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s JOSE DAVALOS {YN DERECHO, PROFYSOR DE DERECHO DEL. TRARAJO EN 1A LICENCINTURA Y EN #1. /AD IN DERECHO DE LA UNAM, DESDE 1962, ASESOR DE LA DELEGA- NO) MEXICANO LAS CONFERENCIAS INTERNACIONALES LXVI ¥ XVI DE M)ANIZACION INTERNACIONAL DEL TRABAJO. EN GINEMRA, CONDECORADO CON LA *ME- HE LAORDES AL MERITO JUDICIAL DEL TRABAJO", CONFERIDA FOR EL EGREGIO PLE: "VRIMUNAL SUPERIOR DEL TRABAJO EN 1A REPUBLICA DE BRASIL, EN 104; DIRECTOR HHACULTAD DE DERECHO DE-LA UNAM, DE 1987 8 1991, INVESTIGADOR NACIONAL NIVEL 1, (\ NACIONAL DE INVESTIGADORES, DE. 1990 A 1999; CONDECORADO CON LA "MEDS. AL MIGT0 DOCENTE PRIMA DE LEVES INSTITUTA", OTORGADA TOR FL. CONSEJO TECNI- AM FACULTAD DE DERECHO, EN 109%; DIRECTOR DEL INSTTTUTO DF. CAPACTTACION DE DDE lod A 2001, DIRECTOR DEL. CENTRO DE CAPACTTAGION JUDICIAL ELECTORAL DEI. IA) FLECTORAL DEL PODER JUDICIAL DE.LA FEDERACION, DE 2001 A 2004: RECONOC. (4 LA DESTACADA PARTICIPACION. EN #1. AMBITO. ACADEMICO OTORGADO POR 1A JACION REVOLUCIONARIA. DE OBREKOS CAMPHSINOS, EN OCASION DEL DIA DEL. ‘ABOGADO EI. 12 DE JULIO DE 208, 188 edicion EDITORIAL PORRUA f AV, REPUBLIGA ARGENTINA 15 7 ‘MEXICO, 2009, i PRoLoGo Tomando en consideracién la le “acogidla que recibird ta obra, no silo en México, ing Amica Latina pure deci que ee hbo enriquce kbp lara informa, con acierto as diversas aspectos adquiridos Phebe acierto y minuciasidad, sobre los diversos aspectos adguirid tm lg Rb tam sinculado a Mésicn, sobre todo por el corazin, por la amistad que ee LO 48 juristas y por la frecuencia con que evoco a sus grandes maestios aj, Alt refacio es una excelente oportunidad, que no quiero perder, para home nl gt sla al autor del tbr, sino tambien a todos aqueltos que, en ta ctedna y Mtsidad profesional, son los renowadores permanentes del derecho mexicano. {tory por extension, a tos justaboralisias de México, las expresiones de mi Tat homenaje de mi amiacion. de yh tealos, ademds de la traduccion, hizo el prefacio de la edicién mexicana ‘y,lttteto libro La Estabilidad det Trabajador en la Empresa, Araye ge UTesbomde hoy, en contrapartida, hacer la presentaciin de su obra, No se cay, f, Mantra en este intercambio intelectual un juego de amablidades recipr Bi mist aby e £ bo dar ee elogia por simple generosidad. En mi prilogo, yo lo elogio Brasilia, 15 de diciembre de 1984. Movart Vicor Russomano ae PROLOGO A LA DECIMA QUINTA EDICION Pena etapa neokiberal, en medio det desenfreno del sistema det tibre mercado en Fie poco 0 ningin valor se otorga a la persona humana en la prodtucién, en la in de la décima quinta edicion de Derecho Individual del Trabajo, com entu- afirmamos las valores del hombre en el trabajo. EL articulo 30 de la Ley Fe- del Trabajo resume la filosofia del derecho laboral mexicano; vale ta pena ilo: “Bl trabajo es un derecho y wn deber sociales, No es articulo de comercio, ‘vespeto prara las libertades y dignidad de quien to presta y debe efectuarse en ciones que aseguren Ia vida, la salud y wn nivel econdmico decoraso para el jador 9 su familia. No podrin establecerse distinciones entre los trabajadores ‘motivo de raza, sexo, edad, credo religioso, doctrina politica 0 condicién social”. Por enésima vez se ha intentado imponer reformas a ta Ley Federal del Trabajo a clara intencidn de quebrantar los derechos de las trabajadores. Gon lenguaje riidamente moxterno se Hama esas reformas de debitamicnto, lsibtizacrin 0 de derecho del trabajo. Una y otra vez se ha dicho que et derecho det bajo debe dejar de ser tutelar de los trabajadores, que ya debe entrar a wna etapa le madures y tratar a los empleados igual que a los patrones. Estas sinvazones se ‘cuando los trabajadores. viven condiciones semejantes a las que padecian “antes de la Consttuciin de 1917, previamente a ta creacin del articulo 123. Crece “Hl desempleo, se cuentan por millones os trabajadores que viven con dos salaries mi- as © menos de uno al dia. La inmensa mayoria de trabajadores sigue hundida {a ignorancia y en la miseria, En esas condiciones quieren los senores del dinero “tratar sin traba alguna com cada uno de los trabajadores, para que acaten en siten- Gia las condiciones que les impongan en el desempetio. de sus servicios; sin ninguna _defensa de su grupo soca Por eso las baterias de las propuestas de reformas ala Ley se divigen a detiitar “4 las sindicatos, a la contratacién colectioa y a ta huelga, en busca del sometimiento de tos trabajadores a los intereses del pratrin. La que sigue es una de esas propues- | tas: Para que los sindicatos puedan emplazar a huelga a la empresa por la trabajadores que se adhieren a esa solicitud. Asi écha abajo (a representatividad de tos trabajadores depesizada en los dirigentes del indicato, Cada trabajador tiene que firmar la solicitud. Ademds se califica a la ma- xm xw PROLOGO A LA DECIMN QUINTA KDICION syoria de trabajadores antes de que estalle ta hiuelga, como se hace en el remedo de Ihuelga que regula la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. Con forme a la Ley, actualnente esa mayoria se corrohora en el recuento de los trabaja- ores, cuando el patrin, estallada la huelga, demanda ta mexisiecia de ta suspension de labores alegando que la huelga carece del voto de ta mayoria de ln Inabajdares, La propuesta de reforma en ta parte individual, ademas del eomtrato a prueba, ‘ademas de la mutifuncionalided que se asigna at trabajador, ademas del derecho del patrin de probor en el jicio la causa del despido cuando ve niegue a dar el ‘avisn por escrito al trabajador cuando lo lanza a ta calle, y otras propuestas seme- Jrites, se estd tratando de que se otargue facultad al patron de ocupar definitiva ‘mente a un trabajador cuando estd pendiente de resolver la Junta ta demanda de indewnizacion de otro trabajador que el empresario despidié injustificadamente, Aho 1a el articulo # establece que se atacan los derechos del trabajador cuando se trate de sustituir 0 se sustituya definitivamente aon trabajador que haya sido separado sin haberse resuelto et caso por la Junta de Conciliaciin » Arbitraje,independientemente de su demanda de reinsalaciin, 0 indemnizacién. En materia proces, entre otras cuestones, se propone que se permita al patron no presendar ante ta Juenta tos documentos. que ordenan conservar y exhibir en el ‘jnicio las drticulos 784, 804 y 805 de la Ley, si alega habertos perdido o que se destruyeron y se le permite probar pur otros medias su rechaso a las peticiones que Plantce ol trobajadar con base en datas asentadas en esos documentas, I proyecto dé reformas se sustenia en el interés de los patrones de hacer uni Ley a su medida. Frente a ese intento, de ninguna manera et Estado puede obvidar l compromiso que tiene con los trabajadores de proteger sus derechos; se trata de wn éompromiso histirico que de ninguna manera puede dejarse de lado. Coniene recor- dar que 10s trabajadores, como factor real de poder, impusievon sus derechos en el ‘anticulo 123, y que esos derechos no son una diva, fueron conguistados ror la ‘lase trabiajadord com sacrifcis, com sudor y com sangre. AL finalizar el aito parece que se aleja ta posibilidad de que se incorpore a ta Ley esta reforma. Ojald st se den las condiciones para que tas normas laborales sean reformadas para mejorar. Lo que no es adimisible es que se fretenda hacer realidad ‘sas reformas com el interés exclusivo de debilitar tos derechos de tos trabajadores ‘Las normas juridicas, tas normas laborales tienen que cambiar, tienen que