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Le em esi cher Erving y Miriam Polster PV eee etme tty Director de le biblioteca de psicologia, Jorge Colapinto Gestalt therapy integrated. Contours af theory and practi- ce, Erving y Miriam Polster © Erving y Miriam Polster, 1973 Primera ediefén en inglés, 1973; lcrcera edition, 1974 Primera edicion en castellano, 1980; primera reimpresion, 1983; segunda reimpresion, 1991 Traduccion, Maria Antonia Oyuela Unica cdicién en casteliano autorizada por los autores y de- bidamente protegida en todos los paises. Queda hecho el depésito que previene fa ley n® 11.723. © Todos los dere- chor de Ia edicién castellana reservados por Amorrorcu edita- res S.A., Paraguay #225, 7° piso, Buenos Aires, La reproduccién total o parcial de este libro en forma idén- tica © modificada por cualquier medio mecanico o electréni- co, incluyendo fatocopla, grabacién 0 cualquier sistema de almaeenamlente y reeuperaciéa de informacion, no auteri- zada por los editorcs, viola derechos reservados, ‘Cualquier utlizacién debe ser previamente soiivitada. Industri argentina, Made in Argentina. Impreso en los Talleres Graficos Color Efe, Paso 192, Ave- Naneda, provincia de Buenos Aires, en enero de 1991. Tirada de esta edicion: 1.500 ejemplares, _ _& Isadore From, maestro y amigo. Terapia guestaltica sPronto estuuo vospirando suauemente ta mo geegteafin ae astar desorientado. Paladed el elixir de estar desorientidiy, cuando toda Io que ocurre debe ser accesariamente anu we prsa, No padia ya encontrar ningtin sentiue en cars puonphy cots ewenciales (que nunca lo hablon hecho feliz). Seusin que se le excopaban,., pero no las pertignid a manatarn, ton desesperacién, Por el contrurio, palpo su cuerpo, mith ‘a su alrededor, sintid; “Yo ettay agul y ahora”, y un se dejé invedir por et pdaicor, Paul Goodman, La cindad imperial. Terapia guestaltica Erving y Miriam Polster Amorrortu editores Buenos Aires Indice general Intresluceisn, Milton M. Borger Protoge 1, El ethos del ahora Nucvas perspectivas tedricas El poder esti on ef presente La experiencia importa El terapeuta ce st propio instrumento La terapia es demaiiado beneficiosa para Fimitarla a los enfermas 2, La figura vivida Fondo de la experiencia Accesibilidad del fondo 3. Resistencia y superacién Composicién 4. Las transacciones de la resistencia Introyeceitin jin Retroflexién Deflexiin ‘Confluencia ut is7 198 2 216 218 a1 225 237 5. La frontera del contacto ‘Contacto Fronteras del yo 6. Funciones de contacto Mirar Escuchar ‘Tocar Conversa Moverie: Oler y gustar 7. Episodios de contacto Sintaxis Repreweatatividad Recurrencia ‘Otras influencias en el episorio de contacto 8. Conciencia Sensaciones y acciones Sentimientos Deseos Valores y valeraciones 9. Experimento ‘Teatralizacion Comporiamiento dirigide 24 261 270 24 287 292 2 300 305 Fantasia Suefios Tareas asignadas 10, Mas allé del «uno frente a unos Banquillo de toy acusades ‘Método del banquille flotante Grupos naturales Diseio para grandes Parejas y tamiag Apéndice A, Algunas influencias tedricas en Ja te- rapia guestéttica * Apéndice B. Caso de encutntro y seminatio de un grupo grande Notas Bibliografia en castellano Introduccién Milton M, Berger La sociedad actual asiste a una inesante Jucha entre las fuertas del humanism y las que roilitan por la alienacion y Ia dethumanizacién, ABada significativa de Iss primeras, la terapia guestiltica ha venido dosarvellande y presentando un métode propie de eréritnivnto personal, a To largo de dow ie, yor une parte, a Rberar al home wpe? pisicofiatuld ica; jor otra pare te, apoya In catalizacifn y ol cultive del poteneial humane irrealizado a subslesarrollacl. Bajo la conduccidn y el eatinuudo de Fitz Perks, su principal expositor y el genio que prrsidid su dewnvolvimients, yt ries guestaltisias especiaticados en salud mental han dodi= cado sus esfuerzes, comm profesionals y humanistas, a ix fundir Ja teorla y las tivadeas de a terapia sustdltica, Bre ving y Miriain Polster, autores «le esta nucva conte a la creciente Diblioyralia dol tema, ponen aquil si 4 dad y sur experiencias clinieas al servicio de profesta paraprofesionales y otras culudioex serios que trubajan et ‘el terreno de la salad mental y del ca to personal, fi iim de esta we rapia. Toda nueva luz requiew:, Kywice campo, un espiritn ablerto a recensiderar la y las prictivas que se nan tuvieron larga tiempo cn vigeaia, y supone ef posible aban- dono —o por lo menos la revisider de aksimay teorins was tamente difundidas y arraivadas, La terapia questiltiea es un camine nuevo y, coms tal, cs también la sefutaciin de al- unos antiguos sujnuaéslis psiqpuiatris que na de todos, por curta, Feliamente (como el kirtie paded coruprobar) tes autores de este bea nan tenido el rar al belt on ef agua del bafios. Una y otm we destacan ta importancia de la orientacién teérica en los terapeutas, para que lox anétodos sactivoss no se reduzcan a mera eseénicny, hinsioniamo © verbornugia invustancial, Reconoen por lo demés su filiacién histérica, al decir: «La energla integra- dora del pricounsiliss en Ia evolucién social de la primera mitad del sivlo ex harto canosida y mony notoria. Sobre sus cimientes edificaron totlas Jos tméricas de. la pseoterapias Dentro del movimienta inevitable que armanca del wonco: psicoanalitica, ia temapia guestilticn es porn cllos una gran fuerm integradera do la evolucién social contenporinea, Llewan a la cima de su clocueucia al debatirse contra las pa radojas inhercntes a sus disidencias con Freud, en especial cuando elaboran su cuneepciin del significada, en opesicibn ale de la esewela freudiana, Describen la bosqueda del sig rificado cone un mflojo humano, pero muestran tambien que la comrpulsién g) deseabrimienco del significade puede ahosar la experiencia misma, En Jos ‘ities alien, ef tena de la wrapia guestiltica suele presentars: aweiado oon la terapia conductista, el andbsis transicriona} y cl movimiento de los grupos de cncuentro, La menolanva de estas nucvas tendencias ne ha beneficia: do ea realidad a ninguna, y ce cambio ba forentado La nifatira y la confusitin. Esta mfstiva resulta atractiva y 1 pulsiva a la wx para los