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WR eAAN. OAT X00.) ENT EN TORNO A LOS UNIVERSALES LINE Tie r Rucardo Marat fe Juana (eps.) ESTE LIBRO ES UN BIEN PUBLICO. ac NADIE TIENE DERECHO A (9 CAMBRIDGE ‘SUBRAYARLO NI ANOTARLO. (Gi) UNIVERSITY PRESS EL INFRACTOR SERA SANCIONADO Los universales lingiiisticos: pasado y presente” RUCARDO MAIRALY JUANA G Univesiad the logicia systems, and all who love perfection BATE SOBRE LOS UNIVERSALES Los origenes de la polémica ya varias décadas en lo que se ha 1 sera postmodernar, una forma de cultura 0 una sensibilidad frente a los valores tradicionales de la Modernidad racionalista, globa- \dos en la heterogencidad, la dispersion y la diferencia. Lo contingente ular ha sustituido progresivamente a lo permanente y lo universal, uy bien Harvey (1989), las actitudes que en la actualidad pr definitiva, se proponen desarticular 0 deconstruir toda la actividad socio- aly econémica humana. de la misma forma que se piensa que los valores Y lis prescripciones morales ya no son susceptibles de aplicacién universal, mu- hos grandes nombres de n considerado que tampoco son rastreables agradecer a Ignacio Bosque José Maria Brucars, Violets Demonte y Carlos Pers las de ext taba a (€sto es, las propiedades comunes a todas las lenguas) puede ahora parecer, c\ do menos, paradéjica, mientras que, al contrario, no s mo que viene despertando iiltimamente el anil De hecho y como es sabido, rca entre ambas posturas no es en absoluto nueva. Desde la época medieval hasta nuestros dias, y particularmente en el terreno filoséfico", se han repetido una y otra vez | as preguntas acer- entes universales, qué propiedades, relaciones, fanciones, nit- tales —en el caso de que se tre las entidades abstractas que reci- cosas que los poseen. ,a partir de {do estructurando las el realismo de la primera Edad ‘una existencia obj las poseian, con independen- como Gui- las propiedades yy comin a los entes qui gaban alos conceptos uni ‘os particulares, los concebian como simbolos a través de los cuales Ja misma forma"; "0 Abelardo, que no representan sino una va (os toda realidad extramental a los ermo praedical E smpo, subyacen mis te, atin tan alejadas en el los6ficas mis actuales?, pero, ciertan fa que presenta un atractivo especial desde la perspectiva ran en ln expeven esr ee prdclarecnonces nea de moon paca pute glands centics, fen vita de un conjunto de hechos Me Merten lca oa Ta deena ane 3 2 spelen crane en rein con 22 0 aan “emplea en la historia de lend ne sg ge por vez es prioritar ¥ To intemporal sobre la histo 3, 1997, 76 y ss). Es en esta epoca cuando se desarrolla el pensa ofos como Descartes, Leibniz, Locke, Condilla, Diderot o Rous ngiistas y pedagogos como Beauzée, es nombres de to de Descartes per defensa del cas, estructun ins, de fisicos Todos ellos influye- las ideas lingtiistic: s intentos de crear nuevas os trabajos pioneros de compara la publicacién de gra te huma- s para todas las perso- tos de la experiencia son contingentes; a partir de las primeras se ppretan los segundos. npiistas britanicos (Locke, Berkeley, Hume). Para estos, sy, a tecera, que es en este p 10 del significado de lax palabra y dela clases, 0 XX, pero formal de los hechos, ‘rticas por parte solo porque los concebimos, me doy clara cuenta de que te puede ser conocido con mayor facilidad y evidencia que mi mente (pig, 65 ida por Aguilar Arg 1959), experie te para nosotros es que t hoy, de forma que es n Leibniz, cu- con las os vincullos que m: Descartes, las represe! zaciones de las que es susceptible, la dicotomia establecida entre pensamiento de Segiin vemos, entone tas, se marcan diferencias entre una concep en el sentido de que tales verdades inte- conscientes (aunque pueden hacerse conscientes mediante Ia in trospeccién), no se aprender impresas en nuestra mente por la naturaleza y jente al Romanticismo y periodo neogramitico decimondnico®—, de Saussure en adelante: lo Xx. La arbitrariedad del signo y su caricter convencio- id basi nicativa del lenguaje, la concep- 1s lenguas como instituciones sociales, todas estas son nociones que, aun is claramente a la perspectiva saussureana, aparecen ya apuntadas en las los pensadores citados. Obviamente, en el marco ideolbgico que se fue 1 concepto de universales no tenia cabida, como no la tuvo en te del estructuralismo derivado de la obra del profesor ginebrino”? ni ido, sobre todo, entre los representantes del postestructuralismo. Estos mo el francés Foucault, por ejemplo, serian los mas ardientes defenso- a de que cada lengua ha de describirse en sus propios tér er arbitrario del signo que hace que ¢l significado no sea sino lenguaje, frente au ‘mis voleado hacia la realidad sensi nata a través del estudio formal, deduct las diversas por consiguiente, como indices de las caracteris- ticas esenciales del lenguaje humano. Pues bien, es el camino del cartesianismo estricto, con su interés por las graméticas gnerales, el que se apunta en las actuales | obras de Chomsky, en tanto que la senda del anilisis comparativo tipolégico de Jas lenguas acabara guindonos hasta los trabajos de Sapir, akobson y Greenberg dos vias distintas que representan también dos modos diferentes de entender la = idea de universales, de actualidad otra vez en la lingtifstica contemporinea desde aproximadamente la segunda mitad de Pro- 1.3 La pervivencia de un debate Segiin sefialamos al comienzo de este trabajo, en la historia del pensamiento xilistico —al igual que en la historia de las ideas en general— la polémica en torno a las supuestas propiedades universales no ha estado centrada meramente cen el concepto que de ellas se tuviera 0 en el enfoque que hubiera de darseles, sino en la aceptacion o no de su propia existencia. Arriba menciondbamos, con ln que se insriben aj. La flo- iri