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CAPITULO 5 EL PRODUCTO BRUTO NACIONAL Una de las razones de la mistificaci6n que oscurece la economia es el vocabulario que se emplea. No sdlo se utilizan palabras comunes y ordinarias, como ahorro o inversin, en sen- tidos distintos al cotidiano, sino que se apoya en términos bar- baros e intimidatorios como macroeconomta o producto bruto nacional. Serfa bueno si pudiéramos purgar a la econom(a de esta carga, pero seria como pedirle a los médicos que nos expliquen nuestros problemas en palabras simples. En cambio, debemos aprender a hablar algo de economfa, esto es, familiarizarnos y sentirnos comodos con algunos términos basicos que utiliza el economista para hablar de la situacién econémica. Uno de ellos es esa rara palabra “macroeconomia”. Viene del griego macro, que significa grande, y la implicacién es, por lo tanto, que la macroeconomia estudia los problemas econémicos muy grandes. Lo hace al incluir problemas tales como el de la inflaci6n, la recesién, el desempleo y el crecimien- to econdmico. Pero no es esto lo que distingue a la macro de su hermana, la microeconomfa, que veremos més adelante. Mas bien, la macroeconomia apunta a una perspectiva, un punto su- perior, queda mucho realce a ciertos aspectos del sistema eco- nomico. 4Como es la econom{a desde una perspectiva macro? La vision no es diferente de la que hemos tenido en los capitulos anteriores. Miramos a la economia como desde un avién, para verla como un vasto paisaje poblado por empresas, familias y agencias gubernamentales, Posteriormente, cuando veamos la perspectiva microeconémica, examinaremos el mismo paisaje con ojo de oruga, en lugar de hacerlo a vuelo de pajaro. Habra cambios sorprendentes en las caracteristicas del paisaje que apa- receran enfocados muy claramente. El propésito de mirar a la economia desde un punto macro es que nos permite ver, mas claramente que desde el nivel de tierra, un proceso de importancia crucial y central. Esto es, la incesante actividad de la produccién a-escala nacional, la inter- minable creacién y recreacién de la riqueza por medio de la cual 84 5: El Producto Bruto Nacional el pais lena, renueva y expande su vida material. Este gran flujo central, del que todos dependemos, se llama Producto Bruto Nacional, generalmente abreviado PBN. Cuando los noticieros de la television dicen que el PBN subid o bajé, estan significan- do que la corriente de produccién ha aumentado o disminuido, que estamos produciendo més 0 menos. Saber por qué la pro- duccion varfa es el primer trabajo de la macroeconomia. COMO ESTA COMPUESTO EL PBN Comenzaremos a desenredar la pregunta examinando de cerca la corriente misma. Hay una cosa que es clara de inmedia- to. El flujo de la produccién proviene de la cooperacién de sus factores; de los esfuerzos conjuntos de.la fuerza laboral proce- dente de las familias del pais, trabajando con el capital y la tierra que poseen principalmente las empresas, bajo las reglas y eyes establecidas por el, gobierno. Literalmente podemos ver que el flujo de la produccion se origina en diez millones de ex- plotaciones agropecuarias, fabricas, oficinas y agencias que so- brevolamos. Es de este manantial de donde proviene la corrien- te de la produccién nacional. Si miramos desde arriba la corriente —el rfo— parece que al comienzo esta formada por un conjunto de produccion inclasificable. Hay cientos de miles, tal vez millones, de tipos de bienes y servicios en la corriente de producci6n; alimentos de todo tipo, variedad de indumentaria, catélogos de maquinarias, revoltijos de chucherfas. Pero en una segunda mirada, podemos observar que esta grah variedad de productos pueden dividirse en dos grupos basicos de produccion. Uno de ellos consiste en bienes y servicios que seran tomados por las familias para uso personal: autos, peluquerias, joyas, carne. Llamaremos a esta rama de la corriente de produccién consumo, y a los distintos bienes y servicios que la componen, bienes de consumo. ‘La rama del consumo del proceso productivo nos es familiar. Pero mirando nuevamente desde nuestro punto macro, podemos ver que hay bienes y servicios que nunca legan a las manos de los consumidores. Aqui hay una corriente de produc- cion como maquinas, carreteras, edificios ptiblicos, puentes, para no mencionar objetos menores como muebles de oficina y méquinas de escribir. Estos bienes son parte del PBN pero no son bienes de consumo. Les daremos un nombre especial —bie- nes de inversion o bienes de capital— y veremos rapidamente que juegan un papel vital en la determinacién de nuestro bienes- tar econdmico. Como esté compuesto el PBN 85 La vision macro nos permite ver una cosa muy sorpren- dente acerca de las dos ramas de la produccién. ¥ es que cada