estulinsng y trabajadores serios de Ta vspeetalidad. La terapia guestiltira Gal come fue desarrollads por Perls soli Li hase dela obra de Kobler~ ar reconoee hoy como una de Jas inflmtarias mis poderesas en la corriente de van- guardia de lox enfoques: psivotrrapéuticos. Sus técnicas. se van asimilanda y aplicande, cada dia en mayor tantidad y con ind éxito, al tratamicnto de individuos, parejas o gru- pes coullicwiades or gamuntos inengelusoss y por un ex eese de introyrociones psicopatoligicas. De ahi la ereeiente demanda de una aeticolarién elaru y coherente de. fos pa cipios guestétticns, ajustada a las neresidades de la terapia actual. A rste demanda han vespas jenternente los autuns, can tanta erudicitm come sentido practico y am- plitud clinica. Rete libre clabara y define muchos concep- tow que reqaeriin aelarariia, entre ellos la inna de contac to, la resolucién de polaridudes, Jos experimenter conduc- tistas y La disaluciin de introyeceinnes paralixadoras, que re- Lereciniento, Muestra también que 1. werapia gues. ica —orientada hatia la ace seelama no solo del paciente sino también del ferapewta una nueva forma de compromise, ruyat caraeteristicas emnciales son Ja exponta neided, Ja creatividad y la Cluides, ‘A semejansa de Pevls, lor autores se alstienen de presentar esta texapia como una panacea que puede dar al paciente una alegva, una agudeza sensorial o una curacidn inttan- ineas. Evidentemente, sucriken la declaraciin del mact- tro en in intradweciin’ a su Gestalt therapy verbatim:, «El proceso de crecimiento leva tiempo. No 22 trata de char quear los dedes y decir: ""; Vamos, alegrémonos!. La, tora- pia guestéltica [...] no es ningtn ataje migico. E} paciente no Tene que pasar veinte o treinta afios sobre un divin, 0 en un cirealo Zen, pero tiene que asumirse, y madurar lle. va tempos. He aqui un libro astimulante y oportuno, por cuanto ingorta sus principio, y las ramificaciones de sus principios, en el cscenazio de Ja vida contcmporaiiea, donde han de eotayarm y comprenderse, sPuesto que ¢ inevitable que las perspec tivas cambiena, dicen los autores, sel nuevo espirite que reflejan y a la ver contribuyen a crear debe aubsumirse en la integracién teérica. Algunas de Ins perspectives novedo- sas mas convincentes que sirven de fundamento a la tera- pia guestdltica —como a gan parte del movimiento huma- nistico— son: 1) ef poder esta en el presenta; 2) la. expe. ieucla ¢s lo que mis importa; 3) el terapeuta es su pro- pio instrumento, y 4) la terapia es demasiado beneficiosa para limitarla a tm enfermoss. No se manitienen en esta obra lot criterios rigidos de quie- nes sole admizen Jos datos del aqui y ahora o ge atienen ox- clusivarmente a ellos, descartande lo demés como puramente csobreistaz ** 0 aarquealdgicoy. Antes bien, se propene una concepcién de la experiencia del aqui y ahora que amptia los Himites de experimentacién de la terapia guestiltica, en- Hqueciindola con intereses humanes que de otro moda, con un punto de vista iis estrecho, quedarkan excluivos, Erving Polster i Joen Fagan, Abraham Levitsky, I ma Shepherd y James Simkin, entre otros) pertensce al gru- po de gucstaltisias de Ja segunda generacién que recogieren las cnsefiamaas de Frite y Laura Perls, y continwaron y per feceionaran su obra, Tanto é| como Miriam Polster estin bbicn cquipades para darnes una visién unificada de Ta te- rapia quese4ltica, est como para mostramas las posibilidadles de integrar sus diversas azpectos y de incorporarla a lag var réedacles mis usuales de terapia individual, farniliar y grupal de orientarién analitica. Sus por «una vez, hace mucho tiempo...» El concepto de trarferencia pude ser valide cuando [a persona reaccionaba ante el pre- semte en téminos de Jo que habla aprendido en la selacion ‘con gus padres, Ne lo negamor: simplementc, ya no es oo el punto que nos interess. Quid un pintor de nuestros dias encuentre un absorbeme interés cn la pintura de Rembyandit, pero no et le ocurrira en serio empefiare en pintar de esa manert, Apreciard, sin duda, el verisino de Ja visién de Rembrands, pero debe atenen® 2 #0 visiin propia del romnda que habit, y weourris & 1s propias Womens patra en tablar comiacte eon ese mundo, : : Bursa qué es inevitable que lat pestpectivas cambien, cl nueva espititu que feflejan y a la vet coptribuyen @ rear Gebe subsominse en la imteyraritn teGrica. Algwnat de, (as Peripectivas novedosas rida cOnvincenses que sirven de fun: Bamento a a terapia guestahiics come & gran pure Sel 200- ‘vimiente bumanistice— son: 1) el poder exté en el preven te) 2) Ua experiencia es to que mis importa; 3) ¢ wrapeuta ef au propio Instrumente, y 4) la terapia es demasiado he neficiosa para limiarla a Jog ¢nfermas. Bl poder estd en el presente ‘Una verdad wuy diffeil de ensefiar es qué solo ¢] presente evine y qae dtatarriant te es tesar vitalidad a fa zeae dad, EI principio parece obvio, y cote ha sida amplismente fadoptad por la llamada tertere conenns ae ta pucclesia, ende un poco que ef éfasic que poremas en el poten: “al terapéutico del presente tropiece con le oposicibm tenex de muchas psicoterapeutas, Dog parsdojas oscurscen [a die raimica del presente como hase energética preestablecida de ja vida. La primera es que la cerapia questiltica conside los ertos de recordar y dé planear como funciones presentcs, aunque s2 reficran al pasado y al porvenis, La segunda, gut ‘en alld tratames también sobre problemas geserales que tras- ienfen cl alcanve de |4.cnufrontaciga iaserpersonsl directa, V8 reficren a asuntes de auténtica importancia, tales como Vicisam, al planeamiewte urhaao, (a arsisted, of goblet, el reciemo, la ecologia, etc, Como exis parsdopa son wna Surme importante de vonha sién, conviene precisar fo que eutentlemos por prescnte, acla- indo y exiendienda tax Sronteras del concepte, Mrutinas bar comprendida ya que un criterio domesiade rigid —tal que hho indluya sito tas experiencias Ticeralmente actuales, y permits telacionarlas con ninguna otra— no Jievd a ningu- fa parte. Solo una exclusion abitraria suprime del diilog? terapéutico historias de acontecimientoe que han ocurride. 