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Santiago de Chile
2007
A mis padres, a mi hermana y a mi hermano, con quienes hemos
construido un lugar.
Página
Introducción 6
Capítulo 1
La Lógica jurídica 14
Capítulo 2
Trayectoria moderna de la Jurisprudencia 36
Capítulo 3
Recorrido histórico por la Retórica 52
Capítulo 4
Teorías de la Argumentación jurídica 98
Capítulo 5
Posmodernidad y métodos estudiados 142
Conclusiones 190
Bibliografía 200
Introducción
6
expresada a mediados de la década de los 60 del siglo XX, que
sostenía que el sistema jurídico chileno estaba entrando a una etapa
de crisis.
2
Novoa Monreal, Eduardo. 1993. Una crítica al Derecho tradicional. Santiago, Ediciones del Centro de Estudios
Políticos latinoamericanos Simón Bolívar, pp. 92-93 y 100-101.
7
(de efecto intimidante para otros científicos) y asentado en
principios y conceptos abstractos acerca de los cuales nada podían
aportar aquellas otras ciencias”3.
Así creo que debe hacerse una carta a los amigos, una carta humanista.
3
Ibidem., p. 37.
8
i) ¿La Lógica jurídica o la estructura del razonamiento de los
operadores jurídicos (que se puede expresar en el Escrito
del abogado, en la Sentencia del juez o en la Ley del
legislador) corresponde a lo que desde la Grecia Clásica se
conoce como Lógica Formal, es decir que desde premisas
determinadas en las normas jurídicas se deriva mediante
silogismos su aplicación al caso concreto? O, a diferencia
de lo anteriormente expuesto, ¿La Lógica jurídica responde
a una formulación dialéctica, esto es, que su propia
naturaleza implica siempre un conflicto que se debe
solucionar mediante la contraposición de tesis, donde el
aspecto retórico tiene central incidencia al avocarse a
seleccionar premisas y disponerlas en la generación de
discursos coherentes que expresen las posiciones
enfrentadas en la controversia jurídica?
9
serlos se debe conceptualizar cuáles son sus funciones,
características y limitaciones.
10
argumentativo, es decir, en contra del metarrelato de la omnipotencia
de la Ley, donde los operadores jurídicos cuales exégetas deben
extraer la quintaesencia significativa de las palabras del
legislador, oponen una construcción conflictiva y dialógica de la
interpretación y aplicación de las normas jurídicas.
11
Jurisprudencia” se detalla el devenir histórico de la formulación
axiomática-deductiva del sistema jurídico hacia las diferentes
críticas a esa idea que desembocan en la proposición de un método
aporético de esta disciplina.
12
son métodos posmodernos de argumentación jurídica.
13
Capítulo 1
La Lógica jurídica
4
Inferencia es el “proceso mediante el cual llegamos a admitir una conclusión partiendo de premisas que consideramos
legítimas”. Ver Da Silveira Pablo. 2004. Cómo ganar discusiones (o al menos cómo evitar perderlas). Una
introducción a la teoría de la argumentación. Buenos Aires, Taurus S.A., p. 28.
14
idea, o mejor dicho pregunta, que puede ubicarse como el nexo entre
la reflexión que desarrollaban los lógicos (en todas sus variantes) y
las dudas que comenzaban a mostrar los juristas en torno al uso de la
lógica formal en materia de Derecho.
5
Vid. Cofré Juan Omar. 2002. Lógica, tópica y retórica al servicio del Derecho. [en línea] Rev. Derecho (Valdivia)
diciembre 2002, vol. 13, pp. 27-40 <http://mingaonline.uach.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-
09502002000100002&lng=es&nrm=iso> [consulta: 21 diciembre 2006].
6
Jørgensen, eso sí, plantea su dilema en un sentido lógico y participa de esa forma de la discusión acerca de la
posibilidad de una lógica deóntica o lógica de las normas. Los planteamientos de esta disciplina serán
expuestos sintéticamente más adelante, junto con los del propio Jørgensen, por supuesto.
7
En general para este tema se ha utilizado: Dowek Gilles. 2001. La Lógica. México, Siglo XXI editores.
8
En especial en el Capítulo 3 acerca de la Retórica se profundizará en que lo recibido como Lógica de
Aristóteles es una de sus posibles interpretaciones.
15
aislamiento de las acepciones de una palabra de las distorsiones que
puede sufrir la misma en el lenguaje cotidiano, la lógica le
proporciona nada menos que el método para aislar esos conceptos.
9
Dowek Gilles. 2001. Op. Cit., p. 101.
10
Ibidem., p. 23.
11
Ibidem., p. 103.
12
El origen de la utilización de variables estaría en el lenguaje jurídico según Ibidem., p. 18.
16
En efecto, la demostración de las proposiciones en las
matemáticas implicará determinar como fin último la verdad o falsedad
de las mismas, por lo que los matemáticos desarrollaron para ello la
noción de CÁLCULO, o sea el procedimiento para determinar la verdad
de una proposición.
17
en el razonamiento propone una idea fundamental: la noción de
RELACIÓN, esto es, que en una proposición la propiedad descrita para
el sujeto, es una relación particular que se aplica a un objeto o una
FUNCIÓN del mismo.
18
Perelman, quien tratando de superar su logicismo repone a la retórica
en el centro de la reflexión jurídica; Leibniz fue lógico y
matemático y, según señala Viehweg18 también incursionó en el Derecho
con un intento de matematizar la tópica, para conformar un ars
combinatoria que resolviera toda la casuística jurídica.
Lógica deóntica
18
Viehweg Theodor. 1964. Tópica y Jurisprudencia. Madrid, Taurus ediciones S.A., pp. 105-108
19
Hernández, Rafael. 2006. Los dos dilemas de Jørgensen. [en línea] Analisi e diritto de la Facoltà di giurisprudenza
de Università degli studi di Genova, Italia.
<http://www.giuri.unige.it/intro/dipist/digita/filo/testi/analisi_2007/08hernandez.pdf> [consulta: 21 abril
2007]
20
Freund, Max A. 2005. Enseñanza de la lógica para sentencias judiciales. [en línea] Revista de Ciencias Jurídicas del
Colegio de Abogados de Costa Rica y Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, mayo-agosto
2005, nº 107, pp. 71-89. <http://www.iij.derecho.ucr.ac.cr/archivos/publicaciones/revista/Revista%20107.pdf>
[consulta: 8 febrero 2007].
19
desde el ángulo de la lógica formal, pensar que la lógica del
razonamiento jurídico y su efectivo cumplimiento en la ejecución de
las sentencias de los jueces se deba a una mera intuición de
logicidad y, por tanto, las proposiciones de carácter normativo sean
pseudoracionamientos; y la segunda es concluir que los conceptos de
la lógica formal deben ser modificados en la construcción de una
lógica específica para el razonamiento con normas (deóntica)21.
21
Ducci, Carlos. 1997. Interpretación jurídica. En general y en la dogmática chilena. Santiago, Editorial jurídica de
Chile, 3ª edición, p. 32.
20
Se revisarán en concreto tres de esos proyectos: el primero
se personifica en el jurista Ulrich Klug, el segundo signado con el
nombre de Georg H. von Wright y el tercero propuesto por el pensador
polaco Georges Kalinowski.
22
Atienza, Manuel y Garzón Valdés, Ernesto. 1989. Entrevista a Ulrich Klug. [en línea] Cuadernos de Filosofía del
Derecho “Doxa”, nº 6, p. 510.
<http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01361620813462839088024/cuaderno6/Doxa6_26.pdf>
[consulta: 21 mayo 2006].
23
Atienza, Manuel. 1993. Las razones del Derecho. Teorías de la argumentación jurídica. Madrid, Centro de Estudios
Constitucionales, 1ª reimpresión, pp. 47-48.
24
Ibidem., p. 47.
25
Vid. Castillo, José María. 1999. El problema de las cuotas en la UNAM se resuelve con un silogismo. [en línea]
21
M es P
S es M
Luego, S es P
22
Por lo anterior, Klug matizó su propuesta señalando que los
métodos comprendidos dentro de las teorías argumentativas, tienen una
función pre-analítica, en la búsqueda de axiomas o premisas, pero que
el papel formalizador de la lógica tradicional sigue siendo aplicable
para detectar errores de coherencia en las conclusiones de un fallo,
como ocurre por ejemplo cuando una sentencia incluye argumentos
falaces29.
29
Las falacias lógicas son vínculos erróneos entre conclusiones y premisas de un razonamiento, los cuales
aparecen como “psicológicamente persuasivos” (“a primera vista parece(n) correcto(s)”). Se clasifican en dos tipos:
i) Falacias formales, “que constituyen violaciones a alguna forma legítima de inferencia, de modo que son argumentos
inválidos en el sentido estricto del término”, y ii) Falacias no formales, en las cuales “Para descubrirlas hay que
atender al contenido del argumento (…) se apoyan en premisas falsas o no pertinentes, o en otros casos parecen un
argumento cuando en realidad no lo son” en Da Silveira Pablo. 2004. Op. Cit., pp. 131-133.
30
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 48.
31
Vid. González, Daniel. 2003. Apuntes sobre la vida y obra de Georg Henrik Von Wright (1916-2003). [en línea]
Cuadernos de Filosofía del Derecho “Doxa”, nº 26, p. 24.
<http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/56810626541292774832457/015775.pdf?incr=1>
[consulta: 21 abril 2007].
23
Agrega además que, recalcando el carácter analógico de la
especialización, estas modalidades (cuantificadores y operadores
deónticos) no implicaban una lógica que reemplazara a la formal, sino
por el contrario se basaban en ella y a través de su específica
utilización permitían generalizar las determinaciones de la lógica
formal32.
32
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 48.
33
Ibidem.
34
Ibidem.
24
subordinadas a las del segundo tipo, por lo que la construcción
formal de los argumentos jurídicos DEPENDE de la fundamentación
externa o material de los mismos35.
Como una conclusión del tema se debe señalar que el problema que
deben enfrentar las distintas formulaciones de lógicas deónticas
tiene gran similitud con el enfrentado por la lógica matemática que
antes se observó.
35
Ibidem.
36
Ejemplo tomado de Cofré, Juan Omar. 2002. Op. Cit.
25
siguiente37:
37
Ibidem.
38
En Ibidem.
26
importante sector de los lógicos y lógicos deónticos trabajan en la
formulación de una lógica para-consistente que a nivel del sistema
jurídico intente solucionar los problemas derivados de la posible
utilización de normas contrarias, y no sólo contradictorias39, en la
resolución de casos concretos sometidos al ordenamiento jurídico.
El lenguaje
39
Bobenrieth, Andrés. 2006. Conferencia “Paraconsistencia y conflicto normativo” en II jornadas internacionales
de Ciencias del Derecho “Prof. Aníbal Bascuñán Valdés”: Universidad de Chile, Facultad de Derecho, 31 de
octubre, 11:00 horas. Bobenrieth señala que en las antinomias normativas puede ocurrir no sólo que las reglas
enfrentada sean contradictorias, esto es, mutuamente excluyentes, sino que además no ser conjuntamente
exhaustivas, o sea que se obsten la una a la otra en la solución. Para el estudio de la Lógica paraconsistente
Vid. Da Costa, N. C. A. y Vernengo, Roberto. 1996. Sobre algunas lógicas paraclásicas y el análisis del razonamiento
jurídico. 1989. [en línea] Cuadernos de Filosofía del Derecho “Doxa”, nº 19. p. 183-200.
<http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12726106447813728543435/cuaderno19/Doxa19_11.pdf>
[consulta: 6 noviembre 2006].
40
En Van Peursen, C. A. 1973. Ludwig Wittgenstein. Una introducción a su filosofía. Buenos Aires, Ediciones Carlos
Lohlé, pp. 90-91.
27
proposiciones del lenguaje ordinario41, puesto que estas proposiciones
no eran enunciados apofánticos, entonces debía ir la filosofía a la
realidad para determinar de donde surge el significado de la
proposiciones.
28
la estructura lógica de las realidades que describían, pero siempre
tomando en cuenta que las proposiciones fueran VERDADERAS, o sea que
estuvieran tomadas de las ciencias naturales45.
45
Pérez Herranz, Fernando. 2003. La filosofía y sus lógicas. [en línea] Revista Quaderns de filosofia i ciència de la
Societat de Filosofia del País Valencià, 2002, nº 32-33, pp. 29-45. <http://www.uv.es/sfpv/quadern_textos/v32-
33p29-45.pdf > [consulta: 8 febrero 2006].
46
Ibidem., p. 77.
47
Ibidem., p. 76.
48
Vid. Ibidem., pp. 12-13, 80.
29
ello al lenguaje natural.
49
Ibidem., p. 82.
50
Wittgenstein, Ludwig. 1953. Philosophical Investigations. Oxford, Ed. G. E. M. Anscombe, citado en Van
Peursen, C. A. 1973, Op. Cit., p. 79.