y cls "gramitica universal ta Las bases de ducto de una contingencia sociocultural: «Por un lado —escribe Moure (201,20) resumiendo la postura estructuralista—, cada lengua relaciona arbitrariamente tna ‘expresién con un contenido, y, por otro, toda lengua selecciona sus contenidos a partir del continuum amorfo de la realidad. La comparacion entre lenguas carece, por lo tanto, de sentido. Y Lyotard, al que citibamos al comienzo de este apartado como representante iluste del postmodernismo o de la llamada crisis de la moder- nidad en la que nos movemos, llega a entender la produccién lingiistica humana como heterogénea, en ningiin caso deducible de principios de validez general ‘Sin embargo, el siglo Xx no puede caracterizarse solamente por el rechazo a Ja nocién de universales propia del estructuralismo y del postestructuralismo; muy al contrario, también fue testigo del renovado impulso impreso al estudio de los universales por los lingitistas inscritos en la tradicién humboldtiana, a los que nos referiamos al final del apartado anterior, y por los representantes del mo delo generativista, que, como ahi también sefiakibamos, se acercan a esta cuestion desde presupuestos distintos. La corriente de investigacion acerca de la tipologia de las lenguas que se per- fila en Humboldt (¥, con anterioridad, en Leibniz), todavia especulativa y deseo sa de precisar las conexiones entre la percepcién y la organizacion de las grami~ ticas —una linea, si se quiere, «psicologista», como la mantenida por Sapit—, vvinculada a otra tendencia més antropologica como la que representaba Boas, da lugar en las primeras décadas del siglo a una gran cantidad de descripciones y clasificaciones de lenguas documentadas en los cinco continentes. Son, en su mayor parte, trabajos descriptivos, que a veces no iban mis alli del estableci- jento de una nueva taxonomifa. Fue a mediados de siglo cuando Jakobson dota a estos estudios tipoldgicos de un vigor nuevo, al establecer leyes de valide2, si no niversal, si general, y esas propuestas suyas alcanzaron su desarrollo miximo cuando Greenberg definid su bien conocida serie de universales implicativos, empiricamente fundamentados. El enfoque greenbergiano, como mas adelante se explicara (vid. § 3 y ss). se continiia en el presente con la biisqueda de las propiedades comunes a las lenguas tanto desde un punto de vista funcional-estructural como desde una perspectiva hist6rico-comparativa (ct. Koerner, 1995, 212). Por otra parte, en el marco de la ‘gramitica generativista chomskiana, que también surge a mediados de siglo, los Principios bisicos y iltimos de la teoria resultan ser universales: Estos principios (..) se explican, a su vez, por la hipétesis innatista. Esto es, se afirma que estin representados de forma innata en la especie humana y que son. parte de nuestra dotacién genética» (Hawkins, 1988, 4). Por consiguiente, con lo que nos encontra~ mos actualmente es con un diferente entendimiento de la nocién de universales determinado por los fundamentos epistemol6gicos también distintos de cada uno de aquellos enfogues tedricos que los reconocen, y que pueden reducirse a dos grandes grupos: el de las teorias formalistas frente al de las teorias funcionalistas. 18 tices: pasado y presente ~ponentes del primer tipo de modelos, los fo onstatadas en todas las lenguas puede ‘@xplique la capacidad cognitiva humana o el conocimiento del lenguaje in lingtstica), que es innato en todos los seres humanos y, por ello, Elfin diltimo de esta clase de teorias, basicamente de la mas representa~ Ia gencrativista, es la caracterizaci6n de ese conocimiento o grami- 10, bajo les —término til que recubre en realidad igmas— se engloba toda una serie de mo- 0s que, como sincetiza Hall (1992, 1), comparten la idea de que la supeditada a la fancién, es decir la idea de que las regulatidades de las fen determinadas por un cierto niimero de parimetros de tipo psicolé- Ge tipo funcional en general, ue se desprenden de forma natural del hecho ” te todo y sobre todo, mecanismos de comunicacion®® j como deciamos antes e iremos precisando en apartados sucesivos, ia de base entre los dos modos de entender la lingistica va ligada pidn asimismno diferente de lo que son los universes I {jie resulta lamativo y queremos ahora subrayar es el hecho de que la ‘#volutiva entre estas dos corrientes de pensamiento ha ido desencade- Gn de la teoria lingiistica en el sentido de que todos los fnime e independientemente de su adscripcién metodol5- Hoven la importancia que tiene dar cuenta de los fenémenos gramatica- sntimero de lenguas significativo. Resulta muy revelador dar una 0 principales obras de en Guto formales como funcionales, porque permite apreciar la sensbi Ja hora de formular teorias lingiisticas que sirvan como base pata nde un nutrido nimero di wlo y el presente Wes, que cuando se aborda el concepto de universales se continga un @ iniciado, segtin hemos intentado explicar hasta aqui, hace mucho tiem- 1 # incide en un viejo tema de reflexién por parte de filésofos y lingitistas, 4 by efi al paratgaa oma 34 fen un debate abierto que recorre Ia historia de nuestra disciplina, Por un lado, siempre ha habido quienes han defendido la homogeneidad sustancial y los ras- gos comunes de todas las lenguas —sean cuales sean y ya se traten de un modo iis expeculativo o filosofico 0 de un modo mis empirico 0 dpologico—, Por ‘otro, siempre ha habido también quienes consideran que no existe tal universali- ‘dad, sino que el origen del conocimiento, los valores y las ideas son particulates, vienen dados por al contexto sociocultural y estin determinados y tinicamente Condicionados por él. La preponderancia de uno u otro planteamiento ha de- pendido del momento historico. ‘En lingiistica, como en otras ciencias, los problemas del pasado