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Oscar Masotta Lecturas de psicoanilisis Freud, Lacan Seleccién de titulos y prélogos de Eva Tabakian PAIDOS Buenos Ares recon Mieco La ordenacén y slecin de texts ha sido realizada por Marcelo Ramirez Pug (Dy Eri Beronguor Seleein de titloey prélogos: va Tabakian Diswio de cubirta: Gustavo Baer Autorizad para vender con perdone “sane jet cpt eeu ic ii (© de tadas ls edicones en castellano Bactonas Pale brea SA ‘Av. Diagonal 662.664 - 08034 Barcelona © de ext edicin Editorial Paidés SAICF ‘Av Independencia 1682, Ciudad de Buenos Aires ‘ifusion@areapaides com ar srpatdosargentina com ar ‘Primers ediin on est formato noviembre de 2015 ISBN 978.050.12:9274.9 ‘Queda hecho el depiito que proviene la ley 11.728 Tmpreco en la Argentine, Printed in Argentina Iimpreso en Primera Clase, California 1291, Ciudad de Buenes Aires, en noviembre de 2015 Prélogo a esta edicién Presentacién . Deseo y g0ee ... 3. La vida erbtica de los sexos INDICE El Sigaifiante ... Ecdipo: falo y castracién : ‘Una maqueta del complejo de Edo... El destino de la omnipotencia Identificaciones es El falo: fundamento del fundamento .. La aporia fundamental del complejo de Edipo. Paradojas del superyé Respuestas del sujeto.... Froud contra Jung .. ‘Consecuencias de la castracién ‘Juanito: una llamada al padre. 5. Leonardo: la madre fliea 3. El narcisismo y la pulsién 7. Las dificultades del narcisismo. Valores estétieas / valores éticos 6 33 BL . 61 n 85 105 19 127 135 143 158 168 ww 191 203, PROLOGO A ESTA EDICION Oscar Masotta fue el introductor del lacanismo pri- mero on la Argentina y més tarde en Espaiia, y aun cuando no tuvo una practica regular como psicoana- lista, su ensefianza y sus iniciativas institucionales lo condujeron al papel de didacta con los grupos de diset- pulos que formé en la lectura de los textos de Jacques Lacan y en una préctica lacaniana de la eura. Prove- niente de la pequefia burguesia de Buenos Aires, stu juventud transcurrié entre un grupo de hijos de inmi- grantes, marxistas y existencialistas, apasionados por Ia cultura francesa y el cine de Hollywood. Rechazando violentamente al régimen peronista, ellos, a través de la lectura de Sartre y Merleau-Ponty, buscaban una filosofia del hombre a la vez universal y radical. A los 25 afios Masotta empez6 a publicar articulos en Clase Obrera, la revista del movimiento obrero comunista, a mitad de camino entre el populismo y el marxismo; més tarde publicaré también en la revista Contorno, dirigida por los hermanos Viias. En su primera obra, dedicada a Roberto Arlt y publicada en 1965, Masotta reivindica la bastardia (en el sentido sartreano), el cli- vaje, Ia desesperacién y el nihilismo. El deseubrimien- to del estructuralismo y la lectura de la Antropologia estructural de Claude Lévi-Strauss determinaron la evolucién de Masotta, que, sin renunciar al nihilismo, abraz6 ol culto de la estructura, influenciado fuerte- ‘ LECTURAS DE FCOMNELIS ‘mente por Enrique Pichon-Rividre, quien le hizo leer ndimeros de la revista La Peychanalyse que inclufan textos de Lacan, y en 1964 lo invité a disertar en su instituto de psicologfa social. La conferencia “Lacan y el inconsciente en el fandamento de la filosofia” fue su primera disertacién acorea de la teoria Iacaniana. En rechazo de la formacién universitaria clisica, Masotta reunié alrededor de él a un grupo de estudio frecuen- tado por psieslogos, intelectuales y psicoanalistas de la APA. Mas tarde, en ol marco del Centro Superior de las Artes, donde daba cursos, conocié a Juan David Nasio, quien también se interesaba por