Joun Lyons
Profesor de Lingiifstica
Universidad de Sussex
INTRODUCCION
AL LENGUAJE
Y A LA LINGUISTICA
Version espafiola
RAMON CERDA
Catedratico de Lengua Espafiola
° Universidad de Barcelona
\
CENTRO DE INVESTIGACIONES
Y ESTUDIOS SUPERIORES EN
“ANTROPOLOGIA SOCIAL, 1
BIBLIOTECA
pn
EDITORIAL TEIDE - BARCELONA
00042859118 LA GRAMATICA
27
zdarbu ufirt: iGerbu pirt uxafirtik.
(Roses ae beautiful: this rose Is really beautiful
now.
(Las rosas son hermosas: esta rosa es bien bo-
nita (ahora).]
28
kansi i5/5ilp! stimb: korti ISanti pirt stimb.
(Hans is a lady-killer: Kurt is a wolf.)
{Hans es un donjuén: Kurt es un calavera.]
29
pinge iSanti skuld,
(Ping is a fisherman.)
[Ping es pescador.]
30
uwunt usturp! iSantus! uhart Isulpin.
(Those blind mice you see over there were
chasing that farmer's wife.
TAquellos ratones clegos que if perseguian
a la esposa de aquel agricultor.]
3a
iftrt istimbi iSIlpi gonc zgart.
(These pretty girls are always falling in love
with rich farmers.)
[Estas chicas guapes siempre se enamoran de
agricultores ricos.}
5. La semantica
5.1 La diversidad del significado
La semantica es el estudio del significado, Ahora bien, gen qué consiste el
significado? Hace mds de dos mil afios que los filésofos Hevan discutiendo el
asunto con especial referencia al lenguaje y, sin embargo, nadie ha emitido
una respuesta satisfactoria. Quiza la pregunta, tal como se plantea, no tenga
contestacién posible, pues contiene dos presuposiciones como minimo pro-
blematicas: (a) que lo que aludimos, en espafiol, con la palabra ‘significado’
‘tiene algtin tipo de existencia o realidad; (b) que todo cuanto se incluye en
el significado es similar o uniforme, si no idéntico, por naturaleza. Podemos
denominar a estas presuposiciones, respectivamente, (a) de existencia y (b) de
homogeneidad.
No pretendo decir que dichas presuposiciones sean falsas, sino inicamen-
te controvertidas desde el punto de vista filos6fico. Son muchas las introduc-
ciones a la semantica que pasan por alto este hecho. En lo que sigue trata-
remos con cuidado de no comprometernos en ninguna de ellas. En especial,
evitaremos decir, como hacen algunos manuales de lingiiistica, que la lengua
tiende un puente entre el sonido y el significado. Bien es verdad que esta
suerte de juicios admite una interpretaci6én mas refinada de lo que parece
a simple vista. Pero tomada en su apariencia inmediata resulta falaz y filosd-
ficamente tendenciosa, pues induce a pensar que el significado, como el so-
nido, existe independientemente de la lengua y es homogéneo por naturaleza.
Desde luego, lo tradicional es concebir asi el significado. De acuerdo con
una teoria ampliamente aceptada sobre la seméantica, los significados son
ideas o conceptos que pueden transferirse desde la mente del hablante a la
del oyente encarndndose, como si dijéramos, en las formas de una u otra
lengua.