9 pusden ccarsir, fuera del marca del agui y ahora; algue ines de esos aconiecimientes componen el drama intens de una vids, y desterrar eas historias sspou tuna gran pérdida para el titrrador y para ef oyente, Pacedy y futero Ying Gmavsiones de pesade y fuera acreditan to que fue Jo quc puede ser alain dig, establecienrlo ati las fronterst ‘eiquicag para in experiencia presente, y el contexte psigui- oo que da al pyctenté cl fondo necrsavio para que exista como figua. Aqui esti la paradoja: el interés en el panda yen el Futura es, obvismente, esencial para el funcionamien- to paigquico; 4 cambia, comportanse come si una éstuviera, de herho, cn el parade o en cl feature —erwiin bases mur chos— contatting las pobiliciades viviclas dit fa existencia Sole cn cl presente pueden {urciosar lar sistesnas sonaorie: ¥ imple; y solo desde La perspectiva de estas funcioncr pac do hays qnujhle y wae la experiencia pesente. Sepa ganios que un pacicnte est eyoeando un hecho pasado, » de genni se pone tesa, micoisas habla de wie aorta que Fe propind su padre: si trata el ineidente como un hecho mera~ sneite paoads, wa pataerela cn ol prosmase es ulna. SH to mara concieveia de st rigides, inurnsifiearis mucho su ex pecentiay si pudiera ir meas Wes alin, y pevmitir que esa rigidez estancada se inserts cn ua sistema cle tersiGn vital, ‘gu contaria a andectoea com toda ta rabix que presumii mos inhereme a su insidn. Porque, cn efecto, Ie tensidm tiene un poder direccional propio y —oon secuende © sin requerde— se mueve hacia ol presente, oxtallando en elo- cuencia verbal, Jlanta, alaridos, meneos, regaiios, golpes ¥ trot acciones expresivas. La qile antes habia sido sofocads y bundido en o| pasate, retact ahora a través de las reali- dades sensoriales y motocas disponibles. El completarniene de] stunto pendiente emerge a través del reeonocimiento, | intensificacién y la focalimelsn contioaada, hasta jue $s descarga motora —disponible sala ca el pyescnie— liber por Qin ala poona de vivir on el pasado muerte. Le diseriminaclén necesaria para evaluar la eprestncis~ lida de una experiencia tegiitre pericta, unfit que an sis- tema de reglas, Las prtscripeiones gramaticales que obligan = hablar cxclufivamente en tempo presifte puetlen yer ex- perimentos interesantes con pervonas qué necesitan esa disci~ Ghia pirtictlar; pero imponefla eoma medida general ex sactificar mucho el alcanct de a comunicarién humana. La sobreestilizacién, que confunde un momento o una expe- rieneia poéiiros com una forma de vida, hurr que se picrda Ja agudeza del contenido relevante e induce sl comporta- onjente ealtista y estereatipado del imitador. La vulnerali- tidad de la terapia guestéltica a ia sobresstilizacién es una jronfa, ya que al indiear a Jas personas cémo deban eonver- tar eno olay, confracice abuetamecie Jo criewaciou tat deberias que preconiza. A una perso:a que csti aprendien- do céme vivir en el presente no se le puede exigit que viva en ef presente, hasta que aprenda cima. Si se la conmina 8 permanecer en el presente por una ordenanza gramatical —a cualquier otra forma impuerta— es posible que cou sienta, pero seri un censcatimiento estereotipado; una for ma vacla, ne una presencia vital. Sobretome La segunda paradoja guestiltica et centrada en La posibi- Tidbd de hablar sobre algo sin eectfcar la inmedlatea do Is expeticucia. Lo malo del sabreisma es que degenera facil mente en vicio; uno puéde quedar atrapado en dl como en una puerta giratoria. Fitzgerald lo atestigua en su traduc- cidn de los Radedpai «Yo mismo cuando joven frecuenté ansiosarmente al Médico y al Santo, y cicuché sabias pliticas sabre esto y sobre aguello; pero una y otra vez salia por la misma puerta por donde entrabas. De cualquier modo, poco se gana con advertencias. Le gen- te estd naturalmente intereada en una cantidad de asuntes que trascienden cualquier Emitarion arbitcaria del equi y nop gute o no nee guste, hablarin de la pelicula que les entusiasmé, o de cima habria que formar tal o cal equipo de fithel, o de si cl intendenw serk rovlegide, Los temas de esta indole, por mocha impovancia que tenan, son grandes vehiculos de despersonslizacién. Pucden umasie como pretexto para entablar una conversacidn, o para alar- dear de Jo que ac asbe, © para cludir sentimiontos de lot que se recela, o paza tener a mano algo en qué ocupare, o evita la discusién, cl sexe 0 los malentendides.., ext Fis pata sete far anions ape pieen Wr rayon idl a in cide, gD qathnate loses ‘Comio reaccidn contra esta forma de comnnicacién desper- sonalizada, la insittencia on permaneecr dentsa de un muse do hermeticg, estrictamente eerrada por los Uimitre de. la experiencia prestate, apanes reaulta menos nociva. Muchas persona, cn particular fos veteranes de Jos grupos de tera. pia y de encuentya, dirin probablemeate que temias tales come Vietnam, la arguiteciura contempordnea, el mode de montar un équipo de alia Fidelidad, loa lugares de veraneo favoritos, etc., 0 son .,» Frevd tuvo en cuenta’ arbas posbildades al detcribir les caracteristicas deflexivas de la trasferencis, asi como su virtud petencial de intensificer la experiencia, Refiriéndose a las relaciones neurdticas y dependientes estar Blecidas con el analista, dive en un pasaje: ef peligro de estos estados de trarferencia cansiste, evie dentemente, en la posibilidad de que el paciente eoufunda su naturalezs y los tome por experiencias nuevar y no como reflejos del pasados (las bastarditlas son muestras) ‘Segiin esto, I relaciéin actual con el terapeuta ma seria nds que un subterfugio para distraerlo del verdadero castro ¢n 1a pista del ineansciente, En contrapoticion con lo que an- tecede, Freud dice también ex el Wgar referido: «Ota wentaja de la trasfereacia os que el paciente nos re- vela, con plistica clarided, una parte importante de la his- toria de su vida como si la representara ante fineitros ojoa, en ver de limitarse @ damos de ella un inforine, probable: mente insatisjactorios (las bastardilias son nurstras). Freud admite aqui Ja supezioridad del momento presente sobra la rancia reminiscencia hisidrica, Reconaoe, adems, ja naturaleza drainatica y simmbélica de Ja escena terapéutica, Pero no llega a admaltir que es innecesario buscar simbolos de} pamdo para