permanecen a menudo en el presente. Por eso, precisamente, ¢s conveniente rastrear los ante~ ‘cedentes de las nociones actuales en las antiguas, siempre y cuando el afin por fencontrar precursores de las nuevas tcorias no distorsione el contenido real de las ya conocidas. Por lo general, el anilisis del tratamiento que un problema lingtifs- fico ha tenido en el pasado ayuda a entender mejor los planteamientos contem- porineos de que es objeto al tiempo que explica su pervivencia, y la cuestién de fos universales no es una excepeién a esta regla. En los préximos apartados trata~ remos de sintetizar lo que hoy se piensa y se sabe acerca de tales propiedades, 2 EL PATRIMONIO LINGUISTICO En Ia actualidad hay documentadas en el mundo mis de siete mil lenguas. La re~ copilacién de estos datos se offece en un nutrido niimero de trabajos que se ha venido en lamar atlas lingisticos y en los cuales se recoge el elenco de lenguas ¥ su ubicacién geogritica, por ejemplo, Moreno (1990, 1995), Price (2000), Comrie 001), Warm et al. (2003), etc. La consulta de estos trabajos revela el rico legado ingiistico que hemos teaibido y que en la actualidad esta disminuyendo sin que, Jamentablemente, seamos apenas conscientes de tan irreparable pérdida ‘Uno de los objetivos prioritarios,a lo largo de la historia de la lingiistica ha sido precisamente dar cuenta de esa riqueza de la que son exponentes las leng del mundo, Tal empresa no pasé inadvertida, en efecto, a los diferentes estudio 50s, las clasificaciones por ellos propuestas se formularon, como era esperable, atendiendo a los criterios mas en boga en cada época: por ejemplo, no es sor~ prendente que en cl siglo XIX se catalogaron las lenguas atendiendo a criterios morfoldgicos, en funcién de los cuales se distinguen cuatro grandes tipos: las ‘analitcas, as sintétcas, las polisintéticas y as aglutinantes,A este intento de clasific: ‘isn le sucedieron otros, ya en el siglo Xx, como el de Sapir (1921), que corrige Ia inexactitud de la clasificacién morfoldgica anterior disefiando un sistema cla- sificatorio en el que convergen parimettos diferentes. [gualmente, Greenberg, (1954) refina la tipologia de Sapir mediante la cuantificacion de las clases tipol6 Wein ¢ t00 Fe est iuestio objer nes, sino exponer al lector cémo el enorme y v terlingiifstica en cuanto a la codificaci 166 #4 Id aparente diversidad. AiGd ies, varios ejemplos q He ile atloos que presencan las le A, Siniueis: orden de palabras Hprenteniente no era, a oe niberg y los continuadores de su obra establecida por folerencia —pr nte, pero no solo— a la posicién ocupada por los Moe ocstiovctes ras siguiicativon Sujta-Verbo'y Objrey como se apatite clei taal ese ares Ha al pec. 7 co BIT teacher is reading a book (inglés Taiprofevora leeibi@unt tien a QB) Wiaispethiye dakota Profesor : d 1 Yoors Mal papi’ fuse Come (en este vol Bn tomo alos wniversales @) Manjaha baju gun (toba batak) Lee libro profesor el (4) Uritelnica titaet knign (rus0) Profes Knigu Libro lee profesora Citaet ucietnica koi Lee profesora libro Observamos que en inglés (1) —como en espaol, francés 0 italiano— el pa- trén canénico es SVO, el sujeto precede al verbo y este al objeto; en lakota Tengua sioux de América del Norte el sujeto y el objeto preceden al verbo, lugar —como en japonés, arco 6 navajo—a un orden bisico SOV; finalment Ia lengua malayo-polinésica toba batak rindias y ciertos dialectos cl patron estructural VOS, el suijeto aps rece en ‘iltimo lugar precedido del objeto y del verbo. En cambio, en ruso (4) no sobre el orden de estos constituyentes que afecten a la grams ticalidad de la oraci6n, ya que las fanciones de sujeto y objeto vienen marcadas por Jos morfemas flexivos de caso como -a y -1.En este diltimo caso, pues, es la propia forma de las palabras la que indica la estructura telacional del enunciado. ‘Ante unos hechos como estos, cabe extraer dos conclusiones. La primera, planteada en los términos de un enfoque como el de Greenberg y dems tipélo- {205 llega a establecer, a partir de ls configuraciones arriba sefaladas y su distri~ bucidn entre las lenguas del mundo, generalizaciones de caricter universal como 1a siguiente vas con sujeto y objeto, el orden domin: | que el sujeto precede al objeto (Greenberg, 1963, [Trad. de los au En bas oraciones dec! casi siempre aque La segunda conclusién, también mantenida tradicionalmente, hace expli existente entre la capacidad de una lengua para alterar el orden fijo de ruyentes y la presencia en ella de marcas formales como los afijos de caso 0,en general, de una morfologia rica:los hablantes no necesitan basarse excht- sivamente en el orden de los elementos dentro de unia oracién pata distinguirlos. ‘Con todo, puede pensarse que en realidad estamos ante dos tipos de lenguas ‘mis similares de lo que a primera vista se supondria. Por una parte, en los casos 2 Los universaleslngstios: pasado y presente determinados ele- 8 su estructura informativa, de forma que la alteraci ‘elementos conlleva presuposiciones distintas sobre lo que es nue- © informacién ya conocida, ce estar en juego es, asi pues, una difere mis bisica que lenguas configuracionales a lenguas no configuracionales y que se ‘ocupada por el nécleo sintagmitico en unas y otras. En el Bx as versiones ta Kaye (1999 isnoene gi pr de ods pe fspesicador precede vee precede al comple pencin sree cnr ng en cant ern fal de os element incibn tipolégica mu (head. marking language) y lengas con marca en {on marca en los elementos oraconales dependients Morffema} de caso Nombre + Morf. de caso Nombre + Mor: de caso En tomo alos univers 1 generativistas, sino ajustes diferentes de un mismo pa imetto del Niileo (= Head Paramete), que mencionaremos de nuevo mas a tea: evidencialidad Resulta sumamente interesante la codificaci fenémeno semintico jad —o referencia a la fuente de informacién det habl 6 \—, que se produce en muchas lenguas y $0, por m igramaticales (vid. Spencer, en (cf. esp. Me ho que jugs al fitbod i. esp. Parece que ju ejemp! 