Se recupera Resurreccifn, la tercera
je novela del autor de Guerra y
a ;
Anna Karénina.
Wasa, RevunmeeeiOu, Le Tora
ania s036 om101
ijo Tolstdi que “la meta de artista
io es resolver un problema de
forma irrefutable, sino kacernos
amar la vida en todas ss manifes:
taclonat”, 7 ea pouble quo da eets
deseo y desu gran genio surgeran Guerra
y Pazy Anna Karénina. Pero fue después,
uy préximo el fin de siglo, en el tiempo
de 1899, cuando se publica su tercera
gran novela, Resureceién Una obta que
Somenz6 diez ailos antes y que revis6
‘arias veces, El conde Leon Nikoldievien
‘Tolatéi habla acentuado en su madurez
su critica vision del mundo pues, nacido
én una familia aristocritien en 1828,
tniraba atentamente a au alrededor y en
bu observacion erecta con fuerza la
perplejidad y la duda, de
Tal modo que cuando
hablaban sus personajes
parecia que el alma les
Riera. ola, que fue
excomulgado de la religion
Sedans rons estas
ensefianza de los evange-
lies despojdndolos de ia
mistiea para que sonaran
més clocuentes, En 1891
Tenuncio a los derechos de
las obras publicadas una
década antes y, un alo
despues, divdio sus tieras
entre su esposa Sofia y eu8
iijos. ¥ escrbla Resurrece
cin, que ahora la editorial
Pre-Textos la proporciona
al ecior en una soberbia y
cuidada edicion de Victor
‘Aadreseo y que alade a
versiones espaitolas pasaies
que ao sparecian. En la
this reciente de In editorial
Andrés Bello y, por poner
tn ejemplo, no estén los
capltulos dedicados al
ritual de la Santa Misa y
que en la version de Vitor
Andresco corresponden al
numero XXXIX y XL de
{a primera parte, Alli se
puede let: "No sbio prod:
Bio Bests) tan absurda
locuacidad ybrujeriae
sactflegas com el pany et
ino, sino que de fa forma
iris conereta habla. proht
bido que unos hombres
Tamaran maestros a otros
hombres; probibis. las
fraciones et las iglesias, y
pidid que cada uno tevara ailademente
Suprimié tos tempos, dciendo que habia
Yenido a destruitos, y se debia rezar no
tn tsi, sino en espiritay verdad
‘Resurreecion es un texto en el que et
protagonista, el principe Dimitri Ivano-
Veh Nejliddoy seri al milano Verape
conde Tolséi. Nejliidov ha nacido en el
limbo aristocrétio de un mundo de cris-
tal, y crece iocente sin conocer ln exis:
fencla de tna fuerte sociedad de tases.
Kea que lomompe on va va Keatoahs
Mislove, quien habite en el lado opucs-
to: ese lugar destinado fos deshereda-
dos. Yes que Nejliddov, joven
tonveacide del poder de su estispe, s¢
acerca a la mmuctacka no por mer sino
por deseo, pues a ly como aritoerata,
fe le concede no séio la pérdida ce Is
Inoceneia sino el derecho'a jactarse de
tli De ee encnatio ent dos gue ne
‘ez intuyeron cudato podran querese,
e esa intransigencia de! destino, nace e
Sesastee que los pone en el lugar que por
hacimicnto les gorresponde: Nefitdoy
Vive en ese terrtorio en ol que rece la
permisividad y el otido por la infumias
Sometidas; Méslova se encuentra en el
tscalon mas bajo: ejece ia prositucion
pero mantiene la dignidad para desson-
ecto y horror de quien la escucha. Ella
“und prostata,condenads a trabajos
foraadon, sin embargo se abla forma
do un contepto de is vida y del papel
‘Ledn Tost, en une fororaa toma en 190, des oes ares de surere.
> Enesie largo viaje por la burocracia y la
injusticia, la estacian finales la cdrcel o Siberia
que desempefiaba en ella. que no sélo le
permitia aprobar su situaciéa, sino
Incluso enorgullecerse ante a gente”,
“Tolstéi hace que Nejliidaw se enfrente
‘a las consecuencias de su deseo de juven
tud y el rostro de Katiusha sera como un
‘espejo para reflejar que un gesto de los
a avotar cualquier rebeién, e$ lo que
fe Tool a apes lee, Ea ce
ble injusticia, ha estacion final es Ta
carcel o un infierno de hielo llamado Sibe-
fin "Batoy loco porque veo To que otros
‘no ven estin Jogos los que hacen Jo que
veo?, se pregunta Nejitidov, 0 e8 Tolst6i
uign nos habla, pues el eutor parece
‘Star librando su propio tormento,
"Tolstdi viajard al inferno por medio
de Nejliddoy y, en ese recerrido que
hhace el principe acompatando a los
deportades, refiexionard sobre el absur~
do de la justicia y la crueldad de una
Sociedad’ que se permite sancionar el
Gelito, eredndolo y alimentindolo al
tie tempo. En Renwreccib,e ttn
fe Tolst6i por el predicamento se reer:
dece pero ln suv lteraria, um poco mas
‘paca que en sus obras maesteas, tiene
momentos magistrales Yes debido 2 80
araviloso genio, que cl tempo que el
Autor describe parece que funca fos es
‘Keno, Dice Toles! sobre ia comitiva de
Seshersdador! “Comenzaren # salir lor
preses de dos en dos, con gocras planas
sobre las cabezas afetadas,
on sacos al hombre, arras.
ttando los pies encadena
dos, moviends una mano
libre y sujetands con 1a
otra el saco al hombro,
Primero iban los hombres
condenados a. trabajos
forzados, con igual pa
talén gris y guardapolvo,
on una sefal en la espa
da, Todos ellos ~jovenes,
viejos, delgados, gruesos,
Pilides, coloradon,negros,
bigotudos, barbudos, af
tados, Fusos, tarta®
hebreos~ salfan hacie
sonar las cadenas y mov
enérgicamente el bra
libre, como 31 prepare
ran para ira un higar muy
fejano (..) Venian despucs
Jos comunes y a continua-
én las mujeres. Tambien
per orden, primero las
Eondenadas “a trabajos
forzados, con blusts grses
de prosidiarias y paftuelos a
la cabeza; luego, las depor-
tadas y las que seguian
Yoluntariamente a sus fe-
mnillares, con indumenta-
tas de la ciudad y de la
faldea, Algunas de las muje
Fes llevaban nifos de pecho
tenvueltos en el bajo de sus
blusasgrisee”
El tempo de i baroeri
ferable como af Tolstéi 6
hublerainstalado en un
tiompo imperecedero, pues
tode esté alll y también
agui un siglo después, En sus titimos
tiempos Tolstei deseo que su vida fuera
como él se lo habia propuesto, Pero ni a
sur esposa ia sls hij Jes Ustaron sus
decisiones, asi que Tolstoi, enfermo y
fnciano, hayé de su hogar en busca de
tn monasterie. Quiso el destino que 10