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A mis espectadores Notas de 40 afios de espectaculos Eugenio Barba Estos articulos fueron desgranados en los diversos programas del Odin Teatret duran- te cuarenta afios. Las notas de programa con los afios se convirtieron en auténticos articu- los, casi libros, donde Barba habla de Ia histo- ria del Odin, de la experiencia de sus actores y de la suya propia, de Brecht, del teatro de grupo, de la técnica, de dramaturgia, de danza, etc. Vemos cémo se ha ido transformando el pen- samiento de Eugenio Barba y su practica tea- tral. Y, en cierta medida, c6mo ha ido evolucio- nando nuestro teatro a lo largo de estos cuaren- ta afios, pues su influencia y magisterio han sido decisivos: gracias a Barba y al Odin conocimos a Grotowski, conocimos otra forma de practicar el hecho teatral y visiumbramos que, a pesar de las dificultades, el teatro atin puede tener sentido. Etelvino Vazquez so) ii, A mis espectadores De a Eugenio Barba 4 _ Eugenio Barba A mis espectadores A mis espectadores ‘Notas de 40 ofies de espectocules : \ = 5 x Eugenio Barba A mis espectadores Notas de 40 afios de especticulos RIB TERTRO © Eugenio Barba (© de esta edi: Oris Teatro ‘Avda. de La Vega, 67, 2° Telf 985.65 4091 33940 £1 Entrego~ Asturias ISBN: 84-931125-6.9 Depésito legal: AS-3161-200¢ Traducciones: Rina Steel, César Brie, Rail Jiza Luis Masgrau, Arto Rodrigue: Peixoto. Foto portada: Jan Rts: Diseno y maguetacién: Pedro Lanza Filmacin e impresion: Grficas Apel (Gitin) ‘Septiembre de 2004 Este libro sea edad come patrocinio de cajAstur™ Indice Introduccién Odin Teatret. 1964-2004 Oritofilene, tos cmigos dels péoros, 1965 ‘Min Fars hus. La coxa de mi pose, 1972 Cenizas de Brecht. 1982 ‘Matrimonio con Dios. 1984 El evangelio de oxyrhincus. 1985 Judith, 1987 Telabot. 1988 El castillo de Holstebro. 1990 isi Bis. 1991 Kaosmos. 1993 do al progreso. 1997 las mariposes de Dofia Misica. 1997 Mythos. 1996 Sal. 2002 El suefio de Andersen. 2004 Apéndices Introduccién Conoci a Eugenio Barba en 1981 durante la Il Sesién 4e la ISTA (International Schoo! of Theatre Anthropology, creada y ditigida por él) que habia celebrado un aos antes en ‘Bonn su primera sesién, Pero Eugenio Barba y el Odin ya ha- bian llegado a Espafia al final de los aos 70 de la mano de La Tartana. Luezo tuve la inmensa suerte de, tras una entrevista con el actor catakin Toni Cots, en esos momentos miembro del Odin, ser seleccionado para participar en a segunda sesién de a ISTA en Volterra (Italia) junto a otros dos espatioles.. ‘Aquellos dos meses de intensisima experiencia que duré Ia ISTA cambiaron por completo mi modo de entender y prac- ticar el hecho teatral. ¥ a partir de ese momento la bisqueda de los libros y os articulos de Barba se convirtié casi en una experiencia policial, pues el acceso a los mismos, en lengua castollana, era pricticamente imposible. Primero se encon- traban en francés a través de las publicaciones de la extinta revista Bouffonmeries, después en italiano y finalmente en castellano, aunque un castellano del oto lado del mar. Curio- ‘samente ls libros de Barba siempre nos llegaron de Sudamé- rica, como Hlegaban muchos libros en la época de Franco, y eso hizo que fuesen muy difiiles de encontrar en una libreria 4e provincias, pues solo se vendian en La Avispa de Madrid, ¥y no siempre A partir de los aos 90 mi relacién con Eugenio Barba y 1 Odin comenzé a ser mis normal y fluida, incluso egué a participar en una nueva sesién de la ISTA en 1998 en Portu- gal, su presencia en Espafa fue cada vez mis continua, pese @ due las revistasespecializadas —El Pablico,en su dia, Primer Acto, larevista de la ADE, incluso el propio teatro espaol, siempre dieron un poco la espalda al Odin y a Eugenio Barba, ain tratindose de uno de los grandes reformadores del teatro del siglo XX. Por eso ahora nos parecia que, a pesar de esa indiferencia, era interesante publicar los numerosos articulos dde Eugenio Barba que pueblan los programas del Odin de es- tos cuarenta aftos de existencia, ya los que muy poca gente de Espafia habia podido tener acceso, pues muchos de esos especticulos nunca se habian representado en nuestro pais ‘Si en La anatomia del actor (en colaboracién con Nicola Savarese) y en La'Canoa de Papel Eugenio Barba nos habla 4e la téenica del actor, sien Teatro: soledad, oficio y revuel- ‘a, n0$ habla del sentido personal de hacer teatro, y en Araref cielo nos habla de la conuista del valor que ha de tener todo teatro de cara al espectador, en estos articulos, desgranados en los diversos programas durante cuarenta alos, se entremez~ clan los tes temas en un todo continuo: el teatro. ¥ lo que em- pezaron siendo casi notas de programa con los ios se fueron convirtiendo en auténticasarticulos, eas libros, donde Barba hhabla deta historia del Odin, de la experiencia de sus actores xy de la suya propia, de Brecht, del teatro de grupo, de la tée- nica, de dramaturgia, de danza, etc. Permitiendo al lector no sélo ver e6mo se a ido transformando el pensamiento de Eu- ‘genio Barba alo largo de estos euarentaafos, sino también su prictica teatral, yen cierta medida, cémo ha ido evolucionan- do nuestro teatro a los largo estos cuarenta alos, pues, su in- ‘luencia y magisterio han sido decisivos, incluso para los que ‘no lo conocen o lo ignoran, ya que gracias a Eugenio Barba yy al Odin conocimos a Grotowski, conoeimos otra forma de practicar el hecho teatral y vislumbramos que, a pesar de las dificultades, el teatro ain puede tener sentido. Finalmente agradecer a Eugenio Barba las facilidades que hha dado para que todos estos articulos se publiquen en forma de libro, a Maria Wilhelmsson por su ayuda con el danés y el nnoruego, a Moisés Gonzilez por sus pacientes correcciones ¥ al editor Roberto Corte que ha puesto todo su entusiasmo para {que viera Ia Iuz este libro con textos de Eugenio Barba. Btelvino Vazquez Odin Teatret 1964-2004 Un teatro no puede justficar su existencia si no es cons- ciente de su misién social. El adjetivo “social” implica una actitad emocional y ética hacia otros, y el resultado artistco std siempre influenciado por esta actitud, El nombre de nuestro teatro no es fortuito. Para noso- tros es natural que sea el de la fuerza que ha marcado nuestro siglo: Odin, el dios de la guerra, el gran “berserk”. Del mis- ‘mo modo que nuestros antepasados evocaban sus demonios,

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