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Necropolis del Puig des Molins (Ibiza): nuevas perspectivas JH. Fornéndez - Woira [the necropolis of Puig des Molin is one the most important Punic sites in the Western Mediterranean, and all the Carthaginian archaeology of Iki is based on it. though this site was excavated at the beginning of this century, its not sufficiently known, and it has been undervaluated by many investigators stil thinking that the materials of different periods were mixed in the graves and so they could not give archaeological data of any value. Studies carried out during the last ton yoars have shown that it was possible to separate the diferent materials of each grave, so that most of the srave-goods have been precisely dated. Besides this, new excavations have made possible to ind an important group of raves belonging to the first period of the Phoenician colonisation of the sland. So we can say thal the necropolis of the Puig dos Molins is not a completely explored site, and that it can still offer many surprises.] I. INTRODUCCION ‘A unos $00 metros del recinto fortificado de ta ciudad de Eivissa y en direccién este, se eleva un pequeiio cerro caledreo con una cota maxima de 51 m sobre el nivel del mar, conocido con el nombre de Puig des Molins a causa de los viejos molinos, hoy en desuso, que se levantan en su cima. Lacolina presenta en su parte meridional un abrupto corte, motivado por Ia extraccién de piedra de las canteras alli existentes y que hoy dia han sido paulatinamente ocupadas por modernas edificaciones. El lado septentrional y més préximo al ensanche de la ciudad cae en suave pendiente y, hasta tiempos relativamente recientes, fue aprovechada para el cultivo, muy principalmente la falda de la colina donde existe una mayor capa de tierra, En el resto del cerro fa roca aflora en muchas zonas y la vegetacién que crece esta compuesta Por arbustos de pequeiio tamaiio, lentiscos, romero y la arboleda principalmente por almendros, agin algarrobo y olivos que fueron plantados en los pozos de acceso a los hipogeos. Sin embargo, el area conservada de la necropolis, que hace unos afios fue convenientemente vallada y protegida, es muy inferior a su superficie real, puesto que, no cabe duda, ésta se extendia en direccién norte, hasta la actual Avenida de Espatia, quedando, por consiguiente, un extenso sector del yacimiento bajo las edificaciones que hoy ocupan, con sus adyacentes, las actuales calles de Via Romana, Via Piinica y la ya ‘mencionada Avenida de Espaiia. |. La situacion dela neerdpois on ol Mapa Militar de Espaia eitado pore Instituio Geografico y Catatal del ao 1964, ofa 798, es do 38°-54"-15" de Latitud Norte y 5°-06'-55" de Longitud Oeste ‘Ata Orit 3195) 149 J. H. FERNANDEZ NECROPOLIS P Fig. 1. Plano general de la necrénalic del Puig des Motins NECROPOLIS DEL PUIG DES MOLINS Este hecho tiene como origen ia propia imprecisién de la O.M. de fecha 3 de junio de 193! declarando Monumento Histérico Artistico a la necrépolis del Puig des Molins, ya que no establecia limite alguno. La falta de previsién y de planificacién urbanistica, unida al rapido crecimiento de la ciudad, hizo que se levantaran construcciones en zonas donde se extiende fa necrépoli 'Asi pues, el drea del yacimiento actualmente sin edificar quedé delimitada con el propio trazado de las. calles del ensanche de la citidad, ya que no se tuvo en cuenta su extensién real. No obstante esta circunstancia, la superficie delimitada y protegida, incluyendo los terrenos que ocupa en la actualidad el Ministerio de Defensa, es de unos 50.000 metros cuadrados. Por paradéjico que pueda parecernos, atin hoy dia ignoramos cual es el niimero de enterramientos que se hicieron en el Puig des Molins, ¢ incluso desconocemos la cantidad de hipogeos que se conservan. El plano topografico del yacimiento no ofrece a la vista mis que la eifta de 335 hipogeos abiertos al exterior y es posible observar que mientras unas areas del cerro estin abarrotadas de bocas de acceso, en otras faltan casi por completo, Ello tiene diversas explicaciones: por un lado y como ya hemos indicado, los limites exacios de la necrépolis no estin del todo definidos, desconociéndose la cantidad de enterramientos que han quedado bajo las conistrucciones; por otro, las disposiciones del entonces Ministerio de la Guerra obligaban a que al término de cada campaiia de excavacién se procediera a cerrar al exterior las cdmaras funerarias. Las referencias a ‘estos trabajos son relatadas por Roman Ferrer en sus Memorias de Excavacién. ‘Asi pues, el ntimero de hipogeos hoy abiertos al exterior, en el area conservada de Ia necrépolis, es muy inferior en relacién con el de los que realmente existen. Tampoco las referencias de Jas excavaciones son muy explicitas. Desconocemos, por ejemplo, el mimero de enterramientos excavados por Vives y Escudero, y son cescasas las referencias que poseemos de las excavaciones efectuadas en la necrépolis; el ntimero de hipogeos, dado que de las fosas apenas si tenemos datos, no supera los 3002, cantidad infima en comparacisn con el rniimero de 3.000-4.000 que se supone podria tener la necrépolis. ‘La proximidad de esta amplia zona con la primitiva ciudad de Aiboshim, que ocupaba con seguridad el rea de Dalt Vila, asi como la naturaleza caliza del cerra, motivaron el que desde finales del s. Vit o inicios del ‘Via.C. fuera utilizada por Ia poblacién piinica para enterrar a sus muertos. Il, LA INVESTIGACION EN LA NECROPOLIS El interés por Ia arqueologia en Ibiza no surge como un fenémeno aislado, Desde hacia varios afios se venian efectiando en el Mediterréneo Occidental trabajos de investigacién arqueolégica. Asi el Padre A.L. Delatire en torno a 1895 iniciaba las excavaciones a gran escala en Cartago’ en los scclores de Douimés, Saint Louis, Sainte Monique y Bordj-Djedid. Por parte del Service des Antiquités, el investigador P. Gauckler prosigue, entre 1899 y 1900, las excavaciones en los sectores del Odeon, Ancona y Dermech, publicados en 2. HL Fernindex, Un hipnge intact en kt necrdpois del Pi des Molins (Teabojos del M-ALL n° 6. Ibiza 1981, p. 7 3. ALL. Delattre, Les rombeaus punigues de Carthage, Lon 1890: ids La nécropote punigue de Dowines i Carthage. Fowles de 1893 er 1894 (Extcat de Covons). Pais 1897; i, La ndcroote puaiquc de la collie de Sunt -Louts (Extrait de Afssons Catholignes) Lion 1896, id, Un mols de fouls dans ta ncrople puniqne de Dou Carthage. fever 1898 (Exteit de Reve Tunisienne). Tunis 1897 je, La mScropote pune vase def ellne le Salawe-Monique: premier mol