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CAPITULO 5 MEDIOS GEOMETRICOS Y GRATICOS $.1. EVIDENCIA EN LAS INTERPRETACIONES DE LOS SISTEMAS DISCRETOS Los sistemas dicretos, a cuyos métodes de estudio se dedi existen en una diversidad cxclusivamente grade. ba apres mn del cardcler disereto de til o cual sistema se forma o bien debido a la comprens sién de fa existencia separada y discreta de los elementos del sistema dado, o bien se predetermina por el cardcter disercto de ia informacion recibida (por ejemplo, lecturas de los instrumentos). Correspondientemente, los métodos matematicos de investigacidu de los sistemas semejanics sc caracterizan por la misma diversidad. Los modelos matematicos de los sistemas discretos son, con mayor [re- cuencia, conjuntos de ubolos dispuestos en la forma -discreta, habitualmente de puntos, unidos con lineas, si eso esta determinado por las condiciones del problema. A los modelos vombinatorios se les alribuye una evidencia maxima posible no sélo para facititar la comprensién de tal o cual problema, Las medios ilustrativos o diddaglicos de sis CoMbinatorig Conbribuyen Cre- cuentementé a crea: las posibilidaces paca resolver los problemas. De ejemplo puede servir el teorema de Ramsey (véase § 3.3). Recordemos que el teorema de Ramsey generafiza la idea de particién de los conjuntos. Sea P, (S} = Aj UA1U.,..W A, una particién del canjun- to de todos fos rsuhconjuntos del conjunto $. Supongamos, luego, que vienen dados niimeros enteros g; tales quel N) el conjunto S contiene un (q Arsubconjunto para cierto / = [1, 2, ..., t}), Veamos un caso particular del teorema de Ramscy en que r= 2. La interpretacié6n geoméirica en este caso se expresia asf: 1 elementos co- rresponden a 7 puntos en un plano; a un par de puntos corresponde un Ssegmento que une dichos puntos; la inclusién uel segmento en el subcon- junto A; se marca pintandolo de i-ésimo color (i = 1, 2,.. .. ). El teorema de Ramscy garantiza la existencia, para n > R (p, q; 2), de p puntos unidos entre s{ sdlo con segmentos del primer color, o bien Ue g puntos unidos s6lo con segmentos del scgundo color. La misma idea sirve de base para !a aplicacién del teorema de Ramsey a los poligonos convexos. Se analizan los n-conjuntos de puntos en un plano tales que ninguna combinacién de tres puntos se dispone en una 130 Fig.s. 2 e © misma recta. Resulta que empleando los puntos de dicho conjunto como yértices, podemos construir cualquier poligono convexo de nt lados, siem- pre que 7 sea suficientemente prande, Teorema. Para un niimero entero dado m caiste un mimero entero minimo Nj», tal que cualesquiera Nj, punios en ul plano, de los cuales ninguna combinacién de ires se dispone en una misma recta, contichen w puntos que torman un poligono convexo de i lados. Demostracidn. Obscrvemos, para iniciar, que entre cualesquicra 5 pun- los s¢ pueden elegir 4 quc representen fos vértices de un cuadrildlero con- vexo. La demostracién se observa facilmente en La fig. 5.1. Segtin se ve, incluso ef caso “degenerado” (fig. 5.1, ¢) da un cuadrilitero convexo (en el interior de un triangulo). Ahora, es licita la afirmacion de que si entre vi puntos en consideracién cualesquicra 4 son vérlices de un cuadrilatero convexo, entonees dichos nt puntos forman un poligono convexo de q lados. lin efecto, supongamos que existe, a lo sumo, un poligono convexo de g lades (gq < nr). Sirvién- donos de Jas diagonales trazadas a partir de un mismo vértiee, dividamos este potigono en traingulos y en este caso (rr - q) puntos cacran en el ine terior de los tridngulos, lo que contrad condheién de convexidad de todos los cuadrilaterus. sto quiere deeir que q-. nt, el poligono de mz Jados seri convexo. Analicemos ahora la afinnacién general, Sea m > 4; n SN Gn, 3 4). . . mw “ Partiremos los 4-conjuntos (nay en total (:) de