You are on page 1of 19
la estes Zimen RR. Stevenhs 5 eA a ee Ne age ee 1 LA CUESTION ETNICA EN LA ACTUALIDAD ETNIAS, PUEBLOS, NACIONES Y ESTADOS La primera frase del predmbulo de la Carta de las Naciones Unidas se te- fiere a los “pueblos de las Naciones Unidas". No obstante, se tram de una asociacién de estados, no de naciones o pueblos. Tomande en cuenca la confusién de conceptos que prevalece en las ciencias sociales respecto a estos términos, digamos simplemente, para empezar, que estados son las entidades paliticas y legales que ejercen soberania sobre un terrirorio es- pecifico y sobre sus habitantes. Las naciones pueden ser consideradas co- mo colectividades sociolégicas basadas en afinidades étnicas y culrurales que comparten su percepcién de dichas afinidades; pueden o no estar constituidas como estados, pero en cualquier caso adquieren importan- cia polftica hajo determinadas circunstancias histéricas, como cuando adquieren conciencia politica (nacional). Las pueblos los definimas co- mo grupos étnicos, o etnias, que no han logrado esa conciencia nacional, © cuando menos no la han expresada, pero que de todas formas estan unidos por vinculos-raciales, lingiiisticos, culturales o nacionales que los distinguen de grupos similares y que crean conciencia entre sus miem- bros de una identidad comin. Actualmente, el sistema mundial esta formado por casi doscientos es= tados independiente desde el punto de vista politico, y es posible que en los préximos aios algunas orros paises obrengan su independencia. Sin embargo, hay un limite ldgico al niimero de estados independientes que el sistema internacional podria reconacer. Si bien algunos de estos paises son verdaderos estados-nacién o estados nacionales en el sentido de que estén formadas por una sola nacidn, la mayorla son estados multinacionales o poliétnicos. Con codo, sélo tinos cuantos reconocen formalmente su natu- raleza multinacional o poliéenica; la mayorla mantienen la ficcién aparen- tando serestados monoétnicos o uninacionales a, en el mejor de los casos, se limitan a reconocer sélode-palabra el pluralismo érnico dentro de sus (17) 18 LA CUESTION ETNICA fronteras. El niimere de naciones y pueblos que hay en elimundo.no es fi- cil de determinar porque hay pocos tratados sistemdticos relacionados.con estos temas, y ¢! sistema de las Naciones Unidas, que produce datos esta- disticos sobre muchos otros asuntos, no proporciona informacién detalla- da sobre el que nos interesa aqui. Las estimaciones con que se cuenta, que se apayan sobre todo en criterios antropaldgicas y lingilisticos, calculan que el nimero de naciones, pueblos o grupos étnicas ested entre cinco ¥ ocho mil, Quizs la ultima cifra sea la mds cercana a la realidad.! Con frecuencia, los pueblos o etnias (grupos émicos) que comparten el territorio de un Estado con otras grupos del mismo tipo se deneminan minorias si On Menos numerosas que otro grupe o grupos, o cuando Ocupan una posicién econdémica, politica o social subordinada en el Es- tado; © ambos: Por lo tanto, es posible hablar de minorlas numéricas yde minorias sociolégicas, Se utilizan mumerosos criterias para definiry cla- sificar a las minorias; muchos de esos criterias son similares a los que se relacionan con la definicién de un “pueblo”, y el factor distintivo es pre- cisamente la relacién con la mayorla o con el grupo étnico dominante2 ETNIAS¥ CULTURA Los grupos étnicos o etnias (uso los técminos indistintamente) a menu- do se identifican en términos culcurales (lengua, religién, origen nacio- nal, organizacién social). Las relaciones entre grupos étnicos (relaciones incerérnicas), asi como las relaciones entre dichos grupos y el Estado, constituyen un elemento primario en el desarrollo politico, social yeco- Es may dificil identificar y clasificar grupos éenicos que no eninelden can un Ee ado, Por eso los especialistas presentan ciftas muy diferentes cn cuante al naimero de os mismos. Por ejemplo, les sborigenes australianos é¢ definen camo un solo pueble.o co- tno vatios grupas érnicos diferentes? ;Hay una o warias nacioned drabes? ;Los pueblos de habla germana's dasifican como una nacién a como entidades independientes.en los di- Ferentes pases en que viven? No hay consenso acevea dle estas cuestiones, y las respuestas depensen més de foctores politicos © ideoldgicos que de elementos cientificos. 7 Wéase Capotorti, 1979, El autor diwingue dos tipes de criverios para la definicién « identificacin de las minorlas: el objetivo y el subjetivo. El primero incluye un celterio numérico y la existencia de caracteristicas éenicas, religiosas o lingiifsticas estables. El se- gundo ha'side definido coma el desea de los miembros del grupn par presetvar sus carsc- terlsricas propias (pirrafos 566 y 567). Para in cilidadoso andlisis de las complejilades rerminolégicas implicadas en la investigacién sobve la etnicidad, wéase Riggs, 1945, Tn LACUESTION ETNICA EN LA ACTUALIDAD 19 némico del mundo moderne. No abstante, la teoria y la prictica del de- sarrallo han dejado normalmente de lado las cuestiones émicas yculru- rales, lo. que ha dado lugar a costasos “fracasos del desarrollo” alrededor del mundo. Desde 1945, muchos conflicros sociales y politicos (inclui- das varias guerras) sc han manifestada coma conflictos étnicos, es decir, como conflicts entre grupos y comunidades que se identifican a si mis- mas, y entre ellas, en términos cul tiicales. Quisiera aclarar que cuando hablo de cultura me refiero al espectro general de las actividades humanas, los simbolos, valores y artefactos que identifican a un grupo humano y que lo distinguen de otros. Asf pues, en términos generales podriamos hablar de la culeura india y de la china, o de la cultura drabe, latinoamericana o curopea, y mas concretamente de la cultura francesa, inglesa y mexicana. Mas especificamente ain, po- dria hablarse de varias culturas dentro de un mismo pals, como la fran- co-canadiense, la anglo-canadiense, la nativa, y otras en Canad, o las culturas tamil y singalesa én Sri Lanka, De esta manera, los grupos étnicos o ‘emias podrian considerarse co- mo colectividades que se identifican a si mismas, son identificadas por ottas, mediante dichas caracteristicas culruriles. Los elementos mas comu- nes utilizados para diferenciar alos étnicas son lengua, religién, tri- bu, nacionalidad y raza. A primera visea, la raza podsfa no ser un aspecto cultural sine biolégico: Despuds de todo, no se echa mano frecuentemen- te de las caracteristicas fisioldgicas de los individuos para identificar a las distintas “razas”, que heredan a sux miembros ciertos raspos permanentes? Sin duda, pero también es cierto que algunas caracteristicas bioldgicas, ¢o- me ¢l color de la piel o la forma de los ojos, son poco importantes en sf, y sélo adquieren trascendencia cuando unasociedad determinada les confie~ re umportancia cultural y social. Por eso también la raza sirve para identi- ficara un grupo émico, aunque algunos autores hablan de “razas sociales” en comtraste con las “razas biolégicas” normalmente consideradas, La UNESCO ha reunido:a cientificos de todo el mundo para buscar un consenso sobre la cuestién de la raza'y el racismo. En 1950, un gru- po de expertes redacté una “Declaracién sobre la raza"; ésta fue actuali- zada‘en 1951 por otro grupo, que elabord una “Deelaracién sobte la na- turaleza de la raza y las diferencias raciales”. Un tercer grupo se reunié en 1964 y publicé las “Propuestas sobre los aspectos bioldgicos de la raza” La “Declaracién de Moscti" —como se conace este documento— afir- ma que todos los hombres actuales pertenecen a una sola especie, Homa 20 LA CUESTION BTNICA sapien y que descienden de un mismo linaje. Ademds, establece que las diferencias bioldgicas entre los seres humanas se deben a diferencias en la consitucién genética ya la influencia del medio ambiente sobre el po- tencial heredirario. En la declaracién se afirma que si bien muchos antro- pélogotsubrayan la importancia de las diferencias entre los humanos, la mayoria de ellos piensa que la validez cientifica de su clasificacién es li- mirada ¢ incluso conileva el riesgo de alentar generalizaciones absurdas. En 1967, un cuarto grupo de expertos clabord un documento sobre “La raz y los prejuicios raciales"y por dlrimo, la Conferencia General de la ungsco de 1978 adopré una “Declaracidn sobre la raza-y los-prejuii- cios raciales”, que establece en su articulo 2, pdrrafo 1: ‘Toda teorfa que invoque una superioridad o inferioridad intrinseca de gru- pos raciales © étnicos que dé'a unos el derecho de dominar o climinar a los detnds, presuntos inferiores, o que haga juicios de valor basados en una di- ferencia racial, carece de fundamento cientifico y es contraria a los princi- piot morales y éticos de la humanidad. Pero si las declaraciones de la UNESCO parecen aceptar la existencia de las ratzas —aun sin definirlas—, algunos académicos niegan toda va- lidez cientifica al concepto de “raza”. En este punto carece de importancia que un grupo étnico coincida o no con la poblacién toral de un Estado, o que tenga existencia legal o po- lirica, Esto es muy importante, sin duda, para la naturaleza y dindmica de dichos grupos —y volveremos a ello en capirulos posteriores—, pero no es esencial para definirlos. Veamos algunos ejemplos. En muchos paises latinoamericanos hay oficialmente una sola nacionalidad y una sola ciu- dadanfa (por ejemplo mexicana, peruana, boliviana, etc.), No obstante, gran parte de la poblacién de estos paises estd formada por indigenas arnericanos que son identificados como grupos étnicos diferentes (na- huas, mayas, aymaras, mapuches), Sus problemas sociales y econémicos y su potencial de desarrollo estén definidos, en gran medida, por el hecho de ser écnicamente indigenas americanos, con una historia especifica que * Wéase (itso, “Declaracidin sobre la raza y los prejuicios-raciales", aprobada