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see res Olegario- Gonzile dé Cardedal OD ee ae eT ad | ae Tite ay rete imperativo —_ biblico: «Santificad a Cristo y dad ere CMD ee MO TCT Pete VeRO Moma teec! de sus hechos, discerni- miento de su verdad y pro- puesta de su sentido. Corrects come em The Salers aetna a tos permanentes. El subti- tulo «El camino» explicita el método de este primer volumen. Cristo se dio a conocer haciendo el cami- no de nuestra vida. Los hombres le han ido conociendo mientras pensaban su propio camino a la luz de él; como los discipulos de Ematis, Accién y pensa- miento, amor y eucaristia nos permiten saber quién fue Cristo, reconocerle viviente hoy y dar razén de él a nuestros otter eee ce Olegario Gonzalez de Cardedal, sacerdote, es Cree ates an MU ascii Salamanca. De sus libros destacamos: Jesis de Nazaret (1993), Cristologa (2001), La entrafia del evistianismo ('2003) y Dios (:2004), La BAC A biblioteca de Autores Cristianos (BAC) nacid del tronco de La Editorial Catélica y del impulso del catolicismo social que propugnaba el luego carde- nal Angel Hertera Oria. Su primer libro, la Sagrada Biblia, apareciv €i 18 de marzo de 1944. Desde entonces, la BAC ha mantenido los trazos de su primera identidad, que la presentan como «el pan de nuestra cultura catélica» por su propo- sito de publicar lo mejor del patrimonio doctrinal y literario de la Iglesia y lo mas granado del pensa- miento cristiano de todas las épocas. De ahi que la BAC se haya reconocido siempre como un servicio hecho a la fe y a la cultura, maxime en su tradicién de expresiOn castellana. Tal servicio lo realiza la BAC con acendrado sentido eclesial, acentuando la adhesion al magisterio del Papa y la comunién con toda la Iglesia bajo las directrices de los obispos. Y todo ello formando una comunidad moral en la que la Editorial sea puente de comunicacién entre autores y lectores que no solo aprecien el acervo secular de] pensamiento cristiano, sino que lo enriquezcan con las aportacio- nes de cada momento histérico. Para la realizacion de esta tarea en sus diversas secciones, colecciones y formatos, la BAC ha veni- do contando con el especial respaldo de la Univer- sidad Pontificia de Salamanea y con la colaboracién de todas las Ordenes y Congregaciones religiosas, asi como con la asistencia y simpatia de autores y lectores, sacerdotes y seglares, hombres y mujeres que, tanto en Est afia e Hispanoamérica como en el resto del munca, han sabido convertir a la BAC en un hogar in‘gfectual y cultural abierto a todos. No en sano la obra de la BAC ha sido ya definida como el mayor esfuerzo editorial realizado por cat¢ «cos espanoles desde hace siglos». CRISTOLOGIA EN LA BAC Jesus de Nazaret. Aprexima zion a la cristologia OLEGARIO GONZALEZ .E CARDEDAL Maior 9 Cristo, el misterio de Dios. Cristologia y soteriologia, 2 vols. MANUEL M. GONZALEZ GIL Normal 380-381 Cristologia gnostica. Introduccién a la soteriologia de los siglos II y III, 2 vols. ANTONIO ORBE Normal 384-385 Asi fue Jestis. Vida informativa del Senor JOSE ANTONIO DE SOBRINO Normal 485 Jesus el Seftor ANGELO AMATO Normal 584 Cristologia OLEGARIO GONZALEZ DE CARDEDAL Sapientia Fidei 24 FUUNDAMENTOS DE CRISTOLOGIA I OLEGARIO GONZALEZ DE CARDEDAL FUNDAMENTOS DE . CRISTOLOGIA I El camino BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS MADRID * MMV. Ilustracién de cubierta: E/Safvador (1411-1413), Lluis Borrassi (iglesia de Sant Pere de Terrassa) Disefio: BAC © Olegario Gonzalez de Cardedal © Biblioteca de Autores Cristianos Don Ramén de la Cruz, 57. Madrid 2005 ésito legal: M. 612-2005 ISBN: 84-7914-758-X (Obra completa) ISBN: 84-7914-759-8 (Tomo 1) Impreso en Espaiia. Printed in Spain Al mis amigos los escrituristas Al mis amigos los filésofos AA mis amigos los monjes «En cuanto al fundamento, nadie puede poner otro sino el que esta puesto, que es Jesucriston. 1 Cor 3,11 «Toute évolution de pensée a son principe dans une critique des fondements». A. FESTUGIERB, Socrate (Paris 1977) 120. «La foi ne peut étre séparée du chemin de la foi. L’exposé de la foi doit toujours intégrer l’accés 4 la foi [...] La foi de chacun a son histoire et s’inscrit dans une histoire de la foi de touts. Mais aussi la foi a affaire avec l'histoire, comme elle a affaire avec la raison. B. SEsBoUs, Pédagogie du Christ. Eléments de théologie fondamentale (Paris 1994) 231. «A mesure que Phumanité grandit, le Christ se léve et la tache perpétuelle de la philosophie et de ’apologétique c’est de découvrir que lui, il est plus grand, et incomparable». M. BLONDEL, Carta a Victor Delbos (6-5-1889), en ID., Lettres philosophiques (Paris 1961) 18. «WVielleicht ist der abendlandischen Metaphysik der Weg in das “Unterwegs” noch verlegt. Das in seinem Wesen noch nicht fest-gestellte Tier ist der jetzige Mensch». M. HEIDEGGER, Unterwegs zur Sprache (Stuttgart 1997) 45. «Dos de los discipulos se dirigfan a una aldea llamada Ematis. Mientras hablaban y se hacian preguntas, Jestis en persona se acere6 y se puso a caminar con ellos... Y ellos contaban lo que les habia ocurrido cuando iban de camino y cémo le habian reconocido al partir el pan» Lucas 24,13.15.35 PROLOGO INDICE GENERAL BIBLIOGRAFIA 6... ee eee eee eens SIGLAS Y ABREVIATURAS ...-. 6-000 e ee eee eee CapiTuto I. Principios y presupuestos............. He E] punto de partida. . 4) 4 9 La aristologia como teologia Historia y fe. 4) ») 9 4 9 Las palabras Fundamentos miltiples Las ideas-madre y los problemas permanentes de Imeristologia 6.0.6... eee e etree eee nee La necesaria explicitacién de los fundamentos la tentes . Fundamento antropolégico, teolégico e historico. Puntos de partida y fuentes de la cristologia Objeto de Ia cristologia... . - Sujeto de la cristologia. . Condiciones y propiedades de la cristologia La investigacion de Jests y la fe en él como Cristo. Ciencias y lenguajes diversos sobre Jesucristo. . La doble respuesta de sus contemporaneos a Je- Ruptura de la unidad o el «horrible foso» entre particularidad y universalidad....... 20.20 605 La integracién de la judeidad de Jesiis en la mesia- nidad y filiacion de Cristo... ........-2.055 Relacién entre ef conocimiento del hombre, de Cristo y de Dios. Cristo, «simbolo personal» de unién entre Dios y ef hombre. . ) » 9 El conocimiento de Dios en cuanto causa y en cuanto Dios ....... 6... eee eee eee eee Presupuestos relativos a Dios como base de la Berolopia ws... .. El Dios de Jess y el Jestis de Dios desde el AT . Paige XXII XXXV LXI BWW Ww xi , Indice general Indice general XII ae Pigs 4) El hombre abierto, im i ; a i : , imagen de Dios, dei-forme . . . hechos de la hit frente de g Caso: al de un Dios y de af hombre 1 4 a oice politico eines, 98 codesindes y “ sees een nees pene 5. Las problemas eternos y los problemas tempor Cy wt 45 ) Los coprotagonistas de la historia de Jess... . 100 Iigia. 209 bes problemas tenparinees de a eis 4) Laptesencia de Poncio Pilato en el Credo. 102 Ye cee . 48 d) Pt 4) Metafisica e historia de la salvacion . 7 49 e) Los hechos y el sentido........- . 103 4) Dimensiones de Cristo: hecho, figura, drama, fp Cristo en aque! tiempo - Cristo en nuestra existen- idea, persona... 2.0... eee > 53 cia (Cullmann y Jeremias - Bultmann) ......-- 105 ¢) Relacion entre la persona (cristologia) y la obra g Eltercer nivel de realidad en Jests: revelacion ... 107 (soteriologia)........ : A) Relacién entre los tres niveles: hechos, sentido, 0 ee fetes 54 >) a B . . storia y dogma, como problema maximo de revelaci6n . - 108 4 a seo. aaa : 57 2. El reconocimiento de Jestis como Cristo en la Iglesia hasta hoy... 111 ver le Cristo: pluralismo, individualismo a) Los hechos fundantes: minimos e incuestio- ec power normativa ........... 59 nables i © od Ee eae Lee i a 5 7 Joe a paca para la cristologia.... 64 b) Reconocimiento y rememoraci6n de Jestis.. ... 112 Cristo P lel hecho y de los hechos de : 4) Recuerdo personal y memoria institucional de 2) Percepcion subjeti 7 Tess. 13 con Gist Of St Persona 0 encuentro d) Lacucaristia, forma de la fey matriz dela Iglesia. 114 4) Fundamentacién objetivadora o vetificacion de la 65 ¢) Tradicién y comunidad como mbitos de la fe... 115 universalidad de la propia experiencia 67 Jestis, nunca olvidado y siempre rememorado.. 116 4 Personalizacién en la fe y en la oracié So 70 3. Lugar que Cristo ha tenido en el cristianismo 118 7, 7 ,,onetencia existencial ola prass segin Cristo. 79 a) Medida y grandeza en el orden de la bumanidad... 118 a de Cristo. 89 }) Figuras tipicas de autoridad en el orden de la religion. 120 Elprimertriingulo hermenéutico: Hombre- 4g) Jestis figura en el orden de la revelation. ..... +. 127 2) El segundo triéngulo hermenéutic 81 @) La persona de Jess como centro del cristia- Iglesia 7 , MimO).....--.----- ++ a .. 129 4 Caso deade cl Padre y desde espe % La centralidad de la persona de Cristo 131 4) Cristo desde su prehistoria en el AT, su presencia 4 ee rocentrismo Se mer ‘3 en la Iglesia y su futuro pendiente: «cl Mesias que d) Principio de concentracién cristologica . 132 avienes |... 6 io mca 5... 88 ¢) Principio de desbordamiento cristolégico. . . . . - 134 8. Objet |y donacion. De Cristo objeto a Cristo don. . . : 90 d) Principio de trascendimiento cristologico. . . . . - 136 7] ; Ps tisto objeto de escandalo a Cristo sujeto de 4) La cristologia como tratado propio y la cristologia phe a ay ign pic TEPER eet 90 operante en el resto de tratados teoldgicos. .. . - 136 ectura de Cristo desde la fenomenologia: Epifa- ee y Donacion . 92 Carituo Ill. La fe en Jess como Mesias (Cristo)- 9 Finy final de la cristologfa: pensar y confiar ... 94 fee: Seton, y la ruptura de la sintesis originaria a lo largo historia... 0.22... 6 eee eee eee Capiruto II. El hecho de Jesus de Nazaret —_~o * . ites ee 97 1. La confesin cristoligica en el Nuevo Testament ......- 139 a) Jests en el of! as fi i jazaret. 97 4) Los dos polos que la sostienen: muerte de Jesis rigen del cristianismo . . 97 infligida por los hombres - resurreccion realizada XIV Indice general por Dios. Logica de contraste entre lo que los hombres hacen con él y lo que Dios hace... . . 4) Las tres dimensiones del hecho: historia de Jestis, revelacién de Dios, salvacin de los hombres. . . 9 Los tres titulos identificadores de Jesus: Cristo, Sefior, Hijo... De la poltmnica pagana a la herejia intraeclesial del siglo XVI . a) «Adversus indaeos, nationes et mauros» . a 2) «Adversus haereses» (San Ireneo). . . . oe 9 El principio de sospecha: el Evangelio contra la Iglesia (Lutero) 5 4) DeLutero en el siglo xvi a Harnack en el siglo xx . ¢) Los misticos espafioles o la unidad de experiencia cristolégica . J Los Socinianos o la alternativa a la raiz del cristia~ nismo (Trinidad, encamacion, redenci6n)..... . Laescisién cartesiana de la realidad y su efecto en la cristologia . 2) La division de la realidad: res extensa-res cogitans .. 4) Las dos tinicas cuestiones: existencia de Dios - in- mortalidad del alma, o desalojo del cristianismo y de la real teologia 4) Raices de la modernidad y lugar del ctistianismo colella:. 2 ee eee errrnerr |... La nueva comprensin de Cristo y la Leben-Jesu-Fors- chung 4) La diastasis: hechos-sentido, verificacién-testi- 4) La fe sometida a sospecha: Jestis contra Cristo. . ¢) Fases y formas de construccién del llamado Jestis histOrico> eee eee eee Protagonistas de la Leben-Jesu-Forschung. De fin del s XVIII al fin del siglo XX @) Hermann Samuel Reimarus (1694-1768) . 