 1985. The riftassociated Permotriassic magnatiam of the Bastern Cocdillera: a precursor to the andean orogeny. (sn: Granitoid Batboliths and related magmatism in peru - the Andean plate margin W.S, Pitcher; M.P. Atherton y R.Beckingale (eds.); Blackie, 36-44; Glasgow, U.K. ROUKHARSHY, M., y J-MIRRE, 1974. tuevas evidencias del vulcanismo ordovicico en la Puna.- Asociacién Geolégica Argentina, Revista, XX1x: 128-134; Buenos Aires. NUSSMAUL, S., L.JORDAN, y E-PLOSKONKA, 1977. Isotopic ages of Tertiary volcanic rocks Of SW. Bolivia.- Geologische Jahrbuch; 14: 111-120; stuttgart. LEAL, J.W.L., G-H.SILVA, D.B.SANTOS, W.7EIXEIRA, M.I.C.LIMA, C.A-C. FERNANDEZ y A.PINTO, 1978. Geclogia’ da folha S¢ 20, Porto Velho.- Departamento Nacional da Praducad Mineral; Projeto RADAMBRASIZ, 16; Rio de Janeiro. LREMANN, B., 1978. A precambrian core sample from the Altiplano, Bolivia. Geologische Rundgchau; 67: 270-278; stuttgart. LEEMANN, B-, 1979. Schichtgebundene Sn-Lagerstatten in der Cordillera Real, Bolivien.- Berliner Geowissenschaftliche Abhandluagen, Band 14:1-136 Velag von Dietrich Reimer in Berlin. LXUTHERLAND, M., y K-BLOOMPIEED, 1961. The Proterozoic History of eastern Bolivia.— Precambrian Research, 15: 157-179; Amsterdam. LUTHERLAND, M., y B-A.KLINCK, 1982. Introducing the terms: "Paragué craton" and “Pensamiento Granitoid Complex" for use in sheet reports — Report Eastern Bolivian Mineral Exploration Project (Proyecto PrecAmbrico), Santa cruz, unpublished, LITHERLAND, M., B.A-KLINCK, E-A.O'CONNOR y P.E.J.PITFIELD, 1985. Andean-Trending nobile belts in the Brazilian Shield.— Nature, 314:345-348;London. LITHERLAND, Mf; R.N.ANNELLS, J.D.APPLETOM, J.P-BERRANGE, X.BLOOMFIELD, C.G.J.BURTON, D.P.F.DAREYSBIRE, C.J.N.FLETCHER, M.P-HAWKINS, B.A-KLINCK, A.LLANOS, W.I-MITCHELL, ELA.O°CONNOR, P-E.J.PETFIELD, G.POWER, y B.C-WEEB, 1986. The geology and mineral resources of thé Bolivian procanbrian’shield.— British Geological Survey, Overseas Menoic 9: 1-133; Keyworth, Nottingham, U.K. MARTINEZ, C., y P.TOMASI, 1978, Corte structurale des Andes septentrionales de Bolivie, a 1:' 1000,000.~ ORSToM, Notice Explicative 77 -1-48; avec une carte; Paris, MATTHEWS, 8.C., y J-M.COWIE, 1979. Early Cambrian transgressions.- Journal of the Geological Society of London, 136; 233-135; printed in Belfast, North Ireland. Mo BRIDE, S.L,, J.C.CABLLES, A.H.CLARK y E-FARRAR, 1976. Paleozoic radiometric age in the Andean basement, latitudes 25° ~ 30° S.- Barth and Planetary Science 373-383; Amsterdam, Mc BRIDE, S.L., 1977. A K~Ar study of the Cordillera Real, Bolivia and its regional setting.~ Unpublished doctoral thesis- Queen's University, Kingston, Ontario, Canada. Mo BRIDE, 5-L.) R.C.R.ROBERTSON, A.H.CLARK, y -FARRAR, 1983. K-Archronology of Granitoid plutoniam and associated tungeten-tin mineralization, Cordillera Real, Rorthern Aolivia.- Geologische Rundachau, 721 685-713; stuttgart. 54 REVISTA THOHICA OE YPeB, 12 (1)¢ 27-56, WARIO 4961 Mc BRIDE, S.L., A-H.CLARK, E-FARRAR y D-A-ARCHIBALD, 1985. Delimitation of a cryptic tectono-thergal dogain in the eastern cordillera of the Bolivian Andes through K-Ar dating and “ Ar “ Ar step-Heating.- Journal Geological Society of London, paper ‘subpited. MITCHELL, W.I., K.A.O'CONHOR, y B.C.WEBB, 1981. The chiquitos Supergroup: Upper Proterozdic ? Cambrian sediments in eastern Bolivia and Brasilide orogeny.