por la Conferenela Genetal en su 20a. reunidn, Paris, el 27 de noviembre de 1978, sf; Ku- per, 1975, ofrece una recopilacién de las primeras contribuciones de la UNESCO a Ja cuee- tidn de la raza y el racismo. Para una critica del concepto de “rami”, véase Jacquard, 1982. LACUESTION ETNICA EN LA ACTUALIDAD n determina la naturaleza de sus relaciones como grupo con el resto de la so- ciedad. No son sdlo, pues, ciudadanos de un pais u otro, En Asia occiden- tal, los kurdos —que son muchos millones y carecen de un Estado pro- pio— se asiencan en cinco paises diferentes, en cada uno de los cuales constituyen una minoria érica independiente, aunque cuando menos uno de dichos estados (Turquia) ha negado oficialmente su existencia en cuanto minoria écnica, En China, la mayoria de la poblacidn es de la et- nia han, pero el gobierno reconoce oficialmente la existencia de 56 nacio- nalidades minoritarias, Como ultimo.ejemplo citaremos a ios vascos que viven en Francia y Espafia y conservan un perfil étnico especifica, sobre todo por su lengua, una de las mas antiguas de Europa. LAS ETNIAS ¥ EL SISTEMA INTERNACIONAL Analicemes ciertas hechos reveladores. La mayoria de los estados nacio- nales existentes actualmente obtuva su independencia después de 1945. Cada uno tiene un nombre, una o mds lenguas oficiales, un sistema de gobierno y de administracién publica, y todos los simbolos inherentes a la soberania politica. Por otra parte, prodlaman una nacionalidad o ciu- dadania a la que deben lealead todos sus stibedlicos. Esta nacianalidad los vineula a unos con.otros.a la vez que los distingue de los miembros de otras nacionalidades. El simbolo de este sistema es el Estado-nacién tal como ha evolucionado en Europa occidental desde del siglo xvt,dande oristalizé después de la Revolucién francesa. Algunos estudiosos afirman que el Estado-nacidn y el desarrollo del capitalismo industrial son inse- parables; que la burguesia victoriosa necesitaba al Estado-nacién para ex- presar sus intereses coandmicos. Otros sostienen que resulta de la lucha secular por la democracia politica, sucesora obligada de la decadencia de los estados absolutistas y dindsticas de la Europa posfeudal, En Eurepa, luego de aleanzar su mayor gloria tras la primera guerra mundial, el Es- udo-nacién es hoy la encarnacién del principio de nacionalidad, que no es sino la idea romantica de que cada nacionalidad debe tener su propio Estado, y de que cada Estado debe incorperar solo una nacionalidad. Mucha sangre ha sido derramada en Europa por esta idea, Sin embar- ga, si observamos los estados que hoy forman el sistema internacional, vemos que sélo unos cuantos encarnan realmente el principio de nacio- nalidacl. En la actualidad, la mayoria de los estados (incluyendo algunos 22 LAGUESTION ETNICA. europeos) son multinacionales; ¢s decir, dentro de sus fronteras hay mas de una nacionalidad, mds de un grupo étnico, mds de una cultura. ¥ no es extrafio, De acuerdo con ciertos calculos, hay entre cinco mil y ocho mil grupos étnicos diferentes en el mundo, y cada uno se identifica por uno o mds de los criterios culturales mencionados antes.‘ Por lo demas, al capitalismo postindustrial moderno y a la burguesfa transnacional contemporanea de poco les sirve el Estado-nacién, que de hecho se ha vuelto mds un obstaculo que una ayuda para cl moderne sistema econé- mico mundial.> No obstante, la idea del Estado-nacién ha prosperado. Europa fue sélo el ejemplo que otros continentes imitaron ¢on frecuencia. El des- membramiento del imperio espafiol en América a principios del siglo XIX condujo —a pesat de Ja berencia cultural que compartian las elites loca- les— a la creacién de mas de quince nuevos estados, que sélo mucho después pudicron conformar naciones (véase el capitulo 4). Los nucyos estados independientes de Africa heredaron la “camisa de fuerza’ de las antiguas fronteras coloniales, que en su mayoria no correspondian mds que a la estrategia imperial del “divide y vericerds”.® Sin embargo, debi- do al cardcrer explosive del problema del Estado-nacian —la llamada cuestién nacional—, la Organizacién de la Unidad Africana declaré des- de el principio de su formacién que las fronteras y las estructuras de es- tos estados tendrian que ser respetadas. Ast, tras ¢l establecimiento de los estados recién independizadas, los paises africanos sc embarcaron en un proceso consciente de construccién nacional. Por eso algunos observade- res sostienen que él praceso mas bien deberia llamarse “construccién es- tatal”, pues las verdaderas naciones africanas no son las que los imperios coloniales ctearon como unidades adminiscrativas y legales, Asi pues, el mundo estd formado por un niimero relativamente pe- quefio de estados y un gran nuimero de grupos étnicos, ermias o pueblos, que sé distinguen por sus caracteristicas culturales. La mayoria de los es- tades contempardneos son, pues, poliétnicos, de modo que el principio de nacionalidad en que se basa el Estado-nacién sdlo se aplica a un nu- mero reducide de ellos, Sin embargo, ¢l concepro de Estado-nacién se ha convertide en la fuerza impulsora del sistema politico y econémico mo- 4 Véase Breton, 1981. 5 Algunos autores discrepan de esta afirmacidn, Véase Blaut, 987, © Wéanse Smith, 1983; Asiwaju, 1985. LA CUESTION-ETNICA EN LAACTUALIDAD: 23 derno, El Estado es no sélo un mares legal disefiado para mantener el or- den entre la poblacién y garantizar la soberania de un cerritorio determi- nado. En la actualidad ha llegado a ser el mecanismo del desarrollo eco- némico y social, el distribuidor de bienes y-servicios, el vinculo necesario entre el mercado nacional y el internacional. Tiene que ocuparse de las necesidades basicas de la poblacién, fomentar el crecimiento y el empleo, rediscribuir la riqueza, responsabilizarse del medio ambiente y promover la integracién social, es decir, cuidar de lo que algunos llaman el "man- tenimiento del sistema”. La manera como el Estado desempefia estas ta- reas cs. siempre objeto de debates y accién politica. Para nuestro objeti- vo, la funcién del poder estatal mas importance es la articulacién de los valores culturales y politicas que reciben el nombre de “nacionalismo” ESTADOS-NACION ¥ NACIONALISMO- El Estado-nacién moderno dificilmente existirla si no se apoyara en la ideologia del nacionalismo, doctrina que nacié.a principios del siglo XIX y que a mediados del xx llegé a ser una de las fucrzas sociales mas pode- rosas y dindmicas de la historia, comparablésélo con la religidn y el so- cialismo revolucionario (véase el capitulo 2). El nacionalismo tiene mu- chas variantes y facetas,” pero en este momento nos bastard con hacer und distinciénclemntal entre la ideologia nacionalista que precede el es- tablecimiento de un Estado-nacién independiente, y el nacionalismo de Estado de los gobiernos que ejercen el poder. Esta distincién es impor- tante para la dindmica de los grupos étnicos y los estados-nacién. En las luchas anticolonialisras del Tercer Mundo, las ideologias na- clonalistas han sido un arma mas poderosa que las organizaciones mili- tares.® En paises como India e Indonesia, Nigeria, Ghana y Zaire, entre otros, las primeras ideologias nacisnallstas Intentaron paser-por-alto las diferencias étnicas existenres y reunir muchas comunidades religiosas, lingitisticas, regionales o rribales bajo el lema de una sola idea nacional, que con frecuencia —como se ha documentada en muchas easos— ha- bia sido inventada por una elire intelecrual alimentada por Ja tradicién P Wéase, entre muchos otros, Smith, 1979, "Para un andlisis de los nacionalismos del Tercer Mundo, véanse Seton-Watson, 1077; Kedourie, 1970; Shafer, 1972; Emerson, 1960. aS LA CUESTION ETNICA colonial europea. Auncue,en: ciertas instancias los movimicnto# naciona- listas condujeron cfectivamente ala independencia politica, y sus lideres fueron bautizados con razdn como “padres dela patria”, una de las prin- cipales interrogantes que enfrentan muchos estados poscaloniales es has- fa qué punto el anhelo nacionalista ha tenido éxito en acabar con las di- visiones étnicas. Entre los lideres de los movimientos independentistas afticanos, Amilcar Cabral fue uno de los pocos que subrayaron Ja impor- tanciade la culturay llamaron la atencidn sobre la necesidad de respetar la diversidad étnica ene amplio marca de la liberacién nacional, Par su parte, India atin esti tratando de hacer frente a dos tendenclas opuestas: por una parte, el nacionalisme secular unificador —tan apreciado por Ja- waharlal Nehru y muchos de los lideres del movimiento de independen- cia hindit— y por otra, las tendencias centrifugas de las identidades re- gionales, étnicas, lingliisticus, religiosas y comunales que arraen Ja lealtad de muchos cientos de millones de-ciudadanos de esa nacidn, La segunda fase es la del nacionalismo como instrumento del poder cstaral y como guia de las relaciones entre los estados. En esta etapa, el nacionalismo narmalmente niega cualquier lealtad éthica subnacional y exige sumisién incondicional al Estado, al que considera enearnacidn de la nacién. Este es el nacionalisma de los estados poscoloniales, el del pe- riodo de construccién nacional —como se le llama.con frecuencia—, en el que el concepto de nacién, tal como lo expresa la ideologia del Estado, incluye y subsume a codas las identidades previasy parciales. Sin embar- £0, como han mostrado algunos autores, si la integracién de la nueva na- cién exige la desaparicién come tales de les grupos étnicos preexistentes, entonces el proceso debe llamarse de construciém cstatal y destruccion nacional, mas que de construccidn nacional,? LA CUESTION ETNICA ¥ LAS CIENCIAS: SOCIALES La preocupacién por los problemas de las etnias, y especialmente par los de los grupos minoritarios, no es desde luego nueva. Los politicos tienen que enfrenrarse a ellos con frecuencia, Fucron causa ya de dos guerras mundiales y atin provocan guerras civiles y de liberacion nacional, sien- do las mas mortiferas de los tiltimos afios las que tuvieron lugar durante * Véase Connor. 