de fouls, janvier 1898 (Extrait de Cosmas). Pass 1898; id Le nécropoe punique visne de ka cline de Sainte-Moniqne. Second mois de oulles (Extrait de Cosmas. Paris 1999; i. Lea _neropoe punignevoisne de Sane-Monique. Trofséme mois le owes (Extrait de Cass). Paris 1899: id, La aermpoe pune vosine de Sainie-Aonique. Deux rimesire defile (arrit-juin 1898)( Extrait de Cosmos. Paris 1899; i, La nderopole punique vosine de Saime-Monigue. Deusitne semestre de fils Guler-décembre 1898) (Extrait de Coss. Paris 1900; id, Les rans surciphages “antropoides du Atusée Lavigere a Carthage Extrait de Cov), Paris 1903: id. La nécopole des Ras, preset prétesses de Carthage Deveione année des foes (Extralt de Couns). Paris 1900; i, Lat néerople de Rohs. pris ef prétsses de Carthage. Troiséme année des fouilles (Extrait de Cosma). Paris 1904 151 J, H, FERNANDEZ, 19154 Los trabajos de Merlin y Drappier en Ard el-Kheraib, editados en 1909, completan el panorama de Cartago’, ‘También en otros puntos del Norte de Africa se van conociendo los asentamientos cartagineses por la labor de Gsell en la necrépolis de Gouraya en Argelia, que publica en 19048, y los trabajos de Carton en el Santuario de El-Kenissia’ En la Peninsula Ibérica Bonsor en 1899 divulgard los hallazgos fenicios del drea de Carmona’ y Luis Siret los de Villaricos en 1908 ‘También es en este momento cuando en Italia salen a la luz los establecimientos piinicos; asi en Cerdeia Patroni dara a conocer el yacimiento de Nora en 1904!” y Taramelli las necrépolis del area de Cagtiari"’ En 1905 Mayr publica las tumbas ptinicas de Malia!? y Whitaker entre 1906-1914 realize tas excavaciones de Mozia en Sicilia" Si bien de Tbiza se conocfan Ios textos cldsicos, tanto griegos como latinas, y la epigrafia romana recogida en el Corpus Inscriptiorum Latinarum, hasta este momento tan slo habia suscitado interés en los numismaticos, En 1891 Alvaro Campaner, rectificando su posicién anterior, acept6 que las monedas con la representacién del dios Bes eran de la ceca de Ibiza y no de Menorca o de otros lugares, como se habia supuesto™. Pero los hallazgos esporddicos que venian sucediéndose en distintos puntos de la isla hicieron que un grupo de personas interesadas por la arqueologia fundara una entidad con el fin de hacer excavaciones y crear un Museo. Asi pues, encabezada por D. Arturo Pérez-Cabrero y Tur, la Sociedad Arqueoldgica Ebusitana se constituys de forma oficial el 19 de octubre de 1903, con un total de 35 socios, ¢ inicio su singladura, La presidencia fue offecida a D. Juan Roman y Calvet, estudioso de la arqueologia y autor de una de las principales obras que se publicardn dando a conocer los trabajos que la Sociedad Arqueoldgica Ebusitana realiza entre 1903 y 1905 en los diversos puntos en los que excava: Puig des Molins, necrépolis de Portmany, Talamanca, Sa Barda... y que van a quedar reflejados en Los nombres e imporiancia arqueoldgica de las islas Pyihiusas, obra publicada en 1906 En ella se pone de relieve la importancia arqueolégica de Ibiza, cuyos trabajos van a proseguir en distintos yacimientos, Asi, el 17 de julio de 1907 darin comienzo las excavaciones en e! santuario de Es Cuieram, y a finales de este afio y principios del siguiente en el de Illa Plana, publicados por D. Carlos Roman Ferrer, hijo de D. Juan Romin, en 1913 en su obra Antigiedades Ebusitanas, aunque ya Pércz-Cabrero en Ibiza. Guia del Turisia (1909) € Ibiza Arqueatdgica (1911) ofreciera un avance de los descubrimientos realizados. 4. P. Guuekler, Néeropoles paiques de Carthage. 2 vols Paris 1915, 5. A. Merlin-L. Drappier, La nécopole unique ded EI-Kheraib @ Carthage (Notes et documents publiés parla Direction des Apviquités de Tunis, 10. Pars 1907, 6. S. Geel, Fouls de Gouna. Seputares puniques deta cite algenienne (Publications de Association Historique pour M Etude de Afrique du Nord, TV). Paris 1903, 7 Dr. Carton, Le Santuaire de Tani & elles Lettres, . XII Téte panel. Paris 191 (1907) 8. G, Bonsor, “Les colonies agricole pre-romaines de la valle du Bais", Revue Archolngique 351189). 9. LSiet, Vilaricos » Herrvus. Amigidades plinicas, romanas, vistas. drabes (Memorias de La Real Academia de ta Historia, XIV), Madrid 1908, pp. 380-278 10, G, Patroni, "Nora, colonia fonicia in Sardegna”, Monument Anschi 14(19089109-268 11, A, Taramelli, "La necropolis punia ai Predio-ba a San Avendrace, Cagliari", Monument Antchi 2(1912145-224, 12. A. Maye, dus dem phokiscen Nekropoten von Molin (Siaungsberichte der KB. Akademie der Wissenschaften 7 Munchen), Munchen 1905, pp. 467-809. 13, 14.8. Whitaker, Mops, « Phoonicion enlny in Scly. London 1921 14, Sobre la historia dela caca vease M. Campo, Los monedas de Ebvsis. Barcelona 1975, en particular pp. 17- sia (Mémoires prsentés par divers savants & "Académie des Insripcions et 1 "Notice sue les ruines EI Kénissa", Bulletin de la Société Archéologique de Sonsse 152 \N Fig, 3. Hipogeo con dos sarcéfagos (segiin Masi ‘NECROPOLIS DEL PUIG DES MOLINS La Sociedad Arqueolégica Ebusitana pronto se va a dar cuenta de que la importancia de los descubrimientos y Ja labor a realizar exceden con mucho las posibilidades y fines de la entidad y por ello el mismo Roman y Calvet, en nombre de ésta, va a ofrecer las colecciones con la condicién de que se cree un Museo bajo Ia tutela del Estado. Por R.D, de 9 de septiembre de 1907 el Estado acepta y se hace cargo del material arqueolégico rewnido, nombrando a D. Rafael Vidal Garcia, funcionario det Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arquedlogos, Director del Museo Arqueoldgico de Ibiza. Afios mas tarde, en 1911, D. Carlos Roman Ferrer, funcionario del mismo cuerpo, se hace cargo de la Direccién del Museo de Ibiza. ‘Sin embargo, la situacién de la Arqueologia islefia no era muy halagilefia en aquellas fechas. La importancia de los hallazgos arqueolégicos atrajo a coleccionistas y anticuarios sin escriipulos, inicidndose asi ‘un saqueo sistemaitico que va a afectar al tesoro artistico de los yacimientos arqueol6gicos de Ibiza en general y, de modo particular, a la gran neerdpolis del Puig des Molins. ‘Tampoco la Ley de Excavaciones vigente en aquellas fechas ayudaba a resolver la situacién, puesto que permitia excavaciones autorizadas por el Estado y sufragadas por particulares, que no tenian otra finalidad que engrosar las colecciones privadas. Roman Ferrer desde su nuevo cargo intentard poner fin a esta situacién y asi, en 1913, solicita y obtiene autorizacién para realizar excavaciones en Ia necrépolis del Puig des Molins e impedir la dispersién y salida de Jos