1ca, una lengua con aproximadam ten los rios Papuri y Tiquié, en la frontera ta cinco grandes tipos de marcadores léxicos de la evidencialidad, que mar obligatoriamente cualquier predica sidérese cémo el habh presentar el enunciado ven separados del verbo por un guién y varian en cada caso dependie ima distincién e% 1s, 1984, 257) Tos autores} Yo SUJETO, Yo di flores bb Lenguss con marca en el ‘Nombre, Verbo 4M Ajogy + 8 ABjona + Mm Allo, iO HO ibm ello-aell-d-dio-FINITO ‘Obsérvese que en este ejemplo los enka tod ‘A. Las lenguas cot ‘leo coma en el elemento depe B, Las lenguas con mara ein yy otros propios de En tomo a os C. Morfologia: morfemas de ti ipo Entre los ejemplos que proponen en este ambito Comrie y Haspel 01, 7jpnos gustaria rescatar para esta secci6n uno que se refiere a una distrib cién peculiar de los morfemas de tiempo. En kayardild, una lengua que tiene menos de cien hablantes en el Golfo de Carpentaria, morfemas de tiempo no solo se afiaden al verbo, sino también al nombre: notes ccémo las marcas temporales -jarra (pasado) y -ju (fucuro) aparecen ligadas a forma verbal. Pero, ademas, también los morfémas -na (pasado) y -wu (futuro ‘que modifican al nombre son marcadores temporales. (10) Dangka-a vaa-jarra bijanba-na Hombre-NoM ——_atravesar-PasADO——_dugong-PAsaDo ur arpén-INSTR-h EI hombre atraves6 al dugong con un arpne (ny sea-a raa-ju bijarrbason lourung Hombre-NoM —atravesar-Fur — dugong-FUT —arpon-INSTR-FUT cE] hombre atravesaré al dugong con un arpén» [Trad, de los autores} Ciertamente, desde el punto de vista tipolégico, esta es una situacién « malay 0 curiosa, en la medida en que, en muchas lenguas, concretamente en indocuropeas, el tiempo es un rasgo del verbo y no del nombre. Pot lo tanto, nos sirve para establecer un stipor morfoldgico bien diferenciado. Ahora bien, come explica Lecarme (1996), el. papel desempefiado por los morfemas verbales de tiempo —consistente en denotar los descrito en el predicado principal de la cl se habla— parece que es asumido también por los sintagmas nomi pocas lenguas". Esta idea —sposiblemente sorprendente>, puntualiza la prop Lecarme— de que los sintagn inales son susceptibles de poseer una estruc tura temporal, se justifica si se parte de dos presupuestos ampliamente aceptados vista sem: a propiedad como propie~ n otras, como propiedad del y.en ottas, como propi diversidad Ha (4 eal] cs decir, Hefuld Ladefoged ( (12) ha eas, tal» ha «(@l) extiende» hd sespuma Esta circunstancia, que tal vez podria repetirse en alguna otra lengua de todavia no se tengan datos, induce a pensar que la variabilidad con respecto némeno de la nasalidad es mayor de lo que e: 6 Jjaras consecuencias desde el punto de vista ti sis actisticos muestran, sin embargo, que las vocales moderadamente nas no lo son en toda su duraci a parte, por lo que po en tanto que las muy ncronizacién tempot lefoged y Maddieson in de las vocales del segundo tipo como dipto a), en los que el primer elemento seria no nasal y el segundo nasal. Sea peculiar en cuanto a lo que a ficilmente perceptibles, y demuestra fenémenos previo a inal de § 1.3 —co ta de estos hechos y de otros simi res, , retomando las premisas que quedaron establecidas en la primera parte este capitulo, cémo las divergencias existentes una parte, y el leibniziano, por la otra, subyacen en el debate mismo que hoy bas mantienen 3, ENFOQUESY MODELOS EN EL ESTUDIO DE LOS UNIVERSALES Como avanzabamos arriba, tras la época estructuralista en la que los univers es testigo de un renov: ‘que se refiere mn en este campo. Es en esta época cuando Joseph Greenberg, de los mayores impulsores de la indagacién sobre los universales lin 1954 por el Soci Gr berg (1986 En tomo alos y mantiene que las relaciones implicativas y la ntal en la formulacién de los carecer de interés cientifico de la marca tienen una significa versales;y (ii) postula que para explicar los u texternos a la teorfa, por ejemplo, sociol6gicos, psicolégicos y funcionales. Cor puntamos en § 1.3 y veremos de nuevo en § 3.5, este postulado metodo pervive y, de hecho, constituye uno de los rasgos mis caracteristicos de lo que Ia actualidad se conoce como la tradicién tipolégica-funcional ‘Los afios 60 son testigo de dos acontecimientos que marcaron definitivam te el rumbo de la investigacion en este campo. Por una parte, Noam Chomsky como reaccién a los postulados estructuralistas, comienza a gestar la gramit tactic Structures ya se habia publicado en 1957 y empezaba a ci n la cual se concede ala sintaxis un papel fn inter pretativa asignac fonologia, hasta entonces princip. Ambitos de estudio de los estructuralistas en detrimento de la sintaxis. Es ‘gar comin ponderar lo que ha supuesto la gramitica generativa en el deve ncuenta afios: sus presupuestos, su doctrina y metodologia utilizada han sido iados, denostados, vulgarizados, pero dev! luego nunca han sido ignorados, incluso por aquellos que se han mostrado recalcitrantemente hostiles. En efecto, Chomsky abrié un nuevo horizonte e! que a nuestro campo se refiere y propuls6 un ambicioso programa de investigs idn basado en criterios hipotético-deductivos.Y, asi, en el Simposio sobre Universales en la Teoria Lingiistca, celebrado en 1967 en la Universidad de Tex Austin, se reunid ya un buen grupo de lingitistas que comenzaban a tral con has sugerentes y revolucionarias ideas de la gramitica generativa en relaci la cuestidn de los universales y su trascendencia gramatical. Sus contribu: aparecieron publicadas con posterioridad, en Bach y Harms (1968). Por otra parte, y en torno a la misma época, el Social Science Rese: Council, el