1972. 3 NACIONES Y¥ ETNIAS: COMO ENMARCAR LA CUESTION ETNICA ESTADOS NACIONALES Y¥ BSTADOS MULTINACIONALES En la bibliografia sobre la relacién entre naciones y estados poderos re- conocer dos enfoques principales. Por una parte tenemos aquella posi- cién que identifica nacién y Estado sobre la base del viejo “principio de pacionalidad”, el cual constivuyd la fuerza motriz de la Europa del siglo xix: a todo Estado debe corresponder una nacién ya toda nacién un Es- tudo, A decir verdad, hay sélo unos cuantos paises en el mundo que cumplen cabalmente con este principio, Se trata de los clisicos estados nacionales, en los que la comunidad sociolégica y cultural, definida co- mo nacién, coincide con la comunidad politica enmarcada por el Esta- do y suis estructuras. En este caso ¢l concepro de nacién tiende a confundirse con el de Ja toralidad de Jos ciudadanos de una comunidad politica: macionali- dad y ciudadania tienden a ser lo mismo. Los politicos y los idedlogos nacionalistas, asf como los tedricos de la politica, dan por sentado que dita es la situacidn normal del Estado nacional moderna, y que éste es ¢] modelo al que debe aspirar Ja construccién nacional y la formacién estaral. Cuando esto no es asl y no todos los ciudadanos se consideran de hecho miembros de la misma “nacién”, aun perteneciendo a un mismo Estado, entonces la 'doctrina nacionalista del Estado nacional trata de aplicar —y a veces imponer— ciertos valores y politicas que tenden a asimilar los elementos no nacionales o subnacionales en el molde nacional dominante. En casos extremos, los grupos sociales identificadas coma “no nacionales” son excluidos, aislados, expulsa- dos o climinados. Esta forma extrema de nacionalismo hallé su expre- sién mas notoria y siniestra en ¢l pazismo aleman que, ligado a una forma virulenta de racismo, condujo al genocidio de los judios y los gitanos de Europa. Pero aun hoy la nueva derecha de la Europa Occi- (59) 60 LA CUESTION FTNICA dental, nostilgica del fascismo, echa mano de algunos de los viejos ar- gumentns nacionalistas (véase el capftulo 9).! __ Por otra parte tenemos una situacién més comun —aun cuando no. siempre se reconozca asi—; la de los estados modernos donde conviven, bajo una misma estructura politica, varios pBrupos o comunidades seca x mente distincos. Estos paises podrian llamarse estados multinacionales o pluriétnicos, Han llegado Wiser lo que son a través de procesos Hissiene diversas y recurren a muy variados areglos politicos para hacer frente a su diversidad cultural. Mientras que en algunos casos las estructuras euber- namentales reflejan la diversidad cultural, lingufstica, religiosa 0 me mente regional del Estado multinacional, en otros se adhieren al modelo tradicional de! Estado-nacién —o, mejor dicho, al de Estado monodtni- co. Las sociedades modernas que can en este rubro. a menudo deben en- frentar setios desajustes 0 conflictos de profundas consecuencias politicas y sociales, como consecuencia de la falta de congruencia entre la compo- sictén éenica de la poblacién y la nacuraleza de la comunidad polices Muchas procesos histéricos distintos han intervenide en la forma- cién de los estados multinacionales o pluridinicos, Un repaso sumari Nos permite analizar los siguientes casos, e i Estados nacionales de Eurapa El modelo clisico de la Europa Occidental siguid un proceso cién 0 consolidacién nacional conducido boda ee Scot rio y dominante capaz de crear o de apoderarse de un aparato de Estada y subordinar a las demas naciones. Algunas de tales naciones subordina- das ao subnaciones, como a veces se las Ilama— ocupan’un sitio de ‘minorias étnicas” y son tratadas como rales (punto al que volveremos mas adelante). En Gran Bretafia, por sjemplo, la Hamada franja celta Compuesta por galeses, escoceses'e irlandeses, fue subordinada de cite modoala mayaria dominante inglesa. No fue sino hasta fines de'los no- venta del siglo xx, que en Gran Bretafia se volviera a reconocer un grado de autonomfa a Escocia y al Pais de Gales. La nacién francesa abies su dominio sobre bretones, occitanos, corsos, alsacianos ¥ otros que hoy re . _— rae bre las relacionies y diferencias entre nacionalismo y fascismo; véase Smith, NACIONES ¥ ETNIAS 61 son minorias en el pals, aunque no sean legalmente reconocidas como ta- les. Un proceso similar produjo en Espafia la subordinacién politica de vascos, catalanes y otros grupos regionales y lingidisticos que ain hoy cuestionan el modelo tradicional de Estade-nacién dominado per los es- paoles. Después de la muerte del dictadar Francisco Franco en 1975, dichos conflicts llevaron a que la constitucién politica espafiola inclu- yera las autonomilas regionales, Lo misma ocurre en ottos palses de Eu- ropa Occidental, Japén podria ser otro cjemplo de este proceso, pcs ahi Ja poblacién original ainu fue casi compleramente absorbida por el gru- po étnico japonés mayoritarie, pero todavia mantiene cierta identidad propia. Del imperia al Estado mulemactonal Otra variante es el Estado multinacional que conserva la estructura del imperio multinacional que lo precedid. Podemos citar como ejemplos de ello a China y ala ex Unién Soviérica, En este caso una nacién mayori- turla coexiste con varias nacionalidades migoritarias en el marco. de una tganizacién politica unitaria o federal. En la Reptiblica Popular China, los dispositivos particulares que gobiernan las relaciones entre el Estado y las nacionalidades minorirarias han cambiado a lo large del tiempo, pe- po el reconocimiento de los derechos de las minorias fue incorporade:a la constitucién del Estado y la legislacién nacional. La politica contem- porinea china incorpora los territories y las fronteras del imperio chino tradicional, y la secesi6n o el separatismo nacional no sélo no se consien- ten sino que son considerados como un riesgo para la soberania territo- rial (como Jo demuestran los violentos incidences. ocurridos en el Tibet durante 1986-1989), En la ex Unido Sovietica las reptiblicas, regiones y distritos autane- tnos agrupaban a mis de cien nacionalidades distintas, Si bien Jacons- tiucién soviérica reconocta el derechs formal de los pueblos no rusos a separarse de la Unién, la practica sovidrica desalentaba fuertemente cual- ® Respecto de Europa Occidental pueden consultarse las siguienses obeas recientes: Pion Mayo, 1974, que trata principalmence de beetones, galeses y vascos: Foster, 1980, (jue cubre distimas sirusciones y paises diversos, y Tiryakian y Rogowski, 1985, qué in- huye discusiones te6cicasy un andlisis comparativo de los nacionalismas contempordneos en Gran Bretafa, Canada y Espa. 62 LA CUESTION ETNICA NACIONES ¥ ETNIAS. 63 quierexpreion abierta de nacionalismo separatista por parte de los no minorias de consideracién, y otros, como Yugoslavia, se estructuraron de tusos. Esta posicin fue formalmente desafiada a principios de 1990 por hecho como estados multinacionales. El problema de las “minorias na- la decisién liruana de separarse de la Unién Sovittica, a la que habia sido cionales” sobre todo cuando éstas se identifican con algtin grupo étni- ilegalmenteanexada en 1940, junto con Letoniay Estonia. Poco después co ¢mparentado que constituye la mayoria en un pais vecino— fue una se desintegraba la Unién Sovidtica como tal, y surgieron a la vida inde- de las principales cuestiones que debio enfrentar la Sociedad de Nacio- | pendiente numerosos nuevas estados identificados por sus caracteristicas nes entre las dos guetras mundiales, y hoy nuevamente, después de los nacionales (Kirguistin, Kazakstdn, Tadjikistin, Armenia, Azerbaiyan, acontecimientos de la década de los noventa, es considerado como una Georgia, Moldova, Ucrania, Belariis, etc.). En la Federacién Rusa que amenaza constante para la coexistencia pacifica entre las estados. Aqui, quedé como micleo mayor de la antigua URSS, coexisten nuevamente una vez mds, los acomodos politicos varian de caso en caso (desde el numerosas nacionalidades, algunas de las cuales, camo los chechenos, completo reconocimiento de todas las minorlas en igualdad de condicio- plantean tambin su independencia. En algunos de los nuevos estados nes, como fue el caso en Yugoslavia, hasta la negacién de que existen ta~ sucesores dela Unidn Sovidtica, los rusos etnicos constituyen ahora mi- les minorias, como esta actinud del gobierno rurco hacia los kurdos, 0 el norias nacionales, rato que dieron Rumania y Bulgaria socialistas a sus minorlas hiingara Como hemos dicho ya, la Unién Soviética habfa previseo (antes de ¥ curca, respectivamente).4 Un conflicto pasticularmente espinoso es el los sucesos.de 1989-1990) una amalgama de las distintas naciones que de Chipre, isla dividida en dos partes, los curcos en el norte ¥ los griegos la constituian y el surgimiento de una nueva “comunidad histérica”, lo” en el sur. Ambas comunidades cuentan con fuerte apoyo de sus estadas que indica que se pensaba que las diferencias nacionales estaban dismi- connacionales vecinos, y de hecho la ocupacién militar turea del norte nuyendo o incluso desapareciendo. Los sucesos de los noventa han pro- del pats, conta constitucién artifical y no reconocida internacionalmen- bado lo contrario. Por contraste, en China la mayoria han, que repre- te de una “republica chipriota turca” ha congelado el proceso politico in- senta ms de 9096 de la poblacién total, ¢s tan predominante que el temo de reconciliacidn en la isla. ate “desarrollo cultural” de las minorias no han es visto como una asimila« cién progresiva a los han.