«Si hay al
e
Ingenieria Soci«Si hay algo que no se improvisa
es la cultura de un pueblo»:
Ingenieria Social y el nacionalismo
de Santa Capilla‘Comencemos por definirel érmino ingenieria social como el poder de un
individuo o institucin para canalizar la imaginacién de un grupo de personas.
Dentro del conjunto del Estado-Nacisn, este poder reside generalmente
en las manos de una elite quien lo ejerce bajo el soporte de un estado debida.
mente organizado, oal menos en relativa conformidad con éste, De esta
forma, los modelos de diseminacién cultural de los estados modernos, como.
por ejemplo los programas de educaci6n publica nacional o leyes que
Jos regulan, Ja adopcidn de simbolos o fiestas patrias, el cultoala historia,
‘alos préceres, se pueden verificarfacilmente como proyectos sociales
‘queaspiran a que sus ciuudadanos se reconozcan entre si como miembros
de una comunidad nacional. Desde el punto de vista politico, estos modelos
sirven para infundir un sentimiento de lealtad hacia la patria y porlo
tanto constituyen fuentes potenciales de estabilidad social, Desde el punto
de vista cultural, sin embargo, la codificacién de estos modelos requiere de
ceuidadosos procesos de reconfiguracién de formas de comunicacién que
conlleven alas masas populares a poder reconocerse dentro de un contexto
amplio nacional sin sentir que han abandonado sus propias culturas locales.
Es precisamente en esta interseccién de a cultura local y la identidad nacional
donde los procesos de ingenieria social son mas evidentes y penetrantes.
Consideremos el contexto social venezolano durante las primeras tres
décadas del siglo veinte. La llegada de la economia industrial petrolera originé
tuna gigantesca movilizacién social y consecuentemente la necesidad de
reconfiguracién de la cultura nacional. En 1920, por ejemplo, la poblacién
urbana en las seis principales ciudades apenas excedia los doscientos
mil habitantes. Para 1924 esta cifra se habia duplicado y continué incremen
tindose substancialmente desde entonces *. FI nuevo orden social urbano
se consolidé sobre bases culturales diversas donde llaneros, andinos
yorientales, entre otros, concurrian en lugares de trabajo, vecindades y otros
espacios piblicos creando interacciones culturales de magnitudes noantes
experimentadas en la historia del pais. Simulténeamente, estasinteracciones
se articulaban y diseminaban a través dea cultura pablica masiva en
‘una variedad de medios incluyendo formas impresas (revistas, petiddicos,
novelas
formas artisticas (museos, musica), deportes y otras formas de
entretenimiento masivo, como la radio a partir de los anos t
na,
El cardcter construccionista de estos procesos radica en su dependencia
nla imaginacién del pueblo. La cultura nacional se forma en este contexto
61 Sia alg que nose improv
slacultaradeun pucblon...~ Pedro Rafael Aponteal otorgarseles nuevos significadosa viejas practicas culturales, Esaqui
donde las elites se sitian como el cerebro generador de estas dinamicas.
Ena obra de Romulo Gallegos (1884-1969). por ejemplo, la presencia
«en el espacio fisico donde los eventos toman lugar, asi como otros rasgos
«que constituyen laidentidad local (el sonido, el aroma, el pueblo, etc.)
se convierten en aspectos secundarios ya que la presencia fsica ola
participacidn activa en rituales culturales locales no es indispensable para
compartirla cultura, Al contrario, en forma impresa, las tradiciones locales
trascienden dentro de la imaginacién popular a distancia, Bajo esta optica
‘obra de Gallegos se convierte en un instrumento para la creacién de lo que
elhistoriador Benedict Anderson (n.1936) serefiere como «comunidades
ividuos que no necesariamente se
imaginarias», un vinculo cultural entre in
conocen entre si, o cuyos miembros no habitan la misma localidad, pero
«que se legitima como parte de una cultura nacional a través de la ciudadani
En elcaso especifico de la cultura musical cultaen Venezuela durante
la primera mitad de siglo veinte, este cardcter construccionista del nacio
nalismo se revela en el trabajo de os lideres de a llamada Escuela de
Santa Capilla, personificada principalmente en las figuras de Vicente Emil
Sojo (1887-1974) Juan Bautista Plaza (1898-1965) y José Antonio C:
(1900-1978), y mas conspicuamente en el proyecto de renovacién musical
con el cual se asocian estas figuras. Como parte de laelite nacionalista,
estos miisicos participaron en la creacién de cédigos de comunicacion
cultural yde esta forma contribuyeron en la canalizacién de las energ
popularesen favor dela idea de lo nacional. Tomemos como punto
de partida una entrevista realizadaa Juan Bautista Plaza, publicada en el
diatio El Nacional el veinticuatro de septiembre de 1964 a propésito
dela creacién del Instituto Nacional de Cultura, Al ser cuestionado sobre
el papel de la pedagogia como actividad cultural, Plaza destacaba como
laenseftanza constituia para él un valor social fundamental: «Si hay algo
rovisa es la cultura de un pueblo... A la gente hay que enseria
que no sein
desde nifio, a pensar, a mirar, a escuchar, y no tan sélo a leer, escribir
(Plaza, 1964). Masalla de un simple testimonio de su dedicacién
pedagogica, este pronunciamiento del profesor Plaza reconoce que los
procesos de formacién cultural de los pueblos no ocurren naturalmente si
que envuelven un grado de planificacién e implementacién por parte de
tun grupo dominant.