la obra de Lacan y por los textos de Louis Althusser y Georges Politzer, Juntos formaron en 1968 un grupo Incaniano informal. En la época de la dictadura del general Onganfa, funcionaban numerosos circulos culturales privados al ‘margen de la universidad, que a su vez eran un refugio para las actividades de profesores expulsados de sus ppuestos por el golpe de Estado, Después de haber crea- do en 1969 los Cuadernos Sigmund Freud, primera revista en castellano de difusién del pensamiento laca- iano, Masotta, con el aval de Serge Leclaire, Maud Mannoni y Octave Mannoni, organiz6 con ellos una mesa redonda en Ia cual participaron varios miembros de Ia APA: Marie Langer, Emilio Rodrigué, Arminda Aberastury, José Bloger, Fernando Ulloa. Su finalidad era la legitimacién del movimiento lacaniano. La eri- sis institucional de la APA fue una posibilidad cierta para que, en el momento en que Masotta comenzaba fa publicar obras de introduecién al pensamiento laca- niano, su grupo pudiera ofrecer una via elinica a los terapeutas no médicos y no diplomados. Con Ia apari- cidn de la traduceién castellana de los Kerits, realizada por Toms Segovia y revisada por Nasio, a principios de los aiios setenta emergié un verdadero movimiento lacaniano, Nasio habfa emigrado en 1969 y participa ba en la Ecole Freudienne de Paris (EFP). FROLOGOA ESTA EOIN : Bl 28 de junio de 1974, Masotta, con diecinueve psieoanalistas -entre ellos’ Isidero Vagh y German Leopoldo Garefs fundé Ia Bscuela Freudiana de Bue- nos Aires (EFBA) y un ailo més tarde viajé a Paris para presentar su escuela, en el momento en que la comunidad lacaniana era ya vietima de una crisis de sucesidn. Convertido en miembro de a EFP, Masotta dejé la Argentina un poco antes del golpe de Estado del general Videla. Después de una estada en Londres, se instalé en 1976 en Barcelona, donde desplegé una extraordinaria actividad editorial e institucional, sen- tando las bases de la implantacién del lacanismo on Espaia, mientras el fin del régimen franquista y la Hogada de 1a demoeracia permitian prever una restau racién del freudismo en ese pais. Bl 18 de febrero de 1977 creé Ia Biblioteca Freudian de Barcelona, pri- ‘mera institucidn lacaniana hispanohablante de Euro- pa, ¥ durante dos aos organizé coloquios y cursos en varias grandes ciudades, dando origen a un verdadero movimiento, En 1979 estallé una escisién en la EFBA, Desde Bareelona, Masotta fundé un nuovo grupo, la Escuela Freudiana de Argentina, de la cual mas tarde, a través de varias escisiones, derivarian todos los, gruptiseulos del lacanismo argentino. Gran fumador, murié a los 49 aos, vietima de un cancer de pulmén. Lecturas de psicoandtisis, Freud, Lacan Ee una transeripeién corregida de las clases que Masotta impartié en Espaiia después de su exilio voluntario. En la primera parte de estas clases se puede apreciar al Masotta semiélogo fue explicita lo que, tal vez en ese momento, constituia una de las mayores aventuras inteleetuales e incluso ideclégicas del estructuralismo: la nocién de significante de Fer- dinand de Saussure, que rompia con Ia eoncepcién de significado acusiado durante siglos por la filosofia y la ‘ LeCTURAS De PuCOMNALNS filologia anterior, es decir, con todas las reprosenta- ciones acerca de la adecuacién de la palabra y la idea que se han heredado desde Platén en la metafisiea moderna, Sélo desde este esclarecimiento acerca de la arbitrariedad entre el signo y su representacién, entre el significante y su significado, es que puede compren- derse la audacia lacaniana de privilegiar el significan- teal significado y poder entonces