una de ellas sirve de sostén a una parte distinta de la economia. El flujo de bienes de consumo va a renovar la fuerza de trabajo y bienestar de las familias de la nacion. Sin él perecerfamos en unas pocas sémanas. Pero el flujo de produccién para inversion también juega una funcién de renovacién. La produccion de in- version reemplaza y renueva la riqueza de capital del pafs, prin- cipalmente la de las empresas y en menor medida la del gobier- no. E] flujo de inversion de la produccién termina en las repara- ciones y extensiones del sistema de diques y carreteras, lineas de montaje y depésitos, tornos y perforadoras, equipos para la pro- duccién agropecuaria y casas de departamentos. Si esa corrien- te de produccién se detiene, no pereceriamos tan répidamente como en el caso de que desaparezcan los bienes de consumo, pero nuestra fuerza productiva se debilitarfa y de a poco retro. cederiamos a los niveles de sociedades subdesarrolladas y, luego, a los de las primitivas. El PBN consiste, entonces, en dos tipos principales de produccién, bienes de consumo y de inversion. Los casi u$s 3 billones que sumé el PBN en 1981, por ejemplo, no son otra cosa que el valor total de las ventas de estos dos tipos basicos de bienes. Puede ayudar pensar en la corriente de produccién como pasando por las cajas registradoras de un inmenso super- mercado. Los tickets de venta de cada bien son sumados en las registradoras. Luego de un afio de sumas, se calcula el total. Ese es el PBN del afio. Debemos sefialar algunas cosas acerca del PBN. Una es que el flujo de produccién que pasa a través de las cajas regis- tradoras esté comprendido por bienes y servicios publicos y privados. Tomemos, por ejemplo, el flujo del consumo. Los bienes y servicios de consumo, como su palabra lo indica, son bienes que consumimos o gastamos, generalmente en un perfo- do de tiempo corto. La mayoria de los bienes de consumo son comprados por familias privadas para su uso personal; alimenta- cién o indumentaria, por ejemplo, o servicios, como entradas de cine 0 asesoramiento legal. Pero, algunos bienes de consumo son comprados por gobiernos municipales, de los estados o federa- les. Los servicios de maestros y bomberos, por ejemplo, se ase- mejan a los servicios profesionales de un abogado 0 a los extin- guidores de incendios de los pozos petroleros, pero son parte del consumo pablico, no del privado. Esto es verdad aun cuando las D » D D D D dD Dd D D > > D dD D D >» > > » d Dd Dd > > » » » d » d » » » » » » » ’ » » » » » Dd 86 5: EI Producto Bruto Nacional familias sean las que en iltima instancia reciben los beneficios del trabajo de los maestros y bomberos: la “persona” que paga la cuenta de sus servicios es el estado. La misma division en privado y ptiblico puede observar- se en el caso de la inversion. Los bienes de inversion generalmen- te duran un largo tiempo y son reemplazados cuando se desgas- tan, como es el caso de una fabrica. Pero esto también es cierto con las carreteras o los diques o las plantas de incineracién mu- nicipales. Estos también son bienes de inversion, pero son pabli- cos y no privados. Es importante recordar que hay un componente de la in- version en el PBN que es comprado por el gobierno, ya que vere- mos que la inversion juega un papel muy importante en la deter- minacién del nivel de productividad. Mucha gente habla del sector ptiblico como si el mismo consistiera sélo de gastos en bienes de consumo, en vez de bienes de inversién que contribu- yen a la produccion futura. Este es un error y muy serio. Al ocupamos de la produccién estatal debemos sefialar un punto ms. Se trata de esa enorme e importante erogacién del gobierno, principalmente federal, Uamada transferencia. Como sabemos, este es un flujo de pagos cuyo propésito princi- pal es “seguridad”: pagos de Seguridad Social, seguro de desem- pleo, ayuda para el lisiado o desaventajado, mas subsidios de distintos tipos. Las transferencias federales legaron en 1981 a cerca de u$s 280.000 millones, un poco menos del 10% del N. Sin embargo, cuando sumamos el PBN, jno incluimos estas transferencias! Porque, como su nombre lo indica, son pagos hechos con propésitos sociales y no porque los receptores hayan realizado un servicio util. La diferencia es ésta: cuando pagamos nuestra cuenta de limpieza transferimos dinero a al- guien que nos ha realizado un trabajo, De la misma manera, cuando pagamos impuestos para financiar escuelas, departamen. tos de bomberos 0, inclusive, ejército, también le pagamos a in- dividuos que realizan un servicio para nosotros. Pero, la porcion de impuestos que pagamos para proveer de ingresos a individuos que no pueden encontrar trabajo o son muy débiles para man- tenerse, 0 que han Iegado a la edad de retirarse, no es para re- munerarlos