tales conjuntos) en convexos y no convexos. Entonees, segun el teorema de Ramsey, o bien: a) existe un pentdgono con todos los cuadrilateros no convexos, lo que con- tradice lo demostrado anteriormente; o bien b) existe un poligono de im lados cuyos cuadrildteros san todos convexos, y, por consiguiente, de con- formidad con lo demostrado anteriormente, este poligono de sr lados es convexo. Las inlerpretaciones geométricas cxisten para casi todos los objctos combinatortos. Por ejemplo, para los cuadrados latinos Ja intepretacién geométrica se construye del modo siguiente. Cada ano de los 1 clementos de un cuadrado [atino se considera como un punto sobre fa diversidad de 2-coordenada. Por el conjunto de puntos que forman ¢] cuadrade latino tracemos tres n-familias de lineas que pasan: 1) por las filas, 2) por las columnas, 3) por los clementos iguales. Estas familias forman una 3-red o 131 con n* nodos, Inversamente, cada 3-red de esta indole puede interpretarse como cuadrado latino. La condicién de cquivatencia de los cuadrados latinos en la interpreta- cién que se considera aparece como conservacién de las 3-redes al reenumerar las Hneas de cada familia, A veces se admite la sustitucién reciproca de las familias, con fo cual se amplia el concepto de equivalencia, Diremos, por fin, que la interpretacién geométrica fue, evidentemente, ta causa por la cual surgié ef concepto de ortogonalidad en aplicacién a los cuadrados latinos. ra Una aplicacién sucesiva y reiteracda de las interpretaciones ilustrativas condujo a que se hayan separado clases de modclos matematicos que po- seen sus propios medios de investi n claramente distinguibles a saber, la axiomitica, Ia tcrminologia, los simbolos y Jos medios Idgicos de demostracién. En nuestro caso dichos medios se representan, con preferen- cia, por las geometrias y los grafos finitos. La tarea del capitulo presente consiste en introducir al lector cn estas ramas extensas de las matematicas, en interés del objetivo fundamental del libro. 5.2. IDEAS GEOMETRICAS FINITAS Para los sistemas que se estudian en cl andlisis combinatorio se cemptean geometrias finitas. Este término se usa para designar sistemas compuestos por un numero finito de elementos, entre los cuales cstdn establecidas las relaciones de incidencia. A los elementos, no cdefinibles en general, se les asignan nombres geométricos: “puntos” P y “lincas” L. La relacién de incidencia / se Ice asi: “un punto P se dispone en la linea L", o bien “la linea £ contiene el punto P”. Para dichas relaciones se introducen, adenias, axiomas del tipo que tiencn los axiomas geamétricos. Las precisiones y explicaciones adicionales o bien Jas modificaciones de las enunciaciones iniciales conducen a diferentes tipos de geometrias finitas y a las partes de la geometria contiguas y préximas a las citadas geometrias. Asi, por ejemplo, surgen las relaciones con los problemas de la topologia combinatoria, la geometrfa discreta, la geometria proyectiva, la teorfa geométrica de los mimeros, la teorfa de los grafos, la geomeiria combinatoria, etc. Sobre los espacios proyectivos. Sc conoce, por ejemplo, que la totalidad de todos los espacios de una estructura incidente [FP L, J}, que acabamos de mencionar, dondc los elementos P se Haman puntos, los elementos L, I{neas, y J, relaciones de incidencia, es un espacio proyectivo. Existen diferentes métodos de construccién axiomatica de un espacio proyectivo. El mas empleado es la modificacién del sistema de axiomas propuesta en 1899 por D. Hilbert con el fin de fundamentar la geometria elemental. Todo espacio proyectivo se considera como una coleccién de elementos de tres géneros: puntos, rectas y planos, entre fos cuales se 132 establece la relacién de incidencia, fundamental para Ja geometrla proyec- tiva, que se caracteriza por axiomas adecuados, Estos