establocer un vinculo primordial entre la lingUistica y In lectura freudiana fe los actos fallidos, los suetios y los olvidos, en tanto en cada uno de ellos se trata de una correspondencia entre el significante y el deseo reprimido. Masotta afir- ma: “Lo importante, entonces, es que la palabra sign ficante viene, en la esfera de la lingufatiea, a significar, cn virtud de esa arbitrariedad senalada por Saussure, que hay una barra, un corte: no se pasa directamente al significado, no se puede pasar, en el sentido de que las palabras no contienen de manera necesaria una significacién determinada”. Y sefiala respecto de este tema en Lacan: “Lo que aparece entonces como prime- ra idea de Lacan es este significante separado de su significado y con capacidad para signifiear a eondicién de estar en el sistema de los significantes”. Por supuesto Lacan no adoptard el formato sausse- iano de definir el significante. Tendré otro sentido. Ese seré también una suerte de criterio de demareacién entre el psicoandlisis y otros campos o discursos de saber, El psicoanalista francés generaliza el uso del vocablo significante, Masotta dice que esa generaliza- cién que hace Lacan del significante es similar a la que hace Melanie Klein con el coneepto “objeto” desde el punto de vista metodolégico, Desde el punto de vista propiamente analitico, hay diferencias de dimensiones abismales. Para Lacan el objeto os lo ausente, el algo zo eaté, ha sido perdido. Ni siquiera desde el punto de vista epistemolégico parece tener consistencia este concepto de objeto, a partir de la nociones tomadas de Heidegger y su nocién de precomprensién subjetiva del PAGLOGO A ESTA DION > mundo. A partir de estas consideraciones, Masotta se ‘adentra en el andlisia del eserito de Lacan, "La carta robada’, para dar cuenta de la validez y amplitud del concepto de significante, de la letra y la palabra en Ia concepeién lacaniana. Una vez explicitada esta concepeién central de la primera etapa de la teorizacién de Lacan, periodo que 41 mismo signé bajo Ia consigna del retorno a Freud, Jas siguientes clases recorren los temas nodales de 1a teoria freudiana, ahora sf bajo esta lupa rigurosa de la correlacién antes mencionada. De este modo se trata ‘el complejo de Edipo y su correspondencia con el fala y la castracién, el falo ya en relacién fundamental con ‘1 concepto de significante, la diferencia entre el deseo y el goce y el narcisismo y la pulsién, todos coneeptos trabajados a la luz de este nuevo relevamiento del len- guaje y ol simbolo que se presenta en eate momento del pensamiento de Lacan. ‘Tomando las palabras de Luis Gusmén, cabe desta- car que Masotta “tenfa un estilo palémico euya prin- cipal virtud no quedaba reducida al chisme o al mero Juego de acumulacién de prestigios encadenados pro- dueiendo un efecto dominé donde al final de la euen- ta se pierde la causa misma que originé la polémica”. Estas lecciones dan cuenta de ese estilo y de su capa. cidad de presentar los problemas y las complicaciones te6rieas a veces deslindando los mareos, otras indican- do los cruces, pero siempre desde una mirada audaz y aguda que ayuda al planteo y al desarrollo de las cuestiones sefialadas. Eva Tabakian PRESENTACION Cuando Marcelo Ram{rez me propuso que colaborase con él en la edicién de un volumen con transcripciones de clases de Osear Masotta, no lo dudé un instante y acepté, a pesar de Ins dificultades que suponta el mis- mo planteamiento del trabajo. Por una parte, era una ocasién para rendir homenaje @ quien muchos le debe- ‘mos haber tenido acceso a Freud y a Lacan en_un pais ‘en el que, hasta aquel