por un esfuerzo. Es una pura transferencia, una manera de institucionalizar la responsabilidad social que se ha convertido en una parte de toda nacién avanzada. En realidad, es el equivalente piiblico de la caridad privada. Pero, como no se lleva a cabo ninguna produccién para entregar a cambio de la transferencia, como un cheque de Seguridad Social, ellas son Como esta compuesto el PBN 87 simplemente obviadas al. calcular el PBN. Lo mismo ocurre en el caso de los gastos en apuestas, o la compra de acciones y bonos, o ayudas por siniestros. Estos son flujos grandes e im- portantes de erogaciones, pero no reflejan la actividad producti- va que el PBN se propone medir. Cuando el PBN es calculado por los estadisticos del De- partamento de Comercio, la corriente de produccién la pode- mos imaginar pasando a através no de una, sino de cuatro cajas registradoras. Una calcula el total de gastos en consumo perso- nal realizados por las familias privadas. La segunda registradora suma el total de la inversion privada intema del pais, principal- mente las fabricas, equipos y casas nuevas para familias. La ter- cera sigue la produccién estatal, ya sea con propésitos de consu- mo o inversion. No hay raz6n para no hacer la separacion entre consumo e inversion, como lo hacemos en el caso de la produc- cién privada, si lo hiciéramos podriamos comprender mejor el lugar del gobierno en la economia. Pero, como no lo hacemos, Jos planes de almuerzos escolares se ponen junto con la cons- traccién de nuevas Iineas de subterraneos dentro de la produc- cién estatal. Finalmente, la cuarta registradora calcula toda la pro- duccién de los Estados Unidos que se exporta, y resta todas las importaciones. Generalmente, vendemos mas en el exterior de lo que compramos, por lo tanto, hay un “balance comercial” que forma parte del PBN, y un riacho que nace en nuestras cos- tas y cruza a través de las fronteras. De esta manera, la cifra del PBN que leemos es la suma de cuatro cuentas (que incluyen cientos y cientos de informes y estimaciones detalladas) de la produccién nacional. En 1980, por ejemplo, las cuatro cuentas fueron como sigue: PBN, 1980 u$s millones Gastos de consumo personal 1.678.000 Gastos en inversion privada intema 395,000 Gastos del gobiemo 535.000 Balance comercial 23.000 Producto Bruto Nacional Total 2.626.000 88 5: El Producto Bruto Nacional Hay un dltimo punto. Al sumar el PBN, los estadisticos del gobierno no computan el valor de cada bien que se produce cada vez que es vendido. Silo hicieran, tendrian que sumar el valor de un bushel de trigo vendido a un depésito de granos, el grano vendido a un molino, la harina vendida a un panadero, el pan vendido a un supermercado y, finalmente, el pan vendido a un consumidor. Esto daria una ‘cifra mucho mas grande que el valor final del pan, inclusive el valor del pan obviamente contie- ne pagos que se hicieron previamente al del panadero, al molino, al depésito de granos y al agricultor. Siguiendo este razonamiento, los estadisticos s6lo calcu- lan los bienes finales, nunca los intermedios. Como podemos imaginamos, cada una de las registradoras totaliza una sola cate- goria de estos bienes finales: los bienes de consumo, los bienes de inversién, la produccién del gobierno y las exportaciones netas. 2QUE NOS DICE EL PBN? Ya deberia estar claro en qué consiste el PBN. Lo que atin no esta claro es su importancia. ;Nos dice el tamafio del PBN si estamos mejor o no con exactitud? ¢Es bueno si el PBN. aumenta y malo si baja? La respuesta es sf y no. La parte del sf es facil de enten- der. Cuando el valor de la produccién aumenta, es mas probable que més gente esté empleada. Cuando el valor de la produecién total aumenta, con seguridad se reciben mayores ingresos. Asi existe una evidente relacion entre el tamafio del PBN y el nivel de empleo y los ingresos nacionales. El tamafio del PBN también sirve como una medida general de la cantidad de bienes y servi- cios que podemos comprar, en forma individual y colectiva. Esta es la raz6n de por qué, teniendo todo en cuenta, un aumen- to del PBN es siempre bienvenido y una caida es desagradable. Sin embargo el PBN es una medida con errores y enga- fiosa de nuestro bienestar y deberiamos comprender tanto la de- bilidad como la fuerza de este singular indicador econémico tan importante. Debemos considerar que el PBN trata de valores en déla- res, no en unidades fisicas. Por lo tanto, es necesario corregirlo por la inflacion. Como vimos en el iiltimo capitulo, surgen pro- blemas cuando comparamos el PBN de un afio con el de otro para determinar si el pags est mejor o no. Si los precios durante el segundo afio son més altos, el PBN aparecera mas alto aunque el volumen real de produccién se mantenga igual o inclusive més Qué nos