mejorar; lo que mo se renucwa se pure. Pero lo mejor serd que esas reformas se planteen ‘anda tos trabajadores puedan ser interlocutores wilides ante los patromes y cuando fl Estado pueda y quiera escucharlos: ahora no existen esas condiciones. Nueoamente agvadesca emocionadamente a don José Antonio Péres Porria su disposicién generosa pura to apariciin de wna nueva ediciin de este voluamen. Al ti- tular de Editorial Porvia y mis amables lectores mit ogradecimiento, Biew recuerdo ‘que ta gratitud es a memuria del eorasiin Diciembre de 2005 INTRODUGCION Vi trabajo es expresion del hombre. El estudio del trabajo y de los aspectos le atafen, es una tarea noble y fecunda. En todo estucdlioso de las instituciones laborales, el sentido humano del trabajo se hace mistica que trasciende en principios, reglamentos, normas, eyes, laudos, jurisprudencia... Si el trabajador pone en el servicio que reaiza todo lo que posee, su es fuerzo, su capacidad y su imaginacién, nada més justo que reciba por su rabajo todo To que necesita, en el presente y en el futuro, para llevar unt ‘existencia decorosa en unién de su familia, conforme a la dignidad humana. El derecho del trabajo nace con 1a movilizacién creciente de los hom- bres de las fabricas en los albores de la Europa del siglo xix; es la respues- ta que dan al liberalismo y al capitalismo los trabajadores fraternizados en el dolor y la injustcia Con Ia Carta de Querétaro de 1917, resplandece un derecho de dase, Ja de los desheredados. Ahi, con fuerza reivindicadora, los trabajadores rompieron los moldes clésicos de las constituciones del mundo © impusie- Fon su estatuto en el articulo 128, es decir, en la ciispide de la legislacion mexicana. ‘La Declaracién social de Querétaro es s6lo el principio de la tucha de Jos trabajadores en la biisqueda de su redencién, Tiene a la ver un fin de forden superior, como lo ha sefalado el Maestro Jorge Carpizo: “Nuestro articulo 123 quiere y promete justicia; justicia a los oprimidos, justicia a las grandes clases sociales que han sufrido, justicia para hacer hombres libres. ¥ inicamente de hombres libres estén constituidos los grandes pueblos.”* ‘La Declaracién de los derechos sociales para que se constimya en un verdadero medio de transicién rumbo a estadios superiores, no debe que- dar en letra muerta, debe ser vivamente defendida mediante la solidaridad de los trabajadores y su capacidad de afirmarse en Ia accién; solamente ast hos enfilaremos hacia una sociedad justa, con pan bueno y abundante en todas las mesas de todos los hogares. + Cannio, Jorge: La Contincin Mexicona de 1917. Editorial Porrta, 6 edcién. Méxi- co, 1983, p. 105, xv xv INrRODUE HI Maestro. Jestis Reyes Heroles preconiz6 esta sociedad y Iuché por ella: "Una nueva sociedad a la que se legue por la via legal; una nueva so- edad en que el hombre se encuentre a sf mismo, en ef disfrute pleno de |i justicia, las libertades y la democracia; una nueva sociedad que no puede Porque est4 en Ia naturaleza del hombre la dliversidad de ‘opiniones; una nueva sociedad plural, en cuanto en ella deberdn coexistir diversos modos de pensar dentro de la ley; pero una sociedad en que to- dos Joy mexicanos alcancen un minimo de bienestar yen que no exista ni el dispenclio ni la miseria; en que la libertad espiritual y politica se apoyen fon Ja seguridad econémica y social; en que la auténtica igualdad de oportu- Ividhides stistituya las barreras para el acceso a la educacion, a la cultura, a {w sequricad y a la misma libertad; en que ta discriminacién entre razas, hombres y mujeres, categorias econdmicas y sociales, regiones y paises, que- dle eliminada.™ Ei estatuto de los trabajadores es uno de los grandes temas de nuestro iemipo. En el respeto que alcance en la vida podremos y habremos de participar, desde cualquier Angulo en. el que la vida nos site. Se trata de Ji gran empresa del porvenir. La verdad, la justicia y la historia estén He wt lado, Reves HiROLES, Jenis: Discuras Politic. Avancemos con la Sonda en ta. Mane. (Dis- ‘uso pronunciado el 19 de ocnibre de 1972) Comision Nacional Editorial del CEN del PRL Mexico, 1975, p. 127 ¥ Carfruto EL DERECHO DEL TRABAJO 1. ORIGEN ETIMOLOGICO DE LA PALABRA TRABAJO En torno a la determinacién del origen del término “trabajo” las opiniones se han dividido, Algunos autores sefialan que la palabra proviene del latin tals, trabis, que significa traba; el trabajo representa una traba para los in- dividuos, porque siempre leva implicito el desarrollo de un cierto esfuerzo, Una segunda corriente ubica al término trabajo dentro del griego, thlibo, ‘que significa apretar, oprimir o afligit. En el Diccionario de la Real Academia Espafiola se conceptia al trabajo como “el esfuerzo humano aplicado a la produccién de ta riqueza”. En ‘efecto y conforme a lo anotado antes, todo trabajo demanda un esfuerzo de ‘quien lo ejecuta y tiene por finalidad la creacién de satisfactores. For su parte, el legislador mexicano incluy6 en la actual Ley Federal del ‘Trabajo, articulo 8°, segundo parrafo, una definicién de trabajo: “... tiende por trabajo toda actividad humana, intelectual o material, indepen- dientemente del grado de preparacién técnica requerido por cada profesin 1 officio” 2. EL OBJETO DEL DERECHO DEL TRARAJO La generalidad de la doctrina, nacional y extranjera, asi como nuestra pro- pia legislacién laboral vigente, coinciden en limitar el campo de nuestra disciplina a un solo aspecto del trabajo: el subordinado, independiente- mente de que, por su caraécter expansivo, pueda abarcar en lo sucesivo nue- vos Ambitos. ‘Como opinién en contrario Trueba Urbina sostiene que siendo nuestro derecho del trabajo esencialmente reivindicatorio, se constituye en “el dere- cho de todo aquél que presta un servicio a otro y no de los Hamados ‘su- bordinados 0 dependientes’, como se supone en el extranjero y aqui mismo ‘sin raz6n jurfdica™! 1 True Una Albena: Nure Drhe da Tj, Era Por, 0 ein, Mio, 1981, p. 18 2 DERECHO INDIVIDUAL DEL TRAN Sin embargo, en la actualidad, exclusivamente se contempla el trabajo subordinado, que ademas debe ser personal; asi se desprende del texto de la Ley; el articulo 8°, primer parrafo establece: “Trabajador es la persona fisi- ‘ea que presta a otra, fisica o moral, un trabajo personal subordinado.” dems de estos dos elementos, trabajo personal y subordinado, Néstor de Buen agrega uno més, la remuneracién, considerindola concepto central lel derecho det trabajo, a tal grado que afirma que si el trabajo no es re- muneraco —si no conlleva et pago de una cantidad de dinero—, no habré relacion regida por el derecho laboral.? ‘Aun cuando Mario de la Cueva sostiene que “Ia relacién juridica nace por el hecho de ta prestacién del trabajo personal subordinado; por lo tan- 0, pata 4 existencia es suficiente Ia presencia de un trabajador y un pa- trono, y el inicio de la prestacién de un trabajo, aunque no se hayan deter- minado el monto y la forma de pago del salario. De lo que deducimos que 1 salario, si bien en el campo de la teorfa es un elemento constitutive de | relacién, en Ia vida de ella aparece a posterior, como una consecuencia de hy prestacion del trabajo” Se puede afirmar que el derecho del trabajo tiene como objeto el traba- Jo personal subordinado. Mas adelante volveremos sobre estos conceptos. 