Hasta el Renacimiento todo el saber que no fuera tcnico o artstico se situaba en el mbito de la filosofa. El conocimiento de la naturaleza era sobre la totalidad: una ciencia universal. Aristteles us los trminos episteme y philosophia para clasificar las ciencias, pero con un significado y contenido muy diferente al de ciencia en la Modernidad.4 Las primeras clasificaciones se remontan a Aristteles,5 que considera tres categoras del saber: Teora, que busca la verdad de las ideas, como formas y como sustancias. Este saber est constituido por las ciencias cuyo conocimiento est basado en el saber por el saber: Matemticas, Fsica y Metafsica. Praxis o saber prctico encaminado al logro de un saber para guiar la conducta hacia una accin propiamente humana en cuanto racional: lo formaban la tica, la Poltica, la Econmica y la Retrica. Poiesis o saber creador, saber potico, basado en la transformacin tcnica. Lo que hoy da se englobara en la creacin artstica, artesana y la produccin de bienes materiales. La clasificacin aristotlica sirvi de fundamento para todas las clasificaciones que se hicieron en la Edad Mediaa hasta el Renacimiento, cuando las grandes transformaciones promovidas por los grandes adelantos tcnicosb plantearon la necesidad de nuevas ciencias y sobre todo nuevos mtodos de investigacin que culminarn en la ciencia moderna del siglo XVII. Entonces aparece un concepto moderno de clasificacin que supone la definitiva separacin entre ciencia y filosofa. En la Edad Moderna Tommaso Campanella, Comenio, Bacon, Hobbes y John Locke propusieron diferentes clasificaciones.4 El Systema Naturae (1735) de Linneo, estableci los criterios de clasificacin que ms influencia han tenido en el complejo sistema clasificatorio de las ciencias naturales.4 Andr-Marie Ampre confeccion una tabla con quinientas doce ciencias.6 En la Ilustracin, D'Alembert escribi: No hay sabios que gustosamente no colocaran la ciencia de la que se ocupan en el centro de todas las ciencias, casi en la misma forma que los hombres primitivos se colocaban en el centro del mundo, persuadidos de que el universo haba sido creado por ellos. Las profesiones de muchos de estos sabios, examinndose filosficamente, encontraran, posiblemente, incluso, adems del amor propio, causas de peso suficiente para su justificacin