4) Gotthold Ephraim Lessing y la Iustraci6n (1729- 1781), 7 9 Friedrich Daniel Ernst Schleiermacher y el Ro- manticismo (1768-1834) 2.2.0.2... cee 4) David Friedrich Strauss (1808-1874): de la histo- ria al mito ¢) Soren Kierkegaard (1813-1855) frente a Hegel (1770-1831) __ Pigs 139 141 144 145 146 147 149 152 153 155 158 159 160 162 166 166 167 169 174 174 177 198 209 Indice general i 1874- . Kahler (1835-1912) a R. Bultmann (1874 y ae K. Dat (1886-1968). La historia de Jess y el kerigma cristologico de la Iglesia...... +++ g De F. Ch. Baur (1792-1860) 2 E. Kasemann (1906-1990). La nueva biasqueda de Jess ..... hb) La tercera busqueda de Jesus (1970-2000) ....- ite de fin de siglo eileen ce de la modernidad: Feuerbach, Marx, Bloch o Prometeo contra Dios ..--..+-- sete b) Nietzsche o la instauracion de la realidad: Diony- sos contra el Crucificado.....-.-++- Sete <) La posmodernidad y el pensamiento débil ante Cristo a P d) Politeismo, pluralismo y teismo, unidad y verdad. ....... = ¢) Lapretensién salvifica del cristianismo y la reivin- dicacién de las religiones . . " : Conclusin: Los dilemas 0 trilemas de la cristologia boy (Dios, el hombre Cristo, mundo) ©... eve v eevee eens ertad frente a mono- Capiru.o TV. Fundamentacién de la fe en Cristo... . ie Sentido de la fundamentaciin..... pe rttetetescss a) El lugar de la fundamentas de la realizacion. .... . ve 4) Los tres generadores de orden objetivo . . . . ) Las tres condiciones necesarias en la ejercitacion subjetiva 7 El acontecimiento originador de la fe: la revelation . a) Los hechos del origen en su triple contenido . . . b) Elacontecimiento de Jestis inteligible desde la his- toria de Israel, desde la Iglesia y como novedad irreductible Los tres protagonistas a los que el NT refiere los hechos .......0. 0s ee eee eee neers sete La existencia de Cristo (persona, obra, palabra) como revela~ cién de Dios. wee : a) El orden de la religion y el de la revelacion eee ’) Elcristianismo como revelacién: el término y sus problemas Soe 4 Los problemas fundamentales de la revelacion. . 4) Términos que describen la revelacion de Dios en Cristo... eects XV Paigs. 244 261 286 302 302 304 306 309 310 318 321 321 322 324 326 328 328 332 336 337 337 339 341 XVI ” . Indice general Indice general xvi Pégs. Pgs. I ie a - ° iglesn 7 ne eacramcoaneh 7 4) La Iglesia: lugar del encuentro y lugar de la inter- ff) Latransmision y actual me de , ee Shon 35 pretaciOn.......e eee e eee e eens 423 Dios en Cristo y izacion de la revelacion de aA ¢) Lugar como conden de posibilidad, emplaza- 4 Le ae eo Peete eens ee miento y forma de vida....-.-.- - 425 ay ene riparia hombre a Cristo revelador de Dios. 369 d) Las tres formas de cristologia cortespondientes a - yle.... se. 369 los tres lugares fundamentales: monastica, acadé- 4) El sujeto de la fe. 373 F ae 428 ¢) Elacto de la fe Be ea ~ 4d. Elobjeto dela fa = 378 Fuentes de la cristologia . . ve. 430 @) Lavida de fe... . Es a) La fuente de la fe y los cauces de la fe. Otras ue 0 5. Credibilidad de Cristo revelador . 383, ) Fuentes externas ¢ internas, informativas y 4) Preimbulos de la fe, signos de revelacién, moti- Meniles.......--.---- ae... 432 vos de credibilidad y motivo de la fe.. we 383 ¢) La atraccion del Padre y el impulso del Espiritu, 4) Losojos de la razon (saber cientifico) y los ojos de posibilitadores de la fe en Cristo como Hijo y Re- la fe (adhesion religiosa) 385 velador absoluto ......-. 6002s eee eee e eee 434 4 Vision objetivista (Creo que») y vision persona- d) La autoconciencia de Cristo como lugar connatu- lista («Creo €n tir). Visin individualista (yo creo) ral pata nuestro conocimiento y fuente de la cris- y oe comunitaria (creemos desde y con la Igle- tologia. .. 02+... sees seen sete eet tte 435 Sia) 6 389 @ Los apéstoles y la | d) Los pasos an: vas hacia la inmediacié isto. . . 438 y del fe Pon Método de la cristologia 440 ¢) La persona de Jestis. 304 a) Unidad de fe en Cristo y pluralidad de cristologias A Ia feen Cristo, matriz de ideas, experiencias y es- en el NT . 441 peranzas 399 b) Las dos sistematizaciones de la cristologia, corres- g Lalglesia «sacramento d pondientes a los dos milenios: historia salutis - ordo los santos», discplinge .. 0... 0. v cece cece eee e ees 443 4) Patencia y discrecién de Dios en Cristo an 4 Elplanteamiento moderno: de la revelacion y fe a ) La fe razonable y transracional. ........ i aos la razén e historia. De la Trinidad a la judeidad d J) Lacerteza de la meta razon y la certeza de la ente- ae ‘stOrico. er istoll onal ta vida personal. . . 406 4d) punsicvismo historic, cristologia trascende: cristologia narrativa...... 6+ seer renee eee 450 CAPITULO V. Inteligencia de Cristo en la fe......... 409 4 Relacion entre cristologia ascendente y cristologia 1. Elfundamento dela fey el objeto de la fe. Una cristologia fn. descendente. ... 0.0.0.2. 200e reer ere eeee 451 Sunes cage 409 Capiruo VI. El tratado de cristologia..........-.+ 457 lon entre gia dogmatica Cristologia i a nombre de la cristologia . . 462 4) Laluzdel E realidad de la cristologia 464 | cient imemenae aE ath Formas eli iia fio, gt Pecan eee eee oceans see ‘icin cristologia. 9g 7 autoevidencia de la persona de Cristo. 416 a) Reflexién sistematica 468 @) «cristologia en busqueda» (K. Rahni 2. El lugar de la cristologia > er). be “ y (ala creyentes 469 eee... cites 0 9 persona de Jest 470 a) Lugar de la fe como lugar de la cristologia 422 4) Racionalidad historica y método cientifico . . . . . 473 XVII CapiTuto VII. Pee Indice general ¢) Distintos accesos a Cristo con sus lugares y méto- dD g La sistematizacion de la cristologia......... a) Propuesta historico-salvifica. 4) Propuesta sistematica. . . . Bob o 6. Relacion entre cristologia y soteriologia ..... dos propios Situacion historica . Logos de verdad y evangelio de salvacion La cristologia contemporanea . Horizonie y perspectva.... 0.0.0... 0. 0 Fases y sistematizaciones de la cristologia Centenario del concilio de Calcedonia y programa de Rabner. La cristologia en el sltimo medio siglo 4) UD) 9 Panorama sucinto de la cristologia contempordnea . . 4) 4 9 4) Grandes convicciones logradas en los siltimos decenios. . 4) 4 Decenio de fin y de comienzo a 950-1965) . Decenio de deconstruccién agresiva (1965- 1980). Decenios de extensién a nuevos horizontes (1980-2000) Las cuatro formulas fundamentales, a la luz del punto de partida y centro de interés.......... Division por razon de la realidad que establece las PEMA AS ac ack «= - Division por razén del lugar y del sujeto que la ejerce ve , Division po’ otros criterios Reconocimiento de la historia fundante como in- dispensable punto de partida Articulacién de Ja Escritura con la liturgia . Ensanchamiento ecuménico............ Determinacién soteriolégica de toda afirmacin ctistologica .. 1... eee e eee ee eects Integracion del horizonte antropoldgico. . Perspectivas nuevas pendientes de una articulacion sistematica. Cristologia y pneumatologia. Cristologia y feminismo. . Cristologia dramitica. Recuperacién de Hegel y del idealismo para la teologia... 2-1. ccc eee eee e eee eens La soteriologia entre la solidaridad y la susti- tucion . La suma de dialéctica y analogia. Page 474 477 478 481 481 482 484 493 493 496 500 502 502 503 503 506 506 511 512 514 515 515 516 517 519 522 524 525 526 529 530 533 536 Tentaciones fundamentales de Ja cristologia .. . Indice general La unidad personal de Jestis: particularidad judia y universalidad salvifica .....- 0.2. + 0-200 Complejidad de la figura de Cristo y compl de la respuesta del cristianismo . Integracién de la prehistoria y de la posthitria de Cristo (Trinidad, AT ¢ Iglesia). . 7 a) Tentacién positivista: Jesus como «mero hecho». 4) Tentacién funcional: Jess como instrumento 0 «mero Farmaco»... ee eee @ Tentacién subjetivista: Jess como «mi Jestis» . . @) Tentacién conceptual: Jesis como «Idea de BOON fee ee 110 VIII. Cristologia en contexto. Pluralismo e inculturacion : 4) 4 9 4 4) Historicidad del hombre - historicidad de Cristo . Horizonte europeo y horizonte universal del cristianismo. E/ Vaticano II y la tarea de Ja inculturacion Gristo consumador y crists de la cultura, Encarnacion integral (personal, social, cultural) Las nuevas tareas de la cristologia La trascendenaa de Cristo. Las criterios de traduccion y de recreacion cristoligicas « an 8. Cristologia y filosifia oo ccc ccc ve eeeneceecnenens Hechos y misterios iTULO IX. Cristo en la experiencia cristiana. Histo- ISEETIO eens La historia de Jesis - historia de salvacion .........+.+ Los tres niveles de la existencia personal de Cris- to: E] hombre Jestis, el Mesias resucitado, el Hijo Bhcamado 02... kee ee eee eens La verdad de los evangelios como confesion de Cristo. (Exactitud de hechos, sentido de existen- cia, revelacion de Dios) Los protagonistas implicados en este destino Oe- sis, Dios, contemporaneos, humanidad entera) . La historia de Jesus (oferta suprema de Dios, res- puesta suprema del hombre, colmo del tiempo) . El misterio y los misterios. .. . XIX Pgs. 539 541 544 549 549 551 555 557 561 561 563 564 569 575 581 582 588 591 591 591 592 593 594 599 599 XX Indice general El acceso a los hechos y el acceso a los misterios: Las mediacio- nes institnidas. a) La historiografia mediadora de los hechos >) Laanamnesis mediadora de los misterios de Jesis (la memoria subjetiva del individuo y la memoria objetiva de la Iglesia) . 5 a Los misterios de Jesis en la conciencia de la Ig . a) Forma teérica de los tedlogos, mistérica de los santos, moral de los predicadores............ 4) La historia de Jesus entre la filologia y la mistica . ¢) Los origenes de una mistica de Jesus . . d) Redescubrimiento de la humanidad de Jestis enla (Edad iMedia: separ ricacgcincacis = +++ -+--- e) Frente al Dios absoluto: mi Cristo (Lutero); y frente a la mistica de la esencia divina: la contem- placién de los pasos, hechos y misterios de Jesus en su historia (Santa Teresa de Jests, San Ignacio de Loyola, misticos franciscanos, imagineria cas- cellaria) Cae ene. ne a J) Escuela francesa de espiritualida Verbo encarnado........... &) La época moderna y el siglo xx Las problemas teéricos del conocimiento religit a ; a) El6tgano apropiado para conocer a Jesus en cuan- to Verbo encarnado y salvador del mundo ..... 4) Dela absolutizacién de la raz6n a los sentidos re- vividos ©... 2... eee eee «) El Espiritu Santo y los sentidos espirituales .. . . 4) Lateaccidn del corazén y del animo frente a la ra- z6n, y de la praxis frente al concepto. . ¢) Del Cristo sensible al Dios sentido . . Hacia una teologia de los misterios de la vida de Cristo (Gaur dini, Case, Rabner, Balthasar, Zubiri) . CapituLo X. La légica de la fe en Cristo: Sintesis con- clusiva . . 1. Historia 2. Revelacion . 3. Verdad... a) Comprension de Dios. . 