La identificacién entre significado y conceptos no ayuda a contestar la
pregunta «¢qué es el significado?» mientras el término ‘concepto’ no quede
claramente definido. Tal como se emplea habitualmente resulta demasiado120° LA SEMANTICA
vago, 0 general, para soportar el peso requerido por su funcién de piedra
angular en la tradicional teoria conceptualista del significado. ;Qué tienen en
comun los conceptos asociados a las siguientes palabras (traducidas de la
primera pagina de una lista de palabras mas frecuentes en inglés): ‘el’, ‘para’,
‘yo’, ‘primero’, ‘afio’, ‘pequefio’, ‘escribir’, ‘tres’, ‘escuela’, ‘nifio’, ‘desarrollo’,
‘nombre’, ‘algo’? En algunos casos, cabria decir razonablemente que el con-
cepto asociado consiste en una cierta imagen visual. Pero, evidentemente, no
podriamos sostener esta idea con respecto a palabras como ‘el’, ‘para’, ‘algo’,
e incluso ‘nombre’, Aun en los casos en que parece verosimil concebir los
conceptos como imagenes visuales, crea mas problemas que no resuelve. Las
imagenes mentales asociadas a una palabra, v. gr., ‘escuela’, por distintas per-
sonas son variables y llenas de recovecos. Muy a menudo, poco o nada hay
en comin entre estas imagenes mentales tan complejas y personales. Y, aun
asi, hemos de admitir que, en general, la gente utiliza palabras con un signi-
ficado mas o menos idéntico. No hay pruebas en favor de que las imagenes
visuales, que indudablemente evocamos voluntaria o involuntariamente en aso-
ciacién con determinadas palabras, formen parte esencial del significado de
estas palabras 0, en todo caso, parte necesaria para su empleo cotidiano.
En realidad, tampoco hay pruebas para pensar que los conceptos, en al-
gun sentido claramente definido del término ‘concepto’, sean pertinentes para
la construccién de una teoria empiricamente justificable de la semantica lin-
guistica. Evidentemente tampoco se gana nada aprovechando la gran vague-
dad del término ‘concepto’, tal como se interpreta ordinariamente, para evitar
la refutacién de una teoria semantica basada en él. En nuestra discusién so-
bre el significado renunciaremos a toda referencia a los conceptos.
En lugar de preguntar «¢qué es el significado?», plantearemos la cuestion
de un modo un tanto diferente: «gcual es el significado de ‘significado’?».
Este cambio de enfoque que va de hablar del significado a hablar del ‘signifi-
cado’, ofrece una serie de ventajas. En primer lugar, no nos compromete, en
cuanto a las presuposiciones de existencia y homogeneidad, con respecto a
lo que sea el ‘significado’. Naturalmente, si nos compromete con respecto a la
presuposicion de existencia para la palabra ‘significado’ en espafiol, pero se
trata de algo bien inocuo. Otra ventaja derivada del cambio de perspectiva
que va de hablar sobre las cosas a hablar sobre las palabras (si acaso vale
formular esa distincién un tanto toscamente entre palabras y cosas) es que
previene eficientemente la posibilidad de que la palabra ‘significado’ no tenga
el mismo 4mbito de aplicacién que cualquier otra palabra unica en otras len-
guas. Y asf es. Por ejemplo, hay contextos en que ‘significado’ puede tradu-
cirse al francés por ‘signification’ o bien ‘sens’, y otros en que, por el con-
trario, no se puede. De un modo similar, la distincién ordinaria entre
‘Bedeutung’ y ‘Sinn’, en aleman, no coincide ni con la distincién del francés
entre ‘signification’ y ‘sens’, del inglés entre ‘meaning’ y ‘sense’ [o del espaiiol
entre ‘significado, ‘sentido’ y ‘significacién’]. Cabe, al menos, la posibilidad
de que al formular la pregunta «¢cual es el significado de ‘significado’?» en
espafiol, en ugar de hacerlo en otra lengua, estemos influyendo, siquiera le-
vemente, en la construccién de una teoria semantica, desde el momento que,
5.1, LA DIVERSIDAD DEL SIGNIFICADO 121
como hemos dicho, la semantica es el estudio del significado, esto es de lo
que comprende la palabra ‘significado’. Desde luego, no hay motivos para su-
poner que una palabra corriente como ‘significado’ se preste tal cual al uso
cientifico mejor que cualquier otra, como ‘fuerza’ o ‘energia’.
