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Psicologia socia CONCEPTOS FUNDAMENTAL EDUCACION HOY Volimenes publicads: ADLER, M.: Manifiewo educative, Pro- ‘esta del Grypo Paidela AGUERA, L: Claso de Creatvidad y Len AMADO, G., ROY, 1: La observacion dels nas dfs: (Ago) ANTINORE EF cGuondera 0 comunidad ican? ADARISL, A: Uopla escolar y relismo educatvo. AUDOUIN, Fs Ciernic vena. BALL, 8.: La motivacioneducatva, Act ‘des’ Tere Rendimiento. Control BARBERA, Vi Didstonte lv Clencis ‘Naturales en fa edacacin basics, Mode nese nesta (st) dagogia del movimionta a BLACKBURN, Kv La funcn tori ‘Agor) BLANCHET, A.: GHIGLIONE, R.; MASSONNAT, J., y TROGNON, A ecncas de investigcion en ciencias 50 cals. BRUNELLE, L.: (Qué es la no directv. dad? (ApO1.) CALLEIAS, J. Me El taro educa. Expe ‘iencie didctcas en floofa CALONGHL Ly otros: problema dela valuacian. (got) CANDAU, V. Mi Laentehanze programa: da. (Agot.) a Diddcte em euestisn, Investigacion y ensenansa COLECTIVO «CAMPOS DE CASTI LA»: La Escuela Rural. Un Proyecto ceducaivo en marcha, ROS. L.? Escuela: nuevos testimonies, nuevas experiencis CURWIN, KL. y MENDLER, A. N.: La discipina en clase. Gua para a organiza ‘nde la escuela eat. CHAUCHARD, Pi: El cerebro y le mano ‘ereadora. (Agot.) D'HAINAUT, L.: Lor sistemas educativos Andis y reulacion DE LA GARANDERIE, A.: Los perfles edasion. Desc as pete DELA'TORRE, S.: Educar on la creat “dad. Recursos para desarrolar a creat ‘ded en el medio escola, DELAIS, J: Los jor de ta revolucion {Que tipo de hombre queremoe formar? DIAZ, C! La creat en la Expresion Plasica. Propuestas ddactcas y metodo geas DIEZ, 1.3. La Comunidad Edweatva DOMINGUES, C!"Modulos para medi y ‘evalua en educacion. (G04) ENTWISTLE, 1: La cain poli n ESTELLA, 1 Programa docente de Quin ‘cx parla formaciin de profesore de Eon, ESTEVE, J. M: Auoridad, obediencia y ‘edueaciin. (Agot) — Infect de pubcdad en TV sobre PAUQUET, M., y STRASFOGEL, $.: Lo ‘audiovisual al erveio de tes profeores (Ager) FAURE, P.: Ideas y métodos en la educa ‘ion (Ago) —Ensenansa personalizada y también co- FERNANDES, E. Proyecto educative para tuna sociedad niet. FERNANDEZ, 11, DUASO,S Elche nel aula FERNANDEZ, 1. M; ROMAN, J. Mu » ‘OTEO, R Seminaros ddacticos en Ba chillerato. Pautas para programar. (got. FERNANDEZ, 8: Didécica de a gramad- ca. (2+ ed.) FERNANDEZ VILLAMARZO, P.: Ca ‘ractersteas y tratamiento de la sexualidad Injanl Enfoque psiconnalitico freudia no. (2 ed} FERRAN., Pi: La escuela dela calle. Una ‘educactinabierta hacia medio. (Ago) FISCHER. G. N." Psicologia social. Con ‘ceptosfndamentales. FOURCADE, R: La motivacin en la en sehanza. (Ago) GLASSER, Mu La «Realty Therapy Un ‘nuevo camino para la psiguiaria (2° ‘a (GION, : Comunicaion ydilogo en ire educadors. (gor) CIGTON Ry CLERO, Cx: La ere dnd en ln. (Sgt) GOBLE.N. My PORYER, Fs La cam Dank ncn del profes. GOGUELING Formato continua de dadutos. (Agot.) GOMEZ, TE Diagnéstco del deieleme ental Pailogisy prevencion GOMEZ DEL MANZANO. Me: El prot ‘oniianio en ta tease Unfartl del Silo SX, Incdencas en ta pertonalidad ae nin lector GONNET, J El perisdco en la escuel ‘Crea lsat GONZALEZ. A. Ba FERNANDEZ, J M., 9 BARRADO, A." Andis de le calidad de a ensenaca, GONZALEZ, AUP NAVES, 8. y SAL- ‘VAT, A. Programacion ddd en Ba Chilean 1 Beem, If Bln uinten GUTIERREZ, L: EsperieniaSomosagua (Asot) HERNANDEZ, A. 1: Experiencias dein: ‘endiscplinariedad. Las Ciencias Notura tes en el Bachilerio. (Ago) —Metodologia sstomica en ia enseanza tniversitarta. Un proyecto de inepracin ecolégica y pedeadica HERNANDEZ, A. 1 y GOMEZ, MJ. “acta una concepcidn ttegrada dela Na- furaleza. Experienclas )\ material para rosramaciones en Enschansas Medias. MESS,” La pedagogta institucional hoy: HOUGHTON, Hy otros: Educacin re LEPS.: Educaciiny valores. Sentido dela ‘aeciin educativa de nuestro tempo. (3 ea) Estudios y experiencias sobre educncion en valores (Apot) — Educacion y Solidaridad. Propuestas de reflexion ¥ accion, IRWIN, M., BUSHNELL, M-: La obser vacién det mito. Esiaegias para su es dio, HTURBE, T., y DE NARDO, A. R.:Orien- ‘acidn educative del nino HTURBE, T., y DEL CARMEN, L El De ipartarrenio de Orientaciin un centro ‘scolar. (4. ed.) JEAN, G.: BI proferor. Su cultura personal ‘ys accion pedagaica MENEZ, F Técnicas psicoldgica de Ase 'soramiento y Ayuda Interpersonal KELEMAN, S.: Le realidad somatic, Pro- eso de a persona, LABELLE, J. M: Universidad y educacin ve edule LEPLAT, J, y otros: Formacin y apren: diz LEROY, J.: EI didlogo en la educacion, (Agot,) LOPEZ MELERO, M.: Teoria y pricica de a Fducacion Especial. Eaucactn intlec: tual del nino. tisomico-21 tmongélico) 2 ed LOPEZ. GUINTAS, A.: La juventud actual ‘entre el virgo y of @xass. (AGS) LLOPIS,C., y CARRAL, Cl: Las Ciencias ‘Soclaies én ef ula. (32'ed,) MANTILERL, A.: Las nits y el agua. 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ORATE, Me P, de: BF autoconcepto For ‘mucidn, medida impicaciones en la per- Salida PALLERO, $.: La entrada aa Universidad. Visirumentos de aprendizaje univers rio. (Ago) PASCUAL, A. V.: Clarfcacin de valores ' lesarollo humano” Esraegias para Ta cular UAUCELLE, 0.: Formar un pueblo de ‘eyes. La vide de una clase maternal (Agou) PEIRO, 8: £1 idearia educative. Axiologia © imerdisciplinaiedad. UEREIRA, N.: Euducaciin personalizada tun proyecto pedagoxico en Piere Faure (Azot) PIKLER, E.: Moverse en Nberad. Desarro: Is de ta motreidad global. POCZTAR, J: Defnir os objeivos peda- ‘gégcos. ¢NuevasWenicas? POVEDA, D.: Creutvidad y rato, (Agot.) POWELL. Te: Eleducador y fa creatvidad del ni (got) POZUELO, Li; SANCHEZ, C., y LOU- ‘ZAO, L Diddtea para a clase de iio- ‘ma. Meiodologta, insrumentas, juegos, experiencia. (2 ed.) QUART, C. Profsion: paves. RAVIER, A.: Caras a los padres y educa- ores para iempas de revoluio REBOUL, E Aprender a usar lat fuentes de informacion, Teencas para a escuela REBOUL, 0. {Transformar la sociedad? ‘_Transformarla educacion? (Agot.) RICHMOND, K.! Curriculum escofar. TAgot) ROSALES, C.: Chterioe pare una evalua ian formatva. (3: ed.) idéerica de la conuntcacion verbal. (2. ROUSSEAU, G.: Las reuniones en la vide de fos grupos. RUIZ DE OLABUENAGA, J. Loos Enseranca, politica y futuro eductvo, SANCHEZ, DE HORCAIO, 51: gest nena ena 60) sARHIAGO, 8 Dele Eyreson Coneral als comunicacionnerpronal Torey ete deen propre sabes 79 Gontez De VELAS- 0, Fide de aot Too, tod, programa, evalacoa SHAVER Aly ADEY. Ph Lec de ‘ouehar Clin. Deirlocopntetve etme del cade, C0) SCHROBER, My oon Saucon pore labenad (ag) TITONE, Rs Bl lenguaje en la interacion ddactca TOBSCAY.: La sociometria en la educa: idm bdsea. 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Dr. Federico Rubio y Gali, 9. 28059 Madsid © BORDAS, Pins, 1989 Titulo original: Les compe ondametane dela pce ile ‘Traduecién de Alfedo Guerra y Alfredo Casis ‘Cubjerta de Fernando Gates de Miguel ISBN: 84-277-0990-4 Deposito Legal: M-28677-1950 Inmpreso en Espafa. Printed in Spain Fotocomposiiin: MT, SA. Av. Filipinas, 48 - 29003 Madcid Impreso en Notigrf. San Dalmacio, 8 - 28021 Madrid PROLOGO 1. LA PSICOLOGIA SOCIAL: APROXIMACION Y TEORIAS, Ea formacién de la psicologtia Social ...n.esne Elenfogue psicosocial Principales orientaciones tedricas 2. LA RELACION SOCIAL El vinculo social Formas y niveles de la relacion Interacei6n e intereambio social 3, LA INFUENCIA SOCIAL, Procesos de la influencia social Formas de influencia social Impacto de la influencia social 4. LA REPRESENTACION SOCIAL... Las teorias de la creencia tocial Modalidades de la percepcion social: prejuicios y sires Representacién social : 5. LA COMUNICACION SOCIAL Teorias de la comunicacion Procesos de la comunicacion Comunicaciones de mass 6. LA IDENTIDAD SOCIAL Concepciones de la identidad ‘Caracteristicas de la identidad Mecinismos de la identidad social BIBLIOGRAFIA 105 116 125 126 aT 49 157 158 165 m4 181 La psicologia social sigue siendo un saber de contornos fluctua tes. Aunque se ha constituido a partir de disciplinas que hoy dia : encuentran fuera de sus fronteras, su desarrollo a partir de corrient de pensamiento y de précticas sociales, ha renovado profundamen desde hace una veintena de afios su marco te6rico inicial y su progres se ha hecho de una especificidad cada vez mayor. Su campo puec definirse someramente como el estudio de los fenémenos social caracterizados por la naturaleza, siempre problematica, de las relaci nes que tienen lugar entre individuo y sociedad, aun cuando los té minos de esta relacién permanezcan ambiguos y entremezclados. En Francia, la psicologfa social se ha ido progresivamente estru turando como una esfera auténoma de saber y de enseftanza; hoy : revela como una dimensién esencial de Ia formacién universitaria ¢ psicologia. Las obras de referencia existentes: Stoetzel (1963), Ma sonneuve (1973), Daval (1967), Castellan (1970), Moscovici (1984) s presentan como manuales de sintesis, pero cada una de ellas con un distinta tonalidad teérica, en la que se acenttia una orientaci6n pers nal por parte del autor. En cuanto a los textos fundamentales ¢ psicologia social ingleses y americanos, presentados por Lévy (196: hace més de veinte affos, arrojaban entonces una nueva luz sobt corrientes de investigacién, temas y métodos que ulteriormente s confirmaron como polos principales de la psicologia social. A diferencia de otras obras precedentes, ésta no es un tratado; e lugar de una presentacién exhaustiva de los principales campos, prc esos 0 métodos, propone una entrada en la psicologfa social partier do de los conceptos esenciales que constituyen un lenguaje que ¢ fundamental para definir el enfoque psicosocial. HCOLOGIA SOCIAL 0 Se trata aqui de una eleceién basada en la preocupacién por proponer, en una perspectiva didactica, un repertorio bisico que permita a todos aquellos que inician su formacién en esta materia, poser un denominador comin y adquirir una comprensién de los imecanismos especificos que trata la psicologia social. A nuestro modo de ver, el estudio de los conceptos fundamentales proporciona unas claves para penetrar en este universe tedrico y para abordar ciertos fendmenos de la realidad social Esta obra es, pues, esencialmente una introduceién que permitira sensibilizar al lector hacia un modo de aprehender el mundo social y captar asf las caracteristicas de las situaciones y los comportamientos dleterminados por la realidad social. Concebida como una herramienta pedagdgica, va destinada especialmente a los estudiantes del primer ciclo de ensefianza superior, pero, se dirige a todos aquellos, ya sean educadores, trabajadores sociales, psicdlogos practicos, orientadores, que descen entender mejor determinados mecanismos esenciales de a vida social La estructura general de la exposicién incluye un capitulo intro- ductorio que presenta el enfoque psicosocial a través de su desarrollo y sus principales caracteristicas. Luego gira en torno a los principales ‘conceptos que constituyen los ejes fundamentales de nuestro manual: la relaci6n, la influencia, la representacién, la comunicacién y la identidad, Nos queda por decir, finalmente, que Ia publicaciéa de esta obra ha sido fucilitada por una subvencién concedida por la Corporaciéa franeo-quebequesa, subyraya fa voluntad de integrar y articular las perspectivas teérieas de esta disc. plina, surgidas a partir de universos culturales¥ sociales diferentes 1. La psicologia social: aproximacion y teorias Este capitulo introductorio tiene como fin delimitar el campo de la psicologia social. Desarrollaremos tres aspectos correspondientes a algunas dimensiones esenciales: — en primer lugar expondremos algunos datos de orden histérico, a fin de entender eémo se ha constituido la psicologia social; — determinaremos, seguidamente, el enfoque psicosocial como campo de investigaciones especificas, —y por tltimo presentaremos algunas orientaciones teéricas dentro de ‘dicho campo, Formacién de la psicologia social a reciente, que hace un siglo no existfa como tal. En 1908 se publicé el primer manual inglés de psicologia social (Mc Dougall), centrado cast exclusivamente sobre el estudio de los meca- nismos de control de los instintos bioldgicos. Subrayaba csencialmen- te el papel de este control de los instintos como elementos explicativos de la vida social. En Europa, el pensamiento social —influido por Marx en el si- glo XIX y por Durkheim a principios del siglo XxX —sent6 las bases de la psicologia social destacando Ia importancia del colectivo para la comprensién de los fenémenos psicoldgicos. Aunque observamos una trayectoria diferente en Europa y en Estados Unidos en cuanto a la formacidn y la evolucin de Ia psicologia social, sabemos que se ha Gpnstituido a partir de reflexiones y conceptos procedentes de otras Alisciplinas, tales como la filosofia, la sociologia 6 la psicologia Aqui no consideraremos miis que tres aspectos relativos a diferen- tes niveles de la formacién de la disciplina: lt psicologia social dentro de la evolucién de los conocimientos sobre el hombre; ~ los diferentes puntos de vista sobre el hombre, en los que se ha basado ‘con més 0 menos intensidady — Roper ltimo, el paso efectuado desde une reflexion de psicologsa colectiva, a una reflexién psicosocial, EVOLUCION DE LOS CONOCIMIENTOS La psicologia social, como todas las demas ciencias humanas, se inscribe dentro de un esfuerzo para organizar el conocimiento sebre clhombre, que, durante siglos, ha sido esencialmente filosofico, Fete conocimiento se ha desarrollado ampliamente basiindose en una dis, tinci6n establecida entre individuo y sociedad. El concepto de naturaleza humana definia al individuo y propor- cionaba una explicacidn en términos de estabilidad, consideramioce esta naturaleza como algo invariable en relacién con las fluctuaciones externas y con una sociedad cambiante. La contraposicién euerpoval ‘ma permitfa comprender la relacién fuera/dentro en un mismo indivi. Guo: el cuerpo seria la exterioridad, el alma, la interioridad. El sla determina otra dimensién del individuo: la «psiquen, a la cual oo tincula un tipo de experiencia que concieme al pensainiento y a las emociones. El advenimiento de las «ciencias humanas» se tradujo en una nueva relacién con el saber, que ha valorado la subjetividad como clementy de conocimiento; no existe un saber desencarnado. sino relativo al observador, al sui i conocimiento no es ya port uuna funcidn enciclopédica; su crientacién esté caracterizada por una trayectoria que se localina en sectores determinados. Fs decir, el saber se va dividiendo cada ver Inds en elementos especializados que le otorgan un status especifico, Gu yirtud del objeto que aprehende y que recibird su legitimacion dentro de! dispositivo general de los saberes en una sociedad. £1 surgimiento de la psicologia social ha estado marcado por esta transformacién del status del saber dentro de la sociedad, de Aiversce modos: 1. En primer lugar, y quizés mejor que otras disciplinas, refleja el status hibrido de «especialidadesy que se eoustituyen 1 partir de conceptos existentes en otros campos; estos conceptos son captados de nuevo e insertados en enunciados que les forjan una nueva legitimidad dentro de,cuerpos te6ricos definidos, 2. Por otra parte, la psicologia social es tributaria de la divisién en disci. plinas de los diferentes campos aprehendidos por los saberes constitui, dos. Deberi, pues, amoldarse a cédigos establecidos, que confieren un reconocimiento social a su contribucidn. Por ltimo, la trayectoria de la psicologia social esta vinculda al estado de una sociedad y a las cuestiones que le son propias. En este sentido, ¢l esfuerzo de la psicologia social, como gestién cientifica, comporta siempre un aspecto dialéctico: a través del estudio de los fendmenos Sociales y de los tipos de valores vehiculados en una sociedad, se define Como una aproximacién critica a su propio saber, ya que éste esti Producido por los fendmenos analizados y depende, en parte, del sentido que la sociedad le confiere. LAS DI 'RSAS CONCEPCIONES DEL HOMBRE {De qué tipo de hombre trata la psicologia social? Para responder 41 esta pregunta, hemos de presentar diversas concepciones que han fluido, de uno u otro modo, la manera de entender al ser humano ¥ que han intervenido en la definicidn que la psicologia social le ha dado después. Nos limitaremos a algunas etapas que, desde el comien vo de la época moderna, han correspondido a estas distintas con. cepciones: — el hombre como ser racional; — el hombre como ser biolégico; — el hombre como ser psicolégico, El hombre como ser racional Para el pensamiento del siglo xvi1, el conocimiento del hombre brocede atin de fuentes impuras. Es Descartes quien lo va a funda. mentar sobre la evidencia de la reflexidn: el hombre es un ser de raz6n ¥ la gufa de la raz6n es la conciencia. La concepcidn cartesiana opera, or tanto, el paso que va desde la creencia sobre el hombre, ¢ una certeza sobre el hombre; esta certeza estd proporcionada por la razon, micntras que la creencia es una seguridad fundamentada tinicamente sobre Ia intuicién. Con esta concepcién asistimos a la fundamenta, cién, de nuevo, del ser humano en torno a un elemento central: la concieneia como gufu dle la conducta, cota soctAL “ Este conocimiento filoséfico del hombre va acompafiado de cono- cimientos, mucho més concfetos en las obras de'los moralistas (La Rochefoucauld, La Bruyére). En oposicidn a la filosofia racionalista, claboran una psicologia empirica segin la cual no existe en el hombre nada de natural, 0 més bien de innato; todo es adquirido por expe riencia. La nocién de cardcter se convierte entonces en un elemento interpretativo de la conducta humana y social, al mismo tiempo que «desnaturaliza» el comportamiento humano, dindole una significa- cién social. Con los moralistas aparece una consideracién del hombre a través de un enfoque subjetivo, mantenido por un trasfondo de valores sociales y morales EL hombre como ser. biologico El siglo Xvtt se caracteriza por un extraordinario apasionamiento por las ciencias naturales. La situacién del hombre se estudié en relacion con las especies animales y se convirtié en parte de la zoolo: gia. Es la época en la que se comienza a recibir de ultramar un cierto niimero de monos, que se pueden disecar; se trata entonces de situar cl comportamiento humano en relacién con el de estos monos, En el curso de estos estudios, que dieron lugar a numerosos debates, apareci6 una estructura epistemoldgica esencial: dentro del iber anat6mico hay un abismo entre los conocimientos que propor- ciona y los aspectos del comportamiento que se le escapan. El escal- pelo estudia al cadaver. El saber anatémico es, paraddjicamente, el comienzo de una reflexién mas general sobre ios limites tltimos de toda observacién que implica, en un momento dado, una fijacién de lo viviente. Aquello que se quiere observar escapa por el hecho misino de aislarlo. Todos estos debates se ven ampliados y precisados por la cuestidn del hombre salvaje: {qué criterios son los que hacen que un individuo pertenezca a la especie humana y no a las especies anima- les? El siglo Xvi respondio a esta pregunta teniendo en cuenta un criterio fundamental: el lenguaje humano. Sin embargo, después de este debate quedan planteadas no pocas preguntas, ya que no se pudieron definir las fronteras reales del lenguaje. Pero los trabajos de los anatémicos iban a revolucionar las con- cepciones filoséticas tradicionales; al establecer una descripci6n exter- na e interna del hombre elaboran una nomenclatura de elementos constitutivos que iba a permitir introducir una especie de jerarquiza- ci6n relativa de la importancia de las partes anatomicas, concediendo lugar privilegiado al créneo, considerado como lugar del conocimien- to. Paralelamente se consideraron las diferentes partes del cuerpo, no s6lo segin sus funciones biolégicas, sino como un cierto ntimero de signos que permiten poner de relieve y pronosticar el carcter de un individuo. El conocimiento del hombre se fundamentard, en adelante sobre el aspecto del cuerpo y no sobre la reflexién filosofica; en consecuen- cia, el conocimiento del ser humano es un conocimiento de naturaleza fisiolégica, debido a Ia importanci: ida al organismo, a sus funciones y estructuras. El hombre como ser psicol6gico Hacia finales del siglo x1x y principios del Xx, dos corrientes han intervenido en Ia aparicién de Ia psicologia como ciencia natural: la filosofia empirista y la corriente racionalista, 1. Alliamar a atencién sobre el papel primordial de la pereepeisa senso- tal y del aprendizaje en el desarrollo del espritu, los empiristas pro pusieron una concepciGn de las actividades mentaies en la que la per- Cepcion sensorial se consideraba como un proceso de recepcién de estimulos exteriors, que ponen de manifiesto la funcién adaptativa del Comportamiento. Este analiss de las estimlaciones exteriores const tuye la base de [os conocimientos del hombre acerca del mundo que le rodea; en consecuencia, para los empiristas, el comportamiento huma- no posee una funcion puramente receptva, en la medida en que no tiene valor més que como recepléculo pasiv. : [La ereacidn en 1879 de un laboratorio de psicologia experimental en la Universidad de Leipzig, por Wilhelm Wands iniciaré el estudio expe- rimental de los fendmetios mentales, como la precepei6n sensorial. La Contribucién esencial de esta nueva psicologia, concebida como psi fsjologia,seré el estudio de los provesos fisicosimplicados en It act vidad mental o psicoldgia. La perspectiva abierta a partir de la psico- ologia fue la demostracion dela interaccin de las furciones org’ 7 las reaclones psivologicas. Lo que ve vas poner de ura ¢s la cuestionrelativa a la estructura psiquica como proceso complejo Esta estructura va a ser progresivamente tenida en venta, sobre todo como elemento interactive entre ls factores de tipo fisiologico y de tipo pslquico, SURGIMIENTO DE LA PSICOLOGIA SOCIAL