objetos arqueolégicos de Tbiza, Paraddjicamente este intento quedara inmediatamente paralizado al interponer D. Antonio Vives y Escudero, Catedritico de Numismética de la Universidad de Madrid y miembro de la Academia de la Historia, un pleito al Estado por considerar que tinicamente él tenia derecho a trabajar en la necrépolis, al ser poseedor de una autorizacién para realizar excavaciones en este yacimiento. Romain Ferrer, que entre el 15 de septiembre y el 29 de noviembre habia estado efectuando excavacion: tiene que suspender los trabajos por orden (elegritica del entonces Ministro de Instruceién Publica y Bellas Arles, hasta que se resolviera la reclamacién formulada por Vives y Escudero. Este hecho va a perjudicar atin mis Ia situacién de la necrépolis, por cuanto el pleito, que se va a prolongar hasta 1921, es decir siete afios, va a permitir que prosiga el expolio del yacimiento, Finalizado este singular pleito, Roman Ferrer va a iniciar un plan sistemidtico de exeavaciones que durard hasta el aiio 1929, con excepcién de 1927 por razones que ignoramos. De estas campafias publicard, ‘como era usual en la época, unas breves memorias correspondientes a los afios 1921-1925, quedando inéditas las de 1926, 1928 y 1929. Estos trabajos, editados por ta Junta Superior de Excavaciones, han sido poco valorados y hoy resultan esenciales para el estudio de las campaiias de excavacién efectuadas en Ia necropolis del Puig des Molins'’. En 1939 moria Roman Ferrer, sin que sepamos realizara entre 1929 y ta fecha de su muerte otros trabajos en éste u otro yacimiento de la isla. En 1944 se hace cargo el Museo de Ibiza D. José M.' Mahé de Angulo, que al margen de excavaciones en diversos puntos de la isla efectuara varias campafias en la necrépolis en los afios 1946, 1949, 1950, 1951 1954 y 195516. Su muerte, acaecida en 1964, hizo que no se pudieran ver los resultados de su labor, Recientemente, y gracias a Ja minuciosidad de sus anotaciones, se ha publicado la campaiia de 1946" 15. C. Romain Fereer, Exoaaciones en divers nares de la ila de tbza, Memoria de lis eesltadosobtaies en tas exeavactones practicades en 1921 (MISEA 46) Madrid 1922; t., Excuscioes on Thicu. Memaria de las exeavacianes practicedas ex his as 1922, 1923, 1924 » 1925 (MISEA $8, 68, 80, 91). Madrid 1923, 1924, 1925, 1926 y 1927, 16, JIM, Man de Angulo, ‘Excavaciones arqueolégica en el Puig des Motins (bial Campaia de 1946°, en If Congreso det Shueste Espa. Murcia 1947. Cartagena 1948, pp. 202-208; id., “Excavaciones srqueologicas en el Puig des Molins”. NAVlisp 1-3 (1952)121-125, lms. XNXVIEXLIV, Id, “Exeavaciones arqueoldgicas de 1950", 1a (2.* époea) 1(1953)34-35, En el Museo ‘Arqueoldpico de Ibiza se conservan ls nots de Mad eorrespondientes a las excavaciones en la neerdpolis de los wos 1946, 1949, 1950, 1951, 1954 y 1955. 17, C.Gamex Bellard, La acerpti del Pug des Molins (ico) Compote de 1946 (ENE 132). Madrid 1984 155 NECROPOLIS DEL PUIG DES MOLINS Aiba be MYATT \ ‘apm TTT SUPA TaD ANA Sel TP , NS tn fe ‘ = \ i Fig. 5. Disposicién de cinco sarc6fagos en un hipogeo (segiin Mafia) 187 J. H. FERNANDEZ Con excepcién del aio 1966!*, ta necrdpolis del Puig des Molins epenas si ha tenido actividad arqueolégica alguna. En los siltimos aios y tras la compra de los (errenos particulares por parte de la Direccién General de Bellas Artes, se ha procedido a su vallado y se han emprendido los trabajos de excavacién en este yacimiento, IM, TIPOS DE ENTERRAMIENTO Los diversos tipos de enterramiento nos revelan los distintos ritos fuinerarios, tal vez motivados por una diferenciacién étnico-religiosa, al tiempo que muestran 1a evolucién que éstos tuvieron en el prolongado periodo de utilizacién del Puig des Molins. De ellos la forma mis abundante, aunque no ta tinica como veremos, es ef sistema de hipageo, que es posible contemplar a simple vista. Este tipo de enterramiento ocupa la mayor parte de Ia colina y no guarda una orientacién determinada, como sucede en muchas de las necrépolis pinicas, puesto que ésta viene determinada por la disposicién del terreno donde se ha excavado, Los hipogeos consisten en céimaras subterrineas excavadas en la roca caliza del cerro y a las que se accede por un pozo inclinado, por regla general poco profundo y de forma rectangular, de entre 1,50 y 3 mi, ‘aunque tenemos noticia de algin pozo que desde el nivel del terreno al suelo de la edmara presenta una profiundidad de casi 7 m Sus dimensiones son muy variables, de aproximadamente 2 m de Jongitud por 1 m de ‘anchura; ldgicamente los pozos de acceso a los hipogeos que contiene sarcéfago son mayores gue los que carecen de ellos, a fin de poderlos introducir en la cimara, En algunos casas este pozo posee altos peldaiios tallados en la roca o presenta escotaduras en las paredes laterales que permiten escalarlo introduciendo parte del pie. La puerta de acceso a la ciara es de forma rectangular y de dimensiones muy variables, que oscilan centre los 0.80-1,20 m de anchura y altura, con espacio suficiente para poder meter Jos sarcéfagos. Esta puerta de acceso se cerraba con una gran losa que, en hipogeos que conservan las bocas intactas, atin puede verse ft situ, Ello €s normal, por cuanto muchos hipogeos fueron registrados pasando desde otra efimara, dado que se abren uno junto @ otro, separados por una pared de apenas 30 cm de espesor, lo que explica la facilidad de los Saqueadores para romperla y pasar de una cdmara a otra sin necesidad de vaciar los pozos, lo que exigia un mayor esfuerzo. Las cémaras propiamente dichas muestran, por lo general, una planta rectangular, si bien no conservan Uniformidad, ya que mientras en ocasiones son cuadradas, en otras tienen forma trapezoidal, Generalmente las paredes y el techo de Ia cdmara estan bien tallados; sin embargo, muchas de ellas hoy se nos presentan en forma oval y con techo abovedado a causa del deterioro y los derrumbes suftidos, dada la escasa consistencia de Ia piedra caliza. En algiin caso se han hallado fragmentos de estuco 0 enlucido que algin autor"? supuso habria revestido las paredes interiores de la camara. Esta técnica, que esta bien documentada en Cartago, no fa sido atestiguada en el Puig des Motins. Nosotros tnicamente hemos podido observar la presencia de un estucado 0 pavimento recubriendo el exterior del pozo de acceso, rato en este punto, como si se tratara de un cierre 0 sellado de la sepultura, Las dimensiones del recinto son muy variables, oscilando su anchura y longitud entre los 2 y los 6 m. La altura es, por regia general, més regular y oscila entre | y 1,50 m. En su interior no existe detalle arquitecténico alguno, si exceptuamos los nichos que se tallaban a nivel del suelo para facilitar la colocacién. de algiin sarcéfago. Recientemente, sin embargo, se han localizado en las excavaciones de urgencia efectuadas en Ia calle Len, prolongacién de la necropolis en la zona del ensanche, dos hipogeos que presentan 18, Mul. Almagro Gorbea, Exanaciones urqcigicas en ibaa (EAE. 56), Madrid 1967, 19. A. Vives y Escudero. Esmuio de arqueoiniscirtapiness. La necrélly de Ibiza. Madsid 1917. p. 26. 