He sostenido que la pregunta «gcudl es el significado de ‘significado’»?
no nos compromete en cuanto a la presuposicién de homogeneidad. Una im.
portante particularidad de muchas palabras cotidianas consiste en que no
presentan un significado unico y nitido, ni siquiera un conjunto tal de signifi.
cados que cada uno pueda distinguirse claramente de los demas. La propia
palabra ‘significado’ tampoco constituye una excepcion. Nada tiene de sor-
prendente, por tanto, que haya tan poco acuerdo entre lingilistas y filésofos
en cuanto a las fronteras de la semantica. Hay quienes adoptan una concep-
cién amplia, como haré yo mismo aqui, y otros que circunscriben mucho
mas el ambito de aplicacion. ;
No se trata de una mera cuestién de optar, o no, por una interpretacién
relativamente amplia o estricta de ‘significado’. Como acabo de decir los sen-
tidos que cabe distinguir en la palabra ‘significado’ pueden considerarse mez-
clados entre si. Todo el mundo aceptaré que ciertos usos del término ‘signi-
ficado’ ofrecen mas interés que otros para la semantica lingitistica. Por ejem-
plo, que
(1) ¢Cudl es el significado de ‘la vida’?
ilustra un empleo mds basico de ‘significado’ que
(2) ¢Cual es el significado de la vida?
o bien que, desde el punto, de vista de la semdantica, el uso del verbo ‘signifi-
car’ que se encuentra en
(3) La palabra francesa ‘fenétre’ significa «ventana»
oen
(4) La palabra francesa ‘fenétre’ significa lo mismo que la palabra es-
pafiola ‘ventana’
es mas basico que el que se encuentra en
(5) Le significé que el plazo habia terminado.
El problema es que hay usos intermedios tanto en ‘significado’ como en
‘significar' sobre los cuales caben numerosos desacuerdos. Algunos filésofos
han sostenido que los mds obviamente lingiiisticos relativos al significado
de palabras, oraciones y enunciados no pueden explicarse satisfactoriament122. LA SEMANTICA
como no sea derivandolos de otros anteriores aplicables no sdlo a la lengua,
sino también a otros tipos de comportamiento semidtico (cf. 1.5).
No voy a insistir mas en ello en esta breve y selectiva introduccién a la
semantica lingiiistica. No obstante, quien se interese por la estructura y las
funciones de la lengua debe comprender que existe una rica y compleja tra-
dicién filoséfica vinculada de diversas maneras con temas fundamentales so-
bre el estudio lingtiistico del significado. En adelante, continuaré utilizando
el término ‘significado’ sin definicidn, como palabra no especializada del es-
pafiol corriente. Pero voy a concentrar la atencién sobre ciertos tipos de
significado y algunos de sus aspectos a los que suele concederse una gran
importancia en la lingtiistica; introduciré asimismo algunos términos mas
técnicos para aludir a estos ultimos siempre y cuando la ocasién lo reclame.
Una de estas distinciones evidentes se da entre el significado de las pa-
labras —o, mds exactamente, de los lexemas— y el significado de las oracio-
nes, esto es enire el significado léxico y oracional. Hasta hace
poco, los lingiiistas han atendido mucho mas al significado léxico que al ora-
ciona]. Pero actualmente ya no es asi. Hoy se admite en general que no cabe
describir uno sin hacer lo propio con el otrd. El significado de una oracion
depende del de sus lexemas constituyentes (incluyendo los lexemas frasales,
si los contiene: cf. 5.2), mientras que el significado de algunos lexemas, por
no decir de todos, depende del de las oraciones en que aparecen. Ahora bien,
también la estructura gramatical de las oraciones, como es intuitivamente
obvio y demostraremos algo mds abajo, es pertinente para determinar su
significado; de ahi que debemos apoyarnos asimismo en el significado
gramatical como componente ulterior del significado oracional (cf. 5.3).