teclarscer la experiencia presenir, $a que aula expérigncia misma contiene simbolog que valen per de- claraciones, y que sobrepasan los limites de fa interaccién terapéutica, Bl cardeter simbélico de un acontecimiento la proyecta hacia el futuro, poy su poder de cobrar un signi- ficatto novedosa para el individuo. Cuando adquiere: tal sig- nificado, ocupa el lugar que le corresponde en ef contexio de su vida; no permanece enquistads y restringido a las in- teracciones que ocurrea en la escena de la twcrapie, Una mujer Uamada Alice habia desarrollado una extensa fantasia en Ia que acababa paseando por el bosque del bra. zo dé su madre, y rentia por primera vez Ja tibiera de esta ‘Giima, Terminada ta sesidn st acercé a mi? me besé er- namente, me dijo: «Lo quieres, y se fue, En exe momento aw queria realmente a mi, no @ su padre ni a enalquice otra persona, como podrian penser los cultores de la teaslerencia. En Ia perspectiva gueiisltica, una expresiém somejante sc toma por su valor nominal, zin cuestionar las causas de Ja conducts o sentimiento. Se concede un margen de confian- 44 al flujo espantineo de Ja relacién, ea vez de cortarlo acu- dicnda a conexiones simbélicas con el pasade © buscando, mis alld de] incidente en si, vectores priquicos que puedan explicar el comportamiento presente. Ese «Lo quieras sim dolieo se inclina hacia un futuro en que el amor sea mds ampliaments asimilable. El acontecimiento, por su intrin- vera fuerza, afectara el sentido de si misma de esta mujer, su mundo ¥ los rumbes que siga dentro de cse mundo, Tiene una relevancia mierecdemica natural en cuanto representa, cruttaliza, resume y dramatiza los problemas vitales n- tes dé su experiencia actual, Si la paciente besa a ou tcrapeuta y Je dice que Io quiere, como en el ejemplo anterior, ex posible que atribuya a su experiencia este significado: «Ahora estoy abierta al amor ¥.8 expresarlo, cuando lo siento, en cualquier forma que crea apropiadas, Tal carseterizacién imprime impulse al acontccimicnte terapéutieo, preyectindole en uh nuevo mare oo de sstimulaciin y en un neve contexto moral para la conducta futura, No es indispensable -verbalizar esto, ni conviene, porqua a menudo impritairia a la expericneia un significado quirk premature, Al atribuir significado a las experiencias, xe corre el sicsya de embutr en un mokde Jo vodavia esti en formacién, y esto podsia levar a con- tas sujetas a ese significad, con Io que sole se habria sonteruido sentar una nueva baie para la condueta stereo. tipada. Entre significado y experiencia hay una compleja inteme- laciéa, tal que el exceso de une putde bloquear la funcién necesaria de Ia otra, y viceversa. Las artes ilustran esto cabal mente, Ciertas obras, como las pinturas de Hieronymus Bosch, dietrrellan sistemas imbélicas tan intrincadas y poderosas que resulta facil perder de vista Ia pintura ens para oom tray ly atencidin en lo que significa, Ohtrot artistas, en Gicular alunos dramatures contemporineos, coma , Pinter y Beckett, niegan el contenido simbélieo de su obra, e insivten en que el espectador se limite a experimentaria, Elle ne obstante, el piiblice est tan acostumbeade a buscar | significado, que si el autor no se lo suministra Menard el vatie con sus propias especuleciones. Con toda, Is biisqueda daliberada de significado no es un mero eapricho, y nadie ; estos esctitores. Su iniencién er que cual- que el piblico pusda descubrir emane de ‘un proceso vital nuevo, en el qué cada espectador sca ar pauplonkure ports tmpetenics ee pee El ca cado de la experiencia se desplegara luego ea su singulari dad, ya sea en el cure de la representaridn o mis adelante, ‘pero en cualquier caso con una significacidn diferente para cada penona, de acuerda con cl contexto que aporte su viet vielen. Dire Picawo, acerca de la eomprenién de la, pintura: «Todos quieren comprender la pintusa, ¢Por qué nadie in- tenn cotspreackr ot auto de hoe pikes? for qué. ax uno en particular una noche, una flor, cualquiera de las co. aus. que fo sin tratar de comprenderlo todo? [...] [Los que tratan de explicar un cuadro cas sempre equivocan el camino. Gertrude Stein me anuncié jubilosaments hace un tiempo que por fin habia entendide lo que representaba mi cusdro: tres misicas j¥ era una-naturaleza rgertals.* La impaciencia de Picasio cs comin entre fos artistas, largo tiempo frustrados porque la primacia del significado blo- guess arpectos bison de Us xiii como 6 wu bisque fucra una actividad puramente intcloctual, Sin embargo, Jo que parece impacientar a Picaito é que st sustitaya ke expeziencia originaria por la bisqueda del significado, y no cl significado en si, ya que tambien él lo atnibuia a su pin- tura, al decir que se trataba de una naturales, muerta. Esto era lo que siguificabe para él; para Gertrude Stein, en cam- bio, cignificaba tres mixicos, Harald Pinter s¢ niega a en trar en explicaciones sobre el significado de su teatro, abe- gando que ya hn éicho on ol texo todo lo que poia dcr cuando él estaba dirigiendo una pieza de Robert Shaw, Jo interrogaba reiteradamente sobre lo que queria decir tal © cual incidente: tan imperiosa es la necesidad de signifi. cade” Los terapeutes guestaltistas remamos en Ia misma galera: noi hemos conhatinde on ivestigaciones de siguificedos que, lipicamente, desbarataban las experiencias reales. De cual- quier modo, y comoquiera que sc ha concedida a la bis queda de gnificado wn lugar central en la terapla gutstil- fica, la cuestida st reduce a verificar que ccupe cl lugar justo. Queremos escuchar la historia ex primer términa, 7 dejar que el significado se vaya desplegando; no llegar con expectativas de una significaciin predeterminada, a la que Juego se ajusta todo el comportamiento. Le bisqueda de sig- nificade eam refleja humano, pero la compulsiée al signi- ficado ahoga frecuentemente Ia experiencia misma, El siq- nificado st desprende de Ja stowencia de Ja vida y de los rit- mot naturales que se establecen emte fa experiencia y la atribucién de signiticado, En psicoterapia, el simbolo es mis poderoso enando su sienificaciin surge de expenencias que existen primero por si mimas y fuego se proyectan en una significacién. natural y