— Report of Eastern Bolivia Mineral Exploration on Project (Proyecto Precémbrico}), WIM/17, unpublished, Santa Cruz. Mora, H.C. y J-A.SALPITY, 1982. Los ciclos magniticos en el Noroeste Argentino.~ Actas V congreso Latinoaméricano de Geologia, III: 523-536 Buenos Aires. O'CONNOR, E-A; 1979. The geology and mineral potential of the San José de Chiquitos area- Repot 5, phase I- Proyecto Prec&mbrico (HGS-GROBOL) Open file rep., unpublished, Santa Cruz. ovimpo, c., 1965. Estratigraffa de 1a Peninsula de Copacabana, Lago Titicaca, Dpto. La Paz.- Instituto Boliviano del Petréleo, Boletin 5 (2): 5-16, La Paz. PICHLER, H. y W.ZEIL, 1972. The Cenozoic rhyolite-andesite association of the chilean Andes - Bulletin Volcanology, 35: 424-452. RAMOS, V., T-B-JORDAN, R.W.ALLMENDIGER, S.M.RAY, J-M.CORTES, y M.A.PALMA, 1981 +n Eezreno aléctono en 1a evaiuacién palcozoica de ‘ios andes Centrale: Actas IX Congreso Geolégico Argantino, Bariloche, II:84-106. RIVAS, 8., 1971. Ordovicico del Coraz6n de Bolivia.- Servicio Geolégico de Bolivia, Boletin i§; 9-18; La Paz. RODRIGO, L.A., 1973. Contribucién a la ubicacién de la roca madre del petr6leo en la faja subandina.- Sociedad Geolégica Boliviana, Boletin 19:45-S2; La Paz. SALFITY, J.A., S.A-GORUSTOVICH y M.C-MOYA, 1984. Las fases diastrSficas en los Andes del Norte Argentino.- Anales del Simposic Internacional de Tecténica Centroandina y Recursos Minerales, La Paz, texto preliminar inédite. SCHLAGINIWETT, 0., 1943. La posicién eatratigréfica del yacimiento de hierro de Zapla y la difusién dei Horizonte Glacial de Zapla en la Argentina y Bolivia. Revista de Mineria Argentina 13(4). Buenos Aires. SCHOBBENHAUS, C., D.DE ALMEIDA, G.RUY DERZE y H.E-ASMUS, 1984, Geologia do Bi Departamento Nacional da Producao Mineral, 1-501; Brasilia,D.F. SOUZA, E-P. y P.R.RILDRED, 1980. Contribucao ao estudo da geologia de Grupo Aguapei, Oeste’ de Mato Grosso.~‘Congreaso Brasileiro da Geologia, Camboriu; Sociedade Brasileira de Geologia, 2: 813-820, SMULIKOWSKI, K. y R-KOfLOWSKI, 1935. Les roches éruptives de Andes de nolivie. Archive Minier, Societé des Sciencea et des Lettres de Varsovie; X: 123-242, Varsovie, Pologne. 1976. E1 Sistema ordovicico en Bolivia.- Revista Técnica de 5(2): 1-223; La Paz. SUAREZ-SORUCO, R. Yacimientos Petroliteros Fiscales Bolivianos, SUAREZ-SORUCO R. y J.L0B0, 1983. La fase compresiva eohercinica en el_ sector oriental de la cuenca cordiljerana de Bolivia.- Proyecto N? 193, P.1.c.¢; Segunda reunién, Sucre, Boliviay 193-207. TILTON, G-R; R.J.POLLACK, A.H-CLARK, y R.C.R.ROBERTSON, 1981. Isotopic composition of lead in centrai Andean ore deposits.- Geological Society of America, Memoir 254: 791- 816; Ann Arbor, Mich. 58 TOSELLI, J-A. y J-ROSSI DR TOSELLI, 1977. £1 Plutén granitico de la Sierra de los Cobres, provincia de Salta, Argentina.- Acta Geolégica Lilloana, XIII; 5. Tucumén. TISTL, M., 1985. Die Goldlagerstitten der ndrdlichen Cordillera Real-Bolivien und ihr geclogischer Rahmen.- Berliner Geowissenschaftliche Abhandlungen, Band 65:1-102; Verlag von Dietrich Reimer in Berlin. TURNER, J.C.M., 1964. Deacripcién geolégica de la Hoja 2c, Santa Victoria.- Instituto Nacional de Geologia y Mineria Argentina, Boletin 104:1-93, Buenos Aires TURNER, J.C.M., y V-MENDBZ, 1975. Geologia del sector oriental de los departamentos de Santa Victoria e Iruya, provincia de Salta, Repblica Argentina. Academia Nacional de Ciencias de Cérdoba, Boletin §1 (1-2):11-24. VELA, V.CH., 1979. Memoria explicativa del mapa geolégico-estructural del Pera, a gacaie 1:2/500.000.