axiomas se diferen- cian del grupo correspondiente de axiomas de fa geometria élemental en que en los primeros se requiere que cada dos rectas dispuestas en un mismo plano (engan wn punto comin, y en cada recta se tengan al menos tres puntos distintos. Pura obtencr una geometria mas sustancial, la totalidad citada de axiomas se completa con axiomas de orden y continuidad (para un espacio proyectivo real), con el axionia de Pappus (para la geometria proyectiva sobre un cuerpo conmutativo), con el postulado de Fano, ete. Examinemos a continuacién més detalladamente dos métocias de cons- truir espacios proyectivos. primer lugar puede tratarse de la realizacién de un espacio proycctivo como un conjunto de rectas en un espacio lineal. Sea L tn espacio lineal sobre campo K, y denotemos con dim L la dimensién de £. EE conjunto P(L) de rectas (es decir, de subespacios lineales unidimensionales) cn L Meva el nombre de espacio proyective asociado con £, y las propias reetas en £ se Haman puntos de P(L). Bl mimero dim £ — 1 es la dimensién de P(L) y se denota dim P(L). Los espacios proyectivos y bidimeasionales se denominan recta proyective y plano proyectiva, respectivamente, Un conjunte de la forma P(A), donde A & L se llama swbespacio pro- yectivo-en P(L). Es evidente que P(A, 0.A2) = P11) 0 P(A), os decir, una familia de espacios proyectivos esta cereada respecio de las interseccioncs. Por eso, en el conjunto de subespacios proyectivos P(A) que contienen el conjunto dade $ & P(L) hay un subespacio menor, que se representa por » de todos fos subespacios de este tipo. Este iiltimo Meva cl nombre de capsule propectiva de S, sc denota con S, y coincide con P(A), donde 4 es lac Ha lineal de todas las rectas correspondientes a los pun- las s€ Sen L. Se puede mostrar, que si Mi y Pz sou dos subespacios proyec- tivos finitos en el espacio proyectivo P, entonce:, dim(P, OP, + dim(P,/N Py) = dim P, + dim P; En adelante nos hardn falta dos espacios proyectivos concretos que se denotminan configuraciones de Desargues y de Pappus. Configuracién de Desargues. Sea A una familia de puntos en un espacio Proyectivo. EJ simbolo A designard su cdpsula proyectiva. En un espacio proyectivo tridimensional examinemos el seis ordcnado de puntos (@:, @, @, M, b2, by). Se supone que los punios son disiintos de dos cn dos y que a Agay y bb; son, en esencia, unas planos. L.uego, supungamos que las teetas abr, abe y ayby se intersecan en un solo punto p, distinto de 1, dey ty da, ba, Dy (fig. §.2). Fin este caso diremos que los tridngulos (aiaidis) y (6.6203) son perspectives respecto del punto p y cada uno de ellos es una proyecciin del otro realizada desde el centro p, si ellos se disponen en diferentes plinos. Entonces, para (ode par de indices [4 J} S (1, 2, 3) das reetas wey ¥ Us8) no coinciden, pcs en el caso contrario 133 Pig. S.2, tendriamos a, = b;, puesto que a y &; son puntos de interseccién de estas rectas con la recta pajbj. Ademias, las reetas aaj y bjd; se disponen en el plane comin pag. Por eso, ellas s¢ intersecan en uii punto que se designard con cy. Los puntos cya, ¢13, 3 son puntos de interseceién de las prolonga- ciones de los pares de los lados correspondientes de los triangulos (a,a2@)) ¥ (hrbzdby). Diremos que fos tridngulos (a1@2@5) y (6,823) son perspectivos respecto de la recta /, siempre que los puntos cra, 13, 23 se disponen en fa recta /. Teorema de Desargues. Si dos tridngulos son perspectivos respecto de cicrto punto, son perspectives respecto de una recta, Configuracién de Pappus. Examincmos en tin plano proycctivo das rec« tas diferentes 1, A y dos ternas de puntos distintos dy dz. ayy dy Oy Oy (fig. 5.3) dispuestos en las rectas de dos en dos. Para cualquier par de in- dices (4, #) € (1, 2, 3] tales que i 2 un nimero entero arbitrario. Entonces son equivalentes