602 610 610 616 621 621 623 624 626 629 636 643 645 647 647 649 651 654 661 666 681 703 706 ensién del ser aie én del hombre - ¢) Compren: Persona. . Indice general XXL 710 Til 715 729 745 PROLOGO Los fundamentos del cristianismo son de doble naturaleza: unos exteriores y previos; otros interiores y resultantes. El surge de una historia con arraigo en Israel iniciada por Cristo y se prolonga en la comunidad surgida de él, que es la Iglesia. Histo- Tia, personas, experiencias constituyen el elemento originario, veri- ficable en tiempo y fijable en lugar. De ellas han nacido la fe y la teologia. Estas son realidades derivadas de un ejercicio de la inte- ligencia y de la libertad humanas, al descubrir esos hechos como signos de Dios, que él da de si llamando y enviando a unos hombres, quienes se sienten necesitados a responder a esa llamada y a ser responsables ante quien los llamo y encargo una misién. De ahi surgid la experiencia real de ser persona, aun cuando luego se tardase siglos en elaborar el correspondiente concepto filos6fico. De la llamada de Dios (revelacién) surge la respuesta del hombre (fe), en una correspondencia creadora, ya que la palabra que llama crea la posibilidad y gozo de la res- puesta. Esta explicita, extiende e istorifica la llamada. Tenemos asi el binomio: llamada divina-respuesta humana, por un lado; pregunta humana-respuesta divina, por otro. Los fundamentos son cimientos estdticos y a la vez principios dindmitos. En este sentido, los fundamentos y contenidos de la fe, como consentimiento personal del hombre a Dios revelan- dose en Ia historia para comunicarle su vida, son también prin- cipios de la teologia. Lo que funda la realidad creida (contenido) constituye el presupuesto o fuente que en un sentido funda la posibilidad y en otro desencadena la necesidad de conocimien- to. Donde se encuentra la realidad creida, se tiene la posibilidad de llegar a la realidad inteligida (teologia). Por ello la pregunta Por la posibilidad de conocer a Cristo y de fundamentar este Conocimiento (cristologia) se vuelve en pregunta por el lugar donde le encontramos. ¢Es el pasado, de forma que sdlo nos es Posible indagar quién fue? ¢O es posible un acceso y encuentro, XxIV Prilogo Prologo a que nos permiten conocer quién es él en ef presente? De entrada, donde situamos a Cristo: en el ayer de hace dos mil afios ago- tado, 0 vivo en el hoy en medio de nosotros? De ahi nace la diferencia: para unos el unico lugar posible para conocer a Cris- to es la terra e historia pasadas, y de ellos es competente exclusi- vo el historiador. Para otros, en cambio, el lugar decisivo que nos permite descubrir la significacién de Cristo y de dénde han nacido no sdlo personas e ideas (ctistianismo), sino también su realizacién como hecho social, comunidad e institucién (cris- tiandad), potencia generadora de vida personal en cada hombre (cristiania), sin lo cual Cristo setia un numero insignificante entre los millones de hombres de la cultura judia del siglo 1, es la Iglesia. j durante los siglos xvi! y xvi la alternativa parecia simple- «Raz6n-Fe», en el siglo xx la conexi6n entre la fe cris- la sociedad moderna aparece con nuevos matices. Se fan resumir en los binomios siguientes: Historia particular de un pueblo y de un hombre, por oh , por otro, hisforia universal de todos los ners i le los tiempos. ¢Se puede hacer de un fragmento de la histo- centro de toda ella? ._Jestis de Nazaret, como figura historica concreta, NO arrancale particularidad judia, y su elevacion a medida absoluta de ranidad y a revelacion absoluta del Absoluto. Historia y verdad. Por qué caminos llegamos al centro de existencia y al logro de nuestro destino: por el recuerdo, iento y convivencia con otros hombres, en especial wienes reclaman ser portadores de la revelacion y salva- de Dios, 0 por Ja sola reflexién racional y la inmersion emplativa en nuestro interior? Relato_y dogma. El cristianismo ha hecho de los evange- como narraciones confesantes del origen, la fuente y nor- le su vida, pero los ha interpretado sucesivamente a Ia luz s nuevas culturas. Entre los textos evangélicos y concilia- éhay continuidad de fondo o hay una mefabasis eis allogénos? . Comunidad de tradicion, autoridad e interpretacion, por do, y, por otro, ciencia, razon, individuo, La busqueda coo- iva de la verdad, ¢de qué naturaleza es? ¢Es resultado de la ulacion cuantitativa de saberes anteriores 0 resultado del damiento de cada sujeto en su propia existencia con la ‘iguiente responsabilizacién frente a la historia? . Mediaciones destendentes 0 mediaciones ascendentes para el lentro con Dios. ¢Hay lugares, tiempos y personas, que en su irreductible y transgresora libertad instaura y consti- logmaticamente» en la mediacion de su voluntad y de sus siones salvificas, o por el contrario la historia no va mas alla que son deseos, anhelos e iniciativas de la conciencia fa, por su estructura originaria abierta al absoluto? Jesus, ro fruto de la naturaleza y de la cultura o es fruto nuevo piritu Santo, innovacién de realidad respecto a todo lo jor conocido y dominable (encarnacidn)? I El principio de sospecha que, puesto en marcha por Reima- rus, llega hasta la mitad del siglo xx, ha producido un cuestiona- miento y una conmocién de los fundamentos de la fe en Jesus como Cristo de Dios. La sospecha ha trabajado en actitud des- tructiva en un sentido y reconstructiva en otro. Ha intentado ir més alla del Cristo creido hasta llegar a un Jestis verificado; des- de la interpretacién eclesial a la verificacién cientifica, del Jesus de la liturgia y del dogma al Jestis de la Tord y del Reino. La investigacién de la vida de Jestis con sus tres grandes momen- tos (A. Schweitzer, E. Ka&semann, J. D. Crossan como simbolos) ha esclarecido algunas perspectivas particulares de contexto his- torico y de la tradicidn eclesial, pero a la hora de otorgarle lti- mo sentido ha desembocado teiteradamente en el escepticismo. E] Jestis que resulta de esos libros no supera el judaismo de entonces ni la moralidad general de cada época. No hay Jesus sin historia, pero esa historia se ha acreditado y manifestado como teveladora de Dios (dimensién teolégica) y redentora del hombre (dimensién soteriolégica). Sélo por ellas han perdura- do vivos hasta hoy el recuerdo y el seguimiento, el amor y la fe. De ambas deriva la significacién escatologica de Jestis, que se exptesa en la confesion: «esucristo su Hijo Nuestro Sefiom. Aquella historia y esta Iglesia son las dos columnas del templo de la fe. XXVI Prélogo 7. Fey realidad. La fe, édesvela nuevas dimensiones y posi- bilidades de la naturaleza humana con las que el hombre se enriquece, bien porque se siente afirmado en lo que espera o bien por la novedad sorprendente que se le ofrece, 0 por el con- trario se trata de «transmundos» que por ser irreales irrealizan al hombre? (Feuerbach, Marx, Nietzsche). Y, desde esta perspecti- va, ges Jestis un extensor de la verdadera humanidad por ser el hombre abierto o su alienador? 8. Fe y praxis. gCual es la forma verdadera que tiene el hombre de aposentarse en el mundo: Ja transformacién o la contemplacién, las esperanzas revolucionarias hacia la justicia intramundana o la esperanza como principio que anticipa, acre- dita y deja abierto al hombre ante el Futuro Absoluto? Y si no son contrapuestas sino complementarias, écomo se articu- lan entre si? El evangelio, gcdmo es buena noticia y praxis de salvaci6n? 9. Historia y Absolute. La Tlustracion fue superada por la filosofia del siglo xix cuando ésta toma absolutamente en serio la historia y no slo Ja naturaleza, el sentir ademas del razonar, Jo posible absoluto adveniente ademas de lo dominable. :Puede el Absoluto tener historia? ¢El Maximo es capaz de lo minimo? Y si ejerce esa capacidad, ¢cémo lo hace: en la violencia o en la inocencia, en el poder o en la cruz? 10. Dios y ef hombre. El legado envenenado del siglo xix fue comprenderlos como antagonistas, no como interlocutores y coadjutores. Esa contraposicién fue ya resultado de una «des- cristianizacién» de Dios, de su reduccién a concepto, idolo, pie- za de un sistema. E] cristianismo no parte de una idea fija de Dios para comprender a Cristo, sino a la inversa: parte de la persona y forma de vida, doctrina y destino de Jestis, para com- prender definitivamente a Dios. ae En la segunda mitad del siglo xx el rigor metodolégico y la honestidad intelectual de exegetas, historiadores y tedlogos han abierto una fase nueva para la cristologia. La confianza ha suce- dido a la sospecha. La exigencia cientifica llevada al extremo ha Prilogo XXxVIl mostrado que son estériles y esterilizadores: el La cuando no va acompafiado por Ja reflexion metafisica; la a tatacién por Ja interpretacion; el individuo que reconsteye i pasado por la comunidad de tradicién, de interpretacien » le vida en la que aquel Jesus es confesado viviente y vivi sea iv No es posible la posesion existencial de la verdad fuera de la historia y, a la inversa, no es posible una real historia, como ges: ta de la libertad, si no esta abierta a la trascendencia, interrogan- dola nosotros y respondiéndola si ella nos interroga. Por otro lado hemos aprendido a ensanchar la realidad no sdlo hacia atras en la memotia sino también hacia adelante en la esperan- za, contando con la realidad de lo posible. Con ello aparece como arcaica la comprension de una historia cerrada sobre si misma, con su radicalizacin extrema en la pretensién del histo- ricismo positivista, que niega la posibilidad de la novedad radi- cal. E. Troeltsch hablaba de la «omnipotencia critica de la analo- gia, a tenor de Ja cual nada hay en la historia cualitativamente diferente de lo ya visto y oido». / La teologia, y especialmente la cristologia, ha compartido el destino de la razén moderna: el paso de la Ilustracion (Kant) al idealismo (Hegel); del positivismo cientificista a la filosofia de la accion y de la vida (Blondel, Bergson); del neokantismo a la fenomenologia, el existencialismo y sus derivaciones ulteriores (Husserl, Unamuno, Heidegger, Ortega, Zubiri). Ha comparti- do también los avatares de la exégesis, desde el entusiasmo sin limites por las actitudes genéticas y criticas de los métodos his- torico-criticos, donde el origen y la fijacion de las fuentes primi- tivas lo era todo, hasta las fases finales centradas en los analisis literarios (retdrico, narrativo, semidtico), a la vez que, situando los textos en contextos mas amplios (socioldgico, psicoldgico, cultural), y descubriendo lo que ha significado la historia de su constitucién en canon por la Iglesia (acercamiento candnico) y de su recepcion por ella (Wirkungsgeschichte). Estas mutaciones en la lectura de los textos han levado consigo una diferente interpretaci6n de lo leido. Sin embargo, ain no tenemos gra- nada la cosecha, ni cribados los resultados, para claborar una cristologia desde todos esos intentos, parciales pero licidos y fecundos en muchos sentidos. XXVIII Prilogo Sumados todos esos factores, estamos ante una €poca nue- va. Por otro lado se han puesto en cuestién no pocas premisas de 4a modernidad filosdfica, como pueden ser el predominio de la raz6n instrumental y del formalismo vacio de realidad historica, el apriorismo del sujeto trascendental, la desecacién de la inte- ligencia absolutizada como raz6n y seccionada de las otras determinaciones igualmente constitutivas de la existencia, el humanismo del mero hombre absolutizado como individuo sin prdjimo, sin comunidad y sin responsabilidad. El ejercicio de la critica se ha vuelto también sobre todos esos Presupuestos, pre- guntandose si han resultado verdaderos los principios instaura- dos en el siglo x1x por los padres de la sospecha y cteadores de la modernidad. Atin no sabemos del todo qué es la posmoder- nidad, pero ya sabemos que no pocas afirmaciones de la era moderna necesitan ser revisadas, y como resultado del examen, negadas, trascendidas o completadas. Todo esto debe ser inte- grado como horizonte de la reflexién para los nuevos esbo- zos de cristologia. Ya no somos ingenuamente modernos, aun cuando no sepamos del todo cémo debamos ser en el nuevo siglo. jNada moderno y muy siglo xx», decia Ortega! Cumpliendo el precepto paulino (1 Cor 14,23-25) de cele- brar, pensar y vivir como ctistianos «bajo la mirada del incrédu- lo» (J. Levie), la cristologia se ha elaborado en el siglo xx bajo la mirada del judio, del historiador positivista, del hermeneuta, del metafisico puro, del existencialista, del marxista, del filésofo practico, del ateo clasico y del agndstico indiferente. Hemos pensado y escrito como si los tuviéramos a todos