mismo organismo que habia financiado el seminario en In que antes hablabamos, promovi6 otro de los eventos més emblematicos en la his toriografia de los universales:la Conferencia sobte Universales del Lenguaje se celebré en Dobbs Ferry (Nueva York) en 1961, En este congreso, Gre presenta unio de los trabajos fandacionales en este campo: «Some univers grammar with particular reference to the order of meaningful elements», p ado, junto con el resto de las ponencias, en cl volumen editado por el pr peo defendié la ca actual sostienen la se puidores del tereer planteamiento. represent ‘el grupo UNITYP es 30 = vera i tics: pasado y presente Arieeniong ido Universals of Language. Basicamente, a partir del estudio de 1guas, este lingiista establece un inventario de cuarenta empfricamente vilidos que manifiestan patrones de gene- orden de palabras y a las categorias morfolégicas. Ademis, ipios generales que sustentan los universales propuestos: la do- ia (cfr. Greenberg, 1963, 97). El impacto de esta contribucién ‘que senté las bases en cuanto a la metodologia de trabajo (es- componente sintictico), offecié resultados empiricos y pro- icacidn sobre la naturaleza de los universales. apuntado en otros estudios (Ferguson, 1978; Moure, 2001), el nnferencias es ilustrativo del enfoque de las dos teorias; por un ‘erry la nocién de universal empiricamente findamentado cons- I de la discusién, mientras que, por otro, en Austin se propo~ 6 universales mis te6rica, abstracta y, en definitiva, incardinada nente dicha (cfr nfa). En suma, estas dos conferencias abren el dos grandes paradigmas de investigacién sobre los universales lin- caracterizado el panorama lingiiistico en el siglo Xx: el enfoque enfoque chomskiano, mprendidos entre 1961 y 1971, los dos programas de investiga 3s diferentes y apenas existe comunicacién entre ellos. Es en ese los resultados de la conferencia de Dobbs Ferry Megan a Europa, escuela de tipologia rusa. Uno de los herederos mis directos ty ¢s, asimismo, el proyecto sobre universales desarrollado en la e Stanford, Language Universals Project, que dio lugar a los. Worki Universals. Por lo que respecta al programa generativist que definfan la teoria de los universales en Aspects of the Theory nsky, 1965) —reformulados y enriquecidos en revisiones poste- 10s y que conformaban una linea de investigacién cuya erminar la forma de las gramiticas, sustentaron varios tra dos en ese period sobre los universales sustantivos €, § 3.1), P. Gj, Chomsky y Hal 71) en sintaxis, y Katz, Jackendoft y Fillmore (eff. Parrett, 1974) guieron ori el devenir de los afios, lejos de jento de ambas posturas, que, sin embargo, todavia presentan diferenciadores resefiables*, En este sentido, Ferguson (1978, 19 y ss.) men propician el acercamiento entre los dos prograt sunién del Instituto de Lingiistica que «avo lugar en Bu en 1971, en la cual se presentaron ponencias con orientaciones claramente renciadas; (i) dos eventos internacionales, el XIX Congreso de Ling Bolonia y la creacién del Universalienprojekt en la Universidad de Col to del programa generativista tras | nica suscitada entre la semantica generativa y la interpretativa. Hagamos breve comentario de las dos iltimas causas que apunta Ferguson. Respecto a la primera de ellas, esto es, la creacién del grupo de Co conviene subrayar que los investigadores de este proyecto creian que era fi ‘mental disefiar un tipo de programa que combinase el anilisis amplio de los tos con un aparato descriptivo-tedrico bien desarrollado que los fund: ste grupo estaba interesado en determinar los principios universales 4 do de patrones estructurales que las lenguas utilizan para tr publicaciones promovidas por el grupo (p. ¢j-. Arbeiten des Projets 18), se recogen datos de un ntimero significativo de lenguas y, desarrollan cuestiones teéricas de envergadura En cuanto a la diltima de las causas que fomentaron, de acuerdo con F son, jento entre los dos enfoques en cuestién, esti relacionada c Intenso debate que el programa generativista abri6, durante el periodo prendido entre 1967 y 1971, sobre el papel de la semantica en el modelo condujo, a la larga, a un desmembramiento del paradigma en dos enfoques: mintica generativa’’ y la interpretativa. Con el fin de fortalecer sus te ademis, tendencia, cabe citar el simposio Explan Milwaukee en 1973, donde se reconoce la importan- cenberg como fuente de restricciones formales posi- nsformacionab ees st de os dos enfoques y que, contngscion, pasos & les entre las dos escuclas de in= A nuestro juicio, atendiendo a los siguientes critetios™ wersal que se postula; (ji) el método heuristico de anilisis se de estos crite consolidados y coherentes con sus proj neral y los universales en particular. restigac aje en roxduce en esta époc {nales, en el sentido de que los universales ex (971), Im tipoldyica cuando, ademis de cumplir otis «3 scapaz de proporcionar geaméticas para las lenguas de tempo y de manera sistemtica de las sn 14) fra 1-29), para 3.1 Diferentes concepciones de la nocién de universal ‘Sin duda, el inicio del debate arranca de la nocién misma de « por ejemplo, en Greenberg (1963). Circunscribigndonos, para empezar, al marco de la tra el tipo de universales que Ferguson, Saporta, Hockett y aportan en sus respectivos trabajos reunidos en la compilacion de Greenberg, puede ilustrarse con lidad, hay como el inglés que tienen te reflexivas para la primera, segunda y tercera personas; el cl de lenguas que no tienen tales formas para la primera y se- 0 si para la tercera persona, se da en lenguas como decir, el de aquellas len 1963, 68). ‘un orden dominante VSO son siempre pre- 1963,78). Muchos de los universales se formulan en términos de implicaciones 4 una lengua X tiene una propiedad A, entonces tambi po: pore ontario aposciones parcen