las siguicntes propiedades det plano proyectivo: a) cierta recla conticne cxactamente mn + ] puntos; b) cierto punto perienece exactamente a nm + 1 rectas; ¢) cada recta conticne exactamente n+ 1 puntos; d) cada punto se dispone exactamenic en a + 1 rectas; ¢) en el plano w hay exactamente a? + + 1 puntos; N en cl pkine w hay exactamente v7 + a + 1 reetas. Demostractén. Sean ay, a2, a3, a. cuatro puntos, de los cuales ninguna combinacidn de tres se dispone en una misma recta. A cstos puntos les. corresponden seis diferentes rectas gue los unen dos a dos (véase la demostracion del teorema 3). Supongamos ahora que se cumple la pro- piedad a), es decir, en a existe una recta / que contiene exactamente a + 1 puntos, digamos, para conerctar, c1, ©, .-., Cr¥1. Sib cs un punto que no esta dispuesto en /, entonces las rectus be, i= 1, 2, ..., 4 + 1, son distinlas, pues, si be para ciertos # # j, enlonces b esta situado cn !, lo que cont adice fa hipdtesis. Lucgo, cada recta, que pasa por &, corta f, y. por con nite, ha de ser uma de las + bE recias be, f= 1,2, 2, nk 1, Por lo menos dos puntos de los cuatro ai, a2, ay, a NO Se disponen cn la recta fy, por eso, tat punto b existe, Sea, ahora, & un punto que yaa CLUMEME ON MFT reclas: hy ty ey Mngt. Si /* es Und recta que no pasa por b, entonces [* corta my + 741 en Jos puntos dh, .. ., du+i, Que son todos diferentes, por cuanto & es cl tinico punto que yaco mvis que cn una de las rectas rm, -.., a4. Sien /* existiera un punto was da wz, entonces existiria una recta bdns 2 que no coincide con ninguna ecla my, i = Dy a yaagy dirk L, puesto que de fo contrario la recta bdava = daa2dj = 1*, lo que conned ta suposicién ae que & no , est aad en la recta /*, Nuestra recta inicial / contenia exactamente #4 1 puntos; por con- siguiente, cada punto que no yace cn /, estd situado exactamente en 4 + 1 rectas; a los puntos de esta jadole se relacionan por to menos dos puntos de cuatro: a1, (2, Mh, a, por ejemplo, m y dz. Por eso, cada recta que no pasa por a 6 @ contiene exactamente m+ | puntos, es decir, cada recta, salvo, quizds, Ja recta fy: ayazky contiene exactamente a + 1 puntos. En- tonces, 2: aah, contiene exactamente m + 1 puntos, y el punto bs que No yace cn h, estd siluado exactamente en # + | rectas; por consiguiente, 138 4, que no contiene 4, también debe contener n + | puntos. Asi pues, la propiedad a) Tleva consigo la propiedad c). Pero, para cualquier punto b puede encontrarse wna recta que no pasa bor este punto, y por esta razén existen (igual que anteriormente) exac- tamente 7+ 1 rectas que pasan por b, con lo que quedan demostradas las propiedades b) y d), Demostremos ahora la propiedad e), particndo de a). Sea bp un cierto punto del plano x, y supongamos que hi, 4, .... daa represenian n-+ E reclas que pasan por by. Estas rectas contienen todos los puntos del plano w, con la particularidad de que cada una de ellas contiene otros do y n puntos. El punto bp es el unico, perteneciente a cualesquiera dos de las rectas fi, hy ... tn+1. Por consiguiente, el plano x contienc 1+ (r+ lt = n° + 2+ LE puntos. Confirmemos ahora la propiedad [). Sea fy una recta del plano 7, y supongamos que in, . oo Uner son a+ I puntos de Ja recta 4. Cada uno de estos puntos yace en y en otras a rectas. De este modo, obtenemos todas las rectas del plano x; en total tenemos, por consiguiente, 1 + (7 + la =? + + 1 puntos. Asi pucs, de la propiedad a) se deducen todas tas demas propiedades mencionadas en el teorema, ‘ En virtud de la dualidad, de b) también se deducen todas jas pra- piedades restantes, Es evidente que de ¢) se deduce a), y de dl) se deduce b). Si es Icita la propiedad e) y cierta recta consta dea 4+ 1 puntos, dende mes un niimero natural, entences cf plano a se compone de m+ a+ 1 =n? +n +4 puntos, de donde a =n, ¢s decir, de e) se