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ANTONIO GRAMSCI EL RISORGIMENTO JP ay EDICIONES CASA JUAN PABLOS MEXICO 2000 APUNTES SOBRE LA HISTORIA DE LAS CLASES SUBALTERNAS CRITERIOS METODOLOGICOS La unidad histérica de las clases dirigentes se da en el Estado y su historia es esencialmente la historia de los Estados y de los grupos de Estados. Pero no se debe creer que esa unidad sea puramente juridica y politica, aun cuando esa forma de unidad también tiene su importancia y no solamente formal: la unidad histérica fundamental, por su concrecidn, es el resultado de las relaciones organi- eas entre Estado o sociedad politica y “sociedad civil”. Las clases subalternas, por definicién, no estén unifi- cadas y no pueden unificarse mientras no puedan conver- tirse en “Estado”: su historia, por lo tanto, se da trenzada con la de la sociedad civil, es una funcién “disgregada” y discontinua de la historia de la sociedad civil y, por ese intermedio, de la historia de los Estados o grupos de Estados. Por lo tanto es preciso estudiar: 1) la formacién objetiva de los grupos sociales subalternos, por el proceso - y las peripecias que se verifican en el mundo de la pro- duccién econémica, su difusién cuantitativa y su -origen a partir de grupos sociales pre-existentes, de los cuales con-~ servan durante algdn tiempo la mentalidad, la ideologia y los fines; 2) su adhesién activa o pasiva a las formacio- nes politicas dominantes, las tentativas de influir en los programas de estas formaciones para imponer reivindica- ciones propias y las consecuencias de esas tentativas en la _ determinacién de procesos de descomposicién y de renova- cién o de nueva formacién; 3) el nacimiento de partidos nuevos de los grupos dominantes para mantener el con- 249 senso y el control de los grupos subalternos; 4) las forma- ciones propias de los grupos subalternos por reivindicacio- nes de caracter restringido y parcial; 5) las nuevas forma- ciones que afirman la autonomia de los grupos subalternos dentro de los viejos cuadros; 6) las formaciones que afir- man la autonomia integral, etcétera. La lista de estas fases puede precisarse m4s atin con fases intermedias 0 con combinaciones de varias fases. El historiador debe observar y justificar la linea de desarrollo hacia la autonomia integral, desde las fases mas primitivas debe sefialar cualquier manifestacién del “espiritu de es- cisién” soreliano. Por eso, también Ja historia de Jos parti- dos de los grupos subalternos es muy complicada, en cuan- to debe incluir todas las repercusiones de las actividades de partido, para toda el 4rea de los grupos subalternos en su conjunto, y sobre las actitudes de los grupos dominan- tes, y debe incluir las repercusiones de las actividades mu- cho mis eficaces, por ser respaldadas por el Estado, de los grupos dominantes sobre los subalternos y sobre sus par- tidos. Entre los grupos subalternos uno ejerceré o tendera a ejercer cierta hegemonia a través de un partido y esto debe ser determinado estudiando el desarrollo de todos los dems partidos en cuanto incluyen elementos del grupo hegeménico o de los otros grupos subalternos que sufren esa hegemonia, A partir del examen de las fuerzas innovadoras italia- nas que guiaron el Risorgimento nacional es posible cons- truir muchos cdnones de investigacién histérica: esas fuer- zas tomaron el poder, se unificaron en el moderno Estado italiano, luchando contra otras fuerzas determinadas y ayu- dadas por auxiliares o aliados determinados; para conver- tirse en Estado debian subordinarse o eliminar a unas y ob- tener el consenso activo o pasivo de las otras. El estudio del desarrollo de estas fuerzas innovadoras de grupos sub- alternos a grupos dirigentes o dominantes debe por lo tan- to investigar e identificar las fases a través de las cuales adquirieron la autonomia frente a los enemigos a derrotar y la adhesion de los grupos que las ayudaron activa o pa- sivamente, en cuanto todo este proceso era histéricamen- te necesario para que se unificaran en un Estado. El gra- do de conciencia histérico-politica al que habjan Megado 250 i progresivamente estas fuerzas innovadoras en las varias fa- ses se mide precisamente con estas dos medidas y no sélo con la de su separacién de las fuerzas anteriormente domi- nantes, Habitualmente se recurre sdlo a este criterio y se obtiene asi una historia unilateral o en ocasiones no se en- tiende nada, como en el caso de la historia de la peninsula desde la era de los Comunes en adelante, La burguesia ita- Hana no supo unificar alrededor de si al pueblo y ésta fue Ja causa de sus derrotas y de las interrupciones de su des- arrollo, También en el Risorgimento ese egoismo limitado im- pidid una revolucién rapida y vigorosa como la francesa. Esta es una de las cuestiones més importantes y de las cau- sas de dificultades ms graves en el estudio de la historia de los grupos sociales subalternos y por lo tanto de la his- toria total (pasada) de los Estados. . La historia de los grupos sociales subalternos es nece- sariamente disgregada y episddica. Es indudable que en Ja actividad historica de estos grupos hay una tendencia a la unificacién aunque sélo sea con planes provisorios, pero esa tendencia es interrumpida continuamente por la iniciativa de los grupos dominantes, y por lo tanto sélo puede ser demostrada para ciclos histéricos completos, si concluyen con un triunfo. Los grupos subalternos sufren siempre la iniciativa de los grupos dominantes, aun cuan- do se rebelan y sublevan: sélo la victoria “permanente” quiebra, y no inmediatamente, la subordinacién. En rea- lidad, aun cuando parecen triunfar, los grupos subalternos s6lo estan en estado de defensa alarmada (esta verdad se puede demostrar con la historia de la Revolucién Francesa hasta 1830 por lo menos). Cualquier vestigio de iniciativa auténoma de los grupos subalternos deberia por lo tanto ser de valor inestimable para el historiador integral; de ahi se deduce que una historia de ese tipo no puede ser tratada mas que por monografias y que cada monografia exige un gran cumulo de materiales a menudo diffciles de recoger. 251

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