Comte La caracterizacién del individuo como ser social aparece de ma- nera explicita con Augusto Comte (1798-1857). Su finalidad es el SICOLOGIA SOCtAL 16 estudio del ser social en su conjunto; por ello intenta fundar un conocimiento del hombre sobre su modo de ser en sociedad. Para Comte, el hombre esta también configurado por la sociedad en ia que se encuentra. En adelante, ya no sera el hombre aislado el objeto de a nueva ciencia, sino el hombre arraigado en un grupo mas o menos organizado. Pero es realmente con Tarde (1903) y con Le Bon (1895) cuando asistimos a un auténtico desarrollo de Ia psicologia social. A Tarde, por otra parte, ¢s a quien debemos el término «psicologia social». Ei interés de esta concepcién reside en presentar factores psicoldgicos Para analizar fenémenos hasta entonces estudiados por la sociologi Tarde El sentido mismo del término psicologia social es relativamente limitado para este autor, que no se interesa por el individuo en tanto que tal, sino solamente en la medida en la que aparecen determina. ciones sociales en su comportamiento. Es decir, analiza sobre todo el grupo, las instituciones, pero en tanto que estén compuestas por individuos. En sus investigaciones, Tarde aparece como un precursot de los estudios sobre los mecanismos esenciales en la psicologia social, como son las opiniones y las actitudes. Estudia los aspectos cognitivos y afectivos de la personalidad, mostrando que constituyen las fuerzas Propias de la vida social. Define el concepto de imitacién como un Proceso fundamental de la realidad social, mostrando. su caracter dlindmico y selectivo, que prefigura ya la importancia del concepto de influencia en los estudios ulteriores. Le Bon Es Le Bon quien abordaré una situacién colectiva esencial: la muchedumbre. Para él: la muchedumbre psicoldgica.es un ser provisional compuesto de elementos heterogéncos, soldados durante un momento, exactamente igual que las cclulas del cuerpo constituyen, mediante su reunidn, un cuerpo que manifesta carte, {erfsticas muy diferentes de las de cada una de las elulas que posee. Esta miaca dota por tanto a los individuos de una especie de alma edlectiva que les hace sentir, pensar y actuar de un modo completamente distinto a como sentria y actuarfa cada uno de ellos aisladamenter. El estudio de Le Bon es en realidad un estudio psicolégico de los hombres agrupados para formar muchedumbre. Observa que el com. "7 APROXIMACION YTEORLAS portamiento de los hombres en esta situacién difiere esencialmente de su psicologia individual. El mero hecho de encontrarse en una muche- dumbre modifica al individuo: se convierte en un autémata y su unién con otros conduce a la formacién de un ser nuevo, que Le Bon denomina «el alma colectivay. : Destaca algunas caracterfsticas psicolégicas, que son las siguien- tes: 1, La masa obedece a la ley de unidad mental: las convicciones y las, ‘emociones se expresan para tender hacia una unanimidad; tienen por consccuencia el dogmatismo y la intolerancia, i 2. Por otra parte, la muchedumbre expone a los individuos a emociones sGbitas, simples, intensas y cambiantes, 3. Adopta, por ultimo, en su expresién lo que Le Bon designa como razonamiento rudimentario. Le Bon explica estos comportamientos de la masa por dos causas: 1. La primera, interna, es el contagio mental: las emocionesy las opinio- nese comnican y por ell se muliplican y efucrzan; dentro de una Situaién coleetiva se produce tuna propagicion de los sentinientos ‘As, Los fendmenos sociales no estin solamente determinados por i coaccidn, sino tambien por elementos emocionales que se transnten entre los miembeos del grupo 2, Ta segunda causa es exter y se reflere ala exstencia de Keres. La dea de lider sigue extando muy supeditada a una concepcin centrada sobre el prestiio personaly el poder de fascnacion, pero su merito Consist en proponer un nuevo modo de explicarfenomienosclectivos, Durkheim A principios de siglo, Durkheim esclarecera de un modo decisivo ti importancia de Io social y de su interpretaci6n. Mostrar «que no puede haber sociologia, sin las sociedades, ni tampoco sociedad si no hay mas que individuos». En su estudio sobre el suicidio (1897), proporciona un anilisis sociolégico sobre una deci ién individual. No quiso conocer los motivos de las personas que habian intentadosuici- arse, ni informarse a partir de los familiares del suicida. Se limit6 a compilar estadisticas acerca del mimero de suicidios en diferentes paises de Europa a lo largo del siglo XIX y a analizarlas. Descubrié que los suicidios habian tenido un denominador co- min: el grado de integracién del individuo en la sociedad. En otros CIASOCIAL 18 términos, 1a tendencia al suicidio es inversamente pr al grado de integraci6n religiosa, familiar 0 politica: cuanto mas mtewree do esté un individuo en una o cada una de estas esferas, tanto menor Sera la probabilidad de que se suicide. Durkheim ha mostrado asi que tun acto individual tan aislado como el suicidio halla una explicacion en el rol de las influencias sociales que pesan sobre los individuos. Dichas influencias intervienen, segin él, a través de las reglas sociales que introducen una distancia en la relacién entre los individuos, pero que hacen de esta distancia la realidad de toda relacién social. | Aun cuando Durkheim estaba influido atin por la fisiea social de Comte, no dejé de poner de manifiesto que la sociedad es irreductible a los individuos que la componen, al igual que las representaciones colectivas son diferentes de las representaciones y las emociones que afectan a los individuos. Erige el funcionamiento de Io social sobre leyes propias. La constitucién de 1a psicologia social como disciplina ser4 tribu taria de esta visidn y se realizara a partir de un modelo dicot6mico individuo/sociedad, el cual, al menos en sus principios, se encerraré bien en un reducto sociolégico, bien en un reducto psicol6gico para pensar sobre lo social. La delimitacién de la psicologta social solo se llevard a cabo progresivamente, en torno a un objeto espe: articularé los dos polos sobre los cuales est construida. Enfoque psicosocial DELIMITACION DEL CAMPO DELA PSICOLOGIA SOCIAL El campo de la psicologia social queda formulado del mo: sencillo'y esquemético altmando que a! hombre os pos nena un ser social, " Esta posicién muestra que la psicologia social se ha desarrollado a partir de una concepeién determinada sobre el lugar del hombre en la sociedad. Considera este lugar como una situaci6n especifica en Ia que se imbrican dos aspectos; « priori irreductibles, de Ia realidad: Io individual y lo colectivo. Analiza y estudia cémo se articulan estos dos olos, es decir, cémo la accién de un individuo y las fuerzas de una Sociedad estructurada actian entre si. Estas dimensiones estan intima- mente mezcladas de modo inextricable. Misién de la psicologia social es tenerlas en cuenta para medir los fenémenos sociales que resultan de su relacién. Serfa, por tanto, ilusorio querer asignar a la psicologia social el papel de fijar arbitrariamente la parte correspondiente a lo colectivo y In correspondiente a lo individual en aquellos fenémenos que estu- dia, 0 bien querer discriminar aquello que mas bien deriva de la jsicologia o de la sociologia. Su tarea consiste en definir la naturaleza jsicosocial de los fendmenos que resultan de la interaccién de los clementos presentes, Para precisar la naturaleza psicosocial del"individuo, podemos alirmar que la psicologta social considera al hombre como un ser relacional. Es uno de los fenémenos més complejos a los que se enta, Al tratar de la relacién, aborda una dimensi6n especitica de la vida social. En el interior de un contexto dado, revela la irreducti- bilidad de las posiciones sociales a un nivel de sentimientos interper- sonales; toda relaci6n esté determinada por status, actitudes, funcio- hes, qué crean distancias entre aquello que esta en mutua relacién, La ituraleza relacional del hombre se expresa por la comunicacién, que ¢s un medio absolutamente necesario, pero que hace intervenit mil {iples barreras entre los individuos y los grupos: «la comunicacién es ‘un muro» (Moles). Estos elementos constituyen uno de los aspectos de lo que se llama fenmenos sociales. No se puede por tanto entender el tejido social como la mera adicién de vinculos que se desarrollan en un grupo o en una sociedad. Nuestras interacciones revelan la estructura porosa de nuestra identidad; sabemos que al salir de nuestro medio tumiliar, cambiamos. Esto nos anuncia que la realidad social se pre- senta como un sistema de relaciones compuestas por numerosas y variadas diferencias: diferencias de ideas, de sentimientos, de clases, de sexos, de juicios. Ahora bien, todas estas diferencias forman una dimension de la vida social que se presenta como un juego de influen- cias; los fenémenos que aqui nos interesan estén compuestos por esos ingredientes particulares de las relaciones que se laman relaciones de Tuerzas. Entender Ja relacién como sistema de influencias permite captar la importancia de las determinaciones, asi como Ja pregnancia del control social, del que el individuo no es consciente. No obstante, si se considera la influencia social como una relaciGn, ésta implica una dimensi6n dindmica que no la reduce a un, puro determinismo: — por una parte, se presenta. como control social, es decir, como un sistema de limitaciones implicitas o explicitas; — por otra parte, su aparicion suscita, al menos potencialmente, en aue~ Ilos sobre los cuales se ejerce, resistencias y distanciamientos, también mais 0 menos explicitos. ICOLOGIA SOCAL, » Esto constituye un importante aspecto de la relacién social, que trataremos en la presente obra. A partir de esta constatacién ,qué nos propone ta psicologia social? Considera esencialmente esta dinémica inscrita en lo social y Ja define como una estructura conflictiva que se expresa en el interior de todo sistema organizado. En este sentido nos ayuda a comprender que lo social no es una realidad homogénea, pero que tiende a la homogeneidad en la medida en que nivela los comportamientos y, por ello, oculta las diferencias inherentes a toda construccién social de lo real. Al intentar captar la naturaleza conflictiva de lo social, la psico- logia social muestra que la realidad esta constituida por separaciones, por divisiones, que forman su nticleo ineludible; en este sentido el Conflicto es un aspecto determinant de toda estructura social; es su elemento dinamizador. La especificidad de la via psicosocial es, pues, pensar en la reali- dad social como una realidad conflictiva, es decir, marcada por tensio- nes inherentes a Ja naturaleza y funcionamiento del tejido social. Este puede ser considerado como un sistema relativamente estable, pero perforado por presiones, que lo trasforman. En este sentido, la reali- dad social es una coexistencia de elementos contrarios, de fronteras delimitadas pero elasticas, en la que orden y desorden, determinacién y libertad, no son puras oposiciones, sino que forman dos polos inte- ractivos de un mismo universo. Durante mucho tiempo ha persistido la pregunta acerea de si la Psicologia social tenfa un estatuto auténomo e independiente en la esfera de los saberes relativos al ser humano. En cuanto tratamiento especifico de la realidad social, nos proporciona una nueva forma de conocimiento de lo social. El estudio de los procesos sociales revela la naturaleza de este saber: tropieza permanentemente con las resisten- cias que lo social origina para poderse perpetuar. El conocimiento de lo social es en cierto modo, y en primer lugar, una informacién acerca del modo en que se oculta, y esta informacion nos permite captarlo, no ya solamente como un objeto exterior, sino en la medida en la que nosotros nos vemos también implicados como sujetos en los procesos estudiados. La actividad de la psicologia social ha sido, pues, formulada, desde sus origenes como una prictica de cambio; ya que.el saber acerca de lo social nos ensefia algo acerca de nosotros mismos esta siempre inscrito socialmente, podemos a partir de un mejor conoci- miento de estos fenémenos, modificar aquello que nos condiciona. Los enfoques de la psicologia social se han desarrollado: 1. Sobre todo dentro de la perspectiva norteamericana, a partir de una orientacién que vincula el conocimiento con una aplicacién concreta en 2 APRONIMAGION Y TEORIAS = edhe ee cach aaa Se ae Estos diferentes enfoques proporcionan respuestas distintas segiin su manera de tratar lo soci — aquellas que consideran que el conocimiento debe favorecer un mejor funcionamiento socal ‘ 0 social es — fuels otras que consideran que el conocimiento deo rclaivamente independiente de la intervencion realizado para cam: Diarl. DEFINICIONES ¥ CONCEPTOS Después de esbozar los contornos de la psicologia social, presen- taremos algunas definiciones. Allport Fue Allport guien propuso en 1924 una de las primeras definicio- nes que fiya el objeto de la psicologia social al estudio de las relaciones: La pscologia soul tiene por objeto el estate Ue a relacones, reales oimagiaatias, de pessonaa person, dentro de un detemminado context soci, ntastoafeian «ls personas impliadas en esa stuaci>. el contexto de las investigaciones norteamerianas, la telacin es © Thtendiga, esoncialmente, como relacion interpersonal, aque lasoie- hd on st sonjuto, es onsferada como un ssena de interaecions CMaSteamibion entre individu e inividuo. EI indviduo constaye el ‘iementa eontral del sistem relacional yl psicologi socal tata, por fanto de fos infrcambios intrndividuales. 0 de vista de Allport acenti, ademas, la funcién del context oko del cual se produce un intersambio. Ei contexto no tene agu 2 tun valor real de determinacién sin un valor real rminacién sino que remite a la significaciGn de los ¢) Bn esta definicion vemos anun haciendo cada vez mas centr social, que va a asumir un intenciones y las motivacion. iad, por titimo, un apecto qu sik al, es decir, cl valor de le reprsennecion pel tence ena exp deo forma azo des! misma Y desu relations expresan ane ae un Yona y propner una renin pretense aE el mod com ls indus se Tepreenie Io estamos permanentemente confrontados con aquello que nos diferen- cia biol6gica, fisica, social, culturalmente. Toda relacién es considera: oma un proceso dindmiéo aue es parte iteprante de ta estructara En esta perspectiva, el objeto de Ia psicologia social es el conjunto de las relaciones sociales mediante las cuales, los individuos estan deter- minados, no solamente desde el exterior, por sus relaciones, sino tam- bién dentro de ellos mismos. Ast pues, es el fondo de la realidad social el que esta estructurado como una Telacién. Las relaciones no son agentes neutros de vinculacidn, sino que poseen siempre una funcién estructuradora de las conductas. los componentes de una relacin, dei ‘ funcién del impact simbolico que asiune ante su modo le van 1) Junto a la idea de relacién, el concepto de interaccion se refiere a otro universo tedrico. Muestra que el conunta de las relaciones interperso- nales es producto de tn proceso de socializacion y que los individuos ho existen dentro de un sistema social, sino en la medida en la que estén integrados en él. Ia interucciOn es un proceso de aprendizaje social valorado como un modo positive de comunicacién. Es un concepto integrador, surgido a 5 partir de investigaciones que definen a Ia sociedad global como un Gergen sistema de interaccién fundado sobre la mejor cooperacién de los indi- Viduos entre st. Asi pues, estar en relacién es adherrse al sistema social fen el que uno se entuentra, Interactuar es favorecer la propia integra- ion en el sistema en el que se vive. A través de Ia idea de interacei6n, la sociedad se entiende como una mnultiplicidad de conduetas rela das unas con otras y no como tina realidad que opone con més o menos : fuerza alos individuos entre si en Tuncién del puesto que ocupan en la la psicologia social es una disciplina en la que se coe eal interacciones humans} an fondandee sniticocomprende po lo gncral ste compo: fo tnateoria, el Soporte expr dela tener Esta primera definicié: sobre las dos dimensiones. in nos proporciona una amplia perspectiva e la realidad que trata la psicologta soctalt por tna parte, sistemas mis 0 menos organiza — Por otra, conductas individuales, a Una definicién mas reciente y la funeién de la psicologia s andlisis de las relaciones: (Gergen, 1981) separa la naturale: ‘ocial; delimita su campo propio al s en Gierto, modo petrifiea Ia relacién en las formas cuturales y sociales ©) Pero Ia articulaci6n entre la determinacién de las coerciones 0 constric- ciones y la dependencia de los comportamientos es fundamentalmente incierta. Confiere al funcionamiento social y a los comportamientos un cardcter ambiguo. La psicologta social, en este sentido, es una inter- pretacidn de la ambigiledad social creada por la complejidad de estos rocesos, Prin Hemos visto que la psicologia social se ha formado a partir de nilisis que han tomado tanto a los fendmenos psicol6gicos como a lox fendmenos sociales, como elementos explicativos de la realidad. Vamos a exponer ahora las orientaciones tedricas en torno a las cuales se articula. Mostraremos, en primer lugar, a qué tipo de preocupacio- nes responde una teoria y presentaremos a continuacién algunas rientaciones tedricas importantes. 111, PUESTO DE LA TEORIA Para entender cémo se construye una teorfa hay que partir del mecanismo mais elemental mediante el que cada uno de nosotros capta lu realidad: todos tenemos ideas implicitas sobre hechos o situaciones de la vida cotidiana; es decir, producimos primeramente imagenes twerca de la realidad que intentamos comprender. Aprehendemos cosas, hechos y formulamos los correspondientes contornos sobre la hase de sentimientos e intuiciones. Asi, establecemos relaciones entre cicrtos comportamientos individuales y la apariencia exterior de la gente; consideramos, por ejemplo que tal modo de vestir no les gus- lara a los que nos rodean, 0 que conviene adoptar una determinada lictitud para que los demés nos perciban bien. En consecuencia utili- ‘mos un conjunto de elementos implicitos que podemos caracterizar ‘como «teorias implicitas» sobre la realidad social, sobre Ja reacci6n de los demas a los acontecimientos. Frente a todas estas vinculaciones difusas que establecemos entre diyersos acontecimientos, situaciones 0 conductas, la psicologfa social intenta establecer enunciados explicativos del conjunto de los casos individuales con que se encuentra. As{ pues, més que intentar estudiar situaciones idénticas a las que conocemos y compararlas entre sf, la psicologfa social trata de ver cémo se comporta la gente en situaciones que difieren de las suyas, de sus opiniones y de sus actitudes habitua- les. Delimitando constantes a partir de las distancias que observa, a % construye explicaciones légicas y coherentes. Como acabamos de afir- mar, Ia mayoria de las ideas implicitas que tenemos estin llenas de incoherencias y contradicciones. Podemos pensar, por ejemplo, que las personas tienen necesidad de cambiar y, al mismo tiempo, que Ia seguridad de su situacién constituye un elemento necesario Cuando intenta formular teorfas, Ia psicologia social procura to- ‘mar distancia de sus propias implicaciones, lo que no significa que esté fuera de la realidad, Una teoria no es realmente neutra; es decir, Ia neutralidad consiste precisamente en tener en cuenta su implicacion subjetiva, a fin de objetivar la realidad que estudia del modo ma independiente posible de esa subjetividad inmediata, “ Esto no significa, evidentemente, que no pueda existir més que tun tipo de criterio para explicar los fenémenos. Dada su diversided, se entiende facilmente que no todos pueden referirse a una misma leoria y que esta por tanto, sdlofija un aspecto de la realidad, basin dose en eriterios que permitan Megara un punto de vista pasticular A partir de estos elementos podemos definir una teoria como la Jormulacién de enunciados generates, organizados y vinculados Ib ‘mente entre si. Tienen por finalidad describit un campo de observacion ¥ proporcionarle un sistema explicativo general, es decir, encontrar leyes propias y especificas que puedan servir para comprender fend- menos idénticos, proposiciones coherentes que explican por qué se producen determinados comportamientos, por qué existe una relaci6 entre un fendmeno y una actitud : sree CONCEPCIONES TEORICAS EXISTENTES Después de localizar las diversas funciones de la teoria, podemos Pasar a examinar las principales orientaciones teoricas en psicolosia Teortas conductistas En psicologfa social hay un conjunto de enfoques que parten del Postulado de que los mecanismos que presiden la vida social son facionales. Aqui se pueden agrupar las teorias comportamentales que Proponen una explicaciGn causal para ciertos fendmenos. Parten el ser individual situado en un medio y que posce un comportamiento ‘auténomo, influido por estimulos que le legan del exterior, Son esto estimulos los que van a determinar la naturaleza de su comportamien~ to. Asi pues toda accién, toda conducta humana quedaré definida como una reaccién es decir, vinculada causalmente a cualquier mo% ién de los acontecimientos exteriores. En la base de esto encontramos un determinismo traducido en la siguiente ecuacién fundamental; estimulo + organismo = reaccién. Se li puede considerar como una especie de axioma de causalidad. Per- nite explicar el aprendizaje de nuevos modelos de comportamiento, cn la medida en que se destaca el poder de los acontecimientos exteriores susceptibles de modelarlo. Estas teorias mantienen que el invividuo es un ser maleable, en el sentido de que modifica su.com- portamiento en funcién de los estimulos que actiian sobre él. La idea tle maleabilidad explica el proceso de aprendizaje estableciendo wna tclacién entre los diferentes modelos del entorno y los comportamien- tos