158 NECROPOLIS DEL PUIG DES MOLINS. hhornacinas cuadradas en las pareces de la cémara y cerca del techo, que podrian ser espacios destinados a las ofrendas® Los sarv6fagos se colocan adosados a los muras laterales 0 al fondo del recinto; estin hechos de piedra arenisca local “marés”,tallados en un solo blogue y de dimensiones medias de 2,20 m de longitud por 0,70-0,80 m de altura y anchura. Carecen de todo tipo de ornamentacién o inscripeién y como tinico detalle presentan en los lados superiores sendas escoladuras que se ha supuesto servirian para sujetarlos durante su transporte 0 bien para la colocacién de una tapa. Pérez-Cabrero nos ha dejado le nica referencia relative a la cubierta de los sarcéfagos, indicando que estaba constituida por tres Iajas de piedra arenisca"!. El niimero de sarcéfagos en el interior de as cémaras es también muy irregular, en proporcién de uno a seis, siendo de dos a cuatro la cifra més frecuente. Igualmente ignoramos a qué se debe el hecho de que unes hipogeos contengan sareéfago y otros carezcan de ellos. A priori parece que ésto debe interpretarse como una diferencia de indole socio-econdmica. ‘Alin cuando las referencias que poseemos sobre las excavaciones son excesivamente escuetas, la presencia en los fondos del Museo de clavos, remaches y asas de bronce, permite suponer que, en acasiones, los difuntos serian enterrados en atatides de madera. Las tinicas referencias que poseemos nos las han dejado Pére-Cabrero y Roman Ferrer”; este ultimo menciona un hipogeo de Ia campaiia de 1921 que no conteni sarcéfagos y presentaba en perfecto orden los hesos de dos cadaveres, hombre y mujer, que al parecer se epositaron en atatides de madera de jos que se encontraron pequefios restos. Tampoco podemos dejar de ‘mencionar que unas veces el difunto se enterraba en una fosa tallada en el suelo y otras se depositaba irectamente en el piso de Ia cdimara’ En lo que se refiee arto funerario y disposiciOn del ajuar dentro de la cdmara apenas si tenemos datos. Conocemos en muchos casos el contexta furerario, pero éte se nos presenta muy diferente en cada uno de los hhipogeos, como sel ritual, queen las necrépolis de Cartago resulta ser una constante en loss. VI-VI aC. en el Puig des Molins ya se hubiese perdido. Sin embargo, algunas piezas estan presentes casi siempre en los ajuares, como es el caso de las lucernas, platos, jarritos de un asa y boca redonda de pequeiio tumaito y algunas jarras grandes de dos asas. Desgraciadamente los informes y memorias de los excavadores no suelen detenerse en el andlisis det emplazamiento del sjuar, incluso en hipogeos que sabemos se hallaron intactos%, tal vez porque no consideraran importante esle extremo 0, en otros casos, debido a que se tenia la certeza de que los enterramientos estaban sagueados y apenas aportarian datos de interés, lo que desgraciadamente nos ha impedido conocer muchos aspectos del ritual funerari. a uilizaciin de hipogeos con pozo de acceso es frecuente en otras dreas ptinicas, los encontramos en los diferentes sectores de la gran necrSpolis de Cartago: Ard-el-Touibi, Ard-el-Mourali, Sainte Monique, Douimés, Bord-Djedid, Ard-el-Kheraib, Bou Mnijel, ete., o en otras zonas de Tiinez, como Joel Miezza 0 Heenchir-Beni-Nafa. En esta titima aparecen enterramientos de incineracidn en urnas, coexistiendo con el rito de la inhumacién. Fuera dei Norte de Africa los encontramos en Nora (Cerdeita)” y en las necrépolis de Tal Liedna y Ghajn Dwieli en Malta 20, Canilog de las exeovaciones de wrgencia en Biissa. Museo Monogrico del Puig des Molins, diciembre 1984 - Febrero 1985, p13, 21. A. Péter Cabrero, Ibi arqueoliica. Barcelona 1911. p. 9 AN. Péree Cabrero, 1911, op. cp. 9: C. Roman Fetter, Guia del Museo Arauwolixcn de Ibiza {Muscos Arqueatisicos de Espafad. Madrid 1925, p. 469. 23, C. Romén Ferrer, Excavaciones en tiza 1926, p. 19. 24, Recientemente en el hipogeo 5 de las excavaciones de a calle Leén se bald un esqueleto colocado directamente sobre si suelo; ver Con de as excavucones de urgenca en Eivsse, 9. 19. 25. LH, Ferninder, Un lpgen trace, 8 159 J. H. FERNANDEZ Sin embargo, el uso de sarcéfagos monoliticos no esta tan extendido, puesto que tan solo han aparecido ‘en Cartago y en Henchir-Beni-Nafa®, La presencia de entalladuras en los pozos de acceso esti también atestiguada en las necrépolis de Cartago, Cagliari (Cerdefia), Lilibeo (Sicilia) y Tal Horr (Malta) con una cronologia de los s. VF-V a.C.¥, En cuanto a los nichos, al margen de Cartago y Henchir-Beni-Nafa, estdn también presentes en Cagliari (Cerdefia) y Gouraya (Argelia), tanto en las paredes laterales como en el fondo de ia chmara"!. Otro tipo de enterramiento muy frecuente que encontramos en la necrépolis es el de osa. Estas fueron. identificadas al trazarse las zanjas en busca de nuevas cimaras, sin embargo nunca suscitaron tanto interés como los hipogeos; por lo general se encuentran en los espacios entre los pozos de acceso a éstos. Estin talladas en la roca 0 abierias en la tierra, delimitadas por unas lajas de piedra caliza o “marés"; son de dimensiones diversas, entre 1,40-2 m de longitud por 0,60-1 m de anchura y profundidad. Las referencias son cescasas. Roman nos proporciona las medidas de seis fosas, talladas en Ja roca, que se encontraban a 2 m de profundidad con unas dimensiones de 1,40 m de largo por 0,55 de ancho y de 0,50-0,80 de profundidad™. ‘Mafia en sus excavaciones hallo muchas fosas y proporcioné las dimensiones de un buen nimero de ellas. En tun sector, donde casi todas Jas fosas que aparecieron estaban talladas en la roca, se encontraron a una profundidad que oscilaba entre los 0,30-1 m, con una longitud de 1,90-2,25 m; Ia anchura era de 0,48- 0,80 m y la profundidad entre 0,54 y 1,20 m.