momento, por una mal entendi- da, ademas de falsa, ortodoxia, ol psicoanslisis no pa- eela una empresa intelectual atrayente. Con él pu- ddimos, los tnos, descubrir la lectura de Freud; los otros, ‘encontrar una gufa para una lectura sistematica que nos orientara en medio de las dificultades de los textos freu- dianos. Por otra parte, esa lectura se inscribia bajo el lema dal retorno @ Freud propuesto por Jacques Lacan en un momento de su ensefianza, cuyos ecos nos llega- ban atenuades por una distancia que se nos antojaba enorme. Me parece oportuno subrayar el espiritu vanguardis- ta de la labor de Masotta, situdndola en un contexto histérico preciso, como el de la Barcelona de hace quin- ce afios. Las fechas de estas lecciones son por sf mismas elocuentes: se inician en noviembre de 1975, el mismo | mes en que murié Franso. Para muchos estudiosos, al- ‘unos de elios muy jévenes, los grupos de estudio que se iniciaron entonees eran lugares donde se respiraba un ambiente de descubrimiento. Algunos de los que alli ‘acudfamos provenfamos de una Universidad que consi derabamos pobre intelectualmente y donde no parecia haber un lugar para los debates que en aquel momen- to se producian en Europa. Hay que tener en cuenta, por otra parte, la peculiar relacién de Espafia con el resto de Europa en aquella época, para entender que a muchos ni siquiera nos parecia notorio que fuese precisamente un argentino quien nos facilitara el acceso a un pensamiento europeo, pensamiento que abarcaba desde Lévi-Strauss hasta Jakobson y estaba presidido por la referencia a Jacques Lacan. ‘Todo ello explica la peculiar composicién de los gru- pos de estudio de Oscar Masotta de entonces. Al prin- pio, si habfa practicantes de psicoandlisis procedian casi exclusivamente de la Argentina, mientras que los espafoles eran estudiantes, intelectuales e incluso artis- tas —durante un tiempo, por otra parte, el estudio del pintor eataldn Guinovart fue el escenario donde se desa- rrollaban las clases—. Con el tiempo, como no podfa ser de otro modo, tendieron a desaparecer quienes sélo hhabfan venido atratdos por la moda, que no eran pooos, y quedaron quienes habian descubierto, precisamente en ‘esos grupos de estudio, que el psicoandlisis no es un sa- ber sin consecuencias. ‘No quisiera pecar por exceso en estas referencias, pero ‘me parecen imprescindibles para entender el tono gene- ral que se respira en estas clases transcritas. Masotta cesté-en ellas muy condicionado por su auditorio, aunque a veces se dirfa que muy a su gusto. Para captar algu- ‘nos matices, en ciertos pasajes hay que hacer un esfuer- 20 y situarse en el contexto: en muchos momentos el lec- tor captard el tono distendido que adquiere la charla, a ‘veces interrumpida por el café. De abf el riesgo que su- pone leer estas lecciones como si fuesen escritos. Parte de este riesgo lo asumimos quienes establecimos defini- tivamente el texto que debia publicarse. Parte debe asu: mirla el lector por sf mismo. Hablemos de la parte que nos corresponde: nos resulté dificil a Mareclo Ramirez y a mf llegar a un criterio de- finitivo para la preparacién del texto. En un principio nos parecia imposible cambiar una sola coma de la trans- cripeién “original”. Pero al poco tiempo esto se revel6 ab- surdo; Masotta nunca habia revisado estas clases para su publicacién, eran un instrumento de ayuda para el ‘estudio, Por otra parte, por las caracteristicas de los gru- pos de estudio se producfan muchas reiteraciones y lar- ‘g0s restimenes de las leeciones prevedentes, lo que re- sultaria innecesario y hasta engorroso en la lectura. ‘Asi, pooo