* Los estados polidtnices poscoloniales Los estados sucesores de los imperios multinacionales Particulamente significativa en los asunctos mundiales contemporineos es Ja siruacién de muchos de los estados nuevos que alcanzaron la indepen- Los prablensas son diferentes en los paises que se constituyeron en esta- dencia después de la segunda guerra mundial: los estados poscoloniales. dos despuds de la fragmenracién o desintegracién de algiin antiguo im- Con el fin de los imperios mundiales europeos, surgieron en Asia, Afti- perio multinacional, particularmente después de la primera guerra mun- ca y el Caribe muchos estados independientes que hoy componen la dial. Es lo que ba ocurrido, principalmente, en los Balcanes yel Orience mayoria de} llamado Tercer Mundo. Algunos de elles se estructuraron. Medio, donde surgieron varios estados nacionales como consecuencia de como estados nacionales, sobre todo cuando aun antes de su subordina~ jAdisolueise de des:imperios de los oramanos y el de los Habsburgo, cién al colonialismo europee tenfan algdn tipo de idencidad nacional Aunque algunes de estas eames rlativamente niievor se hin organi que pudicron recuperar en el periodo poscolonial. Sin embargo, en la do segin el “principio de nacionalidad”, varios de ellos incluyen ciertas 4 Sobre las minorlas en Oriente Medio, véanse Esman y Rabinovich, 1988; Chabry * Cantre d’Eneausse, 1978; Moryl, 1987; Dobrizheva, 1985; Ruan Xihu, 1985; y Chaiory, 1984, Pus una dicusin sobre Ia politica de nacionalidads er la ex Federacion: Gutiderex Chong, 1986. Pura wn andlisis documentade de Ia palitica de nacionalidadesen Muoslavay la sicuacién en otros pafses de Europa Orienral antes de la caida del communis ja antigua Unidm Sowigtica, véase Olcott, 1990, sv dans Corina 1544: 64 LACUESTION ETmaca que simplemente tetomaron las divisiones administrativas y las fronceras: rerritoriales de la ¢poca colonial, sin tomar en cuenta la composicién ér- nica, lingilstica © cultural de la poblacién. Asi; la mayoria de los alse del Tercer Munda constituyen un verdadero mosaico poliétnico. Mien: tras que en algunos hay mayorias ¢tnicas bien definidas, en Fine cada Brupo éinico no es mas que una minoria encre otras. Aun a tiesgo-de pa- fecer excesivamente esquemdticos, debemos describir algunas de lash tuacioncs que prevalecen en cstos paises, Rivalidad multidenice. Hay estados multinacionales isten i tidades subestatales, 2 menudo localizadas en ree pa ferencian por factores lingitisticos, religiosos, histéricos u mince (o | combinacién de ellos). Dichos grupos luchan entre sf y con el Estado } central por el poder Politico y los recursos. Su organizacién varia desde | un. amplio federalisma ‘hasta una estructuracién, politica fuertemente cencralizada. Esta situacién a menudo conduce a conflictos, y veces a la violencia y aun a la guerra civil, particularmente cuando el objetivo Py - fos movimientos nacionalistas es la secesién, el irredentismo o | separa=: | tismo. India, Pakistan y Nigeria son ejemplos de esto.-En este caso, una. ae tareas principales de los estadistas y de los politicos pactondliiac em | (ade intenrar construir una conciencia y una identidad-nacionales (tarea obligada para la construccién nacional) a partir de las varias tradiciones étnicas y nacionales (o subnacionales, coma prefieren decir algunos) a conforman la rotalidad del Estado. Con frecuencia, en estos inl distintos grupos ¢tnicos tienen bases de poder regionales y, al no ser cael paces de tomar un control completo del apararo de Estado, seven oblam gadas a negociar y aceptar un modus vivendi con otras etnias regionales del mismo tipo, con lo que alcanzan cierto grado de equilibrio o balan- ce palitico que mantiene la unidad del Estado, asi sea sobre cimientos endebles, Lo.que es mils, las casos en que la unidad estatal se ha visto 6 flamente cuestionada han sido tan costosos en términos humanos = ndmicos (por ejemplo en Nigeria y Zaire durante los afios ec) uc, a menos que el éxito esté asegueado de antemano (los cual es impel ble en todo caso), son pocas las minorias étnicas que intentanin separar s¢ 0 concentrar cl poder en sus propias manos. Las excepciones a esta til tima afirmacién son, desde luego, las dictaduras militares ersonales: basadas en la fuerza: en politicas extremadamente nepresivas eo NACIONES ¥ ETMIAS 65 nes tercermundistas que Richard Falk, siguiendo a Samuel Huntington, clasifica baja el rubro de “pretorianismo”.* Muchos estados africanos in- dependientes podrfan entrar en esta categoria.’ La mayoria de los lideres de estos pafses han cantade las loas de Ja “unidad nacional” y denuncia- do los males del “cribalismo” o “etnicisme”, aunque, como han mostra- do algunos investigadores, muchos de ellos han echado mano de una et- nicidad politizada para alcanzar sus propios fines” Dominacién dtnica. En algunos estados poliémicos, una mayoria éthica 0 linglifstica Mantienc una posicién dominanteen la estructura estaral y, sin embargo, tiene que negociar con los intereses y las demandas de una 0 va- rias minorlas que podrfan sentirse despreciadas o marginadas por la nacio- nalidad dominante o mayoritaria y que en ocasiones tienden a poner en duda su legicimidad. En Asia, Sri Lanka se acerca a esta situacién, A ve- ces, las etnias minoritarias son de hecho idades fragme el sentido de que los limites artificiales creados por los colonialistas fue- ton retomadas por los nuevos estados poscoloniales y han sido reconoci- dos por el sistema internacional, Este proceso ha dividido lo que solian ser unidades culturales relativamente homogéneas en muchos “fragmentos” nacionales. Muchos pafses africanos tienen est problema, que ¢s fuente constante de fricciones y descontento entre la etnia dominance y los gru- pos étnices subordinados, asi como entre ellos y sus paises vecinos.* Para combatir la constante inestabilidad y las amenazas a la paz, al principio la Organi: de Unidad (c 6 respecar los limites tertitoriales impuestos por el colonialismo, aun a pesar de sus muchas consecuencias negativas. Puede ser que esta decisién haya evita- do més guerras y nuevos baios de sangre en el Africa poscolonial, pero ha creado problemas de “construccién nacional” que atin no estin re- sueltos.? Como han sefialado muchos observadores, la identidad lin- ilistica, religiosa o étnica no necesariamente constituye una base para la accién politica, excepto bajo algunas circunstancias especificas. En mu- chos casos africanos, y algunos asidticos, los investigadores hablan de 9 Falk, 1981, * Véanse Smith, 1983: Young, 1976. ? noli, 1989. Para una evaluacién critica de un caso particular, vase Kengne Po- kam, 1986. 4 Sobre este tema, véase Asiwaju, 1985. 9 Puede consultarse una sesefia critica de la situscién africana en Neuberger, 1986. 66 LACUESTION ETNICA identidades y rivalidades “tribales” que, segiin ellos, constituyen una amenaza para la unidad nacional, y a veces incluso para la “seguridad na- cional". Sin embargo, dichas unidades tribales no son necesariamente comunidades arraigadas en una idencidad histérica comin y con una misma conciencia tribal. No hay nada fijo y eterno en ellas. Al contra- rio, muchas de estas tribus y etnias fueron de hecho creadas por los po- deres coloniales para servir a sus propios fines de dominacién y control yal menos durante el periodo colonial, fueron manipuladas par los biernas coloniales, Con todo, a lo largo de los afios han establecido an idenridad en términos polfticos y administrativos y hoy dia algunas de estas etnias, independientemente de su origen a de sus antecedentes, constituyen grupos de poder por si mismas, y son capaces de enirentar er constituidos del mismo mode y aun al propio Estado Estados de inmigraciin Otro grupo de paises poliétnicas es el que forman los llamados “prime- fos paises nuevas". Se trata de aquellos que fueron asentamientos colo- niales ounce age alcanzaron la independencia 0 un status de autono- mia politica mucho antes que las otros estados oniales. tienen muchos de los elementos del Estado oe joe una etnia dominante que se identifica con el original poder metropoli- tana), étnicamente se caracterizan por haber sido, durante décadas, la meta de numerosas olas de inmigracidn. Si bien muckos de los grupos de inmigrantes intentan conservar y a veces aun recobrar su identidad éni- ca, otros sc han asimilado al grupo nacional mayertitario que se ha ide formando con el tiempo. Tipicos de esta situacién son Estados Unidos, asi como Canada, Argentina y Australia. : Estados con poblaciones indigenas Finalmente mencionaremos aquellos paises donde, i alme arem , por conquista o-< lonizacién, la poblacién indigena preexistente ha wacdsis a berets "8 Véase Olorunsola, 1972, NACIGNES ¥ ETNIAS GF las estructuras estatales que le fueron impuestas desde fuera, pera en los que las pueblos indigenas mantienen algiin grado de identidad y se en- frentan al Estado defendiendo ciereas demandas y derechos (véase el ca- pleulo 8), Esta situacién es comin en algunos paises latinoamericanos, en los que el Estado poscolonial ha sida tradicionalmente controlado por joa descendientes de los calonos europeos (en este caso ibéricas) y don- de, durante siglos, los grupos indigenas (que en algunos paises, coma Guatemala y Bolivia, constitayen de hecho la poblacién mayoritaria) han quedado en una situacién de subordinacién econdémica, cultural y politica. Tradicionalmente, la mayorla de los paises latinoamericanos han aplicado a su poblacién indigena una politica de asimilacién, sdlo relati- yamente exitosa, Con todo, en muchas de estos paises un gran segmen- wo de la poblacién nacional esti formado por un grupo émnico mezclado: los mestizos, Algunos paises de inmigrantes © colonos europeos tienen también poblaciones indigenas, pero la situacién de éstas ex muy distin- ta de la. que prevalece entre los grupas étnicos inmigrados. Es, por ejem- plo, el caso de Canada, donde las “minarias ¢tnicas” y los pueblos indi- genas son tratados por separado tanto politica como Jegalmente.!! Orros ejemplos son Australia y Nueva Zelanda. (COMUNIDADES ETNICAS DENTRO DE ESTADOS MODERNOS Uno de los temas politicos de mayor importancia para muchos estados modernos es la manera como debe enfrentarse la cuestién del pluralismo dentro de una sociedad poliétnica o multicultural (uso aqui los dos tér- minas camo equivalentes, aunque hay evidentes distinciones analiticas entre ellos), Es importante recordar aqui que cada Estado polictnico o multiculrural es el resultado de procesos histéricos y estructuras politicas y econémicas muy particulares, de manera que es riesgoso generalizar so- bre estos fenémenos, Pero es precisamente debido a a) los procesos hisc6- ricos y 8) la polftica en cuanto lucha por el poder, que las distintas nacio- fhes 6 etnias que cocxisten en una estructura estatal dada, generalmente se acomodan en un sistema jerdrquico o estrarificado. En otras palabras, los grupos étnices se relacionan entre si asimétricamente, ya sea por su tamafio, su riqueza, poder o status. En la mayoria de los paises, las comu- 18 Wéanse Kallen, 1982; Nevite y Kornberg, 1985. 