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BSAL, 63 (2007), 41-62. Enfermedades y santos protectores en Mallorca medieval ANTONIO CONTRERAS MAS La mentalidad empirico-creencial dominante a lo largo del perfodo medieval, {queda reflejada en las actitudes sociales. Entre ellas cabe destacar las adoptadas ante Ta imprescindible necesidad de enfrentarse al aflictivo y desconcertante hecho de enfermar y sentirse amenazado por la muerte de forma sébita. La escasa respuesta obtenida mediante Jos recursos naturales esgrimidos ante esa temible e inmediata posibilidad, llevaba a optar por otras medidas adicionales. La elevada frecuencia con que se daba este tipo de sucesos, debido a la importante incidencia alcanzada por las enfermedades infecciosas de evolucién répida, propiciaba especialmente la busqueda de algtin tipo de proteccién sobrenatural Una de las formas de respuesta a esta preocupacién, determinada sobre todo por las creencias judeoctistianas y sobre todo por las segundas, donde el binomio enfermedad-pecado adquirié una especial trascendencia,' propicié la apelacién a la proteccién divina, En ocasiones directamente y en otras a través de un santo determinado, cuya hagiografia lo convertia en especialmente apto para actuar como el protector speciatizado y adecuado para una enfermedad determinad. Asi se llegé a disponer de un amplio y diversificado cuadro de santos-protectores, que actuaban como intermediarios ante Dios, en las principales enfermedades.” La importancia de su culto, era directamente proporcional a la relevancia adquirida por la enfermedad en la cual se les consideraba especialmente competentes, de acuerdo con alguna circunstancia biogrifica o de cualquier otro orden, Adems de recutrit regularmente a ellos para protegerse del nticleo integrado por las més preocupantes, la poblacién no dudaba en impetrar directamente el auxilio de la méxima Divinidad, De acuerdo con esta especializacién, si cabe denominarla de este modo, el sujeto afectado disponfa de oraciones exctusivas para cada una de dichas enfermedades. Enfermedades infecciosas En la distribucién histérica de las enfermedades, se distinguen tres perfodos fundamentales. El primero corresponde a la era de las grandes epidemias; el segundo corresponde a las enfermedades sociales infecciosas y el tercero a la etapa de las enfermedades sociales ertnicas y de los accidentes. Pedro Lain ExrRALCO: Enfermedad y pecado, Barcelona, 1961 2 ANONIMO: Santos Sanadores, Barcelona, 1983, 2 ANTONIO CONTRERAS MAS La era de las grandes enfermedades epidémicas, comprende desde los primeros tiempos hasta el sikimo cuarto del siglo XIX. Se caracteriza por la presencia de enfermedades en forma de epidemias © manifestaciones de la enfermedad que alcanzan caracteristicas de catdstrofe colectiva. Sus repercusiones se acumulan en un espacio breve de tiempo, ocasionando un impacto social importante, Suele subdividirse en dos perfodos de muy desigual duracién, dominados respectivamente por la peste, que se prolonga hasta cl siglo XVII y por el c6lera, que alcanza al siglo XIX. Estin separados por un periodo de transicidn, con una incidencia destacada de la viruela, que se localiza sobre todo en el siglo XVII. Informaciones locales de muy distinta procedencia, permiten constatar como ‘enfermedades del género descrito para el primero de los periodos mencionados, afectaban 4 Mallorca. Ademas de la rica informacién proporcionada por los documentos de las épocas respectivas, existen otros testimonios escritos que nos permiten identificar cuales eran las principales enfermedades objeto de preocupacién para el hombre mallorguin de fines de la Baja Edad Media, Una de tales fuentes es el llamado Misal y Breviario Maioricense. En algunas de las paginas que se conservan de dicho texto, podemos encontrar algunas de las impetraciones. realizadas en Mallorca, durante la época medieval, en las cuales encontramos Ia expresiGn material de algunas de las cifcunstancias socio-teligiosas vigentes en la diécesis mallorquina a fines del siglo XV. El Breviario Maioricense Hasta que el Papa San Pio V (1566-1572) dispuso el uso exclusivo para toda la iglesia latina del Misal y Breviario Romano, cada didcesis podta disponer de su propio Breviario. Mallorca no era una excepcién en este sentido y poseia un texto litirgico exclusivo. Sus origenes permanecen inciertos, pero su primera impresién tuvo