~ Instituto de Geologia, Minerfa y Metalurgia (INGEMMET), informe inédito, Lima. VERGARA, M, y O.GONZALRS-FERRAN, 1970. Structural and petrological characteristcs of the Late ‘Cenozoic volcanism from chilean Andean region and west Antarctica. Krystallinikum; 9; 187-184; Praga, Chec. WHITE, A-d-R. y V.W.CHAPPELL, 1977. Ultrametamorphiem and granitoid genesi: Tectonophysics; 43: 7-22. 2EIL, W., 1983. Das prakambrische Basement der Anden ~ Ein Uberblick.- Zeiblatt. Geologische und Paliontologie, Teil I (3-4): 246-254; stuttgart. RIL, W., 1986, Siidamerika - Geologie der Erde - springer Verlag., Heidelberg. waido Arturo Avi2e-saLinas [AEADENIA NACIONAL DE CEENCEAS DE BOLTVZA Ue Pex - boiivia 56 REVISTA TECNICA DE ORR, 12 (1): S764, HARIG 1993 FAUNA EOQDEVONICA DEL URUGUAY Altrese Figuetras RESUMEN Se realiza una sinteais histérica y geo-paleontolégica sobre el Devénico del Uruguay. Se estudia la fauna de la Formacién Cordobés, conatituida por 79 especies de macrof6siles pertenecientes a: Brachiopoda, 28 spp. (35,54), Bivalvia, 20 spp. (25%), Trilobita, 18 spp. (238), Tentaculita, 5 spp. (6,38), Gastropoda, 4 spp. (5%), Conulariida, 2 spp. (2,68), Ophiuroidea, 1 sp. (1.33) y Annelida, 1 ep. (1,38).- Se mencionan 39 formas de paleomicroplancton (Acritarcha, Chitinozoa). Se establecon correlaciones con otras areas de Sud America y Sud Africa y se menciona e) namero de Se estudian las caracteristicas faunisticas del Devénico temprano Proporciona una emumeraciGn sistem&tica completa de los macro y ABSTRACT ‘A historial and geo-paleontological aynthesis on Uruguayan Devonian is made. The fauna of Cordobes Formation is studied. 79 macrofoeail species were found, detailed as folows: Brachiopoda, 28 spp. (35,58), Bivalvia, 20 spp. (25%), Trilobita, 18 app. (23) Tentaculita, 5 spp. (6.38), Gastropoda, 4 app. (54), Convlariida, 2 spp- (2.6%), Ophiuroidea, 1 ep. (1-38), and Annelida, 1 ép. (1.3%). 39 paleomicroplanktonic forms (Acritarcha, chitionozoa) are mentioned. Correlations with other areas of South America and’ South Africa are established, ag the number of epecies in common, The faunal characteristics of Uruguayan Karly Devonian are studied, and a complete eyatematic enumeration, both macro and microfossile of Cordobés formation is given. INTRODUCCION Esquistos de Rincén de Alonso y Areniscas de la Paloma; se estudian ademas, los trilobites del primer afloramiento descubierto en 1935. La presencia del Devénico en €1 Uruguay fue eefialada, por primera vez, por Terra Arocena (1926) al estudiar los testigo: de la perforacién de Rincén de Alonso, sobre el Rio Negro. El estudio de 1a En base a los estudios paleontolégicos, Méndez Alzola @i6 a esta asociacion Fecna Phe "foallcade) gor ‘ender Alecia fe0ntstice ans edad fodevéniea- (1934), quién en 1938 publicé un estudio ti completo de los fésiles devénicos dey fambert | (3939), yampiia Y precisa el Uruguay (70 especies), incluyendo los Conocimiento del Dev6nico uruguayo. hallados en el primer afloramiento por 61 localizado en 1935, en la imargen izquierda del Arroyo Cordobés. Lambert y Méndez Alzola (1938) describen ua nuevo afloramiento en el Cerro del estableciendo su extensign superficial, sus relagiones y ou litologia. Caorsi y Gomi (1988) cambian la denominacién de jas tres unidades propuestas en base a sondeos, por nombres geograficos donde afloran dichas formaciones: Arconas del errezuelo, Lutitas del Cordobésy Convento. ‘Terra Arccena y Méndez Alzola Cerrezuelo, (1098) eotadian