68 LA CUESTION ETNiCA nidades émnicas pueden ser clasificadas segiin una gran variedad de crite- ‘ios, particularmente en cuanto a su relacién con el Estado se reficre. Asi, los estados polidinicos pueden ser considerados como sistemas estratifi- cados donde las caracteristicas érnicas tienden a tener papeles diferentes, no sélo de acuerdo con las variables socioeconémicas usuales en cual. Suier sistema estratificado sino también segtin sus muy particulares cir- cunstancias. Podemos reconocer dos variantes bdsicas en el sistema de es- tratificacién étnica: a) Extratificacién general ne congruente, donde la Posicién de un gru- Po étnico especifico en una escala no corresponde necesariamente a una Posicién similar en otra escala, Por ejemplo, en algunos paises del sudes- te asidtico los chinos se colocan en lo alto de la eseala econdémica, pero mids abajo en la escala del poder politico. i b) Estatificacién congruente, en la que un grupo étnico dado se co- loca siempre del mismo modo en los estratas que indican su jerarquia social. Esta es la situacién mds comin: el grupo étnico dominante tien- de a ocupar la posicién més alta en rodas las escalas, mientras que los grupos subordinados (como los indigenas en Latinoamérica, los afticas nos en Suddfrica durante el periodo del apartheid y los negros en Esta- = is Seopa inferiores en todas las escalas Ye por en= le, en el sistema tot Ina i istinguil nae vez mds, podemos distinguir aqui algunos J. Extado poliétmice emocrdtico Es comin que en los estados politicos un Btupe €tnico dominante (sea mayoritario 9 no) concentre el poder, y 4 menudo la riqueza y los recursos, en beneficia propio y al mismo tiempo intente, y frecuente- mente logre, mantener a otro u otros grupos étnicos no mayoritarios en una posicién subordinada © marginada. La etnia dominance tiene y mantiene para si Tos privilegios, mientras que las etnias subordinadas o bien se conforman con ese patrdn o bien lo desafian a través de cuantas estrategias politicas tengan a su alcance, Podemos referimnos a tales socie- dades como estados etnocriticos, Aunque muchos de estos estados dis- Ponen a veces de garanrias formales 0 legales para asegurar la igualdad y contra la diseriminacién, de hecho lo mas comin es que en ellos predo- mine alguna etnia. Un ejemplo extremo lo constituyé Sudafrica y su sis- tema de apartheid, donde el grupo blanco dominante, aunque pequefo, INACIONES ¥ ETNIAS 69 oprimié durante siglos a la mayorla de los africanos.!? Otro ejemplo lo olrecen algunos paises latinoamericanos, donde la poblacién indigena mayoritaria (como en Bolivia y Guatemala), o minoritaria, estd subor- dinada, desde todes los puntos de vista, al grupo blanco o mestizo do- minante. En Estados Unidos, aun cuando en afios recientes se han reco- nocido las demandas de las minorias ¢cnicas, el modelo cultural que prevalece sigue siendo el de los llamados wasps (White Anglo-Saxon Protestants, o protestantes anglosajones blances), que dominan el go- bierno, la economia y la mayoria de las instituciones sociales del pais.!* Los drabes de Israel comparten la ciudadania con los judios, pero la ma- yorla de los observadores concuerdan en que son de hecho ciudadanos de segunda clase. En muchos paises drabes o islimicos, a su vez, los grupos érnicos no drabes o no islmicos ocupan posiciones inferiores respecto a la ma- yoria musulmana o drabe dominance (por ejemplo, los kurdos en algu- nos palses del Asia occidental, los bereberes en Argelia, los cristianos en el sur de Sudin, los judies en Iran y Siria, ete.). En Francia, algu- as etnias regionales (brerones, occitanos, corsos) se quejan desde tiempo arrds de la discriminacién de que son objeto por parte de la bu- rocracia central del gobierno. Y asi podriamos citar atros muchos sjemplos: La lucha por el poder y los recursos entre distintas etnias, en espe- cial cuando el ebjeto de su competencia es el aparato del Estado mismo, a menudo genera tensiones y conflictos. Si no existen los mecanismmos adecuados para manejar 0 salucionar estos conflicras, la situacién puede llevar, como ha ocurrido frecuentemente, a la violencia comunal o gene- ral y, a veces, a la guerra civil ya la interyencidn extranjera (como ocu- rid en Sri Lanka durante los afos ochenta, o como los conflictos que condujeron a la creacién de Bangladesh, la guerra de Biafra en Nigeria en los sesenta, el conflicto entre el gobierno nicaragiiense y las indios mis- kitos de la costa atlinrica en los ochenca, la rebelidn de los “mores” mu- nylmanes en Filipinas, y mas recienremente las morciferas guerras éenicas en la ex Yugoslavia). "En las primeras elecciones democrdricas de Sudfrica en 1994, ef apartheid fue abolida, ' Ringer y Lawless, 1989, documentan la dualidad del orden politico-econémico fe Estados Unidos, que hiscéricamente ha favorecide a los blancos y ha discriminado a los hegros y otras minorias no blancas. 70 LA CUESTION FTNICA No todos los conflictos énicos implican una lucha por el control del Estado cencral, y tampoco resultan siempre en un conflicto violen- to, Sin embargo, los conflictos y las rivalidades de cardcter érnico estén mils extendidos de lo que se suele pensar. Ni siquiera son inmunes a ellos 40s paises multinacionales que han elaborado leyes politicas para salva- guardar los derechos ¢ intereses de los grupos émicos o las nacinnalida- des no dominantes, como prueban ampliamente los sucesos ocurridos durante los aftos ochenta y noventa en la Unién Sovidtica, China y Yu- goslavia. El Estado etnocritico na sdio es una estructura que da a la ee nia dominante poder y privilegios a expensas de las otras etnias naciona- les; lo mais perturbador es que la etnia dominante frecuentemente se identifica con el Estado-nacién como un todo, y se apropia de él, En otras palabras, en un mundo de estados nacionales donde el pluralisma cultural ola polietnicidad son mal vistos, si no es que francamente com- batidos, es probable que una etnia dominante se presente a sf misma co- mo la dnica nacién verdadera, real, auténtica, o al menos como modelo al i # ; peg conformarse las demds etnias o naciones comprendidas en 2. Paliticas de asimilaciin Siun Estado etnocritico llega a reconocer la pluralidad étnica y cultural dentro de sus fronteras, lo mis camuin es que adopte una estrategia de asimilacién al respecto. La ideologia del Estado-nacién proclama la uni- dad y homogeneidad nacional camo valor supremo y a menudo adopta politicas disefiadas para asimilar, integrar o incorporar rdpidamente a las etnias © nacionalidades no dominantes (los términos y conceptos pue= den variar) en un molde dominante. Durante décadas, los pobendeg de Latinoamérica han practicade conscientemente (y algunos practican atin) una politica de asimilacién de sus pueblos indigenas, Muchos de los paises que reciben oleadas de inmigrantes provenientes de tado el mundo consideran la asimilacién como una meta. A pesar de las estrue~ turas legales que reconacen y aun garantizan la diversidad multinacio- nal, los regimenes marxista-leninistas del pasado reciente alentaban de hecho la asimilacién y la integracién, ya sea que al proceso lo [lamaran McNeill, 1986, NACIONES ¥ EPNIAS 7 (nenela de naciones o surgimiento de una nueva conciencia nacional. De hecho, las naciones mayoritarias —como los rusos en la URSS y los han 0 China— se presentaban como el modelo al que debian tender las de- (nis naclonalidades.!> En algunos palses de la Europa central las politi- cas de asimilacién han sido atin mas ctudas. Recuérdese, si no, la polifci- 4 que aplicé Bulgaria a su minoria turca antes. de los draméricos cambios de 1989, 0 la que adopté Rumania respecro a su etnia magiar (hiingara). En cuanto objetivo nacional, la asimilacién es a veces deseada por las minorias écnicas, sobre todo si han sido histéricamente perseguidas u oprimidas por el Estado o algun grupo érnico dominante. Es el caso de los judios curopeos durante el siglo XIX, cuando buscaron la emancipa- fidn del gueto y sus estigmas, a les que habian sido relegados desde la fidad Media. También en Europa los gitanos anhelan la acepracién, no el rechazo, de la sociedad dominante. En muchos paises, los inmigranres wieren asimilarse rapidamente. El American dream de hace poco consi- raba que el grado de asimilacién al crisol (melting por) daba la medida del éxito de los inmigrantes, Algunos atin se aferran a este credo en Es- tudos Unidos; otros se inclinan por un pluralismo culeural como el cana- diense.'® nih Aun asi, los grupos étnicos dominantes suelen defender la asimila- 4i6n y a menudo la convierten en politica oficial. Sin embargo, laasimi- lacidn no siempre es deseada ni aceptada por las minorfas no dominan- tes, Si dichas minorfas consticuyen comunidades cuya identidad se funda en fuertes lazas histéricos, tetritorlales o culturales, entonces las politicas asimilacionistas pueden ser tomadas como una agresién y encontrarse eon na resistencia, ya pasiva, ya organizada. Bn cales situaciones puede desacarse la violencia. 