En tanto que la lingiifstica se ocupa primordialmente de la descripcién de
sistemas lingiifsticos (cf. 2.6), los significados léxico, gramatical y oracional
entran claramente en el ambito de la semantica lingiiistica.
Algo mds controvertida es la condicién del significado enuncia-
tivo o del enunciado. Hasta ahora no hemos introducido ninguna distincién
entre oraciones y enunciados, aun cuando se haya mencionado en el capitulo
anterior (cf. 4.4). El significado de un enunciado incluye y sobrepasa el de la
oracioOn que enuncia. Este sobrante significativo viene realizado por una se-
rie de factores que cabe denominar, con aproximacidn, contextuales. Muchos
estudiosos sostendrian que el significado del enunciado queda fuera del do-
minio de la semantica lingilistica como tal, pues compete, en todo caso, a lo
que se ha venido en amar pragmatica (cf. 5.6). Se trata de un tema
controvertido, como veremos mas adelante, pues la nocién de significado
oracional parece depender, logica y metodolégicamente, de la nocién de sig-
nificado enunciativo, por lo que no cabe dar una descripcién completa del
significado oracional sin relacionar, en principio, las oraciones con sus posi-
bles contextos de enunciacién.
Otro grupo de distinciones se refiere a la variedad de funciones semisti-
cas o comunicativas que, por su naturaleza, satisfacen las lenguas. No todos
admitirian la propuesta de Wittgenstein, uno de los filésofos de la lengua
mas influyentes en la actualidad, de que a menudo el significado de una pa-
5.1, LA DIVERSIDAD DEL SIGNIFICADO 123
labra o de un enunciado puede identificarse con su uso, Lo cierto es que hay,
evidentemente, algun tipo de conexién entre significado y uso. El énfasis
que puso Wittgenstein en esta conexién y en la multiplicidad de fines que
desempefian las lenguas tuvo el saludable efecto de animar tanto a fildsofos
como lingiiistas en las décadas de 1950 y 1960 a poner en duda, si no a aban-
donar, el supuesto tradicional de que la funcién basica de la lengua es co-
municar informacion proposicional o factual. Desde luego, es innega-
ble que las lenguas realizan efectivamente una funcién que cabe considerar
descriptiva. Puede suceder, incluso, que no quepa utilizar de este modo otros
sistemas semidticos, esto es para emitir aseveraciones verdaderas o falsas
segtin que la situaci6n que vienen a describir tenga lugar o no. Pero las len-
guas realizan ademas, otras funciones semidticas.
Algunas se relacionan sistemdticamente con esa funcién de describir o
emitir aseveraciones y, hasta cierto punto, est4n en correspondencia con
ciertas diferencias estructurales de las oraciones. Por ejemplo, como se ha
mencionado ya, la diferencia funcional entre aseveraciones, preguntas y 6r-
denes se corresponde, en muchas lenguas, con la diferencia estructural que
hay entre oraciones declarativas, interrogativas e imperativas. Los filésofos
y gramaticos lo han advertido desde hace mucho. No obstante, hasta hace
poco apenas se ha prestado atencién a la naturaleza de esta correspondencia.
Ademas, se ha caido en la cuenta de que las aseveraciones, las preguntas y las
érdenes no son mas que algunos de los muchos actos de habla funcio-
nalmente distinguibles y sistemdticamente relacionados en una diversidad de
modos. Una de las polémicas mas animadas de los ultimos afios en la se-
mantica filoséfica y lingiiistica se ha centrado en la cuestién de si las aseve-
raciones no son mas que una clase de actos de habla entre muchas, a la que
no cabe conceder ningun tipo de primacia légica, o bien, por el contrario, si
constituyen efectivamente esta clase especial y logicamente basica a partir
de la cual pueden, en cierto sentido, derivarse todos los demas actos de habla.
Un poco mds adelante examinaremos esta controversia todavia no resuelta
(cf. 5.4, 5.6).