humanos. Para los conductistas es posible prever los comporta- tnientos manipulando los elementos del medio; se puede ejercer en- tonces un control sobre la realidad, de modo que las personas estén determinadas por ciertos acontecimientos ambientales, para orientar sus conductas de una determinada manera, y no de otra. En un experimento clasico de Verplanck (1955), sobre el control a la influencia de una conversacién, basindose en la aprobacién 0 cn la desaprobacién, Ia teorfa conductista ha permitido deducir que estos dos elementos pueden ser utilizados para influir en la cantidad de opiniones emitidas. La psicolos andose sobre estas ia social, basé teorias, intenta esencialmente definir el poder de la influencia ejercida por un entorno sobre las interacciones humanas. Teorkas cognitivas Estén sobre todo orientadas hacia el estudio de los procesos men- es; su papel consiste en analizar el efecto de los conocimientos (pensamicnto) y de sus significados (interpretacién) sobre la actividad social. Mientras que las teorfas comportamentales acentuaban el valor determinante de los estimulos externos, la teoria cognitiva se propone dlescribir y explicar cOmo los procesos interiores imponen una forma ‘al mundo exterior. Un ejemplo ya clésico, la teorfa del campo de Lewin (1951) puede explicar cémo funcionan los procesos mentales. La idea de campo se basa en el principio de interdependencia cexistente entre la persona y su entorno, Pero el entorno no se reduce a1 sus componentes fisicos: un campo es el entorno «psicol6gico», es decir, tal como existe para el individuo. Se refiere a los procesos mentales que le estructuran para constituir un campo topologico, es decir, un espacio mental formado por valores que determinan las Fsicotocia sociat BY conductas dentro de un entorno. Asi, la teoria cognitiva permite | Hamar la atencién sobre el hecho de que el comportamiento es el modo en que el individuo se representa al mundo, en el plano psicologico. En esta perspectiva son las construc- ciones mentales las que influyen.sobre tas conductas y Io que le interesa es captar los efectos producidos en la actividad social, En este sentido, las percepciones sociales, las opiniones o los prejuicios, en tanto se trata de procesos mentales positivos o negativos, configuran las relaciones sociales. Teorias fenomenologicas las puede definir como una aproximaci6n sistematica destinada & observar y describir las caracteristicas.esenciales de los aconteci- mientos, tal como estos se.nos presentan. Por principio intentan des. tacar aquello que hay de general en las conductas, de independiente Ge las contingencias particulares, para describirlas en términos glo- ales. El enfoque fenomenol6gico intenta, en primer término, aislar, caracterizar las conductas.como fenémenos, es decir, como elementos provisionalmente independientes de su insercin particular en un con texto, en una situacién demasiado precisa, en una causa demasiado particular, para hacer de ellos un objeto de estudio aislable. La actitud fenomenoldgica.es.la.simple reduction a lo esencial, mis 0 menos independiente de una significacién que se impondra’ mas adelante En otras palabras, una teorfa fenomenologica es la puesta entre Paréntesis del conjunto de las particularidades definidas de nuestras ~Conductas.o.de.nuestras acciones, de su intencionalidad o de su sentic do. Es una ciencia del continente y no del contenido, una ciencia de las formas, y no de las significaciones. Exige la adopcién de Io que se designa como ingenuidad disciplinar, y hasta «bservaci6n ingenua, es decir, la suspensién voluntaria de todos los postulados implicitos explicitos que puedan sesgar la observacién. Esta actitud supone el rechazo de la significacién aparente en favor de la forma pereibida, el techazo del contenido en favor del continente. De este conjunto de operaciones se extrae la nocién de «fenéme- no», definido.como un todo organizado cuyas funciones particulares se ponen provisionalmente entre paréntesis. La pregunta fenomeno- logica es sencillamente: «;Qué es lo que esta ahi?» Sin preguntarse or qué o cémo. La significacién de un acontecimiento, de un com. Portamiento, no aparecerd hasta el final del proceso y no al principio, como el elemento integrador a partir de los criterios descriptivos del aquello que més determina | tomjunto, de los actos particulares que realizan los seres humanos: comer, dormir, viajar. Las caracteristicas ast separadas per ‘omatituir los fendmenos, reduciéndolos alo esencial. | Viste enfogue se basa en una actitud fundamental: se evita a tnenios en el punto de partida, establecer um juicio sobre a realidad, vi se la mayoria de las veces no se offece a la comprension sino tan solo a Ta vista; los fenémenos no estén elaros y por tanto no nos deiten juzgarlos. AL imitamos simplemente a destacar los sae ts, tatémos de crear una distancia, no s6lo de nuestros propios ini, sino también de la realidad conereta con ta que estamos en ivlacidn, para permitisl waparecer lo mis independientemente posi- hile de la naturaleza de nuestra propia observaci6n, y de las purliculares que podriamos atribuirle. Teorias simbélicas ia de la s ectiva general, desarrollada sobre todo por la teoria de la interaction simbslica (Mead, 1956) ha puesto de relieve fier cits que pueden existir entre un grupo y otto, y entre una sociedad y ota, en Ia organizacion de Ta vid social y de fos intercambios. Estas icorias,basadas en un punto de vista intercultural, enfocan la realidad como dn eonjunto de constructos socials, a partir de la importancia tel sistema de simbolos colectivos operantes. Estos se basan en siste- nas de valores, de normas, de creencis, compartidos por los bros de un grupo o de una socieda ; wen pues, se reconoce el sentido de una acciéa a partir de as formas simbdlicas que intervienen en una situcién para conferti valor. jencia de elementos ict th como opetante para modifier la realidad. Proponiendo valores {ratindolos, utilizindolos, se aleanzan los fines que se persiguen den- 0 de una situacién social. “ esta dimensiGn, que es inherente al funcionamiento social. Se hace resaltar, por tanto, la colocal |_ En otro sentido, el vinculo : ‘ cidn.es uno de los medios para establecer relaciones, he pious individuo se halla vinculado, de algin modo, a otro: padres, e instituciones, grupos, etc. Esta, pues, inserto en ui iejido pPiejo que le-encierra, orienta su accidn y define su soci. ole nella social se actualizade varias maneras-en el curso de Ha evaluc luo y segin los contextos en los que va Afiliacion mental de poder contar con los de1 ‘i lemas, apoyandose en ellos, on oe Stores Cobre todo Wilson, 1975) la afiliacin es : la ala necesis ivi sofa Pa Handa a. lad_que_tienen los. individuos de factor constitutivo del vi culo. 0 acién. Se pone, pues, de mani festou 7H mecanismo, esencial de la afiliacién: el descubrimiento de la ré oem aoe, aque pace definirse como el conjunto de situaci nes en las que a todo individuo le es necesari ia de otro, Para perseguir 1os propios fines. ae qua iain aparece como la bisqueda de-una relaci6n con otto nace eh, fe manera significativa cuando los indviduos estan eh iress, como han mostrado ciertas e7 c i Mer lugar, se ha constatado ‘ales buscado abies ir, que el contacto social es buseado « los individuos se encuentran en situaciones que no omneads a Schachter (1959) ha provocado una stuacin as Shite, (25) he prone uma staan nen naa ds, gue esplcacion. La incertidumbre Tactical aay en furlccon, Lincerkhumbre proves cl acereamiont eae ian ase ekg 1a afiliaciOn se expresa igualmente cuando los individuos tienen uw cnfrentarse @ un context de ansiedad. Hay estudios que han inwstrado que, en un contexto asi, son los indlividuos que tienen miedo lw «jue muestran mas tendencia a aproximarse entre si (Schachter, 1449), Pero los resultados no permiten afirmar que la afiliacién sea un Instor de reduccién del miedo. Estos datos experimentales ponen de munifiesto la importancia de nuestras relaciones con los dems. Anuecion La nocién de atracci6n define, en una relacién, la dimensién vmocional con respecto a los demas, que se caracteriza por la expre- sion de actitudes positivas (la simpatia) y que puede manifestarse por eldesco de aproximarse a ellos. Durkheim (1960) habia afirmado ya {que [i cohesién social se reforzaba mediante sentimientos de_atrac- timn, Este concepto permite advertir la importancia de la dimensin ulectiva en las relaciones sociales. ‘A través de la atraccién se abordan las relaciones en funcién de Ja quie sentimos con respecto a los demés. La teoria de Homans (1974) ‘lu una interpretacién particular a los factores afectivos segtin la cual, lo sentimientos que experimentamos hacia los demés se expresan en erminos de ganancia; es decir, se establece una relacién cuando vortesponde a posibles gratificaciones para nosotros. La a seit asf la diferencia entre la tasa de gratificaciones recibidas y el coste de una relaci6n, Viste enfoque insiste sobre el cardcter funcional de los sentimien- tus dentro de una relacién, al mostrar que la atraccién depende del vilor que se conceda al comportamiento de otra persona, En estas condiciones, el valor que se da a un comportamiento varia segtin las situaviones. En consecuencia, las relaciones cambian de una situacion sr olta y son relativas y precatias. HORMACION DEL VINCULO SOCIAL, a {que se construyen, se desarrollan y se deshacen en «l transcurso de la experiencia humana estan intensamente marcadas yor cl periodo de la infancia. Ella constituye el fundamento de todas las « ya que las primeras relaciones sociales, y con frecuencia las fas, son vividas por cada uno a través de la velacién con la propia madre. La entrada en la zelacién social hace jervenir dos aspectos esenciales: el apego y la socializacién. PstcoLoota soctat , Apego El apego puede definirse como una individuos a través de la valoracin yla mutuamente. Maccoby y Masters (1970) han recopilado la taciones mas caracteristicas del apego a la madre en el nifio pequefio: busca el contacto fisico aferrdndose, sonrie y llora, Estas expresiones, consideradas como formas del apego, tienen funciones complejas, que van a evolucionar y a ajustarse al contexto social. Las teorias del apego se dividen en dos grandes tendencias: _ ae beet 4 considera come una relaciin social instintiva; a otra Jo define como una rolacign adguitida, come repcesta a los cuidados impartidos al nino, — ee La teoria de Bowlby (1969) constituye una sintesis de estos dos Puntos de vista. Segiin este autor,rel apego es una relacién sovial Instintiva que corresponde en el nif a disposiciones innatas'que se Ponen en accidn como respuesta a la solicitud de la madte respecto a 1, El apego aparece, pues, como una conducta interactiva que se establece en relacién con el entorno, que aporta al pequeno un deter, minado niimero de cuidados y atenciones. Se constituye como tes. Puesta al modo en que los padres se ocupan de él; se iré haciendo también més especifico a medida que el nifio se desarrolla, introdw. ciendo una progresiva diferenciacin entre el hijo y sus padres. Esta primera construccién de la relacién social que es el apego fiene dos dimensiones: ‘es una respuesta activa a la solictud que expresan los padres cuando satisfacen las necesidades fisicas del nino: esta produce una creacién de vinculos, estableciendo una dimension afectiva a través de la cual el hijo y la madre se sienten profundamente ligados entre si, La relacidn de apego no es tinicamente un eagrade cimiento visceral» por la satisfaccién de las necesidades fisiologicas, {egclimension afectiva del apego no es especifca del ser humans ha sido demostrada mediante experime: i tide deme -xperimentos con crias de mono (Harlow. Esta investigacion estaba basaa cael disposi siguiente: se separaron los eachorros de mono, de su made ys les coloed en unt aula oa ie age hab de suniatvos mates Se aaa de unos manigues uno de ells esha esto to de un tercopelo muy suave, mientras que el ou era de amine eeeiee um biberin quel permit a nonto mama. Todos los monies ras shmentgde mediante este dispositvo. El estudio partia dela hipetess siguientes ars {eles cachorros de mono es slo un eomportamieno isting east por una relacin prvilegiada con el maniqui de alambre que les lacta, Los monitos Fuvron luego cotocados en lugares que no les eran familiares o cerca de objetos «que les asustaban, para saber hacia qué sustitutive materno se dirigian Los resultados muestran que tras una primera reaccién de espan- tw, los monitos se dirigfan, sin vacilar, al sustituto materno de tercio- pelo, al cual se aferraban. Esta relacién les proporcionaba evidente- inente una seguridad y un apaciguamiento, ya que se pontan inmedia- lunicnte a explorar sa nuevo entorno, pero volviendo siempre a este sustitutivo entre dos exploraciones. El apego al sustitutivo materno evestido de terciopelo resulta, pues, evidente, a pesar de no propor- cionar satisfacci6n alguna de las necesidades fisicas. El apego se,constituye, por tanto, como una relacién que se estublece a partir de la combinacién de dos elementos: los cuidados lisicos y la seguridad afectiva. Junto a estas caracteristicas, muchas investigaciones han subrayado su importancia vital en el nifio en de sus relaciones sociales posteriores; han mos- irado una correlacién entre la calidad de las. vinculaciones vividas.en li primera infancia y la capacidad para establecer relaciones intimas en la edad adulta, Han sido los estudios relativos a la angustia de separacion y dlespués la separacién efectiva de Ia madre los que han permitido «lestacar la naturaleza del apego. La angustia de separacién interviene cuando el nifio es dejado solo por la madre en un lugar que no conoce. sta situacién le provoca manifestaciones de desamparo, ya que la presencia de la madre representa un polo afectivo al cual se aferra indo esté desorientado por una situacién que es desconocida para cl. El examen de las reacciones de separaci6n ha permitido distinguir trex tipos de relaciones de apego (Ainsworth, Blehar, Waters y Wall, 1978): —una relacién de apaciguamiento en los niios muy apegados a su madre, tuna vez que la han vuelto a encontear: — una relacién de evitacion del contacto fisico, en los nifios menos apega- dos.asu.madre; —una relacién de bisqueda de contacto a principio y de rechazo después, una vez.que han vuelto a encontrar a la madre, en los ntios relative: mente poco apegados a ella tos de la separaci6n se han abordado en numerosas inve: igaciones durante y después de la segunda guerra mundial (Spitz, 1949). Se trataba de nitios ingresados en instituciones\en las que la preocupacién esencial era proporcionarles las condiciones higiénicas » Por el contrario, expresal 08 rario, expresaban una insaciable necesidad de con- Junto a estos efectos a c a ‘orto plazo se observ6 el impa , : : serv acto sobre la Yds posterior; muchos, nifios sometidos a esta separacidn y que habia: iv a instituci6n de este tipo presentaron mas adelante de inadaptacién social mas © menos acentuados, rants Senos sofas experiencias, el apego aparece como uno de los vinculos les profundos que costituyen el micleo de las f o ; i turas rela que cada persona puede crear en su vid: eee cada per le su vida. En consecuencia, la capaci. Gad de relacién de un individuo depende de la calidad de lo ae de los que ha sido objeto y que Targo de cu pre, bet ¥ aue ha podido desarrolla, a su vez, a fo Socializacion vin segundo elemento que Permite comprender la formacion del lo social es la socializacién. Puede describirse como culos : irse como el proce: skyaprenizjey de inepracion social a raves del acon, Saeed lefinia como una «puesta en relacion social mi tung). La nocién de socializacie ef dew : le socializacion abarca, pues, el desa socibilidad es dei, ls diferentes ips de uprendizaje se aces sometido el individuo. La socializaciGn se estudia tin bm un ti studia unas veces n Proceso auténomo de desarrollo, y otras, como el resultado de wn sistema de interacciones. vee Las investigaciones de Piaget (1957) pus terminados procesos fundamentals de obaiecee canes as oe el mismo sentido, los trabajos de S 60) hablanseeenngs Ea 3 ntido, ajos de Schutz (1960) habia la socilizaciOn depende de la sociaiidad del ser humane coches expresa en torno a tres necesidades fundamentales: 1 La mecesidad de inclusién aparece como wna tendencia fundamental de buscar comunicaci6n y contacto. Se trata de una necesidad muy arcaica {que consiste en existir a los ojos de los demas, a través de la atencién que le conceden al individuo, y la relacién que de aquf se deriva. ». La necesidad de control concierne a las interacciones entre la necesidad de seguridad y la de tener un poder sobre otro. Estas necesidades aparecen mas tarde, en el curso de Ia infancia, cuando el individuo lebe interiorizar las normas para alcanzar-una mayor autono! \ La necesidad de afecto se refiere a los vinculos de apego a otro. Mien tras que las necesidades de inclusién y de control se establecen dentro del marco de una relacién més amplia, en el seno del grupo familiar, por ejemplo, el afecto concierne esencialmente a las relaciones entre «dos personas. Este enfoque describe el proceso de socializaci6n a partir de una \linimica de las necesidades de sociabilidad del propio individuo. Las investigaciones que definen la socializacién como procesos de Interacci6n muestran hasta qué punto las relaciones constituyen for- ims variadas de adaptacién, Hay experimentos (Stern, 1977) que han demostrado que, desde el nacimiento, es el propio nifio el elemento dominante de la interacci6n; es él quien determina la cadencia, la ntensidad y la naturaleza de sus experiencias. La socializaci6n construye al nino a través de las relaciones que extublece con los demas, con su entorno, al mismo tiempo que se va dlescubriendo progresivamente a si mismo y afirma su propio yo. Con lu edad y las nuevas posibilidades de representacién, el pequefio va dliferenciindose de su entorno y modificando sus relaciones con el iro; asi, dentro de la formacién de su capacidad de juicio tendera a interpretarlas de manera egocéntrica, mientras se limiten a sus padres. Entre los 8 y los 11 aftos, cuando aparece la conciencia de recipro- clad y de contrato, el nifio se vera inserto en un grupo de iguales (pecr-group) en el que el control parental no se ejerceré ya de modo exclusivo; la reciprocidad se establecerd en funcién de su relacién con situaciones externas; a través de ellas aprendera que no podra conseguir un reconocimiento de si mismo por parte de los demés, sino en la medida en la que él les dé a su vez signos de recono- cimiento. La socializacién muestra la naturaleza dialéctica de la formacién lel vineulo social; el nifio entra en la relacién social a partir de sus interacciones con sus padres. Estas le permitiran hacer la experiencia «le nuevas interacciones, que le iran integrando progresivaniente en el uuniverso social, en el que la afirmacién de su Yo se efectuaré como proceso relacional. DETERMINAN ES psc p DE LA RELACION eoeieed Después de sentar las bases sob: P far las bases sobte las , eave : que se forma y se de: ¢l incu social, vamos «defini fos elementos que deen eet y , las relaciones de los individuos entre si. Estudiaremos ore factores principales: on — la proximidad; — la similitud-complementariedad; — el atractivo fisico. : Proximidad «) En sa invetigacin sobre la lecion de conjunto, pan determina e ape! de la proximidad,Girard (1974) mostro que Ta crecien oid def polacion, lo tnatatmome oeeaeae reiete guencia entre personas que Geeoeil eae Sean este autor, lo futur couyuges nen oe en la misma localidad, al more uaa e transporte permitan una frecuentac a midad expresa el hecho de que | aes aumentar'a medida que din dad aparecest como no de ‘elo con otra persons Jno de los primetos estos reatvo fisica en las relac sreisen los matrimonios 5 ‘ancia tal que los medios ria. La nocion de proxi. las relaciones tienen una tendencia 2 ‘Ogritfica; la proximi- sélo un 10% entablaban relacién cuando -.—-hLr Aesarrollar relaciones mas dursdeas 'h) Después de mostrar la importancia de la proximidad, podemos desta- car dos caracteristicas que permiten establecer la naturaleza de su influencia: la familiaridad y la distancia. 