dice el PBN? 89 bajo. De esta manera, el PBN es un indicador preciso del bienes- tar slo si podemos quitar el factor inflacionario con exactitud para comparar un afio con otro. Lo podemos hacer? Bueno, en parte, pero no perfectamente. Siempre hay un margen de incer- tidumbre al comparar el PBN “real” de hoy con el de ayer. Un segundo punto débil del PBN es el de su inexactitud como indicador de la tendencia “real” a lo largo del tiempo. La dificultad da vueltas alrededor de los cambios en la calidad de los bienes y servicios. En una sociedad que avanza tecnolgica- mente, los bienes van siendo mejorados con el tiempo, y nuevos bienes son constantemente introducidos. Al mismo tiempo, en una sociedad con aumento en su densidad, la calidad de otros bienes puede disminuir: un viaje en avién hoy es sin duda prefe- rible a uno de hace treinta afios, pero el viaje en subterraneo no. Los estadisticos del gobierno tratan de ajustar las estadisticas del PBN a estos cambios de calidad, pero, sin duda, aqui tam- bién hay un margen de incertidumbre. Una tercera dificultad con el PBN reside en su incapaci- dad para ver el uso ultimo de la producci6n. Si un afio el PBN aumenta en mil millones de délares debido a un aumento en el gasto en educacion, y otro afio aumenta por el mismo monto debido a un aumento en la producci6n de cigarrillos, las cifras en cada caso mostraran el mismo crecimiento. Inclusive, la pro- duccién que no es de interés o es totalmente iniitil —por ejem- plo como el famoso auto Edsel que nadie queria o las armas de guerra que son obsoletas desde el momento que aparecen—, todo se incluye dentro del PBN. E] problema de la contaminacién ambiental agrega otra dificultad. Algunos tipos de crecimiento del PBN generan con- taminacion: los automéviles o la produccién de papel o acero, por ejemplo. Otros tipos de crecimiento del PBN son necesarios para frenar la contaminacién: plantas de depuracion de agua o la produccién de motores de combustion interna limpia. La medida convencional del crecimiento del PBN no dis- tingue entre tales producciones. Por ejemplo, el costo de la lim- pieza en que debemos incurrir debido al hollin que produce la fébrica vecina no aumenta nuestro bienestar, sino que lo vuelve a la situaci6n inicial. Estos problemas también empafian el sig- nificado del PBN. Por iiltimo, el PBN no indica nada acerca de la distribu cién de los bienes y servicios entre la poblacion. Las sociedades difieren mucho segtin la manera en que asignan los bienes y ser- vicios entre su poblacion: comparese Suecia y México, cuyos PBN son aproximadamente iguales; o Suecia y los Estados Uni- 90 5:1 Producto Bruto Nacional dos, cuyos PBN per capita son muy parecidos. De esta manera, el tamafio del PBN o el nivel de PBN per capita no nos permite conocer nada acerca de las consecuencias sociales de ese PBN. Un pais rico puede tener mucha pobreza, hacia la cual es indi- ferente o impotente para corregirla. Un pais pobre puede tener unas pocas familias millonarias: algunos principes de la India aconstumbraban a recibir cada afio su peso en oro por parte de su pueblo. Todas estas dudas y reservas (y algunas otras que no hemos mencionado) nos deberfan inspirar precaucién al usar el PBN como si fuera una medida clara de la satisfaccion o feli- cidad social. El economista Edward Denison en una oportuni- dad remared que tal vez nada afecte tanto al bienestar econd- mico nacional como-el clima jy sin embargo, no se lo incluye en las cuentas del PBN! Por lo tanto, aunque los Estados Unidos tengan un PBN per cépita superior, digamos, al de Japén, esto no implica que la vida es mejor en el primero. Podria ser peor. En realidad, de acuerdo con los indices de sanidad o de crime- nes, probablemente sea peor. Sin embargo, con todos estos defectos, el PBN todavia es la manera més simple de que disponemos para resumir el nivel general de actividad de la economia. Si queremos examinar su bienestar, debemos buscar indicadores sociales especificos de cual es la esperanza de vida, indices de salud, el costo de obte- ner buena atencion médica, el grado de variedad y abundancia de nuestra dieta, etc., ninguno de los cuales surge del PBN sola- mente. Pero, no siempre estamos interesados en el bienestar, en parte porque es muy dificil de resumir en una sola cifra. Por ejemplo, los indices de sanidad y crimen son més bajos en Japon que en los Estados Unidos, pero no el indice de espacio por per- sona. Hay muchos otros datos que se podrian consultar. El PBN tiene el gran valor de estar al alcance de todos, y de ser, para bien o para mal, la medida aceptada por la mayorfa de los paises del mundo. Seguira siendo un problema central en el léxico eco- némico durante un largo tiempo.

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