3, EVOLUGION DEL DERECHO DEL TRABAJO EN EUROPA La historia del trabajo ¢s la historia de ta humanidad. La vida de la huma- nidad va fntimamente vinculada al trabajo, constituye el verdadero funda- mento de su existencia; “la fuente de toda riqueza es el trabajo, afirman los ‘economistas, lo es junto con la naturaleza, proveedora de los materiales que ¢l hombre convierte en riqueza. Pero es muchfsimo mis que eso. Es la con- dicién fundamental de toda yida humana, a tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre”.+ Tradicionalmente se han distinguido cuatro grandes etapas en la evolu- ci6n hist6rica de la humanidad, etapas que seguiremos para abocarnos ade- euadamente al estudio del nacimiento y desarrollo que dentro de esa evolu- cin ha seguido el derecho del trabajo, 12, Be But Lao, Nor: Deweha dT, Etoril Pore, econ. Mes, 198 Ip. 16. 3 Dk 14 Curva, Maro: £1 Nuevo Derecho Mexicano del Tabyje. Editorial Porra, 6 edict, México, 1980. T: 1, p. 204 4 Enon, Federico: £1 Papel del Trabajo en la Transormacin dal Mono en Hombre. Eitri Publicaciones Grua. México, 1997, p. BL DERECHO DEL TRABAJO 3 Ao La ead antigua ‘An sin dejar de reconocer ef importante papel que el trabajo jugaba, se le Yost6 valor en la época antigua; fue objeto de desprecio por los estudiosos fle entonces, Los grandes filésofos, fiel reflejo del pensamiento dominante, Jo consideraron como una actividad impropia para los individuos, por lo {que su desempefio quedé a cargo de los estlavos, que eran tenidos como (oss, no como personas; los personajes dedicados al cultivo de las ideas fwimieron como tarea suya la filosofia, la politica y la guerra. Fn esta forma tan peculiar de distribuir las cargas en las sociedades de {Jw antighedad, se ha tratado de encontrar la causa del nacimiento de gran- ides ciudades, como Atenas, Esparta y Roma, y el por qué del florecimiento ie las ciencias y de las artes. Aquellas estructuras sociales estaban respalda- das por personalidades como Aristoteles, Platén, Tales de Mileto, Socrates y tantos mas. ; Es precisamente Ia ciudad de Roma la que reviste mayor importancia ‘para nuestra materia; abf se encuentran ya, aunque en forma muy superfi- ‘dal y abstracta, disposiciones que regulan la prestaci6n del trabajo, Al tra- bajo se le encuadré dentro del derecho civil, bajo las figuras del arrenda- miento y de la compraventa; su objeto eran los esclavos, las bestias y demas implementos de trabajo. Posteriormente, ante el aumento de la poblacién y al no poderse allegar mas esclavos, los hombres libres se vieron en la necesidad de ofrecer sus servicios en arrendamiento, a fin de que sus arrendatarios pudieran utilizar su energia de trabajo. Ast, surgieron nuevas instituciones contractuales: loca- tio conductio operis y locatio conductio operarum; la primera tenfa por objeto la realizacién de una determinada obra, y la segunda la prestacién de un ser- vicio; el denominador comiin de estos contratos era proporcionar objetos © energia humana, temporalmente y mediante remuneracion. ‘Sin embargo, ya desde entonces se empezaba a vislumbrar la dispersion de estos contratos que, con anterioridad —junto a otras dos figuras seme- Jjantes: locatio conductio rerum y aparcerfa—, conformaban una unidad; "en la ‘actualidad, la independencia de estos contratos es absoluta: ...las normas para el contrato de obra a precio alzado no se refieren para nada a la re- fglamentacién del arrendamiento, y el contrato de trabajo no corresponde ya al Cédigo Civil, sino que reclama para sf sola la extensa Ley Federal del ‘Trabajo"s 15 Mancanavr S., Guillermo: Deche Romane, Editorial Estinge, 8* edicién. México, 1978, pall 4 DDERECHO INDIVIDUAL DEL TRABAJO WB. La edad’ media Bn esta época cobra gran auge el artesanado y aparecen los gremios, que ‘eran agrupaciones de individuos dedicados a un mismo oficio; entre sus funciones estaba Ia de determinar las condiciones conforme a las cuales ha horlan de prestar los servicios sus agremiados, asf como Ia reciproca ayucl econémica entre ellos, Los gremios estaban formados por maestros, oficiales Y,companieron. Los primeros, duels de los medios de produecién, en el ‘eoncepto actual eran los patrones; los oficiales y los compaiteros eran los trabajadores, : i Las corporaciones de oficios nacen, probablemente, con un propésito de ‘nancipaci6n:; el siervo y et artesano compen con el sefior feudal y se refu- inn en Ing eitidades, en donde pasan, al dedicarse a una determinada acti- ‘id, engrosar las filas de los gremios que, con el tiempo, se erigen en ‘verdaderas empresas monopolistas; no se limitan a cumplir los fines antes inencionados, sino que también determinan la produccién y la venta de sus ‘mereanefas, para evitar los perniciosos efectos de la competencia y del aca- jaramiento de las materias primas; también vigilaban las téenicas de pro- Aluccion para conservar o elevar su calidad, Debido a las contradicciones que se dieron en el seno mismo de los sreInios, como las diferencias de clase, con el tiempo se fueron extinguien- do, Este proceso culminé con el Edicto de Turgot, del 12 de marzo de 1776, que fue una simple constancia de un hecho ‘consumado. Postetior- mente con la publicacién de la Ley Chapellier, de junio de 1791, se confir- 1m0 lo anterior y esa ley fue el primer instrumento legal de la burguesia en ‘1 poder para detener el nacimiento de la fuerza organizadl del proletariado, ©. La epoca moderna ‘Aqul_rigen los principios de la doctrina liberal-individualista, una concep- «i6n filosofica de la sociedad y del hombre. Se fundamenta en la teorfa del derecho natural y los derechos del ser humano, como corolario de las ideas de los enciclopedistas franceses. Gon las declaraciones francesa (1789) y mexicana (Apatzingan, 1814), te slevd la cocina Hberal ala categoria de derechos universles de in- divi Esta corriente, esencialmente, pugnaba porque se dejara’al hombre el ‘campo totalmente libre, sin trabas ni sujeciones, en el desempefio de sus actividades, porque el hombre es, a decir de sus pensadores, un ser por na- turaleza libre; quedaba a cargo del Estado, como facultad exclusiva, garanti- zar el ejercicio de aquella libertad; el papel del Estado-policta, Asi, el pensamiento de Adam Smith, sistematizador de la Escuela Fisio- cratica y precursor de la Escuela Liberal, sosten{a que no ha habido necesi- dad de que esté presente ningin género de voluntad colectiva para organi- HL DERECHO DEL TRABAJO 5 mundo econémico —obviamente; hace referencia al Estado— el Es- tmarcha por su propio impulso, no ha sido necesaria ninguna. previ- razonada © convenio previo entre los hombres en esta organizacién, Jo cual nacla deberfa interponerse en su marcha, lo que el autor deno- “ln espontaneidad de las instituciones”.