30
incluidas en un trabajo intermedio llamado The Brown Book51:
51
Ibidem., pp. 86-87.
52
Ibidem., pp. 83-88.
53
Ibidem., p. 88.
31
como una de las formas de acción humanas, donde las proposiciones
lingüísticas pueden servir no sólo para describir cosas sino también
para otras acciones, tales como relatar, hacer conjeturas, dar
órdenes, coordinarse u otras54.
32
Epistemología
33
combinación ecléctica entre racionalismo y positivismo, o sea entre
racionalidad y experimentación58.
58
Ibidem., p. 6.
59
Ibidem.
60
Zeballos, Juan. 1993. Desde la nueva izquierda. Entrevista a John Beverley. Santiago, Revista de Crítica Cultural,
Nº 7.
61
Galarce, Ezequiel. 2003. Op. Cit., p. 7.
34
cuentan con un basamento de evidencia absoluta, en el contexto de
comunidades específicas (como la comunidad científica).
62
Citado en Ibidem., p. 7. Se previene, además, que en adelante cuando no aparezcan entre paréntesis las fechas
de nacimiento y muerte de un autor será porque no han podido ser precisadas en el transcurso de la
investigación de esta Memoria.
35
Capítulo 2
Trayectoria moderna de la Jurisprudencia
36
las modalidades de la praxis de los órganos jurisdiccionales, en la
función judicial, en una pregunta permanente por la justicia de las
decisiones de los mencionados órganos, en definitiva, una mirada más
preocupada por la fenomenología de lo jurídico y en un análisis de
los rasgos valóricos de la actuación del Derecho.
37
describe la historia de este antiguo arte, crítica los intentos
sistematizadores y repone como fundamento del Derecho a la resolución
permanente de problemas concretos de gran relevancia valorativa.
38
problemas jurídicos65.
65
Ibidem., p. 152.
66
Vid. Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., p. 99 y Viehweg, Theodor. 1997. Op. Cit., p. 152.
67
Expresados en: Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., pp. 101-102.
68
Todas las traducciones, puestas entre paréntesis, del párrafo son nuestras.
69
Viehweg, Theodor. 1997. Op. Cit., p. 151.
70
Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., pp. 103-108. Capítulo VI (llamado Tópica y ars combinatoria).
39
Leibniz, en este sentido, proponía combinar cinco círculos
concéntricos y giratorios, que contuviesen cada uno nueve conceptos
fundamentales del Derecho, desde lo más abstracto a lo más concreto,
para obtener de esta forma una Scientia generalis de resolución de
problemas. Es decir, un sistema que permitiera comprobar la
rigurosidad lógica de esas soluciones y calcular el paso desde los
conceptos fundamentales a los casos concretos.
71
Viehweg, Theodor. 1997. Op. Cit., pp. 153-154.
72
Viehweg, Theodor. 1997. Op. Cit., p. 153.
40
esta máquina llamada Derecho: desde Principios Fundamentales de la
Disciplina se deduce lógicamente la aplicación del mismo al caso
concreto.
73
Ibidem., pp. 154-155.
74
Ibidem., p. 155.
41
Hegel propone con claridad una tesis que generaliza los
planteamientos de Montesquieu, tanto para precisar el ser del Derecho
como para sustentar a la Historia como justificación del mismo.
75
Ibidem., p. 155.
76
Ibidem.
77
Ibidem., p. 157.
42
significado literal, debía hacerse un análisis más complejo para
obtener el contexto que permitiera su cabal comprensión, por lo cual
proponen utilizar tres criterios más: el lógico o de consistencia
interna de las normas, el sistemático o de armonía de una norma
específica con el conjunto del orden jurídico y, por último, el
histórico o estudio de las valoraciones dominantes en la época de
fijación de la norma.
78
Ibidem., p.156.
79
García de la Huerta, Marcos. 1999. Reflexiones americanas. Ensayos de Intra-Historia. Santiago, LOM Ediciones,
p. 91.
80
Recasenz Siches, Luis. 1982. La interpretación del Derecho. En: Enciclopedia jurídica OMEBA. Buenos Aires,
DRISKILL S.A., Tomo XVI, p. 549.
43
avance contextualizador representado por la jurisprudencia histórica,
como bien señala Viehweg81, choca con el proyecto sistematizador de la
historia, que intentaba la Escuela Pandectista. En este caso, no se
trata de una Historia presidiendo el destino humano, de manera tal
que una buena comprensión de la misma permitiera conocer su
dialéctica, sino de una descripción de las formas externas de
carácter histórico o condiciones en que nacen las normas y la
generación de un sistema de adecuación a la práctica de las mismas,
que desentrañara la voluntad del legislador.
44
bien comprendidos, resultaban ser los hijos del razonamiento
jurídico, con lo cual trasladaba la atención de la jurisprudencia
desde la estructuración rigurosa de las normas jurídicas a las
funciones prácticas de las mismas, de los principios a los fines, de
la voluntad a los intereses82.
82
Recasenz Siches, Luis. 1982. Op. Cit., p. 549.
83
Juarez, L. D. y Maenza, M. L. C. 2006. El Derecho según Ihering. [en línea] Diario judicial editado por Editorial
Juris. Rosario, Argentina, 2006.
<http://editorialjuris.com/diarios/septiembre2006/13_09_2006.html#DOCTRINA> [consulta: 23 abril 2007].
84
Sin Autor. 2007. Rudolf von Ihering. [en línea] Enciclopedia Libre WIKIPEDIA.
<http://es.wikipedia.org/wiki/Ihering> [consulta: 26 mayo 2007].
45
desarrollos posteriores que se pueden resumir en la idea que el
legislador orientado por su criterio de bien común debe evaluar los
intereses que en la sociedad se contraponen y proteger aquellos de su
preferencia mediante leyes, por lo cual la tarea interpretativa del
juez, encontrando sus directrices en esos intereses protegidos, se
aboca a cooperar con una solución que se ajuste a los fines
perseguidos dentro del orden jurídico vigente.
85
Viehweg, Theodor. 1997. Op. Cit., p. 157.
86
Ducci, Carlos. 1997. Op. Cit., pp. 24-25, 32.
87
Recasenz Siches, Luis. 1982. Op. Cit., p. 550.
46
de soluciones para cualquier caso que se le plantee, lo que, según él
pensaba, no era posible con la utilización de la lógica tradicional y
más aún, creía que persistir en ella tenía más consecuencias
perjudiciales que beneficios.
47
porque resulta dudoso que el legislador se haya imaginado todos los
casos posibles, como que habiéndolo hecho los haya resuelto con
sujeción estricta a esos mismos principios.
91
Ibidem., p. 553.
92
Ibidem.
48
acción valorativa que se ocupa de reconocer a través de la
observación sociológica, a delimitar según su criterio de justicia y
proteger con el instrumento legal los intereses que predominan en la
sociedad.
93
Ducci, Carlos. 1997. Op. Cit., pp. 31-35.
94
Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., pp. 105.
49
Frente al sistema presenta evidencias que apuntan a una
naturaleza jurídica más conectada con la casuística resolución de
problemas, afirmándose para ello no en las incuestionables verdades
de la lógica tradicional sino en los tópicos o lugares comunes que
servían para que las partes en conflicto den argumentos a favor de su
posición y así producir mediante el diálogo o la dialéctica una
solución a dichos problemas.
Pero, la Retórica tiene una historia más larga, tan larga como
50
la de la propia lógica y es función del próximo capítulo exponerla
para desde ahí comprender las características y el contexto de
surgimiento o resurgimiento de la argumentación jurídica como
metodología del Derecho.
51
Capítulo 3
Recorrido histórico por la Retórica
52
Se puede, si se quiere ser esquemático o reduccionista, mantener
la posición en torno a que la retórica no es más que un conjunto de
artilugios o incluso trampas que permiten construir verdades
sociales, que no por encontrarse globalmente extendidas son la
Verdad. Pero, ahí asoma una de las características fundamentales de
esta disciplina griega: quienes la denosten por su impresentable
distorsión de la realidad, serán los mismos que desde la Ciencia
denunciarán la constante manipulación social a que nos vemos
sometidos en la vida moderna; quienes la condenen por su
superficialidad, encontrarán en el mundo actual un sinsentido
profundo; quienes la rechacen por ser demasiado sofisticadora, serán
quienes padezcan nuestras sociedades la moda efímera de lo fashion95,
porque, curiosamente, la Retórica no sólo dice lo que dice, sino
también lo que no dice.
53
en el sentido en que buen decir se entiende como una argumentación
correcta, como también cuando buen decir implica que se ha hecho una
exposición estéticamente apreciable de lo que se piensa.
54
tratando de continuar con la tarea de descripción contextualizada de
conceptos, que en esta Memoria se intenta.
101
García, Francisco. 2005. Una aproximación a la historia de la Retórica. [en línea] Revista de comunicación y nuevas
tecnologías “Icono14”, nº 5. <http://www.icono14.net/revista/num5/articulos/01_Paco_.pdf> [consulta: 28 abril
2007]
102
Ibidem.
103
Figura es “la expresión ya sea desviada de la norma, es decir, apartada del uso gramatical común, ya sea desviada de
otras figuras o de otros discursos, cuyo propósito es lograr un efecto estilístico, lo mismo cuando consiste en la
modificación o redistribución de las palabras, que cuando se trata de un nuevo giro de pensamiento que no altera las
palabras ni la estructura de las frases” y Tropo es “figura que altera el significado de las expresiones” en Beristáin,
Helena. 1995. Diccionario de Retórica y Poética. México, Editorial Porrúa S.A., 7ª edición, pp. 211-212 y 487,
respectivamente.
104
Empédocles sostenía que su origen era divino, por lo cual su biografía apunta que se le observó haciendo
actos mágicos en varias oportunidades y para demostrar dicha divinidad se suicidó tirándose al cráter del
Volcán Etna, pero, como bien recuerda Bertolt Brecht, se le quedó en la tierra una “sandalia de cuero, palpable,
usada, terrena”. En: Brecht, Bertolt. La sandalia de Empédocles. [en línea] Antonio Dueñas Martínez, página web
personal en Universidad Complutense de Madrid. <http://www.antonioduenas.es/Empedocles-Brecht.html>
[consulta: 22 abril 2007] También Vid. Buela, Alberto. Empédocles: el último arcaico. [en línea] Revista
“Symbolos". <http://www.geocities.com/symbolos/empedocl.htm> [consulta: 02 mayo 2007] y Dilthey,
Wilhelm. 1993. Historia de la Filosofía. Santiago, Fondo de cultura económica, 1ª reimpresión en Chile, pp. 36-
37.
55
Pero, por coincidencia histórica o algo más que eso, es Córax en
Siracusa, otra ciudad griega de Sicilia, el origen de la Retórica
como teoría de la correcta argumentación, vertida en el primer
Manual de Retórica que tituló como Ars, un arte que con el tiempo se
conocería como retórica105.
105
Dueñas, Antonio. Breve historia de la Retórica. [en línea] Antonio Dueñas Martínez, página web personal en
Universidad Complutense de Madrid. <http://www.antonioduenas.es/Breve-historia-de-la-retorica.html >
[consulta: 22 abril 2007]
106
Sin Autor. 2007. Gelón. [en línea] Enciclopedia Libre WIKIPEDIA. < http://es.wikipedia.org/wiki/Gelón>
[consulta: 26 mayo 2007].
107
Sin Autor. 2007. Agrigento. [en línea] Enciclopedia Libre WIKIPEDIA.
<http://es.wikipedia.org/wiki/Agrigento> [consulta: 26 mayo 2007].
108
Sin Autor. 2007. Siracusa. [en línea] Enciclopedia Libre WIKIPEDIA. <http://es.wikipedia.org/wiki/Siracusa>
[consulta: 26 mayo 2007].
109
Ibidem.
110
Sin Autor. 2007. Trasíbulo. [en línea] Enciclopedia Libre WIKIPEDIA.
<http://es.wikipedia.org/wiki/Trasíbulo> [consulta: 26 mayo 2007].
56
Siracusa con hegemonía de la primera en tiempos de Terón y de la
tercera en tiempo de Gelón, tuvo que enfrentarse militarmente con
otras ciudades sicilianas que no veían a Atenas como su referente,
sino más bien se ubicaban dentro del radio de influencia de Cartago,
en el proceso conocido como Guerras Sicilianas.
57
por lo que Siracusa debió enfrentar un importante problema jurídico:
el nuevo gobierno democrático debía hacer restitución de esos bienes
a sus antiguos dueños, pero para hacerlo no contaba con un registro
adecuado de títulos de propiedad, ni era posible conseguir otras
pruebas documentales o testimonios explícitos de las antiguas
autoridades derrocadas, por lo que se optó por implementar un sistema
de juzgados populares en los que los ciudadanos podían solicitar la
devolución de sus tierras y pertenencias, con la sola ayuda de su
expresión verbal, de su palabra112.
