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MOTOR DIESEL EN EL AUTOMOVIL R- 2343 ENCICLOPEDIA DELAUTOMOVIL er fe ‘ * i MOTOR DIESEL EN EL AUTOMOVIL Miguel de Castro Vicente e ediciones Ce@dC ss reri, 164 - 08020 Barcelona - Espafia No se permite la eproduccién total o parcial de este lbgo, of registro en un sistema invormatico, nla transmisi6n bajp cualquir forma o a través ¢ cual- ‘uier medio, ya sea elecrnica, mecsnico, por fo tocopia, por grabacién 0 por olfos métodos, sin et pormiso previo y por escnlo de los tulares det Copyright © EDICIONES CEAC, S.A. - 1987 Prd, 168 - 06020 Barcelona (Espaita) Primera edicién: Noviembre 1987 YBN 94329.10260 Depésito-Legal: B-41765 - 1987 mpreso por GERSA, Industria Grafica ‘Tambor del Broc, 6 (8970 Sant Joan Despi (Barcelona) Printed in Spans Impreso en Espana CONTENIDO. Prélogo 7 Introduccién técnica al motor Diesel 11 El motor Diesel y el automévil 53 Estructura del motor Diesel 83 La combustién 147 Ls inyeccién (1) Las bombas en linea 191 La inyeccién (11) Las bombas rotativas 245 Inyectores y circuito de alimentacién 287 Puesta a punto de motores Diesel 325 La sobrealimentacién 357 Parte eléctrica 389 Localizacién de averias 403 La conduccién de un automévil con motor Diesel 427 PROLOGO El alza progresiva en cl precio de la gasolina ha conseguido que los auto- méviles dotados de motor de explosién sean cada vez mas caros de manteni- miento y su utilizaci6n para el transporte, tanto por ciudad como por carre- tera, sea cada vez mas cuestionable desde el punto de vista econémico. Para poner un ejemplo de corta duracién en Ia historia, existe a realidad de que en Espafia, la evolucin de los precios de las gasolinas ha suftido en los afios, que van desde 1973 hasta 1983 —cifra escogida al azar y con el objetivo de lenar una década— un aumento de casi un 700 %, es decir, la gasolina se ha ido subiendo de precio a un promedio de cerca de un 70% cada afio. No es nuestro propésito, en este momento y en este prdlogo de introduccién al tema, entrar en detalles de las mis 0 menos justificadas causas que se han producido para llegar a alcanzar esta desproporcionada situacién. Cierto que el aumento del precio del petréleo, la sobrevaloracin del délar americano, Ja fuerte presién fiscal, la inflacién’que se ha producido en todos ios pafses occidentales, y otras causas, son pardmetros fundamentales de cuyo estudio saldria la clara justificacién de estos precios en insaciable alza, pero es evidente ue tal justificacién no consuela al usuatio del automévil que, en 1973, con un precio de la gasolina a 13,50 pts. el litro, con una relaci6n salario/litro de gesolina que le permitia, con una hora de trabajo comprar casi 11 litros de carburante super, se encuentra, diez afios mas tarde, que con su salario eq valente solamente puede comprar 6,72 litros. Ello forzozamente ha de plan- tear en la mente del usuario una recomposicién del tema pues, en igualdad de circunstancias, ahora solamente puede realizar un 60 % de los kilémetros ‘mensuales que realizaba en 1973, Pero la realidad cruda es todavia mas grave sise tiene en cuenta que en aquellas fechas un automévil equipado con motor Smuyeeenessr 8 EL MOTOR DIESEL EN AUTOMOCION de 1.200 cm? era ya considerado un automévil de tipo medio que rozaba las fronteras del auromévil de representacién. El abaratamiento de los coches y Ia creacion de las répidas autopistas llevaron insensiblemente a nuestro usuario de tipo medio a la compra de automéviles dotados con motores de 1.600 a 2.000 em’, que si bien tienen unas condiciones de comodidad, seguridad y potencia muy por encima de los productos de 1973, también tienen, a 1a con- fra, un consumo entre un 25 y un 30 % superior. De lo dicho se deduce que ‘en estos momentos, no solamente el usuario de nuestro ejemplo ha de reducir su kilometraje mensual en un 60 % sino que a ello ha de considerar también los 8 litros a los cien kms que gastaba en 1973 con los 11 litros que por igual recorrido esti gastando en este momento. Total: se acabaron las excursiones de fin de semana y los largos viajes aprovechando los epuentes» del calenda~ rio el automévil, con un combustible de un precio superior al de un litro de leche 0 de vino, ha de permanecer en fancionamiento el tiempo indispensable porque otra solucién resulta demasiado cara, Parece que ante esta evidencia el mercado deberfa dirigirse —supuesto que los gobiernos no estin en absoluto dispuestos a bajar el precio del com- bustible— hacia la compra de vehiculos de pequefiacilindrada, tal como ocu- ‘ia, por ejemplo, en los afios cuarenta y cincuenta. Sin embargo, la realidad ‘es muy otra: el usuario no sabe renunciar a la comodidad de sus grandes co- ches, de sus amplios maleteros, de sus buenos y amplios asientos, de las cus tro puertas bien accesibles, etc. y, en todo caso, a lo sinico que esti dispuesto ‘a renunciar es 2 las brillantes prestaciones del motor. En estas condiciones, los fabricantes han encontrado la solucién perfecta: El motor Diesel. ‘Como nos explicari el autor de este libro.a lo largo de las paginas que znos esperan, el motor Diesel ha sido trabajado y elaborado en los disefios con ¢ eriterio de acercarlo lo mis posible a las condiciones que son caracterfsticas

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