* | Olwos exponentes importantes de esta doctrina son Baptiste Say, Rober- Malthus y David Ricardo, este tltimo partidario absoluto del libre cam- ‘en materia de comercio internacional. Este nuevo régimen se sustent6é en Francia en tres documentos finda- Wentales: la Ley Chapellier, el Cédigo Penal y el Gédigo Civil, ordena- Mlentos que Hegaron a tener una destacada influencia en la legislacién de Nnérica, La Ley Chapellier sefialé en su Exposici6n de Motivos: “No existe mas Ipierés en una Nacién que el particular de cada individuo y el general de Wa Colectividad”; fue un instrumento eficaz para contener las exigencias le los trabajadores en pro de mejores condiciones de trabajo, lucha que pretendian dar de manera organizada, El Codigo Penal castigé severamente aquellos actos que “a pretexto de ‘obtener condiciones de trabajo y salarios justos” interrumpieran la marcha de las fuerzas econémicas; esto es, fue un medio idéneo para reprimit toda inanifestacién de descontento en los trabajadores, consideradas atentatorias iva libertad y a la propiedad privada, EL Cédigo Civil regulaba la contratacién de los trabajadores, bajo las hormas del contrato de arrendamiento, imponiéndoles condiciones labora- Jes notoriamente inhumanas —jornadas excesivas, salarios fnfimos y crueles astigos— y sin hacer distinci6n en cuanto a ta edad 0 al sexo, en nombre de la supuesta igualdad de todos los individuos. D. Lar época contempordinea EI derecho del trabajo nace en el siglo Xx a causa de los siguientes Factores: 1, La profunda divisi6n que entre los hombres produjo el sistema econd- mico liberal, agrupdndolos esencialmente en dos sectores irreconciliables ‘entre sf; por un lado, los duefios del capital y, por el otro, quienes subsis- ‘fan mediante el alquiler de su fuerza de trabajo (siglos XVIn y XIX), “En el inicio del siglo XIX, el triunfo del liberalismo era total; et Estado permanece ajeno a la vida econ6mica y particularmente respecto de tas re- laciones obrero-patronales, salvo que se tratare de reprimir la coalicién sin- ical y los movimientos de huelga. 6 Gown Guano, M.: Breve Historia de ls Doctrinas Beonimices. Hdivorial Esfinge, 7* ed ‘én. México, 1977, p. 61. 6 DERECHO INDIVIDUAL DEL TRARAIO. “La libertad se impone en tas relaciones obrero-patronales y solamente resulta real y efectiva para los patrones quienes se ven favorecidos en sus particulares intereses. Paralelamente al éxito del capitalismo industrial, em- piezan a aparecer en las ciudades, suburbios de obreros de las fibricas que ‘viven una existencia miserable y las crisis de sobreproduccién o més bien dicho de subconsumo. “HL empleo de mujeres y wifios en las fabricas, salarios miserables que ‘apenas alcanzan para mantener al obrero con vida, largas jomadas de tra- hnajo que se prolongan hasta trece y quince horas, son la ténica de la épo- 1, no obstante que en 1819 se limita el trabajo de los nifios en las féricas dle hillados de algodén. "Por lo que se refiere a las crisis, en 1815, se produce la primera; miles We Wabajadores son arrojados a la calle ante el temor de manufactureros Jngleses que vieron repletos sus almacenes de mercaricias. En 1818 se pro- luce la segunda crisis, y en 1825 ta tereera, que provoca la quiebra de se- tent banicos provinciales. Los efectos de estos fendmenos cada vex son mAs raves y abarcan mayores extensiones, EL pauperismo y las crisis son fos dos nuevos fendmenos que preocu- ppan a los estudiosos y se ponen en duda las ideas de Smith acerca de la ‘armonfa de los intereses privados y el interés puiblico.."” HL, Las nuevas corrientes del pensamiento, que'se encargaron de denun- iar la explotacién de que eran objeto los trabajadores, abrieron_ para ellos uievos horizontes de vida. En virtud de las nefastas consecuencias que la doctrina liberal-individua- lista haba ocasionado en la sociedad, se empez6 a cuestionar la bondad de sus principios, y comenz6 a surgir una gran oleada de criticas, desde las que se limitaban a demandar el saneamiento de algunos de sus defectos, hhasta las que vefan en el sistema mismo la causa de todos los males; por tanto, luchaban abiertamente en su contra, en pos de un Estado més justo y hnumano, Gran influencia tienen los pensadores socialistas que, en los alemanes Carlos Marx y Federico Engels, tienen a sus més genuinos representantes, En una posicién de menor influencia se encuentran autores como Luis Blane, Sismondi, Saint-Simon, Carlos Fourier y otros mAs, sostenedores del denominado socialismo utépico, en contraposicién del socialismo cientifico que enarbolaban los marxistas. La corriente que logré mayor trascendencia fue Ia doctrina de Marx y dde Engels, que marcé una nueva etapa en Ia lucha de los trabajadores por 7 AsruDitio Uns0A, Pedro: Leciones de Historia del Pruamienta Econimic, Textos Universi- tarion. UNAM. México, 1978, pp. 99 y 100, PL DERECHO DEL, TRABAIO 7 su Yeivindicacién; es ta esencia de uno'de los dos sistemas sociales que mo- weeron a fa humanidad De esta influencia no quedé a salvo nuestro pals que, después de un largo y amargo proceso, incluyendo una revolucién, culmind con la promul- jin de una Constitucién, en el afi de 1917, en donde se reconocen los rechos sociales de los trabajadores. Se inicia, a Ia vez, un nuevo camino que habré de culminar en la instauracién de un nuevo orden, en el que {quedard proserita, para siempre, Ia explotacién del hombre por el hombre, Indica Mario de la Cueva que ef derecho del trabajo, producto de la Iu- ‘cha de clases y apoyado en el pensamiento socialista, en. sus capftulos sobre Jas condiciones de trabajo, es un esfuerzo para atemperar —no para pros- ‘eribir— la miseria y la explotacién de los trabajadores y clevar sus niveles materiales sobre la vida puramente animal, pero no es ni puede ser una tealizacién plena de la justicia, porque ésta no podra existir en tanto sub- sistan el régimen capitalista y su Estado, la enajenacién del trabajo y Ia ex- plotacién del hombre por et hombre, Pero tiene el derecho del trabajo una ‘excelsa mision, porque su idea es la justicia y porque todo lo que se entre- ue al trabajo sera la entrega de una parte de Jo que habra de corresponderle fen el mundo del mafana, y porque todo beneficio al trabajo es una aproxi- macién a Ja justicia, La transformacién social no ser una donacién de la burguesia; quien lo piense asi sera un vastago Iejano del socialismo ut6pico. La justicia tendré que ser una conquista de quienes sufren. injusticia.® Es precisamente en la Constitucién de 1917 y en la Ley Federal del Traba- jo. reglamentaria del apartado “A” del articulo 123 constitucional donde fencontramos, esencialmente, ¢! fundamento legal de nuestra disciplina. De LA Cutva, Mario: Op cit, p. 25. carfruvo IT EL PROBLEMA DE SU DENOMINACION virtud de la naturaleza de esta disciplina y de su enorme fuerza expan - . ha surgido el problema de sti denominacién, esto es, existe la necesi- de resolver cual es el término ms apropiado para designarla. “A este respecto, existe todo tipo de posiciones, desde aquella que afirma ‘esta controversia carece de sentido; *...por el mero afin dle discutir los istas no se han puesto de acuerdo acerca de la denominacién de ‘disiplina...",| hasta la que ve en su adecuada denominacién una ‘uilidad; ©, ponderamos en tanto, que el interés que esa cuestién Ttspiera, ultrapasa Ibs limites de fs polemicas ints y bizaminas, porque ‘se reviste a un interés practico ae ee desapercibido”.? Esta tiltima es la postura joptado la mayor parte de la doctrina Fi re Pe ae tage ch ceoeed ae pcm Esta situacin no es privativa de esta disciplina, también se presenta en ‘otras ramas del Derecho (V. gr.: en el Derecho Penal, en el Derecho Civil); fin embargo, aqui cobra especial relevancia por la actualidad que le otor~ gan los datos antes sefialados, ‘Han sido diversas las denominaciones que se han propuesto, pero nin- guna de ellas a salvo de imperfecciones, unas mas que otras, las que s¢ sefialarin al irlas exponiendo: entre las mis significativas estan las si- guientes: J. Licistacion INDUSTRIAL, Este fue el primer nombre que s€ le atribuy6 a la materia; éste es su prin- pal atributo; su origen se explica por la época en que surgid, ya que en lla empez6 a nacer el poder de las industrias y el consecuente malestar obrero. ©. beta Ci, Mario, dtado por Kncaee ALAR Ale: ies dr De Mes cam de Tr Mesa, 1967.1, VL Lp Reson Mert Vier: BL Empl 9 of Bmpr. Ciena Eto y Disitier, 1° ccc, Mes. 1982.30. 