Es por esta razón que Tisias 113 desarrolla una obra de estudio de
las variables que afectaban al uso del arte 114 ante los tribunales,
dando a la vez inicio a la Retórica jurídica o estudio de las
características de la argumentación que se hace en el marco del
género judicial.
112
López Cano, Rubén. 2000. Música y retórica en el Barroco. [en línea] Rubén López Cano, página web personal.
<http://www.geocities.com/lopezcano/LMRB.html> [consulta: 3 mayo 2007]
113
López Eire, Antonio.2001. Op. Cit.
114
En esta etapa de Grecia no se diferenciaba entre artes especializados, sólo se hablaba de Arte en general. Vid.
López Eire, Antonio.2001. Op. Cit.
58
variables que operan en la emisión de palabras, o discursos, para
producir un tipo de influencia en el oyente que lo movilice a la
actuación en el sentido indicado por ese discurso, es decir se le
trataba desde la óptica de un fenómeno natural que a través de la
observación podía ser conocido y descrito.
115
López Eire, Antonio.2001. Op. Cit.
116
Dilthey, Wilhelm. 1993. Op. Cit., p.40.
117
Ibidem., p.40.
59
discípulo de Empédocles en Sicilia, quien expresa una tesis
profundamente escéptica respecto de la capacidad de las palabras para
representar la realidad, por lo que si todas las opiniones son en el
fondo falsas, lo que importaría de ahí en más sería su apariencia, ya
que los hombres se mueven por sensaciones y no por el conocimiento de
la Verdad, que de todos modos, según Gorgias es imposible. Ese efecto
de apariencia podría ser alcanzado si, a través del discurso, se
instalaba la noción de que lo dicho mediante el mismo podía, tan sólo
¡probablemente!, ser realidad118.
i) NADA EXISTE;
ii) SI EXISTIERA, NO SERÍA CONOCIBLE;
iii) DE SER CONOCIBLE, NO PODRÍA SER COMUNICADO.
118
Ibidem., pp. 40-41.
119
Oesterreich, Peter. 1998. [en línea] Anuario Filosófico de la Universidad de Navarra, nº 31, p. 535.
<http://dspace.unav.es/retrieve/1849/oesterreich98.pdf> [consulta: 10 enero 2007]. Vid. especialmente nota nº
47.
120
Dilthey, Wilhelm. 1993. Op. Cit. p.40.
60
determinado121.
121
Ibidem. p.41.
122
Ibidem.
123
Se tratará más adelante, a propósito de las Partes del Discurso Retórico.
124
Sin Autor. 2007. Problema griego 2: Trisecar un ángulo con regla y compás. [en línea] <
http://www.portalplanetasedna.com.ar/problemas_griegos02.htm> [consulta: 3 mayo 2007] y Sin Autor. 2007.
Problema griego 3: Cuadrar un círculo con regla y compás. [en línea]
<http://www.portalplanetasedna.com.ar/problemas_griegos03.htm> [consulta: 3 mayo 2007]
61
éticos125, donde destacan: Calicles con su posición respecto de que el
hombre podía por derecho natural sacudirse de la aplicación de las
normas positivas, porque en última instancia era la propia naturaleza
la que le otorgaba un papel de señor de su individual existencia;
Trasímaco, el cual indicó que la justicia no era más que el interés
del más fuerte, razón por la cual se orientó mediante la retórica
política a denunciar que el orden normativo sólo servía para
justificar las abusivas ansias de poder de los gobernantes; Critias,
tío de Platón, quien decía que las religiones eran un invento de un
político sagaz en busca de obtener satisfacción a su propio interés,
que al igual que Trasímaco, entendía como un profundo deseo de poder.
62
psicogógico o arrastrador de almas128, o sea plantean que el lenguaje,
y su adecuada elocución, puede generar una comunión entre el hablante
y el auditor que permita al discurso persuasivo cambiar el espíritu
de los oyentes.
63
apariencia docta, elegante y ornamental en materia de oratoria a la
necesaria categorización moral de su teorización, para proveer al
razonamiento práctico de una herramienta depurada para decidir con
prudencia los problemas sociales de cualquier índole.
130
Se sigue la interpretación del Poema Didáctico contenida en Oesterreich, Peter. 1998. Op. Cit.
131
Se notan las diferencias entre los griegos y nuestros días porque para nosotros divino se opone a demoníaco,
pero como dice James Miller “Para los griegos antiguos, la palabra ‘daimon’ definía el poder incognoscible que
impulsaba a un individuo más o menos ciegamente hacia adelante. Si colaboraba a que el individuo consiguiera gloria,
entonces a éste se lo honraba al morir como un daimon, como si hubiera llegado a encarnar su propia necesidad más
alta” en Miller, James. 1995. La pasión de Michel Foucault. Santiago, Editorial Andrés Bello, 1ª edición, p. 97.
64
o de aliento para iniciar la ruta en la búsqueda de la Verdad
(Aletheia). Este inicio del viaje, “lleva al hombre sabio más
allá de todos los hogares”, porque deja atrás la normalidad
de las opiniones, pero se encuentra en el camino con un
problema básico: existe una puerta antes de poder acceder a
la Verdad. La puerta la controla la diosa de la Justicia
(Dike), “la castigadora (que132), administra llaves
cambiantes”, por lo cual traspasar la puerta depende de la
ayuda de la diosa de la Persuasión (Peitho) para construir un
discurso efectivo que convenza a Dike de abrirle las puertas
de Aletheia al pensador133.
132
Nuestro.
133
Oesterreich, Peter. 1998. Op. Cit., p. 522.
134
Ibidem., pp. 522-523.
65
que la verosimilitud permite, de forma tal que la opinión del
filósofo será claramente superior en los debates cotidianos y
controversias de la vida real, de la vida de la polis. La
contemplación de la Verdad, permite crear discursos
semejantes a la misma, verosímiles135.
135
Ibidem., pp. 523-524.
136
López Eire, Antonio.2001. Op. Cit.
137
Ibidem.
66
hablante debe SABER de lo que habla; ii) el aspecto
psicogógico de la persuasión surge del encuentro del
hablante con su auditorio, es decir de la comunicación
(comunión) entre el alma del Filósofo-Rey (aquel que
ha contemplado la Verdad) al alma del ciudadano de la
polis; iii) el discurso debe organizarse
correctamente, en lo estético, para que surta los
efectos persuasivos buscados, lo que implica una
armonía de los componentes del relato, como si fuera
este un solo organismo.
67
persuasiva139.
139
Vid. Dilthey, Wilhelm. 1993. Op. Cit. pp. 46-47, en especial la nota nº 23 (p. 235), Oesterreich, Peter. 1998. Op.
Cit., p. 520, (donde se recuerda que “Ya Cicerón designó (…) al metafísico Platón como el “orador más eficiente y
hábil de todos”), López Eire, Antonio.2001. Op. Cit., Murphy, James. 1998. La metarretórica de Aristóteles. [en
línea] Anuario Filosófico de la Universidad de Navarra, nº 31.
<https://dspace.unav.es/retrieve/1847/murphy98.pdf> [consulta: 10 enero 2007].
140
López Eire, Antonio.2001. Op. Cit.
141
Ibidem.
142
Ibidem.
68
Nicómaco, no son comprendidos con suficiencia si no se toma en cuenta
que en su biblioteca, y en un lugar muy destacado, siempre estuvieron
sus estudios que después titularía Historia de los animales, El
movimiento de los animales y Física, tan celebrados entre otros por
Charles Darwin, quien los utilizó como base de sus descubrimientos
científicos143.
69
es decir de las obras sobre esta disciplina que le antecedieron, una
especie de estado del arte de la cuestión u observación de la
retórica realmente existente.
146
En Ibidem.
147
Ibidem.
70
otorga a los tres métodos de la reflexión filosófica148:
71
pero tienen estas últimas una gran diferencia: la dialéctica expresa
contiendas en el ámbito de las comunidades científicas, mientras que
la retórica lleva adelante la deliberación de las cuestiones
sociales, donde el hablante dirige su discurso al controversial e
incierto foro que integran sus conciudadanos151.
151
Ibidem.
152
Ibidem.
153
Vid. Espinosa, Nolberto. 2001. Recensión a Olsen A. Ghirardi, La retórica y la dialéctica en el razonamiento
forense. Ediciones Academia Colombiana de Jurisprudencia. Colección Portable. Santa Fe de Bogotá. D.C., 2001, 129 p.
El razonamiento forense. Ediciones del Copista. Biblioteca Jurídica. Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales
de Córdoba. Inst. de Filosofía del Derecho. Córdoba, 1998, 138 p. [en línea] Universidad de Mendoza, Argentina.
<http://www.um.edu.ar/um/resenia/rese19/Olsen%20A.htm>. Allí se indica que “el prudente discurre – consigo
mismo y con los demás- para llegar a una conclusión: el juicio recto de lo que ha de obrarse aquí y ahora”.
154
Spang, Kurt. 1998. Op. Cit.
72
olvidó lo dicho antes que él en esta materia. Quizás, porque tenía a
la vista de sus ojos su Colección de Artes Retóricas, de la misma
manera como tenía bajo su mirada su compendio de Constituciones
griegas cuando delineó su Política.
155
López Eire, Antonio.2001. Op. Cit.
156
Ibidem.
73
Se puede sintetizar el aporte conceptual de Aristóteles en la
definición más aceptada de lo que la Retórica es para él: “arte de
extraer de todo tema el grado de persuasión que este encierra” o en
mis muy humildes y psicogogizadas palabras: estudio del porqué
aciertan y alcanzan sus objetivos los que hablan persuasivamente157.
74
Esta idea está relacionada con las nociones generales del
filósofo macedónico, ya que en su cosmología el universo era una
desarrollo del ser que iba participando a todas las cosas su
existencia en una secuencia ininterrumpida de actualización y
potencialidad, por lo que si se descubría un punto de la trayectoria
se podía reconstruir la cadena completa hasta llegar a la razón
primera y última.
1.- Categorías
2.- Interpretación
3.- Primeros Analíticos
4.- Segundos Analíticos
5.- Tópicos
6.- Refutaciones sofísticas
160
Vid. Espinosa, Nolberto. 2001. Op. Cit. y Ghiradi, Olsen. 2002. Acerca de una Recensión de Nolberto Espinosa. [en
línea] Universidad de Mendoza, Argentina. <http://www.um.edu.ar/um/resenia/rese19/RECENSION%20DE
%20NOLBERTO%20ESPINOSA.htm> [consulta: 9 noviembre 2006].
75
Pero es Werner Jäeger (1881-1961), quien propone una
reestructuración de los libros para comprender correctamente la
evolución del pensamiento aristotélico161:
1.- Categorías
2.- Tópicos
3.- Refutaciones sofísticas
4.- Interpretación
5.- Primeros Analíticos
6.- Segundos Analíticos
161
Ghiradi, Olsen. 2002. Op. Cit.
76
estagirita está determinada por su epistemología de obtener de la
praxis ideas generales de funcionamiento del cosmos. Es decir, del
ANÁLISIS de la práctica cotidiana de la facultad humana de hablar,
así como también del estudio de los fenómenos naturales, a través
del control dialéctico se pueden inferir reglas que se van
intensificando en generalidad, para decantar o concluir en las reglas
de formación de todo el pensamiento que en el cielo de las verdades
últimas y primeras es lo mismo que hablar del ser de las cosas, forma
y ser serían por tanto lo mismo, por eso se considera a Aristóteles
el más grande pensador del idealismo, puesto que sostendría que la
esencia de las cosas se obtiene del estudio estricto y riguroso de la
forma de las mismas. Por ello, ponen los seguidores de esta doctrina
acento en que el gran aporte del peripatético es la proposición de su
Lógica, su ciencia para determinar la forma de conocer.
77
una única forma de pensar que abandone los lugares comunes
del politeísmo e ingrese al cielo del primer motor inmóvil,
del Dios único, de la Lógica, la ciencia del universo.
163
Las afamada “Filípicas”.
78
muertos, a su Memoria, sus lugares comunes, sus Tópicos 164,
puede un pueblo imponerse sobre los demás y para ello,
Aristóteles, construye una herramienta165 infalible: la
Lógica Formal.
f.- Pero, esta última idea que lleva a cabo con la educación de
Alejandro el grande, es un rodeo o giro espectacular en la
propia retórica. Se muestra así como un correlativo
empírico de su maestro Platón, un retórico al ciento por
ciento: a través de la difusión e influencia de SU discurso
delineó las ideas de su tiempo y la posteridad.