Te aiseribacion “get Areniscas de las Palmas. sossi (1966) bevantco y “sepatan tres unidades 497upa las tres formaciones en una unidad teatigréficas por “es diztines litoestratigrafica que denomina Grupo {itologia: Aroniacas de]. “Carmen, DUrazno. Desde 1939 no se realizaron 87 ALF Frownraas, estudios paleontclégicos sobre la macrofauna de la Fm. Cordobés, hasta que Méndez Alzola y Sprechmana (1973 a y b) gefialan dos especies de conularidos y efectian una revisién de las especies de Lingala, describiendo dos especies nuevas. En lo referente al paleomicroplancton, fueron realizados estudios por Martine Macchiavello (1968, 1969) y mas tarde por Péthe de Baldis (1977) que describe nuevas formas y actualiza algunos taxones. Los depésitos del Devénico Inferior, en el Uruguay, forman la porcién basal de las unidades que conforman la cuenca intracraténica del Cantro-Norte del pais, que constituyen el extreno Sur-oriental de la Cuenca de Parana. Se extienden en superficie al £ del departamento de Durazno y sW del departamento de Cerro Largo. | Comprende tres unidadea formacionales de diferente naturaleza litolégica, que evolucionan concordantemente de una a otra, representando en conjunto, una evolucién faciolégica transgresiva, por lo que s agrupan en una unidad litoestratigréfica denominada Grupo Durazno (Boasi, 1966). Este grupo corresponde croncestratigraficamente, al Piso Eusiense de 1a Serie Devénica Inferior y comprende, de ta base a la cima. Formacién Cerrezuelo: _areniscas gravillosas fundamentalmente arcésicas, siendo el rasgo estructural dominante 1! estratificacién cruzada. No 08 fosilifera. = Formacién Cordobés y lutitas caoliniticas, micaceas, de colores gris y cre, con intercalacién de aiveles muy fosiliferos, que indican condiciones marinas de acumalacién. areniscas muy finas Formacién La Paloma: compuesta por areniscas finas a medias, arcillos micéceas, de color violéceo, macizas y/o con estratificacién paralela y lechos gravillosos intercalados, que Gorresponden a la fase regresiva del mar devénico. No ea fosilifera (se han citado restos mal conservados que serian "retrabajado: Los sedimentos devénicos se apoyan en discordancia sobre el baaamento eristalino, erosionade a nivel profundo, Yy estén recubiertos, discordancia erosiva, en su mayor parte por sedimentos gondwanicos de edad Carboni fero-Pérmica de 1a Formacién San Gregorio y, en parte, por las Lavas de Arapey. La potencia total reconocida en de 286 m, (sondeo La Paloma), desarrollandose 1a Sedimentacién en direccién SE-NW. La presencia de Australocoelia tourteloti en tede el espesor de la Formacién Cordobés, le confiere una edad emsiana (Soucot, 1971), 1a que estaria reafirmada por la presencia de la acritarca ‘Teiangulina alargada (f6sil guia del Piso Bmaiano). CARACTERISTICAS FAUNISTICAS DE LA FORMACION CORDOBES Desde el punto de vista bioestratigréfico, corresponde a la zona de Agrupamiento de Australocoelia tourteloti establecida por Francis (1975), cuya Area tipo se halla sobre la margen izquierda del Arroyo Cordobés, 14 km aguas abajo del Paso de la cruz. Existen otros afloramientos en el departamento de Durazno (Cerro del Convento, proximidades de Blanguillo, san José de ‘las Cafas, etc.), extendiéndose la unidad considerada también por el subsuelo (perforacionos de Rincén de Alonso y La Paloma). La Formacién Cordobés ha aportado formas fOsiles de invertebrados de la denominad "fauna austral eodevénica” o