desprende a). Andfogamente, de f) se deduce La propiedad b). El teorema esta demostrado. Convengamos en Hamar orden de wn plano proyectivo finite al namero n, si cada recta de este plano contiene n + L puntas. Observemos que cl plano es de orden », si posee cualquicra de las seis propiedades citadas en el teorema 4. El orden minimo de los planos proyectivos finitos cs igual a 2, E! plano finito “mds pequento” es la configuracién de Fano, cada recta de la cual contiene exactamente 3 puntos, La configuracién se expone en la fig. 5.4. En total dicho plano contiene 7 (= 2? + 2+ 1) puntos y el mismo numero de rectas. Las rectas en este plano son: fy: 1, 2, 6: ft J, 3, Sp ft 2, 3, 7 das 1, 4, 7 fs: 3, 4, 6 dy: 2, 4, 55 A: 5, 6, 7, Ya en este ejemplo mas sencilla se yevelan las posibilicdades de interpretar los planos proyectivos finitos, A saber, wn plano proyectivo finite de orden 2 resulta ser un sistema de ternas de Steiner de orden 7. Hemos de notar que este sistema es un bloque-csquema con los pardmetros v = k=r=3, = 1. Enel caso general fos planos de orden 7» representan bloque-esquemas, cuyos pardmetros tienen la forma: » = b =n? +n + 1, k=r=n+1,=1, es decir, bloque-esquemas incompletos equilibrados simétricos. Viceversa, los bloque-esquemas con tales pardmetros son planos 139 proyectivos simétricos finilas, puesto que, evidentemente, se cumplen todos los axiomas. Establezcamos una conexidn util mds entre los planos proyec- tivos Cinitos y las familias completas de cuadrados tatinos ortogonales. ‘Tearema 5. Sean > 3 un numero entero arbitrario. Un plano proyectivo de orden n existe, cuando y sélo cuando puede construirse una familia com- pleta de a — 1 cuadrados latinos ortogonales de orden 1, Derostracidt. Sea dado un plano proyectivo finito + de orden a. Veamos en él una recta /, En esta recta se tienen, como sabemos, n + 1 PUNLOS: dy, a2, ~~, Gn 41- Supongamos que by, bz, .- ., bn son los demas 2? puntes del plano + que no estan situades en /. Cada punto g Uj = |, 2,....% + 1) yace en » rectas, sin tener en cuenta Ja recta /, Numeremos arbitratiaimente con numeros naturales de | hasta a todas las n rectas que pasan por cl punto a. Procedamos de este modo para todo j = [, 2, ..., a+ J. Supongamos que la recta 4a; cst numerada con un numero natural ay. Entonces, A = fayl, donde is 1, 2,..., a7; /= 12,2... 041, 65 una na? x (9 + 1)-tabla de elementos 1, 2, - Las filas de cualquier (? x 2)-subtabia clegida de A cepresentan a? pares de jos elementos |, 2, ,.., a._Si suponemos que ay = a; ¥ dix = Ay, donde i # fj A, ontonees bray = by ay, ¥ bide = Boag. Mas, en este caso la recta jb, contiene tanto el punto a, como el ax, es deci: la recta 4,8, coincide con la recta /, lo que contradice nuestra suposicion. Esto quiere decir que la matriz A = |u| es una n? x (1 + 1)-tabla or- togonal de fuerza 2, Ja cual, segin Jo demostrado en cl capilulo 4, es equivalente al conjunto completo de» — 1 cuadrados latinos ortonogales de orden 1. Demostremos la afirmacion inversa, Sca dado un conjunto complete den - | cuadrados latinos ortogonales de orden ». Pasemos de éste, como lo hicimes en el cap. 4, a una tabla A=lajh f=1,2,..407; f51,2,..,0 +4 A cada una de ? filas de ta tabla A pongamos en correspondencia los puntos 0, dz, . + Oy ¥ a las colunwwas, los puntos ai, dz. - + Anse Definamos la recta /} como compuesta por los puntos aj, 2, .