164
Hasta poco antes del fin de esta investigación esos lugares comunes o tópicos aparecían en una
indeterminación que se consideraba, incluso, necesaria, pero se encontró un texto que puede esclarecer su
origen: “Según la historia de Grecia debida a Grote, la gens ateniense, en particular, estaba cohesionada por: 1. Las
solemnidades religiosas comunes y el derecho de sacerdocio en honor a un dios determinado, el pretendido fundador
de la gens, designado en ese concepto con un sobrenombre especial. 2. Los lugares comunes de inhumación (véase
Contra Eudúlides, de Demóstenes) (…)” Los subrayados son nuestros. En Engels, Friedrich. El origen de la
familia, la propiedad privada y el estado. Carlos Marx y Federico Engels, Obras escogidas, Tomo II. Moscú,
Ediciones en lengua extranjeras, p. 269.
165
Este es el significado de la palabra griega Organon.
79
(Europa occidental y los Estados Unidos) y hoy aparecen con
un concepto afirmativo de sus identidades en los otros-
lugares, en la periferia, en el orbe, entre los pueblos
dependientes, en los subordinados: las identidades
subalternas166 se toman la escena del caótico capitalismo
desorganizado167, donde hasta las ciencias comienzan a
desconfiar del programa de matematización del conocimiento
humano y de sus instituciones sociales168.
166
Vid. Spivak, G. C. 1985. Estudios de la subalternidad: deconstruyendo la historiografía. [en línea] Cholonautas.
<www.cholonautas.edu.pe/modulo/upload/spivak.pdf > [consulta: 7 enero 2007].
167
De Sousa Santos, Boaventura. 1989. La transición postmoderna: Derecho y política. [en línea] Cuadernos de
Filosofía del Derecho “Doxa”, nº 6, p. 233.
<http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01361620813462839088024/cuaderno6/Doxa6_15.pdf>
[consulta: 20 mayo 2006].
168
Como se sostiene en Grün, Ernesto. 1998. El derecho posmoderno: un sistema lejos del equilibrio. [en línea]
Cuadernos de Filosofía del Derecho “Doxa”, nº 21-II, p. 171.
<http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/23582844322570740087891/cuaderno21/volII/DOXA21V
o.II_13.pdf> [consulta: 20 mayo 2006], la posmoderna ciencia del caos se basa en las ideas de incertidumbre,
inestabilidad y turbulencia para estudiar los fenómenos.
80
fijación de las reglas del buen decir, que al dinamizar, acentuando
la dimensión práctica de la Retórica, puede servir también para
encubrir un hecho político y jurídico de onda relevancia: se había
terminado el debate en Roma, sólo podía ser llevado adelante en las
híper-ritualizadas escuelas de oratoria o en los también externamente
rigurosos tribunales romanos a través de la citación de los
canonistas jurídicos oficiales del imperio: la etapa didáctica-
formulista.
169
Vid. Sin Autor. 2007. [en línea] Derecho Romano. [en línea]
<http://www.santiagoapostol.net/latin/derecho.html> [consulta: 14 mayo 2007].
170
Ghiradi, Olsen et al. 2000. El siglo XXI y el razonamiento forense. Córdoba, Academia Nacional de Derecho y
Ciencias Sociales de Córdoba, 1ª edición, p. 179.
171
Ibidem. Nota nº 1.
81
estagirita. Esto implicaba, en opinión de Viehweg, que la distinción
entre lo apodíctico y lo dialéctico en Cicerón no era algo relevante,
sostenía que la tópica del macedonio era: “un medio para disponer de
los elementos de prueba aplicables a todas las discusiones
pensables”172.
172
Viehweg Theodor. 1964. Op. Cit., p. 40.
173
Bolaños, Bernardo. 2000. Op. Cit., nota nº 13, p. 214.
174
Ibidem., p. 42.
82
3. los que tratando el tema conjuntamente, se
preocupan de su denominación o etimología.
1) conexiones lingüísticas o,
a) género
b) especie
c) semejanza
d) diferencia
e) contraposición
f) circunstancias concurrentes, que pueden
ser :
i) previas,
ii) subsiguientes o
iii) contradictorias
g) causa
h) efecto
i) comparación
83
Y como si se tratara del último paso de una conclusión lógica,
le pregunta a su colega abogado Trebacio, a quien dedica su obra
Tópica, lo que sigue: “¿Es suficiente lo que aquí he expuesto? Creo
que sí, sobre todo para un hombre como tú de ingenio tan agudo y ocio
tan limitado”175.
175
Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., p. 42.
176
Dilthey, Wilhelm. 1993. Op. Cit., pp. 78-85.
177
Los estoicos deben su nombre a que Zenón de Citio, el fundador de la escuela, impartía sus clases de pié bajo
un pórtico o stoa. En Conde, Francisco. 2007. El estoicismo antiguo. Zenón de Citio (Según Lucrecio de Crescenzo).
[en línea] <http://www.paginasobrefilosofia.com/html/index.html> [consulta: 14 mayo 2007].
178
Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., p. 81.
179
Ibidem.
84
Cicerón llamará, por tanto, a los géneros aristotélicos como
CAUSAS180, el Deliberativo del espacio público republicano, el
Judicial de los tribunales y el Laudatorio de los artistas.
180
Ibidem., p. 43.
181
Quizás por ello, hasta nuestros días preguntamos en el tribunal determinado cuál es el estado de la causa
cuando queremos ingresar en el proceso de producción del Derecho.
182
Ramírez, José L. 2001. Op. Cit.
183
Citado en Ghiradi, Olsen et al. 2000. Op. Cit., p. 183.
85
proceso, lo que se determina mediante los tópicos y la exposición, el
uso de la adecuada oratoria que indicará el catálogo aplicable.
184
Nos ahorramos, la determinación específica de las partes, elementos y opiniones estilísticas que respecto de
la retórica tiene que cada autor en particular, porque exceden la exposición sintética buscada.
185
Spang, Kurt. 1998. Op. Cit., p. 527.
186
López Cano, Rubén. 2000. Op. Cit.
86
ii.- Dispositio: “Distribución de las ideas”187 encontradas en la
fase anterior en las partes discusivas que según el lugar donde se
fuesen a expresar y la naturaleza de la causa se considerasen las más
adecuadas. En términos generales, se reconocen seis partes del
discurso:
187
Ibidem.
188
Ghiradi, Olsen et al. 2000. Op. Cit., p. 187.
189
Ibidem., p. 188
190
Assis, Mirta. Función del Exemplum en la argumentación. [en línea] Área temática: Retórica y persuasión de la
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, p. 21 (297).
<http://www.filo.uba.ar/contenidos/investigacion/institutos/linguistica/pdf/laargumentacion/4.pdf> [consulta:
29 julio 2006]
87
adversario con temas urgentes.
191
Romera, Ángel. Las partes del discurso. [en línea] Manual de Retórica. [en línea]
<http://retorica.librodenotas.com/?s=Las-partes-del-discurso> [consulta: 29 abril 2007]
192
Azócar, Ramón. Alquimia política. Hacia una teoría moderna del Discurso. [en línea] Monografías. <
http://www.monografias.com/trabajos26/alquimia-politica/alquimia-politica.shtml> [consulta: 30 octubre
2006].
193
López Cano, Rubén. 2000. Op. Cit.
194
Ureta, Juan. Teoría de la Argumentación Jurídica. Material de lectura. [en línea] Monografías.
<http://www.monografias.com/trabajos25/argumentacion-juridica/argumentacion-juridica.shtml> [consulta:
19 julio 2006].
88
no ahorra en vehemencia si es necesaria.
195
López Cano, Rubén. 2000. Op. Cit.
196
Ibidem.
197
García, Francisco. 2005. Op. Cit.
89
presencia de figuras retóricas en la Biblia 198. Se buscará el deleite
de la concurrencia a través de excluir el uso de tonos áspero en la
voz y se utilizarán según la función los estilos ciceronianos: el
sencillo para la Enseñanza, el moderado para la alabanza y el Noble
para la “exhortación del bien”199.
198
López Cano, Rubén. 2000. Op. Cit.
199
García, Francisco. 2005. Op. Cit.
200
Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., p. 44.
201
Ibidem., p. 89.
202
Ibidem. p. 96 y Ghirardi, Olsen. 1997. Op. Cit., p. 54.
90
problema, a la que sigue el videtur quod, o expresión de puntos de
vista próximos a la tesis que se sostiene, después se continúa con
sed contra, es decir los argumentos en contrario de la tesis, para
terminar respondeo dicendum, esto es, indicando la solución del
problema.
203
García, Francisco. 2005. Op. Cit.
204
Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., p. 96 y Ghirardi, Olsen. 1997. Op. Cit., p. 54.
205
López Cano, Rubén. 2000. Op. Cit.
91
En el renacimiento destacan tres personajes: el español Juan
Luis Vives (1492-1540), quien puede sintetizar la época porque,
basado en las ideas de “crítica de la autoridad, preocupación por el
hombre, regreso a las fuentes clásicas”, señala en su obras que
detrás del discurso se encuentran “el saber, el pensamiento y la
historia del Hombre”, razón por lo que recomienda fijarse en el
lenguaje del pueblo, antes que continuar construyendo discursos
fundamentalmente en latín; su amigo Erasmo de Rótterdam (1446-1536)
que quería reconciliar las oposiciones de la tradición y la novedosa
creación, buscó hacer ingresar el habla popular a la erudición
literaria, que incluía grandes conocimientos de historia retórica, a
través de sus afamados adagios; y por último, de nuevo en España, es
el sacerdote jerónimo Miguel de Salinas, quien cumple con la misión
encomendada por Vives y publica en 1541 la primera Retórica en lengua
castellana, de acentuado carácter didáctico, fue concebida “para que
con ella, no sabiendo latín, pudiese entender algo de lo que los
retóricos latinos y griegos ponen acerca de la ciencia del bien
hablar y escribir y aprovecharse de ello”206.
206
En Sin Autor. 2007. Retórica. [en línea] Glosario de Retórica.
<http://glosarioderetorica.blogspot.com/2005/07/retrica.html> [consulta: 20 mayo 2007].
92
que la completa cultura le reconozca ser el lugar desde el que se ha
pensado la transformación completa del mundo, como el lugar desde
donde rescatar la sabiduría histórica vertida en palabras y
encadenamientos de palabras con sentido determinado.
207
El apotegma es “una sentencia breve y graciosa en la que subyace un contenido moral aleccionador”. En Sin Autor.
2007. Apotegma. [en línea] Enciclopedia Libre WIKIPEDIA. <http://es.wikipedia.org/wiki/Apotegma>
[consulta: 17 mayo 2007].
93
como formas de ésta a: “el chiste, el humor, la risa y el ridículo;
el problema de la elocuencia en su relación con la lógica y la
gramática; las fuentes de la evidencia en diferentes ciencias y en el
sentido común; el razonamiento moral; el silogismo; el orador y su
público; la elocución; la crítica verbal y sus cánones; la pureza
gramatical, el estilo y sus problemas (oscuridad, claridad,
ambigüedad, ininteligibilidad, profundidad, equivocidad, tautología,
pleonasmo, etc.), y finalmente, el uso de las partículas correctivas
en la oración”208.
208
Cea E., José L. 1984 Teoría de la Libertad de Expresión. [en línea] Cuadernos de Información de la Facultad de
Comunicaciones de la Pontifica Universidad Católica de Chile, nº 1. Monografías.
<http://fcom.altavoz.net/prontus_fcom/site/artic/20041215/pags/20041215232924.html> [consulta: 22 octubre
2006].
209
Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit. pp. 21-29.
210
De acuerdo con Franco Volpi, esta es una “técnica de la argumentación orientada al único objetivo de lograr la
victoria en la disputa (…) sin tener en cuenta la verdad” en Schopenhauer, Arthur. 2004. El arte de tener razón.
Expuesto en 38 estratagemas. Madrid, Alianza editorial, 2ª reimpresión, p. 77.
94
para afrontar con éxito las discusiones”, porque “la verdad objetiva
de una proposición y su validez en la aprobación de los que discuten
y sus oyentes son dos cosas distintas” .
211
i. Dos modos:
211
En Schopenhauer, Arthur. 2004. Op. Cit., pp. 14-15.
212
Schopenhauer, Arthur. 2004. Op. Cit.
213
Ibidem. pp. 30-32.
95
siguientes:
96
2. INSTANCIA, con la cual se refuta la
Tesis general a través de demostrar,
directamente, casos en los que no
ocurre lo afirmado, razón por la cual
la Tesis necesariamente tiene que ser
FALSA.
214
En alemán se les llama Geisteswissenschaften, manteniendo la distinción realizada por Dilthey. Vid.
Quintana, Fernando. 1994. Interpretación, ratio iuris y objetividad. Valparaíso, EDEVAL, 1ª edición, pp. 14-20.
97
Capítulo 4
Teorías de la Argumentación jurídica
215
Beristáin, Helena. 1995. Op. Cit., pp. 380-381.
98
La verdad es que la discusión que se ve repuesta en varias
parcelas del conocimiento y la praxis con la instalación de la
desconfianza en los grandes relatos, la textualización de la
realidad, la sospecha de la razón y otros fenómenos que serán
tratados en mayor profundidad en el Capítulo 5, ya estaba planteada
en tiempos de Aristóteles.