evidente, que ayuda a eonectarlas, E] pacienie participa en este procsso en un pie de igualdad, cada experiencia mueva su lugar en un context: nuevo, y creande aplicaciones personales que trascienden el presente terapéutico, sin la bisqueda estereotipada de ca de antecedentes y de significado, Suitenios est io La superioridad que acordamen a la experiencii misma so- bre in interpretacién de ls experiencia refleja cl espiritu de protesia contra ¢! auteritarisme en virtud del cua) una per yond, que presumiblemente sabe mis, se cree con derecho a imponer algo @ otra, que presumiblemente sabe menos. No- sotros, en vez de dedicarncs a acertijos intelectuales, prefe- rimos introducir al paciente en su propia experiencia, con- fiados en que una vez que adquiera un sensido clara de lo que ccurre dentro de él, su propio sentido de Is direccién Jo guiard en cualquier experiencia snbsiguiente, Lo que se neceiita et reconocer y reanimar su dinimica interna. De ordinario, la gente apenas tiene una conciencia tangencial de lo que susienta y enriquece su vida, Si le preguntainos a una périona qué experimenta cuando esti comentando las Gltimnas arbitrariedades de su jefe, la bondad de un amiyo, osu propio viaje al Africa, ex probable que se desconcicrte, y ann se cohiba y no atine a contestar, Pero si puede des cribir su experiencia, © al menos tomar enniacia con ella, Ja conversaaén s¢ anima enseguida, y tiende a una eveciente sbsorcién. Estas tomas de conciencia suelen considerate prix vadas o digresivas, y a menuda él resultado son imierac- cones chatas, porque Ia omisién del detalle personal y hu- mane Jes quita tode relieve. Hasta no hace mucho acurtia algo vemejante en la arquitectara; len edifices s@ proyoctn- ban pars ocultar 0 disfrarar mecesidades exirueturale bis cas, Se evitahan por antiestéticn: los armazones de senna visible, las paredes demudas y las cotinas abierias, Hoy on ia queremos ver toda eno, De igual modo, si se pusieran al descabierto las eetracturas internas similares de le expevien- Sia individual, quicd la gente diria: de Una mujer cuyos profongades silerior 9 los grupos le, parecian perfectamonte naturales, Image que tom contacto con a <élera y con el desampara que Sntié al encarasse con. esta, Desamparoda: Estoy verdaderamente demparsds, No put do hacer ningun cambio.efectivo en mis modos ds fuenc ner, Sigo callindome las cosas, y dejando que los deme determipen el cumo de acciin a seguir, 0 lo que ate. Aracunda: ;Ya me. estoy hartanda de tus pretentos! Pore ‘gut #80 es todo.lo que son. .No te gusta come andan las co. 323, pero no haces nada para que cambien, Desamparada: Es por. tu catisa que n6 carabio. En cuanto fe deje salir un poquite, me dominiris, No quedaid natn de wai, (No parard tu futia hasts que lo hayas dectraide a dot Ahora mismo, solo de pensarlo, rompo x lorer: Siempre ane haces llorar. Cuando oro te desamno, porque entoncex no puedes hacer nada... pero yo tampoco puedo cer nada. ¥ In comsecuencia es que no soy mada.,.. apenan de- Tanto, : ‘Si confiaras en mf, te deviostraria que Ja ira pue- de ser tail, no solamente destractiva. Desamparada: {Nol Jracunda: Bueno, entonces continfia endo la debilacha 8. Bey rads pots gsi ia ‘Sata a eas jém sin salida, Iracunda: La oulpa es tuya. Si no estuvieras abf vigilindo- me, yo podria hacer muchas oras, Si no me hubieras aples. tado tanto tiempo... si no me hubieras negada... a no te hubjeras em caer tiny : ne ilo, Desamperada: Lo sé, pero ne me sirve de nada. No puedo eka. Frocunda: Hablas como i tuvieras que hacer algo... realidad todo lo que ticnes que hacer es dejarme vivir. Lle- gf a conscermie. relajarte ¥ dejar que pase lo que tenga jae parar. A to mejor, si no estuvieras siempre ten en gual~ dha poctiae quires el bows) y seguro cueing dese ta asamiento a la _ é Beremparede: Extend lo. que dices .. Bs lo que quiero, Sin embargo, pleco en os horvores la irs, y ya estoy Do- rando otra vez, Veo a.mi padre parado al pic de In escalera, sinpudsado une cuchilla de camlcero con la que amenaza smiar 4 mi tis. Veo la mirada dja de sus ojos celestes que parecen sultireles de las debitas mientras grita, grits, gri- ta... [Ne puedo soportarlo! Jracunda: |Basta ya! ... Eso era él... no tedo el mundo ee van, La oflara Ie arrning a vide. Bs un hombre Trencede: ‘hl tle te ext arruinande la vida porque Sone agente a muy bien... Pero,.como 2h ee lesa Ie Uagriron Frcca seguir odelan- te ain ellas, o cin ellas, o a perar de ellas. No as ninguna aie 2Cimo puedo war ta... no, noes 60... chino tenerte contigo? Porque ahi esti el problesa, Bablemenie, Hablo como sé fuerss una especie de armas. No deberia ser asi. No quiero combatirte ... ri usarte |. solo que seas una parte mia. El didlogo muestra Ia incompatibilidad originaria entre lag dos partes; lurgo, un eflojamiento da las barreras que anu: cia un deseo incipiente de reconciliaciin. La declaracion fi- fal refleja un movimiento natural y basico hacia la sintesis, un reflejo tendiente ala integracién, La mujer tive mae adelante una participacin mis activa, no sola en el grupo sino en su vida profesional, aceptando poco a poco ocupar una posicién mis central en el clrculo de sus asociados ‘Todo organisms complejo ordenard sus Fuerzas de un modo que Je permita funcionar con conomia, organizando sus diversos recursos en Ia combinacién més natural, anmonio, sa y eficiente que sea posible en un momento determinade. Termura, compukién, audacia, inexorabilidad y afabilidad son uns coinbinarién de caractertsiiens dificilmente compa- tibles en Je experiencia, a menos que una persona, al redex. cubzir Ja amplitud de su campo, las reorganice en’ una com, posicién nuzva,. Alearar la compatibilidad donde la so- citdad niega que exista y la experiencia anterior no acerté 4 eneontrarla requiere eoniderabit: marstris, como requicre Persistencia y ereatividad mantener la integracién y el con tacto entre caracteristicas penosamente antaréai En el nivel] fisico de la iniegracidn reflexiva, Reich descri- bid tiempo atris lo que Lams el reflejo de orgasino®? Ba "te vigorizacién para el orgasmo, jos juo se sincronivan regularmente, No- solves creemos que Ja armoaia que Reich describe en cumm to