9 0 DERECHO INDIVIDUAL DEL TRAWAIO Esty denominacién fue utilizada principalmente por los juristas france ses, como Paul Pic, Capitant y Cuche, entre otros, Pero ha sido descartada porque, por un lado, resulta demasiado restringida, ya que sélo contenpla tun aspecto de la disciplina, a las normas emanadas del proceso legislativo, desatendiendo a las provenientes de otras fuentes, como la jurisprude a doctrina y la contratacién colectiva, y ademas porque s6lo contempla industria propiamente dicha, olvidsndose de la actividad mercantil y agrico Ja; y, por otro lado, porque acoge materias totalmente ajenas, como son las patontes, las marcas, los modelos industriales y tos nombres comerciales que actualmente son objeto del Derecho Mercantil 2% DrKLCHO OnrERO Yomando en consideracién que nuestra ratna jurfdica surgié por las exigen- las propias del obrerismo y por constituir los obreros el objeto cardinal de AW preocupacion, algunos autores —Scelle, Castorena, Alvarez y Kreher— la han Mamado: Derecho Obrero* Se rechaza esta denominacién porque sus alcances son muy limitados, ya que de su misma letra se desprende que dnicamente hace referencia al trabajo desarrollado por el trabajador de las fabricas, cominmente llamado obrero ©, cuando més, a quienes despliegan un trabajo manual, haciendo a un lado otto tipo de actividades también contempladas en nuestra legislacion 8. DrREcHo SoctaL Este concepto es cominmente usado entre los tratadistas espafioles —Garca Oviedo, Martin Granizo, Benaldo de Quiroz y Juan Menéndez Pidal—, quienes citan, entre las ventajas, la utilidad de comprender todo lo relative 44 Ja seguridad social, lo cual no sucede con los términos “Derecho Labo- ral" y “Derecho del Trabajo"; mas, por otro lado, tiene el fundamental in- conveniente de ser un término demasiado extenso, *...el Derecho Social comprende otras disciplinas perfectamente delineadas: el Derecho Agrario y la Seguridad Social",* *...es una denominacién demasiado amplia, abstracta, Fedundante ¢ imprecisa, ya que el vocablo ‘social’ es demasiado amplio, todo derecho ¢s social, no obstante, existe una corriente moderna que con- sidera al Derecho Social como una rama independiente del Derecho Pibli- o y del Derecho Privado, siendo 1 Derecho Social el género y el Derecho del Trabajo la especie. {1 Musox Raw, Roberto: Der dal Tale. Editorial Pornia. México, 1926, 1p. 103. 4 DE BUEN Lovano, Néstor: Op it, p. 34. 4 Sich ALVARADO, Alfredo: Istiuciones de Dericho Mesicano det Trabajo, México, 1967. TA, Vol 1p. 3h FL PROULEMA DE SU DENOMINACION mn WH -LABORAL iin ha tenido también una amplia aceptacién, inclusive se Fr ular come singnimos Derecho Labora y "Derecho del Traa- bos conllevan et mismo significado; mas, en caso de decidire se opta por ef segundo, ya que bajo ese nombre se han incor~ tual legislacién, a a ocuparnos del nombre que més conviene a la asignatura. > DEL TRABAJO ninacién ms propia para la disciptina. Su ampfitud englo- lodo el fenémeno det trabajo, Bajo este nombre pueden consignarse to fas relaciones laborales, i Indica Néstor de Buen que esta denominacién es la que ha tenido ma- heptaciin entre los tratadistas; “en rigor, no es una denominacién ple- ie satisictoria,all menos en el estado actual det Ley y de bd ue sus disposiciones no comprenden a todas las actividades en que fle manifestarse el trabajo... A pesar de ello no cabe duda de que el 10 "Derecho del Trabajo’ es el que mis se aproxima al contenido de iistiplina y si hoy se produce el fenémeno de que el continente sea ma- Be teas oe he Laboral, la coincidencia entre ambos legue a ser plena en poco Sanchez Alvarado sefala que “aunque se ha criticado Ja denominacion | ado amp, en vid de que no todo ta lor se encuentra bajo el ambito de nuestra diseiplina, es aceptada, sin bang, por'cl gricso ie la comiene internacional, debido a que tiende fimpliar constamtemente suv ambito de accién... en efecto, el Derecho det Trabajo tiende a regular toda prestacién de servicios, dado su cardcter ex msivo, seyiin sefiala el articulo 123, en su apartado A, de la Constitucién: “El Congreso de la Unidn, sin contravenir a las bases siguientes, debers ‘eipedir Ieyes sobre el trabajo, as cuales regirén: “A— Entre otros los obreros, jornaleros, empleados, domésticos, artes~ nos y de una manera general, TODO CONTRATO DE TRABAIO: 4) —eontintia Sincher Alvarado— de donde se Mega a la conchusién de que el Derecho del Trabajo rige sobre cualquier prestacién de servicios, @uando se preste mediante un contrato de trabajo".” Esta denominacin la han adoptado, entre otros, los siguientes juristas: 6 De Bu¥N Lomo, Néstor: Op. ci, pp. 80 y 81 7 Siscaire ALwanape, Alfredo: Op. at p. 52. n DERECHO INDIVIDUAL DEL TRABAIO En rgentina: Ernesto Krotoschin, Mario L. Deveali, Rodolfo Anival Na- poli y Alfredo J. Ruprecht, En Chile: Francisco Walter Linares, Alfredo Goe- te Berrios y Luis Manzano. En Uruguay: Américo Pli Rodriguez y Héctor Hugo Barbagelata. En Brasil; Mozart Victor Russomano, Cesarinho Junior y Octavio Bueno » En Bolivia: Roberto Pérez Paton. En Venezuela: Ra- fnel Caldera. En Colombia: Guillermo Camacho Enriquez. En Guatemala: Ma- rio Lopez Lanavia. Y en México: Mario de la Cueva, Néstor de Buen Loza- fio, Alberto Trueba Urbina, Euquerio Guerrero, Enrique Alvarez del Canillo, Alfredo Sinchez Alvarado, Baltasar Cavazos, etcétera. 6, OFRAS DENOMINACIONES. Se hats propuesto otras denominaciones, pero que carecen de relevancia: el snevo derecho, derecho social del trabajo, derecho econémico-social y dere- ‘cho de los trabajadores. Capiruto 11 CARACTERES DEL DERECHO DEL TRABAJO derecho del trabajo mexicano, nacido de la Constitucién de Querétaro, las causas que lo originaron y las funciones que se le han encomen- hha adquirido ciertos caracteres especiales que lo distinguen de tas de- amas jurfdicas; “Ia historia y la naturaleza de nuestro derecho del tra- hujo, ricas en ideas, en acontecimientos y en matices, han determinado un ‘geervo de caracteres que le dan a nuestras normas ¢ instituciones laborales ‘ina fisonomfa propia y pionera en muchos aspecto Determinar cudles son esos caracteres no es tarea fécil, ya que éstos va ‘lan segiin sean el lugar y la época, inclusive, la postura ideolégica del in- vestigador. ‘Asi, ett nuestro pais, los principales tratadistas Je atribuyen a esta disci- 1a _ muchos y muy vatiados caracteres, y aunque, en general, se puede @ un consenso, no deja de existir una cierta divergencia de criterios. Podemos considerar que los caracteres mas distintivos del derecho del trabajo son los siguientes: 1, Es UN DERECHO PROTECTOR DE LA CLASE TRANAJADORA Bsta es una caracteristica que la mayorfa de los autores coincide en atribuir ‘A nuestra materia, y consiste en que el ordenamiento laboral tiene por fina- lidad apoyar y proteger a la clase trabajadora, que es la parte més débil en {a relacion trabajador-patrén. Esto se puede vélidamente desprender det ar- ‘tiaulo 3° de Ia Ley Federal del Trabajo que indi “EI trabajo es un derecho y un deher sociales. No es articulo de comer- io, exige respeto para las libertades y dignidad de quien lo presta y debe efectuarse en condiciones que aseguren la vida, la salud y un nivel econd- ‘mico decoroso para el trabajador y su familia. No podrin establecerse distinciones, entre los trabajadores por motivo de raza, sexo, edad, credo religioso, doctrina politica o condicién. social. 