1a familiaridad esta basada en las ocasiones y las frecuencias de una relicin. Los estudios relativos a la familiaridad como factor de rela- ign (Zajonc, Markus y Wilson, 1974) han mostrado que cuanto mas rnumerosas son las ocasiones de encuentro con alguien, mas probable ‘es que se entre en relacién con él En un experimento, Zajone pidio a unos alumnos que dijesen lo que sentian ante unas fotogratias de personas que les eran desconocidas. Los resultados mostraron que las personas que salfan mas frecuentemente que otras en las fotografias fueron evaluadas de modo més positivo que las que se vefan més de tarde en tarde. Asf, aunque el sujeto no se dé cuenta, la familiaridad con un objeto, una situacién, unas personas, suele crear un sentimiento positivo a su respecto. El estudio de la distancia (Hall, 1971) ha permitido extraer reglas de proxemia en el establecimiento de relaciones. Se trata de reglas cultu- rales concernientes al comportamiento espacial y que precisan la dis- {ancia fisica adecuada en las relaciones interpersonales, segtin los tipos de situaciones. La distancia fisica no es, en si, un factor determinante, sino las reglas que la rigen, segin la naturaieza de Ja relacién, Hay estudios (Sommer, 1969) que han determinado el impacto de las dis- tancias sobre el establecimiento de relaciones y que han medido k reaccidn de las personas ante la invasién de su intimidad. En bancos piblicos en los que se encontraba ya una persona sola, los investigadores se sentaron a quince centimetros de distancia de ella Midieron el tiempo que esa persona tardaba en abandonar el banco, después de la legada de los investigadores. Se puso de manifiesto que un 60 % de esas personas habian abandonado el banco quince minutos después de la legada del intruso. Los individuos no se ponen, pues, en relacién cuando se sienten amenazados por la violacién de su espacio personal. ‘Owras investigaciones han mostrado que el establecimiento de relaciones satisfactorias se producfa en funcién de una especie de contrato relativo a la definicién de fronteras reciprocas (Altman, Taylor y Wheeler, 1971). El experimento se realiz6 en un grupo de marinos voluntarios que fueron aislados, por parejas, en una pequeia habitacién durante dicz dias. La habitacion contenia las instalaciones necesarias para vivir du- zante este periodo. La finalidad de la investigacion era analizar el tipo de relaciones que iban a desarrollar los individuos, y los factores que infin sobre ella. Los resultados han mostrado la importancia de una negociacién acerca de las fronteras reciprocas, y ello desde el comienzo del 0 ar es Snel ae, | Uc de cts cme oe luos establecerlas a base de un principio de economi: erg Semejanza-complementariedad de rig semeianza es un segundo factor que interviene en el desarrollo de relaciones. Puede detinirse como una reciprocidad de intereses, de opiniones, de gusts, de formas de comunicar. Los individuos tienen ia a buscar entre los demas, a aquellos neni a . aquellos que se les parecen. Hat estudios que han puesto de manifiesto los efectos de 1a semejanze sobre el desarrollo de la relacién. semerans emo, Byrne (1974) han observado que la afinidad entre la relacidn va unida a lo que esperat s : mos en cuanto aquellos individuos que comparten nuestra manera de pensar. En esta Investigacion se comunicé unos estudiantes las opiniones de un ampariero, que podiaa estar mis 0 menos de acuerdo con ls suvas se que los individuos buscan el contact« ‘que ; D cto con aquellos que Piensan igual que ells; la zelacin se desarrollari, pues, tanto motor "uanto mas numerosos sean los campos en los que existe acuerdo, Gritty Veitch (1974) reaizaron un exper amy redid on tee vohusaos que no seconeaan a amg ag0 por pasar juntos diez das. Seles pio que nombrasen des Se eros fos que prefiiesen mantener dentro al fos ue prt dentro det grupo y otros dos a los que preferistatt opi anilsis mostr6 una fuerte corrclaci6n entre la semejanza de opiniones y la expresion de las preferencias: los que manifestaban mas redileccién entre sf eran ai opinione: : ‘ pred iquellos cuyas opiniones estaban mas prox; { Otras investigaciones se hi tra io an referido a otros tipos de semejanza (habilidad, estado emocional,starus social). A partir de estes beets gaciones se ha intentado definir lo que, dentro de la semejanza, favorecia el encuentro con el otro. Con respecto a este tema se dieron tres tipos de respuesta: wm | Fin primer lugar, puede aumentar la estima con respecto a uno mismo, cen fa medida en que uno se da cuenta de que las propias opiniones son ‘ompartidas por otros. + Parotra parte, desarrolla una relacion mas positiva con alguien del que se sibe que comparte mas cosas con nosotros. | Por ltimo, se basa sobre la idea implicita de que otro, que se nos parece, posce rasgos de caracter amables. ‘Aunque la semejanza puede desempefiar un papel importante en lw creacidn de relaciones, algunos investigadores han puesto en duda Au luncién en el desarrollo de las mismas. En efecto, puede igualmen- crear aversién, ya que las relaciones no se basan Gnicamente en vlln, sino también en la complementariedad. Para algunos investigadores (Winch, 1958) la complementareidad vnstituye un factor de relacién, al acentuar el hecho de que la atrac- 1n est determinada, en un individuo, por el complemento que los tues personales del otro aportan a los suyos, Son, por tanto, las ililerencias, mas que las semejanzas, las que crean y refuerzan la {ucién entre las personas. Un individu puede hacer algo de que es invapaz otro, y asf, la complementariedad aparece como un mecanis- ino compensatorio dentro del modo de vivir una relaciéns Ta semejanza y la complementariedad interyienen en toda rela~ on; su importancia relativa depende de un conjunto de condiciones tye hacen que los individuos busquen unas veces lo que les diferencia, Votras lo que les asemeja. Atractivo fisico La evaluacién del aspecto fisico es otro de los factores que inter- vicnen —segtin los resultados de diversos estudios— en el estableci- ent de relaciones interpersonales, porque influye sobre el juicio (inuchas veces irracional) que hacemos sobre los demds.\Hay investi- jones realizadas en el ambiente escolar (Dion, 1972) que han estudiado la evaluacién, hecha por adultos, del rendimiento académi- cw y la conducta de un grupo de nifios. Los resultados han revelado que se tiende a recompensar mucho més el trabajo del alumno que ticne un fisico agradable, y que si se porta mal, este nifio sera casti- do menos severamente que otro cuyo fisico sea poco atractivo. ‘Ova investigacién (Landy y Sigall, 1974) ha estudiado la evaluaci6n de los trabajos de unas estudiantes; a cada uno de ellos iba unida una fotografia. Los trabajos fueron confiados a dos grupos. El primero se encarg6 de los de chicas muy atractivas, mientras que el oto se encarg6 de los mismos trabajos, pero con 2 fotogratias de estudiantes poco agracadas. Ja mitad de los trabajos estaban bien escrit os mal redactados. : : : ty que destacar que, en cada grupo, mientras que la otra mitad estaban posits fesltados mostraron que, a pessr de una evaluacién més ‘a de los trabajos bien escritos, fueron los de | n fueron los de las estudiantes c tn fisicoatractivo Ios que se consideraron mejores = a belleza fisica es, en si misma, un elemento de evaluacisn del otro. Esto demuestra ln parte irrac stra la parte irracional que influye en todas nuestra jue influy. ras Formas y niveles de la relaciong LAS PRINCIPALES MODALIDADES relat funcion de las situaciones sociales en las que se expresan, las laciones pueden descomponerse en tres formas distintas : Formas de la retacion 4) La relaion interpersonal 0 la relacion con e oto: esencialmente desarolada por a ptcologia socal aneneann eee las interacciones como situaciones de individuo a indie: Neves gue, en Ia telacién, los vinouos con oto se desanclen par indvidvo,consderado como una unidedy tn palo de cena stinguirian entoncesciertascaracterstieas.tleccome ieee tituales interpersonales, que intervienen en la elacién y constit fa a de interpretacién (Morris, 1978). a a felaién interpersonal consttuye, pues, la base de los enfoques Bricosciles qu be hau deserollado pera Stender eo oes comunicacién y de interaccion en los, it Comunicacion y de interaccién en los grupos, las instituciones y la vida cesta concepcién, Sociedad o un grupo social dados. Se considera entonees que el indiva Portamientos reglamentados y socialmente definidos. Se observa inne. Jas normas: la segun- ‘ LARELACIONSOGAL ne Hleva a los hijos a tal colegio, o a tal otro; se hacen las compras en {al supermercado, etc. Las relaciones estn por tanto socialmente de- {crminadas por todo un dispositive de normas que diferencia y je- turquiza Hin este caso se diré que es el Ambito social, y ya no solamente los fspectos interpersonales, Io que estructura las relaciones. La relacién i de considerarse como una cuestién de buenos o de malos senti- intos entre Ios individuos presentes, para colocar el acento sobre el peso relativo de las obligaciones y las posiciones sociales ocupadas por los individuos. Cuando recibimos a nuestros amigos, lo hacemos espon- ‘ncamente por la alegria de volverse a encontrar y para darles satis- laccién, pero en realidad, nuestra acogida y nuestros intercambios se cfectian siguiendo unas reglas y un ritual que corresponden a aquello {que se juzga como conforme con nuestra posiciOn y aceptable por parte dle los demas. Esta forma de la relacién muestra que el individuo esta inserto en un tejido social cuya funcidn esencial consiste en integrarle in situaciones, que, por otra parte, le condicionan. Em estas formas de relaci6n interviene un elemento particular: el peso de las estructuras jerdrquicas) En efecto, todas nuestras relaciones se sitdan por referencia a sistemas de poder. En este sentido podria afir- ‘arse que todas las relaciones son relaciones de poder, que interviene cen diversos grados. En primer lugar puede ser entendido como una nfluencia, es decir. como la capacidad por parte de un individuo, cada tuno de nosotros, de imponer a otro sus punios de vista; en este sentido, todos nosotros tenemos, de un modo 0 de otro, relaciones de poder. Pero el poder es también una fuerza, es decir, una potencia de accién que ejetce sobre los demas diversas clases de condicionamientos; en este caso se apoya sobre un sistema de autoridad que impone a los individuos funciones y modos de actuar que, a su vez, estructuran la relacién con los demés, ©) La relaci6n social o la relacién segin la diferencia: el individuo no est sélo inserto en organizaciones, sino que su relacién con el otto esté determinada por su pertenencia a una categoria social definida, a una raza, a una edad, Este conjunto de factores determina toda relacin, ‘creando distancias socioculturales entre los individuos (lenguaje, estilo de vida, modo de vestir). Su importancia puede medirse mediante cierto nimero de variables, tales como los modelos de conducta que indican Ia manera de comportarse los individuos en un entorno deter- minado y que revelan las actitudes més frecuentes en un grupo. En consecuencia, la relacién no funciona jamés en un universo socialmente neutro. Estos factores se imponen en toda relacién, ma- nifestando asf posiciones irreductibles a Ia buena voluntad del indivi- duo. Hacen patentes las tensiones inherentes a toda relacién, debidas a que la pertenencia de cada persona a situaciones 0 condiciones socialmente opuestas hace desigualitaria toda estructura social Niveles de la relacion Junto a las formas de relacién nl ler que se refieren principalmer Cente aspectos sociales que las determinant Levrace Y Snosk (172 an ropes modelo eno ue engines ele el , que corresponden a diferentes grados de in = implican modaiidades de interacciones espectias en cals ad — el contacto iniciat, — Ia relacién superficial; — la relacién profunda. 4) El primer nivel est definido i nido por un contacto cero, en el que se pone do indviduos uno en presenia de otro, pero sin conoeeses ace (enor una toma de conciencia unilateral, en la que uno de los polos : “uenta de Ia existencia del otro, el cual, a su vez, podré re: cf frente a la atencién que se le presta, a ccm Rime mu elsnome lg cea ea ©) El ayer nivel queda defini i - la defini por Ia reciprocidad; pede vara, vendo desi Feprocidad paca una prpacon mis pro nee teansforme lo ineresescomunes en relasiones de apego yas exe nis aun trade nina que negra ata ° uno nee y 4o que uno pists, yes la que site 1 otto sabe ¥ picasa se convierc, a Su ver va nat se ae Estos tres niveles de relacis 8s de relacién esbozan un esquema gen; evolucién posible, pero cada uno de ellos Puede expresirse on oa ismo individuo segdn las situaciones y los participantes. ‘Coexisten cn una misma persona y expresan la variedad de relaciones que pu. 0 variedad de relaciones que puede WH ACIONES INTIMAS E:xaminaremos ahora las relaciones intimas, ya que los tres niveles, tu sido objeto de investigaciones. Vendremos en cuenta tres aspectos: los factores que intervienen en la evolucién de las relaciones; la funcién de las normas; cl papel de la comunicaci6n. wwolucion de las relaciones Diversos estudios han mostrado una correlacién entre Ia profun- tidad de una relacién y el cambio de actitudes; insisten especialmente sobre una interacci6n entre atraccién hacia el otro y apertura de si mismo. El experimento de Rands y Levinger (1979) ilustra este punto. Estudiaron una muestra de ochenta estudiantes, a los que se pidié que cearacterizasen tipos de comportamientas en funciGn de tipos de relaciones. Las Situaciones relacionales elegidas en funcion de un creciente grado de intimidad, ‘ran las siguientes: encuentros ocasionales, amistades sinceras,relaciones intimas Tiera de todo contexto institucional y relaciones intimas en ¢1 matrimonio. Los lipos de comportamiento tenidos en cuenta fueron: la apertura de sf mismo, las, hetividades sociales, las actitudes positivas o negativas (alabanzas o erticas), la ‘expresion corporal y Ios contactos fisicos. A partir de este esquema, los estudiantes tvaluaron le probabilidad de aparicia de los diferentes tipos de comportamiento frente a cada una de las situaciones de relacién presentadas. Los resultados indicaron, en primer lugar, que los contactos tisi cox y sociales se desarrollan a medida que la relacién se hace més profunda, pero al mismo tiempo se diversifican los comportamientos: iniculras que al principio muestran una tendencia a ser exclusivamen- te positivos, luego se comprueba un aumento de la critica y el control cjercido sobre la conducta del companero o la pareja. Si las relaciones van acompaiiadas de interacciones més numerosas, de contactos fis cos y de apertura de si mismo, surge entonces una mayor presién, por la cual se crea una conformidad también mayor a lo que cada cual espera del otro.(El desarrollo de una relacién incluye una dimensién conflictiva, en la medida en que se va profundizando, cada vez tiende sa nepar las diferencias y la expresi6n de s{ mismo. La evolucién de una relacién queda asi marcada por elementos contradictorios: una comunicacién mas intensa, pero, al mismo tiempo, criticas mayores y presiones orientadas hacia la uniformidad. 6 con tasade (Blood, 1967) relativo a ire personas casadas, permite preci intimidad dentro de este Contextor la evolucién de las relaciones ar la orientacién que toma la La hipotesis del estudio se bas cout studio se basaba sobre 1 En el curso de 108 dos primeros af 1 rimerosafios de matrimonio no exi Tencias significativas entre ambos grupos: ses Ion issn’ expresanidéntieaatencion yafeco a su mujer: SSS Maridos - Pespus de segundo ao de matrimonio, las seals de afeto di manera espectacular en los matrimonios conveni ra familia y esto se prolongaba hasta el octavo ato. En os mares Bor she beatae ‘una estabilizacién entre los dos y los ocho ‘ios después de la bod, aun cuando las mantacones Ge nee ne sminuido en comparacién con el principio, ee 3. La tercora tase se alos nacre sion ee Normas de la intimidad Las relaciones intimas, critas com nota de acionales, apasionadas 0 rommticas, no escapar a las una determinada sociedad. En est ormas de 5 estas relaciones, tare eno Se Sus Sentimientos y su afecto, ts indviduos suelen ajustarse a . adoptando actitudes y ex aust ; s y expresiones ampliam giin las normas vigentes, que definen de manera mas o menos explicita plicita cémo se pueden expresar el afecto o el amon, A iiiterencia de otras formas de relaci6n, estén sometidas a normas tuilturales especificas, ya que la referencia a la sexualidad es objeto de luwttes prohibiciones, puesto que esté determinada por sistemas de vilores que permiten evaluar Io que es bueno y Io que es malo en este campo. Fxisten estudios Brain, 1976, que han mostrado emo las normas \eterminan las relaciones intimas. Observan que esas normas estan en unvién de las culturas y las épocas; evolucionan con el tiempo: Asi, diversas culturas, la poligamia aparece como una forma normal de iwhiciones sexuales, Otros estudios (d’Augelli, 1979) han sefialado jue en la sociedad norteamericana, por ejemplo, las relaciones sexua- low estén mucho menos vinculadas que antes a criterios de amor y ilecio. Estos trabajos insisten sobre el hecho de que las normas no sui inmutables, sino que cambian en funcién del valor que los indivi- duos dan a la expresion de sus necesidades. Otros investigadores han analizado el modo como los individuos hublaban de sus sentimientos afectivos y amorosos, para captar la nfluencia de las normas en las relaciones intimas y mostrar que existe ut vocabulario normativo para describir sus emociones. Berscheid y Walster (1969) han mostrado que las emociones se manifiestan me- We un lenguaje escogido} que caracteriza la adecuacién de un comiportamiento a un nivel de relaciones. El vocabulario posee asi una funcidn de evaluacién, gracias a la cual se puede captar si lo que se dlice esté de acuerdo con el grado de intimidad en el que se encuentra iw; posee asimismo una funcidn estratégica, que permite saber hasta qué punto se puede entablar una relaciGn, en funcién de la acogida jestada por el otro al e6digo asi establecido. ‘Aunque los estudios han destacado el hecho de que esta gramética lel afecto y de las relaciones depende mucho de las normas culturales, estas acttian al mismo tiempo como un elemento de activacién en el establecimiento y la evolucién de las relaciones, ya que proporcionan 1 kus parejas un repertorio comtin, ofreciéndoles medios cl uno en el otro, conocerse y, ‘dado el caso, profundizar sus re- luciones. Papel de la comunicacion Entre los factores importantes en una relacién, el de la comunica- cin ha sido considerado por los investigadores como determinante. in un estudio experimental, Gottman (1979) ha perfilado formas de comunicaci6n especificas en parejas casadas, segdn que fuesen felices desgraciadas, Observe ang 6, bre todo, que l ‘modelo de comunicacién no era 8 casos. Las parejas felices, 2 desacuerdo, a lo largo de la Uiscusion, cra cups secre n mn. ASf pues, La un criterio apto para apreciar el nivel de una pareja y evaluar, en consecuencia, sus perspectiva vid ' Pareja y evaluar, en consecuencia, sus perspectivas en la vi s la i La comunicaci6n hi i icin ha sido también anal é on " alizada a través © ganismo, definido con et término de autrrevelacion, que esreos ts ides as 'va revelando una ereiene cantidad de informacién aeerea de la que una relacién’se va haciendo més Este proceso, com: Altman y Taylor (1973) arena : la revelaion progresiva de uno mismo: si se state que el iad del propio comport : sentimientos positives respedto al. Cusnto mas se a individuos entre si, : dae saat ano miss opera un proceso de autoretlacion gue va des ficial, a un nivel intime id elacin se va haciendo més profinda, "> * medida que Ia | aril estudio del proceso de autorrevel Parte, destacar otra curacteristica interes es siempre una situacién 2 otro acepta ortam a su vez los specto a él. Cuanto més se comuniquen los lacién ha permitido, por otra ‘ante, es decir, que la relacién pareja, Los individuos que rev pare, Losin lan una informacién importan Eten emer pane ee ener cinds Pero estos no harn necesariamente fo mismor retacrone mess Ia comuniacin es uno de los motores esenciales en miombno foes ida del mismo modo por cada uno sen a : ja. Las relaciones int niembro Ones intimas son las formas mé Privlegiadas, mas intensasy"al mismo tiempo lee us gman ss huestra relacién con el otr: inen uno de los aspectos mas miste- la mn el otro. Definen ’ 0 tos mas mist Interacci6n e intercambio social Mientras que Ia relacién define una dimensién de la realidad novia Ia interaccién es el proceso mediante ¢! cual se expresa. Presen- taremos aqui los procesos de interaceién, a partir de las investigacio- hws realizadas acerca de los mecanismos de intercambio interpersonal. Ta nocién de intercambio comporta la idea de reciprocidad basada wibre un mecanismo de transacciGn: dat y recibir: En esta perspectiva, iki interaccién social tiene un precio y sitda a los intercambios ilentro de una dinamica de compra y ventia, que los asimila al funcio- huntiento de los intercambios econémicos. Examinaremos primera~ incnte los elementos que han sacado a la luz las teorfas del intercam- hip, antes de realizar un andilisis eritico de este enfoque. ficas del intercambio Caracter El intercambio es una transaccién en la gue tratamos de obtener a mejor relacién posible para nosotros; aparece como una situacién estratégica, Segdn Gergen y Gergen (1981), los individuos intentan tulquirir, mediante el intercambio, un placer maximo a un coste mini- mo, es decir, desean realizar el menor esfuerzo posible para obtener cl mviximo de satisfaccisn: los intercambios revelarian ast una estrate- ria del coste psicol6gico minimo en la vida social. En efecto, como las interacciones son inciertas, se intentara establecerlas sobre sistemas dle acomodacién que permiten evitar tensiones iniitiles y crear, si no tuna satisfacci6n, al menos un compromiso mutuo aceptable ‘Uno de los primeros experimentos realizados en este campo (Si- dowski, Wyckoff y Tabory, 1956) intentaba distinguir las modalidades de dos individuos para llegar a un intercambio satisfactorio, dentro de na situacién potencialmente desagradable para cada uno de ellos. Los sujetos eran separados, instalados solos durante veinticinco mi- nutos en una habitacién, ante una mesa donde habia dos botones y un contador unidos a electrodes fijados a sus dedos. El dispositivo estaba ‘concebido de tal modo que cada uno tenia un botdn a su derecha y otro a su izquierda. Podia pulsar cada botdn tantas veces como quisiera; su tarea consistia en ganar el maximo de puntos, pero no sabia que el hecho de pulsar un bot6n no suponia marcar puntos o recibir descargas, ‘En realidad los experimentos habjan instalado los botones de tal ‘modo, que pulsando el de la derecha, el individuo de la primera habita- Gdn le proporcionaba un punto al otro sujeto. En consecuencia, el resul- ado obtenido por cada uno no dependia de fo que hacia, sino de la accién si de la accién del otro, a ndiciones nos fil Negara 10 sabe que su situacion dependc to Eos fsultados muestran que durante los , el ntimero de puntos que los sujctos da ara estabilizarse Iuego. El nimero de des levado y desciende enseguida. Las actitudes adoptadae a i quince primeros minu- in, aumenta, sin saberlo Sobre ta base d le este experimento se ha a 179,como un proceso de acomodacion que los i al intentar evitarse disgustos mu Felacién aceptable, ns ™uuamemtey a fi Principios det intercambio