a poco se impuso el crterio de la legibilidad, es decir el de aceptar las modificaciones necesarias para facilitar la transmisién de las ideas, eliminando equivo- cos que en el discurso hablado pueden ser intrascenden- tes, pero que fijados por escrito producen confusién, Aun ast, en ningin momento se traté de convertir el texto en uu escrito: sélo de impedir que la transcripeién, fuera de su contexto original, aeabara —por deeirlo con una fra- ‘e del propio Masotta— traicionando el pensamiento que pretende transmitir. Por otra parte se aitadieron algunas notas, ya sea para facilitar las referencias, ya sea para dar una informacién suplementaria. El lector puede a su gusto prescindir de todo ello, asf como de los titulos de las lecciones, casi siempre tomadas de frases del propio Masotta. Pasemos ahora a las dificultades propias de la lectu- ra de unas clases dictadas hace quince afios, en un con- texto hist6rico preciso. Durante el trabajo de edicidn no podiamos dejar de sentir vivamente el paso del tiempo, sentimiento al que se refiere Masotta en una lecciéa, ‘apoydindose en una cita de Borges. Es evidente que es- tas clases ya no pueden leerse desde el mismo punto de vista en la actualidad, cuando el psicoandlisis lacania- | no s¢ ha introducido definitivamente en Espana y con particular intensidad en Barcelona, donde los aluimnos de Lacan llevan a eabp una importante tarea de ensefianza en el marco del Campo Freudiano Por eso es oportuno situar estas letiones como ins- piradas por la consigna del “retorno a Freud” de Jacques Lacan.* En es0 Masotta es explicto cuando ordena los textos a partir del concepto de significante. Pero esta es- trategia de lecture forma parte en primer lugar, para Masotta, de una propedéutica, Hay que decir, por otra parte, que 6 mismo se muestra cauto acerea de la po sibilidad de superponer,establecer correspondeneias en- tre Froud y Lacan. Sea como fuere, es un tipo de leetu- ra que nos conduce hasta las puertas de la ensehanza | de Lacan, En estas leeiones —Masotta dedicd otras @ seminarios de Lacan— sus referencias al seminario80- bre “La carta robada” se centran precisamente en aque ios temas que se corresponden con las teméticasfreu- _dianas que le interesa destacar: complejo de Epo, nar. [esisino, fal, ete. Pero en todo easo hay una inspieacién | Jacaniana en la idea misma de lectura de los textos de | Freud: hacerles responder por las preguntas que ellos se | plantean. 1 “Entonces, iqué eonstituye el principal interés hoy dia de estas clases, con las limitaciones atrbuibles al audi- torio al que se dirigian, con las difcultades propias de una transcripeién no revisada por el autor? Para quie- nes fuimos alumnos de Masotta no cabe duda: tienen un interés histéricoindiseutible —por no hablar dela trans- ferencia de cada eual—. Porque gran parte del protago- nismo que en la actualidad tiene Bareelona, como pric mera ciudad en lo que se refiere a la difusion de la Enseanza de Jacques Lacan en Espaia, parte precisa * Nos prosgedscutirooxplien aq ata estretoia de letara [Noe remitimos "Historia y transmis’, texte de Garnan L- Gurls, edacado comolntreduecns 0 Masstta Bl modelo pusinel (Eds Al. theot| donde se sehale adem ol uso que se hizo luego de ae foto. pias" dees leesiones, el propio Masota y exntra La esexracions 8 mente de aquelles grupos de estudio que luego dieron pie fla fundacién por Masotta, en 1977, de la Biblioteca Frevdiana de Barcelona, Al lector atento no le pasard desapercibida la fugaz y alusiva referencia en una de es- tas lecciones a “nuestra biblioteca” —jeon maytiscula o ‘con minsiseula?