~ -) An4ds Por todo punto a tracemos # rectas fy que contienen aquellos puntos &:, donde en la /-ésima columna figura cl niimero i, Se obtiene un plano pro- yectivo finito de orden m, en el cual se tienen n? + 2 + 1 rectas y el mismo niimero de puntos, con ia particularidad de que cada recta contiene exac- tamente n + | puntos y cada punto yace en 1 + | rectas. Efectivamente, scan fj y J, dos reetas, y, ademas ¢ # i. Estas rectas son incidentes con uno y sélo con un punto a. Las rectas fy y f también son incidentes con uno y sdlo con un punto. Esto demuestra el requisito 3 en la definicién de plano proyeetivo. Los cuatro puntos: (1, 1), (1, 2), (2, 1), (2, 2) satisfacen el requisito 3 de la definicién de plano proyectivo, lo que quiere decir que 140 A dnt e Oto, a) a rig.s.5, Fig-5.6. el plano construido m es realmente un plano proyeclivo de orden av, El teorema queda completamente demostrado, Tntroduccién de las coordenadas. Elijamos cn un plano proyectivo cuatro puntos A, B, O, E en Ja posicién general (véase fig. 5:5). Llamemos haz A aun conjunto de rectas que pasan por el punto a, Pongamos a cada recta del haz A en correspondencia aquella recta del haz 8 con fa que ella se encuentra en la recta O£, Atribuyamos a cada una de las rectas det haz A (a excepcién de AB) un simbolo especial @ y asignemos el mismo simbolo. a Ja recta correspondicnte del haz B. Agrcguemos a la recta AO simbolo @ya la recta AZ, el simbolo |. Las rectas BO y BE recibirdn los mismos simbolos. De este modo se define cierto conjunto de simbolos M = {0, lL, fab). Supongamos que cl punto ? no pertenece a la recta AB (fig, 5.5). Por dicho punto pasa una recta de cada haz A y B, a saber, las rectas AP y BP. Supongamos que a la recta AP se le asigna el simbolo a, y a BP, el simbolo 4, Entonces, al punto P le ponemos en correspondencia un par ordenado de simbolos (a, b) de M, que sc denominardn coordenadas de este punto, Es facil ver que la correspondencia entre los puntos que no estan situados en AB y los pares (g, ») sera biunivoca. Ademis, les puntos dispuestos en OE tendran iguales ambas coorccnadas. Asignemos ahora las coordenadas a los puntos de la recta AB distintos de A, Con este fin unamos el punto Q (véase fig. 5.5) con O y veamos donde la recta GO se cortard con AL. La segunda coordenada del punto de interseccidn se tomard por la coordenada del punto Q. Observemos que mediante la misma construccién pueden obtenerse coordenadas cartesianas en un plano real habitual. El punto A debe con- siderarse como punto impropio del eje y, cl punto B, como punto impropio del eje x, O se toma por origen de coordenadas y £, como el punto (1, 1). Definamos sobre el conjunto M, obtenido como resultado de la coordenatizacién, una operacién ternaria, es decir, a cada terna ordenada de elementos x, m, & de M le ponemos en correspondencia un cierto elemento v=uemob 14] dispucsto cn MM. Este clemento y se define a base de Jos elementos x, mj, &, como segunda coordenada del punto de interseccidn de la recta x del haz 4 con la recta (v7), (0, b) (fig. 5.6). Es evidente que por medio de este procedimicnto y se define de wh modo univoco. Teorema 6. Cualquier forma de prefijar cuatro puntos A, B, O E en una posicién general determina una operacidn ternaria con las siguientes propicdades: lL. Omo¢ = @-00¢ =0, 2. bno0 sl oO = m 3. @moz = C resoluble univocamante respecto de z. 4. 1 9 by = x, O hy resoluble univecamente respecto de x. 5. ED sistema a = mOb = co; amb =e, a = a define univocamente un par Gr, 8). Demostracion. A) elegir cuatro puntos A, B O, E, de los cuales ninguna combi! mde ires yace en una recta del plano 7, formamos un anillo ternario con [2 operacion x+71 0 b al igual que Jo hicimos mds arriba. Las propiedades J y 2 se deducen inmediatamente de la definicién. La pro- piedad 3 significa que una recta que liga los puntos (17) y (a, ¢} corta OB enun punto bien determinado (0, z). 1 significado dec la exigencia 4 consis.’ te en que dos rectas: » = x-0,Ob1 ¢ y = K-12 %d2 con diferentes direc- cioncs fh y mg se intersecan en el tinico punto finito, La exigencia 5 dice que si (a1, Cr) y (a2, €2) Son dos puntos finilos para a. # a, entonces existe una recta tinica y = x-wrO, que pasa por estas dos puntos. El conjunto Af con la operacién ternaria que posee las propiedades 1... S del teorema 6 Hleva el nombre de éerna, Si una terna dada esté cons- truida sobre el plano » svgtin Ta rcgla descrita anteriormente, se Hamard lterna del plane a Aduzcamos el resultado siguiente sin demostrario. Teorema 7, Dada una terna M, puede determinarse con su ayuda un plano proyectivo con Jos puntos (a, c), (7), A, y con las rectas » = x0 b, X= a, to, donde a, 6, ¢ #1 representan toda clase de elementos de M, mien- tras que A y /. son ciertes simbolos auxiliares; la incidencia se define ddl modo siguiente: (a, c) es incidente con y = x+m0ob, cuando y slo cuando ¢ = amb; (a, c) es incidente con x = a para todo c; (7) es incidente con y = x26 para todo b; (vr) es incidente con fo, cualquiera que sea ay A es incidente con x = @ para cualesquiera @, y, ademas, con fos. Introduzcamos, para el plano dado =, las operaciones naturales: adiciéa y multiplicacién, que se definen partiendo de una de las ternas de este plano, segiin Jas rep! igvientcs: a+ ba=alou ab = abd, 142 El conjunto M con la adici6a y multipficacién definidas del modo citado recibe el nombre de cuerpo natural del plano 7. Ha de notarse que un cuerpo natural no define, hablando en gencral, la terna que fo engendra, y ef teorema, andlogo al teorema 7, no tiene lugar en este caso. Asi pues, los planos proyectivos finitos admiten diferentes interpreta- ciones: mediante ternas, bloquc-esquemas y familias completas de cuadrados latinos ortogonales. Sin embargo, la teorfa de los planos finitos todavia estd lejos de ser claborada. Ni siquicra existe la respuesta completa a la pregunta sobre el yolumen de los objetos combinatorios de esta clase, como también sobre Jas condiciones, bajo fas cuales Jos plinos finitos pueden existir y no existir. Se conoce que un plano proyectivo finito exisic, si su orden nm tiene la forma p”, donde p es wn numero primo, y a, un mimero natural. En efecto, se ha demostrado (véase cap. 4) que si n = p*, n > 3, entonces existe una familia completa de a — 1 cuadtados latinos ortogonales. Mientras tanto, la existencia de tal conjunto’es equivalente a la cxistencia del plano proyec- tivo finito que se busca. De los demas resultados scfialaremos los siguientes: a) ef plano finite no existe, sim = 1, 2 (mod 4) y si Ja parte den, libre del cuadrado, tiene por lo menos un factor p = 3 (nod 4); b) la condicién neecsaria de existen- cia de un plano proyectivo Finito cuyo orden tiene la forma ar =F, 2(mad 4) consiste en la existencia de los nimeros enteros x y y tales, que n=x? + (teorema de Bruck—Ryser). No damos aqut las demostra- ciones por ser éstas demasiado complejas. De los resultados citados se desprende, en particular, que los planos para 7 = 6, 12, 14 estdn ausentes. La cuestién referente a 10, 18 y 20, queda por abora abicria. Para que el lector perciba lo dificil del problema, indiquemos, como ejemplo, que la construcciéa de un plano de orden 10 tequiere la construccién de una familia de 9 cuadrados latinos ortogonales dos a dos del mismo orden. Una direccién importante en el desarrollo de la teorfa de les planos proyectivos finitos la representan el cdlculo del ntimero de planos de un orden dado y e! estudio de sus tipos diferentes. Para el afio 1956 queda demostrado que cuando n < 9 (7 = 2, 3, 4, 5, 7, 8) existe el tinico plana proyectivo de orden n, a saber, el de Desargucs. Tres planos construidos por Veblen y Wedderbarn en 1907, junto con cl plano de Desargues cons- truido un afio antes por Veblen y Bassi son Jos tinicos que hoy dla se cono- cen para el orden 9. No se han obienido planos nuevos, como tampoco se ha demostrado que ellos no existen en general. En esta direccién se cr- prenden varias investigaciones. Parece que estamos a punto de terminar Ja resolucidn de la cuestién sobre la existencia de los planos proyectivos de orden 10. 