99
proceso creativo de las mismas. Inclusive, los fieles de religiones
diversas empezaron a disminuir los ámbitos de competencia moral que
le reconocían a las jerarquías eclesiásticas. La ciencia presentó la
incertidumbre como clima de sus actividades.
100
jurídicos gozan de algunas particularidades propias de su objeto, ya
que presentan tres campos de aplicación217:
101
campo.
218
Merryman, John H. 1995. Sistemas legales en América Latina y Europa. Tradición y Modernidad. Santiago, Fondo
de cultura económica, 1ª reimpresión en Chile, capítulo VI, pp. 72-79.
219
Vid. Dworkin, Ronald. 1992. El imperio de la justicia. Editorial Gedisa S.A.
102
este sentido, y para expresar un punto conflictivo radical, se pone
en cuestionamiento si la obligación del juez de supeditarse al
ordenamiento jurídico implica en la instancia final de decisión del
problema la verificación de un doble proceso de deducción de las
normas jurídicas al caso fallado y de inducción de los hechos a la
fijación de la norma que respalde la decisión, todo lo cual se ve
presidido por la necesariedad que implica la lógica formal; o, por el
contrario, la racionalidad de lo fallado se debe medir por el factor
EFECTIVIDAD, esto es, que el fallo utilice elementos que ordenados
persuasivamente provoquen la adhesión de la comunidad con la
decisión, o sea que produzca el efecto de crear un entendimiento
entre el orador, el discurso y su destinatario final, que es el
auditorio compuesto por toda la comunidad, la cual le ha entregado al
juez la misión de hacer justicia.
103
estudian en ella.
104
La primera respuesta a estas duras interrogantes vino, en el
ámbito alemán, de Gustav Radbruch, quien en síntesis culpó al
positivismo jurídico, a esa depurada teoría jurídica del Estado
nacional moderno tan magistralmente expuesta por Hans Kelsen 220: “¡El
positivismo jurídico dejó a todos los juristas indefensos!” señaló
Radbruch. Con estas reflexiones se abre una etapa del Derecho Alemán
denominada Fase metafísica o Renacimiento del Derecho Natural, por lo
que la disciplina jurídica se autoimpone la obligación de encontrar y
mostrar principios de orden trascendente que puedan justificar al
Derecho de allí en más. Inclusive, se cuenta con variada
jurisprudencia que fue fallada con basamento en consideraciones de
orden moral u objetivo221.
220
Vid. Kelsen, Hans. 1985. Teoría pura del Derecho. Buenos Aires, EUDEBA S.E.M., 21ª edición.
221
Salas, Minor E. 2001. ¿Qué pasa actualmente en la Teoría del Derecho alemana? Un breve bosquejo general. [en línea]
Cuadernos de Filosofía del Derecho “Doxa”, nº 24, p. 204.
<http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01372719768028837422802/doxa24/doxa24_09.pdf>
[consulta: 20 mayo 2006].
222
Reich, Wilhelm. 1933. La psicología de masas del fascismo. [en línea] Diario independiente iberoamericano “La
insignia”. <http://www.lainsignia.org/2002/julio/dial_001.htm> y
<http://www.lainsignia.org/2002/julio/dial_004.htm> [consulta: 16 julio 2002].
105
50 del siglo XX, por corrientes que se presentaban como escépticas
respecto de la fundamentación jurídica, poniendo el énfasis en su
marcado carácter práctico. Creían que la ciencia del Derecho debía
preocuparse más de las dificultades de procedimiento, de los
elementos metodológicos involucrados en su producción de sentencias
que resolvía concretos problemas.
223
García de Enterría presenta la obra de Viehweg como “una de las aportaciones más trascendentales de los últimos
tiempos a la teoría de la ciencia jurídica” en el Prólogo de Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., pp. 11-18.
106
plasmada en lugares comunes de la praxis jurídica.
224
Vid. Viehweg Theodor. 1964. Op. Cit., Capítulo I, pp. 25-29.
225
Spang, Kurt. 1998. Op. Cit., p. 528.
226
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 50
107
El Derecho, según Levi, funcionaba a través de la doctrina del
precedente, mediante el cual la solución aplicada en una causa se
podía hacer extensiva a la resolución de otra, si se cumplía una
igualdad de hipótesis fácticas de las acciones cometidas, mediante el
procedimiento siguiente: “primero se descubren las semejanzas entre
los casos; luego la regla de derecho implícita en el primero se hace
expresa; por último se aplica al segundo”227.
227
Ibidem., Op. Cit. p. 51.
228
Viehweg Theodor. 1964. Op. Cit., p. 130.
229
Ibidem., p. 129.
230
García Amado, Juan A. 1996. Tópica, retórica y teorías de la argumentación jurídica. [en línea] Juan Antonio
García Amado, página web personal. <http://www.geocities.com/jagamado/santafeart.html> [consulta: 27
diciembre 2005].
108
en el camino, revisar los elementos centrales de la teoría jurídica
de Viehweg.
231
Viehweg Theodor. 1964. Op. Cit., p. 27.
232
Ibidem. p. 21.
233
Viehweg Theodor. 1964. Op. Cit., p. 38.
109
porque “son los que pueden ayudar, en relación con cada problema, a
obtener conclusiones dialécticas”234, enfatizando con la cita que
había una relación entre los tópicos y el método dialéctico. Además,
contrapone la tópica aristotélica con la ciceroniana con sus
Catálogos de Tópicos.
110
“técnica del pensamiento problemático”240, puesto que debe ordenarse a
resolver problemas, los cuales entiende como “toda cuestión que
aparentemente admite más de una respuesta y que requiere
necesariamente un entendimiento preliminar, conforme al cual el cariz
de cuestión que hay que tomar en serio y a la cual hay que buscar una
única respuesta como solución”241. Además, en el concepto del jurista
alemán, la tópica se encuentra ordenada a la resolución de la aporía
fundamental, es una especie de razonamiento situado242 en la
determinación de la justicia para el caso particular.
240
Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., p.49.
241
Ibidem., p.50.
242
Cristián Santibáñez define a este tipo de razonamiento de la forma siguiente: “(…) toda argumentación, o
argumento, nace de un posicionamiento de quien lo emite (perspectiva) y que todos elegimos espacios específicos de
racionalidad desde donde provienen tales argumentos (campos), según relacionemos dicho espacio con el tópico en
discusión y nos sirva al propósito de argumentar”. En Santibáñez, Cristián. 2002. La argumentación jurídica como
razonamiento situado. [en línea] Revista electrónica ”Discurso.org”.
<http://www.revista.discurso.org/articulos/Num2_Art_Santibanes.htm> [consulta: 5 marzo 2007].
243
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 54.
111
Luego hacer (y aquí viene el Primer grado de la
Tópica): “una investigación (…) más precisa” que nos
permita obtener de esas premisas “puntos de vista
directivos”244.
244
Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., p.53.
245
Ibidem.
246
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit. p. 54.
247
Viehweg, Theodor. 1964. Op. Cit., p.129.
112
ser comprendidos”248;
248
García Amado, Juan A. 1987. Tópica, Derecho y método jurídico. [en línea] Cuadernos de Filosofía del Derecho
“Doxa”, nº 4, p. 164.
<http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12837218659036051876657/cuaderno4/Doxa4_12.pdf>
[consulta: 15 abril 2006].
249
Viehweg Theodor. 1964. Op. Cit., pp.129-130.
250
En Salas, Minor E. 2001. Op. Cit., p. 206.
251
En Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., pp. 54-55., este autor español señala que “(…) entre modo de pensar
sistemático y modo de pensar aporético. La distinción no es demasiado clara y parece radicar en una cuestión de
acento (…)”.
113
argumentos jurídicos plausibles, y constituyen, con ello, el estilo
de la jurisprudencia, su forma de proceder, su método más profundo.
252
Vid. Observación preliminar por Ernesto Garzón Valdés García en Viehweg, Theodor. 1997. Op. Cit., pp. 9-13.
253
Vid. Ibidem., pp. 29-51.
254
Vid. Ibidem., pp. 15-28, 71-85, 99-127.
114
hombre”255.
255
Ibidem., p. 48.
256
Ibidem., p. 146.
257
Ibidem., p. 155.
115
sígnica), semántico (de conexión simbólica), de los textos jurídicos,
Viehweg contrapone un pensar pragmático-situacional, o sea aquel en
que el lenguaje no puede ser fijado fuera de un contexto histórico
determinado, sino que debe ser enfocado desde el lugar y tiempo
concreto del diálogo, poniendo ante la mirada su proceso productivo y
cooperativo, bilateral, de la verdad258. Pero, detecta una dificultad
para ello en lo jurídico, puesto que la comunicación de los hablantes
se produce con la mediación de textos259.
258
Ibidem., p. 177.
259
Ibidem., p. 179.
260
Ibidem., p. 198.
116
En Brusela estudió Derecho y Filosofía y se tituló con una Tesis
basada en el logicismo de Gottlob Frege. Se le vincula al llamado
Grupo de Zurich, corriente de pensamiento formada fundamentalmente
por quienes creen que las dificultades de las propuestas de Frege se
pueden superar con el auxilio de la Dialéctica de Aristóteles.
Además, ese grupo tiene una ramificación posterior en la corriente
antiartística conocida como Dadaísmo, que es a su vez una de las
vanguardias estéticas de la posmodernidad.
261
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 65.
262
Dorantes, Francisco J. La nueva retórica: alcances y limitaciones. Chaim Perelman y su escuela. [en línea] Proyecto
“La Tradición Retórica Hoy”. <http://www.tradretor.asociamec.org/chaimper.pdf> [consulta: 18 octubre 2006].
117
Lucie Olbrechts-Tyteca, dos trabajos titulados Lógica y Retórica de
1948 y Retórica y Filosofía. Por una teoría de la argumentación en
filosofía de 1950, donde presentan un proyecto de conjunción de
Filosofía y retórica en la generación de una posible lógica de los
juicios de valor. Este esfuerzo, se ve profundizado y coronado en
1956, con la publicación, también en compañía de Olbrechts-Tyteca, de
La Nueva Retórica. Tratado de la Argumentación.
118
que se utilizan en espacios determinados, podía servir de fundamento
a la idea de una Teoría de la Argumentación. Esto debe ser
considerado una profunda lectura de la obra de Aristóteles, ya que
considera a la retórica como el centro que une a una disciplina
técnica o artística de la persuasión con su conceptualización
razonable, una producción de teoría desde la praxis264.
i. Un Discurso,
264
García Amado, Juan A. 1996. Op. Cit.
265
Atienza señala que Perelman llama Nueva Retórica a su proyecto, porque quiere desmarcarse del significado
que el término Dialéctica tomó después de Hegel y Marx, de forma tal que se imponga siempre un carácter
relativista del mismo. En Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit. p. 68.
266
Ibidem., p. 69.
119
ii. Un Orador y
iii. Un Auditorio.
267
Ibidem., pp. 69-70.
268
Martínez, Faustino. 2004. Teorías de la argumentación jurídica: una visión retrospectiva de tres autores. [en línea]
Revista Telemática de Filosofía del Derecho. Madrid, 2004-2005, nº 8.
<http://www.filosofiayderecho.com/rtfd/numero8/martinez.htm> [consulta: 22 octubre 2006].
120
aquellos en quienes el orador quiere influir con su argumentación”269.
269
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 69.
270
Martínez, Faustino. 2004. Op. Cit.
121
sería el auditorio particular de las teorías del Derecho, así como
los tribunales de los alegatos de los abogados. Tiene una relación
bastante íntima con la idea de una comunidad científica determinada.
271
En García Amado, Juan A. 1996. Op. Cit.
272
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 70.
122
d. Que es simplemente ideal, no objetivo, una creación
discursiva.
273
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 70.
274
Ibidem., p. 71
123
Tres son los aspectos a estudiar. En primer término, se analizan
los Acuerdos mismos, clasificándolos en275:
275
Ibidem.
276
García Amado llama a esta clase de auditorio “conjunto imaginario” en García Amado, Juan A. 1996. Op. Cit.
277
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 71.
124
En esos casos, Perelman indica que los valores universales
podrán valer en el auditorio universal, pero sólo a condición de
mantenerse en la abstracción, ya que si son precisados servirán para
mostrar los intereses del grupo de donde surgen. En el mismo sentido,
los hechos que se presenten ante auditorios particulares, serán
determinados específicamente por estos. En una muy posmoderna
definición, Atienza señala que “un hecho no tiene que ver ya con el
auditorio universal; un hecho es lo que los textos permiten y exigen
tratar como tal”278, en referencia al auditorio especializado de los
juristas.
125
Por último, se debe estudiar la decisión que está detrás de la
forma en que son presentados los argumentos, para ello Perelman
sostiene que deben estudiarse el uso de formas verbales, los modos de
exposición y las figuras argumentativas, ya sea de280:
280
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 73.