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E] movimiento de renovacién musical aparecié en un contexto de
modernizacién que ocurria simultaneamente en otras areas de interés
cultural. Ya para comienzo de la década de los to una nueva elite cultural
se habia comenzado a formar alrededor del Circulo de Bellas Artes,
elcual habia surgido en reaccién al formalismo de la Academia de Bellas
Artes y que buscaba promover una estética moderna de orientacién :
nacionalista. En este circulo gravitaban no solamente artistas phisticos sino
también miisicos intelectuales quienes compartian un sentimiento
denecesidad de reforma artistica en el pais. «Lin arte sincera venezolano»
como recomendaba Leoncio Martinez en 1912, un arte que «aproveche ?
lo simple y amoroso que nos rodea» (Martine7, 1912). Esta ideologia, "
principalmente en su afin renovador, se convirtié en tna premisa para la 4
generacién de Sojo, Plaza y Caleano, la cual comenzé no solamente a explorar j
tuna estética modernista en sus composiciones sino a elaborar una retorica
nacionalista en torno ala miisica y lavida musical en el pais. De acuerdo
con lo que nos informa José Antonio Calcaio, la renovacién musical tuvo
un caracter reaccionario en contra del academicismo decadente cultivado
ena Escuela de Miisica y Declamacién. La produccién musical de los
compositores venezolanos desde la época de Guzmin Blanco hasta 1919,
seftala Caleaito, re
Ja un panorama musical bastante empobrecido t
en términos de cantidad como de calidad musical (Calcatio, 2001: 363).
Este contexto de decadencia, el cual ha iluminado la historiografia
dela misica en Venezuela, sirve como teln de fondo parala racionalizacion B
de las acciones tomadas en favor de la renovacién musical. De esta forma,
lacreacién de as instituciones musicales, en particular la Orquesta Sinfonica ‘
Venezuela yel Orfeén Lamas, asi como el ascenso de Vicente Emilio Sojo
ala direccidn della Escuela de Misica y Declamacién y la subsecuente %
restructuracidn del programa de estudios dela insttucién, se han celebrado
enla historiografia como el comienzo de la modernizacién de a vida musical :
del pais, Ciertamente, la creacidn y restructuracién de las instituciones son
dle gran importancia como signos tangentes de esta modernizacion.
Sin embargo, mi interés en este articulo es resaltar como esta infraestructura
se convirti6, en las manos dela elite musical, en una herramienta para
laformacién dela cultura nacional, Este aspecto pertenece al dominio del
nacionalismo y sus expresiones no son siempre evidentes a simple vista
os Shapes que nese Peco Rafe ApontLa teoria del nacionalismo nos ensefta que las fuentes de identidad nacional
se encuentran generalmente en la historia y en el folclore, ya que estos
mbitos poseen un poder intrinseco para invocar la sensibilidad naciona-
lista. Para los muisicos de la renovaci6n estas fuentes sirvieron un sinfin
de propésitos los cuales se articularon no solamente dentro de a estética
‘musical sino también dentro del discurso de modernizacién. De esta forma
tenemos que en su caracter nacionalista los lideres dela renovacién parti
ciparon en la creacién de un culto ala historia y un cultoal folclore, através
del cual, como en el caso de Gallegos, canalizaron la imaginacién popular
hacia el objeto de la nacién.
Elcultoala historia
Una estrategia con la que los lideres musicales buscaron justficar su critica
dela decadencia musical en Venezuela, y por lo tanto darlelegitimidad
al proyecto de renovacién en un contexto nacionalist, fue la revisién
dela historia de a misica en el pas. A mediados de a década de los 30,
Juan Bautista Plaza comenz6 a escribir ya ofrecer conferencias sobre el
tema de la miisica colonial, Dos de los temas que recurren constantemente
en los trabajos de Plaza sobre esta miisica son de vitalimportancia en
su proyecto nacionalista. El primero es de mbito estético y tiene que ver
on cémo los compositores coloniales, a pesar de sus limitaciones técnicas
y desu aislamiento geografico, produjeron una misica de alto nivel que
estaba al dia con las corrientes europeas contemporaneas. El segundo
se refierea la homogeneidad estilistica de la miisica de estos compositores i
cual presenta rasgos musicales que pueden ser calificados especificamente
como venezolanos | En funcién del proyecto nacionalista estos dos,
aspectos son de fundamental importancia, Por un lado, el reconocimiente
enla historia musical del pais de una escuela de composicién avanzada
yaldia con las corrientesestilisticas europeas legitimaba al proyecto de
renovaciénpara restablecer a posiciOn musical del pais mientras invocabs
sentimiento de nostalgia ante un pasado musical perdido, Por otro
lado, el reconocimiento de un «alma nacional» implicito en esta musica
\gualmente contribuye en esta retorica ala creacion de vinculos culturales
que son tinicosa los venezolanos. En una descripcion de la musica
de Juan Manuel Olivares (1760-1797), por ejemplo, Juan Bautista Plaza
articulabaestevinculo dela siguiente maneraindigenas a ias practicas folcloricas, las maracas dejaron de ser un
artefacto utiliza monias religiosas de curaci6n para convertirse
cn un instrumento puramente musical. pesar de esta diferencia funcional
Caleaito observa que entre estas dos tradiciones existen otras importantes
conexiones referents la funcién social de quien utiliza el instrument.