Para los te6ri z icos del intercambi eet eéricos del in io existen un determinado nis df reglas que orientan las interacciones, En las dstintae wee surgen dos reglas esenciales: Ses aco- Ja Que corresponde al tipo de recurso ve rige la canidad adecuada de recusor interes a es 4e'unerterio que se ama principio de equidad, me €8 funcion La interaccio; iccin como intercambi de recursos ° Las reglas relativas al ti ; vas al tipo de recursos definidas por Foa y Foa (1974) a partir te ee social en diversas cultura os io en seis grandes categorias: cl a Ginero, la informacidn y el stamus. Eets de su particularizaci6n y su materialidne in sido esencialmente tudios del intereat at mbio Han clasificado los recursos del intercam. #, los servicios, los bi / , los bienes, el s categorias varfan en funciGn id. Asf por ejemplo, la mayorfa ule as personas consideran que no es adecuado intercambiar un recur~ ‘wy cuya particularizaci6n es débil, como el dinero, por un recurso cuya rticukatizacién es clevada, como el amor. WN’ partir de estas dos dimensiones se ha definido un principio Iuncamental del intercambio: cuanto més similares son dos acciones en etanto a su grado de particularizacién y de materialidad, tanto mas npropiado resulta el intercambio entre ellas. Asi por ejemplo, si se le ilirige a uno una sonrisa, serfa inadecuado responder dando dinero a lu persona que nos ha sonreido, Este fenémeno ha sido estudiado en el curso de un experimento (Foa y Foa, 74) en el que se intents evaluar las zeaeciones de los individuos en un grupo, ‘wands un individuo respondia inadecuadamente a lo que recibia. Un colaborador {cimplice) en el grupo, dirigia mensajes en términos de particularizacion y de hntetialidad, unas veces semejantes, otras diferentes, de los que recibia Se puso de manifiesto que los sujetos expresaban més satisfaccin cwando la particularizacion y la materialidad de los mensajes inter- cumbiados eran semejantes. Estas teorias han destacado asimismo la iiecuacién que debe existir entre los mensajes intercambiados, ya que son considerados como recursos y constituyen un modo de regu- licién que incita a los individuos a encontrar el comportamiento apropiado en cada situacién Reglas de equidad Aparte de los recursos intercambiados, la teoria del intercambio hin puesto el acento en otro factor, que es la importancia o tasa de rs0 operante en una interacciOn. En este caso, lo que se busca no cs la correspondencia entre los términos del intercambio, sino eeptaci6n, resultante de la cantidad de recursos intercambiados: es lo que se lama principio de equidad. La equidad puede definirse como una norma de reciprocidad percibida por cada participante como un factor esencial del intercam- bio, en la medida en que produce un sentimiento de satisfaccién directamente vinculado a la forma equilibrada de la interaccién. En tas relaciones intimas, por ejemplo, habré equidad cuando cada par- licipante tenga la sensacidn de que los signos de afecto que prodiga le son, de algtin modo, correspondidos. Cuando los individuos estiman que no existe ya una forma equitativa de intercambio, intentan, o bien testablecerla, o bien buscar soluciones de repuesto, En la vida profe- sional, estos fenémenos se producen, por ejemplo, cuando los indivi- duos consideran que su salario es demasiado bajo para el trabajo que Re sgasetige, ¥8 que juzgan roto el equilibrio entre lo que dan y lo q ido detnido antes del acto sexual gresor habia sd dete creokty Pucden entonces adoptar diversas posiciones encamsnad incr (ue informado de que el atin si dee ae Muanente dicho; e segundo, de que et Ini'Snmotio e sto sex reivindicativa, o definir sus propias normas de equidad mediante ce portamientos que se manifiestan, por ejemplo, por una dismimrcy mas © menos importante de la productividad Gergen y Gergen (1981) citan una investigacién en la que § intent6 evaluar el sentimiento de equidad en las relaciones Hier, Sexuales (Walster, Walster y Traupman, 1979). Se pi i etudiantes que evaluasen a Ia vez todo io que daban y tole le q obtenfan en esas relaciones. Los que tenan la sensaciod ae que p. nian més de Jo que recibfan estaban muy insatisfechos, For otra parte, los mismos investigadores Mevaron a cabo w aetna glug ha Permitido establecer una relacién entre la equidad y fidelidad de un céayuge. A partir de los resultados. obfeutice constaté una diferencia entre las parej ie ai ion para el primer grupo fij6 una pena de diez afios de prision para et won que acrhabsa Cometido el acto sex sel segundo, wna pend an pecs aos para el que habia legado a las ltimas consec fu pos en caos de agresin sexta rylo més severamente que el que no Hirt sa at inteneion, ya que el ipo (6 el acto es ual, el que cometis jo pugo cometer, aun cuando tims la situacién més injusta Valor de ta equidad mitido destacar el cardcter relati- Algunas investigaciones han per ido analizado, por i las de equidad. Esto ha si t 0 iguales, en cuanto a sus encantos en general, y las pare te y subjetiva de Tas reales ae eau vances cs ue Uno de los miembros se sentia mas deseable que el otto: Los invela sipmpo, en a evauacion de recompensas en suse gadores pusieron a continuacién estos elementos en corr wr aiibua alguien, de manera. ee Td) cranes, due nace en los distintos miembros de las parejas. a elevada de Ta q) establecer relaciones sexuales extramatrimos sefectuasen un trabajo alianos y americanos que efectuase . i : Se pidié a unos estudiantes italianos y ena ee muestran que cuando el sentimiento de equidad a : Sete en idencar pases eka pe dos pr, Tes cs venti las tareas, se les proponia fijar el salaric que Kes parecia ma oT T'S faci Gea eat des aos. A conic se dt & os ‘Mines en tes propos el sain para cada grupo de moo a a inundo a foe lac rimer grupo recibié el salario mimadn. conse Fe ee reas te eogundo grupe, un 20 Se aproximadamente mis deo 4 pedido y el tereer grupo, un 80 % més, ciones sexuales extramatrimoniales mucho mds réj de la boda y con més parejas, que los miembros d cada uno considera que tiene el mismo atractivo compafiera, ipidamente después le parejas en las que que su compafiero 0, wn que cada grupo Los resultados de este experimento a Pe ban twevalu6 la cifcultad de la tae en funcién del nivel de rosnunes Sit evalus ido: cuanto mas ciga entre la iubitrariamente decidido: cuat asf una correlacion en eet fea eeunmeraciontclevaday Por (ot ‘stimacion de un salario justo y grupos que entimacion oe gue la perforniance no fue mayor 0 ls eee veniam un salario mas alto. De ello concluyeron ae Ivtalea que uno se forma acerca de lo que es Just Poe abajo ints fa ion ave vel ralaial, sin que éste o hecho de dar un salario més ipotante otras palabra dls importancia de lo que se hace importante. faluacin de la im : : tuna reevaluacion de este estadio, vinortantos de aquello qe es perctbido ciereain gota establecido y,por tanto, de aquello duo ee interacsion social establesido Fedina detcrminada sociedad como norma ae Uirdenar las relaciones conforme a reglas que s locas F8las de equidad manifiestan ademas, que las intorasiones “Toeules vieneu determinadas, en gran parte, por principios juriiien, vercambios se realizan con arteglo a derechos reconocidos sl individual El uso de estos derechos esta regido por uname de Cédigos cuya funcién consiste, precisamente, en ascgurar I equidad ening Sociedad dada) Diversos trabajos han abordado la relacion menor equidad que se le ange: Hay un experimento (Jones y Aronson, 1973) quelha sete, ado el impacto del principio de equidad sobre las sancicnese Se individuo en el Pidis @ unos sujetos que expresaran el castigo que impondrfan a un T caso de una agresién sexual. Se\constitayeron dos grupos a Los resulta re tados re = ae smuest am que tes ninas tienen tendencia a recom-! mientras que los nitios, por el contrario utter que sea su edad, Est tercambios pone en j imitit que toda estructura de in- nis one mente distribuidosy re mas de wn grupo. Cualquier interaceon aches 7a dindmica en tensién que revela ta naturaleza contradictona te s ae 8 a natural oria de los FACTORES DEL INTERCAMBIO Los procesos del mi srpretados, desde el punto de intercambio son inte1 vista psicosocial, segiin varios es) gin factor “sn ~ el valor estratéioo de =H impact do on nae eonporage = 41 peto de elementos cultures 9 stabolcos Estrategias del intercambio fplotucién, El individuo puede adoptar distintas estrategias que le nalcanzar su finalidad y Hegar a una situaci6n satisfactoria: S mm a vicimitado tres grandes estrategas del intercambio lu cooperacién, la resistencias wl refuerzo, 1) Vin primer lugar, la estrategia de cooperacién, como han demostrado vurios estudios experimentales (Rubin y Brown, 1975), tendria mas hhien como efecto tin comportamiento positivo por parte de los demas. Otros trabajos, por el contrario (Hammer y Yukl, 1977), muestran que tuna actitud de cooperacién suscita en los demas un comportamiento de cexplotacién. Junto a la estrategia de cooperacion existe una estrategia de resistencia. Lin este caso se adopta una posicién desde la cual se le hacen al otro ppocas concesiones. Los estudios Hevados a cabo al respecto han mos- ‘ado que este tipo de estrategia tenfa, como efecto, disminuir en tos demas la blisqueda exclusiva de sus ventajas, lo cual se ha expresado por un cambio en el nivel de aspiraciones personales (Harnett, Cum- mings y Hamner, 1973) in embargo, estas posiciones poscen iinuchos inconvenientes desde el punto de vista de la eficacia dltima en un intercambio a largo plazo, Por ello los investigadores han puesto de manifiesto la eficacia de la cstrategia llamada del «pecador arrepentido». En este caso el intercam- io comienza por una posicién dura, pero enseguida se adopta una sctitud mucho més cooperativa. En el momento del paso de la posicién ura a una actitud més flexible es cuando habitualmente aparece una cooperacién mayor por parte de los demas (Deutsch, 1975). h ©) Por Gltimo, la estrategia del refuerzo define un tipo de intercambio basado en el principio del «ojo por ojo»: se responde a.la cooperacién con la cooperacidn y a la explotacién con la explotaciGn. Seguin varios triticos, esta estrategia puede resultar eficaz con el tiempo, pero en- tierra a los participantes en un ciclo sin fin de explotacion mutua, Para salir de este circulo vicioso, algunos investigadores (Tannenbaum. yy Osgood 1955) han propuesto la nocién de estrategia de intercambios ztraduados. En la vida corriente esto se parece a la nocién de estrategia por pequefios pasos», en la que puede verificarse el cambio de una situacion bloqueada si uno de los participantes toma la iniciativa de fealizar un gesto de cooperacién, por minimo que sea. Pese a los cfectos positivos observados en cada caso, ninguna estrategia logra por si sola resultados satisfactorios siempre. Teniendo en cuenta estas limitaciones, algunos investigadores han dado preferencia al concepto de firmeza flexible (Pruit y Lewis, 1965) xibilidad para alcauzarlos. Esto indica, ademe note ente Bowe tala solamente de estrategias; algunos experimentos ha tienen fe poco ae 88 Personas tienden a explotarse cuando q Genen 8 posiiidad de cominicarse entre st La cvacien aa ee va directamente acompan ; acttudes cooperativas (Kimmel, 1980) "*" POF ua aumento de s u 1980). El concepto de estrategia en Ine eae A 'n las relaciones m én adoptada, y por tanto la adecuacion entre digrcntee sce Sacto 'e vivirlo de una manera mas o meno} de un intere i imbio, lo que per armoniosa. at Expresion corporal participate era unas veces de Los resultados han Permitido cma otras veces, inferior J s 8 s veces, inferior. constatar una expresin corporal mas Asi pues, Ia } , la postura ha de ser integra conji Puss: tegrada en una interpre Coniunto de los elementos corporaies que aparece curso de una lacion. Deben ser correl rsexpresiones, fae se lacionados con inde ton eter cuctacona otras expresiones, tales como a fia y continua soe re y Cook, 1974). be le este sino intermitent. ¥, por iiltimo, en posicién de minoria o ; iltimo, en posi f © inferioridad cuando su mirada era vaga. La Htwacon més satisfac isfac Junta para los sujetos era aquella en la que fijaba su mirada, de modo twriadico, sobre ellos. Tan experimentos basados sobre el estudio de las expresiones twiporales han permitido mostrar sus funciones estratégicas en los Intereambios. Se han utilizado, ademds, para diferenciar modelos de Inicrcambio, que pueden ser considerados de manera més general tuto los mensajes de una interacci6n. Aunque estos enfoques tienen tl merito de poner de manifiesto indicios, estos pueden ser objeto de Inletpretaciones diversas, ya que son, por naturaleza, ambiguos. No uieden ser por tanto aisiados de los dems factores que intervienen en cl curso de un intercambio. La Juncién simbélica 110s estudios sobre la interacei6n, realizados dentro de una pers- wctiva intercultural hacen aparecer las diferencias que pueden existir ie tin grupo o una sociedad, a otro grupo u otra sociedad, en cuanto il modo de vivir los intercambios. La teoria del interaccionismo sim- hholico (Mead, 1956) ha tenido en cuenta la importancia del sistema de simbolos colectivos que intervienen en los intercambios sociales. La interpretacién de los simbolos permite comprender la signiticacién de los aotos sociales. En efecto, en este método, la interaccidn es captada i través de la imagen de los actos que comunican segiin los roles que cican, Mediante estas acciones reciprocas de roles los individuos Hle- yan a intercambiar y a construir la realidad social. ANALISIS CRITICO Las teorias del intercambio social se inspiran en una visién eco- nomica de la relacién y se sittian a un nivel esencialmente interperso- nal. Intentan tratar la informacién que existe en los intercambios, seqiin los principios econémicos de los recursos. Intentan, ademés, integrar el funcionamiento de las interacciones en una explicacién taada en la racionalidad, que se considera como un elemento funda- ental que subyace a los intercambios. Estos son analizados esencial- mente como procesos de acomodacién que permiten una regulacién unterpersonal satisfactoria, La limitacion de estos enfoques est, en primer lugar, en el hecho «le que las interacciones no son jamés enteramente racionales; al igual {que las otras situaciones sociales, son ambiguas, ya que los individuos ho tienen a su disposicién més que informaciones parciales y deforma- coLoGIA SoctaL 3 das. Por otra parte, todos los intercambios soci arte, i ios sociales estin determina: dos por el status social de los individuos presentes, asi como por el modo de percibirlo. Algunas aproximaciones han insistido sobre | iimportancia de tas normas culturales que impregnan las relaciones orientan a las conductas, imponiendo reglas que se juzgan 5. s ac tolerables 0 rechazables. eee que resulta, para cada situacién, de la relativa importancia d : ortancia de los factores psicosociales evocados. : Bibliografia| Bren, 55, (198) es relations intimes», en Moscovtc, PUF, Paris, 169-191, eee Psychologie sociale. Dose, W. (1973): «Relations et representation nt sentation intrgroupese, en Moscow, $. Introduction @ la psychologie sociale. Larousse, Paris, vol. II, 194-211. GERGEN, K. J. y GERGEN, M. M. (1981): Social Psychology. ROENK; J. y Geno (1981): Social Psychology. Harcourt Brace Jova- Gwar, A, (1974): Le choix du conjoint, PUR, Pari Gorman, E, (1973): La mise en scone dela vie quotidienne, Minuit, Pars (Trad, cast. La presentacion de la persona en la vida cotidiana. Amorvort, Bueno ince Pe la vida covidiana. Ar Buenos SOTMMAN, T. M. 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La realidad de la influencia social se encuentra a todo lo largo de los andlisis y del enfoque psicosocial, pero, segtin los distintos puntos de vista se le concede un lugar mas 0 cnos importante, ya que la comprensién de este fenémeno depende insu vez del conocimiento que la psicologia social tenga de él. Este término designa de modo amplio el hecho de que la accién | ule una persona se convierte en una prescripeién para la orientacién ile ka conducta de otra persona. Cabe, pues, decir que la sie social abarca todo aquello que produce un cambio de la conducta, en |} qe Virlud de las presiones dominantes en un determinado contexto. Afia- | diremos que la existencia de la influencia social no nos informa direc- tumente accrea del modo como los individuos la organizan, Ta tratan, j lu incorporan. Este capitulo tiene como fin describir los principales mecanismos «jue muestran la fuerza de las presiones que ejerce la influencia social, V explicar los efectos mas significativos de estos mecanismos. Exami- haremos sucesivamente los siguientes puntos: los procesos de Ia influencia social; las formas de Ia influencia social las consecuencias de la influencia social Procesos de la influencia social EI estudio de los fenomenos sociales se caracteriza, en primer término por la tendencia de los sistemas a la integracién y por la capacidad de los individuos para incorporar los elementos dominantes en una cultura. Esto nos permitird diferenciar diversos tipos de pro- cesos, que pueden ser difusos, 0 bien dar lugar més directamente a obligaciones explicitas MODELOS DE INFLUENCIA LATENTE A principios de siglo se consideraba la influencia a partir de la tendencia de los individuos a imitar a los demés; Ia imitacién era definida como una caracteristica social, resultante de una especie de atraccién invisible hacia los otros, pero era percibida como un rasgo de la naturaleza humana. Hoy dia, los psicblogos sociales consideran que la tendencia a la uniformizacin en Ia sociedad, no resulta del instinto, sino que encuentra su explicacién en un conjunto de presio- nes invisibles y ocultas, que han sido caracterizadas de diversos mo- dos: imitacién y contagio social, comparacién social Imitacion y contagio social Para Tarde (1903), 1a imitacién es el proceso fundamental de la realidad social. Tiene un cardcter dindmico y selectivo y no puede ser definida s6lo como un calco de otra conducta; no sé trata de una simple copia, sino de una produccién original. La imitacion desarrolla en si modelos de comportamiento que permiten actuar de modo eficaz y satisfactorio, El concepto de contagio social tiene su origen en Le Bon, que ha -ado el comportamiento de los hombres, cuando forman muche- dumbre mediante esta nocién, que traduce la idea de que las emocio- nes y las opiniones se comunican y que, por ello, se multiplican y refuerzan; es decir, en el interior de los sistemas sociales existe una circulacién de sentimientos entre los individuos. Esto muestra que los fenémenos sociales no se explican sélo por el condicionamiento, sino también por el poder que poseen determinados valores u opiniones para agrupar en torno suyo a los individuos. El contagio social define asi la tendencia a imitar un modelo dominante de comportamiento, que se propaga de una persona a otra. El estudio de Kerckhoff y Back (1968) ha permitido ilustrar este fendmeno. Estos investigadores partieron de un hecho publicado por ln prensa y que se referia a ciertos trastornos fisicos en los trabajado- res de una hilanderia del sur de Estados Unidos. Onee personas que sufran fuertes nfutes habian sido ingresadas en el hosp peo el numero de trabajadoesafetados sumentOrapiamente,alean- nko ‘ung ila superior sesenta La fdbrica se ee6, aun evando se alba en fieno periode de procuctin, Se abié usa iavestigacion porque se aus ala sonbia de un inset portador de enfermedad en una rms de ibras entre Gis as ilanderta No do resultado alguno y el examen medico de los pacientes to permitiodescubrircaveasbildgicas responsable de los sintomts Los investigadores sorprendidos por tales resultados, avanzaron la hipétesis de un contagio mental, para encontrar un fundamento social ala epidemia. A partir de un estudio sociométrico realizado en el interior de la fabrica, descubrieron que la epidemia se propagaba en gran medida a partir de los trabajadores més apreciados y populares tc la fébrica y que, en cambio, los trabajadores socialmente aislados, ‘© bien rechazados por el grupo, apenas eran afectados. Por otra parte, la enfermedad se daba preferentemente entre amigos, en el interior de un grupo. ; ; ‘A partir de estas observaciones, el estudio Ileg6 a la conclusion de que los individuos cuyas relaciones son positivas tienden a modelar sus comportamientos entre sf, en el intento de parecerse. Existe, pues, en luna manifestacién de indole biol6gica, un factor explicativo «social» que se basa en el hecho de que un individu acepta un modelo implicito, segan el cual es deseable, en determinadas situaciones, ser como los demés y actuar, en consecuencia, adoptando el mismo com- portamiento que ellos Comparacién social Como acabamos de ver, ciertas formas de comportamiento que se calcan sobre las de otras personas, no pueden explicarse fécilmente, ni por causas bioldgicas subyacentes, ni siquiera por reglas sociales explicitas. La nocién de comparacién social (Festinger, 1954), contribuye a aclarar el problema. Segiin este investigador, los individuos no estén siempre seguros de sus opiniones ni de sus acciones, y entonces tien- den a comprobar en otros si son exactas sus opiniones, es decir, si son aceptadas en el grupo en el que se encuentran. Tal incertidumbre y tal impulso orientan su comportamiento hacia los demas para obtener, mediante la comparacién de sus actitudes, una estimacién y una ar. monizacién de su conducta. Los individuos entran asi en uh preeced de comparacion social, cada vez que sienten la necesidad de eval su condueta y de ajustarla a las nosas de st ambien Fue Sherif (1935) el autor de uno de los experinentos més rev ladores sobre el fenémeno de la comparacién social y mas atin ca relaci6n con el problema de la formacion de las normas, Se trataba d saber lo que harfa un individuo colocado en una situacion ambigus, en la que no resultan ya adecuados los modos de comportamicnte