3. Colonialismo interna La estratificacién étnica se atribuye a veces'a factores subjetivos, como la actitud de los miembros de una etnia que se considera superior o Connor, 1984, (6 Para wn andlisis pionero sobre esto, weanse Glazer y Moyiiihan, 1963; Novak, 1971; Polenherg, 1980. 4 na LA CUESTION ETNICA mds valiosa que las dems, a las que considera inferiores.'? Desde lue- go, cl etnocentrismo desempefia un papel en el establecimiento de las telaciones incerémicas y a veces se ve agudizado por Clertas actirudes colectivas, como el chauvinismo, la xenofobia y el racismo. Cuando existen, esas actirudes determinan el comportamiento social entre los distintos grupos, y viceversa; algunos patrones de relacién social entre grupas érnicos diferentes moldea y condiciona las actitudes personales. Ambas cosas se refuerzan mutuamente, generando un patron que pue- de derivar en hostilidad y tivalidad. Se crata de un fenémeno comin cuando, en el marco de una comunidad local, conviven distintos pru- pes raciales, lingiisticos o religiosos, lo que puede llevar a conflictos comunitarios como los que han azotado tan frecucntemente a India, enfrentando a los musulmanes con los hindwies. No cabe duda de que las actitudes subjetivas asi como los comportamientos que conilevan pueden ser instigados 0 manipulados por intereses particulares desde fuera o desde dentro de la comunidad misma, Una vez mas, India nos ofrece un ejemplo: el del movimiento separatista de una parce de la co- munidad sij. No obstante, por lo general las actitudes inrerétnicas y el comporta- mienco de los grupos no brotan por si mismas, y no cabe duda de que no pueden atribuirse a rivalidades u hostilidades. subyacentes e inmutables, Cuando se presenta una hostilidad o rivalidad étnica, es casi seguro que tiene una razdn histérica especifica que remite a luchas policicas por el poder a los recursos. Asi, por ejemplo, es frecuente que algunos observa- dores superficiales se equivequen y confundan las cosas cuando atribu- yen ciertos conflictos (digamas, africanos) a una abstracta “rivalidad trie a Some si rivalidad y conflicto fueran inherentes al concepto de tribu”. \ Las tivalidades, hostilidades y conflictos étnicos no son de hecho mas “naturales’ que la solidaridad y la cooperacién interétnica. Aunque la identidad étnica y la solidaridad grupal son un fenémeno universal, no se sigue de ello que impliquen necesariamente el rechazo y la hosti- lidad hacia otros grupos ¢tnicos, La coexistencia pacifica entre grupos distincos, dentro de los limites de unidades politicas mas amplias, es cuando menos tan comuin y petsistente como los conflictos interétnicos. 1? Vase Horowitz, 1985. * Como sefiala Nnoli, 1989, NACIONES ¥ ETNIAS 2B Lo que parece ser constante, sin embargo, es que la rivalidad u hostili- dad entre las etnias, cuando existe, se deba a desigualdades estructurales subyacentes que resultan de ciertos agravios histéricos, generalmente re- lacionades con la conquista, la colonizacién, la explotacién econdmica, la opresién politica y otros procesos de dominio y subordinacién asocia- dos con el Estado etnocratice. En muchas partes del mundo, el persis- tente patrén de desarrollo desigual, disparidad regional, explotacién econémica, opresién politica y polarizacién social se ha asociado hist- ricamente con la expansién y el colonialismo europeo, que habria de convertirse en el sistema capitalista mundial y acabaria por incorporar a pricticamente todas las regiones y sociedades del mundo, ya sea directa o indirectamente,!* El patrén “centro-periferia”, tan acertadamente descrito y analizado en el enfoque del “sistema mundo”, creé las condiciones para autorrepro- ducirse en un buen niimero de sociedades coloniales y poscoloniales. Mucho antes del establecimiento del sistema colonial internacional, mu- chos paises “centrales’, que mis tarde se idencificarian con el capitalismo mercantil ¢ industrial (Gran Bretafia, Francia, Espaiia y, mas tarde, Ex- tados Unidos), habfan ya establecido patrones de dominacién interna dentro de sus crecientes limites territoriales-Tales patrones prefiguraron las relaciones imperialistas y coloniales internacionales que yendrian a caracterizar al sistema mundial durante los siglos x1x y XX. Fue asi como la monarquia centralizada de Castilla establecié primero su dominio so- bre la peninsula ibérica, antes de embarcarse en la conquista colonial de las Américas, Y lo mismo hicieron Francia y Gran Bretafia en los siglos subsecuentes. Antes de convertirse en una potencia mundial, Estados Unidos incorporé vastos terricorios y sujeté a su dominio a muchos pue- blos indios y poblacién mexicana, ademis de los esclaves importados de Africa: El colonialismo y el imperialismo son parte integral de la expan- sién del capitalismo a escala mundial, De hecho, ambos son parte de su propia naruraleza.*° La acumulacién capitalista requiere del desarro- llo desigual y de la polarizacién social y econémica. Los palses subde- sarrollados de hoy —los que conforman el llamado Tercer Mundo— no son simplemente los competidores mas rezagados en la carrera del Amin, 1977; Frank, 1979; Wallerscein, 1998, y otros trabajos del mismo autor. © Addo, 1986. 74 LA CUESTION BTNICA desarrollo y la modernizacién: son una consecuencia de la acumulacién capitalista. ¥ el patrén se repite a si mismo con cada pals capitalista subdesarrollado y dependiente. La burguesia internacional —la clase social que es el instrumento histérico de la acumulacién capicalista— no sdlo esta bien localizada en los centros capitalistas de hoy (Nueva York, Londres, Tokio...) sino que se ha establecido firmemente en los paises del Tercer Mundo. La burguesia de estos paises es sin duda de- pendiente y subordinada, pero desempefia un papel crucial al permitir que la red de acumulacién capitalista funcione adecuadamente en e] marco que establece la dualidad centto-periferia.2” Y muchos estados tercermundistas tienen también ese papel en el nuevo marco de la glo- balizacién econémica. En este panorama general, el sistema de relaciones étnicas estratifi- cadas desempefa un papel determinante. Esto se debe a que a menudo el patrén capiralisra de dominacién/subordinacién no sdlo involucra a las clases econdrnicas (retratenientes/campesinos; industriales/trabajado- res) y a las distintas regiones geograficas sino también a distinros grupos dinicos, sobre todo cuando en los estados poscoloniales etnocraticos la divisién en clases sociales coincide con las distinciones étnicas (lingiisti- cas, culcurales, religiosas, raciales) o se superpone a ellas. Esto, desde lue- go. no “ocurre” por simple accidente, sino que es resultado de una histo- ria colonial y poscolonial particular. Asf, el patrén de estrarificacién étnica que encontramos hoy en muchos paises es una manifestacién de relaciones estructurales mas profundas, que podemos llamar colonialis- mo interno, Las relaciones entre los estados etnocraticos de Latinoamérica y sus respectivas poblaciones indigenas pueden comprenderse en rérminos de colanialisme interno.” Este se da también en otras partes del mundo donde las poblaciones aborigenes han sido subordinadas al desarrollo capi- talista, o en situaciones tan disimiles como la opresién de las poblaciones negra ¢ hispana en Estados Unidos, y la franja celta en Gran Brevaita. Al- gunos investigadores critican el criterio de “colonialismo interno” aplica- do a paises del Primer Mundo, pero no cabe duda de que es una herra- mienta util para analizar las relaciones éenicas asimétricas de muchos estados poscoloniales del Tercer Mundo, donde la explotacién (étnica, 4 Cardoso y Faletta, 196% Ake, 1981. ™ Gonsdlea Casanova, 1965; Stavenhagen, 1979, NACIONES ¥ ETNIAS 75 fegional y de clase) esti estrechamente ligada a un patrén relevante y re- Gurrente.”? 4, El problema de las minorlas éemicas Ein Jos estados nacionales modernos, los pueblos 0 grupos émicas no do- { minantes se convierten en “minorias” —étnicas, raciales, lingiifsticas, re- ligiosas, nacionales— segiin sus caracteristicas especificas. Normalmen- fe se trata de minorlas numéricas, pero cuando no lo son en términos cuantitativas (come ocurre con los pueblos indigenas de Bolivia y Gua- | temala o con la poblacién de origen hindd en Fiji), se puede hablar de minorfas socioldgicas y politicas, El eérmino “minorfa” se ha convertido eh un conéepto socialégico especifico y tiene implicaciones legales y po- Iiticas tanto en las legislaciones nacionales como en el derecho interna- cional, ocho mil) son generalmente considerados como minorias cuando no se erigen en “naciones” para controlar el Estado nacional. La Organizacién | B P de las Naciones Unidas, commerantesta Sociedad de Naciones, intenté en- frencar el problema de las minorfas debido a la gran preocupacién inter- pacional que dste generaba. Encre las dos guerras mundiales, el problema de las minorfas nacionales, aunque atin sin solucién, era considcrado co- fmo una amenaza Constante a la paz internacional, como lo habian pro- ado fas cincunstancias que condujeron a la primera guerra mundial. De hecho, los nazis usaron como pretexto la situacién de las minorfas étni- eas germéanicas en sus paises vecinos para justificar su expansionisme y su agresién militar. Despuds de la segunda guerra mundial, el tema de las minorias ét- icas fie minimizado porla ONU, y en general se Je lra tratado como una mera cuestién de derechos humanos individuales. Se considera que los instrumentas internacionales para la defensa de los derechos humanos, basados en los prineipios de igualdad y ne discriminacién, son garantia suficiente para proteger a las minorias étnicas en cualquier parte del tmunde, Los derechos humanos individuales se aplican a dichas minorias como a cualquier individue. Durante