al orgasm puede obtervarse en todav las grancics funcios eS que ponen notoriatente en primer plano al organismo total. Explosiones culminantes anilogas compromeren toda Ja musculatura en el acto de estornudar, tozer, Horar, reir, vemitar y defecar, Supangamos que en su te adiestra- miento hbigiénioo, un nifio aprende. que eontralar la defecatiéa apretando les esfinieres y que, en un pacto a Io Fausto, acaba por hacerlo hebitualniente. Con es0 evita ace cldentes temidos, pera a costa de una grave pérdida de ri- queza funcional, que en realidad no podia prever. Cierto que zo babré mis deslices evacuatorios, pero tiene que un alto, precio —restriceiones en el movimiento de su pelvis © constricciones en iu sespitaciém—, A titulo de efermplo, contraiga usted fuertemente at esfinter anal y observe los cambios consiguicntes en su respiraclén. Pruebe ahora by- blar, slempre con el esfinter smuy contraido. E] efecto no desdefiable, ¢verdad? De aqui no hay més que wn paso-a reconocer que cualquier cosa qué ocutra en uma parte de la periona afecta a su na turaleza toda, Las expertenclas cooperativas entre los com- ponentes de un individuo son comunes: a veces estorban cl funcionamiemo normal, otvas veces lo facilitan. Cierto mi sco, por ejemplo, mantiene el restro particularmente inmé- vil ¢ impasible cuando ejecute, y sin embargo su miisica sure ge expresiva y haste apasionada. Be como of eanalizara toda su expresividad por ¢l medio expexifieo de su ejecucién, des- vitndela del resto de] cuerpo y conceatrandola en sus bea aos, sus dedos y su violin. Si alguien estudia pram un examen mientras un martillo golpea eitrepitosamente bajo su ven tana, aparta el ruido de su eonciencia, disminuyendo una foncidn a la vez que se concentra en otra, Tales integracio- ‘oes vou Zormouas, ysolo acarrean conilictos cinnda el bloquea se hace erénico y Ik fancién bloqueada no eiti disponible en caso de mecesidad. El misicc del rostro impasible se perjucica si su capacidad de respussta frente a situaciones no musicales queda crénicamente inbabilitada, El eslabonamiento autorrestrictivo de divertar funclones ot ve en eile oto caso: una mujer descubre que $i s pone a corres se mojaré la bombacha; pot o tanto, no-correrd, que pierda el autobds o legue tarde a clase. Su inhibicién bbisica exed en los misculos que controlan la miceién, Cuan do corre uo puede controlarlos; de abi que le resulte peli- correr y s¢ prohiba hererlo, aunque en ei misma esa Scisidad ao be ume tl ‘objecién, Otros bloquean Jos estallidos de risa porque tiesen miedo de acabar lloranclo. And muchas mujeres y algunos hombres se echan allorar en el momento culminante de la pasién sexual, Guam do quiera que una actividad inspica temor, no per si misma, sino por lo que podria desefeadenar, cl uajeta sufre una do- ble pérdida, Ha sclucionado su problema bisico sélo en de- trimento de una funcidn colateral, El individuo en si puede corsideratse, pues, como un gro po que siempre esti recembinande ¢ interrelacionando @ sus miembros. Goldstein describié este preceso de imegraciéa: «Todas las capacidades de una persona estin sempre en as- eién en cada una de sus actividades. La capacidad particn- Jarmente importante para Ja tarea estéien primer plano; las otras, en el fondo, Todas estén organizadas en una forma que facilita la antorrealizacién del organisme tolal en una Sttuacifin particular, Para cada dermpefio hay una organi- sacién definida de eapacidades en Ja configuracién Ge fi- guracdondes.28 Desde luego, a0 Sis sates fone; en cite proceso de integracién, ya que Ins elementos ca pugna son denteads te tara sistas, otros san obliterades, y ale gunds afloran desde el fondo dé la propia exisiencia ‘iva. zando comstantemente por llegar a ser fieura. En mu angen 42 pugna era valida, en cuanto algunos de los impulzce be- ligerantes pudieron, de hecho, haber side contradicterios © interferirse mutuamente, como oeure con el nio que tiene yanas de escupir y % la vex deoea que is madre lo quizre. Ninguna necesidad personal cede complacientemente a su antitesis en el interior del sujets, asf come ninguna nacion 2 individwo disfruta con la edstencia de sus rivals, La co. isin de antitesis rompe el statu gue, porque cada, agen cambia por efecto de] olfo, A vioes, part no empocene at camtics ingrato, retoceden; pero af Jo hacen, pierden la oportunidad de encontrar ua nueva sintesis disdmica. Ast, ena penana que tiene cuslidades fuertes, aungue antagé: nicas, de crueldad y benevolencia puede ‘quedar ieesoluta ‘asia que, mezcléndolas, se transforma en tm ardiente revo- lucionario, amado entre los suyes, temo a su maneea (des. conocido para Ja mersmente cruel), pero incisive ¥ agudo cn su estilo {ajeno a las personas meramente be. }. El crecimiento depende de que te renueven las Resibilidades de contacto entre les diversos aspecton del ine dividuo, postbilidades que han sido eliminadas por ideas erré ness acerca de In incampatibilidad, clerto que la reanudacién del contacto entre las dif). rentes pertes de uno mismo no siempre es um lecha de ro. Si en el terreno politico la estrategia de Ja confrontas in comporia un potencial de explosividad, cacs y alicnas in, cl proceso de eonfrontar las cualidades on pugna dene wo de uno mismo # igualmente abrasive y peligroso, en Particular eusnde una cualidad solo se mantiene femeraen- te enclavada pongue esti sofocance a otra que empicea 2 buscar expresiin. La fuersa requerida para reconguistar un contscto fructifere leva, @ veces, a conductas desatinadas © extremes, en las que el sujeto persique @ tientss un con facto que pueda sentir palpablemente, El que tiene.que gri- lar su furla para contrarrestar su impotente sumisén, e] que se entrega al desenirena sexual para sobreponerse a una moralidad calcificads, el que se arrincona en una pativided sataténica antes que entregatte a una ambici6n inmuflada por su padre: todo ellos se juegan para dominar dristicae ‘mente Jay fuerzas attincheradas en su interior. Hasta que In energia recién estimulada aleanee una sintesis con la primi- iva fuerza preponderante, ef sujeta se comportari de ma- neta arbittaria, sin un sentido de totalidad. En ol dificil ordenamienio que logré