1 De ta Curva, Mario: Op. cit, p. 88. “ DPRECHO INDIVIDUAL DEL TRABAJO "Asimisino, es de interés social promover y vigilar Ia capacitacién y el adiestramiento de los trabajadores.” Es decir, los trabajadores, débiles en su capacidad econémica, social y cultural, se agrupan para ser fuertes por el nimero, e impusieron en la Carta de Querétaro su derecho para su proteccién. En el sistema que vivi ‘mos, el Estado tiene el compromiso de proteger, a partir de la legislacién, 1 Ia ‘clase trabajadora. Sefiala Néstor de Buen que ese caricter proteccionista que es inherente Ail devecho del trabajo se pone de manifesto en las distintas ramas de la iciplina, tanto en el derecho individual como en el administrativo y, a partir de Ia reforma de 1® de mayo de 1980, en el procesal. En el derecho ‘colectivo, en cambio, el régimen de la huelga y el del contrato colectivo than creado equilibrio ¢, inclusive, en ocasiones, los sindicatos obreros estin en mejor posicién para dictar condiciones que los patrones. Por su parte, Matio de la Cueva objeta que el derecho del trabajo sea protector de Ja clase trabajadora; sefiala que si bien en un principio esa fue su funcién, a partir de su constitucionalizacién en ta Carta de Querétaro la proteccién ya no es necesaria, “no requiere de ella porque posee la fuerza suficiente para enfrentarse, de igual a igual, con el capital y aun para Iu- char con el Estado protector de la burguesfa"; agrega que sostener tal ca- ricter para la disciplina, significa tanto como aceptar que los trabajadores estin urgidos de tutela porque son una clase inferior.* De la Cueva es partidario de la idea de que admitir que el derecho det trabajo es prtecionist equivale a aceptar que se trata de una concesién cestatal, 2, ES UN DERECHO EN CONSTANTE EXPANSION Este cardcter significa que el derecho del trabajo se encuentra en incesante recimiento, esto es, que en forma ininterrumpida va ampliando, més y ‘més, su dmbito de aplicacién. A esta rama del Derecho tienden a incorpo- arse, poco a poco, otras actividades que anteriormente no se regulaban por su legislacién; asf se tienen reguladas, bajo el titulo de “Trabajos Espe- ales’, nuevas reas de trabajo como la de los deportistas profesionales, los médicos residentes, los agentes de comercio, actores y miisicos y, a partir de 1980, los trabajadores universitarios, entre otros Tal es su fuerza expansiva, que ha Hevado a pensar en cusles serén sus aleances, “hasta dénde puede Megar la fuerza expansiva del derecho del trabajo es una cuestién de dificil respuesta, porque vivimos dentro de un 2 De Buen Lozano, Néstor: Op. ait, p60. 3 Dr LA Cueva, Mario: Op. it, p. 108. CARACTIRES DEL DERECHO DEL TRANAJO 1‘ Capitalists. Férre0 ¥ porque para destruir sus principios fundamenta preciso destruir el sistema mismo... la finalidad del derecho del fle nuestra era tiene como meta la totalidad de la clase trabajado- _ Hs UN MINIMO DE GARANTIAS SOCIALES PARA LOS “TRABAJADORES es un carfcter que, en forma undnime, se ha aceptado tanto en la 1a como en la jurisprudencia nacionales, y significa que el derecho existe sobre Ia base dle que los derechos que en favor de Tov taba 4 s¢ han consagrado en la legislacién, eonstituyen el minimo que d aérsles, sin perucio de que puedan ser mejorados —a través de dividual y colectiva—, mas munca reducidos 0 negados; de la maxima: “arriba de las normas laborales todo, por abajo de ellas, _ ¥s¢ les ha denominado “sociales”, porque estén destinados a dar pro- 4 la clase trabajadora y a Jos trabajadores en particular como inte tes de aquella, ‘Como ejemplo de lo anterior, se tiene ta fraccién XXVIH del_articulo {28 constitucional y los articulos 5°, 56 y 69 de la Ley Federal del Trabajo, Hoylamentaria del articulo 123, apartado “A” de la Gonstitucién. Articulo 123, fraccién XXVII de la Gonstitucién: “Seran condiciones nu- x y no obligarin a los contrayentes, aunque se expresen en el contrato: —_.W) Todas las demas estipulaciones que impliquen renuncia de algan dere- ‘tho consagrado a favor del obrero en las leyes de proteccion y auxilio a los “tiubajadores.” “ARTICULO 5° Las disposiciones de esta Ley son de orden pablico, por Jo que no producira efecto legal, ni impedird et goce y el ejeteicio de los Werechos, sea escrita 0 verbal, la estipulacién que extablezca: ...I1. Una jor~ fiada mayor que la permitida por esta Ley; IIT. Una jornada inhumana por Jo notoriamente excesiva, dada la indole del trabajo, a juicio de la Junta de Coneiliacién y Arbitraje; ...V. Un salario inferior al minimo; VI. Un salario ‘que no sea remunerador, a juicio de la Junta de Coneiliacion y- Arbitraj XIII. Renuneia por parte del trabajador de cualquiera de los derechos 0 _prerrogativas consignados en las normas de trabajo. En todos estos casos se ‘entendera que rigen la Ley o las normas supletorias en lugar de las clausu- fas nulas.” “ARTICULO 56, Las condiciones de trabajo en ningin caso podrén ser inferiores a las fijadas en esta Ley y deberan ser proporcionadas a la im - portancia de los servicios © iguales para trabajos iguales, sin que puedan ¢s- tublecerse diferencias por motive de raza, nacionalidad, sexo, edad, credo 4 idem, p. 9 16 DERECHO INDIVIDUAL DEL TRABAIO religioso 0 doctrina politica, salvo las modlalidades expresamente consign. day en esta Ley.” “ANTICULO 69. Por cada seis dias de trabajo disfrutaré el trabajador de tun dia de descanso, por lo menos, con goce de salario integro.” 4. ES UN DERECHO IRRENUNCIABLE Este cardcter del derecho del trabajo adquiere especial importancia porque ‘va en contra de la concepcién tradicional que seftala que todo derecho, en ‘cuanto tal, €s susceptible de renunciarse. Fy cambio, en el campo laboral y en exanto que atafa a los trabajado- Yes, tal principio no tiene eabida; esto se explica si se relaciona a este ca- Hileter con el anterior, el de que la legislacién laboral es un mfnimo de ga- 's consagradas en favor de los trabajadores; si son un minimo 4 observarse, no procederé su renuncia, Ademas, sia esto agregamos lo dispuesto en el primer parrafo del articulo 5° de la Ley Federal del ‘Traba- Jo; antes transcrito, se tendré el findamento legal de este cuarto carécter “Lax niormas de esta Ley son de orden pibli 5. ES UN DERECHO REIVINDICADOR DE LA CLASE TRABAJADORA iste cardcter tiene su origen en una tesis del Maestro Trucba Urbina, quien afirma que el articulo 123 constitucional, tiene dos finalidades: Ia de proteger a los trabajadores; es decir, se trata de una funcién tutelar, ya an- {es analizada y, la més trascendental, que consiste en la recuperacién de la phisvalfa por parte de los trabajadores. “Asf recupera el proletariado los de- echos al producto integro de sus actividades laborales, que slo puede al- canzarse socializando el capital." EI derecho del trabajo es reivindicatorio, porque busca restituir a la cla- se trabajadora en el goce de sus derechos, clase que ha sido tradicional- mente explotada en el sistema capitalista. Por su parte, Néstor de Buen anota que “Es extremadamente interesan- te hallar el sentido socialista del articulo 123, puesto de manifiesto en la euidadosa investigacion de Trueba Urbina. Lamentablemente, nuestro dere- cho del trabajo, lejos de reforzar esa tendencia reivindicadora, se ha cont ‘mado como un derecho burgués."® Hasta aqui, consideramos que se tienen los caracteres esenciales del de- echo del trabajo; sin embargo, la doctrina reconoce otros, algunos de cier- ta relevancia, por lo que es necesario mencionarlos: 5 Thuehs URmina, Alberto: Op. ct, p. 192. 6 Dr Burn Lozano, Néstor: Op it, p65 CAMACTERES DEL DERECHO DEL "TARA "7 ‘un derecho de la clase trabajadora; es un derecho imperativo;? es un inconcluso;* es un derecho que tiende a su desaparicién:® es un ‘especial (no de excepci6n).