Malvino- Africa. Posee una abundante fauna constituida fundamentalmente por braquiépodos, moluscos (en especial bivalvos) y trilobites y, en niimero mucho tentaculites, gastrépodos, equinodermos y anélidos. La paleofauna de la Formacién Cordobés Comprende 79 elementos faunisticos, de los cuales 47 son especies comunes’ con los de otras localidades sudamericanas y sudafricanas; 21 son especies nuevas, 6 610 han podido ser determinadas en forma dudora y 5 determinadas a nivel genérico. Las 47 especies comunes con otras localidades del Dominio Malvino-Céfrico, se correlacionan en forma mia directa con las de la Formacién Ponta Grossa del Sur del Brasil (Cuenca intracratonica de Parana de la que el Uruguay constituye el extreme Sur-oriental) y en parte también, con otras formaciones de la Serie Chapada de Matto Grosso, de la Cuenca de Parnaiba (mm. Pimenteira) y ée 1a Cuenca Amazénica 58 REVISTA TECHICA Dx YEPB, 12 {1)t 87-86, Mazo 1991, (maecuré), con [as cuales comparte en total 36 especies comun con otras localidades fosilfferas del Devonico Inferior de América del Sur y Africa del Sur comparte cierto nimero de elementos comunes, que en orden decreciente, son: con las faunas devénicas de Bolivia de 1a zona andina (Fms. Belén y Sicasica), del Centro (Fes. Icla y Hoamanpampa) y del Este (Pm. Roboré), tiene en total 21 species en comin. unas 20 especies son comunes con las formaciones argentinas de 1 Precordillera (Formacién Talacasto) » del frea Subandina de Salta y Jujey. 15 especies son comunes con la fauna de 1a Formacién Fox de las Telas Malvinas. 14 eupecies son comunes con la fauna de las capas de Bokkeveld de Africa del Sur. 4 especies son comunes con las del Grupo Ttacurubi de Paraguay Bn la Formacién Cordobés, los Draquiopedos son les fésiles mas ‘comuner y las 28 especies conocidas represent: algo mée de 35 % del total de especie Batre log Articulados figuran 13 espec: pertenecientes. a los _ géneros: Australocoelia (1 esp.), Australospirifer (2 esp-, 1 dudosa), Australostrophia (1 esp.), Notiochonetes (2 esp.), Derbyina (3 esp.) Mutationella (1 esp.), Schellwienella (2 esp.) y Leptaena (1 esp. exclusiva). Batre los tnarticulados eatin presentes 15 especies de los génercs: Lingula (9 esp., 3 exclusivas), Orbiculoidea’ (5 esp. 2 exclusivas) ¥ Schizobolus (1 esp. exclusiva). Entre los bien braquidpodos predominan dos eapeci caracteristicas y de amplia dispersion gecgrafica: Australocoelia tourteloti (f6ai1 guia “del Devénico Inferior austral) y Orbiculoides baini, muy abundante y cuyo niimero de individuos alcanza casi ia mitad del total de ejenplares. Los moluscos estén representados por 29 especies que alcanzan casi un 37% del total de especies del Bodevénico uruguayo (ai Tentaculita, Lot se incluyen los (algo mis de un 25 § del total) con Predominancia de los taxodontos. Géneros: Muculites (9 esp., 4 exclusiv nivel genérico), Phestia (1 viator), Janeia (3 esp. i exclusiva y i dudosa), Modiomorpha (2 esp., 1 dudosa), Goniophora {2 esp.), Pleurodapis (1 eap.} Leptodomella {1 esp.), Grammysia (1 esp.) y Pholadella (1 esp.). No se han descrito en el Uruguay representantes del génera Palasoneilo, que es unc de los géneros por lo general bien representados en las faunas dev6nicas australes, aunque sa presencia es probable. Los__grastrépodos _estAn__pobrenente representados por 4 especies (1 dudosa y YE nivel genérico) aleanzando a6lo un 5 ‘a del total de especies. Géneros: Plectonotus (1 esp.), Bucanelia (2 esp.» i ‘dudosa) y Platyostoma (1 eap.