ellos posados sobre nuestros hombros, auscultando con ojos avizores cada palabra transcrita (J. P. Meier, como actitud limite en su obra Un Judio marginal). Ante ellos hemos intentado exponer los hechos objetivos; mostrar su capacidad para ser percibidos como sig- nos de Dios; exponer todas las dimensiones de la realidad (hechos exteriores, potencias y dinamismos interiores del hom- bre con su exigencia de verdad y de bien), que conjugadas con los hechos hacen posible la fe en Cristo, reconociendo a la vez que en ella se conjugan dos misterios: la libertad del hombre y la libertad de Dios. Esto que parecia una salida o respuesta en falso es la razén suprema, porque sdlo donde el hombre queda Prilogo XXIX i las 0 acompafiado, es cargado con su libertad, a so m S Detasttero También delante de la revelacién suprema ios en Cristo. i El tedlogo tiene como mis n exponer J aoe icons y afianzar los fundamentos originantes de la fe, p reatindo le la conmocién que éstos sufren por razones ex : nas a ella. La fe tiene una historia viva y todo lo vivo cect * trasmuta y se regenera, asi llega a plenitud. A clus i6n, purificacién y consolidacion de fundamentos ® laborar esta obra recogiendo la cosecha de objeciones y re: ' stas, de nuevas perspectivas ¢ intuiciones logradas en el XX, para legarlas a las nuevas generaciones y que no pien- en vacio de historia. . je este siglo nos queda como legado definitivo la conexion esaria entre historia y trascendencia, entre fe y vida, entre ‘on histérica y experiencia cristiana, entre memoria del Pasa y construccién del presente, entre Universidad ¢ Iglesia. ; en Cristo es comprendida como don de Dios a todos los bres. A su luz, la Iglesia, afincada en su origen pa cristo) y arraigada en su dpxx, © principio permanente fe (Espiritu Santo), se piensa, organiza y realiza a sf mis- desde las cuatro claves siguientes: celebracion, testimonio, i6n, servicio. Asi llegamos a la categoria que orienta este pri- volumen: «camino». Con ella queremos comprender lo que ido la trayectoria de la fe y de la cristologia en los dos ulti- siglos. La verdad se encuentra en el camino. In via rte llecturi in ipso itinere. En el camino de los hombres ha sabi quién es él mismo como Dios de los hombres y ene ino del Dios encarnado hemos sabido los hombres quiénes os como hombres de Dios. Ese camino comin tiene un nombre y tro tnico: Jesucristo. / s evangelistas, San Lucas sobre todo, han comprendido el tino de Jestis como «amino», «éxodo» y «asuncion». San completa estas categorias con las de «salida del Padren- ino entre los hombres»-«retorno al Padre». El camino de XXX Prélogo Jestis tiene varias fases. Es el camino desde la casa y hogar pro- pios («a casa del Padre» [Lc 2,49]) hasta los hombres para com- partir la lejania de los que rompieron con el Padre y se marcha- ron a tierra extrafia (Le 15,13: la regio dissimilitudinis de San Agustin y Der Weg in die Fremde de Barth) (Encarnacién). Es el camino de su casa y patria de Nazaret hasta Jerusalén (Pasin). Es también el camino que Jesus hace desde su tiempo y tierra hasta el fin de los tiempos y hasta las Ultimas tierras con los hombres, con cada hombre (Presencia en la Iglesia). Este cami- no unico del Primogénito para acompajiar a los muchos herma- nos (Rom 8,29) tiene esos tres tramos fundamentales, y asi une la eternidad de Dios con el fin de la historia en la parusia. «Cristo anduvo no sélo el camino desde el Jordan hacia el Gol- gota, sino que lo anda todavia una y otra vez. Su Historia no se convirtié en historia (percance ocasional agotado en su momento); es decir, fue realmente su historia en su tiempo, pero precisamente para ser como tal historia eterna: la historia de Dios con los hom- bres de todos los tiempos y, por tanto, aconteciendo hoy y aqui como acontecio entonces. El es el Sefior viviente» (K. Barth KD IV/1, 345s). El camino implica un saber y un querer iniciales de la meta, un ponerse en marcha, andar, experimentar, encontratse con los caminantes que vienen en direccién contraria a la vez que acom- Pafiar a los que van en la misma, conversar intercambiando vive- res y vivencias, llegar. Los Sinépticos comprenden la revelacién como camino, y el camino a Jerusalén como la marcha hacia la revelacion y acreditacién definitivas. E. Haenchen Ppropone su comentario del entero evangelio de San Marcos bajo este titulo: El camino de Jess (1968). San Lucas ha hecho del «camino hacia Jerusalény el espacio y la forma de revelacién de Jestis a sus disci- pulos (9,51-18,14). Con ello ha elevado el caminar a categoria fundamental y universal del cristianismo. Sélo caminando se llega a percibir la posibilidad de la fe, a creer en acto y a poseer la fe tanto en sus contenidos como en sus exigencias, descubriéndola como don y tarea. La formula tedrica de comprensién de la reve- lacin de Jestis es ésta: «Mientras nos hablaba en el camino-nos hablaba mientras camindbamos» (Le 24,32-35). «Camino» es una categoria comin a las religiones y a las sabidurias, a la cultura clasica y a Ja biblica. «Hay que plantearse Prélogo XXXI en primer lugar qué es lo que eat, aaa nae considerar con cuidado por don le avanzar | a ay entenderemos en el camino (intellecturi in ‘ipso itinere), oe npr me sea el bueno, cuanto se adelanta cada dia y ao 7 a — a aquello a que nos impulsa un deseo natural» (Sé Fi jta beata \,1). > Hl ereerecs supone los caminos multiples que los hom- bres han abierto hacia Dios, para centrarse en el camino que Dios ha abierto a los hombres, que él ha pncaclo na peers y por el que nosotros podemos llegar hasta él. Ese cai doble direccién tiene un nombre: Jesucristo. a Si para comprender a Cristo en Jessis de Nagarel. Aproximacion @ la cristologéa (1973-2003) apelé a la categoria de «encuentro» a una perspectiva de teologia sistematica, ahora, en una perspecti va fundamental, ofrezco la categoria de «camino», que ee baeea ycomplementaria de aquélla. Esta incluye y subraya los e ae tos de temporalidad e historicidad (ibertad, sucesi6n, relacion, maduracion, espera, amor, accidn, resistencia ante la negati- vidad, empefio, aguante, esperanza). El encuentro con Bs exi- gencias previas y el conocimiento resultante acontece en el tra- yecto, y el caminar a su vez profundiza lo que un encuentro inicial suscitd. Por ello nos atrevemos a reclamar una razon cami- nante, como forma realista de la razon historica y vital. Ella implica el seguimiento, adhesion, adoracion € imitacion de Cris- to, misidn y servicio en la Iglesia, praxis historica y esperanza escatologica. Sin la verdad del encuentro como impulso previo y sin la verdad que el camino nos descubre (Fabre = wiajer y Exfabrung = «experiencia», tienen la misma raiz), tanto las ima- genes de Dios como los conceptos utilizados para comprender a Cristo terminaran careciendo de contenido real y de potencia personal. E] caminar con Cristo y caminar como Cristo termi- naran en la adhesion e identificacién con Cristo, que es el Cami- fo en persona. En el andar (Camino) encontramos la revelacion de Dios (Verdad) y anticipamos Ja esperanza suprema del hom- bre abierto y ganoso de lo eterno (Vida) (Jn 14,6). San Lucas, en el libro de los Hechos de los Apéstoles, des- cribe también Ja existencia de la primera Iglesia con el término «camino» (9,2; 19,9.23; 22,4; 24,14.22). Los creyentes son desig- XXXII Prilogo nados con este término porque siguen «el camino del Sefi (18,23), el «camino de Dios» (18,26). Esta mision y forma d vida los llevaran desde Jerusalén, por toda Judea, Galilea y | oixovupévn, hasta los confines de la tierra. La existencia cristi individual también es descrita como «camino». El relato de lo: discipulos de Emanis es la radiografia del camino y encuen de los hombres con Jestis, que se realiza al caminar con él, comentar jos acontecimientos de la vida, al dejar que 41 nos explique la historia y las Escrituras, ofrecerle hospitalidad reconocerle en la fraccién del pan (eucaristia), convirtiéndonos luego en mensajeros del Resucitado y Viviente (Le 24,13-35). En ese camino hacemos preguntas y recibimos respuestas; se nos hacen preguntas para las que no tenemos respuestas y se nos dan respuestas a preguntas que no teniamos. «Nada hay tan increible como una respuesta a una pregunta no formuladay (R. Niebuhr). Ese es el admirable juego de ironia y de seriedad que permea toda la accién de Jestis en el evangelio de San Juan. IV El camino con Jesus es el contexto de su descubrimiento (fe). A él debe seguir el contexto de su fundamentacién, que reclama un con- junto de saberes positivos, de métodos, de racionalidad histéri- ca y de contemporaneidad tanto eclesial como intelectual (teo- logia). Tras el caminar con Cristo viene luego el pensar a Cristo. A la hora de elegir titulo dudé entre estas dos palabras: fun- damentos © principios. En la historia de la teologia a veces han ido juntas y asi las usa San Ignacio (cf. FJ. Niemann, «Von der pau- linischen Metapher “Fundament” zur neuzeitlichen Fundamen- taltheologien, en: Zeitschrift fiir katholische Theologie 1 (2002) 47-78; San Ignacio, Ejercicios Espirituales 23). La palabra griega apy) une ambos aspectos. El principio da origen en el doble sentido del término: no sdlo como inicio temporal, sino sobre todo como potencia permanente, que confiere realidad y mantiene existencia, Los fundamentos se convierten en principios a par- tit de los cuales se esclarecen las demas afirmaciones, promesas y esperanzas del cristianismo. El libro intenta ofrecer algo asi como una ligica de la cristologia, para la cual, fundamento y conte- Prilogo XXXII i bles. En él me he propuesto dos objetivos. . Be eccrrar a todos que Jesucristo en persona ¢s el «Logos a verdad» y el «Evangelio de la salvacion» (Ef 1,13). El otro : dar a quienes son ya cteyentes a «crecer €n la gracia y en Be cimiento de Nuestro Sefior Jesucristo» (2 Pe 3,18; 1,2; Fil 3,7-8); a profundizar «en la fe y en el amor que tenemos en él» @ Tim 1,14), un amor «que excede todo conocimiento», porque en é nos llega la plenitud de Dios (Ef 3,19). i, Si el primer volumen de esta obra analiza lo que ha sido el esfuerzo de la razon moderna para reconocer a Jesis como Cristo, el segundo intenta pensarle a partir de las fuentes nor- mativas, de esa herencia hist6rica y de la conciencia contempo- ranea. Lleva por titulo Fundamentos de Cristologia. Tk El contenido, y estar centrado en torno a: la existencia de Cristo en relacion (Historia salutis); la realidad personal salvifica de Cristo (Persona salutis); la realizacion en nosotros de la obra salvifica de Cristo (Praesentia salutis). Esperamos que el lector pueda tener este segundo volumen en sus manos al afio que viene por estas fechas. Ambos volimenes presuponen y prolongan lo que el autor ha expuesto en la Cristologia que, dentro de la coleccién «Sapientia fidei», ha publicado la misma editorial. ; ~ Un libro es fruto del trabajo personal del autor y de la amis- tad, compaiiia y colaboracion de quienes han confiado en ély le han prestado ayuda de multiple naturaleza. En la imposibilidad de nombrarlos a todos, reciba cada uno mi agradecimiento mas sincero y, en lo que tengan de positivo, considere suyas estas paginas. 2 de octubre de 2004 OLEGARIO GONZALEZ DE CARDEDAL BIBLIOGRAFIA frecemos aqui sdlo algunas obras generales. Una bibliogra- ompleta puede encontrarse en las obras de J. Gnilka, J. P. Meier, eissen - A. Merz, D. Marguerat y G. Stanton para las cuestiones ridas a la historia de Jestis. Y en R. Latourelle - G. O’Collins, S. Pié jot, J. Verweyen y H. Werbick para las mas explicitamente referi- la teologia fundamental. ., «Christologie», en RGG* II, 273-322. 