(° ‘estos caracteres destaca el de que es un derecho de la clase trabaja- | Mis postulantes son Mario de la Gueva y Alberto Trueba Urbina la Mario de la Cueva que asf como en el siglo Xvitt la naciente bur- ‘nctuanido como el factor real de poder de entonces, se impuso al 4 la nobleza feuclal en Ia Constitucién de 1791, haciendo que se reco- 1 la propiedad privada y a las libertades de industria y de comer- “lu categoria de derechos naturales del hombre, *...dlentro de este orden Iileas, los cédigos civiles del siglo xix son el derecho de los propietarios, do de las declaraciones; y para la hip6tesis de que los sin-tierra y los jeza no lo respetaran, los cédigos penales fueron la eficaz ayuda, las de que hablo Engels para mantener a los trabajadores dentro de iente de terror”.!! nbién sefiala que en el ano de 1917 en ta Constitucion de Querétaro, después en la de Weimar en 1919, la clase trabajadora, el nuevo real de poder en la actualidad, plasm6 sus derechos “...como el de- de la clase trabajadora a organizarse en sindicatos, a luchar en con- Wel capital por medio de la huelga, a negociar y a contratar colectiva- las condiciones de trabajo y a vigilar su cumplimiento, actos que libremente, sin. intervencién alguna del Estado”.!” Coneluye afir- ‘que nuestra disciplina es un nuevo derecho, “un derecho de y para trabajadores”. ‘Aceste respecto Néstor de Buen anota: "...lo Gnico cierto, lo dinico indis- , es que la nuestra es una legislacién laboral burguesa, producto de ‘evolucién burguesa, aunque se haya revestido de social. Todo nuestro sis- Juridico-laboral, partiendo del articulo 123, y siguiendo a través de las 7. locales, y las federales de 1931 y la actual (afio de 1970), responde a sistema econ6mico capitalista y, consecuentemente, burgués. Presume la jedad privada de los medios de produccién, como situacién de hecho, ‘protege esa situacién de todas las maneras posibles. €Cémo puede enten- erse, sino, esa aberracién que ha hecho nugatorio el derecho de los tra- fa participar en las utilidades de las empresas, contenida, precisa- mente en la fraccién IX del apartado ‘A’ del articulo 123 constitucional, 7 De ta Gunvn, Maro; De Burn Lota, Néstor y Stn ALVARADO, Aledo 4 Di LA Curva, Mari y Sinairz ALvatato, Alfredo. 9 Sivan Aisaae, Aledo 10 Sova Avante, Aledo De ta Gove, Mario: Op a. 18 fem, yp. 88 y 89. 8 DERECHO INDIVIDUAL DEL TRABAIO inciso /, que prohibe a los trabajadores intervenir en la direceién 0 adi wi6n de las empresas?” EL mismo autor agrega que: "La funcién del Derecho es mantener la ay social. Para ello, debe poner en movimiento una serie de derechos y de deberes de las partes que conjuguen sus respectivos intereses. No seria coneebible como norma juridica, aquella que concediera a una sola parte y obligara s6lo a Ja otra, El derecho del trabajo no puede ser una excepcion. Aun dentro de un sistema socialista, las normas reguladoras del trabajo im ponen a los trabajadores obligaciones correlativas de derechos del Estado de los sindicatos, cuya violacion podria implicar graves sanciones. El Dere- cho no puede ser norma s6lo a favor de una de las partes. De esa manera emender al derecho laboral como un derecho de clase resulta, en nuestro ‘conieepto y especialmente en México, injustifieado."!4 No cabe duda que las aseveraciones de Néstor de Buen tienen mucho dle verdad; la Constitucién de Querétaro amalgamé garantias individuales, politicas y sociales, No es una Gonstitucién que corresponda a un Estado tle los trabajadores; se respeta la libertad individual de la empresa, se res- peta la propiedad privada sujeta a “las modalidades que dicte el interés pyi- bilico". Sin embargo, es una verdad que articulos como el 3°, el 27 y el 123 sintetizan las inquietudes sociales det pueblo mexicano. Estos preceptos de Ja Carta Fundamental son el ser y el querer ser de la Naci6n, Son el punto de partida y meta de las clases sociales que dan aliento y esperanza a este pats cartruto IV OS REGTORES DEL, DERECHO DEL TRABAJO. PRINCI | Werecho del trabajo mexicano se sustenta sobre reglas de estructura. filo- ética y juridica que, en una u otra forma, estan presentes en todas y tuna de sus instituciones. Sefiala Muiioz Ramén que los prineipios rectores del derecho del traba- “aquellos postulados de politica juridico-laboral que aparecen, expre- {dcitamente, eonsagrados en sus normas.! Gomo sucede con la determinacién de los caracteres de nuestra discipl- ‘aqui también existen diversas opiniones; inicamente seftalaremos aque- pprincipios que en verdad revisten una influencia determinante en fa J. LA IDEA DEL TRABAJO COMO UN DEKECHO Y UN DEBER SOCIALES principio esté reconocido expresamente en el texto del articulo 123 istitucional: “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente «yen el articulo 3° de la Ley que determina: “El trabajo es un dere- ‘ho y un deber sociales...” } En la reforma constitucional de 1978 se afirmé el derecho al trabajo, "que ya estaba contemplado en la Ley reglamentaria con el sentido que se naliza en esta parte. Para explicar su significado, qué mejor que las palabras de Mario de la ‘GQueva: “La concepeién moderna de la sociedad y del derecho sitia al hom- ‘bre en la sociedad y le impone deberes y le concede derechos, derivados ‘tinos y otros de su naturaleza social: la sociedad tiene el derecho de exigir We sus miembros el ejercicio de una actividad stil y honesta y el hombre, a ‘i ver, tiene el derecho de reclamar a la sociedad la seguridad de una ‘existencia compatible con la dignidad de la persona humana. EL derecho del hombre a la existencia tiene hoy un contenido nuevo: cen el pasado, significé la obligacién del Estado a respetar Ia vida humana y dejar al hombre en libertad para realizar por sf mismo su destino; en el 18. De Bune Lozano, Néstor: Of ct, p. 88 6 Beep Bk ye | Muto Rao, Roberto: Op. cit, p. 113. 20 DIRECHO INDIVIDUAL DBL TRANAIO presente, el derecho del hombre a la existencia quiere decir: obligacién dl a sociedad de proporcionar a los hombres la oportunidad de desarrollar sus aptitudes. “La sociedad tiene derecho a esperar de sus miembros un trabajo ttl y honesto, y por esto el trabajo es un deber, pero el reverso de este deber del hombre, es la obligacion que tiene Ia sociedad de crear condiciones sociales de vida que permitan a los hombres el desarrollo de sus activi lades."