Podemos, por tanto, sentar una distincién entre el significado des
criptivo de las aseveraciones yel significado no descriptivo
de otros tipos de actos de habla. De momento, al menos, también podemos
identificar el significado descriptivo de un enunciado con la proposicién
afirmada en las aseveraciones, y que puede asimismo presentarse, aunque no
se afirme, en otros actos de habla, especialmente en las preguntas. Por ejem-
plo, los siguientes enunciados, interpretados, respectivamente, como una ase-
veracién y una pregunta:
(6) Juan se levanta tarde
(7) ¢Se levanta tarde Juan?
puede considerarse que presentan o mantienen la misma proposicién, aun
cuando sdlo (6) la afirme y, por tanto, sea la unica que describe o trata de124 LA SEMANTICA
describir una situacién dada. La propiedad definitoria de las proposiciones
es que tienen un valor veritativo concreto, es decir son verdaderas
o falsas, Existe, por tanto, una conexién intrinseca entre significado descrip-
tivo y verdad. Esta relacién, como veremos mas adelante, constituye la pie-
dra angular de la semantica condicionada a la verdad 0 semantica ve.
ritativa. En efecto, la semantica veritativa limita el 4mbito del término
‘semantica’ hasta ocuparse tan s6lo del significado descriptivo (cf. 5.6).
De lo dicho se desprende que, al menos algunos enunciados, presentaran
un significado descriptivo y a la vez no descriptivo. En rigor, cabe sostener
que la inmensa mayoria de enunciados cotidianos, tanto si son aseveraciones
como no, y, en caso de que no lo sean, tanto si tienen significado descripti-
vo como no, transmiten aquel tipo de significado no descriptivo que suele
denominarse expresivo. Las diferencias entre significado descriptivo y
expresivo consisten en que el segundo, pero no el primero, no es proposicional
en caracter y no puede ser tratado en funcidn de la verdad. Por ejemplo, si
alguien exclama ;vdlgame Dios! con el acento y la entonacién que indican sor-
presa, podemos decir, razonabiemente, que esta persona esta sorprendida (0
no) y, por tanto, que Juan estd sorprendido (en el supuesto de que ‘Juan’ sea
su nombre) es una aseveracién verdadera (0 falsa). Seria absurdo sostener
que jvdlgame Dios! describe las emociones o el estado mental del hablante
tal como lo hace Juan estd sorprendido. Proceder asi seria incurrir en lo que
algunos filésofos aman falacia naturalista o descriptivista. Desde luego, ;vdl-
game Dios! es un caso claro de lo que la gramatica tradicional reconocia
como exclamacién y trataba a menudo dentro de una clase de enunciados
distinta de las aseveraciones, preguntas y 6rdenes. Por lo demas, se trata de
una exclamacién que no puede emparejarse con ninguna aseveracion corres-
pondiente en significado descriptivo, contra lo que ocurriria, pongamos, con
jOh abuelita, qué colmillos mds grandes tienes! Si cabe, en cambio, la posi-
bilidad de formular aseveraciones exclamativas, preguntas exclamativas, 6r-
denes exclamativas, y asi sucesivamente. De hecho, la exclamacién no es mas
que un medio a disposicién del hablante (0 escritor) para expresarse
o revelar sus sentimientos, actitudes, creencias y su personalidad entera. En
tanto que no podamos, en ultima instancia, establecer una distincién entre
una persona y su personalidad, o sus sentimientos, parece legitimo interpre-
tar literalmente el término ‘autoexpresion’. El significado expresivo se rela-
ciona con todo lo que entra en el ambito de la ‘autoexpresién’ y puede subdi-
vidirse, como asi se ha hecho con determinados propésitos, de diversas ma-
neras. Un tipo de significado expresivo al que han prestado particular aten-
cién criticos literarios y filésofos moralistas es el significado emotivo (0
afectivo),
| Algo distinto del significado expresivo —aunque, como veremos, se im-
brican entre si y pueden considerarse interdependientes— es el significa-
do social, que se encuentra en el uso de la lengua destinado a establecer
y mantener funciones y relaciones sociales. Gran parte de nuestro discurso
cotidiano presenta este principal objetivo, que puede incluirse bajo el término
de comuni6én fatica (esto es «comunién por medio del habla»). Esta
5.1, LA DIVERSIDAD DEL SIGNIFICADO 125
feliz expresién, acufiada por el antropélogo Malinowski en la década de 1920
‘1930 y ampliamente utilizada por los lingilistas a partir de entonces, subraya
las nociones de compafierismo y participacién en los ritos sociales comuni-
tarios; de ahi ‘comunién’, en lugar de ‘comunicacién’.