—, entonces tan sélo un proyecto, con el pretexto de recomendar un libro Por otra parte, no es esta una historia sin disconti- nuidades, las cosas no han surgido una de otra sin cor- tes, El proyecto de Masotta, su Biblioteca, no estaba ple- hhamente desarrollado a su muerte, en 1979 —el ultimo afio una intensa y persistente afonia le habia impedido dar con normalidad algunas conferencias en aquel local de Diagonal—, Por entonces la biblioteca de la Biblio teea eontaba todavia con muy pocos libros. La Bibliote- ca Freudiana se desarrollé conducida por Germén L. Garcia, Hoy, desde noviembre de 1990, la Biblioteca Freudia- hha se ha convertido en Biblioteca del Campo Preudiax no, pertenece a la Seccién Catalana de la Escuela Eu- ropea de Psicoandlisis del Campo Freudiano, y es miem- bro de una Federacién Internacional de Bibliotecas. Es- ta Biblioteca del Campo Freudiano de Barcelona, a propuesta de Jacques-Alain Miller, ha institwido unas “Conferencias Oscar Masotta”, cuyo primer invitado sera German L. Garcia, principal eontinuador de su proyecto. Asi, el nombre de Oscar Masotta forma parte defini- tivamente de Ia historia del lacanismo en Bspaiia y muy especialmente en Barcelona, ciudad en la que desarrollé Ja mayor parte de su actividad en la titima etapa de su vida, No puedo finalizar esta presentacién sin recordar a Marcelo Ramirez Puig, muerto prematuramente antes dde que pudiéramos concluir la presente edicidn. Le co- rnoet en 1976 y luego volvi a encontrarle en 1977, esta ‘yee en su casa, convertida en improvisada oficina a la que fui a inseribirme en una flamante Biblioteca Freu- diana que por entonces todavia no tenfa local. Mas tar- de, las vicisitudes del movimiento psicoanalitico en Bar- celona hicieron que muchos de los que habiamos esta- do juntos en toro de Masotta tomésemos caminos divergentes. Pero esos caminos volvieron a encontrarse luego, esta vez en el Campo Freudiano. Mareelo Ra- mirez, que cuando me propuso esta colaboracién era miembro del Cercle Psicoanalitic de Catalunya, quiso contar en aquella ocasién con “alguien de la biblioteca” para acentuar asi el eardcter de reencuentro de este sin- gular retorno a Masotta, Desde aqu{ le doy las gracias. Enric Berenguer Barcelona, enero 1991 1. EL SIGNIFICANTE Hasta ahora habia explicado la perspectiva general. Thamos a introducienos en Freud a partir de Lacan. Iba- ros a basamos en uf esquema de Lacan para entender a Freud. La peculiaridad de la manera de leer a Freud consistia ea programar un orden de leevura de los tos.” Hablamos dicho que ese orden esta fundado, tie- fe una razén, y voy a hablarles a ustedes de ese fun- Gamento. Podemos comenzar tratando de ese orden para (que ustedes vean aparecer algo, Antes, sin embargo, de proseguir con dicho orden de lectura, daré un esquema Tacaniano que dejaremos también ineoncluso para pen- sar todo esto, Construiremos un sistema de doble apo- yo para finalmente introducirnos en el programa. Una Yez que hemos dicho —dogmaticamente— en qué con- siste el programa, hemos de encarar su comienzo, y el primer problema que se presenta es decidir el texto que se elige para empezar a leer a Freud, ‘Un eriterio podria ser la eleceién de un texto impor- tante para la teoria freudiana, que sea algo més que un caso clinico, con un nivel de generalidad que lo haga ceptable como punto de partida. Podriamos decidirnos tentonces, si el eriterio fuera éste, por Inhibicién, sinto- ima y angustia, uno de los grandes textos de la teoria de Freud, 0 por Mds alld del principio del placer o Hl yo 1y el ello, por ejemplo. Sin embargo este criterio lo con- ‘sideramos