lugar alrededor de 1488. La fecha permite establecerla, entre otras cosas, la peticién realizada, en enero de 1489, por un grupo de personalidades de la época, al Gran i General Consell, para que se prohibiera la importacién de breviarios impresos fuera de Mallorca, a fin de no perjudicar a mestre Bartomeu Caldentey, quién habia trabajado a lo largo de cuatro aiios en la edicién del primer Breviario del obispado mallorquin. Actualmente su texto impreso se halla parcialmente perdido, conociéndose tan solo veinticineo paginas del mismo, fruto de un hallargo fortuito. La razén de la inexistencia de ejemplares de este incunable, se ha atribuido a la mencionada prohibicién de San Pio V. Merced a ella se universaliz6 el uso del Breviario Romano y los textos exclusivos de cada didcesis, tal como era el editado por mestre Bartomeu Caldentey, se vieron relegados a meros testimonios de un tiempo pasado.” La personalidad de su editor, mestre Bartomeu, resulta un ejemplo det clérigo renacentista, que lo mismo editaba el breviario de su didcesis, que intervenia en una polémica para prohibir el ejercicio de su profesién en la isla a un médico judfo lamado Miguel PASCUAL PONT: Fragments del Breviar de U'Eselésa de Mallorca, Fills facimil, Pala, 195, ENFERMEDADES Y SANTOS PROTECTORES EN MALLORCA MEDIEVAL 43 Isaac, apelando, tanto a la legislacién vigente como a los argumentos expuestos en una destacada obra de medicina para fundamentar su demanda, Cabe admitir que en este asunto existié una evidente vinculacién intelectual entre este clérigo y su sobrino Guillem Caldentey, mas tarde heredero de parte de su biblioteca y autor del primer texto médico impreso de un autor mallorquin, el cual por aquellos afios ultimaba sus estudios en las universidades noritalianas. La refleja, por ejemplo, la preconizacién o por lo menos la muy favorable valoracién, realizada por Bartomeu, del modelo médico de instruc universitaria, frente a Ia formacién empirica que hemos de suponer al médico judfo, ya que &te tltimo, por obvias cuestiones confesionales, no podia haber accedido a los studios médicos de las universidades.* Las paginas de este temprano manual sacro de nuestra isla, proporcionan interesantes noticias locales de muy distinta entidad, tres de las cuales permiten constatar ‘como coneretas enfermedades del género descrito para el primero de los perfodos mencionados afectaron a Mallorca, durante los siglos XV y XVI. Enfermedades epidémicas en la Mallorca medieval: lepra, ergotismo y peste En los fragmentos que se conservan de este texto litigico, entre otras impetraciones, se suplica la protecci6n de tres santos para otras tantas enfermedades bien ‘concretas. Significativamente todas ellas pertenecen a la patologia de tipo infeccioso, Dado que sus Iineas reflejan primordialmente las preocupaciones cotidianas de los imallorquines de la época, puesto que se trata de una obra concebida de forma explicita para nuestra isla, podemos aceptar que las escasas paginas que conservamos del mismo, constituyen uno de los testimonios mejor precisados acerca de la epidemiologia entonces iis aflictiva y preocupante para la poblacién local En coneretos pasajes de los fragmentos conservados se postula la proteceién divina para protegerse de tres enfermedades: lepra, ergotismo y peste. Sin duda, todas ellas debian aparecer de forma corriente en la vida de los mallorquines, constituyendo lo que centendemos actualmente como una “enfermedad social”, Es decir, una enfermedad cuyo impacto en la poblacién local debfa constitir una circunstancia habitual y ser lo suficientemente importante como para que el texto litirgico oficial de la isla solicitase el auxilio divino, de forma explicita, para protegerse de ella o evitarla. Lalepra La lepra es una de las tres enfermedades que figuran en estas pocas paginas. Su cexistencia en Mallorca queda atestiguada por abundante documentacién escrita. Sus rnumerosos testimonios reflejan un panorama tal vez menos significative, desde un punto de vista actual, que el procurado por la alarma reflejada en las medidas adoptadas ante tal enfermedad y las informaciones con que contamos acerca de st incidencia en la poblacién Antonio CoNTRERAS MAS: “Profesién médica y sociedad mallorquina a fines de siglo XV elrechuzo dd un médico judo", Medicina Balear, 5,2, Mayo-Agosto, Palma, 1990, 66-74

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