* En algunas ocasiones estaban cubierias por losas horizontales y, @ veces, la roca de alrededor aparecia rebajada de forma que las losas se sostuviesen y quedaran fijas™. ‘Aunque no ¢s frecuente, en estas fosas se colocaba un sarcdfago de las mismas caracteristicas que los ‘que se hallan en el interior de las ciimaras's Tgnoramos a qué responden los distintos tipos de enterramiento, bien sea en fosa o en hipogeo. Se ha querido ver una diferenciacién de tipo econdmico-social en el sentido de que las fosas pertenecerian a una poblacién mas humilde y los hipogeos corresponderian a gentes pudientes. No cabe duda que la construccién de una cémara representaba un costo mucho mayor que el abrir una fosa. En cuanto a su contenido, el ajuar es mas pobre y los materiales mas escasos que los que se encuentran en el interior de los hipogeos, si bien en cocasiones aparecen en ellas piezas de importacién, joyas y terracotas de notable belleza”. ‘Merece la pena destacar que Ia mayor parte de los askos zoomorfos han aparecido en enterramientos en fosa, como si estas piezas correspondieran a un ritual determinado”. Este tipo de enterramiento esté bien atestiguado en todos los yacimientos piinicos a partir de fines de los s. VI-VILa.. y tienen una larga perduracién por su sencillo sistema constructivo, variando exclusivamente el ajuar depositado en su interior. En el Puig des Molins, las fosas cuya datacién es posibie, se pueden fechar por lo menos desde els. V.tV 2.0.5, perdurando, al parecer, hasta época imperial romana, si bien no esté muy claro™, Otro aspecto es el de la utilizacién de los pozos de acceso a los hipogeos como si de fosas se tratara. 26. A, Tejera Gaspar, Lay tumbusfoncias » plntas del Meditrrnen occidental (Anales de la Universidad Hispalense) Sevilla 1979, pp. 85:90, 27. P, Bartoloni-C. Tronchets, “La neeropoli di Nora", RSF 12(0981)23-28 28. J, Baldachino, Panic wick tombs near Pawla, Malus (Papers ofthe British School in Rome, XIX), Roma 195 29. A. Tejera Gaspar, op. tt, pp- 954 30. A. Tojera Gaspar, op. cit. p. 183, 31. A. Tejera Gaspar, op et. p. 156 32... Roman Ferrer, op. ci, 1926, p. 16. 33. C. Gomer Bollard, ap. cit, 1984, p. 144, 34, LM. Mati, op. it, 1983, tim. XL, 38. C, Roméin Ferrer, op. ci. 1920, p- 17: EM. Man op cit. 1953, p, 124 36. M. Tarradall-M. Font, Eiisa Caruginesa. Barcelona 1975, p. 52. 37. LH, Ferndndez-MJ, Fuentes, “Una seputtura conteniendo un askos con inscripeiin piinica", 4uOr 1/10983)189, 58. C. Roman Ferrer, op, ct. 1926, p. 16; C. Gomez Bellard, op. ci. 1984, pp. 127-128, lim. VI, 3 39. C. Gomer Bollard, op. et, 1984, p. 148. pp. 3y 17 160 NECROPOLIS DEL PUIG DES MOLINS Fig. 6. Planta y seccién del hipogeo n.° $ de fa calle Len 10-12, com losa de cierre i su 16 J. H. FERNANDEZ 162 NECROPOLIS DEL PUIG DES MOLINS Fig. 8. Alzado dal hipogeo | de la calle Ledn 10-12, JH, FERNANDEZ Este Hecho no ha sido siempre bien apreciado, debido a la circunstancia del desplome de las tierra en el interior de la camara con el arrastre del enterramiento romano, correspondiente casi siempre els. 1d.C., lo que ha motivado que se hable de mezcolanza en los ajuares de la necrépolis, cuando en realidad es factible diferenciar las etapas de utilizacién del hipogeo. En estos sistemas de enterramiento, a los que hasta ahora nos hemos estado refiriendo, el ritwa! utilizado fue la inhumacién. Sin embargo, en la necrdpolis también existen otros métodos funerarios cuyo ritual utilizado fue el de Ia incineracién, Esta préctica funeraria en ocasiones se realizaba en urnas, que cran depositadas en agujeros circulares hechos en la roca a tal efecto. Otras veces fas cenizas se colocaban en orificios artificiales de forma circular, protegidos por piedras; también nos encontramos incineraciones colocadas directamente sobre la roca, aprovechando por lo general oquedades naturales, o en fosas talladas en la roca. Estos enterramientos corresponden a la fase mas antigua de la necrdpolis®, Con una cronologia posterior, de fines del s. U-I1 a.C., nos encontramos con urnas de incineracién depositadas en el interior de hipogeos. Este tipo de cerdmicas corresponde a formas bien conocidas, denominadas Eb. 30 a, EB 69, EB. 70, Eb, 72 y Eb, 734 ‘Tampoco podemos dejar de referirnos a los enterramientas efectuados en énfora, documentados por Mafié de Angulo en el sector 4.° de la campaiia de 1946". Se trata de enterramientos de incineracién en nfora que corresponden al tipo Mafia A-2 0 PE 12 de J. Ramén, fechado en los dos primeros tercios del s. V ac, Un aspecto que merece ser comentado es el hecho de carecer de estudios antropoligicos de época fenicio-pinica, a pesar del buen nimero de restos humanos que se exhumaron en esta necrdpolis. El museo Arqueoldgico de Ibiza apenas si conserva algunos esqueletos ¢ ignoramos que fue lo que hicieron los excavadores con ellos, perdigndose de esta forma una buena fuente de informacién. Los restos humanos que ‘se encontraban en el Museo, junto con las incineraciones conservadas en las urnas, se encuentran hoy en eriodo de estudio por especialistas del laboratorio de Antropologia Forense de la Universidad Completense de Madrid, IV. IMPORTANCIA DEL PUIG DES MOLINS PARA LA INVESTIGACION DEL MUNDO FENICIO-PUNICO La necrépolis det Puig des Molins es, con diferencia, el yacimiento mas importante de la Ibiza piinica. No se puede olvidar que es el cementerio de la tnica ciudad de la isla y sobre el que se ha articulado la arqueologia de Ibiza durante muchos afios. Algunos autores, ante el gran niimero de tumbas, lo han Considerado como un lugar sagrado a donde eran conducidos, desde otros puntos del drea puinica, los difuntos para ser enterrados*. Esta afirmacién, que carece de fundamento, es citada con frecuencia como un hecho real en muchas publicaciones, Paraddjicamente este yacimiento, que viene excaviindase desde 1903, aunque no de forma continuada, plantea todavia rmiltiples incégnitas, a causa, principalmente, de no haberse dado a conocer las excavaciones 40. J, Ramen. “Sobre els origens de la cotiniafeneia ¢*Eivssa", Enis (3 poen) 13(1981)25-27, figs 2-4; J, Feminder-C. GémexR. Gurr, “Le premiere période del colonisation punigue Ibiza. Early Setlement inthe Western Mediterranean Islands tnd the Peripheral Areas, (Deya, 1983)", AAR 229 (1988)778-789, is. 3y 6, pl. 4 4M, Font de Tarradel, “Algunas formas poco frecuentes deta ceramica plinica de Wins” en ¥ Srntposi de Pehisone Peninsular. Barcelona 1974, pp. 21-24%; 1. Ramon. Diaz Esteban, “Las jaras ebusitanas de la forma 69, Una pieza con inseripcion Diniada en tinta y cursteres cursives tardo pUnicos recuperada en un hipogeo dol limite meridional de a necropolis del Puig des Molins de Tia, Anario de Fuoagia 1978)257-282. 