}. Loo tentaculita gon relativanente frecuentes y comprenden 3 eapecies (casi 6.5 8 del fotal de especies), siendo ‘Tentaculites el Gnico género y 1a especie T.crotalinus la mis abundante y de mda amplia dlspersiéa geogrfica: Batre los artrépodos, los trilobites son elementos comunes, estando representados por 18 especies (de las cuales 11 son propias de a Formacién Cordobés), alcanzando casi un 23 % del total de especies del Devé ‘8610 dos familias Homalonotidae con 8 Galmoniidae con 10 especies. A la primera pertenecen los géneros: Burmeisteria (2 especies, 1 dudosa), Digosua (1 esp.} Dipleura (3 esp.) y "Homalonotua" 9.1. (2 esp. alfa y beta). A la familia Calmoniidae corresponden los géneros: Metacryphaeus (1 ep.) Calmonia (3 esp.), “Calmonia" (esp. brevicaudata, que probablemente correaponde a un’ nuevo género), Pennaia (2 esp.), Paracalmonia (2 esp.) y ? Acastoides (2 especies que no corresponden estrictamente al género Reastoides del Hemisferio Norte y que seria un plesiomorfo). La clasificacicn de este grupo debe considerarse en gran parte tentativa. las especies de trilobites del Devénico uruguayo (y de 1a fauna trilobitica Malvino-cfrica en general) tienen necesidad de una urgente revisign moderna, para poder establecer sus verdaderas zelaciones, ean Otros phyla representados: muy pobremente Los cnidarios de la clase Conulata estan representados por 2 especies (2.5 % del total) de los géneros Conularia y Mesoconularia. 39 Los anélidos estan representados por una nica especie del género Serpalites (2,38 det total). Los equinodermos estan representados por una especie de Ofiuroideo del género 16 Orbiculoidea duraznensia Méndez Alzola, 1938) Fam. incierta (Trematidae?) 17 Schizobolus problematicus Méndez Bncrinaster (1,3 % del total). Alzola, 1938) MICROVOSILES.- También han sido ARTICULATA estudiados representantes del microplancton marino: Acritarcas STROPHOMENIDA (Martinez Macchiavello, 1968, 1969; Pot! de Baldig, 1977) y Quitinozoos (Da Silv Leptaenidae 1985). 18 Leptaena waltheri Méndez Alzola, ENUMERACION SISTEMATICA DE LA 1938 PALEOFAUNA DE LA FORMACION CORDOBES Meekellidae 19 Shellwienella inca (d'Orbigny, CNTDARIA ie42) 20 Schellwienelia sulivani (Morris & ‘CORULATA Sharpe, 1846) Conulariidae chonetidae 1 Paraconularia africana (Sharpe, 21 Rotiochonetes falklandicus (Morris 1856) & Sharpe, 1646) 22. Notiochonetes skottsbergi (Clarke, 2 Mesoconularia ulrichana (Clarke, 1913) 1913) hone: itaae BI 7 et. rophi 23 Australostrophia mesembria (Clarke, INARTICULATA 1913) Lingulidae ‘SPIRIFERIDA 3 Lingule lamella Clarke, 1913 liidae 4 Lingula lepta Clarke, 1913 Beptocoe) 5 Lingula scalprum Clarke, 1913 24 augtralocoelia tourteloti Soucot & 6 Linguta oliveiral Méndex Alzola, Gill, 1956 7 Kingula coheni Uirich, 1892 pelthyrididae 8 Lingula cf. kozlowskii Feruglio, 1933 25 augtralospirifer iheringi (Kayser, 9 Lingula afé. keideli Clarke, 1913 i300) 30 ‘ingula klappenbachi Méndez Alzola & 26 Auatralospirifer ep. ident. ‘Sprochmanny 11 Lingula diminuta "Méndez Alzola & TEREURATULIDA Sprechnann, 1973 Mutationellidae Discinidae 27 Mutationella falklandica (Clarke, 12 Orbiculoidea collis Clarke, 1913 1913) 13 Orbiculoidea baini (Sharpe, 1856) 28 Derbyina whitiorum Clarke, 1913 14 Orbiculoidea bodenbenderi Clarke, 29 Derbyina elta Méndez Alzola, 1938 4913 30 Derbyina jamesiana (Hartt & 15 Orbiculoidea doellojuradoi. Méndex Rathbun, 1874) Alzola, 1938 60 [REVISEA