En primer lugar, en las practicas folcl6ricas contemporaneas la ejecucién
Virtuosa de las maracas requiere de una técnica que s6lo se alcanza
después de un largo proceso de aprendizaje adquirido a través de una
relacién prolongada entre el maestro y el aprendiz. De acuerdo con
Caleaiio, este método de aprendizaje tiene mucho en comin con la maner:
cen que los piaches aprendian los rituales religiosos en sociedades indigenas
Igualmente, Caleaito sefiala que tanto en el folclore regional como en las
culturas indigenas, los ejecutantes de las maracas gozan de un estatus soci
especial debido a la destreza adquirida en largas sesiones de estudio.
Con esta racionalizacién, Calcaio propone que una sélida continuidad
cultural existe entre las culturas indigenas y folcl6ricas con respecto
aluuso de las maracas y, por lo tanto, desde el punto de vista de la cultura
nacional el instrumento musical es una poderosa fuente de identidad
ah. 1959: 60)
10 utiliz6 este tipo de discurso, en el cual condiciones locales.
sn caricter nacional, para lamar la atenci6n sobre otros aspec
de las culturas locales y asi captar la imaginacién colectiva nacional,
Sus trabajos sobre el folclore tipicamente trataban la historia y evoluci
nas culturas locales, incluyendo afro-venezolanas, indigenas
esinas de la regién llanera, En estos, Calcao promueve una
tesis que sostiene que los venezolanos poseen una inclinacién natural
escuchar y participar en miisica de una manera que es especialmen
ficativa para ellos, Este planteamiento tiene implicaciones naciona
listas muy importantes ya que dirige la atencién hacia los aspectos
que unifican enki — lasculturas locales. Al mis
tiempo, Calcaito promovia la idea de que esta inclinacién comin.no requerian de la presencia fisica en la localidad de or
-lebracidn poética del tono llanero, en la cual Caleafo invita
ores a escticharen estas canciones el espi naturaleza de
Eneste sentido, Calcaito utiliza los tonos para rellenar los vaciosculturales
jue separana una regién de otra, alo rural de lo urbano y alo local de
lo nacional, Estas son precisamente las dinamicas en las que el proceso de
enovacion musical legitims el folclore y lo elevé ala categoria culta
del concierto inaugural del Orfe José Antonio Caleaho
se presentaron esa noche y, mas importante, que esas canciones basadas
Iclore contribuian significativamente en la creacién de «un
o de esta retorica en a formacion de una cultura nacional
es de gran importancia para el entendimiento del nacionalismo musical
omo fenémeno fundamentalmente sociolégico. La Escuela di
apilla,en sus dos generaciones, particip6 activamente en estos procesos
de construccién de cultura ya que través de su musica, sus accionesen
pro de la educacién musical y en su vida publica invocaban una sensibilidad
ionalista con la cual el pueblo llegaba a reconocerse asi mismo dentro
de una cultura unificada, En algunos casos esta apropiacién de lo local
por el beneficio dello nacional produjo tensiones entre los miembros de
ite o en términos de recepcidn piblica, En otros casos, yes aqui donde
los proyectos de ingenieria social se vuelven mas efectivos, esta apropiaciése imaginaba dentro del contexto cultural en que se les situaba. Uno de
Jos casos mas reconocidos de esta iltima proposicién, fue la presentac
de la Cantata criolla, de Antonio Estévez, durante los Primeros Festivales
de Miisica Latinoamericana en Caracas en 1954. Aaron Copland
(1900-1990), quien estuvo presente en el evento, reportaba para The New
York Times que el publ siasmoa
esta pieza: «Ocho mil personas se hicieron presentes para verlo [a Esté
j'su Cantata criolla para solistas, coro y orquesta, y gritaron su
Eltema del nacionalismo musical en Venezuela esté abierto a un vasto
territorio que merece atencién académica, El aspecto construccionista que
he elaborado en este trabajo apenas toca la superficie de un t6pico amplio
cuyo estudio sistematico puede ser de gran utilidad para la musicologia
os estudios culturales venezolanos no solamente dentro del historicismc
sino como herramienta para condiciones culturales presentes,