establecer entre des cualidades opuestas de si mismo, uaa parte de su naturale. za quedé despojada,de su excitamiento y actividad, El mo- vimiento hacia La integracién removiliza ese excitamiento vila parte afectada no picrde su todavia poderosa energia, Es posible que en tal wance el individua experimente una sobrecarga de estimulos y tema, Iiteralmente, explotar 0 ei tallar. Cemo no tiene ninguna experiencia en reaeciones ex: plosives, ignora que la sensaciin de cstallar puede resolver. se en evisis de Manto, gritos, lenguaje patérica, movimieatos enérgicos, rabistas, orgasmos, etc, Hasta ete momento sin- 1i§ que 1a expansién. de las sensacioncs amenazaba las fi erat de su penionalidad, porque ninguna salida convenien- te era ceptable, 8i, en condiciones nuevas (como lar que le ofrece Jn tevapiz}, se aviens 2 dejar que la explosién se odures, seré como si vélviera a necer, Si, por el contrario, Te vesity intaierabie aumaler la expansién’ interior que esta integracién requieré, es probable que ¢l wiedo detenga, al mexos ¢n forma temporaria, su erecimienta ulterior en Gireccién. Discernir la diferencia entre estas dos pout dades es un arte sutil que exige una sintenizacién seraitiva tante del paciente como del terapeuta. No‘hay ningin patrén de medida que permita fijar con pre- GiiGn los limites de la capacidad de wn sujeto para asmilar o_expiear sentimientas cargades de posibilidades explosi- vii; pero fay una precaucién elemental, que consiste en respetar su autocregulacién, y'no obligarlo 9 persuadirla a que adopte comportamientos que él mismo no haya determi- nado en gran parte, Sin embargo, Jos mayores progresos no siempre son el resul- tado de jugar a lo seguro. En mi propia terapia, dos de los motnenies mas decisives Hlegaron cuando i} ablo son tools, resuelio de hecho, no ya de palabra, s azriasgar- Jp todo. Bajo el impulso de uns emociém avasalladora, ex posible que una persona elija renunciar a toda.eleccin ule terior, come en Jo alto de una moutafia rusa, donde, una vez tomada Ig. decisiin de subir, Ja opciém desaparece, La primera ver gue en In tcrapia’recolvt azeptar lo que viniera, me encontré sorpretivamente en plena crisis de Hanto ex pamnddica, algo que nunca me habia ccurtide desde que era adulto. En la segunda ocasién, me encontré presa ‘de espasnas coavulsives y hondos estremécimientos. En ambos casos emergi de la experiencia més consciente de la hrime- da ternura de [a vida, y con un sentido nuevo de intencio- nalidad personal, El carnbio no te operé baja control, sino a sravéa del movinierita, la inssoeabilidad, la patencia y la pre- sencis, o#a presencia que hace de] mundo tna sola unidad. 4. Las transacciones de la resistencia ala misterioto intrusa en mala hora sargié en mi vida y desaté un inflerno —encontré duro perdonar porque al fin reculté ser yo mismo— ahora sin embargo ase demonio y yo somos amiga fneeparables para sismpres, E. E, Cummaings. EI sujeto encauza sp energia de modo de entablar un con" acto satisfactorio eon cl ambiente, a bien se resiste al con- facto. Si siente que sus exfuerzos van a dar fruto —si cree en sus propias fuerzas y en la capacidad de reteibuciém sus+ tentadora del medio— Jo enirentaré con apetencia, con- fianga y aun atrevimiento. Pero si sus esfwerzos no rinder, el frito deseado, se queda con una larga lista de sentimien- ‘ws turbadores: ira, confusion, fastidio, resentimiento, im- potenicia, decepeiin, etc, Entonees debe desviar su encrgia en un delerminado nimero de formas, todas Ins cuales rede can Ins postbilidades de una imtersccién plena de contacto i omen a adopte rraccidin des Lor derroteros especificns que este int 4 viada colorearin su estilo de vida personal, segin el orden de preferencia que establesca entre los canales acctsibles.— My cinco grandes canales de interaccién resistente, y cada uno de ellos tiene un estilo expresivo que le es particular: 1) introyeccian; 2) proyeccion; 3) retrofledén; 4} deflexién, 5) confluencia, lutroyector invierte su enemgia en incarporar pasivamente Jo que cl medio Ie preperciona. Apenas se molesta en acla- rar gus necesidades © preferensias; ya sea porque 4 pe man- ene en una actitad poco discriminativa 6 porque el medio un totalmente benigno. Mientras pezmanece en esta ctapa, Al ol mundo actia en desacuerdo con sus ncocsidades, debe tado a las neossidades del individuo, Cuando este sjuste per- ecto falla —eomo por fuerza ha de fallar en algin momen- to—; el individuo no séle tiene que seleccionar aquello, que quiere y con lo cual estd dispuesto a identificarsc, sinc que, ademés, debe resistir las presiones ¢ influencias que no quiere ¥ que, a pesar suyo, seguirin ejerci€ndose sobre él, En este punto empieza la lucha. A ciertas edadés (p. ej, a los des afios, y Juego en La ado- Jescencia} el conflicto cobra una intensdad critics, y Ine incursions lel mundo exterior resulten tan dalarosas que el_sujelo sacrifica de buen grado la prudestia, con tal de afirmar el dominio de su propio sistema de eleceianes, Des. eubre, casi por intulcién, que Ja mera prudencia no tiene en fst momento Ja primacta que debe atignar a ou facultad personal ce elexir. Yo estoy primero y mi cbienestars des- ués, se dice, Vemos ast que a los dos aiios opone a todo un &Nos indiscriminado, y que en la adoléscencia preferird que Jo expulsen de Ia escuths- por rebeldia contumaz, antes que suineterse décilmente a las imposiciones ajenas. Como no puede conocer, al principio, las consceutncias iea- plicitas en mus eleccines, e] introyector absorbe las experien- cias con grandes dosit de fe. A los dos ails, nadie sabe si mis adelante querré caminar igual que su padre: lo hace, simplemente, Quizi Teme s preguntdmelo con el tiempa, y deccubra que prefiere balancear mis las caderas o satue @1 pecho. El stractivo pelmario de este proceso, per lo de- imprescindible, explica que cueste tanto renunciay a Ja introyeccitin, aun después que aparecen otras formas de aprendizaje que la superan en impartancia. Las discrimi sions entre las corrientes nocivas y las saludables que en- tran en el sujeto se van hacienda mis seguras, cobran ca- Hlcter de ¢lecciones, ¢ incorporan los valotes y el estilo per- sonales al proceso de