malo, pues Freud fue un autor de ideas cam- biantes, y su teoria se fue construyendo a lo largo de la historia del desarrollo de su propio pensamiento, En estos textos Freud llega a conclusiones que le ha- cen desdecirse de afirmaciones anteriores. Por ejemplo, en Inhibicion, sintoma y angustia se encuentra la Glti- ma teorfa sobre la angustia, “la angustia como’ senal”, pero para llegar a esta teorfa habla pasado por olrad anteriores, Digamos una répidamente: la angustia como resultado de la represién —algo reprimido, imposible de expresar, produce angustia—, Hsta es la primera teoria Segiin la Ultima toorfa, la angustia es una sefial que an- ticipa una catéstrofe. Entonces la angustia surge euan- do algo catastrufico, o parecido a una catéstrofe, va.a ocu- rrir, Esta Gltima teorfa la encontrariamos en Inhibicién, sintomaly angustia, pero en este texto no encontrariamos datos con respocto al pasaje de una a otra, por lo cual no entenderfamos bien Ia Ultima teoria. Es como si, en los textos de Freud, la historia de la constitucién de los conceptos no fuera ajena al contenido de los eonceptos mismos: necesitamos de la historia para entender los conceptos. Por ello hay que tener euidado en la eleccién do los textos, Lo mismo sucede con Bi yo y ef ello, donde se encuen- | tra —segiin la terminologia francesa— la “segunda ‘t6pica’, la del yo, el supery6 y el ello, qué romplaza a 1a “primera topica” que data de la época de La interpre- tacién de los sueos. En ese texto se exponen estos con- ceptos como una teoria constituida, pero no hay en él una revisidn de los origenes de esas famosas tres instancias. Sobre todo una de ellas, el supery6, que tiene dos géne- sis distintas en Freud, y si uno no las conoce no sabe qué es el supery6, Asi, todo el mundo sabe que se tra ta de una instancia punitiva, pero lo més importante no es esto, sino conocer su origen y eudles son sus cisien tos en la estructura del sujeto, de donde surge necesa- riamente el superyé. La teoria de esta génesis no esta ‘en El yo y el ello. Por lo tanto no se puede comenzar por este texto, Lo mismo ocuriia si decidiéramos comenzar por. 1a tepals gulsgcal ~a mitclogia™, mo deca Freud mis: Jno— que es tan importante en la teoria psicoanalitica: ee aadh all del principio del placer, donde aparece la Gustin de muerte, no hay sefeencin alguna alas razo: ee que llevan a abandonar la teora pulsional anterior Oia eens encontrartamos con be cnepios ens io bral si Fomte por to mismo ‘Si saarnmos entondor en profundidad gus Sian porque significan, y eso no hay que dudarlo, segin su irreretén hstica, en cl eonjunto de la obra. ‘hora in, imo ce pre dace einer ex tof ay un ping readies que-podemos-plicar a pliner lagar, buscar si hay agen tema en Freud, un coazepta dela teora o la prdtica psicoanallica, que eercematerice por su permanencia a lo largo de la his- tha de a constrain de toda er Yon eu ugar, podriamos exigita este tema oconcepla un pe decide el campo mismo dela teria ex deir que sea ‘Sportante 7, para deciro de tte manera, que de ser apices cosee nos permita comprender qué da st rrpucidad al campo dela teora pleoanalitica en tan- tal ¥ ahora sh porswerte, ales dei que eta ‘canente existe y podemon darle un nombre: se trata ia’sipuifeante aunque esto nombre es més ioderno y Freud no Io usé—. Fete tfrmino, usado en linguistics, proviene de Sas supe! Homo eneontrado un craig para deinr algu- ee iechos, peo si nos metiéramos a su vet en los me- wae modemes del ming como cneept,estriames Sordidor pues casualmente hay toda la Iinguitica dis- Site qo entende po signa, alge wo i lsmin en pstoonaisi. Entones tenemos que po Sermon de aero en cuanto a uso que le damos y | Sekar uo deinen minima, Definitnos asf el sini 2. Of Oxar sot B modelo plo, BA. Alea, 1880, pg 7. 