* ste deber de la sociedad, correlative del derecho de los individuos, se traduce, entre otras manifestaciones, en la necesidad, a cargo de la soc dad, de los trabajadores fuentes de trabajo, a fin de que ein lor oles oy eee Sa peace . “En verdad, todos los trabajadores yon seres humanos, en el uso y goce le los mismos derechos fundamentales. Entre esos derechos debemos in «luir el derecho al trabajo, por sf mismo nivelador de los individuos, dere chos que deben ser Hevados hasta sus conseécuericias diltimas, en cuanto a la plicabilidad de todas las normas generales de proteccién que el derecho confiere al trabajador."4 2 LA LibeRTAD DE TRABAJO Este principio significa que el individuo tiene plena libertad para escoger Ia actividad que mas le acomode, sin mis restriecién que la liciud, iden que hha sido plasmada en el articulo 5° de la Constitucién: “A ninguna persona podra impedirsele que se dedique a la profesion, industria, comercio 0 trabajo que le acomode, siendo licitos. “EL Estado no puede permitir que se leve a efecto ningan contrato, acto © convenio que tenga por objeto el menoscabo, la pérdida o el irre- voeable sacrificio de la libertad de la persona, por cualquier causa... "EI contrato de trabajo s6lo obligaré a prestar el servicio convenido por el tiempo que fije la ley, sin poder exceder de un aio en perjuicio del tra - bajador, y no podra extenderse, en ningiin caso, a la renuncia, pérdida o menoscabo de cualquiera de los derechos politicos o civiles. "La falta de cumplimiento de dicho contrato, por lo que respecta al tra- bajador, s6lo obligard a éste a la correspondiente responsabilidad civil, sin que en ningiin caso pueda hacerse coaecién sobre su persona.” El parrafo anterior también se encuentra en la Ley, pero adquiere ma- xima relevancia cuando se Je consagra como una garantia constitucional. El constituyente ha puesto tanto énfasis en esta idea que la reitera cuan- 4 DLA Cuma; Mario: Op. a. pp 108 109, 2, Reswonan, Mozart Vitor: La Bahl del Traber n a Enea, UNAM, ein. Méxien, 1981, p. PRINCIFIOS RECTORES DEL DERECHO DEL TRARAIO 2 gud en el articulo 128 el derecho al trabajo: “Toda persona tiene tad no. puede existir y 0 Hlorece donde falta aquélla; esto es, ambos son principios funda: que se complementan, constituyen la raz6n de ser del derecho la igualdad en el trato a todos los trabajadores, sin ninguna distincin ante de la naturaleza del trabajo... Esa medida corresponde, en nues pinion, a la piedra angular de lo que se puede considerar una democra- trabajo. Nada més injusto que el distinguir y clasificar los derechos © ficios otorgados a los trabajadores en funcién de la naturaleza de ficio 0 de su trabajo..." if principio de igualdad se. puede desdoblar en dos subprincipios que 4 Para trabajo igual, salario igual, y ++ Para trabajo igual, prestaciones iguales ‘Amnbos postulados pueden quedar comprendidos en el_ primero, aten- Bo 2 io eatablecd en lon articles 82 y BA de a Ley Federal del Tre *AntICULO 82. Salario es la retribucién que debe pagar el patrén al tra- por su trabajo." “ARTICULO 84. EL salario se integra con los pagos hechos en efectivo cuota diaria, gratificaciones, percepciones, habitacién, primas, comisio- Prestaciones en especie y cualquiera otra cantidad o prestacién que se 1¢ al trabajador por sur trabajo.” _ Hemos optado por distinguir entre género y especie para hacer mas fa- ‘Gil la explicacién del desdoblamiento del principio de igualdad. ; as - 4) Salario en sentido estricto: sueldo, y __Salario en sentido ampli { x ‘ 4 lem. 2 DERECHO INDIVIDUAL. DEL TRANAIO. 1. Para trabajo igual, salario igual. ilo esti previsto en la Constitucion; el articulo 123, apartado I, determina; “VIL. Para trabajo igual debe corresponder salario. igu: cuenta sexo ni nacionalidad.” sin tener en Como ordenamiento regkamentario, la Ley se encargo de recoger este prineipio y de desarrollarto en disposiciones tan claras como las conteniclas ‘it Jos articulos 5°, fraccién XI, 56 y 86. “ARTICULO 5° Las disposiciones de esta Ley son de orden ptblico, por Jo que no producira efecto legal, ni impedira el goce y el ejercicio de los derechos, sea escrita 0 verbal, la estipulacion que establezca: °X1. Un salario menor al que se pague a otro trabajador en Ja misma ‘empresa 0 establecimiento por trabajo de igual eficiencia, en la misma clase «le trabajo 0 igual jornada, por consideracion de edad, sexo o nacionalidad.” “ARTICULO 56. Las condiciones de trabajo en ningiin caso podran ser inferiores a las fijadas en esta Ley y deberan ser proporcionadas a la im: portancia de los servicios ¢ iguales para trabajos iguales, sin que puedan es tablecerse diferencias por motivo de raza, nacionalidad, sexo, edad, credo religioso 0 doctrina politica, salvo las: modalidades expresamente consigna: das en esta Ley.” “ARTICULO 86. A trabajo igual, desempefiado en puesto, jornada y con- diciones de eficiencia también iguales, debe corresponder salario igual.” Indica Sénchez Alvarado que este postulado, consagrado env nuestra le- gislaci6n laboral, ha sido adoptado por la Organizacién Internacional del Trabajo (OFT), pero en un sentido distinto, ya que en tanto la regla mexi- cana postula; “para trabajo igual, corresponde salario igual”, el postulado de la OFT reza: “para trabajo de igual valor, igual salario”. En tanto que ¢l principio mexicano toma como base un criterio objeti- vo, el de la OFT se apoya en un criterio subjetivo; deja la calificacién de! trabajo desempefiado al libre arbitrio del patron que lo recibe, lo cual rep- rresenta un margen relativamente corto de beneficio al trabajador. Il, Para trabajo igual, prestaciones iguales. Este principio se sustenta bajo las mismas directrices que el anterior, de ahi que le sean aplicables las mismas disposiciones, con la salvedad de que bajo este principio no s6lo se hace referencia al salario propiamente dicho, denominado indistintamente sueldo, raya, etc., sino a todas aquellas presta- ciones que en funcién del trabajo se deben entregar al trabajador. Concordantemente con ambos postulados, para que el artfculo 86 fuera comprendido con mayor claridad, podria quedar de la manera siguiente: PRINCIPIOS RECTORES DEL DERECHO DEL TRABAIO B trabajo igual, desempefiado en empresa o establecimiento, puesto, ¥ condiciones de eficiencia también iguales, deben corresponder "y prestaciones iguales.” | USTAMILIDAD EN EL EMPLEO ww es la peor de las tiranfas. Su causa mis frecuente es la carencia ila del empleo, porque entrafia la falta de ingresos para subsistir lor y su familia.” Estas palabras fueron pronunciadas por Heriber- fn La Asamblea Constituyente de Querétaro, en su discurso del 26 Wlciembre de 1916. En el actual periodo de crisis econémica, a nive J, ante las cifras crecientes de desempleo y subempleo, el tema de la ida en el trabajo vuelve a cobrar gran importancia; es fundamental ju el buen desarrollo de cualquier economia nacional, asegurar la perma- en el empleo a los trabajadores.”* le principio tiene por finalickid proteger a los trabajadores en el em- 4 fin de que tengan, en tanto lo necesiten y asf lo deseen, una per- jt mis © menos duradera. Sin este principio Tos postulados de iad, libertad, y el trabajo como un derecho y un deber sociales, que- iy sin sustento, “Asiinismo, se erige en un derecho a favor de ta clase trabajadora, y lo ‘dos razones: BF torque los trabajadores pueden renunciar a él; es decir, tienen la al tiva de desligarse del empleo en cualquier tiempo, con la sola respon- lidad de los dafos y perjuicios que puedan ocasionar con ello a la em- si la salida se produce antes de cumplir el primer afio de servicios los 5° constitucional y $2 de la Ley), y IL Porque pueden exigir el cumplimiento del contrato a través del ejer- de una de las dos acciones que existen en su favor; la reinstalacién en aun en contra de la voluntad del patrén, y si es preciso median- tl uso de Ia fuerza piblica (articulos 48 de Ia Ley Federal del Trabajo y 128, apartado “A”, fraccién XXII, de la Constitucién: “El patrono que des- "pid a un obrero sin causa justficada... estard obligado, a eleccion del tra- “hajador, a cumplir el contrato o a indemnizarlo con el importe de wes me- es de salario..."). Se ha definido a la estabilidad en el empleo de la manera siguiente: “Es el derecho de fijeza o permanencia que debe tener todo trabajador en su empleo, en tanto no sobrevenga una causa expresamente prevista por {9 DAvalos, Jo: Notas al libro La Evalildad del Trabyjador lo Empresa, de RUSSOMANO, Mozart Vicior. UNAM, 2 edciin. México, 1961, pl.

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