10, TH. W., Draléctica negativa (Madrid 1989). 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La teologia palabra de hombres, derivada, fundada y exigida por Ia palal que Dios nos ha dirigido y acreditado con signos, desde fu por los profetas primero y luego por Cristo, el Hijo; y desd 5 «Una doctrina cristiana sobre Dios no puede tener por contenido “solam Dios, precisamente en la medida en que el hombre en Jesucristo ha sido consti do compaiiero (Genesse) de la alianza decidida y fundada por Dios» (KD 11/2, importante para nosotros, los hombres lo son también, porque el segundo man miento, que ¢s el amor del prdjimo, es el mismo que el primero, que es el amor d Dios. ¢No esta Vd. intentando encerrarme en el callején sin salida de la hipocresl (le double-bind de la tartuferie)?». F. LAGARDE, «Enteetien, en René Girard on la cb Hanisation des sciences bumaines (Nueva York 1994) 185-204, cita en 203. te” a Dios, debe tener por contenido tambien al hombre, porque su objeto es es R. Girard contesta asi ala pregunta de si para él Jo Gnico que realmente cuenta Cristo: «Esta pregunta es siempre y de entrada anticristiana. Si Cristo es mi 11 C1. Principios y presupuestos or el Espiritu Santo *. La teologia es, por tanto, el resul- Ja conjuncién de dos Adyou: la mente-palabra de Dios y te-palabra de los hombres. Sin palabra previa de Dios en ria, todo discurso sobre Dios es solo metafisica, ya que al origen, fundamento y fin, reclamados por el ser y hombre para existir, consistir y tener sentido. El hombre desde animal a humano, se convierte a si mismo en pre- se pone en cuestion, tanto a partir de la experiencia de atingencia —podia no haber sido y no es capaz de afir- a si mismo absolutamente en el ser— como de la percep- le su individualidad radical —su destino es unico y su indeducible—. Ser hombre es preguntarse por el fun- © originario de la propia realidad (ser) € individualidad encia). Esta pregunta por el origen, fundamento de posibi- destino que confieren sentido a una existencia, que se acional, sensitiva, personal, dialogal, receptiva y expec- ¢ convierte en interrogacién, deseo y esperanza, ante el origen sagrado y de la benevolencia amorosa, que nos esto en la existencia. El deseo originario —aésir frente a no es menos razonable y normativo que la razon ®. e despliega en reflexion y finalmente se hace afirmacion , como condicion de posibilidad para la existencia del 10 fundamento del sentido y de la accién. Si el ser es y el € existe y, pese a toda la negatividad sufrida, sin embargo, tido, la belleza, la esperanza y el amor son prevalentes, Capt: De Deo PNCILIO VATICANO 1, Constitucién dogmatica Der Fili !: De fide ef ratione lium creatore, Cap. 11: De revelatione. Cap. Wk: De fide. Cap. I 01-3020). vet Bi co cs “objeto” de un conocimiento —o que lo reduciria a la de la mirada que contempla—, sino lo deseable, lo que es abordable por amiento, que en rode momento piensa mas de lo que piensa. Lo infinito no es, in objeto inmenso que sobrepase los horizontes de la mirada. FE] Deseo finito, porque es medida en tanto que es imposiblidad misma de medida Mesura medida por el Deseo es rostro. Pero por ello volvemos a encontrar la distincion entre Deseo y necesidad. El Deseo es una aspiracién que lo anima; nace a partir de su “objeto”, es tevelaci6n. Puesto que la necesi- }vacio del alma, parte del sujeton. E. Levinas, Totalidad e infinita... 0.€., 85, 213, 308-310. CFD. Vasse, Le temps du désin, 0.6.) L. vaN Heck, Le desir ince religieuse. Ithomme reunifié. Rélecture de Saint Bernard (Paris 1990); Ore, Religion, for, incroyance.., 0.c.; {D., «Plaisit, désit, bonheur, en Explora espate théologique (Lovaina 1990) 305-316; Ip., Culpa y deseo 12 Fundamentos de Cristologia Cat. Principios y presupuestos 13 entonces revelan y remiten a un principio sagrado. Ese pri isterio, y mayor aparece su trascendencia cuanto mas pio, fundamento y fin sagrado ha sido primero designado y go invocado como Dios, 0 quiza a la inversa. Por eso Sa Tomas concluye cada una de sus cinco «vias» con la afirmaci «Y esto es lo que todos llaman Dios». La metafisica desde Ai tdteles hasta Zubiri no ha cesado de hablar de él. Alli donde una o de otra manera se hace metafisica, se habla de Dios donde no se habla de Dios, se deja de hacer metafisica. Dio la metafisica son inseparables compafieros de camino. La gia es vigia servidora de la metafisica. Ambas se necesitan a y muerte. Aqui hablamos de la teologia derivada de la palabra q Dios ha dirigido a los hombres en la historia, para manifestai les no sdlo como origen y destino de su ser, sino para revela a si mismo y sus designios con ellos °, Pasamos de la metafi ca (palabra y pensar sobre el ser) a la teologia (palabra y p sat desde la historia como resultado de libertades y lugar encuentro entre Dios y el hombre). La historia puede ser vis! bien como un ambito cerrado, inteligible slo desde las realid des verificables que existen dentro de ella, 0 bien como Ambi de una presencia posible, que viene de mis alla de ella mism: en la que se da como novedad absoluta, a la vez que como d pliegue de posibilidades, anhelos y nostalgia del hombre respe to de lo totalmente Otro, que antes dormian en su seno, y qi la palabra venida de lejos ha despertado, mostrandoselos co! Jo mas real y esencial de sf mismo. La historia es vista entonces coi lugar de realizacién del hombre a la vex que como lugar de revelacién y hzacién humana de Dios. Dios se hace presente en la histo como Dios a través de signos que, dando que pensar, ama esperar, abren a otro horizonte de sentido, experiencia y re ponsabilidad. En el encuentro y acogimiento de los signos hombre puede reconocer a Dios, discernir su accién y acog su palabra; sin embargo, nunca puede apresarlo y reducirlo objeto de este mundo. Dios, cuanto mas se revela, mas deja se: e es su inmanencia *. a teologia es la palabra que los hombres proferimos sobre después de haber acogido, mantenido en el corazon y do la palabra de Dios (Lc 2,19.51) §. Esta nunca es voz gino accion, acontecimiento y signo ligado a personas que ¢pretan. Dios ha hablado de muchas formas y por os medios a lo largo de la historia. Las sabidurias, las reli- s y las filosofias del mundo son una palabra y sobre Dios, o hubiera podido surgir si en la entrafia primordial de es las cultivaron Dios no hubiera sembrado una necesidad atido, un anhelo de verdad y una querencia de santidad, que la busqueda respondiese a su propia naturaleza, a la mae el encuentro con él fuera acogido como gracia. Toda ueda de Dios por el hombre presupone un encuentro del re por Dios °. Por responder a un anhelo, Dios es nataral al bom- ‘por trascender todo anhelo se manifiesta no como necesidad, sino | don, gratuidad, persona. 4] pueblo del Israel surge dentro de la historia general de las tias y de las religiones, pero a la vez supone una cesura. profetas y Cristo constituyen un nuevo inicio. Cristo como jo viene detras de patriarcas, sabios, profetas, pobres, oran- reyes, que hablaron de Dios, respondiendo y correspon- 0 a las gestas salvadoras de Dios para con el pueblo de wn esa historia surge Cristo, como fruto de un pueblo y don de Dios para todos los pueblos (Le 2,30-31) "°. En él abla a los hombres y en su destino se hace solidario de la encia humana hasta el final. De esa palabra, accion y desti- on la visibilidad aumenta el misterio. La visibilidad siempre mas grande Perspectiva abierta sobre Ia invisibilidad siempre creciente y la distancia @>. W. Lamwert, F. von Baaders. Philosophie des Gebetes (Innsbruck-Muanich so Maria es el anticipo y modelo del tedlogo, al ot, retener y repensar la recibida hasta concebirla en su seno y darle figura historica. ensole-toi, tu ne me chercherais pas, si tu ne m’avais trouvé [..] Ta ne me S pas si tune me possédais» (Pen. 553, «Le mystére de Jésus»). Esta idea ; . oo a stin y Say ida a la conciencia posterior po la Imi- 6 «Placuisse cius sapientiae et bonitati, alia eaque supernaturali via se ipsum y San Bernardo es transmiti po bo: Piso im prior exci (UL, 21,22). aeternae voluntaus suae decreta humano generi revelaren, CONcIIO VATICANO «Tu enim prior excitasti me ut quaererem to» ( 22), : : > : quel dia el vastago del Sefior sera joya y gloria, fruto del pais, honor y . . Cap. I: a D a eee Oe a Cap. II: De revelatione. Revelationis supernaturalis factunt ito para los supervivientes de Israel» (Is 4,2). 14 Fundamentos de Cristolagia Ct. Principios y presupuestos 15 no de Cristo nace un nuevo saber de Dios en el que Dios no solo el objeto conocido, sino sobre todo el sujeto que se da mismo a conocer, y no como limite y exigencia, sino cot otorgamiento de si mismo en amor-perdén '!. Dios se auto vela y autoentrega en Cristo, acreditado como su portavo; salvacion (Mesias) y como el Hijo, que no sdlo pertenece plan temporal de salvacién, sino a su ser eterno. La revelaci de Jestis como Hijo implica la revelacion de Dios como Padi la vez que la mostracion de la pertenencia eterna del uno al del otro, Entre Dros y Jesucristo hay vida reciproca y a ella sigue re ion reciproca. No hay Dios sin Cristo, y por tanto, no hay: conocimiento definitivo de Dios sin Cristo. Dios, como prese cia y saber universales del hombre, es el presupuesto par: reconocimiento del verdadero ser y mision de Cristo. Es como palabra definitiva de Dios, que pertenece a su ser y exp sa su ser, es ya la condicion indispensable para todo saber mo de Dios. Teologia y cristologia ya son coextensivas, difere ciables pero no separables. Sélo Dios conoce a Dios. La misi del Hijo, que se consuma con la Pascua y, derivando de ella, ¢ la efusién del Espiritu Santo en cada corazon, es el verdadet lugar del conocimiento de Dios (1 Cor 2,10; Rom 5,5) '. ios ha acreditado a Cristo con obras y palabras. Cristo ha do a Dios con su mensaje sobre él como el Eterno refle- en su servicio a los mortales como ptoexistencia hasta la por todos. Muriendo en favor de todos y resucitandole su yra justificacin de todos, Dios y Cristo se han acreditado amente (Rom 4,25). Los testigos y creyentes en él perdu- ta hoy con la misma frescura y empefio que en los ink echos de vida, resurreccién de la muerte, don del Espi- u iento de la Iglesia son los signos permanentes con jos acreditd y sigue acreditando a Cristo como mensaje y ensajero, como persona y revelador tanto de Dios como jombres. La cristologia es la ciencia que recoge y expone bra de Dios sobre Cristo, la palabra de Cristo sobre Dios, onio de la Iglesia sobre Dios a partir de Cristo, y sobre partir de la revelacién de Dios en el AT junto con la pro- jencia eclesial que le sigue. as de partida y fuentes de la cristologia es, por tanto, e/ punto de partida permanente de la cristo- to de partida para quienes en cada nueva generacion aron a creer en él, y punto de «manida» o permanencia "Rom 5,1-11; 8,3.32-35; Ef 4,23; Jn 3,14; Heb 1,1-4. 