42. C. Gomer Beard, ep. ct. 1984, p, 30, 43. LM. Mai de Angulo, “Sobre tipologia de dnforas plinicas”, en ¥7 Congreve de Arauevogia Peninsular (Alcoy 1950). Cartagena 1951, pp. 204-205; , Ramén, La produccin antrica pinicnebustana, en Congreso de Cultura Pca (Delesacn lnsulse del Ministerio de Cultura). fia 1981, pp. 98-99, figs. $y 24 44. A. Péter Cabrero, “Arqueolopia Bbusitana, Mseni (Barcelona) 1913, p. 4 168 NECROPOLIS DEL PUIG DES MOLINS. Fig. 9. Tipologia de las urnas cinerarias Eb. 30 A, Eb. 69, Eb. 70, Eb. 72 y Eb. 13. 165 EB. 70 EB. 73 JH, FERNANDEZ Fig. 10 a, Vista general de la necrépolis y de! ensanche de fa ciudad. a ss zs oa ta de Ia neerSpolis con la ciudad amurallada al fondo, 166 NECROPOLIS DEL PUIG DES MOLINS realizadas. Las publicaciones durante muchos afios se han fimitado a estudiar ios materiales més espectaculares encontrados en la necrOpolis: terracolas, escarabeos, huevos de avestruz, etc., pero sin agrupar Jos conjuntos funerarios de forma tal que pudiera conocerse Ia cronologia de los materiales de este yacimiento, No cabe duda que a esta situacién ha contribuido la idea de que el material ibicenco no podia proporcionar datos de interés por encontrarse revuelto. Durante muchos afos la visidn que se ha tenido de este yacimiento por parte de algunos investigadores ha sido negativa, Tanto las excavaciones efectuadas, y por lo general deficientemente publicadas, como los saqueos a los que ha estado sometido, lo presentaban como un yacimiento de gran riqueza, pero sin posibilidad de aportar a la investigacién ningiin dato. Ast pues, se pensabe que no existia posibilidad alguna de estudiar los conjuntos por estar totalmente mezclados, criterio que expuso Vives y Escudero y que a nosotros hos parece muy exagerado: ...Jos restos de cada hipogeo han pasado a otros, mezclindose y dispersindose en términos que los pedazos de una figura incompleta (kim. LXX1, 2) se han recogido en cinco hipogeos distintos ¥¥ no inmediatos: eso dard una idea de lo removido que esti el contenido de tales enterramientos, pudigndose fsegurar que, excepto por una casvalidad, 0 tratindose de objeios muy pequefios, escarabeo 0 cuentas de collar, nada de lo que hoy se encuentra en una cémara debi6 de depositarse en ella, sino que ha llegado alli riediante el trasiego de 10s sucesivos resistros”¥. Efectivamente existid el saqueo de la necrépolis, que tuvo como resultado la apertura de comunicaciones através de las paredes de las cdmaras, y no cabe duda que debié existr rotura de objetos, al tiempo que muchos hipogeos no sélo fueron removides, sino que, incluso, algunos fueron vaciadas por completo La obra de Vives y Escudero ha sido, sin lugar a dudas, la mis conocida y la fuente de informacién bisica para el conocimiento de la cultura cartaginesa de Ibiza, tanto en la Peninsula como en el extranjero, donde las obras de los Roman o de Pérez Cabrero no resultan de tan facil consulta, Esta circunstancia ba contribuido a que Is opinidn de este autor haya sido tomada excesivamente al pie de ta letra, como por el mismo Garcia y Bellido", que vuelve a insistir en la imposibilidad de estudio que presentan los materiales ebusitanos. Sin embargo, esta situacién es valida tan s6lo para los objetos depositados en museos de fuera dela isla, «8 decir, colecciones que fueron reunidas por Vives y Escudero y que se encuentran en el Museo Arqueoldgico Nacional de Madrid, los materiales agrupados por el anticuario Costa “Picarol”, adquiridos por el Museo Arqueoldgico de Barcelona, la coleccién de Santiago Rusinyol en e] Museo del Cau Ferrat (Sitges) y ‘otros pequerios lotes dispersos"”. En el Museo Arqueolégico de Ibiza existen pequeiios lotes de materiales de! Puig des Motins sin contexto, asi como objetos de los que se desconoce sui procedencia exacta, en particular los de pequeiio tamafo: joyas, amuletos, monedas, cuentas de collar etc. Sin embargo, los numerasos hallazgos efectuados en el transcurso de las excavaciones de Roman Ferrer entre 1917 y 1929 presentan una doble numeraci6n, puesto que, ademés del nimero de inventario general llevan el nimero de inventario de la campaia correspondiente, Esta circunstancia, unida al hecho de haber podido localizar algunos de los diarios 45, A. Vives y Escudero, op. eit, 1917, p. XXI 46. A. Gorcia y Bellido, “La colonizacin pica". en Hisora de Espana, 1,2 (irigida por Menéndez Pidal). Madrid 1952. En las pp, 428-429 hase una lange valoracian negativa dt yacimiento, que vuelve a rete en la p. 436 y que citamos extualmente “Todo este material se presenta ane ls ojos del arquesiogo 0 del histriador como un eonfuso monién de objetos, dal cual no Se pueden extracr mis qu ideas referibles& toda Ia necropolis en general, pues, como va se ha dicho repetidas veces, ls ordenacion y tsociacion con gue aparecieron en fodas y cada una de ks cdmaras hipogeas la ignoramos hoy y Se ignorar siempre” 47, Oras eoleccones de intends Son las que se conservan en los Museos de Mallorca, Colecciin Mule, hoy en ef Museo del Santuario de Live (Mallores, [a de los Museos de Prehistoria de Valencia, constiuids con parte de la Coleen Pérex Cobrero, y “Municipal de fa misma ciudsd, formada por ls eoleccién Mart Esteve 167 J. H, FERNANDEZ ‘ Fig. 11 b. Asea de excavaciones del sector arcaico. 168 NECROPOLIS DEL PUIG DES MOLINS Fig. 12 a, Ura cineraria in situ, Fig. 12 b, Urna cineraria in sia con restos de incineracion ig. 12 ¢. Urna cineraria anterior restaurada. 169 J. H. FERNANDEZ inventarios de las campaias y del Museo“, nos han permitido reconstruir en muchos casos los ajuares, tumba por tumba, lo que invalida la idea de que todo el material del Puig des Molins estuviera mezelado e inutitizable para la investigacién. En los dltimos afios el panorama ha variado sensiblemente y sien 1975 Tarradell-Font podian escribir: “No es pot dubiar, per tant, que la necropolis cartaginesa de la ciutat d’Eivissa no segueix el procés topografi cronologic que hem vist que es manifesta a la de Cartago: no és possible d'establir-ne Tevoluci6 temporal a partir d'un punt determinant, com una successié d'@poques. El Puig des Molins es presenta com una gran unitat en el temps", hoy se ha avanzado en Ia investigacién pudiendo establever diversas fases de utilizacién de la necrdpolis y la existencia de un drea donde se han hallado los materiales arcaicos del yacimiento, si bien ¢s cierto que la mayor parte de los hipogeos corresponden a un momento que puede situarse entre los s. VV a.C. Sin descartar que pudo haber otros lugares de enterramiento en los aledaiios de la ciudad, una de las tes expuestas por Tarradell-Font™ parece confirmarse, a saber, que en la necrépolis hay sepulturas mas antiguas. que no habian sido identificadas, aunque indicaron que