habituales. En otras palabras en una stuacion ambigua, un indviduo jorcionard un «juicio extravaganten, 0 era eementatd un cuicio extravagantor, 0 estalecerd un punto de el proces de comparacion soc ion social puede Tevelarse de un move partalnee Siqiiativo ental stuacion, dado quel bservador no dipone ewes le apoyo objetivo para apreciar el movimiento aparente de la luz. p Los resultados indican que, al principio, ta © bastante distintas entre si, disminuyendo luego progiesteemem ee variabilidad: el sujeto tiende a situar sus estimaciones en el interior de una «horquilla> personal. Es decir, ewando un individuo persine mos Vimientos sin ninguna base de comparacion, establece ut serpent variacion y en el interior de ese margen, un punto de relerente gue te ¢s propio. Este punto y este margen pueden diferir de lee decree nadbos por otros indviduos. En cambio, en caso de que se trate de un de das 0 tres personas, se eomprucba es es convergen répidamente hacia una norms comune © S SSumaciones Apoyiindose en estos resultados, G. de M : 0 0s resultados, jontmollin (1966) quis Verificar si tas apreciaciones de cada individuo se pioneer e tendencia central de la distribucién de las respuestas en su. grupo comprobar si las respuestas se modificaban, aproximandose a una tendencia een: tral (existencia de una convergencia). EL andlisis de los resultados mostré que este principio de conver- encia regia, sobre todo, para aquellos grupos en los que la dispersion tle los resultados era bastante débil al principio. Por el contrario, en lox grupos de fuerte dispersién, los individuos no tenian en cuenta taxlos los resultados; descuidaban los juicios més alejados de los suyos ¥ no se aproximaban mas que a la tendencia central de los juicios mas cetcanos. Es decir, cuando la dispersién es fuerte, los sujetos margi nan las estimaciones situadas fuera de un cierto margen de vero- simititud, Estos experimentos tienen el interés de subrayar hasta qué punto forman los individuos a su propio juicip a partir del que creen descu- brit en los otros. Se puede decir que/nuestros juicios se basan con frecuencia en una comparacién con los de otras personas,! pero esto hno implica que no estemos influidos mas que por las opiniones ajenas; los sujetos que se han formado un juicio personal seguro, pueden estar més abiertos a opiniones distintas de la suya, que aquellos que no estén seguros de sus propias ideas. Esto pone de manifiesto, ade- mis, el hecho de que los mecanismos sociales tienen tendencia a excluir la duda de los comportamientos, imponiendo certezas resul- antes de las normas sociales. PRODUCCION DE LAS NORMAS Mediante el andlisis de las normas abordamos el universo de las reglas: — reglas invisibles 0 reglas formales; {que se imponen al individuo, que rigen sus modalidades de relaci6n y ue, en cierta medida, son capaces de neutralizar sus orientaciones afectivas esponténeas. Definicion Una norma puede ser definida como una regla explicita o implici- , que impone de forma més 0 menos pregnante un modo organizado de conducta social; se presenta como un conjunto de valores, amplia- ‘mente dominante y seguido en una determinada sociedad; solicita una 10010614 SOctAL 6 adhesion.e implica sanciones, dentro de un campo de interacciones complejas Esta definicion insiste en primer lugar, sobre el hecho de que ta norma se confunde, de alguin modo, con ios marcos generales de la vida social; se caracteriza como tn juicio que designa los valores a los Que se refiere. Por otra parte, ciertas normas son especificas de un grupo y no son vlidas para todos. Asi por ejemplo, las normas de Toles que prescriben las conductas derivadas del puesto de un indivi, duo dentro de un determinado sistema. Por siltimo, en tanto que inicio de valor, la norma es un imperativo cuya no observancia da lugar a sanciones difusas o claramente enunciadas. Ya se trate de una norma explicita o implicita, esta comprobado que su efecto es engendrar cierta uniformidad. Asi pues, su rol con. sistirfa en crear un mundo completamente estable, en el que los comportamientos serfan perfectamente identificables. Pero las nor. ‘mas encuentran seres humanos que no se doblegan con toda la preci- si6n deseada. Por otra parte, ellas mismas evolucionan: unas caen en el desuso, otras no son compartidas ya por a mayoria y, en este caso, aparecen como arbitrarias. Resultados experimentales Los trabajos de McNeil y Sherif (1976) sobre la evolucién de las Normas arbitrarias han permitido distinguir algunos elementos. En su experimento, que inclu un sujeto ingenuo y tres cémplices, estos limos daban siempre respuestas conforme a las instrucciones del expersnesten, . inttodueiendo asf una norma arbitraria. Por la rlirada gradual de os omic ‘es. ex posible ver emo evoluciona esta noma. Al principio lograron imponer la norma, pero enseguida, con su retiruda, disminuy6 el respeto a 1a norma, para aproximarse a los valores habituales cuando no hay influencias ficticias. Esta disminu ci6n eru progeesiva, lo cual indica que hubo una interiorizacién de la norma en los individuos que no percibieron su cardcter arbitrario, Se comprobs, Finalmente, que una norma moderadamente arbitraria re, sult unis estable que otra més arbitraria; cabe entonces suponer que, siendo igual todo lo dems, una norma arbitraria aparece como thes, lable: Otros estudios experimentales han ditigido su atencién a la pro- sluecidn de normas de grupo, Lemaine, Desportes y Louarn (1969) en lun experimento propuesto a Jos alumnos de una escuela normal, han Iwotrado que la ereacién de una norma de grupo era un proceso ‘uinplejo, en el que la uniformizacién no se producia de modo lineal V unilateral. Asi, los sujetos que se elegian mutuamente convergian ints hacia una norma comin, que aquellos que se rechazaban. Los sujetos que ocupaban puestos Inferires dentro dela jerarquia del niupo, hacian mas concesiones para ajustarse a la norma, que los nujetos de rango elevado. bunciones de las normas De todos estos trabajos se pueden deducir algunas funciones esen- vale aseguradas por las ormas. Los experimentos han mostrado que lu convergencia de las estimaciones se produce sobre todo cuando los wujelos tienen que juzgar un elemento objetivo, que implica una espuesta exacta, idéntica para todos. No sucede lo mismo cuando leben proporcionar una respuesta aproximada. In reduccin de la 4) Una primera funcién de la notma seria, por tanto, dmbigiedad. Ante la imposiblidad, en muchos easos, de obtener res- pues ser e ech una inegrdad derivada desta stan, a consttucién de una norma, Ta inquitudincertidumbre ligada a ia espostaaproninad, se reduce: a calidad fia anbigia ie de dieriminat a falta dé un medio de medida, es sustituida por una realidad social no ambiga. As! pues, nade las fanciones de la norma Consists en consliar ls posiiones de los individuos mediante un sistema de seguridad que les permite dominar mejor la realidad 1) Otra funcién de la norma es la evitacién de conflicto. Moscovici (1972) sugiere interpretar en este sentido los procesos de normalizacién. Con. sidera que Ia variedad de los juicios individuales, tal como se expresan, por ejemplo, en el experimento de Sherif. por el establecimiento de normas personales, impide la conclusion de un acuerdo. Bl hecho de due diferentes tipos de respuestas se presenten y entren, en parte, en competicién, crea tensiones y supone un riesgo de conflictos. La apa~ ricién de una norma de grupo resulta, precisamente, de que los sujetos aceptan e interiorizan estimaciones convergentes para alejar el conflic- to. Segtin Moscovici, el conflicto se evita mediante un juego de nego- ciaciones de las respectivas estimaciones, que conducen a concesiones reciprocas, ©) La normalizaci6n se opera como un proceso de negociacién. Desde este punto de vista equivale a un mecanismo de negociaciones activas con- ducente a la aceptacién del denominador comin mas pequefio. Puede or tanto considerarse que este proceso se realiza tanto mas faciimente, cuanto que la idea de unas concesiones reciprocas no pone realment en causa verdaderos retos. La normalizacidn tiene, pues, lugar m fécilmente, ya que, en cierto modo, no vale la pena Limites de los enfoques experimentales leza de los grupos en los experimentos, que estén construidos artifi cialmente, lo cual no carece de importancia en la valoracin de lok Fesultados. Moscovici hace constar a este respecto que los individuol i no se ven afectados por sus tareas. Segtin él, este es el motivo por j Que es posible la negociacion, ya que no existe preferencia por ningul na posicién particular. Pero este argumento puede ser refutado, ya que al no haber u eto, cabe decir que no existe riesgo de conflicto, debido a la divers! dad misma de las posiciones. En estas condiciones, no hay necesida de entablar negociaciones, los individuos podrian limitarse a constata i sus divergencias y mantener sus resp) i a pesar de todo, esta tendencia a la la implicacién de los individuos ai de normas de grupo seria el resultado de una busqueda de los sujetos segiin su propia implicaciGn positiva en el experimento. En definttiva, el proceso de normalizacién es un factor que per- mite comprender la uniformidad generalizada que existe en la socie- dad: en todas las situaciones, los individuos localizan rapidamente las reglas que rigen los comportamientos y las asimilan pata facilitar las} relaciones sociales. Analizaremos este fenomeno a partir de las orientaciones que han Postulado la necesidad que tiene el hombre de certeza y coherencia en Cuanto a sus juicios, en un mundo que ejerce sobre él presiones diversas, Una de estas presiones viene de la disonancia de elementos cognitivos que se le dirigen y que constituyen a su vez presiones destinadas a modificar su actitud. INFLUENCIA SOCIAL, YDISONANCIA COGNITIVA La influencia social ha sido también estudiada como factor de cambio de los individuos y de sus actitudes. Los individuos acttian a Jwitir de Jo que creen y de lo que experimentan ante los demés y ante At mismos. Al estudiar la manera que tienen de enfocar su accién y la ile los demas, observamos una motivacién fundamental, que es la Imiwjeda de coherencia entre los distintos elementos (pensamiento, \eencia y sentimientos) en relacién con el mundo que les rodea sta necesidad de coherencia explica nuestra tendencia a organi- tut, clel mejor modo, tanto nuestras opiniones como nuestra manera ile cntender ef mundo y de comportarnos en consecuencia. La influen- lu social seré abordada aqui a partir de la necesidad de coherencia cvgnitiva y de la forma en que interviene como factor de influencia subre el cambio de actitudes. Ieorta de la disonancia cognitiva Westinger (1957) ha intentado explicar este fenémeno a partir de su Wworia de la disonancia cognitiva. Segiin él, las ideas esenciales de ent (corfa son extremadamente simples: «La distancia simultanea de elementos de conocimiento que, de una ma- nera u otra, no van de acuerdo (disonancia) exige del individuo ua esfuerzo ppara hacer, que de un modo u otto, vayan més de acuerdo (reduccién de la \isonancia} » Us decir, Ia disonancia cognitiva es un estado de tensién interior, tesultado de una coexistencia discordante entre ideas u opiniones wicriormente adquiridas y un hecho o varios hechos nuevos, Festin- er ha estudiado varios casos: la disonancia como consecuencia de decisiones tomadas; la disonancia introducida por un hecho realizado; la disonancia resultante del esfuerzo; la resultante de la tentacién, En este tiltimo caso, la teoria de la disonancia permite predecir «que un individuo, después de haber cometido un acto inmoral, adop- lira frente a este acto una actitud més indulgente que antes. La teoria de la disonancia tiene sobre todo el interés de mostrar omo los individuos Hegan a reducir el estado perturbador asi engen- shado. La reduccién de la disonancia es un mecanismo que disminuye lt (ensi6n interior creada por la existencia simultdnea de elementos de vonocimiento discordantes. Existen diferencias en cuanto a Ia intensi- ud de esta disonancia y se puede establecer una correlacién entre la ‘magnitud y la disonancia y la importancia de las cogniciones a su respecto. De ello resulta que cuanto més elevada es la disonanci mayor es la motivacién para reducitla. Los individuos pueden reducir de varias maneras este estado ps turbador. 1. En primer lugar, modiicando la cognicin propiamente dicha cambiando de idea stn a staacon nueva, At por ejemplo tong ideas racists, pero rechazo la decison de mi hija de salt eon un ang negro 2. Lat disonancia puede ser reducida, ademés, mediante un sistema d evitacin. Este mecanismo tiene por func realizar la imegracion ios elementos exteriores, pero sobre la base de un Sistema protects ue preserve al Yo. Asfpor ejemplo, en na campata de informacion encontramos personas que sintindose expucstasy obigadas fee informacioneswdesagraables» poco acordes con sus opiniones pe vias, las interpretan en funcon de sus actus anterioee 3. Por ‘timo, scleecionando las informaciones que Tes convienen, I ividuos pueden red Ia sisonancia mediate un cambio de so Portamiento frente «la nueva situacion, En este caso se petcibe Nineuloexistente entre la investigacon de una consonancia ogra tl cambio de aettudes; In reducein de la diferencia ex entonees qu Valente aun cambio de aetitudes, que tendr lugar mediante linea tisn de nuevos datos, del modo ms econdmico posible. Fste cara hay que entenderio como una reorganizacion de conjunto, es dea como nna redistibucion de valores que condurca a individu nuevo estado de consonancia. Disonancia y cambio de actitudes _. Hay dos estudios que permiten clarificar esta relacién entre reduc- cidn de la disonancia y cambio de actitud. En el marco de ua experimento, Culbertson (1987) propuso a sujetos de raza blanca que tenian prejuicios contra los negros, o bien interpretar l pa I de wi segro que se moda aun bari totalmente habitado por blancos, Bien contemp 470s interpretando este papel Los resultados han mostrado que los que habian aceptado inter- pretar el papel de un negro, habfan reducido més sus prejuicios que los que se habfan limitado a ser espectadores. Investigaciones comple: mentarias han revelado que los cambios son tanto més importantes cuanto mayor fue la implicacién en el juego de roles. Las implicacio nes se han interpretado del siguiente modo: el hecho de intenta: identificarse con alguien a quien se tiende a no considerar bien crea cia que limitarse a hacer una declaraci6n en favor de los , tanto mayor es tuts iso twysos. Asi pues, cuanto mayor sea Ia disonan {umbién el cambio de actitud. ‘Zimbardo y Ebbeson (1969) realizaron un estudio en el mismo wemtido, Se pidié a unos individuos que expusieran un tema que no coincidia con su ‘pinién personal. Podfan seguir simultaneamente su discurso por auriculares; sus ‘ices estaban separadas por una fraccion de segundo para hacer la tarea atin mas titieil, Otro grupo de individuos tenfa que realizar la misma tarea, pero sin estar ‘wnetidos a ln retroaccién auditiva dferida de su exposicion. Los resultados pusieron de relieve que los individuos del segundo wupo, al presentar un tema disconforme con sus opiniones, pero sin ter perturbados en su presentacién, dieron pruebas de escasa convic~ isin de las declaraciones que estaban haciendo. Por el contrario, los lel primer grupo, sometidos a una escucha casi instantanea de sus ilirmaciones, estuvieron mucho menos perturbados y se mostraron, en consecuencia, dos veces mas convencidos por la presentacién que hubian hecho. A partir de estos experimentos puede Megarse a la conclusion de que el sentimiento de disonancia da lugar a un cambio de las actitudes frersonales, cuando los individuos adoptan piblicamente un rol que testi en contradiccién con ellas. La teoria de Festinger sugicre que ruundo un individuo se encuentra entre dos 0 mas elementos discor- antes, intentara reducir esta incomodidad modificando su actitud personal en la direcci6n del comportamiento més generalmente admi- {ilo Por el contrario, en caso de que los individuos se vean obligados i wloptar una actitud opuesta a sus experiencias anteriores, cuantas iuis presiones haya, tanto menor sera la produccién de disonancia. Festinger y Carlsmith (1959) han examinado el caso de unas per- sonas que eran invitadas a emprender una accién desagradable, por lu que serian recompensadas. Sentaron la hipotesis de que, al estar nutficientemente pagadas por decir una mentira, no experimentarian slisonancia, ya que considerarian que habian sido obligadas a aceptar- lo por la importancia de la recompensa. Formularon ademés otra huipsitesis segin la cual los individuos pensarian que no podrfan justi- licar su comportamiento si no se les entregaba més que una suma reducida por la misma mentira; en este caso podrian enfrentarse con ‘mis facilidad a la disonancia, aceptando con menos reticencias la mentira. A partir de estas hipétesis, el experimento se llev6 de lal ‘manera siguiente: Se entreparon aun grupo de estudiantes vente dares, para que diesen sus camaro de ase gut un de us atid, qu de uch cam poco motivadora, tenia un gran interes. Otro grupo de estudiantes no Teaibio més que un délar por proporcionar la misma falsa informacion. : Los resultados mostraron que los estudiantes peor pagados esta- ban més convencidos de que Ia tarea podia ser interesante, mientras} que los mejor pagados estaban dos veces menos convencidos. Todos estos experimentos permiten entender Ia disonancia cogni- tiva como un proceso productor de un cambio de actitudes, En esta perspectiva, Ia reducciGn de la disonancia opera como un sistema de influencia cognitiva, Formas de influencia social Aqui trataremos dos formas esenciales de influencia social: 1a conformidad y la obediencia. Son situaciones en las que interviene una modificacién del comportamiento que es resultado de presiones | especificas. En ambos casos interesa examinar la naturaleza de estas presiones, CONFORMIDAD La conformidad puede definirse como la modificacion de un com- portamiento mediante la cual el individuo responde a las presiones de un grupo, intentando estar de acuerdo mediante la acepiacion de las normas que se le proponen o le son impuestas. En la conformidad encontramos tres elementos diferentes: — ln existencia de tensiones entre las posiciones anteriores de un indivi- , sadescarga moderada», «descarga fuerte», «descarga muy fuerte», «descarga inten- Sa», adescarga extremadamente intensa>, «atenciGn: descarge peligrosa> y, por ‘ltimo, tres «X» Ei principio del experimento es l siguiente: el monitor tiene ante él una lista de treita palabras asociadas a adjetivos. Su tarea consist en leer, para comenzar, los treinta pares de palabras (por ejemplo: azul-cielo) y luego’ en presentar ai slumno una de estas palabras, para que encuentre la otra (ejemplo: azul... cielo). El experimentador explica que, a cada error que comete el alumno, el monitor debe administrarle una descarga eléctrica; las descargas serdn tanto més intensas ‘cuanto més numerosos sean los errores. El dispositivo esté también concebido de tal suerte que el monitor recibe un feed back de parte del alumno, cada vez que ‘administra una descarga eléctrica y en funcién de la intensidad: @ 75 voltios, el ‘alumno gime; a 120 voltios, rita que los choques son dolorosos; 2 150 voltios se nigga a continuar; a 270 voitios, lanza un grto de agonta y a partir de 300 voltios, lanza estertores y'no responde ya a las preguntas. Cada vez que un monitor duda, el experimentador le invita a continuar y si tras la cuarta invitacion, el sujeto se niega a obedecer, el experimento se detiene. El objeto del experimento no corresponde, en realidad, a los efectos del castigo sobre el aprendizaje: lo que se busca es la capa lad de obediencia al monitor, la sumisién a la autoridad. Para el sujeto que participa la autoridad es aqui el experimentador, que le impone infligit un c6digo de castigos a alguien que no le ha hecho nada: ghasta qué punto va a obedecer esta orden que se le acaba de ar? Paralelamente, Milgram procedié a realizar encuestas en tres ca- tegorias de personas: psiquiatras, estudiantes y adultos de la clase media. Les pregunté acerca de lo que harian si participasen en un experimento asf y lo que harfan los demés. Las encuestas mostraron. tun techazo casi undnime de la obediencia, por parte de los sujetos, ‘con excepcién de algunos casos patolégicos (1a 2%) que continuarfan clando descargas eléctricas hasta el tiltimo extremo, es decir, hasta el idximo. Segiin los psiquiatras, la mayorfa de los sujetos no irfan mas alld del décimo nivel (150 voltios), un 4% Hegarfan al vigésimo nivel (300 voltios) y un 16 2% Megarian hasta el final. Las previsiones asf establecidas se basaban: —en parte, en Ia idea de que la gente es relativamente buena y nada proclive a hacer suirir aun inocente; — por otra parte, sobre la idea de que, no existiendo posibilidad alguna de sancién, un individuo es duefio absoluto de su comportamiento, es Gecir, que actia tnicamente de uno u otro modo porque ha decidido hacerlo, Estas reflexiones valoraban el cardcter auténomo del individuo, sin tener en cuenta la situaciGn en Ia que se encuentra. Pero aqui, los sujetos han sido evados precisamente a comportarse y a adoptar siCoLocua soctat Py comportamientos opuestos a sus convicciones. ;Cémo reaccionaron. durante el experimento? Hay que sefalar en primer término que ningin candidato se neg6 a participar en esta investigacion. No obs- tante, la obediencia que demostraron no dejaba de constituir un problema para ellos. — La situacién no era vivida como un juego, sino como una tensién importante. Asi por ejemplo, muchos evitaban mirar al alumno des- pues de administrarle las descargas eléctricas. Cuando se les hizo notar este hecho dijeron que les resultaba penoso verle sufrir; no obstante continuaron haciéndolo si cometia exrores. — En algunos se podia observar otro tipo de tensién unida a su esfuerzo psicoldgico para aceptar Ia situacién, Io que resulté posible por la devaluaci6n de la vitima. Para librarse de una situacién para él inso- portable, el sujeto debia romper con la autoridad, es decir, negarse a continuar obedeciéndola. Los resultados de este experimento revelan que un 62% de los sujetos eran obedientes hasta el extremo, es decir, que continuaban administrando descargas hasta que se les decia que podian detenerse. Se habian sometido, por tanto, a lo que se les mandaba hacer. Mil- gram realiz6 dieciocho variantes de su paradigma experimental y en todos los casos, el experimento ilustra claramente el peso de la smi sidn a la autoridad, Esto significa que en la gran mayoria de los casos, los individuos no muestran tendencia alguna a resistir a las exigencias de a autoridad, ni siquiera cuando creen que esta equivocada, son capaces de ejecutar cualquier orden emanada de ella. Este comporta- miento no puede, pues, comprenderse en términos de psicologia indi- vidual, como la agresividad 0 el sadismo, el motor de este fenomeno reside en la obediencia. Este experimento muestra como unas perso- nas normales pueden ser llevadas a abdicar de toda conciencia, de toda moral personal, en provecho de una obediencia ciéga a las 6rde- nes procedentes de’ una autoridad superior. ;Cémo entender este mecanismo? Modelo explicativo Milgram intenta explicar la obediencia por diversos factores: las condiciones de la socializacién; — los factores de cambio de la obediencia; ~ la debilidad de la resistencia humana, 4) Condiciones de la socializacién: todo individuo entra en la vida social aprendiendo a obedecer, en la familia, en la escuela, en el trabajo. — Interiorizacin de la sumision: los veinte primeros aiios de 1a vida transcurren en estado de subordinaci6n, estado que, por otra parte, ¢s valorado como moral y bueno, ya que la obediencia es consagrada como una virtud y es, por tanto, recompensada, Tiene entonces lugar Ia interiorizacin del orden social, es decir, de la norma de obediencia alos superiores. Para que este mecanismo pueda funcionar es necesa- fio, en primer lugar, que la autoridad sea claramente identificable. Con frecuencia, el sujeto acude con la idea de que alguien dirija las situa ciones en las que esta colocado ¢ intenta descubrir dénde se sitia la fautoridad. Por su parte la autoridad se seflala por marcas caracteristi- tas que los individuos advierten. Por otra parte, el sujeto se siente Comprometido y moralmente obligado, sobre todo en el caso del men- Gonado experimento, a asumir su rol hasta el final. Existe, por sltimo, tuna coherencia entre el orden y la funcién de la autoridad, lo cual Sanifica que un individuo sera receptivo a cuanto procede de ella y que aceptara la situacién tal como la autoridad la define. — Elestado agéntico: la integracion en la jerarquia da lugar a una pérdida del estado de autonomia, sustituldo por un nuevo estado que Milgram ‘denomina el «estado agéntico». El sujeto no se siente ya responsable dle sus actos, no se considera ya mas que como el instrumento de la Voluntad de otro, cuyas érdenes obedece.