2 «Quoniam impossibile erat sine Deo discere Deum, per Verbum suum d les comenzamos a creer y pensar en él. La teologia homines scire Deum (SAN IReNEO, Adu Haer. IV,5 1: SCh 100, p.426). «Evang punto de partida, de apoyo y de verificacion existencial: ca fides per a paar ad Deum Patrem aeoa ee et non potest Deus nel Hijo (Verbum Dei incarnatum) con sus tres formas Deum intelligi». Sas Hit anio, De Trintaie 5,20 (BAC, p.211). «Qui vult ase : be i . dere ad amorem et cognitionem Dei, dimitta ae ae metaphysi livas: la persona historica de Cristo; la letra de la Eseri de divinitate cognoscenda et in Christi humilitate se ipsum primum exerce 'T); la vida de la Iglesia con su cima en la celebraci6n Impissima enim temeritas est, ubi Deus ipse humiliavit se, ut fietet copnoscibi a. B) En el Espiritu Santo (Spiritus Creator), que consti- quod homo aliam sibi viam quaerat proprii ingenii consiliis usus» (WA 57.99), ~~ a 7 ane ye M. Bourne, «Crux sola, La christologie de Luther & la lumiére de la theologia trinitario del Hijo, le acompafia en su mision al mun: civ: Irenikon 4 (1977) 476-495; 1 (1978) 62-83. NO consecuencia, nos lo revela como tal Hijo a todos K. Bart ha llevado al limite esta afirmacién, hasta excluir todo conocimiet : - é] 14 ii de Dios, anterior o exterior a la revelacidn, la llamada «teologia naturals. Pa Stamos destinados a ser hijos como él '*. El Hijo y el sélo la Palabra de Dios da a conocer Dios, en sus tres figuras historicas: predi cion, Bscritura, revelacién. Esta palabra crea su propia evidencia y no recibe D considera una caracteristica esencial del hecho Jesiis que desde el exterior fundamentacién ninguna: «La realidad de la palabra de Dios en todas le su aparicion en la historia hasta hoy no ha sido olvidado nunea, por- tres “figuras” se fundamenta sdlo en si misma, Por consiguiente, su conocimiet Fememorado siempre en la celebracién eucaristica como viviente y sal- por medio del hombre sdlo puede darse en el reconocimiento y éste s6lo pus Wd fundador del cisianismo, o<., 25s. tener lugar por si mismo y sdlo desde si mismo puede ser inteligible». Tesis d nim umquam propriis viribus pervenissemus ut Patris favorem ac pérrafo 6, en KD 1, 1,194 (1932). En fases posteriores flexibilizara y ampliara gosceremus nisi per Jesum Christum Dominum nostrum, qui paterni postura, sobre todo a partir de su texto programitico da humanidad de Di OS speculum est, exira quem nihil nisi iratum et truculentum videmus (1956). Christo quicquam scire possemus nisi pet Spiritum Sanctum nobis 16 Fundamentos de Cristologia C1. Principios y presupuestos 7 to a esta cristologia interior, que reconoce en Jests tres de realidad: hecho, sentido y revelacién, hay otras cristolo- teriores, que estudian a Cristo sdlo en los dos primeros 6 también en el tercero, pero entendiéndolo solo como cién del hombre y de sus posibilidades, como epifania del ser, pero no como revelacién personal de Dios en escatolégica. Desde aqui se entiende la posibilidad de cias y colaboraciones entre una cristologia interior a y otras formas de acceder a Jestis. La cristologia habla to de Cristo tal como él ha sido acreditado por Dios y se editado a si mismo; tal como Dios ha hablado de él y él ha do de si mismo; tal como la Iglesia le ha confesado e inter- 0 bajo la guia apostdlica, la accion del Espiritu Santo y la encia vivida de los fieles. Espiritu estan en el origen de la revelacién de Dios y en el o gen de la teologia de los hombres. E/ Espiritu Santo, dado como interior de la inteligencia, como instinto_y Hamada al corazén, es la ca cin esencial de la teologia. El Espiritu forjé la humanidad de Jes como nueva creacién en las entrafias de Maria, inspiré a autores de las Escrituras Sagradas y santifica los dones eucai ticos, convirtiéndolos en el cuerpo y sangre de Jestis. Ese mo Espiritu es el que convierte los hechos y palabras exterior sobre Jestis en palabra viva, haciéndonos posible reconocerle confiarnos a é] como a un viviente y vivificador (Le 24,5; Hi 25,19) 15. Las dos misiones constitutivas de la salvacién (ene: nacién del Hijo-derramamiento del Espiritu) son asi la cond cién de posibilidad de una real teologia teologal, que es al; mas que una ciencia filolégica, histérica o hermenéutica. Verbum exterius, como hombre en el tiempo (revelacion), y Spiritus interior (connaturalizador del sujeto creyente coaptand lo a Ja realidad creida) son el origen y fundamento de toda ted logia cristiana. Quien no parta de la revelacién y no se fund mente en la fe har otras cosas, bellas y fecundas sin duda, pet no hara teologia. Revelacién, Iglesia y fe son los tres pilares de la tea gal, sobre los cuales esta _y sin los cuales cae. Ese es el punto de partida y ésas son Jas fuentes de la cristolog la palabra de Dios y de Cristo en el origen, recogida por el test monio apostolico, prolongada como texto escrito en Ja Biblia como transmision viviente en la Iglesia; la tradicin apostolit con su interpretacion normativa en los simbolos de fe, en I textos conciliares, en el ejercicio concorde del ministerio epi copal con su expresién suprema en la cabeza del Colegio ep’ copal, el obispo de Roma; la vida total de la Iglesia en la q estan presentes las realidades cristicas, son creidas y celebrad vividas y predicadas a la vez que pensadas. Toda palabra, tant de la propia Iglesia como del tedlogo, remite a su presend purificadora, iluminadora y santificadora, de forma que cad hombre pueda verificar el testimonio eclesial y las afirmaciont Ja mujer, que atestiguaba: me ha dicho todo cuanto he hecho, Pero asi on a él, le rogaron que se quedase con ellos; y permanecié alli dos dias y de la raz6n teoldgica 6. s creyeron al oirle. Decian a la mujer: “Ya no creemos por tu palabra, otros hemos oido y conocido que éste es verdaderamente el Salvador del revelatus eset (LuTERO, Grosser Katechismus, art LIL, 65, en Die Bekenntnisschriften d Jn 4,39-42), Exvangelisch-Lutherischen Kirche Gotinga 1963] 660s; cf. 651s) KGocémonos, Amado, / y vamonos a ver en tu hermosura / al monte o al 15° CE. B. ScHininsreckx, Jessis, la historia de un viviente, oc. mana el agua pura; / entremos més adentro en la espesura». SAN JUAN %6 La teologia ayuda a pasar del testimonio del otro sobre Dios 0 sobre Cristo CEntico espiritual, canc.36. Objeto de la cristologia objeto de Ia cristologia es Cristo, interpretado a partir de los hechos por Dios en su favor, de su propia palabra, del onio normativo de la Iglesia y de la experiencia creyente. tologia se comprende a si misma como una palabra sobre Cristo des- tro: desde deniro de\ testimonio de Dios sobre él; desde dentro conciencia tal como ella se manifestd en sus palabras, portamiento y destino total; desde dentro de la experiencia , que abarca muchos niveles y expresiones, pero que en los se remite confiada a la autoridad del apéstol, que la tiormente, y a la accién del Espiritu, que la sostiene ormente, iluminandola y connaturalizandola con la verdad © que es interior no se puede conocer desde el exterior: ue adentrarse mas adentro en la espesura '7. Lo que es per- propia: «Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la 18 Fundamentos de Cristologia C1. Principios y presupuestos 19 «El sujeto de una ciencia s6lo puede ser aquel que mantiene, con el objeto y Ja actividad considerada, relaciones de presencia y confianza. Cuando afirmamos que el sujeto de esta ciencia es Ja Iglesia, no le imponemos a la dogmatica, en tanto que ciencia, una reduccion molesta y limitadora, La Iglesia es el lugar, la comunidad a la que le estén confiados el objeto y la actividad propia de la dog- mitica, es decir, la predicacion del evangelio. Al decir de la Iglesia que ella es el sujeto de la dogmatica, entendemos con ello que des- de el momento en que uno se ocupa de la dogmitica, bien sea para aprenderla o bien para ensefiarla, uno se encuentra en el ambito de Ja Iglesia. Quien quisiera hacer dogmatica, colocindose conscien- temente fuera de la Iglesia, debe hacerse a la idea de que el objeto de la dogmitica le quedaré ajeno, y no debe extrafiarse de sentirse perdido desde los primeros pasos, o de hacer figura de destructor. En dogmatica, como en otros lugares, debe haber familiaridad del sujeto de la ciencia con el objeto que él estudia y este conocimien- to intimo tiene aqui por objeto la vida de la Igiesia» "*. sonal no se puede conocer de forma impersonal. Lo que se dado en confianza y confidencia no se puede conocer en sospi cha y difidencia. No es por santo mejor métode para conocer a Cristo Sospecha critica que la confianza ilustrada, el rechazo previo que la di nibilidad a dejarse ensefiar, ensanchar y formar por Dios mismo. No ab mas los ojos de la inteligencia y del coraz6n el resentimient que el consentimiento. Cristo ha permanecido valido y valios en la historia porque ha sido «creido». El dia que se deje di creer en él como Mesias, Hijo y Sefior, su personalidad historic: y sus ensefianzas perderan la significacién redentora, humaniz: dora y divinizadora con que han sido acogidas y correspondidas hasta hoy. El Nuevo Testamento perdera su interés y el peso di verdad personal con que ha sido leido hasta hoy; la Biblia que: dara como literatura nacional de un pueblo. Ese dia el mund sera distinto, i La cristologia es el relato y la raz6n, que la Iglesia profiere sobre Cristo, ordenados a que en ellos se despliegue el propio fogos de Cristo en cuanto revelacién de Dios, manifestacién de si mismo y esclarecimiento del propio hombre. Este lenguaje es a. ya que, por un lado, presupone la revelaci6n y la fe, d) Sujeto de la cristologia EL sujeto de la cristologia es la Iglesia en cuanto tal, ya que ell ha recibido la realidad de Cristo, como su cabeza, y el don d Espiritu como su alma, Cada tedlogo hace teologia desde di tro de la Iglesia como miembro del cuerpo, participando de vida de la cabeza y de la influencia del Espiritu. La cercania fisi ca, la familiaridad moral y la connaturalidad personal son condiciones del conocimiento objetivo, cuando no se trata de tealidades inferiores al hombre, cuantificables y reducibles objeto, sino iguales o superiores a él. Una cosa son la necesari distancia y anilisis critico de los hechos, otra en cambio imposicién de condiciones a la realidad para ser aceptada entendida. Kant nos ha hecho perder toda ingenuidad ante ut pretendido objetivismo, pero, yendo més alla que él, la fenom nologia nos ha descubierto las trampas a que puede conduci una actitud dominadora ante la realidad, que le impone condi ciones para ser acogida y no la deja ser, expresarse y aparecer cual ella es. M. Scheler ha analizado los «dolos del conocimie to interno» y Barth ha formulado la necesidad de que sujeto objeto pertenezcan a un mismo Ambito de realidad como con: dicién del conocimiento: por otro, la permanencia y accesibilidad de las realidades cris- ‘as en la Iglesia '°. El método del tedlogo es un método Matico y no sdlo ni primordialmente histdrico. El méto- dogmatico parte de la posibilidad y necesidad inherentes al BK. Banrit, Esgaisse d’une dagmatique (Neuchatel 1968) 6s. La Iglesia no es s6lo lugar donde el hombre encuentra la revelacién divina, sino que es también, Cuanto cuerpo personal, unificado por la capitalidad de Cristo y la acciGn del Piritu, el real sujeto de la fe, ala Iglesia es el sujeto englobante en el que se da inidad de las teologias neotestamentarias, como también la unidad de los dog- a través de la historia», «Fl yo del Credo es la Iglesia». Tesis VI del Documen- le la CTI, La unidad de la fe el pluralismo teoligico (1972), y comentario de ATAINGE:R, en CTI, E/ pluratismo teoldgico (Madrid 1976) 35. Cf. H. Di: Lusac, La Nd... OC. «La christologie est le langage que I'figlise déploie au sujet du Christ dans ucil de la tévélation que celui-ci fait de lui-méme: il est le Fils du Pére, le Verbe jeu en qui les hommes accedent 4 la vie, sont des vivants», «l-e langague (ou i) que, de génération en génération, la communauté chrétienne élabore au sujet Christ, de telle sorte que cette langage humain puisse déployer, dans la mésure ‘Se conforme, la révélation du Christ en personne: la révélation fait de leme autant que de nous-mémes en lui, le Christ de Dieu, le Fils du Pére. Il de Tacception spécifiquement chrétienne de la christologie telle quelle est Ie €N personne: Ia révélation que Christ transmise dans ITglise». P. Pirict, lomenologie et christologie: Michel Henry»: NRT 121 (1999) 233-239, 20 Fundamentos de Cristologia a C.1. Principios y presupuestos hombre de abrirse a la verdad, de contar con ella y de entrega se a ella; de la posibilidad de que Dios se manifieste al homb en la historia; de que haya signos que acrediten esa presenci: manifestacion; de que Cristo sea el signo personal supremo q Dios nos ha dado de si mismo; de que cuando Dios habla, primer quehacer del hombre es escuchar y su gloria suprema: obedecer; de la Iglesia como comunidad de testimonio, de fe de vida. El tedlogo no comienza a hablar sobre Cristo como nadie nunca se hubiera pensado y hablado sobre él, sino q piensa la realidad a la vez que repiensa lo atestiguado, pensado vivido ya sobre él. Suprema ingenuidad la de quien cree que inicia la historia, o puede pensar al margen de toda la anterio En la cristologia la Iglesia verifica su propio origen, verdad y mision, mostrando cémo Cristo es su fundador y su fundamen- 5, su forma y su futuro. Verificacién es cercioramiento de la idad vivida a partir del hecho mismo de vivirla, no saliéndo- de ella ni negindola, ni instaurando la fe en Cristo desde osotros mismos, sino dejandola ser, decirse, mostrar su conte- ido y pretensién. El hombre no se sale de su humanidad para laborar una antropologia, ni el metafisico se sale extramuros del ser para desde ahi pensarlo . Desde Schelling se ha hecho lasica la formula: «El fundamento es imprepensable (Unvorden- finch)». ¥1 nos piensa y nosotros sélo podemos pensar «desde », no «sobre» él, porque el englobado no tiene capacidad de «La relaci6n con Jesucristo, en la que un hombre aprehende lominar al englobante, pero si de adivinarlo u oirlo y, en este Jesis al salvador absoluto y lo convierte en mediador de su entido, de pensarlo. Ia extratia prepotencia del hombre lo impulsa a diatez con Dios en sf mismo, si se realiza y ve adecuadament fercer el conocimiento como dominacién, a querer comprender lo otro o al en datle re Ae ene en ae otro situdndonos antes que 6, a verlo desde mas arriba que él. Es el gesto luto concreto que debe ser tal, para llegar a ser realmente si mism ‘prometeico de saltar sobre el origen, negando la verdad como por definiciin no puede construirse y edificarse desde fuera», on y hecho previos al hombre y considerandolos como factum © ptaxis suyos 4, La tentacién, inherente a todo hombre, acen- ada indirectamente por la ciencia moderna, es pensar lo supe- or desde lo inferior, el hombre desde las cosas materiales, al Vios divino desde el hombre que de hecho es malo, a Cristo elador del ser y de las posibilidades de Dios para sus creatu- as y las posibilidades del hombre como medida limitativa. La etdad, en cambio, es la contraria: se conoce mejor lo inferior lesde lo superior que lo funda, a las cosas desde el hombre y al hombre desde Dios, que es su origen, fundamento y destino. A Dios en cuanto Dios divino, y no sélo en cuanto causa del ser, lo lo conoce Dios. Por ello, sdlo escuchandole en audiencia, aquella audiencia reduplicada y consecuente que es la obe- cia, podemos conocer a Dios. El tedlogo no niega validez al método de los fildlogos, fei menologos, antropélogos ¢ historiadores de las religiones. Tod eso precede y acompafia a su propia palabra. El tedlogo pa del testimonio de autoridad de los hombres al reconocimiei de la verdad de Dios, de los fragmentos al Todo, del anticig del futuro al Futuro absoluto, que, columbrado primero com promesa, se atrajo a si mismo y nos atrae a nosotros hacia él. crisis de la verdad, del fundamento y con ello la pérdida d principio dogmatico son Jas causas profundas tanto de la pe plejidad en la exégesis moderna como de la crisis de la cristol gia contemporanea*!, La libertad y la historia son sagrad: pero sin la verdad y el ser son insuficientes 7”, 20 K. Ranner, Curso, 246. La cursiva es nuestra. 21 J, RATZINGER, «La interpretacién biblica en conflicto», en L. SANCHEZ N = La tentacién primordial, o pecado original, es sobre-poneenos a la realidad, rro-C, GRananos, oc, 19-54, «La crisis cristol6gica y la crisis del principio do 'parnos a la existencia, querernos anteriores a Dios, someter a Cristo como mitico que vive la Iglesia actual estén relacionados intimamente, W. KasPa icin para conocerlo. Esta actitud totalitaria torna al hombre ciego y mudo «Renovacion del principio dogmaticon, en Teologia e Iglesia, Bit la realidad. Nada se da y nadie se dice a quien se presenta en dominador y ava- 2 Cf. W. Kaspur, «Libertad evangélica y ligazon dogmatica», en ibi aclor. El Rommancero lo dice poéticamente —«Yo no digo mi cancién sino a quien «La tradicién como principio de conacimiento teolégico», en ibid, 94-134; J. Milgo va»— y filoséficamente E. Brito: «Le visage de Dieu ne se donne que si Ruiz DE LA Pena, «La verdad, el bien, el ser. Un paseo por la ética de la mano de refuse de se situer au-dessus de la Source», en La christologie de Hegel... 0.€., 546. “Veritatis Splendor”»: Salm 41 (1994) 37-65. EK. Lowitn, Vices Grndiattin 0. 22 Fundamentos de Cristologta G1. Principios y presupuestos 23 La cristologia es cercioramiento en un sentido, y en otro sacar a luz la verdad real de Cristo, hacerla patente, ponerla relacion con otras «verdades» de este mundo, mostrar su col rencia, validez, identidad y definitividad; explorar las posibili des que ella contiene para la vida del hombre a la vez que pi la sociedad en sus necesidades histéricas concretas. La cristo gia tiene, por consiguiente, que exponer los hechos historicos, q estan en el punto de partida y que son accesibles a todos; pra ner el contenido real de estos hechos en cuanto reveladores Dios y de la persona misma de Cristo; explorar las posibilidade significacion de esa revelacién y persona para la vida del hor bre; confrontarla con otras propuestas de verdad y salvaci¢ hechas por la filosofia, ideologias y religiones. igado decirla a la altura del tiempo, para que los hombres la iban como su destino y su salvacion a2 listoria y fe La investigacin de Jests y la fe en él como Cristo a cristologia tiene dos presupuestos como su fundamento: el hecho de is y la fe en él como Cnsto. La union de ambas palabras, la que gna el nombre personal y la que designa su mision historica, nando un nombre nuevo, es la clave de la cristologia. Jesus Mesias esperado (= Cristo) y el Mesias esperado es Jesus. intesis operada, al forjar la palabra Jesucristo, seguida inme- mente de otros dos titulos identificadores, uno por refe- ia a Dios (su Hijo) y otto por referencia a los creyentes stro Sefior), constituye el fundamento identificador y sus- tador de la Iglesia, a la vez que el escdndalo para los judios no se adhirieron entonces a Jestis, y el enigma para todos © creyentes posteriores. Por ello, ha habido siempre dos lajes diversos, movidos por dos intereses diferentes: el de estigacin de Jesus y el de la fe en Cristo. La cristologia ma como esenciales ambos elementos: el hecho de la exis- ia real de Jestis en su lugar y tiempo, a la vez que su recono- nto, tras la resurreccion, como Mesias, Hijo de Dios, y - Quienes creyeron en él, lo consideraron el supremo don ios, al que iban unidos el perdén de los pecados y la espe- ©) Condiciones y propiedades de la cristologia éQué condiciones tiene que cumplir la cristologia para re su misién de exploracién y cercioramiento, verificacién y legi macidn de Cristo como Mesias, Hijo de Dios y salvador d mundo? Son fundamentalmente tres: raconalidad, eclesialidad, temporaneidad. La insercion en la fe, vida y pensamiento tota de la Iglesia, le permite al tedlogo la connaturalizacién con objeto real cristico del que tiene que hablar. Sin esta connai lidad su palabra seria una conceptualizacién vacia, una teolog como si, un telato sobre hechos agotados o mera construccié conceptual. La racionalidad le permite al tedlogo mostrar verdad, la universalidad y la significacién humana de Cris inherentes a su historia particular, a su figura y mensaje enclay dos en aquella cultura, a la vez que el fundamento metafisie para reconocer la posibilidad de que Dios se diga y dé encar: conjugar realidad y espiritu, y tanto una como otro son tiempo. Sélo un do, de que el hombre pueda ser expresién verdadera de Dio Bee faiGetegoria de persona surg en las controversias pattisticas y s¢ aoa f F f : QS términos griegos prisipon, Iyportass, y a veces también el término plysir. El como Dios. La contemporaneidad le hace posible al tedlogo spondiente latino persona define esa realidad con estas tres propiedades: sus- pensar y un lenguaje significativos para sus oyentes, a fin de qi Bid, individualidad, racionalidad. La ese oer anadichun ae de. éstos pueda peribir la verdad de Casto como su propia sa i ec et Ne ao cion, y no sdlo como noticia historica de un pasado remoto que alteridad y mundanidad, intersubjetividad y relacionalidad son clemen. agotado. La verdad como verdad se dice en el nivel del tiempo hciales de la persona. Ya no podemos interpretar los concilios de Efeso, a la altura del mundo. Est absolutamente sustraida al hombri pero a la vez absolutamente destinada al hombre. Por ello, e or ello es insuficiente la mera repetici6n literal tanto de los textos biblicos y liares como de las reflexiones teoldgicas de siglos anteriores. Ellas son nece- into de partida y apoyo permanente, pero deben ser «pensadas». Pensar donia y II] Constantinopla como si este desarrollo conceptual no hubiera ©. Cf. Cu. Luri:vrr, «La personne en patristique et dans la philosophie con- irainer: RTL 4 (1973) 39-45. 24 Fundamentos de Cristologia Gil. Principios y presupuestos 25 ranza de una vida eterna. Aquellos que se interesan sdlo po: llamado Jestis historico creen poder prescindir de todo lo q se diga de él en cuanto Cristo; por el contrario, quienes creem en él como Cristo sdlo podemos hacerlo partiendo de su rea dad en cuanto Jestis, cuya ultimidad personal se encuentra en | condicién mesianica, filial y salvifica. “isto segin la carne (Rom 9,5; 2 Cor 5,16). De quien no reco- e esa carne, dice el propio NT que es un anticristo (docetis- 0) (1 Jn 4,2s; 2,22; 2 Jn 2,7). Ahora bien, la Iglesia nunca ha siderado suficiente ese saber. Ella surge de la fe en él; y ésta omprende como fruto conjunto del saber del hombre y de acia de Dios. La Iglesia da testimonio ante los pueblos de Dios, por la resurreccion, ha constituido a Jesus en Mesias fior; de que creyendo en él los hombres aleanzan el perdon los pecados y una esperanza que trasciende al tiempo, por- engendra ya un vivir nuevo que, por participar del vivir mo de Dios, Ilamamos vida eterna. La Iglesia nace de la fe Cristo y vive para el testimonio a favor de Cristo, como posi- lad dada a los hombres en la que descubren su ser y alcan- u destino, es decir, la salvacién *°. formula: «investigacién de Jestisy-«fe en Cristo» nos per- e adivinar los dos drdenes de cuestiones con las que perma- temente se va a encontrar la cristologia. Por un lado, las ativas ala historia de Jessis, hijo de Israel, y, por otro, las relativas a @ de la Iglesia en é! como Cristo de Dios. Las cuestiones relativas a is son fundamentalmente las siguientes: el hecho de su exis- ncia, la figura social de su persona, el contenido de su doctri- su relacién con Dios, su aportacién especifica a la historia los hombres, las causas de su muerte, el hecho de la adhe- de sus discipulos confesandole resucitado, la exigencia uitante de esa pretensién para la conciencia moral de los mbres, el surgimiento del cristianismo como idea a la vez que a Iglesia como institucién, su permanencia hasta hoy. Histo- mente podriamos sintetizar todo el problema histdrico en S dos cuestiones: ¢Qué pasé en los quince dias