ge, ph el hang Ib lt asta at permit, mo obwante, gon poxrposionalr ph ma unable mi hacia (shacia ‘ 4 prsales lings 3 cos: pasado y presente eeeendieneL i Em 1 se desprende que algunos universales tienen excepcio~ i Absolute TipoA Tipo C erminados lingtistas a cuestionar que pueda atribuir~ \ Relativo 0 estadistico Tipo B Tipo D caticter estadistico que hemos apuntado natizar, pues, la utilidad de la nocién de universal nocién de tendencia universal. Siguiendo a Comrie 10 de un universal como Todas las lenguas en las que ‘A. Los universales absolutes e incondicionales recogen generalizaciones del a. Todas las lenguas tienen la propiedad X Pej, todas las lenguas tienen vocales; todas las lenguas dist } centre yocales y consonantes, (RelN) son lenguas con el verbo al final B. Los universales estadisticose incondicionales son del tipo icado, pero es una lengua SVO. Se podria argumentar zi ny convertila en un universal absoluto, bas bb. Casi todas las lenguas tienen la propiedad X aaa ; propiedad caracteristica del chino, a saber, que es nal, De ese modo, podriamos aventurar en términos absolutos la RelN y no es tonal, entonces es SOV, y dariamos ast con todo, es discutible: zhasta Pej, casi todas las Ienguas tienen consonantes nasal, com La © ‘cin de las lenguas de la familia saishan (habladas en Nortean que no las tienen; el 99% de las lenguas tienen dos o mis vo distintas® C. Los winensles abl empl tenen el siguiente formato: ese enerlnihos aie a Cortese po i 10 estin basadas en principios claros y explicitos (como do que no tenga pluinas es un lengua tiene X, entonces también Y Para todas ls lengua, si lotto, pero es irrelevante). : toda la complejidad que uno quiera introducir en las ge~ 2s como tales, es todavia cuestionable si lo que creemos P-ejysi una lengua tiene formas reflexivas para la primera y s da personas, también tiene formas reflexivas para la tercera pe (fa. supra); si una lengua tiene el fonema /m/, también tiene el nema /n/, D. Los universales estadisticos ¢ implicatives comprenden generalizaciones iI siguiente tipo: 4. Siuna lengua tiene wn X, probablemente tendré Y Prejasi una lengua presenta un orden canénico de palabras SOV probablemente tendri posposiciones*. © Algunos vienen modi rasque denotan ¢]cariter estadisico 2 Emo apunta Comrie (1989, 19),el pees es una excepcién, dado que es Sede os de ents lengua, sin bo ero que tiene preposiiones. Bees oe ogee 6 37 St ett a Tet ditt tft A THIET esas ingens: pasado contrario, es producto de los dato idades de que haya muchas otras tadas que podrian aportar contracjemplos a la generalizacién en cues todo lo argumentado, parece més prudente hablar de tendencias univ que implica presumir la existencia de lenguas que pueden contravenit mulaciones, lo cual, a su vez, no quiere decir que los contraejemplos pu deban constituir un obsticulo para afirma Comrie, el hecho de que un levarnos a aban que, como lingtist ialquier otra fuente de informacién igual- gicos del lengua- y compartida weredane sus propiedades categor Depenclencia de la Estructura (Sirunure Dependence Princip generativista, por otro lado, conviene recordar antes que la gramética ge sy regs de la gramitica se aplican segtin cr parte de un entendimiento radicalmente distinto de lo que es el lengua. ‘mentado en algunas presuposiciones de fondo ya esbozadas des Seacoast ‘mento de la concepcién del modelo, pero desarrolladas sobte todo a part coos mediante revisign de este conocida como Modelo de Principios y de los afios postula que los principios universa~ in a variacin paramétrica (cf. inf, principio —que no son ilimi- ssales— queda reflejadas : «ro. Sirvan como ejemplo el parime- zi fitenta de la diferencia entre aquellas lenguas que permiten la an- dics a wna tarea muy determinada (pig. 18). de un eo te qv (pronomabres y adverbion interrogation) pars La segunda es la que da por hecho que wna lengus (el es estado de esta facultad lingiistica wizada), es decir, el cono mpetentes, y que actualiza sgramiticay,.. Tal cambio de enfogue, de la ancia) a la gramtica, es esenc Em tomo a los s: pasado y presente siversales linguistics omsky son generalizaciones sobre las 14 carta «John unites alewer y som gs Ce ec iaae cere cee we aie propicdades de las graméticas y no sobre las de las len- © lenguas-E}: su vision de los universales est inspirada en la pro- ©. Gionann scrive una fete g- Jean eit une lee teoria gramatical, formal y explicit, que el modelo desa- E Seve wna Bh. *Eort une lee cn la cual actjan como restrictores del sistema © el parimetro del micle, del que ya hemos hablado (cft.§ 2) y que explic: e . ue se prefiera el andlisis de que haya lenguas en las que el complemento sigue al verbo y otras ‘reducido niimero de lenguas a la comparacién tipo- lo precede: lenguas del tipo SVO 0 SOV (cft: Radford, 1997; Haeger fa mucho mis superficial, de un gran nimero de ella, {que resulta especialmente interesante es que la especificacién de estos pr mpida que la cobertura empirica a como en cualquier otro. ‘mos de nuevo en la prOxima seccién, al tratar Ia cuestion de Ta marca (1965) formula, bisicamente, dos tipos de universales, los sustanti- Chomsky afirma que solo tei 1 esta que hoy dia se sigue aceptando en sus aspectos contexto de una lengua-J,en detrimento de la | Por universales sustantivos Chomsky entiende el conjunto esta- luidos, junto a Tos aspectos universales determinados por la GU (haar cos que el lingitista utiliza en la construccién de una general del sistema), los valores seleccionados por la lengua en cuesti yen general, pecto a ct ntos de entre los cuales cada lengua elige los que le son per excepcionales o irregulares; en la segunda, interfieren factores ree inal ieiceaN ea eee tie eesti cionantes de caricter extralingiistico, como pueden ser, por ejemplo, formales, en