@ LA GRACIA
A aM
NIN
de Amedeo Cencini
Canossiani
ce omo ya hemos recorda-
do, Ia formacién per-
manente (FP), es el tinico
problema verdadero de la
ida Consagrada, no por-
que no haya otros, sino por-
jue, en la légica auténtica
& laFP, cualquier problema
pasa a ser momento y opor-
tunidad de formacién, como
una mediacién, por lo inédi-
to, de la accion formativa
del Padre.
No hay duda de que hoy
la Iglesia esta viviendo una
O formaci6én permanente
o frustraci6n permanente
etapa de gran dificultad, es
indtil ocultar la delicadeza
del momento histérico del
paso de un pontificado a
otro. Desde que Benedicto
XVI ha decidido retirarse,
todos hemos comenzado a
sentir la gravedad del mo-
mento, aunque ahora pare-
ce mayor la alegria por la
eleccién del nuevo Papa.
Enrealidad, todo depen-
de dela certeza que llevamos
enel corazén y que deberia
ser fruto de la experiencia
personal de cada uno: no
existe un momento neutro y
Puvado de la gracia que nos
forma; el Padre, formadorde
todos nosotros, nos ofrece tal
gracia en cualquier circuns-
tanciay através de cualquier
situacién, también, y quizis
sobre todo, cuando la vida si-
gue recorridos inéditos y nos
sentimos privados de aque-
Ila garantia con la que es mas
facil mirar hacia adelante.
Crisis vocacionales, enveje~
cimiento de los miembros,
conductas inmorales, sensa-
cién de insignificancia, mie-
dos y dudas sobre una Iglesia
un poco timida. . . todo pare-
cecontribuira esbozar un fu-
turo incierto y con muchas
incégnitas.
£Y si, por el contrario,
aprendiésemos a vivir todo
esto, junto.con el paso hist6-
rico’ de un pontificado a
otro, como escuela de FP?
Como mediaci6n a través
de la cual el Padre no cesa de
amonestarnos a tener fe, de
recondycimos a lo esencial,
que es El solo y su Reino, de
recordarnos que no somos
mejores que los otros, de
desvestirnos de nuestros
estipidos narcisismos reli-
piosos {el numero, la fama,
la ilidad, el poder, el éxi-
to...), de no contentarnos
con repetimos y fotocopiar-
nos indefinidamente, de
aprender a ser minoria inte-
ligente y esperanzada, crea-
tiva y fantastica, quizds
aprender a morir sin preten-
ler cusieuier garantia de in-
mortalidad para que nazca
una vida nueva...
;Bienvenidas sean las si-
tuaciones de crisis y de falta
de certezas, de confusion y
desconcierto, si todo esto nos
wurifica y nos renueva, y nos
hace cada vez mas consa;
dos al Amor gue salva!
Nuestra formacion esta
cha también de estos mo-
mentos; precisamente por
esto dura toda la vida y com-
prende la muerte.
La alternativa seria muy
triste: quien no aprende ade-
jarse formar por la vida para
toda la vida, incluso y parti-
cularmente en los momentos
oscuros y dificiles de la mis-
ma, se encerraré cada vez
mis en sus “religiosas” de-
presiones y desesperaciones.
{Si nuestra vida no es FP, es
frustracién permanente!
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