281
Ibidem., pp. 73-82.
282
Ibidem., p. 73.
126
1. Argumentos cuasi-lógicos283: aquellos que derivan su
fuerza del contacto con razonamientos lógicos, en
sentido formal, o de razonamientos matemáticos, o sea,
que en términos generales dependa de una estructura
lógica a la cual puedan hacer referencia.
Los argumentos estructurados en torno a la Lógica
establecen referencias relacionadas con las nociones
de:
283
Ibidem., p. 75.
127
1) Referidas a la aplicación lógica de una
Regla de Justicia, como en la
metodología de los Precedentes del
Derecho anglo-sajón; o
128
ejemplar, los que sigue:
a) argumentación a contrario:
cuando una norma impone una
obligación a un sujeto, se
entiende que lo hace sólo
para él, excluyendo a todos
los demás.
b) argumentación a simili:
cuando de la obligación
impuesta a un grupo o clase
de sujetos se puede extraer
la razón que motivó al
legislador, y si se presenta
otro sujeto o una clase de
ellos que cumplen igual
razón, se les pueden hacer
extensivos los efectos de la
284
Ghirardi, Olsen. 1997. La argumentación (Capítulo III) en El Razonamiento judicial. [en línea] Academia de la
Magistratura del Perú, p. 68. <http://www.amag.edu.pe/Files/Ghirardi_Razonamiento_03.pdf> [consulta: 10
agosto 2007].
129
norma.
c) argumentación a fortiori: o
de la mayor razón, que posee
dos formas:
d) argumentación a completudine:
si no sabemos qué criterio
particular se aplica para un
determinado comportamiento
descrito en la norma, debemos
verificar, por lo menos, que
se aplica el criterio
general, por ejemplo, si es
obligatorio, en todos los
casos se entenderá la
obligación.
130
e) argumentación a coherentia:
llamada también del
legislador razonable, porque
lo considera previsor, por lo
cual no normará de dos formas
contradictorias un mismo
tema. No es generador de
antinomias.
f) argumentación psicológica:
que se preocupa por estudiar
la voluntad del legislador
concreto manifestada en los
trabajos preparatorios de la
norma.
g) argumentación histórica:
también llamado presunción de
continuidad, ya que supone un
legislador conservador que no
quiere distorsiones en la
interpretación de las normas
que ha producido.
i) argumentación teleológica:
reconstrucción textual de la
131
norma a fin de determinar su
espíritu y objetivos.
j) argumentación económica:
también llamada hipótesis del
legislador no redundante,
porque considera que las
interpretaciones que
concluyen que una norma
repite lo señalado en otra
debe ser descartada, porque
no se crean leyes superfluas.
k) argumentación ab ejemplo:
interpretación legal basada
en precedentes o una doctrina
generalmente aceptada.
l) argumentación sistemática:
las normas constituyen un
sistema, por lo que elementos
aislados pueden ser
interpretados en concordancia
con su contexto.
m) argumentación naturalista:
ordena obviar las
interpretaciones que se
opongan a la naturaleza de
las cosas.
132
Todos los cuales se decantan en
nuestra Doctrina Civilista como los
afamados aforismos285.
285
Ducci, Carlos. 1997. Op. Cit., pp. 66-67.
286
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., pp. 77-79.
287
Ibidem., p. 77.
288
Ibidem., p. 76.
133
iii. Los que relacionan los Hechos con sus
Consecuencias.
134
Los argumentos en que, por el contrario, su función es
proveer enlaces de Coexistencia, se clasifican en:
289
Dice Viehweg que Aristóteles entendía por autoridad de la argumentación “proposiciones que parecen
verdaderas ‘a todos, a la mayor parte o a los sabios; y de estos a todos, a la mayor parte o a los más conocidos y
prestigiosos’”. En Viehweg Theodor. 1964. Op. Cit., p. 78.
290
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., pp. 78.
135
referencia negativa a otra jerarquía
valorativa.
291
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., pp. 79-80
292
Ibidem., p. 79.
136
Pero, se debe precisar que, para Perelman, la
Analogía no es la Argumentación por Similitud de casos
de los juristas, sino que establece una relación
asimétrica de igualdad estructural entre un tema
determinado y un foro también determinado. Si se
expresa de acuerdo con la ecuación matemática A/B=C/D,
lo importante no es la igualdad de términos de la
misma, no se está indicando que AB=CD, sino que lo
importante es la RELACIÓN (/) que está presente en
ambos lados de la igualdad. De esta forma, la Analogía
sirve porque es útil para construir Metáforas, para
llevar las relaciones establecidas en una
argumentación a un foro distinto del original, para
llevar al discurso más allá de su foro.
293
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 73.
294
Ibidem.
137
sobre todo sentarse en su fortaleza global295.
295
Atienza, Manuel. 1993. Op. Cit., p. 81.
296
Ibidem., p. 82.
297
Ibidem., pp. 82-85.
298
En esta materia se ha seguido a Witker, Jorge y Larios, Rogelio. 2002. Metodología jurídica. México, McGraw-
Hill interamericana editores, 2ª edición, pp. 83-85.
138
del modo en que se puede conocer, en sentido disciplinario, el
Derecho y establece dos relaciones:
299
García Amado, Juan A. 1996. Op. Cit.
139
Esta misma opinión, sostiene que, al contrario, la Tópica de
Viehweg al no señalar como se debe argumentar, sólo provee la
descripción de los lugares desde donde se edifican esas
argumentaciones, por lo que sería una incompleta Teoría argumentativa
a la vez que tampoco puede ser considerada un método pleno.
300
Un approach o el “modo de acercarse al estudio del derecho” como Bobbio lo señala ampliamente en Bobbio,
Noberto. 1994. El problema del positivismo jurídico. México, Distribuciones Fontamara S.A., 3ª edición, pp. 17,
32, 35, 41, 44, 46, 49, 59-60, 64, 83-85, 88, 94.
301
Vid. García Belaunde, Domingo. 2006. La constitución y su dinámica. Lima, Palestra editores, 2ª edición, pp. 57-
98, Pica, Rodrigo. 2006. Acerca de los aspectos generales de la hermenéutica constitucional. Revista de Derecho de la
Universidad Católica del Norte, nº 1 del año 13, pp.143-169 y Busch, Tania. 2003. La jurisdiccionalidad del
control de la constitucionalidad: Un nuevo fundamento para los nuevos desafíos. [en línea] I Congreso estudiantil de
Derecho y Teoría Constitucional: septiembre de 2003. Santiago, Universidad de Chile, Facultad de Derecho,
23 pp. <http://209.85.165.104/search?q=cache:5kgUfFDRZvIJ:www.congreso.uchile.cl/trabajos
%2520congreso/Busch.pdf+%22tania%2Bbusch%22&hl=es&ct=clnk&cd=8&gl=cl&lr=lang_es> [consulta: 18
marzo 2007].
302
García Amado, Juan A. 1996. Op. Cit.
140
características de sus productos culturales, donde se incluye
ciertamente la disciplina jurídica. Ese es el tema del próximo
capítulo, donde se intentará, a través de la descripción del nuevo
contexto epocal, de precisar estas extendidas consideraciones
respecto de los métodos estudiados.
141
Capítulo 5
Posmodernidad y métodos estudiados
Se debe hacer una precisión acerca del modo en que esta materia
será abordada, puesto que las teorías posmodernas se han ido
desarrollando en campos muy distintos al jurídico. La Posmodernidad
como concepto surge en el campo del Arte303, pasa después a la teoría
cultural, tiene su punto de máxima sistematización en el área de la
economía con la descripción de un capitalismo tardío y se transforma
en la base de sustentación del surgimiento de concretos movimientos
sociales y fenómenos políticos de honda fuerza como las rebeliones
contraculturales de los jóvenes en las principales potencias del
mundo, para decantar en el terreno académico donde trata, sin pleno
éxito, de ser la definición de una nueva era de la Historia.
303
En Anderson, Perry. 2000. Los orígenes de la posmodernidad. Barcelona, Editorial Anagrama, pp. 10-11, se indica
que el origen del término posmodernismo se encuentra en la obra del escritor español Federico de Onís
(1885-1966), específicamente en De Onís, Federico. 1934. Antología de la poesía española e hispanoamericana
(1832-1932). Madrid, Centro de Estudios Históricos, pp. xiii-xxiv.
142
decir del sociólogo del Derecho Boaventura de Sousa Santos304, los
métodos de conocimiento modernos en este nuevo escenario se muestran
como redes que no sujetan al pez.
143
lógicas especializadas no han sido capaces dentro de sus
propios sistemas de resolver sus puntos contradictorios 308,
por lo cual cada campo del conocimiento va proponiendo
métodos de razonamiento no formales basados en la praxis y
se empieza hablar cotidianamente de “mi lógica”, “nuestra
lógica” o “su lógica”, expresiones que relacionan las
grandes áreas del saber tradicional con comunidades
interpretativas diversas309, que derivan en la idea de que
no existe una Lógica sino varias lógicas.
308
Bobenrieth, Andrés. 2006. Conferencia citada.
309
De Sousa Santos, Boaventura. 1989. Op. Cit., p. 259.
310
Pérez Herranz, Fernando. 2003. Op. Cit., p. 32.
144
Con ese equívoco basamento, se seguirá la trayectoria de la
Lógica, primero, con las ideas que abrieron la sospecha respecto del
sentido del proyecto moderno, después, en segundo lugar, con el
período de propuestas para superar las sospechas, y se concluirá con
la Tipología de soluciones a la crisis del sentido del profesor
Bustos.
145
parte de la sociedad que resulta negada, escondida, dominada por
quienes conducen las instituciones enajenantes, debe tomar conciencia
de su condición y del hecho que recae sobre ella la sustentación
económica de toda la comunidad. Pero esa conciencia no es suficiente,
sino que debe ser complementada por la herramienta política: un
partido obrero, que irrumpa violentamente en la escena pública, para
desarrollar la Dictadura de los dominados, por un breve plazo 312,
hasta terminar con la resistencia institucional, y fundamentalmente
militar, de la burguesía, para abrir posteriormente una etapa de
armonía comunitaria donde las clases se acaben y se decida
democráticamente el destino de la riqueza material por parte de todos
los productores asociados, una sociedad en que “los hombres, al fin,
se ven forzados a considerar serenamente sus relaciones de existencia
y sus relaciones recíprocas”313.
146
concluyente: “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de
distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo”315.
315
Marx, Karl. 1845. Tesis sobre Feuerbach en Marx, Karl y Engels, Fredrich. 1959. Op. Cit., p. 635.
316
Marx, Karl y Engels, Friedrich. 1848. Op. Cit.
317
Nietzsche, Friedrich. 1997. Así hablaba Zaratustra. Santiago, Centro gráfico Ltda., 1ª edición, p. 91.
147
como no hay recuerdo del pasado y Dios ya ha muerto, el futuro está
completamente abierto. Nietzsche se pregunta: “¿Es posible que el
hombre sea un yerro de Dios? ¿O Dios un yerro del hombre?318.
318
Nietzsche, Friedrich. 2002. El anticristo y Cómo se filosofa a martillazos. Madrid, Editorial EDAF S.A., 18ª
edición, p. 118.
319
Nietzsche, Friedrich. 2002. Op. Cit., p. 121.
320
Ibidem., p. 175.
321
Ibidem., p. 217.
148
para encontrar su propia verdad, su verdad personal, su destino, y
para ello no debe seguir las normas sociales, que lo único que buscan
es domesticarlo, sino que debe seguir a los demonios, a sus malos
instintos, a su afecciones más profundas, porque quien descubre y
acepta su destino puede trascender su propia vida y la de los demás,
porque la moral del arrepentimiento, la moral cristiana, es imposible
porque en la Historia todo vuelve a repetirse nuevamente de la misma
forma en que ya se vivió y sólo si se acepta esta característica, que
él llama eterno retorno, se puede entender que no hay paraíso al que
anhelar, no hay más vida que la terrena, que debe ser aceptada tal
cual es.
322
Una mejor traducción sería Sobrehumanidad, ya que el concepto que Nietzsche usa es Übermensch. En
Diccionario de Bolsillo Español. 2002. Berlín y Munich, Langenscheidt K.G., pp. 1006 y 1255.
323
Nietzsche, Friedrich. 2002. Op. Cit., p. 217.
149
En efecto, Freud considera que los hombres se ven determinados
en su vida, tanto privada como social, por dos fuerzas, las pulsiones
de vida que se relacionan con el placer y por tanto con Eros, con lo
erótico; y por las pulsiones de muerte, con Tanatos, la
destructividad324.
324
Reich, Wilhelm. 1989. Materialismo dialéctico y psicoanálisis. México, Siglo XXI editores, 15ª edición, p.22.
325
Reich, Wilhelm. 1989. Op. Cit., pp. 20-23.