TECNICA DE PPB, 12 ( ‘51-64, MARED 1991 ANNELIDA POLYCHARTA Torellelidae a1 Serpulites sica Salter, 1856 MOLLUSCA BIVALVIA, PALAEOTAXODONTA, Malletiidae 32 33 34 35 Nuculites Nuculites Nuculites: 1938, Nuculites 1938 Nuculites oblongatus Conrad, 1885 Nuculiter encamondii néndex Aizola, Muculites capensis Reed, 1904 Nuculites freitasi Méndez Alzola, 1938, Muculites sp. pacatup Reed, 1908 sharpei Reed, 1908 clarkei Méndez Alzola, keideli Méndez Alzola, Nuculanidae a1 Phestia viator (Reed, 1908) CRYPTODONTA Solemyidae a2 43 “a Janeia uruguayensia Méndez Alzola, 1938 Janeia brasiliensis Clarke, 1913 (?) (Reed, Modiomorphidae as 46 a7 Modiomorpha austronctica Clarke, 1813 Modiomorpha (7) minuta Kozlowski, 1923 Goniophora abbreviata Clarke, 1913 HETERODONTA Permophoridae Pleurodapis multicincta Clarke, 1913 ANOMALODESHATA, ‘Bdmondiidae 49 Leptodomella ulrichi (Clarke, 1913) Grammysiidae 50 Grammysia rara (7) Xozlowsky, 1923 51 Pholadella cf. radiata Hall, 1876 GASTROPODA, ARCHAEOGASTROPODA Sinuitidae 52 Plectonotus derbyi Clarke, 1899 53 Bucanella laticarinata (Knod, 1908) 54 Bucanella reissi (7) Clarke, 1899 Platyceratidae 55 Platyontoma sp. ‘CONICONCHIR ‘TRNTACULITA 61 Tentaculitidae 56 Tentaculites 1956 Tentaculites Tentaculites Tentaculites Tentaculites crotalinus salter, 87 bellulus Hall, 1876 Jaculus Clarke, 1913 oseryi Clarke, 1699 ap. indet. Burmeisteria heracheli (?) (Murchison, 1893) Burneisteria buqueti (Méndez Alzola, 1938) Digonua noticus (Clarke, 1913) Dipleura magna (Méndez Alzola 1938) (Homalonotus magnus M.A- Dipleura spatulirostra (Méndez Alzola, 1938) Bipleura caorsli (Méndez Alzola, 1938) “Homalonotus™ sp. alfa Méndez Algola, 1938 65 66 67 68 "Homalonctua” op. beta M.A., 1938 calmoniidae 69 Metacryphacus australis (Clarke, 1913) 70 Calmonia signifer Clarke, 1913 71 Calmonia terrarocenai Méndez Alzola, 1934 72 Calmonia subseciva Clarke, 1913 73° "calmonia” brevicaudata Méndez Alzola, 1938 (posibl.n.gén.) 74 Pennasa pauliana Clarke, 1913 75 Pennaia devincenzii Méndez Alzola, 1938 76 Paracalmonia deformis (Méndez Alzola, 1938) 77 ?Acastoides verneuili (d'orbigny, 1842) (Género distinto de Acastoides boreal). 78 ?Acastoides cordobesa (Méndez Alzola, 1938). ECHTNODEREATA OPHIUROIDEA OBGOPHIURIDA Enerinasteridae 79. wncrinaster pontie (Clarke, 1913) MICROFOSILES DE LA FORMACION CORDOBES DevSnico Inferior (Emsiano} del Uruguay 1969 (Inéditoy PRASYNOPHYCEAR? Tamanites aff. tapajonensis Sommer, 1953 Tasmanites aff. evelinoi sommor, 1953 ‘Tagmanites aff. derbyi Sommer, 1953 aff. harttii Sommer, eu we 5 Hystrichosphaeridium cf. Tongiepinosum Eisenack, 1938 ACRITARCHA 6 Protoleiosphaeridium papillatun Staplin, 1961, 7 Baltisphaeridium echinodermun 9 10 Bb 2 a3 4 as 16 a7 18 19 20 an 22 23 24 25 26 27 28 29 30 3a 32 33 34 35 36 stockmans & Williére, 1962. Baltisphaeridium simplex yar millermelcheri Mart. Macch., B. brevifurcatum Fisenack, 1954 (Wart. Macch., 1969, Inédito). B. malum Cramer, 1964 (Mart. Macch., 1969, Tnédito). Baltisphaeridium moluscum Mart. Macch., 1969 (Inédito}. B.guillermi Cramer var. menendezi Mart. Macch., 1969 (Inédito) Lophos idium parvum Stock & Will, i963 (M.M. 1969, Inédito) Diexallophasis denticulata (stock & will, 1963) Sisenackidium cf. duplex (Ccaner. 