en los fondos del Museo habia algunos materiales de datacién antigua, ‘Un aspecto importante lo plantea el andlisis de los escarabeos ezipcios hallados en Ibiza®!, que permiten obtener algunos datos cronolégicos de gran imporlancia en el problema de la fundacién de Aiboshim, al tiempo que conocer el papel que pudo jugar Ibiza como centro distribuidor o intermediario de estos productos en relacién con la Peninsula, ‘Nos encontrames con que un buen ote de ejemplares, del mas neto estilo egipcio, presentan una cronologia muy proxima a la fecha tradicional de la fundacién de 1a colonia, Parece bastante claro que estos escarabeos, que presumiblemente formarian parte de enterramientos no identificados, tienen un origen egipcio, dado que la mayoria de sus temas son jeroglificos o mitoligicos. $i no procedieran de un taller egipcio, habrian sido modificadas y adaptados al gusto del pais de fabricacién, al jiempo que los jeroglificos habrian presentado muchos errores®. Por otro lado, es interesante destacar que los escarabeos de Ebusus son de temtica ms egipcia que los de la propia Cartago, lo que hace suponer que procedian directamente de Fenicia o bien de un establecimiento fenicio de la Peninsula, puesto que dada la escasez de este tipo de piezas en Cartago, parece que hemos de descartar que el recorrido fuera desde Fenicia a Ibiza via Cartago. Es posible que Cadiz, fuera el punto de arribada de objetos exéticos y desde ahi se distribuyeran a los diferentes lugares interesados en estos productos. Esta tltima posibitidad parece ser 1a més probable, dado que los puertos de fa Peninsula tenian una mayor tradicién comercial La duda sobre Ia alta cronologia de estos materiales ha estado motivada por fa circunstancia de que hasta e] momento presente no se habian hallado materiales que pudiéramos atribuir a la fase de fundacién o denominar arcaicos. Los trabajos de investigacién realizados a partir de 1975 han permitido reunir un importante lote de materiales de cronologia alta. Yaen (973, al realizar los cimientos de un edificio proximo a la necrépolis, se hallé una lucerna que fue entregada al Museo. Fsta pieza cubierta de tierra no fue identificada hasta afios mas tarde, al proceder a su 48, En 1974 al hacernos cargo del M.ALL pudimos localiza, enize Ia antigua documentacién de Tiros de registro del centro, tos diarios que comenamos. Estas Se encontraban en un orcén yal parecer, fueron desconocidos por los dltimos directores que nos Dresedieron en el careo. 49. Tarradell-Font, op. cit, 1975, p. 8 50. TarradelFomt, op. ct, 1975, pp. 76 y 15415 51. 1. Bagués Esta. "Escarabeos evipcos de tha", Apurtuy 3619 52. 1, Baqués Estapé. vp cit, L9TA/I9TS, p14 787-146, 170 NECROPOLIS DEL. PUIG DES MOLINS Jimpieza, como de barniz rojo, hecho de gran importancia, puesto que era la primera vez que aparecia este tipo cerémico en la isla. Esta pieza fue publicada posteriormente y datada en el s. VIL-VI aC.®, En 1976, al procederse al rebaje de las tierras del sector NO de la necrépolis para efectuar su vallado, se hall6, en un agujero circular hecho a lal efecto en Ia roca, una urna pricticamente intacta con los huesos incinerados en su interior y que puede fecharse a principios del s. Vi a.C.% Los sondeos realizados en este sector en 1977, de los que se publicé un avance®, proporcionaron, entre otros materiales, el hallazgo de otra urna arcaica con dos asas geminadas, muy fragmentada, acostada en una oquedad natural de la roca, con huesos incinerados en su interior, y un jarro hecho a mano, en el interior de una fosa, La urna puede relacionarse con las denominadas de tipo Cruz del Negro, fechada en el s. Vil aC., mientras que el vaso, hecho a mano, parece que imita la forma 58 de Cintas, datada en los s. vili-vit aC. Por tiltimo, Jas excavaciones efectuadas en este sector en 1982 han permitido localizar, entre otros ‘materiales, tres incineraciones infantiles, dos en oquedades naturales de la roca y la tercera en fosa, en cuyo Fondo céncavo se habian depositado los huesos incinerados, halléndose como ajuar una ampolla tipo Bisi 35* y la boca y parte del cuerpo de una urna arcaica tipo Cruz del Negro. De los otros enterramientos, una incineracién contenia una ampolla Bisi 3 y la otra carecia de ajuar De las proximidades de este sector proceden (res ampollas més, dos del tipo Bisi 3 y la tercera sin paralelos, asi como una urna globular de tipo arcaico que podemos fechar en torno al s. Vil a.C., halladas en la campaiia de 1946, procedentes de un enterramiento no identificado*, En esta misma zona se hallaron otras dos ampollas del tipo Bisi 3 con indicios de haber estado en contacto con incineraciones™. ‘Tampoco podemos dejar de mencionar brevemente el hallazgo de un area de hipogeos con una datacién del s. VI a.C., que presentan particularidades totalmente diferentes al resto de los hipogeos de la necrépolis: poro de acceso con escoladuras a modo de peldaiios en las paredes laterales, ofrenda funeraria en el poz0, ete. Actualmente prosiguen, como ya se ha indicado, los trabajos en el Puig des Motins; por un lado, al oeste del edificio se esti investigando un area donde los elementos arcaicos que vienen apareciendo proporcionan nuevos datos sobre esta primera etapa, por alto, se esta excavando al este en la zona baja de la necrépolis. En este sector, al margen de nuevos enterramientos, algunos apenas saqueados, ha aparecido un conjunto de edificaciones superpuestas de época piinica, romana y drabe. Como novedad nuis interesante podemos destacar el hallazgo de un gran lote de material arcaico en un relleno de un sector de hipogeos: platos de barniz rojo, dnforas, urnas de asas geminadas, cuencos de ceramica ‘gris y cuencos tripodes; este material estd en la actualidad en estudio. Ello nos indica que este yacimiento no puede considerarse agotado, como algunos autores han dicho*!, y que atin puede deparar muchas sor- presas. Pero con independencia de los trabajos de campo, en los iiltimos afos se viene trabajando en tas. colecciones piinicas que el Museo guarda, intentando proporcionar nuevos datos a la investigacién de la neerdpolis, y despejar muchas de las incégnilas que atin hoy, al cabo de tantos afios de trabajo en este 53. J, Ramén, “Necrdpolis des Puig, des Molins: Solar n° 40 del earrer Via Romana de la eimat Uivissa", Fonumenss 11979969, fie 3, 6 54. 1H, Ferndinder eta op. ot, 1988, p 788, i, 3. 9.1 55. J, Ramen, “Sobre els origens.", pp. 26-27 fi. 2y 6.3 56. AM. Bis, La coramice pice. aspet e problemi. Napoli 1970, 9.47. 