siguientes a la e de Jess para reconstituir el grupo anterior de seguido- deshecho ante el fracaso de su Maestro, y constituirse en Iglesia nueva? Qué pasd en los quince atios siguientes a spersién el dia de Pentecostés para que en ellos queda- b) Ciencias _y lenguajes diversos sobre Jesucristo Sobre Jesucristo se puede, por tanto, hablar de muchas fo mas y con muchos lenguajes. Ciencias diversas se ocupan de él: des ta historia nacional judia, la antropologia mediterrinea, la historia socta econdmica y politica, hasta la sociolagia del conocimiento y de la litera El ha aparecido en una historia abierta, pertenece y esta abie a todos, lo mismo que todos estan abiertos a él. El surge de ui matriz social, racial, cultural, religiosa y econdmica que puede debe ser reconocida en sus contenidos concretos por cada ut de las ciencias competentes. Esa matriz de origen le afecté a é afecta a los textos que nos hablan de él, que por tanto deben enclavados y leidos desde su contexto vital, desvelados en funcién sociolégica, reconocidos en sus limitaciones expresivi y teferidos a otras experiencias religiosas. Desde comienzos d siglo pasado no cejé el esfuerzo (la historia comparada de | religiones, la historia de las formas, la exégesis socio-historie la antropologia cultural) por descubrir su estructura litera por discernir su funcién eclesial y por referir tanto los person: jes como los textos sagrados a su contexto social y econémico. La fe cristiana, al confesar a Jestis por Cristo, esta afirmand la legitimidad y necesidad de identificar la humanidad de Jestis en su medio humano, para mostrar que no se trata de mito universal ni es resultado del deseo. El Jestis que nacié, cr cid, actué en ese contexto, condicionado por él y condicionan dolo, es el que es confesado como Mesias. La fe surge de é prende en él y en cuanto tal no es trasferible a otro sujeto, q fuera portador de ideas, ideales o Promesas semejantes. Tod Bate sl contenido de todos los kerigmas del libro de los Hechos: «Los que ese estudio intenta conocer al Jestis de quien se dice refirié m él alcanzan el perdén de los pecadas y reciben la promesa del Espiritu dolo a Maria, su madre, y a todo su pueblo, que es fructus vem ta» (2,38; 3,19; 5,31-32; 26,15-18). San Juan concentra toda la tealidad salvifica tui = «fruto de tus entrafias» (Le 1,42). Es necesario conocer eategoria de «vida eternay. 26 Fundamentos de Cristologia C1. Principios y presnpmestos 27 lios y la Iglesia hasta hoy han dicho de él? (Kasemann-Henge Entre Jestis_y la Iglesia, gqué ocurrio entonces y qué ha seguido unitnda hasta hoy? Las cuestiones relativas a la fe en él como Cristo son siguientes: autoconciencia del propio Jesus; su relacién ¢ Dios; su lugar en el mensaje del Reino; signos acreditadores su pretension y misién; surgimiento de un grupo de seguidor durante su vida; permanencia en el seguimiento explicitad como fe tras la muerte, fundada en el encuentro con el Resu tado; el origen de la comunidad tras la dispersién siguiente a crucifixion; el fundamento de la fe en su conciencia cuando és es realizada por hombres que no han sido testigos de | hechos 0 que vienen de otros contextos y culturas; la estruct personal y la realizacion eclesial de esa fe; los contenidos crist légicos referidos unos a los hechos vividos, otros a la eclosié de sentido percibido en la resurreccién y otros a la accién d Espiritu que en la comunidad revela quién era y sobre tod quién es hoy Cristo; la dimensién escatolégica y la determi cién dogmatica de esa fe en Cristo. quien habian hablado los profetas, diciendo que constituia la ranza y gloria de Israel. , . _ El proceso de discernimiento del destino de Jestis, Ja posibi- ad de ser reconocido desde dentro del judaismo, la perma- ja o insercién de la comunidad nueva dentro de la vida, ito y templo anteriores, la componibilidad de la fe en Yahvé onoteismo) con la fe en Jesus (cristologia): todo esto levé jos decenios hasta que fue manifiesto que la relacion de los os creyentes con Cristo tenia las mismas caracteristicas que terior fe en Yahvé, que se le reconocia una identificacién mica con él en el orden de la revelacion y de la accién salva- ra en el mundo, y que por tanto se le situaba en el ambito de ondicién divina. Esto saponia la ruptura interna del judaismo. La n Jestis como Hijo de Dios, preexistente y encarnado, que ontramos en los textos paulinos de los afios 50, y que remi- a confesiones de fe existentes en la comunidad en afios riores, muestra que el proceso de afirmacién de Jestis como o de Dios es muy temprano. Los acontecimientos politicos afio 70 con la destruccién de Jerusalén aceleran el proceso diferenciacidn y consuman la ruptura entre el judaismo ofi- el nuevo grupo. Ambos se consideraban los herederos mos de la anterior historia salvifica, de la alianza, promesa Escrituras. Los judios seguiran esperando su pleno cumpli- nto cuando venga el Mesias. Los cristianos ven aquellas rea- des como pertenecientes a una «vieja alianza», «antiguo tes- Mto», porque reconocen en Cristo el inaugurador de la anza nueva y eterna. Todo sera comprendido como orientado a él y desde él. Sinagoga e Iglesia andaran caminos paralelos veces, enfrentados otras, separados al fin ?”. 0s fariseos, a partir de la escuela de Jamnia, seran los por- Ores del judaismo futuro, releyendo las Escrituras Sagradas argen de Jestis y contra los «herejes» (= cristianos). El cris- usmo hereda esas Escrituras como libro de la promesa de , SU Tetrato o espejo anticipador. Cristo se convierte en la clave tra del AT y el AT se convierte en la clave para entender la persona mision de Cristo, La Iglesia se comprende como el pueblo de ~anza nueva en la sangre de Cristo y las Escrituras que sur- ©) La doble respuesta de sus contempordneos a Jessis Jesus recibié una doble respuesta a su mensaje y pretensi6s Unos contemporaneos vieron en él un peligro amenazador d la historia y misién del pueblo judio como pueblo «de la adop cién, las alianzas, la ley, el culto, las Promesas, los patriarcas y Mesias» (Rom 9,4s). Negaron su pretension mesianica, su inte: pretacion del AT, su comprensién y representacién de Dios su pretension de que con él estaba legando el Reino de Dios la historia. La condenacion a muerte es la consecuencia de est dilema dramatico para sus conciencias: 0 mantener el judaisi anterior con la correspondiente imagen de Dios, de la ley y de accion moral rechazando a Jestis, 0, por el contrario, reconoce que en Jestis se cumplia el ultimo sentido del propio pueblo que Dios realizaba en él sus promesas y que él era el Mesia aunque lo fuera en una forma inesperada para ellos. Estos, a I luz de sus comportamientos, mensaje, signos, muerte y mai festarse vivo tras la muerte en cruz, le reconocieron como aque: EB TRuVUANC, Onigenes del cristianismo. Ox. 28 Fundamentos de Cristologia C1. Principios y presupuestos 29 jan en su seno, cual expresién y testimonio de ella, se autoco ptenderan como «NT o Nueva Alianza», reduciendo todo anterior a viejo y superado. Hoy ha surgido la cuestin de si alianza nueva revoca totalmente la antigua o ésta mantie todavia vigencia, si por consiguiente tenemos que hablar Antiguo y Nuevo 0, por el contrario, deberiamos de hablar «Primero» y «Segundo Testamento» 78, ja se proponen salvaguardar el hecho de Jests y el miste- del Hijo, condiciones ambas para poder mantener la doble cién de la Iglesia: que en él tenemos nuestra salvacin; ta solo es real si es Ilevada a cabo por Dios en comunidad aleza y destino con nosotros. in Ja época moderna se ha dado la ruptura entre esas dos jones de la existencia de Jestis y se ha quebrado la sintesis ygica originaria, sobre la que se fundan el evangelio y la fe iglesia. A partir de la Reforma y de la Ilustracién, con la a de que la interpretacién del evangelio dada por la Igle- fa su degradacién (Lutero), resultante del interés por afir- se a si misma legitimando ideolégicamente sus dogmas y su er (Reimarus), ha surgido la escisién entre los elementos que entonces habian ido unidos. A ello se ha sumado una teoria 6fica que absolutiza la ciencia fisico-matematica y cierra la tura a un Absoluto, a la vez que excluye la posibilidad de que d) Raptura de la unidad o el «horrible foso» entre particularidad J universalidad Esta dualidad originaria, correspondiente a la bidimension lidad del inico Jesus, constituido tal por su misién de Mesias por su condicién de Hijo de Dios, presente desde el orige parecio un dualismo inconjugable, al absolutizar uno de aspectos constituyentes de la verdad de Jestis: slo profeta, sé hombre, s6lo judio (wAdg &vepenoc, nudus homo, puro hombre 9, por el contrario, slo angel de Dios, sdlo Cristo eterno, $6 Verbo del Padre, sdlo Dios. Durante la época patristica se trat r4 de conjugar la real humanidad con la real divinidad en Unico sujeto, superando la negacidn de la humanidad (docet mo, gnosticismo, monofisismo) 0 la negacién de la divinid: (ebionismo, adopcionismo, arrianismo en sus multiples fo mas). Las sucesivas declaraciones conciliares iran precisando contenido real de cada una de las palabras que forman el non bre sagrado: Jesss (judeidad, humanidad, filiacion de Maria, hi toria temporal, muerte real en cruz), y Cristo (condicién mesi nica, misién teolégico-soteriolégica, procedencia eterna Dios y connaturalidad con él), a la vez que escrutando Ia posib lidad de que ambas constituyan un tnico sujeto (persona) en ® un sujeto de doble naturaleza, de acuerdo al texto de Sal 19,6 («Exultavit que la diferencia de dos drdenes de realidad no signifique s ad currendam viam») interpretado como «Gigas geminae substantiaen. ony la unio venifiaue j ane BROSI, Hino 5, v.19, «Cette alliance de labstrait et d'une image enigmati- Separacion, y la union no signifique la confusién ”. Nicea y C: donc en un vers affirmation de Vintégrité de deux natures en la per € du Christ. Cette formule anti-arienne ou, mieux encore, anti-monophysite, tado de estos tres factores (teoria del conocimiento, sospe- ante la interpretacién de la Iglesia, actitud ante la realidad) las escisiones siguientes: Historia y fe, hechos y sentido, neno y esencia, informaci6n ¢ interpretaci6n, Iglesia y cien- la Biblia leida en Ia liturgia y la Biblia leida en la Universidad, tifico que expone los documentos que hablan de Jesus y el 9g0 que los interpreta como testimonios que hablan a favor La formula topica: «ests de Ja historia-Cristo de la fe», ese dualismo, inaceptable para la fe de la Iglesia *. Pos- Mente se distinguira entre Historie (facticidad positiva) y ithte (expresion de sentido), situando la fe bien en el ambito 28 CEE. Zencur, Das erste Testament. Die stdische Bibel und die Christen (Dits B suce’s durable», Asmproist: Di: MiLAN, Hyrones, Ed de J. Fontaine (Paris dorf 1992). En paginas interiores expondremos la doble interpretacién de N. [ol F , 4 fink y A. Vanhoye sobre esta cuestién. Cf. infra, cap.1I, p.338 nota 19. t Stmauss, Der Christus des Glaubens..., 0.€.; M. KAHLER, Der sogenannte ® Los Padres describen las dos pertenencias de Jestis como un rio que tie SU ted der geschichtliche biblische Christus (1892). Cf. las dos obras resumen dos riberas, por ello la revelacién se da en el AT y en el NT: «ste fluvius duas rips Bra en el comienzo y en el fin del siglo xx, A. SCHWEITZER, I or Remar habet, et vetus et novum testamentum et in utraque parte arbor plantata Chrish } 2° —-¥ desde 1913 Geschichte der Leben- Jesu-Forschang (Minich-Hambur esp». SAN JERONIMO, «Comentario al Sal 1,3», en Obras completas, I (BAC, 1999) 1 > G. Thrassin - A, Merz, El Jestis bistorico... 0

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