Y no son solo los enunciados mds evidentemente ritualizados —saludos,
excusas, brindis, etc— los que presentan la funcién primaria de facilitar la
relacién social. Desde un cierto punto de vista, parece correcto considerar
esto como la funcién mas basica de la lengua, a la cual se subordinan todas
las demas —incluyendo la descriptiva—. El comportamiento lingiiistico suele
ser intencional. Incluso las aseveraciones cientificas, frias y desapasionadas,
cuyo significado expresivo asociado es minimo, suelen contar entre sus finali-
dades la de captar adeptos e influir sobre la gente. En general, tanto lo que
se dice como el modo de decirse estan determinados, especialmente en la
conversacion diaria, pero también en toda situacién lingiiistica, por las rela-
ciones sociales de los interlocutores y sus propdsitos sociales. En los capitu-
los 9 y 10, examinaremos el significado social mas en detalle. No obstante,
hay que tener bien presente todo lo dicho para el resto del capitulo. Las len-
guas varian en cuanto al grado en que puede o debe expresarse el significado
social en diversos tipos de oraciones. No ha de pensarse, en consecuencia, en
dejar el significado social al cometido del sociolingiiista por no ofrecer sufi-
ciente interés para el estudioso de la microlingiiistica, cuyos horizontes se
circunscriben a la definicion, deliberadamente restringida, del sistema lingtiis-
tico como un conjunto de oraciones (cf. 2.6). ”
Se han establecido, y pueden aun establecerse, muchos otros tipos de
significado. Algunos los mencionaremos mas adelante, en este mismo capi-
tulo, pero la tricotomia entre significado descriptivo, expresivo y social bas-
tar4 por el momento. Queda por hacer un par de observaciones generales
sobre ella. La primera es que, como el hombre es un animal social y la es-
tructura de la lengua la determina y mantiene su empleo en la sociedad, la
expresién en general, y la lingiiistica en particular, estan muy reguladas por
normas socialmente impuestas y reconocidas de comportamiento y categori-
zacion. La mayoria de actitudes, sentimientos y creencias —la mayor parte
de Io que consideramos la personalidad 0 el yo— son producto de nuestra
socializacién. En igual medida depende el significado expresivo de relaciones
y funciones sociales. Al mismo tiempo lo que puede considerarse expresién
‘sirve también para establecer, mantener o modificar estas funciones y rela-
ciones sociales. A esto me referia cuando decia mas arriba que el significado ex-
presivo y social son interdependientes.
La segunda observacién es que, mientras el significado descriptivo puede
ser exclusivo de la lengua, los significados expresivos y sociales evidentemen-
te no lo son. Se encuentran también en otros sistemas semidticos naturales,
tanto humanos como no humanos. A este respecto, es util remitirnos a la
exposicién anterior sobre la estructura de Ja lengua desde un punto de vista
semidtico (cf. 1.5). Alli tuvimos ocasién de ver que el componente verbal de
las sefiales lingiiisticas es el rasgo que mejor las distingue de otros tipos de
sefiales humanas y no humanas. Puede indicarse ahora que el significado ex-