326
Para las materias freudianas que en adelante se tratan se han consultado: Sin Autor. 2007. Fases de la
Sexualidad. Sigmund Freud. [en línea] <http://www.elalmanaque.com/sexualidad/informacion/info4.htm>
[consulta: 17 mayo 2007], Diccionario Ilustrado de términos médicos. [en línea]
<http://www.iqb.es/diccio/f/fa2.htm> [consulta: 17 mayo 2007], Lander, Rómulo. 2005. Del Narcisismo al Edipo
[en línea] Introducción a las JORNADAS DE NIÑOS Y ADOLESCENTES.
<http://www.spdecaracas.com.ve/download/cdt_319.htm> [consulta: 17 mayo 2007]
150
iii) Fase fálica: el niño y la niña toman consciencia de sus
genitales, pero ambos creen que sólo existe el falo (el
clítoris serían un falo inferior) y sitúa allí el órgano de
su obtención de placer. Es una fase fundamentalmente de
exploración masturbatoria. En esta etapa ocurre un fenómeno
cultural de profunda importancia, que Freud denomina
Complejo de Edipo, en recuerdo de la Tragedia de Sófocles.
327
Sin Autor. 2007. Fases de la Sexualidad. Sigmund Freud. Op. Cit.
328
Vid. Žižek, Slavoj. 2005. La suspensión política de la ética. Buenos Aires, Fondo de cultura económica, pp. 31, 59
(nota nº 1), 116-127 (El exceso inhumano).
151
del mundo que reprime sus deseos, por lo que sólo en
ocasiones se producen irrupciones de esa actividad
fundamentalmente a través del aparato urinario, como en las
poluciones o emisiones involuntarias de orina.
329
Se puede observar que Freud es, como señalaron sus seguidores y críticos, un pensador conservador,
burgués y machista.
152
conscientes debido a que una censura “preconsciente” les impide el
acceso al conciencia”330.
153
presentaban dentro de las disciplinas científicas, de las
instituciones que la Modernidad había fundado como las más agudas
receptoras y continuadoras de su espíritu: la evidencia comenzaba a
dudar de los principios en que se fundaban la ciencias, ya no parecía
funcionar la Lógica sobre las cuales el proyecto moderno estaba
construido.
333
Vid. Anderson, Perry. 2000. Op. Cit.
334
En Callinicos, Alex. 1989. Contra el postmodernismo. [en línea] El mundo al revés.
<http://www.elmundoalreves.org/Book.do?id=18189> [consulta: 9 febrero 2004].
154
fundamentada en los frutos que va generando: represión de las
pulsiones en el marco de las antiguas instituciones familiares, culto
de un espíritu servicial en materia de cultura, choque permanente del
orden normativo con las clases de productores que no se habían
incorporado a la representación y conducción política por la
Revolución burguesa, que desencadena en una reorganización de las
sociedades desarrolladas en lo que se conoce como etapa del
capitalismo organizado335.
155
moderna para superar sus contradicciones. Estas propuestas se dirigen
a profundizar la mirada más allá de la lógica, que ya estaba siendo
trivializada. En alguna medida estos intentos fundan lógicas que
hasta nuestros días se mantienen, pero lo hacen como en la etapa de
la sospecha desde el interior de los cánones de disciplinas bien
diferenciadas del conocimiento. Hay que poner cuidado en ver que
después de las radicales propuestas de este nuevo período esa precisa
diferenciación entre ciencias ya no parecerá tan clara y distinguida.
156
de consciencia pura o trascendental.
338
Cortés, Jordi y Martínez, Antoni. 1998. Husserl, Edmund. Diccionario de Filosofía. CD-ROM. Barcelona,
Herder.
339
Pérez Herranz, Fernando. 2003. Op. Cit., p. 36.
340
Entre los seguidores franceses de Husserl se pueden nombrar a Jean-Paul Sartre, Maurice Merleau-Ponty,
Paul Ricœur, Emmanuel Levinas y Jacques Derrida, Vid. en Cortés, Jordi y Martínez, Antoni. 1998.
Fenomenología. Diccionario de Filosofía. CD-ROM. Barcelona, Herder.
341
Embree, Lester. 1988. Una representación de Edmund Husserl. [en línea] Center for Advanced Research in
Phenomenology. <http://www.phenomenologycenter.org/spanishhusserlscript.htm> [consulta: 20 mayo 2007].
157
la docencia por su origen judío342.
342
En Rizo-Patrón, Rosemary. 2006. Arendt, ¿lectora de Husserl? [en línea] II jornadas de Fenomenología y
Hermenéutica. <http://www.phenomenologycenter.org/spanishhusserlscript.htm>. [consulta: 21 mayo 2007]
343
En Ibidem. se cita la discusión sobre la “responsabilidad” de Heidegger en la expulsión de Husserl,
señalando que en opinión de Karl Jaspers fue una medida administrativa que Heidegger cumplió con un
pesar que lo llevó a renunciar a la Rectoría de la Universidad de Friburgo, postura que no es aceptada por
Hannah Arendt.
344
Vid. Boeder, Heriberto. 2003. El límite de la modernidad y el legado de Heidegger. Buenos Aires, Editorial
Quadrata.
158
Heidegger señala que en el pensamiento griego presocrático la
pregunta básica del mismo era la pregunta por el Ser, por la Verdad,
por Aletheia, era esa su aporía fundamental345, ya que todo
conocimiento de entidades supone el conocimiento del ser de las
mismas, una comprensión del sentido del ser.
159
con plantear las preguntas que se derivan de la diferencia
ontológica, o sea deben esclarecer las nociones centrales de la
ontología, lo que implica la idea que él desarrolla como la piedad
del pensamiento, o el que la reflexión repone en su centro al propio
pensar, a la pregunta por el ser, que desencadena la necesidad de
proponer modos de desarrollar la aporía.
160
una precomprensión del ser, una interpretación de lo que el ser es,
lo que deriva en que el ser-ahí pueda ser interpretado mediante su
existencia351.
351
Cortés, Jordi y Martínez, Antoni. 1998. Op. Cit.
352
Ibidem.
353
Ibidem.
161
recíproca utilidad sino que la red conceptual sólo
mostrará la ubicación de esos elementos. Mostrarán la
Estructura ontológica.
354
Ibidem.
355
Steiner, George. 2003. Op. Cit.
356
Cortés, Jordi y Martínez, Antoni. 1998. Op. Cit.
162
nos empuja a la existencia auténtica. Por tanto, podemos sólo
concluir que la angustia cura (sorge) nuestra caída, o lo que es lo
mismo que debemos aceptar nuestra existencia tal cual ella es
(directa influencia nietzscheana en Heidegger), porque podría
sintetizarse en la idea de que el mundo es el horizonte de nuestras
posibilidades, el terreno en que hemos sido arrojados y del cual hay-
que-hacerse-cargo357.
357
Ibidem.
358
Steiner, George. 2003. Op. Cit.
359
Cortés, Jordi y Martínez, Antoni. 1998. Op. Cit.
163
aporía fundamental, a través de la Destrucción de la historia
ontológica.
360
Ibidem.
361
Dilthey, Wilhelm. 1993. Op. Cit.
362
Cortés, Jordi y Martínez, Antoni. 1998. Op. Cit.
164
es la tecnificación363 del pensamiento que considera al ente como la
estructura apriorística que pude anticipar el pensamiento
(comprenderlo), o sea el ser no sólo ha sido olvidado sino que la
mera entidad364, permite que del estudio de las entidades podamos
dominar el conocimiento, el cógito ergo sum de Descartes.
165
del hablante, para resolver la aporía del arte: la pregunta por la
belleza.
366
Ibidem.
367
Ibidem.
166
Pero, hay dos caminos más de trivialización de la lógica que
deben ser estudiados como propuesta que anticipan la nueva era
intentando resolver la pregunta por el sentido.
368
Pérez Herranz, Fernando. 2003. Op. Cit., p. 34.
369
Bolaños, Bernardo. 2000. Op. Cit.
167
Todas estas aportaciones, se fueron dando en un contexto
territorial específico, puesto que varios de sus autores fueron
judíos que se vieron afectados por la II guerra mundial, vivieron su
exilio en Gran Bretaña y desarrollaron sus teorías en las Academias
de ese Imperio.
370
Rodríguez, José. 1999. Filosofía Analítica - Evolución histórica de sus principales corrientes y conceptos centrales. [en
línea] <http://72.14.209.104/search?
q=cache:pqja9VIzxSoJ:www2.uah.es/estudios_de_organizacion/epistemologia/filosofia_analitica.htm+filosofi
a%2Banalitica&hl=es&lr=lang_es>. [consulta: 22 mayo 2007].
371
Pérez Herranz, Fernando. 2003. Op. Cit., p. 34.
168
La segunda trivialización de la Lógica sigue el camino de la
dialéctica que el marxismo ha transformado en la filosofía oficial
del Imperio soviético y que ha sido sintetizada para las Academias de
Occidente por el filósofo György Lukács (1885-1971), quien plantea
que debe superarse la lógica de lo social a través de una Teoría de
lo social, en que se resuelva la aporía de su tiempo (la Revolución
proletaria) no por la vía de solucionar lógicamente las
contradicciones económicas del capitalismo, sino por transformar a
esa teoría social (al marxismo materialista-dialéctico), en la
Ideología que dirija la Lucha de Clases372.
372
Ibidem., p. 39.
169
Frankfurt es una dialéctica negativa373, porque si bien sigue a Marx
en el sentido de que “la autocrítica de la lógica tiene como
consecuencia la dialéctica”374, o sea que la Historia se desarrolla
mediante la resolución de su más profundas contradicciones, esa
autocrítica tiene una base: el DOLOR, que ha vivido el mundo después
de la II guerra mundial y su espectáculo de tecnificación de la
muerte en Auschwitz.
170
filosófico que implican las posiciones de Heidegger son bastante
similares a las que empezaba a teorizar el arte, con el ejemplo muy
evidente del trabajo de un autor judío llamado Walter Benjamin (1892-
1940), uno de los fundadores de la escuela de Frankfurt, en la obra
titulada El arte en la época de su reproductibilidad técnica 375, donde
planteaba que la actividad artística de la última modernidad
(principios del siglo XX) había llegado, con el Cine y la Fotografía,
a la pérdida de su tradición, del discurso que fundamentaba al arte
como un acontecimiento único. La obra artística había sido
tecnificada, había sido dominada por el deseo de utilizarla, de
llevarla a todos lados, de poseerla, por lo que había perdido su
aura, y ahora aparecía como substraída del tiempo y de la vida. Pero
esto, apuntaba Benjamín, era un producto de la masificación del
consumo de obras de arte, o sea era el resultado de su
mercantilización.
375
Benjamin, Walter. 1936. El arte en la época de su reproductibilidad técnica. [en línea] Nombre Falso. Argentina.
<http://www.nombrefalso.com.ar/apunte.php?id=13> [consulta: 6 noviembre 2005].
376
De Sousa Santos, Boaventura. 1989. Op. Cit., pp. 230-233.
377
Anderson, Perry. 2000. Op. Cit., pp. 121-123.
378
Ya sea en las versiones del new deal o estado de bienestar en los centros metropolitanos o el desarrollismo de los
estados periféricos.
171
problema de la modernidad con su deseo de radical formalización del
pensamiento, que se expresa en la Tipología del profesor Ismael
Bustos.
172
las ciencias, que han visto erosionadas sus bases de fundamentación
en la lógica tradicional, el denominado giro lingüístico o
interpretación de los discursos de todas las disciplinas en el
sentido de revisarlas desde el único factor que las puede aglutinar
que es el LENGUAJE.
173
La primera salida a la crisis moderna es la que se plantea desde
la HERMENÉUTICA, la cual pone acento en que la crisis denunciada por
Heiddeger debe ser resuelta dentro del ámbito metodológico, es decir
que el pensamiento como materia primordial de la Filosofía debe
transformarse buscando revisar las condiciones en que es formulado.
386
Vigo, Alejandro. 2002. Hans-georg gadamer y la filosofía hermenéutica: la comprensión como ideal y tarea. [en
línea] Revista del Centro de Estudios Públicos, Nº 87, p. 241. Chile.
<http://www.cepchile.cl/dms/archivo_3145_1043/rev87_vigo.pdf> [consulta: 15 mayo 2006].
387
Ibidem., p. 242.
388
En Ibidem., p. 243, se denomina a este proceso como “mediación histórica que configura la historia efectual
(Wirkungsgeschichte) de una tradición”.
389
Mejido, Manuel. Propedéutica a la problemática postmoderna I: El giro lingüístico. [en línea] Revista de Psicología
“Castalia” de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano de Chile.
<http://psicologia.academia.cl/Mejido.doc> [consulta: 15 febrero 2007]
390
En Cortés, Jordi y Martínez, Antoni. 1998. Hermenéutica. Diccionario de Filosofía. CD-ROM. Barcelona,
Herder.