cambio, referidos a las reglas y princi- Ciones de memoria a que estamos sujetos los sexes humanos, o las vai Ja forma de los enunciados en una gram mn de los enuniciados, ete. La lengs representa el dominio o el conocimiento lingiistico humano*; la Tengu producto 0 la concrecién de dicho conocimiento’ © Jackendof (1 ‘u2-B,extiende ests terminologia al mbito de bsacta externa 2 le usuarios de lngusje nto de objetos ya dados y construidos, ‘un auténtico proceso de genes ‘aba claramente entre el procedimiento gene rales a toss las expresionesy cl Arbeit des Gostes jinia, Octo duste y mis anti tisha en la diversa concepci6n de los unversales mante- nals: podria decinse (cf. § 1.1) que los rea ros os primeros admitin Is sstructra deb cog nifcadoy diferen en cl g ‘omo precisa Jackendoff (en is presentadas sore identifica 41 40. En tomo a los universes lingstcos Los universales linistcos: pasado y presente civa universal, mientras que un universal fuerte es el reflejo de w ta espedfica y puede darse el caso de que no sea necesariament Ik que condiciona la fema y no al revés; en el sigtzado, porque jie E21 fin primero del lenguaje es significar, de formmye el compo- es cn realidad la estucturacién del contenido seintico y con- depende de éen el uso, porque no separa estudio del ‘manecido también en los estudios sobre universes y, de hecho, dentro tica generativa se ha defendido la existencia de universales firertes,e cen que se defiende la modularidad de la mente y del propio lenguaj fuaentes de das las produc ‘modular en cuanto posee un determinado nimero de sistemas 0 médi estas prents,en los mo- 1 de la visi6n, por ejemplo), cada uno con sus propiedades distinti le forma disica, d {je €s,asi,una facultad bien diferenciada, cuyo desarrollo sigue sus propias pa (la gramita y el ¥y que se define mediante principios mentales también especiticos®. lev pragmitica, etc), y semantiene la inadecuacion éiertas Anticipamos en su momento (eff. nuestra nota 35) que tal interp Is eque opone competenca a actuacién, por ejemplal anilisis debe modular del lenguaje es quiza el punto que mis claramente separa a los co a un enfoque interdiscipliar,y, aumge no se niega vistas, y funcionalistas en general, de los generativistas. Sintetizando 1 ideas inna el lenguaje como paridescribir sus propiedades essiales,a ka vex= del sx1undo externo, del propio cuerpo y de la relaciénentre ambos 'y Filferty, 1999, para el desarrollo extenso de estos pieeamientos). is Ilxacas de investigacion vinculadas al cognitivismo yyue apuntan a dlifexrente del concepto de universal destacan las teorisie la metifora iotoniarnia. En el caso de la metifora la idea bisica es qeesta figura no Jif aew so de caricter litera sino que es también un medimiento de a los seres humanos procesar rinones comple ai 2 partir de otras mis simples. Vivimos a través deneiforas y estas I or irmcstmoipropiouirema- concepsual-y-cm via | e610 ya seftalaton Lakoff y Johnson (1980). Desde hi se ha venido trabajando © La perspectiva modular del lenguaje se ha visto apoyada por las dbociaciones que istico y el desarrollo concept tnlmenteretrsados poseen gramitiasrlativamente normale, exsten adultos poliglon conTEL (Trastorno Especitico Jacionan entre si porque las dos manifiestan lnsisma metifora JA VIDA ES UN VIAJE, que a su vez se entiende a paride las metifo- ag LAS. ACTIVIDADES SON ENTIDADES EN MOVIMIEVD, COMPLETAR nuestro juicio, excesivamente propmstica en muchos fe 4p ido en el que los models ingiticos cognitivisas puedes sider expe- Dllites (te Jobson, 1987, y nesta tos anterior) UNA ACTIVIDAD ES ALCANZAR UN DESTINO y LOS OBJETIVOS SON DESTINOS, que se conceptualiza el tiempo (nocién mis abstracta) en términos del es (nocién més conereta),y que se basan tiva en la percepcién visual iz) como un punto final en el el nombre FIN-DEL-CAMINO®. des con los obsticulos, el afecto con el calor, ete. Las metiforas primarias se damentan, pues, en los dominios bisicos de la experiencia, como pueden ser Percepciones sensoriales, yen ese sentido, tienen como eje central istas»), de modo qui y esquemas corporales, prol to que tras ellas se esconden una serie de pa bblemente tengan un aleance universal Por lo que se refiere a la metonimia —que asocia dos entidades con desde el punto de vista conceptual—, cabe distinguir entre expres metonimicas, como serian Tomaré una copa © conceptuales de las que las primeras son manifestacién, como pueden ser CCONTENIDO POR EL CONTINENTE, LA PARTE POR EL TODO, EL TODO POR LA TE, EL OWETO POR LA ACCION, etc. pero, a diferencia de lo que sucedia con ‘metiforas primarias, las metonimias simples no se combinan para formar co plejas (cfr. Kavecses y Raden, 1998; Panther y Raden, 1999; Ruiz de Mendozs y Diez, 2003). En resumen, lo importante es, tanto en el caso de la metor como en el de la metafora, que para uno y otto fendmeno se admite la exis de algin tipo de eprimitivow de naturaleza cognitiva y semintica y cuyo caricter universal no se desearta Dentro aiin del paradigma cognitivista desde la perspectiva construccionist. ‘mis concretamente en la linea goldbergiana (cfr, mas arriba, nota 54), los universales se ha tratado muy subrepticiamente y nunca de forma explicita.Asi, | se dirfa que las construcciones —la nocién central y nuclear de una gramitica tienen supuestamente cierto status universal, a lo que parecen apuntar algunos ps sajes de la obra de la propia Goldberg, Por ejemplo, Goldberg (1995, 39) form Hipotesis de la Codificacién de la Escena (The Scene Encoding Hypothesis), que ests Dlece una analogia entre la seméntica de las construcciones y los patrones bisi de la experiencia humana; es decir, lis lenguas seleccionan estas construcciones tun conjunto de estructuras que son de naturaleza abstracta, y supuestamente debe ser de caricter universal, en la medida en que reflejan pautas fundamentales de la experiencia humana, Esta lingista destaca los siguientes tipos de construcciones: relacionada con este punto, esl que supone que la mayoria de les que albergan los seres humanos tienen una base espacial, que es la 2ut nde el punto de visa semintco y sintietieo, Los universales lingtcos: pasado y presente Representacién seméntica Tipo de construccién a X CAUSA QUE Y RECIBA Z Par envi ta carta por fax a Bill er imiento causado la semlleta fuera de la mest estornudo X CAUSA QUE YMUEVA Z, X CAUSA QUE Y LLEGUE ASER Z ‘XMUEVE Y XDIRIGE LAACCIONA Y 1s y la noci6n de los casos de Fillmore (1968) —reinterpretada esta den- de Principios y Parimetros en los distintos papeles temiticos imento, experimentador, etc.