elegiz. Simultaneamente aumenta el poder de retstructurar lo que existe; el individuo se va ca- ree pars atl ‘la experiencia a sus necesidades y crear Io que necesita, en vez de limitarse a aci browewan a EL movimiento que va de la temprana discriminacidn reac. tiva a Ja discriminacién creative est notorlamente repre- sentado por la aparicién de la masticacida, Masticar es el prototipo de Ja actividad que hace asimilable el mundo a Jas propias necesidaeics, si originariamente no. lo cra. Pero aqui empitva el inevitable conflicto, que dura mientras uno vive, entre tomar la vida tal come es © cambiarls, La tarea primordial para deshacer la introyeccién consite en establecer dentro del individuo un sentido de las eleecio- nes qué Ie som accesibles, y su capacidad para diferenciar el «pos del tds. Uno de los rnits sencilles entre los numerosos procedimientos que pueden emplearse para este fin es ha- cerle formular pares de oraciones referentes a si mismo al terspeuta, como sujetos los pronombres. Yo y Usied. © puede pedirsele que complete varias oraciones emperando per lar palabras ¢¥o creo gue...» para hiego sondear cudntas representan juicios personales, espigades de su propia experiencia, y enditas son meras repeticiones prejuicios ranciog, recibidos de otras personas en el curso. de ma vida, Cualquier experiencia que intensifique en el pi- lente el sentido del yo es un paso fundamental para desha- cet la intrayéccién, ‘Véase un ejemplo. Gloria, una atractiva mujer de unos vein ticineo afios, vivia con un hombre a quien amaba y que a su vez decia amarla, aunque no se mostraba dispuesto a ca- sarse_con ella, [a cual Ia desconcertaba mucho. Dudaba de que Dan se sihtiera realmente comprometida y quisiera ca- fare alguna ver. Ella aspiraba a la vida de casada, pero 20 tenfa dara conclencia de su deseo personal, por las a¢ moniciones expresas y tleltas de sus quienes inais- an en gue una mujer no debfa mantener relacionss prema- simoniales, y que el hombre que las admitiera probable- mente no licgarla a casanie. («Para qué», colian decir, «si yt habia conseguide lo que deteabas}. Gloria tenia que supetar las actitudes de sus padres en materia sexual y fur valores relatives al matrimonio para experimentar jus pro- pics valores y actitudes. Cuando aceptara su propia sexuali- dad apreciaria mejor el auténtico atractive que ejercla 20- bre Dan, sentiria que podie elegir entre los hombres, De tal modo, & Dana ia poses tase asia can ll, ren derla que lo habla perdido a él, pero no todas sus opciones al matrimonio, Ya no seria meramente Ia elegida o la no ele- sida, sino que ella misma se sentiria en condiciones de elegir. Aunque no estaba familiarizada con su nuevo papel, Gloria resulté magnificamente dotada pera desempefiarlo, porque za atractiva, inteligente y lleaa de enengia, En cuanto acep- v6 su propia naturaleza, logré liberarse de si introyeccién; no acepté ya Ia antisexualidad de sus padres, ni creyé como ellos que Ii mujer solo es capar de discriminar reactivamen- te, y no de hacer elecciones bres. Durante la terapia crecié en éstas dimensiones; empez6 por desplegar ante mi su ge- ulna calidez y descubrié Ia naturalidad del afecto. aprendié. a cultivar sur structive ‘cons enaayé ta exibic cloniamo vitidndeee espectacularmente; tomé conciencia de a itz la agresividad que se requiere desestructs que existe, Es como 2 cualquier com,'por el aero hecho ao sxistr, fuera inviolable, y é no debiera camblar nada y tu. vier que tomario edo como se pretenta, Relaciona, juts, cada ‘experiencia nueva con Js anterior, realando at cay ter inviclable y ascgurindoie de que ya conoce lo qué. esta ocurtiendo o de que ya ha aceptado Dave en ese moe, mento se dice. Reduce asi toda la vida a una thera variacién | de lo ya experimentado, con lo qua.se provee de un escudo conta lo nuevo, aunque pierde la frescura que puede dat sl centido de inmuediatez de Ia experiencia, 2a imporancia ds ts forma en que el sujeto se relaciona las diferencias a con la sovedad fue reconocida por Alle port © al describir los tstilos perceptuales en térmtinos de agudizacion o nivelacién, Los agudieadores recuerdan y exae geran ‘las diferencias entre Jo que preveian que iba. a ccurrit z Jo que en, realidad experimentan; las dutinciones entra ip familiar y To desconocido san para ellos tan punzamiay, ue perciben la realidad como un puercoespin-cen todas lat pis: erizadas. Log niveladerst, por e] contearia, aminoran diferencias, atenuanda los aspectas descollanter o Uni, fos de la experiencia presente. Como el mevo aprendizaje no ofréce mayor novedad —fundamcntalmeate porque han omitido u olvideda les pormencres novedosor—. nua tien te can eonice eh ees ye < i constituida por Ia impactencia, la’pereza racidad. opans Poderesosirapedimentas para Saborae poe troyecta — masticarlo, en sentido real, Sigurad No wear ta disease meen ey en realidad ay bet Jabras ‘que estd usted leyendo, por ejemplo, acaso lo conven- wan ahora mismo, acaso necesiten una irritade controversia, un examen atento ¢ una seflexiin madura, cherie. actividad profesional © decisiones referentes a lo que ya no ¢s aplicable o astmilable a su vida de cada-ia. Es dificil pre- decir cudnto tiempo Hevaré el rechazo o Ia asimilacién. La anayoria de los libros se len, ya con la mentalidad del in- woyector, ya con ia mentalidad de] critic, y se despachan aurabando hacia el ambito de lo familiar o de lo extrafio, ‘Hay tantos libros que leer y tan poce tiempo disponible, que se ticatima el cuidado y fa atencién necesarios para pene- trarlos a fondo, El introyector quiere que le den de comer en Ja boes. Coe como un. cherlita en el simbolo, la explicacién simplista, cl truco publicitario, la Jeccién féeil de repetir obsesivamente. Los que suplen coa Is imitacién y Ia idolatria el cultivo de un estilo original, a menudo han tragade oon snspechosa fa- cilidad —aunque no han digerido— les conceptos mutéinti- camente ingeniosos y profundos que guiaron = Perls 7 a otros, y que fueron dramatizades con demestraciones y un Wéxico impactante, en el que figuraban expresiones tales co- mo «tilla eléctricas, eopresor y oprimidos,

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