1964) Micthystridium stellatum Deft. , 1942 Visbysphaera cf. erratica (Bisenack, 1954) Eetiastra uruguaia Puthe, 1977 Rvittia cf. thyrao (Cramer, 1964) ium europaeum Stockmans & williére, 1960 Voryhachinm legrandi stock & Will. var. pentapoda Mart. Macch., 1968 Veryhachinn trapezionarion foebl., Veryhachiua aff. trispininflatum Cramer, 1964 Veryhachium trispinosum (zisenack, 1938) Veryhachium limaciforme stockmans & williére, 1962 Leiophusa op Cordobesia uruguayensis (Martine: Macch., 1968) Coraoboeia criantal rothe, 1977 Po! ium cf. a5] Cramer, 1967 pervs Pterospermopsis pornambucensis Brito, 1967 Helios umbelliferum Péthe, 1977 Triangulina alargada Cramer, 1964 (¥60it guia del. Bmaiano) Triangulina aspera Pothe, 1977 Tunisphaeridium caudatun Dounff & Evite, 1968 Tunisphaeridium cf. veposum Deunff, 1968 Tetraletes spp. (CHITINOZOA, a7 38 62 Cyathochitina sp. Da Silva, 1985 (Inédito) Hoeaphaeridium sp. Da Silva, 1985 (inéaito) REVISTA TECNICR DE YPFB, 12 (21): 57-64, MARIO 1991 REFERENCIAS CITADAS BOSSI,J., 1966. Geologia del Uruguay. Dpto.- Publ. Univ. Rep. Col. Cienc. 2:1-264, Figs. 1-71, mapas. Montevideo. CRORST,J.H. y J.C.COHI, 2958. Geologia uruguay Fotos 1-42, I cuadro, 1 mapa. Montevideo. Bol.Inst.Geol. Uruguay, 37: 1-73, DA SILVA,J-, 1985. Ciclo transgresivo-regresivo del mar devénico en Uruguay verificado por Palinologia.- 6 pp., 3 lém. (Inédito}. FIGUEIRAS,A., 1971. Revisién de las especies uruguayas: actuales y f6siles de la subclase ‘Palaeotaxodonta Korobkov, 195¢ (Mollusca: Bivalvia).~ Com. Soc-Malac. Uruguay, 4(28):59-92. FIGUEIRAS,A. y J.BROGGI, 1968. Fetado actual de nuestros conocimientos sobre los moluscos f6siles del Uruguay. Parte III.- Com.Soc. Malac. Uruguay, 2(15): 279-313. Montevideo. FRANCIS, J.C. Uruguay:— Actas I Congr-Arg-Paleost. y Bioestrat 1975. Eequema bicestratigrSfico regional de la RepGblica Oriental del 2:539-568. Tucuman, HAPRINGTON,H.J., 1956, Uruguay. In: W.F. Jenks (Ed.)- Handbook of south American Geology.- Mem.Geol.Soc-Amer. 65:115-128. HARRINGTON, H.J. 1967. Devonian of South Arerica.~ Proc.Internat.Symp. on the Devonian System, 1:651-672, Figs. 1-5. alberta Soc.Petrol.Geol. Calgary. LAMBERT,R., 1939. Memoria explicativa del mapa geolégico de los terrenos sedimentarios y de las rocas efusivas del departamento de Durazno.- Hol-Inst.Geal. Uruguay, 25 D: 2-37, lame, 1-14, lim. A, figa., 1 mapa. Montevideo. LAMBERT,R. y R-MENDEZ ALGOLA, 1938. Un nuevo yacimiento fosilifero devénico en el depactamento de Durazno.~ Bol.Inst.Geol. Uruguay, 24:169-174, lam. I, figs. 1-2. Montevideo. MARTINEZ MACCHIAVELLO,J.C. 1968. Quelques Acritarches d'un échantillon du Dévonien Inférieur (Cordobés) Blanguillo, Dpto. de Durazno, Uruguay. Revue de Micropaléontologie, 2:77-84, 12 fige., 1 pi. Paris. MARTINEZ MACCHIAVELLO,J.C. 1969. Zsporonorfos de una sedimentita del Ddevénico Inferior del Dpto. de Durazno, Uruguay. 10 page, 2 léms, (Inédito). MARTINEZ MACCHIAVELLO,3.C. 1969. Algunas Acritarcas de una muestra del Devénico Inferior (Cordobés) de Slanguillo, Durazno, Uruguay.- II pp. 1-10, 1 1am, (Inédito). MENDEZ ALZOLA,R., 1934, Contribuci6n al conocimiento de la fauna devénica de Rincén de Alonso.- Bol.Inst-Geol. Perf. 21:21-54, lame. 3-4, 1 fig. Montevideo. MENDEZ ALIOLA,R., 1938. Fosiles devénicos del Uruguay. Bol-Inst.Geol. Uruguay, 24:3- 115, lama. 1-15,°1 fig. Montevideo. MENDEZ ALZOLA, R., 1939. Trilobitas del primer afloramiento devénico descubierto el Uruguay. (Gn: Contribuciones a la Geologia del Uruguay). Physis 14:121-142, léms 3-2. Buenos Aires. MENDEZ ALZOLA,R., 1944. Geologia Hist6rica del Uruguay.~ An- Instr, Primaria (2) 7 (3- 4): 191-261, Figs. 1-85. Montevideo. 63

You might also like