—, lo que, de nuevo, parece respaldar, n,el supuesto caricter universal que su argumentacién otorga a | comprobamos que en el paradigma cognitivo los universales son idiente de investigacién y desarrollo. Hay propuestas provisionales, 1s titubeantes, compromisos a largo plazo que vienen a corroborar endo durante un tiempo un ‘rea de trabajo fertil tanto en los metifora/metonimia como en los construccionales. ‘esta segu 4) La metodologia ologia empleada por los dos principales programas de investigacién vienen ocupando, el formalista y el tipologico-funcional, difiere en una puntos sustanciales, si bien entendemos que, disparidades aparte, los dos na que aquellas pus de construce ers) tales como los espafio ast = pasar, cha (ear una cares = core, ‘etbos prototipicos que el nifio aprende en Ia primera fase de la ad 199,207), En tomo a ls universes lingstcos modelos son metodo! las hip6tesis que desarrollan, los primeros trabajos, los diversos autor mente coherentes con los objetivos que persig se en torno a planteamiento mist co, tendente a descubrir los univers sticos, y, por otra, aquellos que si orientaciones steéricamente neutrales y de base empiricay (cff. Mallins Blake, 1981, 27), mas bien encaminadas a indagar en los universales de las Esta fractura entre teoria y datos suscit6 el debate, a veces furibundo, Y oto grupo (cfs Newmeyer 1980, 249n Comrie, 1989, 1-5; Abraham, 198 ys) como ya se ha dicho. Se parte de las des Fee ener prey eter urs uaa a: A '. Se adopta, por tanto, un método inductivo de ma descripcign mis detallada del proceso y de las variables que en cuenta, vid. Hengeveld (en este volumen). 337-339) ilust nitica este proceder a partir de ejemplos de varias lenguas, de amos uno, correspondiente al quiché, lengua maya hablada che: cel bi rit jum chicop ch tres sol ello- dejé fuera el un animal a su-boca el mar pero najealaj uy —chik,—aree k'u rit achi xr ilo pero Iejano-muy montafias ahora, ye hombre él ello vio chi algo x -ok apan wewach lee qi que un poco ello entré en el interior su-cara el sol el ani al salié del mar, pero las montafas estaban ahora muy hombre vio que la luz del sol entraba un poco en el interior» 1 lingilista det ntes y las palabras ‘omo aparece ifustrado mediante guiones en el texto ori ginal. Un segundo paso consiste en asignar el significado a cada uno de los cons tituyentes, segiin se muestra en la segunda linea del ejemplo; finalmente, ha de tercera parte del que venimos hablando; se parte de los datos como fuente pr cer generalizaciones interlingtifsticas. ia para establ 46 Los universals Kingisticos: pasado y presente i criticas que con frecuencia ha recibido tal enfoque alude a su fal- cexplicativa, puesto que, al no disponer de un modelo teérico explicar los datos, sus generalizaciones corren el riesgo de ser, 3s apreciaciones estadisticas®*. A esta critica los represent 10 de modelos empiristas replican afirmando que tal aparato tebrico ible y que de lo que se precisa realmente en una investigacion 3s datos. Justamente, a juicio de estos investigadores, la carencia snguas en nimero y profundidad suficientes constituye el pun- able del programa generativista desde esta altima perspectiva generativsta, lo que el lingtista eoria de la facultad del lenguaje, entendida como Gramitica ‘estblecimiento de los principios que gobiernan la actuacién de este sentido, la gramatica de cualquier lengua concreta permi~ ‘del estado en que se encuentra dicha facultad una vez que se ha los datos de la experiencia, los cuales, naturalmente, si son varia sicamente en diversos grados. En esencia, pues, el lingiista gene~ 1a bisqueda de principios que le permitan formular hipétesis pre- bles, modificables o rechazables, sobre la estructura gramatical de s lenguas (eft. Abraham, 1989, 9) tre la Gramatica Universal y las distintas we la concretan ha variado mucho desde los ai jo surgié el 10. , como bien explican Horrocks (1987, 27 y ss. y Pollock (1997, todo de trabajo y las tareas de los lingistas han ido cambiando lamente. En el modelo estindar, la nocién de Gramitica Universal ja poco desarrollada y no imponia restriccién alguna a las diversas iculares que, por ello, podian diferir considerablemente. El lingtista terizar formalmente los diferentes tipos de reglas (de reescritura, trans os, de insercién léxica, ec.) y especificar mediante algoritmos simples ‘ban. Entre todas las posibles descripciones de una lengua en estos cl gramitico habia de clegir la mas «simpler, esto es, Ja que implicara rmero de reglas y de simbolos. Posteriormente, en Ja llamada Teoria 1" Ampliada de mediados de los afios 60, se enriquecié notablemente el smitica Universal, que comienza entonces a regular de manera restrictiva el funcionamiento individual de cada lengua a partir de prin- ‘s mis abstractos, como, por ejemplo, la presencia de categorias va- © la ciclicidad de los desplazamientos sin- giista se simplifica, porque sus opciones ras constreiidas. Muchos de los «rabajos publicados jrelo greenbengi

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