afos, los politicos y los investiga- 2 Blauiner, 1972; Hechter, 1975 y 1985. ‘Asi, la mayor parte de los grupos étnicos del mundo (entre cinco y ) ——<$—$ 76 LACUESTION ETNICA dores han considerado que no es necesario Prestar especial atencién a las minotias étnicas como tales, ya que supucstamente el nuevo interés mundial por los derechos humanos individuales sirve perfectamente co- mo paraguas defensivo frente a las violaciones que pudicran cometerse contra los miembros de una minoria érnica. Peto antes de la era de los derechos humanos universales finiciada por la adopcién de la Declaracién Universal de Derechos Humanos en lnonven 1948), las minorias eran ocasionalmente objeto de medidas de proteccién especiales para combatir su discriminacién, particularmence cuando tercetas partes —come los gobiernos vecinos o las superpoten- cias— se interesaban en ellas. Las minorias religiosas y nacionales han si- do objeto de tratados bilarerales y, en su momenta, la Sociedad de Na- clones desarralld lo que se conoce como el “tégimen de minorias”. En la secuela del dercumbe de la Unidn Sevidtica y Yugoslavia en los noventa, la temdtica de las minorias émicas y nacionales ha recobrado fuerza en {os organismos internacionales. E] Consejo de Europa tiene ahora un Al- to Comisionada para las minorfas nacionales y la ONU adopté una De- claracién sobre los Derechos de las Personas Pertenecientes.a Minorias en 1992; 3. Contradicciones entre minorlas étnicas ¥ estadornacién Aparte-de la cuestién de las medidas especificas de proreccién a las mi- norias, podemos preguncarnas si no hay una concradiccién més profun- da entre la idea de Estado-nacién —en un sistema mundial cada vez mas inverdependiente y glabalizado— y la supervivencia y preservacién de | las culeuras étnicas minorirarias. Los estados, en especial los pequefios y | medianos estados ccondémicamente débiles del Tercer Mundo, que no | ban lograda deshacerse de los efectos del tégimen colonial y sus secue- | las, estdn legitimamente preacupados por las demandas politicas, poren- | cialmente percurbadoras, de los que consideran grupos subnacionales, x | Los remas relacionados:con los derechos de las minorias suelen tomarse camo demandas que ponen en peligro a la nacién, debilitan al Estado y les hacen el juego a reales o supuestos enemigos externos, Muchos con- flictos étnicos, actuales o recientes, han mostrado que en su dindmica no sdlo intervienen intereses nacionales sino también tienen un papel las: intervenciones externas de terceras partes (algunos ejemplos los propor- NACIONES ¥ ETNIAS Ww cionan los conflictos que se han dado en India, Sri — Chipre, Irlan- Etiopia, Chad y Nicaragua, entre otras). rae r etapa snk ce: eee cuestién de las relaciones ) entre etnicidad y clase social, cuestién que en afios recientes ha see lina impresionante cantidad de escritos (mas ideolégicos que académi- os, sin duda). Muy frecuentemente, los grupos étnicos parecen concen- trarse en torno a una clase especifica. Aunque hay spacer suineris hicas que estén a su vez divididas en varias clases a menu identidad étnica y la clase #€ superponen o se relacionan muy estrecha- mente. Para muchos investigadores —especialmente los de Saye marxista—, la diseriminacién étnica es una funcidn del sistema de: , Sin discurir en mas detalle esta cucstién (véase el capitulo 2), diremos que una postura muy comin en esta tendencia sostiene que los derechos jhumanos de las minorias étnicas se protegen mejor mediante los — chos colectivas de clase (sociales y econdémicos) que con las Hamados - rechos étnicos. Por ende, el campo de or los ree colectivos _ esta. iva, y no la etnici . pple ott tee ee un caso ilustrativo dela forma como han sido cancebides los estados, las naciones y las minorias émi- eas. Son por ello el tema del siguiente capitulo. 160 LACUESTION ETNICA ta. Con todo, dichos documentos reflejan hasta cierto punto los mos que los pueblos indigenas, aborigenes y tribales han planteado: ante décadas, y consideran los puntos principales de aquellos problemas: que tan a menudo estin en la raiz.de los conflictos entre lns estados y pueblos indigenas. j {Cudles son estos puntos? Para los propésitos de este capitulo, cal v resulte titil enumerarlos bajo los siguientes encabezados: 1. Definicién, membresfa y condicién legal. 2. Tierra, territorio y recursos. 3, Desarrollo econémico. 4. Lengua, educacién y cultura, 3, Derecho indigena y organizacién social. 6, Aurogobierno, autonomila y autodeterminacin. - ‘(Consideraremos cada uno de estes puntos uno por uno, aunque h evidentemente traslapes entre ellos, DEFINICION, MEMBRESIA Y CONDICION LEGAL Puede resultar sorprendenre que la cuestién de definir un grupo ind na y las condiciones de pertenencia a ¢l sea un tema que preocupe t alos indigenas mismos como a los estados en cuyas territorios viven. § embargo, el problema surge porque la definicién de pueblo indigena menudo se hace depender directamente del tipo de relacién que tal po establece con el Estado y con otros grupos. Por su parte, la cues dela membresia con frecuencia se relaciona con el disfrure de ciertos de- rechos y privilegios o, al contrario, con la imposicién de incapacidades y {a limitacién de los derechos civiles y politicos. Por eso, en los siltime afies, la cuestién de la detinicin y la membresia se ha vuelto un rec! de las organizaciones indigenas, y las organizaciones internacionales ocupan de él, A Asi, yaa principios de 1953, la Or revisd los varios criterias y defi niciones que empleaban tanto los gobiernos nacionales como los ficos sociales, y concluyd que no habia una definicién tinica y univers: mente valida de pueblo indigena. A continuacién ofrecié una descripeién provisional, una “guia meramenré empirica pata la identificacién de gre pos indigenas en paises independientes”: { PUEBLOS INDIGENAS Y TRIBALES 161 Indigenas son los descendientes de la poblacién aurécrona que moraba cn tun determinade pais en la époea de la colonizacién o la conquista (0 de-va- rias olas sucesivas de conquista), llevadas a cabo por algunos de los antepa- sados de los grupos no auréctonios que, en la actualidad, derentan el poder politico y econdémico; en general, los descendientes de esa poblacidin autéc- tona tienden a vivir en conformidad con las instituciones sociales, econd- micas y culturales anteriores a la colonizacinn o a Ia conquisca... en lugar de incorporarse a la culeura de la nacién a que pertenecen.'# Esta deseripeidn sirvié de base para la definicién que mas tarde se incluyé en el articulo 1 del Convenio 107 de la Orr, suscituida ahora por el Convenio 169.1" Fl “Estudio del problema de la discriminacién contra las poblacio- nes indigenas” de la ONU también resalta que hay grandes diferencias en las definiciones de pueblos “indigenas” que cmplean los gobiernos y otras instancias. El relator especial concluye que “la cuestién de la defi- nicién debe ser dejada a las comunidades indigenas mismas’. Propane ademas que “se reconozca el derecho de los pueblos indigenas mismos a definir qué y quién ¢s indigena’; “el correlato de esta facultad es, eviden- tment, la Facultad de defini o determiriar qué o quién no es indigena”. ¥ mAs atin, para todo propésito de accidn internacional, el relatar espe- cial propone la siguiente definicién: Son comunidades, pueblos y naciones indigenas los que, teniendo una eon- tinuidad histética con las sociedades anteriores a la invasién y precolonia- les que se desarrallaron en sus territorios, se consideran distintos de otras sectores de la sociedad que ahora prevalecen en esos tetritorios 9 en parte de ellos. Constiruyen ahora sectores no dominantes dela sociedad y tienen fa determinacién de preserva, desarrollar y transmitir a futuras generacio- nes sus territorios ancestrales y su identidad érica como base de su existen- a continusda como pueblo, de acuerdo con sus propios patrones cultura- Jes, sus instituciones sociales y sus sistemas legales.'? Cificina Internacional del Trabajo, 1953, p. 25. 1) Mientras todos log estadas que ratificaron 1 Convenio 107 no ratifiquen también i Convenio. 169, habrd de hecho dos convenios de la orr legalmente vinculantes sobre pueblos indigenas y ribales. * Martine Gabo, 1987, § 379- 162 LACUESTION ETNICA El lector habrd notado algunas diferencias entre las definiciones de laorT en 1953 y de la ONU treinta afios mas tarde. Bésicamente, la pri- mera se refiere a “personas”, mientras que la segunda habla de “comuni- dades, pueblos y naciones’, distincidn que refleja las cambiantes preocu~ paciones de la comunidad internacional y de los pueblos indigenas mismas. Con todo, ambas tienen en comin la idea de que los pueblos indigenas son de alguna manera descendientes de los habitantes origina~ les de un tertitario, de que fueron arrollados o subordinados por otras pueblos mediante invasiones y/o conquistas, de que ocupan hoy una po- sicidn no dominante en una sociedad y de que son culturalmente distin- toi de las poblaciones no indigenas. El Consejo Mundial de Pueblos Indigenas, una organizacién no gubernamencal, ha insistido en que la ONU reconozca a los indigenas como naciones separadas dentro del Estado (unidad politica mayar) y exige que el derecho a definir quién es y quién no es indigena sea dejado en manos de los puchlos indigenas mismos. Rechaza las defi- niciones artificiales, como las que aparecen en ciertas legislaciones na- cionales y que imponen a los indigenas definiciones que ¢stos no acepran.!