143 5.3, SOBRE LOS GRAIOS En el lenguaje de la teoria de tos grafos se describen con éxito muchos tipos de los problemas combinatorios, Las representaciones grificas son em este case no simplemeate ilustraciones, sino que también permiten obtener nuevos resultados. Ln este paérrafo daremos una informacion in- dispensable de la teoria de los grafos que se emp!ea en la obra dada. Se denomina grafo orientcdo wna terna G = (X, A, g) compuesta de un conjunto no vacio X, cuyos elementos llevan el nombre de vertices de un conjunto A de arcos (Mamados también), a veces, flechas y de una fun- cidn g A X x_X, la cual a todo arco a €A se le hace corresponder un par ordenada (p, 7) de vértices denominados finales de dicho arco. Un arco, euyos finales (p, p) se encuentran en un mismo vérlice, lleva el nombre de lazo. Un grafo privado de tales lazos se ama grafo sin lazo. En Ja fig, 5.7. estan expuestos cuatro grafos orientados; cada uno con cuatro vértices, ‘Todos estos grafos no tignen lazos. Ademias, son sunpies: lo iltino significa por definicién que cualquier par de vértices p, q se une mediante un arco a lo sumo, [in los grafos oricntados simples ef unico arco (si existe) con las linales, p, q se designara mediante pq. Deseribamos dos familias importantes de los grafos orientados simples, cada uno de los cuales depende del pardmetro x, Un camino simple de Jongitud » consta de n+ I véttices: x1, ..., X41 ¥ Marcos que unen los vérlices vecinos! Xexeu a. El contorno simple de longitud n consta de» diferentes vértices: 1, --., X» y marcos del tipo Xexea1 para kK <1, yy ademéas, Xn: (en particular, un conterno simple de longitud 1 es un Jazo con vértice x4). Todos los caminos de longitud x son isomorfos, como to son también todas los contornas simples de longitud 4 (véase la definicién mas abajo). En la fig. 5.7, esta cxpucsto un trayecto simple de longitud 3, y en la fig. 5.7,8, om ciclo simple de longitud 4. Se denomina isomorfisro de los grafos orientados G = (X% A, ¢) ¥ G* = (Xt A4 yp") aun par de biyecciones B: ¥—1 X* y ff A> A* que en G el arco « va del vértice p al vértice q, cuando y sélo cuando en Gt el arco j(w) va del vértice BW) al vértice B(y). Eu otras palabras, la) = (p, gq) en G es equivaiente a la condicién y*(/g(@)) = GB), 6@)) en G* Dos grafos orientados se Haman isomorfos, si entre cllos existe un isomorfismo, Es natural identificar los grafos oricntados isomorfos. Todo grafo orientado G = (¥, A, ») define en el conjunto de sus vértices una relacién binaria de sucesiones g. Por definicion, poq significa que (a) = (p, @) para cierto a € A. Viceversa, toda relacién binaria g en cl conjunto X define un grafo orientado simple G(g) = (X, Alp), ¥), en el que A(g) = [p, Mee X 7 EX. peg) y vq) = (m g). De aqui se deduce inmediatamente que la clase de conjuntos con una relacién binaria (x, @) se encucnita en una correspondeneia biyeetiva natural con la clase de grafos orientados simples. 144 1 2 3 6 4 3 eee a 7 #. we 2 a an: 4 3 4 _ © i 2 d Fig 5.8 Se llama grafo no orientade (0, simplemente, grafo) la terna C= (% £, ©) compuesta de un conjunte no vacio X (cuyos elementos llevan el nombre de vértices), ¢l conjunto E de aristas y 1a funcién © yue a cada arista a € EZ Je pone en correspondencia un par no ordenado de vértices (® 9) = (h p) que se denominan exiremos de dicha arista. La arista (ag) se Hama lazo, Los conceptos, introducidos para los grafas oricntados, pueden ser ex- tendidos a los grafes no orientados, si considerainos que una arista no orientada (p, 4) corresponde a un par de arcos py y ap. Una cadena sittple de longitud # consta de a + 1 diferentes yértices My ee Ane y dew aristas que unen tos vértices vecinos. Un cfcto simple de logitud nm consta de # diferentes vértices: Ay... An Y re aristas del tipo Qk, Kee) para &k

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