{ Pero al obedecer renuncia~ mos nuestra capacidad de evaluacién personal: consideramos que no tenemos ya que juzgar si nuestros actos son buenos 0 malos; en el momento que se nos da una orden, estimamos que'la autoridad supe- rior esta abt pera juzgarla; nosotros hacemos simplemente aquello que se nos ha pedido hacer; Para Milgram, ademas, cuando una autoridad ts identificada, se produce un fendmeno Tlamado «sintonizacion>: el Sujeto es receptive a todo lo que viene de la autoridad y muy poco receptivo a lo que procede de otra parte. Su atenciGn permanece entrada en todo Io que la autoridad es capaz de exigit. El individuo fcepta las situaciones que se le presentan a través de la definicién que face de elas la autoridad; estandooblizdo a realizar todo to que lla cxige, la deja ser dnica juez de la significacién de sus actos. Fabs miecahtsmos veneh por consecuesicia una modifieacién del sent do de la responsabilidad el individuo considera que esta comprometi- do con Ia autoridad, que le da ciertas Srdenes, pero no se siente personalmente responsable de los actos preseritos por clla.jLa autori- Gad se convierte en fuente de reconocimiento y en juez moral del Sujeto, que buscaré en ella la imagen buena de sf mismo; es la autori- Gad la que puede confirmar esta imagen, pero para ello hay que obe- dlecer, En ditimo término, el estado agéntico resulta de la sumisién a las érdenes procedentes de la autoridad, 6) Factores de cambio de la obeiencla: Milgram y oto, pislogs ” sociales han intentado definir dentro del proceso de sumisiGn, aquellos soctaL 2 encarnaba el prestigio de la universidad de Yale. Milgram quiso explo- otros elementos del experimento eran idénticos. Los resultados mos- La bid ee eee me: cpesinetn de Milan, frecuencia, dramética, al ser muy intenso el conflicto interior: casi nunca se dio una adhesin ciega a la tarea. Aun cuando la mayoria Jos resultados. a eee a he En las dos formas de influencia social de las que acabamos de hablar se pone a los individuos en situaciones en las que modifican su comportamiento y se someten a 6rdenes: — en la conformidad, es la presi del grupo fo que acti — en la obediencia, ca orden de la autoridad, Impacto de Ja influencia social El andlisis de estas formas de influencia nos leva a la cuestién de los efectos “generales de este proceso. {Es que una presién o una influencia conducen forzosamente a la conformidad? La experiencia cotidiana nos muestra que una influencia no tiene un efecto automa- tico; puede producir también no-conformidad, o una mayor 0 menor desviacién respecto a las normas, 0 incluso el rechazo de estas. Pre- sentaremos algunos aspectos de’ este fendmeno relatives, por una parte, a las situaciones de no-conformidad, de anomia y de desvia- ci6n, y por otra, a los fendmenos de minorias, RESISTENCIA, ANOMIA, DESVIACION Si los andlisis precedentes han permitido comprender por qué se conforman los individuos, no es menos importante captar por qué no se conforman, es decir, por qué se resisten a la influencia social. Resistencia individual: [a reactancia Un primer tipo de estudios responde a esta pregunta poniendo de manifiesto los factores vinculados a las reacciones individuales de resistencia a la influencia. Distintos investigadores han explicado la resistencia a las presiones por factores psicologicos. Asi, en una situa- cin en la que los individuos se sienten amenazados en su indepen- dencia, reaccionan con un comportamiento llamado «reactancia». La reactancia puede definirse como el desarrollo de una motivacion nega- fiva, unida al sentimiento de una pérdida de independencia y que se manifiesta por una resistencia a la influencia, y que se orienta en el sentido de recuperar la libertad perdida. 4a) Un estudio relativo a los cambios de actitudes vinculados a una situa- cidn de censura (Wicklund y Brehm, 1976) permite entender con més precision un estado de reactancia. La hipotesis de este experimento Consideraba la censura como una presién sobre la libertad, que podia desencadenar reacciones para preservarla Elexperimento se refersa ala medicin de las actitudes de los alumnos de un instituto en cuanto al deseenso de la edad de voto; la mayoria de ellos s1COL0GIA SOCIAL 8 tstaba prevista. Parte de los alumnos fueron informados de que el discurso. Se puso de manifesto que los alumnos a los que se habia habk lumnos a los que se habia lado de la censura haan desarollado una actitud ain mds acentuada en favor del desconso de la edad de voto, La censura no. modified para nada sus acitudes en el sentido desea, sino al contraio. En eanbio, no se dio este resultado en fos alumoos que no habian recbido la mina infor, macion, ‘Asi pues, ls indviduos pueden resistr, en ciertos casos, la it en ciertos casos, la presin soci ejercida sobre ellos, yt que esa presion provoea motvaciones en Scio conta al efecio uscd. Bas motions pueden csr ‘inculadas a ss ereencias personales, a 1s sentimientos de independenci {ue deseaban conservar, 41s valores que defendian 0 incluso compro, tisos diversosen los que estaban implicados cuando el individuo concede cierta importancia al comportamiento asi Entre los elementos de orden individual que intervienen como resistencia a la influencia, se pueden contar los sentimientos de iden- tidad personal. Duval (1972) ha observado que la conformidad de los individuos puede disminuir cuando son colocados en situaciones en las que es muy grande la percepcién de similaridad. fies coal, ito ater uo rrr levied Los resultados ponen de manifiesto que en todos los casos en los que se les decfa que sus actitudes tenfan una semejanza elevada con las de la mayoria de los estudiantes, los sujetos expresaban el nivel mas bajo de acuerdo con las otras estimaciones. Aqui se constata, por tanto, que la conformidad disminye cuando aumenta la necesidad de distinguirse o de afirmarse. Si ahora nos situamos, no en el punto de 8 [AINFLUENGLA SOCIAL vista del individuo, sino de la organizacién social, se puede distinguir otro efecto de Ia influencia en el concepto de anomia. Anomia social El concepto de anomia, creado por Durkheim (1960) define los efectos de desorden social vinculados a los conflictos existentes entre valores y normas dentro de un contexto dado. Se constata una pérdida de impacto, de potencia, de eficacia de las reglas sociales que gufan los comportamientos. Existe, pues, anomia cuando la conducta de los individuos no esté ya regida por normas claras; se considera entonces que los sistemas sociales, debido a su creciente complejidad, inducen un efecto de atomizacién que produce un conjunto de reglas mal establecidas. Debido al ripido cambio a que se ven sujetas las normas, se da un desgaste de los valores tradicionales y por tanto un desorden cn las relaciones entre el individuo y la sociedad, ya que las reglas han perdido su consistencia. ‘Merton (1949) present6 un enfoque del concepto dentro de una perspectiva microsociolégica. Para él, la anomia resulta del hecho de que la sociedad propone a sus miembros objetivos, pero no les da posibilidades de alcanzarlos. Se produce entonces una tensién que Crea una dejacién del consenso, cuyo efecto es una relativa ausencia de normas. Asi por ejemplo, el éxito social, que es considerado como un valor en la sociedad industrial, se convierte en un punto de refe- rencia en relacién con los objetivos que se fijan los individuos. Para alcanzarlos disponen de medios que son socialmente valorados y al mismo tiempo determinados por normas; estas constituyen asi, al mismo tiempo, barreras que muchos individuos no podran franquear, debido a su condicién social. Asi, en la clase media americana, el éxito es positivamente valorado, pero con frecuencia faltan los recursos para alcanzarlo, PetSEn este caso, 1a anomia es un proceso mediante el cual las estruc- turas sociales engendran condiciones en las que la infraccion del cédi- go de Ja sociedad constituye una respuesta «normal», que puede adoptar la forma de desviacion individual o de contestaciGn colectiva. De aqui la aparicién de diversos tipos de conductas correspondientes al rechazo de los medios socialmente valorados. "Asi pues, la anomia permite medir las desviaciones engendradas por normas inoperantes; con respecto a ellas, los individuos desplie~ xan cierto nimero de posibilidades, que utilizan para alcanzar fines Gefinidos. El andlisis de la anomia proporciona, en este sentido, una explicacién a los comportamientos desviados, ya que constituye, se~ yan Merton, su fuente social y cultural. Desviacién Una de las consecuencias mas sintomaticas de la influencia soci es la desviacién, que puede definirse como un tipo de conics oar resulta de un conficto entre valores y normas, y que sitia a los indivi duos fuera de un sistema social de reglas establecidas, donde su con ducta no parece ya limitada por ellas. Los estudios sobre la desviacior se refieren tanto a los elementos de reaceién a la conformidad, como a las actitudes frente a los desviados. a @) La teorta de la reactancia (Brehm, 1966) que hem baa el hipoteis de que el individu ponce ae ge a mientos que pusde ‘tizat de iamedito, © mas ante Se we ae Potenciales que se refiren a st manera de vivir la libertad, 9 todo cuanto afecta al sentimiento que pueda tener al respecto produ irauna reaccién mediante la cual intentara volverla a encontrar, ae by Elegies Sacesen neem te feet eee Gln toni ses on as eg ova apn Gon tere, cunndoctn on pape coipranieng ae noes an testa: esa feptoney New G05) le umn ea en pra, Ja uno tan is comportement com idole, es se dicrcntes de de Ie oe naan camo as, Zar (96) emer rent ase dea iespersonizacon el anoniato, I semejenea eh lates a vee gue cnstyen, spine un bs desea de er adver come dist es deci tno, Exa imposed ssecengel sy eno agresivo de un individ, gue alimentarsneaatsne a @ adoptar un comportamicnto marginal : ©) Otras investigaciones se refieren a las actitudes frente a los desviados. Un esto cisio (Schacter, 1851) ha 1, 1881) ha dseito diversas prsiones reat comportamint desriadodento de un sro compat por ocho ees qe a sconce scales bans ge Satan oman sit del erm en comptes) Teale $e deste dena joven denen Se ong ine dec ¥ ing minutes, set ao del sua cade une debs sponte se cn Ent exfrineto, fs tps peenan, cide uo, un ee sine print, won ope des tees ae Is elsoan un pon a es compara. Gable derivada hacia na opinion modal PRPS» Pero nfluen- Los resultados del experimento mues ‘ . imento muestran que el nimero de eomun- caciones dirgidas al complice vacreclendo en el transcurso de ie sscuson yy supera con mucho al ntimero de las dirigidas a los otros. Es decir, los miembros del grupo despliegan una gran energia para hacer volver al desviado al camino recto, esto es, para que ajuste su opiniém a la de ellos. Se observa, por otra parte, hacia el final del experimento, que el nimero cde comunicaciones dirigidas al desviado disminuye sensiblemente. Esto se ha interpretado como una forma de rechazo; las evaluaciones posteriores hhan demostrado que los miembros del grupo le eran hostiles. Levine (1980) ha confirmado esta nocién de presién social sobre el desviado pot la elevada tasa de comunicaciones, pero s6lo durante cierto tiempo, més allé del cual la presién disminuye y equivale a un rechazo de éste. Ai, la presién contra la desviaci6n permite captar hasta qué punto tl consenso en torno a las reglas sociales aparece como una dimensién tsencial y crucial de todo sistema, ya que es ella la que constituye la realidad social, propiamente dicha, en el sentido de que determina una comprensin y unos tipos de comportamiento socialmete aceptados, en relacion a lo que debe ser el mundo. Toda desviacidn de este consenso se convierte en una amenaza a la integridad, tal como se la ha construido socialmente un grupo. Es perci- bida como un riesgo de dislocacion. La importancia de la presion ejercida sobre el desviado aumenta, pues, tanto mas cuanto que representa una famenaza de este orden; pero Ia importancia de la presion puede provenit jigualmente de la cohesién del grupo como tal, Parece ser, por tanto, que los sistemas sociales toleran pequetias desviaciones de la norma, pero si son més importantes, resultan mas amenazadoras. En este caso, 0 bien se Gjeree una presin muy fuerte para reintegrar al desviado, o bien el grupo considera que ha transgredido los limites y entonces le rechaza, Vemos, pues, que Ia desviacién es ima situacién de interaccién mediante la cual un grupo regula la aplicacidn de las normas, ejercien- do un tipo de presién que consiste en reinsertar al desviado dentro de los limites fijados por ese grupo. Pero estos esfuerzos no siempre tienen éxito. Teoria del impacto social La teoria del impacto social (Latane y Nida, 1980) propone a este respecto un enfoque interesante, Muestra que en el interior de un pO, las normas no son siempre rigidas, Ios individuos pueden con- Servar cierta libertad y en este tipo de interacciones, ejercen un im- pucto unos sobre otros. En estas condiciones, un desviado puede hprovechar la situacién y conducir, por ejemplo, al grupo a otras posiciones distintas de las que tenia anteriormente. Seguin esta teoria se distinguen varios factores de impacto sobre el grupo: MUU OGTA SOCAL, rs ~ La cantidad de influencias diferentes: cuantas més personas existan que tienen opiniones diferentes, tanto més posible es influir sobre el des- viado, ~~ E1 peso dle la influencia: Ia idea de peso ésté vinculada agut al recono- cimiento de la accion de un individuo. Asi, el peso de la influencia aumenta cuando puede ayudar, ofrecer un status social 0 propotcionar placer a alguien, A través de estas caracteristicas, la teoria del impacto social indica que los pequeiios grupos tienen menos fuentes de influencia y ofrecen, en consecuencia, mayores posibilidades de libertad. A su vez, el desviado es capaz de actuar sobre la situacién y por tanto, de influir sobre el comportamiento de los demas miembros y sobre la orienta- cidn del grupo. La teorfa del impacto social puede compararse con un estudio de Asch (1951) sobre el modo de reducir el conformismo. En este expe- rimento, uno de los cémplices expresaba claramente una opinién en favor de una respuesta inexacta; los efectos de esta posicién anticon- formista sobre las reacciones de los sujetos fueron importantes, ya que la tasa de conformidad descendid a aproximadamente un 3%. En otras palabras, la presién de las normas hace surgir respuestas indivi- duales extremadamente variadas. Si los individuos encuentran apoyo ‘1 sus puntos de vista, resistiran a la pasion y adoptarn una actitud de separacién mayor o menor con respecto a las normas. Las condiciones de resistencia a la influencia social y de desviacién en particular revelan, a niveles més profundos, un conflicto entre un sistema de valores y un sistema de normas. Este conflicto es el resul- tado, por una parte, de la ambigiiedad de la realidad social, que da_] lugar a estas reacciones por el hecho de situar a los individuos en una contradiccién permanente entre los valores que esa realidad social propone y las normas a partir de las cuales sanciona sus conductas. A fin de cuentas, el comportamiento marginal posee el mérito de mos- {rar que la influencia social no funciona jams en sentido tinico; el Individuo al que va destinada se convierte a su vez en un polo activo dentro de este sistema relacional. UL PESO DE LAS MINORIAS La mayorfa de los trabajos sobre Ia influencia social han insistido sobre la importancia de un fenémeno mayoritario en este proceso: se 'upoyan en un sistema explicativo en el que se considera el hecho de que la mayoria posee efectos automaticos, sin preocuparse de la mi- noria, que no tiene las mismas reacciones. Como hemos podido com- probar, la minorfa puede, a su vez, convertirse en un agente de influencia, Esto se ha hecho patente a través de investigaciones que han estudiado los fendmenos minoritarios como fuente de influencia social y no solamente como puro blanco de la mayorfa En los experimentos que vamos a presentar, los autores parten del hecho de que no pueden comprenderse los elementos del cambio social, ni ciertas caracteristicas de la innovacién, si sélo se tienen en cuenta los simples mecanismos de uniformizacién y de reduccién de las diferencias, producidos por la mayoria. UXPERIMENTOS DE FAUCHEUX Y MOSCOVICI (1967) Se propone unos sets juzgat unos dbujos que varfan en cuatro dimen- Sones tat color a font conn, Een cnr buena apc tas posbls ls sujets son invitads a adoptar el entero que les parezca més tdeeundo. Lu serie inluye,en total, sesents y cuatro dibujon. Los sujet Som distnbuidos en grupos de caato o cco, eate ls cles hay wn complice que da Sstematicamente le respussta color Resulté que en los grupos sometidos a la influencia del cémplice, las respuestas color fueron las més importantes. En otto experiment los mismos investigadores presentaron a unos suetos una Ta de gehenta nieve palabrasctimin, frente a is cates habia dos {Grninosasolads! por ejemplo rene la palabra snarajarestaban fos terme mos eredondae trtar, uno Ge fos cuales erastmpre cualitaveyeloto sempre Supraordenado PTET experimentador presentaba la palabra estimulo a un grupo de cuatro personas, una de ay cules ea complie” Cada sujetodebia indicat fa palabra que [Eparcea mis elaconada, pero los complicesdaban siempre a respuesta de po Supreordcnado. Se ntrodujeron,ademis, dos variants: una lista A en la que los iehminos asoctados estan elegidos de tal modo que sumentaa la probabiidad har tin copie mer cn dea ego como stuado dentro de la noma; una ikta By en in que Tos texminos tseciado staan elestdos deta mado que dsminsa Is probabiidad de elec Supreordcnada,1o cul tena como efecto hacer que el comportamiento del c6m- pile aparectese primero como conforme y luego, como conservador Se comprucba que cuando el cémplice se comporta como un desviado, su influencia sobre la mayorfa es segura. Por otra parte, puede observarse que el peso de su influencia es debido a su confor mismo de partida. Este experimento muestra, por tanto, que existen cstrategias de influencia y que algunos tipos de comportamiento son inds eficaces que otros para ejercer un impacto de influencia mino- ritaria, Experimento de Moscovici, Lage y Naffrechoux (1969) Este experimento ha permitido determinar ciertos procesos de fluencia minoritaria y saber cémo y a qué nivel se producia. El experimento constaba de tres fases. —En primer lugar se mostraba a los sujetos dispositivos provistos de fltros que fenfan como efecto, o disminuir la intensidad luminosa, o eliminar el color, para no dejar subsistir mas que la gama de predominio azul. Los grupos estaban ‘compuestos por cuatro sujetos no eémplices y dos cémplices. Estos estimaban siempre la luminosidad segin su percepci6n, pero afirmaban que el color era verde, mientras que era manifiestamente az — A continuacién, los sujetos seguian siendo los mismos, pero un nuevo experi- ‘mentador les proponta, un estudio sobre la percepein de los colores, mostrén- doles unas pastillas, unas veces azules, otras verdes, que habia que clasificar s a a segiin el color que se les atribuia — Por ailtimo, los sujetos, contestaban a un cuestionario, en el que evaluaban a sus compatieros de equipo. Los resultados revelaron varios puntos: En ta primera fae del experimento, la minora no ejerce més que una débil influencia, ya que solo un 8% de los sujetos proporcionan las mistas respuesta {que el compice ‘Reontinuaion del test de dscriminacia se consata una modifcacion det cei eee cae aru mara por i facia miata, en exe aso, los sujetos juegan el color mas ren verde, mientras que los 0 testigos lo consideran mas bien azul. : oe — Finalmente; apart dl chestonano, se adverte que los obmplice son jzgados omo menos compeentes que los sujetos ya que‘ comportamicato & cies de desvindo, En eamblo son coniderados con mas soputos(consstenc) Este experimento pone de manifiesto que existe una influencia de la cual no es consciente el sujeto y que se refiere a su cédigo percep- tivo. Permite distinguir el proceso de influencia minoritaria, del de conformidad. Mientras que esta iiltima reside mas en un comporta- miento estratégico, con la finalidad de disminuir un conflicto aparente yno se trata, por tanto, de una verdadera influencia, sino simplemen- ite de una sumision que desaparece cuando desaparece a su vez la fuente de influencia, la influencia minoritaria, por el contrario, no interviene de modo consciente y no puede ser, por tanto, considerada como una téctica, Influencia de la minoria sobre la mayoria Otros trabajos (Nemeth y Wachtler, 1973) muestran que una posicién mantenida por una minoria puede influir sobre el comporta- miento de la mayoria y hacerle modificar su sistema de respuesta, aproximéndolo al suyo. Sin embargo, si el sujeto minoritario adopta tuna posicién extrema, provoca una repulsidn, incluso cuando ante riormente tal posici6n era mayoritaria, Paicheler (1976, 1977) ha estudiado la polarizacién de las actitudes en un grupo, a propdsito, sobre todo de la opinion de grupos femeninos acerca de la liberacion de la mujer. En cada grupo se introdujo un eémplice, que adoptaba una posicién extrema, bien antifeminista, bien profeminista. Iba pues en contra 0 a favor de las notmas de las partcipantes en el experimento, En el grupo del cémplice profeminista, la polarizacién de las actitudes fue muy fuerte y un 94% de los sujetos adoptaron el punto de vista del cémplice, que ejerci6, por tanto, una influencia muy grande, produciendo en el grupo una interiorizacién de su respuesta. En el grupo del complice antifeminista se constaté una imposibi- lidad de llegar a un consenso en un 94% de los casos, al mismo tiempo que aparecia una cierta agresividad contra las rigidas posiciones del complice. El efecto de bipolarizacién que se produjo en este grupo muestra que la presencia de un individuo heterodoxo aumenta las divergencias de opiniGn y hace surgir conflictos entre los miembros de tun grupo, paralizando asf la posibilidad de alcanzar un consenso entre ellos, Este experimento es interesante porque permite distinguir dos tipos de minoria: ortodoxa y heterodoxa, cada una de las cuales da lugar a determinados tipos de cambio en los sujetos sometidos a su. influencia. El «estilo comportamental» Por tiltimo, en los estudios sobre las minorfas hay que subrayar un factor evidenciado por Moscovici (1976) que lo llama «estilo compor- tamental» del agente de influencia. Los elementos que intervienen en la influencia minoritaria son de tres érdenes: 1a inversi6n relativa al problema; a autonomia; — Ia consistencia, Asi, la condici6n de eficacia de la influencia minoritaria reside en un sistema de respuesta consistente, que debe ir acompariada de una confianza en si mismo, El conjunto de los estudios sobre las minorfas permite observar que la mayorfa y la minoria no son dos bloques rigidos: el peso de suj respectiva influencia es conjugado y puede invertirse en beneficio d la influencia minoritaria. Asf pues, no son las mayorias las que deten- tan, de mancra exclusiva, los sistemas de influencia; con frecuencial estan influidas por la opinién de fas minorfas y como reaccién, pueden modificar sus propias opiniones, valores y modos de comportamiento. Sin embargo, la eficacia de una minoria depende mucho de su estilo comportamental, que define un nuevo criterio de estrategia social en las reglas de influencia capaces de producir un cambio positivo. Este capitulo sobre la influencia social ha permitido distinguir un tipo de proceso conflictivo existente entre las presiones hacia la uni- formidad, por una parte, y el deseo de autonomia del individuo, por otra, lo cual da lugar a formas diversas de adaptacién cuya naturaleza y mecanismos hemos examinado, sobre todo en cuanto a la conformi- dad y a la obediencia. La influencia es por tanto una palanca central en el funcionamiento de la maquina social y las minorias permiten definir en qué términos, entre otros, se plantea el problema de la resistencia frente a las presiones sociales que pesan sobre los indivi- duos y los grupos y que los determinan. Bibliografia AbORNO, T. W.; FRENKEL-BRUNSWIK, E.; LEVINSON, D. J, y SANFORD, R. N. (1950): The authoritarian personality. Harper and Row, Nueva York. (Trad. cast La personalidad autoritaria. Proyecci6n, Buenos Aires, 1965). Bren, J. W. (1966): A theory of psychological reactance. Academie Press, Nueva York Dunxiem, B. 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Se trata, por otra parte, de un concepto relati- vamente reciente que no ha sido todavia bien integrado, aun cuando Durkheim fue el primero (1898) en introducir la idea de representa- cién colectiva, atribuyendo a la psicologia social la misién de estudiar las representaciones sociales. Este concepto se claboré con el estudio de Moscovici (1961). En Francia ha experimentado un desarrollo marcado por diversas hipote- sis, relativas sobre todo a las mujeres (Chombart de Lauwe, 1967) la cultura en los obreros franceses (Kaés, 1968), la salud y la enfermedad (Herzlich, 1969), el espacio (Milgram y Jodelet, 1976). Estas orienta~ ciones han puesto de relieve las modalidades cognitivas espectficas de elaboracion de (a realidad, que definen las representaciones construcciones mentales de lo social. En este capitulo delimitaremos este concepto situindolo, por una paite, en relacién con las corrientes que tratan de los fendmenos de percepcidn y creencia sociales, y por otra, destacando sus aspectos mas caracteristicos. El desarrollo del presente capitulo se levard a cabo de la manera siguiente: 1. En primer lugar presentaremos algunas teorias de la percepcién social, ‘mostrando cémo, por una parte, 1os individuos utilizan sus impresiones ‘acerca del otro y cémo, por otra parte, intentan dar a las situaciones y ara establecer su cono= las reacciones del otro, tipos de explicaciones cimiento del mundo social scoLoaa soctAL 96 2. Procederemos, a continuacién, al andlisis de ciertas formas de percep- cidn social a partir de las nociones de prejuicio y estereotipo. . Desarrollaremos, por diltimo, la nocién de epresentacion como objeto te6rico especifico, estudiando la naturaleza de los procesos aqui ope- rantes y examinando los factores esenciales que los determinan. Teorfas de la creencia social } Cémo construimos lo real? ,Qué imagen nos formamos del otro? {Cémo pensamos las situaciones en las que estamos implicados o las que observamos desde el exterior? La psicologia social se interesa por Jos mecanismos cognitivos mediante los cuales pensamos y percibimos lo social. Estos mecanismos serdn abordados mediante tres modalida- des distintas: — as teorfas implicitas de la personalidad; — los mecanismos de formacién de las impresiones; — los procesos de atribucién, ‘TEORIAS IMPLICITAS DE LA PERSONALIDAD Organizamos nuestra percepcién del otro simplificando las infor- maciones de que disponemos. Conocemos la realidad social por es- quematizacién, es decir, por un proceso de evaluacién gracias al cual, ‘con menor esfuerzo, sabemos lo que es el otro y su modo de funcio- namiento. Intentamos situar a los otros en categorias sumarias, para formarnos una idea coherente de ellos; a esto es a lo que se refiere el concepto de «teorias implicitas de la personalidad» (Bruner y Taguiri, 1954; Schneider, 1973). Este concepto describe una representacién mental somera cuya funcién consiste en dominar la realidad mediante una reduecién de su complejidad y de las diferencias que la componen. Este mecanismo proporciona puntos de referencia capaces de organizar y orientar nuestra accién en un sentido que haga posible la prevision de deter- minadas reacciones y, por tanto, su control, Las teorfas:implicitas de la personalidad definen asf todas las formas de categorizacién que nos permiten aprehender las caractertsti- cas del otro, captar nuestra reacciOn sin demasiados riesgos y determi- nar nuestras conductas futuras en funcién de las ideas preconcebidas 9 [LAREPRESENTACION SOCIAL que se hayan formado mientras tanto. Estas teorias funcionan como formaciones aprendidas y dependen de varios factores: — a experiencia; — la motivacién; — el contexto social. La experiencia Las ideas que nos hacemos del otro se forman a partir de los, intercambios sociales. Percibimos los comportamientos del otro de una manera positiva o negativa, segin reglas que hemos aprendido por nuestra cuenta, para comprenderlos. Las teorias implicitas de la personalidad se convierten asi en reglas objetivadas, es decir, enlana ‘manera de describir la realidad, en la medida en que este proceso est integrado en el sentido comin. Describir una empresa como compuesta por un presidente direc- tor general, cuadros, empleados, mandos intermedios y obreros, es establecer una clasificacion que se muestra como la situacién normal de funcionamiento de una organizaci6n. Mediante este modo de pre- sentar las cosas se adquiere el sentido comin, es decir, una percepcion «natural» de aquello que constituye la realidad social. Las motivaciones Las teorfas implicitas de la personalidad estin asimismo en fun- cién de nuestras motivaciones, que privilegian o distorsionan determi- nadas informaciones en detrimento de otras. Mas concretamente, estas motivaciones pueden ir unidas a la prosecucién de objetivos personales y desempefar, por ejemplo, el papel de reforzamiento de tuna percepcién Este experimento se organiz6 como un juego que se proponia a unos adoles- centes y que les permitia obtener una entrada para un partido de baloncesto, Los Sujetos estaban distribuidos en dos grupos. Al primero se le daba la siguiente informacién: el partido carecia de interés, puesto que se trataba de una competi- ‘ida entre alumnos de ensefianza secundaria. Al segundo se le dijo que era un partido importante. Para obtener una entrada cada sujeto debia pasar por un jurado compuesto por tres entrenadores, que le planteaban una serie de pregun- tas. Era por tanto la apreciacion del jurado, ala vista de las respuestas del sujeto, la que indicaba si habia ganado o no. En realidad, los entrenadores eran complices y cada uno de ellos adoptaba una actitud bien definida: el primero era amable, el segundo, neutral y el teteero, FSICOLOGIA soctaL 98 » («F de fascista). Los Principales criterios considerados fueron los siguientes — rigidez de los modos de pensamiento del individuo; — insensibilidad a los cambios de comportamiento en los demés 0 a aquellos acontecimientos que no refuerzan su propia percepei6n — recurso precipitado a las normas en condiciones que son de gran} ambigiedad; — percepcién de imagenes reales en situaciones en las que los estimu- Jos son ambiguos; 4 priori positivos en favor de la policfa y negativos contra la pros: titucion; : — sumisi6n a toda influencia procedente de un status social més eleva do que el propio; tendencia a dictar veredictos severos en los juicios. Las investigaciones acerea de la personalidad autoritaria han permitido determinar as condiciones de aparicin de estos prejuicios, en la me- dida en que los efectos de la marca parental son munifiestos./ Han mostrado que los individuos aprenden de sus padres las actitudes bési- «as frente a Ja autoridad y los grupos minoritatios. Parece ser que estos clementos adquiridos muestran una tendencia a perpetuarse ¥ a rege- nerarse. Las experiencia de los primeros aiios de la vida pueden tener, por tanto, una gran importancia en la formacién de los prejuicios; los nifos aprenden a pensar, a ver y a evaluar como los que les rodean. ‘Como hemos visto, el prejuicio se asemeja mucho ala actitud y, al igual que ésta, es fruto ‘de los diversos condicionamientos a los que se ve sometida. Al igual también que la actitud, el prejuicio se aprende y, en cierto modo, se desaprende; puede aparever, cjeicer uit influent en determinados momentos de la vida y atenuarse 0 desaparecer en otto b) Escolarizacién y desarrollo de los prejuicios: la escolarizacién es otto factor en a formacién de prejuicios. Se integra en el conjunto de influencias que determinan nuestros pensamientos y nuestras acciones, ‘en funci6n de los contextos en los que tenemos que desenvolvernos, La escolarizacién y su impacto serén presentados aqui a partir de un anilisis de los prejuicios transmitidos por los manuales escolares (Da- vid, 1982) El estudio se refiere a prejuicios relatvos @ Suiza, a partir del examen de un determinado mimero de manuales de geografia, que se utilizan en la ense- stanza secundaria francesa, La hipStess consist en que gran parte dela repre- Sontacion que los francescs se forman del mundo én general, de los dems prises yds Suiza, en parteular,proceden de a exculay del insintto [a Silidn de Sen pareve jstibcada, puesto que ns informaciones scores da ste pas son rlatvameate raras en ln prnsa cscitay audiovisual francesa. El fnss se reflere alos programas de cursos cuaro y terminal que han estado Gn vigor durante una década. La metodologtacomsse en una letra erie de lees programas, sguiendo un estaoillo que permitia clasfca Tos diferentes temas dbotdados, segin que proporlonen une imagen valoizadora 0 desva0- fizadora de pale de los Hombres y dels actividades Los rasgos que se destacan son globaimente positives y presentan en primer tézmino a Suiza como el simbolo de la demdcraca ¥ adeids, como un als tcogedor. El sista federal por ejemplo. aparece como ganador de una demrouracia que se fundamenta sobre una eabidra campesia> yuna sheten- Gia solariega Estas formulaciones, con fecuercia vagas, Wasparentan Un Siscurso banalizado que se reflere a tna concepeign sca del funcionamuento Soci La ncuttaliged es otto rasgo sobre el cual insite los manuals, desta Sendo su importanela coms factor de eniguecitiento, mientras que los dems pulses europoos se destrulany se empobrectan, Como consccucnca login de Gt modelo Suiza se presenta Como uta Gerra de tolerancay de acogida, tanto pura is ingutuciones internacionales, cuyo simbolo serial Cruz Roje, como alos elias politica. ExTimoxcacion de estos rasgos est pesfectamente resumida en uno de los ‘anuule sl pals gozn de une paz permanente que nce de él no solamente Un Esta prosper, sino tambien erefugio de todos los persis, sf eo1no te los capitals que busean un abrigo seguro» Bordas) “ En fos terenos econdmico y financier, etos programas presentan wn pals poco favorecdo por la natualez, pero que st benefisi del abajo y"del frcicleso ingento de su poblacign: «Consituye actualmente un ioe de prosperdad ye binesta en un tnd igus o en cre (Bln), Al Mandeap que representa laexcaer de igucras naturales, un terreno desiga {un cline duro, op manuals contreponen na imagen que dstaca oval det Jeahajoy la calidad humana dela mano de obre: «Son los hombres fos que han Creado ta iqueza de Suiza (Bc), La imagen de a industria viene daa por tna elevadaCuaiieacion qu pete Ia fabyeacion ltamenteespecalizade de productos dejo, de calidad (la relojeta, por sjemplo), ast como una organ file economic te, Por lim, Stn & Genet coo un potent ncaa ol caja fuerte dels fortunse (Belin este temino se einparenta, _atottmente ean i tetvetela ol oeahatano aizado en a deseo del felleve, enn quel paises caliieado de fortaleza» [ex inatenca bn estos lbs sobre el papel de los bancos o dela sociedades financleras sisas comport una gan ambigicdad, en Ta medida en que la prosperidady el eriquccimento Son presentados como valores posiawos que scan admiracin, pero que a sno empo hacen brotar la envdia ye sones el egpreco, Estos sentimientosambalentessiguen siendo ekeep- clonaes json lg imagenes valorzadora ls que. predominan con mucho Crean pz juiis duns por la ezcuela, a travts de Io bros de texto, pe trantcaidos también pore! pensaoicno popular. Este puede, pues, jusiiear Sis soatimientos de envidia © incluso de Golos co fespeto a cos eoitenidos, tan valoratvos, Desde este punto de vista se puede tambien eaptar el tono frwottamene moraiante de low manuals. Suiza queda convertda en un ‘emplode laboriosidad, de esprit de iniitiva, de gust por el trabajo bien fteho, pee unas condiciones naturafes dls. Este andlisis muéstra que los libros de texto constituyen un destacado depésito para el aprendizaje de prejuicios, y que actaan como los equiva- lentes contemporiineos de las fabulas antiguas, contribuyendo ast a conti- xurar los espfritus y a nutrir al pensamiento social. La escolarizacion es luna de las formas del desarollo y del mantenimiento del prejuicio. EL Prejuicio, es por tanto, una representaci6n adquitida, que se aprende en Primer término mediante la interiorizaci6n de los modelos parentales. A continuacién, a lo largo de la vida, la influencia de los grupos, de las instituciones y del contexto social en el que vivimos, cultiva nuestras ideas preconcebidas y las perpetia. FUNCIONES. ‘Vamos a examinar ahora por qué los individuos mantienen pre- juicios y estereotipos para deducir de ello algunas de las funciones esenciales. Diferenciacién social El estereotipo constituye un importante mecanismo de manteni- miento del prejuicio y, por ello, ambos aseguran una funci6n esencial de discriminacién. Los psiclogos sociales se han interesado sobre todo por los efectos psicoldgicos que van unidos a procesos desigua tarios, a nivel social, educativo 0 econémico. La funcién discrimina- tiva se manifiesta en primer lugar, por una modificacin de la imagen le sf mismo. Lewin (1941) observ6 que los judios se habfan forjado una repre- sentacién detestable de si mismos, a fuerza de ser victimas de discri- minaciones: en lugar de dirigir hacia el exterior, para oponerse a ellos, los prejuicios de tos que habian sido objeto, de algun modo se los incorporaban Los trabajos de Clark (1947) fueron los primeros que mostraron la dogradaci6n de la imagen, en si, como efecto de la discriminacién. El experimento se realizé con niiios negros de edades comprendidas entre unos meses y siete afios, a los que se les presentaban parejas de muriecas, una de las cuales era de color marrén oseuro y 1a otra més bien pilida. Se les pedia alos nitios, de diversos modes, que expresasen su preferencia: ,cudl era la mufteca mas bonita?, jeual era la que tenia cara de mala?, jcon onal querian jugar?, etc, Este estudio mostré que los nifios negros sentian una aversion injustificada hacia las muftecas que més se les parecian; en su gran mayoria (dos terceras partes) se sentfan atraidos por la mufeca palida. 110 investigadores interpretaron este fenémeno como un desprecio lisimulado contra sf mismos. Otros trabajos han intentado determinar cudles eran los rasgos estereotipados valorados por los hombres y por las mujeres, basindo- se en una encuesta hecha a cerca de un millar de adultos (Rosenkrantz y cols., 1968). Las informaciones recogidas han permitido destacar Fasgos tipicamente asociados a los hombres y a las mujeres: entre los correspondientes a los hombres se incluirian la independencia, la objetividad, la l6gica, la actividad, Ia ambicién, la confianza en si mismo; entre los correspondientes a las mujeres, la locuacidad, la dulzura, el interés por la apariencia, la necesidad de seguridad. El interés de esta investigaci6n residia, en realidad, en una eva- luacién posterior, que ha puesto de relieve que son los rasgos tipica- mente asociados a los hombres los que la gran mayorfa considera mas valiosos, incluidas las mujeres que indican rasgos masculinos cuando se les pide que determinen los més valiosos a sus ojos. Las mujeres, no s6lo se reconocen més en los rasgos estereotipados que valorizan a los hombres, sino que encuentran también que rasgos negativos, asociados a las mujeres, constituyen rasgos adecuados (Williams y Bennet, 1975). Estos estudios han mostrado que el gran némero de rasgos masculinos fuertemente valorados, tanto por los hombres como por las mujeres, y el escaso ntimero de rasgos femeninos valorados tanto por hombres como por mujeres, eran factores discriminativos en la percepcién de sf mismo. Como los rasgos femeninos poseen més connotaciones negativas, van asociados a una imagen de si mismo menos valorizadora. La discriminacién es un proceso interactivo que orienta el com- portamiento hacia una justificaci6n de las actitudes que han presidido la discriminacion. En este sentido, el prejuicio actéia como un tipo de solicitacién, y Ia discriminaciGn se vonsidera como uu proveso reactive ‘auuna espera. Aparece entonces como un elemento de conformizacién operada por la representacién social, en la medida en que los indivi- duos se ajustan a la percepcién que tienen de las expectativas de los dems respecto a ellos. Efecto Pygmalion Estos fenémenos han sido particularmente observados en el siste- ma escolar y son conocidos con el nombre de efecto Pygmalign. Es un proceso que consiste en crear en otros expectativas que son, de hecho,

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