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‘Traduccién de Vicor GoLDsTEIN Serie Breves dirigida por ENRIQUE TANDETER conreraitin 1,596. FOTOCOPIADORA] \ ‘Maurice Merleau-Ponty El mundo de la percepcion Siete conferencias Edicion y notas por Stéphanie Ménasé FONDO DE CULTURA ECONOMICA ‘México - Argentina - Brasil - Chile - Colombia - Espaia Estados Unidos de América - Gustemala - Pert - Venezuela Primera edi en fanct, 2002 Primers edicts en epanel 008 Primers empresa fo FAHCE Biblioteca Central IN? Inv. ASR. Sig. Top. A. LMerleas Feeha de Alta. ial origina Comrie 1948 ISBN de i edcién original: 202-0525208 © 2002, Editions du Seuil © 2002, FONDO DE CULTURA ECONOMICA DE ARGENTINA S.A. El Salvador 5665; 1414 Buenos Aices fondod@tee.com.ar /waw fee.com.at Av. Picacho Ajusco 227; Delegacién Tlalpan, 14200 México, D.. ISBN 950-557-5343 Fotocopiar libros esti penado po! ley. Prohibida ss reproduccién total o parcial por cualquier medio se impresién o digital, en forma identica, extract ‘modificada en castellano o en cualquier oto idioma, sin la sutorizacién expresa de la editorial TMPRESO EN ARGENTINA « PainriD ax Aneta Hecho el depésito que marca la ley 11723, Advertencia_ Estas siete “conversaciones" redactadas por Mauri- ce Merleau-Ponty para su difusién en la radio fue- ron dictadas por él mismo en 1948. Seis de ellas, segiin el Programa definitivo de la radiodifusion francesa, fueron difundidas en la emisora nacional de manera quincenal, los sibados del 9 de octubre al 13 de noviembre de 1948, Grabadas para la emisién titulada Hora de culeura francesa, las con- versaciones fueron leidas sin ninguna intervencién exterior. Su grabacién se conserva en el Institut National de I’Audiovisuel (INA) El stbado, el tema general de la emisién era "La formacién del pensamiento”. Las conversaciones de Maurice Merleau-Ponty fueron difundidas el mismo dia que las de Georges Davy (psicogia de los primitivos), Emmanuel Mounier (psicologia del cardcter), el doctor Maxime Laignel-Lavastine (psi- coanilisis) y el acaclémico Emile Henriot (temas psicologicos en la literatura). Segiin los archivos del INA, pareceria no haberse conservado ningiin rastro del predmbulo, presentacién de quienes intervinie- ron y del tema espectfico de cada emisién. El conjunto de las conversaciones fue concebido ‘por el filésofo como una serie de la que dio el orden de las partes y sus titulos: 1. El mundo percibido y el mundo de la ciencia; 2. Exploracién del mundo percibido: las cosas sensibles; 4. Exploracién del mundo percibido: la animalidad; 5. El hombre visto desde el exterior; 6. El arte y el mundo percibido; 7. ‘Mundo clasico y mundo moderne, Esta edicion fue establecida a partir de los tex- tos dactilografiados por Maurice Merleau-Ponty, segin un plan manuscrito, Las hojas (fondo priva- do) llevan correcciones de su pufo y letra En su mayor parte, la grabacién corresponde a una lectura fiel, por parte de Merleau-Ponty, de Jos papeles que redact6. En ocasiones, el filésofo suprime algunas palabras, afiade otras, modifica un encadenamiento, cambia una palabra 0 una parte de la frase. En notas al pie hemos menciona- do la mayoria de esos desvios de expresién. Estos cambios durante la grabacidn son introducidos en nota, por una letra. Las aclaraciones bibliograficas van precedidas por un namero arabigo. Intenta- ‘mos encontrar las ediciones que Merleatt-Ponty y sus contemporineos podian consultar. Tales bas- quedas ponen de manifiesto la extremada aten- cién del filésofo por los trabajos recientes y las ti timas apariciones. Las referencias estén reunidas en una bibliografia, al final del volumen. Agradecemos especialmente a las personas que, en el INA, nos ayudaron en las busquedas referen- tes a la difusion de las conversaciones. STEPHANIE MENASE 1. El mundo percibido y el mundo de la ciencia El mundo de la percepcién, es decir, aquel que nos revelan nuestros’sentidos y la vida que ha- cemos, a primera vista parece el que mejor co- nocemos, ya que no se necesitan instrumentos ni calculos para acceder a él, y, en apariencia, nos basta con abrir los