4. Be Sovoure: Cure de ington general, Bd. Laval 6 “ SICOANAUSIS AL SIGNPCANTE ” | || ficante: es la palabra, en tanto la palabra es capaz de |! manda de sentido. En cambio lo obmico es otra cosa: aqui remitir a mas de un fic I iene que haber sdlo un fenémeno de comparacién de || Bente in defi sntaousiana "Peden | eee es fendmena de palabras, El tole Se ‘ ejemplo para explicar esto: el chiste. Para que haya chis-' lp eémico seria ol porte de una re eae oe te tione que haber un fenémeno de palabra. Ademds, el de pronto, tropiera Y ft fe hablo una pelsbra, Un chis- chiste necesita ser contado. Con el chiste nos encontra- algo eémico sin que nadie hable una p tos siempre ante misum e Sesh sas pen to ace gua ee cae a remite a més de un significado. Esa capacidad que tie- 7 | ln pela de sear ssc Son Prepon: No oo por qué ditingues tanto ete ina que produce el efecto de chiste, wn 9 palabra. Pongamos un ejemplo citado por Freud, “Un judfo le Lathe ‘Aparte de que puede haber imagenes en las palabras: dice a otro judio: Has tomado un bat? ¥ el otro le con- o de que las palabras pueden tener imagenes, estoy se- testa: Bs que falta alguno?™ one Ge elle, o que produce su efecto en el chistes la palabra con sti capacidad de tener dos sentidos, como i Pregunta: Un significant, zdebe refeirse a una pala- ‘nfo que se tapa y no entiendes, y de pronto se desta- bra en coneeto, evesariamente,o ped reitae¢ une fe, entendes y te ries, sin pensar en nada; cuando el fraset ate es muy puro tiene que ver con la repartee (como Puede, siempre que tenga esta capacidad de remit Gloen les ingleses) que es la replica répida, En cambio, 4 dos sentidos, a dos signifcados fno hay palabras cuando un sefior se cae al suelo. Aho- Ta, frente a ent, puedes construir una teora del cam- Pregunta: gBsto vale sélo para el chiste y no para lo po perceptivo, la nocién de la imaginacién y la percep- comioot Eon os Tenuate, los lenguajes gestuale, ele, mos Claro, el problema aqui es el chiste, lo eémico tiene trarme que también ailf hay palabras. Se puede hacer, que ver con otras cosas. Para que haya efecto de chis- Gungue Por mi parte rechazaré esas teorfas por mil ra- te tiene que producirse de pronto un efecto de absurdo, Zones, pero es posible hacerlo, Pero se ve muy clara la {fartanse el sentido, como cuando uno no entiende, La que ‘oposicign entre una cosa y la otra. Son ensas completa- hace reir en el chiste es el sentido que pasa a tates, mente detnta. porque la palabre, en tna dole remain cnn ce a “Prod le lama 1 atencion no lo emi sno el chis- cruce de vias, suprime un sentido y deja entrar otro, En | te, cuando la palabra hace de embrague o shifter Jakob- | tonoes se produce una satisfaceén, como si algo sre. \ sony alizara por efecto del lenguaje. Cuando el otro se rie, ac- I 7 cede ala demanda de quien est contando el chisto, por. itn puede haber entre el signifi Que en verdad en el chst, lo que so demanda del oo Fran Seemann dentacin 7 connetacnt cante yo que llamamos denotacién | cape grepte el sentido que uno esta otorgando a las Son términos dificiles de definir, son necesarios con- \ palabras. Entonces hay satisfaccién, porque el otro te da jon, aol ue pies, que aspirin ents en pi. : sipio absurdo, Entonces, la satisfaccion del histo etd 4, Ska Ln mate eer vay eto dada en esa demanda, eoncedida por el otro, que es der sot ils Ean ing gor, are, Se Ber 1

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