* Los gobiernos, sin duda, difieren en cuanto a la definicién que dan de las personas y/o los pucblos indigenas, y en cuanto al significado que tienen tales definiciones. En Canada, por ejemplo, el Acta Cons- tiucional (Constitution Act) de 1867 permitia al gobierno de Canadé legislar sobre “indias y las tierras reservadas'a los indios”. De acuerdo con Morse, este poder se ha ejercido al aprobar una legislaciém especial llamada Indian Act. Tal estaruto permire un complejo sistema para registrar indios, admi- nistrar sus tlerras y regular sus vidas. La idea de unsistema de definiciones asi ha existido desele que se promulgs la primera legislacién sobre los indios. en 1850 y ha sido mantenida cn todos los subsecuentes estatutos..; El re- sultado neo ha side.que el Indian Act actual contiene una definicién hibri- da del estatuco, lo que impide cualquier control indio sobre el proceso de toma de decisiones, 4 ‘8 Margolis First, 1985. '* Morse, 1985, cap, 1. PUEBLOS INDIGENAS ¥ TRIBALES 163 Esta siruacién ha provocado un gran numero de juicios legales que atafien a los derechos de los indios, y al menos uno de ellos ha sido con- siderado por el Comité de Derechos Humanas de la ou. En los paises latinoamericanos, la condicién legal de los indios varla considerablemente, dependiendo de las definiciones empleadas. Ast, aunque México tiene una politica gubernamental disefiada para mejorar la situacién de las comunidades indias (llamada indigenionoen todes los palses latinoamericanos), no existe ninguna definicién legal ni adrninis- trativa de les indios, Esto ha llevado a algunos especialistas a hablar de “ctnocidio estadistico”; esto ex, de una subestimacién sistemidtica del nii- mero de indios en los censos nacionales.'* En Colombia, una ley de 1890 distinguia entre indios civilizados ¢ indios incivilizados, y les otor- gaba derechos legales diferentes. En 1991 Colombia adopté una nucva constitucién politica en la cual se reconocen explicitamente las derechos colectivos de las comunidades indigenas. Ya desde 1988 un decreco pre- sidencial establecia que: Entiéndese por parcialidad o comunidad indigena al conjunto de familias de ascendencia amerindia que comparten sentimientos de identificacion ‘con su pasido aborigen, manteniendo rages y valores propios de su cultu- ra tradicional, as! como formas de gobierno y control social internas que los distinguen de otras comunidades rucales.'7 La Constitucién Politica colombiana de 1991 reconoce y protege la diversidad étnica y culeural de la nacién (art. 7) y establece las en- tidades cerrioriales indigenas (ETI) que gozarin de auronomifa; pero el texto constitucional no define estrictamente al sujeto deiderecho in- digena. Del mismo modo, el Estatuto Indio de Brasil, que data de 1973, distingue indios “aistados” de indios “integrados”, a los que se afiaden aquéllos en proceso de “ser integrados”, y cada categoria posee clertos (y ‘5 Sandra Lovelace, registrada come miembro de una tribu india, perdid dich membresia, conforme a las leyes canadienses, cuande se casé-con tun no india, Tras sundi- vorcio, se le nega el derecho de wolver asu tribu. El Comité de Derechos Humanos de la ON considerd que Canada vielaba algunos de los articulos del Pacto Internacional de De- rochos Civiles y Politicos. Véase Sieghart, 1983, p. 378. W Valdés, 1988. 1? Decrete nim. 200) de 1988, ariculo 2. Véase Presidencia de la Republica, 1990. 164 LA CUESTION ETNICA. limitados) derechos. La nueva constirucién brasilefia de 1988 incluye, por primera vex en la historia constitucional de ese pats, un capitulo sobre derechos indios. Esto es resultado del largo y tenaz esfuerzo de las onga- nizaciones indigenas y de quienes las apoyan en el cuerpo politico brasi- lefio. La constitucién brasilefia tampoco define a los indios pero les reeo~ noce determinades derechos de los que antes carecian. Duran! afos. noventa varios estacos latinoamericanos se dieron nuevas legislacionesen nae por primera vez, en muchos casos, se reconocen derechos indige- En la mayorla de los paises del sudeste asidtico no es comin el em- pleo del cencepta pueblos indigenas, lo es mas el uso de los términos puebles tribaleso minorias ¢tnicas, India tiene una lista de “tribus regis- tradas” que gozan de proteccién constitucional, lo cual no ha servide para salvarlas dela discriminacién y los devastadores efectos de ciertas politicas de desarrollo (véase mas adelante). En las islas del sudeste asidtico, los pueblos indigenas tribales son constantemente subestima- dos por las fuentes oficiales, situacién que, segtin ciertos investigada- boven — que van en menoscabo de sus intereses.!? La defi- nicién que los gobiernos dan de los grupos indigenas © tribales parece depender a menudo de la GAanises ons los tales dan de st mismos en cuanto naciones. En Ja actualidad, todos los paises continentales del sudeste asidtico niegan. a sus pueblos tribales todo medio legitima de mantener y promover sus propias identidades culturales. Dada la definicién de nacién que ha adop- tado cada uno deslosestados modetnos, los puchlos tribales han sido ccle~ gados @ posiciones marginales o han sido excluidos de toda participacidin-eny ja vida nacional.2? Los gobiernos nacionales pueden definir a los grupos indigenas por razones administrativas o para ofrecerles un estatuto legal; tales definicio- nes pueden servit para otorgar o denegar derechos y privilegios. Las or ganizaciones indigenas se quejan de que las definiciones hechas sin su participacién directa se emplean, a menudo, no en bien de sus intereses 18 Véanse Stavenhagen, 1988; Clavero, 1994. Lynch, 1987. 2 Keyes, 1987. PUEBLOS INDIGENAS ¥ TRIBALES 165 sino para bien de los intereses de los estados. Cuando no existe una de- finicién, y se mantiene la ficcién de una masa homogénea de cludadanos iguales, frecuentemente se menosprecia a las polalaciones indigenas, co- mo muestra la respuesta que dio el gobierno chileno al cuestionario dela Orr referente a la revisién del Convenio 107, donde negé la existencia de una poblacién indigena espeetfica que fuera sujeto de derechos especifi- cos, cuando estaba bien documentado que los indios mapuches, entre otras, éran particularmente golpeados par las pollticas represivas del go- bierno militar enconces en el poder.** E] derecho de los pueblos indigenas a la aucodeterminacién y a la autoidentificacién, asi como a determinar su membresia, se ha converti- do en un tema imporante de los recientes debates y negociaciones entre los indigenas y el Estado, tanco en el nivel nacional como en el interna- cional, El asunto se celaciona con la importancia relativa acordada a los derechos individuales y colectivos. Cuando un pueblo o ung tribu indi- gena pasee un territorio definide con claridad y constituye una unidad administrativa y/o social bien reconocible, entonces la cucstién de la de- finicidn y la membresfa no deberta plantear un problema particularmen- te dificil, excepro cuando los gobiernos se niegan a reconocer a un gru- po en cuanto tal, lo que con frecuencia ese! caso, Una situacién mds compleja se daen el caso de los pueblos indigenas que emigran de sus co- miunidades originales y pasan a formar parte de la economia moderna, urbana, industrial y de servicios. Por ejemplo, en Estados Unidos mu- chos miembros de las reservaciones indias trabajan en la industria urba- na de la constraccién; en Latinoamérica, los miembros de las comunida- des indias que habitan en las cordilleras se mudan a las ciudades y pasan a formar parte de los contingentes de trabajadores en Jos servicios y el lla- mado sector informal, Fenémenos similares ocurten en. otros paises. La identificacién y la membresia indigenas pueden ser importantes para al- gunas personas en el ambience urbano, aun cuando estén lejos de susico- munidades ele origen, pero su situacién plancea problemas especiales, co- mo por ejemplo, en cuanto al uso de la lengua y del derecho o en relacién con las instituciones educativas. 21 E] gobierno chileno respordié que no consideraba necesario revisar el Convenio, afirmando que en Chile no habia diferencias entre la pablacién indigena y la no indige- hha. Véase International Labour Conference; Partial Revision, p. 4. Sobre la discriminacién contra los indios mapuches en Chile, vase Taylor, 1985. 166 LA CUESTION ETNICA Como indica la discusién anterior, no es tarea ficil realizar una esti- macién valida de cudntos grupos indigenas y tribales hay en el mundo hor dia, ni de cudl sea'su poblacién. $i incluimos a las poblaciones tri- bales de Inclia {aciivasis) y otros paises asidticos, a los indigenas del con- tinente americano (o:amerindios), a las inuir del Artico, a los aborigenes de Australia y otros estados del Pacifico, asi como a los grupas émnicos: aislados y lamados “primitives” del Africa, el ntimero de indigenas en el. mundo puede alcanzar una cifra superior a los trescientos millones de personas, y los grupos ast definidos sumardn muchos miles. Con todo, ésias son_sélo aproximaciones y las cifras finales, como muestra la diseu- sién anterior, dependerdn de quién haga las definiciones y los conteos y con qué propésitos. TIERRA, TERRITORIO ¥ RECURSOS: El problema de la tierra ha llegado a ser, hoy dia, el principal reclame de los pueblos indigenas. Las organizacianes indigenas reunidas en Rio de Janeiro en ocasidn de la Cumbre Mundial de la Tierra en 1992, declara- ron que ‘Nuestros territorios son entidades vivas en relacién vical permanente con los seres humanos y la natuzaleza. La posesién de esos territorios propicia el de- sarrollo de nuestra cultura. La propiedad de esas tierras debe ser un titulo ina- lienable, perpetuo y reconocido,.. Las derechos inalienables de los pueblos indigenas a la tictra y los recursos vienen a-confirmar que siempre hemos’ ejercido la posesién y administracién de nuestros territwries tradicionales. El borradar de la Declaracién sobre los Derechos de los Pueblos In- digenas en la ONU, establece que: Articula 26 Los pueblos indigenas tienen derecho a poseer, desarvollar, controlar y uti- lizar sus ticrras y territories, comprendido el medio ambiente coral de las #2 Orpanizacidin de las Naciones Unidas, Carta dela Tierra de los Pueblos Indi aprobada-en la Conferencia de Kani Oca, mayo de 1992 (E/CN.4/Sub.2/AC.4/1994/12), 1994.

You might also like