174
presupuesto de la comprensión.
175
bautizados como, “maestros de la sospecha”, ya que éstos han
desocultado varias de las dimensiones de lo humano que habían sido
escondidas por el discurso moderno. Para Ricœur, dejar atrás las
ilusiones de la modernidad397 es condición básica para una
reapropiación del sujeto en la nueva época.
397
Cortés, Jordi y Martínez, Antoni. 1998. Hermenéutica. Diccionario de Filosofía. CD-ROM. Barcelona, Herder.
398
Mejido, Manuel. 2005. Op. Cit.
176
disimula el problema de la “comunicación sistemáticamente
distorsionada””, porque en su concepto, ampliamente tributario de
Frankfurt y la Sociología, basar la hermenéutica en el estudio del
lenguaje ordinario al estilo Wittgenstein es un error que no prevé
que el conocimiento “también legitimiza relaciones sociales; tiene
una dimensión ideológica”399.
399
Ibidem.
400
Giddens, Anthony et al. 1988. Habermas y la modernidad. Madrid, Ediciones Cátedra S.A., p. 31.
177
oyentes que se refieren a algo en el mundo objetivo, en el mundo
social y en el mundo subjetivo, y se entablan recíprocamente a este
respecto pretensiones de validez que pueden ser aceptadas o ponerse
en tela de juicio”401. Así comprendida, la acción comunicativa está
siempre dirigida al entendimiento de los hablantes, lo que requiere
proponer un marco de condiciones ideales de diálogo, que pueden
proveerse en la Democracia.
Este marco del que habla Habermas lo concibe como una situación
ideal del diálogo402, que se caracteriza porque:
401
Habermas, Jürgen. 1989. Teoría de la Acción Comunicativa: complementos y estudios previos. Madrid,
Cátedra, p. 493 citado en Briones, Guillermo. La teoría de la acción comunicativa de Jürgen Habermas. [en línea]
<http://www.geocities.com/tomaustin_cl/soc/Habermas/haberesum.htm> [consulta: 17 mayo 2007].
402
Berthier, Antonio. 2006. Jürgen Habermas; El Giro Lingüístico de la sociología y la Teoría Consensual de la Verdad .
[en línea] Revista Observaciones Filosóficas. <http://www.observacionesfilosoficas.net/jurgenhabermas.html>
[consulta: 17 mayo 2007].
178
intersubjetivo que integre a la modernidad a las florecientes
comunidades no modernas y sus particulares expresiones identitarias
de la nueva época anunciada por Nietzsche y Heidegger.
403
Bustos, Ismael. 2005. Ética y Filosofía del Derecho. Santiago, Dirección de Investigación, Extensión y
publicaciones – Comisión de Publicaciones. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad
Central de Chile, Tomo II (Ética Jurídica), pp. 82-83.
404
En Vega, Margarita. 2003. Actos de habla y pragmática universal en Habermas. [en línea] Revista de Estudios
literarios “Espéculo”, nº 24. <http://www.ucm.es/info/especulo/numero24/habermas.html> [consulta: 17 mayo
2007] se la conceptualiza como “reconstrucción de las condiciones que tienen lugar en toda posible situación de habla
y producidas por el hablante en la ejecución lingüística, logrando la comprensión intersubjetiva, pero teniendo en cuenta
el carácter revisable de toda reconstrucción”.
405
De Sousa Santos, Boaventura. 1989. Op. Cit., p. 247.
179
que así se consideran por la radicalidad de sus teorías, como buenos
representantes de una multitudinaria escuela de pensamiento.
406
Vid. Miller, James. 1995. Op. Cit.
407
Vid. Foucault, Michel. 2002. La arqueología del saber. Argentina, Siglo XXI Editores, 1ª reimpresión.
180
descriptiva de lo verdadero o falso de lo estudiado. La modernidad
presenta a sus conclusiones científicas como verdades apofánticas, al
contrario de la antigüedad clásica donde la verdad era producida
mediante el método de la ordalía, esto es, a través de un
procedimiento ritualizado de contraposición de proposiciones que “no
sólo anunciaba(n) lo que iba a pasar, sino que contribuía(n) a su
realización, arrastraba(n) consigo la adhesión de los hombres y se
engarzaba(n) así con el destino”408. Lo que puede tomarse como una
excelente descripción de la Retórica.
408
Foucault, Michel. 1970. El orden del discurso. [en línea] Uruguay de las ideas.
<http://www.uruguaypiensa.org.uy/imgnoticias/680.pdf> [consulta: 17 mayo 2007].
409
Ibidem.
410
Este proyecto se ve paradigmáticamente representado por su obra Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión de
1975.
181
verdad: el saber se ha aliado con el poder.
182
saber o de un orden jurídico estatal nacional, sino que aún más,
porque cree que esas ideas han sido capaces de generar un tipo
específico de Sujeto, una forma de existir en el mundo que se
consolida en la época moderna a través no sólo de disciplinar
conductas sino con un disciplinamiento de la producción de la propia
vida: el biopoder.
415
Miller, James. 1995. Op. Cit. pp. 180-181. También Vid. en Caldeiro, Graciela Paula. 2006. El estructuralismo. [en
línea] Red conceptual “Idoneos”. <http://filosofia.idoneos.com/index.php/367743> [consulta: 11 junio 2007]
donde se sintetiza el aporte de Saussure en los términos siguientes: “distinguió entre "lengua" y "habla"
considerando la lengua como un "sistema de signos" independiente del uso que de él hace el individuo”
416
Salazar Cano, Edgar. 2001. Derrida: del logocentrismo a la deconstrucción (algunas aproximaciones a las ideas de
Jacques Derrida). [en línea] Revista anuario del Instituto de Derecho Comparado de la Universidad de Carabobo, Nº 24,
p. 4. Venezuela. <http://servicio.cid.uc.edu.ve/derecho/revista/idc24/24-11.pdf> [consulta: 14 marzo 2007]
183
metafísica de la presencia417 o logocentrismo. Estas ideas implican
una concepción de la naturaleza como una unidad orgánica y armónica
que es autosuficiente418, porque es idéntica a sí misma. Pero, Derrida
no lo cree así, mejor dicho es que él indica que la naturaleza más
muestra impurezas, que exigen que su entendimiento como una presencia
armónica sea destruido finalmente.
184
fijarse en el lenguaje corriente. Derrida cree que la
escritura precede al habla y se propone desmontar a las
palabras extrayendo de ellas su referencia más remota a una
escritura o discurso, su arquitextura421 (sic).
185
Esta incertidumbre es la condición básica del lenguaje. Así es
la morada del ser para Derrida, como así también es el destino humano
para él y para los posmodernos.
186
Curtius, Levi y, principalmente, del dúo compuesto por Perelman y
Olbrechts-Tyteca en torno a los años 50 del siglo XX, es conocida
como Retórica de la argumentación o Teoría de la argumetación;
mientras que si estaba relacionada con un buen decir en el plano
estético, adquiere la denominación de Retórica de las Figuras424.
187
ontológica del Derecho, ya que se aboca a reconstruir esta
disciplina, después de sus más rotundos fracasos al no poder detener,
con su discurso racional del sistema jurídico, el genocidio.
188
En el área jurídica426, también se presenta una fenomenología
posmoderna de características que denotan modificaciones importantes
en su actuación, como lo son, por ejemplo, la proliferación de
comunidades interpretativas, que llevan a entender al Derecho como un
relato dentro de la multiplicidad de relatos que existen, una idea
del Derecho como un instrumento flexible, que puede transformarse sin
poner en peligro la estructura social ni sus redes, una idea más
leve, más trivial del mismo, donde el consenso que le fundamenta es
más fragmentario y temporal en este nuevo horizonte democrático en
crisis, donde la velocidad de transmisión y generación de mensajes es
tan abismante que cuestiona la tradicionales nociones de tiempo y de
espacio jurídico, al mostrar, por ejemplo, juicios orales televisados
y patrocinados por entidades comerciales a través de la publicidad de
dichos programas, nos ponen en escenario paradójico, incierto, el
escenario ideal para el proyecto hermenéutico de la Nueva Retórica de
Perelman y también para el deconstructivo proyecto de Tópica de
Viehweg, que por tanto constituyen dos métodos de argumentación de
gran potencialidad en el estudio, investigación, análisis y
sistematización de los fenómenos jurídicos en la posmodernidad.
426
García, Andrés. 2001. Cinco apuntes sobre derecho y postmodernidad. [en línea] Cuadernos de Filosofía del Derecho
“Doxa”, nº 24, pp. 235-248.
<http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/01372719768028837422802/doxa24/doxa24_10.pdf>
[consulta: 21 mayo 2006].
189
Conclusiones
190
metafísicas, científicas contra las perspectivas
problemáticas, postmetafísicas, artísticas en el nuevo
contexto.
191
la modernidad tardía o proyecto hermenéutico-
sistemático de Habermas o en las figuras
conceptuales de la posmodernidad en sentido más
radical, como deconstrucción de la disciplina
jurídica.
192
Calificación del Doctor Ismael Bustos Concha, profesor
informante.
Señor Director,
vengo en informar a Ud. la memoria de prueba de
don LEONARDO HOLGADO VARGAS titulada “TÓPICA Y NUEVA RETÓRICA COMO
METODOS POSMODERNOS DE ARGUMENTACIÓN JURÍDICA”, en relación con la
cual puedo decir a Ud. lo siguiente:
193
el deleite del auditorio) al enfoque “tipo Viehweg” (dirigido a
convencer, esta vez, al auditorio). 4º “Teorías de la
argumentación jurídica” examinadas en relación con el
pensamiento tópico y retórico de Viehweg y de Perelman. Es, de
hecho, la parte central de la Memoria. 5º “Posmodernidad y
métodos estudiados”, Capítulo que da cima a la Memoria,
destinado a volver sobre las tesis de Viehweg y Perelman, ahora
en su posmodernidad, situación que lo lleva al estudio previo
de los pensadores posmodernos más famosos y, también, de sus
predecesores.
194
memorista como pionero. 3º La tesis central de la Memoria es
defendida calurosamente por su autor, inteligentemente
argumentada y respaldada con copiosa bibliografía, lo que, a
juicio del Informante suscrito, agrega nuevo valor a Memoria y
memorista; esto último, porque hay muy buenas razones
(centradas en el espíritu del derecho romano y en la tradición
aristotélico-ciceroniana) para argumentar que tanto Viehweg
como Perelman comparten el mencionado espíritu y se insertan en
la mencionada tradición. 6º Para los efectos de Reglamento,
califico esta Memoria como MUY BUENA y con nota SEIS,
recomendando, muy de veras, su publicación en alguna de las
Colecciones de nuestra Universidad.
Atentamente,
195
Calificación del Magíster (c) Rodrigo Pica Flores, profesor
guía.
Estimada
Sra. Ángela Cattan Atala
Directora
Escuela de Derecho
Presente:
196
enaltece aún más el trabajo del memorista. En dicha bibliografía se
incluyen autores ya clásicos en la materia como textos de reciente
difusión, con una abanico de diversidad amplio, lo que le da al
trabajo una visón de globalidad apreciable y que enriquece y
fortalece las tesis sustentadas, todo lo cual constituye un real
aporte para el estudio de la filosofía del derecho contemporánea.
1. Lógica jurídica
2. Trayectoria moderna de la jurisprudencia
3. Recorrido histórico por la Retórica
4. Teorías de la Argumentación jurídica
5. Posmodernidad y métodos estudiados
197
abordaron en este capítulo la retórica de Perelman ni la tópica de
Viehweg, que son latamente analizadas en el capítulo siguiente, de
forma muy completa y ordenada, concordado y complementado con el
pensamiento de otros autores de las mismas corrientes.
198
La presente memoria es una contribución al estudio del ramo y
aborda temas novedosos, por lo que es calificada con nota 7.0 por
este profesor guía, destacando especialmente las aptitudes del
memorista, y además, por los motivos ya expuestos y de conformidad al
reglamento de memorias, recomiendo la publicación del trabajo en
comento.
RODRIGO PICA F.
Profesor guía
199
Bibliografía
Fuentes físicas
200
Bustos, Ismael. 2005. Ética y Filosofía del Derecho. Santiago,
Dirección de Investigación, Extensión y publicaciones – Comisión
de Publicaciones. Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la
Universidad Central de Chile, Tomo II (Ética Jurídica).
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Kelsen, Hans. 1985. Teoría pura del Derecho. Buenos Aires, EUDEBA
S.E.M., 21ª edición.
202
Editorial Andrés Bello.
203
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estratagemas. Madrid, Alianza editorial, 2ª reimpresión.
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<http://mx.geocities.com/unam_cgh/castillo2.html>.
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802/doxa24/doxa24_10.pdf>.
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Telemática de Filosofía del Derecho. Madrid, 2004-2005, nº 8.
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