ojos y dejarnos vivir para pene- trarlo, Sin embargo, esto no es més que una falsa apariencia. En estas conversaciones me gustaria mostrar que en una gran medida es ignorado por nosotros, mientras permanecemos en Ia actitud prictica 0 utilitaria; que hizo falta mucho tiempo, esfuerzos y cultura para ponerlo al desnudo, y que uno de los méritos del arte y el pensamiento mo- demos (con esto entiendo el arte y el pensamien- to desde hace cincuenta o'setenta afios) es hacer- nos redescubrir este mundo donde vivimos pero que siempre estamos tentados de olvidar. Esto es particularmente cierto en Francia. Uno de los rasgos, no sélo de las filosofias francesas, si- no también de lo que un poco vagamente se lla- ma el espiritu francés, es reconocer a la ciencia y los conocimientos cientificos un valor tal que to- da nuestra experiencia vivida del mundo resulta de un s6lo golpe desvalorizada. Si quiero saber qué cosa es la luz, no debo dirigirme al fisico? ENo es él quien me dird si la luz, como se lo pen- 56 durante un tiempo, es un bombardeo de pro- yectiles incandescentes 0, como también se lo crey6, una vibracién del éter 0, por iltimo, como. Jo admite una teoria mas reciente, un fenémeno asimilable a las oscilaciones electromagnéticas? eDe qué serviria consultar aqui nuestros sentidos, demorarnos en lo que nuestra percepcién nos en- sefia de los colores, los reflejos y las cosas que los soportan, ya que, manifiestamente, éstas no son sino apariencias, y tan sélo el saber metédico del sabio, sus medidas, sus experiencias pueden ha- cernos salir de las ilusiones donde viven nuestros sentidos y hacernos acceder a la verdadera natu raleza de las cosas? ZNo consisti6, el progreso del saber, en olvidar lo que nos dicen los sentidos in- genuamente consultados y que no tiene lugar en un cuadro verdadero del mundo, sino como una particularidad de nuestra organizacién humana, de la que la ciencia fisiol6gica dara cuenta un dia, como ya explica las ilusiones del miope o del présbite? El mundo verdadero no son esas luces, esos colores, ese especticulo de carne que me dan mis ojos; son las ondas y los corpuisculos de los que me habla la ciencia y que encuentra tras esas, fantasias sensibles. Descartes lego a decir que tinicamente a tra- vés del examen de las cosas sensibles, y sin recu- rir a los resultados de las investigaciones erudi- tas, yo puedo descubrir la impostura de mis sentidos y aprender a no confiar sino en Ia inte- 10 ligencia.* " Digo que veo un trozo de cera. Pero “qué es exactamente esta cera? Con seguridad, no es ni el color blancuzco, ni el olor floral que caso todavia conservé, ni esa blandura que sien te mi dedo, ni ese ruido opaco que hace la cera cuando la dejo caer. Nada de todo eso es consti- tutivo de la cera, porque puede perder todas esas cualidades sin dejar de existir, por ejemplo si la hago fundir y se transforma en un liquido incoloro, sin un olor apreciable y que ya no re- siste a la presion de mi dedo. Sin embargo, digo que la misma cera sigue estando abi. Entonces, Ze6mo hay que entenderlo? Lo que permanece, ' pesar del cambio de estado, no es mas que un fragmento de materia sin cualidades, y en su punto limite cierto poder de ocupar el espacio, de recibir diferentes formas, sin que ni el espa- cio ocupado ni la forma recibida sean en modo alguno determinados. Ese es el ndcleo real y per- manente de la cera. Sin embargo, es manifiesto que esa realidad de la cera no se revela solamen- te a los sentidos, porque ellos siempre me ofre- cen objetos de un tamafio y una forma determi- nados. En consecuencia, la verdadera cera no se ® Segaa la grabicion: "Descartes decia incluso que Snics- mente el examen de las cosas sensible y sn recur ls Sultados de las investgaciones eruditas, me permite descubrir Y aprender «no confir sino en I intelgencia” Descartes, Médiatons méeaphysiques, Méditacion se- conde, en: Gare, ed. AT, vo. 9, Pars, Cerf, 1904, reed. en Paris Vein, 1996, pp. 23 y ss: cn: Cueres et lneres, Paris, Ga Iienaed, col. "La Pleiade", 1937, pp. 279 ys u

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