57, Fernindet eta. op. cit, 1984, p. TBD, Mi. 6. pl. 2y 3 $8, C, Gomer Bellard. op. ct, 1984, pp. 100-105, fig. $5.1: p. 133, fiz 63.2: pp. 134-135, 59. J. Ramén, "Cvatco elementos arcaices de importacisn encontrados en Tia”, Inconmacts Amuerhiyca 40198311 15-116 60. Cenilog de fas exeavactones.. p. 23-24 61, Torradell-Font, op. ct, 1978. p. 34 171 JH. FERNANDEZ Fig. 13 a, Pavimento exterior de cierre de un hipogeo. Fig. 13 b. Los de cierre del hipogeo n.° 7 de Ta calle Len 10-12. Fig. 13 c. Pozo de acceso al hipogeo n.° 7 con Fig. 13 4. Fosa romana de la necrépolis. escotaduras laterals, m NECROPOLIS DEL PUIG DES MOLINS Fig. [4.a, Area de construcciones halladas en las recientes excavaciones de la necrSpolis del P 14, Restos de una alqueria drabe hallada recientemente en el Puig des Molins. 13 J. H. FERNANDEZ. yacimiento, permanecen en pie: cronologia, fases de utilizacién, ntimero de hipogeos, si pueden 0 no determinarse areas de enterramiento, etc. Esta labor se centra en el estudio de las antiguas campatias de excavacién, como la de 1946, ya publicada, las de la Sociedad Arqueolégica Ebusitana de los afios 1903-1905 y los trabajos realizados por Roman Ferrer entre 1921-1929, que confiamos proporcionen nueva luz sobre este importante yacimiento del Puig des Molins en particular y del mundo piinico en general. V. FASES DE UTILIZACION DE LA NECROPOLIS EI hallazgo de materiales que podemos denominar arcaicos en un area de la necrépolis, que queda circunscrita por fa pared oeste del Museo, los solares 36-40 de la Via Romana y la clinica Nira. Sra. del Rosario, permite suponer la existencia de una necrépolis arcaica que, al margen de} daiio sufrido por las modernas edificaciones, fue destruida en gran parte por la apertura de las cimaras construidas en época mis tardia; de abi la apricién de enterramientos de incineracién entre las bocas de los hipogeos. Esta primera fase corresponde al momento inicial de la colonizacién de Ibiza. Este grupo colonizador, con toda probabilidad, se asent6 en el area que hoy ocupa la ciudad de Ibiza, que en su origen no seria mas que una pequeiia agrupacién de casas, almacenes y otras dependencias de caricter comercial, con un buen puerto. Tal ver fa situacién de la isla, a medio camino entre las factorias fenicias del Sur de la Peninsula y las reas comerciales del sur de Francia y Cataluita, fuera el motivo de su eleccién como punto de escala y de redistribucién de los productos fenicios a los pueblos indigenas® La caida de Tiro hacia el $75 a.C. fue el momento adecuado para la expansién de Cartago, que se convierte en la ciudad mas poderosa del Occidente mediterrineo. Tal ver es en este momento cuando Cartago se vuelva sobre Ibiza, produciéndose un aumento demografico importante que nos viene atestiguado por la maxima utilizacién de la necrSpolis. A esta segunda fase corresponden Ia mayor parte de los hipogeos de la nneerdpolis, que como hemos visto se inician en el s. V1 a.C., siguiendo los modelos de Cartago, pero que durante los s. VV a.C. van a ocupar todo el cetro del Puig des Molins. Los ajuares de las tumbas son numerosos y ricos en terracotas, cerémicas, joyas, etc., y es entonces cuando van a generalizarse las importaciones dticas. A esta fase corresponde el periodo de crecimiento de la ciudad, para la que se ha caleulado en esta época una poblacién de unos 4.000 habitantes, cifra que indica que Ibiza era una de las ciudades importantes det Mediterrineo occidental; esta ¢poca de expansién coincide con Ia colonizacién del campo ibicenco, credndose asentamientos agricolas que nos vienen atestiguados por las necrépolis rurales distribuidas por toda Ja isla y con las mismas caracteristicas que la del Puig des Molins, La siguiente fase corresponde a los s. Ill! aC., que representan un periodo de decaimiento de las necrépolis. Se generaliza el rito de la incineracién, continundose utilizando los hipogeas. Sin embargo, el ntimero de materiales es muy inferior frente a la etapa anterior, 1o que permite suponer que algo sucedid en este momento. Las excavaciones de urgencia realizadas en los ultimos aios en la Avda. de Espafia han puesto de manifiesto que esta zona, de cardcter industrial, presenta trazos de destruccién con incendio en los niveles del s. 11 a.C., sobre estos restos se vuelve a edificar, persistiendo estas estructuras durante el s. 11 a.C. Se ha supuesto que esta drea destruida esti relacionada con los hechos que recoge Tito Livio, en los que ‘os relata la incursién de Cneo Escipién en el 217 a.C., quien tras tres dias de asedio no pudo tomar la ciudad 62. J, Maluquer, “Los fenicios en Cataluda" ex V Srmpasium de Prelisoria Peninsular, Barcelona 1969, pp, 241-250; O. Artenga- Padri-E. Sanmarti, “Et fector fenict a les costes calalanes i del Golf de Lis. El pobles prerromans del Pirineu”, en 1! Colfoqut Imernacional d'Argucoleia de Puigcerda. Puigoerdd 1978, yp. 129-135. 63. M, Tarradell, "Economia de la Civiizaciin Fenici, en Exnulios de Economia Anuigua de la Pennsule Itérica, Barcelona 1968, pp. 87-91; Tarradell-Font, op, ct, 1975, pp. 246-288 4 NECROPOLIS DEL PUIG DES MOLINS a causa de sus buenas defensas, pero realizé un saqueo del campo y con toda seguridad del érea en torno a ta actOpolis, como serian los barrios artesanales ubicados en las proximidades del Puig des Molins* ‘La Ultima fase de utilizacién det yacimiento corresponde a loss. 1 .C. ¥ 1 d.C. con enterramientos en los ppozos de acceso a los hipogeos en época romana, como ya hemos indicado. A partir de este momento parece ser que el drea de la necrépolis se desplaza en direccién norte, donde han podido localizarse enterrramientos del s, 1 d.C., como los de la calle Aragén, frente a la iglesia de Santa Cruz, excavados en 1980 a 150 m del Puig des Molins. En esta necrépolis se localizaron unas 20 sepulturas, algunas de ellas con varios esqueletos y con un ajuar compuesto por una jarrita, alguna pulsera, cuentas de collar y anillos. La aparicién de monedas {de Ia época de Salonina, esposa de Galieno (254-268), permite datar el yacimiento en ta segunda mitad del s. 1 ac El resullado de los trabajos de investigacién en curso no cabe duda que irin ampliando el conocimiento que hoy tenemos del Puig des Molins. Las excavaciones, a las que ya nos hemos referido, que se vienen realizando en dos sectores del yacimiento, el estudio del material arcaico aparecido recientemente, asi como la investigacién y publicacién de las antiguas campafias de excavacién, confirmaran 0 rechazaran las hipstesis planteadas en este trabajo, 64. C. Gamer Bollard, op. cit, 1984, p. 15S. 175

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